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P a n o r a m a
Las previsiones que recoge el informe
señalan que, a medida que se reduzca
la dependencia de los recursos fósiles,
es probable (de hecho, ya empieza
a suceder) que muchas regiones
superen el umbral del 20% de generación
de energía procedente de eólica,
solar y otras fuentes.
suministro. Más aún, algunas eólicas están estudiando la
posibilidad de almacenar la energía en forma de aire comprimido
que se mantiene en tuberías subterráneas de acero o en
formaciones geológicas.
El desarrollo de baterías menos caras y de más larga duración
facilitará la utilización de las energías renovables. General Motors y
Toyota introducirán en el mercado en los próximos años coches
híbridos con baterías que se podrán recargar en un enchufe. Esto
significa que dichos vehículos se moverán con energía eólica y
solar, además de con biocombustibles. La nueva generación de
microgeneradores ayudaría también a unas redes de distribución
eléctrica flexibles y seguras. A diferencia de las grandes centrales
eléctricas actuales, los microgeneradores tienen una gran
capacidad de repuesta rápida a las oscilaciones de demanda. A
largo plazo, aseguran los autores del informe, el gas natural que
fluye por las tuberías del mundo podría ser sustituido por
hidrógeno o por amoníaco producidos a partir de recursos
renovables.
Estas nuevas fuentes de energías representan aún menos del
2% del suministro total energético. En 2007, Estados Unidos
aportó a la I+D en renovables poco más de seiscientos millones de
dólares (“lo que se gasta en la guerra de Iraq en un solo día”, se
dice en el informe), una cifra reducida en comparación con la
inyección económica del sector privado, que en 2006 invirtió nueve
mil millones. Sin duda, el aumento de la demanda reducirá el coste
de producción. Así se explica que la fabricación de
aerogeneradores se haya ido duplicando cada tres años y que la
producción de células fotovoltaicas haya crecido un 46%. Mientras
tanto, señala el informe, la energía eólica en Estados Unidos ya es
competitiva frente a la generación de energía eléctrica en centrales
de gas y lo sería frente a las de carbón si pagaran el gravamen
sobre CO2 fijado en Europa, de 32 euros por tonelada. La
electricidad a partir de energía solar, sin embargo, sigue costando
todavía el doble, pero su producción se multiplica por dos cada dos
años, lo que en seis años reducirá los costes a la mitad.
■ Más información:
> www.fuhem.es
> www.icariaeditorial.com
> www.worldwatch.org
18 energías renovables ■ may 08