Tribuna Comunista Núm. 516
Tribuna Comunista Núm. 516, órgano de difusión y análisis del Movimiento Comunista Mexicano. Anunciamos a quienes Aquí algunos de los textos publicados en esta edición: EDITORIAL: Los avatares de la reforma electoral Saludo del Movimiento Comunista Mexicano al VII Congreso del Partido Comunista de México Y después de Barbosa ¿qué sigue? | Gerardo Pérez Muñoz El salario mínimo y la deuda pública | Promotora por la Suspensión del Pago de la Deuda Pública Embarazos producto de violaciones: una triste realidad en Latinoamérica. El caso de Guatemala | Marcelo Colussi Memoria nublada: Juan Velasco Alvarado | Carlos Moncada Gil Un aniversario más de la Declaración Universal de los Derechos Humanos | Gerardo Pérez Muñoz Lo que nos espera (VII) | Daniel Carlos García Espacios públicos y su privatización | Oscar Loza Ochoa 50 Historia del Sistema Educativo “Mexica” (1ª Parte) | Francisco Javier Pizarro Chávez La huella perentoria | Antonio Gershenson Aquí no se rinde nadie | Antonio Gershenson Navidad milenaria | Pablo Moctezuma Barragán La reforma laboral de libertad sindical sigue sin aplicar | Oscar Alzaga El comunismo como deseo y el placer de la subversión | Iñaki Gil de San Vicente Hacia la Construcción de la Patria Grande | José Luis Alonso Vargas Reformas universitaria y de pensiones, falsas y electoreras | Toño Nerio ¿Acaso ya se nos terminó el tiempo o ya no importa? | Miguel Blandino Toda América y el Caribe va en la fuerza del ALBA-TCP | Granma Bolsonaro no aceptará la victoria de Lula | Craig Johnson Penoso retroceso democrático | Atilio A. Boron Argentina y Perú: dos golpes blandos a favor de EEUU y la ultraderecha | Aram Aharonian Irán, Rusia, China: Una Triada para un Mundo Multipolar | Pablo Jofre Leal Vandepitte De la virago a la feminazi: siglo y medio de antifeminismo | Javier Ugarte Pérez 26 El asesinato de Enrique Cabrera Barroso: 38 (50) años de impunidad | Gerardo Peláez Ramos Queja admitida y reclamos | Arturo Martínez Nateras El Club de Periodistas eludió grandes problemas de la prensa | Teresa Gil Miguel Barbosa y la pequeñez opositora | Teresa Gil Un PERÚ convulso, el país inca que repite su historia | Teresa Gil Bello adorno en esta época y la metáfora de la esfera | Teresa Gil JOHN MILTON. Por desobedecer, males respiratorios y Covid 19 | Teresa Gil MONCADA Y ACOSTA. La recreación de Las palabras prestadas | Teresa Gil
Tribuna Comunista Núm. 516, órgano de difusión y análisis del Movimiento Comunista Mexicano.
Anunciamos a quienes
Aquí algunos de los textos publicados en esta edición:
EDITORIAL: Los avatares de la reforma electoral
Saludo del Movimiento Comunista Mexicano al VII Congreso del Partido Comunista de México
Y después de Barbosa ¿qué sigue? | Gerardo Pérez Muñoz
El salario mínimo y la deuda pública | Promotora por la Suspensión del Pago de la Deuda Pública
Embarazos producto de violaciones: una triste realidad en Latinoamérica. El caso de Guatemala | Marcelo Colussi
Memoria nublada: Juan Velasco Alvarado | Carlos Moncada Gil
Un aniversario más de la Declaración Universal de los Derechos Humanos | Gerardo Pérez Muñoz
Lo que nos espera (VII) | Daniel Carlos García
Espacios públicos y su privatización | Oscar Loza Ochoa
50 Historia del Sistema Educativo “Mexica” (1ª Parte) | Francisco Javier Pizarro Chávez
La huella perentoria | Antonio Gershenson
Aquí no se rinde nadie | Antonio Gershenson
Navidad milenaria | Pablo Moctezuma Barragán
La reforma laboral de libertad sindical sigue sin aplicar | Oscar Alzaga
El comunismo como deseo y el placer de la subversión | Iñaki Gil de San Vicente
Hacia la Construcción de la Patria Grande | José Luis Alonso Vargas
Reformas universitaria y de pensiones, falsas y electoreras | Toño Nerio
¿Acaso ya se nos terminó el tiempo o ya no importa? | Miguel Blandino
Toda América y el Caribe va en la fuerza del ALBA-TCP | Granma
Bolsonaro no aceptará la victoria de Lula | Craig Johnson
Penoso retroceso democrático | Atilio A. Boron
Argentina y Perú: dos golpes blandos a favor de EEUU y la ultraderecha | Aram Aharonian
Irán, Rusia, China: Una Triada para un Mundo Multipolar | Pablo Jofre Leal
Vandepitte
De la virago a la feminazi: siglo y medio de antifeminismo | Javier Ugarte Pérez
26 El asesinato de Enrique Cabrera Barroso: 38 (50) años de impunidad | Gerardo Peláez Ramos
Queja admitida y reclamos | Arturo Martínez Nateras
El Club de Periodistas eludió grandes problemas de la prensa | Teresa Gil
Miguel Barbosa y la pequeñez opositora | Teresa Gil
Un PERÚ convulso, el país inca que repite su historia | Teresa Gil
Bello adorno en esta época y la metáfora de la esfera | Teresa Gil
JOHN MILTON. Por desobedecer, males respiratorios y Covid 19 | Teresa Gil
MONCADA Y ACOSTA. La recreación de Las palabras prestadas | Teresa Gil
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internacional
y los economistas honestos, las ganancias de las
AFP crecieron, los ahorros de los trabajadores
decrecieron y los gobiernos se aprovecharon
para sortear sus déficits tomando prestados a
bajo interés el dinero de los trabajadores. Para
ello decretaron leyes que obligaban a las AFP a
darle dinero de los ahorros de los trabajadores al
gobierno, a tasas de interés ridículamente bajas,
hasta el derrumbe del mundo financiero de 2008-
2009, cuando las tasas pasaron a ser negativas y los
ahorros de los trabajadores no solo no crecieron,
sino que tuvieron “utilidades negativas”. Habrase
visto semejante absurdo.
Durante los gobiernos de los dos
presidentes del FMLN (2009-2019) se intentó
infructuosamente corregir a fondo la plana, pero
nunca se consiguieron la mayoría de votos en la
Asamblea Legislativa para modificar el estado
de las cosas. Todos los partidos de la derecha,
incluido GANA, el partido de bukele, rechazó
del todo las reformas. Lo más que pudieron
hacer los diputados efemelenistas fue que se
incrementaran un poco las tasas de interés para
los préstamos que el gobierno adquiría de los
ahorros de los trabajadores y que se redujeran los
porcentajes que agarraban las AFP por concepto
de comisiones.
Pero llegó bukele y mandó a parar, como Fidel
Castro, pero al revés.
El 17 de octubre de 2019, bukele aseguró que
el aumento del pago que recibe en la actualidad
el sector de los excombatientes de la guerra
“se reflejará en los ajustes que se le harán al
Presupuesto General de la Nación de 2020”.
Durante su campaña proselitista presidencial
les había prometido a los veteranos que iba a
darles mensualmente 600 dólares a cada uno.
Pero también iba a construirles un hospital
especializado solo para ellos.
Al final la pensión que había prometido se
quedó en 100 dólares, que no siempre se pagan
–a veces sí, a veces no, a veces quién sabe-. Y del
hospital, ni sus luces. Ya ha comenzado el cuarto
año y de ese hospital ni siquiera ha puesto todavía
la primera piedra.
Veamos, ahora, la reforma “integral” del
sistema de pensiones para los trabajadores.
El 15 de septiembre de 2021, bukele muy
solemnemente, en cadena nacional de radio y
televisión, anunció desde Casa Presidencial que
“en los próximos 30 días presentará a la Asamblea
Legislativa una reforma “integral” a la ley de
pensiones”.
Siete meses los trabajadores esperaron con
ansias la bendita “reforma integral”.
Por fin, el 29 de abril de 2022, se volvió a hablar
del asunto: en un Comunicado de la Secretaría de
Prensa de la Presidencia, en papel membretado
y con todos los logos, para darle seriedad a la
cosa, se leía “no vamos a copiar ningún modelo
de otro país, vamos a tener una reforma al estilo
salvadoreño y con el toque del Presidente bukele,
es decir, una propuesta que sí funcione, bien
armada y que garantice resultados favorables
para la mayor cantidad de personas posible”.
Pero pasaron otros siete meses sin que se
supiera nada de nada, a pesar de que en el
Comunicado de abril se leía con toda claridad
que “para preparar esta iniciativa reunieron los
aportes de sindicatos, patronos y demás actores
involucrados, además de contar con los estudios
técnicos necesarios para sustentarla”. Habían
utilizado el verbo reunir en pasado -“reunieron”-,
pero nadie sabía quién, ni cómo ni donde se
habían reunido para preparar la iniciativa tan
traída y llevada oralmente.
“La reforma de pensiones no solo llenará las
expectativas de los trabajadores, sino que las
superará”, había dicho muy orondo el ministro de
trabajo.
Por fin, el 25 de noviembre a las 4 y pico de la
tarde, apareció un mensajito en la cuenta de tuiter
del presidente diciendo “Este día, cumpliendo
otra promesa al pueblo salvadoreño, he enviado la