Lucha not dead

Domingo 3 de mayo de 2009 NI A PALOS 7
guán del Sur, se lo dedicaste a Eva Perón.
Esas referencias que seguramente causan
cierta polémica, ¿tenían un efecto más
metafórico en los ´80 y ´90 que ahora?
Palo: Sí exacto, porque Patria o Muerte en
sí, era como una actitud anarco-punk y nihilista.
Patria o Muerte era una consigna de
Tacuara y de Montoneros, o sea, se mataban
por la misma consigna. Nosotros en cambio
decíamos “punk”, “save the queen”, izquierda
y derecha: White trash (basura blanca). Estaba
leyendo las equivalencias del horóscopo
chino y el año 88’. Cuando sacamos Patria o
Muerte con Don Cornelio y la Zona era el año
del Dragón de tierra. El ciclo se repite cada 60
años y se cumplieron 60 años del nacimiento
del Che Guevara, que es Dragón de tierra y,
además, Patria es igual a tierra y dije: ¡Guau!,
¡Correcto!, ¡Astrológicamente bien! En su
momento eran todos delirios punk de la ginebra
y la sustancia de un pendejo de 23 años.
Don Cornelio, Patria o Muerte, cerraba por
todos lados porque era Don Cornelio Saavedra,
el primer presidente de facto argentino,
brigadier general de la Revolución de Mayo,
digamos que desde el vamos es una burla política,
porque es del ´84 Don Cornelio. “Patria
o Muerte” nos parecía como una culminación
de ese espíritu del ´84 hasta el ´88.
NiaP: Bob Dylan dijo en una entrevista
que su gran musa había sido la bomba atómica,
¿Vos tenés una musa de ese estilo?
Palo: Sí, la gesta del ´81 es algo que yo reivindico
mucho. La etapa final de la dictadura.
Es cuando la palabra “política” era una buena
palabra. Todos nos afiliamos a partidos políticos
y fue un momento milagroso de unidad
del campo popular, porque había un partido
para cada facción ideológica o tendencia, como
por ejemplo la Democracia Cristiana, el Movimiento
de Integración y Desarrollo, se forma
el Partido Humanista, esta el (Movimiento al
Socialismo) que era una gloria, la Federación
Comunista que es donde yo me afilié. Era una
fiesta, miles y miles de personas con banderas
rojas en la calle, estaba el Partido Obrero, estaba
la UCR, estaba La Franja, estaba el Partido
Justicialista, gente que leía, gente que era peronista,
el sindicalismo, o sea, veníamos del sacudón
del siglo, del Apocalipsis holocáustico argentino
que fue la dictadura. En ese momento
el enemigo estaba tan evidente que fue la marcha
multisectorial. Eran columnas y columnas
por Avenida de Mayo hasta Plaza de Mayo y
de repente todo se desintegró y era sólo humo,
yo me volví loco, quería ir al frente, venía toda
la represión y bueno, arrollamos la bandera y
cantamos el himno corriendo entre las balas
de goma y los Falcon de civil. Hay una épica en
todo eso. Vivir así la adolescencia es genial, te
llena de principios militantes. “Si no te ocupás
de la política, la política se ocupará de vos”. Al
mismo tiempo fue una generación que vivió el
destape argentino y después dijimos “basta de
sufrir, ahora hay que pasarla bien, queremos
fiesta y eso fue el 85, 86, 87”. Ver a los milicos
en el banquillo de los acusados en el Juicio a
las Juntas, fue como mirar y decir “ya está, lo
logramos”.
Ni a palos: ¿Y no era un poco disruptivo
hacer rock de ese tipo en una década así?
Palo: Estaba totalmente ceratizado todo,
no tenía sentido lo que hacíamos. Éramos
de Flores o de Paternal y nos empezamos a
dar cuenta que los estudios de grabación y
todo quedaba en Zona Norte. “¿Esto era el
“Soy famoso, pero
pobre. Cuando viajo
en colectivo la gente
mi mira y me da vergüenza”.
Palo Pandolfo
rock nacional?”, “¡Qué caretas!”. A la distancia
me parece un prejuicio boludo de
un pendejo. Son todos chetos, dije yo, que
de alguna manera parezco más cheto que
grasa. O sea, si bien soy re grasa, soy alto,
caucásico, parezco un chico bien.
NiaP: Te pareces más a Cerati que a Pappo...
Palo: Sí, pero vivo al sur de Pappo, soy
de Flores Sur.
NiaP: Vos hiciste un disco de covers,
¿Cuál de esos temas te hubiese gustado
que fuera tuyo?
Palo: Hipercandombe, de la Máquina de
hacer pájaros. Yo empecé con el candombe
en los ‘90 y me creía re original. Charly
García lo había hecho en el 76 y además era
un “Hiper” candombe. Obviamente, el tema
de Bowie es genial, todo Bowie es genial y
siempre intenté afanarle.
NiaP: Pregunta re difícil y pavota: ¿Cuál es
“Sarmiento es droga”
Palo Pandolfo lee mucho. Ahora está entre Recuerdos de Provincia de Domingo
Faustino Sarmiento y Rayuela de Julio Cortazar. Dos obras fundamentales con un siglo
de diferencia entre sí. Interesante mezcla, pero más interesantes las percepciones: “Sarmiento
me quema la cabeza, es una bomba de realidad, es un camino de ida, Sarmiento es
droga. Lo leo y entro en éxtasis. Veo todo verde y todo gira”. Palo se refiere a los relatos de
la infancia del sanjuanino en la época colonial. “Hay una descripción del ser patriótico en
este libro, el problema es el racismo”. ¿Y Rayuela? “Rayuela me está incendiando, es existencialista.
Hay mucho de la neurosis de fines de los ‘80 y principios de los ‘90 de Argentina.
Hay estereotipos que yo repetí 40 años más tarde. Yo viví esa bohemia fisurante del vodka,
del jazz, de la duda, del displacer, del nihilismo, de la soledad. Todo ese nihilismo boludo
lo viví y me veo reflejado”.
tu canción preferida de todos los tiempos?
Palo: Seguramente tiene que ser algo de
los Beatles, para bien o para mal, lamentablemente,
porque son unos sucios piratas
ingleses. Lo que pasa es que son pacifistas
y fueron como un vínculo de paz entre las
juventudes bombardeadas de Hamburgo y
Liverpool. Diez años se estaban matando
y de pronto salieron todos a bailar. Y tiene
que ser seguramente de “Revolver” y debe
ser “Tomorrow never knows” porque tiene
tango, tiene afro, tiene todo.
NiaP: ¿De quién te gustaría ser telonero?
Palo: De Spinetta.
Ni a palos: Ampliemos el juego, podés
elegir a Dylan si querés.
Palo: No, Bob Dylan me chupa un huevo.
No le entiendo nada si no tengo el librito con
“La pelea de Spinetta
y Pappo es la
escisión dentro del
peronismo en el ‘73;
o sea `¡Viva Perón
carajo!’ de un lado y
`¡Viva Perón carajo!´
del otro”
Palo Pandolfo
las letras. Igual cada vez lo estoy escuchando
más, me gusta escucharlo, es lindo, pero
necesito las letras. Por eso yo escucho tanto
a Yupanqui y cosas así. Vos podés escuchar
blues una hora, pero llega un momento que
querés saber qué dice, o sea, ¿me quiere garchar
o se quiere comprar un auto?, ¿qué le
pasa a este negro? En la canción hay algo
que decir y algo que entender.
NiaP: Si bien sos un tipo muy conocido,
no sos un tipo exitoso en el sentido más
comercial de la palabra, ¿Cómo te llevás
con el sistema?
Palo: Yo tengo un pie adentro y un pie afuera
del sistema, un mix entre lo popular y lo culto.
Y digamos que no soy muy exitoso a nivel
monetario. Soy famoso pero pobre. Cuando
viajo en el colectivo a veces la gente me mira y
me da vergüenza. Un día, sin querer, dije “yo no
concibo mi éxito”, porque yo soy medio proletarizante,
porque mi viejo laburó en una fábrica
y después de 30 años ya era capataz de algo. Yo
estoy muy agradecido con el lugar que tengo.
Es algo que construí con mis aciertos, mis errores,
mi leninismo pragmático, sin amiguismos.
Mis amigos son de toda la vida, el Roto y el
Toto, uno es psicólogo y el otro vende telas. No
son de la música, son de otra cosa y soy medio
pegado a esa cosa de barrio.
NiaP: Ultima pregunta, ¿a qué le contestás
“ni a palos”?
Palo: ¡Ay! Se me ocurrió una cosa muy
evangélica… pero a la cocaína: ni a palos.
Hace ya mucho que di un paso afuera y
entendí todo. Yo quiero brillo y transmitir
vibración. Y me di cuenta de que la cocaína
es un brillo efímero en la nada oscura. Y no
proyecta nada. Todo lo que proyectás es falso.
Tiene que ver con la colonización, es la
venganza del Inca. El conquistador hizo con
América lo que hace con la hoja de coca: la
exfolió, le sacó todo y se envenenó. La venganza
es perfecta, hay países enteros enroscados
con la merca.
orientación vocacional
Yo, boga
por marcos mayer
__________________________________________________________
orientacionvocacional@niapalos.com
Soy Carlitos, tengo 27 años y soy abogado. Básicamente,
decidí estudiar Derecho para intentar
convertir las injusticias en justicias. Durante el
transcurso de la carrera, muchas veces uno se desilusiona
porque desde la Facultad te bajan la línea del abogado
liberal, que tiene que llenarse de plata a partir de los
conflictos entre las personas. Hoy en día, no sólo no me
arrepiento de haber elegido esta profesión, sino que estoy
convencido de que el Derecho es una de las principales herramientas
para transformar la realidad de las personas.
Podríamos decir que mi carrera tuvo dos etapas. La
primera estuvo signada por el estudio, esos años fueron
los más difíciles, pero después se hizo más llevadero. Me
hice algunos amigos y tuve grandes contradicciones con el
modelo de abogado en el que la Facultad quería convertirme.
Durante la segunda etapa empecé a militar en NBI, la
agrupación en la que participo; me apropié de la Facultad,
me junté con gente que tiene ideas parecidas a las mías,
con una profunda concepción social y transformadora del
Derecho.
Ahora trabajo en la Unidad de Asistencia en Causas
por Violaciones a los Derechos Humanos, que es una Fiscalía
que interviene en los juicios contra los represores de
la última dictadura militar. El trabajo consiste en preparar
el juicio. Nosotros no hacemos la investigación (lo que en
la Justicia se conoce como la etapa de instrucción), sino
que intervenimos en las causas cuando llegan a la etapa del
debate oral.
Además del trabajo en la Fiscalía, los sábados, con un
grupo de compañeros, hacemos asesoría jurídica en el Barrio
Fátima de Villa Soldati. Una tarde de febrero de mucho
calor, estaba en ojotas y bermudas, mirando un partido de
metegol que jugaban los pibes del barrio cuando se acercó
una señora que preguntó por los abogados. Le respondí:
“Yo soy el abogado”. Luego de repasarme de pies a cabeza
durante varios segundos, soltó: “¡Pero estás de pantalón
corto!”.
Eso tiene que ver con la concepción que tiene la gente
de los abogados, alimentada por ellos mismos para distanciarse
lo más posible del común de las personas y así
conservar la posición de poder que les da saber algo que el
resto generalmente desconoce. Por cierto, me estoy dando
cuenta de que soy muy copado, no entiendo cómo las mujeres
no compiten por estar conmigo.