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Lucha not dead - Ni a Palos
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Domingo 3 de mayo de 2009 NI A PALOS<br />
3<br />
economía<br />
Las guerras comerciales<br />
por iván heyn<br />
________________________________<br />
ivanheyn@niapalos.com<br />
En los últimos días apareció<br />
nuevamente el River-<br />
Boca de la economía:<br />
Liberales versus Proteccionistas.<br />
En el rincón liberal<br />
del ring está el italiano Cristiano<br />
Ratazzi, familiar de los dueños de<br />
FIAT. En el rincón proteccionista<br />
del ring se ubican, entre otros, los<br />
referentes de los sectores del calzado,<br />
marroquinería y textil. Para<br />
entender qué es lo que se está discutiendo,<br />
primero tenemos que<br />
entender quién es quién en esta<br />
pelea.<br />
Ratazzi es del sector de las terminales<br />
automotrices. Las empresas<br />
de este sector son multinacionales<br />
que en nuestro país realizan<br />
procesos de ensamblado de autos<br />
y si bien una parte de esta producción<br />
se consume en el mercado<br />
interno, las empresas sólo ensamblan<br />
algunos modelos mientras<br />
que el resto son importados de<br />
plantas que tienen en el resto del<br />
mundo (por ejemplo Brasil, México,<br />
China o India). Este esquema<br />
de producción tiene su origen en<br />
aprovechar economías de escala.<br />
Por otro lado, las piezas que componen<br />
un vehículo pueden ser<br />
nacionales o extranjeras y lo que<br />
define la nacionalidad de esta producción<br />
es simplemente la ganancia<br />
de las empresas. En el caso de<br />
nuestro país, las empresas siguen<br />
armando autos porque existe un<br />
régimen especial que las obliga a<br />
producir un mínimo de unidades<br />
en relación con lo que traen del<br />
exterior. Las empresas que no producen<br />
pagan aranceles del 35 por<br />
ciento para importar.<br />
Del otro lado tenemos a los sectores<br />
conocidos como sensibles,<br />
que son aquellos sectores que producen<br />
bienes que requieren gran<br />
cantidad de mano de obra para<br />
ser producidos y que tienen como<br />
destino el mercado interno. Estos<br />
sectores sufren la competencia de<br />
países con peores salarios como<br />
China e India y que al mismo<br />
tiempo dan fuertes subsidios para<br />
que se produzcan estos bienes.<br />
El debate sobre el libre cambio<br />
y el proteccionismo es un debate<br />
central en la definición de la estrategia<br />
de desarrollo nacional. Los<br />
liberales proponían que se eliminaran<br />
las trabas al comercio ya<br />
que de esta forma cada país produciría<br />
aquello en lo que era más<br />
eficiente y de esta forma los bienes<br />
llegarían a los consumidores a<br />
mejores precios. Los argumentos<br />
proteccionistas son bastante simples:<br />
podemos citar el que usaron<br />
alemanes como Friedrich List o<br />
americanos como Hamilton, que<br />
decían que cuando uno desarrolla<br />
su industria necesita un período<br />
de adaptación para que ésta se encuentre<br />
en condiciones de competir.<br />
Por lo tanto, defendía los aranceles<br />
a las importaciones hasta que<br />
las industrias se desarrollaran.<br />
En el actual contexto de crisis<br />
económica que vive el mundo, el<br />
consumo de las principales potencias<br />
está cayendo porque la<br />
debacle del sistema financiero ha<br />
eliminado el crédito y esto implica<br />
menores posibilidades de colocar<br />
Diccionario del<br />
economísta<br />
producción. Esta situación hace<br />
que países productores de bienes<br />
que generan gran cantidad de<br />
empleo no encuentren dónde colocarlos<br />
y por lo tanto empiezan a<br />
producir bajas muy fuertes en los<br />
precios. Frente a esta situación,<br />
todos los países del mundo están<br />
tomando medidas para garantizar<br />
que el consumo interno de sus<br />
“Cuando uno<br />
desarrolla<br />
su industria<br />
necesita un<br />
período de<br />
adaptación para<br />
que ésta se<br />
encuentre en<br />
condiciones de<br />
competir”<br />
países genere empleo o mantenga<br />
los puestos de trabajo de sus habitantes.<br />
El primer país en tomar<br />
medidas fue Estados Unidos, que<br />
anunció que todas las compras del<br />
sector público serán destinadas a<br />
empresas americanas. En el resto<br />
del mundo el comportamiento es<br />
similar.<br />
Economías de escala = Cuanto más se especializa la producción<br />
en un tipo de bien, menos costo tiene y por lo tanto mejor calidad<br />
tienen los bienes.<br />
Aranceles = Impuesto a las importaciones. En el caso de autos<br />
pagan un 35 por ciento del valor del auto como impuesto. Es decir<br />
que si traigo un auto de 100.000 dólares lo termino pagando<br />
135.000.con mi sueldo.<br />
En nuestro país, el Estado ha<br />
tomado una serie de medidas que<br />
exigen a los importadores que<br />
realicen un trámite administrativo<br />
que les permita hacer sus operaciones.<br />
Como era de esperar, estas<br />
medidas desataron el debate citado<br />
al comienzo de la <strong>not</strong>a. Ratazzi<br />
las critica porque los autos que ensambla<br />
Fiat en la argentina tienen<br />
una gran cantidad de sus partes y<br />
piezas importadas y se ve obligado<br />
a buscar proveedores locales.<br />
En el otro lado del ring, los<br />
productores de bienes sensibles<br />
defienden estas políticas porque<br />
observan que el avance de las importaciones<br />
en nuestro país no<br />
necesariamente se explica porque<br />
nuestra producción sea peor, sino<br />
porque al no existir mercado para<br />
vender, las empresas liquidan su<br />
producción a precios que no cubren<br />
ni siquiera los costos y esto<br />
genera que nuestras empresas no<br />
puedan competir.<br />
Una vez más, la salida de la crisis<br />
económica pone de relieve que<br />
lo único que genera riqueza en todos<br />
los países es la producción, ya<br />
que a través de ésta se genera empleo<br />
y el empleo genera salarios<br />
que crean consumo y es a través<br />
del consumo que las empresas<br />
tienen ganancias. Es por esto que<br />
los estados están defendiendo sus<br />
producciones nacionales.<br />
También queda claro que en el<br />
caso de las empresas multinacionales,<br />
sus directivos piensan en la<br />
ganancia a nivel global, y por lo<br />
tanto entienden a nuestro mercado<br />
interno como un lugar para<br />
vender sus excedentes de producción<br />
mientras que las empresas<br />
que tienen atado su destino a la<br />
suerte del mercado interno tienen<br />
mayor vocación por defender el<br />
empleo.<br />
Vos, ¿de qué lado estás?.<br />
http://www.flickr.com/photos/bagels/<br />
opinión<br />
Referente<br />
por santiago diehl<br />
________________________________<br />
sdiehl@niapalos.com<br />
El cronista intenta escribir su<br />
primera <strong>not</strong>a para Ni a Palos<br />
desde un hotel en Resistencia,<br />
Chaco, reino del temible<br />
mosquito (mosquita, para hacer justicia<br />
a la igualdad de género) Aedes Aegyptiy<br />
y epicentro nacional del dengue.<br />
Un detalle, el cronista no usa repelente.<br />
No porque no tenga, compró uno en<br />
una farmacia local, después de intentar<br />
en vano conseguir uno en la ciudad<br />
de Buenos Aires. Estaban agotados.<br />
Tampoco es que sea suicida -no que él<br />
sepa-, o tal vez sea –piensa-, suicida en<br />
masa, junto con la inmensa mayoría de<br />
habitantes de esta ciudad. Los temerarios<br />
habitantes de Resistencia… ¿son<br />
resistentes? ¿Son resistentes al dengue,<br />
al menos? Tal vez sea que las continuas<br />
fumigaciones del gobierno provincial<br />
son efectivas, como aseguran por aquí.<br />
El cronista no tiene muchas ideas<br />
-como se ve- aunque no puede dejar<br />
de asociar el tema con los barbijos que<br />
usaba el personal de la policía aeroportuaria<br />
en Buenos Aires. Según la<br />
tapa de un gran diario nacional, son el<br />
último grito de la moda porteña. Recuerda<br />
cuando, televisión mediante,<br />
el Anthrax también puso de moda los<br />
barbijos. Va esbozando un pensamiento.<br />
Algo que relaciona los medios y los<br />
miedos… y la política se cuela en su<br />
cabeza: piensa que la auténtica gripe<br />
porcina sería enfriar la economía con<br />
el recetario de Alsogaray, porque ni<br />
muerto el chancho se acabó la rabia<br />
neoliberal. Recuerda otros barbijos,<br />
más improvisados, puestos de moda,<br />
gas lacrimógeno mediante, por las<br />
políticas neoliberales del tándem De<br />
la Rua-Cavallo. Es una tendencia nuevamente<br />
en alza, tras años de menospreciada<br />
pax social kirchnerista, como<br />
pueden dar fe quienes por estos días<br />
resisten los desalojos del gobierno porteño<br />
de Mauricio Macri.<br />
Retoma el hilo, medita acerca de las<br />
mil y una pestes cuyo anuncio ha tenido<br />
que padecer por parte de los medios,<br />
pero que nunca alteraron su existencia<br />
más allá de la momentánea y fugaz<br />
curiosidad, rabia, preocupación o risa<br />
que le infundió cada <strong>not</strong>icia. La política<br />
insiste: aparece la imagen mental de<br />
la blonda pitonisa del desastre nacional<br />
anunciando partos tremebundos<br />
y catástrofes sociales, seguida por la<br />
despreciable campaña paranoide de la<br />
inseguridad de un millonario de negocios<br />
dudosos devenido a político.<br />
El cronista resopla. Enciende la televisión<br />
del cuarto del hotel para pensar<br />
en nada. Procura un remate para la<br />
<strong>not</strong>a. Se acuerda de otra peste mediática<br />
que nunca llegó a estas pampas: el<br />
mal de la vaca loca. Como por azar, en<br />
pantalla aparece Susana Giménez. Está<br />
haciendo declaraciones tras ser nombrada<br />
“referente” por una tal fundación<br />
internacional de jóvenes líderes.<br />
¿Referente de los jóvenes? ¿De los<br />
jóvenes líderes? ¿Susana Giménez? Ni<br />
a palos. Apaga la tele.