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Revista Orgullo 22

Revista Orgullo de Costa Rica, edición 2022

Revista Orgullo de Costa Rica, edición 2022

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VOL.09

N o 09

JUL 2022


CONSEJO EDITORIAL

TEXTOS

REVISIÓN DE TEXTOS

David Ulloa Chacón

José Daniel Clarke Caamaño

Marcela Díaz Salazar

Mónica Morales Argüello

Sergio Pacheco Salazar

DIRECCIÓN DE ARTE Y DISEÑO

Marcela Díaz Salazar

ARTE FINAL

Daniel Valverde

PRODUCIDA CON LA

COLABORACIÓN DE

Món Morales @mon.solar /

@querida.diaria

Óscar Mario Jiménez @oscarjima

Shi Alarcón @alarcon.shi

Emma Segura @disidentadisidente

Keylor Robles @keykeyrob

Diana Lopez @dianalb20

Jorge Andrés Masís @jorgeandresmb

Alina González @_alina_gonzalez_

José Pablo Rojas

josepablo.rojasgonzalez@ucr.ac.cr

Andina Darien @darien.barquero

Juan Carlos Cambronero

juanc.cambh@gmail.com

Tomás Garay @_tomasgaray_

Jess Márquez @jessnews

Karla Ávila @diversamente.cr

Mon González @mon_amarillx

Luna en Escorpio @lunaenescorpio75

Jota Vargas @jotavargascr

Món Morales @mon.solar /

@querida.diaria

Virginia Caamaño

Sergio Pacheco @fotosaliomovida

ILUSTRACIONES & OBRAS

Jade Grosmaire @ j ad e _________

Fidel Ledezma @f.id.o

Emma Segura @disidentadisidente

Pau Paw @pau.pau.paw

Ariel Bertarioni @_bertarioni

Sofía Padilla @sspadilla

Alina González @_alina_gonzalez_

Katalina Chavarría @_inksecta

Pablo Ruiz @jupi.trupi

Ricardo Blanco @rommeoyrommeo

Pablo Barrantes @tortura_chinx

Mo Campos @mo.motus

Eva Bristol @evabristolart

Amia Gallego @amia_ttt

Diego Rivera @kerokerito

El contenido de esta revista no representa posición oficial de las

organizaciones, empresas o marcas que apoyan su publicación.

ISSN: 2215- 5333

GUIAORGULLOCR.ORG

GUIAORGULLOCR

ORGULLOCOSTARICA



ORGULLO

FOTOGRAFÍAS

Pink Study

Fotografía: Alberto Prado

07

Portada

Fotografía: Noldo Vega @noldov

Modelo: Ana Carter

Styling: Annabella Prins

@annabellaprins

Maquillaje: Nati Briceño @babyfacecr

Cabello: Melissa Maroto @whynot.cr

Dirección creativa: Noldo Vega,

Marcela Díaz @marcediaazz

Lxs que no somos

Fotografía: Lilly Arce @lillyarce

Styling & maquillaje: Winklelita

@winklelita

Dirección: Alonsx Campos @al0nsitx

@a l ber to___ prado

Styling: Carlos Chavarría @cui271

Dirección de arte & set design: Daniel

Quirós @elo.quiros

Maquillaje: Denzel F @denzel.fo

Cabello: Yuner Alvarado

@theoctopus03

Modelo: Alma @de.human

Asistente de Styling: Fernanda Sedó

@fersedo_

Compañía

Fotografía: Yapi Mora @yapimora

Modelo: Yapi Mora & Carlos Quesada

@carlos.daque

NOTA EditoriaL

Consejo Editorial

09

Un ratito

Claroscuro con

Ana Carter

Món Morales

14

El peligro de la

despolitizaciÓn

lgbtiqa+

Óscar Mario Jiménez

29

Lxs que no somos

Génesis Herrera, Basthian

Magaña & Alonsx Campos

36

Con un pie adentro

y otro fuera

Diana Lopez Baraquiso

40

Agradecida

Jorge Andrés Masís

Textos modeles: Génesis Herrera

@genesis_francela, Basthian Magaña

@basthianrmm, Alonsx Campos

@al0nsitx

Edición & colorización: Pía Morales

@ppiamorales

Deseo es más que suficiente

Fotografía: Sharon Di Escobar

@sharondiescobar_

Texto: Cybermae

AGRADECIMIENTOS ESPECIALES

Roxy Sáenz.

19

¿QuiÉn resiste

con nosotras y

nosotrxs?

Shi Alarcón-Zamora

22

Carta A un Mundo

(cis) de fracaso

Emma Segura

43

DE HETERO A TRANS

Alina González

51

Paisaje de una

catÁstrofe: VIH y

sida en Costa Rica

José Pablo Rojas González

Trastornadas

Fotografía: David Segura

@__ na rc ise __

Modelo: La Cholla Jackson

@the_chollness

24

cuando el

capitalismo

le puso precio

a nuestros

derechos

Keylor Robles Murillo

59

EXÍLIAME

Andina Darien Barquero

5



ORGULLO

60

Deseo MÁs que

suficiente

Sharon Di Escobar

& Cybermae

63

Kick and kill

Juan Carlos Cambronero

66

Sobre la

palabra playo

Tomás Garay García

70

TRastornadas

Narcise &

La Cholla Jackson

72

El DÍa en que

Estoy Vivo

Jess Márquez Gaspar

78

SALUD Mental

Karla Ávila

*Las notas biográficas sobre les autores son producción de elles mismes, y no

definidas por el Consejo Editorial.

83

Pink Study

Alberto Prado, Carlos

Chavarría & Daniel Quirós

88

Cuerpo

Mon González Suárez

91

SEXUALIDAD

DISIDENTE...

ESPIRITUALIDAD

DISIDENTE

Luna en Escorpio

97

CompaÑÍA

Yapi Mora

100

Hitos HistÓricos

LGBTIQa+ 2021-2022

Jota Vargas González

104

cuentos para

abrazar a niñxs

rebeldes

Món Morales

¿QuÉ hace por

mÍ la revista

Orgullo?

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ahí donde resuenan las historias con

industry’s standard.

miedo, las del silencio, las historias del

Jose Daniel Clarke

grito de lo que existe y no se nombra.

Me visibiliza, y sobre todo me recuerda

La Orgullo me permite defender lo que la virtud de la vulnerabilidad, por el cuido

y el amor a lo blando, a confiar en

soy: hacer las paces con lo femenino,

abrazar la homosexualidad criminal, ser sostenernos. Me sumerge en la contemplación

del arrecife fértil y diverso que

dulce y ácido. Es contarle a los machitos

que me hirieron tanto que sigo vivo.

soy, y somos.

David Ulloa

Món Morales

Me abre la posibilidad de aportar en la El proceso de crear esta revista me educa,

hace que me incomode, revise y en-

construcción de la sociedad inclusiva que

quiero, donde las personas, todas ellas, foque distinto, que coloque la mirada en

puedan disfrutar, expresar y compartir cierto horizonte. Hace que avive el anhelo

porque vivamos todes en un mundo

quienes son sin temor, y en la libertad

que solo la comprensión y el respeto a la más justo, más apacible y sensato. Hace

diversidad saben dar. Ante todo, Orgullo que sienta que afeminado y maricón, es

es una bienvenida para mí misma y les total orgullo, porque fue, será y prevalecerá.

demás, un pase adelante, un quédese

aquí, un cuéntenme a quienes aman y Sergio Pacheco

desde dónde. Un sigamos luchando,

7



ORGULLO

Un ratito

Claroscuro

con Ana

Carter

Por Món Morales

Creadora cuir

[ ella ]

Honramos a todxs lxs que han estado antes, y siguen estando.

A quiénes empezaron a abrirnos camino, por regalarnos la

representación que necesitábamos para tomar el coraje

de salir y luchar por nuestro derecho a existir.

“Usted va poner ahí que nací en Centroamérica, y bueno, en paréntesis:

San José, Costa Rica, porque nací en el Calderón en 1952”.

Ana Carter me cuenta que está profundamente convencida y conmovida

desde que creció por la filosofía de ser centroamericanista,

y sin territorios demarcados, así como lo dice la canción.

Creció soñando con ser cantante, “cantaba todo el día”, pero en

su familia dedicarse al arte era totalmente prohibido. Dice Ana que

8 9



con los años entendió a su mamá: “una

orquesta llena de hombres mayores

podría ser un espacio complejo para

una jovencita”.

Ese fuego que Ana tiene dentro hizo

erupción cuando ya iba llegando a sus

cuarenta años, y así fue como nació

Claroscuro en 1991. “Porque hay que

animarse a hacer las cosas por una

misma, y se opusiera quién se opusiera

yo lo iba a hacer”.

creo que la música es un lenguaje universal,

pero sobre todo hay que continuar

la lucha, desde todos los escenarios,

sea legal, artístico, académico, y la

lucha en las calles es necesaria. Pero sí,

por medio del arte se pueden conseguir

cosas maravillosas”.

Sus canciones resonaban fuerte porque

las personas se sentían identificadas,

porque visibilizan todo aquello de lo

que no se hablaba.

Claroscuro es una pieza fundamental

en la historia de la música y el movimiento

feminista del país, y hay que

agradecerles infinitamente la imparable

fuerza que nos heredaron a través de

sus letras y canciones. Junto con Iliana

Alfaro y Ana Eduarte, estas tres grandes

artistas tuvieron el valor y el coraje

de denunciar la violencia de género

frente a diversos públicos, incluyendo a

“los gobernantes de turno” de esa época,

señalándolos como responsables

desde el escenario del Teatro Nacional.

“Éramos mujeres en el escenario, escribiendo,

musicalizando e interpretando,

y llamábamos mucho la atención a

veces para bien, a veces para mal. Yo

“Vivimos en un país privatista, racista

y sexista. Yo después de despertarme

tenía que darme tres pellizcos para defenderme:

uno por ser mujer, otro por

ser negra, y el tercero por lesbiana.

En mi adolescencia me sentía atraída

por muchachas de mi edad, no por los

muchachos. Pero esto era pecado mortal,

porque mi mamá era muy religiosa,

y de eso no se hablaba. Estamos hablando

de los 60s, uno se escondía, los

bares estaban escondidos, y no se hablaba

con las hermanas ni con los hermanos.

Yo también me escondí por mucho tiempo,

hasta que me animé cuando era

“También la comunidad LGBTIQA+ tiene que unirse y

cuando digo que hay que unirnos, me refiero a toda

la diversidad social, no solo sexual, hacia el mismo

norte: hacia la igualdad de nuestros derechos”



mayor de edad, que por cierto, éramos

mayores de edad hasta los 21.

Yo llegaba a un bar muy conocido, El

Feocarril, que se veía como un vagón

de tren. Y me veía con mis amigas, me

sentía socialmente acompañada. Estaba

con gente muy agradable, muchas

estudiaban, trabajaban, y bueno, La

Avispa en ese entonces estaba en el

Cruce Moravia-Guadalupe, pero a ese

no fui, cuando se pasaron a San José

sí iba”.

En el 79’ se trasladó La Avispa a San

José, luego de estar en una “barriada”.

Ana Vega me contó que ahí llegaba Ana

Carter y se juntaban a cantar hasta la

madrugada con otras mujeres de “La

Vieja Guardia” -como se llaman entre

ellas-, y que hasta Chavela Vargas llegó

una vez.

A Ana la sororidad la acompañó y la

impulsó a quitarse los nervios cuando

participaba de diferentes espacios, inclusive

más allá de los escenarios.

“¿Puede poner ahí que soy estudiante

de feminismo? Aquí voy aprendiendo a

diario, y agradezco siempre a las feministas

del pasado que supieron luchar

por nuestros derechos”, -hay que recordar

que en Costa Rica, en los 40s las

mujeres no podían votar y las personas

negras de Limón no eran reconocides

como ciudadanes civiles-.

“No éramos sujetxs que pudieran aplicar

a un crédito o préstamo, todos esos

derechos se fueron logrando gracias a

esas mujeres de antaño.

Si ustedes ven hacia atrás, yo veo a Angela

Davis, y atrás estuvo Rosa Parks,

y atrás otro montón de mujeres negras

que lo pudieron hacer, y ahora también

se puede, con mucha fuerza, orgullo y

dignidad. Pero eso sí, solas no vamos

a poder, hay que hacerlo todas juntas.

También la comunidad LGBTIQA+ tiene

que unirse y cuando digo que hay que

unirnos, me refiero a toda la diversidad

social, no solo sexual, hacia el mismo

norte: hacia la igualdad de nuestros

derechos.

Y si nosotras o Claroscuro podemos ser

una ayuda para las jóvenes, negras,

lesbianas, blancas, indígenas, todas,

todos, si podemos servirles de algo, nosotras

encantadas y con mucho gusto”.

Fotografía: Noldo Vega [ él ] • Modelo: Ana Carter [ ella ]

Styling: Annabella Prins [ ella ] • Maquillaje: Nati Briceño [ ella ]

Cabello: Melissa Maroto [ ella ] • Dirección creativa: Noldo Vega & Marce Díaz [ ella ]



ORGULLO

El peligro

de la

despolitizaciÓn

lgbtiqa+

Por Óscar Mario Jiménez

Comunicador y politólogo

[ él ]

En las pasadas elecciones, muchas personas queer politizadas y

activistas se sorprendieron del apoyo que integrantes de la población

LGBTIQA+ mostraron a la candidatura presidencial de Eliécer

Feinzaig, hoy diputado de la República por el Partido Liberal Progresista

(PLP).

Este desconcierto solo aumentó con los

resultados, los cuales le depararon un

contundente éxito a Feinzaig que incluyó

259 mil votos, un cuarto lugar entre

26 aspirantes y una fracción parlamentaria

con seis diputaciones, la suya incluida.

El partido del Estado mínimo, esquivo

en el tema de aborto y defensor

del uso de armas en la población, así

como de la privatización de cárceles y

EBAIS, logró convertirse en una fuerza

legislativa de peso, con un apoyo decidido

de personas LGBTIQA+.

La sorpresa, realmente, no debió existir.

El apoyo de personas queer a proyectos

conservadores o de derecha es una

práctica que se está volviendo común

en muchas partes del mundo. Aún se

razona el porqué sucede, pero algunos

acercamientos iniciales vinculan este

desplazamiento de las preferencias

electorales con la teoría del “gran reemplazo”,

el pinkwashing o la islamofobia

creciente en Occidente.

Al margen de las causas, lo cierto es

que el cuestionable ímpetu rosa que

hoy criticamos en Costa Rica también

se vive en otros países. En EE. UU. por

ejemplo, existe el colectivo Gays for

Trump, que aún respalda con efusividad

al xenofóbico exmandatario norteamericano.

En Francia hay figuras

polémicas como Florian Philippot, político

homosexual y ex número dos de

la ultraderechista Marine Le Pen. Y en

Alemania está Alice Weindel, lideresa

lesbiana de un partido neonazi.

Tristemente los casos abundan. Y si

bien es cierto el PLP y otras divisas

nacionales no están en la radicalidad

de estos casos extranjeros, es una señal

de que las lealtades político partidarias

de las personas LGBTIQA+ ya no

se concentran en ciertas agrupaciones,

sino que navegan libremente entre las

derechas, en sus distintas variantes y

modulaciones.

Hoy puede parecer absurdo, pero si

se consolida este tipo de apoyos no

se debe descartar que pronto veamos

a personas queer asumir o respaldar

candidaturas en proyectos racistas, xe-

En general, no entendían cómo una persona una persona sexualmente

diversa podía respaldar a un político que asumió la narrativa

de la “ideología de género”, despreció la figura del Comisionado

Presidencial para asuntos de la Población LGBTIQA+ y que, en general,

mostró poco compromiso con las demandas del sector.

“Las lealtades político partidarias de las

personas LGBTIQA+ ya no se concentran en ciertas

agrupaciones, sino que navegan libremente entre las

derechas, en sus distintas variantes y modulaciones”

14 15



ORGULLO

nófobos o inclusive neopentecostales.

La puerta ya está abierta, y desdichadamente

la cantidad de gente que la

cruzará solo irá en aumento.

La situación nos debe llevar a buscar

explicaciones propias. Definitivamente,

la brutal ausencia de interseccionalidad

es una de las razones, pero hay

otros aspectos, como la despolitización

de la identidad LGBTIQA+, que también

se deben considerar.

¿A qué me refiero con despolitización?

Al proceso que se ha venido gestando

y extendiendo durante los últimos años

entre la población y el activismo queer,

donde se desligan los avances en materia

de igualdad de sus orígenes político

ideológicos, y donde se desvinculan

los reclamos por derechos individuales

de ciertas exigencias de carácter económico

o redistributivo. Es una especie

de borrado histórico, que elimina discursiva

y políticamente el hecho de que

ciertos reclamos fueron liderados por

colectivos y personas particulares, con

posiciones e ideologías específicas. Es

claro que las luchas no tienen propiedad,

pero sí protagonistas e historia.

Si los derechos carecen de trasfondo

o pasado, y si siempre han existido,

cualquiera puede impulsarlos o representarlos.

En esta despolitización, el matrimonio

igualitario ha tenido un rol central.

Fue un triunfo y una trampa. Su entrada

en vigencia cambió los términos del

debate sobre derechos y sexualidad,

ampliando la aceptación y visibilidad

política, mediática y social de las relaciones

no heterosexuales, pero también

desarticuló al activismo y debilitó su

incidencia pública.

Este avance promovió una incorporación

plena de algunas personas queer

a la sociedad. Pero solo de algunas:

particularmente hombres gais cisgénero

que comparten ciertos estándares y

valores económicos, estéticos y de vida

con las élites heteronormadas, blancas

y urbanas del Valle Central de Costa

“Es claro que las luchas no tienen propiedad, pero

sí protagonistas e historia. Si los derechos carecen

de trasfondo o pasado, y si siempre han existido,

cualquiera puede impulsarlos o representarlos”

Rica. La integración de este grupo profundizó

la mercantilización de la identidad

homosexual y la consolidó como

una minoría privilegiada dentro de las

minorías, con más estatus e incidencia

que el resto de las letras de la diversidad.

Todo esto fue lo que generó el contexto

propicio para desacoplar luchas, despolitizar

derechos y eliminar cualquier

atisbo de interseccionalidad. Un terreno

fértil para el crecimiento de proyectos

con capacidad de mercadeo suficiente

para venderse como aliados, sin tener

que realmente serlo.

Lo problemático de esta despolitización

----más allá de las ganancias electorales

de algunos partidos políticos- son

sus consecuencias. Se pueden mencionar

varias, pero la más grave es que

se creó un escenario que permite el

olvido de las minorías que no lograron

su plena incorporación, como lo son las

personas queer que habitan las periferias

sexuales, geográficas, económicas,

simbólicas y raciales del país.

Repolitizar la identidad LGBTIQA+ es indispensable

para evitar que se consoliden

estas exclusiones y para detener

los desplazamientos electorales que ya

vimos en febrero 2022. Es imperativo

que las personas sexualmente diversas

construyan una nueva agenda de

intereses compartidos, que recupere la

memoria y que permita hilvanar nuevas

imágenes de un futuro común e igualitario.

Y esto es más que establecer

una lista de prioridades. Se trata, más

bien, de tejer una agenda común donde

quepan todas las agendas, y donde la

mayor cantidad de personas queer se

sientan incluidas o representadas. La

tarea es urgente y la responsabilidad

enorme. Es momento de actuar maricón.

16 17



Fidel Lezama [ él ]

@f.id.o

ORGULLO

¿QuiÉn

resiste con

nosotras y

nosotrxs?

Por Shi Alarcón-Zamora

Profesora universitaria y activista

[ ellx ]

El 3 de abril tuvo lugar la segunda ronda electoral en Costa Rica, en

la que participaron dos partidos políticos que compitieron entre sí

ofreciendo apoyo a las demandas del fundamentalismo religioso.

Una semana antes un grupo de activistas habíamos tenido una

reunión para definir qué podríamos hacer frente al panorama presentado

por las elecciones que se avecinaban. Después de conversar

sobre el contexto, llegamos a la siguiente conclusión:

Gane quien gane: ¡Resistiremos!

En tiempo record elaboramos materiales promocionales, como logo

y videos, y organizamos varias reuniones, entre otras cosas para

organizar la búsqueda de financiamiento. Esta vez… literalmente, no

había santo en qué persignarse. Estábamos en una situación dis-

19



ORGULLO

tinta a aquella experimentada en las

últimas elecciones pues para entonces

teníamos un poco de esperanza.

En las elecciones del 2018 las personas

de las comunidades LGBTIQA+ habíamos

sentido que nuestros derechos

estaban en riesgo y para la nueva elección

este 2022, no queríamos ser carne

de cañón. Nos preocupaba que demandas

que ya habían sido resueltas favorablemente

para nuestro movimiento

volvieran a ser puestas en discusión

con el fin de revertir tales logros.

Las mujeres fueron el centro del campo

de batalla, o más bien el campo de

masacre. La violencia de género sufrida

por ellas fue representada con la violencia

discursiva contenida en chistes

sexistas y la llamada “ideología de género”

por el conservadurismo contemporáneo

proponía acabar con los logros

alcanzados en el sistema educativo en

relación con la reflexión sobre género,

sexualidad y diversidad sexual, temas

claves en la lucha contra el sexismo y

la homofobia. En su propuesta, el voto,

es decir, la convocatoria a un referéndum,

donde las mayorías decidirían

por las minorías, sería el mecanismo

para acabar con los logros alcanzados.

Mientras tanto, hicimos intentos desesperados

porque las mujeres no sé

sintieran solas, es decir, no sintieran lo

que habíamos sentido en el 2018. Recuerdo

que una mujer aseveró que en

esta competencia electoral a diferencia

de la anterior, no había espacio para la

lucha por ampliar los Derechos Humanos.

Pese a ello, señaló a continuación

que no debemos claudicar permitiendo

retrocesos en los derechos alcanzados

no solo por nuestra colectividad, sino

también por la sociedad en su conjunto.

Muchxs, especialmente mujeres, participantes

en colectivos de la diversidad

sexual les preocupa que han llegado a

conocer al menos alguien gay que no

le importan nuestros temas: las mujeres

y los cuerpos feminizados. Sin embargo,

este parecía un tema menor en las dis-

“Debemos establecer vínculos con las luchas llevadas

a cabo por ecologistas, agrupaciones diversas de

mujeres, indígenas, afrodescendientes, personas

discapacitadas, niñas, jóvenes, gentes que habitan

regiones marginadas tales como las costeras y rurales”.

cusiones que se concentraron en torno

a la dirección del voto. Algunos proponían

anular su voto mientras otros, peor

aún, decidieron apoyar a alguno de los

candidatos.

Veníamos surfeando un panoroma fatídico,

las amenazas a las instituciones

podrían parecer amenazas vacías, sin

embargo, parecen ser cada vez más

reales. Las narrativas que se han instaurado

en los imaginarios de la gente

se muestran cada vez más peligrosas.

Sentíamos que una nube lúgubre nos

rodeaba y nos preguntamos entonces:

¿Qué vamos a hacer?

¡Resistir! Decíamos la última semana,

sin tener consenso sobre lo que eso

significaba. Estamos conscientes de

que lucharemos en contra de las voces

que claman por hacer retroceder nuestros

derechos. Sabemos que queremos

avanzar aunque no tengamos clara la

ruta. Sin embargo, creemos que nos

espera la protesta en las calles y que

debemos de solidarizarnos con otros

movimientos y grupos, que debemos

prestar atención a la violencia la cual

tiene múltiples manifestaciones en la

sociedad, es decir, que debemos de

prestar atención a los temas sociales.

Debemos establecer vínculos con las

luchas llevadas a cabo por ecologistas,

agrupaciones diversas de mujeres, indígenas,

afrodescendientes, personas

discapacitadas, niñas, jóvenes, gentes

que habitan regiones marginadas tales

como las costeras y rurales. En fin, lucharemos

por nuestros derechos pero

también nos solidarizaremos con quienes

luchan por vivir una vida digna.

Finalmente, llego el día, hay un presidente

y mientras vamos reagrupándonos

como movimiento social, para ver

por dónde empezar la resistencia, suena

el WhatsApp y solo dice:

¡Los gays celebraron en La Avispa!

¿Los gays celebraron en La Avispa?

20 21



Emma Segura [ ella ]

@disidentadisidente

22

Emma Segura [ ella ]

@disidentadisidente



Pau Paw [ elle / él ]

@pau.pau.paw

cuando el

capitalismo

le puso precio

a nuestros

derechos

Keylor Robles Murillo

Trabajador social e investigador

[ él ]

En diferentes coyunturas, el movimiento sexualmente diverso, o disidente,

se ha articulado contra el avance del neopentecostalismo y los

fundamentalismos religiosos en la política costarricense. Contra esos

partidos que, aunque cambien de nombre, tienen un objetivo claro:

reforzar e imponer barreras estructurales que nos impidan el ejercicio

efectivo de nuestros Derechos Humanos. En otras palabras, arrebatarnos

las conquistas de décadas y devolvernos a la caverna/clóset.

24



ORGULLO

Sobre lo anterior, pareciera que existe

un consenso en el movimiento. Reconocemos

quiénes se han autoproclamado

como enemigos del movimiento. Sin embargo,

el nudo problemático se origina

cuando aquellos sectores autollamados

progresistas, “aliados” en contextos

electorales, nos dan la espalda y acuden

a nuestros derechos como monedas

de cambio.

En las elecciones de 2018, sentimos

miedo ante la posibilidad de que un

candidato fundamentalista de derecha,

llegara a la presidencia de la República.

Su triunfo hubiera sido un retroceso

incalculable en cuanto a las garantías

de las personas sexualmente diversas y

de las mujeres. En ese mismo contexto,

se consolidó una propuesta partidaria

que convirtió “los colores de la diversidad

y el amor” en su eslogan. Por supuesto,

entre un candidato neopentecostal

y otro progresista, la respuesta es

clara. No obstante, ese mismo partido

progresista/oficialista, negoció con las

tendencias conservadoras para aprobar

la Ley Marco de Empleo Público (Ley

N° 10.159). Aquella separación, en 2018,

entre el conservadurismo y el progresismo

se diluyó en el marco de intereses.

Esos intereses no son resultado del azar;

al contrario, responden al proyecto

neoliberal. Por esta razón, durante las

últimas cuatro décadas, independientemente

del gobierno de turno, han prevalecido

los intereses de las élites económicas,

es decir, esos grupos de poder

que logran imponer sus fines mediante

la alianza indisoluble con las élites políticas.

Alianzas que se mantienen a través

de supuestas relaciones de cooperación,

por ejemplo, el financiamiento

multimillonario de las campañas políticas.

Por esa razón, no es de extrañar que

diputaciones del partido oficialista emplearan

la objeción de conciencia como

el mecanismo para aprobar la Ley N°

10.159. Dentro de esta maquinaria política

de “construcción de acuerdos”, hubo

un “daño colateral”: los Derechos Humanos

de las personas LGBTIQ+ pasaron a

segundo plano.

“Durante las últimas cuatro décadas,

independientemente del gobierno de turno,

han prevalecido los intereses de las élites

económicas, es decir, esos grupos de poder que

logran imponer sus fines mediante la alianza

indisoluble con las élites políticas”

La sociedad no se cambia con actos

simbólicos y políticas de reconocimiento

vaciadas de contenido político; al contrario,

se requieren compromisos transformadores.

Si bien, es indispensable

que las personas de grupos históricamente

oprimidos asuman los puestos

de toma de decisiones, se necesitan

acciones reales que apunten a cambios

sustantivos. Es decir, no se reduce a la

elección de diputaciones LGBTIQA+, sino

que debemos exigirles que luchen por la

efectivización de derechos.

Apunto todo lo anterior para llegar al

centro de la discusión: cómo el capitalismo

les puso precio a nuestros derechos.

Shangay Lily, activista español

(1963-2016), aportó un concepto:

gaypitalismo, para explicar cómo las élites

se apropian de nuestros derechos y

los convierten en mercancías y, a su vez,

cómo ciertos partidos políticos incorporan

las luchas para mostrar un “rostro

progresista”; sin traicionar sus intereses

neoliberales.

Las empresas que promueven las mal

llamadas economías colaborativas y fomentan

la precariedad laboral; pretenden

ocultar su lógica de explotación al

incluir banderas del arcoíris durante el

mes de junio. Esto se entiende desde la

Las luchas históricas de

personas comprometidas

con la transformación

social, ¡nunca tendrán

precio!

estrategia mercantil del pinkwashing, o

capitalismo rosa. Las mismas empresas

que acuden a esa estrategia encabezan

en algunos casos los desfiles/marchas

del Orgullo; volviéndose protagonistas

frente a la población que ha luchado

históricamente. En este caso no busco

aportar la despolitización del Orgullo;

ese tema queda pendiente.

El problema es la defensa de las empresas

que se sostienen bajo nuevas formas

de esclavitud, pero que en el mes

de junio se “lavan la cara abrazando

la diversidad”. Esta realidad se agrava

cuando se enaltece al capitalismo,

otorgándole una capacidad divina y redentora,

pues según sus defensores “el

capitalismo ha sido el único sistema garante

del ejercicio de los Derechos Humanos

de las personas LGBTIQA+”. Claro,

el capitalismo es “abierto” a todas

las poblaciones, en su gran fiesta de

explotación y acumulación de capital

cualquier persona es bienvenida; pero

eso no quiere decir que tenga un compromiso

con la defensa de los derechos

de grupos oprimidos.

27



LXS que no

somos

Ernesto Meccia, escritor argentino, afirma

que el capitalismo se ha interioriza-

sin entender que la violencia, la opresión

y la desigualdad remiten a un mis-

Basthian Magaña

Alonsitx Campos

Génesis Herrera

do de formas tan profundas en el movimiento

de diversidad sexual, que ha

logrado modificar nuestra existencia en

la propia población. Existimos cuando

consumimos, y justamente por esa capacidad

adquisitiva nos volvemos visi-

mo contexto; el cual ha sido negado por

la visión ideológica neoliberal. Con esto

se elimina la posibilidad de proyectos

colectivos de emancipación, lo que importa

es que cada quien se libere; como

si fuera tan sencillo. Nuevamente se

Artista visual gay

binacional. Nicaragua

& costarricense

[ él ]

Artista visual hije de

peones agrícolas y

empleadas domésticas

[ elle / ella --y

poquísimas veces- él ]

Feminista

centroamericana

en disidencia

[ ella ]

bles, lo cual, en cierto modo, nos ase-

despliega la narrativa neoliberal del es-

gura la condición indispensable para

fuerzo y la culpa: si alguien no logra ser

poder ejercer derechos. Por esta razón,

libre, es su culpa; y nunca de un sistema

muchas veces ciertos sectores de la

que enraíza la opresión.

misma población sexualmente diversa

no son contemplados en la construcción

Para avanzar hacia una sociedad más

de algunas demandas, que en ocasio-

justa, es necesario reconocer algo: el

nes suelen ser bastante clasistas.

desarrollo integral y pleno de la humanidad

no es posible en el marco del

El capitalismo no solo ha mercantilizado

capitalismo, pues este sistema requiere

nuestros derechos a través de algunas

de la explotación para su funcionamien-

empresas, también, como apunta Ernes-

to. Además, debemos apelar para que

to Meccia, nos ha modificado las formas

nuestros derechos dejen de ser mone-

de organización. Nos ha fragmentado a

das de cambio por parte de partidos

ser solamente individuos, es decir, una

políticos y dejen de ser mercantilizados.

suma de particularidades, en donde no

Las luchas históricas de personas com-

compartimos elementos con las otras

prometidas con la transformación social,

personas que también son parte de la

¡nunca tendrán precio!

población. La realidad se ve en átomos,

28



30





ORGULLO

35



ORGULLO

“El qué dirán puede ser un gorila que una lleva en la

espalda y que es tan pesado, que no deja que una

pueda dar el paso. El gorila del posible rechazo”

Con un pie

adentro y

otro fuera

Por Diana Lopez Baraquiso

Comunicadora

[ ella ]

Desde niña lo tenía muy claro: me gustaba Ranma ½ como chico

y como chica. Me gustaba el Power Ranger verde y me gustaba la

Power Ranger rosada. Me gustaba Sailor Mars y Tuxedo Mask. Me

gustaba un compañero del kínder y también me parecía preciosa

la maestra.

Pero conforme fui creciendo, me hicieron saber que tenía que escoger…

Tenía que tomar una decisión muy binaria, en la que sólo

podía ser heterosexual o gay. Y aunque en el cole opté por “la normalidad”

de salir con chicos, cuando llegué a la U, me topé con

un panorama diferente: un mundo a mi parecer de aceptación, de

oportunidades y de ser quien yo quisiese ser, donde aparentemente

nadie me juzgaba. La UCR no solo fue mi espacio seguro, sino mi

abono, donde pude crecer, nutrirme y empezar a florecer.

En la U y para todos mis amigos, era

“bi”… En la U me daban hormiguitas

cuando al tercer “Olafo” nos pasábamos

cerezas con la boca en una rueda

alrededor de la mesa entre varios

compañeros y compañeras. En la U me

rompió el corazón por primera vez una

chica. En la U me fui a bailar a Club

Oh hasta que los pies no podían, pero

las chicas no me daban pelota porque

creían que era “la amiga hetero de los

chicos gays”. Podía vivir con eso. De hecho,

era muy fácil “pasar desapercibida”.

Era muy fácil contar con la mano

las personas que sabían. Era muy fácil

ser una en San Pedro y otra cuando me

subía al bus de la Liga. Era muy fácil

que mi familia no supiera. Era muy difícil

vivir así, con la verdad a medias.

La vida siguió, las relaciones pasaron,

años a la luz con chicos, semanas o

meses “en secreto” con chicas. Citas

van, citas vienen y seguía el hueco en

el estómago.

En el trabajo me inscribí en el grupo

de “Pride” y a pesar de decirlo fuerte

y claro, me dicen varias veces que

soy “aliada”, porque las experiencias

bi también son invalidadas hasta en

nuestra misma comunidad, por nuestros

propios miembros. Porque ser bi es

“una fase”, “una transición” y “una falta

de decidir”. Es como ser un doble espía

que está trabajando con el enemigo. Es

como creer ser parte de todo y realmente

no ser parte de nada.

Pasan cinco años de soltería, donde

empiezo a notar un patrón… Me empiezo

a decepcionar de las masculinidades

tradicionales, empiezo a hacer

más matches con chicas y empiezo a

preguntarme ¿qué pasaría si me vuelvo

a enamorar?, ¿y si quiero llevarla

a casa?, ¿y si quiero que mi familia la

ame al igual que yo?, ¿qué va a pasar

cuando quiera tomarle la mano en la

calle? El qué dirán puede ser abrumante.

El qué dirán puede ser un gorila que

una lleva en la espalda y que es tan

pesado, que no deja que una pueda

36 37



Ariel Bertarioni ariel bertarioni [ ella ]

@_bertarioni

ORGULLO

dar el paso. El gorila del posible rechazo.

Pero cualquier momento es bueno

para aprovechar cuando sale un poquito

de valor, aunque sea a los 10, a

los 18, a los 50 o a los 30 años.

A los 30 una puede casualmente compartir

en el desayuno familiar que hay

personas a las que les gusta comer helados

y a otros a los que les gusta comer

queque… Unos pueden comer solo

helado. Otros solo queque. A algunos

les gusta un día comer queque y otro

día prefieren helados. Y están los que

les gusta el queque con helados al mismo

tiempo. Tal vez la analogía se volvió

un poco confusa para una pareja católica

en sus sesentas, a las 9 de la mañana

de un domingo, pero con un poco

de ayuda de mi hermana (que al ver

las caras de confusión se entrometió y

les explicó que lo que yo quería decir

era que me gustaban las chicas y los

chicos), unas cuantas explicaciones e

historias y un buen rato de lágrimas,

salí del closet con mi familia.

¡Y qué bueno que lo hice! Porque casi

un año después de ese desayuno, una

chica entró en mi vida como una tormenta,

que limpia todo y trae el sol

consigo. Y un año y medio después de

eso, decidimos comprometernos, en la

cima de una montaña en Bogotá, mientras

nos decíamos queditico que nos

amamos y que queremos pasar el resto

de nuestras vidas juntas con los ojos

llenos de lágrimas y el corazón latiendo

a mil, lleno de esperanza.

Ahora empieza otra jornada… Una jornada

que yo había sido muy privilegiada

de poder obviar. Una jornada que incluye

miradas que no son bienvenidas,

susurros y risas cuando nos ven de la

mano. Una jornada en la que cuando

viajamos nos toca ser mejores amigas

que andan paseando y que se besan

cuando regresan a casa. Una jornada

en la que un mae le dice a su esposa

a altas voces que “qué barbaridad que

estén haciendo eso en este restaurante

delante de los niños… Debería llamar

a la mesera”, mientras nos tomamos la

mano sobre la mesa en Kalú. Una jornada

donde no siempre va a ser fácil,

pero va a ser real. Una nueva jornada,

con los dos pies afuera.

39



Sofía Padilla [ ella ]

@sspadilla

Agradecida

Por Jorge Andrés Masís

Educador, artista y activista

[ él ]

Me dice que está muy agradecida. Que siente que hasta ni parece

Costa Rica.

Vayamos al inicio. Sí, principio de la semana pasada fue cuando

Isa le tomó la reserva por teléfono, le dijo su nombre femenino, no

el que tiene en sus documentos de identidad del Registro Civil. Al

día siguiente era yo tras la computadora. Llegó para conocer, muy

hombrón, sin afeitar, que quería que le mostrara las áreas comunes,

la piscina y algunas de las habitaciones. Yo con todo gusto

le hice el recorrido. Quedó fascinado. Me dijo que hasta pagaría

más por la habitación, que sí lo vale, que es muy bonito todo. De

regreso en la recepción ya me dijo, con timidez y pena, que tenía

una confesión. Que le gustaba vestirse de mujer, pero que no

había encontrado un lugar donde hacerlo donde no le faltaran el

respeto, donde nada más se quedara tranquilita, tomar el sol en

bikini, andar con enagua, tener una conversación casual que no

40



ORGULLO

estuviera cargada de morbo, ni vulgaridad,

ni que la vieran como una puta.

Que obvio no quiere ofender a las putas

----aquí también son clientas y buscan

su clientela-. Lo que pasa es que

ella dice que no tiene necesidad, que

ése no es el punto, que para eso cuando

está de hombre tiene trabajo, y listo.

Que simplemente es una parte de ella

que necesita sacar, y quisiera saber si

puede hacerlo tranquilo, tranquila, en

este Hotelito de Los Colores. Me lo dice

con voz bajita, quebrada, buscando

aprobación, con los ojillos llorosos. Vos

lo ves y tiene sus casi dos metros de

altura, sus facciones masculinas muy

marcadas, las manos grandes, su casco

de moto bajo el brazo.

Y yo le sonrío con un cariño paternal

(aunque probablemente tenga dos décadas

de edad más que yo), le hago

una mirada de persona que quiere

abrazarlo con camaradería, queriendo

“Que le gustaba vestirse

de mujer, pero que no

había encontrado un lugar

donde hacerlo donde no le

faltaran el respeto”

asegurarle que es bienvenido, bienvenida,

que tratamos siempre de mantener

un ambiente sano, bonito, alegre,

donde nuestras visitas son recibidas de

la mejor manera, que tenemos actividades

algunos días (con aforo controlado,

por la pandemia y las regulaciones),

que la comida rica, que el nudismo

sano si gusta, que el bar, que aquí puede

ser quien quiera...

Se hospedó sus noches, pero no logramos

coincidir mucho. Solamente un

momento que pasó. Y era ella. Sus ojos

brillaban de alegría. Me saludó. Yo sentí

muy bonito.

Ayer vino un rato. Me dijo que el otro día

se quedó pensando que no quería ser

grosera con Costa Rica por el comentario

de que aquí no parece nuestro país.

Que aquí sí hay muchas bondades. Yo

le dije que tranquila, que entendía su

punto, que hay mucha violencia todavía,

para muestras... otra muerte casual

sin importancia... otra vida triste... otra

historia que se va a olvidar... un botón.

A pesar de las batallas ganadas, que

es importante la autocrítica.

Hoy vino otro par de horas. Se acaricia

la peluca negra cuando se toma su

cerveza, su trago. Hace conversación

con los regulares del bar. Se va contenta.

Encontró, como tantas, tantos, tantes,

un lugar, donde está acompañada,

tranquila, agradecida.

de Hetero

a trans

Por Alina González

Artista

[ ella ]

“Desdoblarse para librar una batalla con el destino.

Desdoblarse para librar una batalla con el cuerpo”.

El 2014 es el punto final o cierre de ese largo periplo mío dentro

de la función pública (1984-2014). Mi despido en el mes de abril,

----después de años de hostigamiento laboral, es la última acción

que ejecuta la entonces administración liberacionista-. Ese mismo

año los Museos del Banco Central de Costa Rica organizan una

exposición retrospectiva sobre mi pintura, la cual deciden llamar

“Juego sucio”, nombre de una anterior exposición mía, del 2007 y

un tanto en alusión a mi obra en donde el tema es el poder o el

desproporcionado diálogo entre la víctima y el victimario.

En sí, el corpus de esa muestra, fue todo un registro de imágenes

oscuras, de “pinturas negras”, un imaginario monstruoso y perver-

42 43



ORGULLO

so de pesadillas, y también, el final de

toda una etapa de mi pintura marcada

por el dolor.

“Me saqué los clavos me

saqué el dolor, mi cuerpo

dejó de temblar, y ahora,

a pesar del tiempo, de los

años, me siento tranquilx”

Una habitación propia

De la serie: De mitos y otras narraciones profanas 2020

Óleo sobre tela

122 cm x 91.5 cm

Pero en fin, un día, como fuera, tenía

que acabar esa realidad. Me saqué los

clavos me saqué el dolor, mi cuerpo

dejó de temblar y ahora, a pesar del

tiempo, de los años, me siento tranquilx.

Sé que al abrir la puerta de mi casa,

siempre con precaución, no hay nadie

esperando para clavarme un puñal por

la espalda. Aunque no se sabe.

Si bien frente a ese universo de “disparates”,

que dominaba la exposición

retrospectiva del 2014, otra muy distinta

propuesta afloraba, en ese turbio

escenario conformada por otras piezas

de trabajos inéditos que venían surgiendo

desde el año 2011, provocadas

por el submundo de la pornografía vinculada

a la transexualidad y, como un

cuestionamiento interior que empezaba

yo a hacerme respecto a la “normatividad

de género” y en relación a mi propia

sexualidad. De tal manera que, sin

proponérmelo, mi exposición del 2014

resultaría un importante evento como

plataforma para mi futura producción

y, por vez primera tener contacto directo

con la diversidad y la presencia de

muchachas trans en el país.

Producto de todo aquello, surgieron

en ese mismo año del 2014 los “Desdoblamientos”,

usando como recurso

la “apropiación” y la fotografía digital.

Y dentro de esa serie: “Los clavos”

(2015), “Marat asesinado” (2015), “La

crucifixion” (2015). Y, en ese proceso,

por librarme de aquel terrible dolor y

de todo aquel pasado como José Miguel

Rojas, empecé por experimentar

un nuevo proceso interior al descubrir

con ayuda de lecturas de Judith Butler

y Paul B. Preciado el mundo de la transexualidad,

para reconocerme como

parte de él. De esa manera surge un

desdoblamiento a través de una fotografía

de Marilyn Monroe por Bert Stern.

Y más tarde, en el año 2018, toda una

serie titulada: “El cuerpo trans/gredido”,

expuesta en el Museo Calderón Guardia,

donde el discurso bíblico, normativo

y binario de pareja en relación con

Adán y Eva es trastocado e invertido

por la presencia de una Eva/Adán representando

una pareja transgénero.

44 45



ORGULLO

En mi caso, el desdoblamiento, el buscarme

en otro cuerpo, con otro nombre,

supone el dejar de ser un “José Miguel

Rojas”, el “yo, el anónimo”, insepulto, el

funcionario público amonestado, hostigado

por años. Supone el dejar atrás el

mundo de la institución, dejar atrás un

ambiente tóxico poblado de pesadillas

y monstruos. Aquel mundo kafkiano e

imposible. Y así, concluir con esa etapa

centrada en la producción de un arte

doloroso como catarsis.

Separarme de la institución ha sido la

forma más sana de alejarme del dolor,

de lo negativo de la vida, permitiéndome

adentrarme en una nueva etapa

en búsqueda de otro nombre, de otra

identidad, a través de la diversidad

de género en el más amplio sentido del

término como un cuestionamiento y enfrentamiento

a lo binario y normalización

del género.

¿Valdrá la pena este abordaje? ¿Valdrá

la pena a estas alturas de la vida correr

este riesgo? ¿Valdrá la pena asumirse

en otrx? ¿Por qué digo esto? Porque el

nombre que le asignan a unx es de alguna

manera una imposición normativa,

forma parte de una construcción social.

El llamarse de una manera, es la forma

en que logran identificarlo a unx socialmente

como un individuo con determinadas

características y conductas. Yo,

particularmente fui identificado como

un individuo llamado de tal manera

que laboraba como funcionario público

y curador, además de ser un pintor

que producía un trabajo con determinadas

características. Eso determinó

o configuró parte de mi personalidad

y moldeó mi vida por espacio de 30

años convirtiéndola en algo que terminó

convirtiéndose en algo insoportable.

Durante todo ese tiempo asumí un rol

de género aceptando la normatividad

que nos impone la sociedad. No había

otra opción. De tal forma que, plantear

otra forma de ser, hablar de homosexualidad

o lesbianismo y más aún, de

transexualidad o bisexualidad era algo

sencillamente no permitido en mi época

allá por los años ochenta. Conservé un

estilo de vida completamente heteronormal.

Y es a partir del 2009, en que

“Separarme de la institución ha sido la forma más

sana de alejarme del dolor, de lo negativo de la

vida, permitiéndome adentrarme en una nueva etapa

en búsqueda de otro nombre, de otra identidad”

Desdoblamiento de Marilyn Monroe

a partir de una fotografía de Bert Stern

2015

Fotografía digital

46 47



Si bien, el 2014, fue el cierre de toda

una etapa, también supuso la oportunidad

de seguir adelante y reinventar

la vida. El descubrir en el 2011 la transexualidad

a través de la pornografía

y la androginia, fue para mí toda una

revelación. No solamente en lo personal

sino también que todo aquello empezó

a ocupar un espacio determinante

dentro de mi mundo artístico y en mi

vida personal. De esa manera pude

comprender el por qué de tanto cuestionamiento

entorno a la imagen de

“Adán y Eva” y el por qué sentía tanta

incomodidad frente a su representación

normativa del género.

De repente, lo que me resultaba “normal”

en cuanto a la representación de

un hombre o una mujer, de lo masculino

y lo femenino, ahora adquiría otros

matices. Ya no era la simple representación

de “Adán y Eva”, como una pareja

heterosexual sino “Eva/Adán”, como

individuos transexuales.

Todo ello, modificó mi manera de ser y

percibir al otrx. Y fue así como lo fui externando

en el arte, ocupando yo el rol

de la mujer a través de los desdoblamientos

2014-2015 y luego, rompiendo

aquel tabú a través selfies a partir del

2020-2021 posteados en la red social

de Instagram, con la intención de ser

identificada ya fuera como Eva o Alina.

La serie “El cuerpo trans/gredido; la

Eva/Adán

2014-2017

Óleo sobre tela

150 cm x 150 cm

empecé a experimentar un nuevo cambio.

Se despertó en mí un deseo irrefrenable,

por trasvestirme y dejar con ello

salir toda mi feminidad que se sentía

atrapada dentro de mi propio cuerpo.

Fue en ese momento, en que empecé a

cuestionar mi propia heterosexualidad

con mayor conciencia.

Las tres Gracias

2018-2020

Óleo sobre tela

200 cm x 150 cm



ORGULLO

Paisaje de una

catÁstrofe:

VIH y sida en

Costa Rica

Por José Pablo Rojas González

Doctor en romanística

[ él ]

Autorretrato

08.06.2020

Óleo sobre tela

122 cm x 91.5 cm

“Toda la historia del sufrimiento clama venganza y pide narración”.

Paul Ricœur, Tiempo y narración I

curaduría en el proyecto “Diversarte”

(2019); el ser incluidx con obras con

énfasis en “género” en la exposición

“Detrás del Portón rojo: una mirada

de la erótica en el arte costarricense”,

(2017-2018) en el Museo de Arte Costaricense;

el ser invitadx a participar

con la propuesta “El género en llamas”

en la Tercera edición Urbana, organizado

por Traffic, (2017). Y la recién exposición

del colectivo de “Las Nigüentas”

(2022) en Sendero, en donde fuera incluida

como artista ha sido la forma en

que he logrado ser visibilizada como

persona transgénero, como mujer trans

dentro de la sociedad así como dentro

de la comunidad LGBTIQA+.

La década de los ochenta es medular para comprender las imaginaciones

que, aún hoy, rondan en torno al VIH y al sida. Conocer

lo sucedido, en ese momento, en relación con la pandemia y con

los sujetos directamente afectados por ella –y por los discursos

sociopolíticos dominantes– es, además, imprescindible para nuestra

historia, ignorada constantemente por la Historia oficial. Por lo

anterior, mi aporte pretende ofrecer una panorámica (a partir del

estudio de múltiples noticias publicadas en el periódico La Nación,

pero también de varios artículos y trabajos de médicos y científicos

de la época) de la catástrofe –social, política, sanitaria, etc.– que

nos marcó de diversas formas.

50 51



“Los homosexuales fueron

pensados como “criminales”

y como “degenerados”.

Su supuesta inferioridad

fue utilizada como un

argumento”

Desde su aparición, el VIH y el sida se

concibieron como una “nueva peste”

que afectaba principalmente a los homosexuales

(se le llamó el “cáncer rosa”

o la “plaga gay”), pero también a otros

sujetos “infames”: “drogadictos”, “prostitutas”,

bisexuales, “promiscuos”. Las

ideas iniciales sobre la “enfermedad”

provinieron de las noticias de agencias

internacionales, de Estados Unidos y

de Europa. Dichas noticias describían

al VIH y al sida como un “mal terrible

y misterioso”, una especie de mancilla

que infectaba como una suciedad.

La idea de “contagio” ratificó el pánico

que se desarrolló en torno al “mal” y en

torno a los “sidosos”. La “enfermedad”

y el “enfermo” se construyeron discursivamente

como uno solo y, en conjunto,

representaron lo “impuro”. La impureza

es todavía más clara a partir de la

vinculación que se estableció entre el

síndrome y el sexo definido como “antinatural”.

Aunque las noticias sobre el VIH y sobre

el sida empezaron a circular en 1983,

no fue hasta 1984 que aparecieron los

primeros casos nacionales: los de los

hemofílicos. Este fue el primer grupo

de costarricenses “enfermos”. Ellos, sin

embargo, fueron asumidos como “víctimas

inocentes”, personas que estaban

“pagando” por los “excesos” de los

homosexuales, los “drogadictos” y las

“prostitutas”, quienes, en Estados Unidos,

vendían su sangre a las empresas

que producían los derivados que se

utilizaban en el país. En este momento,

realmente se planteó una “ficción inmunitaria”,

que promovía la idea de que el

“mal” venía de afuera y de que era un

problema de los “otros”, todo con el fin

de mantener una ilusión de seguridad.

En 1985, con la muerte del actor Rock

Hudson, la cantidad de noticias publicadas

aumentó de forma dramática.

Consecuentemente, la narrativa se

centró en los homosexuales nacionales,

en sus “estilos de vida”, por lo que las

noticias, artículos de opinión, reportajes,

etcétera, trataron de explicar el desarrollo

de la “enfermedad” a partir de

los “infames” mismos. Los homosexuales

fueron pensados como “criminales”

y como “degenerados”. Su supuesta inferioridad

fue utilizada como un argumento

(entre otros) para justificar todas

las formas de control y de disciplinamiento

que se les aplicaron. Las imaginaciones

sobre los homosexuales no

eran nuevas, lo nuevo era su relación

con la “enfermedad”, la cual, entonces,

conllevó una explosión de odio y miedo,

centrada en su “desenfreno” sexual.

La sexualidad “indisciplinada” se pensó

como una amenaza infecciosa contra la

comunidad. El cuerpo homosexual masculino,

por lo anterior, se vio como peligroso,

como un cuerpo contaminado y

contaminante, que estaba destruyendo

a la nación. En el campo médico encontramos

las afirmaciones de figuras tan

importantes como el Dr. Juan Jaramillo

Antillón, quien aseguró que la “condición

homosexual” era “contraria al orden

natural” y que, por ello, debía ser

censurada. Los comunicados que publicó,

como ministro de Salud, en 1985,

indicaban claramente que, para protegerse

contra el VIH y el sida, se debía

evitar el contacto con los miembros de

los “grupos de riesgo”; principalmente,

evitar el contacto con los homosexuales.

Sus recomendaciones se dirigieron

a la población heterosexual, la cual debía

protegerse, manteniéndose dentro

de los límites “higiénicos” adecuados.

Con las intervenciones de Jaramillo, se

activó una relación más dinámica entre

el campo periodístico y el biomédico.

Se hallaron, por ello, diversas reflexiones

de médicos y científicos costarricenses,

los cuales no dejaron de participar

en la discusión pública sobre la

“enfermedad” a lo largo de la década.

En general, en las valoraciones de los

especialistas, se mezcló información

científica con aspectos morales, incluso

religiosos, o simplemente con prejuicios

de diferentes tipos. El VIH fue pensado

como un “mal asesino”, un “agente

pernicioso” que estaba destruyendo a

la humanidad de manera deliberada y

sistemática. Con esta retórica terrorífica,

se buscó crear una conciencia de

cuidado, con la que se mantuvieran

“estilos de vida sanos”. El “estilo de vida

sano” se opuso, en las afirmaciones del

presidente de la Comisión Nacional del

SIDA, Leonardo Mata, al “estilo de vida”

homosexual. Para Mata, los homosexuales

tenían “prácticas” que debían

despertar un rechazo generalizado.

52



ORGULLO

Los actores del campo biomédico y

periodístico reflexionaron, en este momento,

sobre la importancia de la responsabilidad

individual y colectiva. El

síndrome incluso se “celebró” como un

“agente moral”, ya que el temor que

provocaba activó un “mejor comportamiento”

en los sujetos, al alejarlos de

la promiscuidad y de otros “excesos”

sexuales. Edgar Mohs Villalta, el segundo

ministro de Salud de la década, fue

uno de los más importantes abanderados

de estas ideas. Para él, la medicina

debía tener como principio defender la

sociedad, debía garantizar la salud comunitaria

y, entonces, el bienestar del

“cuerpo nacional”. Defender la sociedad

“En 1987, se desarrolló un “higienismo autoritario” en

Costa Rica, el cual se justificó con el argumento del

control de la corrupción (social, moral, sexual)”

implicó, en el caso nacional, señalar,

vigilar y controlar a los “culpables”, y

Mohs lo hizo sin ningún empacho, hasta

el punto de trabajar con los ministros

de Seguridad y Gobernación –Hernán

Garrón y Rolando Ramírez, respectivamente–,

para reprimir a los sujetos

que, desde su perspectiva, estaban

“contaminando” el territorio.

En 1987, se desarrolló un “higienismo

autoritario” en Costa Rica, el cual se

justificó con el argumento del control

de la corrupción (social, moral, sexual).

Así, se desencadenó toda una polémica,

recogida en el periódico La Nación,

producto de las redadas que el gobierno

llevó a cabo para controlar a los

“viciosos” –a los homosexuales, principalmente–.

Aquellos que defendieron

la estrategia estatal alegaron que

era urgente “limpiar” la ciudad capital.

Las metáforas utilizadas en sus argumentaciones

pintaban un submundo,

un espacio monstruoso, cuya descripción

ratificó, en el imaginario social, la

“criminalidad” de los sujetos “contaminantes”

que lo habitaban y, por ende, la

necesidad de intervenirlos. La ciudad y

sus habitantes fueron “medicalizados”,

con el fin de controlar las condiciones

de vida de los individuos y, consecuentemente,

la “diabólica enfermedad”.

Las redadas debieron detenerse, gracias

a la presión de un grupo de costarricenses

de renombre, que acusaron

al gobierno de minar los derechos humanos

de los ciudadanos. Lo hicieron

con una carta abierta, la cual tuvo eco

incluso dentro del periódico, ya que La

Nación también se refirió a lo sucedido

en un editorial en el que, sin embargo,

no dejó de insistir en la necesidad de

atacar el “mal”, ya que estaba alterando

los “valores predominantes” de

la sociedad costarricense. Este editorial

apeló, realmente, a la “identidad”

de los costarricenses, a sus “elementos

fundamentales”, como factores que debían

prevalecer sobre cualquier otro, a

la hora de definir las acciones contra

el VIH y el sida. Desde mi perspectiva,

con este texto se movilizó un discurso

naturalizador de una supuesta continuidad

del ser nacional. Así, la presunta

homogeneidad étnica y cultural de los

costarricenses debía defenderse, sobre

todo con el fin de detener el desarrollo

del “mal destructor”. El VIH y el sida, así

como sus “diseminadores”, por lo anterior,

representaron una amenaza biológica,

pero también política y cultural.

No extraña, con lo dicho, que Leonardo

Mata movilizara la idea del control sobre

la sexualidad. Sus trabajos buscaron,

por ello, señalar la “anormalidad”

de ciertas conductas que él entendía

como nocivas. Así, habló en contra del

sexo casual (en tanto era un “peligro de

contaminación”), en contra del “libertinaje”,

la prostitución, la “perversión

sexual”, etc. Lo importante, para él, fue

reforzar la “normalidad sexual” y pro-

54 55



ORGULLO

mover la necesidad de una ética que,

otra población que podía ser afectada.

la que se pretendió dirigir el actuar de

sin embargo, no dejaba de ser un linea-

Además, Mata abogó, en este momen-

los “sanos”, pero también restablecer el

miento político de control. Mata, de he-

to, por la defensa de los derechos de

valor que se les dio a los “enfermos”.

cho, publicó, con otros autores, un ar-

los “enfermos”, a los cuales, sin embar-

Esta finalidad humanitaria escondió,

tículo académico en el que estableció

go, asumió como “condenados a muer-

en realidad, un objetivo que tenía que

una “tipología monstruosa” de homo-

te”, por lo que su defensa era, sobre

ver con el control de los sujetos y, por

sexuales costarricenses, con el fin de

todo, un “acto misericordioso”.

ende, del virus. Fue el principio de la

señalar sus “posibles interconexiones”,

defensa de la sociedad lo que justificó

sus “prácticas sexuales” y sus “factores

El discurso por los derechos humanos

la discursividad desestigmatizante con

de riesgo”. Mata fue el vocero principal

surgió como una consecuencia pro-

la que concluyó la década.

del saber médico costarricense, el cual,

ducto de la problemática de la estig-

en esta época, definió a ciertas subje-

matización, la cual se había extendi-

Como se ha visto, la historia costarri-

tividades como “indeseables”.

do incluso en los hospitales del país. El

cense sobre el VIH y el sida es difícil de

cambio discursivo de este autor (y del

leer, ya que ella nos muestra, princi-

En 1988, aparecieron algunos elemen-

medio de comunicación, el cual publicó

palmente, una cara siniestra. Desde su

tos nuevos: artículos que le plantearon

más textos enfocados en esa dirección)

aparición, la sociedad “sana” promovió

críticas a la labor de la prensa, noticias

que mostraron los resultados de

las primeras investigaciones nacionales

en torno al VIH y al sida, pero también

en torno a los homosexuales, quienes

siguieron siendo (aunque con nuevas

valoraciones) una figura central en relación

con la “enfermedad”; también, se

presentaron los resultados de algunas

encuestas que ratificaron las imaginaciones

de la población en relación con

la “enfermedad” y con los homosexuales.

Mata siguió publicando sus artículos,

aunque se nota un leve cambio en

su reflexión, la cual se diseñó de forma

más balanceada. En el discurso de

Mata, aunque el homosexual no dejó

de ser el centro de sus ataques (y no

dejó de ser repudiado), los heterosexuales

se empezaron a pensar como

se debió a las nuevas estrategias para

atender la crisis global, promulgadas

por las autoridades internacionales.

Aunque se mantuvo la idea del VIH y

del sida como un “flagelo”, como una

“calamidad”, los lineamientos de la Organización

Mundial de la Salud contra

la discriminación se volvieron primordiales.

Lo anterior no implicó que las

autoridades nacionales –como Mata–

dejaran de movilizar su política centrada

en la promoción de una serie de

conductas deseables para “vencer” la

“enfermedad”.

Los discursos a favor de los derechos

humanos fueron más insistentes en

1989, cuando, en La Nación, aparecieron

artículos de opinión que enfatizaron

la necesidad de promoverlos, pero

lo hicieron a partir de una narrativa

apocalíptica, que vislumbraba la expansión

de la “epidemia” entre los heterosexuales.

Abogar por los derechos

humanos, por lo anterior, fue una urgencia

determinada por la multiplicación

constante de “enfermos” y muertos

más allá de los grupos homosexuales.

Entonces, para detener el “problema de

la propagación del virus”, se planteó

la idea de “desmitificar” al VIH, al sida

y a sus “portadores”, los cuales –ante

la discriminación que sufrían– optaban

por ocultarse, lo que, por supuesto,

hacía más difícil el control de la situación

general. Desde mi punto de vista,

la “lucha contra el sida” se actualizó

con el discurso por la defensa de los

derechos humanos, de manera que se

dio una nueva estrategia política, con

medidas para “defenderse” de aquello

y de aquellos a los que veía como una

amenaza. Para justificar las medidas,

se construyeron imaginaciones terroríficas

sobre el “mal” y sobre los sujetos

“monstruosos” que supuestamente lo

esparcían; por ello, al hablar del VIH y

del sida, se hablaba de una “enfermedad

de los otros”. Finalmente, es claro

que los discursos sobre el VIH y el sida

tuvieron, desde el inicio, una función de

control, fundada en la clasificación y

jerarquización de los sujetos, y en una

racionalidad que respondió a la necesidad

de resguardar el “sistema de la

normalidad”: nacional, patriarcal, sexual,

identitaria, higiénica, etc.

56 57



Katalina Chavarría

[ ellal ] @_inksecta

EXÍLIAME

ORGULLO

Por Andina Darien Barquero

Estudiante de Animación Digital

[ elle / ella / él ]

Después de un tiempo

vuelvo de dónde venía,

del monte perdido del lamento,

queriendo convertir cielo en cualquier sequía.

Pensaba incorrectamente

y lo siento,

no debía amarrar el moldeable presente

para colgarlo con mis heridas.

¿Cómo cambió todo,

tan de repente?

Escucho motores que se averían,

ya no sos mi patria, mi casa

o el pasto de las calles vacías.

Hoy he vuelto donde siempre

y no les he contado,

por si les agarra la nostalgia, la de repente

con la que yo tanto me he negado.

Si me voy de nuevo

regálame un barco de papel

pero procura que tenga algo de palo

por si necesitás arrecostarte en él.

Ponele un corazón de cada lado

y perfúmalo con Gardel,

tal vez así no se mueva,

te diga todo:

todo lo que no hice

para quemar el miedo

que es de papel.

59



Deseo es

mÁs que

suficiente

Por Sharon Di Escobar

Texto Cybermae

Fotógrafa. Queer.

Bichota del overthinking.

[ ella / elle ]

Androide fetichista

de las letras

[ ella / elle ]

deseo es todo lo que

esta en el medio.

-



deseo es reinventar y reescribir.

ORGULLO

deseo es ducha, un dedo, dos, tres.

-

deseo es mano, puno entero y brazo.

deseo es progenitor y tambien destructor.

deseo es saliva, glande, y senos.

deseo es cenizas.

deseo es animal.

deseo es hombre y mujer.

deseo es perro rabioso.

-

Kick

and kill

deseo es todo lo que esta en el medio.

-

deseo es to share y tambien ermita.

deseo es insecto.

deseo es baba.

deseo es pies y carne.

-

Por Juan Carlos Cambronero

Microbiólogo y Químico Clínico

[ él ]

-

deseo revolucion

y deseo

La estrategia “kick and kill” es un enfoque experimental para el tratamiento

del VIH. Este nombre ejemplifica cómo temáticas sobre diversidad

y enfermedades que afectan a poblaciones vulnerables

son tratadas de una forma insensible por científicos y profesionales

de la salud. Vivir con el diagnóstico de VIH no es como vivir

con diabetes, pues cualquier persona con diabetes podría hablar

abiertamente de su padecimiento. ¿Cuántos científicos han hablado

abiertamente sobre su diagnóstico de VIH?

En la época actual, en la que podemos expresarnos en redes sociales,

siguen siendo muy pocos los que hablan abiertamente sobre

vivir con VIH. En definitiva, me identifico con artistas queer positivos

y que me ayudaron a darme cuenta de que mi diagnóstico no era

el fin de mi mundo, ¿Dónde encuentro a los científicos positivos?

Queriendo identificarme con científicos que sobrepasaran las dificultades

del diagnóstico me encontré dos historias: Isaac Asimov,

que contrajo el virus por una transfusión, y Jens Van Roey, un médico

que trabajó con poblaciones positivas y terminó seroconvirtiendo.

¿Es acaso que ningún científico/a es VIH positivo/a por tener

sexo sin protección? Sigue siendo que existe una forma moralmente

correcta de “enfermarse” y una forma “inmoral” de hacerlo.

63



Pablo Ruiz [ él ] @jupi.trupi

Con el tiempo he encontrado a algunos

científicos jóvenes que también viven

con VIH, pero son muy pocos los que

hablan al respecto. Yo mismo tengo

miedo cada vez que tengo que hablar

del tema y creo que no solo se trata

de ser VIH positivo. Cada vez me siento

más representado al toparme con

reportajes de científicos abiertamente

queer, pero siempre me pregunto cuándo

tendremos un premio Nobel para

una persona transexual o cuando llegará

el momento en el que la brecha

por premios como este deje de favorecer

a hombres blancos heterosexuales.

En definitiva, para mí ha sido muy importante

leer sobre personas con las

que me identifico y que son mis modelos

para seguir. Sin embargo, me encantaría

que mis modelos de científicos

queer no vivan una vida como la de

Alan Turing. Me encantaría que las personas

queer de Costa Rica y que trabajan

en ciencia no vivieran ocultas.

Sin embargo, entiendo las razones para

ocultarse. Fue una tortura como estudiante

de microbiología el vivir con

visiones homofóbicas y serofóbicas

en hospitales y en bancos de sangre,

mientras yo hacía mi práctica como interno.

Es una tortura tener conversaciones

con profesionales de salud de mi

edad que creen que la población VIH

positiva es un desperdicio de dinero.

Es también una tortura ver en la pared

de un hospital un panfleto con décadas

de edad que pide abstinencia para

evitar enfermedades de transmisión

sexual. Muchas personas se han ofendido

cuando comento que tener sexo

sin protección también es la razón del

embarazo adolescente y el no planeado,

pues es imposible compararlo con

lo que vivo.

Yo no estoy orgulloso de ser VIH positivo,

estoy orgulloso de todo lo que he

hecho a pesar de serlo. Estoy orgulloso

de haber luchado, sin importar que mi

salud mental ha sufrido mucho por vivir

con una enfermedad que se supone

es como vivir con diabetes. Ojalá lleguemos

a tener modelos de vida que

se parezcan más a nosotros y no esos

moralmente correctos.

“Siempre me pregunto cuándo tendremos un

premio Nobel para una persona transexual o

cuando llegará el momento en el que la brecha

por premios como este deje de favorecer a

hombres blancos heterosexuales”

64



Ricardo Blanco [ él ]

@rommeoyrommeo

Sobre

la palabra

playo

Por Tomás Garay García

Estudiante

[ él ]

El Pride se enfoca en que ninguna persona se avergüence de lo

que decida ser: sexo biológico, orientación sexual, identidad sexual

o rol de género. Una de las maneras en las que se manifiesta este

mes, hoy en día, es mediante la educación; por cuanto, se presenta

un análisis morfológico sobre el uso de palabras homofóbicas, su

historia y contexto, así como diferentes derivados que influyen en

esta palabra; específicamente, la palabra playo. Para comprender

bien esta palabra es necesario remontarse brevemente un poco en

su historia. En Costa Rica, a inicios del siglo XX, se inaugura el Almacén

Macaya, el cual concentraba en un único lugar todo lo que

cualquier persona fuera a necesitar. Entre las diferentes secciones

66

blahblah

@blahblah



ORGULLO

de este almacén, se encontraba una

ferretería, la cual dentro de su catálogo

de ventas incluía los playos, o como se

conoce mejor: alicates. La interrelación

entre estas dos palabras se debe a la

traducción inglesa de alicate: plier. Su

inusual característica era que “su for-

playos y podrá observar que mayoritariamente

son imágenes de alicates.

Ahora, teniendo claramente en cuenta

lo que verdadera e históricamente significa

‘playo’, ¿qué implicaciones posee

decirla, adaptarla y normalizar su uso

modo ofende a alguna persona por su

significado, es inclusivo: mae. Perfectamente

se puede intercambiar el uso de

playo por mae, bajo las razones antes

mencionadas.

“Playo es propia de la comunidad

LGBTIQA+ y por eso es

que son las únicas personas

que la pueden decir”

ma antropomorfa daba la impresión de

una persona con las piernas corvetas”,

o arqueadas. También sus puntas tienen

la cualidad de prensar cualquier

objeto fuertemente haciendo difícil que

lo ceda.

Y ese sería el contexto del origen de la

palabra playo, una analogía entre las

personas homosexuales y los alicates:

parecer que tienen sus ‘piernas abiertas’

y ‘todo lo que agarra es difícil que

lo suelte’. De acá se parten expresiones

como ‘¿Le gusta que le metan un

alambre como a los playos?’ o inclusive

‘A usted le gusta que le dejen las piernas

como a los playos, ¿verdad?’. De

esta frase se puede concluir, claramente,

que decir playo no es nada más ni

nada menos que una referencia a que

los homosexuales (gays) son personas

que van con las piernas abiertas ‘esperando

el alambre’. Además de engrandecer

a los gays que se consideran

activos mientras que se degradan a

los gays pasivos. De hecho, al terminar

de leer este artículo o en este momento,

puede ir a Google y buscar playo o

en el vocabulario normal y de diario?.

Como se ha redactado en publicaciones

anteriores en este periódico, se

sabe que este costarriqueñismo está

altamente normalizado en el vocabulario

del diario. Ahora, pese a que se

diga sin intención de ofender,no sería

recomendable que una persona que no

pertenece a la comunidad LGBTIQA+ la

diga.

‘Decir playo con los amigos está bien’,

‘lo digo sin intención’, ‘no importa, sólo

es una palabra’, ‘está bien decirlo si no

quiero ofender a nadie’ son ejemplos

que se viven diariamente para tratar

de justificar su uso. Claramente, se entiende

que lo dice sin alguna intención,

pero es precisamente ahí en donde

está el problema: decir playo de manera

no intencionada es nada más que

intentar justificar de manera innecesaria

su uso. ‘¿Pero qué voy a decir en

vez de playo?’ pues para la suerte de

todos, existe un costarriqueñismo mayormente

usado y propio para referirse

a una amistad, que aparte de no tener

contexto homofóbico y que de ningún

Precisamente, hay derivados morfológicos

que se basan en el costarriqueñismo

playo que también conlleva a nuevos

costarriqueñismos. Principalmente

el término playada. Este término es utilizado

cuando algo pasa y de algún

modo no fue algo bueno y se acerca a

algo malo. ¿Por qué este costarriqueñismo

tampoco se debería decir?, la

respuesta es que se basa en la palabra

playo, y como su significado indica

cuando algo no está bien, de algún

modo hace referencia a que ser gay

(los playos) es algo malo. Al igual que

con playo, esta palabra está igualmente

normalizada y romantizada en el vocabulario

usado diariamente.

Ahora, ¿quiénes pueden decir playo y

sus derivados?. La respuesta es muy

sencilla: las personas que integran la

comunidad LBGTIQA+. Pese a esto, hay

maneras de justificar su uso, como por

ejemplo: ‘Usted dice playo, entonces yo

la puedo decir’; no, y aquí está la explicación:

Bien es recordado que, durante

estas fechas, se inició el activismo Black

Lives Matter; dentro de sus fines, se encontraba

detener el uso de la n-word

que estaba altamente normalizada en

la comunidad de blancos debido al significado

histórico que esa palabra tiene.

Se basaba en que esta palabra es

propia de la cultura afroamericana y

que exclusivamente entre ellos se puede

utilizar esta palabra. Lo mismo pasa

con la palabra playo, exclusivamente

los miembros de la comunidad LGBTI-

QA+ son los únicos que tienen permitido

el uso de esta palabra, bajo las

mismas justificaciones utilizadas con la

n-word. Playo es propia de la comunidad

LGBTIQ+ y por eso es que son las

únicas personas que la pueden decir.

Además, es principalmente el respeto

el cual debe sobresalir, el respeto a las

personas de la comunidad.

Por último, no es únicamente la palabra

playo la que no se debe decir, otras

palabras reconocidas por casi cualquier

persona internacionalmente, que

tienen el mismo efecto al igual que playo.

Algunos ejemplos son: marica, maricón,

fag, fagguete, faggot, puto, trolo,

loca, tortillera, macha, marimalla; y así,

entre otros.

68 69



experiencias de la corporalidad

y el género. La documentación

toma un giro hacia la

autorreflexividad: quien

documenta se vuelve personaje

y los sujetos se funden en una

experiencia transformadora.

TRAS

TORNADAS

La Cholla Jackson

Travesti que hace arte

[ ella ]

Narcise • David Segura

Artista

[ elle ]

Crónica sobre el proceso de trashformación de La Cholla Jackson

y los pasos de travestismo que conlleva su arte se convierte en una

ocasión para compartir, por medio de la cámara VHS.



ORGULLO

El DÍa en

que Estoy

Vivo

Jess Márquez Gaspar

Periodista y defensor de los DDHH

[ él ]

El 19 de diciembre del 2020 abrí los ojos y vi que estaba en una

habitación de hospital que no reconocí de inmediato. Cuando lo

hice, las lágrimas empezaron a brotar, cascada, Santo Ángel, cayendo

sobre mi pecho y mojando mi ropa de hospital público. Mi

miedo a la muerte se mezclaba con el que me atormentaba hasta

dispararme la ansiedad: que los otros pacientes supieran sobre mi

identidad de género y mi orientación sexual.

Poco a poco fui recuperando la consciencia y, aunque prácticamente

no podía moverme, no me importó. El sol entraba por la ventana,

el viento movía las sábanas de la cama de mi compañero de habitación,

los ruidos del pabellón se colaban desde el pasillo y yo

estaba vivo.

48 horas antes me despertaron a las

4:00 am. La verdad es que yo no había

dormido. Sólo estaba acostado en la

oscuridad jugando en el celular y esperando

que las horas pasaran, como el

equipo del turno nocturno y la luna sobre

los techos del resto de los edificios

del centro médico, hasta que vinieron

a prepararme. “Debes estar en ayunas,

bañarte. Te darán una ropa especial

pero no puedes tener nada que te cubra

los genitales, lo cual me aterraba

porque no sabía qué pensarían ni cómo

reaccionarían todas las personas que

me verían desnudo (enfermerxs, equipo

prequirúrgico y quirúrgico) de lo que

hay entre mis piernas. También me dijeron

que “no puedes ponerte desodorante

ni colonia ni crema. Te pondrán

suero en la vía, y después te llevaran a

los quirófanos”, me explicó el cirujano,

y luego me lo recordó la jefa de Enfermería

del turno de la noche.

Yo estaba frenético. Me quedé sentado

en el borde de la cama viendo a mi

compañero dormir, y sabiendo que tenía

suerte: a mí iban a operarme, a él

no podían. Del resto, era rodar los dados

y esperar que quién soy no interfiriera

con el procedimiento. Finalmente,

dos de los asistentes de pacientes llegaron

para moverme de mi cama con

mis 96 kg a la camilla. Comenzó lo que

se sintió como una procesión.

Un año después recuerdo ese día y

lloro de nuevo. Abrazo a la mujer que

amo, y quien me ama por quién soy,

con todas mis características y condiciones.

Agradezco, pero sé que algo

no está bien. Puedo sentirlo dentro de

mí, puedo sentirlo en mis venas, en mis

nervios, en mi abdomen.

Me hicieron un ultrasonido ese mismo

mes y salió “limpio”, y Marcos, el asistente

de pacientes y mi amigo, lloró de

felicidad. Pero yo, que siempre creo en

mi intuición y en mi conocimiento de mi

propio cuerpo, no me quedo tranquilo.

Dejo pasar la sensación por unas semanas

porque viene la Navidad y el

Año nuevo, pero apenas pasa el Día de

Reyes, acelero de 0 a 100 km/h en 5

segundos y en una semana tengo todo

listo para que me hagan una resonancia,

que me mandó el neurólogo cuando

le dije que tenía un dolor nuevo en

la pierna, el estómago y la espalda. La

historia se repite. No puedo evitar ver

las similitudes.

Casi un año antes, en octubre de 2020,

estaba sentado en un consultorio médico,

pero de emergencias, con los mismos

síntomas, y la misma intuición. Pero

aquella vez el ultrasonido no salió “limpio”.

Todos mis planes cambiarían en un

instante, cuando el radiólogo me pidió

que me pusiera de lado, mirando hacia

él y hacia el monitor, y pude ver una

72 73



ORGULLO

sombra del tamaño de una pelota de

béisbol al lado de mi riñón. Y lo supe,

supe que mi mayor miedo se había hecho

realidad. La pesadilla comenzó. El

segundo de mis miedos, que le preocupara

lo que encontrara cuando pasara

el equipo por mi pubis desnuda, quedó

opacado totalmente.

Me dieron una decena de medicamentos,

el dolor se volvió una mancha amarilla

que se movía. Luego, me llevaron al

equipo del TAC. Estaba tan drogado que

me subieron entre dos enfermeras, sentí

claustrofobia, pero la realidad ya no

parecía real, porque el shock mezclado

con morfina hace que nada parezca

cierto ni tangible.

De vuelta en la camilla en emergencias,

esperar los resultados del examen

se convierte en un ejercicio de autocontrol

terrible. Finalmente, el doctor

de emergencia se acerca, y un pálpito

me dice que no me va a gustar lo

que escucharé: “hay una masa enorme

en el abdomen, de 7 cm, parece maligna

y está dañando el riñón”. Aunque

la biopsia dijo lo contrario, aunque mi

pareja quería aferrarse a la esperanza

del mejor escenario, yo sentía en mis entrañas

la certeza: era cáncer. Pero no es

lo mismo tener cáncer cuando tu cuerpo

tiene sentido, cuando nadie lo cuestiona,

cuando sabes que estás segurx bajo

anestesia y sin necesidad de una persona,

que amas y que te conoce, vigilando.

***

Esperando a entrar al quirófano, en esa

madrugada del 19 de diciembre del 2020,

me descubro aterrado. Han pasado tres

meses de ese momento del ultrasonido

y el TAC, y he estado tan volcado a la

idea de conseguir que me sacaran esa

masa malvada de mi abdomen, a la que

bautizamos Lex (Luthor), que no había

pensado en la operación misma, en los

riesgos, en qué pasaría cuando estuviera

bajo grandes cantidades de anestesia

sobre la mesa de operaciones, y luego

en la camilla en el pabellón de hombre,

y vieran mí cuerpo.

No sé cuánto tiempo pasé ahí esperando

que llegaran a buscarme. Pero repasé

en mi cabeza todo lo que había vivido

“Miraba a un punto distante en las paredes, para

que ninguno de mis compañeros notara la curiosidad,

natural, que me invadía porque nunca había estado

en un espacio exclusivo de hombres”

para llegar ahí: meses de dolor insoportable,

una operación para ponerme

un catéter y salvarme el riñón; la imagen

de los hombres que compartían el

pabellón conmigo…

Un pabellón oncológico es un campo de

guerra en el que no se disparan balas,

pero se usan armas. Los gritos de mis

compañeros me sonaban en los oídos

mientras les pasaban quimioterapia

durante toda la noche. Las súplicas de

mi vecino de cuarto para que le dieran

morfina porque “sentía que le clavaban

un chuzo en el colon”, donde estaba el

tumor inoperable. Los rastros de piel,

cabello y coágulos de sangre hacían de

los pasillos y el baño común nuestras

trincheras.

Y cuando en las mañanas nos encontrábamos

en las duchas, nos mirábamos,

nos ayudábamos, nos hablábamos,

y nos veíamos: unos muriendo,

otros que habían perdido la fe, otros

que batallaban, los que teníamos algo

de suerte y aún nos abrazábamos a la

esperanza como a una cobija, dos cosas

raras de encontrar.

Yo me concentraba en hacer todo lo

posible para poder quitarme la ropa

sucia, bañarme, secarme, y ponerme

la ropa limpia dentro de la pequeña

cabina de la ducha, porque no podía

darme el lujo de que nadie notara que

mi cuerpo era diferente. Y siempre miraba

a un punto distante en las paredes,

para que ninguno de mis compañeros

notara la curiosidad, natural, que

me invadía porque nunca había estado

en un espacio exclusivo de hombres,

en un baño con duchas de hombres,

viendo hombres sin camisa, desnudos,

en toalla. Fue una dura prueba para mi

bisexualidad y recordé que nunca me

gustó estar en el closet. Pero a veces

hay que volver a él por seguridad, para

protegernos. No había ninguna señal de

que aquel fuera un lugar seguro para

no ser heterosexual.

Y, aunque ese espacio, y el olor constante

a desinfectante, a alcohol en gel,

a sudor y dolor se me pegaba en la

ropa y no me dejaba, y el ruido de un

rotor distante me disparaba la sensibilidad

a los estímulos, y la luz del almacén

no me dejaba dormir, y cientos de

noches de insomnio porque no había

una posición cómoda, sin dolor, para

acostarme hasta que me pasaran el

tramal y eso me noqueara, y el estado

de alarma constante en el que vivía

para esconderme, esconder quién soy,

me habían hecho querer escapar de

ese lugar, había aguantado.

Y por eso me empezaron a poner anestesia

el 19 de diciembre, me dijeron que

74 75



ORGULLO

contara hasta 10, y en el tres me desvanecí,

la última imagen que tuve en

mi mente fue la de casarme con Mari,

frente a la playa, como le prometí que

lo haríamos cuando le pedí matrimonio

a principio de ese año, porque no había

forma de que yo me muriera sobre

esa superficie metálica y fría, a los 31

años, de cáncer. Le había prometido

que seríamos la primera pareja de una

mujer cisgénera y un hombre como yo,

con su identidad reconocida, que nos

casaríamos en Costa Rica.

***

En un hospital privado, poco más de

un año después, en enero de 2022 me

dejaron sentado sobre la camilla de la

máquina de resonancia magnética en

boxers y medias, con una bata, mientras

venía el anestesiólogo. Yo tomé ese

momento, repetí el mantra de la corriente

budista que practico: Na Miojo Rengue

Kio, y luego recé un Padre Nuestro.

Le pedí al Universo y a Dios que no me

hicieran pasar por lo que había vivido

ción para el dolor, que no perdiera para

siempre el uso de mi pierna izquierda,

que nadie se preguntara por qué faltaba

un bulto entre mis piernas, y todo se

veía demasiado plano en ropa interior,

y que me diera la oportunidad de tener

otro año, y otro después de ese, y otro

después de ese.

***

Aunque el 2021 será siempre el año

más difícil de mi vida, fue en el que

aprendí que no podía seguir trabajando

para pagar las cuentas, porque si

no empiezas a seguir tus sueños hoy,

te despiertas una década después de

haber dicho “ahora no puedo, luego” y

no los has cumplido. De no dejar que

nadie te detenga, y mucho menos “el

qué dirán”, de la discriminación y de la

violencia, y aunque es sano protegerse

de ella, tampoco puede paralizarnos,

tampoco puede no dejarnos ser; pero

sobre todo no podía seguir teniendo

miedo de esa puta voz, la de mi mamá

que me dijo hasta el cansancio “eres un

Sobreviví esa operación de siete horas

del 19 de diciembre del 2020 que me

dejó lleno de cicatrices y en una silla

de ruedas, haciendo difícil hasta orinar,

y que detesto. Pero el amor, el respeto,

la admiración, y todo el buen karma

que había reunido, se convirtieron en

una cosecha hermosa de apoyos emocionales,

económicos e incluso inimaginables,

que me permitieron salir adelante

durante los 14 meses que llevaba

sin trabajar.

Por eso, en enero del 2022 aunque ya

sabía lo que mostraría la resonancia

magnética, y aunque lloré de la rabia,

y la frustración, y el agotamiento, cuando

el informe mostró que había un nuevo

tumor, y cada vez que me han ido

diciendo que se hace más grande, que

me está haciendo daño, pero no tengo

más opción que tener el teléfono en

la mano mientras llega la llamada de

la lista de espera para ir a internarme,

a otro hospital, pero a la misma experiencia,

al mismo miedo de ser el único

hombre trans en el pabellón de hombres,

y esta vez luego con quimioterapia,

no hay arrepentimientos.

“Al mismo miedo de

ser el único hombre

trans en el pabellón

de hombres”

Estoy sentado en febrero de 2022 escribiendo

esta crónica sin saber si esta

semana volveré a estar en un quirófano

durante siete horas, sin saber si sobreviviré.

Pero sí sé que mientras esté

aquí y mientras dependa de mí, batallaré.

Porque mi abuelo me enseñó “que

la vida no se acaba hasta que se acaba”,

y por eso, en medio del reposo, del

dolor, de la incertidumbre, me permitiré

mis días para llorar y sentir miedo, enojo

y frustración, pero el resto del tiempo

viviré, y seré yo mismo: un hombre

trans, queer/bisexual, migrante y con

discapacidad funcional y cognitiva (Autista

o TEA). Porque estos 32 años, casi

33, me han costado mucho esfuerzo,

y tengo demasiado por lo que vale la

pena seguir en este plano, en este día

que estoy amando, luchando, y en que

estoy vivo, y orgulloso de quién soy, de

quién he sido y de quién seré.

ese último año, que no me saliera otra

pedazo de mierda, una mierdita”, por-

úlcera en el estómago por la medica-

que yo viví.

76 77



SALUD

Mental

Por Karla Avila

Sicóloga

[ ella ]

Mi camino en la psicología afirmativa empezó sin darme cuenta. A

ciencia cierta puedo decir que cuando entré a la universidad pensando

que iba a ser una psicóloga, jamás me imagine que iba a

ser la psicóloga que soy hoy. Si, la Karla que cumplió 18 años en el

primer mes en la U, y que hasta ese momento, nunca se había permitido

tan siquiera pensar que existía otra opción que no fuera la

heterosexualidad, de repente se encontró con el mundo de cabeza

al sentir esas maripositas en el estómago cuando veía a su compañera

con la que hacía todos los trabajos. En un intento de entender

y acercarme a este mundo que era tan nuevo para mi, hice mi

primer trabajo de investigación sobre familias homoparentales. Así

fue como poco a poco, leyendo y educándome en temas que en

ese momento todavía eran tabú, inicié mi formación como psicóloga

afirmativa. Pero, ¿qué es la psicología afirmativa? En términos

muy generales es la psicología que trabaja con personas no heterosexuales

o no cisgénero. Ahora bien, al ser un enfoque integral

no se trabajan únicamente motivos de consulta relacionados con

78

Pablo Barrantes

[ él ] @tortura_chinx



“Encontrar este lugar

seguro a veces requiere de

esfuerzos adicionales, o

de redes de apoyo nuevas

o externas”

muchas personas empezaron a presentar

síntomas de ansiedad, ataques de pánico,

depresión, insomnio, e ideación suicida. Si

a esto le sumamos tener que vivir con per-

LGBTIQA+. Mi primer acercamiento al

tras emociones y sentimientos o nutrir los

sonas que no respetan lo más básico de tu

conocer la historia de una persona

vínculos con nuestros seres cercanos. Si lo-

la orientación sexual o la identidad

de género. Las personas LGBTIQA+

como cualquier otra persona merecemos

poder ir a un espacio seguro en

el que hablar de nuestros temas sin

ser juzgades. Mis propias malas experiencias

en ese tema, cuando acudí

a profesionales que de forma poco

ética antepusieron sus creencias en

mi proceso, fueron el motor para decidir

activamente trabajar de forma

exclusiva con mi comunidad. Yo tengo

certeza de que no soy ni la primera

ni la única psicóloga que se identifica

como parte de la comunidad LGBTI-

QA+ en Costa Rica, pero sí la primera

en abrir un espacio exclusivo para

personas sexualmente diversas.

ser, que te llaman por un nombre que no

solo no es tu nombre, sino que te recuerda

un pasado doloroso, personas que utilizan

pronombres incorrectos, que te ofenden,

o te agreden física, emocional o sexualmente,

la situación se vuelve insostenible,

y trae consigo muchísimas consecuencias

a nivel psicológico. Convivir con personas

que no respetan lo más básico de tu ser

deja heridas emocionales que toma tiempo

sanar, especialmente cuando la sociedad

nos ha enseñado que estas personas

que las causaron son tu familia, quienes

deberían conformar tu red de apoyo, y a

quienes les deberías perdonar cualquier

cosa.

En este contexto, muchas personas se decidieron

o encontraron que su única alter-

está enfocado en buscar su seguridad.

Si estamos en un ambiente hostil

en el que se está siendo constantemente

agredida, difícilmente vamos

a lograr tener un balance en la salud

mental. Encontrar este lugar seguro a

veces requiere de esfuerzos adicionales,

o de redes de apoyo nuevas o

externas. Una vez que podemos garantizar

este espacio seguro podemos

enfocarnos en el auto cuidado.

Se nos ha vendido la idea de que el

auto cuidado es ir a un spa y que nos

hagan una limpieza facial, y a pesar

de que eso podría considerarse auto

cuidado para algunas personas, va

más allá. A mi parecer lo primordial

en el auto cuidado es tener el acompañamiento

profesional adecuado,

grás alcanzar un balance en todos estos

aspectos, es probable que estés acercándote

a un estado de mejor salud mental y

bienestar integral.

Si estás pasando por un momento difícil,

quiero recordarte que no estás sole.

Si tenés una emergencia podés llamar en

cualquier momento al 911 y te van a ayudar

a canalizar tu caso con las personas

profesionales correspondientes, el colegio

de profesionales en psicología también ha

puesto a disposición la línea Aquí Estoy

(2272-3774) en donde podés ponerte en

contacto telefónico con un profesional de

forma gratuita de lunes a viernes de 1 p.m.

a 10 p.m. y sábado de 9 a.m. a 4 p.m. Las

universidades también ofrecen terapia a

bajo costo o gratuita con sus estudiantes

Como psicóloga, siempre he considerado

que ir a terapia es importante,

pero por mucho tiempo la sociedad

no lo consideró de la misma manera y

se veía casi como un lujo que solo algunas

pocas personas podían permitirse.

A mí parecer, la pandemia vino a

ponernos sobre la mesa la importancia

de la salud mental, me atrevería

a decir que casi al mismo nivel que

la salud física. Con la llegada de la

pandemia y la cuarentena obligatoria,

nativa era volver a vivir en un clóset, negando

su propia identidad u orientación.

Muchas otras atravesaron un duelo por la

pérdida de estos vínculos, pero lamentablemente

una gran cantidad no tuvo otra

alternativa que aceptar todas estas condiciones

hostiles y violentas.

Y entonces ¿qué hacemos con todo esto?

Lamentablemente no existe una única receta

para mejorar la salud mental o garantizar

el bienestar de las personas

y con esto me refiero a psicólogues

y psiquiatras correctamente identificades

y colegiades. Auto cuidado

también es tener tiempos de descanso,

nutrir e hidratar el cuerpo, buscar

movimiento corporal y placer sexual.

Es reconocer si tenemos alguna idea

o pensamiento intrusivo o recurrente,

es darnos el espacio para conectar

con nuestra espiritualidad, con nues-

avanzados de licenciatura. Los servicios

de psicología y psiquiatría de la Caja Costarricense

del Seguro Social (CCSS) también

son opciones para algunas personas,

y en algunas municipalidades hay espacios

grupales enfocados a algunas poblaciones

o temáticas específicas.

80



Mo campos [ ella ]

@mo.motus

Pink

study

Coat Toribio & Donato

Ropa interior La Perla

Mallas y pezoneras Erótica



Blusa Toribio & Donato

Ropa interior La Perla

Mallas Erótica

Vestido Toribio & Donato

Mallas Erótica

Zapatos Toribio & Donato



Vestido Ester

Zapatos Toribio & Donato

Fotografía: Alberto Prado [ él ] • Styling: Carlos Chavarría [ él ]

Dirección de arte y set design: Daniel Quirós [ él / elle ] • Makeup: Denzel F [ él / elle ]

Hair: Yuner Alvarado [ elle ] • Modelo: Alma [ ella / elle ] • Asistente de Styling: Fernanda Sedo [ ella ]

Poncho Ester



ORGULLO

“Es claro que las luchas no tienen propiedad, pero sí

protagonistas e historia. Si los derechos carecen de

trasfondo o pasado, y si siempre han existido, cualquiera

puede impulsarlos o representarlos”

Cuerpo

Por Mon González Suárez

Existencia trans no binarie centroamericana,

sociológx y escritore no heterosexual

Erótica

Micelio del bosque

[ ella / elle ]

¿Cuánto puede un cuerpo? Ella, tejida con navajas en la cintura,

cabello largo, maquillaje rojo opaco, sin vida, sin rostro. Afecto, me

dices, tomándome los ojos con tus manos, a medio hacer tu cuarto,

la habitación vacía de tantas palabras. Tu voz se enreda a mis

dientes, un humo tenso que mastico para no regar saliva de tus

labios. Cada vez reniegas más de tu cuerpo. Recoges una a una las

medias del suelo, limpias con un trapo azul la adherencia negra de

moho en la ventana, un charco verde crece en tu espejo, suciedad

en las esquinas de tu cama, no se puede respirar. Esta casa nos envuelve,

no en forma cálida como el abrazo, sino agresiva, obsesionada,

nos retiene cada vez que intentamos salir por la puerta, no

hay puertas. Suave, me deslizo hasta tu sala. Bajo las gradas, fo-

tos de tu cuerpo dispuestas, un cementerio

de brazos, manos, dedos, bocas,

lenguas. Te mutilas con la ropa, la desnudez

te atormenta, llueves en mí para

evitar humedecerte a solas, mi cuerpo

extensión de lo que no quieres, el tuyo.

Tomo un vaso de agua, espero, no llegas.

Solo debes bajar las gradas y ver

tus fotos, una a una, regadas boca arriba,

mojadas. Inspecciono la cocina, sucia,

platos acumulados, cortinas manchadas,

hace cuánto que alguien no

vive aquí. Te escucho, caminas con la

ropa, insistes en no verte las manos, los

brazos, los ojos, tu cuerpo. De repente,

el reloj de pared suena, alto, ruidoso. Es

una alarma, no cesa. Estás ahí, sentada,

sin tocar las piernas a la silla porque

eso supondría aceptar que existes,

que tu cuerpo es tuyo, no un reflejo sobre

el mío. El ruido continúa, cada vez

más alto, pareces no escucharlo, porque

eso supondría reconocer tus oídos,

que escuchas. Condición de cuerpo que

niegas para existir. Te levantas, hacer

cualquier cosa que no involucre el tacto

conmigx.

Te sientas en el marco de la puerta,

me miras, el roce violento, un reclamo

te inunda las mejillas, no entiendo por

qué me culpas de no querer tu cuerpo.

Haces un ovillo con tus piernas, el suelo

repleto de colillas, fumas para negar

el aire. Camino hacia ti, tan consciente

de mi cuerpo como de la carencia

del tuyo en la casa, el vaho ostentoso

nos quita las ganas de hablar, de enredar

voces para decirle a la otra lo que

no se puede hablar para una misma. El

ruido en la cocina desaparece cuando

me acerco a la línea dibujada en la otra

puerta, al extremo de la sala. Ahí viene,

otra vez tu pose, una de muchas, actúas

cotidianamente para negar lo que

te gusta.

Quiero irme, pero no hay manecillas,

no hay puertas. Si pudieras reconocer

cuánto puede un cuerpo cuando no es

uno, sino varios. Decidí migrar de mí,

salirme, ahora cargo en el cuerpo lo

habitable que detesté en ti: la casa.

88 89



ORGULLO

SEXUALIDAD

DISIDENTE...

ESPIRITUALIDAD

DISIDENTE

Por Luna en Escorpio

Abogado y lector de tarot y oráculo

[ él ]

Como un hombre gay de 46 años, es claro que la experiencia de mi

sexualidad se vio marcada por la impronta del catolicismo, que fue

la atmósfera espiritual hegemónica en la que me tocó crecer como

niño, como adolescente y como adulto joven. De ahí que durante

gran parte de mi vida, la consciencia de mi sexualidad diversa,

y su vivencia, estuvieron asociadas a conceptos como el pecado,

la condena, la vergüenza o la culpa. A pesar de ello, yo siempre

tuve profundas inquietudes espirituales, y en algún momento de

mi juventud, tuve la intuición de que el discurso oficial de la Iglesia

Católica sobre homosexualismo ---y sobre la sexualidad en general-

no debería impedir que yo tuviese una vida espiritual plena,

aunque en ese momento no imaginaba de qué manera podría yo

Eva Bristol [ ella / elle ]

@evabristolart

91



ORGULLO

conciliar mi vida espiritual con mi sexualidad,

cuando socialmente, familiarmente

y por supuesto en el discurso y

los hechos de las iglesias cristianas, las

personas con sexualidades diversas

estábamos condenadas al infierno. A

pesar de todo, yo seguí siendo católico,

y tratando de acomodar mi sexualidad

gay dentro del dogma.

Pero en determinado momento llegué

a un callejón sin salida, porque a pesar

de todas las buenas intenciones,

y de todos los malabarismos discursivos,

teológicos y existenciales, lo cierto

es que por más vueltas que se le de

al asunto, se ha de ser consciente que

una sexualidad “disidente” no tiene lugar

posible en la visión cristiana de la

sexualidad en general, y los cambios

que se han dado, a nivel de discurso,

y a nivel práctico, sobre todo en algunos

países europeos, para mí siempre

tienen algo de falsedad, de condescendencia

compasiva, de tratarnos a quienes

somos sexualmente diversos como

seres dignos de compasión, necesitados

de perdón, de tolerancia venida

desde la superioridad moral y espiritual

de quienes no son así, de quienes

han sido más afortunados y privilegiados;

se nos ve como una especie de

menesterosos espirituales a los que se

les cede compasivamente un sitio en la

mesa de los justos.

Y alguien dirá: pero eso qué tiene de

malo, qué quieres entonces. Pues que

yo no quiero nada de eso. Yo respeto

profundamente a quienes hoy en día,

en iglesias y comunidades cristianas,

se sienten bien recibidos, y consideran

compatible la vivencia de una sexualidad

diversa con la fe cristiana. Pero en

mi caso, no ha sido así, y creo que es

el caso de muchisímas otras personas,

porque me di cuenta que no sólo yo no

podía ni quería ver mi sexualidad desde

la culpa, la verguenza y el sentido

de pecado del cristianismo, sino que ya

ni siquiera podía ser cristiano, porque

descubrí que había un camino espiritual

que me empoderaba, en vez de

discriminarme por mi sexualidad.

En mi caso personal, ese proceso se

benefició de algunos eventos importantes,

como mi acercamiento al mundo

del Tarot, visto como una charlatanería,

o como un negocio de brujos y

estafadores, pero que es una manera

reduccionista de entender algo que es

todo un tesoro cultural de Occidente,

una arquitectura sagrada, como le ha

calificado Alejandro Jodorowsky, quien

a través de sus libros, sobre todo La Vía

del Tarot, me ayudó a entender la profunda

corriente espiritual que atraviesa

al Tarot.

“La consciencia de mi

sexualidad diversa, y

su vivencia, estuvieron

asociadas a conceptos como

el pecado, la condena, la

vergüenza o la culpa”

También empecé a interesarme en la

astrología, otro lenguaje milenario de

la humanidad, denostado y malentendido,

y poco a poco fui descubriendo

que había muchas personas que bajo

la sombrilla conceptual del paganismo

vivían una espiritualidad fascinante,

conectada con la naturaleza, con los

astros, con el culto a los ancestros, y

sobre todo que entendían la sexualidad

humana bajo cualquiera de sus

formas como una celebración, es más,

como una fuente de poder y de magia,

conceptos totalmente ajenos a la visión

judeocristiana.

Y es que acá hay un tema fundamental:

a lo largo de la historia la persecución

de quienes han tenido una espiritualidad

disidente, ha estado ligada

a su cuerpo y a su sexualidad. Así por

ejemplo en los procesos por brujería en

Europa en los siglos XVI y XVIII, como lo

hace ver Robert Muchenbled en su libro

Historia del Diablo, al señalar que los

procesos por brujería estaban dirigidos

a identificar en la comunidad a quiénes

adversaban el ideal del buen cristiano,

por sus costumbres y por su utilización

del cuerpo.

Es de lamentar que hoy en día algo así

no suene tan lejano, cuando escuchamos

de forma cada vez más normalizada,

el discurso de ciertos políticos,

líderes religiosos e incluso otras figuras

relevantes de la sociedad, que suelen

presentarnos a las personas sexualmente

disidentes, como un peligro para

“la familia”, “los valores familiares”, “las

tradiciones costarricenses” y otros discursos

por el estilo. Lo cierto es que en

ese tiempo el cuerpo de quien era señalado

como brujo o bruja, constituía el

vehículo para que el demonio actuara,

precisamente por hacer uso del mismo

en una forma ilegítima.

Esa obsesión con el cuerpo y las prácticas

sexuales, hizo sus principales víctimas

a las mujeres y a las personas

homosexuales. Incluso alguien tan célebre

como Juana de Arco ---luego sería

canonizada por la Iglesia Católica- fue

condenada a la hoguera por acusaciones

de brujería, pero tal como demuestra

Arthur Evans en Witchcraft and the

Gay Counterculture, la razón inmediata

para su muerte fue haber sido descubierta

usando ropa de hombre en su

celda.

92 93



A lo largo de su proceso, se cierne sobre

Juana de Arco la sombra de una

sexualidad sospechosa. Y por qué tenía

una sexualidad sospechosa ? Porque

también tenía una espiritualidad

sospechosa. De ahí mi afirmación de

que la visión cristiana de la sexualidad

es incompatible con una sexualidad

disidente. Esto por cuanto como

afirma Christopher Penczak en su libro

Gay Witchcraft. Empowering the tribe,

el cristianismo ---y todas las religiones

monoteístas- no son “sexualmente divinas”

lo cual sí ocurría en el paganismo,

donde el sexo ---incluso entre personas

del mismo sexo- era visto como algo ritualizado,

objeto de devoción y de conexión

con la divinidad.

El triunfo del cristianismo vino a sancionar

el triunfo definitivo de una visión

patriarcal del mundo, ocultando,

tergiversando o de plano borrando los

vestigios del matriarcado anterior, que

incluía el culto a una Gran Diosa, y que

subsistió en los cultos paganos de diversos

pueblos.

Las imágenes que se han encontrado

del Paleolítico, representando a una

Gran Diosa, pinturas en las cavernas

del hombres danzantes desnudos con

sus penes erectos, y con máscaras de

aves; el culto a un dios astado con

connotaciones fálicas y homoeróticas,

la multitud de dioses y diosas en Asiria-Babilonia,

Egipto, Grecia, Roma; el

sexo ritual, las relaciones del mismo

sexo entre dioses y hombres, en los

cultos religiosos, entre emperadores,

sacerdotes, etcétera, dan cuenta de

una visión de la sexualidad radicalmente

distinta a la sancionada por el

cristianismo triunfante.

No solo eso. El cristianismo transformó

a los adoradores de la Diosa en brujas

y brujos, a los dioses paganos en demonios,

al dios astado en Satanás, y a

cualquiera que viviera una sexualidad

disidente, o que incluso disfrutara del

sexo ---si se era mujer- en un ser malvado,

enfermo, pervertido, y sospechoso

de brujería. Por supuesto, la homosexualidad

también fue directamente

asociada a la brujería.

“Una espiritualidad fascinante, conectada con

la naturaleza, con los astros, con el culto a los

ancestros, y sobre todo que entendían la sexualidad

humana bajo cualquiera de sus formas como una

celebración”

Amia Gallego [ ella / elle ]

@amia_ttt



ORGULLO

“Reclamar de vuelta el poder espiritual y vital

que nos ha sido arrebatado a quienes no nos

identificamos con la heteronormatividad, durante

siglos y siglos de discriminación y condena”

CompaÑÍA

CUIDADO CONSUELO PLACER

De ahí que el revival pagano que comenzó

a mediados del siglo XX con el

inicio de la WIcca, así como el posterior

crecimiento de las espiritualidades paganas,

en los años 60, 70 y 80, con un

creciente impacto también en la cultura

popular hasta nuestros días, ha significado

una oportunidad para muchísimas

personas con una sexualidad disidente

---lesbianas, gays, queers, transgénero,

etc- de poder vivir una espiritualidad

que contrario a lo impuesto por la supremacía

religiosa cristiana, celebra

realidades como el cuerpo, el placer, el

sexo, la diferencia sexual, la igualdad e

interacción entre los principios femenino

y masculino, y lograr al mismo tiempo

empoderamiento, que es lo que la

cultura judeo-cristiana ha negado históricamente

a las mujeres y a la disidencia

sexual.

En mi caso, el descubrimiento de una

espiritualidad pagana, o de la Tierra,

me aportó ante todo liberación y poder

personal. Liberación de conceptos

como culpa, pecado, diablo, infierno

asociados a mi orientación sexual. Y en

consecuencia, consciencia para reclamar

de vuelta el poder espiritual y vital

que nos ha sido arrebatado a quienes

no nos identificamos con la heteronormatividad,

durante siglos y siglos de

discriminación y condena.

Creo que el camino para quienes vivimos

una sexualidad disidente, pasa

por las nuevas espiritualidades de la

tierra, ya les llamemos paganismo, brujeria,

wicca, etcétera, y como quiera

que cada quien lo decida practicar, y

eso, como señala Mya Spalter, en su

hermoso libro Enchantments: A Modern

WItch’s Guide to Self-Possesion, que

leí a inicios de mi aventura como pagano,

sólo es posible en un estilo de espiritualidad

no jerárquico, centrado en la

Diosa, y que lleve al sentido, la paz y la

auto-posesión.

Yapi Mora

Aprendiz de profesión. Fotógrafo

[ él ]

Encuentro II

96 97



ORGULLO

Cuidado

explorar las

relaciones entre

seres vivos y el

entorno en el que

habitan, en busca

de comprender

el impacto mutuo

que cada entidad

genera en la otra

Control I

Fotografía: Bryan Mora [ él ]

Modelos: Bryan Mora &

Carlos Quesada [ él ]

Placer

Agradecimiento a Teor/éTica

@teoretica y Lado V - Centro

de documentación

@ladov.teor, por el apoyo en

la producción de la obra.

El Otro

98 Consuelo

99



ORGULLO

Hitos

HistÓricos

LGBTIQa+

2021-2022

Jota Vargas Alvarado

Abogade

[ elle ]

El pasado 14 de mayo cumplimos cuatro años desde que el Tribunal

Supremo de Elecciones, mediante el Decreto 7-2018, permitió el

cambio de nombre por identidad de género para todas las personas

trans y no binarias de Costa Rica, desde entonces cientos de personas

han visto reconocido parcialmente su derecho a la identidad en

respeto de su nombre elegido.

Sin embargo, aún quedan temas pendientes. Pareciera que el Estado se

ha olvidado de las personas intersex y el reconocimiento de sus derechos;

urge un protocolo de atención en salud para esta población, con la

finalidad de disminuir las mutilaciones que se hacen a sus cuerpos para

adecuarlos a un estándar corporal femenino o masculino. Por otro lado, es

necesaria una ley de identidad de género que permita que las personas

trans y no binarias podamos cambiar nuestro sexo registral, que reconozca

otros derechos y que modifique normas binarias que impiden que personas

trans podamos, por ejemplo, participar en la política.

En la misma línea, las organizaciones y personas defensoras de Derechos

Humanos hemos observado con preocupación silencios desde Casa Presidencial.

El pasado 17 de mayo, día contra la discriminación por características

sexuales, identidad de género, expresión de género y orientación

sexo-afectiva, no se izó la bandera de la diversidad en Casa Presidencial,

ni en muchos ministerios e instituciones públicas. Tampoco se ha nombrado

a una persona Comisionada Presidencial para asuntos relacionados con

las personas LGBTIQA+. Esperamos que el Poder Ejecutivo rectifique estos

silencios que representan retrocesos en el reconocimiento de los derechos

humanos de las personas LGBTIQA+ y envían un mensaje de permisividad

de la discriminación y la violencia.

Más allá, debemos celebrar los avances que hemos logrado impulsar desde

sociedad civil y que han tenido el apoyo y la voluntad política para ser

una realidad. Estos avances son:

31 MAYO 2021

Se oficializa y declara de interés

También, el pasado 26 de mayo cumplimos dos años de tener un

ordenamiento jurídico más respetuoso del principio de igualdad y

público y nacional la Norma

para la atención integral del VIH

en el ámbito de la salud.

no discriminación en el reconocimiento de las familias diversas, dos

22 JUNIO 2021

años de que entró en vigencia el matrimonio igualitario, dos años

El Concejo Municipal de Santa

en que muchísimas familias han visto reconocidos y garantizados

Ana, aprobó de forma unánime

los derechos derivados de una unión entre dos personas del mismo

la declaratoria de cantón libre

género.

de discriminación por orientación

sexual e identidad y expresión de

100

género.

101



14 JULIO 2021

11 MARZO 2022

30 JULIO 2021

Sentencia 00749-2021 de la Sala III:

La Sala Tercera estimó que el término

mujer, en el Código Penal, debe abarcar

a las mujeres trans.

18 MARZO 2022

Entrega de pasaportes con indicación

del sexo de acuerdo con la identidad

de género de las personas trans y no

binarias.

Sentencia 16542-2021 de la Sala

Constitucional: La Sala ordenó a la

Dirección General de Migración y

Extranjería emitir los pasaportes de

conformidad con la identidad de género

autopercibida, siendo “F” para

femenino y una “M” para masculino,

una “X” para personas no binarias.

4 NOVIEMBRE 2021

Política pública cantonal sobre declaratoria

del cantón libre de estigma

y discriminación de la Municipalidad

de Goicoechea

15 DICIEMBRE 2021

Se incluye como causa justa de

despido la discriminación a personas

trabajadoras con VIH en el Código de

Trabajo, Ley No. 2.

4 FEBRERO 2022

30 OCTUBRE 2021

Entra en vigencia en el PANI el Reglamento

para la Prevención, Denuncia

y Sanción del Acoso u Hostigamiento

Sexual y Hostigamiento Laboral,

ambos prevén el principio de no

discriminación por orientación sexual,

identidad sexual y expresión de

género.

27 NOVIEMBRE 2021

Se elige una mujer trans como presidenta

de la Federación de Estudiantes

de la Universidad de Costa Rica

por primera vez: Alhana Chavarría.

1 ENERO 2022

Costa Rica presidió el Core Group

LGBTIQA+ de la OEA visibilizando la

Situación de las personas LGBTIQA+

en movilidad humana.

Se adiciona el título V sobre Infracciones

y Sanciones a la Ley General

de VIH, Ley No. 9797, que incluye

sanciones por violación a la confidencialidad

y negativa a brindar

atención en salud pública o privada.

3 MAYO 2022

Plan de Acción para la Prevención,

Atención, Sanción y Erradicación de

la Discriminación por Orientación

Sexual, Identidad y Expresión de

Género en el Instituto Nacional de

Aprendizaje, 2022-2025.

8 MAYO 2022

Mención de las personas LGBTIQA+

en el discurso de toma de poder del

presidente electo Rodrigo Chaves: El

presidente indicó que “a la población

LGBTIQ le aseguro que no vamos a

retroceder en el reconocimiento de

los derechos que han logrado a lo

largo de sus luchas, por la equidad y

el aprecio por la diversidad, yo respeto

esas luchas y les garantizo que

sus victorias seguirán incólumes”.

8 ABRIL 2022

Nombramiento de una persona no binaria

como Comisionada Presidencial

para asuntos LGBTIQA+.

25 MAYO 2022

Reforma al Código Penal sobre crímenes

de odio: La Ley No. 10175 reforma

el código penal e incorpora una

agravante al homicidio cuando una

persona le quite la vida a otra por

motivos de odio a causa de su orientación

sexual, identidad o expresión

de género, o características genéticas,

entre otras.

Sentencia Pavez Pavez Vs. Chile de la

Corte IDH: La Corte determinó que se

le violentaron los derechos a la libertad

personal y a la vida privada de

Sandra Pavez ya que la separaron

del cargo de profesora de religión,

por ser una mujer lesbiana.



cuentos para

abrazar a

niñxs rebeldes

Por Món Morales

Creadora cuir

[ ella ]

ANA VEGA

Había una vez una niña que tenía 7 hermanos, le

gustaba mucho subirse a los árboles, entonces apenas

salía de la escuela llegaba a su casa a cambiarse el

uniforme, y se ponía los pantalones de su hermano,

porque claro, eran más cómodos para poder escalar entre

las ramas, y que no la picaran los bichos.

Ana le ayudaba mucho en la casa a su mamá, porque

era una de las hermanas mayores. Aprendió con el

tiempo a contar y administrar el dinero que le daban

para ir a hacer los mandados, y así fue como empezó

a ahorrar en un chanchito de arcilla los vueltos que

sobraban después de ir a comprar leche, huevos y arroz.

Cuando Ana creció un poco más empezó a usar sus

ahorros para comprar discos de música, y se hizo una

gran colección. Se juntaba con sus amigas a escuchar

música en el tocadiscos, a reírse y a

pasarla bien.

Pensó que le encantaría tener un lugar donde escuchar

música no sólo con sus amigas, sino que quería poder

compartir con más personas, escuchar más historias,

risas y diversión.

Así surgió La Avispa, una colmena que desde hace 43

años se volvió espacio que nos hace sentir bienvenides a

todes, entre música, baile, y sobre todo mucha dulzura.

104

Diego Rivera [ él ]

@kerokerito



Diego Rivera [ él ]

@kerokerito

A Zorán le decían que tenía que dejar de vivir

en las nubes, pero la imaginación y los sueños de

Zorán eran tan grandes que empezaron a salir por

las ventanas de su cuarto.

Así fue como su voz lo llevó a presentarse en

coros, audiciones, hasta que en uno de esos días

lo invitaron a viajar a España, y entre todos esos

escenarios confirmó que eso era lo quería seguir

haciendo, quería convertirse en artista.

Cuando volvió a su casa continuó preparándose,

cantando y aprendiendo. Quería seguir haciendo

eso que lo hacía feliz, pero sobretodo, quería

seguir compartiendo canciones que inspiraran a

otras personas, que las hiciera sentir bien, para

que se todes emprendieran el viaje a encontrar su

felicidad, y luchar por ella.

zorán

Había una vez un niño que le encantaba preparar

espectáculos para todos sus peluches y juguetes,

se presentaba en un gran escenario que construía

en su cuarto. Con sus mejores pasos de baile y

canciones hacía estremecer a su tierno público.

Zorán siempre lo supo, sus sueños eran más

grandes que las estrellas que brillaban en el cielo

de su cuarto, y a sus 27 años ganó el concurso

“Nació una Estrella”.

106



Había una vez una niña que en su corazón se llamaba

Alhana, vivía en el campo, en una casa de madera, muy

cerca de una pequeña quebrada. Iba a desayunar en la

casa de su vecina, una señora mayor que la nutría de

afecto a cucharadas, como sólo las abuelas saben hacer.

Cuando Alhana miraba su cuerpo en el espejo pensaba

que no era su cuerpo lo que se reflejaba, porque no

podía usar la ropa que quería, ni peinar su pelo como

le gustaba. Tampoco la dejaban jugar con muñecas,

aunque era su juego favorito.

alhana

chavarría

Diego Rivera [ él ]

@kerokerito

Mientras crecía, una pequeña voz que había en su

corazón empezó a hablar cada vez más fuerte, esta voz

le decía que buscara la luz que acabaría con toda la

oscuridad.

Esa oscuridad que la rodeaba se burlaba de ella, pero

Alhana se llenó de valentía y fue en busca de esa luz.

Había un lugar donde podía decir en voz alta lo que la

molestaba, todo lo que sentía, y mientras ella más se

hacía escuchar, se abrían puertas que llevaban a mundos

nuevos. En estos mundos todas las personas podían

elegir cómo vestirse, podían jugar lo que quisieran y se

sentían felices.

Alhana encontró esa luz mientras estudiaba Sociología,

y así fue cómo se convirtió en la primera presidenta

transgénero de la Federación de Estudiantes de la

Universidad de Costa Rica. Ahora en sus días comparte

la luz que encontró, para que todes aquelles que siguen

en la oscuridad puedan tener el derecho a vivir libres,

felices y plenxs.



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