Historia de Argentina
Si no sabemos quiénes somos ni de dónde venimos, no podemos preguntarnos hacia dónde vamos. He aquí la importancia de la historia. Conocer el pasado nos permite comprender el presente y nos brinda la posibilidad de proyectarnos al futuro. Recorramos a través de estas páginas el proceso histórico de nuestra conformación nacional.
Si no sabemos quiénes somos ni de dónde venimos, no podemos preguntarnos hacia dónde vamos.
He aquí la importancia de la historia. Conocer el pasado nos permite comprender el presente y nos brinda la posibilidad de proyectarnos al futuro. Recorramos a través de estas páginas el proceso histórico de nuestra conformación nacional.
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Si no sabemos quiénes somos ni
de dónde venimos, no podemos
preguntarnos hacia dónde vamos.
He aquí la importancia de la
historia. Conocer el pasado nos
permite comprender el presente
y nos brinda la posibilidad
de proyectarnos al futuro.
Recorramos a través de estas
páginas el proceso histórico
de nuestra conformación nacional.
Una historia de conflictos
La historia argentina no se ha caracterizado por ser tranquila,
ni por tener un devenir estable. Muy por el contrario, podemos
decir que nuestra historia se ha construido con pasión, y también
con la desgracia de haberla transformado en intolerancia.
Desde los albores de la colonización, se han producido en nuestras tierras
numerosos enfrentamientos. Primero, con el aborigen de estas tierras,
que concluyó casi en su completo exterminio. Después, con los españoles.
Lograda ya la independencia patria, comenzaron a separarse los bandos que luego
constituirían las sangrientas luchas entre unitarios y federales. Más tarde se
enfrentaron los partidarios de Sarmiento y de Rosas... Y la historia sigue.
En el siglo XX y XXI continuaron los conflictos y tomaron nuevos matices. Pero si
bien es correcta la postura activa frente a los hechos, sería mucho más provechoso
para nuestro país que todos tomáramos conciencia de entender la lucha
como un objetivo común. Si partimos del propósito de no destruir buenas
iniciativas simplemente porque provienen de sectores con los cuales
no compartimos la totalidad de las ideas, y tratamos de construir entre todos
una Argentina mejor, lograremos un país más justo, donde sean respetados
los derechos de cada uno. Una Argentina donde todos seamos libres de tener
nuestra simpatía política, sin enarbolarla como bandera para oponernos
a nuestros hermanos.
Los primitivos dueños de la tierra
LOS PRIMEROS
HABITANTES
Fueron los pobladores de nuestra patria antes de que llegara el español;
conocedores de los secretos de las quebradas del noroeste, en la
Mesopotamia, en el monte chaqueño, en las sierras, en la solitaria
pampa o en la Patagonia.
Los aborígenes
y sus regiones
En nuestro país existieron muchísimas
culturas indígenas, que
nos dejaron hermosos testimonios
de su arte y sus costumbres,
además de una lección de
heroísmo contenida en la lucha
por defender su territorio y sus
creencias.
Cuando la Argentina no tenía sus
actuales límites geopolíticos, los
aborígenes que habitaron nuestro
territorio se distribuían en sus
propias “regiones” o zonas.
Pero estos pueblos no tenían límites
geográficos fijos: sus
“fronteras” se cruzaban libremente,
un hecho que favorecía
la convivencia y el intercambio
cultural entre ellos. De ahí que
en la regionalización aproximada
que realizamos, empleemos
este criterio amplio, por el cual
los agrupamos según la zona
que aproximadamente ocupaban.
OCÉANO PACÍFICO
In dígenas
del Noroeste
In dígenas de las Sie rras
Cen tra les y Cu yo
In dígenas
de la
Pa ta go nia
In dígenas
de la Pam pa
In dígenas
del Cha co
MAR ARGENTINO
In dígenas del Li to ral
y la Me so po ta mia
(Arg.)
REGIONES ABORÍGENES
(Arg.)
1
2
(PARTE CONTINENTAL DE LA
REPÚBLICA ARGENTINA)
3
OCÉANO ATLÁNTICO SUR
En el noroeste
Estos grupos vivían en la actual
región del noroeste argentino
formada por las provincias de
Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja,
Tucumán y parte de Santiago
del Estero.
1. Límite del lecho y subsuelo
2. Límite exterior del Río
de la Plata
3. Límite lateral marítimo
argentino-uruguayo
(Arg.)
3
>> Los diaguitas preparaban la lana
de guanaco para confeccionar
las prendas con que se abrigaban.
Como armas, utilizaban el arco
y la flecha, y defendían sus ciudades
con los famosos pucarás. En la foto,
Pucará de Tilcara (provincia de Jujuy).
Allí floreció un conjunto de culturas
indígenas con un altísimo
desarrollo económico y técnico.
No solo se destacaron en la
arquitectura y la ingeniería, sino
que también produjeron bellísimas
obras de arte en metal y cerámica.
• Diaguitas y calchaquíes
También llamados cacanos por
su idioma, habitaron los valles
de Salta, Catamarca y La Rioja.
Cultivaban el maíz en terrazas
que construían en la montaña.
Este sistema era similar a enormes
escaleras de gigantes y
estaba tomado de los incas. El
maíz era el principal componente
de su alimentación.
El zapallo, los porotos y la nutritiva
quinoa, eran también
importantes en su economía
agrícola.
Estos cultivos eran posibles debido
a la construcción de canales
de riego o acequias.
Sus casas eran de piedra, con
un techo de paja. La forma era
cuadrada.
En la arquitectura militar sobresalieron
en la construcción
de pucarás, poderosas fortalezas
de piedra.
• De los omaguacas
a los apatamas
Los célebres omaguacas eligieron
para vivir los inaccesibles
faldeos de la quebrada de
Humahuaca.
>> Cerámica omaguaca de diseño
geométrico, en color negro sobre fondo
rojo. Este pueblo también trabajó
el metal y las fibras, y se destacó
en la elaboración de cestas
y tejidos
de bellos
motivos.
Su cultivo principal era la papa
y el maíz.
Los capayanes, una sociedad
totalmente extinguida, vivieron
en la zona montañosa situada
entre el río Colorado
(límite entre La Rioja y
Catamarca) y la cuenca del
Jáchal, en San Juan. Sus viviendas
eran de barro y elegían como
sitio para construirlas el
abrigo de las copas de los árboles.
Los tonocotés se destacaron
por su cerámica, al igual que
todo los pueblos del noroeste.
Los apatamas fueron los solitarios
habitantes de la Puna.
Hábiles comerciantes, sacaron
provecho de los grandes salitrales
de la región. Por medio
del trueque obtenían carne y
verdura. Sus viviendas no tenían
puertas. Se supone que
ingresaban en ellas por un orificio
en la techumbre. Vestían
la clásica camiseta andina y
agregaban a esta vestimenta
uno o más ponchos.
En las sierras centrales
y Cuyo
Los indígenas de la raza huárpida
tuvieron una característica
única que los distinguió del
resto de los aborígenes americanos:
eran barbudos. Los habitantes
de las Sierras Centrales y
Cuyo, entre los que contamos a
puelches algarroberos, huarpes,
sanavirones y comechingones,
fueron, fundamentalmente, cazadores
y recolectores.
>> Vista de un paisaje de Salta,
donde se encontraban diaguitas
y omaguacas.
>> Los huarpes practicaban la pesca
en la laguna de Guanacache, hoy
prácticamente desecada. Lo hacían
valiéndose de una balsa, cuyo tipo
pertenece a la más antigua forma
de navegación conocida. La balsa era
impulsada por medio de una vara larga
que manejaba un hombre de pie,
que capturaba sus presas con una lanza
de gran dimensión.
• Primitivos montañeses
En el sur de Mendoza y en la
región cordillerana neuquina
habitaron los primitivos montañeses,
un pueblo del cual no
han quedado rastros. Estos indígenas
estaban divididos en
dos grupos: puelches algarroberos
o de Cuyo y los puelches
antiguos. Ambas parcialidades
eran de origen huárpido. Eran
altos, delgados y de cabeza alargada.
Cazaban guanacos y ñandúes,
y recolectaban semillas y
frutas silvestres. La algarroba era
su principal alimento.
• Los huarpes
Antiguos pobladores de la región
de Cuyo, estaban divididos
en tres grupos: al norte, en
San Juan, los huarpes allentiac;
en Mendoza, los huarpes
millcayac, y en San Luis, los
huarpes puntanos. Origina -
riamente, los huarpes fueron
cazadores y recolectores; pero,
tras la ocupación incaica, adoptaron
las técnicas agrícolas. Sin
embargo, continuaron practicando
la caza del venado, su
presa predilecta.
La técnica empleada consistía
en seguirlo a pie durante uno o
dos días, impidiendo que el
animal se alimentara o bebiera.
Finalmente, ya agotado, el venado
era apresado.
• Comechingones y sanavirones
Los comechingones, asentados
en la actual provincia de
Córdoba, presentaban una característica
especial: tenían
barba (rasgo distintivo de la
raza huárpida). Cultivaban maíz,
porotos y zapallos. También
se dedicaron a la caza: capturaban
guanacos, liebres y ciervos.
En sus orígenes, adoptaron como
vivienda las grutas serranas.
Más tarde construyeron
habitaciones semisubterráneas.
En el bajo río Dulce, se establecieron
los sanavirones.
>> Los comechingones realizaban
cerámicas de características sencillas,
con decoraciones de tipo geométrico,
y se destacaron en la realización
de pinturas rupestres, como
la pictografía del Cerro Colorado,
en la provincia de Córdoba.
Cultivaron el maíz y desarrollaron
una intensa actividad
pesquera.
Poseían animales domésticos,
como la llama. Las armas empleadas
para la caza eran el
arco, la flecha y la macana, un
garrote con una protuberancia,
también usado para la defensa
personal.
En el Litoral
y la Mesopotamia
El grupo lingüístico tupí-guaraní
se extendió por un vasto territorio.
Sus orígenes se localizan
en las selvas del alto Amazonas,
en Brasil; más tarde, llegaron
hasta el límite sur del Río de la
Plata, en Argentina.
Esta cultura de hábitos cazadores
y recolectores ha perdurado
en el tiempo, y su lengua, el guaraní,
continúa vigente en
Paraguay y las provincias litoraleñas
argentinas.
5
>> La principal actividad de los pueblos
del Litoral y la Mesopotamia era el
cultivo de la tierra. Los más importantes
eran la mandioca, la batata, el maíz y los
zapallitos. Tras la conquista española, las
mujeres reemplazaron la tanga
(taparrabos) por el tipoy (especie de
camisola de algodón blanco).
Los hombres se adornaban con plumas
en la cabeza, los tobillos y los brazos,
y usaban también el tembetá o barbote.
• Guaraníes y chiriguanos
En la zona del delta, habitaron
los chandules (una de las formas
en que los españoles llamaron
a los guaraníes). Este
grupo se asentó en la provincia
de Entre Ríos. En la actual Santa
Fe, vivieron los guaraníes del
Carcarañá.
Los llamados guaraníes de
Santa Ana ocuparon la actual
provincia de Corrientes.
Los charrúas se asentaron, en
sus orígenes, en la actual
República Oriental del
Uruguay; más tarde fueron
desplazándose hacia la zona
litoraleña argentina.
Los chiriguanos, provenientes
del actual Brasil, se establecieron
en el Chaco salteño y en el
Chaco boliviano. Todas estas
parcialidades pertenecen a la
etnia amazónida, cuyas principales
características físicas son
la baja estatura y una contextura
robusta.
6
Los cultivos más cosechados
eran la mandioca, el zapallo y el
maíz. Para obtener mejores resultados
empleaban la técnica
de la milpa, consistente en
quemar un sector del bosque y
sembrar luego en el terreno,
abonado previamente con cenizas
y cortezas de árboles. Se
los clasifica como agricultores
incipientes.
Practicaban la caza y la pesca
para complementar la
economía.
Los guaraníes se
destacaron en la alfarería;
producían
bellas piezas de cerámica
con bandas imbricadas.
Para desplazarse por
los caudalosos ríos
empleaban estilizadas
y veloces canoas.
• Caingangs y pueblos
del Litoral
Una famosa tribu, que
desapareció en el siglo
XVIII, fueron los
caingangs o cainguás.
>> Los chiriguanos recibieron
una gran influencia andina.
La vivienda caingang no tenía
techo: se trataba de una especie
de carpa hecha con ramas.
Se colocaba del lado en que
soplaba el viento y era un eficaz
refugio.
Los pueblos del litoral, mepenes,
mocoretaes, calchines,
quiloazas, corondas, timbúes,
carcaraes, chanaes y ambequaes,
tienen características
comunes tanto físicas como
sociales.
Desarrollaron técnicas para
ahumar y salar el pescado. Eran
hábiles cazadores y eximios
recolectores de frutos y miel
silvestre. Se vestían con pieles
de nutria, sin duda una herencia
de sus antepasados patagónidos.
En el Chaco
Los wichis, al igual que los chorotís,
los ashluslay y los maccaes,
formaron una familia lingüística
conocida como mataco-maccá.
Originariamen te, se establecieron
en la zona occidental del
Chaco, donde aún hoy residen. En
la porción este y sur de la región
chaqueña, otro gran
grupo, los guaycurúes,
estableció sus dominios.
Algunas de las
parcialidades que lo
integraban aún sobreviven,
dispersas
por las provincias
del Chaco y de Formosa.
• Los wichis
La riqueza boscosa y
selvática de la zona
chaqueña hizo de sus
primitivos moradores
verdaderos especialistas
en la recolección
de frutos silvestres.
En la actualidad se siguen
usando los avanzados
conocimientos
de herboristería que poseyeron
estos indígenas. La pesca era
uno de sus recursos económicos.
Empleaban sofisticados arpones.
La vivienda era una choza de alrededor
de tres metros de diámetro
por dos de altura, que les
servía como refugio.
Emparentados con la etnia patagónida,
mantenían de esta la
costumbre de vestirse con pieles
de nutria o de zorro. Más tarde,
la influencia andina los llevó
a confeccionar coloridos y bellos
atuendos de lana.
• Chiriguanos del Chaco
salteño
En el oeste del Chaco salteño,
en la zona de Orán, se ubicaron,
a partir del siglo XVI, los chiriguanos.
Este pueblo, de origen
brasílido, supo imponer su presencia
por medio de las armas.
Pueblo belicoso, recibió influencias
andinas que se manifiestan
en su vistosa cerámica.
• Los guaycurúes
Eran un extenso grupo de pueblos
indígenas de origen patagónido
que habitaron el sector
este y sur de la actual provincia
del Chaco. Solo sobreviven en la
actualidad las parcialidaddes
mocoví, toba y pilagá.
>> Indios guaycurúes.
En la Pampa
y la Patagonia
Las enormes extensiones de La
Pampa y la Patagonia estuvieron
pobladas por una gran
cantidad de tribus cazadoras
y recolectoras que, a la llegada
de los españoles, adoptaron
el caballo como medio
de transporte y para la guerra.
Fueron libres hasta casi finales
del siglo XIX. La gran mayoría
de estos pueblos, al igual
que sus hermanos del continente
americano, fueron diezmados.
>> Los wichis constituían familias
monogámicas. Usaban collares, plumas
en la cabeza y tatuajes en el rostro.
Creían en numerosos espíritus,
a los que llamaban wichis.
• Pueblos del extremo sur
En la actual zona de Tierra del
Fuego y el archipiélago magallánico
habitaron los yámanas
y alacalufes. Estos indios canoeros,
de baja estatura, pertenecían
al tipo racial fuéguido.
Otros habitantes del extremo
sur, en la costa este de Tierra
del Fuego, eran los aush y los
selknam, de tipo patagónido.
Estos indígenas lograban capturar
ballenas en fuertes canoas
hechas de piel. Apresaban
animales marinos mediante
ingeniosos arpones. Su vivienda
era ovalada y estaba construida
con ramas arqueadas,
cubiertas con pieles en el invierno.
>> Los pueblos indígenas
del extremo sur eran
de estatura elevada.
7
Literatura e historia
El comandante del sector de la frontera
con los indígenas, Lucio V. Mansilla,
en 1870 realizó un viaje a Leubucó.
De esa experiencia escribió una serie
de relatos, reunidos finalmente en un
libro que llamó Una excursión a los
indios ranqueles, un clásico de la
literatura nacional, que ilustra cómo
era la vida de los aborígenes en esa
región de la llanura pampeana.
>> Imagen actual de Villa Pehuenia,
nombre que evoca al nombre
que los aborígenes de la zona daban
a las araucarias: pehuenes.
• Pueblos de la Patagonia
Los chóniks o patagones del
sur ocuparon el territorio comprendido
entre el Río Negro y
el norte de la actual provincia
de Tierra del Fuego. Los grupos
más importantes eran los tehuelches
y los téuesch.
Estos últimos vivían junto a la
cordillera de los Andes, desde
el lago Nahuel Huapi, hacia el
sur. Los chóniks eran nómadas.
Su vivienda era un sencillo paravientos
hecho con palos y
pieles de guanaco.
• Patagones del norte
Este grupo, conocido también
como puelche-guénaken, ocupó
una vasta región. Los localizamos
entre los ríos Negro y
Colorado, casi todo el territorio
rionegrino y el este neuquino y,
además, en el oeste y centro de
la actual provincia de La Pampa.
>> Los pampas capturaban venados
empleando un sistema antiquísimo que
consistía en correr a los animales hasta
cansarlos y luego apresarlos con sus
flechas. Tanto los pampas como los
patagones utilizaban las boleadoras
como armas de caza.
Sus formas de vida eran similares
a las de los chóniks.
• De los pampas a los araucanos
Entre los antiguos pampas encontramos
a los querandíes.
Sus casas estaban hechas con
cueros de venado, pintados
con vivos colores. Eran fundamentalmente
cazadores.
Los araucanos, pueblo de origen
chileno, ocuparon la zona
patagónica, asimilando a los
pueblos asentados en esas tierras.
Se llamaban a sí mismos
mapuches.
Los araucanos construían viviendas
similares a las de los
pampas y patagones, pero ya
asentados en territorio argentino
las modificaron e hicieron
circulares o rectangulares, denominándolas
rucas.
Este grupo dominó rápidamente
a los antiguos pampas.
Al este del río Salado se ubicaban
los ranqueles.
Todas estas parcialidades presentaban
una característica común:
eran nómadas. Fueron
hábiles cazadores y extraordinarios
jinetes. Se destacaron
por sus bellísimas artesanías
en plata. El tejido y teñido de
ponchos era otra de sus habilidades
artísticas.
8
ESPAÑOLES
NUESTRA
Portugueses al acecho
Los agentes del espionaje español
advirtieron a su rey que un
gran peligro se cernía para los
nuevos dominios de España. Los
portugueses se estaban desplazando
al sur de sus posesiones
en Brasil e intentaban internarse
en lo que todos creían era un
paso que vinculaba los océanos
Atlántico y Pacífico. Ante la gravedad
de los hechos, el rey de
España decidió enviar a Solís
con el fin de investigar y explorar
la posible existencia de ese
paso.
Descubrimiento
del Río de la Plata
EN
TIERRA
Juan Díaz de Solís partió desde
Sanlúcar de Barrameda el día 8
de octubre de 1515, al mando de
tres buques. Hacia comienzos del
mes de febrero de 1516 descubrió
un gigantesco río, tan grande
que creyó que era un mar; por
eso, al probar sus aguas, afirmó
que era un “mar dulce”. Cuando
comprobó que no se trataba de
un paso oceánico, lo bautizó como
río de Santa María. Solís, deseoso
de cumplir con el mandato
real, decidió desembarcar en las
orillas de la actual tierra uruguaya.
No contaba con la tenaz vigilancia
a la que lo tenían sometido
los indios charrúas. Estos dejaron
internarse en la floresta a un grupo
compuesto por Solís y ocho de
sus compañeros. Rápida mente,
los españoles cayeron en una
emboscada de la cual hubo un
solo sobreviviente: el grumete
de la expedición, que fue retenido
por los indígenas.
En busca de un paso oceánico
Como consecuencia de las incursiones portuguesas en el área
del Río de la Plata, Carlos V, el rey español, encargó al marino Juan Díaz
de Solís que explorara lo que algunos creían era un seguro paso
entre los océanos Atlántico y Pacífico.
Ahora, Magallanes
El marino portugués Hernando
de Magallanes obtuvo el permiso
de Carlos V para una nueva expedición.
Magallanes zarpó del
Sanlúcar de Barrameda el 20 de
septiembre de 1520.
En enero del año siguiente exploró
nuevamente el Río de la Plata.
>> Juan Díaz de Solís halló la muerte a manos de los charrúas, en las costas de la isla
que él había bautizado Martín García.
9
>> El Río de la Plata representó
para los europeos una tierra inhóspita
y de numerosas dificultades. Sus
poblaciones originarias opusieron una
dura resistencia.
Allí comprobó que no era de manera
alguna un paso, sino un río
navegable. Puso proa hacia las
costas de la actual Patagonia argentina.
El descubrimiento
del estrecho
Después de haber descubierto
un cabo al que llamó "De las once
mil vírgenes", se internó por
lo que parecía un gran fiordo.
Sospechando que podría tratarse
del paso interoceánico, envió
un navío a explorar.
Los tripulantes confirmaron que
habían tenido éxito. Magallanes
atravesó el paso. En las márgenes
vio que por la noche se encendían
grandes hogueras, por
eso denominó al paraje Tierra
>> Los navegantes europeos que
protagonizaron el proceso de conquista
provenían principalmente de la
Península Ibérica y partían de puertos
ubicados en la región de Cádiz.
del Fuego. El 27 de noviembre
llegó a las aguas de otro mar, al
que llamó Pacífico por sus serenas
aguas, que contrastaban con
las del Atlántico (se ha comprobado
que fue una casualidad, ya
que en esas latitudes el Pacífico
es tempestuoso). Magallanes
no pudo cosechar los frutos de
su descubrimiento, ya que murió
en un combate contra los nativos
de las islas Filipinas.
Co rrespondió a Sebas tián Elca -
no, su lugarteniente, dar noticia
de la primera circunnavegación
del mundo.
A la búsqueda
de riquezas
En España, luego del viaje de
Solís, comenzaron a correr rumores
de la existencia de grandes
riquezas en las tierras de la
cuenca del Plata.
En 1527, la expedición de
Sebastián Gaboto (conformada
por poco más de 100 hombres)
se internó en el Río de la
Plata y remontó el río Paraná. Al
llegar a la confluencia del
Carcarañá fundó un pequeño
fuerte al que denominó
Sancti Spiritu, la primera población
de blancos en la zona
del Río de la Plata.
El fuerte Sancti Spiritu fue
destruido en el mes de septiembre
de 1529 por grupos
aborígenes que consideraban a
los hombres de Sebastián
Gaboto una presencia invasora y
hostil, puesto que recibían muy
malos tratos por parte de los españoles.
El navegante italiano
había fundado el fuerte, cerca
de la desembocadura en el
Paraná. Pero finalmente no fue
un asentamiento provechoso
para los europeos. Vulnerados e
impotentes ante la furia de los
aborígenes, tuvieron que regresar
a Europa. Gaboto regresó a
Es paña en 1530 y fue juzgado
por el abandono de la expedición.
Deportado en 1532 a Orán,
al año siguiente el rey Carlos I lo
perdona y regresa a Sevilla. En
1547 en Inglaterra será nombrado
“gran piloto del reino” y tendrá
una pensión vitalicia.
Los indígenas que Gaboto llevó a Europa
Gaboto volvió a España en 1530. Llevaba a bordo una
pequeñísima muestra de plata y enloquecedores rumores
sobre la supuesta abundancia de tesoros. Además llevaba cinco
indígenas de los cuales solo conocemos el nombre de tres:
Curupao, Carapucá y Chocoví. Los reyes de Europa se vieron
interesados por su destino. El 1 de septiembre de 1530 ordenaron
a la Casa de Contratación de Sevilla que los tres indígenas fuesen
vestidos y llevados a la corte, para verlos y luego alojarlos
en un convento. Parece que esta orden no se cumplió, pues
el 27 de octubre del mismo año los reyes pidieron noticias
de ellos. El 22 de agosto de 1534, los reyes dispusieron que sean
devueltos a sus tierras en la Armada que estaba preparando
Pedro de Mendoza. Como ya hablaban español, podían servir
de intérpretes. Los llamaban ladinos (o sea, latinos).
10
La colonización
Los primeros conquistadores españoles llegaron al Río de la Plata en busca
de fama y riquezas. Cruzaron selvas y desiertos, remontaron caudalosos ríos, exploraron tierras
desconocidas y comenzaron a fundar ciudades. Algunos fracasaron en su intento pero muchos
lo siguieron intentando una y otra vez.
La corriente
que vino del mar
Para asegurarse de la apropiación
efectiva de estas tierras
rioplatenses, el rey de España firmó
con don Pedro de Mendoza
una capitulación. Era un contrato
entre el rey y un particular,
por el cual este último se comprometía
a explorar, colonizar y
fundar ciudades en nombre del
rey, a cambio de ciertos beneficios
económicos.
Don Pedro de Mendoza llegó al
Río de la Plata en 1536: fue él
quien efectuó, en febrero de ese
año, la primera fundación de
Buenos Aires en donde ahora
se encuentra el Parque Lezama.
Muy pronto, Mendoza debió regresar
a España, pues estaba
muy enfermo, pero no logró llegar
vivo a su tierra natal.
Por su parte, los indígenas comenzaron
las hostilidades, dificultando
el aprovisionamiento
de víveres entre los españoles.
El gobernador designado por
Mendoza, Juan de Ayolas, remontó
entonces el río Paraná en
busca de la famosísima Sierra de
la Plata, de la que había tenido
noticias. Al llegar al Paraguay se
encontró con nativos muy amables
que le hicieron saber que
no tendrían problemas si los españoles
se quedaban. Fue así
como, en agosto de 1537, Juan
de Salazar fundó el puerto
de Asunción. Para entonces,
Ayolas había muerto: lo sucedió
Domingo Martínez de Irala,
quien decidió quedarse en ese
sitio. Ordenó que Buenos Aires
fuera despoblada y que sus habitantes
se unieran a él, en
Asunción. A esta le otorgó categoría
de ciudad y estableció allí
un Cabildo, pensando que era
un punto estratégico para llegar
al preciado metal. El territorio
cercano al ancho Río de la Plata
volvió a ser propiedad de los indígenas
del lugar, al igual que
todo el interior del país.
>> Ubicado en el Parque Lezama
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
este monumento recuerda la primera
fundación de Buenos Aires por Pedro
de Mendoza.
Desde el norte
Mientras nuestro país se mostraba
muy difícil para los españoles,
Francisco Pizarro y Diego de
Almagro conseguían fabulosos
botines de oro y plata con la
conquista del imperio inca del
Perú. Pero, muy pronto, la codicia
de los conquistadores los llevaría
a enfrentarse entre sí. La
corriente de exploración más
grande se volcó hacia Chile y
desde allí a Cuyo; la menor se
dirigió al Tucumán, región prácticamente
desconocida y ocupada
por los indígenas.
La primera expedición al
Tucumán tuvo lugar en 1543 y
se la conoció como la “entrada
de Rojas”, pues su organizador
fue Diego de Rojas. El gasto fue
de 30.000 pesos oro.
>> En la plaza Trujillo (España)
se encuentra esta estatua ecuestre
de Francisco Pizarro.
>> Monumento en homenaje a Juan
de Garay, fundador de Buenos Aires
y de Santa Fe, emplazado en el Parque
del Sur, de la ciudad de Santa Fe.
Pero Rojas no pudo fundar las
dos ciudades que pretendía. Sin
embargo, fue importante para
conocer geográficamente el interior
del país.
En el momento en que Rojas fracasaba,
nuevos conquistadores
provenientes del Perú se preparaban
para la aventura. Sin
embargo, problemas había muchísimos.
Otros españoles tenían la misma
idea, pero provenían de Chile, a
través de la Cordillera de los
Andes.
Durante muchos años –hasta
que el rey de España resolvió el
litigio–, conquistadores provenientes
del Perú (la corriente del
norte) y de Chile (la corriente
del oeste) se enfrentarían violentamente
en nuestro país.
>> Fotografía con detalle de la iglesia
yConventodelaMercedenCusco
(actual Perú), de la época virreinal.
Nuevos fracasos
El rey de España no había renunciado
aún a su intento de conquistar
nuestro país a través del
Río de la Plata (la corriente
del este), con expediciones que
partieran directamente desde
España. Álvar Núñez Cabeza de
Vaca (1540), Juan de Sanabria
(1547) y su hijo Diego (1549) intentaron
la empresa, con apoyo
del rey, partiendo desde la península,
pero fracasaron en la tarea.
Para las otras dos corrientes
de fundación de ciudades, las
cosas no eran sencillas. Nume -
rosos poblados fueron establecidos
entre 1545 y 1560 y
destruidos por los indígenas,
que no aceptaban la dominación
española. Londres, Córdoba
del Calchaquí, Cañete, Barco I, II y
III, son solo algunas de estas ciudades
que no sobrevivieron.
Solo Santiago del Estero (1553)
se mantuvo penosamente.
El litoral continuaba
desierto
El interior se pobló rápidamente
de pequeñas ciudades con la
gente que venía del Perú y de
Chile. De pronto, el litoral nuevamente
retornó a la historia de la
conquista: Juan de Garay, con
un grupo de blancos nacidos en
Asunción, bajó por el río Paraná
para conquistar el territorio del
Río de la Plata. Santa Fe (1573) y
Buenos Aires (1580) completarían
la ruta entre el Atlántico y la
plata del Potosí, en Bolivia.
No todo el territorio
estaba conquistado
A fines del siglo XVI, los españoles
habían conseguido dominar
casi todo el territorio. Tenían poder
sobre las ciudades, sobre las
áreas cercanas y sobre los caminos
que las unían.
Los indígenas continuaban siendo
dueños de la mayor parte del
territorio y, muchas veces, se
El proyecto del oidor Matienzo
Hasta muy avanzado el siglo XVI, los españoles organizaron todo
su sistema colonial sudamericano sobre la base de las ciudades
del océano Pacífico –cuyo centro más importante era Lima–.
Hacia 1566, el oidor de la Audiencia de Charcas (en el Alto Perú,
actual Bolivia), don Juan de Matienzo, propuso un profundo
cambio de esta organización. Planteó la creación de un nuevo
sistema comercial con entrada por Buenos Aires y Santa Fe.
Matienzo fundamentó su propuesta en cálculos de distancia, en
la facilidad de la navegación y comunicación con España y en lo
accesible de las rutas terrestres. Para llevar adelante este plan se
hacía necesaria la fundación de una serie de ciudades: Buenos
Aires, Santa Fe, Córdoba, una ciudad en los valles Calchaquíes (en
Salta) y otra en el valle de Salta o en Jujuy. Pensaba que Buenos
Aires iba a ser la primera escala del sistema y Santa Fe, el centro
desde donde el tráfico continuaría hacia el interior. El rey de
España aceptó el proyecto y gran parte de la conquista del
territorio del Río de la Plata se llevó a cabo de acuerdo con el
proyecto de Juan de Matienzo.
12
aventuraban sobre el dominio
español. Muchos obstáculos
presentó la conquista y la colonización
de los territorios del Río
de la Plata: se trataba de tierras
pobres, pues no había metales
preciosos, y los indígenas eran
belicosos y casi imposibles de
ser esclavizados. A estas dificultades,
se sumaba el hecho de
que el puerto de Buenos Aires
no estaba habilitado para comerciar
con el exterior. Se utilizaba
la ruta monopólica oficial
española, llamada “Ruta del
Galeón”. Salía para España desde
el Virreinato del Perú.
OCÉANO PACÍFICO SUR
1. Límite del lecho y subsuelo
2. Límite exterior del Río
de la Plata
3. Límite lateral marítimo
argentino-uruguayo
Jujuy
Salta
Tucumán
Catamarca
San Juan
La Rioja
Mendoza
San Luis
Córdoba
Santa Fe
Buenos Aires
MAR ARGENTINO
(Arg.)
La organización
de las nuevas tierras
Asunción
(Arg.)
(Arg.)
1
2
Referencias:
3
CORRIENTE DEL NORTE
CORRIENTE DEL ESTE
CORRIENTE DEL OESTE
TERRITORIO INDÍGENA
TERRITORIO CONQUISTADO
OCÉANO ATLÁNTICO SUR
CORRIENTES COLONIZADORAS
(PARTE CONTINENTAL DE LA
REPÚBLICA ARGENTINA)
Después de la colonización
de América, la Corona española
se hizo cargo de organizar
cómo se iban a gobernar
las tierras americanas.
Esta organización, una vez creada,
se fue modificando según
las necesidades que se presentaban
con el tiempo. El objetivo
fue controlar todo lo que
pasaba en las colonias.
Había organismos de gobierno
en España –las instituciones
metropolitanas– que ordenaban
leyes que debían cumplir
los organismos de gobierno en
América –es decir, las instituciones
locales–.
Instituciones de
gobierno en América
y España
Luego del descubrimiento y colonización
de América, la
Corona española se hizo cargo
de organizar la forma en que
iban a gobernar, a enormes distancias,
las tierras americanas.
A excepción de los Cabildos
–donde participaban los criollos–,
todos los cargos de estas
instituciones fueron ocupados
por españoles.
Detallamos a continuación las
instituciones que funcionaban
como gobierno en ambos continentes.
Las instituciones metropolitanas,
en España, eran las siguientes:
• Rey: ejercía la función ejecutiva,
como máxima autoridad.
• Casa de contratación: ejercía
funciones administrativas y
fiscalizaba el comercio.
• Consejo de Indias: ejercía
funciones judiciales e intervenía
ante los conflictos civiles y
militares.
Estas instituciones dictaban las
leyes que debían cumplir las
instituciones locales, en
América:
• Virrey: ejercía funciones ejecutivas,
representando al rey.
• Gobernadores y capitanías
generales: ejercían funciones
ejecutivas y militares. Manejaban
las tropas.
• Audiencias: ejercían funciones
judiciales, protegiendo a los
aborígenes y también juzgando
a los fun cionarios en caso necesario.
• Cabildos: administraban y
gobernaban las ciudades.
13
La Argentina de las fundaciones
Adelantados
en el Río de la Plata
El sistema del adelantazgo rigió en el Río de la Plata entre 1534 y 1593. Básicamente, el adelantado era un
lugarteniente de segundo rango. Fueron cinco: Pedro de Mendoza, Álvar Núñez Cabeza de Vaca, Juan de
Sanabria, Juan Ortiz de Zárate y Juan Torres de Vera y Aragón. Pero de los cincuenta y ocho años que
duró el sistema, nada más durante ocho años y medio el cargo fue desempeñado por sus titulares.
¿Qué hacían
los adelantados?
Concretamente, se encargaban
de la jurisdicción civil y criminal
y podían designar oficiales
si no habían sido nombrados
por el rey. Dictaban ordenanzas,
organizaban ejércitos y
dividían la zona en Alcaldías
mayores.
Eran individuos de carácter
enérgico, que se convertían en
verdaderos caudillos para las
tropas y los pobladores que los
acompañaban.
Al concluir su mandato eran sometidos
al juicio de residencia,
esto es, una rendición de cuentas
sobre su actuación ante las
autoridades designadas por el
monarca.
Pobladores
El primer adelantado en territorio
argentino fue don Pedro de
Mendoza. Sus sucesores fueron
cinco.
Álvar Núñez Cabeza de Vaca
trascendió por ser el primer europeo
que atravesó el país desde
el Atlántico hasta Asunción.
>> Los ataques indígenas provocaron
el abandono del primer asentamiento
de Buenos Aires. En 1580, Garay
fundaría, por segunda vez, la definitiva
ciudad.
En el camino, lleno de aventuras,
se topó con las Cataratas del
Iguazú y exploró el curso del río
Paraguay.
Su capitulación se firmó en
1540, y se hizo cargo del gobierno
en Paraguay.
La historia de Juan de
Sanabria fue desafortunada:
capituló en
1547, pero no pudo
hacerse cargo, pues
falleció 3 meses
después.
>> Monumento ecuestre de Juan Jufré,
fundador de San Juan de la Frontera
y responsable de la organización
de Mendoza.
Su desdichada viuda y su hijo
intentaron hacerse cargo de la
expedición, pero no tuvieron
suerte.
Curiosamente, el cargo se heredaba.
Esto es lo que le sucedió a
Juan Torres de Vera y Aragón,
quien tuvo la alegría de poder
casarse con Juana Ortiz de
Zárate, la hija del adelantado
Juan Ortiz de Zárate, muerto
en Asunción en 1576.
Juan de Garay ejerció entonces,
como lugarteniente de Aragón,
el gobierno del Río de la Plata, y
organizó la corriente pobladora
del litoral fluvial argentino.
14
Importancia
de los adelantados
• Organizaron la corriente pobladora
del litoral, con sede
en Asunción, que entre 1541 y
1573 fue el único centro de esa
corriente.
• A partir de ellos surgió una
nueva raza: la mestiza (fruto de
la unión entre españoles y aborígenes).
• Sus hijos fueron los llamados
mancebos de la tierra (hijos
de españoles nacidos en tierra
americana).
Juan de Garay
Juan de Garay era un hombre
que trabajaba para que sus proyectos
se hicieran realidad.
Desde joven había acariciado la
idea de fundar pueblos estratégicos
en las márgenes del
Paraná, para que sirvieran de nexos
de comunicación con el
Paraguay y el interior.
La fundación
de Santa Fe
El objetivo no era otro que el de
establecer puntos de comunicación
hasta el Plata, para que conectaran
Asunción y otras ciudades
del interior.
El cálido domingo del 15 de noviembre
de 1573 fue como si
campanas sonaran en el corazón
de Garay.
Ese día fundó solemnemente la
ciudad de Santa Fe, en la actual
localidad de Cayastá.
¿LO SABÍAS?
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en
homenaje al 11 de junio, el día de la
segunda fundación de Buenos Aires, ce lebra
cada año en esa fecha, también, el
Día del Vecino y el Día de la Ciudad.
En 1651, al ser trasladada al
Rincón de Lencinas, lugar que
ocupa actualmente, recibió el
nombre de Santa Fe de la Vera
Cruz.
La segunda fundación
de Buenos Aires
Corría el año 1578 cuando Juan
Torres de Vera y Aragón, a la sazón
nuevo gobernador del Río
de la Plata, encomendó a Garay
el urgente establecimiento de
Buenos Aires. La posición de la
ciudad era vital geopolíticamente,
pues significaba la llave
hacia Europa y las exploraciones
al sur del continente.
Decidido a hacer las cosas para
siempre, Garay fondeó en un
punto situado, según el padre
Furlong, en las cercanías de la
actual cancha del club Huracán.
De inmediato, se procedió al
desmalezamiento de la tierra.
Se la subdividió en 250 manzanas,
separadas por calles que
formaban un damero o cuadrícula.
Finalmente, el sábado 11 de
junio de 1580, se procedió a la
so lemne ceremonia de la fundación.
Como habían desembarcado
el 29 de mayo (día de
la Santísima Trinidad), Garay dio
ala ciudad el nombre de la San -
tí sima Trinidad y Puerto de
Santa María de los Buenos
Aires.
Hernandarias, primer
gobernador criollo
Nacido en Asunción en 1564, es
el típico representante de esa
generación de “mancebos de la
tierra” que amaron como propia
la tierra que los vio nacer.
Fue el primer gobernador criollo.
En seis oportunidades ejerció
su mando y en todas se desempeñó
con éxito. También participó
en la fundación de ciudades y
>> Ilustración de un libro de Guillermo
Furlong sobre los aborígenes abipones,
originarios del sur, que terminaron
habitando la región chaqueña.
exploró, además, importantes
áreas del litoral fluvial.
En 1585 acompañó a Alonso de
Vera y Aragón en la fundación
de la ciudad de Concepción del
Bermejo y sirvió a las órdenes
de Torres de Vera y Aragón en
1588, en ocasión de la fundación
de Corrientes.
En 1590, el pueblo de Asunción
lo eligió gobernador por aclamación.
Desde esa fecha, y hasta 1597, se
desempeñó como gobernador
interino y, entre 1597 y 1618, como
gobernador efectivo.
Entre su obra de gobierno destacamos
el fomento de la
instrucción pública y el mejoramiento
de las condiciones laborales
de los indios.
Obtuvo franqui cias comerciales
e impulsó la agricultura.
Construyó iglesias e impulsó la
tarea misionera de franciscanos
y jesuitas.
Exploró las márgenes del río
Negro y condujo expediciones a
Entre Ríos y al actual territorio
uruguayo.
Tuvo un feliz matrimonio con la
hija de Garay y pasó sus últimos
días en Santa Fe (donde murió
en 1634) acompañado por su esposa
y por sus hijos.
15
Las misiones jesuíticas
Evangelización
Uno de los principales objetivos
de la Corona española fue la
evangelización –difundir la fe
cristiana– entre los indígenas. La
Compañía de Jesús fue la que
más se destacó en esta tarea.
Esta orden religiosa fue fundada
en 1534 por San Ignacio de
Loyola y su principal objetivo
era la evangelización a través de
la prédica y la enseñanza.
Llegaron a América hacia 1585 y
cumplieron un papel único en la
enseñanza del catolicismo a los
indígenas.
La idea de los jesuitas era enseñarles
a los aborígenes la forma
de vida y el trabajo al estilo de
los españoles. Para lograr mejor
su objetivo, utilizaron las costumbres,
tradiciones e idioma
indígenas.
Tuvieron mucho éxito y se ganaron
el respeto y el cariño
de las tribus
locales.
Las misiones
Las misiones o reducciones
eran poblados indígenas dirigidos
por religiosos jesuitas.
Cada uno de ellos llegó a tener
un promedio de 3.000 habitantes.
Se instalaron en zonas de difícil
acceso, habitadas por los
guaraníes.
Las reducciones más importantes
fueron San Ignacio Guazú,
Itapúa y Yapeyú, entre otras.
Estaban construidas como las
ciudades fundadas por los colonizadores,
con una plaza central
rodeada por la iglesia, el cementerio,
la residencia de los padres
y la escuela con sus talleres.
También estaban los almacenes
y las viviendas de los indígenas
que se agrupaban en familias,
separados por calles.
Las tierras de las reducciones estaban
divididas en dos tipos: las
privadas y las comunales. Cada
familia indígena poseía un
terreno en el que trabajaba,
pero también debía
hacerlo en las tierras
comunales. De estas
tierras se obtenía
el sustento para la
misión en general y
el pago de tributos.
Los hombres cuidaban
el ganado y cultivaban.
>> Una vista de las
ruinas de San Ignacio
Guazú.
Aprendían distintos oficios: platería,
herrería, albañilería, etc.
Las mujeres se encargaban del
hilado y tejido del algodón. Los
niños en la escuela aprendían a
leer y escribir, y luego se les enseñaba
algún oficio.
El fin de las misiones
Las misiones jesuíticas alcanzaron
un elevado grado de desarrollo.
La Compañía de Jesús
sufrió constantes críticas a su
labor, que llegaron a su punto
máximo a mediados del siglo
XVIII. Se temía al gran poder que
tenían los jesuitas y se los acusó
de intentar sobrepasar el poder
de la Corona española. Final -
mente, en 1767, el rey de
España, Carlos III, determinó la
expulsión de la Compañía de
Jesús de las tierras americanas.
En poco tiempo, los indígenas volvieron
a
sus tierras.
EL
VIRREINATO DEL
RÍO DE LA PLATA
La organización política-administrativa
A fines del siglo XVIII los Borbones impusieron en América una reforma
de sus virreinatos. La amplitud del espacio, la necesidad de frenar el avance
de otras potencias sobre el continente, y el requerimiento de controlar
las rutas comerciales, determinaron la creación del Virreinato del Río de la Plata.
¿Por qué se creó?
• Causas externas: Portugal
quería conquistar los territorios
del Río de la Plata (como
había hecho con Brasil) y la expansión
inglesa y francesa, que
intentó ocupar la Patagonia.
• Causas internas: la enorme
extensión del Virreinato del
Perú (al cual pertenecía el Río
de la Plata) dificultaba gobernarlo;
el destacado desarrollo
económico alcanzado por
Buenos Aires; la deficiente administración
y comunicación
en las tierras del Plata debido a
la enorme distancia que había
con la capital virreinal del Perú:
Lima.
Frenar a Portugal
En 1776, el rey Carlos III de
España decidió enviar una expedición
contra la expansión portuguesa
en América. Para ello,
mandó llamar a Pedro de
Cevallos, con el plan de desalojar
a los portugueses de Santa
Catarina y Río Grande, al sur de
Brasil, y de la Colonia del
Sacramento. Cevallos era un extraordinario
general, y en tiempo
récord cumplió con el objetivo:
los portugueses se alejaron para
siempre del Río de la Plata.
Virreinato
del Perú
OCÉANO PACÍFICO SUR
CAPITANÍA GENERAL DE CHILE
Intendencia de La Paz
Gobierno
de Moxos
Int. de
Cochabamba
Int. de
Charcas
Intendencia
de PotosÍ
Intendencia
de Salta
del Tucumán
Intendencia
de Córdoba
del Tucumán
Intendencia
de Buenos Aires
Gobierno
de Chiquitos
Buenos Aires
(Arg.)
Intendencia
del Paraguay
MAR ARGENTINO
Colonias
portuguesas
del Brasil
Gobierno
de Montevideo
1 2 3
Gobierno
de Misiones
DIVISIÓN ADMINISTRATIVA
DEL VIRREINATO DEL
RÍO DE LA PLATA
OCÉANO ATLÁNTICO SUR
1. Límite del lecho y subsuelo
2. Límite exterior del Río
de la Plata
3. Límite lateral marítimo
argentino-uruguayo
17
Sociedad y economía coloniales
¿Cómo era la vida
en la Colonia?
A partir del siglo XVIII, la cara de Buenos Aires comenzó a cambiar con la construcción de nuevas
iglesias y la Recova en la Plaza Mayor. Solo los españoles gozaban de todos los derechos. Cada
región de lo que después fue nuestro país tenía sus formas de obtener riquezas.
La ciudad
La mayoría de las casas solo tenían
una planta. Las de dos pisos
eran llamadas “los altos”.
Las iglesias sobresalían entre
las demás construcciones. Las
balconadas de madera eran típicas.
Los cortinados servían para
repararse del frío o del calor. Los
vidrios escaseaban.
Algunos hogares tenían miradores,
o sea construcciones sobre
la azotea.
Se toleraba tirar basura
y excrementos a la
calle. Los pozos o baches
eran tan grandes
que a veces quedaban
atascadas las
enormes carretas.
El carro del aguatero
era fundamental, ya
que no había agua corriente
y no todas las
familias tenían aljibe.
Los vendedores ambulantes
llenaban la
ciudad con sus cantos.
Ofrecían escobas,
pasteles, pescado, fruta,
agua, carne, sogas
y… artículos de contrabando.
Además de recorrer
las calles con sus mercancías
y pregones,
se establecían por las
mañanas en la Recova
de la Plaza Mayor.
En las afueras de la ciudad estaban
las pulperías, almacenes de
campo donde la gente jugaba a
las cartas y bebía aguardiente.
Costumbres
Las clases altas almorzaban a las
catorce horas. ¡El menú diario
contenía 20 platos! Al terminar,
una esclava negra rezaba y la familia
se persignaba. Solo tomaban
agua. Luego del postre, otra
>> Ilustración de la vida
cotidiana en la época colonial.
esclava pasaba un recipiente
donde todos se lavaban las manos.
Posteriormente, todos se retiraban
a dormir la siesta.
La tertulia era una reunión que
tenía lugar todas las noches. A
las casas se entraba sin llamar.
Durante la velada se tocaba música,
y la gente bailaba, charlaba
y comía. Duraba hasta pasadas
las doce de la noche.
Los hombres iban a las tertulias
vecinas. Así todos se conocían.
18
Clases sociales
Los blancos constituían la clase
privilegiada, pero solo los españoles
gozaban de todos los derechos.
A los criollos les estaba
prohibido hacer política. A lo sumo
podían ser empleados de
tienda.
Los indígenas no tenían ningún
derecho y se los despreciaba. No
podían tener empleo ni andar a
caballo. Intercambiaban sus productos
en las pulperías.
Los negros eran en su mayoría
esclavos. Algunos compraban su
libertad al amo: se los llamaba libertos.
Vendían productos por
su cuenta o de los patrones.
También trabajaban en las chacras
y el campo.
La economía
Los productos del Virreinato
del Río de la Plata que se exportaban
eran poquísimos en comparación
con los que se importaban.
Los productos ganaderos constituían
la exportación básica.
España nos quería obligar a
comerciar solo con ella (o sea,
quería imponer un monopolio),
pero sus productos eran sumamente
caros. Además, las mercancías
españolas seguían un
camino ridículo. De Cádiz iban a
Panamá, y de allí, al Perú.
¿Cómo eran las
estancias coloniales?
Ante todo, muy extensas: abarcaban
una superficie nunca inferior
las 2.000 hectáreas. Estaban lejos
de las ciudades y delimitadas
por accidentes naturales (un río, un
arroyo, un pequeño monte de árboles).
En el centro de estas estancias
se levantaban las pobres viviendas
de barro y paja que servían de casas
a quienes ya comenzaban a llamarse
gauchos (descendientes de españoles
e indígenas), que se ocupaban
de arrear el ganado.
>> Peones carreteros del Tucumán,
a fines del siglo XVIII (E. E. Vidal).
Finalmente llegaban a Buenos
Aires. Esto encarecía los productos
y favorecía el contrabando.
En el interior se desarrollaban
numerosas industrias.
Ganado cimarrón
La principal riqueza de Buenos
Aires y el Litoral era el ganado
vacuno, que se encontraba suelto,
vagando en grandes cantidades
por las llanuras.
Era el llamado ganado cimarrón,
que se había reproducido y criado
libremente a partir de los pocos
ejemplares abandonados en
la pampa por la expedición de
Mendoza, en 1537. Se calcula
que en 1750 existían… ¡unos
300 millones de cabezas de ganado!
Para poder aprovechar esta
riqueza, las autoridades otorgaron
un permiso que se llamó vaquería.
Era el permiso de cazar y
matar estas vacas y toros, para
extraer los cueros, el sebo y muy
poca cantidad de carne. Como
casi todo el animal se desperdiciaba,
se mataban muchas vacas
para obtener poco provecho.
Esta matanza indiscriminada de
ganado vacuno hizo que, en menos
de treinta años el número
de cabezas se redujera sustancialmente:
de 300 a menos de
50 millones.
Ante esta situación, las autoridades
del Virreinato prohibieron
las vaquerías.
Entonces comenzó a crecer la
cantidad de estancias, ya que en
ellas se aseguraba la conservación
y reproducción del ganado.
En la estancia empezó a aprovecharse
la carne que antes se despilfarraba:
con ella se preparaba
el charqui y el tasajo.
Ambos comenzaron a ser exportados
para alimento de los
esclavos que trabajaban en las
plantaciones de otras tierras
americanas. Las nuevas ganancias
obtenidas a partir de la ganadería
hicieron que muchos
campos que se destinaban a la
agricultura a comienzos del siglo
XVIII se dedicaran, de ahí en adelante,
a la cría de ganado (puesto
que la carne era mucho más fácil
de producir y su precio de venta
tres veces superior a la del trigo).
>> Las tertulias, una costumbre española,
eran una forma de reunión social habitual.
19
A fines del siglo XVIII, la producción
agrícola apenas alcanzaba
para abastecer a la ciudad de
Buenos Aires: a pesar del clima
benigno y la buena tierra, muchas
veces hubo que importar
trigo de Chile.
En el interior
Ciudades como Córdoba,
Tucumán, Santiago del Estero,
Salta y Jujuy vivían una gran
prosperidad porque participaban
en el comercio de mulas.
En los campos del Litoral nacían
las mulas, que se llevaban a
Córdoba para invernar. De allí,
crecidas y fuertes, seguían viaje
a Salta, donde los comerciantes
acudían a comprarlas para utilizarlas
en los trabajos mineros
del Alto Perú. Todas las ciudades
que se hallaban en la ruta
del Litoral al Alto Perú se
desarrollaron gracias a este comercio.
En la intendencia de Salta del
Tucumán existía una gran cantidad
de industrias textiles caseras.
De estos rústicos telares
salían ponchos, fajas, frazadas y
otros productos, coloreados
con tinturas obtenidas a partir
de los vegetales de la región,
según técnicas indígenas. La
ocupación principal de los habitantes
de Cuyo era la industria
y el comercio del vino. Así
prosperaron San Juan y Mendoza.
En la época virreinal era muy
común encontrar vino cuyano
en las mesas porteñas, chilenas
o altoperuanas.
¿Y el comercio?
Como vimos, gran parte de la
vida económica colonial giraba
alrededor del intercambio de
productos, o sea, alrededor del
comercio. Pesadas carretas tiradas
por bueyes recorrían de un
lado a otro las ciudades del
Virreinato transportando distintos
productos.
Esta actividad creció mucho más
cuando se permitió que Buenos
Aires comerciara con otras posesiones
americanas, como Chile y
Brasil. Hasta ese momento, solo
Lima –autorizada por España–
podía realizar este tipo de comercio.
Las castas en la colonia
Estaban determinadas por el origen de
sus padres.
• De blanco + negro se lo llamaba
mulato.
• De blanco + indígena se lo llamaba
mestizo.
• De indígena + negro se lo llamaba
zambo.
La nueva medida posibilitó que
la ciudad-puerto de Buenos
Aires comenzara a dominar las
economías del interior del país.
Fue el comienzo de una nueva
etapa en la historia económica
de nuestro país.
>> Ilustraciones de tapa de El Gaucho
Martín Fierro y Juan Moreira.
El gaucho en la literatura
El gaucho, sujeto social representativo del siglo XIX en Sudamérica,
ha sido tomado como protagonista por la literatura desde
múltiples puntos de vista con el correr de las décadas.
Un precursor de la llamada poesía gauchesca es el poeta uruguayo
Bartolomé Hidalgo: escribió sus “Cielitos” y “Diálogos patrióticos”
a inicios del siglo XIX. Otro poeta es Antonio Lussich: su obra
Los tres gauchos orientales: coloquio entre los paisanos Julián
Giménez, Mauricio Baliente y José Centurión sobre la Revolución
Oriental en circunstancias del desarme y pago del ejército (1872) fue
considerada por Jorge Luis Borges como un antecesor del épico
poema El Gaucho Martín Fierro, del argentino José Hernández.
El poema de Hernández, de 1872, relata cómo Fierro es reclutado
por el ejército argentino para ir a una zona de frontera a combatir
al “indio”, pero deserta y se transforma entonces en un fugitivo
de la naciente ley. Otro “gaucho famoso” será Juan Mo reira
(1878-1880), novela de Eduardo Gutiérrez (primera pu blicada
como folletín). Por su parte, Leopoldo Lugones relató en La Guerra
Gaucha (1905) el rol que cumplió este personaje en las guerras
por la independencia de España. Luego, en 1926, Ricardo
Güiraldes dará su versión con Don Segundo Sombra.
20
Dos invasiones
INGLESES EN
EL
RÍO DE LA PLATA
En 1806 y 1807, los ingleses invadieron el Río de la Plata. Sus intereses
eran económicos y políticos. No tuvieron éxito. Los criollos, cansados
de la dominación española, tampoco aceptaron ser colonia inglesa.
Organizaron la resistencia y lucharon con todo lo que tenían.
¿Por qué el Río
de la Plata?
En esa época, Inglaterra era un
país muy poderoso. Tenía una
gran flota y una industria que
necesitaba vender sus productos.
>> En junio de 1807, los ingleses
desembarcaron en Ensenada para
intentar, una vez más, apoderarse
de Buenos Aires.
Sus colonias de América del
Norte se habían independizado.
Para vender sus productos en
las colonias españolas, debían
recurrir al contrabando.
La otra opción era conquistarlas.
España estaba debilitada: era el
momento para intentarlo.
La primera invasión
Al mando del general William
Beresford, los ingleses tomaron
por sorpresa Buenos Aires el 27
de junio de 1806. El virrey
Sobremonte no contaba con las
fuerzas para enfrentar a los ingleses,
por lo que partió a
Córdoba llevándose el tesoro real,
en busca de refuerzos. El pueblo
interpretó esta actitud como
una huida.
Beresford, buscando la simpatía
de la población, suprimió el monopolio
comercial y decretó la libertad
de comercio, de culto y
de expresión. Pero esto no fue
suficiente.
Se organizan las fuerzas
En Montevideo, un marino francés
que estaba al servicio de
España, Santiago de Liniers, comenzó
a organizar fuerzas para
enfrentar a los invasores. Cruzó
el Río de la Plata, se le unieron
La reconquista
El 12 de agosto de 1806, las fuerzas
inglesas fueron vencidas por Santiago
de Liniers. Desde ese día, todos
los 12 de agosto se conmemora el Día
de la Reconquista, como demostración
y afirmación de nuestras ideas
de defensa. Allí se organizó
el Regimiento de Patricios, con milicias
populares voluntarias, al mando
del potosino Cornelio Saavedra.
las milicias de Pueyrredón y,
juntos, vencieron a Beresford el
12 de agosto.
El Cabildo le quitó el mando a
Sobremonte, y Liniers quedó,
provisoriamente, a cargo del gobierno.
Las milicias
Fueron varios los regimientos
que se formaron para enfrentar
a los ingleses. No eran un ejército,
porque no tenían la preparación
y los medios necesarios,
pero, de todas formas, lograron
su objetivo.
Surgieron así el Regimiento de
Patricios y el de los Húsares,
formado por las milicias de
Indios, Pardos, Morenos y
Arribeños. Cada agrupación tenía
su propio uniforme.
21
>> En octubre de 2009,
en el Museo Virrey del Pino,
de la provincia de Buenos Aires,
con un despliegue de 50 actores
en escena que personificaron
a Guardias de Fernando VII, soldados
del Regimiento de Blandengues
de Barragán y Corsarios del Plata,
se realizó una representación
de las invasiones inglesas.
La segunda invasión
Inglaterra no se dio por vencida
tan fácilmente. Y los criollos tampoco.
Sabiendo de la posibilidad
de un segundo ataque, Liniers,
Pueyrredón y otros militares aumentaron
y reorganizaron sus
fuerzas, que llegaban a 8.000
hombres, aunque muy mal entrenados
y sin experiencia.
Los ingleses llegaron al Río de la
Plata en 1807.
Al mando de John Whitelocke,
esta vez decidieron atacar primero
Monte video. Desde allí se
organizaron para tomar Buenos
Aires.
Se le había prometido a su comandante,
en caso de triunfar, el
nombramiento de Gobernador
General de América del Sur, con
un sueldo de 12.000 libras esterlinas
anuales.
El resultado de la invasión, sin
embargo, cambió el curso de los
planes ingleses y de la vida de
Whitelocke.
22
>> Monolito “Hito de la argentinidad
Nº 0”, en Luján, recordando que allí
Pueyrredón concentró a los gauchos.
Este es uno de los tantos monolitos
que hay en la Ciudad y la provincia
de Buenos Aires representando
y conmemorando los hechos de 1806.
En junio, desembarcaron en
Ensenada y marcharon hacia la
ciudad.
Se enfrentaron en el camino con
las milicias criollas, que resultaron
vencidas sin dificultad por el
experto enemigo.
Los habitantes de Buenos
Aires se dispusieron a enfrentar
a los ingleses con lo que
tenían, ayudados por los milicianos
de Liniers que habían logrado
escapar.
White locke entró en la ciudad el
5 de julio, y fue recibido por la
defensa, que arrojaba, desde
balcones y azoteas, piedras,
agua y aceite hirviendo.
Los sorprendidos ingleses fueron
vencidos. Se rindieron y retiraron
sus fuerzas del Río de la
Plata para no volver más.
Whitelocke envío partes informando
su derrota a Gran
Bretaña.
Llegaron el 11 de septiembre de
1807. Casi de inmediato fueron
publicados por el diario The
Times. El artículo del 14 de septiembre
de 1807, “Evacuación de
Sudamérica”, decía, entre otras
cosas, lo siguiente: “El ataque sobre
Buenos Aires ha fracasado y
hace ya tiempo que no queda
un solo soldado británico en
la parte española de Sudamérica.
Los detalles de este
desastre, quizás el más grande
que ha sufrido este país
desde la guerra revolucionaria,
fueron publicados ayer
en un número extraordinario
(...). El ataque de acuerdo
al plan preestablecido,
se llevó a cabo el 5 de julio,
y los resultados fueron
los previsibles. Las columnas
se encontraron con una resistencia
decidida. En cada calle,
desde cada casa, la oposición
fue tan resuelta y gallarda como
se han dado pocos casos en la
historia. La consecuencia fue
que el plan de operaciones se
frustró”.
Consecuencias
La huída de Sobremonte dejó en
claro la deficiencia de las autoridades
españolas, y su desprestigio
creció entre los criollos.
Los criollos habían vencido sin
ayuda, lo que, junto a la formación
de las milicias, les dio fuerzas
para planear un gobierno
propio.
También influyó la necesidad de
los comerciantes locales, que comenzaron
a pensar en los beneficios
del libre comercio que
España les negaba con su sistema
monópolico establecido en
las colonias.
Estos son los hechos en la antesala
de la revolución de Mayo
de 1810.
La gloriosa semana de Mayo
1810, UN AÑO
DECISIVO
En 1810 la situación estaba “caldeada”. Había desconfianza
de los españoles hacia Liniers, virrey provisional. También, inquietud
de los criollos, atentos a los sucesos que ocurrían en España. Y con Cisneros,
un virrey al que los criollos miraban con recelo y al que no le reconocían
su autoridad. Todo esto desembocaría en la revolución de Mayo.
Antecedentes
Los antecedentes mediatos tienen
dos marcos geográficos distintos:
América y Europa.
• Movimientos de los comuneros
en Paraguay (1723). El jurista
José de Antequera organizó
la resistencia de los criollos
de Asunción en contra del poder
autoritario de los españoles.
La rebelión se extendió al
actual territorio correntino, pero
fue aniquilada.
• Independencia de los Estados
Unidos (1776). Las colonias
inglesas del actual territorio
norteamericano, hartas de
las arbitrariedades comerciales
y políticas de los británicos,
decidieron independizarse e
iniciaron una guerra que culminó
en 1776 con el triunfo de
los patriotas.
• Rebelión de Túpac Amaru en
el Perú (1780-1781). El levantamiento
liderado por Túpac
Amaru que puso en jaque a los
poderosos ejércitos españoles.
Este fue el más importante entre
los numerosos alzamientos indígenas
que tuvieron lugar desde
los albores de la conquista. Solo
con la acción de grandes contingentes
militares los indios pudieron
ser derrotados. Su jefe, finalmente,
fue descuartizado.
• La Revolución Francesa (1789),
que difundió por todos los continentes
las nuevas ideas de libertad,
igualdad y fraternidad.
>> La Plaza Mayor (actual Plaza de Mayo),
en una acuarela de Mathis. Ese edificio del
frente, de amplias arcadas que dividía a la
plaza en dos, era la Recova. Era una especie
de mercado. Al fondo ¡un edificio
inconfundible! El Cabildo. Esta plaza fue
testigo de los memorables sucesos de Mayo.
>> Domingo French organizó junto con
Martín de Pueyrredón el cuerpo de
Húsares. Fue nombrado por el virrey
Liniers como teniente coronel en 1808.
Participó de la revolución de Mayo
con ese grado.
Los antecedentes inmediatos
también se ubican en América y
Europa.
•El movimiento revolucionario
desencadenado por el venezolano
Miranda, la acción
de Nariño y las acciones de
Chuquisaca y La Paz.
• En el Río de la Plata, en 1806 y
1807, los criollos de Buenos
Aires tomaron conciencia de su
valor frente al invasor inglés.
• En Europa, el hecho más significativo
lo constituye la prisión
y derrocamiento del rey de
España Fernando VII. Napoleón
Bonaparte, emperador de
los franceses, colocó en su lugar
a José Bonaparte. De hecho,
ya no existía en España
una autoridad para gobernar
los dominios americanos.
Una situación compleja
En 1808, Napoleón Bonaparte
usurpó el trono español imponiendo
como rey a su hermano
José Bonaparte. El pueblo
español respondió con una
sangrienta guerra e imponiendo
Juntas de gobierno que ejercían
el mando en nombre de
Fernando VII. Por lo tanto, todo
lo francés “olía mal” para los españoles.
Por si poco fuera la situación en
el viejo continente, en el Río de
la Plata –particularmente en
Buenos Aires– el mando era
ejercido por Liniers, virrey provisional
de origen francés, lo que
constituía un motivo de malestar
para los criollos y para los defensores
de la autoridad de los
monarcas hispanos.
Llega Cisneros
El elemento español de Buenos
Aires comenzó a conspirar para
derrocar a Liniers.
Estos hechos repercutieron en la
vecina ciudad de Montevideo,
cuyos ciudadanos proclamaron
una Junta similar a las existentes
en España y desconocieron la
autoridad de Liniers. Ante esto,
la Junta Suprema Central de
Sevilla, que dirigía el reino en
ausencia de Carlos IV, nombró
virrey del Río de la Plata a
Baltasar Hidalgo de Cisneros.
En julio de 1809, Cisneros arribó
al Río de la Plata, pero en Buenos
Aires se encontró con un clima
verdaderamente convulsionado:
el elemento criollo desconocía
la autoridad de la Junta de
Sevilla y recelaban de Cisneros,
nombrado por ese órgano gubernativo;
el elemento español
desconocía la autoridad del virrey
Liniers.
La semana histórica
• Lunes 21 de mayo. El pueblo
llena la Plaza Mayor. Exige que
se convoque a un cabildo abierto.
No simpatiza con Cisneros.
>> Imagen de Túpac Amaru II (José Gabriel
Condorcanqui). La rebelión que dirigió en Perú
fue un antecedente de la revolución de Mayo.
El Cabildo deberá resolver qué
se hace. Cisneros autoriza la
convocatoria para el día siguiente.
Se reparten tarjetas
de invitación entre 450 vecinos
importantes.
• Martes 22. Unos 250 vecinos
acuden al Cabildo. La sesión es
agitada. Si el rey de España no
está en condiciones de gobernar,
¿tiene o no tiene autoridad
legítima el virrey? Se vota.
• Miércoles 23. Se conoce el resultado:
69 votos por la permanencia
del virrey en su cargo,
155 por su cesantía. Provisio -
nalmente, se delega el mando
en el Cabildo. Por un bando, los
habitantes de Buenos Aires se
enteran de las novedades. Ese
día, el Cabildo nombra una junta
provisional de gobierno.
• Jueves 24. Sucede algo increíble.
El Cabildo confirma nada
menos que a Cisneros como
presidente de la junta. Diez jefes
de tropa dan su apoyo. A
las tres de la tarde jura la junta
que integran, además, Cornelio
Saavedra, Juan José Castelli y el
señor cura Juan Solá. Crece la
indignación de la gente porque
no se toma en cuenta la
voluntad popular. ¿Quién quiere
a Cisneros? Esa noche,
Saavedra y Castelli renuncian a
sus cargos. Ven a Cisneros y le
piden que haga lo mismo.
• Viernes 25. Aunque la mañana
es fría y lluviosa, la gente llena
la Plaza de la Victoria (antigua
Plaza Mayor). Hay gran movimiento
en los cuarteles y en las
calles. El Cabildo sesiona a
puertas cerradas.
¿Qué está ocurriendo?
¡El pueblo quiere
saber de qué
se trata! ¡Y muy
pronto lo supo!
24
El primer gobierno patrio
La primera Junta
“¡Abajo el virrey!” “¡Abajo los españoles!” Estos gritos resonaron en la Plaza
de la Victoria de Buenos Aires, en sus calles, en los amplios corredores del Cabildo,
en los cuarteles de las milicias durante la histórica jornada del 25 de mayo de 1810.
¿Qué pasó después del 25 de mayo?
Todos a la Plaza
de la Victoria
Desde el amanecer del 25 de mayo,
grupos de patriotas se trasladaron
a la Plaza Mayor. Identificados con
cintas rojas y blancas, recorrieron la
Plaza y la ciudad levantando los ánimos
contra el virrey y el poder español.
El Cabildo se reunió temprano y
decidió rechazar la renuncia de la
Junta formada el 24. Al conocerse
la noticia, las puertas del Cabildo
fueron desbordadas y los patriotas
llegaron hasta la sala de reunión
exigiendo la destitución de Cisneros.
Ante la crítica situación, el
Cabildo decidió dominar a los
revolucionarios. A las nueve y
media de la mañana se presentaron
los jefes de las milicias, pero
cuando el Cabildo pretendió contar
con ellos para sostener la junta
nombrada el día anterior, los jefes
se negaron rotundamente.
>> Foto actual del Cabildo.
Aquí se organizó la formación
de la primera Junta, cuando
se produjo la revolución
de Mayo, en 1810.
La petición popular
Los grupos revolucionarios más
exaltados querían tomar las armas
para derribar el poder español.
Ante la delicada situación, el
Cabildo decidió aceptar la renuncia
de la junta encabezada
por Cisneros. Entonces, un grupo
popular, con Beruti a la cabeza, se
hizo presente en el Cabildo y dio a
conocer oralmente la nómina de
ciudadanos que el pueblo apoyaba
para integrar una nueva junta
de gobierno.
>> Belgrano y Saavedra, miembros
de la primera Junta de Gobierno.
Con el propósito de ganar tiempo,
el síndico del Cabildo, Julián
de Leiva, argumentó que era
necesario presentar esa petición
por escrito. Así lo hicieron los revolucionarios
y entregaron a los
cabildantes varios cuadernillos
con numerosas firmas. Este documento
con 401 firmas se conoce
con el nombre de
Petición del pueblo.
Los cabildantes exigieron
entonces que el pueblo se
reuniera en la Plaza.
Ante la irónica frase de Leiva
“¿dónde está el pueblo?” los patriotas
respondieron que se tocara
la campana del Cabil do o el
clarín, que la Plaza se llenaría.
Los cabildeantes decidieron
aceptar la voluntad popular y reconocer
la autoridad de la junta
revolucionaria.
¡Se formó la Junta!
Queda constituida de la siguiente
manera:
• Presidente y comandante de armas:
Cornelio Saavedra.
• Secretarios: Mariano Moreno y Juan
José Paso.
• Vocales: Manuel Alberti, Miguel de
Azcuénaga, Manuel Belgrano, Juan
José Castelli, Domingo Matheu y
Juan Larrea.
Representaba a varios sectores:
el clero estaba representado
por Alberti; los intelectuales, por
Mo reno, Paso, Belgrano y
Castelli; los militares, por
Saavedra y Azcuénaga.
Por su parte, Larrea y Matheu
eran comerciantes españoles,
firmes partidarios de romper
con la Península.
El juramento se efectuó a las tres
de la tarde. La Junta Provisional
Gubernativa se trasladó al
Fuerte, en medio del entusiasmo
26
>> Juan J. Paso hablando en el Cabildo.
Fragmento de un óleo de Pedro
Subercaseaux Errázuriz (1880-1956),
pintor chileno.
popular. Los flamantes miembros
de la primera Junta decidieron
que los hermanos del
interior debían estar al tanto de
la Revolución y de todos sus
detalles.
El 27 de mayo redactaron una
circular dirigida a todos los habitantes
del virreinato.
Sus puntos más importantes
eran:
• Buenos Aires había elegido
una Junta Provisional de gobierno.
• Se convocaba a los diputados
del interior para que –junto
con los diputados de
Buenos Aires– decidieran cuál
sería la forma de gobierno definitiva
que se daría el territorio.
• Buenos Aires enviaba una expedición
de 600 hombres para
evitar en las provincias
rebeliones por parte de los
españoles.
• Algo que la Junta Provisional
no se cansa de repetir: que era
leal a Fernando VII, el rey español.
En realidad, se trataba
de una excusa para ganar tiempo
y evitar que los españoles
nos cayeran encima.
La Junta, ¡en acción!
La Junta debió asumir serios problemas.
Uno fue el de detener rápidamente
la acción de los
contrarrevolucionarios. Para ello
dictó enérgicas medidas de vigilancia
y represión. Recién en
agosto pudo abocarse de lleno a
la ardua tarea de organizar el gobierno.
Vamos a conocer su obra.
• Orden administrativo. Reglamento
que crea dos departamentos:
Hacienda (Juan José
Paso); Gobierno y Guerra
(Mariano Moreno).
• Orden político. Emisión de la
Circular del 27 de mayo para
informar a las provincias lo
ocurrido y solicitar la elección y
el envío de diputados.
• Orden cultural. Fundación de
La Gazeta de Buenos Aires, primer
periódico patrio (Moreno).
Creación de las escuelas patrias
para extender la educación
(Belgrano). Creación de la
Biblioteca Pública (Moreno).
• Orden militar. Reorganización
del ejército. Creación de una
fuerza naval (Francisco de Gu -
rruchaga). Escuela Militar de
Matemática (Manuel Belgrano).
Expediciones al interior (Alto
Perú y Paraguay).
• Orden diplomático. Contactos
con la Corte británica. Con -
tactos con la Corte portuguesa
en Brasil. Contactos con Prusia,
Rusia y Francia, para obtener
armas y ayuda.
• Orden económico. Disminución
de los derechos de exportación
para favorecer el comercio.
Represión del contrabando.
• Orden religioso. Control estricto
de los religiosos contrarrevolucionarios.
• Orden social. Los criollos tendrían
los mismos derechos
políticos y sociales que los españoles.
Los aborígenes tendrían
los mismos derechos
políticos y sociales que el resto
de los habitantes.
Las primeras campañas
En defensa
de la revolución
Las campanas del 25 de Mayo continuaban sonando. Pero los miembros de la primera Junta
no descansaban. La revolución era muy nuevita y estaba casi indefensa. En el interior, en Paraguay,
en la Banda Oriental, conspiraban los realistas. Por eso, a la revolución había que defenderla con las armas.
Tres frentes de lucha
La circular del 27 de mayo ordenaba
el envío al interior de una
fuerza expedicionaria destinada
a consolidar la revolución. El objetivo
era claro: vencer a las fuerzas
realistas. La guerra que se
desató tuvo tres teatros de operaciones.
• El Alto Perú. La mayor
concentración de poder español
y una fácil vía de acceso para las
fuerzas que pudiera enviar el
temible Virreinato del Perú.
• El Paraguay. Argentina debía
asegurarse su apoyo.
• La Banda Oriental. Elío seguía
siendo virrey en Montevideo y
desde el actual Uruguay podían
bloquearnos el Río de la Plata.
Hay que fusilar
a Liniers
Julio de 1810. El coronel Francisco
Ortiz de Ocampo, secundado
por Antonio González Balcarce,
parte de Buenos Aires al mando
de 1.150 hombres.
En las cercanías de Córdoba se
encuentran con el rebelde Liniers.
A pesar de las estrictas órdenes
de la Junta de que había que fusilarlo
en el lugar donde se encontrara,
Ortiz de Ocampo no se
anima.
Será Castelli, enviado a todo galope
por la Junta, el que hará
cumplir la sentencia, y le corresponde
a Balcarce seguir viaje al
Alto Perú.
Derrotas y victorias
>> Pedro Ríos, con apenas 12 años,
acompañó al ejército de Belgrano en
Tacuarí, alentando a la tropa
con su redoble hasta que un
fusil puso fin a su vida.
El monumento en
La Plata, provincia
de Buenos Aires,
recuerda a este
joven héroe.
Atrás habían quedado Jujuy y
Salta. Balcarce divisa tropas españolas
y, al ver que huyen, las
persigue. Trágico error. Los españoles
casi nos destrozan.
La guerra revolucionaria comenzaba
mal.
El 7 de noviembre de 1810, en
Suipacha, Balcarce decidió engañar
a los españoles y disimuló
una huida. Esta vez fueron ellos
los que creyeron que podían
vencernos. Y se equivocaron.
Suipacha fue nuestra primera
victoria revolucionaria.
Se logró que todas las poblaciones
del altiplano boliviano
apoyaran la causa de la
Revolución de Mayo. Castelli, como
en viado de la Junta, negoció
una tregua con los españoles.
Otro trágico error. Eso les permitió
reorganizarse y vencernos en
Huaqui (20 de junio de 1811).
Tan grande fue la derrota, perdimos
las provincias ganadas del
Alto Perú, además de dejar indefensa
Salta.
El Paraguay
Esta campaña tuvo lugar entre diciembre
de 1810 y marzo de 1811.
Cuando la Junta invitó al Cabildo
de Asunción a adherirse a nuestro
movimiento, los paraguayos contestaron
que seguirían obedeciendo
al Consejo de Regencia,
en España, y que no se someterían
a la Junta. Por eso se decidió
enviar a Belgrano a
combatir al Paraguay.
Llevó trescientos soldados,
descalzos y
mal vestidos.
Los paraguayos
los esperaban,
a las órdenes
del gobernador
Velazco, con
7.000 hombres
bien pertrechados.
Belgrano
tenía fe; los paraguayos
y los españoles,
los cañones.
27
Las armas revolucionarias sufrieron
terribles derrotas en
Campichuelo y Paraguarí. Pero
fue en Tacuarí donde la fe de
Belgrano logró su victoria. ¿Por
qué? Pues a pesar de ser derrotado
militarmente, sus hombres
realizaron prodigios de valor y,
así, pudimos hablar de igual a
igual con los paraguayos de
Velazco. Ese fue el primer contacto
de los patriotas del
Paraguay con la joven revolución.
Se demostró que la semilla
de la libertad fructifica en cualquier
terreno. Tiempo después,
los paraguayos le dirían “chau” a
los españoles.
OCÉANO PACÍFICO SUR
Huaqui
CHILE
CORDILLERA DE LOS ANDES
LA PAZ
Cotagaita
Suipacha
San Salvador
de Jujuy
Salta
Potosí
Yatasto
San Miguel
de Tucumán
La Banda Oriental
Enero de 1811. En el Cabildo de
Montevideo prestó juramento
don Francisco de Elío como virrey
del Río de la Plata.
Sus medidas serían enérgicas.
Había que “limpiar” de cualquier
forma a los revolucionarios de la
otra orilla. Preparó expediciones
y clausuró puertos.
Febrero de 1811. Un grupo de
orientales, capitaneados por
Venancio Benavides y Pedro
José Viera, se juntaban a orillas
del arroyo Asencio para jurar
guerra a muerte al virrey. Este
episodio, conocido como el
Córdoba
Santiago
del Estero
PRIMERA CAMPAÑA
AL ALTO PERÚ
Cabeza
de Tigre
Río Pilcomayo
Río Bermejo
Río Uruguay
Río Uruguay
Río Paraguay
“grito de Asencio”, inició el comienzo
de la rebelión popular
en la Banda Oriental.
Tiempos difíciles
Belgrano fue enviado a la Banda
Oriental para organizar la lucha
junto a José Gervasio Artigas y
Manuel Francisco Artigas.
Mientras tanto, Elío había logrado
el control de nuestros ríos al aniquilar
a la flamante flotilla patria.
Nueva orden: Belgrano debía volver
a Buenos Aires para explicar
los sucesos del Paraguay. Lo reemplazará
Rondeau. Era mayo
de 1811. Rondeau y Artigas lograrían
un importante triunfo en la
batalla de Las Piedras, lo que posibilitaría
sitiar Montevi deo.
Julio de 1811. Buenos Aires es
bombardeada por los buques
españoles. La ciudad no fue dañada
porque los cañones realistas
no tenían mucho alcance.
Los barcos de guerra no podían
acercarse debido al bajo calado
del puerto. Mientras tanto, los
portugueses habían invadido la
Banda Oriental.
Artigas está solo
A los ingleses no les convenía
una guerra prolongada en el Río
de la Plata porque perjudicaba su
comercio. Por eso propusieron
una suspensión de las hostilidades
en la Banda Oriental y el Alto
Perú. El Triunvirato firma el armisticio
con Elío. Era 20 de octubre
de 1811. Las tropas de Buenos
Aires regresan de la Banda
Oriental. Artigas se quedará solo.
Será seguido por todo el pueblo
oriental, que no querrá entre garse
sin luchar contra los españoles.
Miles y miles de familias, seguirán
a su jefe a través de los campos
hasta un campamento a orillas
del Ayuí. A este éxodo se lo conoce
como la “redota” (por derrota)
oriental.
28
PRIMEROS
GOBIERNOS
La primera Junta
La primera Junta gobernó en
nombre de Fernando VII. Hacia
finales de junio, Cisneros y otros
miembros de la Audiencia fueron
enviados a España debido a
sus actividades subversivas. La
influencia del activo Moreno determinó
la publicación de La
Gazeta, un periódico semanal
que publicaba no solo los actos
de la Junta sino también una activa
propaganda. También se
organizaron las primeras campañas
militares para reafirmar el
ideal revolucionario.
“Halcones” y “palomas”
Es común, en términos de política
actual, llamar “halcones” a los partidarios
de acciones extremas
PATRIOS
como la guerra, y “palomas” a los
que se inclinan por la moderación.
En el seno de la Junta, los
partidarios de Moreno (morenistas)
se inclinaban por consagrar
la igualdad, redimir a los aborígenes,
asegurar el libre comercio
y las ideas de la Revolución
Francesa. En aquel momento los
habrían tildado de “halcones”.
Saavedra, y sus partidarios (saavedristas),
preferían los cambios
más graduales y menos extremos…
Él y sus partidarios hubieran
sido “palomas”.
Estas dos tendencias (morenistas
versus saavedristas) determinarían,
bien pronto, grandes
cambios políticos.
De la primera Junta al Triunvirato
La primera Junta gobernó en nombre de Fernando VII y comenzó
una activa tarea para difundir las ideas revolucionarias. La segunda
Junta –mal llamada Junta Grande– nucleó a los diputados provinciales.
Por los problemas entre grupos surgirá el Triunvirato.
>> Miembros de la primera Junta,
donde pronto se evidenciaron
proyectos políticos distintos.
La Junta Superior
de Gobierno
Cuando se creó la primera Junta,
se dispuso llamar a un Congreso
para organizar un gobierno definitivo.
Con la incorporación de los diputados
del interior, se formó la
Junta Superior de Gobierno,
también conocida como segunda
Junta o Junta Grande, integrada
por dieciocho miembros.
Moreno se opuso tenazmente,
aduciendo que –de acuerdo a
la primitiva idea revolucionaria–
los diputados del interior
debían formar un congreso
aparte.
Disgustado por la intervención
de aquellos, Moreno renunció,
siendo reemplazado
por Vieytes.
29
>> Plaza de la Victoria de Buenos Aires
hacia 1812. En este escenario
fue fusilado Martín de Álzaga.
Los morenistas iniciaron una
activa oposición al nuevo gobierno.
El bando saavedrista provocó
disturbios militares que culminaron
con la expulsión de los
opositores de la Junta.
Este clima de inseguridad, sumado
a los reveses militares de las
bisoñas tropas, determinó la creación
de una nueva Junta, llamada
Junta Conservadora, que
instituyó un nuevo tipo de gobierno,
integrado por solo tres
personas: el Triunvirato.
El Primer Triunvirato
Los integrantes del Primer
Triunvirato eran Feliciano
Chiclana, Manuel de Sarratea,
y Juan José Paso, reemplazado
más tarde por Pueyrredón.
Además, se crearon tres secretarías:
la de Guerra, la de Gobierno
(en la cual se destacó Rivadavia)
y la de Hacienda. De la obra del
Primer Triunvirato destacamos:
• Decreto sobre la libertad de
imprenta. Todo hombre podía
publicar sus ideas sin censura
previa.
30
• Estatuto Provisional. Era un
esquema constitucional que
regulaba la forma de elección
de los miembros del gobierno.
• Decreto sobre seguridad individual.
Establecía que nadie
podía ser arrestado sin causa,
ni condenado sin juicio previo;
además de la inviolabilidad de
la correspondencia y la de domicilio.
• Reglamento de justicia. Se
creó por primera vez un tribunal
nacional que reemplazaba
a la Audiencia.
La conspiración
de Álzaga
Hacia mediados de 1812, el naciente
gobierno patrio estuvo a
punto de sucumbir.
Quien había tendido las redes
para la maniobra no era otro
que el rico comerciante español
Martín de Álzaga. Héroe
de las invasiones inglesas, se
valió de su respetabilidad para
convenir con los realistas
de Montevideo un golpe
siniestro. Los españoles desembarcarían
en la madrugada
y atacarían con fuertes
contingentes a las guarniciones
patriotas. Sin embargo,
no se contó con la astucia y la
lealtad del famoso negro
Ventura. Este esclavo, entera do
de la conspiración, se lo contó a
su dueña, quien de inmediato
alertó a las autoridades patriotas.
Apresado, el 6 de julio
Álzaga fue fusilado en la Plaza
Mayor.
El Segundo Triunvirato
En marzo de 1812 arribaron a
Buenos Aires, procedentes de la
lejana Europa, San Martín,
Alvear y otros líderes militares.
Al poco tiempo –decididos a
consolidar el proceso revolucionario–
fundaron una sociedad
secreta, la Logia Lautaro, cuyo
objetivo era la independencia
absoluta. Otra agrupación, la
Sociedad Patriótica, liderada
por Monteagudo, coincidía en
los mismos objetivos.
La Logia Lautaro y la Sociedad
Patriótica manifestaron, el 8 de
octubre, su disconformidad con
la actitud del Triunvirato, que no
deseaba cortar los vínculos con
España. La protesta consistió en
una movilización cívico-militar
que exigió la destitución de los
miembros del Primer Triunvirato.
Se conformó, entonces, el
Segundo Triunvirato, integrado
por Nicolás Rodríguez Peña,
Antonio Álvarez Jonte y Juan
José Paso. Sin duda, el acto más
trascendente de este órgano gubernativo
fue el llamado a una
Asamblea Constituyente para el
año 1813.
>> Martín de
Álzaga, acusado
de confabular
contra el naciente
gobierno.
Acciones militares
Triunfos y derrotas
La captura de Montevideo era un objetivo clave para el éxito de la revolución.
Sin embargo, existía un grave inconveniente: los realistas tenían un amplio poder naval.
La acción militar en el norte tenía como objetivo contrarrestar la ofensiva originada en el Virreinato
del Perú para aniquilar el movimiento revolucionario. En estas acciones, tuvimos triunfos y derrotas.
Montevideo
En el mes de octubre de 1812, se
inició el segundo sitio de
Montevideo.
La captura de la ciudad era vital
para los patriotas. Sin embargo,
los españoles tenían el control
naval de la zona. Para contrarrestarlo,
se creó –a principios de
1814– una poderosa escuadra al
mando del almirante Guillermo
Brown.
Este derrotó a la flota española
en dos combates: en el de
Martín García y en el de Mon -
tevideo.
Simultáneamente, con la presión
ejercida por Brown, los
ejércitos de Alvear –desde tierra–
comenzaron un violento sitio.
El 23 de junio de 1814, Vigodet,
líder de la guarnición, se rindió
con armas y bagajes.
La caída de Montevideo significó
la eliminación del último
baluarte realista en el Río de
la Plata.
Campañas al Alto Perú
La acción militar en el norte, que
comenzó a mediados de 1810,
buscaba contrarrestar la ofensiva
originada en el Virreinato del
Perú contra la revolución.
Las tres campañas finalizaron
en duros fracasos; con la derrota
de Sipe-Sipe (tercera campaña),
el Alto Perú se perdió
para siempre.
En marcha al noroeste
El desastre de Huaqui, que puso
fin a la primera campaña, dejó
abierta la puerta a las tropas
realistas para la invasión al
Virreinato del Río de la Plata.
Esto constituía un grave peligro
para el movimiento revolucionario,
iniciado en mayo de
1810. El Primer Triunvirato, ante
tal situación, designó a Manuel
Belgrano jefe del Ejército del
Norte.
El 26 de marzo de 1812, Belgrano
recibió el mando de esas
tropas en Yatasto.
Su misión consistía en reorganizar
el ejército y acabar con el peligro
realista. Para ello, avanzó
hasta Jujuy; sin embargo, al
enterarse de que las fuerzas españolas
habían recibido importantes
refuerzos y de que
los patriotas altoperuanos habían
sido derrotados en Co -
chabamba, Belgrano decidió
emprender la retirada.
La gloria del pueblo
jujeño
El Triunvirato había ordenado
a Belgrano retirarse hasta Cór -
doba, para allí preparar la defensa.
>> Fue en 1809 cuando el almirante
Guillermo Brown, irlandés de origen,
se estableció en Buenos Aires. Rápidamente
abrazó con ahínco la causa patriota de 1810.
En 1814 fue nombrado jefe de las fuerzas
navales, al mando de las cuales puso fin
a la dominación realista en Montevideo.
>> El Ejército del Norte, al mando
del general Belgrano, durante
la segunda campaña al Alto Perú,
recorrió y combatió en las heladas
altiplanicies de la Puna.
Dispuesto a acatar esta orden
–ante la cercanía de las tropas
realistas–, el 23 de agosto de
1812, Belgrano dictó un bando
patriótico por el cual exigía a la
población civil que abandonara
el lugar y siguiera con todos sus
bienes, muebles y haciendas al
ejército. Así se hizo. En las calles
solo quedaron, entregados a las
llamas, los enseres que no podían
transportarse. Esto pasó a la
historia como el éxodo jujeño.
En septiembre de 1812, el
Ejército del Norte llegó en retirada
a Tucumán. Allí, la población
se comportó heroicamente: los
paisanos formaron un cuerpo
de caballería, que se puso a las
órdenes de Belgrano para defender
la ciudad.
La acción militar tuvo lugar el 24
de septiembre de 1812.
El ejército patriota derrotó en
la batalla de Tucumán a las
fuerzas realistas, y las obligó a
emprender la retirada. Belgrano
persiguió con cautela a los españoles,
que se atrincheraron en la
ciudad de Salta. El general les
cortó la retirada por el norte y el
20 de febrero de 1813 libró otra
batalla decisiva, la de Salta, que
finalizó con el merecido triunfo
para las fuerzas de Belgrano.
Una vez más, rumbo
al Alto Perú
Belgrano avanzó por el altiplano
de Bolivia para liberar al pueblo
altoperuano, que apoyaba la causa
revolucionaria. Por desgracia,
la suerte militar no le fue propicia.
El 1 de octubre de 1813, los patriotas
fueron vencidos en Vilcapugio.
A pesar del contratiempo,
Belgrano consigue rehacer sus
fuerzas y, el 14 de noviembre,
vuelve a enfrentarse con los realistas
en la Pampa de Ayohuma.
Esta vez los patriotas sufren un
desastre total, y deben abandonar
el Alto Perú.
Enterado el gobierno de Buenos
Aires de los desgraciados hechos,
dispuso el reemplazo del
General Belgrano por el
General José de San Martín. En
enero de 1814, ambos generales
se unieron en un abrazo en
Yatasto. Así, San Martín se hizo
cargo del Ejército del Norte.
Rondeau y la derrota
Una seria afección hizo pedir a
San Martín el relevo, el 27 de
abril de 1814. El director supremo,
Gervasio Posadas, nombró
entonces como reemplazante al
general José Rondeau, el 7 de
mayo de 1814. La defensa de la
frontera septentrional había
Güemes, “el guardián de la frontera”
quedado a cargo de Güemes,
que junto a sus invencibles gauchos
actuaba en Salta y Jujuy.
En 1815, Rondeau inicia una nueva
campaña, internándose en las
sierras bolivianas, pero sin contar
con el apoyo de Güemes, a causa
de un fuerte enfrentamiento que
se había producido entre ambos.
A pesar de estar solo, Rondeau
continuó avanzando. En Puesto
del Marqués, las tropas patriotas
obtuvieron el primer triunfo sobre
los realistas (abril de 1815).
Sin embargo, poco tiempo duraría:
el 20 de octubre, los realistas
vencen en Venta y Media, lo
que obligó a Rondeau a retroceder
hasta Sipe-Sipe, donde el 29
de noviembre de 1815 fue prácticamente
destrozado por los españoles.
El camino al Alto Perú
quedó así definitivamente cerrado
para los ejércitos rioplatenses.
Consecuencias
de las campañas
al Alto Perú
• Precipitan la caída del Primer
Triunvirato.
• Se pierde el Alto Perú.
• Se pierden las minas del Alto
Perú.
• Los pueblos del Alto Perú cambian
su opinión respecto de
la Revolución de Mayo.
• Queda abierta la frontera a
las fuerzas españolas para invadir
las Provincias Unidas desde
el noroeste.
• Favorecen la futura creación
de Bolivia.
A partir de la derrota de Sipe-Sipe, la defensa de la frontera norte quedó a cargo de uno
de los más abnegados patriotas de nuestro país, el salteño Martín Miguel de Güemes.
La táctica del caudillo salteño para controlar el avance realista radicó en la división
de sus hombres, los gauchos, en pequeñas partidas de caballería, armadas con lanzas
y carabinas, a las que empleó en guerrillas a través de las sierras y quebradas, que
conocían como la palma de sus manos. Estos infatigables hombres, sin dar grandes
batallas, diezmaron al enemigo en innumerables y sorpresivos ataques.
32
Semblanzas de un prócer
MANUEL BELGRANO,
UN
HOMBRE
DE
ACCIÓN
Su fervor patriota lo condujo de la selva tropical a la Puna desolada.
La diplomacia y la lucha en el frente se unían en su persona. La acción
política encontró en él un noble representante. Belgrano, hombre cauto
y generoso, nos legó el mayor de los orgullos: nuestro pabellón nacional.
Sus primeros años
Manuel Belgrano nació el 3 de
junio de 1770 en Buenos Aires.
Era hijo del italiano don
Domingo Belgrano y Peri, y de la
criolla doña María Josefa
González Casero. La profesión
del padre, comerciante, permitió
al joven Manuel cursar con comodidad
los estudios primarios
en el colegio Santo Domingo.
La escuela secundaria la cursó
en el Colegio Real de San Carlos.
Los estudios universitarios los
realizó en España, donde se graduó
como abogado en la célebre
Cancillería de Valladolid.
Después retornó al país.
Desde el puesto de secretario
del Consulado puso de relieve
sus preocupaciones por la educación
y el progreso de sus semejantes.
Imbuido por las ideas del abate
Quesnay (creador de la fisiocracia),
sostenía que en la agricultura
los humildes podrían hallar
una forma de paliar su situación.
Se ocupó también de la educación,
y fundó escuelas profesionales.
Desde otra perspectiva, también
realizó planes y proyectos
económicos minuciosamente
de tallados. Sintéticamente podemos
enunciar su obra en el
Consulado en los siguientes
puntos:
• El comercio que provenía de
Tucumán, Jujuy, Valparaíso y La
Paz se vio aliviado de arbitrarios
impuestos.
• Fomentó la navegación fluvial.
• Posibilitó el trazado de
caminos interprovinciales.
• Diseñó un proyecto de
muelle para la rada de
Buenos Aires.
• Fomentó la educación y el arte.
De vocal de la
Junta a militar
Si grande fue la sorpresa
de Manuel
Belgrano cuando
la primera
Junta decidió incorporarlo
en su
seno con el cargo de
vocal, mayor aún lo
fue cuando ese gobierno
lo nombró general en
jefe de la expedición al
Paraguay. Si bien la campaña
no alcanzó los objetivos
bélicos obtuvo el gran
>> El 13 de Febrero de 1813, las tropas
patriotas se reunieron a orillas del río
Pasaje. Allí Belgrano hizo jurar fidelidad
a la Asamblea del Año XIII y flameó una
vez más la bandera celeste y blanca.
anhelo revolucionario: lo grar la
ruptura entre España y Pa -
raguay. En 1812 realizó el “milagro”
de reorganizar el maltrecho
Ejército del Norte y llevarlo a
las resonantes victorias de Tucumán
y Salta. A pesar de las
derrotas, jamás dejó de dar coraje
a sus hombres. Prácticamente
de la nada organizó ejércitos
que lograron notables triunfos
como en Tucumán
y Salta.
En la adversidad (después de la
derrota del Vilcapugio) supo
bromear y estimular a sus hombres.
Una anécdota lo pinta de
cuerpo entero: después de la derrota
de Vilcapugio, sus hombres,
silenciosos como sombras,
se desplazaban por los oscuros
paisajes de la noche. En un momento,
luego de varias horas de
penosa marcha ordenó hacer un
alto. De inmediato los soldados
se arrebujaron, formando círculos.
Belgrano recorría la tropa
prodigando palabras de aliento.
De pronto, se levantó un veterano
de barba entrecana.
Se acercó hasta Belgrano y con
voz respetuosa, haciendo la venia
le dijo:
“—Permiso, mi general.
Sabemos que está prohibido encender
fuego pues los godos
podrían descubrirnos.
—Eso no es novedad… pero vamos,
sargento Gómez, usted tiene
algo más para decirme.
—Sí, mi general… con respeto…
es que morimos por fumarnos
un cigarro después de
>> Iglesia de Santo
Domingo (en el barrio
de Monserrat, de la
Ciudad Autónoma de
Buenos Aires).
Actualmente, allí
se encuentra el
mausoleo de Manuel
Belgrano.
tantas amarguras. Belgrano sonrió
y apoyando su mano en el
hombro del bravo guerrero, héroe
de más de cien entreveros
por la patria que nacía, le dijo:
—Está bien sargento, les doy el
permiso a usted y a los que quieran.
Y si nos ven los godos vamos
a convidarlos… a ver si así
saben lo que son los cigarros
fuertes”.
La valentía y la serenidad fueron
rasgos esenciales de su carácter.
Durante la batalla de Tacuarí,
rodeado de enemigos que avanzaban
amenazantes, le comentó
a un lugarteniente: “Aún confío
que se nos abrirá un camino que
nos saque con honor de este
San Martín y su visión de Belgrano
apuro, y de no, lo mismo es morir
de cuarenta años que de sesenta”.
Fue esa misma serenidad
la que lo llevó a dedicar sus últimos
pensamientos a la Patria
azotada por los conflictos.
La creación
de la bandera
Apenas designado coronel del
Regimiento de Patricios (1812),
Belgrano debió marchar hacia
Rosario, ya que los buques españoles
amenazaban las costas del
Paraná. Aquel vigoroso ejército se
encontraba en franca disconformidad
con la política impuesta
por el Triunvirato, cuyo ministro
de gobiernos era Rivadavia.
Para fortalecer el ánimo de las
tropas y para que estas se distinguieran
de las realistas, Belgrano
propuso al gobierno que se
adoptara un distintivo particular.
El gobierno lo aprobó creando
la escarapela celeste y
blanca. Pero el flamante coronel
fue más lejos: el 27 de febrero de
1812, al inaugurar las baterías
sobre las barrancas del río
Paraná, enarboló una bandera
celeste y blanca ante el entusiasmo
de las tropas.
Los que se entusiasmaron poco
y nada fueron los miembros del
gobierno: una bandera propia
implicaba la intención de independizarse
totalmente de España
y eso no parecía conveniente
para la política internacional. El
Triunvirato le envió un oficio
prohibiéndole usar la bandera,
Antes de producirse el encuentro entre ambos generales en la Posta de Yatasto,
San Martín había recomendado a Belgrano para reemplazar a Rondeau con estas
palabras: “En caso de nombrar quien deba de reemplazar a Rondeau yo me decido
por Belgrano; este es el más metódico de los que conozco en nuestra América, lleno
de integridad y talento natural; no tendrá los conocimientos de un Moreau
o Bonaparte en punto a milicia, pero créame usted que es lo mejor que tenemos
en la América del Sur”.
34
pero el mensaje no llegó a manos
de Belgrano, ya que había
partido a hacerse cargo del
Ejército del Norte para organizar
las retirada general. Belgrano
instaló su cuartel general en
Jujuy para reorganizar el ejército
y por segunda vez enarboló la
bandera. También por segunda
vez el gobierno lo desautorizó.
Sus últimos años
Los últimos años de la vida de
Belgrano fueron muy amargos.
Primero, porque se vio envuelto
en las luchas civiles: así, en
1817, dirigió el ejército que reprimió
la rebelión de las tropas
santiagueñas al mando del coronel
Juan Francisco Borges.
En 1819, Belgrano fue llamado
para enfrentar, como en 1816, la
rebelión santafesina, esta vez dirigida
por Estanislao López.
El otro motivo de su amargura
fue su delicado estado de salud,
que había empeorado rápidamente.
>> Fragmento de una reproducción
del cuadro del artista francés Francois
Casimir Carbonnier, para quien Belgrano
posó en el año 1815, en Londres, cuando
se encontraba allí en una misión
diplomática.
La última actuación
pública
En 1819, Belgrano era el jefe del
Ejército del Norte, que se encontraba
en ese momento acampando
en Tucumán. Desatada la
rebelión en Santa Fe, Pueyrredón
le ordenó que avanzara sobre
la provincia del Litoral. Y así
lo hizo.
La vanguardia de las tropas estaba
a cargo de Juan José Viamonte,
quien fue vencido por las
fuerzas federales de Estanislao
López. Derrotado su ejército, Belgrano
comprendió que el Litoral
no era un hueso fácil de roer. Entonces,
para evitar más derramamientos
de sangre, firmó el armisticio
de San Lorenzo, por el
que las tropas del Directorio se
retiraban a Córdoba.
La salud de Belgrano empeoró
durante su permanencia en
Córdoba, por lo que renunció a su
cargo en agosto de 1819.
Además, estaba tan pobre que tuvo
que solicitar un préstamo para
poder volver a Buenos Aires.
>> Los investigadores afirman que
Belgrano no destruyó las banderas
desaprobadas por el Triunvirato, y que
fueron escondidas por el cura Aranívar.
Las costumbres
de Don Manuel
Bartolomé Mitre, en su libro Historia
de Belgrano y de la Independencia
argentina, nos relata:
“Belgrano era de una contextura
delicada (...) Estaba dotado, sin
embargo, de una gran actividad
corporal (...) Se le acompañaba con
dificultad cuando caminaba a pie,
pues su andar era tan rápido que casi
alcanzaba la medida del paso
gimnástico de los soldados. Sus
maneras eran sumamente cultas, sin
afectación; sus gestos y ademanes muy
medidos, aun cuando reprendía
a sus subalternos; su conversación
era amena y seria, y a veces algo
pintoresca. (...) Sus hábitos eran
morigerados, siendo muy parco en la
mesa, sencillo en el vestir (...) leía
y escribía mucho, dando apenas tres
o cuatro horas al sueño (...) Durante
los años XVII al XIX en que permaneció
acantonado en el ejército en Tucumán,
vivió constantemente en el
campamento de La Ciudadela (...)
Su alojamiento lo componían cinco
habitaciones con techo de paja (...)
rodeadas de un pequeño jardín
y de una huerta, como lo estaban
las cuadras de la tropa, a la que
obligaba a cultivar la tierra para
sustentarse, a fin de no gravar el
erario. Los muebles eran sencillísimos.
(...) recorría los cuarteles patrullaba la
ciudad y los suburbios y era inexorable
cuando después del toque de silencio
encontraba a un individuo del ejército
fuera de su puesto”.
Endeudado y casi solo
A su retorno, Belgrano se instaló
primero en San Isidro y, en abril
de 1820, se trasladó a Buenos
Aires.
El gobernador de la provincia,
Manuel de Sarratea le entregó
una pequeña suma de dinero
con la que pudo pagar una parte
de sus deudas. El creador de la
bandera falleció a las siete de la
mañana del 20 de junio de
1820, acompañado por muy pocas
personas.
35
En el corazón de nuestras ciudades
Las Banderas de Macha
Varios investigadores han establecido
que Belgrano no enarboló
la misma bandera en la villa
del Rosario y en San Salvador de
Jujuy. Según la tradición, luego
de la derrota de Ayohuma, un
sacerdote llamado Juan de Dios
Aranívar, cura de Macha (localidad
situada a unos 20 km al sur),
muy amigo del general patriota,
escondió dos banderas entre los
marcos de sendos cuadros de
Santa Teresa (que adornaban la
capilla del pueblito de Tititri).
A fines del siglo XIX fueron halladas.
En 1893, el gobierno argentino
decidió solicitarle al gobierno
boliviano ambos emblemas. Los
bolivianos decidieron devolver
una y conservar la otra.
Actualmente se afirma que la
bandera que se conserva en el
Museo Histórico Nacional
de Buenos Aires,
devuelta por las autoridades bolivianas,
es la que Belgrano hizo
bendecir en Jujuy, el 25 de mayo
de 1812. Esta bandera tiene tres
franjas horizontales (celeste, blanca,
celeste) y mide 2,34 x 1,36 m.
La otra bandera, que se encuentra
en la ciudad boliviana de
Sucre, sería la primera, la enarbolada
en la batería Libertad de
Rosario. Tiene tres franjas verticales
con los colores blanco, celeste,
blanco. Mide 2,25 x 1,60 m.
En su homenaje
En la mayoría de las ciudades argentinas
se erigen monumentos
al creador de la Bandera
Nacional. El más importante de
ellos es el que se encuentra en la
ciudad de Buenos Aires, en la
Plaza de Mayo. Este fue inaugurado
el 24 de septiembre de
1873 (aniversario de la batalla
de Tucumán) y se halla frente a
la casa de gobierno.
>> En la galería de honor a las banderas de
América, en el Monumento a la Bandera,
se encuentra el sable que usaron
Belgrano, Güemes
y Alvarado.
La figura de Manuel Belgrano es
obra del escultor francés Albert
Carrier-Belleuse y la del caballo
(ya que se trata de una estatua
ecuestre) es del argentino
Manuel Santa Coloma.
Otra obra importante que rinde
homenaje al general es su mausoleo.
Se levanta en el atrio del
templo de Santo Domingo, en la
intersección de la avenida
Belgrano y la calle Defensa, de la
ciudad de Buenos Aires. Fue
inaugurado el 20 de junio de
1903. Es obra del escultor italiano
Héctor Ximenes.
El 20 de junio de 1957 se inauguró
en la ciudad de Rosario
(Santa Fe), el Monumento a la
Bandera. Erigido en el lugar
donde flameó nuestro Pabellón
Nacional por primera vez, comenzó
a construirse en 1943. La
superficie de la construcción supera
los 10.000 metros cuadrados,
y resalta la inmensa torre de
unos 60 metros de altura. En la
parte superior de tal torre se halla
un mirador, al cual se accede
mediante un ascensor interior.
Este proyecto perteneció a los arquitectos
Ángel Guido y Alejandro
Bustillo, con la participación
de los escultores José Fioravanti
y Alfredo Bigatti.
LA
ASAMBLEA
En busca de la Independencia
DEL
AÑO XIII
Hasta 1813, fueron varios los gobiernos que ejercieron el poder.
La Asamblea del Año XIII deja de mantener el nombre del rey
de España. A partir de allí se abrirían una serie de discusiones
y enfrentamientos sobre la forma de gobierno que se darían los criollos.
Los símbolos nacionales
Hasta 1813, todos los documentos
públicos y los estandartes
llevaban la efigie del rey
Fernando VII, lo mismo que las
monedas de oro y plata que circulaban.
Entonces, la Asamblea
General Constituyente del Año
XIII decidió cambiar la situación,
suplantando la figura del rey por
un nuevo símbolo: el Escudo
Nacional. Una cuestión similar
ocurrió con el Himno Nacional.
En la sesión del 11 de mayo de
1813, se decidió aprobar los versos
de Vicente López y Planes, a
los cuales les había puesto música
el catalán Blas Parera. La nueva
Marcha Patriótica o Himno
Nacional se entonó por primera
vez en público el 25 de mayo de
ese año.
La nueva patria tenía dos símbolos
nacionales: el Escudo y el
Himno. ¿Qué significa? Que a
través de esos dos símbolos estaría
representada nuestra nación.
Con respecto al tercer símbolo
nacional, la bandera, que había
sido creada por Belgrano en febrero
de 1812, la Asamblea no
tomó ninguna determinación,
aunque permitió que se usara
en repetidas ocasiones.
Disputas por la forma
de gobierno
La Asamblea del Año XIII organizó,
en gran parte, el país y tomó
medidas muy importantes para
continuar la lucha contra los ejércitos
del rey.
Pero no resolvió declarar formalmente
nuestra independencia.
Muchos pensaban que aún no
era el momento. Sin embargo, teníamos
los símbolos que nos representaban
frente al mundo.
Recién tres años después, otro
Congreso decidió la importante
medida de declarar nuestra independencia.
La Asamblea General también
llevó adelante una política en
defensa de los derechos humanos.
En este sentido, una
serie de resoluciones son muy
importantes.
>> Esta acuarela de Emeric Essex Vidal
muestra las condiciones de vida de la
época (en este caso, de las lavanderas).
Estas fueron enormemente modificadas
con las resoluciones de la Asamblea,
sobre todo aquellas referidas a los
sectores sociales más postergados.
• La libertad de vientres.
Eran libres todos los hijos de
esclavos nacidos en nuestro territorio
luego del 31 de enero
de 1813, lo mismo que todos
los esclavos que se introdujeran
después de esa fecha a
nuestro país.
Los directores
• La abolición de la tortura.
La Asamblea trató el tema en su
sesión del 21 de mayo, y el
resultado fue aprobado por aclamación.
Se prohibían los
tormentos y la utilización de instrumentos
de tortura. Estos fueron
quemados en la Plaza el 23.
>> Todos los actos escolares que
recuerdan fechas patrias o importantes
personajes de nuestra historia incluyen
al Himno Nacional, que se entona
al inicio o al final de los mismos.
El Directorio
Apenas iniciado el año 1814, el Segundo
Triunvirato se hace eco
de la necesidad planteada en el
seno de la Provincias Unidas: un gobierno
central y unipersonal, con la
dureza suficiente como para ver
concretada la Con stitución y la
definitiva independencia. A raíz
de ello, envía a la Asamblea General
Consti tu yente un oficio con tales
requerimientos, el 21 de enero
de dicho año. El 22, la sugerencia es
aceptada, y don Gervasio Antonio
Posadas es designado con
el cargo de director supremo de
las Provincias Unidas. Comenzaba
de este modo una nueva
forma de gobierno: el Directorio.
NOMBRE
PERÍODO
CONFLICTOS
SE LO RECUERDA POR…
Gervasio de Posadas
Enero 1814
Enero 1815
Problemas internos y en el
Litoral. Sublevación del Ejército
del Norte.
Declarar a Artigas traidor a la Patria. Su
acción diplomática para salvarnos de las
represalias de los españoles.
Carlos María
de Alvear
Enero 1815
Abril 1815
Es rechazado por los caudillos
del interior y por Artigas. La
Asamblea le pide la renuncia.
Intentar poner al país bajo dominio
inglés. Imponer en Buenos Aires un
régimen basado en el terror.
Ignacio Álvarez Thomas
Abril 1815
Abril 1816
Sublevación del ejército
de ocupación de Santa Fe.
Convocar al Congreso de Tucumán.
Antonio González
Balcarce
Abril 1816
Julio 1816
Ejercía el cargo de manera
provisoria.
Llamar a la concordia y la paz. No Lograr
un acuerdo con Santa Fe.
Juan Martín
de Pueyrredón
Julio 1816 *
Junio 1819
Enfrentamiento con los caudillos
del interior.
Ser nombrado por el Congreso de
Tucumán. Ayudar a San Martín a
concretar la independencia chilena.
Sancionarse bajo su mandato nuestra
primera Constitución (la unitaria de
1819).
José Rondeau
Junio 1819
Febrero 1820
Fue derrotado por los caudillos
de Cepeda.
Intentar dominar por la fuerza las
legítimas aspiraciones del interior.
* Pueyrredón fue designado en mayo de 1816 pero ocupó el cargo a principios de julio de ese año.
38
>> Detalle
del retrato
de Artigas
en la Ciudadela,
de Juan Manuel
Blanes, pintor
uruguayo.
La novedad gubernativa no contó
con el apoyo popular de la
Provincias Unidas, y las diferencias
entre Buenos Aires y el interior
fueron en aumento.
Modificando
el Estatuto de 1813
El 26 de enero, el Estatuto
Provisorio de 1813 que establecía
el desempeño del Triunvirato
a cargo del Poder Ejecutivo fue
modificado para reglamentar el
funcionamiento del nuevo sistema
gubernativo.
• El director supremo tendría
las mismas facultades
que el Triunvirato.
• La residencia del mismo
sería la fortaleza.
• Sería llamado Excelencia.
• Portaría una banda bicolor.
• Para su asesoramiento se crea
un Consejo de Estado formado
por un presidente, un secretario
y 7 o 9 vocales. El presidente
sería nombrado por la Asamblea
y supliría al director en caso
de enfermedad.
Seis directores
supremos
Los directores supremos fueron
seis. La institución del Directorio
duró seis años: desde 1814 a
1820.
Hubo una breve interrupción
correspondiente a la revolución
del 15 de abril de 1815, que tuvo
su origen en el descontento
ocasionado por ciertas medidas
dictatoriales tomadas por
Carlos María de Alvear.
Un período
complicado
El período del Directorio estuvo
lleno de problemas. Las ideas de
los partidarios de Buenos Aires
(que deseaban que el poder
estuviera concentrado en esa
ciudad) se oponían a los pobladores
y diputados del interior
(que querían un gobierno de tipo
federalista).
Artigas, que tenía muy buenas
intenciones, fue rechazado por
un sector importante de los porteños.
Las provincias comenzaban
a rebelarse.
El momento más dramático ocurrió
en el año 1815, cuando las
Provincias Unidas del Río de la
Plata quedaron prácticamente
aisladas.
Aniquilado el poder de Napoleón
Bonaparte, el rey de
España, Fernando VII, decidió
emprender una fuerte ofensiva
contra las colonias americanas
que se habían sublevado contra
el poder real.
Así, fueron cayendo uno a uno
los centros independientes de
América: las Provincias Unidas
serán uno de los principales focos
de libertad frente a la contraofensiva
hispana.
>> Retrato de José Rondeau, de Gaetano
Gallino (1804-1884), el último de los
directores.
José Artigas
y la Liga Federal
La patria naciente enfrentaba en
ese momento muchos problemas,
además de la guerra para
liberarse de España. Los problemas
internos afloraron muy
pronto: surgieron los unitarios
y los federales.
El centralismo porteño manejó
desde un principio la Revolución
iniciada en 1810, por lo que las
provincias vieron postergadas
sus expectativas federales. En
ese momento, apareció José
Gervasio Artigas como figura
protagónica, defendiendo el federalismo.
Algunas provincias,
especialmente las del Litoral,
empezaron a inclinarse por el
caudillo de la Banda Oriental.
El conflicto empezó a desatarse
a partir de la convocatoria de diputados
para la Asamblea del
Año XIII.
Todas las provincias que enviaron
diputados les dieron instrucciones
para cumplir. Las
más famosas de estas instrucciones
fueron las de la Banda
Oriental, porque se habían hecho
según los deseos auténticos
del pueblo.
Podemos resumirlas en: Inde -
pendencia, Confederación,
Consti tución y Autonomía.
Buenos Aires rechazó a los diputados
con una excusa, ya que los
principios federales de las instrucciones
no se adecuaban a su
política unitaria.
OCÉANO PACÍFICO SUR
1. Límite del lecho y subsuelo
2. Límite exterior del Río
de la Plata
3. Límite lateral marítimo
argentino-uruguayo
Córdoba
Mar Argentino
El Congreso de Oriente
Artigas convoca, en marzo de
1815, al llamado “Congreso
de Oriente”, al que concurren diputados
de la Banda Oriental,
Corrientes, Misiones, Entre Ríos,
Santa Fe y Córdoba. Se reúnen
en Concepción del Uruguay, el
29 de junio de ese año y, antes
que el célebre Congreso de
Tucumán, declaran la Inde -
pendencia de la Liga de los
Pueblos Libres, formada por las
provincias firmantes y el protectorado
de Artigas.
Sta. Fe
(Arg.)
Corrientes
Paraná
Buenos Aires
(Arg.)
2
(Arg.)
Purificación
1
3
Referencias:
Candelaria
C. del Uruguay
OCÉANO ATLÁNTICO SUR
LIGA DE LOS PUEBLOS LIBRES
LIGA FEDERAL
RESTO DE LOS TERRITORIOS
EFECTIVAMENTE OCUPADOS
El Directorio tenía malas relaciones
con la Banda Oriental.
Alvear había vencido en batalla
a las fuerzas de Artigas, por lo
que se intentó un acuerdo, que
duró poco. La situación se complicaba
aún más. Organizado el
Ejército Federal al mando de
Fran cisco Ramírez –caudillo
de En tre Ríos–, las fuerzas directoriales
fueron vencidas.
Artigas contra
el Directorio
Buenos Aires no perdía oportunidad
para combatir a la Liga
Federal de Artigas. Lo hizo por
todos los medios e, incluso, alentó
la invasión portuguesa con el
fin de deshacerse de él.
Enterado Artigas de este macabro
plan, decide llevar la guerra
a Buenos Aires.
Ramírez organizó el Ejército Federal
integrado por entrerrianos,
correntinos y misioneros. Pronto
se integraron a él las fuerzas de
Estanislao López –caudillo de
Santa Fe– y juntos marcharon
sobre Buenos Aires. Las fuerzas
federales vencen a los porteños.
El Directorio desaparece, las
provincias se declaran autónomas
y mantienen relaciones a
través de tratados.
El Tratado del Pilar, firmado por
Entre Ríos, Santa Fe y Buenos
Aires, establecía el sistema federal
y la necesidad de convocar a
un nuevo Congreso. Pero no se
mencionaba el combate contra
los portugueses, que asediaban
a Artigas, quien consideró el tratado
como una traición y se
enfrentó con Ramírez, que lo
venció en Las Tunas (24 de junio
de 1820). Con sus fuerzas
aniquiladas por los portugueses
en la batalla de Tacuarembó y
sin apoyo de los otros caudillos,
Artigas abandonó la lucha y se
exilió en el Paraguay, donde murió
en 1850.
40
Preparando el Congreso de la Independencia
Un Congreso histórico
Al poco tiempo de asumir con derecho supremo, Álvarez Thomas mandó convocar al Congreso
en San Miguel de Tucumán. ¿Cómo se elegían los diputados y quiénes dijeron presente?
Cuando la paciencia
se acabó
En abril de 1815 en santa Fe se
produjo la llamada Revolución
de las Fontezuelas. Como consecuencia
Carlos María de Alvear
debió renunciar a su cargo de director
supremo. Las actitudes
prepotentes y agresivas de
Alvear habían colmado la paciencia
de muchos partidarios de
Artigas. La Asamblea Legis -
lativa fue disuelta y la Junta de
Obser vación del Cabildo decidió
la inmediata reunión de un
Congreso Constituyente.
Nombrado por el Cabildo, fue el
sucesor de Alvear, Ignacio Álva -
rez Thomas, quien hizo efectiva
la convocatoria al Congreso.
¿Qué era el Estatuto
Provisional de 1815?
Era una reglamentación redactada
por los miembros de la
Junta de Observación que dictaminaba
el modo de elegir a los
diputados. ¿Y cómo se elegían?
Los ciudadanos mayores de 25
años elegían candidatos para
formar una asamblea electoral.
Esta nombrada por, cada provincia,
un diputado cada 15.000
habitantes o fracción mayor de
7.500. De manera que cuantos
más habitantes tenía una provincia,
más diputados enviaba.
>> Imagen de la casa de Tucumán
en la década de 1860, de A. Paganelli.
En base a esta foto y algunos planos
hallados, se reconstruyó según
su distribución original hacia 1940.
Estuvieron presentes las provincias
de Buenos Aires, Tucumán,
Mendoza, San Juan, Jujuy,
Santiago del Estero, San Luis,
Catamarca, La Rioja, Salta,
Córdoba y Santa Fe (su diputado
no fue reconocido). Por el Alto
Perú, las provincias de Chichas y
Charcas (que ahora no existen
como tales sino que forman parte
del territorio boliviano).
No concurrieron Paraguay, Entre
Ríos, Corrientes y la Banda
Oriental (provincias que apoyaban
a Artigas) porque Artigas
consideraba que no serían tenidas
en cuenta.
El Congreso inicia
sus sesiones
Tucumán estuvo de fiesta durante
cinco días corridos. ¿Qué
había pasado? El Congreso que
reunía a los representantes de
las Provincias Unidas del Río
de la Plata había comenzado a
sesionar en la calurosa mañana
del 24 de marzo de 1816. A las 9
de la mañana se instaló solemnemente
el Congreso, al ruido
de los cañonazos que anunciaron
el comienzo de las sesiones.
>> Ignacio Álvarez Thomas
fue el director supremo que llamó
a los congresales a San Miguel
de Tucumán para realizar el Congreso.
En tan importante ocasión era
necesario que el presidente provisional
del Congreso pronunciara
un discurso de apertura.
Habló entonces Pedro Medrano.
Como clara muestra de que ni siquiera
los actos solemnes eran
fáciles, Medrano le había escrito
a un amigo unos días antes: “¿Y
no le parece a usted, como a mí,
que tal misión de arengar en la
apertura del Congreso es bastante
peliaguda? (...) Pues bien,
que no he dado vueltas para encontrar
qué decir, y todavía no le
hallo…”.
>> Fachada actual de la casa
de Tucumán.
Pedro Medrano habló en el acto
y lo hizo muy bien. Este representante
porteño fue uno
de los diputados más activos
del Congreso.
• El Presidente no siempre es
el mismo. Los diputados resolvieron
que la presidencia del
Congreso fuera desempeñada
por todos ellos en forma rotativa
y por períodos de un mes.
Dos secretarios debían acompañarlos
en sus tareas.
>> Imagen del bajorelieve “Estatua
de la Libertad”, en el patio de la casa
de Tucumán, realizado por Dolores
(“Lola”) Mora Vega (1866-1936),
escultora y pintora argentina,
representante de la escuela romántica
de finales del siglo XIX.
• ¡Cuántos problemas!
Los diputados tardaban en llegar
a Tucumán, el ejército que
había sido derrotado en Sipe-
Sipe retornaba totalmente disperso,
José Rondeau –jefe de
ese ejército– estaba en pie
de guerra contra Martín de
Güemes. Además, la situación
en la capital era incierta: el director
supremo Álvarez
Thomas había renunciado como
consecuencia de una sublevación
en Santa Fe (17 de
abril de 1816).
Frente a tal situación, los diputados
se vieron obligados a tomar
medidas rápidamente: resolvieron
elegir un nuevo Director
Supremo. En la sesión del 3 de
mayo de 1816, fue designado
casi por unanimidad el diputado
por San Luis, Juan Martín
de Pueyrredón. El flamante
Director no viajó de inmediato
a Buenos Aires; tuvo que ir a
Salta para solucionar la situación
que se había creado entre
Rondeau y Güemes. Luego, en
Córdoba se entrevistó con San
Martín para convenir los detalles
del plan que llevaría al
Libertador a lograr la independencia
de Chile y Perú.
Una histórica casa
• Una modesta ciudad. Para la época en que se reunió
el Congreso, la ciudad de San Miguel de Tucumán era un modesto
poblado de unos 5.000 habitantes, con edificios públicos,
templos y conventos en deplorable estado, en especial el Cabildo
y la Catedral.
• En busca de una sede. Como ningún edificio público estaba
en buenas condiciones, fue necesario buscar un edificio privado
para sede del histórico Congreso. La señora Francisca Bazán
de Laguna era dueña de una de las mejores casas de la ciudad,
y la cedió voluntariamente para que allí se desarrollara
el Congreso.
• La casa. En la calle del Rey –hoy Congreso N.º 151– se levantaba
la casa, en cuya fachada se destacaban dos típicas columnas
en espiral llamadas salomónicas. Había sido construida a fines
del siglo XVIII; era de una sola planta y todos los cuartos daban
a un patio central. Como la propietaria permitió que hicieran
modificaciones, fue demolida la pared que dividía las dos salas
que daban al frente, y así quedo un amplio salón que
fue utilizado como sala de sesiones.
• ¿Qué pasó después con la casa? Cuando el Congreso dejó
de sesionar en Tucumán –enero de 1817–, la casa fue devuelta
a su propietaria y, más tarde, pasó por herencia a manos
de la familia Zavalía. En 1869, el Congreso de la Nación sancionó
una ley por la cual autorizó al gobierno a adquirir el histórico
edificio. La compra se formalizó recién en 1874.
• Edificio de correos. El Estado no convirtió la casa en un museo,
sino en edificio de correos y telégrafos. Además, el frente
fue modificado. Hacia 1880, el diputado Lidoro J. Quinteros,
preocupado por el estado en que se hallaba el edificio,
presentó un proyecto para su remodelación y conservación.
Durante 20 años se llevaron a cabo los trabajos, pero en 1903
el presidente Julio A. Roca ordenó… ¡la demolición de la casa!,
a excepción del salón donde se había jurado la independencia.
Este salón fue protegido por una edificación que nada tenía
que ver con el estilo original. Hacia 1940 se dispuso de fondos
para reconstruir su aspecto primitivo.
42
LAS
PROVINCIAS UNIDAS
¡INDEPENDIENTES!
En la pequeña ciudad de Tucumán, tanto el patio de la histórica casa
como la calle estuvieron colmados de público durante toda la jornada
del 9 de julio de 1816. Ese día los veintinueve diputados presentes
dieron el trascendental paso: declarar nuestra independencia.
Sesiones a toda marcha
Impaciencia
por la independencia
Una vez instalado, el Congreso
designó una comisión integrada
por los diputados Gascón,
Sánchez de Bustamante y
Serrano para redactar los diferentes
asuntos que debían tratarse.
El plan de trabajo elaborado por
esta comisión revela un buen
conocimiento de las principales
necesidades del país, como podemos
deducir del tercer punto, que
decía: “Discusiones sobre la declaración
solemne de nuestra independencia
política. El manifiesto
de dicha declaración”.
Por entonces, San Martín, gobernador
de Cuyo, enviaba a los congresales
impetuosas cartas; por
ejemplo, una decía lo siguiente:
“¡Hasta cuándo esperamos declarar
nuestra independencia! ¿No
le parece a usted una cosa bien
ridícula acuñar moneda, tener
pabellón [bandera] y cucarda
nacional [escarapela] y por último
hacer la guerra al soberano de
quien en el día se cree que dependemos?,
¿qué nos falta más
que decirlo?”.
Por fin, ¡se declaró!
No hubo discusión ni hubo votación,
porque a la propuesta
que leyó el secretario Juan José
Paso siguió una aclamación vibrante
de todos los diputados.
De pie, entre vítores y aplausos,
dijeron que sí, que querían que
“las Provincias Unidas fuesen
una nación libre e independiente
de los reyes de España y su
metrópoli”. ¡Ya éramos independientes!
Cuando los ánimos se calmaron,
cada diputado confirmó individualmente
su voto y, de inmediato,
se redactó el Acta que
contiene la Declaración de la
Independencia. Luego se tradujo
al quechua y al aymara para
darla a conocer a las poblaciones
indígenas.
>> Acta de Independencia declarada
por el Congreso de las Provincias
Unidas en Sudamérica. Esta versión,
guardada en el Museo Mitre, incluye
traducciones, en aymara y en quechua,
de sus históricas palabras.
>> 9 de julio de 1816. Este cuadro
es el más antiguo que se conoce sobre
la Declaración de la Independencia,
y fue pintado alrededor de 1860
por Henri Stein.
>> Ilustración del Acta de
Independencia. Allí se consigna a
nuestro país como libre “de toda otra
dominación extranjera”.
Un agregado
importante
La independencia del rey de España
y su metrópoli no significaba
lo mismo para todos. Algunos diputados
promovían la dependencia
de las Provincias Unidas de
otros países como Ingla terra o
Portugal. Por eso, el diputado
Medrano propuso completar la
Decla ración con un agregado que
se aceptó: (que) “las Provincias
Unidas fuesen una nación libre e
independiente del rey Fernando
VII, sus sucesores y la metrópoli,
y toda otra dominación
extranjera…”. Esto ocurrió diez
días después de la solemne declaración.
No quedaban dudas: las
Provincias Unidas eran una nueva
nación, libre e independiente.
¿Qué forma
de gobierno?
La declaración de la in de pendencia
no significó el fin de los
problemas.
44
Uno de los más graves era qué
forma de gobierno tendría el
país recién independizado.
A pesar de que no se llegó
a un acuerdo definitivo, hoy te
presentamos algunas de las
ideas que se discutieron.
• Monarquía constitucional.
• República federal.
• Dentro del proyecto monárquico
encontramos una variante:
la monarquía constitucional
incaica, que proponía a un
descendiente de los incas
para que nos gobernara.
¿Un rey Inca?
Esa fue la propuesta de
Belgrano, y hay que tener en
cuenta que era normal para la
época.
Como los españoles habían robado
a los indios los dominios
que legítimamente les perte necían,
lo más lógico era devolverles
lo que era suyo. Y nada más
justo que reponer en el trono a
un descendiente de la antigua
dinastía de los incas. La capital
volvería a ser Cusco, esto es, la
antigua sede del imperio incaico,
que actualmente está ubicada
en el Perú.
Los primeros que se mostraron
alegres fueron los indígenas. Y
también se entusiasmaron con
el proyecto de Belgrano (expuesto
el 6 de julio de 1816) y
los diputados Castro, Acevedo,
Thames, Sánchez de Loria,
Pacheco y Malabia.
Sin ser diputados, también recomendaban
a la monarquía incaica
como posible forma de
gobierno, Juana Azurduy de
>> Fray Justo Santa María de Oro
fue el diputado que representó
a la provincia de San Juan
en la declaración de la independencia
el 9 de julio de 1816. Imagen
del monumento ubicado en la Plaza
25 de Mayo en la ciudad
de San Juan.
Los indígenas
y la monarquía incaica
Cuenta un viajero sueco, Jean Adam
Graaner, que el día 9 de julio se había
reunido en San Miguel de Tucumán, “(...)
un pueblo innumerable de más de cinco
mil milicianos, todos con lanzas, sables,
fusiles y armas originarias del país: lazos
y boleadoras. (...) después que hubo
hablado el gobernador de la provincia,
tomó la palabra el general Belgrano y
arengó al pueblo prometiéndole el
establecimiento de un gran imperio en
América del Sur, gobernado por el
descendiente de los incas. (…) Los
indios están como electrizados con este
nuevo proyecto y se juntan en grupos,
bajo la bandera del sol. (…) Doña Juana
Inés Azurduy de Padilla, una hermosa
señora de veintiséis años, manda un
grupo de mil cuatrocientos indios en la
comarca de Chuquisaca y ganó el mes
pasado una victoria sobre los realistas,
tomando una bandera y cuatrocientos
prisioneros”.
Padilla, don Martín Miguel
de Güemes y el General José de
San Martín.
¿Y los otros proyectos?
Se manifestaron a favor de una
monarquía constitucional (esto
significaba que el rey no tendría
el poder absoluto, sino que
sería controlado por un Con -
greso o Parlamento) los diputados
José María Serrano y Fray
Justo Santa María de Oro.
El que defendió la idea de un
sistema federativo fue el diputado
Tomás Manuel de An -
chorena. Realmente, ningún
proyecto llegó a triunfar.
De todas maneras, en la
Constitución de 1819, habría un
cierto “aire” monárquico. Pasaría
mucho tiempo, hasta 1853, para
que la forma de gobierno fuera
establecida tal como es hoy: representativa,
republicana y federal.
La labor del Congreso
El 3 de mayo de 1816 el
Congreso nombró al diputado
por San Luis, Juan Martín de
Pueyrredón, como director supremo.
Este se comprometió en
su juramento a poner todas sus
fuerzas al servicio de la causa de
la libertad. Antes de partir hacia
Buenos Aires, puso al mando del
Ejército del Norte a Manuel
Belgrano, en reemplazo de José
Rondeau.
¿LO SABÍAS?
El 10 de julio, todos los habitantes
de la ciudad de Tucumán festejaron
el heroico acto con grandes celebraciones
y bailes durante largas horas.
En el acta donde está incluida
la Declaración de la Independencia
se denominaba a la nueva nación
“Provincias Unidas en Sudamérica”.
El libro de sesiones del Congreso,
donde se encontraba el Acta de
Declaración de la Independencia,
desapareció.
>> Acuarela de Ignacio Baz ilustrando
la ciudad de San Miguel de Tucumán
hacia 1826.
De Tucumán
a Buenos Aires
La distancia que separaba la sede
del poder ejecutivo (ejercido
por el director supremo Puey -
rredón, que estaba en Buenos
Aires) de la del poder legislativo
(que ejercía el Congreso) era de
más de 1.500 km y de unos treinta
días de marcha. Entonces, resultaba
muy dificultoso reunir las
tareas gubernativas.
Por otra parte, los españoles
amenazaban constantemente la
frontera norte del país. Por eso,
en la sesión del 25 de septiembre
de 1816, se decidió el traslado
del Congreso a Buenos
Aires. Sin embargo, el traslado
no se hizo de inmediato.
Se sesionó en San Miguel de
Tucumán hasta los primeros
días de enero de 1817, cuando
el Congreso entró en receso. Las
sesiones se reanudaron en mayo
del mismo año, ya en Buenos
Aires.
Durante su actividad en esta
última ciudad, el Congreso promulgó
un Estatuto provisional,
en 1817, que fue la base
de la Constitución de 1819, de
ne to carácter aristocrático y
centralista. Con estas leyes se
pretendió organizar el país, aunque
no se lo logró, pues fueron
rechazadas por las provincias.
>> Imagen actual del patio interior
de la casa de Tucumán.
Los medios
de transporte usados
¡Un viajes desde Buenos Aires podía
durar entre 25 y 50 días! Para llegar
al Congreso los diputados tuvieron
que utilizar galeras y sopandas. ¿Qué
eran? Veamos.
La galera: fue el medio de transporte
más rápido utilizado por los diputados
para viajar a Tucumán. Hacía el camino
de Buenos Aires en 25 o 30 días.
Transportaba hasta 10 pasajeros
pero no llevaba mercaderías.
Tenía cuatro ruedas y era tirada
por cuatro caballos.
La sopanda: esta tenía suspensión a
través de correas de cuero que, como
elásticos, amortiguaban los saltos
del camino.
Las carretas: eran grandes carros de
madera que transportaban mercaderías
y pasajeros del interior. Eran tiradas
por una o más yuntas de bueyes
y generalmente iban en caravana. Eso sí,
el viaje les llevaba bastante tiempo:
tardaban 40 y hasta 50 días en recorrer
el trayecto entre Buenos Aires y Tucumán.
45
El gobierno de las provincias
La crisis de 1820
Sin duda, la declaración de la independencia fue la labor más trascendental del Congreso; sin
embargo, a esa joven nación había que darle una Constitución. En 1819, el Congreso sancionó
un nuevo instrumento legislativo para la Nación... El resultado fue desastroso, ya que las provincias,
hastiadas de maniobras, decidieron gobernarse en forma autónoma.
En Buenos Aires
El Congreso sancionó el Regla -
mento de 1817, que no solo aumentaba
el poder del director
supremo, sino que favorecía los
intereses porteños. Poste -
riormente, se nombró una comisión
encargada de redactar el
proyecto constitucional. Los redactores
fueron Teodoro Sán -
chez de Bustamante, Mariano
Serrano, Antonio Sáenz, Diego
Zavaleta y Juan José Paso.
La Constitución de 1819
El 25 de mayo de 1819, la nueva
Constitución fue jurada. Sin
embargo, en la ceremonia faltaban
las provincias del Litoral y la
Banda Oriental.
El punto más significativo de la
nueva Constitución era el referido
a la división de poderes y a
las atribuciones de cada uno.
>> El empobrecimiento del interior
del país frente a la prosperidad
de Buenos Aires, dueña del puerto
y de los recursos aduaneros, fue una
de las causas que provocó las crisis
y enfrentamientos de 1820.
En efecto, el director supremo
era el encargado de nombrar a
los gobernadores de todas las
provincias. Además, tenía virtualmente
el control sobre el
Poder Legislativo y el Poder
Judicial. Esto significaba que todo
el poder se concentraba en
Buenos Aires, por lo que se trataba
se una Constitución centralista.
Además, las provincias casi
no tenían derecho a réplica, por
lo tanto podemos decir que era
una Constitución autoritaria.
Quienes se opusieron tenazmente
a la nueva Constitución
fueron las provincias de Entre
Ríos, Santa Fe, Corrientes y la
Banda Oriental.
Se desencadena la crisis
Como Buenos Aires carecía de
tropas para enfrentarse con
López y Ramírez, caudillos federales,
el director supremo, José
Rondeau, decidió recurrir a los
ejércitos nacionales. San Martín
se negó a intervenir en un
conflicto civil. En cambio, el jefe
del Ejército del Norte, Francisco
Fernández de la Cruz, aceptó
combatir. Pero sus tropas se negaron
a cumplir la orden y se sublevaron
en Arequito (8 de
febrero de 1820). A Buenos Aires
no le quedó más remedio que
intervenir.
Las tropas porteñas fueron derrotadas
en la batalla de
Cepeda.
Los porteños estaban aterrorizados.
Esperaban que los “bárbaros”
los pasaran a degüello. Pero
nada sucedió. La condición de
los vencedores: la renuncia de
Rondeau. Se alejó del cargo el 11
de febrero de 1820.
Esto significó la caída del gobierno
nacional. Buenos Aires pasó a
ser provincia federal. Su primer
gobernador fue Sarratea.
IDEAS Y
El gran Libertador de América tuvo una vida caracterizada
por el desinterés y la renuncia a todas las ambiciones. Su vida estuvo
sometida a duras pruebas. Cuando regresó a la Patria abandonó una vida
fácil para lograr el mayor de sus objetivos personales: lograr una América
libre, independiente y unida.
Sus primeros años
• 1778. El 25 de febrero nace en
Yapeyú, Corrientes, hijo de
Juan de San Martín y Gregoria
Matorras de San Martín, ambos
españoles pero casados en
Buenos Aires. Muy pronto se
establecieron en el pequeño
pueblo de Yapeyú que antaño
había pertenecido a las misiones
jesuíticas. La pareja tuvo
cinco hijos.
• 1781. El pequeño José pasó sus
primeros tres años de vida jugando
con sus hermanos y con los niños
indígenas que poblaban el lugar.
Luego se trasladó junto con
su familia a Buenos Aires, donde
aprendió a leer y escribir.
• 1783. Siendo todavía niño, viajó
junto a su familia rumbo a
España.
• 1786. A poco de arribar a
España, José de San Martín fue
inscripto en el Seminario de
Nobles de Madrid. En esa renombrada
institución, dedicada
a la educación de la nobleza del
reino, se impartían clases de
francés, latín, castellano, piano,
violín, dibujo, retórica, esgrima,
equitación, geografía, física y
matemática.
• 1789. A los once años, San
Martín ingresó al regimiento
JOSÉ DE
SAN MARTÍN,
ACCIONES
“Murcia” como cadete, dando
comienzo a su vida militar.
• 1791. Aún niño, libró sus primeros
combates contra los árabes,
en el norte de África. Primero intervino
en la batalla de Melilla y
luego en Orán. Allí tuvo que soportar
el asedio enemigo durante
más de un mes.
• 1793. Por sus acciones contra
los ejércitos franceses, San
Un grande entre los grandes
>> En 1791, San Martín combate contra los árabes en el norte de África.
Martín es ascendido a subteniente,
contando apenas con
quince años. Incorporado al
ejército de Aragón, San Martín
es transferido seguidamente al
de Rosellón (zona limítrofe entre
Francia y España). Allí interviene
en los combates de
Masden y Truilles. Sobresale
por su valor en la defensa de la
Torre Batera.
47
>> En marzo de 1812, José de San Martín
arribó a Buenos Aires a bordo
de la fragata “George Canning”.
En Creu de Ferro es elogiado
por su coraje y realiza importantes
acciones en el ataque a
las peligrosas alturas de San
Marsal. Combate con denuedo
en la captura de Banylus de
Mar, erizada de cañones. A los
dieciséis años, en 1794, es ascendido
a teniente segundo.
• 1796. Uno de los primeros
acontecimientos dolorosos
que le tocó vivir fue la muerte
de su padre en la ciudad de
Málaga.
• 1797. El regimiento Murcia es
embarcado en la Flota Espa -
ñola del Mediterráneo.
San Martín participa heroicamente
en el combate naval de
Cabo San Vicente.
• 1804. El mérito a sus brillantes
acciones contra los ingleses y
portugueses le otorgan en
Cádiz el grado de capitán segundo
de Infantería Ligera de
Voluntarios de Campo Mayor.
• 1808. Al defender al capitán
general de Andalucía a riesgo
de perder su vida, evita que el
pueblo enardecido lo linche
por no haber ordenado el contraataque
a la escuadra francesa.
Ese año es ascendido a
capitán del Regimiento de
Borbón. Sin embargo, su carrera
militar a las órdenes del rey
de España alcanzó su punto
48
máximo cuando los
ejércitos napoleónicos
invadieron la península.
El joven capitán logró
un importante
triunfo en Arjonilla que
le valió una nueva condecoración
por su valor
en combate. Tiempo
después, fue ascendido a
teniente coronel de caballería
por sus meritorias
acciones en la batalla
de Bailén. La medalla obtenida
en este enfrentamiento
se la regaló su
nieta Pepita Balcarce.
Su regreso
al país
El 25 de mayo de 1810 estalló la
revolución en Buenos Aires.
Enterado de lo ocurrido en el Río
de la Plata, un año más tarde, en
1811, San Martín inició los trámites
para solicitar la baja del ejército
español. Los agentes del
espionaje recelaron de la sorpresiva
decisión de este oficial
tan valeroso. Evidentemente no
querían desprenderse de él.
Entonces, San Martín debió recurrir
a la astucia que lo haría famoso
a lo largo de todas sus
campañas militares: pretextó
que debía viajar urgentemente
a Lima para atender impostergables
asuntos familiares. El 19
de septiembre de 1811 San
Martín se dirigió a Londres, donde
se reunió al grupo de americanos
que desde comienzos de
siglo estaban conspirando
para lograr la libertad de
las colonias españolas
del Nuevo
Mundo. En la capital
británica se contactó
con la Gran Reunión
Ameri cana, una sociedad
secreta fundada
por Mi randa,
cuya meta era lograr
la independencia de las
colonias españolas en
América. Pertenecían a esta
sociedad, entre otros,
Simón Bolívar y Bernardo
O’Higgins.
Malestar político
en Buenos Aires
El 6 de marzo de 1812
arribó a Buenos Aires.
Estaba acompañado por
varios oficiales que habían
servido al ejército español,
en su mayoría originarios
del Río de la Plata.
El Primer Triunvirato confirmó
a San Martín en su grado
de teniente coronel de caballería
y le encargó la creación
de un escuadrón basado en las
tácticas francesas.
A poco de arribar, San Martín tomó
conocimiento de la impopularidad
del Triunvirato. Entonces,
paralelamente a la formación de
un cuerpo militar, se dedicó a la
actividad política.
La Logia Lautaro
Junto a Alvear, Zapiola y el Barón
de Holmberg, San Martín fundó
una sociedad secreta: la Logia
Lautaro (en homenaje al gran
caudillo araucano que murió en
defensa de la libertad de su pueblo
durante la guerra de conquista
española).
El lema de la logia era: “Trabajar
con sistema y plan en la independencia
de América y su felicidad,
obrando con honor y
procediendo con justicia”.
La actividad de la Logia Lautaro
fue decisiva en los hechos que
produjeron la caída del Primer
Triunvirato, el 8 de octubre de
1812. Esta fue la única vez que
San Martín utilizó el poder de las
armas para intervenir en el escenario
político.
El casamiento
A comienzos de Semana Santa
de 1812, San Martín “descubrió”
a María de los Remedios de
Escalada en las calles de
Buenos Aires.
La niña (que no contaba aún 15
años) paseaba acompañada por
su madre. San Martín, ya un
hombre maduro (tenía 34 años),
quedó prendado de su belleza.
Los Escalada, una tradicional familia
porteña, no pusieron obstáculos.
El Segundo Triunvirato
dio el consentimiento y el casamiento
se celebró el 22 de septiembre.
Los Granaderos
a Caballo y el combate
de San Lorenzo
Un enérgico entrenamiento posibilitó
que el Regimiento de
los Granaderos a Caballo estuvieran,
en 1813, listo para demostrar
su valor.
Desde comienzos de ese año se
tenían informes de que los españoles
realizaban incursiones en
el Paraná, saqueando pueblos.
Planeaban, además, un fuerte
>> A principios de 1814, San Martín
fue enviado a hacerse cargo del Ejército
del Norte, en reemplazo de Manuel
Belgrano. En la posta de Yatasto
se produjo el encuentro de los dos
jefes militares, quienes humildemente
supieron dejar de lado orgullos
personales.
>> Escultura de San Martín (situada
en la calle Torneo de Sevilla). Dice
la placa: “República Argentina.
Homenaje al Padre de la Patria
General Don José de San Martín”.
desembarco en la costa santafesina.
El 3 de febrero de 1813, los
120 granaderos (que se hallaban
ocultos en el convento de San
Carlos) aniquilaron a los 300 españoles
que habían desembarcado.
Apenas quedaron 50 para
regresar a los barcos y huir a toda
vela. San Martín lamentó solo
8 bajas. A partir de ese momento,
los españoles cesaron
en sus ataques
fluviales para siempre.
El Ejército del Norte
A principios de 1814, el
Directorio envió a San Martín a
hacerse cargo de los derrotados
ejércitos de Belgrano. En la posta
de Yatasto tuvo lugar el encuentro
entre los dos jefes y
Belgrano le hizo entrega de sus
hombres.
Sin embargo, San Martín era de
la opinión que en el lugar bastaban
y sobraban los gauchos de
Güemes para contener a los realistas.
Sus planes eran más ambiciosos:
no solo defenderse, sino atacar
al enemigo en sus reductos más
poderosos de Chile y Perú.
Fue en Yatasto donde San
Martín le comunicó su decisión
a Güemes.
Simultáneamente, pidió autorización
a Posadas para hacerse
cargo del gobierno de la intendencia
de Cuyo.
El plan continental
Por la libertad
de toda América
San Martín nunca se llamó a sí mismo rioplatense o argentino, siempre se dijo americano o
sudamericano, pues él pensaba que su patria era América del Sur y no un determinado lugar de ella.
Fiel a esta convicción luchó siempre para que la independencia de toda América fuera una realidad.
La Independencia
para todos
San Martín pensaba que el único
modo de asegurar la independencia
de su patria era
afirmar, también, la de las naciones
hermanas de América.
En 1848, dos años antes de su
muerte, le diría en una carta al peruano
Manuel Castilla: “Yo serví en
el ejército español, en la Península,
desde la edad de trece a treinta y
cuatro años, hasta el grado de teniente
coronel de caballería. En
una reunión de americanos en Cádiz,
sabedores de los primeros
movimientos acaecidos en Caracas
y Buenos Aires, resolvimos
regresar cada uno al país de nacimiento
a fin de prestarle nuestro
servicio en la lucha…”.
Desde 1810, los gobiernos de
Buenos Aires habían intentado
por medio de las armas extender
el movimiento revolucionario
hacia el norte,
pero toda intención de entrar en
el Alto Perú por parte del Ejército
del Norte había resultado un fracaso.
Cuando San Martín se hizo
cargo de ese ejército, tenía decidido
cómo lograr la independencia
americana.
Un plan genial
Allí, en el norte, nació su famoso
plan continental: “La patria no
hará camino por este lado del
norte que no sea una guerra permanentemente
defensiva y nada
más; para eso bastan los valientes
gauchos de Salta con dos escuadrones
de buenos veteranos. Pensar
otra cosa es echar al pozo
hombres y dinero. Así es que yo no
me moveré ni intentaré expedición
alguna. Ya le he dicho a usted
mi secreto. Un ejército pequeño o
bien disciplinado en Mendoza
para pasar a Chile y acabar allí
con los godos, apoyando a un
gobierno de amigos sólidos,
para acabar también con la
anarquía que allí reina. Aliando
las fuerzas, pasaremos
por el mar a tomar Lima. Ese
es el camino y no este, mi
amigo. Convénzase usted de
que hasta que no estemos
en Lima la
guerra no se
acabará”.
>> Desde su llegada a América,
los planes de San Martín
contemplaron lograr la libertad
de todo el continente.
Por supuesto, el remitente de esta
carta no era otro que San Martín.
¿A quién iba destinada? A Nicolás
Rodríguez Peña.
¿Dónde y cúando fue escrita? en
Tucumán el 22 de marzo de
1814.
Colombia
Venezuela
¿En qué consistía
el plan continental?
Ecuador
Este plan tenía varias fases.
• Cruzar la Cordillera de los Andes y
asegurar la independencia de Chile.
• Por mar, avanzar sobre el Perú, la
plaza militar más fuerte de los
realistas.
• Al mismo tiempo, invadir por tierra
el Alto Perú desde el noroeste
argentino para distraer a los
efectivos apostados en el Perú.
F
Perú
Bolivia
(Alto Perú)
Además, era necesario que
Simón Bolívar triunfara en sus
luchas por la emancipación de
los países del norte del continente.
Desde allí, debería avanzar con
sus ejércitos para complementar
el “movimiento de pinzas” de
las tropas de San Martín.
De este modo, se lograría derrotar
al poderoso ejército español
del Perú y finalizar victoriosamente
las guerras por la emancipación
iniciadas en 1810.
Para poner en marcha el plan
continental ideado por San
Martín, era indispensable realizar
previamente una serie de tareas
muy arduas. Estas eran las
más importantes:
Avance desde el sur
En realidad, el avance sobre el Alto
Perú desde el sur nunca se realizó,
y los ejércitos de Bolívar llegaron
bastante tiempo después de lo
previsto por San Martín.
• Armar y entrenar un poderoso
ejército, capaz de cruzar los
Andes y liberar Chile.
• Equipar una armada para
caer sobre Lima (“no puede
hacerse sin una fuerza naval
que domine el mar Pacífico”).
• Lograr el apoyo de las
Provincias Unidas del Río de
la Plata, para que armasen una
expedición hacia el Alto Perú,
una vez que la armada avanzase
sobre Lima.
• Que Simón Bolívar tuviese
éxito en la guerra de emancipación
de los países del norte
de la América del Sur.
I
Provincias Unidas
EL PLAN CONTINENTAL
Referencias:
EJÉRCITO DE BÓLIVAR
EJÉRCITO DE SAN MARTÍN
EJÉRCITO DEL RÍO DE LA PLATA
Es ta es la re pre sen ta ción de los mo -
vi mien tos de tro pas con ce bi dos por
San Mar tín en su plan con ti nen tal.
Los límites geógraficos corresponden
a la di vi sión po lí ti ca ac tual.
No todo pudo resolverse favorablemente.
Por eso, la lucha
por la independencia americana
recién llegó a su fin en 1824,
diez años después de que San
Martín comenzara a poner en
marcha su plan.
La campaña
sanmartiniana
Al hacerse cargo de la Intendencia
de Cuyo, San Martín debía
resolver dos problemas : la organización
de un ejército sin medios
y el peligro de una invasión realista
a Mendoza.
51
>> El cruce de los Andes:
una reconocida hazaña militar.
La indiferencia de Buenos Aires
fue suplantada por el noble
corazón y la generosidad de los
cuyanos. Fueron los artífices del
Ejército de los Andes.
Después de una decisiva entrevista
con Pueyrredón, San
Martín logró que el gobierno
central se interesara por su proyecto.
A mediados de 1816 se estableció
el campamento principal en
el Plumerillo. El Ejército de
Cuyo cambió su denominación
por el de Ejército de los Andes.
Simultáneamente, San Martín,
para confundir al enemigo, originó
una serie de informes falsos.
Es lo que se conoció como
“la guerra de zapa”.
La Independencia
chilena
Entre el 9 y el 27 de enero fueron
saliendo las seis columnas que debían
atravesar los Andes.
Este cruce está considerado como
una de las hazañas militares más
destacadas de todos los tiempos.
Las tropas debieron sortear alturas
de casi 5.000 m y condiciones climáticas
adversas. No obstante, todas
las columnas cumplieron su
objetivo y, finalmente, en febrero
52
de 1817, las tropas patriotas obtuvieron
el resonante triunfo de
Chacabuco. A pesar de la derrota
de Cancha Rayada, las fuerzas
sanmartinianas se reorganizaron
y derrotaron completamente al
enemigo el 5 de abril en Maipú.
Con el abrazo que se dieron San
Martín y O’ Higgins en el campo
de batalla quedó asegurada la definitiva
independencia chilena.
Ahora, Perú...
San Martín organizó dos fuerzas
de ataque para la campaña
al Perú: por un lado, la que haría
la campaña por las sierras; por el
otro, las fuerzas de mar.
También debió enfrentarse al
grave inconveniente de la caída
del gobierno directorial en
Buenos Aires. Entonces, la oficialidad
y los soldados acordaron
proseguir la liberación del Perú,
pero bajo bandera chilena.
La flota zarpó el 20 de agosto de
1820. El 10 de julio –después de
heroicos combates como la batalla
de Pasco– el virrey De la
Serna huyó de la ciudad.
Entonces, San Martín ingresó
triunfalmente en Lima.
El 14 de julio, el Cabildo y una
junta de vecinos declararon la
independencia del Perú. Y el
28, San Martín recibió el título
de Protector del Perú.
La Conferencia
de Guayaquil
El 26 de julio de 1822 se reunieron
en Guayaquil (Ecuador), San
Martín y Bolívar. El problema
fundamental era que los españoles
se habían hecho fuertes
en el sur del Perú.
El objetivo era lograr un acuerdo
entre los dos grandes jefes para
acabar definitivamente con los
españoles. San Martín dejó en
manos de Bolívar la liberación
definitiva de América.
Mientras tanto, en Perú, aprovechando
su ausencia, dos bandos
políticos se disputaban el poder.
Fue así que nuestro héroe tomó
la decisión de renunciar a la vida
pública y retirarse del Perú.
Convocó un congreso constituyente
y renunció oficialmente a
su cargo.
Rumbo al exilio
europeo
A su regreso a Buenos Aires, en
1823, San Martín comprobó que
la situación política era muy inestable.
Muchos hombres –como Riva -
davia– se mostraban abiertamente
hostiles hacia él.
El 10 de febrero de 1824, a bordo
del barco “La Bayonais” emprendió
el autoexilio rumbo a
Europa. En 1829 volvió a la
Argentina y tomó conocimiento
de los conflictos civiles que asolaban
al país.
Rechazó el ofrecimiento unitario
de comandar las tropas de esa
fracción, pues le repugnaba participar
en un enfrentamiento civil.
Vivió alternativamente en
Grand Bourg y París, para trasladarse
finalmente al pacífico pueblito
de Boulogne Sur Mer
(Francia).
El 17 de agosto de 1850 falleció
rodeado del afecto de su hija
y sus nietas.
LA
BÚSQUEDA DE LA
UNIDAD NACIONAL
Entre 1820 y 1824, las provincias demostraron que eran “mayores
de edad”: se gobernaban por sí mismas. Los caudillos, hombres como
Ramírez, López, Quiroga y tantos otros dieron a sus provincias todo
lo que pudieron para que realmente fueran el orgullo del país
con que ellos soñaban: un país federal.
Las autonomías provinciales
¿Qué es el federalismo?
A partir de 1820, las provincias
formaron verdaderos Estados
republicanos. Eran independientes,
gozaban de autonomía
política y poseían sus propias
instituciones, pero reconocían la
unidad nacional. Querían que
el país se volviera a organizar,
pero no bajo la influencia de
una sola provincia (Buenos
Aires) sobre las demás, sino bajo
un mismo gobierno que reconociera
a cada una su libertad (por
ejemplo, elegir a sus gobernadores
o dictar sus leyes). Esa forma
de gobierno se llama federalismo
y tiene su inspiración en
los Estados Unidos.
Las provincias pobres
Las antiguas ciudades coloniales
habían nacido como puntos de
reunión en las inmensas distancias,
es decir que nacieron y crecieron
muy aisladas. Tuvieron
una personalidad muy localista,
esto es, no permitían la influencia
de sus vecinos. Además,
su población era muy escasa
con respecto a la de Buenos
Aires. Por otra parte, Buenos Aires
tenía su Aduana y puerto, que le
permitía recaudar muchísimo dinero.
En cambio, las provincias
casi no disponían de recursos.
¿Quiénes eran
los caudillos?
Cuando en 1820 las provincias
decidieron separarse de Buenos
Aires, fueron sus caudillos quienes
las gobernaron.
La mayoría eran señores que
provenían de familias acaudaladas
y que se preocupaban mucho
por la vida de sus paisanos
más pobres. Por eso la gente del
pueblo los apoyaba. Un ejemplo
lo tenemos con el salteño
Martín Miguel de Güemes.
Los caudillos no fueron personajes
temerarios. Lo que pasa
es que –en la mayoría de los casos–
si bien respetaban los
mandatos constitucionales de
sus provincias, también hacían
pesar su propia voluntad.
>> Fuerte de Buenos Aires, donde
sesionó hasta 1820 el Congreso. En ese
lugar está hoy la Casa de Gobierno.
>> Martín Miguel de Güemes,
óleo de Eduardo Schiaffino.
El Litoral respondía a López
(Santa Fe) y a Ramírez (Entre
Ríos) y, hasta la firma del Tratado
del Pilar, estaba bajo la protección
de Artigas. ¿Qué sucedió?
Artigas protestó porque no se lo
había consultado para la firma
del tratado. Ramírez, furioso, le
dijo en una carta que no se metiera
más en los asuntos litoraleños.
Se desató entre ellos un
conflicto del que Artigas salió
derrotado en Las Tunas (24 de
julio de 1821). Después de esto,
Artigas se retiró para siempre al
Paraguay. En el Noroeste encontramos
a Quiroga (La Rioja) y
Bustos (Córdoba). En Santiago
del Estero gobernaba Ibarra.
Se inician
los enfrentamientos
Entre 1821 y 1822 se produjeron
enfrentamientos entre López y
Ramírez, y Güemes se enfrentó
con el tucumano Aráoz. En esos
terribles años hubo intento por
lograr la unidad, como lo demuestran
los tratados del Pilar,
Benegas y el del Cuadrilátero,
entre otros.
El Congreso de 1824
Fue Las Heras quien decidió la
reunión de un Congreso Cons -
tituyente en 1824.
>> Estanislao López, caudillo
de Santa Fe, la primera provincia
que tuvo Constitución propia.
El peligro de un posible conflicto
con el Brasil aceleró la convocatoria
a los diputados de todo
el país, a razón de uno por cada
15.000. Por su población de
135.000 habitantes, la provincia
de Buenos Aires designó nueve
representantes y la ciudad fue
elegida sede del Congreso.
El 23 de enero de 1825, el
Congreso sancionó la Ley
Fundamental que establecía
las siguientes normas:
• el Estado pasaba a denominarse
Provincias Unidas del Río
de la Plata;
• las provincias tienen el derecho
de conservar un régimen
político interno;
• la Constitución se sancionará
solo cuando las provincias hubieran
acordado con cada una
de sus partes.
El carácter federalista de la Ley
Fundamental mereció elogios
de todas las provincias, que
veían reflejadas en ella sus aspiraciones.
La Ley de Presidencia
A mediados de 1825, Las Heras
presentó su renuncia al cargo
(conferido por la Ley Fun da -
mental), pues consideraba incompatibles
esa función y la
de gobernador de la provincia
de Buenos Aires. El Congreso no
aceptó la dimisión, pues la inminencia
de la guerra con el Brasil
exigía un Poder Ejecutivo Na -
cional permanente.
En 1825, regresó Rivadavia (que
había permanecido en Europa
realizando gestiones diplomáticas).
Sus influencias e intrigas
determinaron que los diputados
federales fueran “copados” por
los unitarios. Esto produjo:
• la creación del Poder Eje -
cutivo Nacional, cuyo jefe sería
elegido por el Congreso con
el título de presidente de las
Provincias Unidas del Río de la
Plata (6 de febrero de 1826);
• el nombramiento de Riva -
davia como presidente;
• la sanción de la Ley de Capita -
lización (los límites capitalinos
eran Tigre, el Río de la Plata,
Ensenada y Merlo);
• la sanción de la Constitución
de 1826 (de carácter porteño y
centralista, avasallaba los derechos
provinciales), que fue rechazada
por unanimidad.
En síntesis: de la prometedora
unidad alcanzada con la Ley
Fundamental, se volvía a la de -
su nión provocada por la Cons -
titución que impulsaba un
grupo ambicioso de poder y
de entreguismo.
¿SABÍAS QUE...
… a Ramírez se lo llamó el Supremo
Entrerriano porque el 24 de enero de
1820 fue elegido Jefe Supremo de la
República de Entre Ríos (que comprendía
Entre Ríos, Corrientes y Misiones)?
54
La administración de Rivadavia
El primer presidente
El gobierno de Rivadavia se caracterizó por cuatro puntos conflictivos:
la cuestión aduanera, la Ley de Enfiteusis, la capitalización y el Banco Nacional.
Otro de los grandes problemas del gobierno de Rivadavia fue la guerra con el Brasil.
Rivadavia al poder
El 7 de febrero de 1826 el
Congreso nombró presidente a
Bernardino Rivadavia por 35 votos
contra 3. Al día siguiente
Rivadavia prestó juramento, tomó
posesión de su cargo y formuló
su programa de gobierno
en un extenso discurso en el
que expresó su decisión de consolidar
la autoridad de las Pro -
vincias Unidas sobre bases
nacionales.
La Ley de Capitalización
Rivadavia envió al Congreso, al
día siguiente, un proyecto por el
que declaraba capital de todo
el Estado a la ciudad de
Buenos Aires y parte de su
campaña.
Con el resto de su territorio serían
creadas posteriormente dos
nuevas provincias: del Paraná y
del Salado. Esta medida de erigir
capital a Buenos Aires fue objeto
de calurosos debates entre sus
defensores (Valentín Gómez y el
ministro de Gobierno Agüero)
y sus opositores (Dorrego y
Manuel Moreno). Al cabo de largas
sesiones, el Congreso la
aprobó por 25 votos contra 14,
el 4 de marzo de 1826. El doctor
Agüero envió una carta al general
Las Heras para comunicarle
que, en virtud
de la Ley
>> Rivadavia fue el primer presidente
de la Nación, entre el 8 de febrero
de 1826 y el 7 de julio de 1827.
de Capitalización, había cesado
en su cargo de gobernador.
Ambas leyes –la de Presidencia
y la de Capitalización– fueron
rechazadas por las provincias,
ya que violaban lo establecido
por la Ley Fundamental, al desconocer
y avasallar los derechos
de las provincias.
La cuestión minera
Durante su estadía en Londres,
Rivadavia había formado una
sociedad directorial, de la cual él
mismo era presidente, con el
fin de explotar las minas.
Esta sociedad se vio impedida
de actuar ya que chocaba
con los intereses de las
provincias reconocidos
por la Ley Fundamental.
Los gobiernos provinciales se
negaron a revocar los contratos
hechos anteriormente con otras
compañías mineras y a ser despojados
de importantes fuentes
de recursos. Rivadavia fue duramente
criticado por sus opositores
(en especial por Facundo
Quiroga, que poseía acciones
en una compañía minera de La
Rioja), que lo consideraban parcial
en la resolución de este problema.
El Banco Nacional
El Banco de Descuentos, creado
por Rivadavia en 1822, se transformó
durante su presidencia
debido a una crisis financiera –a
causa de la emisión de moneda
sin respaldo metálico–. Se llamó
Banco de las Provincias
Unidas del Río de la Plata
(1826).
>> Durante
la presidencia
de Rivadavia
se declaró
a Buenos Aires
Capital Nacional.
Este óleo
de Pellegrini
muestra
la Recova
de la ciudad.
>> Bergantín de la Armada en la
maestranza de la Boca del Riachuelo.
Este banco se formó, principalmente,
con el aporte del Estado,
pero en la práctica estuvo controlado
por los accionistas particulares,
ya que el gobierno solo
aportó al capital (que había sido
estipulado en 10 millones) un
poco más de 2 millones de pesos
(provenientes del empréstito
Baring) y el antiguo Banco,
250.000.
El Banco Nacional era el único
organismo en el país que podía
acuñar moneda –con aprobación
de la Legislatura– y otorgar
préstamos.
La Ley de Enfiteusis
Durante la gestión de Martín
Rodríguez se había dictado una
ley por la cual se garantizaba la
deuda externa e interna de
Buenos Aires con las tierras públicas
de dicha provincia, que se
entregaron en arrendamiento a
particulares con el sistema de
enfiteusis (1822). En 1826,
Rivadavia aplicó el mismo sistema
al resto de las provincias con
el objeto de recaudar fondos,
con lo que aprobó la Ley de
Enfiteusis. Este sistema causó
grandes inconvenientes, ya que
al no determinar la extensión
56
máxima de los arrendamientos,
se formaron grandes latifundios
que no fueron explotados.
La Constitución de 1826
En el interior del país hubo una
actitud de oposición al gobierno
nacional, encabezada por
Bustos, Ibarra y Quiroga y, en el
Congreso, se alzaron las voces
disconformes de Manuel Do -
rrego y Manuel Moreno. El 4 de
abril de 1826, Rivadavia había
enviado una nota para apresurar
el estudio de la Constitución.
El 24 de diciembre de 1826 se
aprobó la Constitución, que se
remitió a los pueblos para que
la corroboraran y que obtuvo la
firma de 72 diputados de todo el
>> El retorno a la Argentina
de los restos de Rivadavia, ocurrido
el 20 de agosto de 1857.
país. A pesar de ello, con excepción
de la Provincia Oriental, el
resto de las provincias se pronunciaron
en contra.
La renuncia
La nacionalización de las aduanas
provinciales, sumada a las
leyes de Presidencia, Capitali -
zación y la Constitución de 1826,
crearon un clima de agitación.
La guerra con el Brasil trajo aparejada
una victoria militar, pero
una derrota diplomática. En
efecto, las instrucciones secretas
enviadas por Rivadavia para
acordar la paz, indignaron al
pueblo. Rivadavia debió renunciar,
exiliándose en Europa.
El empréstito Baring
Para saldar la deuda pública de la
provincia, construir el muelle de
Buenos Aires, instalar los servicios de
agua corriente y alumbrado público,
y fundar nuevos pueblos, en agosto
de 1822 la Junta de Representantes
autorizó por ley, al gobierno provincial,
a contratar en Londres un empréstito
de cinco millones de pesos fuertes,
que equivalían a un millón de libras
esterlinas. Rivadavia, como ministro
de gobierno, fue quien negoció el
empréstito. La operación se acordó
con la fuerte casa bancaria Baring
Brothers de Londres, con un interés
del 6 %. En julio de 1824, durante
el gobierno del general Las Heras,
se concretó el empréstito, pero no fue
sino en diciembre de 1825 cuando
se recibió la cantidad de 10.991 onzas
de oro. La llegada del oro dio una
tregua al Banco de Descuentos aunque
no logró detener la carrera
inflacionaria que soportaba el país.
La casa Baring retuvo parte de la suma
estipulada en concepto de cobro
anticipado de intereses, y solo envió
una parte del saldo en oro; otra parte
se la llevaron los comisionistas
intervinientes en la operación.
La guerra con el Brasil y las luchas
civiles impidieron que se destinara
el empréstito a las obras proyectadas.
Para recuperar la Banda Oriental
La guerra con el Brasil
El 1 de enero de 1826 el Congreso de las Provincias Unidas declaró la guerra al
Brasil. Las infamantes condiciones de la paz aceleraron la caída del gobierno rivadaviano.
Las causas
José Gervasio Artigas fue vencido
definitivamente por los portugueses
en la batalla de
Tacuarembó (1820), por lo que
estos últimos anexaron la Banda
Oriental al Brasil con el nombre
de Provincia Cisplatina, en
1821. En 1822, don Pedro, hijo de
Don Juan VI (en ese entonces regente
del Brasil) se coronó como
Pedro I, Emperador del Brasil, y
rompió los lazos que lo unían
con Portugal. El gobierno de
Martín Rodríguez (que seguía
manejando la aduana y puerto
de Buenos Aires en exclusividad)
reconoció al Emperador y
envió a Río de Janeiro, en misión
diplomática, a Valentín Gómez,
con el propósito de recuperar la
Banda Oriental, sin que tuviera
éxito en la misión.
GUERRA CON EL BRASIL
Provincias Unidas
del Río de la Plata
río Uruguay
Martín
García
Colonia
Buenos Aires
Los “33 orientales”
Mientras tanto, los orientales no
se resignaban a permanecer bajo
el dominio del Brasil, por lo
cual Lavalleja y Oribe arribaron
a Buenos Aires en busca de aliados
para armar una insurrección.
Consiguieron el apoyo de
Es tanislao López, Tomás de An -
chorena y Juan Manuel de Rosas
y, de esta manera, treinta y dos
hombres al mando de
Lavalleja desembarcaron en la
Banda Oriental, el 10 de diciembre
de 1825.
El Congreso de las Provincias
Unidas declaró la guerra al
Imperio del Brasil el 1 de enero
de 1826. Este conflicto, en el que
las tropas de las Provincias
Unidas eran menos poderosas,
terminó con el Imperio del Brasil
derrotado militarmente.
Maniobra de Alvear
(simula atacar
su cuartel general
para engañar
al enemigo).
Durazno
(Cuartel general)
Río de la Plata
Río Negro
Río Ibicuy
Ituzaingó
20/2/1827
2
3
Montevideo
Santa Ana
(Cuartel general
de Barbacena).
Paso de Ombú
13/2/1827
Bagé
Cuarteles de invierno
nacionales
Sarandí
(Triunfo de Lavalleja)
Bacacay
Camacuá
23/4/1827
Río
Grande
OCÉANO ATLÁNTICO
Ejército Nacional
Ejército Imperial
a Patagones
(severa derrota brasileña por fuerzas populares).
Un balance negativo
de conjunto
A pesar de las resonantes victorias
terrestres (Ituzaingó) y navales
(Juncal), la guerra tendrá un
saldo desfavorable para las Provincias
Unidas. Los británicos,
perjudicados en su comercio,
pensaban que el enfrentamiento
entre Argentina y Brasil podría
ser negativo para sus intereses.
Conciben, entonces, la independencia
de la Banda Oriental,
que sería usado como un Estado
“tapón”, una especie de “freno”
para evitar el enfrentamiento
entre las dos potencias, lo que
perjudicaba el interés inglés en
materia económica y de libre
cambio comercial. Además, se
produjeron los siguientes hechos
como consecuencia directa del
conflicto bélico.
• Debíamos indemnizar a Brasil
por los gastos de guerra.
• Debíamos evacuar la Banda
Oriental y Martín García.
• Los británicos podrían navegar
desde ese momento libremente
por nuestros ríos.
• La guerra con el Brasil significó,
pese a todo, la caída de
Rivadavia como presidente.
• La paz provisoria se firmó el
24 de mayo de 1827.
• La paz definitiva fue firmada
tiempo después, el 27 de agosto
de 1828, en Río de Janeiro
(Brasil). Fue durante el gobierno
de Manuel Dorrego. Cuando las
naciones firmantes canjearon
las ratificaciones del tratado,
Uruguay fue independiente.
57
Unitarios y federales
Dos proyectos de país
Sin duda, los enfrentamientos entre unitarios y federales estuvieron signados por una larga
cadena de crímenes absurdos, fruto de la locura política que propugna el odio entre hermanos.
Quizás el ejemplo más importante para señalar este extenso camino de desencuentros sea
el de la muerte de Dorrego ordenada por Lavalle.
Dorrego gobernador
Al caer el gobierno de Rivadavia
en 1827, el Congreso Nacional
eligió como gobernador provisorio
a Vicente López y Planes
(el creador del Himno Nacional).
El 18 de julio la provincia de
Buenos Aires volvió a tener categoría
política (recordemos
que había “desaparecido” jurídicamente
por la Ley de Capita -
lización de Rivadavia).
Las autoridades volvieron a ser
elegidas y Manuel Dorrego resultó
electo gobernador.
Uno de los primeros actos de
gobierno de Dorrego fue enviar
a sus representantes a la reunión
interprovincial convocada
por el cordobés Bustos. El objetivo
era promulgar una
Constitución federal y tratar de
>> Juan Facundo Quiroga.
>> El 25 de abril de 1829, el General Paz, tras haber derrotado a Bustos, fue designado
gobernador de la provincia de Córdoba.
repartir los fondos aduaneros de
una manera equitativa y racional.
Tengamos en cuenta que se rá
esa Convención la que aprobará
la paz con el Brasil, en 1828.
Estrategias unitarias
El bando unitario quería aniquilar
a los federales (Bustos, Dorrego,
Quiroga, Ibarra, López y
Ramírez). Para ello organizaron
un “puente estratégico” con
cabeceras en Córdoba y Buenos
Aires. El objetivo era dar un golpe
que aislara a los federales. El
General Paz, unitario, logrará en
1829 derrocar a Bustos. Otras
provincias compartirán las ideas
de los unitarios. El año 1830 vio
nacer la Liga Unitaria.
El general Lavalle, con los laureles
todavía frescos por su triunfo
en Brasil, apoyó decididamente
al bando unitario. Siguiendo las
instrucciones, preparó un golpe
en Buenos Aires. El 18 de diciembre
de 1828 ocupó la Plaza de la
Victoria y Dorrego debió huir
ante la superioridad numérica.
Lavalle organizó entonces elecciones
fraguadas que lo convirtieron
en el nuevo gobernador.
Apenas investido, salió a perseguir
a Dorrego, quien finalmente
resultó derrotado en Navarro.
Asesinato de Dorrego
Dorrego, capturado, pensó que lo
desterrarían. Pero se equivocó: finalmente
decidieron fusilarlo.
58
Ante una carta del almirante
Brown en la que pedía clemencia,
Lavalle contestó que era necesario
“cortar la cabeza de la hidra”
(la hidra era un animal mitológico
con una cabeza principal y
cien más en el extremo de cada
uno de sus tentáculos).
Los jefes unitarios, como salvador
María del Carril, exigieron el inmediato
fusilamiento. El 13 de diciembre,
Dorrego fue ejecutado
en Navarro.
Campaña unitaria
En enero de 1829, el General Paz,
que regresaba de combatir del
Brasil, desembarcó con sus tropas
en Buenos Aires. Repugnado por el
asesinato de Dorrego y disgustado
con los unitarios que rodeaban
a Lavalle, pidió a este una división
de 1.000 hombres para establecer
en Córdoba un centro logístico de
resistencia al federalismo.
El operativo invasión tenía un
objetivo claro: derrocar a Bustos,
neutralizar a Quiroga y dominar
todas las provincias del norte.
Por otra parte, Paz le hizo presente
a Lavalle que este operativo
aseguraría el poder y evitaría
la desmoralización del ejército
por la inactividad. Lavalle dudó
en un principio, pero ante unos
conatos de sublevación en las
tropas, consintió el pedido.
>> General Juan Lavalle. Comandante
de la Primera división del ejército
en 1828.
Córdoba invadida
El 3 de abril de 1829 las tropas
de Paz se unieron con Lavalle
en Los Desmochados y desde
ese punto invadieron Córdoba.
Lavalle, por su parte, debió retornar
a Buenos Aires acosado por
López y Rosas. El 12, Paz se adueñó
sin lucha de la capital de la
provincia. El gobernador Juan
Bautista Bustos se retiró al oeste
de la ciudad. Paz intentó acordar
con Bustos, pero ante la
negativa del caudillo avanzó
con sus tropas contra las del gobernador.
A pesar de la superioridad
numérica de las tropas de
Bustos, estas eran inferiores en
táctica y estrategia. Ante el primer
ataque, el 22 de abril, las tropas
de Bustos se desbandaron.
El general Paz quedó designado
gobernador delegado de la provincia
de Córdoba y asumió al regresar
a la ciudad el 25 de abril.
Derrota de Quiroga
La reacción federal no se hizo
esperar: los gobernadores Qui -
roga, Aldao, López e Ibarra se
aprestaron a atacar a Paz.
En mayo de 1829, Quiroga invadió
Córdoba y esperó refuerzos
cuyanos en el área de Pocho, logrando
reunir 5.000 hombres.
Avanzó hasta la capital, donde
derrotó a la pequeña guarnición
que había dejado Paz. El caudillo
riojano condujo a sus tropas a
La Tablada, donde el 22 y 23 de
>> En una misión de reconocimiento,
el General Paz fue tomado prisionero
por las fuerzas de Estanislao López
(1831) en territorio cordobés.
junio se libró la batalla homónima
y en la que Paz derrotó por
completo a Quiroga, quien huyó
hacia San Roque.
Quiroga, de regreso a La Rioja,
impuso fuertes contribuciones a
los poderosos con el fin de derrotar
a Paz. Con un ejército de
4.000 hombres volvió a invadir
la provincia en 1830. En febrero
de ese año se libró la batalla de
Oncativo, que culminó una dura
derrota para el riojano.
La Liga Unitaria
Paz envió una serie de expediciones
militares para deponer a
los gobernantes federales.
Quedó conformada en 1830 la
Liga Unitaria o del Interior. La
respuesta federal fue dada en
enero de 1831 al constituirse el
Pacto Federal entre Buenos
Aires, Santa Fe y Entre Ríos.
Los federales atacaron Córdoba
desde varios frentes. En una misión
de reconocimiento, Paz cayó
prisionero de las fuerzas de
López. Este lo trasladó a Santa
Fe. En 1835 fue llevado a Buenos
Aires, de donde huyó en 1838.
Mientras tanto, Lamadrid –lugarteniente
de Paz–, careciendo
del talento de su jefe, fue derrotado
en La Ciudadela (Tucu-
mán). Este episodio terminó
con la Liga Unitaria.
59
Una política conflictiva
La época de Rosas
Nos asomamos a la época de Rosas y la vemos a través de las imágenes de su tiempo. Juan Manuel
de Rosas es una de las figuras más controvertidas de nuestra historia. Impuso durante sus gobiernos
una política muy particular, que le permitió mantener los privilegios económicos de Buenos Aires
frente a la provincias.
Rasgos salientes
de una fuerte
personalidad
• El campo ante todo. Durante
las luchas por la independencia
permaneció en el campo y
no tomó parte en la guerra.
• Amor a toda prueba. A pesar
de la oposición de su madre,
que era muy severa, se casó
con Encarnación Ezcurra, que
más tarde sería llamada “la
Heroína de la Federación”.
• Un carácter firme. Molesto
por una observación que le hiciera
su madre, se marcha
del campo decidido a
emprender un camino
propio.
• Hizo su fortuna. Se asoció
con Terrero, An -
chorena y Luis Dorrego.
Pondrán una industria de
saladeros. Al poco tiempo
exportaban a Brasil y Cuba.
La carne salada era el alimento
de los esclavos. Más
tarde comprará campos y
amasará una gran fortuna.
• Buscando la paz. En 1824 interviene
en el logro del
Tratado de Venegas, que calmó
las tensiones entre Buenos
Aires y Santa Fe.
• Campaña al desierto. Des -
pués de su primer gobierno
(1829-1831) realiza una campaña
contra los aborígenes
>> Soldados de la caballería de Rosas
(litografía de Carlos Morel).
del sur. Los malones serán
contenidos y los estancieros
obtendrán más tierras.
• Un gobernador con todas las
facultades. Para su segundo
mandato (1835-1852), los
Representantes le darán facultades
extraordinarias. Esto
quería decir que tenía el poder
absoluto para tomar decisiones
de gobierno.
>> Imagen de la plaza Brigadier Juan
Manuel de Rosas. La estatua es de
bronce y es la única del cuerpo entero de
Rosas en el país. Inaugurada el 24 de
octubre de 1997, fue realizada por el
escultor Julio César Domínguez.
• Cerca de los humildes. Los
sectores más pobres de la población
le tenían aprecio.
Asistían a todas sus fiestas.
• Todos los habitantes debían
usar la divisa federal: una cinta
roja con inscripciones favorables
a Rosas y contrarias a los
unitarios. El que no la llevaba
era considerado traidor y se lo
encarcelaba.
• Momentos de terror. En muchos
momentos, los habitantes
sentían miedo por los crímenes
políticos que se cometían
en casas y calles.
• Amigo de los británicos. Los
ingleses lo estimaban porque
con la tranquilidad política podían
comerciar sin trabas. Pero
en la Vuelta de Obligado
(1845) defendió nuestra soberanía
contra ingleses y franceses.
60
• Enemigos internos. Urquiza,
gobernador de Entre Ríos, considera
que Rosas no debe ser
reelecto una vez más. Se alía
etonces con el emperador del
Brasil y con tropas uruguayas
para derrocarlo (1852). Urquiza
triunfa en la batalla de Caseros
y Rosas abandona el país.
• El exilio. En abril de 1852 llega
al puerto británico de
Plymouth. Allí es recibido con
21 cañonazos porque se lo
considera un gran amigo de los
ingleses. Se aloja en hotel
Moorshead’s, que aún se conserva.
Con el poco dinero que
lleva, compra una pequeña
granja (sus enemigos le habían
arrebataron las propiedades
que le pertenecían). Al casarse
su hija Ma nuelita, queda solo.
Morirá el viernes 14 de marzo
de 1874.
La navegación
de los ríos
Pese a que Rosas provenía de las
filas federales, a la hora de gobernar,
muchos de sus principios,
que en algún momento
defendió, fueron olvidados. Esto
provocó un enfrentamiento con
las provincias.
El interior buscaba la unidad
nacional, basada en la sanción
de una Cons titución que tuviera
como principios fundamentales
las autonomías provinciales y
la nacionalización de la aduana
y del puerto de Buenos
Aires. Esto implicaba repartir
equitativamente, entre todas las
provincias, los beneficios económicos
retenidos por Buenos
Aires.
Rosas no solo desoyó el pedido
de las provincias, sino que
agudizó la tensión con estas al
impedir la navegación de los
ríos Paraná y Uruguay. Esta
medida impedía que el litoral
comerciara con países extranjeros.
>> Acuarela de Eduardo Sívori. La quinta de Palermo fue residencia de Rosas
en los años en que fue gobernador.
Las provincias más perjudicadas
eran Entre Ríos, Santa Fe y
Corrientes, que dependían de
Buenos Aires para poder comerciar
con otras naciones.
El problema
de la Aduana
Las mercancías inglesas eran
muy baratas y, frente a ellas, las
manufacturas del interior no podían
competir; nadie las compraba.
Esta situación provocó
que las provincias pidieran el
proteccionismo económico
para defender sus modestas industrias.
Rosas lo intentó con la
Ley de Aduanas de 1835.
Esta ley prohibía que los productos
extranjeros que competían
con los del interior entraran
al país y a algunos otros les agregaba
un impuesto. Al principio
dio buenos resultados, pero duraron
muy poco. Además de los
problemas económicos, Rosas
debió enfrentar una serie de
conflictos externos e internos
producidos por quienes querían
terminar con su poder. Todos
fueron derrotados y sus cabecillas
ejecutados. También enfrentó
problemas con Francia,
Inglaterra, Bolivia y la Banda
Oriental. Todos estos conflictos,
desencadenados a partir de
1835, se acentuaron y llevaron a
Rosas a su caída.
El bloqueo
anglo-francés
Utilizando distintas excusas,
Francia e Inglaterra bloquearon
el puerto de Buenos Aires,
intentando presionar a Rosas
para que les otorgara beneficios
económicos.
La agresión tuvo lugar en dos
ocasiones: en 1838 y en 1845.
La última se produjo en la
Vuelta de Obligado, enfrentamiento
en el que murieron 120
argentinos. Finalmente, los bloqueos
fueron levantados y quedó
demostrada la defensa de la
soberanía ante franceses e ingleses.
¿Qué era la mazorca?
La Mazorca era una sociedad política
formada por los llamados
“restauradores” inspirados por la
esposa de Rosas, doña Encarnación
Ezcurra, durante el gobierno
de Balcarce en 1833. De acuerdo
con la documentación que se
encuentra en el archivo histórico
de la provincia de Buenos Aires, fue
esta sociedad la que organizó los
espectáculos públicos en que se rendía
culto a Rosas, la que dirigía y
ejecutaba las persecuciones a los
“salvajes unitarios” y la que realizó
los asesinatos entre 1840 y la oleada
de violencia en 1842.
61
El fin de la época de Rosas
Un país dividido
Todos los años, puntualmente, Rosas enviaba un mensaje a la Sala de Representantes
de la Provincia de Buenos Aires expresando su voluntad de abandonar el mandato,
pero la Legislatura y los diputados del interior lo reelegían. Pero el 1 de mayo de 1851, Urquiza
envió un Pronunciamiento en el que exponía la necesidad de acceder a la renuncia de Rosas.
Rosas reelecto
El 7 de marzo de 1850, la legislatura
de Buenos Aires, tras aprobar
el uso que Rosas efectuara
de la suma del poder público
durante el lustro que concluía,
volvió a elegirlo para el período
1850-1855. Las provincias –con
excepciones– dieron su aprobación
para que Rosas fuera designado
jefe supremo de la
Confederación, investido de
la suma de poderes nacionales,
lo que incluía el manejo de las
relaciones exteriores del país.
Las provincias “disidentes” fueron
Entre Ríos y Corrientes.
El pronunciamiento
de Urquiza
El 5 de enero de 1851, el diario
La Regeneración de Concep ción
del Uruguay (Entre Ríos) editó
un artículo de Carlos de Terrada
en el que se hablaba de la urgencia
de los tiempos para una
definitiva Organiza ción Nacional.
La nota produjo revuelo entre
los federales porteños que le
exigieron a Urquiza que obligara
al articulista a retractarse. La
respuesta la dio Urquiza el 5 de
abril de 1851. En una circular enviada
a todas las provincias
anunciaba que ya era hora de
>> El 3 de febrero de 1852,
las tropas de Urquiza se enfrentaron
a las del caudillo de la Federación,
en Caseros. El triunfo le correspondió
al gobernador entrerriano.
62
>> Disconforme con la política de Rosas,
Urquiza se alió al Brasil, Corrientes
y la Banda Oriental, con el objetivo
de acabar con el arbitrario gobierno
rosista.
poner término a la dictadura rosista.
El 1 de mayo de 1851, en su
cuartel general de San José, el líder
entrerriano firmó el decreto,
conocido como el Pronunciamiento,
que constaba de cuatro
considerandos y cuatro artículos,
citando la enfermedad de
Rosas y la necesidad de acceder
a sus pedidos de renuncia.
En horas de la tarde, el doctor
Seguí leyó el Pronunciamiento
ante las tropas.
En el texto del Pronunciamiento,
enviado a Rosas, Urquiza sustituye
la frase “Mueran los salvajes
unitarios” por la de “Mueran los
enemigos de la organización
Nacional”. ¿Qué significaba esto?
Simplemente, la culminación
de un proceso que llevaba más
de 10 años. Vamos a resumir las
causas fundamentales que llevaron
a Urquiza a tomar esta determinación:
• El poder vitalicio de Rosas.
• La aduana porteña recibía todos
los beneficios y los destinaba
a la provincia de Buenos
Aires.
• Paraguay y Uruguay veían
peligrar su independencia.
Chile y Bolivia estaban pendientes
de antiguas cuestiones
limítrofes. Brasil temía el apoyo
rosista a los republicanos separatistas
de Río Grande do Sul.
• Se aspiraba a un gobierno auténticamente
federal.
El Ejército Grande
y Caseros
Hacia julio de 1851, los gobiernos
de Brasil y Uruguay habían
acordado con Urquiza la participación
de sus hombres en un
ejército multinacional para derrocar
a Rosas.
Esta fuerza militar recibió el
nombre de Ejército Grande y
estaba, además, integrado por
las tropas de Buenos Aires,
Corrientes, Santa Fe y –por supuesto–
Entre Ríos. Los efectivos
sumaban alrededor de 20.000
hombres.
El 13 de enero de 1852, los soldados
atravesaron el Arroyo del
Medio e ingresaron en territorio
bonaerense. El 2 de febrero de
1852, después de la victoria de
los campos de Álvarez, las tropas
cruzaron el río de Las Conchas y
divisaron al enemigo en Caseros.
A las nueve de la mañana del 3
de febrero comenzó la batalla. A
las dos de la tarde, todas las divisiones
rosistas se rendían. Rosas
marchó al exilio con pocas pertenencias,
muchos documentos
y poquísimo dinero. Allí permaneció
hasta su muerte.
El Acuerdo
de San Nicolás
de los Arroyos
El 6 de abril de 1852, los gobernadores
de Corrientes, Entre
Ríos y Buenos Aires, y el delegado
de Santa Fe firmaron el
Protocolo de Palermo, que encargaba
a Urquiza la representación
exterior hasta la reunión
del Congreso dispuesto por el
Pacto Federal de 1831 y nunca
cumplido hasta el momento.
El 8 de abril, todos los gobernadores
fueron invitados a concurrir
a la ciudad de San Nicolás de
los Arroyos para convenir las bases
de la unión nacional. El
Acuerdo tenía 19 artículos y uno
>> El 20 de noviembre de 1853, Justo
José de Urquiza inauguró las sesiones
del Congreso Constituyente de Santa Fe,
que tuvo a su cargo la redacción
de la Constitución y proclamó al líder
entrerriano presidente constitucional.
Buenos Aires fue la única provincia
que no aceptó la Carta Magna.
adicional. Básicamente ratificaba
la forma federal de gobierno
y disponía la reunión de un congreso
constituyente en Santa Fe,
integrado por dos diputados
por cada provincia.
La Constitución de 1853
A partir del 20 de noviembre de
1852, los congresales se reunieron
en Santa Fe. El 1 de mayo de
1853, el texto fue sancionado
y firmado. Existía un evidente
malestar provocado por la actitud
de Buenos Aires, que habría
retirado sus diputados del
Congre so, desconociendo todo
lo que de él emanara.
En efecto, la sublevación del coronel
Lagos contra el gobernador
Alsina culminó con el triunfo de
los porteños contra las fuerzas federales
que los sitiaban. La
Constitución, que constaba de
107 artículos, establecía un gobierno
federal, integrado por
tres poderes: Legislativo, Eje -
cutivo y Judicial. Todas las provincias
juraron la Consti tución,
menos Buenos Aires. Esta
Constitución rigió por más de
un siglo los destinos de la Ar -
gentina, con excepción de la
>> Vista del Fuerte de Buenos Aires,
en 1860.
Constitución que desde 1949 a
1956 la remplazó. A partir de
ese año se volvió a la Carta
Magna de 1853, y fue modificada
por la Asamblea Consti -
tuyente reunida en 1994.
Buenos Aires
y la Confederación
En septiembre de 1852,
Buenos Aires se separó de la
Con fe deración y comenzó actuar
como Estado independiente.
Vélez Sársfield y Carlos
Tejedor redactaron la Cons -
titución del Estado de Buenos
Aires, que se aprobó dos años
más tarde, y Pastor Obligado
asumió como primer gobernador
constitucional. El Estado de
Buenos Aires mantuvo, durante
este período, su antigua organización,
mientras veía crecer las
recaudaciones de la aduana.
63
>> Escena de la batalla de Pavón.
La prosperidad porteña marcaba
que allí se concentraba toda
la actividad económica y
financiera.
La realidad económica de las
provincias era muy diferente:
enfrentaban la falta de
recursos. Se tomaron varias
medidas para modificar esa
situación.
Las más importantes fueron
el fomento de la inmigración
y la colonización, lo que llevó a
la fundación de numerosas colonias
agrícolas en varias provincias.
Pero todas las medidas
fueron lentas y la situación, a pesar
del enorme esfuerzo en pos
del desarrollo económico, empeoraba.
Los problemas económicos llevaron
a la Confederación a establecer
la Ley de los Derechos
Diferenciales, en el año 1856.
Esta establecía que los productos
que entraran por Buenos
Aires a la Confederación, debían
pagar un impuesto más alto que
los productos que ingresaban
directamente por el puerto de
Rosario.
Ante esto, Buenos Aires impulsó
el contrabando y rebajó los derechos
arancelarios.
64
>> Lancero federal de Urquiza.
Valentín Alsina
En 1857, el federalismo volvió a
ser admitido electoralmente en
Buenos Aires, pero pese a su
caudal de partidarios y a contar
con apoyo externo, fue derrotado
y severamente tratado por
los porteñistas.
Valentín Alsina se impuso en
los comicios, porque los “pandilleros”
(como se denominaba a los
porteñistas) amenazaron a los votantes
y los obligaron a votar por
su candidato (en ese momento
el voto era cantado). Al asumir
Alsina, la tensión entre Buenos
Aires y la Confederación fue creciendo.
Urquiza fue facultado
por el Congreso Nacional para
lograr la integración de Buenos
Aires a la Confederación por medios
diplomáticos o por la fuerza.
Buenos Aires reaccionó declarando
la guerra. Urquiza
avanzó sobre la ciudad y el 23
de octubre de 1859, en Cepeda,
venció a las tropas porteñas de
Bartomé Mitre.
Pacto de San
José de Flores
El 11 de noviembre de 1859 se
firmó el Pacto de San José de
Flores, por el cual Buenos Aires
aceptó integrarse a la Confede -
ración Argentina y convocar a una
Convención para estudiar la Cons -
titución. Luego de proponer una
serie de reformas, Buenos Aires firmó
la Constitu ción en 1860 y se
dispuso que la Aduana pasara
a la jurisdicción nacional.
Pavón
Santiago Derqui asumió
como presidente de la
Confederación el 5 de
marzo de 1860. En Buenos
Aires, Mitre fue designado
gobernador. Nuevos conflictos
surgieron: Virasoro, gobernador
de San Juan, fue asesinado junto
a su familia. Este asesinato fue
instigado por partidarios de
Mitre y Sarmiento. Por otra parte,
los diputados designados por
Buenos Aires para representarla
en el Congreso Nacional fueron
rechazados, porque no habían
sido nombrados según la Cons -
titución Nacional. Todos estos
hechos llevaron a la batalla de
Pavón (provincia de Santa Fe),
en 1861, en la que venció
Mitre. Buenos Aires dominó la
situación. Mitre fue electo presidente
por unanimidad en
1862 y la unificación quedó
consumada.
LA
ORGANIZACIÓN
DE LA NACIÓN
La consolidación del Estado
El 11 de noviembre de 1859 se firmó el Pacto de San José de Flores:
un primer gran paso hacia la unión de la República. A partir de Pavón,
será Buenos Aires quien dirija la reorganización del país.
El Estado
Entre 1862 y 1880, se consolida la
organización nacional: el aparato
político-administrativo del Estado.
Una etapa en la que el país pasó
de una estructura de subsistencia
a la de una de explotación intensiva
de los campos, en la que el
país se transformó en un productor
de alimentos y materias
primas.
Presidentes argentinos
(1854-1880)
Luego de la sanción de la
Constitución de 1853 se inicia el
período presidencialista. Vea -
mos los hechos salientes de sus
mandatos.
Justo José de Urquiza. Período
1854-1860.
• Tratado de Convivencia entre
Buenos Aires y la Confe -
deración, Tratado de San José
de Flores (1859). Buenos Aires
se une a la Confederación.
• Tratados con Estados Unidos,
Francia y Gran Bretaña. Recono -
cimiento de la Inde pendencia
de Paraguay. Se reanudan las relaciones
con España.
• La Porteña (primera locomotora).
Inaugu ración del Teatro
Colón (1857).
Santiago Derqui. Período
1860-1861.
• Se firma, entre la Confe -
deración y Buenos Aires, el
Convenio de Junio.
• Se aprueban las reformas a la
Constitución de 1853, propuestas
por la convención de 1860,
y se promulga como Ley Fun -
damental de la Nación.
Bartolomé Mitre. Período
1862-1868.
• Ley de Residencia (el gobierno
residirá por 5 años en Buenos
Aires).
• Se organiza la Corte Suprema
de Justicia y se implanta el
Código Civil.
• Control de la emisión monetaria.
Se regulariza la deuda pública.
• Se inicia la guerra contra el
Paraguay, en alianza con Brasil
y Uruguay (1865).
• Inauguración del Ferrocarril del
Sud (1862). Se constituye la
Sociedad Rural Argentina.
Domingo Faustino Sarmiento.
Período 1868-1874.
• Auge de tareas educativas.
Extensión de la red ferroviaria.
Inmigración.
• Fomento a la actividad agro–
ganadera. Primer Censo Nacio -
nal (1861). Argen tina posee
1.736.701 habitantes.
• Fin de la guerra contra el
Paraguay (1869-1870). Conflic -
tos diplomáticos con Brasil.
Nicolás Avellaneda. Período
1874-1880.
• Ley de Inmi gración y Coloni -
zación. Se inicia la primera campaña
al desierto. Llegan al país
300.000 inmigrantes.
• Intervenciones a provincias.
• Conflictos limítrofes con Chile.
Tratado con Paraguay.
• Se dictan las leyes generales de
telégrafos. Primeros frigoríficos.
>> Luego de inaugurar
los debates en el
Congreso General
Constituyente, Justo
José de Urquiza
fue elegido
presidente
provisional
de la flamante
Nación.
Campaña del desierto e inmigración
Territorio y población
Hacia 1880 se completa la ocupación territorial del país con la llamada Campaña al Desierto.
“Desierto” se le llamaba a las tierras ocupadas por los indígenas, a quienes no se los reconocía
como sus legítimos dueños. Los intereses económicos sobre esas tierras habían aumentado
por la exportación de productos agrícolo-ganaderos.
¿Qué pasaba
con los indígenas?
Los indígenas ocupaban gran
parte de la Pampa y la Pa ta -
gonia. Sus territorios estaban separados
de las estancias por una
frontera, más o menos móvil, demarcada
con una línea de fortines.
Estos eran destacamentos
militares, con pocos soldados y
en malas condiciones. Su objetivo
era detener la entrada de malones,
grupos de indios que
atacaban las poblaciones fronterizas
y robaban ganado. En tales
condiciones, era poco lo que
podían hacer.
El “desierto” estaba habitado por
mapuches, ranqueles y araucanos.
Estos últimos eran los más
guerreros. Su jefe más importante
fue Calfucurá, que ocupaba
los territorios de La Pampa, Río
Negro y el Neuquén. Proclamado
Cacique General de las Pampas,
atacaba las poblaciones fronterizas
con grupos de guerreros comandados
por tenientes, entre
ellos Catriel y Namuncurá.
La zanja
de Alsina
En 1876, el presidente
Nicolás Avellaneda
decide terminar con
el problema del aborigen
y se lo encarga a
su ministro de Guerra,
Adolfo Alsina.
Alsina pone en práctica
una táctica defensiva y
establece una segunda línea
de fortines protegida
por una pro funda
zanja, que se extendía a
lo largo de muchos kilómetros.
La medida
no dio ningún resultado
y la situación
empeoró.
La táctica de Roca
Alsina muere y es reemplazado
por Julio Argentino Roca,
quien organiza una táctica
ofensiva. Esta se inició en 1878,
atacando a los araucanos, con
más y modernos armamentos.
>> Roca comandó al ejército
para la conquista del territorio
del centro y sur del país.
En 1879 se realizó
la denominada "Expedición
al De -
sierto", que llegó
hasta el Río Negro,
aniquilando a su
paso a todas las tribus
indígenas que
encontraban.
Posteriormente, dos
expediciones más, a
cargo del general
Conrado Villegas, llegan
al Lago Nahuel Huapi en
1881 y en 1883, terminando
con los araucanos. Una
vez finalizada la campaña,
quedó una gran extensión
de tierra para poblar
y utilizar.
Las mejores tierras quedaron
en manos de un pequeño grupo
de estancieros muy poderosos,
que habían costeado la campaña.
El resto se vendió a bajo precio,
pero, a pesar de ello, solo pudieron
comprarlas los que tenían
más dinero.
>> Expedición al Río Negro.
Los inmigrantes que llegaron al
país no tuvieron oportunidad de
obtener tierras. También se
asentó el dominio de la
Patagonia, frenando a Chile en
sus aspiraciones territoriales.
Una población
que había crecido poco
Desde la llegada de los españoles
a nuestras tierras hasta la
Revolución de Mayo, la población
de nuestro territorio aumentó
muy poco.
Después de la Revolución de
Mayo esto no cambió. Una serie
de hechos impidió el crecimiento
de la población: las guerras
por la independencia, las luchas
civiles, las emigraciones por motivos
políticos y las deficiencias
sanitarias.
¡Se necesitan brazos
para trabajar la tierra!
Entre 1829 y 1852, el Estado más
rico del país (el de mayor riqueza
ganadera) era el de la provincia
de Buenos Aires. Después de
1852, se perfiló un gran cambio
en la sociedad argentina.
Los dirigentes de esa época comenzaron
a deslumbrarse con el
crecimiento de países como
Inglaterra, Francia, Alemania y
Estados Unidos. Y pensaron que
para que el país creciera, se necesitaba
que aumentara la población
para que los hombres
pudieran poblar los campos y
sembrarlos. Además, se necesitaba
mano de obra para la
Los pueblos originarios y la tierra
>> Inmigrantes italianos en Buenos Aires.
construcción de vías de comunicación
que vincularan a las regiones
del país con el puerto de
Buenos Aires. Como no se podía
esperar un crecimiento de la población
a partir de sus mismos
habitantes, los nuevos pobladores
debían venir de otros países:
eran los inmigrantes.
¿De dónde vinieron los
primeros inmigrantes?
A partir de la segunda mitad del
siglo XIX, Europa se encontraba
ante grandes problemas: una
gran superpoblación, falta de alimentos,
persecuciones políticas.
>> El viejo hotel donde se alojaba
a los inmigrantes a su llegada es hoy
sede del Museo Hotel de Inmigrantes.
Luego de la Campaña, los sobrevivientes, que habían sido dueños de miles y miles
de hectáreas, se veían confinados a espacios muy limitados, en condiciones de vida
muy diferentes de las que habían tenido, a los que se les dio el nombre de
reservaciones. En la actualidad, existen reservaciones en las provincias del Neuquén,
Río Negro, Chubut y Santa Cruz. La ocupación de las tierras de las reservaciones
no era para siempre, ya que los títulos eran precarios.
Por todo ello, grandes cantidades
de personas abandonaron
Europa buscando esperanzas en
América. Los anglosajones prefirieron
ir a los Estados Unidos y el
Canadá para establecerse.
Las tierras de América del sur
fueron las preferidas por los españoles
y los italianos del sur
de Italia, entre 1870 y 1920.
En este período llegaron al país
4.500.000 personas.
La llegada
de inmigrantes
a Buenos Aires
Los inmigrantes llegaban en
barco y, después de un largo e
incómodo viaje, eran alojados
por cuenta del Estado en el
Hotel de Inmigrantes, donde
podían establecerse por algunos
días hasta encontrar un lugar
de residencia definitivo.
Todo esto no sucedía cuando los
grupos de extranjeros habían sido
contratados por empresas
particulares o cuando el traslado
había corrido por cuenta de
compañías colonizadoras. Cosas
parecidas ocurrían en todas las
grandes capitales y ciudades
americanas, como en Río de
Janeiro, San Pablo, Caracas,
México, Filadelfia o Nueva York.
Muchos fueron los cambios que
produjo la inmigración en nuestro
país y en todos los países
americanos. Se notaron en todos
los ámbitos –en la ciudad
y en el campo–, en las costumbres,
en la producción y en las
ideas, en lo político y en lo social.
67
Cambios económicos
La gran expansión
Desde la segunda mitad del siglo XIX, grandes cambios se producen en nuestro país.
Este ya no estaba deshabitado. Ahora todo estaba sembrado. Estas riquezas también
transformaron las ciudades, cambiaron la cara de Buenos Aires y otras ciudades del Litoral.
Conozcamos ese pasado para poder entender nuestro presente.
Los campos cambian
Hasta 1860, la principal riqueza
argentina era la cría de ganado
en las inmensas llanuras. Con la
llegada de los inmigrantes europeos,
se comenzó a difundir a
agricultura.
Pero la mano de obra inmigrante
no era suficiente. Muy pronto, a
partir de 1880, se comenzaron
a aplicar máquinas para aumen
tar la producción agrí cola.
Arados tirados por tractores a
vapor y cosechadoras mecánicas,
hacían mucho más productivo
el cultivo de los campos. ¿Para
qué tanta producción? Para poder
exportarla.
La Argentina comenzó a ser conocida
como el granero del mundo,
por la cantidad de cereales
que producía. Otro elemento
que posibilitó el avance agrícola
fue la introducción del alambrado,
para impedir que el ganado
destruyera los sembrados.
¡Se necesitan
transportes!
Hacia 1880, las tierras más fértiles
de nuestro país se hallaban
habitadas por colonos inmigrantes.
Ya era una verdadera
“pampa gringa”. Pero había
otras transformaciones necesarias
que concretar: se necesitaban
medios de transporte para
llevar las cosechas y los otros
productos del campo al puerto,
para exportarlos.
68
En ton ces, en muy poco tiempo,
los caminos de acero del ferrocarril
unieron las principales regiones
argentinas con el puerto
de Buenos Aires, como si se tratara
de una mano con sus cinco
dedos: la palma era la ciudad de
Buenos Aires; los dedos, los ramales
ferroviarios.
Así comenzó un fuerte proceso
de expansión y consolidación
económica.
Los ganados
también mejoran
Los cambios no solo llegaron a
la agricultura. La ganadería
también mejoró muchísimo.
Nuevas razas ovinas y vacunas
se introdujeron en el país.
¿Qué pasó en el resto
de América?
El proceso inmigratorio no fue un
elemento aislado que solo ocurrió
en nuestro país: en la mayor parte
del continente americano existían
las mismas condiciones que en nuestro
territorio. Grandes extensiones
desiertas, tierras fértiles sin trabajar,
posibilidades de progreso: varias
fueron las naciones americanas
que recibieron importantes aluviones
de inmigrantes europeos.
Los principales países de destino
fueron, primero Estados Unidos,
y luego Brasil, México y Argentina.
>> El ferrocarril fue un protagonista
excepcional del desarrollo económico
del período, tanto para la movilidad
de mercaderías como de personas.
>> Los inmigrantes jugaron un gran
papel en el desarrollo de la agricultura.
A partir de ese momento, los ganados
rendían mucho más, tanto
en carne como en leche y
lana. Un invento posibilitó también
exportar carne a Europa: el
barco frigorífico. Ya la carne podía
llegar muy lejos sin echarse a
perder. Además, en 1880 comenzó
a instalarse en el país una industria
para congelar la carne:
los frigoríficos.
¡Qué hermosa
está la ciudad!
Gracias a la gran cantidad de dinero
que ingresaba al país por
las exportaciones de cereales,
carne congelada y lanas, comenzó
a cambiar la ciudad, en especial
Buenos Aires.
Una ley que
no se concretó
Poco antes del gobierno de
Roca, el entonces presidente
Nicolás Avellaneda dictó una ley
(6 de octubre de 1876) en la que
se establecía minuciosamente el
régimen al que quedaba sometida
la inmigración y los organismos
responsables de aplicarlos.
Entre las distintas medidas
adoptadas, se estableció el sistema
de colonización.
>> La Plaza de Mayo hacia la década
de 1860. En el fondo se observa el
Cabildo con su estructura original.
¿De qué se trataba? De establecer,
en tierras cedidas por los distintos
gobiernos provinciales,
colonias agrícolas de personas
que provenían de un mismo país.
Lamen tablemente, las colonias
agrícolas solo se desarrollaron
en algunos lugares de las provincias
de nuestra llanura pampeana.
Pero en la mayor
parte de los territorios la posesión
de la tierra siguió en manos
de los propietarios tradicionales.
Rumbo al nuevo siglo
A finales de 1880, Julio
Argentino Roca accedió a la
presidencia de la nación. Este
hecho marcó el inicio de una
nueva etapa en la historia argentina.
Por un lado, su habilidad política
logró alianzas con los grandes
grupos que manejaban la economía
de Buenos Aires. Esta clase
dirigente –propietaria de
tierras y ganados– estaba aliada
con los grandes comerciantes
porteños, ligados a los intereses
comerciales británicos. Por esto,
el proyecto nacional se inclinó
hacia una producción agrícolaganadera
de exportación y en la
importación de productos manufacturados
provenientes de
las metrópolis industrializadas.
Las condiciones internacionales
permitieron el desarrollo en
el país de un período de gran
expansión económica que culminaría
con la crisis mundial de
1930.
La historia
de un inmigrante
Pablo Guglieri había nacido en Italia
en 1865. Llegó a nuestro país en 1885.
Se instaló en el oeste de la provincia
de Buenos Aires. Él mismo nos cuenta:
“Inicié la industria de la agricultura en
pequeña escala. Compré una fracción
de tierra para cultivarla, parte en
frutales y viñedos, parte en alfalfares
(…). Érase en 1898, cuando la
compañía de los Ferrocarriles del
Sud empezó la construcción de la
línea del Neuquén. Se me aconsejó
preparar la proveeduría de los tocinos
para la extensa línea.
Por kilómetros y kilómetros, la región
que se atravesaba no tenía ganado
y resolví reactivar la industria de
embutidos. El éxito fue brillante”.
Guglieri continuó progresando y llegó
a ser representante en nuestro país
de las casas productoras de máquinas
agrícolas Hasen-Clever, Agar Cross
y Drysdale, de Alemania, Ing laterra
y los Estados Unidos respectivamente.
Falleció en 1913. Historias como esta
hubo por miles. Los inmigrantes
y sus hijos, nacidos en la Argentina,
formaron en gran parte la clase media.
69
Esta etapa de crecimiento
económico y grandes logros culturales
se vio afectada, no obstante,
por notorios signos de
inquietud social, sobre todo en
los sectores más vulnerables y
desposeídos.
Finalmente, el alud inmigratorio
llegó a sus más altos niveles
conformándose así una nueva
identidad, fru to de la convivencia
entre todos esos hombres y
mujeres que llegaron, desde distintos
países, para habitar el
suelo argentino.
>> Fotografía de Miguel Juárez Celman
(1844-1909). Político liberal de corte
aristocrático, fue impulsor de la
separación de la Iglesia del Estado,
la educación pública y la llegada
de inmigración para que trabaje
en nuestro país.
El Partido Autonomista
Nacional
Julio Argentino Roca fue el
máximo representante de la llamada
“generación de 1880”
(profesionales educados en
Europa cuyo proyecto era imitar
los adelantos y el progreso europeos).
Llegó al poder apoyado
por un grupo de personas muy
adineradas y con gran poder.
Este partido dirigirá el destino
del país por largo tiempo.
Economía y fraude
Para mantenerse en el poder,
estos dirigentes gobiernan utilizando
el fraude electoral,
imprescindible para cumplir el
objetivo económico a través del
modelo agro-exportador –obtener
ganancias por medio de la
venta al exterior de materia
prima, productos ganaderos y
agrícolas.
Todo este proyecto estaba basado
en el lema de Roca: “Paz y administración”,
lo que significaba
respetar la Constitución –y hacerla
respetar en todo el país– y
organizar el Estado para lograr
el progreso económico.
La clase dirigente mantuvo, en
esa época, una aparente democracia:
convocaba a elecciones,
peo controlaba quién ganaba a
través del voto cantado, comprado,
doble, repetido y colectivo.
Así se aseguraba que llegaran al
poder solo sus partidarios.
Presidentes argentinos
(1880-1892)
Julio Argentino Roca. Período
1880-1886.
• Buenos Aires queda establecida
como capital del país (1880).
Federalización de Buenos Aires.
Capitales extranjeros en nuestro país
• Registro civil.
• Ley 1.420 de Educación Común.
• Se pone fin a la Campaña del
desierto. Campaña del Chaco.
• Ruptura de relaciones con el
Vaticano.
• Protección a la industria nacional.
Miguel Juárez Celman.
Período 1886-1890.
• Aumento de los empréstitos.
Se ponen a la venta 24.000 leguas
de la Patagonia. Venta de
ferrocarriles a los ingleses.
• Censura y encarcelamiento de
los opositores políticos.
• Se reanudan las negociaciones
con Brasil.
• Primer partido político, la
Unión Cívica.
• Revolución de 1890.
Carlos Pellegrini. Período
1890-1892.
• Pacificación política. Amnistía
para los que participaron en la
revolución de 1890.
• Fundación del Banco de la
Nación Argentina. Se anula
la puesta en venta de las tierras
patagónicas.
• La Argentina no paga su deuda
externa. Se crean impuestos
protectores sobre las importaciones
para incrementar el desarrollo
industrial.
• El saneamiento de la economía
le valió el apodo de “piloto de
tormentas”.
Para que se pudieran realizar las transformaciones en el campo y en la ciudad,
se necesitaba una gran cantidad de dinero, en especial para la construcción
de ferrocarriles y la instalación de frigoríficos. ¿De dónde salió ese dinero?
Los primeros ramales ferroviarios y los primeros frigoríficos fueron instalados
utilizando capitales argentinos. Recién cuando estas empresas dejaron ganancias,
comenzó la introducción de capitales extranjeros, especialmente ingleses.
Estos capitales sumaron grandes ganancias que generalmente no fueron invertidas
en el país. Además, los grupos argentinos que ganaron grandes sumas de dinero
con la explotación de los campos, no utilizaron ese dinero para desarrollar la industria,
sino para embellecer la ciudad y construir grandes palacios y residencias.
70
De la revolución de 1890 a la ley electoral
NUEVAS
FUERZAS POLÍTICAS
Miguel Juárez Celman ejercía un doble poder: era presidente
de la Nación y, a su vez, presidente del Partido Autonomista.
A esta concentración de poder se la llamó Unicato. Allí surgió un grupo
de profesionales –formado por Mitre y Alem– que se opuso al gobierno.
La crisis económica
La crisis comenzó en Europa y
nos afectó, porque dejaron de
comprar nuestros productos.
Bajaron entonces los precios y,
para hacer frente a ello, el gobierno
comenzó a emitir billetes
sin respaldo económico. Esto
produjo inflación: subieron los
precios de la canasta familiar,
perjudicando especialmente a
la clase baja y a los que recibían
un sueldo fijo, ya que estos no
aumentaron. Se acusó al gobierno
de corrupción y el descontento
general llevó a la realización
de huelgas y, finalmente, a
la revolución.
El 1 de septiembre de 1889, se
reunió por primera vez el
Comité de la Unión Cívica de
la Juventud, formado por jóvenes
profesionales, dirigidos por
Alem y Mitre, que estaban contra
el gobierno del régimen.
Lograron el apoyo de algunos
grupos militares y, con ellos, se
desencadenó la revolución del
26 de julio de 1890.
Después de varios enfrentamientos,
el gobierno pudo sofocar
el movimiento pero, de todas
formas, la posición de Juárez
Celman estaba muy comprometida,
por lo que presentó su
renuncia como presidente de la
Nación, dejando en el poder al
vicepresidente Carlos Pellegri -
ni, quien asumió el gobierno.
Después de la revolución, la
Unión Cívica se presentó como
una nueva fuerza política que
enfrentó al régimen y que luchó
para lograr su llegada constitucional
al poder. Contaba con
gran adhesión popular y, sobre
todo, con el apoyo de los sectores
medios representados por
los hijos de inmigrantes.
Las elecciones de 1892
En 1892, al culminar el mandato
de Carlos Pellegrini, el Partido
Autonomista Nacional se encontró
con un nuevo opositor: la
Unión Cívica. Esta nueva fuerza
política se había dividido en dos
bloques: la Unión Cívica
Nacional, liderada por Mitre, y la
Unión Cívica Radical, al mando
de Alem. Esta división fue aprovechada
por Roca, quien logró
un acuerdo con Mitre para impulsar
la candidatura de Luis
Sáenz Peña, que llegó al poder
ese mismo año. El nuevo presidente
debió enfrentar el conflicto
interno entre Mitre y Roca, lo
cual impidió que formulara su
propia política. Sin embargo,
continuó las obras del Puerto de
Buenos Aires y finalizó el
de Rosario. También estimuló la
inmigración y el comercio exterior.
Los problemas políticos lo
obligaron a renunciar en 1895; el
vicepresidente José Evaristo
Uriburu continuó el mandato.
>> Leandro N. Alem, líder de la nueva
fuerza política, surgida en 1890, la
fracción “Radical” de la Unión Civica.
71
>> Imagen de un óleo del Museo Luján
representando la entrega del Puerto
Nacional. Están, entre otros, Carlos
Saguier, Manuel Guerrico, Juan Bautista
Peña, Ing. Carlos E. Pellegrini, Plácido
Bustamante, Dr. Dalmacio Vélez Sarsfield,
Domingo Faustino Sarmiento
y el Dr. Manuel Quintana.
En 1896, el suicidio de Alem debilitó
a la UCR y se formó el
Partido Socialista, liderado por
Juan B. Justo.
La segunda
presidencia de Roca
Durante el mandato de Uriburu,
los conflictos limítrofes con
Chile llevaron a ambos países al
borde de la guerra. La astucia de
Roca impidió que esto sucediera,
al lograr que se acordara un
arbitrio de Gran Bretaña para solucionar
el conflicto. Esta actitud
llevó nuevamente a Roca al poder,
en 1898.
Durante su gestión, se firmaron
los tratados de paz con Chile
(1902) y se sancionó la Ley de
Conscripción Militar anual y
obligatoria, impulsada por el ministro
de Guerra, el coronel
Pablo Ricchieri. Se fortaleció la
moneda, se impulsaron obras
públicas y se organizó la administración.
Mientras, el modelo
económico avanzaba, dejando a
72
las clases altas en muy buena
posición y empeorando la situación
de los obreros. En 1902 se
realizó una huelga general.
El movimiento obrero había sido
conformado por inmigrantes
que traían de Europa ideas de
defensa al trabajador.
La respuesta del gobierno fue
la sanción de la Ley de Resi -
dencia, que establecía la deportación
de los extranjeros
declarados peligrosos. A pesar
de ello, no pudo evitarse que llegara
al Congreso un diputado
del Partido Socialista: Alfredo
Palacios.
El fin de la oligarquía
La sucesión presidencial de
1905 provocó una lucha interna
en el PAN. Pellegrini, opositor
de Roca, criticaba el fraude electoral.
Roca, manejando con astucia
los hilos políticos, logró
impulsar la candidatura de
Manuel Quintana.
La UCR, liderada entonces por
Hipólito Yrigoyen, declaró la
abstención electoral hasta que
se aseguraran comicios limpios.
De esta forma, Manuel Quintana
asumió la presidencia en 1905.
Ese mismo año, la UCR promovió
una revolución que contó con el
apoyo de algunos sectores del
ejército y varias provincias. Si
bien el movimiento fue sofocado,
quedó demostrado el poder
de convocatoria de la nueva
fuerza política. El movimiento
obrero crecía rápidamente y
con él, las huelgas. En 1906
muere el presidente Quintana y
es sucedido por el vicepresidente
José Figueroa Alcorta. Con él
llega a su fin la influencia del
PAN, pues los constantes conflictos
obreros dificultaron su continuidad
en el poder. Al finalizar
su mandato, en 1910, es elegido
presidente Roque Sáenz Peña,
del PAN, que cambiaría la historia
política del país.
Presidentes argentinos
(1892-1922)
Durante casi todo este período,
podemos decir que la gran expansión
llega a su máximo nivel
de plenitud. Algunos signos
indicadores de crisis social se
¿SABÍAS QUE...
... por medio de la acción de Alfredo
Palacios se logró que el Congreso aprobara
varias leyes que beneficiaban a los
trabajadores?
preanuncian hacia 1910 en el
marco de los festejos del
Centenario de la revolución de
Mayo. No obstante, el país siguió
adelante en el marco del esquema
agroexportador.
La crisis mundial de 1929 hizo
que el país se tambaleara. Tras
ello, el sueño de la gran expansión
concluyó trágicamente.
Luis Saenz Peña. Período
1892-1895.
• Extensión de vías férreas.
Refuerzo de unidades de la escuadra
nacional. Formación de
una comisión investigadora
de los ferrocarriles británicos.
Se pone en vigencia el nuevo
Código Rural.
• Represión de la revolución radical
(1893). Convulsiones sociales
(huelgas).
• Mejoran las relaciones con el
Vaticano.
• Primer tranvía eléctrico. Incre -
mento de las exportaciones.
Renovación de la Avenida de
Mayo (Buenos Aires).
José Evaristo Uriburu. Período
1895-1898.
• Se realiza el tendido de vías férreas
al Neuquén. Se organiza
la Prefectura Nacional de puertos.
Se inicia la construcción de
la base Puerto Belgrano.
• Grave situación con Chile. Se
decide que la reina de
Inglaterra oficie de árbitro.
Conflicto limítrofe con Brasil.
• Reforma constitucional.
• Se conforma el Partido Socialista
Obrero.
• Segundo Censo Nacional (1895).
Argentina tiene 3.956.000 habitantes.
• Incremento de la exportación
de productos agrícolas. Se
electrifica Buenos Aires. Se exhibe
cine por primera vez en el
teatro Odeón.
>> Plaza de Mayo iluminada durante
los festejos del Centenario
de la Revolución de Mayo (1910).
La Doctrina Drago
En 1902, Venezuela sufrió, por parte de varios países europeos, la exigencia del pago
de su deuda externa por la fuerza; incluso fueron atacadas algunas zonas de su costa.
Las naciones de América Latina reaccionaron rápidamente. El ministro de Relaciones
Exteriores de nuestro país, Luis María Drago, defendió a Venezuela de la agresión
europea, elaborando una tesis conocida como “Doctrina Drago”. En ella establecía
que ningún país tenía derecho a reclamar por la fuerza de las armas el pago
de sus deudas. A pesar de encontrar numerosas resistencias, la Corte Internacional
de La Haya consagró la legi timidad de la doctrina, que contó con el apoyo
del presidente de los Estados Unidos, Teodoro Roosevelt.
Julio Argentino Roca. Período
1898-1904.
• Ley electoral. Ley de Residencia
(expulsión de los extranjeros
que causen problemas).
• Proyecto de Ley de Derechos
Sociales. Informe Bialet Massé
sobre la gran miseria en el interior.
• 1902: al borde de la guerra con
Chile. Doctrina Drago (abolir el
uso de la fuerza para hacer pagar
la deuda externa).
• Se reanudan las relaciones con
el Vaticano.
• 1903: argentinos en la
Antártida. Primer ascensor
eléctrico.
Manuel Quintana. Período
1904-1906.
• Ley Láinez (creación de escuelas
elementales, infantiles, mixtas
y rurales).
• Intervención de la provincia de
Tucumán. Ley de Descanso
Dominical Obligatorio, auspiciada
por el senador Alfredo
Palacios.
• Se implementan reformas en el
ejército. Se mantienen los principios
de la doctrina Drago.
>>José Evaristo Uriburu
en su juventud.
>> Alfredo Palacios fue el primer
diputado del Partido Socialista
que llegó al Congreso Nacional.
• Huelgas obreras en busca de reivindicaciones
laborales. Intento
fracasado de una revolución cívico-militar-radical
(1905).
José Figueroa Alcorta. Período
1906-1910.
• Ley de amnistía para los activistas
políticos encarcelados.
• Ley de Fomento en Territorios
Nacionales.
• Intervención de las provincias
de Corrientes y San Luis.
74
Fundamentos
La ley electoral habilitó el sufragio
universal (pudiendo votar todos
los ciudadanos nativos, por opción
o naturalizados, mayores de 18 años,
inscriptos en el padrón electoral),
obligatorio (hasta los 70 años;
multándose a quien no concurra
sin causa justificada), secreto
e individual (ingreso del ciudadano
individualmente con un sobre vacío
al cuarto oscuro, para luego
depositarlo con la boleta elegida,
en la urna). También se habilitó
el sistema de representación
de la primera minoría, quedando
las bancas del Congreso divididas
en tres: dos tercios de las bancas
para el partido ganador y un tercio
para la primera minoría (el partido
que salió segundo).
• Se invita a las naciones del
mundo a participar del festejo
de nuestro Centenario.
• Problemas limítrofes con Uruguay.
Se rompen las relaciones
diplomáticas con Bolivia.
• Festejos por el Centenario de la
Revolución de Mayo.
• Huelga de inquilinos. Aumenta
la virulencia de las protestas
obreras.
Roque Saenz Peña. Período
1910-1913.
• Ley electoral (1912) para terminar
con el fraude (voto universal
y secreto).
• Inicio de explotación petrolera
en Comodoro Rivadavia.
• Fortalecimiento de las relaciones
con Brasil.
• Huelga ferroviaria (1912).
• Enrique del Valle Iberlucea, primer
senador socialista.
Victorino de la Plaza. Período
1913-1916.
• Creación de la Caja Nacional de
Ahorro Postal (1914). Obras
de riego en el interior. Gran inflación.
Tercer Censo Nacional.
Plan de viviendas.
• Neutralidad ante la guerra
mundial. Pacto ABC (Argentina,
Brasil y Chile).
• Primer avión argentino (Comodoro
Rivadavia, 1915).
• Festejo del Centenario de la Inde
pendencia.
• Gran inflación. Agitación social.
Hipólito Yrigoyen. Período
1916-1922.
• Intervenciones a varias provincias.
• Explotación petrolera. Control
estatal en ferrocarriles.
• Neutralidad en la guerra mundial.
Expulsión del embajador
de Alemania (1917). Retiro de
la Argentina de la Sociedad de
las Naciones en Ginebra (1920).
• Semana Trágica. Reforma universitaria.
Ascenso de las clases
medias.
La ley electoral
Hacia 1912, la situación política
del país era crítica: las constantes
protestas sociales se sumaban a
la restricción del sufragio que
ejercía el Partido Autonomista
Nacional.
La Unión Cívica Radical venía realizando
revoluciones desde
1890, pidiendo la limpieza de la
votación para garantizar la llegada
al poder de los elegidos
por el pueblo.
Frente a esta situación, en el PAN
se producen divergencias: algunos
querían dejar todo como
estaba; otros advirtieron la necesidad
de una reforma política.
Esta llegó con el presidente
Roque Sáenz Peña (1910-1914),
quien envió al Congreso varios
proyectos de ley.
Finalmente, se sancionó la Ley
8.871 de Sufragio Electoral, conocida
también como Ley
Sáenz Peña.
Los principios de esta ley reformaron
profundamente el régimen
electoral, permitiendo la
libre participación popular en
la vida política argentina.
De esta manera, el radicalismo
llegó al poder, con Hipólito
Yrigoyen, en 1916, iniciando la
construcción de un sistema democrático
de gobierno.
>> Roque Sáenz Peña fue el creador
de la ley electoral de 1912,
que garantizaba la legalidad
y transparencia del sufragio.
El radicalismo en el poder
Presidencias de la Unión Cívica
En 1916, el radicalismo llega al gobierno con Hipólito Yrigoyen. El período comprendido entre 1922
y 1930 estuvo dominado políticamente por los radicales, que se mantuvieron en la presidencia
con los mandatos de Marcelo Torcuato de Alvear y el segundo gobierno de Yrigoyen.
El proyecto económico
Yrigoyen apuntó a la consolidación
y a la expansión de la exportación,
pero intentó repartir más
equitativamente las ganancias
obtenidas. Enfrentó problemas
económicos durante la Primera
Guerra Mundial, que finalizaron
en 1918. Para dar trabajo creó
cargos administrativos en el
Estado. Devolvió al Estado el control
de los ferrocarriles, para evitar
los aumentos tarifarios.
Frente a la Guerra Mundial,
mantuvo una política neutral.
La reforma universitaria
En 1918, se produjo, en la
Universidad de Córdoba, una
protesta estudiantil que reclamaba:
autonomía universitaria,
participación de alumnos y profesores
en el gobierno universitario,
libertad de cátedra, cátedras
por concurso y modernización
de los planes de estudio.
Los reclamos fueron escuchados
por el gobierno y las re for mas
que se realizaron rigen hasta
hoy. El movimiento fue imitado
en Perú, Chile, Bolivia y México
en los años siguientes.
Conflictos obreros
En enero de 1919, tuvo lugar
una huelga en los talleres metalúrgicos
Vasena, para reclamar
la jornada laboral de 8 horas
y el pago de horas extras. El gobierno,
presionado por los
>> Yrigoyen fue, sin duda, un caudillo
indiscutido; ello le posibilitó acceder
a la presidencia en dos oportunidades.
Sin embargo, durante su segunda
gestión la profunda crisis social
y económica provocó el estallido
de los trabajadores, que se manifestaban
en reclamo de mejoras salariales.
patrones, impone el orden reprimiendo
severamente. La misma
situación se presentó entre 1921
y 1922, cuando se produjeron
huelgas en Río Gallegos (Santa
Cruz). Los obreros tomaron estancias
y rehenes.
El gobierno también reprimió
el movimiento y fusiló a los
huelguistas.
Estos episodios sangrientos se
conocen, respectivamente, con
el nombre de Semana Trágica y
Patagonia Rebelde.
>> Osvaldo Bayer, escritor, periodista
e historiador, relató las grandes luchas
obreras en el sur de nuestro país
entre 1919 y 1921, en sus cuatro libros
Los vengadores de la Patagonia trágica
(luego editados como un solo
volumen extractado, llamado
La Patagonia rebelde).
Alvear presidente
Como la Constitución de 1853
no aceptaba la reelección presidencial,
los radicales debieron
elegir a Marcelo Torcuato de
Alvear como candidato a la presidencia,
a la que llegó con un
importante número de votos.
El nuevo presidente, en el solemne
discurso de asunción del
mando, prometió completar la
obra de su ilustre predecesor.
Sin embargo, el Partido Radical
se dividió en dos posiciones
opuestas, que comenzaron a
resquebrajar los logros políticos.
Estaban los opositores a Yrigoyen,
que se autodenominaban
“antipersonalistas”; por otro
lado los partidarios del caudillo,
llamados “personalistas”.
>> Imagen del puerto de Buenos Aires
hacia 1920.
Entre las medidas importantes
del gobierno de Alvear se destacan
la creación de YPF y la designación
del general Mosconi
al frente de la empresa. La gestión
de este último llevó a YPF a
una posición destacada en el
ámbito de las petroleras mundiales.
La política petrolera también
ensanchó su radio de
acción con el establecimiento
de una refinería en La Plata.
La situación económica era floreciente.
Se favoreció la inversión
extranjera, lo que provocó
el surgimiento de monopolios
(que no favorecieron los intereses
argentinos), como en el caso
de los frigoríficos.
Sin embargo, el sistema económico
de Alvear tenía un gran defecto:
la riqueza no se generaba
porque el país tuviera muchas
industrias, sino que los inversores
extranjeros eran atraídos al
país pues en Argentina pagaban
menos impuestos.
Además de los inversores, los
humildes habitantes de otros
países europeos veían en la
Argentina la solución a todos
sus dramas. Por este motivo, llegaron
a estas tierras más de
dos millones de personas.
Los maestros y los bancarios se
beneficiaron con las leyes que
reglamentaban la jubilación.
Se eliminó una práctica bastante
corriente (sobre todo en las
provincias) que establecía que
en lugar de dinero se pagaba el
sueldo con vales (las grandes
compañías tenían sus pro pios
almacenes de ramos generales,
donde los trabajadores debían
cambiar sus vales porque en
otro lugar no se los aceptaban).
En materia política de defensa,
se establecieron las primeras bases
de submarinos en Mar del
Plata. Mientras tanto, los cordobeses
mostraron orgullosos la
primera fábrica militar de
aviones del país.
Se constituyeron los ministerios
de Hacienda, Obras Públicas,
Guerra y Marina.
A nivel económico se abrió la
Caja de Conversión, que posibilitaba
que la Argentina tuviera
crédito limitado en el exterior.
Se inauguró, en el Teatro
Cervantes, la Primera Exposición
Nacional del Libro (septiembre
de 1928). La gestión de Alvear
sentó las bases para que Yri -
goyen volviera a ser elegido presidente.
La muerte del caudillo radical
Yrigoyen otra vez
La fórmula Yrigoyen-Beiró
triunfó en los comicios.
El amplio apoyo popular a los radicales
posibilitó el regreso del
caudillo.
Sin embargo, la crisis provocada
por la quiebra de la Bolsa de
Valores de Nueva York, que sumió
al mundo entero en lo que
dio en llamarse la Gran
Depresión, afectó rápidamente
a la Argentina. A modo de ejemplo:
en 1928, el comercio exterior
tenía un saldo favorable de
495 millones de pesos; en 1930,
el saldo negativo fue de 284 millones.
Con industrias propias muy débiles
y el cese de compras de
productos argentinos, comenzó
la tan temida desocupación
obrera.
A pesar de eso, Yrigoyen controló
la actividad de los frigoríficos
que atentaban contra los intereses
nacionales.
Remitió el Congreso importantes
leyes sociales, tales como la
11.544, que establece la jornada
legal de trabajo, y la 11.575,
que aprueba las jubilaciones
bancarias.
En el aspecto educativo, fundó
1.700 escuelas. Extendió los ramales
ferroviarios, que favorecieron
la integración de la
Mesopotamia y el desarrollo comercial
mendocino.
A pesar de esto, la crisis económica
motivó que el pueblo apoyara
el trágico golpe militar
del 6 de septiembre de 1930,
encabezado por el general José
Félix Uriburu.
Hipólito Yrigoyen murió en la absoluta pobreza. A su funeral acudieron miles
y miles de personas. Cuando se dieron cuenta de que las promesas de Uriburu
quedaban en el vacío, era demasiado tarde. La Argentina de la Gran Expansión
había sucumbido y comenzaba ahora un largo período caracterizado por golpes
militares, con breves intervalos democráticos, que habría de extenderse hasta 1983.
76
ENTRE
DICTADURAS
Y DEMOCRACIAS
Medio siglo convulsionado
El período que abarca de 1930 a 1980 es una época turbulenta,
caracterizada en lo político y lo social por la presencia decisiva de las masas
en la vida cívica. Tambien hubo inestabilidad política, ya que a lo largo del
período se sucedieron golpes de Estado orquestados por grupos militares.
Una década crítica
Hacia 1930, nuestro país parecía
ser uno de los más prósperos del
mundo. Sin embargo, no todas
las personas gozaban de un
bienestar económico: muchos
habitantes tenían necesidades
básicas que no podían satisfacer.
Desde 1916 se sucedieron en
nuestro país distintos gobiernos
que habían sido elegidos por el
voto popular. Lamentablemente,
en 1930 un grupo de hombres
echó por tierra las aspiraciones
democráticas, tomó el gobierno
por la fuerza e impuso sus ideas,
provocando el primer golpe de
Estado de este siglo.
La década infame
Hacia 1929 se produjo en los
Estados Unidos de América una
crisis económica, conocida
como Gran Depresión. Al encontrarse
en una apretada
situación económica, EE. UU. comenzó
a retirar sus inversiones,
provocando que la economía
de otros países se viera también
resentida.
Nuestro país no fue una excepción.
Por entonces, la economía
argentina se sostenía gracias a la
intensa actividad agropecuaria y
>> Disturbios callejeros en Buenos Aires,
el día que Justo y Uriburu ocuparon la Casa
de Gobierno, 6 de septiembre de 1930.
al incipiente desarrollo industrial.
La crisis provocó que los precios
de los productos agrícolo-ganaderos
cayeran brutalmente, y
ocasionaran una fuerte baja en el
volumen de nuestras exportaciones.
Los ingresos de
la población cada vez rendían
menos y las fuentes de trabajo
escaseaban. El descontento se
generalizaba.
El accionar de la oposición parlamentaria,
que frenaba cualquier
proyecto del gobierno para paliar
la situación, sumado a la presión
ejercida por los medios de
comunicación, fue oscureciendo
el accionar de Yrigoyen.
La gran conspiración
La situación internacional también
aportó su grano de arena. La
idea de implantar un régimen de
gobierno autoritario, de características
similares a las de Hitler y
Mussolini en nuestro país, comenzó
a rondar por la cabeza de
algunos sectores políticos que,
con anterioridad a la aplicación
de la Ley Sáenz Peña (sufragio
universal, secreto y obligatorio)
habían sido partícipes del poder.
Se inició entonces una conspiración
para derrocar al presidente
Yrigoyen, entre aquellos
sectores, encabezados por
Agustín Pedro Justo y grupos
militares que apoyaban al general
retirado José Félix Uriburu.
77
>> La crisis económica de 1929
repercutió en Buenos Aires generando
desocupación e incertidumbre
entre los ciudadanos.
La caída de Yrigoyen
En la madrugada del 6 de septiembre
de 1930, un reducido
grupo de militares, encabezados
por Uriburu, derrocaron al presidente
Yrigoyen.
Muchos ciudadanos apoyaron el
hecho, a tal punto que incendiaron
y saquearon la casa del presidente.
El orden constitucional había sido
quebrado.
Las medidas de Uriburu
Uriburu inauguró una modalidad
típica de los golpes de
Estado: la anulación del
Congreso y la eliminación de
los gobernadores elegidos
por el pueblo; de allí en adelante
los elegiría el presidente de
facto.
Otra frase típica, repetida en los
golpes militares posteriores que
tendrían lugar en nuestro país,
fue la de que “venían a salvar a
la patria”.
>> El presidente Agustín P. Justo en la
recepción oficial del Secretario de Estado
del Vaticano en 1934.
Su gobierno se caraterizó por la
persecusión de los opositores, el
estado de sitio y la defensa de
los intereses económicos británicos.
El pueblo, inicialmente conforme,
comenzó a fastidiarse al darse
cuenta de que las promesas
no se cumplían y que la economía
empeoraba.
Uriburu se vio entonces obligado
a llamar a elecciones para el
mes de noviembre de 1931.
Como era de esperar, las elecciones
no fueron limpias.
Para evitar que los radicales volvieran
a ganar, se prohibió que
los yrigoyenistas se presentaran
como candidatos.
Además, distintos grupos políticos,
disidentes de los radicales
yrigoyenistas, se unieron para
formar una alianza política llamada
“La Concordancia”.
Agustín Pedro Justo, su candidato,
resultó electo presidente.
Presidencia de Justo
Esta presidencia se caracterizó
por la violenta persecución a
los opositores y el fraude electoral.
Las elecciones se arreglaban
previamente, en residencias
de banqueros extranjeros o
representantes diplomáticos
británicos. Proscribió a los partidos
opositores, entregó a los
ingleses del monopolio del
transporte, y con el llama do
pacto Roca-Runciman, el ministro
argentino Roca les cedió
también el monopolio de
la industria cárnica.
Con anterioridad a la finalización
de su mandato, el presidente
Justo comenzó a
contactarse con los miembros
de La Concor dancia,
con el fin de arreglar los resultados
de la elección de
antemano y evitar así el triunfo
de los opositores a sus ideas.
Presidencia de Ortiz
Candidato por La Con cordancia,
Roberto M. Ortiz resultó triunfante
en las elecciones de 1938,
impregnadas por el fraude. El
accionar del nuevo presidente
fue un poco más moderado que
el de sus predecesores, pero su
salud le jugó una mala pasada y,
tras dos años de gestión, tuvo
que renunciar.
¿Qué es un
golpe de Estado?
Llamamos golpe de Estado a la quiebra
o ruptura del orden constitucional.
Los gobiernos tienen una duración,
establecida de antemano. Cuando
se decide romper ese orden, estamos
ante un golpe.
En nuestro país, la mayoría
de los golpes fueron protagonizados
por los militares, que fueron
apoyados, a nivel de las ideas,
por civiles.
78
Ascenso de Perón y un nuevo golpe de Estado
Una época
de cambio sociales
La década de 1940 fue pródiga en cambios: se pasó de un autoritarismo absoluto, que
relegaba al pueblo a un lugar insignificante, a una dignificación de las masas populares
que, por vez primera, tomaron un real protagonismo en la vida política argentina.
Época autoritaria
El sucesor de Roberto M. Ortiz
fue Ramón Castillo, quien volvió
a imponer el autoritarismo y
reimplantó el fraude electoral.
Mientras tanto, en Europa estallaba
la Segunda Guerra Mundial.
Tanto horror favoreció económicamente
a la Argentina, provocando
un crecimiento de la
industria nacional, que sustituyó
los productos importados.
Por otra parte, toneladas de carne
argentina eran vendidas al exterior
como alimento básico para
los soldados aliados.
Castillo fue derrocado por la autodenominada
Revolución del 4
de junio de 1943.
Perón: las masas
comparten el poder
El año 1943 fue movido: golpes
de Estado, uno tras otro. Castillo
fue derrocado por Arturo
Rawson, quien a su vez fue destituido
por Pablo Ramírez (que
intervino 14 provincias mientras
se rompían relaciones diplomáticas
con Alemania, aunque el
país no entró en guerra) y este
último, por Edelmiro J. Farrell.
Durante su mandato, Estados
Unidos y Gran Bretaña retiraron
sus embajadores de Buenos
Aires ante la negativa de
Argentina para entrar en guerra
contra Alemania y sus aliados.
Finalmente se declara la guerra
a Alemania y a Japón en 1945,
pero las tropas argentinas no
llegaron a intervenir en el conflicto,
que finalizó ese año.
En esta época confusa, un coronel,
Juan Domingo Perón, designado
por Rawson al frente
de la Secretaría de Trabajo y
Previsión, mostró interés por la
situación de los asalariados.
Perón inspiró leyes que ayudaban
a los obreros, tanto los de la
ciudad como los del campo. En
poco tiempo fue considerado
un verdadero ídolo por los trabajadores.
>> Movilización en apoyo a Juan Perón
y Eva Duarte.
Un hito histórico
Mientras tanto, Farrell, que se
había hecho cargo del gobierno,
fue “convencido” por otros militares,
que temían por el espacio
político que Perón se iba ganando,
de que este era un elemento
peligroso. Por esto se lo trasladó,
prisionero, a la isla Martín García.
La reacción popular en defensa
de su líder fue inmediata: se decretó
una huelga general y una
multitud de gente humilde
avanzó desde remotos lugares
de la provincia. Los organizadores
de esta movilización fueron
Cipriano Reyes, sindicalista, y
María Eva Duarte, luego esposa
del coronel. El gobierno, acorralado,
tuvo que liberar a Perón.
>> Eva Duarte de Perón cumplía una
función de asistencia social no formal
a través de la Fundación que llevaba
su nombre. Se la apodó por ello, entre
sus partidarios, “la abanderada
de los humildes”.
Farrell convocó a elecciones, a
las que se presentaron dos
grandes grupos: el Partido
Laborista, que proponía la fórmula
Perón-Quijano y, contra
ellos, la Unión Democrática, integrada
por comunistas, radicales,
demócrata progresistas y socialistas.
Contaban, además, con
el apoyo de la Embajada de los
Estados Unidos. Triunfó el
Partido Laborista.
Una prolífica gestión
En esta primera etapa se construyeron
grandes obras públicas,
hubo pleno empleo, se
mejoraron los salarios de los
trabajadores. Además, se sancionaron
importantes leyes que los
favorecían, como la nacionalización
de las empresas de servicios
públicos. El Estado era
como un gran benefactor.
Una Reforma Constitucional
determinó una nueva Carta
Magna, en 1949, que anulaba la
de 1853. En ella se establecía la
posibilidad de reelección presidencial
y la participación de las
mujeres en las elecciones (ley
de voto femenino).
>> El 16 de junio fue bombardeada la
Plaza de Mayo y la Casa de Gobierno.
Un nuevo triunfo
eleccionario
Las elecciones convocadas en
1951 volvieron a dar el triunfo a
Perón, que derrotó a los radicales
Balbín y Frondizi. Pero los
tiempos habían cambiado.
El dinero proveniente de aquellas
importantes exportaciones
comenzaba a mermar. A pesar
de que la población mantenía
sus empleos, la oposición lamentaba
las restricciones a la
libertad de expresión y la persecución
de los opositores.
Un nuevo gobierno
de facto
Lamentablemente, grupos civiles
y militares fueron tramando
el derrocamiento de Perón. El
golpe de Estado finalmente
transcurrió en septiembre de
1955. Los golpistas se autodenominaron
Revolución Liberta
dora y hubo que lamentar no
solo las primeras víctimas civiles
en un bombardeo aéreo, en
Plaza de Mayo, sino los fusilamientos
a opositores.
El general Pedro Lonardi fue
designado presidente de la
República. De tendencias moderadas,
fue sustituido por el general
Aramburu. El peronismo
fue rigurosamente prohibido:
no se podía ni siquiera escribir el
nombre del expresidente ni
17 de Octubre
de 1945
El 17 de octubre marcó, en la historia
argentina, un hito. Por primera vez,
casi autoconvocados por los delegados
gremiales que informaban, fábrica
por fábrica, que Perón estaba preso,
los obreros comenzaron a movilizarse.
En compactas columnas, los
trabajadores, hombres y mujeres,
avanzaron desde Avellaneda a pie,
pues los puentes habían sido cortados.
Un solo grito asumía esa extraña
multitud que asombraba a los
atildados porteños que paseaban
por la Plaza de Mayo: ¡Perón... Perón!
Agotados, se descalzaron y mojaron
sus pies en la fuente de la Plaza.
No se movieron hasta que se anunció
la liberación del coronel.
decirlo en público. Se reimplantó
la Constitución de 1853, con
algunas reformas. Durante la administración
de Aramburu se logró
un importante aumento de
la producción petrolera. Uno
de los principales logros fue la
creación del Insti tuto de
Tecnología Agrope cuaria.
A comienzos de 1958, se convocó
a elecciones. Sin embargo, el
peronismo no podía presentarse,
estaba proscripto. Perón,
exiliado en España, acordó con
la llamada UCRI, Unión Cívica
Radical Intransi gente, apoyar la
candidatura de Arturo Frondizi,
quien resultó triunfante.
80
Poder civil y poder militar
Una década
de enfrentamientos
La década estuvo caracterizada por una fuerte presencia de los militares que ejercían su poder
ante las autoridades civiles, elegidas democráticamente. En 1966 el orden constitucional
fue quebrado con la autodenominada Revolución Argentina. Hacia 1969 aumentó el descontento.
Un gobierno difícil
Arturo Frondizi fue casi un emblema
de esta década. En solo
cuatro años debió enfrentar más
de treinta pre-golpes militares, a
los que se llamó “planteos”.
Encubrían, en realidad, presiones
ante cualquier acto del Poder
Ejecutivo que los disgustara. La
paciencia castrense se agotó
cuando Frondizi se entrevistó
con el revolucionario Er nesto
“Che Guevara”. El hecho determinó
que el gobierno norteamericano
presionara a los militares
argentinos, quienes finalmente
derrocaron a Frondizi.
La política petrolera, que buscaba
el autoabastecimiento
ener gético, fue la gran preocupación
del gobierno frondicista.
Se ingresó al Banco Inter ame -
ricano de Desarrollo y se firmó
la “Declaración de Bari loche”,
suscripta por Eisenhower, presidente
de los Estados Unidos,
destinada a promover un mejor
nivel de vida para los pueblos
latinoamericanos. Entretanto, el
peronismo triunfaba en las
elecciones provinciales de
1962.
Un gobierno marioneta
Tras el golpe del 28 de marzo
de 1962, el vicepresidente de
Arturo Frondizi, José María
>> Asunción de Illia como presidente, el 12 de octubre de 1963.
Guido, se hizo cargo del gobierno.
En realidad, Guido no era
otra cosa que una marioneta
que cumplía órdenes de los
grupos militares que habían
promovido el golpe.
Se anularon las elecciones que
habían llevado al triunfo peronista
en la provincia de Buenos
Aires y se ejercía el control militar
de los actos de gobierno.
Hubo fuertes enfrentamientos
armados en el seno del Ejército
(entre los llamados azules y los
colorados). Triunfaron los azules,
que consiguen para el general
Juan Carlos Onganía la comandancia
general del Ejército.
Finalmente, en 1963 se llamó a
elecciones.
La honestidad jaqueada
Las elecciones de 1963 dieron
el triunfo al candidato de la
Unión Cívica Radical del
Pueblo: Arturo Illia. Solo habría
de gobernar tres años.
Se anularon los contratos petroleros
suscriptos con compañías
extranjeras que perjudicaban
los intereses nacionales.
Se creó la Fiscalía Nacional de
Investigaciones Administrativas.
Por primera vez en 40 años no rigió
el estado de sitio.
81
Hubo choques con sindicatos
peronistas. Se organizaban movilizaciones
y ocupaciones de fábricas.
A pesar de una total libertad de
prensa y del crecimiento económico,
el gobierno no llegó a
cumplir su término legal. Una
coalición de empresarios, sindicalistas,
periodistas, políticos y
militares impulsaron a estos últimos
a tomar el poder.
La autodenominada Revolu -
ción Argentina, integrada por
los comandantes de las tres armas,
designó a Juan Carlos
Onganía como presidente.
La “Revolución
Argentina”
El Estatuto de la “Revolución
Argentina” fue el órgano legal
que emplearon para reemplazar
a la Constitución Nacional.
>> El Cordobazo marcó un punto
de inflexión en las luchas populares:
inició el fin de la dictadura de Juan
Carlos Onganía.
Las Universidades fueron ocupadas
por fuerzas policiales. El
29 de julio de 1966, en las cinco
facultades de la Universidad de
Buenos Aires, ocupadas por
estudiantes, docentes y graduados,
desta cados profesores fueron
apaleados a garrotazos en la
“noche de los bastones largos”.
El nombre proviene de los
bastones usados por la Policía
para golpear a los detenidos a
medida que iban saliendo. Los
detenidos fueron cerca de 400, y
las bibliotecas y laboratorios
fueron destruidos. Los más destacados
intelectuales debieron
abandonar el país.
Sin embargo, el gobierno golpista
tuvo, durante tres años, apoyo
de la población, aunque el gran
núcleo de resistencia siguió estando
en el sector estudiantil
universitario. Se lograron mejoras
económicas y bajos índices
inflacionarios. No obstante, comenzó
un fuerte endeudamiento
con organizaciones
del exterior, tales como el
Fondo Monetario Internacional.
Hubo manifestaciones violentas
en el interior: el Cordobazo,
el Rosariazo, el Tucuma nazo.
>>Los generales Onganía y Lanusse,
líderes de la "Revolución Argentina".
Surgen grupos como Montoneros
y PRT-ERP, cuya estrategia
era la lucha armada contra la
dictadura.
Montoneros secuestra y ejecuta a
Pedro E. Aramburu en 1970. Los
deseos del general Onganía de
permanecer largos años en el poder,
sumados a las insurrecciones
populares y estudiantiles, provocaron
un profundo malestar entre
sus propios compañeros de
armas que, preocupados, decidieron
reemplazarlo por el general
Roberto Marcelo Levingston
(quien estaba entonces como
agregado militar en la Embajada
de Argen tina en Washington).
Duran te el gobierno de Le vin gs -
ton se dictó una ley de pre cios
máximos para los artículos de
primera necesidad.
El Cordobazo según un
protagonista de la época
En junio de 1970 el dirigente sindical
Agustín Tosco (del gremio Luz y
Fuerza, integrado a la Regional
Córdoba de la CGT) explicó así el “por
qué” del Cordobazo: “Esta es una
pregunta que, no por repetida, deja
de plantearse y de promover la
investigación, la imaginación y
particularmente el interés de todos
los argentinos, desde el más humilde
trabajador, hasta el sociólogo
desentrañador de los fenómenos
sociales, o de los políticos desde
conservadores hasta revolucionarios
(...) el Cordobazo es la expresión
militante, del más alto nivel
cuantitativo y cualitativo de la toma
de conciencia de un pueblo, en
relación a que se encuentra oprimido
y a que quiere liberarse para construir
una vida mejor, porque sabe que
puede vivirla y se lo impiden quienes
especulan y se benefician con su
postergación y su frustración de todos
los días”.
Desde 1969 habrá, además del
Cordobazo, muchísimas luchas
obreras, juveniles y populares en
todo el país.
82
Una herida que no cierra
Los años del terror
La década de 1970 se inició con insurrecciones populares, acciones de grupos
armados y una feroz represión. El peronismo triunfó en las elecciones, después de 18 años
de prohibición. Pero, una vez más, una Junta de comandantes dio un golpe.
La Junta Militar elige
La política seguida por
Levingston no conformaba a
sus pares militares, por lo que
fue reemplazado, en 1971, por el
general Alejandro Agustín
Lanusse.
Durante su mandato se modificó
el régimen electoral (segunda
vuelta electoral si los candidatos
no lograban el 50 % de los votos).
Diversos levantamientos militares
fueron sofocados.
Frente a la situación imperante
(crisis política y económica y,
fundamentalmente, falta de seguridad)
Lanusse no tuvo otra
alternativa que convocar a
elecciones.
El regreso de Perón
Lanusse volvió a admitir al
Partido Justicialista su presentación
en el acto eleccionario. Pero
no le permitió a Perón ser candidato,
pues la convocatoria exigía
que estos debían tener una
residencia de dos años anteriores
a las elecciones.
Juan D. Perón, autorizado a regresar,
organizó una alianza
electoral llamada Frente
Justicialista de Liberación (FRE-
JULI), que obtuvo un arrollador
triunfo en las elecciones de
1973. Los candidatos triunfantes,
Héctor Cámpora y Solano
>> Frente a la muerte de Perón,
lo sucedería en la presidencia su tercera
esposa, Isabel. Un nuevo golpe de Estado
la destituiría dos años después.
Lima, convocaron a nuevas elecciones,
se liberaron los presos
políticos y luego renunciaron.
En septiembre de ese año, el
62 % de la población dio el triunfo
a Juan Domingo Perón y a su
esposa, María Estela Martínez
de Perón.
Durante su presidencia se firmaron
el Tratado con Uruguay,
para zanjar cuestiones limítrofes
y el Tratado con Paraguay para
la construcción del Complejo
Hidroeléctrico Yacyretá-Apipé.
La muerte de Perón
Solo un año Perón alcanzó a gobernar.
La situación económica
se caracterizó por una creciente
inflación. En lo político, los jóvenes
extremistas Montoneros
produjeron, con sus actitudes, la
ira del viejo caudillo, que los expulsó
de la Plaza de Mayo el
1º de Mayo de 1974.
>> Alejandro A. Lanusse.
La violencia recrudeció, con
atentados que involucraron a
víctimas inocentes. En 1974, el
1º de julio, al fallecer Perón, lo
sucedió su esposa, María Estela
Martínez de Perón (llamada
“Isabel” o “Isabelita”).
Tensiones políticas
La situación económica empeoraba:
el avance de los precios era
incontenible.
Las propias organizaciones
obreras, como la CGT, comenzaron
a realizar paros nacionales.
La organización social se
consolidaba.
José López Rega creó organizaciones
parapoliciales que se
dedicaron a amedrentar a opositores
para que abandonaran el
país, o bien a asesinarlos. Se trata
de la banda parapolicial
“Triple A”, que secuestraba y asesinaba
a dirigentes y figuras del
sindicalismo, las artes, etc.
83
>> Martínez de Hoz, ministro de
economía durante el gobierno militar.
Se decreta, desde la presidencia,
el “exterminio de la guerrilla”,
mientras crece la organización
social y popular.
Hubo drásticas medidas para sanear
la economía (“Rodrigazo”,
nombre dado por el ministro de
Economía Rodrigo; devaluación
del peso en un 160 % respecto
del dólar USA, aumento en tarifas
de los servicios: 200 %). La escalada
inflacionaria llegó al
400%. La situación económica
fue, pronto, insostenible.
Nuevamente, los militares aparecieron
en escena: dieron un
golpe de Estado y luego protagonizaron
los hechos represivos
más sangrientos que conociera
nuestra historia, con el llamado
Proceso de Reorganización
Nacional. Isabel Perón fue entonces
depuesta por la Junta de
Comandantes.
El “Proceso”: terror
y entrega económica
El 24 de marzo de 1976 asumió
el gobierno de facto la Junta, integrada
por el general Jorge
Rafael Videla, el almirante
Emilio Eduardo Massera y el brigadier
Orlando Ramón Agosti.
La presidente constitucional fue
confinada en una residencia del
sur del país.
Se suprimieron todas las garantías
políticas establecidas
por la Constitución y los partidos
políticos fueron disueltos.
Hubo una emigración masiva de
grandes sectores sociales.
La deuda externa se incrementó
a 40 mil millones de dólares.
Los medios de comunicación
fueron censurados. Para combatir
los movimientos populares
que incrementaron sus acciones,
se impulsó la delación, se
colocaron espías o agentes en
escuelas y organismos nacionales,
y se llegó al extremo de secuestrar
personas, asesinarlas y
arrojar sus restos al mar o sepultarlas
en lugares inaccesibles. En
la actualidad, se calcula en
30.000 el número de personas
muertas en tales circunstancias
(son los llamados “desaparecidos”,
ya que en la mayoría de
los casos, sus restos aún no fueron
encontrados).
A este período se lo llamó el de
“la guerra sucia”.
La “plata dulce”
En materia económica, el
Proceso de Reorganización
Nacional desarticuló la producción
nacional, además de
provocar un enorme endeudamiento
con el exterior.
Los años iniciales, dominados
por la especulación bancaria
fueron llamados los de la “plata
dulce”, es decir, del dinero fácil.
La ciudad de Buenos Aires tuvo
grandes reformas, entre las
cuales las autopistas del intendente
Cacciatore fueron las más
destacadas.
Los salarios docentes, en la
Capital Federal, fueron aumentados,
a la par que se inició la
construcción de escuelas. En tales
circunstancias, el triunfo en el
Mundial de Fútbol de 1978, celebrado
en Argentina, provocó
una euforia popular sin precedentes,
en la cual militares y policías
fueron aplaudidos por la
población.
Simultáneamente, se organizaron
campañas desde el gobierno
de facto donde se afirmaba que
éramos “Derechos y Humanos”,
como respuesta a las entidades
internacionales que venían a tomar
cuenta de las denuncias hechas
en el exterior por las violaciones
a los derechos humanos
en nuestro país.
“El Proceso”:
sus años finales
Los militares decidieron el relevo
de Videla, que fue reemplazado
por el general Viola (1981).
Viola fue reemplazado el mismo
año por el general Leopoldo
Fortunato Galtieri.
La situación popular era crítica.
En un acto de la CGT, en el cual
solo se pedía Paz, Pan y Trabajo,
obreros, ciudadanos, estudiantes,
madres con chicos fueron
reprimidos con una violencia jamás
igualada.
Las Madres
de Plaza de Mayo
Pioneras de la lucha por los derechos
humanos, las Madres de Plaza de Mayo
comenzaron con sus reclamos en 1977,
cuando organizaron la primera
manifestación pública.
Azucena Villaflor de Devincenti
había explicado a muchas mujeres
que estaban a la espera de alguna
respuesta del secretario del Vicario
Castrense: “Individualmente no vamos
a conseguir nada. ¿Por qué no vamos
todas a la Plaza de Mayo? Cuando
vea que somos muchas, Videla
tendrá que recibirnos”. Así comenzaron
a realizarse las marchas en la Plaza
todos los jueves.
84
EL
REGRESO
LA
Caída de la dictadura y gobiernos constitucionales
DE
DEMOCRACIA
El “Proceso”, con el objeto de distraer la opinión pública ante el deterioro
de la economía, decidió la recuperación de las Malvinas por la fuerza, que nos
llevó a una guerra inesperada. La derrota aceleró un nuevo llamado a elecciones.
Malvinas, la excusa
para el horror
El día 2 de abril amanecimos con
la noticia de que las Malvinas habían
sido recuperadas por la fuerza.
En poco tiempo entramos
en guerra con Gran Bretaña,
desoyéndose las condiciones
ofrecidas por la mediación latinoamericana
y de EE. UU.
Por otro lado, los ingleses forzaron
los hechos al hundir, fuera de
aguas de conflicto, al crucero
General Belgrano. La Argentina
fue derrotada pese a actos de increíble
valor de la Fuerza Aérea.
La CONADEP
Uno de los primeros actos del gobierno
de Alfonsín fue la convocatoria
de personalidades notables
y de intachable moral y ética, tales
como el escritor Ernesto Sábato,
para integrar la CONADEP (Comisión
Nacional sobre la Desaparición
de Personas). Se escucharon
los testimonios más aberrantes
y atroces, como torturas a niños
delante de sus padres, y los hechos
de crueldad más horrendos que pueda
concebir la imaginación humana.
El resultado de esta tarea fue
la publicación del libro Nunca Más, un
verdadero inventario de la realidad de
los años de la Argentina del “Proceso”.
El fin del dolor
En medio de la indignación popular,
asumió el general Bignone,
quien convocó a elecciones
con la expresa recomendación de
no dañar la imagen ni lo actuado
por los militares del “Proceso”.
El candidato de la Unión Cívica
Radical, Raúl Ricardo Alfonsín,
triunfó abrumadoramente en
las elecciones.
Como medida sin precedentes,
se ordenó el juicio a las
Juntas Militares. Todos los
responsables fueron condenados,
aunque las leyes de Punto
Final y Obediencia Debida,
posteriormente, dejaron la
condena firme solo para los
comandantes.
>> Tropas argentinas izan el pabellón
nacional, tras el desembarco
por la recuperación de la islas
Malvinas, en 1982.
Resurgió la actividad política y
cultural. Los exiliados comenzaron
a regresar.
En lo económico, se creó el
llamado “Plan Austral”. El gobierno
lo puso en marcha en junio
de 1985, y a partir del reemplazo
del peso por el austral, se fijó
el cambio y se depreciaron los
bienes. A la vez, el Estado pasó a
controlar los precios y el salario, y
estimuló las exportaciones industriales.
Los primeros resultados
fueron alentadores; la escalada
inflacionaria se redujo en los
primeros meses hasta que en
1986 comenzó el descongelamiento
tanto de salarios como
de precios. En 1988, el gobierno
presentó “Plan Primavera”, cuyo
objetivo era el incentivo a la
importación y la reducción del
déficit fiscal. El austral fue devaluado
para equipararlo con el valor
de la moneda extrajera.
>> Las Madres de Plaza de Mayo, la cara
del dolor de los años de la dictadura.
A su vez, se restringieron las
trabas aduaneras para la importación.
La men table mente,
las medidas económicas no fueron
las correctas y comenzó un
período conocido como la hiperinflación,
durante el cual el litro
de leche podía, por ejemplo,
cambiar de precio hasta tres veces
en un día.
Durante su mandato se firmó la
paz con Chile por el conflicto limítrofe
del Beagle.
El retorno
del peronismo
Al comenzar el año 1989, la sociedad
argentina se encontraba
acosada por numerosos problemas
económicos. Se retrajo la
productividad industrial de la región
bonaerense, como consecuencia
de las bajas perspectivas
de exportación. El candidato que
proponía el partido oficial no
mejoraba las expectativas del
gobierno radical en gestión, y la
sociedad lo identificaba con los
problemas existentes. Dentro de
la interna del Partido Justicialista
se había impuesto el gobernador
de La Rioja, Carlos S. Menem. La
crisis del gobierno radical determinaba
el triunfo seguro del justicialismo.
Finalmente, Menem
ganó las elecciones de 1989 y
86
aceptó el traspaso adelantado
del poder. El éxito de las medidas
económicas adoptadas por su
gobierno (Plan de Convertibilidad,
que aseguró la paridad del
peso nacional con el dólar estadounidense)
reactivaron el país,
aunque sus consecuencias negativas
surgirían explosivamente
una década después. A la vez, el
Estado comenzó un proceso de
descentralización y reestructuración
de la economía con la
sanción de la ley de Reforma
del Estado. Así, servicios como las
telecomunicaciones, ferrocarriles,
obras sanitarias y electricidad pasaron
a manos de empresas privadas.
Reelección presidencial
Tras un acuerdo entre Alfonsín y
Menem, conocido como “Pacto
de Olivos”, se convocó a una
Asamblea General Constituyente.
Allí se elaboró la reforma
constitucional de 1994. Esta reforma
permitió que Menem se
presentara como candidato en la
nueva convocatoria a elecciones
(1995), en las que resultó
triunfante. Durante su segundo
mandato, Carlos Menem amnistió
a los tres comandantes del
“Proceso”. En la política exterior,
se reestablecieron las relaciones
diplomáticas con Gran Bretaña,
rotas desde 1982.
Mediante negociaciones diplomáticas
con Gran Bretaña, se llegó
a un acuerdo que permitió a
los ciudadanos argentinos visitar
las islas en carácter de turistas.
Además, se enviaron tropas al
Golfo Pérsico y a la ex-Yugoslavia,
bajo bandera de la ONU. Se firmó
el Tratado de Asunción (1991) y
se formalizó el Mercosur.
El fin del menemismo
Durante este período tuvo lugar
una retracción notable de
la producción nacional y una
baja importante en los niveles
de exportación, tanto agraria
como industrial. Las importaciones
también disminuyeron
y el desempleo aumentó a cifras
históricas. El plan económico
mostraba claros síntomas
de agotamiento. Las acusaciones
de corrupción, el desgaste
de la figura presidencial y un
nuevo intento de reforma
constitucional, esta vez fallido,
fueron las principales causa
que determinaron el paso
del poder a manos de una coalición,
integrada por justicialistas
y radicales, llamada
“Alianza por el trabajo, la justicia
y la educación”. Su triunfo
llevó al radical Fernando De
la Rúa a la presidencia a fines
de 1999.
Atentados en Argentina
Durante este período, dos criminales
atentados se produjeron en la Ciudad
de Buenos Aires. El 17 de marzo
de 1992, una bomba en la Embajada
de Israel produjo casi 30 muertos
y más de 200 heridos. Dos años
después, el 18 de julio de 1994,
otra explosión en la Asociación Mutual
Israelita Argentina produjo más de 80
muertos y 300 heridos. Ambos
atentados continúan siendo hoy
investigados por la justicia.
Argentina ante una época de cambios y desafíos
Un nuevo siglo
El fin del siglo XX encontró a Argentina con una democracia consolidada, pero
con una serie de problemas de índole socio-económica por resolver: pobreza, recesión, corrupción,
desocupación, deficiencias en salud y educación, etc. Este es el gran desafío que tenemos que enfrentar.
El gobierno
de Fernando De la Rúa
A los pocos meses de asumir, De
la Rúa aumentó severamente los
impuestos para sanear las finanzas.
Con el objetivo de controlar
el gasto público bajó las tasas internas
de interés y para evitar el
descontento social mantuvo la
paridad monetaria de un peso
igual a un dólar. Se pidieron también
nuevos créditos al FMI para
renegociar antiguas deudas. En
materia política, el gobierno intervino
la provincia de Corrientes
debido a un conflicto político financiero.
También se presentaron
planes de infraestructura, como realizar
obras de caminos, agua y vivienda
por todo el país. Pese a
todo, la economía argentina se
encontraba resentida. A fines
del año 2000, los números de las
finanzas demostraron una leve
mejoría, pero en el curso del año
2001 el gobierno no pudo manejar
los problemas financieros y
>> La salida del gobierno de Fernando
De la Rúa se dio en circunstancias
estrepitosas: tuvo que despegar en un
helicóptero de la Casa de Gobierno,
gracias a que las protestas de la gente
no lo dejaban salir por la vía terrestre.
el vacío de poder que se cernía sobre
su mandato. La ley de Convertibilidad
había sumido a la Argentina
en una recesión muy
pronunciada. Cierre de empresas,
falta de liquidez en los mercados
y desempleo fueron los indicadores
de una situación económica
débil.
El Corralito:
diciembre de 2001
Con la crisis económica se acentuó
la fuga de capitales. Para evitar
el vaciamiento del sistema financiero
nacional, el Ministerio
de Economía, al mando de Domingo
Cavallo, impuso en diciembre
de 2001 la restricción
de los retiros de depósitos bancarios.
La reacción popular fue
negativa. La clase media, principal
apoyo político del gobierno,
protestó a través del golpe constante
de cacerolas, desde las casas,
edificios o en las esquinas de
la ciudad de Buenos Aires y el conurbano
bonaerense.
Rápidamente los hechos de protestas
se trasladaron al resto del
país. En varias de las ciudades
más populosas se registraron saqueos
a supermercados y almacenes.
El gobierno estableció el
estado de sitio y desató una
brutal represión que dejó más
de una decena de muertos. Incapaz
de contener o morigerar el
descontento social, De la Rúa renunció
el 20 de diciembre. En
dos semanas se sucedieron cuatro
presidentes.
>>El 19 de diciembre de 2001 la gente
se congregó en casi todos los espacios
públicos del país exigiendo que se
cambie radicalmente la forma de hacer
política en el país.
La presidencia
de Eduardo Duhalde
El 2 de enero de 2002 asumió la
presidencia Eduardo Duhalde,
elegido por la Asamblea
Legislativa. Las primeras medidas
de su gobierno fueron devaluar
la moneda, poniéndole
fin a la Ley de Convertibilidad.
De este modo, todos los depósitos
bancarios que se encontraban
en dólares fueron pesificados.
En junio, la policía bonaerense
reprimió una protesta de
desocupados que intentaban
cortar el puente Pueyrredón, en
Avellaneda, asesinando a dos jóvenes
piqueteros. Poco después,
la cámara de diputados estableció
un nuevo calendario electoral.
Duhalde debía dejar el cargo
en mayo de 2003.
87
Elecciones 2003
Las elecciones del 2003 presentaron
al peronismo dividido en
varios candidatos y encontraron
al radicalismo más débil que
nunca. La fracción liderada por
Duhalde presentó como candidato
a Néstor Kirchner, en aquel
entonces gobernador de Santa
Cruz. La primera vuelta dio como
ganador al ex presidente Carlos
Menem con el 25 % de los sufragios,
seguido muy de cerca por
Kirchner, con el 22 %. Ante esta situación,
la ley argentina prevé
elecciones en segunda vuelta.
Sin embargo, el balotaje nunca se
realizó ya que Carlos Menem
dio por ganador a Kirchner.
El gobierno de
Néstor Kirchner
El gobierno presidido Kirchner
confirmó en su puesto al ministro
de Economía de la gestión anterior,
Roberto Lavagna. Con esta
medida se aseguraba la continuidad
de plan económico basado
en el desarrollo industrial
nacional y el congelamiento de
la devaluación monetaria para
promover la producción y el consumo
en el mercado local. A su
vez, aumentaron las exportaciones
de productos primarios, sobre
todo granos como la soja y el
maíz, fomentados por el crecimiento
de su valor a nivel mundial.
La entrada de impuestos a
>> El matrimonio Kirchner festeja en el
cierre de la campaña electoral que llevó
a la presidencia a Cristina Fernández.
través de las exportaciones saneó
las finanzas del país y esto
permitió al gobierno seguir financiando
obras capaces de
crear puestos de trabajo, y continuar
entregando planes de subsidios.
El modelo político estaba
centrado en la figura del presidente,
a partir de la posibilidad
que tiene el Poder Ejecutivo de
crear leyes mediante los decretos
de necesidad y urgencia. Durante
su gobierno, Kirchner tomó
medidas en materia de Derechos
Humanos con respecto a los crímenes
de la última dictadura militar
y removió a los jueces más
repudiados de la Corte Suprema.
A nivel externo, se canceló por
adelantado gran parte de la
deuda con el FMI y promovió la
unión entre las naciones latinoamericanas
que abordaban
el planteo de políticas independientes.
>> Cristina Kirchner asumió como presidenta el 10 de diciembre de 2007.
Primera presidencia
de Cristina Fernández
de Kirchner
En el año 2007, las elecciones llevaron
a la presidencia Cristina
Fernández de Kirchner, candidata
por el Frente para la Victoria.
Aunque en otro contexto, originado
por la crisis económica internacional,
su gobierno mantuvo
los lineamientos trazados por su
esposo Néstor Kirchner. En 2008 el
gobierno perdió el apoyo de los
empresarios rurales, que mostraron
disconformidad con el plan
de gravar las exportaciones agropecuarias
con “retenciones móviles”.
Finalmente, el vicepresidente
Julio Cobos, a cargo de la presidencia
del Congreso, definió con su
voto una reñida elección parlamentaria,
evitando la sanción del
proyecto de ley oficial. Este episodio,
junto con el fallecimiento
del expresidente Néstor Kirchner
(ocurrido en 2010 tras la muerte
del joven militante de izquierda
Mariano Ferreyra, asesinado por
una patota sindical), representaron
los momentos más críticos de su
primer mandato. Durante este período
también se implementó un
nuevo régimen previsional, se recuperó
la línea aérea de bandera,
y se dio impulso a un plan asistencial
para familias de bajos recursos,
llamado “Asignación Universal
por Hijo”. A la vez, se creó un
fondo para garantizar el pago a los
bonistas privados con reservas
de libre disponibilidad del Banco
Central.
Las celebraciones del Bicentenario
de la Revolución de Mayo
El 25 de mayo de 2010 nuestro país celebró los 200 años de su primer
grito de libertad. Los homenajes fueron un éxito. La gente se
autoconvocó en todos los rincones del país y vivió con fervor los
preparativos que cada localidad había previsto para el aniversario.
Hubo desfiles y eventos en casi todas las ciudades que a su vez
combinaron distintos tipos de disciplinas (teatro, danza y música,
etc.). En todas ellas, se representó el espíritu de la Revolución de
Mayo y todas las distintas etapas que vivió el país desde sus inicios.
Fue una verdadera fiesta cívica de enormes dimensiones y coloridos.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a raíz de haber sido escenario
de la Revolución allá por 1810, fue una de las plazas principales que
se eligieron para montar los festejos. La reapertura del teatro Colón
(con destacadas orquestas tocando en su interior y con proyecciones
sobre su fachada), los desfiles a lo largo de la Avenida 9 de Julio (en
donde participaron todas las comunidades del país y más de 2.000
artistas), las propuestas visuales y proyecciones con la historia de
Argentina sobre la fachada del Cabildo y los pabellones de las
provincias, asombraron a las dos millones de personas que asistieron
al encuentro. La celebración cerró con un desfile de 19 carrozas que
repasaron nuestros 200 años de historia, fuegos artificiales y un
mega evento musical que contó con la presencia de distintas figuras
nacionales e internacionales.
Segunda presidencia
de Cristina Fernández
de Kirchner
En 2011 Cristina Fernández de
Kirchner fue reelegida con el 54
% de los votos, en una situación
económica complicada por la persistencia
de la crisis económica
mundial. Durante los primeros
años, la relación entre el gobierno
y la Confederación General del Trabajo,
dirigida por Hugo Moyano,
se fue deteriorando y la organización
sindical se partió en dos,
dando lugar a una CGT “oficialista”
y otra “opositora”. Esta última
llamó a un paro nacional a fines
de 2012, contra el impuesto a las
ganancias y su efecto sobre el salario,
que contó con una alta adhesión.
En materia económica, la
restricción de las operaciones en
dólares acrecentó el descontento
de las clases medias. En octubre
de 2013 se llevaron a cabo
las elecciones de medio término,
donde la lista del Frente para la
Victoria ganó la mayoría relativa
de los votos a nivel nacional,
pero perdió en la provincia de
Buenos Aires. En esta jurisdicción,
el exkirchnerista Sergio
Massa presentó una nueva lista,
ganando por amplia mayoría. A
fines de ese año, el gobierno
rearmó su gabinete y tomó nuevas
medidas económicas, entre
ellas la devaluación de la moneda,
de fuerte impacto en el
>> Una enorme multitud disfruta de uno de los eventos en
el “Paseo del Bicentenario” el día 25 a la noche.
consumo popular debido el incremento
de la inflación, y la
compra por parte del Estado argentino
de las acciones de Repsol
en YPF. Frente al aumento de
la inflación, el gobierno tomó
medidas de control de precios
y cambió el índice que mide la
inflación. A la vez, se implementó
una política de reducción
progresiva de subsidios.
89
El Papa Francisco
en Sudamérica
Designado sumo pontífice en 2013, luego de la
abdicación del papa Benedicto XVI, Francisco ha
realizado ya varios viajes a tierras suadmericanas. En
esta ocasión, visitó Chile y Perú, del 15 al 22 de enero de
2018.
Llegado desde Italia en un avión Boeing 777, fue
recibido en Santiago de Chile por la presidenta Michelle
Bachelet y autoridades religiosas. Esta fue la segunda
visita de un Papa al país. Juan Pablo II visitó esta nación
sudamericana en 1987.
En Lima fue recibido por el presidente Pedro Kuczynski.
En el área de Las Palmas, Francisco dio misa ante más de
un millón de personas. Pidió, en su mensaje, que “la
degradación sea superada por la fraternidad, la
injusticia vencida por la solidaridad y la violencia callada
con las armas de la paz”.
En ambos países hubo también protestas y reclamos en
las calles, especialmente en Chile, a propósito de casos de denuncias de abusos por parte de miembros de la Iglesia. Francisco se reunió
con representantes y delegaciones de comunidades aborígenes. Yessica Patiachi y Héctor Sueyo, de la tribu harakbut, le dijeron en
Perú: “En la actualidad muchos foráneos invaden nuestros territorios: los cortadores de árboles, los buscadores de oro, las compañías
petroleras, los que abren trochas para abrir caminos de cemento”. Otro tema mencionado allí fue la corrupción. Francisco dijo que se
trata de un “virus” social, y que son “los pobres y la madre tierra los más perjudicados”.
En 2012 un accidente en la estación
Once del ferrocarril Sarmiento
deja 51 muertos, poniendo
en tela de juicio el manejo
público del servicio de transporte.
En los años siguientes el gobierno
afrontó varias protestas
que reclamaban el fin de la corrupción,
la inseguridad y el alza
inflacionario.
El gobierno de
Mauricio Macri
A inicios de 2015, el PRO, la UCR
y la Coalición Cívica crearon el
frente Cambiemos con vistas a
competir en las presidenciales
de ese año. Tras la celebración de
las P.A.S.O., los resultados de la
elección presidencial del 25 de
octubre desembocaron en una
segunda vuelta. El 22 de noviembre,
en el primer balotaje
presidencial de nuestra historia, la
fórmula de Cambiemos encabezada
por el Jefe de Gobierno de
la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio
Macri, y la senadora Gabriela
Michetti, triunfó sobre el
candidato de la lista oficialista, Daniel
Scioli, con el 51,34 % de los
votos.
En materia económica, el gobierno
redujo los impuestos a
las exportaciones primarias y
los controles a las importacio-
nes, y eliminó la restricción para
la compra de moneda extranjera.
Luego de los comicios de medio
término de 2017, en los que el oficialismo
obtuvo el mayor porcentaje
de votos a nivel nacional,
se lanzó un paquete de reformas
con el propósito de realizar cambios
en las políticas previsional,
laboral, tributaria y fiscal.
90
Al siguiente año, la mayoría de los
índices económicos comenzaron
a mostrar signos de deterioro. El
peso se devaluó frente al dólar y la
inflación alcanzó uno de sus máximos
picos. Ante la falta de financiamiento
externo, el gobierno
contrajo un préstamo con
el Fondo Monetario Internacional
(FMI) por más de 50.000 millones
de dólares, la suma más importante
otorgada por ese
organismo desde su crea ción, de
la cual se desembolsaron 44.500
millones. En 2019, luego de las
elecciones de medio término, una
nueva corrida cambiaria provocó
una fuerte devaluación de la moneda,
seguida de una nueva escalada
inflacionaria. Ante esta situación,
el gobierno se vio obligado a
tomar medidas de emergencia,
entre ellas el restablecimiento de
las retenciones a las exportaciones.
Ese año, Mauricio Macri no
consiguió renovar su mandato
como presidente. La coalición gobernante
fue derrotada por un
frente constituido por diversos
sectores peronistas y liderado por
Cristina Fernández Kirchner, Alberto
Fernández y Sergio Massa.
Alberto Fernández
asume la presidencia
Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, la fórmula ganadora en las
elecciones presidenciales de 2019, en el acto de asunción.
El 27 de octubre de 2019 se realizaron
las elecciones presidenciales,
llevando a la fórmula del
Frente de Todos (Alberto Fernández
y Cristina Fernández de
Kirchner, como presidente y
vicepresidenta de la Argentina
respectivamente), al gobierno
del país.
A comienzos de diciembre del
mismo año, Fernández presentó
a los integrantes de su gabinete,
al que sumó un “Consejo de asesores”,
y el día 10 juramentó su
cargo de presidente de la Nación
Argentina.
Posteriormente, Alberto Fernández
dará un discurso donde postulará
buscar “la unidad de todos
los argentinos en pos de la construcción
de un contrato de ciudadanía
social para superar el
odio, el hambre y el despilfarro”,
mencionando también que
“arreglar los problemas económicos
va a llevar un tiempo”. En
su primer día como presidente
creó dos nuevos ministerios:
Ministerio de las Mujeres, Géneros
y Diversidad, y el Ministerio
de Desarrollo Territorial y Hábitat,
además de devolver la categoría
de ministerio a varios
(como Salud y Trabajo) que fueron
rebajados a secretarías durante
el gobierno anterior.
Además, Fernández envió al Poder
Legislativo un proyecto de Interrupción
Voluntaria del Embarazo
(IVE), que fue sancionado
como ley el 30 de diciembre de
2020. Promulgada el 14 de enero
de 2021, la ley se complementa
con otra norma llamada “de los
Mil Días”, donde el Estado se compromete
a apoyar y acompañar
integralmente a las mujeres embarazadas,
puérperas y recién nacidos.
Junto a los problemas de la economía,
caracterizados por una
alta inflación, el gobierno de Fernández
debió lidiar con la pandemia
mundial de Covid-19 y
sus múltiples consecuencias en
materia sanitaria y socio- económica
(a lo que se suman dos brotes:
de sarampión y de dengue,
durante 2020), y afrontar las renegociaciones
de la deuda externa.
El impacto de la
pandemia en
la Argentina
La pandemia de Covid-19 en Argentina
se manifestó con su primer
caso confirmado el 3 de
marzo de 2020. El día 7 se informó
del primer caso de muerte
en el país (y en América Latina);
fue un hombre de 64 años que
viajó a París, y que, al tener enfermedades
preexistentes, se complicó
su cuadro.
Hubo una temprana cuarentena
estricta, que duró 37 días
(desde el 20 de marzo), denominada
“Aislamiento Social Preventivo
y Obligatorio” (ASPO), y luego
un “Distanciamiento Social Preventivo
y Obligatorio” (DISPO),
junto a otros protocolos y diversas
medidas restrictivas en el
transporte público y de control
en hospitales, colegios y universidades,
en aeropuertos y en pasos
fronterizos.
91
Más adelante, se fueron dando en
provincias y zonas del país distintas
medidas de “flexibilización”,
apertura y reinicio de actividades.
Hubo también medidas socioeconómicas
como la prohibición
de despidos, la asistencia a la población
sin recursos (bolsones
con alimentos, un Ingreso Familiar
de Emergencia-IFE), a sectores
empobrecidos y monotributistas
sin ingresos por la parálisis
de la circulación y la economía
(moratorias y exenciones impositivas),
y a las empresas Pyme (con
la Asistencia de Emergencia al Trabajo
y la Producción-ATP), con
subsidios y créditos, junto a un
desarrollo en materia de investigación,
ciencia y técnica, con la
producción de tests, sueros, y barbijos/cubrebocas
con nanotecnología.
El 2020 fue un año de caída
del PBI, de casi el 10 %, y el 2021,
uno de recuperación, con alto crecimiento,
llegando también al 10
% (el doble de lo pronosticado
por especialistas y consultoras).
En diciembre de 2020, Argentina
comenzó su campaña de vacunación,
al recibir 300.000 dosis
de Sputnik V (del Instituto Gamaleya),
que fueron destinadas
al personal de salud. Todas las
“variantes” de Covid-19 que surgieron
y circularon por el mundo
-como la Delta y la Ómicron- llegaron
a la Argentina.
Para comienzos de 2022, el país
ya tenía más de un 77 % de su
población completamente vacunada,
con casi 90 millones de
dosis aplicadas: más de 35 millones
de personas.
La pandemia
de Covid-19
En diciembre de 2019 se identificó en la ciudad china de Wuhan el
virus SARS-CoV-2, llamado también Covid-19, causante de un tipo de
neumonía desconocida. Rápidamente se fueron extendiendo los
contagios por el mundo, ante los permanentes y “globalizados”
viajes (de negocios y turismo) de personas por las líneas aéreas, y, el
11 de marzo de 2020, con más de 4.000 muertes y casi 120.000 casos
en 114 países, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declara la
pandemia mundial de Covid-19 o Coronavirus.
Posiblemente originado por la zoonosis en el Mercado mayorista de
mariscos en Huanan, el virus se propaga generalmente de persona a
persona por las pequeñas gotas de saliva y “spray” al estornudar,
92
toser y respirar. “Cuarentenas”, confinamientos y suspensiones
de actividades masivas y en lugares cerrados, lavados
constantes de manos con jabón y limpieza con alcohol en gel
son algunas de las varias medidas que la OMS y especialistas
en medicina fueron proponiendo a las poblaciones del mundo.
La pandemia ha tenido un efecto social y económico
catastrófico, generando toda clase de inconvenientes, crisis y
dificultades (como la suspensión de las clases escolares), y
mostrando los límites estructurales de los sistemas sanitarios,
que fueron desbordados ante la afluencia masiva de casos.
También ha provocado un notable incremento de la
desigualdad social a escala global.
Aplausos de homenaje y reconocimiento para médicos y
personal hospitalario todas las noches, y eslóganes como “Yo
me quedo en casa” (hasthags en redes sociales y en la TV,
carteles en puertas y colgados de balcones) fueron algunos de
los acontecimientos y mensajes durante los primeros meses de
la pandemia.
De inmediato, los laboratorios más importantes del mundo
comenzaron a trabajar en una vacuna contra el Covid-19. De
las más de 100 candidatas, varias, con diversos mecanismos,
están actualmente comprobadas y aprobadas en su eficacia, y
siendo aplicadas a millones de personas en todo el mundo:
Sputnik V (de Rusia), CoronaVac (de China), Comirnaty (de
Pfizer-BioNTech, Estados Unidos y Alemania), Soberana 02 (de
Cuba), Covishield/Vaxzevria (de Oxford-AstraZeneca,
Inglaterra), entre otras.