los colegios dan su apoyo a la gestión de ama - Área de Mutualistas

CARTA DEL PRESIDENTEDiego Murillo CarrascoHonradez y transparenciaEn el actual régimen democrático, ningúnorganismo supervisor ha actuado con tantaporfía, empecinamiento y desproporcióncomo la Dirección General de Seguros lo hahecho con Agrupación Mutual Aseguradora.A medida que transcurre el tiempo y el acosocontra nosotros continúa, resulta más y másdifícil obtener una adecuada reparación antelos injustificados y onerosos perjuicios queSeguros nos viene ocasionando a diario.Aun contando con ello, la labor de los profesionalesde A.M.A. en 2008 ha sido extraordinaria.Se han extremado el rigor y la eficiencia,y hemos conseguido mantener los estándaresde calidad y el grado de satisfacción denuestros mutualistas. Con todo, la pertinaciay la desproporción de las medidas impuestaspor Seguros están perjudicando nuestra posiciónen el mercado. La semiintervención nosobliga a actuar con mucha más cautela, lasdecisiones estratégicas se ralentizan y nuestrapolítica de crecimiento se ha visto reducidasustancialmente. La competencia comienza aaprovecharse de esta situación, y no porquelo haga mejor que nosotros, sino porque sulabor no está obstaculizada un día y otro porla arbitrariedad del organismo supervisor.Sitúen ustedes, además, esa actitud acosadoraen un contexto de crisis económicageneralizada, entre suspensiones depagos, concursos de accionistas, quiebrasy expedientes de regulación de empleo,a los que pronto nos veremos abocadosnosotros también de seguir en esta línea laAdministración. Imagínense ustedes que enese entorno crítico la única inspección llevadaa cabo por la Administración se centraseen una empresa en desarrollo, con todassus magnitudes económicas en constanteprogresión, que actúa con total transparenciay cuya gestión está plenamente apoyadapor nuestros mutualistas. Ésta ha sidola trayectoria de A.M.A. todos estos años.Imagínense ahora que en cualquier otro paíseuropeo un organismo supervisor pusiera enpeligro a una empresa solvente y pujante porunas diferencias de criterio tan peregrinas eirrelevantes como las que Seguros ejercitacontra nosotros. En todas partes se llevaríanlas manos a la cabeza. Aquí llevamos ya unaño de perplejidad y estupor.En la práctica, A.M.A. está parcialmente intervenida,sin poder gestionar y disponer de susactivos al margen de las obligaciones contractualesya firmadas. Se trata de una medidaexcepcionalmente grave, que la ley sóloautoriza cuando la entidad en cuestión tieneun riesgo cierto de insolvencia. Ocupamos eldecimonoveno lugar en margen de solvenciaentre las más de trescientas compañíasque operan en España, y las acusaciones deSeguros se refieren a asuntos de muy dudosarelevancia y ningún peligro sobre el patrimonioo los intereses de los mutualistas. Existe,además, una sentencia muy reciente delTribunal Supremo, del pasado 17 de junio de2008, que condenó a Seguros por actuar condesproporcionalidad contra otra aseguradora,Previsión Sanitaria.En esas circunstancias, el apoyo y el aprecioque recibimos de los mutualistas y de las distintasorganizaciones sanitarias cobra todosu valor. Hemos recibido sendas cartas porparte de los Consejos Generales de Farmacia,de Odontólogos y Veterinarios, que apoyanfirmemente al Consejo de Administración deA.M.A., y muchos Colegios de Médicos de lamisma manera nos han trasladado su solidaridady confianza. Como también hemosrecibido mensajes de apoyo, ayuda y de indignaciónde miembros del sector aseguradorpor la persecución que la DGS mantiene haciaesta empresa. Disponer del respaldo unánimede los profesionales sanitarios y del sectorasegurador nos llena de orgullo y nos animaa seguir adelante.Antes de concluir esta carta, tengo la dolorosaobligación de glosar la figura del cirujanoJulio González-Babé Ozores, fallecido el pasado27 de noviembre. Julio, antiguo presidentedel Colegio de Médicos de Pontevedra y delConsello Galego de Médicos, gran amigo mío,fue director de la clínica Fátima, que convirtióen el segundo mayor hospital privado deGalicia. Hombre eminentemente bueno, defuertes convicciones y una dedicación profesionalextraordinaria, nos dejará para siempreen la memoria su ejemplo y la magnitudde su labor. Descanse en paz.Un afectuoso saludo.CARTA DEL PRESIDENTE