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PORTADA CAROLINA
FRANCO
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Alejandra Espinoza se ha
convertido en estos últimos
años en una de las caras más
conocidas y carismáticas de la
televisión en español de
Estados Unidos y México. La
bella presentadora, de 36 años
y oriunda de Tijuana, no solo ha
cambiado su aspecto físico y
refinado su estilo, también
logró su sueño de ser actriz. Su
mejor papel es el de mamá, ya
que tiene en casa al niñito más
fashionista de la farándula que
se llama Matteo.
Su sueño era ser actriz pero terminó
apuntándose a un concurso de belleza.
Fue en el 2006 cuando Alejandra Espinoza
se presentó a las audiciones para
participar en Nuestra Belleza México y
quedó tercera finalista. Ya entonces llamó
la atención por su desparpajo delante de
las cámaras y por sus impresionantes
curvas.
Su corona en 'Nuestra Belleza Latina' le
abrió las puertas del éxito.
Fue ese momento el que había soñado
como tantas otras jovencitas de su edad,
convertirse en toda una reina de belleza y
que se te abran las puertas que antes
todo el mundo te cerraba. Y eso Alejandra
Espinoza lo sabe muy bien.
En el 2012 ya tenía el rostro mucho más
perfilado.
Era entonces igual de guapa que ahora,
porque la belleza interior y exterior son
parte del encanto que tiene nuestra
querida Alejandra Espinoza, que se ha
ganado el cariño y el respeto del público
por su integridad y honestidad.
El estilismo de Alejandra también seguía
evolucionando.
En el 2013 ya era toda una celebridad con
sus trabajos como reportera en El Gordo y
la Flaca y como copresentadora en
Sábado Gigante junto al mítico Don
Francisco, uno de los personajes más
queridos de la televisión en español en
América Latina.
Tras su salida de 'Sábado Gigante' entró
en las grandes ligas.
La transformación de la conductora
seguía a pasos agigantados, más allá de
jugar con el color de su cabello. Fue
durante esa época que dejó de tener un