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Centurion Mexico Autumn 2019

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BlackBook Plan de escapada El huerto en forma de espiral del hotel; a la derecha: el lobby de entrada al Domaine des Etangs; abajo: el salón familiar del complejo del país. Sin embargo, la región, con sus románticos campos ondulantes, sus ciudades perfectamente preservadas y su milenaria cultura artesanal, resulta espectacular. Ahora, este excepcional alojamiento invita a los visitantes a descubrir un rincón totalmente nuevo de Francia. A primera vista, el domaine parece un château francés tradicional pero majestuoso, con cuidados jardines donde florece la lavanda, cerezos dispuestos en espaldera sobre un molino de agua en funcionamiento y personal con delantal recogiendo hierbas del huerto. En cambio, si se mira más de cerca, se empieza a apreciar cómo en cada esquina lo antiguo se fusiona con lo moderno. Sobre el pasto junto al hotel encontramos un enorme anillo dorado, una escultura del artista suizo Ugo Rondinone bautizada como The Sun (pronto se le unirá To Whom It May Concern, una pieza del dúo artístico conceptual Elmgreen & Dragset). En el interior, las sillas estilo regencia están tapizadas con seda de Hermès naranja oscuro y un cartel original de Star Wars cuelga junto a antiguas cartas de tarot y reflexiones enmarcadas de Rimbaud. Las espaciosas suites parecen más galerías de arte que habitaciones de hotel. Toda una fantasía en chintz y fleur-de-lis. La dueña del hotel, Garance Primat, es descendiente de uno de los linajes más acaudalados de Francia y no ha escatimado en gastos. En un cuarto de baño junto al lobby, puedo ver un gran piano Fazioli valorado en unos US0,000; unos minutos más tarde, descubro otro en el salón. Hay Matisse originales en los dormitorios y por todas partes surgen detalles de diseño de calidad como las lámparas de Fabien Cappello. Garance heredó esta propiedad de 1,000 hectáreas cuando su padre Didier Primat, quien amasó su fortuna en la industria del petróleo, falleció en 2008. Luego de una renovación de siete años, abrió las puertas del establecimiento de 29 habitaciones como un homenaje al amor que su progenitor sentía por la naturaleza (en un día claro puede apreciarse la ausencia de postes y es que su padre hizo enterrar el cableado para no arruinar las vistas). Son pocas las distracciones que provoca la alta tecnología; en su lugar, se anima a los huéspedes a caminar, montar en bicicleta, pescar, remar, pasear a caballo o manejar uno de los vehículos eléctricos disponibles para recorrer los extensos jardines. Etangs significa “estanques” y la finca tiene siete, además de seis granjas, que pueden rentarse como alojamiento familiar. En esta “arcadia” habitan 35 especies de libélulas, un insecto convertido en el símbolo omnipresente del hotel y que los huéspedes más observadores pueden encontrar grabado en las piedras, bordado en la ropa de cama de Slabbinck o impreso en los soportes de las velas con aroma a rosa y mirto que hay en cada habitación. La ambición estética de su dueña es lo que le da a este hotel un aire tan singular. Quería construir una obra de arte con biblioteca, así que recurrió a la librería londinense Heywood Hill y al diseñador parisino Raphael Navot para crear dos bibliotecas en el mezzanine. Ambas se encuentran en La Laiterie, la antigua lechería que en la actualidad hace las veces de galería de arte del hotel. Una colección se llama “Del pasado” —piense en libros de cuero y papel secante— y la otra “Del futuro” con tomos de metafísica dispuestos en estanterías curvas de la era espacial. Fuera del hotel hay muchas cosas por descubrir. Limoges es un enclave productor de porcelana desde hace más de tres siglos y el sector sigue en auge. En la fábrica Bernardaud consigo una taza de café con el borde dorado a mitad de precio y en FOTOGRAFÍAS © DOMAINE DES ETANGS 22 CENTURION-MAGAZINE.COM

Porcelaines de la Fabrique, que elabora toda la porcelana de cierta empresa de artículos de lujo muy famosa, compro una espectacular vajilla blanca. A continuación, me detengo en el exquisito restaurante La Cuisine du Cloître para degustar un risotto de espárragos blancos y espelta antes de volver al hotel. Una visita a esta parte del país no estaría completa sin pasar por Cognac. A la mañana siguiente, manejo hasta la casa Bourgoin, en el cercano Saint-Saturnin, donde me reúno con Frédéric Bourgoin, elegante representante de la cuarta generación de productores de coñac y ahora mismo al frente del negocio. En el mismo Peugeot D4B que manejaba su abuelo en la década de los 60, el joven Bourgoin me enseña el complejo y recorremos los viñedos a toda velocidad. Bourgoin forma parte de la nueva ola de productores de coñac que dan un aire cuidado y natural a las marcas con más solera de la región. Casas más grandes, como Rémy Martin y Château de Cognac, quedan también muy cerca. En mi última mañana, me siento en el pasto para grabar la sinfonía de los pájaros que ha sido el hilo conductor de mi estancia en el domaine. ¿El mejor tributo al hotel? He escuchado este canto día tras día desde que regresé a casa. domainedesetangs.com –Jemima Sissons Lekkerwater Beach Lodge Sudáfrica En afrikáans lekkerwater significa “aguas agradables”, una descripción que no suele asociarse con la punta más meridional de África, famosa por sus mares traicioneros y sus fuertes corrientes. El nombre fue heredado por Lekkerwater Beach Lodge, un inmueble nada convencional sobre una extensión costera aislada al este de Ciudad del Cabo. En su origen, Lekkerwater era la casita rústica en la playa de un agricultor local. Se construyó en 1939 a unos 100 metros del punto donde rompen las olas del océano Índico y mucho más cerca del agua de lo que se permitiría levantar ningún edificio en la actualidad. En los años 80, el ejército sudafricano lo expropió junto con 60 kilómetros de costa adyacente para crear unas instalaciones de pruebas de misiles. Más tarde, se convertiría en la casa de fin de semana de F. W. de Klerk mientras fue presidente del país, y una parte de las instalaciones militares se transformaron en De Hoop Nature Reserve. De Hoop alberga más especies de plantas que el Reino Unido. Considerada la joya de la corona de la Región floral del Cabo —una extensión junto a los acantilados sudafricanos declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco— da cobijo al doble de especies de plantas por kilómetro cuadrado que el Amazonas, así como a rebaños de cebras, colonias de babuinos y, ocasionalmente, leopardos. La normativa ambiental prohíbe cualquier nueva construcción en la zona, por lo que Natural Selection, un destacado operador de safaris local, no desaprovechó la oportunidad cuando se puso en venta la antigua casa presidencial. Esa misma normativa también prohíbe construcciones más grandes que la granja, incluso después de que un incendio descontrolado arrasara el enclave unas pocas semanas después de cerrarse la venta en 2015. El resultado de la reconstrucción es un lodge moderno y elegante con capacidad para 14 huéspedes repartidos en siete cabañas independientes, sencillas aunque con estilo. Todas cuentan con hornos de leña y vistas al océano brindando la oportunidad de despertarse, ponerse en pie y avistar lo que la mayoría han ido a ver: ballenas. Entre julio y octubre, De Hoop ofrece los mejores avistamientos de ballenas de África, y quizás del mundo, con la migración de miles de ballenas francas australes que acuden aquí a tener sus crías en lo que prácticamente es una reserva cinegética acuática. También recibe la visita de ballenas jorobadas y ballenas de Bryde, además de delfines y elefantes marinos. Desde los balcones de las cabañas es fácil perder la noción del tiempo en plena observación y sin apenas escuchar a otros huéspedes gracias al oleaje. El ratio personal-clientes de Lekkerwater es muy pequeño (por auténtica necesidad debido a las dimensiones del establecimiento). Su restaurante ofrece un excelente menú a base de productos locales. La estancia de los huéspedes está limitada a dos días, lo que convierte la visita a Lekkerwater en el complemento ideal a cualquiera de los campamentos de safari de Natural Selection en Botsuana o Namibia, con un traslado en helicóptero del que puede encargarse el propio operador. naturalselection.travel – Jane Broughton Lekkerwater Beach Lodge, a orillas del océano Índico FOTOGRAFÍA © LEKKERWATER BEACH LODGE EN DE HOOP CENTURION-MAGAZINE.COM 23

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