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Una conversación con Miller S. Puckette.
Por Roc Jiménez de Cisneros.
Miller S. Puckette ha sido a lo largo de los últimos veinte años una de las
figuras clave en el desarrollo del software profesional para audio en tiempo
real.
Puckette fue un miembro activo del MIT Media Lab desde su nacimiento
hasta 1987, cuando se instaló en París para trabajar durante ocho años como
investigador del IRCAM (l'Institut de Recherche et de Coordination Musique/
Acoustique, fundado por el compositor Pierre Boulez). Allí escribió Max, un
influyente entorno de programación gráfico para ordenadores Macintosh que
con el tiempo se ha establecido como uno de los referentes indispensables
del software para la creación de música y audiovisuales en tiempo real. Su
nombre es un homenaje a Max Matthews, padre de la música para
ordenadores e inventor de Music V (uno de los programas pioneros en la
síntesis digital con interfaz gráfica). Max fue comercializado en 1990 por
Opcode Systems y, más tarde, por la empresa californiana Cycling’74, su
distribuidor oficial en la actualidad. En el sistema gráfico de Max, el usuario
crea programas (o patches) conectando entre sí varios “objetos” que permiten
un control con una precisión medible en milisegundos sobre eventos de audio
y vídeo o incluso hardware externo vía MIDI.
En 1989, el IRCAM empezó a trabajar en una tarjeta de síntesis en tiempo
real para ordenadores NeXT llamada IRCAM Signal Processing Workstation
(ISPW). Combinando Max con el ISPW, y añadiendo luego un conjunto de
nuevos “objetos” para la computación de audio, Puckette dio lugar a Max/
FTS. La base a partir de la cual nació Pd (o Pure Data), su actual proyecto,
desarrollado en colaboración con artistas y programadores de todo el mundo
tras su disputa con el IRCAM. Pd es un proyecto de código libre (es gratuito
y su código está a disposición de cualquier usuario) para los sistemas
operativos Linux, IRIX, Windows y Mac OS X.
Poco después del lanzamiento de Pd, David Zicarelli de Cycling’74 decidió
incorporar la infraestructura de Pd a Max para añadir al programa la
posibilidad de manipular audio. El resultado es Max/MSP, del cual Cycling’74
lanzó una nueva versión el pasado año y que en breve estará disponible para
Windows. Por su parte, el desarrollo del IRCAM ha llevado a una nueva
versión del programa original de Puckette, llamada jMax, también gratuita y
distribuida con su código fuente.
En 1994, Miller Puckette se incorporó al departamento de música de la
Universidad de California en San Diego, donde hoy desempeña labores de
director asociado del Center for Research in Computing and the Arts (CRCA).
Palabras clave: Max/MSP, Pd, jMax, código libre, IRCAM, Cycling’74.

- Tu background está más relacionado con el campo de las matemáticas que
con la música. Algo bastante raro para un profesor de música.
Bueno, que yo sepa, debo ser el único profesor de música en los Estados
Unidos que carece por completo de educación musical. O sea que sí, es algo
poco común, pero creo que muchos investigadores en el campo de la
computer music se dedican profesionalmente a la informática o a la
ingeniería, como Julius Smith o Perry Cook. Yo me incliné por trabajar en el
departamento de música porque de esta forma mi vida tiene mucho más que
ver con la música que si estuviera impartiendo clases de ingeniería. Es un
poco duro debido a mi falta de formación musical, y tuve que aprender
muchísimo al principio, pero llevo aquí siete años y eso es bastante tiempo
como para reforzar mi educación.
- Pero de todos modos, tu relación con la música parte de mucho antes que
eso.
Claro, estuve ocho años en el IRCAM. En general siempre me han divertido
mucho más los proyectos musicales que los matemáticos.
- ¿Y cuando empezó el matemático a estar interesado no sólo por la música
sino en diseñar instrumentos musicales
Desde que era niño me maravillaban los sintetizadores y la idea de utilizar
ordenadores para hacer música. Yo crecí en los años sesenta, y durante
aquella época oí hablar de los sintetizadores Moog, aunque jamás conseguí
ponerle las manos encima a uno. Pero tenía una copia de “Switched On
Bach” y me fascinaba por completo. Luego, estudiando matemáticas en el
MIT, descubrí el estudio de informática musical que allí regentaba Barry
Vercoe, mi principal maestro en el terreno de la computer music. Empecé a
trabajar allí casi de manera exclusiva, dejando de lado el resto de mis
estudios durante largos períodos de tiempo, sencillamente porque aquello era
lo que de veras me apetecía hacer. Y creo que ése es el caso de muchos
músicos electrónicos, que tienen que debatirse entre dos carreras, o que se
ven obligados a sintetizar algo partiendo de dos bagajes distintos. Es un
campo híbrido que atrae a gente que no acaba de encajar dentro de los
límites de una única disciplina. Cuando yo empecé a estudiar, había
opiniones muy divididas acerca de lo que tenía que ser la música por
ordenador. Así que tenías que inventarlo sobre la marcha. Y eso fue muy

divertido; es fantástico estar en un campo como la computer music en los
años setenta, que todavía está en proceso de desarrollo.
- Ahora que mencionas tu estancia en el IRCAM, creo que tu relación con
ellos no terminó del todo bien.
Bueno, es que el IRCAM cambió de forma substancial a lo largo de mi
estancia. En la década de los ochenta, cuando yo entré allí, era un lugar
mucho más libre y alocado, pero cuando llegaron los noventa se propagó por
toda Francia una gran ola de xenofobia como consecuencia del aumento de
la tasa de desempleo, y empezó a ser complicado traer a gente de fuera para
trabajar en IRCAM. Por otra parte, se dieron muchos cambios burocráticos
en el gobierno francés que empujaron al IRCAM a una situación delicada en
la que todos los proyectos tenían que tener una finalidad comercial para ser
justificados. De manera que el cambio no tuvo tanto que ver con la propia
gente del IRCAM como con el gobierno, pero el hecho es que la vida de los
investigadores empezó a estar mucho más controlada y sujeta a la
burocracia. Pero de todos modos, sigue siendo un lugar que recomendaría
encarecidamente a cualquiera para ir durante unos años y aprender. Sigue
siendo la principal institución para la investigación en la computer music de
todo el mundo. Y es un grupo de gente fantástica con la que trabajar.
- ¿Y qué hay de tu relación con Cycling’74
Somos buenos amigos, aunque no estamos muy en contacto ultimamente.
Estan muy ocupados trabajando muy duro en una versión de Max para PC en
octubre, y entre eso y la puesta a punto para el Mac OS X andan muy
atareados. Ellos y mi trabajo en Pd no están en competición en absoluto.
Estamos en una situación totalmente diferente, porque yo no tengo que lidiar
con toda la parte comercial del proyecto, y además ellos tienen que crear un
producto mucho más refinado y fácil de usar que el mio. De modo que los
dos se retroalimentan simultáneamente: hay gente que cambia de Pd a Max/
MSP o viceversa, así que ambos ganan popularidad gracias al otro. No
existe competición.
- Creo que el IRCAM también está trabajando en una versión para PC de su
jMax.
Pues de hecho no lo se, porque jMax es algo diferente de Pd. Es un
programa más claramente orientado a estructuras de multiproceso. Las
características de jMax sirven a los informáticos para construir proyectos
grandes industrializables. Pd en cambio está destinado a músicos que
trabajan con hardware barato y muy posiblemente aislados, sin ninguna otra
persona interesada en el tema en su misma ciudad. Son una red de usuarios

mucho más activa, por eso lo principal en Pd es tener un programa que
arranca fácil y rápidamente y funciona en máquinas baratas.
- Siempre me ha parecido extraño que Max estuviera bajo el control de una
empresa privada como Cycling’74 cuando en realidad había sido desarrollado
gracias a capital público del gobierno francés.
Es cierto que jamás habría podido existir sin IRCAM, pero tampoco se habría
expandido tanto sin ser comercializado, que fue lo que Opcode hizo
originalmente. Así que de hecho era necesario contar a la vez con el sector
público y el privado para que el proyecto saliera adelante. O sea que no me
puedo quejar: simplemente no habría funcionado de otra forma.
Si echas la vista atrás hasta los comienzos de Max y cuentas el dinero que
el IRCAM invirtió en mi mientras desarrollaba el programa, verás que una
empresa privada habría tardado como mínimo diez años en recuperar el
capital. Para una compañía privada habría sido del todo imposible llegar a
algo como Max contando únicamente con sus recursos propios. Y por otro
lado, aunque mis planes para Pd son bastante diferentes, la situación es de
nuevo la misma: el dinero público paga mi salario mientras yo trabajo en Pd.
Y no tengo ningún plan de comercializarlo. Hay espacio para ambos
modelos.
- Hubo quien incluso llegó a pensar en una venganza por lo ocurrido con el
IRCAM…
No era en absoluto mi intención. Cuando comencé a trabajar en Pd no había
posibilidad alguna de que Max funcionara en un PC, ni de utilizar Max para
computar audio. Además, la política del IRCAM respecto a su jMax era algo
así como que tenías que pagar 2.000 francos al año para alquilar el software.
Y entonces David Ziccarelli me llamó y me dijo ‘¿podría usar el código de
audio de Pd y añadirlo a Max’ Y yo le dije ‘¡pues claro!’ Así lo hizo, y por
eso MSP, la parte de audio de Max, deriva de Pd y no de jMax, como muy
bien podría haber sido. Creo que Opcode y el IRCAM trataron de negociar
para que David utilizara jMax, pero al final no llegaron a un acuerdo. Así que
cuando empecé con Pd, parecía que la única forma de usar una versión de
audio de Max era que yo mismo la escribiera. Era una especie de deuda
pública para mi: volver atrás y re-implementarlo para que todo el mundo
pudiera usarlo, ya que fuera del IRCAM y un par más de lugares parecidos no
había manera de acceder al programa.
- Y tras todos estos años, ¿alguna pista de los próximos avances en Pd
Una función “deshacer”. Tengo que trabajar en el control-Z. Creo que ese es
el siguiente paso importante. Por otra parte, voy a hacer una versión para

Mac OS X que de hecho ya está disponible. De manera que en breve Pd va
a funcionar tanto en OS X como en PC y en Linux, aunque la mayoría de los
desarrolladores del programa van a seguir trabajando en Linux durante un
tiempo.
- Creo que David Zicarelli de Cycling’74 admitió años atrás que Max no era
muy bueno manejando datos. Y supongo que eso es algo que has tratado de
perfeccionar con Pure Data.
Eso también lo he dicho yo mismo desde hace años (risas). En efecto, es
algo que intento mejorar con Pd, pero todavía hay que ser prudentes.
- ¿Y en general, puede Pd hacer todo lo que Max no puede hacer
Pd es un poco mejor que Max en el terreno de la computación de frecuencia.
Cosas como un phase vocoder. Puedes hacerlo en ambas plataformas, pero
Pd es algo superior que Max. Otra cosa: creo que puedes controlar Pd desde
un PDA con Linux: puedes partir Pd en dos programas, la parte que se ocupa
de la computación en tiempo real, que funciona en tu PDA, y la parte gráfica,
que opera desde un ordenador cercano. Así que en teoría podrías llegar a
programar un patch de Pd para tu nevera, si tu nevera tuviera un
microprocesador.
- Cuando hablamos de software profesional de audio sigue habiendo una
dicotomía entre interfaces gráficas y programas basados en texto y líneas de
comandos. Tu apuesta ha sido siempre en el lado de los gráficos, como es
evidente con Max o Pd. Pero con todo, programas basados en texto como
Supercollider o Csound siguen siendo muy popoulares entre los usuarios
profesionales. ¿Qué opinas tu al respecto
Creo que hay cosas que puedes hacer con mucha más precisión en
Supercollider y Csound que en Pd. El diseño de Pd lo convierte en una
herramienta muy útil para crear programas interactivos, o sea que está
claramente enfocado a las actuaciones en directo. Supercollider en cambio
es un entorno de programación mucho más potente, de manera que si tu
intención es trabajar exclusivamente con algoritmos, es mucho mejor. Y más
o menos lo mismo ocurre con Csound, sólo que es más fácil de usar y
aprender que Supercollider.
- Hoy en día hay un montón de aplicaciones dirigidas a usuarios domésticos
que de alguna manera parecen estar inspirados en la estructura gráfica de
Max. Cosas como Reaktor, Audiomulch y otros. No quiero decir que lo
copiaran, sino que Max fue en cierta medida la chispa inicial…

Bueno, Max no fue el primer programa que abordó la música para
ordenadores bajo un enfoque gráfico de “patching”. Mientras lo hacía, yo
había visto ya como mínimo otros dos programas esfumarse sin más. Así
que no creo que el gran avance de Max fuese en realidad ese enfoque de
programación gráfica.
- Claro, pero eso lo hace más accesible a gente que jamás se atrevería a
meterse en un entorno basado en la programación más clásica como
Csound.
Por supuesto, y lo que ocurre es que la gente empieza con Max y luego se
da cuenta de que quiere un lenguaje más clásico. O simplemente usa los
dos…
- ¿Le sigues la pista a otros proyectos de software para audio ¿Alguno que
merezca ser mencionado
Bueno, durante muchos años hubo una carencia de buenos editores de audio
para Linux y ahora hay uno: Audacity, de la Carnegie Mellon University. O
sea que me parece bastante interesante.
- Aunque la mayoría de desarrolladores de software para audio suelen ser
músicos, en tu caso no se te conoce por tus producciones o composiciones.
Conozco a un montón de compositores mucho mejores que yo, y si ahora
empezara a invertir tiempo en eso, no podría haber contribuído al campo de
la música por ordenador de la manera que lo he hecho con Max y Pd. Por
otra parte, mucha gente ve la figura del compositor como un nombre, y la
gente que toca los instrumentos o colabora en la realización de un disco son
meros mercenarios. Si entras en un bar en San Diego puede que te
encuentres con alguien usando Pd, aunque no se vea a sí mismo como un
compositor. Responderá más bien al patrón de ese personaje medio hacker,
medio músico simplemente pasando un buen rato. Así que todo esto no me
preocupa mucho. Ni tampoco el hecho de dejar tras de mi un legado musical.
- Ya, pero a menudo parece que el crédito debería ostentarlo el programador
del software más que al tipo que lo está utilizando.
Sí, y en ese caso hay que reconocer el mérito de David Bristow, que escribió
el banco de voces del Yamaha DX-7. Y el suyo es un caso ciertamente
interesante, puesto que pudo haber ido de gira con un grupo de rock
importante, pero prefirió trabajar para Yamaha porque le divertía más. De
cualquier modo, la fama que uno adquiere mientras vive no es tan importante
como disfrutar de lo que uno hace. ¡Y ya hay suficiente música por ahí! And I

think people realise now that music is not just a matter of some Beethovenlike
genius way of inventing the new wave of music. It’s much more a
community kind of thing. It may be the fact that the last century more people
has listened to recorded music than actually made music themselves that
has turned music into this star-system. What interests me is really having
people enabled to make their own music rather than have music being
experienced when turning a CD on.
- La mayoría de herramientas para audio que utilizamos hoy vienen de la
academia: de universidades e instituciones que invirtieron mucho tiempo y
dinero en su desarrollo, y hoy estan al alcance de gente “normal”. Crees que
algún día asistiremos a una nueva ola de software hecho enteramente por
ese tipo de gente fuera del amparo institucional
Pues me encantaría verlo. Pero es dificil, porque llegar a algo relativamente
importante, dar un nuevo paso, suele ser cuestión de años de trabajo, y la
mayoría de la gente no puede sobrevivir durante una década mientras
trabajan en ello. Así que, almenos a corto plazo, las universidades y los
centros de investigación como IRCAM van a seguir centralizando gran parte
de la innovación en el software para música por ordenador. Pero podría
equivocarme, claro.
- Y hablando de futuro, ¿alguna idea sobre el siguiente paso en el dominio del
software para computación de audio en tiempo real
No creo que las cosas estén cambiando muy rápido en ese terreno por ahora.
Aun a riesgo de equivocarme diría que no vamos a ver aplicaciones
revolucionarias en lo que respecta a música interactiva en tiempo real. Puede
que la gente empiece simplemente a ver todo eso como una base de la cual
partir, igual que, por ejemplo, los ordenadores han dejado de evolucionar.
Lo que yo veo es que hoy en día hay menos cambios en la computer music
de lo que había diez años atrás. Ahora tenemos nuestro Supercollider,
nuestro Max/MSP, pero parece que, a pesar de que todos estas
herramientas no son ni de lejos perfectas, alguna combinación de ellas le
permite a la gente hacer lo que quiere, hasta el punto de que va a ser muy
dificil que alguien convenza a la gente con un nuevo paradigma. Pero esa es
una predicción peligrosa…
Roc Jiménez de Cisneros compone música para ordenador y trabaja con
sellos como Mego, Fals.ch, Diskono, Lucky Kitchen o su propio Alku.

A conversation with Miller S. Puckette.
By Roc Jiménez de Cisneros.
Over the last twenty years Miller S. Puckette has been one of the key figures
in the development of professional real-time audio processing software.
Puckette was an active member of MIT Media Lab from the time it started
out right up to 1987, when he moved to Paris to work as a researcher at
IRCAM, l'Institut de Recherche et de Coordination Musique/Acoustique
founded by composer Pierre Boulez.
That's where he wrote Max, a highly influential graphic programming
environment for Macintosh computers that over time has become one of the
essential software platforms for music and real-time audiovisual creation.
Its name pays homage to Max Matthews, the father of computer music and
the inventor of Music V (one of the pioneer graphic interface-driven digital
synthesis programs). Max was commercialised in 1990 by Opcode Systems,
and later on by the Californian company Cycling’74, its present official
distributor. In the Max graphic interface the user creates programs (or
patches) by connecting various "objects" with each other. These give the
user control, with precision measured in milliseconds, over audio and video
events and even over external hardware via MIDI.able the user These permit
thuser creates programmes (or pathces) by connecting various "objects" with
eachother. These a
In 1989 IRCAM started working on a real-time synthesis card for NeXT
computers called IRCAM Signal Processing Workstation (ISPW). By
combining Max with ISPW, and then adding a group of new "objects" for
audio processing, Puckette came up with Max/FTS. This was the basis for
Pd (or Pure Data), his current project, developed in collaboration with artists
and programmers from all over the world after his falling out with IRCAM. Pd
is an open source project (it is free and its code is available to all users) for
Linux, IRIX, Windows and Mac OS X operating systems.
Soon after the launching of Pd, David Zicarelli of Cycling’74 decided to
incorporate the Pd infrastructure to Max in order to enable the programme to
process audio. The result is Max/MSP, a new version of which was released
by Cycling’74 last year, and that will soon be available for Windows. In the
meantime, IRCAM's development has led to jMax: a new version of
Puckette's original program, which is also free and distributed along with its
source code.
In 1994, Miller Puckette became a member of the Music department of the
University of California, San Diego, where he carries out his functions as
Associate Director of the Center for Research in Computing and the Arts
(CRCA).

Key words: Max/MSP, Pd, jMax, open source, IRCAM, Cycling’74.
- Your background is more in the mathematics field than in music. That’s a
pretty strange background for a music professor.
Well, as far as I know, I’m the only music professor in the U.S. who doesn’t
have any musical education. So it is unusual, but I think a lot of computer
music researchers are actually working in computer science or engineering
departments, like Julius Smith or Perry Cook. I was interested in working
inside the music department because my daily life has much more to do with
music than it would be if I were an engineering professor. It’s a little bit hard
to be a music professor and not actually have any music training. I had to
learn a great deal about my job after arriving here, but I’ve been here seven
years and that’s long enough to get an education.
- But before that you were already committed to music.
Right, I was eight years in IRCAM. I’ve always actually had more fun working
in musical projects than in mathematical ones.
- And when did the mathematician become interested not only in music but in
building instruments to perform it
I’ve been fascinated by the idea of synthesisers and using computers in
music since I was a child. I grew up in the 1960s, and heard about the Moog
synthesiser although I never got my hands on one. But I had a copy of
“Switched On Bach” and I was fascinated by it. Then at MIT studying for a
degree in mathematics I found about the computer music studio there, that
was run by Barry Vercoe, my main computer music professor. I started
working there almost exclusively, neglecting the rest of my studies for long
periods of time, simply because it was what I really was fascinated by doing.
And I think that a lot of electronic musicians do have this kind of aspect of
being struggling between two careers or having to synthesize something from
two or more different fields of training. It really is a hybrid field which attracts
people who don’t fit very easily within the boundaries of a single field.
Certainly at the time that I was studying it, different people had different
notions of what computer music would be. So you had to invent the whole

thing while you were studying it. And that was a lot of fun; it’s good to be in a
field, as computer music in the 1970s, that is changing quickly and hasn’t yet
fully formed.
- And now that you just mentioned your stay at IRCAM, I believe your
relationship with them didn’t end up very well.
Well, IRCAM changed substantially over the time that I was there. It was a
much free-wheeling kind of crazy place at the beginning, in the 1980s when I
started there. And as the 90s started out, there was a wave of xenophobia in
France because the unemployment went up, so it became hard to attract
people from outside the country to work at IRCAM. And second, there were
bureaucratic changes in the government of France, that made it necessary
for IRCAM to try to demonstrate that it was actually geared towards making
commercialized developments. And every project had to have a commercial
end in order to be justified. The change wasn’t really the fault of anyone at
IRCAM, it was the French government imposing this on IRCAM, but the life
of researchers became much more bureaucratically controlled. But it is still a
place where I would advice anyone in the world to go and spend a few years
if they can. It’s still the premier research institution for computer music in the
world. And it’s a wonderful group of people to work with.
- And how’s your relationship with Cycling’74
We are good friends. I don’t actually have much contact with them these
days. They’re very hard at work. They’re working to get a PC version of Max
out on October, and between that and getting ready for OS X on the
Macintosh I think they’re very busy. They and my work on Pd are not in
competition at all. We are in a completely different situation, cause I don’t
have to deal with any of the commercial part, and on the other hand they’re
interested in creating a much more refined and easy to use product than I
have to worry about. The two feed on each other: some people go from Pd to
Max/MSP or vice versa. So they’re both more popular because of the other,
there’s not a competition at all.
- I think IRCAM is also developing a PC version of their jMax.
Actually I don’t know, cause jMax is somewhat different from Pd. It is more
explicitly oriented at multiprocessing architectures. There are features in jMax
that are used by computer scientists who are interested in building more large
industrializable projects. Pd is intended for solo musicians who are working
on cheap hardware, perhaps with any other practitioners on the same town,
so they are a very much more active network of users. So the emphasis is
on having a program that starts up quickly and runs on cheap hardware.

- I always thought it was a bit strange that Max was under the control of a
private company like Cycling’74 when the software was in fact developed with
public funds from the French government.
It certainly would never had existed without IRCAM, but it would never have
actually widespread used without being commercialized, which was done by
Opcode originally. So it was actually necessary to have a public and private
partner in the enterprise to really make it take off. So I guess I can’t
complain: it simply wouldn’t have worked any other way.
If you look at Max in the early days and compute the amount of money that
IRCAM spent on me while developing the program, it would have taken at
least ten years for a private concern to make the money back. It wouldn’t
have been possible for a private company to come up with something like
Max completely with its own resources. On the other hand, my plans for Pd
are quite different from that, but it’s in exactly the same situation: it is public
money that pays me my salary while I develop Pd. And I don’t have any
plans to commercialize it at all. There’s room for both models.
- Some even thought of a revenge for the IRCAM affair…
Actually I wasn’t thinking that way at all. When I started working on Pd, first
off there was no hope of having Max running on a PC. Second, at that time
there was no hope to use Max to do audio computation. And finally, IRCAM’s
policy around jMax was that you had to pay 2.000 francs a year to rent the
software. And then David Ziccarelli called me up and said ‘gee, could I use
the audio code from Pd and add it to Max’ And I said ‘sure!’ He did, and so
MSP, the audio portion of Max, is derived from Pd and not from jMax as it
could have been. I believe Opcode and IRCAM tried to negotiate a situation
where David could just use jMax, but they couldn’t come to agreement. So
when I started Pd, the situation was simply that nobody was ever going to be
able to get a usable audio signal version of Max unless I did that. So it was a
matter of public duty for me to go back and re-implement it so people could
have access to it, since it was clearly not becoming available outside of
IRCAM and a couple of places like that.
- And after all these years, any clues about the next developments in Pd
An “undo” feature. I got to make control-Z to something. I think that’s the next
really important thing I’m going to do. The other thing is that I’m getting it to
work on Mac OS X. So pretty soon it’s going to work equivalently on OS X
and on PC and on Linux, although most of the developers are still going to do
it on Linux for some time.

- I think David Zicarelli from Cycling’74 admitted some years ago that Max
was not that good dealing with data. And I guess that’s something you tried
to solve with Pure Data.
I have been saying that for a long time too (laughs). Yes, it is something that
I’m trying to solve with Pd, but the approach that I’m taking is still has yet to
be really prudent.
- Can Pd do everything Max cannot
Pd is somewhat better than Max is doing frequency domain computation.
Things like the phase vocoder. You can do it in either platform but i think Pd
is better than Max. One other thing: I believe you can run Pd on a PDA
running Linux: you can actually split Pd up into 2 programs, the real-time
portion, which runs on your PDA, and the graphics portion which runs on a
nearby computer. So you can make a Pd patch for your refrigerator, if your
refrigerator had a microprocessor.
- When it comes to professional audio software there is still a dicothomy
between graphic and text-based interfaces. Your approach was always been
on the graphic side, as everyone can see with Max or Pd. But then, textbased
programs like Supercollider or Csound are still very popular among
professional users. What do you think of that
I think there are things you can do in Supercollider and Csound much better
than you can do in Pd. There’s something about the design of Pd that makes
it easy to make interactive programs with it, so it’s very performanceoriented.
Supercollider is a much better programming environment, so if
you’re describing things that are exclusively related to algorythms, it is much
better. Csound is more or less the same, only that it is easier to learn and
use than Supercollider.
- Nowadays there are many applications directed to home users that are in
some way based in Max’s graphic approach. Stuff like Reaktor, Audiomulch
and some others. Not that they copied it, but I guess Max was the spark…
Well, Max wasn’t the first program that had graphical patching approach to
computer music. When I was doing it I had already seen at least two others
come and go. So I don’t think that the main advance in Max was the
graphical patching approach to programming.
- Yes, but that makes it more accessible to people that would never dare to
get into a text-based language like Csound.

Right, and people start with Max and then realise they want a text-based
language later. Or they just use both…
- Do you keep an eye on other audio software projects Any one that you
think it is specially worth mentioning
For many years there was not a usable sound editor for Linux and suddenly
there is one: it’s called Audacity. It’s coming out of Carnegie Mellon
University. So that’s a very exciting new project.
- You are not known for any music production/composition, but people
developing audio software are most commonly musicians as well.
I know a lot of people who are much better composers than I am, and if I
started spending my time composing music, at least if I did it right now, I
don’t think that I would be making any significant contribution to the field as
I’ve been able to make with Max and Pd. And the other thing about that is
that the way people think about music is like the composer is kind of the
name, and the people who put the records together or play the instruments
are basically paid hacks. If you go into a bar in San Diego you might find
someone actually using Pd, but they won’t call themselves composers. You
just find a bunch of people who are part hacker, part musician and part
songwriter, doing what they like to do. So I’m not actually worried about that
whole thing. And I’m certainly not worried about leaving a legacy of music
behind.
- Yes, but sometimes happens that the credit should go to the programmer
behind the software more than to the guy who is actually using it.
Yeah, but then a lot of credit should go to David Bristow, who wrote the
Yamaha DX-7 voice bank. And he’s an interesting case, cause he could have
toured with an important rock band if he wanted to, but he just wanted to work
for Yamaha, cause he thought it was more fun. But anyway, how famous you
are while you’re alive is not necessarily so important as what you do and
whether you enjoy doing it. And there’s plenty of music out there! And I think
people realise now that music is not just a matter of some Beethoven-like
genius way of inventing the new wave of music. It’s much more a community
kind of thing. It may be the fact that the last century more people has
listened to recorded music than actually made music themselves that has
turned music into this star-system. What interests me is really having people
enabled to make their own music rather than have music being experienced
when turning a CD on.
- Most of the audio tools we use today come from an academic background:

from universities and institutions that invested lots of time and money in the
past, and nowadays it’s more or less available to “normal” people. Do you
think we’ll ever see a new wave of audio software entirely made by this noninstitution
funded people
I’d like to see that happen. I think it is hard, because making a significant
new thing usually takes years and years of work, and most people can’t
support themselves for a decade while they try to come up with the next new
thing. So I think that, at least in the near term, universities and research
centres like IRCAM will still be creating a large part of the innovation in
computer music software. But I could be wrong.
- And now that we speak about the future, any clues on the next leap in realtime
audio processing software
I don’t think things are changing very fast on that level right now. I’m not sure
about this but it might be that we won’t see revolutionary new applications in
interactive real-time computer music technique. It might be that people will
just start to regard that as the background, just like for instance, computers
have stopped evolving.
What I see is that there’s less evolution right now in computer music software
than there was ten years ago. Now we’ve got our Supercollider, our Max/
MSP, but it seems like, even though these tools are far from perfect, some
combination of them pretty much will enable people to do what they want to
do, to the extent that it will be very difficult now for someone to come up with
some new paradigm that will win people over. But that’s a dangerous
prediction to make…
Roc Jiménez de Cisneros is a computer musician working with labels like
Mego, Fals.ch, Diskono, Lucky Kitchen or his own Alku.