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Domingo 29 de octubre de 2023
6 Péndulo Político CORREO DEL SUR - EL POTOSÍ
ARTÍCULO
Alianzas peligrosas
José Rafael Vilar, académico, consultor político y escritor
¿Qué nos espera después
del Bicentenario? Cada
vez me detengo más en el
camino para llegar a ese
Bicentenario y lo que nos
esperará a las bolivias (el que con
redobles de tambores siga diciendo
“una” Bolivia, no conoce cuán grandes
y diversas son las bolivias donde
vivimos).
Un camino que estos días está con
muchas piedras, la mayoría de nuestras
propias cosechas. Comenzaré
por nuestros amores persas —y no
me referiré a los tan literarios de
Cosroes y Shirin ni a los no menos
idealizados de Layla y Qais Majnún,
dos versiones de Romeos y Julietas
persas, sino a los más pedestres (y
peligrosos) de los “amores ideológicos”—,
“amores” peligrosos para
Bolivia porque nos alineamos con
un teocracia cavernícola, enemiga
real (y muy efectiva) de todo lo que
represente libertad individual y de
pensamiento y derechos de las mujeres,
entre otras represiones, lejos
de las “libertades”, “igualdades” y
“derechos” que dicen
preconizar los sociatas 21 y su falsa
progresía indianista.
¿En qué nos beneficia alinearnos
con un país aislado y repudiado
como Irán, además en crisis económica?
En nada a nosotros —y a ellos
sí por nuestro uranio, como a los
rusos de una filial de Rosatom que
postularon para el litio con menos
conocimiento que nosotros (y eso
es mucho decir después de estar
tantos Evoaños de dilapidar muchos
cientos de millones, como ahora se
confirma, pero siempre se sabía).
Los acuerdos militares con Irán
despiertan la preocupación de los
vecinos, sobre todo de los argentinos,
antes alineados con Irán (eso
con CFK por sobre sus muertos de
la AMIA) y ahora con Israel. (Es para
pensar que Argentina se disculpó
con Chile por la denuncia sobre iraníes
allá al norte y ni chitón con la
protesta boliviana sobre la que nos
tocó).
Otro peligro está en la retoma de
la retórica de “nuestros envidiosos
enemigos” (no hace falta mencionar
que, si hasta ahora
eran los chilenos de variada ideología,
ahora se les suma a los gauchos
libertarios) y, una vez más, nos pasamos
de weones: Arce llama a defender
el litio porque (denuncia sin
nombre) «un país vecino pretende
controlar los recursos naturales mediante
‘operaciones especiales’»,
olvidando que el litio boliviano está
bajo el Salar y que —tras muchos
años y autoelogios inútiles— seguirá
ahí por muchos otros más,
gracias a angurrias —por coimisiones—,
ineptitudes y “amores” del
Poder.
¿O el arcismo creerá que el alineamiento
con López Obrador contra
Ecuador —que erró entrando con
violencia en territorio de México
luego que el populismo zurdo del
Peje errara con incumplir el artículo
3 de la Convención sobre Asilo
de Caracas que prohibía dar asilo a
personas «inculpadas o procesadas
en forma ante tribunales ordinarios
competentes y por delitos comunes,
o estén condenadas por tales
delitos y por dichos tribunales»,
como era el caso— le
beneficiará…?
Las denuncias
sobre nuestros vínculos con
Irán, escondidos bajo la nebulosa de
secretismos, obligan a pedir como
Rodríguez Veltzé cuando reclamó:
«La gravedad de su denuncia Presidente,
lo obliga a transparentar los
convenios con potencias extranjeras».
De acá al Bicentenario falta poco
más de un año, algo menos que
para las elecciones generales, pero
más que para unas (hipotéticas aún)
judiciales y otras (tan hipotéticas
también) primarias. ´¿Y cómo llegaremos,
con un MAS dividido (¿llegará
al 2025 como lo conocimos?), sin
discurso ni narración (el andinocentrismo
marxista implosionó) y las
oposiciones ni chicha ni limonada.
¿Por qué los discursos nacionalistas,
neoliberales y socialdemócratas ya
se probaron y fracasaron? Tela hay
para que muchos la puedan
cortar. [P]