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Péndulo Político 63

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PÉNDULO

Año 2 | Nº 63 | SUPLEMENTO POLÍTICO | Domingo 21 de abril de 2023

Bolivia, en la mira

argentina debido a Irán

ARTÍCULO

Ecuador y México, distanciados y enfrentados


Domingo 29 de octubre de 2023

2 Péndulo Político CORREO DEL SUR - EL POTOSÍ

ENTREVISTA

KAREN LONGARIC,

EXMINISTRA DE RELACIONES EXTERIORES:

“No es agradable

ser el vecino que

incomoda

en el barrio”

Raykha Flores Cossio, Jefa de Prensa de Correo del Sur

Más de una semana después, el mundo sigue

mirando expectante el conflicto desatado

en Medio Oriente, por el ataque de

Irán a Israel y la ofensiva de Teherán. La

escalada también ha generado tensión en

América Latina, específicamente entre Argentina y Bolivia,

después de que Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de

Javier Milei, decretara “máximo nivel de alerta” en la frontera,

al denunciar una eventual presencia iraní en el país,

desmentida por la administración de Luis Arce.

Para hablar de estos temas, Correo del Sur Radio entrevistó

a la académica especialista en temas internacionales Karen

Longaric, exministra de Relaciones Exteriores del gobierno

de Jeanine Áñez, ahora residente en Alemania.

Pregunta (P). ¿Tiene razón el gobierno de Argentina en

encender alertas por los acuerdos entre Bolivia e Irán?

Respuesta (R). La situación que afecta al Medio Oriente

debe preocuparnos a todos, porque el conflicto puede

escalar hasta dimensiones inimaginables y comprometer

a muchos otros países. Hay que tener cuidado al momento

de concertar alianzas internacionales. La alianza

entre Bolivia e Irán no es bien vista por los países vecinos

sobre todo a partir de la firma del acuerdo bilateral

por el cual Irán coopera a Bolivia con drones para la vigilancia

de sus fronteras. Esto genera susceptibilidad y

temor. Bolivia tiene fronteras amplias con cinco países

y hay pasos fronterizos que son fácilmente permeables

por la delincuencia organizada, el narcotráfico y el terrorismo.

En tal sentido, Argentina ha anunciado que

desplegará mayor vigilancia en la frontera con Bolivia y

seguramente lo propio harán Chile, Paraguay y Perú. No

es agradable ser el vecino que incomoda en el barrio y

creo que así estamos hoy.

P. ¿Cuál debe ser el rol de Bolivia ante el conflicto Irán-Israel?

R. La Constitución Política del Estado señala que Bolivia es

un país pacifista. En ese sentido, creo que tenemos que estar

expectantes y pensar únicamente en que el conflicto no

avance del momento tan álgido en el que está (…) Bolivia

tiene que ser un país que se sitúe en función de conseguir

la paz, sin apoyar, como ha estado apoyando enfáticamente,

a Irán, en un acercamiento un tanto peligroso. Irán

es un país que no es visto con buenos ojos por el mundo,

porque ha desarrollado una serie de actitudes orientadas

a quebrantar la paz, expandir una suerte de presión bajo

métodos que no son lo más ortodoxos, el terrorismo. Entonces

creo Bolivia tiene que mantenerse alineada a los

principios de Naciones Unidas y tanto en Naciones Unidas

como en cualquier otro foro internacional tiene que apoyar

la paz de la humanidad.

P. ¿Debían enfriarse las relaciones con Irán? ¿Debían romperse?

R. La ruptura de relaciones diplomáticas es el paso más radical

que puede tomar un estado frente a otro estado porque

ahí se termina el diálogo de toda naturaleza. Lo que

Bolivia debe hacer es censurar las posiciones agresivas. La

posición tiene que ser consecuente: si un país es pacifista,

tiene que censurar las agresiones vengan de donde vengan

contra terceros estados, la violación al derecho internacional

y a los principios de las Naciones Unidas.

P. ¿Cuándo se hizo cargo de la Cancillería, qué implicaba

la relación bilateral con Irán?

R. Durante el gobierno de la presidente Jeanine Áñez, decidimos

cerrar nuestras misiones diplomáticas en Irán y Nicaragua.

Había que hacer recortes presupuestarios por la

profunda crisis económica generada por la pandemia del

covid-19; en ese sentido, no justificaba económicamente

sostener misiones diplomáticas en dichos países, dado que

no había una relación de carácter económico ni comercial

que justificara el gasto que implica alquilar inmuebles y pagar

sueldos a diplomáticos.

Eso, de ninguna manera, significó una ruptura de relaciones

diplomáticas; mantuvimos relaciones diplomáticas con

ambos países, pero asignamos a nuestra Embajada en Austria

que fuera concurrente para Irán y a nuestra Embajada

en Costa Rica que fuera concurrente ante Nicaragua.

P. Para decirlo de forma clara, ¿el Gobierno boliviano no

ha sido consecuente ante este tipo de conflictos?

R. No, no ha sido. Bolivia lamentablemente ha evitado censurar

actitudes que sí debería. Por ejemplo, debió haber

censurado categóricamente la invasión rusa a Ucrania; los

atentados (de Hamás) del 7 de octubre en territorio israelita

y, obviamente, también el ataque con drones de parte

de Irán a Israel. Debió haber censurado, por ejemplo, en

foros regionales, las violaciones a los derechos humanos

que ha habido en Nicaragua; la posición de Venezuela respecto

a la limitación democrática en próximas elecciones…

Bolivia no lo ha hecho, ha ideologizado extremadamente

su política exterior, se ha alineado en una corriente adversa

al derecho internacional.

No sabemos por qué lo ha hecho porque al final de cuentas

creo que no tiene ningún rédito. ¿En qué le puede beneficiar

tener aliados como Rusia o como Irán que son agresores

del derecho internacional? Creo que es tiempo de

rectificar la política exterior de Bolivia, su relacionamiento

internacional y reconducirla en una senda que beneficie

únicamente a Bolivia y que se alinee al derecho internacional

y a los principios de las Naciones Unidas. Eso es lo que

hace un país demócrata.

P. ¿En caso de no hacerlo, qué consecuencias podría tener?

R. No hay consecuencias tangibles en este momento, pero

yo me pregunto qué peor consecuencia que el mundo entero

te vea alineado hacia un grupo de países que son mal vistos

y censurados en el mundo, que vulneran el derecho internacional

y los derechos humanos. Creo que el presidente

de Bolivia debería rectificar rápidamente la política exterior

que ha desarrollado en estos tres años de gobierno. No es

buena, no es saludable, no es honorable, no es ética.

Mi deseo de que Bolivia se reconduzca por una senda democrática

tanto interna como internacionalmente. La política

exterior es reflejo de la política interna de un país. Si

en un país se violan los derechos humanos a nivel interno,

seguramente se simpatizará con potencias que también

violan los derechos humanos. [P]


Domingo 29 de octubre de 2023

CORREO DEL SUR - EL POTOSÍ

Péndulo Político

CONTROVERSIAS

Final de ciclo

3

OPINIÓN

COLUMNA DE COLUMNAS

Pasión irrefrenable por la libertad

Jorge Richter Ramírez,

politólogo

César Rojas Ríos

¿Está el Proceso de Cambio en agonía? Posiblemente

ese cuestionamiento, de compleja respuesta,

sea uno de los factores estructurales para

comprender en la dimensión correcta los niveles

de energía del hecho histórico más importante

del tiempo democrático.

Juan José Sebrelli, filósofo argentino, observa con acierto

y define con sencillez lo que aprecia, “la realidad humana

es transformación permanente, pero no hay cambios sin

algo que permanezca, ni discontinuidad sin continuidad,

ni presente que no esté condicionado –aunque no determinado–

por un pasado que limita sus posibilidades. Cada

periodo histórico es singular e irreversible, el pasado no

se repite nunca en el presente, aunque en toda acción o

idea nueva es inevitable partir de lo anterior que se quiere

cambiar”. La realidad sociopolítica es una construcción

humana y su transformación se produce dentro de, a momentos,

ininteligibles procesos sociológicos que tienen

una extensión temporal, que, en el caso de nuestro país,

suelen girar alrededor de los 18 años.

El agotamiento del orden oligárquico que antecedió a la

Revolución Nacional, una sociedad marginal y periférica

en relación a la economía nacional y, una representación

política signada por castas sociales que convirtieron

el Estado en su espacio de natural dominio, fueron, en

gran medida, los factores que condujeron a cuestionar y

enfrentar posteriormente a la oligarquía dominante. El

pueblo triunfante inició el proceso revolucionario que se

extendió por 12 años, que removió positivamente las sedimentadas

estructuras del conservadurismo excluyente y

que empezó a agotarse cuando, como describe Huáscar

Cajías, inició la demencial “anulación del sistema jurídico

y especialmente de las garantías constitucionales”: «Todo

esto se justificaba y practicaba en nombre de la patria, de

la justicia social, del progreso económico». A ello se adicionó

la obsesiva fijación de Paz Estenssoro por reformar

la CPE, algo que hizo en 1961 para permitirse una nueva

reelección, dejando de lado el compromiso de alternancia

suscrito tácitamente entre los líderes de la Revolución.

Siguieron al hecho histórico 18 años de militarismo no democrático:

1964- 1982, con breves y esforzados intentos

por reencauzar el país por los márgenes constitucionales

para que, en 1982, finalmente, el horizonte de convivencias

democráticas vuelva a escribir su historia. Las debilidades

del proceso que se iniciaba abrieron paso a la construcción

de las mayorías pactadas. El tiempo de la democracia

de coalición, de sumas congresales y consensos construidos

sobre el reparto y parcelación del Estado se constituyó

en el primer ciclo político de la joven democracia. El “pacto

por la democracia”, que fue el pacto Paz Estenssoro/Hugo

Banzer dio inicio a una construcción de alianzas políticas

que modelaron sobre el final de su vigencia un Estado

de marginalidades, abusos, no representaciones políticas

correctas y aprovechamientos económicos, sociales y políticos

inaceptables. Construyó un Estado y una sociedad

injusta que implosionó en octubre de 2003. Tras 18 años

el ciclo político de la vieja partidocracia o de la democracia

pactada se desmoronó.

2006: Bolivia inicia un nuevo ciclo político en esa constante

sustitución circular de élites y construcción de sentidos

comunes, pero siempre bajo un perfil de hegemonía dominante.

El “proceso de cambio” reemplaza a la “democracia

pactada”, iniciando el proceso de construcción del Estado

Plurinacional y el tiempo histórico más importante de inclusiones

sociales y representaciones políticas correctas.

Pero hoy, ese proceso del bloque social y popular está resquebrajado,

agrietado, hendido y con elementos conductuales

y formas políticas que ya lo determinan –y esta vez

vale el casi– casi inexorablemente. Entonces la respuesta a

la pregunta inicial es sí, el proceso de cambio agoniza.

La esquizofrenia reeleccionista y de poder.

En 2019, de forma inesperada, sucede un hecho que se

entendió como el fin de un ciclo, del ciclo masista como

se decía con pronunciación peyorativa en aquel momento.

Con entusiasmo indisimulado, se repetía incansablemente

en los espacios más conservadores y radicales del país “el

MAS nunca MAS”. Y el MAS volvió, con sus capacidades

de movilización territorial refortalecidas y su conexión

con la corporatividad social y popular en estado pleno. Sin

embargo, lo que pudo ser un proceso de revitalización y

oxigenación se convirtió en un retomar el vicio más antiguo:

burocratización de dirigencias matrices, instrumentalización

del poder, pensamiento de hegemonía dominante,

desconsideración por la institucionalidad y las formas

recomendadas de la buena cohabitación democrática. El

país había cambiado con el remezón del golpe de Estado,

pero el MAS, en sus estamentos cupulares, leyó el apoyo

obtenido en el proceso electoral como un “vale todo”, un

forzado entender que los ciudadanos pueden aceptar lo

que venga si la prensa les entrega titulares de optimismo.

A ello, la esquizofrenia reeleccionista incluso a costo de

pulverizar el proceso histórico y entregar el Estado Plurinacional

a la posibilidad de un regresionismo involutivo que

nos retraiga a las injusticias sociales y políticas de los años

´90. Inaceptable.

Con una interna de daños irreparables y con el olvido de la

razón, esa que posibilite recuperar la sensatez, se avanza

a fragmentar la homogeneización de la corporatividad social

y popular que hizo invencible en tiempos electorales

al proyecto social popular. Siendo esta una realidad, se suman

a ello, otros factores que exponen el final de ciclo. Las

formas de hacer política en el movimiento popular exteriorizan

hoy conductas de odio, de posibilidades evidentes

de la intención de destruir al otro, así sea este de la misma

familia política; muestran que la repetida unidad es solo

una palabra de ocasión, no un fin irrenunciable. Unidad

es la palabra dicha, destrucción del otro es la acción cotidiana.

La unidad de convicción en el proyecto político de

horizontes posibles, de sueños y utopías ya prácticamente

no es factible. Sólo queda una unidad, pobre, disminuida,

recortada, una unidad de circunstancia para el momento

electoral. Esa unidad es sinónimo de crisis política, ingobernabilidad

y caída económica. En los tiempos que hoy

condicionan al Proceso de Cambio, es el preludio del final.

Algo así como el tiempo que tomó al militarismo no democrático

el perder definitivamente el poder. Algo así también

como el tiempo transcurrido entre octubre de 2003 y

enero de 2006. El tiempo último de la crisis.

La candidatura única no salva tampoco el final de ciclo,

pues son las prácticas políticas del rutinario vivir, que no

son tolerantes, incluyentes y dialógicas lo que han deteriorado

la paciencia social. La ortodoxia sobre el trato conferido

a los actores políticos y también al modelo económico

excluye la posibilidad de construcción de unanimidades imprescindibles.

En un escenario de futuras y previsibles debilidades

legislativas, la ausencia de adhesiones despedaza

las legitimidades obtenidas en lo electoral. El resultado en

consecuencia es la permanencia de un escenario de crisis.

Sin la unidad que construya un proyecto utópico de horizontes

de expectativas, sin que la codiciada candidatura

única revolucione y aleje las formas desagradables de hacer

política, irritantes para la sociedad toda, y que revelan

una manera ya distintiva de concebir la política y porque

lo discursivo carece de visión de país, proyecto de Estado

y sociedad hasta reducirse a meras construcciones de relatos

sin fondo; sin todo ello, el final de ciclo ya resuena

en el país. [P]

“Una ola liberal avanza en Latinoamérica”,

con esta frase

inicia Antonio Saravia (AS) su

columna “El renacer liberal y

las lecciones de Hayek” (Brújula

Digital, 15/02/2024). ¿Uno lo hubiera

podido creer? Sobre todo, en el

caso boliviano, ¿uno hubiera podido

creer que casi de la nada el ideario

liberal se abriera paso en medio de la

marcha multitudinaria de lo plurinacional,

lo descolonizador y el socialismo

del siglo XXI? Suena increíble,

pero es evidente.

AS señala que “en nuestro país ha

surgido el Partido Liberal y sus actividades

han logrado mover las aguas

de la opinión pública intelectual de

forma efectiva”. Es cierto que el ideario

liberal avanza y se abre paso con

firmeza, pero no nos confundamos y

menos caigamos en el ombliguismo

de pensar que se debe a un partido

(¿en serio existe un partido, lo que

se dice un partido que sea liberal?)

o a unos intelectuales. Quienes han

hecho posible que esta brisa fresca

se incube, nazca y crezca son los sucesivos

gobiernos del MAS… Me explico:

nos hacemos liberales porque

vamos reaccionando al ajuste que

fueron ejerciendo sobre nuestros

cuellos y conciencias. O sea, miedo

a disentir de sus ideas, temor a ser

despedido, pavor a ser castigado

por las mil y una formas que tienen

de ejercer la guillotina minimalista

y achicamiento de la esfera pública

y del pluralismo (o sea, al ejercicio

de un neoliberalismo de izquierdas:

fortalecer su partido y su gobierno a

costa de achicar todo lo demás a la

mala y recurriendo a los malos). Nos

vamos haciendo liberales porque

sentimos que nos falta aire, que nos

ahogamos, y que, sin ese preciado

oxígeno, la vista se nubla y el cerebro

sufre mareos. Y esa brisa, necesaria

para vivir y pensar, se llama libertad.

En nuestro país las victorias intelectuales

como las políticas son todas

victorias negativas, es decir, la victoria

del MAS se debió al fracaso

neoliberal como la probable y posible

victoria liberal se deba al fracaso

del MAS. Somos tristemente dialécticos.

Nos encantamos, desencantamos

y reencantamos. De ahí esos

cambios agonales, pero la ferviente

incapacidad histórica de continuidades

robustas y que se prolonguen

en el tiempo. Somos el anti-Estados

Unidos: ellos se hicieron sobre un

basamento liberal desde su fundación

hasta el día de hoy, y así les ha

ido; mientras nosotros vamos de

izquierda a derecha y viceversa, de

norte a sur y viceversa, ensayamos

y ensayamos, y como no acertamos,

seguimos ensayando como si la vida

nacional fuera un elenco de teatro.

En fin.

AS reclama, recurriendo a Hayek, un

utopismo liberal. Por favor, ¡basta de

utopismos, esa es la gran lección del

siglo XX! O sea, no más fiebre ideológica

juvenil, sino madurez liberal:

eso en nuestro caso significa, por

supuesto, asegurar todas las libertades

básicas y la propiedad privada;

pero significa que si queremos que

el liberalismo llegue para quedarse

y robustecerse, un liberalismo de

nuevo cuño debe asumir el reto de

eliminar la pobreza desde las ideas y

prácticas liberales (las únicas por lo

demás exitosas) y las desigualdades

extremas (los países liberales lo demuestran

de mejor manera que los

países denominados “socialistas”).

En otras palabras: debe hablar sin

temor y voz alta de lucha contra la

pobreza y la desigualdad, pero desde

la perspectiva liberal. Los gobiernos

del MAS lo hicieron y la mejora

en las cifras duró lo que aguantaron

nuestras reservas de hidrocarburos

(no saben crear riqueza, sólo saben

malbaratarla). Y fin del verano del

crecimiento y la fiesta plurinacional.

Sólo el liberalismo puede hacer suyo

el discurso del desarrollo, porque

sólo los países liberales se desarrollaron

y además lo hicieron en una

atmósfera de libertad. Los países

“socialistas”, cortos veranos y largos

despotismos. [P]

Staff

Director General

MARCO ANTONIO DIPP MUKLED

Director de Contenidos

OSCAR DÍAZ ARNAU

Director Péndulo

CÉSAR ROJAS RÍOS

cesarojas365@hotmail.com

Editor Gráfico

JUAN CARLOS TOCOCARI AGUILAR


Domingo 29 de octubre de 2023

4 Péndulo Político CORREO DEL SUR - EL POTOSÍ

ARTÍCULO

¿DEBEN PREOCUPAR

LAS RELACIONES DE

BOLIVIA CON IRÁN?

exigió a Bullrich que se retracte de sus declaraciones.

El memorándum de 2023, según explicó entonces

el ministro de Defensa iraní Mohammad Reza

Ashtiani, nace “a la luz de las necesidades críticas

de Bolivia en materia de defensa de fronteras y de

lucha contra el narcotráfico”. También dijo que “estableceremos

activamente colaboraciones en equipos

y conocimientos especializados con ese país”, y

que Irán estaba listo para ofrecer a Bolivia “tecnología

avanzada”.

¿Se trata solo de eso o hay algo más?

Para el consultor político y especialista en análisis

de conflictos Erick Fajardo, detrás de esta relación

existe la intención de generar ‘proxies’ en Latinoamérica

por parte del régimen iraní, que es lo que

mejor sabe hacer.

“El proxy es, básicamente, un agente político de un

Estado, no reconocido, que opera en función de

los objetivos estratégicos de ese estado. Irán tiene

proxies en Hamás, Hezbolá, los rebeldes hutíes… Es

decir, son grupos políticos organizados, altamente

ideologizados, radicalizados, que operan para Irán

(…) Creo yo, es mi criterio técnico, que existe la intención

de Irán, desde hace 10 años, de generar

proxies en Latinoamérica”, explica él a PÉNDULO

POLÍTICO.

Consultamos con analistas y esto es lo que piensan después de que

Argentina acusara a Bolivia de albergar en su territorio a milicianos de las

Quds. Todo esto en el contexto de la temida guerra Israel-Irán

Redacción PÉNDULO POLÍTICO

El gobierno del Presidente Javier Milei

puso en los últimos días la lupa sobre

Bolivia en materia de seguridad regional.

La relación con Irán establecida durante

la administración de Evo Morales y luego

continuada por la de Luis Arce, tras el inédito

ataque de la semana pasada contra Israel, llevó

a la ministra argentina Patricia Bullrich no sólo a

activar el máximo nivel de alerta en la frontera

común, sino también a acusar al país de albergar

milicias proiraníes.

¿Debe preocupar el vínculo del Gobierno con el

régimen iraní?

Un documento en particular encendió las alarmas

a nivel internacional: en julio de 2023, Bolivia firmó

con Irán un memorándum de entendimiento

para ampliar la cooperación bilateral en materia

de seguridad y defensa. Pero este acercamiento

es de más larga data y se remonta al 8 de septiembre

de 2007, cuando los entonces presidentes Evo

Morales y Mahmud Ahmadineyad establecieron

relaciones entre ambos países. Bullrich, la ministra

de Seguridad en Argentina, denunció el lunes

que el acuerdo del año pasado “ha permitido la

instalación de 700 iraníes (en territorio boliviano)”

y agregó que “nosotros consideramos que

son miembros de la Guardia Quds, que es como

un brazo armado del Estado Islámico iraní”. Incluso

dijo que su país investiga si en la frontera hay

gente que no habla español con pasaporte boliviano.

Las Quds es una división de los Cuerpos de la

Guardia Revolucionaria Islámica especializada en

guerra asimétrica y operaciones de inteligencia

militar. Se las liga con Hezbolá –que, además de

un partido político al cual en Líbano vinculan con

Dios, es un reconocido grupo terrorista– y las milicias

chiitas en Irak y Afganistán.

La Cancillería reaccionó con un comunicado:

“Desmentimos y rechazamos enfáticamente que

Bolivia proteja en sus fronteras a personas que

siembren el terror, la inseguridad y la zozobra. Estas

acusaciones carecen de evidencia o documentación

y se realizan fundamento alguno”. Además,

ALIANZA

“Bolivia firmó

con Irán un

memorándum

de

entendimiento

para ampliar la

cooperación

bilateral en

materia de

seguridad y

defensa

Añade que el avión venezolano-iraní que fue retenido

en Argentina en junio de 2022 (Washington

asegura que el aparato servía para operaciones

encubiertas de agentes venezolanos e iraníes en

toda América Latina) “es una muestra de cómo

hay un circuito de transferencia de know-how de

desestabilización política y, obviamente, de conocimiento,

digámoslo así, de contraguerrilla, a partir

de irán. Irán circula no solamente material bélico,

circula know-how, circula personas en este circuito

de preparación de proxies en Latinoamérica, y yo

concuerdo, lamentablemente, con lo que Patricia

Bullrich ha dicho, no es algo nuevo”.

No obstante, Fajardo sostiene que no se trata de

una operación con un interés específico en Bolivia.

En todo caso, “Bolivia es una ‘cabecera de playa’

(expresión militar para describir una especie de

avanzada). Bolivia es un lugar desde donde pueden

lanzar, como punta de lanza, sus proxies, intereses

geopolíticos militares, como los de Irán”.

La interna Argentina

Para el politólogo e investigador Franz Flores, la

reacción de Bullrich tiene que ver también con la

política interna de Argentina. Comienza aceptando

que “es verdad que ha habido y hay una relación

bastante cercana entre la diplomacia boliviana y la

iraní”, lo que hace “verosímil” cualquier acusación

contra Bolivia en ese sentido. No obstante, apunta

que, con las declaraciones de la ministra de Seguridad,

desde el Gobierno argentino también “están

tratando de dar contento a los seguidores de Milei”.

“Es decir, lo que están buscando también es un

poco de popularidad, dar un mensaje a sus bases

políticas, a sus bases electorales de que están asumiendo

mano dura contra cualquier tipo de atisbo

de terrorismo, tanto dentro de la Argentina como

en los países (del resto de la región), porque las declaraciones

de Patricia Bullrich no han sido contra

Bolivia, sino también contra Chile. Pero en Chile no


Domingo 29 de octubre de 2023

CORREO DEL SUR - EL POTOSÍ

Péndulo Político

5

hay estos antecedentes de una relación tan

cercana con Irán; entonces, lo que ha hecho

Bullrich es disculparse. Pero en el caso

de Bolivia no ha pasado eso. Y no ha pasado

eso por lo anterior: hay datos (…), una

cercanía muy fuerte entre Bolivia e Irán”,

prosigue Flores.

Un dardo y una fragilidad

El sociólogo Andrés Delgadillo tiene una

mirada distinta. Él dice que Argentina cuestiona

al expresidente Morales, no tanto al

actual gobierno de Luis Arce, considerando

que el jefe del MAS fue quien inició y propició

relaciones con países observados por

las violaciones de derechos humanos como

Nicaragua, Venezuela e Irán: “El dardo viene

para Evo Morales, no para Luis Arce (…)

Con esto no digo que Luis Arce no tenga

relación con Irán (…), es una relación distante.

Es un dardo para Evo Morales, que

había venido últimamente cuestionando al

Gobierno argentino”.

El gran problema de los países frágiles en

materia de seguridad como Bolivia es que

pueden ser permeados en cualquier momento,

analiza también Delgadillo.

“¿Cuáles son los dos ejemplos de la región

que han sido completamente permeados?

Son países muy parecidos a Bolivia, por sus

condiciones geopolíticas y culturales: Ecuador

y Perú”, ejemplifica. Y continúa así:

“Ecuador y Perú tienen serios problemas

de seguridad y es porque han sido permeados

por carteles y por organizaciones (criminales).

Cuando digo que un iraní está en

Bolivia, no está viniendo a plantar naranjas

y tomates. Esa es la realidad. Lo cierto es

que Bolivia tiene completa fragilidad en su

sistema de seguridad (…) ¿Cuál es el ejemplo

de esto? El caso de (Sebastián) Marset.

Tuvimos un capo narco paseándose como

si nada (en Bolivia). Es porque somos sumamente

vulnerables en cuanto a seguridad;

entonces, no es una locura pensar que

puedes tener grupos irregulares iraníes o

albaneses, o de cualquier otra índole, fruto

de la fragilidad del Estado boliviano (…)

tomando en cuenta lo que está pasando en

Ecuador, que es algo muy grave, y en Perú”.

La política exterior

Para Fajardo, lo que ocurre actualmente

con la política exterior boliviana es que

Arce heredó “pasivos” del gobierno de

Morales, con lo que “no sabe qué hacer”.

El consultor y especialista en análisis de

conflictos identifica como uno de esos pasivos

a la política de defensa o política exterior,

la “mal llamada diplomacia de los

pueblos”; una política que, en su criterio,

supuso “abandonar la posición de país no

alineado, que había tenido históricamente

Bolivia, y comprometerse con los ejes, digamos,

más radicales: lo que ellos llaman ‘el

antihegemonismo’ y lo que hizo que Bolivia

se articulara bastante con China, Rusia y los

países de Oriente Medio”.

“Yo creo que lo que ha hecho Arce, en conclusión,

es entrar en la misma situación,

es algo cíclico, de Argentina o de Ecuador

(en referencia a los casos de transferencia

de poder de Cristina Fernández-Alberto

Fernández y Rafael Correa-Lenín Moreno),

donde hay un gobernante del mismo partido,

único, pero de una expresión mucho

más moderada, que no sabe cómo manejar

la herencia política (recibida), políticas

de Estado y diseños de Estado sumamente

radicales y comprometidas con posiciones

geopolíticas extremas”, sostiene él.

Flores, por su parte, dice que la política

exterior boliviana se rige por una premisa

altamente ideologizada, que responde

a la corriente de los llamados “países del

Socialismo del Siglo XXI”, que tienen el mismo

discurso con relación a problemáticas

globales como las guerras entre Rusia y

Ucrania e Israel y Gaza, algo que no ocurre

con Chile, que con un gobierno de izquierda

asumió una postura “muy crítica”, por

ejemplo, respecto a la invasión encabezada

por Vladimir Putin.

“Es una corriente altamente ideologizada

(la que sigue Bolivia), eso es verdad. El caso

de Chile es interesante porque se sale de

esta órbita (…) Pero Bolivia está en un grupo

de países en el cual se incluyen Brasil y

México (…); está en una corriente nueva,

en una corriente geopolítica internacio-

FRAGILIDAD

“El gran problema

de los países

frágiles en materia

de seguridad

como Bolivia

es que pueden

ser permeados

en cualquier

momento

nal, que pone en cuestión la vigencia de un

Estado democrático y liberal. Ese es, en el

fondo, la idea también de Rusia y de China:

el instaurar y expandir otro tipo de régimen

político, otro tipo de régimen económico

que no sea el régimen liberal y el sistema

democrático; eso está absolutamente claro.

Se incluyen ahí Turquía, Corea del Norte,

China, Rusia, que están poniendo en

cuestión, en el fondo, una cierta ideología

liberal que está en vigencia en los Estados

Unidos, en Europa… O sea, para nada estamos

hablando de cosas pequeñas”, agrega

el politólogo.

Según Delgadillo, la premisa de la política

exterior de Arce “es confusa”. Lo compara

con Morales y señala que este era “una

máquina política” que construía narraciones,

sin importar si eran ciertas o no. Pero

“Arce no lo hace, es muy diferente. Y esa

mirada también se refleja en los cancilleres

que ha elegido: todos con perfil muy bajo

(…), es muy diferente la mirada que tiene

en Relaciones Exteriores. Evo Morales es

mucho de ‘amigos’ y ‘enemigos’. Luis Arce

es más de relaciones cordiales con la mayoría

de los estados y, de vez en cuando trata

de ideologizar (sus posturas), un poco, para

que no lo cuestionen internamente en su

voto duro”.

Relaciones con los vecinos

Fajardo indica que “la relación entre Bolivia

y Argentina es natural, es una relación

orgánica, que no se puede romper”. No

obstante, en referencia al vínculo con Irán,

advierte que se debe cuidar que este tipo

de “herencias bastardas” inviabilicen la relación

comercial, cultural y de tránsito humano

natural con Argentina y otros países

de la región.

“Con Ecuador vamos a tener el mismo problema

porque ya no está Rafael Correa,

ahora está Daniel Noboa. Se va a obstruir

la relación natural de Bolivia con Ecuador y

vamos a tener, eventualmente, conforme

no haya gobiernos de izquierda, problemas

para articularnos con países con los cuales

el flujo humano y comercial debería ser

siempre orgánico”, finaliza él. [P]

Daniel Kirigin, Docente investigador, PhD en Ciencias Sociales

Tensiones diplomáticas entre Bolivia y Argentina

Las relaciones diplomáticas entre

naciones son un delicado equilibrio

entre intereses nacionales, alianzas

estratégicas y valores compartidos.

Sin embargo, en ocasiones, estos

equilibrios se ven amenazados por conflictos

internacionales de mayor envergadura.

Tal es el caso del conflicto entre Irán e Israel,

un enfrentamiento con ramificaciones

globales que ha generado conflictos

incluso entre países que se encuentran

geográficamente distantes de la región. En

este contexto, las tensiones diplomáticas

entre Bolivia y Argentina han surgido como

resultado de su posición frente al conflicto

entre Irán e Israel. Bolivia, en línea con

su política exterior de no intervención, ha

mantenido una postura permanente de

respeto a la autodeterminación de los pueblos

y búsqueda de la paz. Por otro lado,

Argentina, con una importante comunidad

judía y ciertos hechos históricos referentes

a actos terroristas como el suscitado el año

de 1992, ha adoptado una postura más

cercana a Israel.

El punto álgido en las relaciones diplomáticas

entre Bolivia y Argentina se produjo

a raíz de las declaraciones de la ministra

de Seguridad de la nación argentina, quien

manifestó que habría miembros de la Fuerza

Quds de Irán en la frontera con nuestro

país, situación que fue totalmente rechazada

por el Gobierno boliviano y que resulta

totalmente inverosímil.

El conflicto entre Irán e Israel ha exacerbado

las tensiones diplomáticas entre Bolivia

y Argentina, poniendo a prueba la solidez

de su relación bilateral, evidentemente

ligada a las posturas ideológicas y políticas

de ambos países. A medida que la situación

en Oriente Medio continúa evolucionando,

es crucial que ambas naciones busquen vías

de diálogo y cooperación para evitar un deterioro

aún mayor en sus relaciones diplomáticas.

Las tensiones entre Bolivia y Argentina

en relación con el conflicto entre Irán e Israel

son un recordatorio de la complejidad

de las relaciones internacionales y la necesidad

de un enfoque diplomático pragmático

y constructivo. Sólo a través del diálogo y el

entendimiento mutuo será posible superar

las diferencias y avanzar hacia una mayor

estabilidad y cooperación regional y mundial.

Esperemos que los conflictos bélicos

existentes en diferentes latitudes del mundo

puedan concluir y, de esa manera, consolidar

una sociedad global más pacífica en

el entendido de que la paz es imprescindible

para el desarrollo holístico global. [P]


Domingo 29 de octubre de 2023

6 Péndulo Político CORREO DEL SUR - EL POTOSÍ

ARTÍCULO

Alianzas peligrosas

José Rafael Vilar, académico, consultor político y escritor

¿Qué nos espera después

del Bicentenario? Cada

vez me detengo más en el

camino para llegar a ese

Bicentenario y lo que nos

esperará a las bolivias (el que con

redobles de tambores siga diciendo

“una” Bolivia, no conoce cuán grandes

y diversas son las bolivias donde

vivimos).

Un camino que estos días está con

muchas piedras, la mayoría de nuestras

propias cosechas. Comenzaré

por nuestros amores persas —y no

me referiré a los tan literarios de

Cosroes y Shirin ni a los no menos

idealizados de Layla y Qais Majnún,

dos versiones de Romeos y Julietas

persas, sino a los más pedestres (y

peligrosos) de los “amores ideológicos”—,

“amores” peligrosos para

Bolivia porque nos alineamos con

un teocracia cavernícola, enemiga

real (y muy efectiva) de todo lo que

represente libertad individual y de

pensamiento y derechos de las mujeres,

entre otras represiones, lejos

de las “libertades”, “igualdades” y

“derechos” que dicen

preconizar los sociatas 21 y su falsa

progresía indianista.

¿En qué nos beneficia alinearnos

con un país aislado y repudiado

como Irán, además en crisis económica?

En nada a nosotros —y a ellos

sí por nuestro uranio, como a los

rusos de una filial de Rosatom que

postularon para el litio con menos

conocimiento que nosotros (y eso

es mucho decir después de estar

tantos Evoaños de dilapidar muchos

cientos de millones, como ahora se

confirma, pero siempre se sabía).

Los acuerdos militares con Irán

despiertan la preocupación de los

vecinos, sobre todo de los argentinos,

antes alineados con Irán (eso

con CFK por sobre sus muertos de

la AMIA) y ahora con Israel. (Es para

pensar que Argentina se disculpó

con Chile por la denuncia sobre iraníes

allá al norte y ni chitón con la

protesta boliviana sobre la que nos

tocó).

Otro peligro está en la retoma de

la retórica de “nuestros envidiosos

enemigos” (no hace falta mencionar

que, si hasta ahora

eran los chilenos de variada ideología,

ahora se les suma a los gauchos

libertarios) y, una vez más, nos pasamos

de weones: Arce llama a defender

el litio porque (denuncia sin

nombre) «un país vecino pretende

controlar los recursos naturales mediante

‘operaciones especiales’»,

olvidando que el litio boliviano está

bajo el Salar y que —tras muchos

años y autoelogios inútiles— seguirá

ahí por muchos otros más,

gracias a angurrias —por coimisiones—,

ineptitudes y “amores” del

Poder.

¿O el arcismo creerá que el alineamiento

con López Obrador contra

Ecuador —que erró entrando con

violencia en territorio de México

luego que el populismo zurdo del

Peje errara con incumplir el artículo

3 de la Convención sobre Asilo

de Caracas que prohibía dar asilo a

personas «inculpadas o procesadas

en forma ante tribunales ordinarios

competentes y por delitos comunes,

o estén condenadas por tales

delitos y por dichos tribunales»,

como era el caso— le

beneficiará…?

Las denuncias

sobre nuestros vínculos con

Irán, escondidos bajo la nebulosa de

secretismos, obligan a pedir como

Rodríguez Veltzé cuando reclamó:

«La gravedad de su denuncia Presidente,

lo obliga a transparentar los

convenios con potencias extranjeras».

De acá al Bicentenario falta poco

más de un año, algo menos que

para las elecciones generales, pero

más que para unas (hipotéticas aún)

judiciales y otras (tan hipotéticas

también) primarias. ´¿Y cómo llegaremos,

con un MAS dividido (¿llegará

al 2025 como lo conocimos?), sin

discurso ni narración (el andinocentrismo

marxista implosionó) y las

oposiciones ni chicha ni limonada.

¿Por qué los discursos nacionalistas,

neoliberales y socialdemócratas ya

se probaron y fracasaron? Tela hay

para que muchos la puedan

cortar. [P]


Domingo 29 de octubre de 2023

CORREO DEL SUR - EL POTOSÍ

Péndulo Político

7

ARTÍCULO

Ecuador y México, distanciados y enfrentados

Liliana Oropeza, abogada y economista

El 5 de abril, en cuanto las primeras

imágenes de la embajada mexicana

en Quito con resguardo policial

circularon, me vino un , ya

lo había visto concretamente en

noviembre de 2019, cuando bajo el gobierno

de Jeanine Añez la inmunidad diplomática

mexicana en Bolivia se vio en riesgo

mientras daba asilo a diversos funcionarios

del gobierno de Evo Morales.

De manera análoga, el ex vicepresidente

Jorge Glas habría solicitado asilo político

en la embajada mexicana en Quito y se encontraba

ahí desde mediados de diciembre

del año pasado, oficiales policiales irrumpieron

en el edificio deteniéndolo y además

redujeron a Roberto Canseco, jefe de

la cancillería mexicana.

Una semana antes al suceso, México

optó por otorgarle al exvicepresidente

el reconocimiento de refugiado político,

provocando la indignación del gobierno

ecuatoriano. En lugar de facilitarle un

salvoconducto para viajar a Ciudad de

México, Daniel Noboa optó por ordenar

el ingreso forzado a la Embajada. Cabe

mencionar que México tiene la tradición

de dar asilo, es incluso uno de los pilares

de su política exterior.

El asilo político es una protección ofrecida

por un país a individuos que enfrentan persecución

o riesgo de persecución en su país

de origen debido a sus opiniones políticas,

creencias religiosas, afiliaciones étnicas u

otras actividades políticas. Esta protección

se concede con el objetivo de garantizar la

seguridad y la libertad de los solicitantes de

asilo.

Convención de Viena

Esta acción es sin precedentes y equivale a

una invasión a México. ¿Por qué? Las embajadas

son consideradas territorio inviolable

e inquebrantable.

Esto está determinado en la Convención

de Viena, de la que tanto se habla en estos

últimos días. Es un acuerdo internacional

adoptado en 1961, establece la inviolabilidad

de las embajadas e implica que los

locales de la misión diplomática, así como

sus documentos y archivos, están protegidos

y no pueden ser objeto de allanamiento

o registro por las autoridades del país

anfitrión. Además, los agentes del país anfitrión

no pueden penetrar en la embajada

sin el consentimiento del jefe de la misión

diplomática. En este caso, el país anfitrión

y que incumple, es Ecuador.

Esta inviolabilidad no es absoluta y sus excepciones

son en casos de grave delito o

emergencia nacional. Si bien Jorge Glas estaba

acusado de corrupción, y anteriormente

había cumplido una condena de cinco años

saliendo en libertad por una resolución de

medidas cautelares, la pena total debía ser

de ocho años. Un tribunal ecuatoriano determinó

que la detención del 5 de abril fue

arbitraria e ilegal y por tanto corresponde la

inmediata liberación, aun así, continúa en la

cárcel y con su salud deteriorada.

Reacciones de los bloques y países de la

región

Rápidamente varios presidentes y cancillerías,

sobre todo de la región, manifestaron

su condena. Las reacciones más inmediatas

y radicales se decantaron por la ruptura de

relaciones diplomáticas entre ambos países.

A continuación, algunas de las implicancias

que tuvo en espacios regionales e internacionales:

Organización de Estados Americanos

El 10 de abril, la resolución de la OEA “Intrusión

de la Policía Ecuatoriana en la Embajada

de México, en violación de la Convención

de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y la

Institución del Asilo Diplomático”, fue aprobada

por el Consejo Permanente con 29 votos

a favor, uno en contra, una abstención y

la ausencia de dos países.

Comunidad de Estados Latinoamericanos

y Caribeños - CELAC

Después de muchos años, se activó la CE-

LAC. Honduras, la presidencia pro témpore,

convocó a una Cumbre Extraordinaria

de presidentes para el 16 de abril, a fin

de abordar la crisis entre los dos países.

La cumbre de presidentes, empezó con la

discusión de una propuesta de condena

a Ecuador aprobada por los cancilleres la

semana anterior, aunque no tuvo la total

acogida de sus 33 miembros. Uruguay, por

ejemplo, no participó, al considerar que

no se estaba recurriendo al consenso, que

es la característica del bloque. Durante la

reunión, varios mandatarios expresaron

su apoyo a México debido a los incidentes

violentos en su Embajada.

Corte Internacional de Justicia

La ministra de Relaciones Exteriores de México,

Alicia Bárcena, expresó durante una

rueda de prensa que a partir del 8 de abril

recurrirían a la Corte Internacional de Justicia

para presentar el caso, así como participar

en todos los foros multilaterales regionales

e internacionales correspondientes

para que este incidente sea condenado por

la comunidad internacional en su totalidad.

En esta denuncia, pidieron incluso, la suspensión

de Ecuador de Naciones Unidas y

que la sanción entre en vigor “en tanto no

se emita una disculpa pública reconociendo

las violaciones a los principios y normas

fundamentales del derecho internacional”.

Ecuador en el Consejo de Seguridad

Actualmente, Ecuador ocupa uno de los

dos sitiales que le corresponde a Latinoamérica

en el Consejo de Seguridad. Tres

días antes del suceso, su representante se

manifestó en contra del ataque de Israel al

consulado iraní en Damasco (Siria), expresando

lo siguiente: “El Ecuador condena

toda violación que se realice contra misiones

y representantes diplomáticos

y consulares, así como aquellas que

atenten contra la seguridad e integridad

de las misiones (...) y rechaza estos actos

de violencia vengan de quien vengan”. Probablemente

desconocía que, en esos momentos,

el Presidente Noboa planeaba la

captura de Jorge Glas. No es un detalle menor

indicar que, lo que había sucedido en

el consulado iraní en Damasco el 1 de abril,

fue el detonante para el ataque de Irán a

Israel el pasado 13 de abril. [P]


Domingo 29 de octubre de 2023

8 Péndulo Político CORREO DEL SUR - EL POTOSÍ

OPINIÓN

Ese día es crucial

en la vida política del

MAS, porque su líder

supremo, semidiós e

invencible, huyó con

lágrimas en los ojos,

acompañado de su

consorte también

compungido”.

ENTRE

COMILLAS

Franklin Pareja, politólogo

“Líder con fortuna,

porque se le alinearon

los astros y en sus dos

primeros periodos había

mucha plata, y claro, eso

le hizo ver adicionalmente

a su arrollador carisma

del momento, como un

gobernante capaz.

“El drama masista se

acentúa porque nadie logró

sustituir el otrora liderazgo de

Morales. El actual Presidente

(Luis Arce), está muy lejos de

ser un líder, no tiene luchas

sociales.”

El MAS no tiene líder

El 12 de noviembre de 2019 el

MAS perdió a su líder. Evo Morales

después de renunciar a la

presidencia por el escandaloso

proceso electoral, se marchó

del país en una aeronave del gobierno

mexicano, enviada a Bolivia por orden

del presidente Andrés Manuel López

Obrador. No es propósito de este artículo

analizar si fue fraude o golpe.

La arista en cuestión recala en el

hecho de que, de un día para otro, ese

hombre supuestamente corajudo, valiente,

capaz de hacer frente a todo y a

todos, que además muy entusiastamente

acuñó y obligó a las fuerzas armadas

de su país a repetir la frase “patria o

muerte”, simplemente huyó, dejando a

toda su base social desconcertada. Ese

día es crucial en la vida política del MAS,

porque su líder supremo, semidiós e invencible,

huyó con lágrimas en los ojos,

acompañado de su consorte también

compungido.

Claramente las cosas no le salieron

bien al autócrata, porque la orden en ese

momento (a decir

de legisladores

masistas de esa

época), fue

que renunciaran

todos, no

sólo

los

presidentes y vicepresidentes de las dos

cámaras, sino todos. Y claro, la negativa

de la otrora bancada masista fue rotunda,

de tal manera que ejercieron sus

funciones de manera constitucional con

el nuevo gobierno. El “shock” duró un

tiempo, en principio parecía que el líder

indiscutible debía ser comprendido (no

entendido), había que ser tolerantes con

él, al fin y al cabo, fue víctima. Así vendió

Morales su situación, sin hacer mención

jamás hasta el día de hoy, que su tercer

mandato ya fue inconstitucional y su

cuarto intento fallido, con el desconocimiento

un referéndum incluido (21F), la

gota que rebalsó el vaso y movilizó como

nunca antes a una inmensa cantidad de

bolivianos en los nueve departamentos,

que no estaban dispuestos a seguir tolerando

sus tropelías.

Pero Morales huyó y dejó al MAS sin

cabeza. Es innegable que todavía en el

imaginario popular de una parte de los

bolivianos, el hombre sea visto como una

personalidad que deviene de un linaje de

auténticos luchadores sociales (situación

sobrevalorada); no obstante, independientemente

de afectos o desafectos,

no se puede negar que no fue un simple

jefe, sino un genuino líder, un hombre

cuya firmeza era a prueba de todo, capaz

de seducir a propios y extraños, un hombre

que se fue ganando la admiración y

la aceptación no sólo del bloque popular,

sino también de las clases medias y altas,

es decir, un verdadero

fenómeno

policlasista.

Hoy por hoy, las cosas han cambiado

notablemente, de ser visto como un auténtico

líder, ha caído a la categoría de

simple mortal, antes, donde iba, lo arropaban

con cariño, respetaban, admiraban

y sobre todo lo querían, además, por

si fuera poco, era como un “Rock Star”,

las multitudes se arremolinaban en torno

a él y extendían las manos con el simple

deseo de tocarle. Cuando hablaba,

cosa que le encantaba hacer, decía cosas

interesantes, pero también una interminable

cantidad de sandeces que, dado el

romance que vivía con el pueblo en esos

tiempos, le aceptaban en plan de broma,

o sea, sus afirmaciones muchas veces

absurdas y carentes de sentido (para utilizar

un lenguaje diplomático), eran motivo

de risa, no de descalificaciones.

Así fue Morales, un hombre al que le

aceptaban todo, al que no le contradecían

nunca (que se sepa), capaz de afirmar

cualquier cosa y arrancar cándidas

sonrisas o grotescas carcajadas, pero era

un líder, además un líder con fortuna,

porque se le alinearon los astros y en sus

dos primeros periodos había mucha plata,

y claro, eso le hizo ver adicionalmente

a su arrollador carisma del momento,

como un gobernante capaz. Tuvo todo

en su favor.

¿Que queda de ese líder?, casi nada,

sus reuniones son cada vez más turbulentas,

las sillas vuelan sin control, nadie

le celebra sus malos chistes y tampoco

sus exabruptos causan gracia, le cuesta

subir a un avión sin ser rechiflado, los

medios no lo buscan, se atrincheró en los

micrófonos de la radio Kawsachun Coca.

Indudablemente muchos dejaron de admirarle,

respetarle y quererle, de hecho,

salta a la vista que en su propio partido

no faltan quienes lo detestan, sí, como

lo oye, y no disimulan su contrariedad al

ver que el hombre porfía en creer que

es el alfa y el omega (el principio y el

fin), que, sin él, todo está

perdido, que cualquier

masista que ose aspirar a ser jefe o candidato,

es un traidor.

En tal contexto, el drama masista se

acentúa porque nadie logró sustituir el

otrora liderazgo de Morales. El actual

Presidente (Luis Arce), está muy lejos de

ser un líder, no tiene luchas sociales, laborales,

sindicales y otros palmarés en sus

espaldas, es un tecnócrata sin ningún carisma

que básicamente le debe mucho a

su aún jefe de partido, pero ese liderazgo

poderoso de Morales, cargado de mucha

simbología y adobado por una iconografía

construida en plan casi impostado, pese a

todo funcionó. Evo dejó la silla vacía, dejó

de ser líder, es un simple jefe que tiene

cada vez más problemas y menos apoyos.

No da señales de querer dialogar y construir

vasos comunicantes, es él o nadie, de

tal manera que tiene un gran enemigo, él

mismo. Cada que habla, se inmola, su irreverente

y desafiante actitud develan su

esencia, no puede disimular ni ocultar su

profunda rabia contenida, dice una cosa y

luego se desdice, o sea, perdió la coherencia.

Su ocasional rival (Luis Arce Catacora),

no dice mucho, casi nada, probablemente

eso lo irrite más al otrora poderoso líder,

porque el silencio es como un ninguneo,

y claro, para quien se creía casi un dios,

el peor desprecio que puede haber es ser

ignorado.

En fin, el MAS no tiene líder, por eso

tiene grandes problemas, porque aparte

de sus disputas por los suculentos intereses,

nadie tiene autoridad, respeto y el

suficiente liderazgo que logre componer

la situación. Evo dejó de ser ese portentoso

mandamás, querido y respetado y

Luis Arce no logra ser el sustituto que dé

la talla. El campo político del MAS está

pulverizado, por tanto, el que controle

el campo no político (TSE, TCP), tiene

ventaja, pero eso no le convierte en un

líder. De todas formas, en vísperas de su

congreso, están obligados a coordinar y

consensuar, difícil tarea cuando no hay

líder. [P]

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