You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Francisco Miranda Rubio
VIII. El asalto a la ciudadela de Pamplona
Una vez finalizada la lucha contra los franceses, Espoz pretende mantener su
statu quo, no comprende que las circunstancias habían cambiado tras la contienda.
Desea que la División Navarra prevalezca como un cuerpo militar reglado, que
la Audiencia de Navarra, un tribunal de justicia creado por él durante la guerra,
se mantenga vigente. Además la Regencia de España le privó de sus fuentes de
financiación en los años 1813 y 1814. También aspiraba ascender a teniente general
y que Fernando vii le concediese el cargo de virrey de Navarra por todos los
méritos de guerra. Para conseguir todas estas pretensiones era conveniente ganarse
el favor del rey, de ahí la carta que le escribió al monarca el 9 de abril, cuando
Fernando vii estaba en Valencia, poniendo su División al servicio del rey y, de
paso, aprovechó para contarle sus hazañas durante la guerra. Según Iribarren, es
obvio que en los meses de mayo y junio Espoz estuvo a favor de la monarquía
absoluta, incluso, a finales de mayo, mandó fusilar la Constitución de 1812 y el 30
de ese mismo mes, día de San Fernando, cuando la oficialidad organizó una fiesta
en Pamplona en honor al rey, Espoz presidió el homenaje.
Durante los meses de mayo y junio Espoz estuvo en compañía de su sobrino
y no tenemos noticia que tuviesen discrepancias o desencuentros entre ambos
por razones políticas, es más, tanto Espoz como Xavier acordaron ir juntos a la
corte en Madrid para visitar a Fernando vii. A tal fin, solicitaron audiencia para
los primeros días de julio. La razón de la entrevista era por motivos personales y
consistía en solicitar la incorporación de cuatro regimientos de la División Navarra
al ejército regular, que nombrase a Espoz teniente general y virrey de Navarra,
y para su sobrino Xavier que le reconociera el grado de coronel por sus servicios
y méritos de guerra. Fernando vii no les concedió ninguna de las propuestas presentadas.
Espoz había confiado en el Rey, desconocía la mala consideración que
había en la corte sobre los jefes guerrilleros. Para la elite cortesana Espoz era un
simple labrador convertido en general circunstancialmente por la guerra 29 . Antes
de emprender el viaje a la corte, Fernando vii designó a José Ezpeleta y Galdeano
virrey de Navarra. Fue un duro golpe para Espoz. Además, en Aragón, nombró
capitán general a José Palafox, con atribuciones sobre el Alto Aragón, cuyo dominio
había ejercido Espoz durante la guerra. Cuando los navarros abandonaron la
corte en Madrid no se despidieron del rey y comenzaron a urdir la venganza contra
Fernando vii. Por otra parte, la desaparición de la División Navarra, símbolo
de su fuerza, alimentó su deseo de sublevarse.
29. Miranda Rubio, Guerra y revolución en Navarra, pp. 274 y ss.
46 Huarte de San Juan. Geografía e Historia, 25 / 2018