Libro CARMILLA de Sheridan Le Fanu
Carmilla SHERIDAN LE FANU Sinopsis Relato que había de forjar el arquetipo del vampiro femenino en la literatura universal, "Carmilla", publicado por primera vez en la revista "The Dark Blue" en 1871, es sin duda la obra más famosa del irlandés Sheridan Le Fanu (1814-1873). Además del diseño que éste imprimió a su figura central, hacen del mismo una pieza maestra el nervio de la acción, el vigor de los personajes y el inquietante clima crepuscular, casi siempre a caballo entre día y noche, entre sueño y vigilia, que impregna la obra. Este precedente y sustrato indudable del "Drácula" de Bram Stoker —obra que aparecería poco menos de treinta años más tarde— figura por derecho propio en la galería más selecta de las letras fantásticas europeas.
Carmilla
SHERIDAN LE FANU
Sinopsis
Relato que había de forjar el arquetipo del vampiro femenino en la literatura universal, "Carmilla", publicado por primera vez en la revista "The Dark Blue" en 1871, es sin duda la obra más famosa del irlandés Sheridan Le Fanu (1814-1873). Además del diseño que éste imprimió a su figura central, hacen del mismo una pieza maestra el nervio de la acción, el vigor de los personajes y el inquietante clima crepuscular, casi siempre a caballo entre día y noche, entre sueño y vigilia, que impregna la obra. Este precedente y sustrato indudable del "Drácula" de Bram Stoker —obra que aparecería poco menos de treinta años más tarde— figura por derecho propio en la galería más selecta de las letras fantásticas europeas.
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Carmilla
—Qué raro que dijera todo eso –dije–. No era
necesario.
—De todas maneras sí lo dijo –contestó con una
risa–. Y como quieres enterarte de todo lo que sucedió,
que no era mucho en realidad, pues te lo cuento. A
continuación ella me dijo: «Voy a emprender un largo
viaje de vital importancia», ella subrayó la palabra «vital».
«Un viaje rápido y secreto», dijo. «Regresaré por
mi niña en tres meses. Mientras tanto ella mantendrá
silencio sobre quiénes somos, de dónde venimos y a
dónde vamos». Eso fue todo lo que me dijo. Habla un
francés excelente. Al pronunciar la palabra «secreto»,
hizo una pausa de varios segundos, mirándome severa
y fijamente a los ojos. Me pareció que era muy importante
para ella. Tú viste cómo se fue de rápido. Espero
no haber cometido un error estúpido al encargarme de
esta jovencita.
Por mi parte, estaba feliz. Ansiaba verla y hablar
con ella. Solo esperaba a que el médico me diera el
permiso. Las personas que viven en las ciudades no
tienen idea de lo enorme que es el hecho de encontrar
a una nueva amiga en medio de la soledad que nos
rodea.
Daba casi la una de la mañana cuando llegó el
médico. Pero para mí era tan imposible acostarme a
dormir como habría sido alcanzar a pie la carroza en
la que había partido la princesa de terciopelo negro.
Cuando el médico, habiendo examinado a la paciente,
entró al salón de estar, nos dio un informe muy
favorable. La niña estaba despierta, sentada en la cama.
Su pulso era regular y se veía perfectamente bien. No
había sufrido ningún golpe y el pequeño sobresalto
nervioso ya se le había quitado sin dejar huella.
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