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Centurion Argentina Winter 2014

Centurion Argentina 2014 Winter Edition

BLACKBOOK ÚLTIMA HORA

BLACKBOOK ÚLTIMA HORA listos para el turismo desde el inicio de los tiempos. O al menos desde 1970, cuando el Banco Centroamericano de Integración Económica con sede en Honduras decidió buscar en la zona lugares que pudieran convertirse en un buen destino turístico. El consiguiente estudio apuntó en dirección al golfo de Papagayo, en la provincia de Guanacaste. En 1982, el gobierno aprobó una ley que permitía el desarrollo del llamado Polo Turístico del Golfo de Papagayo (PTGP), con la condición de que la consejería de turismo de la nación tuviera la última palabra en todas las decisiones. El plan consistía en dividir Papagayo en dos: la zona norte se convertiría en un enclave para los adinerados miembros del jet set, mientras que la zona sur, conocida como el área de la bahía, sería destinada a un público más familiar con hoteles boutique y grandes cadenas hoteleras. La consejería de turismo nunca quiso que Papagayo acabara siendo como Cancún, de modo que impuso fuertes restricciones urbanísticas: sólo está permitido construir en 30% del terreno; la altura máxima de los edificios es de 15 metros o entre tres y cinco pisos; y su color debe mimetizarse con el entorno natural. Estas normas son tan estrictas que, por dar un ejemplo, hasta se verifica el índice de reflectividad de la pintura. Cuando hace diez años el Four Seasons abrió sus puertas con un campo de golf diseñado por Arnold Palmer, introdujo, como era de esperarse, un nuevo nivel de ostentación y grandeur en Costa Rica. Después llegó el Exclusive Resorts, una de las propiedades más icónicas de la cadena hotelera (de los 300 establecimientos repartidos por todo el mundo, el de Costa Rica es el único con club privado). Los clientes que se hospedan en alguna de sus villas de cuatro habitaciones con alberca privada tienen acceso al servicio de concierge desde antes de su llegada (preguntar por Chris Cornelius) y una vez instalados (preguntar por Ronald Sánchez); ellos se encargan de organizar todo: un paseo en un yate de 13 metros, tratamientos de spa en la propia suite o un curso de cocina en la misma villa impartido ¿SUBIR AL ARENAL? Una joya de hotel en plena jungla hace que valga la pena trasladarse desde Guanacaste hasta el célebre volcán Costa Rica tiene nueve volcanes, pero el que durante años ha sido el principal destino turístico del país es el Arenal: un volcán de 1,720 metros de altura, situado a tres horas y media de difícil trayecto en auto desde el Aeropuerto Internacional de Liberia; su mayor atractivo es el majestuoso espectáculo de luces. En 1968 el Arenal empezó a arrojar sin cesar ruidosas y ardientes erupciones de lava roja, pero lleva dormido desde octubre de 2010 y nadie sabe cuándo volverá a despertar, así que, ¿por qué no ir a verlo ahora? También hay que ir a visitar el recién inaugurado Nayara Springs (nayarasprings.com), un romántico hotel boutique de lujo propiedad del colombiano Leo Ghitis. Se encuentra en el mismo complejo que el Nayara Hotel & Gardens (arenalnayara.com) inaugurado en 2007. El Nayara Springs dispone de 16 villas muy bien equipadas: todas tienen cama con dosel, sala de estar completa con muebles de madera de Bali, porche con su propio jacuzzi de aguas termales y una hamaca multicolor (asegúrese de pedir una villa con vista al volcán, como la núm. 4). En los alrededores de la zona de La Fortuna la oferta de actividades es muy amplia: pasear en bici, tirolesa, montar a caballo o hacer senderismo entre las cascadas. Puede llegar a ser difícil salirse de las rutas más concurridas, por lo que el Nayara Springs organiza sus propios itinerarios de ecoturismo y aventura; aproveche este servicio. Vaya a cenar al Sushi Amor (uno de los restaurantes del complejo) para saborear sus deliciosos rollos de sushi elaborados con ingredientes locales como el plátano macho dulce o pruebe la bouillabaisse tropical del Amor Loco, a base de leche de coco y pescado local. De postre, derrítase con la tarta de lava. por Nicolas Devenelle, chef ejecutivo de la propiedad. «En la época en que decidimos su construcción, éste era un mercado emergente –afirma Philippe Bourguignon, director general de Exclusive Resorts–. Península Papagayo simplemente era un proyecto en blanco». Y ése fue sólo el principio. Los medios anunciaron con bombo y platillo que la península pronto albergaría nueve hoteles de lujo, 1,000 parcelas residenciales, tres campos de golf, un puerto deportivo con 375 amarres, un club de playa con spa, canchas de tenis, un museo arqueológico y una escuela de equitación. Al sur de Papagayo, Steve Case empezó a construir Cacique –una comunidad privada por un valor de US0 millones que cuenta con 2,000 viviendas repartidas en 263 hectáreas –así como una propiedad Exclusive Resorts, varias villas One&Only, un spa Miraval, un club de tenis Andre Agassi y un campo de golf de Tom Doak. Para ello, recibió el asesoramiento en medio ambiente de Philippe Cousteau Jr., nieto de Jacques Cousteau. Al mismo tiempo y a una hora de distancia en dirección sur, Charles Brewer, fundador de la empresa proveedora de servicios de Internet Mindspring, estaba edificando Las Catalinas (lascatalinascr.com), una población peatonal libre de autos basada en la corriente de diseño Nuevo Urbanismo. «Era como una especie de fiebre del oro –dice Brewer–. Todas las grandes cadenas hoteleras de cinco estrellas tenían algún proyecto en marcha». Pero de repente llegó la gran recesión. 70% de la economía de Costa Rica se sustenta en el sector turístico y «la crisis paralizó muchas de las construcciones previstas», afirma Henry Wong, director ejecutivo de PTGP. «Estábamos a punto de romper con todo lo establecido –dice Case– y de pronto vimos que la única solución era dejar el proyecto en espera». Durante varios años el desarrollo urbanístico se detuvo casi por completo, a excepción de un club de playa (sin spa) inaugurado en 2008 y el puerto deportivo en 2009. Sin embargo, hoy en día la península está volviendo a despertar. «Es como una bocanada de aire fresco», confiesa Wong refiriéndose a las nuevas inversiones que se están realizando en la zona. Con la inauguración del Andaz en diciembre de 2013, la consejería de turismo de Costa Rica dio por concluida la primera fase de desarrollo de la península (Villa Manzu abrió seis meses antes). El Andaz, una fascinante propiedad de ambiente FOTOGRAFÍA GALLERY STOCK 22 CENTURION-MAGAZINE.COM PARA RESERVACIONES CONTACTE AL SERVICIO DE CENTRURION

elajado, tiene cuatro tipos de habitaciones (decídase por alguna de las Suites Grandes con alberca de inmersión en su interior), tres restaurantes, preciosas albercas infinitas, un spa que ofrece tratamientos privados en nueve búngalos escondidos entre la maleza y dos pequeñas playas apartadas. Al ser nuevo, aún tiene que depurar algunos aspectos como la cavernosa y oscura iluminación de las habitaciones Bay View King. También me resultó difícil sumergirme en el ambiente porque, cuando estuve allí hace unos meses, todavía no había muchos clientes hospedados. Aun así, cualquier punto débil queda mitigado por el restaurante Chao Pescao, donde el campeón mundial en mixología Clark Jiménez –representó a Costa Rica en la edición de 2013 del concurso de Barman Mundial del Año– eleva a límites insospechados el concepto de coctel de vacaciones. Si le dices «¡Eh, Clark! Se me antoja un Bloody Mary», se pone inmediatamente a asar y triturar los jitomates delante de ti. Pronto comenzará la segunda fase. Se rumora que Bulgari está construyendo un resort junto al Andaz y que enfrente hay un Marriot en obras. «También he notado que un grupo de particulares ha comprado parcelas privadas», dice Bourguignon (de hecho hay más de 1,000 parcelas residenciales a la venta). En la zona sur de la bahía acaba de abrir El Mangroove (elmangroove.net) y hay otro Marriot y un Wyndham en fase de desarrollo. La consejería de turismo está considerando incorporar un par de restaurantes en la zona de la bahía y un servicio de taxi acuático que conecte Marina Papagayo con el popular municipio costero de Playa del Coco, en Guanacaste. Sentada en el porche de Villa Manzu, mientras disfruto del atardecer, apenas puedo distinguir las dos pequeñas playas donde va a levantarse el Cacique de Steve Case. El proyecto está de nuevo en marcha, aunque se ha descartado el diseño original. «La idea fundamental de nuestro nuevo plan es conservar 85% de la península en perfecto estado natural. Hemos reducido la huella ambiental del complejo por lo que únicamente se construirán 300 casas alrededor de un hotel boutique de lujo –confirma Case–. En cierto modo la crisis económica fue algo positivo para Guanacaste ya que lo ralentizó todo y permitió que la región proyectara su desarrollo urbanístico de un modo más metódico y auténtico». Hacia el sur, Brewer continúa lidiando con Las Catalinas. Asegura que, a pesar de todo el alboroto, Guanacaste está muy lejos de la sobreexplotación. «Si uno va en dirección norte desde Las Catalinas, pasa mucho tiempo antes de toparse con algo. Hay entre trece y dieciséis kilómetros de costa virgen –dice Brewer–. Todo se ha exagerado mucho». A medida que la luz se desvanece dando paso a la quietud de la noche, un millón de estrellas comienzan a brillar con tal intensidad que se reflejan en la alberca infinita de tres lados. Es en este momento, en esta gran casa construida en una modesta franja de tierra que sobresale al mar, que realmente comprendo lo que ha empujado a Patrick Callahan, Steve Case, Charles Brewer y Henry Wong a apostar por Guanacaste: la madre naturaleza es el mayor de los lujos. DISFRUTAR DE COSTA RICA Michael Kaye, fundador de Costa Rica Expeditions y uno de los pioneros de turismo de aventura en el país, ofrece los siguientes consejos. 1. Normalmente es mejor seguir este orden: selva tropical (Tortuguero o el Parque Nacional de Corcovado), fauna salvaje (Monteverde con su famoso bosque de niebla que ofrece grandes posibilidades para avistar animales), volcanes (el Arenal es el más famoso) y, por último, la playa en Guanacaste. 2. Para escapar de las multitudes es mejor ir en temporada media. Visite Tortuguero en septiembre y octubre, y Guanacaste a finales de abril o mayo; en estas épocas no llueve tanto, las flores tropicales empiezan a brotar y los animales como los monos y las iguanas están más activos. 3. Las carreteras de Costa Rica son muy malas. No hay direcciones ni señales excepto en el centro de San José. Aunque la distancia entre dos puntos parezca corta, tenga en cuenta que la duración del recorrido puede llegar a ser bastante larga. 4. Una de las falacias de Costa Rica es que todo parece seguro, pero las normativas no son muy estrictas. La regulación en materia de tirolesa deja mucho que desear. Hay cientos de empresas de tirolesa, pero trabajamos sólo con seis o siete. Ocurre lo mismo con otros deportes de aventura como los 4x4, los paseos a caballo o el surf. Consúltenos antes de reservar (costaricaexpeditions.com). 5. Los senderistas deberían visitar el Rincón de La Vieja en Guanacaste, a hora y media de viaje desde Papagayo. Para los ciclistas subir al Arenal es lo mejor, ya que ofrece trayectos por carretera y montaña de distintos niveles. FOTOGRAFÍA ANDRES GARCIA LACHNER El mixólogo Clark Jiménez en el Andaz Peninsula Papagayo 6. El Pacuare es un río excelente para practicar rafting en aguas bravas. Se puede hacer una excursión de un día desde San José o bien pasar allí dos noches. Trabajamos con cuatro de las quince compañías que ofrecen estos servicios. 7. La única inmersión que vale la pena está más allá de la isla del Caño, a trece kilómetros de la península de Osa. También está la isla de Cocos, con una de las mayores poblaciones de fauna y flora del planeta. El problema es que se encuentra a dos días de ida y dos de vuelta. CENTURION-MAGAZINE.COM 23

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