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Maní, devuélveme la pelota!

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C O L E C C I Ó N D E C U E N T O S F U N D A C I Ó N S A N C A R L O S D E M A I P O

AUTORAS: laura bustamante - daniela DÍAZ - NATALIA RÍOS

iLUSTRACIONES: PÍA URZÚA




Título:

¡Maní, devuélveme la pelota!

Una publicación de:

Fundación San Carlos de Maipo

www.fsancarlos.cl

Área Escuela

Nueva de Lyon #72, Oficina 1401

Providencia

Autoras:

Laura Bustamante

Daniela Díaz

Natalia Ríos

Ilustraciones:

Pía Urzúa

Diagramación:

Ariel Olivares

Revisión:

Lorena Nejaz

Francisca González

Primera edición: abril 2020


COLECCIÓN DE CUENTOS PARA EL DESARROLLO DE HABILIDADES SOCIOEMOCIONALES

¡MaNí,

dEvUéLvEmE

lA PeLoTa!

Fundación San Carlos de Maipo

Laura Bustamante - Daniela Díaz - Natalia Ríos

Ilustraciones: Pía Urzúa

“¡Maní, devuélveme la pelota!”, es parte de la colección de cuentos creados

por educadoras de párvulos de Fundación San Carlos de Maipo para

promover el desarrollo de habilidades cognitivas y socioemocionales en

niños y niñas en formación inicial.



Esta es una historia de fútbol. Ustedes saben cuánto les

gusta a algunas personas el fútbol. A veces hasta los

perros se apasionan persiguiendo la pelota.


En la cancha del barrio, durante un lindo día de sol, Carlos,

Maxi, Renata y Eloísa disfrutaban del último partido del

campeonato. Ellos eran vecinos e hinchas del fútbol.


Habían acordado que, después del partido jugarían su

propia final. Sin embargo, no sabían que un esperado

partido podría terminar mal. Tan, tan mal, como

los partidos que terminan muy, muy mal.


¡EmPeZóeL PaRtIdO!

¡Piiii!

La pelota iba de allá para acá, moviéndose por toda la cancha.

Renata y Carlos esta vez eran el equipo rojo e iban ganando

por un gol al equipo verde de Eloísa y Maxi.


Los verdes hace rato querían convertir un gol.

De repente, Eloísa vio a Maxi frente al arco.

“¡EsTa Es NuEsTrA . oPoRtUnIdAd!”,

pensó. Y le dio un gran pase.


En ese instante, Carlos se rio tan fuerte

que desconcentró a Maxi y cuando este

pateó la pelota, cayó fuera del arco.

Maxi se sintió triste por no poder

hacer el gol y le dijo:

¡Carlos, siempre haces lo mismo, nunca

dejas que alguien más anote!


Pero Carlos se reía cada vez más alto, sin escuchar

el reclamo de Maxi.

Su risa resonaba tan fuerte que Eloísa le dijo:

Basta Carlos, así no dan ganas de jugar contigo,

¡no es chistoso que te burles!

Sin embargo, Carlos tampoco la escuchó.


Entonces, Eloísa se enojó a tal punto que apretó

su boca, frunció el ceño y miró fijamente a Carlos.

En ese instante, aprovechó los pocos minutos que

faltaban para terminar el partido y corrió con toda

su fuerza en dirección a la pelota.


Se concentró y con máxima precisión metió un

tremendo gol que Carlos no pudo atajar.

-¡GoOoOoOoOl!

gritaron

felices Eloísa y Maxi.

Hasta Renata saltó de emoción, ya que aun siendo

del equipo contrario, le gustaba mucho ver a sus amigos

contentos.


Carlos, en cambio, se sentía enojado. No le gustaba perder.

Cuando sonó el pitazo final, tomó la pelota y le dio

una gran patada que la hizo volar lejos.


Justo en ese momento escuchó a lo lejos las voces

de sus amigos que decían:

-CaRlOs, EslA HoRadE IrNoS.


Carlos se apresuró a buscar la pelota para alcanzarlos,

pero no había rastro de ella por ningún lado.

Esto lo hizo sentir aún más enojado, y cuando ya casi

perdía la esperanza de encontrar la pelota,

apareció Maní, la mascota del barrio.

El perro, que se llamaba así porque

era chiquitito y café, llegó jugando a

su lado.


¿AdIvInEncOnqUé?

¡Sí, cOnlA pElOtA!

Maní era tanto o más fanático del fútbol que

los cuatro amigos.

¡Maní, devuélveme la pelota! le ordenó Carlos. No obstante,

Maní saltaba sin soltar la pelota.

-¡DeVuÉlVeMeLaaHoRa! insistió Carlos.

Pero esta vez Maní se fue a dar vueltas alrededor

del arco, jugando contento con la pelota en su hocico.


En ese momento aparecieron sus amigos

y le preguntaron a Carlos:

-¿PoR QuÉ TedEmOrAstAnTo?

Maní no me quiere devolver la pelota. Parece

que no me escucha les contestó Carlos.


Los amigos se miraron y le respondieron:

Carlos, a veces sentimos lo mismo cuando jugamos,

tú tampoco nos escuchas si te pedimos que no

te burles.


En ese momento, todos lograron entenderse. Fue ahí

cuando Carlos pensó que debía hacer algo diferente.

“¡Qué importante es ser escuchado!”, reflexionó.

Entonces, sonrió y abrazó a Eloísa, diciéndole:

¡Qué gran gol hiciste hoy!


Luego de esto, todos juntos jugaron a perseguir a

Maní para que les devolviera la pelota. Una vez que la

recuperaron corrieron muy contentos a casa de

Maxi a disfrutar de un refrescante jugo.

Finalmente, este partido terminó bien. Tan, tan bien,

como los partidos que terminan muy, muy bien.


ORIENTACIONES PARA FAMILIAS Y EDUCADORES

¿Por qué es importante fomentar el desarrollo de habilidades socioemocionales en la infancia?

Las habilidades socioemocionales nos permiten identificar emociones en nosotros mismos y en los demás, a

través de la interpretación de expresiones faciales, el lenguaje corporal y el tono de voz. Cuando niños y niñas

desarrollan estas habilidades son gradualmente más capaces de conocer las causas y consecuencias de las

emociones y cómo estas influyen en sus procesos de pensamiento, aprendizaje y comportamiento, además

se muestran más preparados para enfrentar situaciones nuevas y/o difíciles. Esto favorecerá un desarrollo

integral preparando personas más sanas, capaces de manejar sus emociones beneficiando su crecimiento

personal y haciéndolas más reflexivas y autónomas en sus actos. Se debe considerar que el aprendizaje

socioemocional no solo afecta el ámbito privado del ser, sino que posibilita también un aprendizaje significativo

en el ámbito social, incluyendo la capacidad de relacionarse con otros en diversos escenarios. .

En este contexto el rol del adulto es fundamental, no solo acompañando el proceso sino que también modelando

las emociones. Muchas veces los padres y/o cuidadores nos preguntamos ¿podremos enseñar a

nuestros niños y niñas sobre las emociones sin ser expertos? La respuesta a esa pregunta es sí, y es que

justamente la experiencia de vida es el mejor aporte a la formación socioemocional. .

El cuento: Un espacio afectivo para practicar las habilidades socioemocionales

El cuento es un recurso socioafectivo que puede convertirse en un gran espacio de encuentro para desarrollar

habilidades socioemocionales, toda vez que permite a niños y niñas evocar las emociones, conocerlas,

observarlas con distancia, verbalizarlas y entender que cada una es parte de un momento de sus vidas.

Un tiempo de conversación posterior a la lectura de un cuento, representa una valiosa oportunidad para practicar

junto a niños y niñas habilidades socioemocionales, ya que las historias nos cuentan qué les sucede a los

personajes y además nos entregan información acerca de cómo se sintieron, lo que nos permite comprender,

a través de ellos, que no todos nos sentimos de la misma manera frente a los eventos que nos suceden y que

además podemos considerar diferentes maneras de analizar y solucionar un problema. .


ORIENTACIONES PARA FAMILIAS Y EDUCADORES

Recomendaciones para favorecer un espacio de diálogo con los niños y niñas:

• Crear un ambiente de apertura en el que niños y niñas no se sientan juzgados(as) y puedan

expresarse con libertad.

• Mantener una actitud flexible, ya que algunas actividades pueden no funcionar en el primer

intento.

• Utilizar un lenguaje simple, positivo y amable, sin tratar de imponer ideas sino más bien

dejando que niños y niñas puedan pensar por sí mismos(as).

• Realizar preguntas y sostener una escucha atenta de las opiniones.

Esta instancia puede ser acompañada por la oportunidad de expresarse de diferentes formas (dibujar,

bailar, cantar, representar, disfrazarse, etc.) en torno a la temática abordada en el cuento.

A continuación les compartimos una breve descripción de las habilidades socioemocionales que se

pueden abordar en este cuento a través del diálogo.

El cuento “¡Maní, devuélveme la pelota!”, nos invita a reflexionar junto a niños y niñas acerca

de cómo nos relacionamos con nuestros pares en situaciones cotidianas. El compañerismo,

la tolerancia, la solidaridad y la empatía son habilidades socioemocionales que se vuelven

fundamentales cuando interactuamos con otros.

Así, entonces, podremos apreciar la diversidad y respetar a los demás, fomentando una sana

convivencia.

Preguntas para iniciar un diálogo:

¿Cómo se sintió Maxi cuando intentó hacer un gol y no lo logró?

¿Por qué crees que Maxi se sintió de esa forma?

¿Te has sentido alguna vez de la misma forma que Maxi?

¿Carlos escuchó a Eloísa cuando le pidió que no se burlara?

¿Cómo se sintió Eloísa en esa situación?

¿En qué situaciones te has sentido como Eloísa?




COLECCIÓN DE CUENTOS PARA EL DESARROLLO DE HABILIDADES SOCIOEMOCIONALES

¡Maní, devuélveme la pelota! nos invita a pensar sobre las consecuencias que

tienen nuestras acciones en las emociones de los demás. Cuatro amigos del barrio,

fanáticos del fútbol, acuerdan jugar un importante partido, pero durante este

encuentro más de uno de ellos no se sentirá escuchado.

¿Cómo podrían sentirse en esta situación?¿Podrán descubrir la importancia de escuchar a los demás?

¡Maní, devuélveme la pelota!

por Fundación San Carlos de Maipo

se distribuye bajo una Licencia Creative Commons

Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.

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