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la calle ■ marzo 2010 Chispazos de La Calle ❘❚ 41
Vuelve la lectura en público
Cada martes durante el recreo, alumnos y profesores del instituto Poeta Julián Andúgar
deleitan con textos en voz alta gracias a ‘Encuentros con lectores’
Carmen Núñez
Profesora de Lengua y Literatura
En un pasado remoto la lectura de
los textos literarios se hacía en voz
alta y para un público que, con respeto,
escuchaba interesado y aprendía
al mismo tiempo. Así nació la
poesía, que se componía para ser
oída y cuya finalidad, entre otras, era
la de proporcionar placer al oído
mientras despertaba el sentimiento
o la imaginación en los oyentes.
Otros géneros como la comedia
humanística, nacida con intenciones
didácticas, también eran leídos
por los estudiantes en las universidades
ante sus profesores y compañeros.
¡Cuántos refectorios conventuales
habrán sido testigos de otros
tantos lectores que han prestado su
voz a las Santas Escrituras y a otros
textos religiosos, mientras los monjes
comían en un recogido silencio!
Podríamos seguir presentando
numerosos ejemplos de esta práctica
entonces habitual.
Esta tradición ha caído en desuso
desde hace mucho tiempo y ha
sido sustituida, generalmente, por la
lectura individual en silencio. En el
ámbito educativo, la lectura en voz
alta sólo se lleva a cabo de forma
generalizada en la etapa de Enseñanza
Infantil y Primaria. Pertenece
a los propios contenidos del
currículo. A medida que se accede
a la etapa de Secundaria, esta actividad
se realiza tan sólo de forma
esporádica. Los textos, por lo gene-
◗ Asistentes a uno de los encuentros, escuchando con atención la lectura.
ral, se leen para ser analizados y Convencido de la conveniencia
comentados. Indudablemente este de este tipo de lectura, el equipo
modo de acercarse a los textos es de la Biblioteca ha iniciado este
necesario y formativo para el alumno.
Sin embargo, no hay que aban-
lectores’. Todos los martes, en la
curso la actividad ‘Encuentros con
donar la lectura en voz alta por los Biblioteca del centro, se dedica
beneficios que supone su práctica. parte del recreo a la lectura de
En primer lugar propicia y facilita textos en voz alta. Los lectores son
la dicción y la buena entonación; hasta ahora profesores y alumnos,
logra la superación de la timidez de pero la actividad está abierta a
muchos adolescentes y fomenta la cualquier otro miembro de la
actitud de respeto y atención hacia comunidad educativa que lo desee.
el lector por parte del oyente. Además,
contribuye a un acercamien-
y los comparten con un público
Voluntariamente eligen los textos
to al aspecto lúdico y estético del también voluntario. Estos textos
lenguaje y al desarrollo de la propia
competencia discursiva del lec-
género concreto ni tampoco a un
no tienen que responder a un
tor y del oyente. Por último, la palabra
hablada y la voz humana, con fragmentos de novelas, cuentos,
nivel determinado. Se mezclan
su gran variedad de registros y matices,
ejercen una indudable seduclidad,
textos jurídicos y periodísti-
poemas… con artículos de actuación,
suponen un ejercicio mágico cos, entre otros. De este modo
de consecuencias insospechadas conviven Umberto Eco e Isaac
para el que escucha.
Asimov; Pérez Reverte y Francisco
Umbral; Lope y Góngora; Allan
Poe y Horacio Quiroga; Laura
Gallego y Joan M. Gisbert; Quevedo
y Sabina; y otros tantos que
esperan su turno.
Pero nosotros no somos los
pioneros. Otros institutos nos han
precedido recientemente y han
manifestado su satisfacción por
los resultados de esta iniciativa.
También la Administración educativa
en algunas Comunidades
Autónomas –entre las que se
encuentra la nuestra– ha mostrado
su interés por impulsar este
tipo de actividad. Últimamente
están convocando concursos para
estimular e incentivar esta práctica
lectora. Se percibe, pues, un
movimiento de vuelta a la valoración
del acto de leer en público.
Unos contagian a otros. Quizá con
un poco de suerte se extienda esta
epidemia. Ganaríamos todos.