62 Los búngalos de más de 90 metros cuadrados; abajo, el ambiente sosegado en torno a la alberca de agua salada del resort; página opuesta: Sarah Birkett, dueña de Sussurro, junto con su marido Adam Humphreys
63 Esta profusión de materiales naturales contribuye a establecer una conexión profunda con la naturaleza. En la propiedad todo está al aire libre, lo que significa que no hay aire acondicionado, una decisión también premeditada. Los búngalos están construidos con paredes parcialmente abiertas para permitir la entrada de la brisa, tanto de la laguna como del mar (desde el otro lado de la península). Asimismo, los techos de paja proporcionan refrigeración natural. Birkett explica que su intención no era «poner a los huéspedes en un entorno totalmente controlado», sino que buscaba que no se sintieran lejos del hábitat natural. Lluvia, sol, viento... hay que sentirlo todo. Incluso en un sofocante día de enero, cuando la arena quema las plantas de los pies, no puedo evitar pensar que no cambiaría nada: sentir la brisa soplando por la zona de la alberca, despertarse con la luz del sol filtrándose por las contraventanas y escuchar cómo las olas rompen contra la pared exterior. Todo eso es mucho mejor que acurrucarse en un lugar con aire acondicionado. Es precisamente esta conexión con la tierra y los elementos naturales lo que genera un profundo sentimiento de arraigo, algo que no ocurre en muchos lodges del continente, donde se da excesiva prioridad a las comodidades de los viajeros extranjeros. Sussurro se mantiene fiel a su identidad y, en lugar de depender de recursos externos o someterse a las tendencias y demandas predominantes en otras partes del mundo, aprovecha lo que es genuinamente africano tanto en la naturaleza como en los materiales, la artesanía o la comida. «Creemos firmemente que maximizar la conectividad con la naturaleza, en sentido literal, es el lujo por excelencia», subraya Birkett. Por la noche los huéspedes tienen la oportunidad de embarcarse en un viejo barco de madera que navega al extremo de la península. En el centro de la embarcación hay una esterilla de paja con cojines y una nevera portátil repleta de cervezas y refrescos locales. Existe la opción de poner música, pero no querrá ahogar el relajante sonido del viento en la vela o el de las olas golpeando contra el casco de madera. Una vez de vuelta, en la playa se prepara una mesa a la luz de los faroles y el fuego crepitante, con el sonido de fondo del vaivén de la marea de la laguna y la música de Fela Kutì y Ali Farka Touré a través de las bocinas. La cena, normalmente a base de mariscos, incluye solo ingredientes de origen local: un pescado entero recién capturado marinado en salsa de coco con verduras y arroz de coco o linguini con los famosos langostinos del país. En este lugar uno podría quedarse sentado durante horas, con los pies enterrados en la arena, escuchando el crepitar del fuego mientras se contempla el oscuro cielo nocturno. Una noche, sentada bajo las estrellas, mirando las palmeras mecerse sobre mí, pienso en lo irónico que resulta que Sussurro tenga una apariencia tan atractiva en Internet. Encarna todo lo que las redes sociales no son: un lugar que te transporta y te obliga a estar completamente presente y conectado con tu entorno; un solo segundo detrás de una pantalla y podría parecer que te roban la experiencia. Al fin y al cabo, ¿no es eso lo que se busca en un viaje? sussurro.co Más por explorar Llegar a Mozambique es ahora más fácil que nunca. La visa electrónica se ha suprimido y la aerolínea sudafricana Airlink (flyairlink.com) ofrece vuelos directos desde Ciudad del Cabo hasta Maputo, así como desde Johannesburgo hasta Vilanculos. En 2021 abrió sus puertas en la isla de Benguerra Kisawa Sanctuary ( kisawasanctuary.com), una de las propiedades más lujosas del país, con amplias suites de techos de paja que salpican una playa de tonos perlados. En tierra firme, el Parque Nacional de Gorongosa, antaño diezmado por la guerra, se ha renovado con la incorporación de un creciente número de animales, entre ellos licaones, lo que permite disfrutar de un magnífico safari. Además, el parque ha inaugurado el campamento Muzimu Lodge (gorongosa.org), que dispone de seis habitaciones tipo carpa repartidas entre los arbustos. En proyecto también está el Banyan Tree Ilha Caldeira (banyantree.com), un nuevo resort de playa que se ubicará en una isla privada. CENTURION-MAGAZINE.COM
