Revista Natural...Mente Animal

Teflón y Asbesto
Los venenos que seguimos
llevando al hogar
El asbesto, también llamado amianto, es un grupo de seis minerales
fibrosos, compuestos de silicatos de cadena doble: actinolita,
grunerita, antofilita, crisotilo, crocidolita y tremolita. Tienen fibras
largas, resistentes y flexibles que resisten altas temperaturas y son
excelentes aislantes térmicos.
A pesar de su prohibición, debido a su ya demostrado daño en los
organismos vivos, se sigue usando en materiales de construcción
(para recubrimiento de tejados, baldosas y azulejos, productos de
papel y productos de cemento con asbesto), productos de fricción
(embrague de automóviles, frenos, componentes de la transmisión),
materias textiles termorresistentes, envases, paquetería y
revestimientos, equipos de protección individual, pinturas, etc, etc.
¿Qué Efectos Tiene El Asbesto Para La Salud?
Los estudios arqueológicos han
encontrado evidencia de que el
asbesto se usaba en la Edad de
Piedra para fortalecer macetas de
cerámica, e incluso en la época
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griega.
Heródoto lo menciona en el 456 a.
C., ya que se empleaba como
mortaja, siendo envuelta alrededor
de los difuntos antes de arrojarlos
en su pira funeraria, con el fin de
evitar que sus cenizas se mezclaran
con los residuos de la leña; fue
hasta fines del siglo XIX que se
empleó a gran escala cuando los
fabricantes y constructores
comenzaron a usar el asbesto por
sus excelentes propiedades físicas.
Se ha demostrado que causa cáncer del aparato respiratorio,
pulmones, cuerdas vocales y ovarios. Los antecedentes de exposición
al asbesto en el trabajo ocasionan cerca de 70 a 80 por ciento de los
casos de mesotelioma, un tipo raro de cáncer del mesotelio, la
membrana que recubre y protege la mayoría de los órganos internos
del cuerpo. La exposición repetitiva a altas concentraciones de
asbesto en el lugar de trabajo puede causar asbestosis, una
enfermedad que causa discapacidad y muerte; deja cicatrices en los
pulmones y puede aumentar el tamaño del corazón.
Estas enfermedades no se manifiestan de inmediato, pero pueden
aparecer muchos años después de la exposición. Los primeros
síntomas de asbestosis comprenden dolor persistente en el pecho, tos,
un sonido de estertor al respirar y dificultad respiratoria.
La inhalación de bajas concentraciones puede causar placas en las
membranas pleurales que rodean los pulmones, lo que a la larga
restringe la respiración.
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