Listín Diario 27-11-2021
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SANTO DOMINGO, RD. SÁBADO <strong>27</strong> DE NOVIEMBRE DE <strong>2021</strong><br />
RELIGIÓN<br />
Efectos. El desaliento es una tremenda tentación que el diablo pone a<br />
los creyentes. Produce miedo, desesperación, hasta deseos de morir.<br />
Ánimo en dos minutos<br />
¡Fuera el desaliento!<br />
MENSAJE<br />
LUIS GARCÍA DUBUS<br />
Santo Domingo<br />
Cuenta una anécdota<br />
que los diab<br />
l o s m e n o r e s<br />
temblaron cuando<br />
su jefe máximo<br />
les llamó la atención.<br />
“¡Cómo es posible que<br />
aún no hayan podido vencer<br />
a este hombre! ¡Ineptos!”.<br />
“Pero, jefe, le hemos puesto<br />
en frente ambición, orgullo,<br />
resentimiento, poder....<br />
¡todo...! Y no hemos podido<br />
confundirlo con nada”.<br />
“¡Estúpidos!”, dijo el diablo<br />
mayor aún más furioso.<br />
“¿Cuántas veces tendré que<br />
decirlo? ¡Les he explicado<br />
mil veces que lo que tienen<br />
que hacer cuando todo les falle<br />
es usar el arma secreta!”.<br />
“¿Cuál?”, preguntaron<br />
temblando.<br />
“El desaliento, idiotas, ¡el<br />
desaliento!”.<br />
Atacaron a una mujer alegre<br />
y optimista. Con la ayuda<br />
de Dios había sabido vencer<br />
toda clase de obstáculos. Últimamente,<br />
sin embargo, porque<br />
Dios no le concedió una petición,<br />
ella “se enojó” con Dios y<br />
dijo: “No soporto mi vida”.<br />
El desaliento es una tremenda<br />
tentación que el diablo<br />
pone a los creyentes. Produce<br />
lo contrario que alegría<br />
y paz: produce miedo, desesperación,<br />
hasta deseos de<br />
morir.<br />
¿Qué les falta? Acoger la<br />
buena noticia que nos da el<br />
Resistiendo los<br />
embates de la vida<br />
SENDEROS<br />
EZEQUIEL MÉNDEZ<br />
Santo Domingo<br />
Hay personas que suelen quejarse<br />
mucho, de su historia, de<br />
su familia, de su trabajo, de su<br />
entorno, parece como si quejarse<br />
fuese su escapatoria de<br />
su dolor vital, de su tristeza,<br />
de su mala fortuna… Mientras<br />
hay otras que buscan otro<br />
día más, a veces sin dinero, sin<br />
oportunidades, en medio de<br />
una tragedia.<br />
Recuerdo una amiga que<br />
hace más de una década me<br />
Usted no está solo. El Señor está mirándolo amorosamente y<br />
acompañándolo en su proceso. ISTOCK<br />
dijo una mañana cuando la saludé:<br />
“Si sigo viva, es por algo”.<br />
Cuando la miré, continuó: “Ese<br />
es el reto, saber por qué me pasan<br />
las cosas”.<br />
Cuando me siento atrapado<br />
por las circunstancias pienso en<br />
esa frase tan profunda. En medio<br />
del misterio que suponen<br />
los reveses de la vida intento<br />
entender el porqué de ese reto<br />
llamado vida.<br />
Cuando nos quejamos no hacemos<br />
nada por entender las<br />
razones, nos mantenemos en<br />
la superficie, encima de lo que<br />
llamo el “conocimiento vital”,<br />
evadimos de forma muy eficiente<br />
enfrentarnos con nosotros<br />
mismos y como resultado<br />
nos terminamos victimizando,<br />
Señor en el evangelio de Lucas<br />
21, 25-28. El Señor nos<br />
dice que aun cuando nos sucedan<br />
cosas que nos hagan<br />
“quedar sin aliento por el miedo”,<br />
no nos dejemos vencer y,<br />
en cambio, dice que cuando<br />
peor nos sintamos, hagamos<br />
esto: “Pónganse derechos y<br />
alcen la cabeza, que se acerca<br />
su liberación”.<br />
En ninguna parte vamos a<br />
encontrar luz, paz, impulso<br />
buscamos la tangente de todo y<br />
el “pobre de mí” sale a relucir y<br />
de ahí todo un eficiente sistema<br />
de autoevasión, como el avestruz<br />
escondes tu cabeza para<br />
no exponer tu “zona de confort”<br />
y así seguir victimizado.<br />
nuevo para vivir, si no lo encontramos<br />
dentro de nosotros,<br />
que es donde está Dios,<br />
que es donde penetra la llovizna<br />
suave del Espíritu Santo,<br />
Señor y dador de vida.<br />
Y esa liberación de nuestro<br />
desaliento no es solo para<br />
el fin de los tiempos. ¡No!<br />
El efecto de la potencia salvadora<br />
del Señor es ¡para ahora<br />
mismo!<br />
El Salmo 91 nos dice claramente<br />
lo que tenemos que hacer:<br />
“Dí al Señor: Dios mío,<br />
confío en ti”.<br />
Y Él te responderá: “Porque<br />
me quieres, te liberaré. Porque<br />
me tratas personalmente,<br />
te protegeré, me invocarás<br />
y te escucharé, contigo estaré<br />
en el peligro, te defenderé, te<br />
honraré, te saciaré de largos<br />
días, te haré gozar de mi salvación...”.<br />
Estamos en tiempo de Adviento,<br />
y Adviento significa<br />
“llegada”. Es el tiempo en que<br />
el Señor desea especialmente<br />
llegar a nuestra vida para liberarnos.<br />
La pregunta de hoy<br />
Si yo me siento mal, ¿no significa<br />
que sin duda estoy mal?<br />
Aunque usted se sienta sin<br />
ánimo puede estar seguro de<br />
que su sentimiento, por fuerte<br />
que sea, no tiene razón.<br />
Porque usted no está solo.<br />
El Señor está mirándolo amorosamente<br />
y acompañándolo<br />
en su proceso.<br />
Solo hace falta que, en silencio,<br />
exprese su necesidad y<br />
su confianza.<br />
A pesar de la adversidad, debemos disfrutar la vida en toda su<br />
magnitud. ISTOCK<br />
Muchos se dejan vencer y cometen<br />
suicidio o, peor aún, experimentan<br />
una muerte en vida,<br />
caminan por inercia. Ese es<br />
el meollo de mi mensaje: entender<br />
esos misterios y disfrutar la<br />
vida en toda su magnitud.<br />
¿QUIÉN EDUCA<br />
AL PUEBLO?<br />
Publica todos los sábados<br />
MARÍA TERESA R.<br />
ELMÚDESI<br />
Primer<br />
domingo de<br />
Adviento<br />
Ya se acerca la venida<br />
del Rey de Reyes,<br />
Señor de Señores.<br />
Estamos a<br />
cuatro semanas del<br />
nacimiento del Mesías, el Hijo del<br />
Dios vivo, que viene para nuestra<br />
liberación, lograr el perdón de los<br />
pecados y darnos la vida eterna.<br />
“El que viene es el Hijo del<br />
Hombre en una nube con gran<br />
poder y gloria. Es una persona,<br />
por tanto, que habita en el mundo<br />
de Dios y que participa de su<br />
poder y de su gloria. El que viene<br />
en Navidad y el que vendrá<br />
en el juicio final es el Verbo Encarnado<br />
en el seno de María. El<br />
que viene es Nuestro Señor Jesucristo,<br />
es decir, Cristo Glorioso,<br />
vencedor de la muerte y del<br />
pecado, que vive en la eternidad<br />
pero que se hace presente en el<br />
tiempo histórico”. (Tomado de<br />
Rayo de Luz)<br />
Las lecturas de este domingo<br />
ya nos hablan del cumplimiento<br />
de la profecía. El Salmo 24 es<br />
una petición al Señor para que<br />
nos guíe por el buen camino. “El<br />
Señor se confía en sus fieles y les<br />
da a conocer su alianza”.<br />
La segunda lectura, tomada de<br />
la primera carta del Apóstol San<br />
Pablo a los Tesalonicenses, nos dice:<br />
“Que el Señor les colme y les<br />
haga rebosar de amor mutuo y de<br />
amor a todos, lo mismo que nosotros<br />
les amamos y que así los fortalezca<br />
intensamente, para que<br />
cuando Cristo vuelva acompañado<br />
de todos sus santos, se presenten<br />
santos e irreprensibles ante<br />
Dios nuestro Padre”.<br />
El evangelio es más fuerte,<br />
porque Jesús les dice a sus discípulos<br />
que al final de los tiempos<br />
“habrá signos en el sol, la luna<br />
y las estrellas, y en la tierra angustia<br />
de las gentes, enloquecidas<br />
por el estruendo del mar y<br />
el oleaje. Los hombres quedarán<br />
sin aliento por el miedo y la<br />
ansiedad ante lo que se le viene<br />
encima al mundo, pues los astros<br />
se tambalearán. Entonces<br />
verán al Hijo del Hombre venir<br />
en una nube, con gran poder y<br />
majestad”. ¡Amén!