46Ventana al ayerTexto: PapagenoEstudio de fotografía. José Rodrigo, 1913Archivo Municipal de Lorca. Fondo fotográfico Menchón-RodrigoEn una habitación y en torno a una mesa de madera vemos a cuatrohombres sentados en actitud de realizar diversas tareas. Se tratadel interior del taller fotográfico que José Rodrigo Navarro-Casete(1837-1916) abrió en la década de 1880 en la calle Selgas ‒por entoncesaún llamada del Águila‒ tras su periplo profesional en lasvecinas localidades almerienses de Vera y Cuevas del Almanzora.Rodrigo, con su larga y distintiva barba, ya blanca, está de espaldasa la amplia ventana por donde penetra la luz natural que iluminala estancia. Tiene un gesto sereno y reflexivo, con la cabeza haciaabajo mientras observa el papel que sujeta en las manos. Su rostro
47avejentado trasluce una mirada algo cansada, pues, no en vano, enun par de meses cumplirá 76 años.A su lado, sentado también en un taburete, hay un sacerdotede edad provecta vestido con sotana, tal vez pariente o amigo delfotógrafo, con los brazos también sobre la mesa y, al parecer, concentradoen sus pensamientos. Ajeno a ellos, al otro lado de laamplia mesa de caballete y dispuesto ligeramente de espaldas yde perfil, está Pedro Menchón, con bigote y vestido con bata, unode los aprendices del maestro. Con un largo pincel retoca un negativofotográfico colocado en un pupitre al que aplica una máscaracon cartulina o papel opaco para eliminar parte del aquel oayudar a su encuadramiento. A su izquierda, apreciamos sobrela mesa el retrato fotográfico montado ya sobre cartón de unhombre de mediana edad, amén de otros objetos, como un cuadernillo,cazo, tijeras, cajas de negativos y varias placas de vidrioapiladas. Más a la derecha, prácticamente de espaldas y sentadoen una silla, un joven Blas Aledo, también discípulo de Rodrigo,retoca con un lápiz otro positivo de gran formato con el retratode medio cuerpo de una mujer. O sea, los dos aprendices realizantécnicas de retoque y refinamiento esenciales en los métodos yprocedimientos fotográficos, empleadas tanto en los negativoscomo en los positivos, con el fin de lograr los efectos y acabadosdeseados, esto es, tonalidad, texturas, redefinir luces y sombras,eliminar imperfecciones, etc. En la pared del pequeño habitáculocuelgan láminas con paisajes y escenas costumbristas, anunciospublicitarios, un termómetro y un almanaque que señala la fecha,lunes 6 de octubre, que nos permite saber que la fotografía es delaño 1913.José Rodrigo, pionero de la fotografía en Lorca, destacó porla producción de una obra personal, de técnica y temática diversa,con tomas excelentes, estéticamente muy logradas, que lo encumbrancomo uno de los grandes fotógrafos españoles de la segundamitad del siglo XIX y las dos primeras décadas del XX. Sus magníficasimágenes de la minería almeriense en Sierra Almagrera yde todo el levante murciano hasta Mazarrón, la construcción delpuerto de Águilas, la Cartagena cantonal sitiada y bombardeadaen 1873, sus magníficos retratos de estudio ‒entre los que sobresalenla serie de personajes de la Semana Santa de Lorca‒, monumentos,vistas y paisajes rurales y urbanos, etc., son buenamuestra del alto nivel de su producción fotográfica. Varias de susfotografías ilustraron el libro de Amador de los Ríos Murcia yAlbacete, publicado a finales de la década de 1880, con imágenesde monumentos y paisajes de estas dos provincias. En los años70 fue premiado en varias de las exposiciones organizadas enLorca por la Sociedad Económica de Amigos del País, y a lo largode su larga actividad, que se extendió durante más de 50 años,logró general reconocimiento y prestigio profesional.A la muerte de Rodrigo, en 1916, Pedro Menchón Peñas (1875-1955) heredó el equipo y gran parte del archivo de imágenes de supredecesor, así como su estudio de la calle Selgas n.º 24, y allí trabajóhasta pocos años antes de su fallecimiento. En sus anuncios y aldorso de sus fotografías Menchón incluía en sus primeros años eldistintivo «Sucesor de Rodrigo» para aprovechar la fama lograda porsu maestro. Blas Aledo López (1894-1959), por su parte, en 1916marchó a realizar el servicio militar en Ceuta, ciudad en la que permaneciócuatro años adiestrándose en el arte fotográfico en el estudiode José y Manuel Calatayud. Tras regresar en 1920 a Lorca, seestableció como fotógrafo independiente en su gabinete de la calleFernando el Santo, muy cerca del establecimiento que ahora regíaMenchón en la calle Selgas. Con Blas Aledo comenzaría una saga defotógrafos que perdura hasta la actualidad.La mayor parte del fondo fotográfico de Rodrigo y Menchón,constituido por los miles de negativos en cristal y, en menor medida,positivos en muy variados formatos, fue adquirido en 1986por el Ayuntamiento de Lorca y se custodia desde entonces en elArchivo Municipal de la ciudad.