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Promoción
XXXII 2018
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Promoción XXXII
Este texto, realmente, lo empecé a escribir en el
2015. Desde que los recibí en Segundo de media,
hasta ahora que terminan Quinto, he tenido el
privilegio de ver su desarrollo personal, observar
cómo han ido modelándose como personas y, sobre
todo, como ciudadanos de este país que ahora
los acoge con más incertidumbres que certezas.
Quizá sea ese el camino más difícil de emprender:
el de reconocerse como parte de una sociedad, de
un país, de un mundo, que tiene más preocupaciones
y dudas que posibilidades. Pero confío que están
fortalecidos, más allá de la calma y del cuidado
que siempre quisimos trasmitirles como colegio,
porque los veo grandes y buenos, solidarios y optimistas.
Esa es su marca humana.
Este repaso breve tratará de hacerles mérito,
con el cariño que siempre les tuve y con la preocupación
–me conocen— que algunas veces me desbordó
y no pude sacarme de la cara. Son extremadamente
demandantes y apasionados, su energía
a veces me sometió a su rigor y a ceder a engreimientos
que pensé nunca cumplir, a reventar de
risa cuando tenía que estar serio, a verlos como
mis hijos cuando, antes que nada, eran mis alumnos,
con la neurosis que eso implica. Son la única
promoción que he tenido por tres años, y créanme,
este insospechado privilegio me llenó de vacilaciones
y me hizo sentir sus mohínes y travesuras más
profundamente que con ningún otro grupo.
Pero saben que no ha sido fácil por otras razones,
porque estos tres años fueron tiempos, también,
para disgustarnos como si fuéramos parte de
una familia, que llega a tener poco cuidado al comunicarse,
o acercarse emocionalmente, debido al
pesado yugo de la cotidianidad. Pero sobre todo no
ha sido fácil, porque más allá de su alegría, de sus
increíbles ganas de hacer las cosas bien y tomar
sus propias decisiones con portentosa seguridad,
también hubo resistencia y desconfianza de parte
de ustedes. Las libertades que asumieron tempranamente
los volvieron pequeños dictadores, que
estaban dispuestos más a recibir que a conceder.
Esa pugna adolescente contra la autoridad que a
algunos les costó demasiadas llamadas de atención
y a otros los empoderó con equivocada vehemencia.
No podré quitarme de la memoria las noches
sin dormir velando sus piyamadas, campamentos y
viajes, los inacabables juegos de cachito y UNO, las
pichangas a toda patada en el patio, el tejido día y
noche (incluso durante clase), las conversaciones
triviales y profundas, los poemas y cuentos compartidos
y todos los chistes sin gracia que nos contamos
(sobre todo los míos). Verles actuar, bailar,
correr, saltar, jugar en sí, a veces sin restricciones
ni horarios. Pero sobre todo sentiré de menos sus
sonrisas endiabladas, las que evidenciaban que
estaban a punto de hacer algo en contra todo.
Y así quiero recordarte, Clara, que durante mucho
tiempo batallaste contra la timidez y la discreción,
para convertirte en una joven segura, de
sueños profundos y sonrisa trasparente. Siempre
ha sido un placer compartir contigo, no solo por la
tranquilidad que depositaban tus palabras, sino
por el entusiasmo con el que emprendiste tus proyectos,
siempre con optimismo contagioso y ganas
puras de hacer el bien. Espero que afirmes tus
pasos con el aplomo de la bondad que se desborda
de tu corazón.
Confirmar, querida Cayetana, que ya no estamos
en pelea y que tu luz ahora es más visible para
todos los que sabíamos que tenías un enorme talento,
sobre todo artístico. Aun así, deseo que no
te dejes vencer por el desgano y que las cosas que
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te cuestan no te sometan nunca, porque la vida te
traerá más dificultades de las que esperas. Que tu
sensibilidad te lleve a conocer el mundo y te sirva
de aliento, pero que también entusiasme a los que
veamos a través de tus fotografías la fe recobrada
en la belleza. Sonríe con fuerza y aléjate de los
riesgos que no te hagan más fuerte.
Tener siempre presente tu alegría y voluntad,
estimada Sofía, que serán buenos ejemplos para
los que te sucedan en la escuela. Saber que siempre
has actuado con buena onda, a pesar que a veces
hayas descuidado tu carácter cuando las cosas
no salieron como tú quisiste, lo tengo claro. Eres
una luchadora, una líder buena, que estoy seguro
sabrá hacerse de un lugar en este mundo y contribuirá
a que sea cada vez más agradable.
Que tus enormes ojos y tu sonrisa contagiante
no se apaguen nunca, Emilia, pero también espero
que llegues a controlar tu carácter. Has sido especialmente
trabajadora y comprometida con las
actividades de la promoción, que llevaron tu esencia,
y se concretaron por tu esfuerzo y temperamento,
que sin duda será tu manera de enfrentar
la vida en adelante. Entonces, espero que no solo
logres tus objetivos a punta de fuego, sino que lo
hagas con armonía y risas, porque talento te sobra.
Sabemos que llevarás el estandarte reirrojino
a donde vayas. Mucha suerte.
Estos años, querido Cristóbal, nos han servido
para querernos, odiarnos y volvernos a querer
con igual intensidad. Siempre has dicho tus razones
con fiereza, con absoluta sinceridad, pero
también has sido cerrado a otras formas de pensar,
como las que te apuntábamos en clase y que
siempre buscaron tu cuidado. Quiero que seas
libre y enérgico, pero sin dejar de pensar en todas
las posibilidades. Esto no quita que seas un
muchacho cariñoso, leal y perceptivo con los problemas
de los demás, aunque no tan dispuesto
a mostrar tus propios sentimientos. Con tesón,
has enfrentado tus dificultades y no te has rendido,
así sales del colegio y con eso, estoy seguro,
construirás un futuro acomodado a tus ideales.
Te voy a echar de menos.
Con el alma encendida y con ganas de jugar
siempre, Josué, te vas del colegio con una sonrisa
amplia, dejando atrás nuestros intentos para que
no te distraigas o hagas algún salto mortal. Pero
terminas más tranquilo, habiendo entendido que
el esfuerzo es lo más importante, sin dejar de ser
un tipo bueno que sabe cómo divertirse, logrando
objetivos difíciles de alcanzar, que sé te harán una
mejor persona. Serás un sujeto que va a devorarse
el mundo, para aprender de él, con espíritu libre y
solidario. Ya nos volveremos a encontrar para darnos
un abrazo afectuoso.
Hablando contigo, Alejandro, he descubierto
ese lado reflexivo y pasional que guardas en tu pecho.
Extrañaremos ese espíritu que vincula la intensidad
de un niño pequeño y la profundidad de
un adulto racional, que muchas veces te ha dejado
con más dudas e incertidumbre que tranquilidad.
Así, celebrando tu tierno modo de acercarte al prójimo,
sin dejar la picardía, nos vamos despidiendo.
Solo quedaría decirte que a pesar de que no tengas
las respuestas que crees necesitar para enfrentar
la vida, sé que entenderás que lo importante no
es saber a dónde ir, sino cómo disfrutar del viaje.
Sigue amando con intensidad, no guardes tus miedos
y mantén la mirada alta. Carpe Diem.
Me gustaría decir, estimado Álex, que hemos
cumplido con todos nuestros objetivos, pero siento
que tenemos varias deudas y que la vida nos dará
el tiempo y el espacio para resolverlas y así seguir
compartiendo bromas y cariño. Eres un gran chico,
con una timidez aparente, pero que tiene una voz y
presencia muy importantes para tus compañeros.
Recuerda que el esfuerzo tendrá que ser tu bandera
en todo lo que decidas hacer, sin dejar de lado
la nobleza de tu corazón. Confío en ti, apreciado
amigo; nunca bajes los brazos.
Disfrutar, Bruna, de tu talento artístico, ha
sido más que estimulante. Tienes un mundo interior
vasto y luminoso que poco a poco va sumando
admiradores. Así, espero que no te dejes llevar por
el cansancio o la tristeza, esos miedos que a veces
nos cubren cuando menos los esperamos. Sin
duda harás cosas maravillosas en el futuro, espero
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cas diferentes realidades, siempre con el ojo atento
para los detalles que te ayuden a construir una
realidad mejor. Eres un buen hombre, único, se te
va a extrañar.
Recordaré con cariño las incontables horas que
jugamos cachito, conversando de todo y de nada,
riéndonos con ingenuidad del acontecer del mundo,
buen Claudio. Así como echaré de menos tu
paciencia imperturbable, tus ganas de reír siempre
a pesar de tu ser discreto, hombre forjado con
temperamento de otro tiempo. Pero también espero
que entiendas que el esfuerzo, en cosas que
no siempre nos gustan, y la constancia, también
nos fortalecen. Que tu nobleza sea tu carta de presentación
ante el mundo.
Me emociona verte brillar sobre el escenario, estimado
Sebastián Rabí; el talento que tienes para
la música sé que te llevará lejos. Pero como todo en
la vida, esta virtud que ostentas debe ser cultivada
con esfuerzo y orden. No te dejes llevar por tus miedos
y piensa bien cada uno de tus pasos, alejándote
de los riesgos que no sean productivos. Conoce el
mundo, sueña con alegría y deja volar tu imaginación
siempre. No tengo duda de que dentro de poco
sabremos de tus éxitos, que llenarán de orgullo a tu
familia y a los que te queremos.
Siempre admiré tu energía y buen semblante,
Facundo, sonriendo con facilidad y buscando decir
cosas precisas, bien pensadas. Creo que desde
que llegaste al colegio tu evolución ha sido, año a
año, muy buena, formalizando buenas amistades
y dejando una leyenda luminosa detrás de ti. Estoy
muy agradecido de tu voluntad de ayudar con
compromiso en todo, sin perder el aliento, así hayas
estado cansado por estar saltando mil veces
por los patios. Eres un gran tipo, sigue repartiendo
ese optimismo inquebrantable por el mundo. Mucha
suerte.
Es admirable, querida Camila Patricia, el empeño
que le has metido siempre a tus responsabilidades,
conllevando una vida social, académica y
deportiva a punta de sonrisas y cariñosas muestras
de afecto. Si bien los fantasmas del desánimo
también te visitaron, estuviste firme en tus propósitos
y saliste adelante. Escucharte cada mañana
saludar con tranquilidad y simpatía, a pesar de estar
muy cansada, especialmente me llenaba de optimismo.
No hay duda de que con todo lo que has
mostrado en el año ya estás lista ya para enfrentar
los retos futuros, sin dejar de compartir con todos
esa alegría que te caracteriza.
Puedo decir, Daniela Sánchez, que los rasgos
que te caracterizan son la perseverancia y la
serenidad, virtudes que contagias fácilmente a
tus compañeros. También has demostrado ser
una gran artista y mejor estudiante, sin descuidar
el trato con tus amigos, con quienes te muestras
tierna y comprometida. Si bien aparentas tener
una personalidad dócil, en realidad tienes un temperamento
aguerrido y apasionado, que salta a la
vista cuando te toca ubicarte en el escenario, por
ejemplo. Sigue creciendo, jovencita, ya nos encontraremos
por la vida para saludarnos con alegría.
Apreciada Paloma, tu paso por esta escuela
ha sido un enorme gusto. Sigilosamente lograste
cautivar con tu tierna mirada y tu risa silenciosa,
pero intensa. Por eso eres tan querida y respetada,
porque representas la serenidad que antecede a la
fiesta, el espíritu contemplativo de quienes saben
que van a gozar del mundo sin hacer daño a nadie,
la alegría que mueve a las personas que tienen
el corazón puro. Sigue esforzándote, en ti veo un
gran ejemplo de perseverancia.
Daniela Slocovich, una y mil veces he quedado
sorprendido por tu forma de combinar el cariño,
el optimismo y la decisión. Has sido uno de los
ojos que he buscado cuando las cosas se ponían
duras y siempre encontraba en ellos tranquilidad
y comprensión. Es increíble todo el amor que representas,
esas ganas de salir adelante y disfrutar
del mundo con salud más allá de las adversidades.
Eres una pequeña dama que guarda un león justiciero
en su corazón y eso nos enorgullece.
Tu espíritu misterioso, Lucas, ha contribuido
con erigir alrededor tuyo una leyenda buena sobre
tus atributos. La admiración que tienen tus amigos
por tus virtudes pone en evidencia que tienes un
mundo interior muy rico, que en clase mostraste
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discretamente. Siendo un muchacho de ideas claras
y razones contundentes, a veces fue difícil entrar
en tu forma de ver el mundo, aguardando con
naturalidad que la expresaras. Ahora sé que esa
forma tan reservada y prudente de avanzar en el
mundo solo responde a un ánimo exigente y creativo.
No tengo duda de que nos encontraremos y
compartiremos en el futuro el aprecio por el arte y
la literatura, con la tranquilidad que te caracteriza.
Durante estos años juntos, buen Andrew, te
he visto fortalecerte, haciendo de tus dudas los
fundamentos para ser una mejor persona, sin amilanarse
o retroceder. Así has crecido y ahora que
acabas Quinto de media te veo salir del colegio con
paso decidido y mirada orgullosa, sin dejar de ser el
tierno y educado jovencito que todavía alberga un
gran corazón de niño. Sabes que esta es tu casa,
vuelve cuando quieras, estimado.
No puedo esconder, querido Álvaro, la alegría
de verte grande y, ahora, exalumno de este colegio,
porque reconozco en tus ojos ilusionados las
ganas de vivir y conocer el mundo. Han sido muchos
años que hemos compartido entre abrazos y
juegos, hablando de fútbol y contándonos chistes,
que ya voy sintiendo profundamente tu ausencia.
Sin ninguna duda eres un referente dentro de la
promoción, querido por todos. Que el mundo sea
tuyo, querido, y ven de vez en cuando a saludar. Te
extrañaré mucho.
Detrás de tu gesto severo, Flavia, de tus ademanes
de cansancio, hay un gran corazón que
siempre ha palpitado con el espíritu de una niña
traviesa. Eres una excelente persona, que además
de tener temperamento y voz de mando, sin duda
extenderá la mano con comprensión para ayudar
a quien lo necesite. Eres una jovencita buena, que
cómodamente puede doblegar al espíritu más fiero.
Buena suerte.
Eres una chica extraordinaria, María Fernanda,
que cuando dejó de sentir desconfianza y empezó
a querer, lo hizo con generosidad y entrega.
Ese espíritu apasionado te define, porque como
artista buscas inspirarte constantemente, disfrutando
de la belleza. Esa sensibilidad te servirá mucho
para realizarte como ciudadana, así como para
conocer nuestra realidad con más cuidado que
el común de nosotros. Disfruta de la vida, sé que
compartirás la magia que contiene tu corazón por
donde vayas.
Si en alguien tengo que pensar para querer
comprender cómo van los sentimientos y expectativas
de la promoción, es en ti, Luana. Muchachita
noble, has sido forjada con elementos que son
poco comunes en una sola persona: decisión, esfuerzo,
pasión, solidaridad, seriedad, alegría y prudencia.
Seguro que me quedo corto con la descripción,
ahora que apunto mi último comentario, pero
lo hago con profunda admiración. Sé que el futuro
será distinto contigo, porque no hay duda de que
gestarás movimientos que llamen la atención al
resto, apuntalando tus virtudes como ejemplos,
así es como te recordaremos aquí en tu colegio.
Bueno; muchachos, han sido arduos estos años
compartidos; solo me queda decir hasta pronto.
Diego
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Siempre me ha agobiado la inmensidad que me rodea
y lo insignificante que me puedo llegar a sentir. Todo el
tema de pertenecer me asusta. El cole hizo que me sienta
parte de él. Ahora solo me queda extrañar, como la
nostálgica que soy, la casona preciosa y la buena onda,
porque sé que no habrá nada remotamente parecido.
Si bien a veces soy demasiado cínica, puedo terminar
este comentario diciendo gracias a todos, los quiero
mucho.
Bruna Denegri Serkovic
Daniela Sánchez, Camila Farfán y Noa Puerta.
y me di cuenta de lo importante que es, y será para
siempre, Los Reyes Rojos para mí.
Joaquín Ganoza Céspedes
Durante todos mis años en el colegio siempre pensaba
en lo que sería llegar a Quinto de media. Ahora
que estoy aquí y me toca despedirme, me gustaría
que todo se alargara un poquito más. Siempre voy
a estar muy agradecida por haber estado en Los
Reyes Rojos, aquí crecí y aprendí a ser una mejor
persona, a ser más feliz. El tiempo se ha pasado en
un abrir y cerrar de ojos, aún me cuesta procesar
que ya se acaba esta etapa. Que ya no volveré a ver
a mis profesores de siempre y que dejaré de recorrer
esta casa todos los días. Lo que más voy a extrañar
es estar con mi salón, las personas que más
me conocen. Les tengo un cariño infinito y no me
hubiera imaginado una vida sin ellos. Hay tantos
momentos lindos que he pasado en este colegio
realmente inolvidables. Me da mucha pena cerrar
este ciclo, pero sé que todavía hay mucho por delante.
No me queda otra que despedirme con mucho
amor por todo lo vivido, gracias a todos los que
fueron parte de estos años.
Luana Zavala Vélez
Creo que mirando hacia atrás no hubiera imaginado
que mi escolaridad terminaría y que me sentiría
tan… ¿triste? ¿nostálgica?, no sé cómo expresarlo
bien. Hoy escribo esto sintiendo que los mejores
años de mi vida los he pasado aquí y pensando en
que quizás llegué un poco tarde a esta promoción,
pero a pesar de eso me siento muy parte del colegio
y de la promoción en sí. Me llevo mucho del colegio,
muchísimo más que solo conocimiento y estoy infinitamente
agradecida por eso.
María José Díaz Ávila
Primero quiero agradecer, agradecer a todas las personas
involucradas en mi formación en este colegio
y que siguen formando a otras personas para crear
una mejor sociedad. Hablando con mis amigos de
otros colegios, me he dado cuenta de que soy muy
afortunada de estar en este colegio, realmente no
me imagino en otro lado, y menos con otro grupo de
chicos que no sean mi prom. Aunque a veces no parezca,
todos en esta prom han dejado alguna marca
en todos los demás, hasta los que ya no están por
diversas razones. Aparte de toda la pena y la nostalgia
que me da dejar el cole, me voy muy contenta de
haber conocido a toda esta gente, de haber crecido
junto a todos ellos y en este ambiente de Los Reyes
Rojos, claramente hablando de todo el personal del
colegio que aunque en otras cosas no sea así, aquí
influyen en el crecimiento de cada uno, desde Tres
Sebastián Rabí, Lucas Suárez y Sebastián Palomeque.
9
En lo personal, desde el primer día de colegio, mis
expectativas sobre Los Reyes Rojos fueron totalmente
diferentes, me sentí totalmente perdido. Para
comenzar, con el trato que hay entre los profes y
los alumnos: yo me quedé con la costumbre de decir
“miss” y “profesor”, y acá aprendí que se llamaban
por nombres, un grado diferente de respeto. Ahí quedó
una lección de confianza y libertad. Luego otra
cosa interesante es el arte, acá se fomenta el arte
en general. Esos descubrimientos me hicieron sacar
mi lado más artístico. Y luego de juegos, tanta felicidad
y risas, también hubo momentos de seriedad
en sí, cosas, lecciones de vida, que me enseñaron a
tener seguridad, me hicieron más fuerte (y a estirar
el doble de mi tamaño a cuando ingrese acá) y me
dieron varias enseñanzas que usaré cuando finalice
esta etapa. Para cualquiera que sienta que el colegio
es igual a cualquier otro colegio, piénselo bien,
yo creo que en estos cinco años de secundaria, me
dejó el conocimiento de casi la mitad de una vida. Yo
pensé igual, pero luego me di cuenta de que no todo
es malo, hay compañeros, una prom, un tutor como
Chock que fue el primer profesor que conocí y me
ayudó mucho, y Lucía Olivera, que me motivó cuando
estaba cayendo. También los profesores: Fabio,
me ayudó para ingresar a la universidad estudiando
duro, Luciano me enseñó que no hay que saber todo,
solo lo suficiente. En cualquier colegio los alumnos
estarán a su propia merced o solos, pero acá nadie
está solo, siempre habrá alguien que te ayude a crecer
en algún aspecto, que te levantará cuando te caigas,
que te dará la manzanilla legendaria que cura todas
las enfermedades, alguien que te escuche y con
quien hablar. Aprovechen cada oportunidad positiva
que tengan. Aprendan todo, esfuércense por todo lo
que quieran lograr.
Facundo Ramírez Bravo
¿Cómo empezar a escribir una despedida del lugar
en el que creciste? En la casa en la que vivo ahora,
llevo no más de 8 años; en la casa de Los Reyes, voy
más o menos 13. ¿Cómo despedirse? Parece imposible.
Recuerdo mi primer día aquí: llegué tarde (y eso
que Inicial entraba como a las 9:00 a. m.). Lo primero
que hice: buscar a Sofía, era mi mejor amiga del nido
(la conocí a los 6 meses, se convirtieron en 17 años,
y aquí estamos: alucinante). Mónica y Flora eran las
tutoras. Es impresionante pensar en tu primer día
cuando ya estás casi en el último.
Primaria en Los Reyes Rojos fue una aventura.
Pese a que son solo seis años, parecía que nunca se va
a acabar. A esa edad, la inocencia no te hace consciente
del tiempo. Todo parece eterno; tus profesores (los
verás igual al año siguiente), tus amigos (crecen juntos,
por lo que ni siquiera se percatan de que lo están
haciendo), los viajes y campamentos (siempre está el
“a dónde iremos el próximo año”). Cuando pienso en
la primaria que pasamos, lo primero que me viene a la
mente es el viaje a Chanchamayo
(lindo).
Es increíble que nos
estemos a punto de
graduar, es increíble ver
cuánto hemos cambiado,
cuánto nos hemos llegado
a conocer. Gracias a
todos por aguantarnos,
por aguantar las quejas,
peleas y castigos. Pasamos
cosas y conocimos
gente en este lugar, que
no encontraríamos en
ningún otro lado. A pesar
de todo, las experiencias
buenas —como siempre—
superan a las malas, y de
ambas se aprendió algo.
Muchísimas gracias, Reyes
Rojos, por ser una
casa para nosotros y
Facundo Ramírez, Álex Cerdán, Claudio Quijano y Cristóbal Carbajal.
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darme la oportunidad de estar con gente tan paja.
Gracias, prom: nos vamos del cole. Los quiero.
Emilia Ballumbrosio Gianella
Muy variados y buenos recuerdos en este colegio,
buenos recuerdos de todo… Gracias por todo.
Cristóbal Carbajal
Adiós al portón verde, tan gigante, que me vio desde
que ni yo tengo recuerdo. Un recuerdo de la calle
Cajamarca y un Día del Niño, pintando en la vereda.
Otro de las piyamadas, de las búsquedas del tesoro
en las que mi grupo siempre perdía. Adiós a los campamentos
(que decía que disfrutaba tan poco pero
todos sabemos que fue de lo que más disfruté).
Adiós a las charlas con Lale que creo que llegó en el
momento exacto de mi adolescencia, para no solo
enseñarme a pensar en cosas totalmente nuevas
en la clase de Filosofía, sino porque también siempre
estuvo ahí para hablar conmigo, como Fabio.
Adiós al salón de Quinto de media, el que más disfruté,
adiós a mi carpeta, a la gotera, a mi desordenado
casillero. Adiós, abrazos de Chebo. Adiós a las
travesuras, a las más divertidas travesuras. Adiós a
la sala de arte y a la de cine, donde pasé los mejores
momentos. Adiós a echarme bajo el sol en los recreos,
al pan con pollo de Marina y a la reciente canchita.
Y tal vez si hubiera aprendido a valorarlo antes, la
habría pasado mejor en el momento, aunque ahora mis
recuerdos son con mucho cariño. Pero como dijo una
vez el gran Lennon: “La vida es aquello que te va sucediendo
mientras estás ocupado haciendo otros planes”.
Gracias por todo lo que enseñaron durante estos doce
años de mi vida, que fueron más que simples momentos.
Gracias por enseñarme a respetar, a valorar y a ser
valorada. Gracias a mis amigos. Por último, adiós a todos
mis queridos profesores y a mi amado colegio.
Cayetana Antón Chirinos
Segundo grado de primaria fue cuando llegué a Los
Reyes Rojos. Ahora me encuentro en Quinto de media;
diez años han pasado como uno. Pero al fin y al
cabo aquí es donde he pasado bastantes horas de
mi vida, y más allá de lo académico, aquí es donde
he crecido y me he desarrollado como persona. Estar
feliz, pero a la vez triste de acabar el cole, es un sentimiento
difícil de explicar. Quisiera darles un enorme
gracias a cada uno de los profesores que me han consentido
a lo largo de estos años, han sido lo máximo.
Leonardo Lewis Denegri
Llegué aquí en Cuarto de media, venía de un colegio
totalmente diferente en donde la relación con los
profesores era muy lejana, donde solo importaba
tu desempeño académico, que parecía una burbuja
alejada de la realidad.
En mi primer día estaba nervioso, creía que iba
a ser el típico nuevo que se sienta en una esquina
y no habla con nadie, pero cuando entré casi al instante
todos los de mi promoción me hablaron y se
presentaron, cosa que no pasa en otros colegios.
Aquí, al poco tiempo, llegué a sentirme parte del colegio
gracias a la sensibilidad y empatía con la que
me trataron.
Este colegio sin duda es diferente a los demás,
aquí el objetivo es crear buenas personas en un ambiente
libre y acogedor y valoro eso muchísimo.
Y ahora estoy aquí escribiendo mi despedida. Todos
los buenos amigos que hice, los recuerdos compartidos,
y me entristece que cada día se acerque
más el fin de esta etapa de mi vida, que sin duda alguna
voy a extrañar mucho.
Rhonzo Olaechea Giuliano
En mis catorce años aquí aprendí a conocerme a mí
misma, con ayuda de los profesores, que me ayudaron
a analizarme como persona; aprendí a ser más
consciente de los que me rodean, de mí y de quienes
ni siquiera conozco, me enseñaron a ser humana
o seguir intentando y reírme en el camino, donde
sea que este vaya. Todo lo que sé viene de aquí: mi
manera de ser, de pensar, mis ambiciones y ganas
de lograr todo lo que propongo y mi enseñanza de
límites y libertades, que creo es una de mis cosas
favoritas del cole. Ahora estamos despidiéndonos
y nos toca a todos caminar por nuestra cuenta. El
apoyo de hermanos que tenemos aquí no se encuentra
en otro lado, no en colegios, ni universidades,
ni en esta vida tal vez. Ya todos conocemos
nuestros defectos y atributos, y con eso da pena
alejarse, somos familia y hemos estado juntos desde
que tengo memoria. Se siente hasta injusto solo
poder despedirse en varias líneas, en palabras en sí
que parecen no alcanzar para explicar el sentimiento
de dejar esta casa, mi casa, que tiene toda la buena
vibra de los profes y todos los que trabajan aquí.
En esta parte solo queda agradecer por lo vivido y
tener siempre en mente todo lo que el cole me ha
dado. No sé dónde encontraré un lugar que me acoja
así, que nos abrace como lo hace Los Reyes Rojos.
Sofía Bernales Staeheli
15
Palabra de padres
Faltando pocas semanas para que Leonardo cierre
esta etapa tan importante de su vida, que abrimos
cuando él tenía ocho años, son muchas las palabras
de reconocimiento que tenemos para Los Reyes
Rojos por haberse mantenido leal a los principios
y al sentido de misión que animaron el colegio
desde su fundación.
Leonardo llegó al colegio en Segundo de primaria,
chapurreando apenas el castellano y bastante
ajeno al ambiente y la idiosincrasia de la ciudad.
Había razones para esperarse algunos baches en
el camino, pero si los hubo, no los sentimos. Despertaba
por las mañanas contento y con las mismas
ganas de ir al colegio, y si por alguna razón
tenía que faltar, reclamaba para que lo dejáramos
ir. Así fue desde el primer día.
Siendo un colegio chico –y creo que mantenerlo
así es parte de su magia– todo el mundo ahí parecía
conocerse bien, y cuando por acaso se encontraban
en las calles de Barranco o de Miraflores, se
saludaban con auténtico cariño y usando el nombre
propio de cada uno. Me parece que esta es una
señal de que el colegio ha logrado cuajar el sentido
de comunidad que tuvieron sus fundadores y
que tanta falta le hace ahora a otras instituciones
de nuestra ciudad y de nuestro país. Comunidad
que se extiende fuera de los muros del colegio en
el cultivo permanente del amor por la diversidad
de culturas, música y danzas peruanas, y en el férreo
compromiso de profesores, promotores, trabajadores
y alumnos de viajar, año tras año, para
seguir descubriendo todos juntos los rincones escondidos
y privilegiados de nuestro país.
Fueron pasando los meses y los años, y Leonardo
fue creciendo en un ambiente de inclusión y
respeto al otro, donde las chicas y los chicos aprendían
a confiar en sus propias y singulares capacidades,
desde unas simples dominaditas frente al
jurado de Sexto grado, hasta el diseño y ejecución
de un trabajo de investigación de principio a fin en
Quinto de media. Para lograrlo ha sido clave la insistencia
del colegio, aun si a veces contra viento
y marea, en el desarrollo de un espíritu de colaboración
antes que de competencia, lo que en el
mundo de hoy resulta una lección permanente no
solo para los alumnos, también para sus madres y
padres.
Es por todo ello que hoy nos preparamos para
una despedida triste pero con la firme esperanza
de que ese diario educar humanista y luminoso,
que es el legado de Constantino Carvallo, seguirá
irradiando desde el mundo que nuestros hijos e
hijas logren construir mañana.
Francesca y Mark,
mamá y papá de Leonardo Lewis Denegri.
16
Cuando mi hija Laura cumplió tres años, la inscribimos
en el nido frente a la casa, uno de monjas,
y de allí la tuvimos que rescatar a los pocos días.
Cuando dejó el nido La Escalerita, pensé mecánicamente
en llevarla al colegio de donde conseguí
salir. Pero nos hicieron problemas (no estaba
desde Inicial y más pretextos), los cuales al final le
ahorraron ir al colegio adonde por años tuve que ir,
cada mañana, con uniforme y ánimo plomos. Kike
Sánchez me sugirió que hablara con Ruth para inscribirla
en Los Reyes. Lo pensamos con Myriam, y
entró a Los Reyes Rojos, un colegio que conocíamos
de oídas. Es difícil pensar en la educación de
los hijos, a veces hay planes preconcebidos, a veces
se va viendo. Sabíamos de colegios llamados
alternativos, el Encinas, el Atusparia, la Casa de
Cartón, el San Felipe. Los Reyes tenía cierta fama,
buena o mala dependiendo de quién hacía los comentarios.
La primaria transcurría bien, no se usaba uniforme,
la movilidad era buena, pero aparecían los
horarios de talleres y había que desplazarse desde
Jesús María; entonces nos mudamos a Barranco.
Es muy diferente cuando el colegio está dentro de
la ciudad, en un barrio –y más precisamente en Barranco–,
a que esté ubicado en lejanos vecindarios
residenciales de calles vacías, donde pareciera que
solo se reside. Íbamos al colegio a diario, a llevar y
a recoger a Laura, a Claudio más adelante, y siempre
sorprendía el ambiente familiar, entre papás,
mamás y profesores, entre alumnos y profesores
sobre todo, entre alumnos y la gente que trabaja
y apoya en el colegio, quienes van con ellos en los
viajes y campamentos que Los Reyes Rojos organiza
y en los que viaja todo el colegio. Al comienzo
temíamos esos viajes, después nos fuimos acostumbrando
un poco, se nos iba ocurriendo que tal
vez nuestros hijos sentían más pena por nosotros.
Claudio empezó a ir no oficialmente a Inicial con
Mónica cuando tenía 2 años. Después le tocó quedarse
de verdad, sabiendo que su hermana estaba
por ahí en el otro patio. Ha sido libre en su vida escolar,
no tiene idea de cómo son otros colegios en
los que, como varios, no hubiera durado tal vez ni
un año. Lo mismo les pasa a los demás, imagino,
se saben queridos por sus profesores, por la gente
que apoya en las diferentes áreas, por otros papás
y mamás. No hay ese temor: “(¡Uy, ya llegó el profesor!),
todos de pie, ¡silencio!”, etcétera.
Cuando Laura estaba en Quinto de media murió
Constantino, su tutor ese año. Antes les había
enseñado Filosofía y Plan Lector, pero sobre todo
les explicó el mundo, las relaciones entre sus pares,
un sentido de libertad y de hacerse cargo de
las cosas. Le debemos eso y más. Sentimos que es
lo que el colegio transmite, le ha servido a nuestros
hijos. Antes de eso, la idea de colegio me era
indiferente, pasé por algunos, nunca me había
puesto a pensar en el director de mi colegio: falla
mía. Conocemos a varios exalumnos de los Reyes,
de varias promociones. En general comparten esa
cosa vivida entre ellos, como los exalumnos de
otros colegios regresando con sus hijos a matricularlos,
pero diferente, podría decirse una intimidad
casi cotidiana. Se despidieron en Quinto de media,
¡pero se siguen viendo siempre! Como en las clausuras
y presentaciones donde siempre un sentido
de comunidad está en el aire, y uno regresa a casa
agradecido de haber estado ahí para vivirlo.
Piero Quijano,
papá de Claudio Quijano Vergaray.
17
Los pequeños de Inicial investigaron este año los
animales y quedaron fascinados con lo que encontraron.
Aquí, una selección de sus descubrimientos sobre
reptiles, aves, peces, mamíferos y anfibios.
¿Cómo aprenden a nadar los peces?
Les enseña su familia en la profundidad del
mar, para que no se los coma el tiburón.
Laura Mélinchon, Tres años.
Aprenden moviendo sus colitas, su mamá les
enseña para escapar de los peces que se los
comen.
Fátima Maestre, Tres años.
Les enseña su papá, usando su cola y sus
aletas en el fondo del mar.
Aurelio Castagnola, Tres años.
Axel Griffiths, Tres años.
Alina Villarán, Tres años.
Yo vi nadar a un pez nadando como un
tiburón. El tiburón nadaba con las aletas
arriba y así no se hundía.
Joaquín Carvallo, Tres años.
Aprenden a nadar con sus aletas y buscan
peces pequeños para comerlos en el fondo
del mar.
Camilo Quintana, Tres años.
Alma Aguado, Tres años.
18
Guillermo Montesinos, Tres años.
¿Dónde viven las ballenas?
Viven en los acantilados del mar, y en las
superficies toman aire. Tienen uno o más de
diez hijitos y toman la leche de su mamá.
Francisco Lamadrid, Tres años.
Fernando Belaunde, Tres años.
En el fondo del mar y se pasean en la
superficie. Se alimentan de algo pegajoso y
verde.
Sacha Centurión, Tres años.
Leo Berninzon, Tres años.
Enzo Malatesta, Tres años.
Facundo Márquez, Cuatro años.
19
Octavio Gamboa, Tres años.
Bernardo Portocarrero, Cuatro años.
Adivinanzas de animales
Leia Peirano, Cuatro años.
Es un animal ágil y tiene cola larga. (La mamba
negra)
Gael Palma, Cuatro años.
Tiene cuerpo largo y se arrastra. (La serpiente)
Cristóbal Alexander, Cuatro años.
Nada en el mar, parece una babosa y vive en
los corales. (La morena)
Julián Aller, Cuatro años.
Vive en el agua y a veces salta. (El pez)
Henar Guzmán, Cuatro años.
Marcelo Uccelli, Cuatro años.
Es verde, salta, tiene boca, patas, cabeza y
atrapa moscas con su larga lengua. (El sapo)
Lara Malachowski, Cuatro años.
21
Julia Horna, Cinco años. Serpiente.
Isabel Cabrera, Cuatro años.
Izar Garbizu, Cuatro años.
Asiri Mujica, Cinco años. Caimán.
Nada pero no vive en el mar, vive en el río.
Está debajo del agua o descansando en el
sol. (El cocodrilo)
Blas García, Cuatro años.
Julieta Barragán, Cinco años. Cocodrilo.
Vive en el río y es pequeño. No tiene el color
de los cocodrilos porque es medio gris. (El
caimán)
Amaru Del Valle, Cuatro años.
22
Tiene melena y siempre cree que es el rey y
todos los animales de la sabana le temen. (El
león)
Cristóbal Declercq, Cuatro años.
Ruge cuando está molesto, camina, pelea y
tiene melena. (El león)
Paz Velásquez, Cuatro años.
Camina lento, tiene caparazón y le gusta
estar entre las plantas. (La tortuga)
Maia Perla, Cuatro años.
Alejandro Montero, Cinco años. Salamandra.
Gabriel Vidal, Cuatro años.
Camila Piqueras, Cinco años. Hipopótamo.
Tiene caparazón y camina lento. Se puede
esconder, tiene cuatro patas y es un reptil.
(La tortuga)
Adrián Bryce, Cuatro años.
Vive en la granja, se come en “Belisario” y su
papá es el gallo. (El pollo)
Franco Figueroa, Cuatro años.
Nace de la gallina, tiene pico anaranjado y
sale del huevo. (El pollo)
Cristóbal Flores Guerra, Cuatro años.
Valeria Ormachea, Cuatro años.
Tiene patas largas, puede saltar alto y sus
hijos son pequeñitos. (El sapo)
Santiago Diez Canseco, Cuatro años.
23
Matías López, Cinco años. Pez globo.
María Peirano, Cinco años. Escarabajo.
Los narvales tienen un cuerno que no es un
cuerno, es un colmillo. Pueden nadar 485 metros
para abajo.
Emma Arce, Cinco años.
La chita es un mamífero porque nace de la
barriga de su mamá. La chita es el animal más
veloz. Se puede confundir con el leopardo y
el jaguar. Comen gacelas y tienen manchas
negras.
Victoria Cillóniz, Cinco años.
Yago Rafael, Cinco años. Abeja.
Las serpientes cascabel nacen de huevos. Tienen
veneno en sus dientes y lo usan para envenenar
a los que se acercan a ella. Si te come, te
envenenas. Tiene un cascabel que pone en alerta
a los demás animales.
Fátima De Gennaro, Cinco años.
La anaconda es constrictora y es verde oliva con
manchas negras. Comen peces, aves, jaguares,
caimanes y cocodrilos.
Sebastián Gonzales, Cinco años.
Valentino Di Negro, Cinco años. Hormiga.
La iguana puede llegar a poner 30 huevos al día.
Se separan de sus padres a los 50 años y viven
hasta los 80 años. Debajo de su cuello tienen una
papada. Los machos pueden medir más de dos
metros.
Pedro Hinojosa, Cinco años.
24
Thiago Escandón,
Cinco años. Tiburón.
El leopardo sube a sus presas a un árbol para que
las hienas no las alcancen. Mientras nada por el
agua es capaz de cazar peces o cangrejos. Los
leopardos son familiares de los tigres, leones y
jaguares. Los leopardos se quedan con su mamá
solo un año.
Emilio López, Cinco años.
El tigre de bengala es carnívoro porque come
carne. Es de color anaranjado con negro, también
existen algunos blancos con negro. Nacen de la
panza de la mamá. Los tigres de bengala están en
peligro de extinción, por eso debemos cuidar su
hábitat.
Martina Márquez, Cinco años.
La mariquita es un insecto, tiene seis patas. Tiene
puntos negros y su caparazón es rojo. Algunas
mariquitas vuelan. También, hay muchos aretes
de mariquitas.
Lola Marroquín, Cinco años.
Mariano Flores, Cinco años. Pulpo.
Los saltamontes hembras son más
grandes que los machos. Se alimentan
de hojas y de hormigas y pueden llegar a
medir más de doce centímetros. Pueden
ser de color verde, rojo, marrón o amarillo.
Diego Mélinchon, Cinco años.
Ramiro Franco, Cinco años. León.
Los cangrejos son crustáceos y se pueden
llamar decápodos porque tienen diez
patas. No tienen huesos.
Catalina Ortiz, Cinco años.
25
Julieta Krumdieck, Cinco años. Mariposa.
Adriana Rivera, Cinco años. Tortuga marina.
Los delfines viven en todos los mares del mundo.
Su sangre es caliente. Los delfines nacen de la
panza de su mamá. Las crías de los delfines no se
separan de sus mamás hasta más de seis meses.
Los delfines son amables con las personas.
Azul Peirano, Cinco años.
Hay muchas aves, pero las águilas son muy
territoriales en su hábitat: el cielo. Hacen sus nidos
en los árboles y nacen de huevos. Son ovíparos.
Cuando son bebes no tienen tantas plumas pero
poco a poco le van saliendo. También, tienen un pico
poderoso y garras para cazar a sus presas y llevarlas
al nido. Viven al sur de Norte América. Las águilas te
aplastan con sus garras hasta perforar tu brazo.
Luka Page, Cinco años.
El puma está en peligro de extinción. Solo los
pumas ronronean. Son de color amarillo. Nacen de
la barriga de su mamá, por eso son mamíferos. Los
pumas son carnívoros.
Ezequiel Ponceleón, Cinco años.
El jaguar es el tercer animal más grande. Tiene
manchas negras o marrones. Su piel está cubierta
de pelos que pueden ser anaranjados o amarillos.
Nacen de la barriga de su mamá.
Julieta Ramos, Cinco años.
La araña no es un insecto, es un arácnido. Todos
los insectos tienen seis patas y las arañas, ocho.
Tejen su hogar y se llama telaraña. Nacen de
huevos y ponen muchos. La araña come moscas
y las pega en su telaraña. A algunas personas las
asustan.
Vasco Vásquez, Cinco años.
Kaya Fromm, Cinco años. Cobra real.
26
En nuestra sección de Primaria, encontramos
dibujos, cuentos, poesías y divertidas
adivinanzas; también paseamos por el colegio y
nos vamos de viaje a Casma. Además, nos hace
una breve visita nuestro querido Pirata Sam.
Amil Mikati, Primer grado.
Salvador Fernández, Primer grado.
Santiago Rivera, Primer grado.
Alonso Pestana, Primer grado.
Elias Ponceleón, Primer grado. Borja Sarmiento, Primer grado.
27
Come pescado, sube al tejado y no le gusta
que le jalen el rabo. ¿Quién es?
El gato
Paula Ballumbrosio, Segundo grado.
En un rincón de mi clase estoy yo colocado. Acudes con los
papeles que no te sirven de nada. ¿Quién soy?
El tacho de basura
Catalina Hinojosa, Segundo grado.
Keira Sánchez, Primer grado.
La noche es mi día y el día es mi noche.
Soy un ave y vivo en los árboles.
¿Quién soy? El búho.
Josefina Cruzado, Primer grado.
Cuando pasa sienten admiración y me quitan. Cuando
necesitan dinero, me pasan y cuando tienen frío o hace sol,
me ponen. ¿Qué soy?
El sombrero
Beñat Garbizú, Segundo grado.
Aitana Soto, Primer grado.
Alba Grimaldi, Segundo grado.
Autorretrato. Leonardo Roose,
Segundo grado.
Kaela Sánchez, Segundo grado.
28
María O'brien, Primer grado.
Francesco Bellini, Primer grado.
Pon, pon y termina.
Ja, ja si no lo adivinas.
¿Quién soy?
Japón
Noah Fromm, Segundo grado.
Illari Guzmán, Segundo grado.
Los Invencibles
Campamento. Cristóbal Caparó, Primer grado.
Liam Clément, Primer grado.
Hace muchos años, Lentenium y Frankesnium
estaban conversando y de repente ven un punto
verde en el cielo. Cada vez, este punto verde se
hacía más grande. Y se dieron cuenta de que era
una babosa con un ojo. Era Ogenium. Se hicieron
amigos.
Dos años después, se abrió un portal y
apareció un dragón llamado Kier quien lanzó un
poder mágico al cielo para encontrar a Lentenium,
Frankesnium y Ogenium. Estaban en medio de
una ciudad llamada Súper City. Kier les tiró una
bola de fuego y los superhéroes la esquivaron.
Frankenium sacó su hacha y pelearon cuatro
horas. Ogenium tiró un rayo láser poderoso de su
ojo, lo que hizo que Kier se debilitara. Lentenium
le tiró otro rayo láser.
Finalmente los Invencibles ganaron la pelea.
Cuidaron a todos en la ciudad.
Emilo Aramburú y Emil Arrarte, Segundo grado.
29
El pescador y la sirena
Había una vez un pescador llamado Pedro que
vivía en una cabaña de la playa Arena Blanca. Él
salía a pescar todas las mañanas muy temprano
con su caña color blanco y negro. Pedro no era un
buen pescador, su mayor pesca fue un pulpo de
veinticuatro centímetros.
Un día salió a pescar con mucho ánimo pensando
que iba a pescar algo gigante. Después de lanzar el
anzuelo sintió algo muy pesado, pero se dio cuenta
de que la cuerda se había enganchado en dos rocas
enormes y jaló y jaló pero la caña no salía. Intentó por
horas y decidió sumergirse a buscar su anzuelo. Cuando
se lanzó al mar se encontró con una sirena, y del susto
salió rápido del agua. La sirena lo siguió y lo saludó muy
amablemente. El pescador le contó lo sucedido y le
pidió que lo ayudara a sacar el anzuelo. La sirena lo hizo,
se hicieron amigos y ella le dio unos trucos para que
lograra convertirse en un buen pescador.
Mariano Ingunza, Tercer grado.
Valeria Recavarren, Tercer grado.
La nueva amiga de Emma
Había una vez una niña llamada Emma que se fue
de viaje a Myanmar, que queda en Asia. Ella fue
con sus papás a vivir por un mes y se quedaron
en una casa misteriosa. Era una casa antigua,
con poca iluminación y los muebles eran muy
grandes. Nadie sabía que en el baúl de madera
que estaba en el pasadizo de la casa se escondía
una vampirita.
Un día Emma, como era muy atrevida,
abrió el baúl y vio a la vampirita que estaba
durmiendo. Se prometió que no diría nada, pero
la señora que trabajaba cuidando la casa lo vio
todo y se lo comentó a sus padres. Los padres
abrieron el baúl y la vampirita se despertó.
Comenzaron a atacarla lanzándole dientes de
ajos y abrieron las ventanas para que entrara
la luz y espantarla, pero la vampirita cerró la
tapa del baúl lo más rápido que pudo y por más
que los papás de Emma jalaban no pudieron
abrirlo. Los papás se quejaron con el dueño de
la casa de que tenían una plaga de vampiros y
los dueños de la casa insistían que no tenían
ninguna plaga, entonces se armó un escándalo
y decidieron regresar a Perú.
La siguiente noche, cuando todos estaban
dormidos, la vampirita le dejó una carta a cada
uno y un dibujo que hizo con las cosas que
tenía en el baúl, explicándoles por qué estaba
en la casa y que no era mala como ellos creían.
A la mañana siguiente Emma leyó la carta y
fue a ver a la vampirita. Emma abrió el baúl
y la vampirita se asustó pero Emma le dijo
“Tranquila, no te asustes, leí tu carta y recibí
tu dibujo. ¿Cómo te llamas?” y la vampirita
respondió “Samay, me llamo Samay”. “Samay,
no parece que eres mala, más bien me gustaría
ser tu amiga”, dijo Emma y conversaron por
horas. Desde ese día se convirtieron en mejores
amigas y cuando regresaron a Perú llevaron el
baúl de madera donde escondida viajó Samay, la
vampirita.
Emilia Bravo, María José Vargas
y Francesca Ceruti, Tercer grado.
30
Marco y su deseo
Marco es un niño de diez años al que le encanta el
fútbol. Marco vive en Barcelona y su deseo es jugar un
partido en el estadio Camp Nou, que es el más grande
de Europa.
Un día el entrenador del taller de su colegio le dijo
“Te convocamos para un partido contra otro colegio” y
le dio su camiseta. Marco se puso muy contento.
Al día siguiente, fue a su colegio y se encontró
con su entrenador y el resto del equipo en la banca
de suplentes para que les dijera en qué posición iba
a jugar cada uno. Llegó el otro equipo y empezaron
a entrenar. Empezó el partido y Marco estaba de
suplente, el otro equipo metió dos goles y en el
Maximiliano Gianella, Tercer grado. minuto setenta el entrenador hizo un cambio y Marco
entró al juego como delantero. Por más que se esforzó
mucho, no pudieron cambiar el resultado. El partido quedó 2 a 0 a favor del otro equipo. Todos los niños
del equipo de Marco se fueron tristes a casa. Esa noche, Marco no durmió pensando en lo que podía
hacer para que su equipo gane los siguientes partidos y recordó lo que el entrenador les dijo una vez:
“Solo practicando mejorarán”. Al día siguiente les dijo a sus amigos que debían entrenar cuatro horas
todos los días para estar preparados para el siguiente partido y todos aceptaron.
En los siguientes partidos les fue muy bien, el equipo sabía que debía esforzarse mucho para tener
buenos resultados. Si Marco sigue entrenando y mejorando su juego, de seguro que cumplirá su deseo
de jugar en el Camp Nou algún día.
Sebastián Rouillon y Leonardo Mera, Tercer grado.
Mara Osorio, Segundo grado.
Inés Reaño, Segundo grado.
31
El Dragón Sirel
Había una vez un dragón muy malo llamado Sirel.
Le gustaba robar niños para obligarlos a jugar con
él porque los demás dragones le tenían miedo. Los
juegos favoritos de Sirel eran Chapadas, Encantados
y Monopolio.
Un día, un niño llamado Carlitos, que fue
secuestrado por Sirel, escapó por el reino de
los dragones y se dio cuenta de que todos eran
amigables con él. Les preguntó por qué no jugaban
con Sirel y contestaron que él era un dragón muy
callado y que nunca habían jugado juntos. Entonces Tristán Peña, Segundo grado.
Carlitos les propuso presentárselo para que se
conozcan.
El niño fue a buscar a Sirel, quien al verlo lo abrazó
fuertemente y le explicó que él sólo buscaba compañía para
jugar. Así fue como Carlitos logró que Sirel se hiciera amigo de
los otros dragones y comprendió que ya no era necesario robar
niños. Todos vivieron felices para siempre.
Cano Lúcar y Olivia Gálmez, Segundo grado.
El agente 0080S y el caso de la mosca mutante
Eran las 10: 34 a. m., estaba en mi departamento y… ¿por qué
estoy en mi departamento? ¡Porque estaba en un caso! (ta ta ta
tan ta ta ta tan) ¡Una mosca mutante!
Eran las 10:46 a. m., algunos comentaban que habían visto
a una mosca con brazos y piernas, no se sabía quién la había
creado. Algunos decían que había sido la madre naturaleza,
otros decían que era un accidente radioactivo, pero yo pensaba
que podrían ser cualquiera de los dos.
Bueno, sigamos, primero fui adonde estaba el tipo de las
cámaras, Carl Mcfly. Yo deseaba ver algo en ellas. “Puedo ver tus
cámaras, Mcfly” (claro, eran muchos los que las veían), pero yo
observé unas ¡alas transparentes! Y no sé por qué, pero cuando
iba a contarles lo que había visto, alguien me noqueó. Caí al
suelo, no recordaba absolutamente nada.
Después de unas horas, ya recuperado, intenté nuevamente
ir a ver a las cámaras, pero esta vez no vi nada. Fue extraño,
nadie recordaba nada de lo que había ocurrido. La mosca
mutante había desaparecido y yo no lo podía creer. Al final,
después de muchos intentos, no pude descubrir nada más y me
dediqué a ser un detective privado. Fueron muchos los casos
que resolví y hasta famoso me volví.
Bruno Caracchini, Cuarto grado.
Autorretrato. Julia Hare,
Segundo grado.
Renzo Huamán, Cuarto grado.
32
Mis dos perros
Emilio Dezar, Segundo grado.
Hace mucho tiempo, cuando yo era pequeña, me mudé a
un pueblo grande y me encontré con dos perros. Eran dos
perros hermosos, de color marrón y de tamaño mediano.
Yo los llamé Bufón y Ramona.
Mis perros eran muy juguetones, amigables y
divertidos, les gustaba jugar a la pelota y tener aventuras.
Les encantaba comer fresas y, sin que yo me diera cuenta,
se daban vueltas por el barrio para robar las fresas que
vendían en los puestos del mercado.
Un día, hubo una gran fiesta del pueblo y los vestimos
muy elegantes. Cuando llegamos, Bufón y Ramona vieron
que la mesa central estaba adornada con fresas rojas,
jugosas y grandes. Sintieron mucha emoción por comerlas
y saltaron a la mesa, caminaron por encima de toda la
comida, rompieron la mesa y arruinaron la fiesta. Todas las
personas del pueblo se molestaron.
Yo les dije que eran unos perros muy malos. Ellos me
miraron con una carita muy tierna y yo los perdoné. Pero
ya nadie en el pueblo quería verlos así que tuve que hablar
con el alcalde para que los dejen quedarse en el pueblo
conmigo y mi familia. Luego de un largo juicio perruno, las
personas del pueblo los perdonaron con la condición de
que mis dos perros aprendan a cultivar sus propias fresas
y todos vivimos felices para siempre.
Malena Carpio y Uma Baca, Segundo grado.
Valentina Álvarez, Segundo grado.
Mi papá
Mi papá se llama Gerardo. Él es jovial.
Tiene ojos marrones. Su cabello es
también marrón y no tan corto. Le gusta
comer carne. Es deportista, le gusta el
fútbol y usa la elíptica. Es buena gente
porque ayuda a los demás. En su trabajo
él es el jefe y revisa que las mineras no
contaminen el medioambiente.
Benjamín Leunda, Segundo grado.
Los niños y las brujas
Había una vez cuatro niños llamados Joaquín, Tomás, Leo
y Jorge. Ellos estaban jugando fútbol y Leo pateó la pelota
tan alto que cayó en la casa de tres brujas. Los cuatro
chicos fueron a recoger la pelota, tocaron la puerta y las
brujas los atraparon en una jaula. Intentaron escapar, pero
las brujas los convirtieron en gatos.
Los niños encontraron el antídoto y la única salida, que
era por el techo. Así que usaron sus habilidades gatunas,
salieron de la jaula, treparon al techo y tomaron el
antídoto. Todos volvieron a convertirse en niños, lograron
escapar y fueron felices por siempre.
Hania Malachowski, Segundo Grado.
33
La sala de cine
Me gusta porque puedo ver películas con mis
compañeros que es algo que normalmente no hago.
La sala de cine es pequeña y acogedora, los asientos
son butacas, no son como las sillas del aula. Me gusta
mucho tener cine dentro de mi escuela.
Gino Tejeda, Tercer grado.
Ángelo Salas, Cuarto grado.
La biblioteca
Es un lugar bastante tranquilo y es muy cómodo. Ahí
me puedo sentar o echar a leer. Hay libros para todos
los gustos y de todos los tamaños. Me gusta que
puedan prestarme los libros para llevarlos a casa. A
veces puedes ir con amigos, pero no debes hacer ruido.
Salvador Castro, Tercer grado.
El patio del toldo
Sala de arte. Montserrat Planas,
Primer grado.
Ahí puedo jugar en equipo con niños de otros salones.
Jugamos fútbol, vóley y matagente que es divertido
porque jugamos con los profesores. Es el patio más
grande donde hacemos asamblea y nos cuentan las
cosas que pasan o pasarán en la escuela y podemos
participar, escuchan nuestras ideas.
Cristóbal Sevilla, Tercer grado.
La sala de arte
Hay muchos materiales para pintar y dibujar.
Aprendemos técnicas para hacer bonitos los trabajos.
Hay varias mesas unidas que parecen una sola mesa
grande donde entramos todos como una familia. Me
gusta trabajar con arcilla y pintura acrílica. Hay un
espacio con un proyector donde nos enseñan sobre
artistas, hay que subir unas escaleras, es un lugar
pequeño y acogedor.
Sala de arte. Vicente Bravo, Primer grado.
Aylen Zapata, Tercer grado.
Sala de video. Lía Uccelli, Primer grado.
34
Carlos Yábar, Quinto grado.
Aurelia Álvarez, Segundo grado.
Santiago
Mi hermano Santiago es alto, flaco y tiene el
cabello corto. Es feliz y cariñoso conmigo aunque
algunas veces se molesta. Le gusta el fútbol. Sus
comidas favoritas son los tallarines verdes y los
rojos. Disfruta ir a la playa. Yo quiero mucho a mi
hermano.
Ignacio Roose, Quinto grado.
Ariana Miranda, Segundo grado.
Mi mamá
Ella tiene ojos marrones y usa anteojos. Su
cabello es negro y corto. Es feliz y le gusta cantar.
Es muy cariñosa y paciente conmigo. Me gusta
que pasemos tiempo juntos, jugando y paseando
en la moto. Así es mi mamá.
Benjamín Rejas, Segundo grado.
Manuel Ignacio Fernández, Quinto grado.
Mi prima
Irene tiene el cabello castaño, ojos marrones y
tiernos y boca grande. A mi prima le gusta comer
helado y correr. Es juguetona y bailarina. Es
buena y tiene modales pues siempre me saluda
y se despide cuando nos cruzamos en el colegio.
Además usa palabras amables como gracias y por
favor. Es tierna y es muy cariñosa.
Julián Miranda, Segundo grado.
Marcelo Montani, Segundo grado.
35
Ignacio Portocarrero,
Primer grado.
Marcello Lanatta,
Primer grado.
María Fernanda Neyra,
Primer grado.
Lautaro Fernández Maldonado, Primer grado.
Facundo Gabillo, Primer grado.
Naí Rivas, Cuarto grado.
Manu Vásquez, Cuarto grado.
36
María José Valdivia, Quinto grado. Elena Bravo, Quinto grado. Lucía Moscol, Cuarto grado.
VIAJE A CASMA
El hotel era muy bonito porque tenía un árbol donde
me trepaba. La comida estuvo muy rica. Dormí
cómodo en mi cuarto con mis amigos y me levantaba
a la hora que quería. Lo que más me gustó fue cuando
subí al escenario en la chicoteca y bailé mucho.
Disfruté nadar en la piscina y jugar en los juegos.
Nahuel Elías, Segundo grado.
Disfruté mucho mi viaje. En los desayunos comía
pan y tomaba leche chocolatada. También me gustó
la cena. Me gustó ir a la piscina y jugar fútbol en el
jardín y en la cancha. Jugué a las escondidas con
Nahuel.
Fortaleza de Sechín. Matías Calero,
Segundo grado.
José Gabriel Landazuri, Segundo grado.
Roc Chaves, Cuarto grado.
Sechín. Matilda Nieto, Primer grado.
37
Luciano Dacal, Primer grado.
Casma. Andrea Rosadio, Primer grado.
Templo de Sechín. Patricio Márquez, Primer grado.
Mi abuela
Aunque no te vea todos los días
siempre estás presente en mi vida
eres mi mama querida.
Amadeo Cabieses, Primer grado.
Me haces sentir acompañada y segura,
me gustan tus caricias, compartes tu ternura
me hablas bonito, eres una dulzura.
Eres hermosa como una rosa
y amorosa como una osa
¡Mama, eres grandiosa!
Alana de Vivanco, Tercer grado.
Maximiliano Eguren, Primer grado.
38
El planeta Tierra
El planeta Tierra es grande y fabuloso
ahí hay vida y de noche es brilloso.
Hay personas que lo cuidan y protegen,
no desperdician el agua,
no contaminan el medioambiente,
ese ejemplo es importante que se refleje.
Es como una pelotita azul y verde
que baila con las estrellas muy alegre
¡Qué lindo es mi planeta! ¡Es mi hogar!
En él todo el día puedo jugar.
Rafaella Vidal, Tercer grado.
Noor Abd Hassan, Tercer grado.
Victoria Aznarán, Primer grado.
Yukio Sakamoto, Cuarto grado.
Inés Aller, Primer grado.
Uma Tola, Primer grado.
39
Michi, el gato
Patitas chiquitas, colita larga
él es un felino que a mi casa vino.
Alegre me pongo cuando pienso en él
porque es mi amigo fiel.
Chiquitito llegó, grande se fue
vivió conmigo y mucho jugué con él.
Sus ojos verdes brillan en la luz
él es michi Michifus.
Lucía Blanco, Tercer grado.
Valentina Bellini, Tercer grado.
Eva, la diosa de las nieves
Ella es muy sofisticada y especial
tiene poderes que la hacen brillar
por su elegancia y belleza
es una chica de la verdadera realeza.
La chica de piel blanca y ojos azules
tiene poderes que a muchos aturden.
Lanza flechas de hielo con un gran destello
y tiene entre sus cabellos bolas de nieve
que acabarían con todo un ejército.
En las noches de luna llena aparece en el cielo,
es muy misteriosa y causa miedo.
Nadie la ve, pues es mágica como un rayo en silencio
así que siempre piensa en ello.
La lluvia de ideas
Cuando estoy aburrido
y no sé qué hacer,
una lluvia de ideas parece que va a caer.
A veces
no decido qué hacer,
pero la lluvia de ideas me ayuda a aprender.
Cuando la lluvia de ideas cae,
los focos se prenden y chispas salen.
Daniel Forns, Cuarto grado.
Tamara Maestre, Cuarto grado.
Mi gato Ambrosio
Eres travieso y dormilón
porque comes un montón.
Tus ojos brillan en la oscuridad
como tu sonrisa al despertar.
Estoy feliz de tenerte a mi lado
hasta cuando como un helado.
Abigail Mumenthaler, Tercer grado.
Nicole Choulet, Tercer grado.
40
Saphi Carbajal, Quinto grado.
Salvador Peña, Quinto grado.
Valentino Acosta, Cuarto grado.
Mi perrita
Aunque no te vea todos los días
recuerdo tu amor
aunque tu mirada no esté
presente
te recuerdo más y más.
Tu pelaje de oro
tu hermosa ternura
me dan alegría
¡Eres mi amiga querida!
¡Qué feliz estoy!
tu cariño está cerca de mí
ya no tengo que extrañarte
en las noches me alegro al
pensarte.
Luna Flórez, Tercer grado.
Catalina Caparó, Tercer grado.
Mirkala Jara, Tercer grado.
41
Mi familia
Mi familia siempre me hace sentir acogida,
ella es graciosa y divertida
me gusta que sea una familia unida.
Mi familia me hace sentir feliz y orgullosa,
cuando nos reunimos toda la casa se vuelve revoltosa
me encanta que sea numerosa y cariñosa.
Luna Diez Canseco, Tercer grado.
Amalia Lara, Tercer grado.
Mi gato
Él era mi amigo más cercano
y yo lo amaba como a un hermano
Era mediano con manchas negras,
era tranquilo y siempre andaba de buenas.
Un día se lo llevaron de mi hogar
y mi gato se fue a andar,
por ahí hizo una familia pequeña
porque conoció una gata trigueña.
Luego mi papá lo encontró
y todos lloramos de emoción,
al escuchar que mi gato Michifusín
había vivido sin que le pongan un collarín.
Mateo Espinoza, Tercer grado.
Luis Jaime Castillo, Tercer grado.
Mi perra Lucy
Mi perra Lucy es dulce
más que un caramelo,
juguetona y alegre,
por ella yo me muero.
Cuando visita el jardín
corretea con energía
porque le gusta verme feliz
Ella me da alegría.
Siempre me mueve su cola
eso significa que conmigo está contenta
Ella es muy linda y cariñosa
¡Lucy es mi perra amorosa!
Ezequiel Furgiuele, Tercer grado.
Manuel García Miró, Tercer grado.
42
Mi hermana
Sus ojos son oscuros como la noche
su cabello largo como un río enredado.
Ella es graciosa y amigable,
ella es mi amiga inseparable.
Aunque somos diferentes
y tú eres mayor que yo,
siempre te cuidaré
y a tu lado estaré.
Joaquín Mino, Tercer grado.
¡Te quiero un montón!
¡Siempre estarás en mi corazón!
Ainara Gutiérrez, Tercer grado.
Mi mamá
Desde que conocí a mamá
la amé una inmensidad.
Sus ojos brillan como una estrella
su sonrisa es muy bella.
Me siento protegido, gracias a ella
me siento amado ¡La mejor es ella!
Salvador González, Tercer grado.
Francesca Caracchini, Tercer grado.
Sombra
Tu pelo es negro como la noche,
tus ojos caramelo miran al cielo
con tu gran alegría pones lindo el día.
Aunque no hablas te entiendo,
por tu cara pidiendo alimento
y la sonrisa que me pones cada día que
despierto.
En la mañana te pones a ladrar de felicidad
porque es un nuevo día para ir a jugar.
¡Contigo no paro de soñar!
Teo Álvarez, Quinto grado.
Catalina Llopis, Tercer grado.
43
Este año, la investigación elegida para representar
a Sexto grado trata sobre el rescate de animales
callejeros. Este interesante tema ha sido trabajado
por Santiago Calero.
El rescate y adopción
de animales callejeros
Santiago Calero Álvarez
Introducción
Yo escogí este tema porque siempre me han interesado los
animales y ese interés se vio reforzado con la llegada de Chispita,
pero también creó en mí un interés más específico: los animales
domésticos. Eso derivó en que me preguntara sobre cómo la
pasaban los animales de las calles y quise saber por qué es que,
hoy por hoy, hay tantos animales en las calles; cuáles son los retos
que deben afrontar; qué podemos hacer para mejorar su situación
actual y reducir el número de animales en las calles. También
quiero saber cómo son las organizaciones que trabajan en esto y
conocer a las personas que dedican su vida a protegerlos.
Datos numéricos sobre los animales callejeros
Más de cinco millones de perros viven en situación
de calle en el Perú. Esta cifra es alarmante,
ya que todos estos perros deben luchar a diario
contra el frío, las enfermedades y el maltrato.
Además, siempre están expuestos a accidentes.
Eso sin contar con que deben encontrar comida
y dónde dormir, y que hay un riesgo de que beban
agua de la calle. Además, hay que decir que
la mayoría de estos no están castrados y una sola
perra sin castrar puede dar vida a 35 cachorros
callejeros a futuro.
La gran mayoría de animales callejeros llegan a
ser callejeros debido a que son abandonados; otro
gran grupo nació callejero, ya que sus padres eran
callejeros; otros se extraviaron.
Aquí estoy con la doctora Osorio, del Albergue
Municipal de San Borja y los tres cachorritos
que habían llegado.
44
En el Albergue
Municipal
de San Borja.
Las razones de esto son la falta de educación sobre
la tenencia responsable de mascotas, y porque no
se suele castrar a las mascotas, lo que provoca que
si estas escapan de su casa es probable que cuando
estén en celo se apareen. Un macho en edad reproductiva
puede dar origen a entre 6 y 10 cachorros,
y una hembra extraviada por un año podría generar
entre 12 y 20 nuevos animales callejeros.
Por otro lado, en la mayoría de lugares del mundo
los perros son más propensos a ser abandonados,
con una estadística de poco más de 3 perros abandonados
por gato.
Para mí, esto se debe a que es más difícil cuidar
de un perro (ya que implica sacarlo a pasear, educarlo
más que a un gato, pues estos no suponen
normalmente ningún riesgo de que muerdan o
arañen a personas), que a un gato, y entonces hay
más gente que se harta de un perro que las que se
hartan de un gato.
¿Qué fobias puede tener un animal adoptado?
¿Por qué?
En los gatos las fobias son casi exclusivas de los
ruidos, como los que generan tormentas, petardos
o fuegos artificiales. Ya que son animales más
independientes, no temen a los extraños a menos
que tengan una razón. En los perros también están
presente las fobias a los ruidos, pero además
pueden tener miedo al veterinario porque no se
sienten bien en un ambiente tenso o porque les
incomodan los procedimientos que les realizan.
También pueden tener miedo a quedarse solos
por motivos específicos, o porque son más dependientes
y en general les molesta estar solos ya que
en sus genes está la ancestral tendencia a pertenecer
a una manada. También pueden tener miedo
a los extraños aunque esto es relativamente
“normal” pues tratan de proteger a su “manada” o
sea, a nosotros. Pero según el libro En la mente de
un perro, eso no quiere decir que los perros callejeros
sean más salvajes y cercanos a los lobos, ya
que está comprobado que los perros, en general,
sean de raza o mestizos comparten el 99,66% de
su ADN (ácido desoxirribonucleico).
¿Por qué se cree que los animales comprados
son más educados que los adoptados?
Esto se debe a dos factores: muchos piensan,
cuando ven a un animal sin raza que gruñe o ataca
a alguien, que es “porque es callejero y sin raza es
salvaje”, pero en realidad un animal de raza en esa
misma situación de desesperación probablemente
se habría comportado igual.
Además, hay muchos criadores a los que no les interesan
los animales y por eso no piensan en decir la
verdad, dicen lo que les conviene; por ejemplo, que
“los animales de raza son más educados de por sí”,
“son más fiables”, y se guardan cosas como que los
perros de raza, aunque “permitan rastrear su as-
45
Cuando fuimos a
adoptar a Chispita.
Acá estoy con Yamile,
del hogar de Tiwi, y
toda mi familia.
cendencia a lo largo de su línea de cría, son más susceptibles
a muchos trastornos físicos que los perros
de razas mezcladas”, por la falta de “mutaciones,
variaciones y adiciones” genéticas que se producen
cuando dos perros de razas diferentes se aparean,
lo que ayuda a prevenir enfermedades hereditarias
(según el libro En la mente de un perro). Por ejemplo,
esto pasa con los ovejeros alemanes, que pueden
padecer de displasia de cadera, que produce
cojera y dolor al caminar cuando envejecen.
¿Por qué es mejor adoptar animales callejeros
o rescatados?
Una razón para adoptar animales callejeros o rescatados
es que no solo ayudas a una vida, sino a dos,
la del animal que adoptas y la del que ocupará su
lugar en el albergue donde hiciste la adopción, que
podrá atender a un animal nuevo. Además estos
animales son muy leales y estarán siempre infinitamente
agradecidos por haberles salvado la vida.
En los albergues hay muchísimos perros. Sí o sí encontrarán
alguno que vaya con el dueño y siempre
serán buenos. Además, las personas que trabajan
no lo hacen porque sí, les interesa que el dueño
sea responsable y que se vayan a llevar bien.
Los albergues de animales son organizaciones sin
fines de lucro que acogen animales de las calles
para que tengan un hogar temporal (o por lo que
les quede de vida si son muy viejos u otras razones)
hasta que sean adoptados. En estos lugares,
los animales son atendidos por algunas personas
que cobran un sueldo casi honorífico y, en su mayoría,
por voluntarios que sepan tratar animales o
que estén estudiando Medicina Veterinaria. Cabe
resaltar que un albergue es una organización sin
fines de lucro y suele ser apoyada por donantes de
vacunas, alimentos, materiales de construcción,
materiales de medicina y donantes de dinero.
Existen tres organizaciones que trabajan para evitar
la proliferación de animales callejeros o cuidar
de ellos:
Cuando tocamos a Chispita por primera vez.
46
WUF: Esta organización sin fines de lucro trabaja
para rescatar, mantener (darles comida, medicina
y amor) y promocionar la adopción de animales callejeros.
Si, por diferentes razones, alguien quiere,
pero no puede ser voluntario de WUF, yo sé de otra
manera para ayudar a WUF: donar directamente
dinero para que WUF pueda comprar medicinas o
alimentos, y donar medicinas o comida.
ASPPA (asociación peruana de protección de
animales) es la organización más “formal” de esta
lista. Se encarga, con especialistas de diferentes
profesiones, de tratar de darle asilo en distintos
albergues a los animales callejeros y de concientizar
sobre la tenencia responsable de mascotas. Algunos
de los profesionales que trabajan en ASPPA
son veterinarios o psicólogos.
Voz animal Perú es, como las ya mencionadas
organizaciones, una organización sin fines de lucro
que lucha por la adopción. Cabe resaltar que el
sueldo de los que no son voluntarios se paga gracias
a múltiples benefactores. Algo interesante de
Voz animal es que en su página web hay una sección
en la que, junto a una imagen del animal, hay
un cubículo sobre su forma de ser y, si le das clic,
aparece su historia resumida.
Una cosa que quiero resaltar es que las tres organizaciones
son no eutanásicas, es decir, no se sacrifican
animales en ellas. Así, el tiempo que esté
cada animal depende de cuánto demore en ser
adoptado o cuanto dure su vida. Solo usan eutanasia
si la calidad de vida del animal es pésima.
Además, quiero mencionar las dos organizaciones
que fui a visitar, que son el albergue Hogar de Tiwi,
en Chilca, y el albergue de la Municipalidad de San
Borja, en el distrito del mismo nombre.
Algunas conclusiones a partir de mi investigación
1. En Perú, con 6 000 000 de perros callejeros,
deberían hacerse campañas de esterilización
masivas. Además, deberían aumentar drásticamente
las cantidades de albergues del país.
Estas iniciativas deberían ser tomadas por el
gobierno nacional, y no deberían hacerse solo
en Lima, sino también en provincias.
2. Para garantizar que un animal adoptado goza
de plena salud, hay que recordar que una diferencia
con los animales que se compran es que
no sabemos su historial, por lo menos no muy
exactamente, así que a la mínima señal de que
algo no va bien, para mí, es importante llevarlo
al médico para que lo chequee y diga si hay
algún análisis más exacto que hacer si a su impresión
algo no anda bien o si simplemente fue
un error y el animal estaba bien.
3. Si bien es cierto que adoptar es un camino más
difícil que comprar, es la manera de colaborar
con nuestro granito de arena con los animales
que enfrentan a esta difícil situación día a día.
4. Biológicamente hablando, los animales sin raza
son 100% iguales a sus congéneres de raza,
excepto por las minúsculas diferencias que hacen
que todos seamos distintos. Que se los crea
más salvajes es culpa de la desinformación y de
los criadores que mienten para vender más.
Imagen de un final feliz.
47
Promoción XXXVII / Sexto grado
Alexandre Ágreda Paradis
Mae Alorda Watanabe
Antonella Altuna Villar
Antonio Álvarez Reátegui
Santiago Calero Álvarez
Valery Campos Vásquez Mejía
Paloma Carrillo Zeballos
Sofía Christodulu Mendoza
Noah De Col Monge
Gael De la Rocha Meléndez
Doménica Dezar Cunliffe
Yaku Gálmez Suárez
Pascal Ganoza Céspedes
Pablo García Hernando
Isabella García Rosell de la Piedra
Morgana Mindreau Brivio
Lorenzo Molina Vizcarra
Julieta Montani Páez
Isabel Pérez Flores
Joaquín Planas Ponte
Kenu Puerta Wong
Mali Puerta Wong
Vicente Quiroz Zuzunaga
Nicolás Rabí Saavedra
Luciana Saavedra Cano
Brunella Serrano Miano
Salvador Sevilla Luna
Rafaela Siles Quiñones
Andrea Villacorta Pena
Lucas Villegas Guardia
Adrián Wirz Bedoya
48
En esta sección, les presentamos una muestra
de lo trabajado en Secundaria. Esta vez,
tenemos cuentos, poesías e imágenes.
Color del cielo
Hace mucho tiempo, incluso antes de los dinosaurios,
Lucas, el Dios de la Luz, quería teñir el espacio
transparente que estaba debajo de él. Quería teñirlo
con colores claros, ponerle nubes y lograr que siempre
se vea el Sol. Cuando su hermano Oscar se enteró,
pensó que el Consejo de los Dioses preferiría a su
hermano antes que a él, y les dijo que también quería
teñirlo, pero de un azul muy oscuro, donde se trataran
de notar la Luna y las estrellas.
Ambos discutieron durante días, incluso semanas.
Después de meses, convocaron a una asamblea para
que el Consejo decida qué idea era la que debía ser
tomada en cuenta. La mayoría votó por la idea de Lucas
porque les gustaba su propuesta y porque, además,
fue el primero en proponerla. Oscar, enfurecido, le
declaró la guerra a su hermano.
Lucas aceptó su declaración; ambos unieron tropas
formadas por gárgolas y seres gigantes con armaduras.
Lucharon por varios años y ninguno de los dos bandos
se rendía, hasta que al General de las tropas de
Lucas se le ocurrió la genial idea de que, como el día
tenía veinticuatro horas, podían poner su lienzo por
doce horas, y el otro por las doce siguientes. Lucas,
entusiasmado con la idea, se la propuso a su hermano
y este aceptó, y fue así como se creó el día y la noche.
Maika Mendoza, Primero de media.
terminó de separar por completo y hubo terremotos y
maremotos. La batalla duró días hasta que los dioses
fueron derrotados, pero eso costó la vida del tiburón. Al
morir, de su cadáver, creció una montaña con un gran
hueco hondo y profundo en la punta.
Al mar se le ocurrió que el castigo para los dioses
sería vivir encerrados en esa montaña. Al meterlos a
la montaña todo empezó a temblar y del hueco de la
montaña empezó a salir lava por la furia de los dioses,
así se originó el volcán Altapunta.
Salvador Massa, Primero de media.
Dante Torrejón, Primero de media.
El Altapunta
Se dice que hace mucho tiempo, Hawái formaba parte
de América, pero se separó por una gran batalla entre
dos dioses hermanos. Los nativos se dieron cuenta de
lo que estaba pasando y empezaron a temer sobre su
futuro, pidieron ayuda a los animales de la ahora isla;
aunque lo intentaron, los animales también tenían
miedo y no los ayudaron. Finalmente, pidieron ayuda al
tiburón, que era el animal más sabio y fuerte de todos
y el que se atrevió a ayudarlos.
El mar se dio cuenta de lo que pasaba y empezó
a atacar a los dioses junto al tiburón y la tribu nativa,
y así comenzó una feroz batalla. El trozo de tierra se
Aisa Sara, Primero de media.
49
El perro policiaco: una historia contada
desde la perspectiva de un perro
Un día me levanté y salí de la casa de mi amo, fui directo
hacia el árbol a marcar mi territorio. Todas las mañanas voy
al parque porque me gusta el olor a comida. Cuando voy,
siempre está una abuelita que me da sabrosos y suculentos
huesos.
Ese día, después de almorzar, me fui a la casa de mi amo,
pero estaba sin correa y un poco sucio. Un carro muy extraño
lleno de perros me llevó a un sitio donde había más perros. Yo
no sabía por qué motivo estaba ahí.
Un policía me llevó para entrenarme, pero yo no sabía por
qué, me dio algo para oler que tenía un olor extraño. Después
de un tiempo aprendí a reconocer el olor. Me dieron un traje,
una pistola, un carro y me enseñaron artes marciales. Al
terminar el entrenamiento me utilizaron para oler crímenes,
pero uno marcó mi vida. Fue un 7 de agosto de 2018:
nosotros seguíamos a un tipo con mercancía hasta un hangar.
No sabía por qué el tipo estaba ahí, pero reconocí un olor
muy extraño. Volvimos a seguirlo los tres días siguientes para
ver si volvía al hangar. Mi compañero y yo le tendimos una
trampa y él quedó colgado de un pie. Usé mi sabiduría en las
artes marciales, pero el tipo salió de la trampa y le disparó a
mi compañero y cayó al suelo, pero no sabía si había muerto.
El sujeto empezó a correr y yo lo seguí por detrás. Corrimos
casi varios metros, y él llegó primero a una avioneta.
El sujeto no había cerrado bien la puerta, así que yo salté.
Forcejeamos con el timón de la avioneta, dimos muchas
piruetas. Antes de que caiga la avioneta salté al mar, el sujeto
se estrelló contra el suelo y cayó debajo de mi
compañero.
El sujeto parecía muerto pero se levantó.
Fui hacia él y lo apunté con mi arma, el sujeto
volteó, y me di cuenta de que era mi amo. Le
disparé, cayó al suelo y fui llorando a lamerlo.
Aun ahora me parece extraño lo que pasó, pero
algún día lo averiguaré.
Diego Flores y Nahuac Zapata,
Tercero de media.
Camila Ormachea, Segundo de media.
Alejandra Escribens, Segundo de media.
50
El banco
Caminando por la noche, en
las calles de Hamburgo, vi a
lo lejos una chica sentada en
un banco; se estaba tapando
la cara y parecía que estaba
llorando. Cada vez que me
acercaba, percibía que lloraba
más fuerte, luego ya cuando
estaba a una distancia
considerablemente cerca,
pasaron por mi cabeza varios
recuerdos, lo que hizo que
corriera desesperadamente
hacia ella. Corrí, y corrí, pero
cuando llegué donde estaba,
me di cuenta de que no había
nada. Es más, ni siquiera
existía aquel banco.
Arantxa García Rosell,
Cuarto de media.
Amaranta Gutiérrez,
Primero de media.
Alejandro Castro, Cuarto de media.
Novelas Cortas
(Estaciones)
Un día de primavera
En un típico día de primavera, en el cual las flores
brotaban, se encontraba Augusto, un ser pintoresco. Él
era una persona amargada en aquel día soleado; nada
le podía alegrar ni inspirarle ánimo, ya que su visión de
la realidad estaba demacrada y deteriorada. Todo en
aquel hermoso día de primavera era irresistible, hasta
que nuestro personaje se topó con algo simplemente
mundano, pero especial a la vez: encontró un broche
y lo recogió. Al ponérselo en su traje, su desidia se
esfumó y su espíritu fue revitalizado en aquel día de
primavera.
El grato paso otoñal
Las hojas caían, el sosiego en penumbra de aquella
tarde de otoño era algo magnificente, la ventisca
otoñal soplaba las dispersadas hojas a un nuevo
destino. Un ingrato nuevo huésped echa las hojas
a un basural. Su destino se ve incierto, pero su
pasado era magno. El trayecto otoñal, como grato,
al ser benevolente con su viento, hizo desplomar el
rencoroso basural y las hojas siguieron el paso otoñal.
Jacobo Rey, Cuarto de media.
Que lo escuche cuando él no lo necesite
El científico Robert Clay ha conseguido rehabilitar
un cadáver. Este tiene apariencia de un hombre
relativamente áspero, es rudo y grueso de contextura.
También posee unos tatuajes un tanto sangrientos y
dientes de oro. Al cobrar vida, este sujeto resultó ser
increíblemente inseguro, tímido y asustadizo. Cuando
vio el lugar donde se encontraba se puso a temblar
como un perro de tamaño pequeño: estaba lleno de
dudas. Robert le dijo: “sea un hombre o sea más que un
hombre, sea firme con su propósito y firme como una
piedra”. Lentamente, el antes cadáver se comienza a
levantar mirando desesperadamente a todos lados, y
cuando se para del todo, comienza a correr. Clay se da
cuenta en ese momento de que su propósito de crear
un ser que lo proteja y cause terror tenía el efecto
totalmente contrario, y decidió que lo que tenía en
frente era un posible compañero de vida para que lo
escuche cuando él lo necesite.
Josefina Miranda, Cuarto de media.
El gran llanto
En 1937, había un joven llamado Paul que se creía el
hombre más valiente del mundo, y cuando me refiero al
más valiente, es que no lloraba por nada.
Él era muy unido a su familia (sus padres, su abuelo,
su hermano y su hermana), pero un día se separó de su
51
familia por problemas personales. Toda la familia vivía
en Los Ángeles, pero cuando él se separó, se mudó a
Massachusetts, en Boston. Era un empresario y por
eso ganaba mucho dinero. Al mudarse, compró una
gran casa en el campo. Se quedó viviendo ahí por el
resto de su vida con su esposa. La casa era muy bonita,
pero lo más impresionante era que tenía una biblioteca
inmensa y llena de libros.
Un año después de mudarse, ya había hecho varios
amigos en el trabajo y en la ciudad. Entonces un día
decidió hacer una fiesta en su casa. Ese mismo día, su
familia iba a viajar a Bélgica.
En la noche, cuando ya había empezado la fiesta,
llamaron al teléfono de la casa. Paul escuchó la llamada
y contestó:
— ¿Aló?
— Buenas noches, ¿con el señor Paul Smith?
— Sí, ¿cuál es el porqué de la llamada?
— Somos de la aerolínea American Airlines, queríamos
informarle de que el avión en el que su familia iba
viajando cayó en el océano y lamentablemente todos
los pasajeros murieron.
— ¿Perdón? ¿Qué?
— Su familia ha muerto hace unos pocos minutos.
— ¡Oh, por dios! Bueno… gracias por la información.
— De nada. Hasta luego.
Paul quería llorar de la pena, pero él era el hombre
más valiente del mundo. Entonces le contó a su novia,
y ella, automáticamente sacó el libro Las Grandes
Esperanzas, abrió la página 71, se lo dio a Paul y
leyó la primera frase: “Dios sabe que no debemos
avergonzarnos nunca de nuestras lágrimas”. Paul,
entonces, lloró.
Lucas Ormeño, Cuarto de media.
Adrián Rosadio, Primero de media.
Antonio Henman, Cuarto de media.
Cada insólito rincón
Y así sucede cada mañana, todos los días son iguales
para ellos; están, parece, siguiendo una misma rutina
cíclica, más podría ser un círculo vicioso. Al entrar la
luz a tempranas horas de la mañana ellos ya están
despiertos, no se han levantado de la cama, pero ya
están listos para hacerlo. Minutos antes de sonar la
alarma, ellos la apagan, la alarma es solo una excusa,
algo así como un pretexto.
Es el momento de levantarse, lo hacen rápido, y
debido a la práctica ya no se marean. Se dirigen hacia
los baños, a veces sin necesidad de mirar el camino, a
causa de su memoria muscular. Se bañan tranquilos,
saben que tienen tiempo antes de tener que salir
del piso. Cierran las duchas, toman las toallas y
lentamente secan cada parte de su cuerpo, se acicalan,
se perfuman, peinan y arreglan; siempre hay que dar
buena impresión en el trabajo.
Salen de los baños, se visten, todos los días con un
mismo uniforme opaco, sin nada que decir, pero tampoco
nada que callar. Toman sus abrigos y mochilas de los
respectivos percheros, dan una mirada al piso antes de
salir por unas largas pero ya acostumbradas doce horas.
Por fin ha llegado su transporte, un gran
camión que recorrerá cada insólito rincón de la ciudad,
y una vez listos, arreglados y perfumados, limpian las
calles y recogen la basura de la ciudad.
Paulo Guerra García, Cuarto de media.
52
Camila Revelli, Cuarto de media.
Camilla Salazar, Primero de media.
Nunca estarás decepcionado
El señor Castillo convocó a diez familias para organizar
la gala más elegante de Lima: ¡habría hasta televisores
a color! Cada familia estaba encargada de hacer o
traer algo: el licor, el local, el vestuario, el personal,
la limpieza, los invitados, el presupuesto, y un sinfín
de detalles cada vez más microscópicos. La noticia
se propagó como un virus aéreo entre los invitados.
Sin embargo, ninguna de las familias encargadas
cumplió su cometido, pero la gala salió excelente,
todo estaba en su lugar. “Si no esperas nada de nadie,
nunca estarás decepcionado”, mencionó a las 12 en
punto el señor Castillo mientras hacía sonar su copa de
champagne con una cucharita.
Tarek Bailetti, Cuarto de media.
Mar
Aurora tenía todo, o al menos sus familiares pensaban
eso, buenas notas, buena apariencia, buenos modales.
O al menos era así cuando era pequeña, ahora a
nadie parece importarle su existencia, eso es lo que
ella piensa. Los días en el colegio se le hicieron cada
vez más pesados, la molestaban, era muy débil para
defenderse, una vez le pegaron, pero nadie se dio
cuenta. Esa semana le fue particularmente terrible y
nunca se lo dijo a nadie, porque no tenía a nadie.
Caminaba un lunes después del colegio hacia su
casa por unas calles muy concurridas, eran las 6 de la
tarde, se había quedado hasta tarde porque no quería
salir de la biblioteca; le gustaba estudiar matemáticas
y leer literatura francesa antigua. Con libros en la
mano y su mochila al hombro se encaminó como de
rutina hacia su hogar, cabizbaja, para no llamar mucho
la atención. Pasó por calles casi desiertas, cerca de
colegios más grandes que el suyo e incluso cruzó por
una manifestación en contra de la policía, pero no fue
hasta que pasó por ese bar que cosas malas pasaron.
El bar de Tito no era nuevo para ella, Tito había
sido amigo de su padre antes de que este muriera y
la dejaba entrar de vez en cuando para tomarse uno
que otro trago. Bebía bastante para tener diecisiete
años, de hecho, ya de por sí no debía beber a esa edad,
pero desde que su padre murió su vida se descarriló,
necesitaba ahogar el dolor de vivir incomprendida y
sin amor, sin nadie, sola. Entró y se sentó en la barra,
automáticamente apareció un vaso de whisky frente
a ella; miró a Tito, él le guiñó un ojo y le dijo “lo de
siempre, sobrina, yala”. Abrió un par de cuadernos y
empezó a escribir y beber lentamente. Al terminar su
vaso agrupó sus cosas para guardarlas e irse, sabía que
si se quedaba ya no iba a dejar de beber hasta el día
siguiente.
Había un grupo de hombres afuera, altos, robustos,
viejos, feos; estaban tomando unos tragos apoyados
en un auto antiguo. Cuando salió le echaron un ojo,
intentó pasar corriendo, pero la agarraron y uno de
53
Carolina Zeballos, Cuarto de media.
Dennis Da Silva, Tercero de media.
ellos la metió al auto. “¿Qué hace solita una niña tan
bonita a estas horas de la noche?”. Intentó escapar,
pero el hombre rompió su uniforme y… Prefiero
saltarme esa parte. Salió muda del auto y caminó; dejó
todas sus cosas tiradas, solo caminó, tambaleándose.
Pasaron horas y horas en las que fue sin rumbo
intentando reaccionar, intentando saber qué hacer.
Llegó al Parque Salazar, miles de parejas reposaban
ahí, sonrientes, se querían, pero a ella nadie la quería.
Se acercó al muro que bordeaba el acantilado y se
puso a mirar el mar, las olas se movían lentamente y
llegaban hasta donde querían llegar, sin importar que
haya arena o bañistas, nadie las paraba y todos las
respetaban; y ese fue el momento en el que decidió
que eso era lo que ella quería ser.
Empezó a bajar las escaleras que se dirigen a la
playa, con mucha paciencia y decisión, hasta llegar
a la orilla, ahí se sentó y dejó que la brisa llene sus
pulmones. Mar. Cerró los ojos y caminó hacia adentro
de él, sin mirar atrás, nunca regresó.
- ¿Eso es todo? ¿No dijo más? Necesito que me diga
más, necesito saber.
- Señora, la ouija no funciona así, esto es todo lo que
su hija me ha dicho sobre el porqué ya no está.
-Pero…
Valeria Caceres, Cuarto de media.
Poema
Lo único perdido
que he tenido,
ha sido no perder nada,
pero a la vez,
lo he perdido todo.
Cactus solitario,
sombras desérticas.
Aurelio Giribaldi, Primero de media.
Sin adónde ir
Allí voy, por ahí
sin adónde ir,
siguiendo las estrellas
y evitando cometas.
Mi situación no es que digamos
la mejor,
ya que ahora soy una parte de lo que fui antes.
Se nota que yo no soy, ni seré nada,
vagando por ahí, sin rumbo alguno,
solo dejo que el espacio me guíe.
Santiago Salazar, Primero de media.
54
Ángeles
Me gusta ver ángeles llorar.
Cada lágrima
bajando por su mejilla,
deslizándose por su tez
blanca cual rostro estupefacto.
Lágrimas puras como la flor más clara
o la risa de un bebé.
No como las
l
á
g
r
i
m
a
s
de cocodrilo
que reabren las heridas
e infectan la sangre.
Me gustaría ver a un ángel llorar
en una nube tan clara como su alma
o una tormenta
con rayos y centellas.
Diego Fajardo, Segundo de media.
Paula Bellina, Primero de media.
Enzo Sabato, Primero de media.
Letanía del solitario
Camino por la calle sin destino. Me acabo de ver con la
chica que siempre he querido, solo para que me diga que
solamente me ve como amigo. He perdido la esencia de
la vida y me siento totalmente vacío: cada día son meses
interminables de completa soledad, mi vida se va ante mis
ojos; lo siento… y a veces pienso que más fácil sería acabar
de golpe. He perdido mi objetivo, mi motivo en esta vida
amarga. Culpo a Dios, mi enemigo, por el destino que ha
elegido para mis viejas manos y mi rostro fastidiado. Yo no
he hecho nada para merecer esto. La llamo y con lo que me
encuentro es con su buzón de texto. A veces pienso: ¿dónde
se fue la luz si todo lo que veo es completamente negro?
No he salido en días, la puerta solo se mueve con la brisa.
Si miro por la ventana a todos los veo sonriendo. Cuelgo
la soga y la amarro en mi cuello; en mi lápida se escribirá
“solitario, solitario”.
Sebastián Saco Vértiz, Primero de media.
Aquel estado
El objetivo de la vida
no es un objeto
es un estado
al que nunca se ha llegado
uno desconocido
conocido solo por el olvido.
Es un sentimiento
en el que se está contento
de contribuir con algo
en vez de andar pidiendo
la virtud de amar.
Ese sentimiento
es correcto
es poco común
pero se ha dado
en algún lado…
Yaku Rivas, Primero de media.
55
Invierno
Mientras que él juega
se acerca el invierno,
los niños se van
y él queda.
Mira las lágrimas que
se desprenden del cielo.
Corre, corre y corre,
pero no logra escapar:
el invierno lo atrapa
y se lo lleva.
Yaku Mateo Guzmán,
Primero de media.
Sonrío y
me quedo callada
En una mirada digo mil palabras,
con una sutil sonrisa digo cómo me
siento.
¿O miento sobre cómo me siento?
¿Qué pasaría si no sé cómo me
siento?
¿Qué pasaría si siento que mi vida
es una mentira?
Creo que no pasaría nada,
porque me limitaría a sonreír y
quedarme callada.
Kira del Valle, Primero de media.
Aquel viejo roble
Todos los días se coloca bajo el
roble,
se echa en su cuerpo.
Sus hojas se enredan en su pelo,
cierra sus ojos y
solo escucha
su melancólico silencio.
Todos los días
pierde su risa, su llanto,
se desgasta junto a su única
compañía,
aquel viejo roble.
Camila Díaz, Primero de media.
Fabrizio Carbajal,
Primero de media.
La vida
Yo voy por la calle rimando
y por lo tanto me pongo rojo
pero de eso el público me echa ojo
y el público se va emocionando.
Entonces en la calle estoy bailando
y de un chocolate yo me antojo
entonces veo carne y pienso en un
despojo
y por lo tanto salgo gritando.
Yo me voy a alimentar
comiendo un poco de miel
entonces ya va a anochecer.
Este terceto va acabar
entonces pienso en él
y ya llega al amanecer.
Álvaro Cano, Segundo de media.
Fernanda De Souza,
Cuarto de media.
Clavo mi remo
en el agua
Clavo mi remo en el agua,
moviendo mis brazos sin cesar,
como un guepardo mueve sus
piernas
desesperado
para llegar a su refugio.
Me detengo a pensar de repente
en los autómatas
que nos hemos vuelto,
¿Y cuál es la prisa?
Pienso.
Daniela Díaz, Primero de media.
56
Soledad
Soledad que invade mis pensamientos
Ojos que se mueven sin encontrar la tranquilidad
Pierde y pierde la ventaja, hasta que cae en la depresión
Distancia recorrida solo para ser rechazado
Corazón roto como un vidrio
Noche fría y sombría en la que estoy
Flor bonita
Espejo que refleja sentimientos
Tiempo que pasa sin tener éxito
Estrella brillante
Pez en el agua
Horizonte inalcanzable, completo de amor
Torrente sanguíneo
Mi alma es como un desierto, sola
Silencio apagado
Lámpara prendida
Zapato lustrado.
Lorenzo Gutiérrez, Segundo de media.
El suicidio
Gael Olaechea, Primero de media.
La soledad lo mataba
De sus ojos caían lágrimas
Pierde a su familia
Estando a una gran distancia
Su corazón deja de latir
En la noche del domingo
La flor no creció
En el espejo ve su reflejo
El tiempo corre lento
Mira las estrellas
Quiere nadar como un pez
En el horizonte de la playa
Su sangre pasaba a torrente
Su vínculo social era desierto
El silencio reinaba en su vida
La lámpara se encendía
Se mató con su zapato.
Gabriel Sánchez León, Segundo de media.
Iyari Buitrago, Tercero de media.
57
Gabriel Vargas, Primero de media.
Gonzalo Céspedes, Cuarto de media.
Frases aleatorias
La respiración sin igual
Desperté sin dormir
Escribo con la sangre
Mejor no es para mí
Todo es difícil
La habitación del remordimiento
Hermoso como el fuego
Conversación de la cabeza
Finalmente llegué
Mañana no volveré
Ronquido suave
Opinión falsa
Gente sin conciencia
Imaginárselo mejor
Papá sin hijo
Dormir despierto
Tarde de gaviotas
Pensar es demasiado
Domingo de penas
Crítica pasajera
Susurro del gusano
Año efímero.
Lo que más me gusta
A mí me gusta hacer parkour, correr,
ser uno con la ciudad,
enfocar tu fuerza y tu habilidad
y darse cuenta de que hay mucho que aprender.
Si te caes, hay mucho que perder
pero mi salto es elegante, ya que salto con mucha facilidad
y aterrizo como gato, con mucha amabilidad,
y lo mejor es ver desde arriba el longevo atardecer.
Y después sentirse satisfecho y cansado,
volar en un avión, tus brazos son las alas y tu cabeza la cabina y que
cuando haya turbulencia se libere la adrenalina;
y saber que donde pisaste fue tu pasado
y corriendo, ir a explorar lo inexplorado,
colgarte de una barra muy larga o de una línea muy fina.
Mateo Dávalos, Segundo de media.
Matías Guerra, Segundo de media.
58
Gianlucca Tijero,
Tercero de media.
Joaquín Quesada,
Tercero de media.
Joaquín Vílchez, Tercero de media.
La nieve roja
Frío, duro, difícil
el invierno
desde la gélida ventana
de la vieja y moribunda cabaña
en el horizonte la aurora boreal
moviéndose
con calidez, burlándose, en triste
solitaria
el viejo barbón rendido por el
devastador
y mortal invierno.
La caída de una hoja
Tan suave es su movimiento
empuja por la corriente de viento
cayendo lento, lento.
El vaivén de un péndulo
Vuelas rápido
cortando el aire a tu paso
y alegrando niños al rato.
El vuelo de un avión de papel
El vuelo de avión
de papel
El pájaro blanco y tieso
que se extiende en el aire
como una nube, igual de frágil.
La caída de una hoja
El fragmento del árbol
que planea y flota
antes de caer al frío
cemento.
El hombre sale de su casa
mirándola
con amor y tristeza, viéndola triste
sola, ve sus arrugados brazos el
hombre
con su casa destruida pero el
invierno
se saca su gorro y el hombre frío
por el invierno se rinde
para encontrar el color que una vez
tuvo
y no volvió a encontrar.
Se mueve
sordamente
constantemente
precisamente.
Ana Zegarra, Segundo de media.
Sebastián Cabero,
Segundo de media.
Martín Espinosa,
Segundo de media.
Kai Arauco, Segundo de media.
59
Soledad al irte
En medio de la soledad la tristeza me corroe
En la profundidad de tus relucientes ojos
Pierde su armonía
Y tu corazón amoroso
Se esconde en las sombras de la noche
Y la mala suerte de romper un espejo
Hace que el tiempo pase
Y reluzca la estrella
El puerto con olor a pescado
Frente a un horizonte brillante
Circula la sangre por el torrente
El único torrente del desierto
Y el silencio sepulcral
Ilumina el camino la lámpara
Me pongo los zapatos
Y voy a buscarte.
Francesca Cuba, Tercero de media.
Sergio Cavassa, Segundo de media.
Estaba aprendiendo
Estaba aprendiendo la respiración
Y desperté
Me enseñaron a escribir
Mucho mejor
Pero es difícil
En la habitación
Hay un hermoso cisne
Tiene conversaciones
Pero finalmente
Mañana volverá
Escucho un ronquido
Dime
Tu opinión
Hay mucha gente
Deben imaginar
A su papá
Debo pensar
En domingo
Y me dan una crítica
Mientras están susurrando
Durante años.
Matías Luna, Segundo de media.
Vicente Coronel Zegarra, Segundo de media.
Matías Martínez, Segundo de media.
60
Es hielo es abrasador
Es hielo es abrasador, es fuego congelado.
Del fuego su abrazo ha escapado
y se levanta mi esperanza
¡Que todo el mundo lo aplauda!
Mi sobra me persigue,
a la que más he amado,
y el dolor y la oscuridad se entrelazan
y hacen más débil mi esperanza.
Entonces renace el dolor.
Stephania Aguirre, Tercero de media.
Nublas mi vista
Como rosas, floreces
Tus cabellos rubios en la hierba meces
ojos azules como agua cristalina,
Al verte me estremeces.
Tu no en mi corazón clava espinas,
son juegos de niñas,
tus imperfecciones son perfectas a mi vista.
No hace falta que sigas, nublas mi pista,
por ti solas se rompen las ligas
de campos de nieve y hielo,
al verte soy como un pájaro en vuelo.
Alex García, Tercero de media.
Lucas Perko, Segundo de media.
Renata La Madrid,
Segundo de media.
Broken Smile
Everyone says:
be strong;
be right;
be brave.
But the thing
that
everyone
hide
it’s how broken we are.
In their songs
they pray:
“Sing with me,
I’m broken,
I can’t be strong anymore.
I’m f°°ked up,
Do you feel better?”
In a moment of weakness,
they show their feelings.
To later regret it.
Everyone is shouting:
“I’m not weak,
you’re weak”.
Silently we’re asking:
“Am I weak?”
Luna Durand, Tercero de media.
Leonardo Felices,
Primero de media.
Lorenzo Gruenberg,
Cuarto de media.
Mariel García, Segundo de media.
61
triunfante y victoriosa.
Don Quijote buscaba justicia y aventuras gloriosas,
batallas triunfantes,
aunque siempre termine golpeado y frustrado.
Cuando don Quijote se peleó con sus enemigos
los enemigos de Quijote lo odiaban y lo
despreciaban
porque era muy atrevido,
muy valeroso y un gran caballero.
Rodrigo Rubio, Tercero de media.
Micael Vargas, Cuarto de media.
Historias de don Quijote
Lo que don Quijote sueña
es verse con Dulcinea del Toboso,
tiene un caballo llamado Rocinante
y Sancho Panza tiene un burro llamado Jumento.
Al final Quijote se va al castillo
y se encuentra con Dulcinea:
la ve robusta, pero así le gusta.
Don Quijote en vez de tomar aventuras
se topa con desventuras.
A Sacho Panza, su fiel escudero,
le dice:
“¿Ves aquel gigante, querido Sancho Panza?”.
Sancho le dice: “¿Qué gigante, don Quijote?”.
Este le señala el molino y le dice:
“Si a ese gigante le tienes miedo, no te acerques”.
Don Quijote al ver un molino piensa que es un gigante
entonces usa su lanza para enfrentarse.
Michael Owens, Tercero de media.
Cuando don Quijote peleó contra el vizcaíno,
que era un escudero de una señora,
peleó con una almohada contra su espalda oxidada
y quedó con una oreja cortada.
Los galeotes se enfrentan a don Quijote;
este le dice a Sancho Panza que no se meta,
ya que ellos son caballeros y Sancho solo un escudero.
Los galeotes y el Quijote se subieron a sus caballos,
con sus lanzas y escudos.
Los caballos empiezan a correr y empieza la pelea.
La pelea de don Quijote será gloriosa,
Sangrienta, agotadora,
Lukas Onate, Tercero de media.
62
Si entiendes bueno
Quisiera verlo de nuevo
y saber por qué es lo que espero,
no entiendo en mi cabeza sin razón.
Por solo un segundo puesto en “on”,
en “off” está cambiando.
En esta vida no entiendo por lo que está pasando,
frecuentemente con alteraciones sin motivo,
no llegué a entender por lo que vivo.
¿Quieres saberlo? ¿quién habla?
Ya ha llegado, no lo puedo parar,
ni con uno o mil demonios esa cosa va a cambiar.
Carlos Mendoza, Tercero de media.
Me levanto
Mateo Quiñones, Primero de media.
Demostración de corrupción
La religión al hombre corrompe
es como abrir un vacío sobre
si es que hay un dios, no es un buen hombre
entrega cadenas y dice que se ahorquen en su nombre.
Lo llaman emperador, el mundo no es un imperio
lo llaman salvador, aún hay gente en el cementerio
yo no creo en Dios, no ayuda a mi movimiento
tú crees que vives por rezarle a alguien en cemento.
Me levanto y las frazadas me abrazan,
todo el mundo es frío
al parecer son de los míos,
porque el frío es amargo.
Vientos desnudos atrapan mi corazón
me estoy muriendo de frío
las frazadas se abren, yo lo permito.
Las nubes lloran y de la nada
los vientos vienen hacia mí.
Ana Vargas, Tercero de media.
Aun después de la ciencia, Dios no cesa
no existe el dios al que la gente le reza
ellos creen en alguien que no pesa
le hacen sacrificios y le entregan sus cabezas.
No obstante, a Dios le rezas tú
pero igual le temes a su ira
le rezas a él, le rezas a Jesús
crees en él, pero luego ya verás que es mentira.
Liam Tobin, Tercero de media.
Munay Ramos, Segundo de media.
63
Para ti, con cariño, con dolor
Amado, esta noche te has matado sobre la palma de
mi mano.
Tu dolor, recordándolo, he llorado lamentablemente,
no hay sentimiento más sano.
En esta tarde efímera, tu alma me ha tocado,
recordando todo lo que he soñado huiste lejos, lejos, lejos.
No entiendo por qué lo hiciste.
¿Acaso no éramos felices?
No pude más y te acompañé en el dolor y en el
sentimiento.
Ana Belén Villacorta, Tercero de media.
Arguedas, el pobre pongo
Nicolás Prado, Segundo de media.
El pequeño hombrecito se acercó
y a lo lejos se podía ver al patrón.
Siempre que lo miraba, lo hacía sentirse ratón
y el pongo, a pesar de todo, nunca lloró.
El dolor en sus entrañas,
por todas las patadas,
no importaba porque nunca se rindió.
El pongo solo sentía dolor,
golpe tras golpe,
lo único que deseaba era amor.
Franca Dacal, Cuarto de media.
Milan Zlatar, Primero de media.
Línea recta
Solo caminé, supuse que era hora de hacerlo. Me
cansaré, pero lo lograré. Acá no la paso muy bien y
ahora solo seguiré el camino recto, a la luz.
De pronto, sentí mi cuerpo otra vez, porque caminando
en línea recta uno no puede llegar muy lejos.
Camila Carvallo, Cuarto de media.
Nua Maneiro, Segundo de media.
64
Olivia de Orbegoso,
Segundo de media.
Santiago Castro, Tercero de media.
Micaela Farfán,
Segundo de media.
Primera Meditación
¿Te puedo ver o eres creación de mi pensamiento?
Supongo que eres real… en tu cuerpo lo siento
Pero, ¿cómo poder distinguirte de un sueño?
o cómo saber si mis sentidos están engañando a mi cerebro.
Por ejemplo
No puedo debatir que un triángulo tiene tres lados
o que dos más dos es cuatro,
Pero, cómo no dudar de tu existencia a mi lado
Si ayer tuve un sueño donde igual podía percibir
como ahora tu encanto.
Supongo que me tendré que preguntar,
si estoy aquí, ¿acaso doy signos?
Y de pronto descubro que no puedo dudar
que estoy dudando, ya que soy una cosa que
piensa. Y si pienso, entonces existo.
Recordándote
Cada vez que te veía,
me enamoraba más.
Y esa noche recordé
dónde te había visto por última vez.
Y me eché a llorar como un niño,
Porque, recuerda,
la vida es como la corriente de un río
así como vino,
un día también se va.
Luke Velasco, Cuarto de media.
Joshua Quantrill, Cuarto de media.
Lugar oscuro
No sé dónde estoy
hacia lo oscuro es adonde voy.
¿Cómo llegué aquí?
Hacía un segundo que estaba en el parque por ahí…
Lo acabo de entender, no necesité mucho esfuerzo:
estoy muerto.
Juan Diego Centeno, Cuarto de media
Tamia Heredia, Segundo de media.
65 65
Quién
Mil eternos
Buscando salir
Encerrados
Ojos profundos
Porque la noche es corta
Y el día
Es un verano
Castigado
Por la travesura de la noche
Me gusta observarte
Eres yo
Espero
Ven y pasaremos juntos
Las tres a. m.
Porque somos seres finitos
En una vida larga
Mariana Coronel Zegarra, Cuarto de media.
Arguedas, el hombrecito
Un hombrecito temblaba,
“tengo miedo, tengo miedo” gritaba,
mientras su patrón le pegaba,
mientras tristemente rezaba.
¡No tiembles, dolor, dolor!
Le gritaba su patrón.
Y él solo quería amor, amor,
pero lo que el sentía era decepción.
El patrón creía que no abusaba
pero el indio solo lloraba,
solo esperaba ver el solcito,
mientras pasaba el cóndor,
deseando ir al río,
escalando montañas,
todo muy lejos del patrón,
iba a hacer mejor.
Miranda Espinosa, Cuarto de media.
Remigio Baigorria, Primero de media.
Sergio Valencoso, Primero de media.
Valeria Slocovich, Tercero de media.
66
Poema III
Cómo olvidar aquel domingo de julio,
a vísperas de mi fugaz delirio con tintes inconscientes.
Dichosos mis dedos palpando aquella sustancia ignota
que profana lo intangible que es el alma humana.
Sinceros sean mis sentidos embarcándose en este viaje
lleno de música y éxtasis
que compone la sinfonía visual que me provocas.
Sé que no me oyes tan claro
pues nuestros corazones laten al unísono,
tu voz es mi ritmo y tus caricias mi compás.
Cuando surcas tu mirada en mi alma desnuda
transluces tus verdades sensibles
frente al lago de mis sollozos.
En lontananza te puedo divisar
entre la jungla asfaltada de la metrópolis,
un halo endemoniado se desprende
de tu roja y flamante cabellera.
Yo te aprendí a amar
desde que el cataclismo de mi pecho
trascendió a mi cabeza
y ocupaste su caótico lugar
entre días grises y opacas personalidades.
Apenas te observé me enamoré de tu malicia innata,
me enamoré del infierno que tu metafísica persuade,
ese pedacito de utopía que se asemeja a una isla
borrasca,
un lago quieto.
Me encantas en términos de un amor complejo,
me encantas tú y tus imperfecciones,
pues me enseñaste que no hay rosa sin espinas.
Toca mis manos, súbete a mis hombros y démosle la
vuelta al mundo.
Échate y acurrúcate en mis lomas despobladas y
florécelas.
Quiebra con el reloj, tu poesía agiliza el tiempo.
Únete a la danza que tus cabellos convidan.
Instala tu perfume en mi aroma descampado.
Es amor y su tierna convicción por unir nuestro destino.
Rojos como los demonios que rezan por nosotros.
Originales como el sello eterno que tus labios
impregnaron en los míos.
Santiago Saavedra, Cuarto de media.
Vasco Hernández de Agüero, Tercero de media.
Poema
1
A mí me hicieron inmortal.
Siendo humano, no pude encontrar nada lindo.
H
A
S
T
A
Mi muerte.
2
No me duele si preguntas,
no me duele si respondes,
no me duele la cabeza,
me dueles tú.
3
Y cuando acababa el día, rezaba encima de la alfombra.
Siempre rezaba pidiendo que no tenga que rezar nunca
más.
El día siguiente fue infinito.
4
Prometo que nunca más haré algo que no quieras.
Sé que lo he hecho antes, y perdóname.
Todos cometemos errores, no volverá a pasar.
Todo fue irreal desde que me prohibiste escribir.
Paulo Briones, Cuarto de media.
67
Juegos
Florales
2018
Aquí les presentamos a los ganadores de los Juegos Florales
2018. Enviamos felicitaciones a todos los ganadores, y un
enorme agradecimiento a nuestros jurados invitados.
Zuri Del Valle, Quinto grado. Primer puesto, collage.
68
De viaje a África
Camilo Quiñones, Quinto grado.
Primer puesto, acuarela.
Doménica Dezar, Sexto grado.
Segundo puesto, acuarela.
Trilce Carbajal, Cuarto grado.
Segundo puesto, acuarela.
En un callejón de San Petersburgo se encontraba la taberna
“Armstrong”. En ella trabajaban siete hombres, Smolov,
Krascinzki, Samdor, Ramdor (ellos eran hermanos), Sludorov,
Marakov y Lúceriff. Ellos eran hombres comunes, aunque
sufrían con el tema económico: nunca habían salido de Rusia
y su sueño era ir de viaje a África. Un día llegó a la taberna
un señor misterioso, vestía un traje negro, gafas negras y un
sombrero negro, por lo que no se le podía ver la cara. El señor
pidió un vaso de vodka marca “Svedka” y Smolov se lo sirvió.
Mientras tomaba su vodka, el señor entabló una conversación
con Smolov y Lúceriff, les contó que estaba de vacaciones en
Rusia, les preguntó a dónde desearían ir de viaje y Smolov y
Lúceriff dijeron “¡A todos nos gustaría ir a África!”, y el señor
les dijo: “Espero que cumplan su sueño”, acto seguido terminó
su vodka, se paró y se fue. Llegó la noche y estaban a punto
de irse, pero vieron que el cielo estaba nublado y había
truenos, así que decidieron quedarse a dormir en la taberna,
todos subieron al segundo piso y decidieron dormir ahí.
La mañana siguiente, todos se despertaron en un lugar con
hierba alta y seca, había muchos árboles, no muy grandes,
y en el piso no había césped, era pura tierra con plantas
muertas y hacía mucho calor. Todos estaban en shock y no
sabían qué hacer. Unos minutos después, Krascinzki divisó
sobre la alta hierba una jirafa y gritó: “¡miren, una jirafa!”.
Todos voltearon a tiempo para ver cómo una manada de
leones la atacaba furiosamente: dos leones se treparon
encima de su lomo y empezaron a trepar por su cuello para
morderle la yugular. La jirafa, desesperada por librarse de este
ataque, sacudió su cuello muy estrepitosamente y logró tirar
a los leones al suelo. Como dos de los leones estaban en el
suelo, la jirafa aprovechó el momento y escapó de la manada.
Después de presenciar este ataque, los siete hombres se
fueron corriendo despavoridos, todos menos Marakov, porque
el miedo se había apoderado de él y ya no se podía mover. Los
seis hombres restantes corrieron los más rápido que pudieron
hasta que se cansaron y se voltearon para presenciar cómo
un elefante salvaje arrollaba a su petrificado e indefenso
amigo. El elefante ya se cernía sobre él. Sus amigos gritaron
69
Nerea Mujica, Quinto grado.
Tercer puesto, acuarela.
Valentina Garmendia, Quinto grado.
Tercer puesto, acuarela.
Tamara Vásquez, Quinto grado.
Tercer puesto, acuarela.
lo más fuerte que pudieron para que se moviera
desafortunadamente, Marakov no se movió y fue
arrollado y pisoteado brutalmente por el salvaje
animal. Los amigos se quedaron horrorizados con
la brutal escena. Después de preguntarse; ¿dónde
estaban y cómo llegaron ahí?, se dieron cuenta de
que estaban en África, pero aún no sabían cómo
habían llegado ahí.
Smolov dijo que deberían buscar un refugio o
hacer uno antes de que anochezca. Buscaron y
gritaron desesperados por encontrar un refugio o
habitantes, pero no encontraron nada. Entonces
decidieron trepar un árbol y descansar ahí. Todos
estaban durmiendo menos Ramdor, que estaba
pensando en cómo se defenderían de los animales
salvajes si no tenían armas. En eso escuchó unos
pasos debajo del árbol. Se puso tenso, no sabía si
gritar o alertar a sus compañeros de la presencia de
ese misterioso animal que los estaba acechando.
En eso lo vio, era zoomorfa y grande, se desplazaba
con grandes zancadas y no conocía el animal…
Repentinamente la forma desapareció entre la
oscuridad de la noche.
Ya que el peligro se había ido, decidió despertar
a sus compañeros. Entonces, vio la cabeza del
gran animal asomarse cerca de la rama donde
dormía Sludorov. Soltó un grito ahogado mientras
observaba cómo el gran felino se acercaba a
Sludorov y le mordía el brazo izquierdo y lo tiraba
del árbol. En ese instante Ramdor reaccionó
bruscamente tirándole una patada a las costillas
del gran felino, y logró que este se cayera del
árbol, y de un estrepitoso grito despertó a sus
compañeros.
Ya que todos sus compañeros estaban
despiertos, Ramdor se tiró para arremeter contra
el animal. Sus compañeros saltaron a apoyarlo,
fue una terrible pelea: golpeaban y pateaban
bruscamente al gran animal que a la vez daba
zarpazos y mordiscos con gran ferocidad.
Durante la pelea, Lúceriff, que combatía con gran
70
Mi barrio. Joshua Tola, Quinto Grado.
Primer puesto, cuento.
2. Luidón.
3. Teresa. 4. Adolfo.
72
5. Sturwich. 6. Roxana.
7. Rosa. 8. Nina.
73
Stephanie y sus aventuras
en el bosque
Stephanie era una niña que vivía en el Perú,
pero se mudó a España porque su mamá tenía
que hacer un viaje por temas de trabajo.
Stephanie ya había conseguido dos
amigas: Lola y Sara. Las tres comenzaban a
ir a la secundaria e iban a ir a otra escuela.
Como no sabían el camino se perdieron en
el bosque. Todas se asustaron y trataron de
usar sus teléfonos para llamar a alguien que
sepa el camino, pero no había señal; entonces
buscaron una salida pero no la encontraron.
“Ahora, ¿qué hacemos?”, dijo Lola. “Yo las
puedo ayudar”, dijo una voz. Cuando voltearon
se dieron cuenta de que un pajarito acababa
de hablarles. Stephanie y Lola se asustaron,
pero como a Sara le encantaban los animales
le preguntó al pajarito: “¿Quién eres y cómo
nos puedes ayudar?”. El pajarito les contó
que estaban en un bosque infinito y que la
única manera de salir era completando cuatro
misiones. “¿Qué misiones?”, dijo Stephanie.
“La primera misión es que me traigan la cajita
azul de la bruja de las cataratas, la segunda
María de Orbegoso, Quinto grado.
Primer puesto, collage.
74
Ian García, Cuarto grado. Tercer puesto, collage.
Noah Mujica, Cuarto grado. Segundo puesto,
dibujo a color.
Vicente Guzmán, Cuarto grado. Primer puesto,
dibujo a color.
Salvador Durand, Cuarto grado. Tercer puesto,
dibujo a color.
sabe la salida, no existe ninguna llave perdida y no necesitan ni la cajita
ni la antena ni la brújula para salir de aquí.”
El pajarito les pidió perdón y les enseñó la salida. Cuando salieron,
Stephanie, Lola y Sara aparecieron en la puerta del colegio al que iban
a entrar. En el recreo se dieron cuenta de que la mariposa era una niña
que se llamaba Daniela, la bruja era una niña que se llamaba Clara y Mr.
Raíces era un niño que se llamaba Lucas.
Cuando volvieron a sus casas les contaron todo a sus padres, y
cuando Lola les mostró una foto del pajarito a sus papás, ellos no
veían el pajarito, solo veían un montón de árboles. ¿El pajarito era
real? ¿Era solo de su imaginación? ¿O nunca existió?
Isabel Barrios y Uma Mikati,
Cuarto grado. Tercer puesto, cuento.
77
El mundo perdido
Hola, mi nombre es Maurice Lauriston, yo soy
o era una persona muy exitosa hasta que
me escapé; o sea, era un genio, dominaba
la ciencia y la literatura, pero igual decidí
renunciar. Yo siempre fui flaco y malo para
los deportes, seguido de un pelo que parece
más un trapo gris que me pongo en la cabeza
que cabello, pero en fin, debido a mi físico
fui preparado, muy preparado para cualquier
cosa. Los primeros días después del escape
estuvieron bien, pero fue en el cuarto día que
apareció una niebla que me arrastró hasta un
valle escondido entre cuatro montañas. Estas
habían formado el paisaje más hermoso y
majestuoso de todos los lugares conocidos,
había árboles altos que tapaban el sol llenos
de colores, igual se podía ver una parte
despejada como un prado. Fue allí donde
me establecí por un par de semanas hasta
que ocurrió… Para entenderlo, tenemos que
saber que mi carácter era muy curioso, por lo
que dibujé, tracé e investigué el lugar.
Pasada una semana me di cuenta de que
este lugar era distinto, según mi mapa me
encontraba al sur de algún lugar. El punto
es que esa formación de montañas no era
conocida en ninguna parte del mundo; claro
que puede ser un lugar desconocido, igual
me daba mala espina, tenía algo que me
hacía sentir inseguro, como si escondiera un
gran secreto. Poco tiempo después, encontré
una cueva en una de las cuatro montañas
que me llevó hasta la otra montaña que
se encontraba a mi derecha; en ella a su
vez había otra cueva que me llevaba a la
siguiente, hasta que me di toda la vuelta. Caí
en la cuenta de que debía haber otro camino
que me lleve al centro, y ciertamente lo
encontré, pero me demoré y cuando lo seguí
hasta un gran hueco con un resplandor, este
me jaló hasta un hueco que se había abierto
medio segundo antes. Cuando desperté, me
vi rodeada de fantasía como la de los cuentos
e historias; en fin, nada era normal. La luz del
sol constantemente interrumpida por lo que
eran hojas voladoras, también animales ya
extintos o que se parecían a ellos. Cuando
traté de tocar a un animal de esos no
pude, o sea, era imposible de llevar a cabo,
simplemente no podía. Cuando me senté a
procesar todo aquello que estaba ocurriendo
y pensar claramente, me quedé dormido.
Tuve un sueño raro, en él me encontraba en
la nada cuando una voz me explicó qué era
este lugar. “Este es un lugar paralelo a su
mundo, nosotros nos creamos al igual que la
tierra, pero en ese entonces nadie sabía qué
hacer y nos separamos. Con suerte alguien
de aquí salía a su mundo y se posaba en las
cabezas de personas que terminaron siendo
exitosas, según lo que nos cuentan. Pero
lo más importante es que necesitamos un
guía y tú pareces perfecto para el trabajo”,
eso fue lo que escuché. Fue entonces
que lo comprendí, este era el origen de la
inspiración; también entendí que, debido a
ello, estábamos tan escasos de ideas.
Pasé los siguientes días investigando la
“vida” de este lugar o, como me gusta llamarlo,
“El mundo perdido”. Eso, hasta que llegaron
ustedes.
—Creo que sigo sin entender, Mr. Lauriston
—dijo Roxanne—, y mis amigos tampoco
entienden.
Paloma Carrillo, Sexto grado.
Tercer puesto, cuento.
78
Antonella Altuna, Sexto grado. Tercer puesto, dibujo digital.
Belén Lopez, Cuarto grado.
Segundo puesto,
dibujo en blanco y negro.
Kenu y Mali Puerta, Sexto grado. Primer puesto,
dibujo digital.
Salvador Durand, Cuarto grado. Segundo puesto,
dibujo digital.
Joaquín Leunda, Quinto grado.
Primer puesto, dibujo en blanco y negro.
79
Joshua Bellini, Quinto grado. Segundo puesto,
dibujo en blanco y negro.
María Lamadrid, Cuarto grado. Primer puesto,
pintura.
Salvador Peña, Quinto grado. Tercer puesto,
dibujo en blanco y negro.
Adrián Wirz, Sexto grado. Segundo puesto,
pintura.
Joaquín Planas, Sexto grado. Tercer puesto, pintura.
80
Kenu Puerta, Sexto grado. Primer puesto, pintura.
Su casa
no es su hogar
El oso polar caminó a su lugar:
Un lugar de invierno,
el mejor para estar.
Llegó con vientos el otoño,
pero se logró acostumbrar.
Vino la primavera,
no se pudo enfriar.
Llegó el verano,
y no pudo aguantar.
Así es como su casa se vuelve un lugar
que ya no siente su hogar.
Ahora el oso solo quiere llorar.
Brunella Serrano,
Sexto grado. Primer puesto, poesía.
Isabel Pérez, Sexto grado. Segundo puesto, pintura.
81
Mae Alorda, Sexto grado. Primer puesto, pintura.
El río mágico
El río no habla pero se hace entender, en las
noches murmura palabras que parecen rimar,
las escucho en mi mente y me hacen suspirar.
El río mágico es. Tú te metes en él y te
conviertes en lo que quieres ser, metes un pie
y feliz ya eres. Qué mágico es, ¿no lo crees?
Callado es, pero al mismo tiempo se hace
escuchar. La corriente se lleva las rocas, como
plumas hermosas que parecen cantar, a un
ritmo que solo yo puedo entonar.
Los peces saltan de alegría de que el río sea
una maravilla, deberían venir al río de una vez
para no perder ni un minuto para conversar
con él.
El agua cristalina corre por el río callado, pero
en las noches se escucha al río hablar aunque
callado esté.
El sol brilla, qué maravilla, día perfecto para ir
al río. Corran, corran, apúrense ya, que el sol
se va y el río se despide de nosotros ya.
El agua del río al mar tan rápido va, que ni
siquiera se deja tocar. Yo quiero ver el río
todos los días para poder hablar y conversar.
Canto con él al ritmo y compás que hacen las
rocas al avanzar.
El río ya no puede cantar, tanta
contaminación que ni siquiera puede hablar.
Ya no canta conmigo, se acabó la felicidad por
tanta contaminación que veo al andar.
Fernanda Guerrero, Cuarto grado.
Tercer puesto, poesía.
82
El cerdo volador
Vuelas por las noches,
al amanecer te escondes,
nadie te conoce,
ni las estrellas de la noche.
En la noche, la Luna
refleja tu belleza única,
en el cielo oscuro
está tu sombra en oculto.
Solo una vez al año,
durante el amanecer,
un ser humano de corazón bondadoso
te puede ver.
Vuelas por las noches,
al amanecer te escondes,
nadie te conoce,
ni las estrellas de la noche.
Diego Carrillo y Vicente Guzmán,
Cuarto grado. Tercer puesto, poesía.
Pablo García, Sexto grado. Tercer puesto, pintura.
Santiago Calero, Sexto grado.
Segundo puesto, pintura.
83
Miedo
La niña del farol
Miedo. ¿Es real?
O solo es
Una gran nube de temores
Que me sigue a todos lados.
La noche llega,
el farol se prende,
la niña aparece,
está caminando con su pelo suelto,
arrastrando el piyama,
que lleva puesto.
Siente el viento,
se va corriendo,
apaga su farol y
lo prende de nuevo.
La noche llega,
el farol se prende,
la niña aparece,
es ahora muy diferente,
tiene un antifaz que sorprende,
parece ser un ángel que estremece y
enternece.
En la oscuridad
Todo es diferente. Como si mil ojos me
mirasen.
Temor, miedo, susto.
Estar sola lejos del mundo.
Imaginación.
Un espacio en blanco listo para ser pintado.
Ese sonido estremecedor es miedo.
Una mentira es miedo.
Un secreto detrás de cada puerta.
Descubrirlos
Lentamente.
Miedo. ¿Qué es?
Amanece, mi miedo se va, todo es normal.
¿O no…?
María de Orbegoso, Quinto grado.
Segundo puesto, poesía.
Siente el viento,
se va corriendo,
apaga su farol y
lo prende de nuevo.
Isabel Barrios, Maïa Clement
y Fernanda Guerrero, Cuarto grado.
Segundo puesto, poesía.
María de Orbegoso, Quinto grado.
Tercer puesto, réplica.
84
Julia Torrejón, Quinto grado. Primer puesto, réplica.
Tamara Vásquez, Quinto grado. Primer puesto, réplica.
Santiago Sanz, Quinto grado.
Segundo puesto, réplica.
Padma Landazuri, Quinto grado.
Tercer puesto, réplica.
85
Nerea Mujica, Quinto grado.
Segundo puesto, réplica.
Tobías Mumenthaler, Quinto grado.
Tercer puesto, escultura.
Joshua Bellini, Quinto grado.
Segundo puesto, escultura.
Salvador Yrivarren, Quinto grado.
Primer puesto, escultura.
86
Valentina Garmendia y Julia Torrejón,
Quinto grado. Tercer puesto, escultura.
Liam Berninzon, Cuarto grado. Segundo puesto,
escultura.
Camilo Quiñones, Quinto grado.
Tercer puesto, escultura.
José Miguel Vargas, Cuarto grado. Primer puesto,
escultura robótica.
87
Gabriel Ormachea, Quinto grado. Primer puesto, escultura escenográfica.
Nerea Mujica y Esperanza Siles, Quinto grado. Tercer puesto, escultura escenográfica.
88
Inés García, Quinto grado. Primer puesto,
escultura escenográfica.
Salvador Cáceres, Quinto grado. Segundo puesto, escultura escenográfica.
89
Juan Diego Yauri, Cuarto grado. Primer puesto, textil.
Morgana Mindreau, Sexto grado.
Tercer puesto, fotografía.
Nerea Mujica, Quinto grado. Segundo puesto, fotografía.
90
Diego Carrillo, Cuarto grado. Primer puesto, fotografía.
91
Isabel Barrios, Natalia Carpio, Ariana Changana y Uma Mikati, Cuarto grado. Primer puesto, historieta.
92
Almudena Carrillo, Ian García, Trinidad Miranda y Noah Mujica, Cuarto grado.
Segundo puesto, historieta.
Trilce Carbajal, Luana De Andrade, María Lamadrid y Emilia Ponceleón, Cuarto grado.
Tercer puesto, historieta .
93
Casos de la vida Cotidiana
Ni siquiera nos miramos. Cada vez que casualmente
pasamos uno al lado del otro nuestras
miradas toman direcciones opuestas. Desde
que me enteré de que a Juan le gusta Patricia
también, nada ha sido igual. Todas las tardes
que pasábamos juntos se esfumaron de mi
mente, todas las tareas plagiadas, y cómo olvidar
aquel pase que me dio para meter el gol al
último minuto del recreo. Todos esos hermosos
recuerdos se van de mí, aunque yo quisiera
aún recordarlos y olvidar todo esto. Llegué
al salón rápido al acabar el recreo; al momento
de entrar pude observar que él ya estaba ahí.
Lo miraba con mucha furia, con deseos de hacerle
cosas para que sufra. Seguí caminando
hasta mi carpeta sin poder mirarlo. Él noto mi
actitud y me dijo con tono amenazador y desafiante:
—¿Qué miras, ah?
—Cuidado con lo que dices —le respondí de
modo amable.
—¿Y si no quiero? ¿Qué va a pasar? —me dijo
Juan incorporándose, con cara molesta y con
los puños cerrados.
—Ya te fregaste —le contesté, parándome con
violencia y con intención de golpearlo.
Juan lanzó un derechazo directo al mentón de
Mario, desconcertándolo un poco. Este no se
quedó atrás y le tiró una patada en los genitales,
a lo que Juan respondió con un “eso es
de maricones”. Acto seguido, Juan le tiró otro
puñete en el ojo. Mario se lo devolvió con más
fuerza. Juan lo tacleó y empezó a golpearlo en
el suelo. La pelea hubiera seguido si no fuera
porque los compañeros y profesores entraron
velozmente al escuchar los gritos e insultos.
Ambos se fueron suspendidos a sus casas.
—No sé qué hacer, ¡ayúdame! —le dijo Patricia a
Arturo con tono de desesperada.
—Haz lo que tu corazón te diga —Le dijo Arturo
a Patricia.
—Pero mi corazón me dice que ambos me gustan,
estoy realmente desesperada. Además,
no quiero romperle el corazón a ninguno de
los dos, porque yo también les gusto a ambos.
Ayúdame, Artu —dijo Patricia.
—A mí me parece más churro Juan —dijo Arturo.
—A ti te gustan todos, oe —dijo Patricia.
—Bueno, eso es verdad, pero ahora sin bromear,
yo creo que te deberías quedar con Juan,
es mejor persona; además, me dijeron que
besa muy bien —dijo Arturo.
—Tienes razón, le voy a decir a alguno de sus
amigos que le diga para que me pida, solo espero
que no se moleste Mario —dijo Patricia.
—No puedo creerlo. Es increíble que Patricia
me haya elegido a mí, todo gracias al cabrito
de Arturo, quién lo diría. Tendré que dejar de
molestarlo, ahora va a ser como un hermano
para mí. Siento mucha pena por Mario.
—Estoy muy decepcionado, no es posible que
Patricia lo haya elegido a él, es un imbécil bueno
para nada, pero esto no se va a quedar así,
definitivamente no. Mañana mismo le voy a
buscar la mecha, se va a arrepentir de haber
nacido.
Mario y Juan se miraban fijamente, eran las 8
de la noche y estaban solos. Juan fue el primero
en hablar.
—No voy a estar con ella si te molesta, te lo
digo como amigo —dijo Juan.
—No te creo —dijo Mario.
—Te lo juro, te doy mi palabra de casi hombre
—dijo Juan.
94
Mario rió un poco. Después agregó:
—La verdad si me molesta un poco, pero tampoco
tenía que portarme así, fui un estúpido,
lo siento. ¿Amigos?
—Yo también fui un estúpido, pero nunca
fuiste mi amigo, siempre has sido mi hermano
—dijo Juan, abrazándolo fuertemente.
Al día siguiente ambos hablaron con Patricia
y le dejaron en claro que primero estaban los
hermanos , y después las chicas.
Santiago Coello, Cuarto de media.
Primer puesto, cuento.
Mía Mateucci, Segundo de media. Primer puesto, acuarela.
95
María José Díaz, Quinto de media. Primer puesto, collage.
Desesperación e incertidumbre
Me despertó un ruido. Lo único que pude ver
fue una luz, una raya. Supuse, sin equivocarme,
que era la rendija de una puerta. Rápidamente
noté que mis brazos se encontraban
atados a una silla, cada extremidad en una
pata o brazo de la silla. Mi primer instinto fue
gritar por ayuda, pero noté que mis gritos
eran ahogados por el grosor de las paredes
desconocidas que me rodeaban. Paredes que
no daban indicio de la luz del día o del resplandor
de la luna por su falta de ventanas. Logré
notar una sutil sombra debajo de la puerta y
grité de nuevo clamando por ayuda. Fue en
vano, nada pasó. Traté de recordar cómo había
llegado ahí pero no lo logré. La desesperación
que me causaba la incertidumbre en la
que me encontraba causó un llanto que, en
mi equivocado sentido de la ubicación en el
tiempo, parecía haber durado horas. Caí dormida
poco después y olvidé la situación por
completo.
Volví a despertar a raíz de un ruido mucho mas
fuerte que el que originalmente me despertó.
Era el ruido de una vieja puerta de metal
abriéndose con dificultad debido a su peso.
Con la vista nublada típica del despertar pude
notar que entraba una luz a la que me costó
acostumbrarme. Casi al instante de despertar
se fue aproximando una silueta alta y robusta.
Tenía el rostro cubierto con un pasamontaña
cortado justo en los orificios de los ojos y la
boca, y guantes de limpieza que pude notar
gracias a la limitada cantidad de luz que había.
El sujeto estaba completamente vestido
de negro y aparentaba ser un hombre, según
mi deducción. Con una voz extraña y robótica,
me ordenó ingerir una serie de pastillas de diferentes
tamaños y colores que me acercó a
la boca acompañada de un vaso de agua para
pasarlas más rápido. Este proceso debió haber
tomado menos de diez minutos, en los que
aproveché para interrogar al sujeto sin recibir
respuesta alguna. ¿Quién soy? ¿Dónde estoy?
¿Quién eres tú? ¿Por qué estoy aquí? Estas
fueron algunas de las preguntas que hice, cayendo
en una desesperación mas intensa al
96
Fernanda Roose, Tercero de media.
Segundo puesto, collage.
ver cómo el sujeto se iba alejando progresivamente
de donde la silla estaba puesta, en medio
del cuarto circular en el que estaba.
Pasaba el rato, sin tener idea de la hora o la fecha.
Mi identidad u origen seguían siendo un
gran misterio por resolver en mi mente. Por momentos
me venía a la cabeza una melodía, algo
conocido y familiar entre todo lo desconocido de
mis alrededores. Empecé a recitarla en voz alta
y me empezaron a llegar recuerdos, visiones del
pasado que hiladas me ayudaron a reconstruir
poco a poco mi historia e identidad. Con el pasar
del tiempo fui consiguiendo vagos recuerdos de
la casa de mi infancia, mis padres, mis hermanos,
mi vida. Recordé mi nombre. Paula. Recordé
también el día de mi secuestro, 28 de septiembre
de 2016, y todos los sucesos de ese día. En
este momento no tengo idea de cuánto tiempo
ha pasado desde ahí o cuanto tiempo he estado
pensando en esto. Empecé a pensar en el porqué
de mi estancia aquí. En mi aburrida reclusión,
también armé teorías a cerca del sujeto, las pastillas,
la silla, etc. De pronto me sentí atrapada,
me empecé a preguntar si mi familia me estaría
buscando o si se habrían rendido, me pregunté si
saldría de aquí algún día. Al pensar en todo esto
empecé a gritar con todas mis fuerzas pensando
que de nada serviría y que más bien estaba
desgastando mis fuerzas, pero el sujeto no tardó
en aparecer y me sentí aliviada. Le pedí que
me salvara o que me liberase, pero rápidamente
noté que al aproximarse a mí traía una bandeja
de un material que no pude reconocer y que únicamente
tenía una jeringa con un líquido de un
color que no pude identificar por la falta de luz.
Al ver la jeringa volví a gritar y con toda la fuerza
que me quedaba volqué la silla hacia mi lado derecho,
golpeándome fuertemente. El sujeto dejó
la bandeja en suelo tras mi acto y levantó la silla
que me aprisionaba mientras susurraba unas
palabras que no logré escuchar debido a la máscara
que cubría su boca y mi respiración agitada.
Volví a exigirle que me deje ir sin ningún tipo de
respuesta de él. En esos instantes recordé todo.
El motivo de mi secuestro y mi ubicación actual
principalmente. Recordé que yo misma causé
esto y que era solo un experimento inventado
por mí. Le grité al hombre que me dejé ir, contándole
con detalle mi reciente recuerdo, pero, de
nuevo, no hubo respuesta. Sentí cómo la aguja
de la jeringa ingresaba a mi torrente sanguíneo
liberando la sustancia del color desconocido y
sentí también cómo esta me iba adormeciendo
poco a poco culminando en un sueño profundo.
Me despertó un ruido. Lo único que pude ver
fue una luz…
María José Díaz, Quinto de media.
Primer puesto, cuento.
97
Giulia Mormile, Primero de media.
Segundo puesto, dibujo a color.
Bruna Denegri, Quinto de media. Primer puesto, dibujo a color.
98
Catalina Baigorria, Tercero de media. Primer puesto,
dibujo a color.
Lovell Yomond, Cuarto de media. Tercer puesto,
dibujo a color.
Mateo Alcocer, Primero de media.
Primer puesto, dibujo con pasteles.
Martina Ballumbrosio, Primero de media. Tercer puesto, dibujo a color.
99
En medio de la noche me desperté por unos
pasos, se daban en series de tres y cada vez se
acercaban más. Uno… dos… tres… uno… dos…
tres… Hasta que los pasos llegaron a la puerta
del cuarto y se escuchó claramente “TOC-TOC-
TOC”. No abrí la puerta, estaba paralizado por
el miedo. En eso, la puerta se abrió lentamente
con un crujido. Cerré los ojos muy fuerte y
sentí un viento helado por todo mi cuerpo. La
puerta se cerró y no pude dormir por el resto
de la noche.
Apenas salió el sol me largué de la casa a toda
prisa. Tomé el primer micro a la ciudad y fui directamente
a contarle a mi abuelo lo que había
pasado. Cuando llegué a su casa toqué la puerta,
pero no me abrió. Era bastante temprano, así
que debía estar dormido, por eso entré por la
puerta trasera. Cuando entré noté un olor fuertísimo
a putrefacción, sin duda venía del sótano,
fui y abrí la puerta, en ese momento fue que
escuché nuevamente ese “TOC-TOC-TOC”.
Nicolás Fajardo, Segundo de media.
Segundo puesto, dibujo con pasteles.
Rhonzo Olaechea, Quinto de media.
Segundo puesto, cuento.
101
Luca Berninzon, Primero de media.
Tercer puesto, dibujo con pasteles.
Viernes 3 a. m.
(como la canción de Serú Giran)
Me acuerdo de que me hablabas por Facebook.
Me enviabas fotos mías tomadas con la
cámara de mi laptop, mientras que yo tocaba
la guitarra. Me decías que me querías, y que no
pare de tocar nunca. Las fotos las habías editado
con los stickers que estaban de moda en
2014; cuando solo tú sabías de mí pero yo de
ti no. Me preguntaste si podías venir a mi casa.
No te respondí pero ya estabas abajo.
Dejaré que te vayas
por el barco del olvido
Dejaré que las polillas se coman tu ropa, dejaré
que el tiempo te olvide y las calles no te reconozcan.
Dejaré que las cartas se desintegren
en el tiempo, dejaré que la tinta corra con el
agua que le cae del invierno salado. Dejaré que
mi voz se apague hasta olvidar cómo te llames,
dejaré que mis lágrimas se congelen como lo
hacía mi mente al verte. Dejaré que tus joyas
se oxiden, dejaré que mi dolor cese, dejaré de
mirar el reloj como si de algo estuviera pendiente.
Dejaré caer mi cuerpo, reposaré entre
almohadas y dejaré que el amor puro y propio
llegue. Dejaré de pensarte, dejaré de quererte,
dejaré de vivirte, dejaré de llorarte, dejaré de
abrazarte en algún sueño, dejaré de soñarte.
Me haré cargo de llenar el lado derecho de mi
cama sin necesitarte y sin amarte.
María Fernanda Villalobos,
Quinto de media. Segundo puesto, cuento.
Subiste a mi cuarto, estaba desordenado, con
olor a sudor, a tabaco y una pizca de colonia.
Las paredes negras con letras escritas, las luces
de colores dando vueltas. Te echaste sobre
mi cama, veías al techo pero siempre volteando
a verme. Me pedías que te toque una
canción, pero yo decía que me había olvidado
de los acordes y que mis manos habían dejado
de funcionar. Lágrimas caían sobre mi cara, me
quitaste la guitarra. No quería que me siguieras
viendo llorar, no soportaba que alguien me
viera así, más si eras tú.
Comenzaste a cantar. No quería que me cantes
‘Viernes 3 a. m.’. Me quitaste el cigarro de
las manos. No quería que me apagues el cigarro
que tanto me costó armar. Porque ya te había
dicho que mis manos estaban dejando de
funcionar y que mis ojos habían dejado de ver.
Porque no quería que me siguieras tocando.
Porque no quería que me desconozcas. Porque
ya te había dicho que no quería que me
vieras llorar.
Cayetana Antón, Quinto de media.
Tercer puesto, cuento.
102
Rhonzo Olaechea, Quinto de media.
Primer puesto, dibujo en tela.
Luciana Moya, Tercero de media.
Segundo puesto, dibujo en tela.
Rhonzo Olaechea, Quinto de media.
Tercer puesto, dibujo en tela.
103
Una historia irreal
—Oye ya, ¿qué estoy haciendo aquí? Déjenme
ir. No he hecho nada malo, doc.
—Usted saber perfectamente porqué está internado
aquí.
—Pero si no he hecho nada malo.
—¿Nada malo? ¿Le gustaría explicarme qué fue
lo que ha hecho exactamente para acabar aquí?
—Ah, bueno, si tanto insiste, pero le advierto
que este relato será muy largo. Tiene que ver
con un asunto familiar, remontado hace mucho,
mucho tiempo, en la antigua Vietnam.
—Espere, creo que no me ha entendido, no es
necesario…
—Como estaba diciendo, ocurrió en la antigua
Vietnam, cuando todo estaba plagado de
hombres blancos y todavía había reyes. Yo tenía
una abuelita de allí, una mocosa que apenas
se le cayeron dos dientes. Era muy curiosa
y siempre jugaba por las calles de la ciudad con
su perro, Clifort, o un nombre así, no me acuerdo.
—Señor, Clifort es de una serie animada para
niños…
—No me interrumpa, doc. Dije que no estaba
seguro si era ese u otro. Como sea, uno de
esos días un vendedor extraño se le acercó y
le preguntó: “Oye niña, ¿deseas una apetitosa
manzana?”. Y ella claramente aceptó, porque
no todos los días un desconocido te ofrecía
alguna fruta gratis, y en ese entonces todos
eran pobres, se morían de hambre. Para ella
era como recibir en estos días un dulce de parte
de un extraño en medio de la calle.
—Nadie hace eso…
—Entonces el mercader le entregó a mi abuelita
una manzana grande, redonda y anaranjada.
—¿Anaranjada? Las manzanas no son de ese
color. Debe referirse a una…
—Que no me interrumpa, doc. Bueno, así que
mi abuelita se fue a su casa con toda la alegría
del mundo por recibir su manzana. Pero, ya en
su casita, apenas le dio un mordisco, sus dientes
chocaron con la dura piel de la fruta, casi
rompiéndose un diente. “Oye, esto no es una
manzana”, dijo mi abuelita. No sabía qué era,
así que, cuando su mamá vino a la casa, ella
le preguntó acerca del dilema de la manzana.
“¡Pero mija”, dijo la mamá de mi abuelita, “pero
si está hecha de oro!”. Fue tan grande su alegría
que no pudo evitar llevar la fruta al mercado
y hacerse su fortuna con ella.
—¿Manzanas de oro? Señor, dudo mucho que
alguien entregue esas cosas por las calles a niños,
y mucho menos…
—Años después, cuando mis antepasados vivían
como reyes con su nueva fortuna, y mi
abuelita ya era una mujercita desarrollada,
un pajarraco llegó a la casa gritando: “¡Wuaa!
¡Su hija ha sido maldecida, wuaaa! ¡Deben entregarla
antes de la media noche, wuaa!”. Sin
cuestionar ni un segundo aquellas sabias palabras
del ave mágica, la mamá de mi abuelita
tuvo que abandonarla en medio del bosque,
sola y sin dinero, esperando a que su maldición
se esfumara. Fue a su encuentro un vampiro,
uno de esos seres pálidos de grandes ojeras
que chupan sangre y tienen ese acento extraño
que nadie les entiende. “¡Vendrás conmigo,
esclava!”, le dijo a mi abuelita, pero ella luchó
con ferocidad contra la bestia para recuperar
su libertad. La pelea produjo tanto ruido que
llamaron la atención a un lugareño del bosque,
quien atendió al llamado de auxilio y venció al
malvado vampiro. Ambos escaparon, y volvieron
junto a la casa de mi abuelita, y en forma
de agradecimiento dejaron que el lugareño
104
se casara con ella, a la damisela a quien había
rescatado. Y así fue como se conocieron y casaron
mis abuelitos.
—Esa fue una extraña y encantadora historia.
¿Pero eso qué tiene que ver con…?
—Muchos años después de ese suceso, los dos
tórtolos de la casa estaban esperando un deseado
hijo, mi papito. Estaban contentos. Qué
digo, contentísimos. Hasta que una noche fatídica
unos hombres malos de piel roja, demonios
mismos del infierno, llegaron a su casa y
lo destruyeron todo. No era nada más ni nada
menos que una obra del malvado vampiro a
quien mi abuelito venció, quien volvía a reclamar
venganza y quitarle todo a mi familia. Mi
abuelito se sacrificó para salvar a su esposa y
su futuro hijo, enfrentándose al vampiro con
espada y fuego a la mano. Una épica batalla
entre ambos. Mi familia apenas pudo escapar
con vida, y se vieron forzados a escapar del
país para salvar sus vidas a un nuevo mundo
distante de toda esa guerra por la que pasaba
el país. Mi padre nunca conoció a su papá, y mi
abuelita siempre se lamentó de haber perdido
a su marido.
—Y supongo que al final todo esto tiene alguna
relación con su crimen.
—¡Exacto, doc, nunca dude de mí! Mi abuelita y
padres siempre me contaban esta historia de
pequeño. Usted creería que es un cuento de
fantasía, ¿no? ¡Pero no, lo peor de todo es que
es cierta, al cien por ciento! Hasta me mostraron
las marcas que le hizo el malvado vampiro
a mi abuelita como prueba. ¡Y lo peor de todo
es que ese desgraciado monstruo seguía con
vida! Yo no podía seguir viviendo así, por lo
que tuve que hacer algo al respecto y proclamar
justicia. Yo, siendo el nuevo héroe de la familia,
reemplazando a mi querido mi abuelito,
viajé a aquella lejana tierra de donde vinieron
mis antepasados, me infiltré en la mansión del
villano, y…
—…Y le cortó la garganta al señor Backstreet.
—¡Sí, exacto, doc!
—Usted lo que ha cometido es un asesinato
grave, y lo peor es que destripó al hombre, lo
cortó en cientos de pedazos y lo lanzó a los
cerdos.
—¡Y con honor!
—Se le considera un sujeto sumamente peligroso
para la sociedad, es por eso que no puede
abandonar estas instalaciones.
—¡Bah! Patrañas. Si hace menos de cien años la
gente hacía cosas muchísimo peores por razones
menos nobles y aun así seguían comprando
pan en las esquinas de sus casas.
—¿”Razones menos nobles”? ¿Qué tiene de noble
destripar a un hombre para darlo de comer
a animales?
—¡Porque no era humano, sino un monstruo, el
vampiro de la historia! ¿Si ha estado prestando
atención?
—Igual no puede irse a otro país a matar a cualquiera
en base de un cuento infantil.
—¡Que le he dicho que no es falso! ¡No dude de
mí doc, todo lo que dicho es verdad! ¡Sé que
suena loco, pero si estuviera del lado mío y de
mi familia, hallaría las respuestas que busca
si escucha la historia desde otra perspectiva!
Mire, se lo volveré a contar para demostrar mi
punto.
—Por dios, no.
Camila Farfán, Quinto de media.
Tercer puesto, cuento.
105
La confusión
Era un diecisiete de diciembre y con los ojos
en lágrimas pude subir la mirada lentamente
hasta llegar al reloj. Este estaba al costado
del sofá en el que había pasado largo tiempo
y marcaba las 6:00 p.m. Había pasado exactamente
un año.
Todavía recuerdo ese día, cuando estaba cocinando
para mi hijo, por su cumpleaños número
16. De pronto sonó el teléfono y surgió una
sonrisa en mi rostro, porque pensaba que era
Noah llamando para decir que llegaría pronto,
pero para mi sorpresa era la policía. Me llamaron
para ir a la comisaría, me dijeron que ahí
me brindarían más información. Volví devastada
a mi casa.
Mientras estaba yendo a la comisaría, que era
algo lejos, me sentía nerviosa. La preocupación
me invadía, lo peor es que no sabía lo que
sucedía. En el camino pasamos por lugares
muy oscuros, se veían algunos borrachos en
la calle, otras personas que entraban a algún
bar, gente que salía apresurada del trabajo, los
buses llenos. La ruta que el taxista había decidido
tomar era algo peligrosa, yo siempre le
había tenido miedo a los callejones y pasamos
por varios, y eso me puso más nerviosa, mi corazón
se aceleró. Pero ya estábamos cerca, llegaríamos
en pocos minutos.
Al llegar a la comisaría me ofrecieron un té,
pero me atreví a pedir un café. Me lo trajeron
después de algunos minutos, y como era mi
costumbre, lo tomé sin azúcar. Me hicieron pasar
a una sala escalofriante, había un escritorio
al centro, con varios papeles desordenados
y una computadora al medio de ella, una silla
en la cual se sentaría el señor que me atendería,
y al frente estaba la silla en la que yo estaba
sentada, era roja y pegajosa. Pasaron unos
segundos y se abrió la puerta, me asusté, pero
era el comisario.
Con palabras muy dulces, pero que no dejaban
de ser fuertes, me dijo que ante todo debía
mantener la calma, entonces fue cuando me
dijo:
—Señora, lamento mucho darle esta noticia, su
hijo, señora… su hijo…
Al comisario no le salían las palabras, tenía que
ser algo grave, pensé.
—¿Pero qué ha pasado? —le pregunté angustiada.
—Señora, su hijo ha sido atacado, lamentablemente…
El comisario hizo una pausa de unos segundos
que me pareció eterna. Y entonces soltó la noticia
que nunca esperaba escuchar.
—Su hijo está muerto, señora. Ha sido asesinado,
fue atacado en la calle.
Quedé paralizada. No podía creer lo que había
escuchado. Fue como recibir un golpe que me
dejó sin aliento, que me tumbó.
—Vamos a detener a los culpables, señora, se
lo prometo —dijo el comisario tratando de calmarme.
—Necesitamos que vea y reconozca el cuerpo
de su hijo.
Me quedé con la boca abierta, no sabía cómo
reaccionar, era mucho para mí. Mi pequeño
hijo Noah, que estaba de cumpleaños, había
sido asesinado. Por favor, ¿cuándo despertaré
de esta pesadilla?
Caminé por un pasadizo largo y angosto. Nos
íbamos acercando más a la puerta que se encontraba
al final de este solitario pasadizo, hacía
mucho frío, por lo cual me puse una chompa
de lana roja, que tenía un pequeño hueco en
106
la axila izquierda. El comisario abrió la puerta,
había muchos cuerpos tapados. Simplemente
no podía sentir mi propio cuerpo. El comisario
se acercó a una camilla, levantó la manta, no
duré más de cinco segundos viendo a mi amado
hijo, lo tapé de inmediato y le dije que ese
era el cuerpo.
¿Cómo había sido todo?, no podía parar de preguntármelo.
Volvimos a esa sala escalofriante en la cual
había estado hace unos minutos. El comisario
empezó a hablar, pero yo no podía asimilar
toda la información que me daba. Hasta que
traté de despejar mi mente y concentrarme
intensamente en las palabras que salían de
la boca de aquel hombre que me acababa de
dar esa terrible noticia. Me contó que cuando
caminaba por la calle mi hijo había sido atacado,
golpeado hasta caer al suelo, y una vez
caído fue pateado y le clavaron un cuchillo en
el estómago. Pero ni la policía, ni yo, ni nadie,
sabíamos la razón por la cual le habían hecho
eso a mi hijo, él era muy tranquilo, no se metía
en problemas jamás. La hipótesis de la policía,
que me pareció convincente, era que a mi hijo
lo habían confundido con Pedro Vargas, que
tenía un parecido con él, que era el adolescente
más buscado por una banda de delincuentes
llamada “Los pirañas”, a los que había estafado.
Un año después no había logrado recuperarme
de este terrible suceso. Él era mi único
compañero, con él pasaba cada segundo, me
dio los mejores recuerdos, era imposible no
estar como estaba. Ya no podía más. El sofá ya
tenía mi silueta marcada, solo me paraba para
comer lo que encontraba, casi siempre eran
las frutas que compraba las pocas veces que
salía. Seguía en el sofá, viendo el reloj, con los
ojos húmedos por las lágrimas, mientras sentía
por cada rincón de mi cuerpo cómo me iba
deteriorando. Pronto me apagaría.
Micaela Noriega, Tercero de media.
Segundo puesto, cuento.
Camila Farfán, Quinto de media. Primer puesto, dibujo digital.
107
Franco De Lorenzi, Cuarto de media. Primer puesto, dibujo en blanco y negro.
108
Hernando Guerra García, Primero de media.
Tercer puesto, dibujo en blanco y negro.
Josué Carrillo, Quinto de media.
Primer puesto, dibujo en blanco y negro.
Martina Ballumbrosio, Primero de media. Segundo puesto, dibujo en blanco y negro.
109
Soledad
Mi soledad abundante
Se pierde en mis ojos
Pierde la vida
A través de la larga distancia
El corazón se partió
En la oscura noche
La flor amarilla, brillante
Desaparece a través del tiempo
La estrella cae
El pez nada
En el profundo horizonte
El vasto desierto
Permanece en silencio
Sebastián Ávila, Primero de media.
Primer cuento, poesía.
Lucille Marcone, Primero de media.
Tercer puesto, dibujo en blanco y negro.
Llanto silencioso
Llanto silencioso
La mujer de cabellos largos,
En medio de la noche,
Se sumerge en un estanque de lágrimas,
Se queda ahí,
Hasta que no es capaz de respirar
Y solo llora.
Llega hasta el bote de la pena
Y navega en su propio desastre.
Desgastada, se vuelve en sábanas
De su propia angustia y desesperación.
Se siente inútil
Se ve inútil
Se vuelve inútil.
Martina Ballumbrosio, Primero de media.
Tercer puesto, poesía.
Viktoria Merino, Tercero de media.
Primer puesto, pintura.
110
Carta de amor
Hay una espuma lechosa, sucia, flotando en el
agua. El sol no calienta todavía, es una tonalidad
ambarina que brilla sobre esa nata burbujeante
en medio de los tumbos. De este mar nuestro,
gris, como el cielo.
Yo estoy en un tráfico de camiones por la Costa
Verde, entre Chorrillos y Barranco, saliendo del
Club Regatas. Nada parece moverse: ni el mar, ni el
sol, ni el camión deteniendo tantos automóviles.
Solo la sucia espuma sube y baja, allí, reteniendo
la luz y mi mirada.
¿Miras tú ahora el mar? ¿Qué es el tiempo y la
distancia y cómo sobrevivo en tu memoria? No
recuerdo tu rostro, recuerdo, sí, que eras bella,
perturbadoramente bella.
Y yo torpe haciendo de mí, con mi debilidad,
un arma agresiva. ¿Me defendía de ti? ¿de tu
atractivo?
Seguro; y del miedo y de la soledad y del deseo y
de la tristeza. Debí decir “qué linda eres tú”, esta
presencia manifiesta de tu alma y tu cuerpo. En
cambio, mi lengua endurecida hizo de hierro para
disminuir tu fuerza de mujer bella. Me dolió ser
tan bruto, oírme, tan ajeno.
Hoy nada se mueve aquí en Lima, Perú, sobre el
asfalto del circuito de playas. Juegan sin embargo
los suizos al tenis, la bola a punto de recibir un
raquetazo, en esta imagen que miro a través de la
ventana del carro.
El camión ruge y avanza, el tráfico se agiliza, la
espuma revienta contra las piedras. El chofer
acelera y se aclara mi corazón, porque hoy recibí el
mensaje de una mujer bella.
Arie Sandhaus, Cuarto de media.
Segundo puesto, pintura.
Primavera, 2018
Alejandro Carvallo, Quinto de media.
Segundo puesto, poesía.
Mar Casabonne, Cuarto de media.
Segundo puesto, pintura.
111
Matías Barreto, Tercero de media.
Tercer puesto, pintura.
No molestar
Desafinado, tocando simplones tonos amargos
Durante mucho ya, mis cincos están arrugados y
cansados
Me cayó el zócalo encima cuando me encontraba
en la ventana
Tu ventana, mi portal hacia un mundo juntos;
mentira
El agravio decae en mí, por aquel ardor interno
tremendo
Sin mencionar el hecho de que todo pasó por
nuestras cabezas…
Me ahogo en mi desatinada psique, con mi propia
mano al cuello
Llegando a la conclusión de que tus ojos cuentan
con un contraste particular
Las llamas que los iluminan te hablan, se
presentan ante ti otoñales
Enigmáticas, misteriosas, problemáticas,
amistosas
Como también con cautela te privas de todo,
divagando entre amores polvorientos
Cuando en el espejo admiro, diluido en mí mismo
Dejé el agua corriendo, para que mis lágrimas la
persigan
Aunque me rodee de mil muros los evades e
invades lo que siento
Como bajo tierra, los gusanos llaman ansiosos
Por más que trate de afinar, las notas ya están
quebradas
Mi malestar se consagra en la permanencia
Tengo un afán con llamar teléfonos
desconectados, por favor contesta
La hecatombe del perdido se sella con la sangre
del jubiloso
Anhelaba una rosa sin espinas y terminé con
espinas rosas
En jaque, ante la inclemencia del tiempo
Con un sentimiento exaltante, un grisáceo clímax
En cualquier momento o lugar, no molestar, el sol
ya punzante brilla.
Mathias Young, Cuarto de media.
Segundo puesto, poesía.
112
Mala suerte
Nunca podrás herirme,
Aunque busques hacerlo y cada día intentes con
más ganas que yo me rinda ante ti.
Tendrías que importarme para eso, y aunque ya
has visto todo mi cuerpo, y ya tocaste toda mi
mente sigues sin ser alguien.
Sigues sin molestar con tus ideas de que no te
quiero,
No vine para oírte,
Ni para que te sientas mejor persona.
Estaba aburrida y tú estabas cerca, pudo haber
sido alguien más,
Lamento tu mala suerte.
Debiste haberlo notado, cómo te botaba cada
noche para no pasar más de 12 horas juntos, y ese
día que te quedaste 21 decidí que tenías que irte.
Tal vez querrás hacerme llorar, y que te
demuestre que me afectas,
Pero para eso yo tendría que ser débil y hace
mucho que dejé los complejos y preocupaciones,
Si quieres un día te llevo al teatro,
Ahí verás llantos, pero de mí no caerá ni una
lágrima,
Porque para eso deberías importarme.
Evita ahora la interacción humana,
Concéntrate en hacer cosas y no busques cariño,
eso solo te hará débil. Riega una flor y luego
quémala,
Despréndete de todo lo que alguna vez quisiste,
Así vivirás en mi mundo
Donde nadie llora.
Gianell Ordóñez, Segundo de media.
Primer puesto, réplica dibujo.
Sofía Bernales, Quinto de media.
Tercer puesto, poesía.
Santiago Dávila, Tercero de media.
Tercer puesto, réplica dibujo.
113
Aruni Martinat, Segundo de media. Primer puesto, fotografía.
114
Volando me enamoraste
Colibrí, te vi volando,
Resaltando tu color rubí,
Con la luna contrastando
En el horizonte de guaraní.
Colibrí, te vi volando,
Acechando flores color carmesí
Bajo la luna bailando,
Con tu mirada en mí.
Complacido solo al verte.
El tiempo corre cual conejo
Te desvaneces con la brisa.
Hora de irse, colibrí.
Alejandra Villalobos, Segundo de media.
Segundo puesto, réplica dibujo.
Renzo García, Cuarto de media.
Tercer puesto, poesía.
Cayetana Antón, Quinto de media.
Segundo puesto, fotografía.
Laszlo Pizarro, Cuarto de media.
Tercer puesto, fotografía.
115
Nicolás Aguinaga, Segundo de media.
Primer puesto, historieta.
2
3
4
116
5 6
7
117
Franco De Lorenzi, Cuarto de media.
Primer puesto, historieta.
Nicolás Aguinaga y Gianell Ordóñez,
Segundo de media. Tercer puesto, historieta.
118
2
3
4 5
119
Sebastián Ávila, Segundo de media.
Segundo puesto, historieta.
2
3 4
120
5
6
Tanit de la Borda, Tercero de media. Primer puesto, réplica.
121
Catalina Baigorria, Tercero de media.
Primer puesto, réplica.
Sofía Bernales, Quinto de media.
Primer puesto, réplica.
Fernanda Roose, Tercero de media.
Segundo puesto, réplica.
Gianell Ordóñez, Segundo de media.
Segundo puesto, réplica.
122
Micaela Noriega, Tercero de media.
Segundo puesto, réplica.
Sofía Bernales, Quinto de media.
Segundo puesto, réplica.
Viktoria Merino, Tercero de media.
Tercer puesto, réplica..
María Fernanda Villalobos,
Quinto de media. Tercer puesto, réplica.
123
PRIMARIA
Mali y Kenu Puerta, Sexto grado.
Segundo puesto.
MÚSICA
Doménica Dezar y Antonella Altuna,
Sexto grado. Primer puesto.
Salvador Durand,
Cuarto grado. Segundo puesto.
Doménica Dezar, Mae Alorda,
Isabel Pérez y Paloma Carrillo,
Sexto grado. Tercer puesto.
VIDEO
Joaquín Leunda y Joshua Tola, Quinto grado;
y Joaquín Planas, Sexto grado. Primer puesto.
124
SECUNDARIA
Nicolás Prado, Segundo de media.
Segundo puesto.
Franco De Lorenzi,
Cuarto de media. Tercer puesto.
MÚSICA
Sebastián Rabí y Alejandro Carvallo,
Quinto de media. Primer puesto.
Luciana Luque y María José Díaz,
Quinto de media. Segundo puesto.
VIDEO
María Fernanda Villalobos
y María José Díaz, Quinto de media.
Primer puesto.
125
Menciones honrosas de los
Juegos Florales 2018
PRIMARIA
CUENTO
Liam Berninzon, Cuarto grado
Santiago Calero, Sexto grado
Kenu Puerta, Sexto grado
Nicolás Rabí, Sexto grado
Lucas Villegas, Sexto grado
POESÍA
Joaquín Leunda, Quinto grado
Salvador Peña, Quinto grado
Antonella Altuna, Sexto grado
ARTES PLÁSTICAS
Pintura
Saphi Carbajal, Quinto grado
Noah De Col, Sexto grado
Brunella Serrano, Sexto grado
Réplica
Inés García, Quinto grado
Camilo Quiñones, Quinto grado
Joaquín Leunda, Quinto grado
Esperanza Siles, Quinto grado
Isabella García Rosell, Sexto grado
Dibujo a color
Salvador Peña, Quinto grado
María José Valdivia, Quinto grado
Paloma Carrillo, Sexto grado
Collage
Naí Rivas, Cuarto grado
Escultura escenográfica
Emilia Ponceleón, Cuarto grado
Zuri Del Valle, Quinto grado
Mae Alorda, Sexto grado
Santiago Calero, Sexto grado
Gael de la Rocha , Sexto grado
Isabel Pérez, Sexto grado
Kenu Puerta, Sexto grado
FOTOGRAFÍA
Isabel Barrios, Cuarto grado
Fernanda Guerrero, Cuarto grado
Renzo Huamán, Cuarto grado
Ángelo Salas, Cuarto grado
Manu Vásquez, Cuarto grado
Teo Álvarez, Quinto grado
Saphi Carbajal, Quinto grado
Isabella García Rosell, Sexto grado
Kenu Puerta, Sexto grado
HISTORIETA
Valentino Acosta, Cuarto grado
Liam Berninzon, Cuarto grado
Bruno Caracchini, Cuarto grado
Roc Chaves, Cuarto grado
Naí Rivas, Cuarto grado
Yukio Sakamoto, Cuarto grado
Ángelo Salas, Cuarto grado
Juan Diego Yauri , Cuarto grado
Teo Álvarez, Quinto grado
Joshua Bellini, Quinto grado
Elena Bravo, Quinto grado
Saphi Carbajal, Quinto grado
Tobías Mumenthaler, Quinto grado
Salvador Peña, Quinto grado
Esperanza Siles, Quinto grado
Zuri del Valle, Quinto grado
María José Valdivia, Quinto grado
VIDEO
Teo Álvarez, Quinto grado
Kenu Puerta, Sexto grado
Mali Puerta, Sexto grado
126
SECUNDARIA
CUENTO
Mateo Alcocer, Primero de media
Hernando Guerra García,
Primero de media
Luna Durand, Tercero de media
Franco De Lorenzi, Cuarto de media
POESÍA
Paula Bellina, Primero de media
Camila Díaz, Primero de media
Luna Durand, Tercero de media
Mariana Coronel Zegarra,
Cuarto de media
Santiago Saavedra, Cuarto de media
Sofía Bernales, Quinto de media
Luciana Luque, Quinto de media
ARTES PLÁSTICAS
Dibujo en blanco y negro
Paula Bellina, Primero de media
Micaela Farfán, Segundo de media
Dibujo a color
Enzo Sabato, Primero de media
Micael Vargas, Cuarto de media
Dibujo con pasteles
Matías Martínez, Segundo de media
Réplica
Micaela Noriega, Tercero de media
Pintura
Rodrigo Rubio, Tercero de media
Camila Farfán, Quinto de media
Paloma Saravia, Quinto de media
FOTOGRAFÍA
Maika Mendoza, Primero de media
Aisa Sara, Primero de media
Luna Durand, Tercero de media
Antonio Henman, Cuarto de media
HISTORIETA
Nua Maneiro, Segundo de media
Aruni Martinat, Segundo de media
Gianell Ordóñez, Segundo de media
Gabriel Sánchez León,
Segundo de media
MÚSICA
Diego Flores, Tercero de media
Lukas Onate, Tercero de media
Gianlucca Tijero, Tercero de media
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128