Tecnologia 3r d'ESO - tecno3r

Dossier alumnes
Comunicacions: ús o abús?
Tecnologia 3r d’ESO
HISTORIAS DEL MUNDO
LA SINCERIDAD DEL SEÑOR WANG
El presidente de la mayor compañía china de telecomunicaciones reconoce que
ofrece información sobre el paradero de sus usuarios cuando la policía se lo pide.
RAFAEL POCH - Pekín. Corresponsal
Sucedió el domingo en el Foro de Davos.
Intervenía el señor Wang Jianzhou,
presidente de China Mobile
Communications Corporation (CMCC). En
seiscientos millones de usuarios de móvil,
uno de cada cinco en el mundo. Pues
bien, la mitad de ellos son abonados de
CMCC. El señor Wang explicaba que su
compañía no sólo conoce la identidad de
sus abonados, sino también dónde se
encuentran en cada momento. En una
ocasión pudieron estimar cuánta gente
había acudido al circuito de Shanghai a
presenciar el campeonato de fórmula 1 a
partir del número de sus abonados allá
presentes. Es muy útil para medir, por
ejemplo, si una carretera está
congestionada, explicó.
"No sólo sabemos quién es usted, sino también dónde está", dijo Wang Jianzhou.
A continuación se extendió sobre lo mucho que le gustaría a CMCC vender esos datos. Se le
preguntó entonces dónde quedaba la privacidad, y respondió en tono tranquilizador: "Podemos
saber dónde se encuentra cada uno, pero nunca divulgamos esa información..., a menos que la
policía lo pida".
En septiembre del 2004, el periodista Zhao Yan reveló un secreto de Estado: la fecha del
inminente retiro del último de sus cargos del ex presidente de China Jiang Zemin. El interesado
se enfadó al ver impresa una noticia con la que quería sorprender al país, y se desató una caza
del periodista. Zhao desconectó su móvil y desapareció de Pekín. Una semana más tarde,
mientras cenaba en un restaurante de Shanghai, fue detenido por la policía, cinco minutos
después de haber conectado su móvil... Se pasó tres años en la cárcel.
Ese y centenares de casos similares confirman las palabras de Wang y también una realidad
muy simple: con el móvil, Gran Hermano te puede localizar en cualquier momento. Como dice
Jonathan Zittrain, un experto en ese ámbito, "con el móvil uno mismo paga la posibilidad de ser
vigilado". Pero ¿sólo en China?
Esa pregunta abundaba ayer en los foros chinos de internet que se hicieron eco de la velada
de Davos. En ella, el congresista norteamericano Ed Markey expresó su horror ante el atropello
a la privacidad ingenuamente narrado por el señor Wang. El congresista podría ser un
ignorante si no fuera presidente del comité de Telecomunicaciones del Congreso. Eso quiere
decir que sabe lo que cualquier adolescente familiarizado con los últimos productos de la
industria del entretenimiento de Hollywood conoce: la rutinaria utilización policial y militar de
móviles, satélites y toda la parafernalia de las telecomunicaciones.
En 1994, cuando la telefonía móvil apenas existía en China, una ley del Congreso de Estados
Unidos ya requirió a las compañías telefónicas a compartir con la policía su información sobre
37
Wang Jianzhou durante su intervención en el foro de Davos.