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500MIL PIBES NI-NI EN LA PROVINCIA. PARA LA JUVENTUDDERECHO A LA EDUCACIÓN, LA DIVERSIÓN Y EL TRABAJOEl 25% de los 40 millones de argentinosson jóvenes, de los cuales un 40% seencuentra en la provincia de Buenos Aires.Las condiciones de vida de este sectorpoblacional en el territorio bonaerenseestán muy lejos de lo que se presentacomo la “década ganada”. La marginalidad,el trabajo precario o el desempleo, elembarazo adolescente, la represión yhostigamiento policial, son algunos de losflagelos que cotidianamente enfrentan losjóvenes en la provincia.Según un estudio realizado por elCentro de Implementación de PolíticasPúblicas para la Equidad y el Crecimiento(CIPPEC) en 2014, en la provincia de BuenosAires hay 566.000 jóvenes de entre 15 y29 que ni estudian ni trabajan. Este sectorde la juventud es lo que tristementedenominamos “Ni-Ni”. De esa cifra el 74 %son mujeres, el 41% tienen hijos y el 62%son pobres.A nivel nacional los datos son similares.Las estadísticas varían de acuerdo a losestudios y a la franja etaria analizada.Según un análisis del INDEC de 2015, de losjóvenes de entre 15 y 24 años el 75% de losNi-Ni estables son mujeres. Y entre los de 20y los 24 años, la proporción de mujeres esaún mayor: llega al 80 por ciento.Según la Encuesta Permanente deHogares del INDEC que se realiza en 31aglomerados urbanos, en Argentinase trata de 670 mil jóvenes, el 22% delsegmento de entre 18 y 24 años. Si seconsidera a los jóvenes que no viven enestas áreas, el número sería mayor. En sumayoría son mujeres, que representan enel país al 63% del total de los jóvenes Ni-Ni. Y casi el 80% pertenece a los gruposcon menores ingresos de la población.Los datos disponibles para la Argentinaindican que un 51% de los jóvenes que noestudian ni trabajan provienen del quintilmás bajo de la distribución de ingresos.Este porcentaje sube al 77% si se incluye elquintil siguiente”, señala un estudio de laUniversidad Católica Argentina (UCA) sobreel tema.Los motivos por los que nuestros pibesllegan a tal condición son la baja terminacióneducativa, las dificultades de la inserciónlaboral y de acceso a la vivienda, así comolas altas tasas de embarazo adolescente. Elcuidado de la familia es uno de los factoresclave que interrumpe la trayectoria escolary laboral de las mujeres jóvenes.En Argentina la tasa de maternidadadolescente era en 2001 de 30,5 por cadamil mujeres de entre 10 y 19 años. En 2011ese cálculo alcanzó el 35,3%. En 2012 el12,3% de las mujeres de entre 15 y 19 añostenía un hijo o estaba embarazada delprimero. Esto da como resultado que ennuestro país una de cada 3 madres tienemenos de 24 años. El ministerio de Salud dela nación registra que el 15,6% del total denacimientos del país corresponde a mujeresde menos de 19 años.La situación es especialmente graveen el caso de las mujeres pobres y másvulnerables, entre las que esta problemáticaes más frecuente. La ley de Salud Sexualy Procreación Responsable promulgadaen Argentina en 2002 prevé la entrega deanticonceptivos gratuitos e información.Sin embargo una investigación realizadapor varias organizaciones en 2012 muestrasu implementación es dispar y no segarantizan los espacios confidenciales,seguros y de calidad para adolescentes quebuscan asesoramiento y atención. Comoconsecuencia, las adolescentes en sumayoría llegan a los servicios de saludreproductiva sólo cuando ya estánembarazadas.Según investigadores de la UniversidadCatólica Argentina (UCA) entre 2003 y 2008se produjo una reducción de la cantidadde chicos que no estudian ni trabajan.Esto tuvo que ver con la salida de la crisiseconómica y la inclusión de jóvenes enel mercado de trabajo pero no así por lareducción de la deserción escolar. A partirde 2008, cuando se produjo el pico de larecuperación, la disminución de los Ni-Nise estabilizó sin registrar una disminuciónsignificativa.Este fenómeno se mantiene a pesar delcrecimiento económico por cuestionesrelacionadas al mercado laboral y al sistemaeducativo. La tasa de desempleo juvenil esdesde 2006 “más de dos veces la tasa dedesempleo promedio de la economía”,según señala un informe del IERAL.De los jóvenes que tienen trabajo la mitadlo hace en condiciones de precariedad: el16% está subocupado, el 19% con contratosa plazo determinado y el 15% con períodode finalización. Además, entre el 2012 y2013 el 52% de los jóvenes bonaerensesno estaban registrados ni contaban conobra social asociada a su trabajo. El informede CIPPEC añade la frutilla del postre: el23% trabaja más horas de las legalmentepermitidas (48 horas semanales) y el 25%percibe un salario menor al salario mínimo,vital y móvil. La mayoría de la juventud estáexpuesta así a enfermedades laboralespor las largas jornadas de trabajo desdemuy temprana edad, que muchas veces esutilizada por las empresas para despedircomo “material descartable”. Ni hablar quela juventud tenga tiempo para acceder a laeducación, a la cultura o la recreación.El gobierno nacional siempre hizohincapié en la recuperación del trabajoen nuestro país en los últimos 10 años.Pero esconden un flagelo estructuralpara la juventud que no puede accederal trabajo, la educación y si lo hace se“rompe” el cuerpo en largas jornadas paracobrar poco y en negro. Todos estos años,ha sido una “gran política de estado” delkirchnerismo mantener la precarizaciónlaboral garantizando que los sectoresempresariales puedan aumentar susganancias “ahorrándose costos laborales” acosta de millones de trabajadores.No es casual que en los conflictos laboralescomo Lear, Donnelley, Gestamp o Liliana enRosario, muchos de sus protagonistas seanjóvenes trabajadores que están luchandoy comienzan a rebelarse frente a estosproblemas estructurales que se agudizaronlos últimos años. Muchos jóvenes todavíaestán silenciados en talleres, fábricas,servicios, pero su despertar puede serexplosivo si se empiezan a referenciar conlas luchas actuales.Ante esta realidad que pone en jaqueel futuro de muchos jóvenes, el gobiernonacional decidió lanzar el plan Progresar,anunciado con bombos y platillos porcadena nacional en enero de 2014. Almomento del anuncio, Progresar consistíaen la entrega de 600 pesos mensuales a losjóvenes que mostraran los certificados deestudios y cuyos ingresos familiares fueranmenores al salario mínimo. El objetivo,aseguró la presidenta, es integrar al sistemaeducativo a los pibes que ni estudian nitrabajan o a aquellos que cuentan contrabajo precario. Sin embargo poco puedehacerse a partir de esta política, que otorgaun monto irrisorio que no alcanza para darrespuesta integral ni solución definitivaa la problemática. ¿Quién puede vivir osolventarse los estudios con los montosasignados?La “inmensa” fortuna que reciben losbeneficiarios del Progresar ascendió en2015 a 900 pesos. Esto no es más quemigajas. Lo que se necesita es trabajogenuino para todos los jóvenes con unsalario igual a la canasta familiar, pase aplanta permanente de los precarizados enla industria y el fin del trabajo en negro.Jornada reducida de trabajo con el sueldomínimo acorde a la canasta familiar paraque todos puedan estudiar. Después de 10años de gobierno kirchnerista 3 de cada 4jóvenes trabajan de manera precaria, consueldos muy lejos del aumento de preciosy en pésimas condiciones.En la provincia de Buenos Aires la“solución” que alentó el gobernadorpara estos cientos de miles de jóvenespara quienes es muy difícil acceder a launiversidad, fue el lanzamiento de laspolicías locales y la ampliación del númerode efectivos de la bonaerense. En los últimosaños asistimos a la inauguración constantede escuelas de policías y a frecuentes actosde graduación de miles de nuevos oficiales.La mayoría de los chicos que optan por esto,lo hacen ante la imposibilidad de estudiarotra cosa. Mediante subsidios y facilidades,se incentiva a los pibes a inscribirse en lasfuerzas de seguridad. De esta forma elgobierno de la provincia logra un dobleobjetivo: reducir la estadística de jóvenesNiNi mientras incrementa los “recursoshumanos” del aparato represivo provincial.Los futuros policías cobran una beca de3500 pesos. Ese dinero debería destinarsepara entregar becas a todo aquel que lanecesite para estudiar lo que desee.Mientras el gobierno puso a la juventuden el centro de sus discursos durante másde una década, los únicos jóvenes que“vieron” la década ganada, fueron losde La Cámpora. Los jóvenes de gestión,acomodada en el estado como funcionarioscon sueldos gerenciales, tienen comoprincipales referentes a personajes comoMariano Recalde, candidato del FpV ajefe de gobierno porteño, quien habla dedefender el proyecto nacional y popularmientras sostiene la precarización enAerolíneas Argentinas. El cuervo Larroquepor su parte, otra figura de la juventudprogresista que banca el modelo, apoyó elaccionar de Berni, el ex carapintada que secansó de reprimir a los jóvenes estudiantesque cortaban la Panamericana junto a lostrabajadores de Lear contra los despidos.En simples palabras, por mucho quehable el gobierno de la década ganada,para la juventud lo que el modelo dejóson pocas opciones para el futuro,criminalización y precarización laboral.Proponemos:-Miles de jóvenes no tienenacceso a la educación yconsiguen los peores trabajos.La policía los persiguey asesina si se niegan arobar para ellos, como aLuciano Arruga. BASTADE CRIMINALIZAR A LAJUVENTUD. DERECHO A LAEDUCACION, EL TRABAJO,LA DIVERSION Y LACULTURA.

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