Adviento-Navidad
Cuaderno-ADVIENTO-NAVIDAD-2015-2016
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<strong>Adviento</strong>-<strong>Navidad</strong><br />
Cáliz de la Misericordia<br />
Cuaderno Pastoral · 2015-2016
© Arzobispado de Valencia<br />
Edita:<br />
Arzobispado de Valencia<br />
Diseño y producción gráfica:<br />
Medianil Comunicación<br />
www.medianil.com
í n d i c e<br />
Carta del Arzobispo ................................................................................................ 05<br />
Introducción ........................................................................................................... 15<br />
PARA LA LITURGIA ................................................................................................. 17<br />
<strong>Adviento</strong> 2015 ................................................................................................... 18<br />
Primer domingo de <strong>Adviento</strong> ........................................................................... 20<br />
Segundo domingo de <strong>Adviento</strong> ....................................................................... 24<br />
Tercer domingo de <strong>Adviento</strong> ............................................................................ 32<br />
Cuarto domingo de <strong>Adviento</strong> .......................................................................... 37<br />
<strong>Navidad</strong>-Epifanía 2015-2016 ........................................................................... 42<br />
Misas de Nochebuena y <strong>Navidad</strong> ................................................................... 44<br />
Sagrada Familia ............................................................................................... 51<br />
Santa María, Madre de Dios ............................................................................ 55<br />
Domingo II de <strong>Navidad</strong> .................................................................................... 58<br />
Epifanía del Señor ............................................................................................ 62<br />
Bautismo del Señor .......................................................................................... 65<br />
PARA LA FAMILIA ................................................................................................... 71<br />
C.D. de Familia y Vida<br />
Bendición de la mesa ................................................................................. 72<br />
C.D. de Pastoral del Ambiente y Ecología Humana<br />
Bendición del Belén familiar ...................................................................... 78<br />
Bendición del árbol de <strong>Navidad</strong> ................................................................ 82<br />
Laudato Si’ .................................................................................................. 86<br />
PARA LA PARROQUIA ............................................................................................ 89<br />
C.D. de Espiritualidad ....................................................................................... 90<br />
Cáritas Diocesana ............................................................................................ 110<br />
Scouts ............................................................................................................... 130<br />
C.D. de Pastoral de los Mayores ...................................................................... 134<br />
C.D. de Pastoral de la Salud ............................................................................ 150<br />
C.D. de Enseñanza ............................................................................................ 154<br />
C.D. de Catequesis ............................................................................................ 162<br />
Centro de Orientación Vocacional ................................................................... 168<br />
C.D. de Misiones ................................................................................................ 182<br />
Propuesta de Cantos ........................................................................................ 191<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
3
Carta del<br />
Arzobispo<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
5
Cáliz de la Misericordia<br />
“En casa hay sitio<br />
para un hermano más”<br />
1. El fenómeno migratorio actual<br />
Actualmente son muchos los países que se enfrentan al fenómeno de las<br />
migraciones. Por motivos de libre decisión de las personas o, más frecuentemente,<br />
por motivos económicos o por causa de los conflictos civiles, étnicos<br />
o religiosos, oleadas de personas de diversas proveniencias buscan entrar<br />
en los países de acogida, esperando mejorar su nivel de vida o un refugio en<br />
su desvalimiento. Este fenómeno es consecuencia de la gran inestabilidad<br />
social, política o económica que sacude hoy a nuestro planeta.<br />
Ante un fenómeno de tales dimensiones, ningún país puede solucionar por<br />
sí solo los problemas migratorios. Tampoco sirven de mucho las políticas<br />
restrictivas, pues originan frecuentemente entradas ilegales, dando origen<br />
a situaciones de descontrol tanto en la llegada como en la acogida de los<br />
extranjeros. Se hace pues necesaria una colaboración entre los países receptores<br />
y entre estos y los países emisores. Pero los problemas sociales adquieren,<br />
cada vez más, una dimensión planetaria, por lo que el fenómeno migratorio<br />
plantea, además, la necesidad de buscar un nuevo orden económico<br />
internacional que, reduciendo las grandes diferencias existentes entre los<br />
países ricos y los países pobres, contribuya a reducir los flujos de personas,<br />
por poder conseguir medios aceptables de vida en sus lugares de origen. En<br />
cualquier caso, el fenómeno de las migraciones masivas nos sitúa ante un<br />
desafío nada fácil de resolver por sus implicaciones económicas, sociales,<br />
políticas, sanitarias y culturales.<br />
Para intentar conseguirlo, un primer paso sería excluir en el comportamiento<br />
de nuestras sociedades del primer mundo lo que el Papa Francisco ha<br />
llamado la globalización de la indiferencia. Dice así: “Para poder sostener<br />
un estilo de vida que excluye a otros, o para poder entusiasmarse con ese<br />
6<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Carta del Arzobispo<br />
ideal egoísta, se ha desarrollado una globalización de la indiferencia. Casi<br />
sin advertirlo, nos volvemos incapaces de compadecernos ante los clamores<br />
de los otros, ya no lloramos ante el drama de los demás ni nos interesa<br />
cuidarlos, como si todo fuera una responsabilidad ajena que no nos incumbe.<br />
La cultura del bienestar nos anestesia y perdemos la calma si el mercado<br />
ofrece algo que todavía no hemos comprado, mientras todas esas vidas<br />
truncadas por falta de posibilidades nos parecen un mero espectáculo que<br />
de ninguna manera nos altera” 1 .<br />
2. La respuesta de la Iglesia ante las migraciones<br />
Ante el fenómeno migratorio, los cristianos no tenemos otra alternativa<br />
que responder generosamente al sufrimiento de tantos hombres, mujeres y<br />
niños, que llaman a las puertas de nuestras sociedades del bienestar. Nos<br />
debe guiar en ello el comportamiento del Señor Jesús, que se identificó con<br />
el pobre, con el hambriento, con el enfermo y marginado. A la pregunta<br />
de los justos en la parábola del juicio final: “Señor, ¿cuándo te vimos con<br />
hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos<br />
forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo<br />
o en la cárcel y fuimos a verte?, el mismo Jesús contestará: ‘En verdad<br />
os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis hermanos más<br />
pequeños, conmigo lo hicisteis’” (Mt 25, 37-40).<br />
En consecuencia, la postura oficial de la Iglesia ha sido muy clara desde el<br />
primer momento y siempre ha subrayado las consecuencias dramáticas del<br />
fenómeno migratorio y la necesidad del compromiso cristiano para paliar,<br />
en la medida de lo posible, sus consecuencias. El Papa san Juan Pablo II<br />
venía desde hace tiempo denunciando esta situación: “Nadie debe quedar<br />
1 Papa Francisco, Carta Encíclica Evangelii Gaudium, n.54.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
7
Cáliz de la Misericordia<br />
insensible ante las condiciones en que se encuentran multitud de emigrantes.<br />
Se trata de personas que están a merced de los acontecimientos y que<br />
a menudo han vivido situaciones dramáticas. Los medios de comunicación<br />
social transmiten imágenes impresionantes, y en ocasiones escalofriantes,<br />
de esas personas. Se trata de niños, jóvenes, adultos y ancianos con rostros<br />
macilentos y ojos llenos de tristeza y soledad. En los campos de acogida<br />
sufren a veces graves privaciones. Sin embargo, a este respecto, es necesario<br />
reconocer el laudable esfuerzo realizado por no pocas organizaciones públicas<br />
y privadas para aliviar las preocupantes situaciones que se han producido<br />
en diversas regiones del mundo. Tampoco se puede dejar de denunciar<br />
el tráfico practicado por explotadores sin escrúpulos que abandonan en el<br />
mar, en embarcaciones precarias, a personas que buscan desesperadamente<br />
un futuro menos incierto. Los que se hallan en condiciones críticas necesitan<br />
intervenciones solícitas y concretas” 2 .<br />
Por ello, el Magisterio de la Iglesia, “ha venido insistiendo en la urgencia<br />
de una política que garantice a todos los emigrantes la seguridad del derecho,<br />
evitando cuidadosamente toda posible discriminación, subrayando<br />
una amplia gama de valores y comportamientos (la hospitalidad, la solidaridad,<br />
el compartir) y la necesidad de rechazar todo sentimiento y manifestación<br />
de xenofobia y racismo por parte de quienes los reciben. Tanto en<br />
referencia a la legislación como a la praxis administrativa de los distintos<br />
países, se debe prestar una gran atención a la unidad familiar y a la tutela<br />
de los menores, tantas veces entorpecida por las migraciones, así como a la<br />
formación, por medio de las migraciones, de sociedades multiculturales” 3 .<br />
2 Papa San Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada Mundial de las Migraciones, año 2004.<br />
3 Pontificio Consejo para las Migraciones, documento Erga migrantes caritas Christi, n. 27.<br />
8<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Carta del Arzobispo<br />
3. “Obras quiere el Señor”<br />
“Fui forastero y me acogiste”. Son palabras que, como el resto del capítulo<br />
veinticinco de San Mateo, siempre nos interpelan con una fuerza provocadora<br />
que nos llama a la conversión. Hoy nos interpelan todavía más aún ante la<br />
emergencia que plantean en los últimos días la avalancha a Europa de refugiados,<br />
de perseguidos, de hermanos nuestros que miran a nuestros países<br />
como la solución a sus inmensos problemas de hambre, de carencia de lo mínimo<br />
necesario para vivir con sus familias con cierta decencia en los países de<br />
origen, de falta de libertad a la que se ven sometidos en sus tierras que tienen<br />
que abandonar, e incluso de terribles persecuciones a causa de su fe. Las escenas<br />
que nos llegan, las situaciones que vemos o que adivinamos son tremendas,<br />
terribles, y golpean nuestras conciencias. Se ha convertido en nuestros<br />
días en preocupación preponderante de los Estados que, en justicia, se ven<br />
interpelados y urgidos a buscar soluciones y a proceder adecuadamente con<br />
justicia, sin que traiga consecuencias imprevisibles para los propios países.<br />
Una situación dramática que nos hace pensar y no cruzarnos de brazos.<br />
Ante este fenómeno tan generalizado y masivo de la emigración, con motivaciones<br />
tan diversas y complejas, de proporciones tan gigantescas, de<br />
dramaticidad tan intensa y de urgencia tan grave, moviéndose tantos cientos<br />
y cientos de miles, en gran parte personas muy pobres y necesitadas de<br />
todo, que lo arriesgan todo a la desesperada, de un lugar a otro buscando<br />
casa, pan, libertad, condiciones más dignas para sí y para la familia, las<br />
palabras del Señor “fui forastero y me acogiste” cobran una fuerza todavía<br />
mayor y llaman a la conciencia de la Iglesia, a la conciencia de cada uno<br />
y a la de la sociedad en su conjunto. Lo primero que esta realidad reclama<br />
de todos, y particularmente de la Iglesia, es el sentirnos al lado de los emigrantes,<br />
como si del Señor se tratara, ya que con ellos se identifica y cuya<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
9
Cáliz de la Misericordia<br />
amargura Él también tuvo que soportar en los primeros años de su vida<br />
terrena y que ahora soporta en ellos mismos: algo, y mucho, todo, hay que<br />
hacer por ellos. Aceptarlos y acogerlos cordialmente para que se sientan<br />
reconocidos en toda su dignidad de hermanos, sentirnos solidarios de veras<br />
con los que sufren en su carne los efectos de la marginación y de la pobreza<br />
a la que, con frecuencia y por desgracia, se ven impelidos tantos y tantos<br />
emigrantes que vienen de otros países buscando otras condiciones de vida,<br />
o simplemente vivir. Ofrecerles hospitalidad, ser hospitalarios de verdad, sin<br />
exclusiones ni posturas discriminatorias.<br />
Nosotros los cristianos, llamados a vivir de toda palabra que sale de la boca<br />
de Dios, no podemos dejar de escuchar, acoger y cumplir aquellas palabras<br />
que recoge la Sagrada Escritura: “Si un emigrante se instala en vuestra tierra<br />
no le molestaréis: será para vosotros como un nativo más y lo amarás como<br />
a ti mismo, pues también vosotros fuisteis emigrantes en Egipto” (Lev 19,33).<br />
Y en otro pasaje: “Recuerda que fuiste esclavo en Egipto y que el Señor tu<br />
Dios te rescató de allí; por eso te mando que procedas así” (Deut 24, 17). Es un<br />
mandato de Dios el proceder de este modo con los inmigrantes. Un mandato<br />
que nos lleva a nuestra actuación personal y a reclamar y posibilitar que así<br />
sean tratados por la sociedad a través de las leyes pertinentes. No podemos<br />
ser pusilánimes, ni acobardarnos, tampoco perder la cabeza y dejarnos llevar<br />
sólo por sentimientos. Toda prudencia es poca, pero toda libertad y confianza<br />
en Dios, que nos grita a través del clamor desesperado de sus hijos más pobres<br />
y desgraciados, la necesitamos sin olvidar que la caridad no tiene límites.<br />
¡Ante todo, la caridad! Es verdad que, de inmediato, surgen sentimientos de<br />
indignación y tristeza, no exentos de vergüenza, acompañados de compasión<br />
y movidos a la solidaridad; pero esto no basta y no arregla nada. Es necesario<br />
asumir los sentimientos de Dios y actuar en consecuencia.<br />
10<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Carta del Arzobispo<br />
No podemos pasar de largo y dar un rodeo con comentarios que señalan<br />
culpables o dan soluciones para los que tienen el poder de los pueblos. Habrá<br />
que actuar sin ponerse nerviosos, pero actuar; habrá que actuar colaborando<br />
con los poderes públicos, con los Estados y gobiernos que correspondan,<br />
pero actuar sin más dilaciones y paliar esta situación hasta que se<br />
encuentren soluciones globales y verdaderas; habrá que actuar denunciando,<br />
pero la denuncia sola no soluciona las cosas, hay que atender a los que<br />
nos llegan sabiendo que aquí los vamos a recibir como hermanos: “Obras<br />
quiere el Señor”, diría santa Teresa de Jesús 4 .<br />
4. Propuestas de Cáritas Diocesana<br />
Cáritas Diocesana de Valencia se ha señalado ya unos objetivos concretos<br />
como respuesta a mi petición. En cuanto organismo de la Iglesia, que tiene<br />
encomendada en la diócesis la misión de promover y coordinar la atención<br />
a los refugiados, ya ha anunciado una serie de propuestas de actuación, a<br />
las que pueden sumarse cuantos, cristianos y no cristianos, se han hecho<br />
conscientes de la urgencia de esta crisis humanitaria.<br />
• En primer lugar, ha creado un formulario para que los interesados en<br />
ayudar puedan ofrecerse para la colaboración y el apoyo a las personas<br />
refugiadas. Para obtener más información y comunicar sus datos personales,<br />
pueden contactar con el sitio http://www.caritasvalencia.org.<br />
• Igualmente, se ha abierto una cuenta en el Banco de Santander para<br />
recoger donativos con destino a paliar las consecuencias de esta crisis.<br />
Su número es: ES71 0049 0781 9726 1025 5270.<br />
4 De mi Carta Pastoral En casa hay sitio para un hermano más, de 14 de Octubre de 2015<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
11
Cáliz de la Misericordia<br />
• También va a establecer un grupo de coordinación con otras entidades<br />
(CAR, CEAR, ACCEM y Cruz Roja), así como con los Ayuntamientos,<br />
para organizar mejor el alojamiento y acompañamiento de las familias<br />
de refugiados.<br />
• Se van a organizar próximamente cursos breves, de 10 horas de duración,<br />
para la formación de agentes de pastoral de migraciones, según<br />
las orientaciones de la instrucción pastoral del Pontificio Consejo<br />
para los emigrantes e itinerantes Erga migrantes cartas Christi y del<br />
documento Acoger a Cristo en los refugiados y en los desplazados<br />
forzosos.<br />
• Cada Vicaría territorial creará su propia Comisión de pastoral de las<br />
migraciones, para coordinar en el ámbito de su demarcación los diversos<br />
niveles de respuesta que requiere la acogida de los refugiados, contando<br />
en lo posible con personal experto en los ámbitos social, jurídico,<br />
psicológico, espiritual y pastoral. A su vez, deberá contar con el apoyo<br />
de otras entidades católicas especializadas en migraciones y refugio.<br />
• Habrá también en las Cáritas parroquiales equipos locales de acogida<br />
y acompañamiento, encargados del acondicionamiento de los pisos<br />
cedidos en precario, para la gestión de las necesidades básicas (alimentación,<br />
ropa, gastos del hogar, etc.), para el acompañamiento de<br />
las personas y familias en sus propios hogares y para la coordinación<br />
del voluntariado local de acompañamiento.<br />
•A través de Cáritas Diocesana se ofrecerán recursos de apoyo, como,<br />
por ejemplo, modelos de contratos, orientaciones para la acogida en el<br />
propio hogar, modelos de acuerdo interno con las familias, etc.<br />
12<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Carta del Arzobispo<br />
• Finalmente, como elementos de sensibilización de la población en<br />
general, divulgaremos las informaciones más comunes relativas a la<br />
población refugiada, los derechos que se les reconocen, las ayudas sociales<br />
previstas, los retos que plantean para la plena integración sus<br />
diversas tradiciones culturales y religiosas, etc.<br />
En todo ello, será de una gran ayuda el testimonio personal de quienes obtuvieron<br />
asilo ya hace años y se han integrado plenamente en nuestra sociedad<br />
y en la comunión eclesial, así como de quienes tienen más reciente su<br />
experiencia de búsqueda de protección y esfuerzo para su integración social.<br />
5. Conclusión<br />
Es mi deseo que todo el pueblo cristiano eleve súplicas confiadas al Padre<br />
común para que se encuentren caminos de solución a las dolorosas e injustas<br />
situaciones por las que pasan tantos hermanos nuestros, que, por razones<br />
diversas, han tenido que abandonar sus familias, su patria, sus tierras,<br />
buscando condiciones de vida humana más dignas. Introdúzcanse preces en<br />
la oración de los fieles por esta intención. Convóquense vigilias y encuentros<br />
de oración y de adoración. No endurezcamos nuestro corazón: “En casa hay<br />
sitio para un hermano más”.<br />
+ Antonio Cañizares Llovera<br />
Cardenal Arzobispo de Valencia<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
13
Cáliz de la Misericordia<br />
Introducción<br />
Como cada año, desde el <strong>Adviento</strong>-<strong>Navidad</strong> del 2006,<br />
proponemos, desde la Vicaría de Evangelización y la<br />
Vicaría de Acción Caritativa y Social, unos materiales,<br />
unos recursos, para vivir y celebrar estos tiempo litúrgicos.<br />
La intención no es ser ni los únicos ni los mejores.<br />
Muchas comunidades cristianas, muchos sacerdotes<br />
en nuestra diócesis, tienen capacidad suficiente para<br />
buscar y crear materiales de apoyo, de ayuda, propios.<br />
Estos que presentamos un año más pretenden ser un<br />
vínculo de comunión, una aportación de la diócesis a<br />
la tarea evangelizadora de cada parroquia, por pequeña<br />
que sea.<br />
La parte más extensa es la dedicada a la liturgia. Empezamos<br />
el ciclo C, utilizando preferentemente el evangelio<br />
según san Lucas, el “evangelio de la Misericordia”. En<br />
este Año de la Misericordia y Año Eucarístico del Santo<br />
Cáliz, Cáliz de la Misericordia, nos acompañará la Palabra<br />
misericordiosa del Padre. “Hay momentos en los que<br />
de un modo mucho más intenso estamos llamados a tener<br />
la mirada fija en la misericordia para poder ser también<br />
nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre”<br />
(Misericordiae Vultus, 3). Seguir el ritmo de la liturgia, de<br />
las lecturas y oraciones, da continuidad a los tiempos litúrgicos,<br />
nos hace experimentar, vivir, un proceso de crecimiento,<br />
de acercamiento a Dios mismo que se manifiesta<br />
en su Palabra, que nos muestra, en la liturgia, su rostro<br />
misericordioso, su rostro de Padre.<br />
14<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Introducción<br />
El resto de materiales, aportados por la diferentes Comisiones<br />
Diocesanas y otras instituciones, quieren unirse<br />
a este propósito de ayudarnos a vivir, con mayor intensidad,<br />
los tiempos de <strong>Adviento</strong> y <strong>Navidad</strong>. Las distintas<br />
realidades y grupos que hay en nuestras parroquias y comunidades<br />
cristianas viven con intensidad estos tiempos<br />
y los materiales que se ofrecen pueden ayudar a vivirlos<br />
en comunión, con un mismo pensar y sentir. Las celebraciones<br />
que se ofrecen, las reflexiones, los tiempos de oración,<br />
la información de diversas acciones y actividades,<br />
nos hacen sentir el carácter diocesano de nuestra vida.<br />
Este año, la <strong>Navidad</strong>, de por si ya ajetreada y con una<br />
gran vivencia en las parroquias, se verá aumentada con<br />
la presencia de un gran número de jóvenes que participarán<br />
en el Encuentro Europeo de Jóvenes organizado<br />
por la Comunidad Ecuménica de Taizé. Serán muchas las<br />
parroquias y otras comunidades de nuestra diócesis que<br />
acojan a jóvenes en las familias, que compartan con los<br />
que vienen la oración, la fe, y muchas más cosas. Será<br />
una buena ocasión para vivir en profundidad el encuentro,<br />
la misericordia, la generosidad. La llegada de los jóvenes<br />
y de los Hermanos de la Comunidad de Taizé, que<br />
trastocará un poco nuestras “costumbres navideñas”, nos<br />
dará la oportunidad de acoger a los que se acercan a nosotros.<br />
Tampoco olvidamos la atención a los inmigrantes y refugiados.<br />
En ellos hemos de reconocer el rostro del mismo<br />
Cristo que nace. Con ellos hemos de practicar la misericordia,<br />
las obras de misericordia y acogerlos como verdaderos<br />
hermanos nuestros que son.<br />
A todos, buen <strong>Adviento</strong> y mejor <strong>Navidad</strong>.<br />
J. Javier Llopis Portes<br />
Vicario Episcopal de Evangelización<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
15
Para la<br />
LITURGIA<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
17
Cáliz de la Misericordia<br />
<strong>Adviento</strong> 2015<br />
Los Domingos<br />
y fiestas de <strong>Adviento</strong><br />
y <strong>Navidad</strong>-Epifanía<br />
18<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
El rito de la corona del <strong>Adviento</strong><br />
en el año 2015. Ciclo C<br />
Tanto en las iglesias como en los hogares, domingo a<br />
domingo de <strong>Adviento</strong> vamos encendiendo las luces que<br />
anuncian el avance hacia la <strong>Navidad</strong>, cuando al término<br />
del pregón del nacimiento encenderemos la vela blanca<br />
que permanecerá encendida hasta la fiesta del Bautismo<br />
del Señor. Bendeciremos la corona en el primer domingo<br />
de <strong>Adviento</strong>, al comenzar cada misa, cuando, después<br />
del saludo inicial, el celebrante diga la invocación que<br />
aquí se propone y, él mismo u otra persona, encienda la<br />
vela correspondiente. Lo mismo se puede hacer en los hogares.<br />
Entretanto se puede cantar una estrofa del canto<br />
de entrada o recordar el bello “Himno del Jubileo 2000” a<br />
partir de su segunda estrofa.<br />
El ciclo litúrgico de san Lucas<br />
El año C que ahora comenzamos utilizará preferentemente<br />
el evangelio según san Lucas; de él se ha dicho que<br />
es “el evangelio de la misericordia y de los pobres” y “el<br />
evangelio del Espíritu Santo y de María”, como podremos<br />
advertirlo frecuentemente. Asimismo es el que conserva<br />
más episodios de la infancia de Jesús. De sus 1.149 versículos<br />
—es el más largo de los cuatro evangelios— se<br />
proclamarán 717 en los domingos y fiestas de este año.<br />
Aprovechemos sus palabras inspiradas para que conozcamos<br />
mejor la solidez de las enseñanzas que hemos recibido<br />
(Lc 1,4).<br />
En el “Año Santo de la Misericordia”<br />
Este año litúrgico que comienza, coincide felizmente con<br />
el “Año Santo de la Misericordia” convocado por el papa<br />
Francisco. Por ello procuraremos que las sugerencias litúrgicas<br />
para este <strong>Adviento</strong> nos ayuden a vivir este acontecimiento,<br />
conocer mejor al que viene a nosotros como<br />
muestra suprema y definitiva de la misericordia del Padre<br />
hacia la humanidad y orar por las intenciones especiales<br />
del “Año Eucarístico del Cáliz de la Misericordia”.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
19
Cáliz de la Misericordia<br />
29 de noviembre<br />
Primer domingo<br />
de <strong>Adviento</strong><br />
Orientaciones para la celebración<br />
El domingo que da inicio al <strong>Adviento</strong> no nos introduce<br />
todavía en la preparación para la celebración de la memoria<br />
anual del nacimiento del Salvador, sino que, por<br />
su marcado carácter escatológico, nos remite a la última<br />
venida de Cristo, al final de los tiempos y, por tanto, nos<br />
invita a estar preparados para este acontecimiento apoyados<br />
en la misericordia del Señor, expresada con la idea<br />
de permanecer de pie ante él y con la cabeza alta.<br />
De pie, ante el Señor,<br />
por su Misericordia<br />
Oración para bendecir la corona<br />
del <strong>Adviento</strong> y encender el primer cirio<br />
Después de venerar el altar y saludar a la asamblea, el sacerdote,<br />
en lugar del acto penitencial, desde la sede, dice:<br />
Hermanas y hermanos: Al comenzar este nuevo año litúrgico<br />
vamos a bendecir esta corona con que inauguramos<br />
también el tiempo de <strong>Adviento</strong> que nos llevará<br />
hasta la <strong>Navidad</strong>. Sus luces nos recuerdan que Jesucristo<br />
es la luz del mundo. Su color verde significa la vida y la<br />
esperanza. La corona de <strong>Adviento</strong> es, pues, un símbolo<br />
de que la luz y la vida triunfarán sobre las tinieblas y la<br />
muerte, porque el Hijo de Dios se ha hecho hombre y nos<br />
ha dado la verdadera vida. En este “Año de la Misericordia”<br />
en que vamos a profundizar en el conocimiento de<br />
Jesús, en quien creemos, podemos llevar esta costumbre<br />
a nuestros hogares, explicando su sentido, especialmente<br />
a los más jóvenes de la casa.<br />
El encender, semana tras semana, los cuatro cirios de la<br />
corona debe significar nuestra gradual preparación para<br />
recibir la luz de la <strong>Navidad</strong>. Por eso hoy, primer domingo<br />
de <strong>Adviento</strong>, bendecimos esta corona y encendemos su<br />
primer cirio.<br />
20<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
Moniciones a las lecturas<br />
Luego el sacerdote, con las manos extendidas, dice la<br />
oración de bendición:<br />
Oremos.<br />
La tierra, Señor, se alegra en estos días, y tu Iglesia desborda<br />
de gozo ante tu Hijo, el Señor, que se acerca como<br />
luz esplendoroso, para iluminar a los que yacemos en las<br />
tinieblas de la ignorancia, del dolor y del pecado.<br />
Lleno de esperanza de encontrarle en su venida, tu pueblo<br />
ha preparado esta corona con ramos del bosque y la<br />
ha adornado con luces.<br />
Ahora, pues, que vamos a empezar el tiempo de preparación<br />
para la venida de tu Hijo, ocurrida hace poco más<br />
de dos mil años, te pedimos, Señor, que, mientras se acrecienta<br />
cada día el esplendor de esta corona, con nuevas<br />
luces, a nosotros nos ilumines con el esplendor de aquel<br />
que, por ser la luz del mundo, iluminará todas las oscuridades.<br />
Él que vive y reina por los siglos de los siglos.<br />
R/. Amén.<br />
Y el mismo celebrante o un fiel, enciende el cirio que corresponde<br />
a la primera semana del <strong>Adviento</strong>, mientras<br />
puede cantarse otra estrofa del canto de entrada o el estribillo<br />
del Himno del Jubileo. Sigue la oración colecta<br />
del domingo.<br />
Primera lectura.<br />
Jeremías 33, 14-16<br />
Comenzamos la proclamación de las profecías de la<br />
venida del Señor que continuaremos durante todo este<br />
tiempo de <strong>Adviento</strong>. En ellas se describe asimismo el reino<br />
de justicia, amor y paz que trae nuestro Señor.<br />
Segunda lectura.<br />
1 Tesalonicenses 3, 12-4, 2<br />
El apóstol nos dice que la práctica del amor mutuo es la<br />
mejor forma de prepararnos para salir al encuentro del<br />
Señor con santidad y limpios de pecado.<br />
Evangelio de Lucas.<br />
21, 25-28. 34-36<br />
El <strong>Adviento</strong> nos recuerda en primer lugar que el Señor<br />
vino, viene y vendrá al final de los tiempos, como salvador<br />
y juez. En este primer domingo se nos invita a la<br />
vigilancia y a estar preparados para recibir al Señor permaneciendo<br />
en su servicio.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
21
Cáliz de la Misericordia<br />
Para la homilía<br />
UN TIEMPO DE FE Y ESPERANZA<br />
Dios viene a nuestro encuentro<br />
El tiempo de <strong>Adviento</strong> es el tiempo de la venida del Señor.<br />
En él nos preparamos para celebrar la memoria anual<br />
del nacimiento del Salvador, inicio de nuestra redención<br />
realizada en toda su amplitud en la pasión, muerte y resurrección<br />
del Señor.<br />
Durante cuatro domingos vamos a ir profundizando en el<br />
misterio de Dios que viene al encuentro de la humanidad<br />
para llevar a plenitud su Revelación y mostrarnos el verdadero<br />
rostro de Dios, la identidad profunda del ser humano<br />
y el destino de amor y gracia que Él ha preparado<br />
para la humanidad entera. No hay mayor misericordia<br />
que ésta: conducir a los hombres a la verdad y realizarla<br />
en ellos.<br />
Con la mirada puesta en el misterio de Belén, el evangelio<br />
de este primer domingo de <strong>Adviento</strong> nos sitúa no en la<br />
primera venida del Hijo de Dios, en la carne, sino en la última<br />
y definitiva, en su advenimiento al final de los tiempos.<br />
El evangelista san Lucas nos describe esos últimos<br />
tiempos como difíciles y terribles usando un modo de expresión<br />
propio de su tiempo para señalar los últimos días<br />
de este mundo. La clave de comprensión de este texto se<br />
encuentra no tanto en la descripción de los hechos como<br />
en la recomendación que realiza Jesús a los discípulos:<br />
cuando llegue el Hijo de hombre en plenitud de poder y<br />
majestad, no tengáis miedo, al contrario, alzad vuestra<br />
cabeza, porque vuestra liberación está cerca.<br />
La misericordia aleja el miedo<br />
Ante el miedo, el hombre se paraliza y entonces se esconde<br />
o agacha la cabeza. El cristiano, liberado por la cruz<br />
de Cristo no vive desde el temor su fe sino desde la alegría<br />
de saberse acompañado y guiado por la presencia<br />
misericordiosa del Señor. Por eso, el discípulo permanece<br />
de pie, con la cabeza alta, sin miedo al futuro, porque éste<br />
está en manos de Dios.<br />
Es cierto, que el cristiano está llamado a vivir confiado<br />
en el Señor y en su misericordia, pero al mismo tiempo,<br />
esta confianza exige una gran responsabilidad. El relato<br />
evangélico nos invita a ser cuidadosos en nuestro comportamiento<br />
y a estar vigilantes para mantenernos en pie<br />
ante el Señor que viene. Por eso el tiempo de <strong>Adviento</strong><br />
también es tiempo de conversión. Cristo nos espera con<br />
los brazos abiertos para acogernos en su corazón lleno<br />
de misericordia y levantarnos de nuestros pecados y faltas,<br />
de nuestra tibieza y falta de compromiso con nuestra<br />
fe. Queremos mantenernos de pie, alegres y contentos<br />
con nuestra condición de cristianos. Descarguemos pues<br />
nuestra conciencia en el Señor por medio del sacramento<br />
del perdón y volvamos a Él en este <strong>Adviento</strong>, tiempo de<br />
misericordia, tiempo de salvación.<br />
22<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
Oración de los fieles<br />
Confiados en la misericordia de Dios, nuestro Padre, y en<br />
la mediación de su Hijo Jesucristo, le presentamos nuestras<br />
plegarias:<br />
Por tu misericordia, concede a la Iglesia la fortaleza<br />
necesaria para anunciar íntegramente el mensaje<br />
del Evangelio a todos los hombres y mujeres<br />
del mundo. Roguemos al Señor.<br />
Por tu misericordia, haz que los gobernantes rijan<br />
con justicia y derecho los destinos de los pueblos.<br />
Roguemos al Señor.<br />
Por tu misericordia, que nuestra nación se mantenga<br />
fiel a su tradición cristiana, roguemos al Señor.<br />
Por tu misericordia, acompaña a los enfermos, a<br />
los emigrantes y refugiados, y a todos los que sufren<br />
en su alma o en su cuerpo, en sus dolores y<br />
dificultades. Roguemos al Señor.<br />
Por tu misericordia, danos un espíritu de conversión<br />
que nos ayude a estar preparados para tu venida<br />
con un corazón limpio y bien dispuesto. Roguemos<br />
al Señor.<br />
Por tu misericordia, acoge a los difuntos en la gloria<br />
del Reino de los cielos. Roguemos al Señor.<br />
Que tu misericordia venga sobre nosotros, como lo esperamos<br />
de ti. Concédenos lo que te pedimos con fe y danos<br />
el gozo de servir tu santo nombre. Por Jesucristo, nuestro<br />
Señor. R/. Amén.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
23
Cáliz de la Misericordia<br />
6 de diciembre<br />
Segundo domingo<br />
de <strong>Adviento</strong><br />
Orientaciones para la celebración<br />
En este domingo comienza la contemplación de los tiempos<br />
previos a la irrupción del Salvador en el mundo. Dios<br />
entra en la historia de los hombres y por eso el relato del<br />
Evangelio de Lucas nos indica con todo detalle el momento<br />
en que empieza a vislumbrarse el advenimiento<br />
del Mesías con la aparición de uno de los personajes bíblicos<br />
centrales del <strong>Adviento</strong>: Juan el Bautista.<br />
Preparados por<br />
su Misericordia<br />
Oración para bendecir la corona<br />
del <strong>Adviento</strong> y encender el primer cirio<br />
Después de venerar el altar y saludar a la asamblea, el<br />
sacerdote, desde la sede, dice:<br />
Avanzando a la luz de la fe en el Itinerario de renovación<br />
que la Iglesia nos propone, va a resonar en nuestra<br />
asamblea el potente pregón de Juan el Bautista que renueva<br />
el de los antiguos profetas: “Preparad el camino<br />
del Señor, allanad sus senderos”.<br />
Señor Jesús, esta segunda luz que vamos a encender<br />
nos avisa que debemos preparar tu venida en nuestros<br />
corazones, en nuestras familias y lugares de trabajo, y<br />
también en esta comunidad cristiana que visitas sin cesar<br />
cuando te celebra en la eucaristía. Concédenos que este<br />
aumento de la luz que podemos ver, signifique en cada<br />
uno de nosotros el crecimiento de la fe y la expulsión de<br />
las tinieblas del pecado. Te lo pedimos a ti que vives y<br />
reinas por los siglos de los siglos.<br />
R/. Amén.<br />
Y el mismo celebrante o un fiel, enciende dos cirios de<br />
la corona del <strong>Adviento</strong>, mientras puede cantarse otra estrofa<br />
del canto de entrada o el estribillo del Himno del<br />
Jubileo. Sigue el acto penitencial.<br />
24<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
Moniciones a las lecturas<br />
Primera lectura y Evangelio.<br />
Baruc 5, 1-9 y Lucas 3, 1-6<br />
Uno de los “profetas menores”, Baruc, anunció la restauración<br />
del pueblo de Dios tras el destierro de Babilonia.<br />
Más adelante el mismo Espíritu Santo que habló por medio<br />
de los profetas, hizo que la misma palabra resonase<br />
por medio de Juan el Bautista, que anunció la próxima<br />
aparición de Jesucristo, la salvación de Dios, con un mismo<br />
mensaje: Preparad el camino del Señor.<br />
Segunda lectura.<br />
Filipenses 1, 4-6.8-11<br />
San Pablo nos invita a preparar el camino del Señor, de<br />
modo que lleguemos al Día de Cristo, el de su venida,<br />
limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
25
Cáliz de la Misericordia<br />
Para la homilía<br />
EL DOMINGO DEL PRECURSOR<br />
Jesús es el camino<br />
La irrupción de Juan el Bautista en la liturgia del <strong>Adviento</strong><br />
nos sitúa ya en la memoria anual del nacimiento<br />
de Jesús y nos sitúa en la espera gozosa de su llegada a<br />
nuestra tierra. Juan comienza su predicación en la orilla<br />
del Jordán y el contenido de su mensaje nos invita a la<br />
conversión, al cambio de vida para disponernos a acoger<br />
la salvación de Dios que está a las puertas.<br />
Utilizando las palabras del profeta Isaías, el Bautista pide<br />
preparar el camino al Señor con una idea fundamental:<br />
allanad el sendero, esto es, que los valles se eleven y los<br />
montes se abajen de modo que formen una ruta segura y<br />
sin obstáculos para el Mesías.<br />
Es evidente que, ante todo, el relato se dirige al corazón<br />
de los creyentes. Todos nosotros nos llamamos cristianos<br />
e intentamos seguir a Jesús en nuestra vida, pero los<br />
quehaceres y preocupaciones de cada día hace que vivamos<br />
un evangelio muchas veces tibio y algo soso, con<br />
un compromiso vital con los valores de Jesús un tanto<br />
escaso.<br />
Ponemos muchos obstáculos a la acción de Dios en nuestra<br />
vida. Podemos decir que hay una resistencia en nosotros<br />
para dejar que la misericordia del Señor toque en<br />
profundidad nuestro corazón. ¿Por qué esa resistencia?<br />
Contemplar la entrega de Cristo no nos deja indiferentes.<br />
En el crucificado tenemos la expresión más acabada de<br />
la misericordia y el amor del Padre. Si nosotros seguimos<br />
a un crucificado, esto implica, necesariamente, convertirnos<br />
en cauces de ese amor y misericordia. Las consecuencias,<br />
pues, son evidentes: amar incondicionalmente<br />
al prójimo, hacer el bien sin mirar al destinatario, desterrar<br />
odios, mentiras, rencillas, ser constructores de paz y<br />
reconciliación, perdonar a quien nos ofende, siempre y en<br />
toda circunstancia, incluso, amar a nuestros enemigos.<br />
Es pues, un compromiso fuerte y exigente.<br />
La resistencia aparece entonces en forma de valles y<br />
montes. Valles que simbolizan nuestra indiferencia e indolencia<br />
ante la misión que Cristo nos encomienda. Montes<br />
que indican nuestra dureza de corazón que hace preferir<br />
que el Señor no nos alcance con su misericordia para<br />
no comprometer nuestra vida.<br />
El <strong>Adviento</strong> es el tiempo de dejar de resistirse a la acción<br />
del Señor, de bajar nuestras defensas, de permitirle que<br />
nos toque lo profundo de nuestro ser con el poder de<br />
su misericordia y nos conceda un corazón semejante al<br />
suyo, rebosante de amor y de piedad. No es posible acoger<br />
al Niño de Belén si ponemos muros bien altos para<br />
que no llegue a nosotros.<br />
Dejémonos vencer por el amor de Dios. No opongamos<br />
resistencia a la acción de Dios en nosotros. Abramos<br />
26<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
Oración de los fieles<br />
nuestro espíritu al don de Dios y preparémonos para acogerle<br />
con un corazón llano, sencillo, acogedor y hospitalario.<br />
Es el Señor el que viene y lo hace acompañado por<br />
nuestro prójimo.<br />
La llamada actual a la penitencia<br />
Siempre que el mundo se ha renovado, siempre que una<br />
gran corriente de gracia y de gozo ha refrescado y renovado<br />
al mundo, el instrumento ha sido el mismo; la fuente<br />
de donde ha brotado ha sido la misma: la penitencia<br />
confiada en la misericordia de Dios, la conversión de los<br />
corazones y la reforma de la vida. Cuando Juan el Bautista<br />
vino a preparar al pueblo para que reconociese, amase<br />
y se alegrase con Cristo, no encontró otro medio más eficaz<br />
que el bautismo de conversión para el perdón de los<br />
pecados (Lc 1,3). También ahora, el anuncio y la práctica<br />
de la misericordia ha de llevar a una reforma de la vida.<br />
Mientras preparamos la venida del Señor Jesucristo, renovando<br />
nuestros corazones con la penitencia, imploremos,<br />
amados hermanos, con fe viva, la misericordia de Dios<br />
nuestro Padre.<br />
Para que toda la Iglesia se una a sus pastores y prepare<br />
el camino del Señor, acogiendo con fe cada vez<br />
más viva su palabra, roguemos al Señor.<br />
Para que ilumine y fortalezca con su gracia a los que<br />
rigen los destinos de los pueblos y se reconozca la<br />
verdadera dignidad e la familia humana, roguemos<br />
al Señor.<br />
Por todas las comunidades y familias cristianas se<br />
esfuercen en transmitir la fe, que implica la entrega<br />
a Jesucristo, muerto y resucitado, y la inserción en la<br />
comunidad eclesial, roguemos al Señor.<br />
Para que preparemos el camino del Señor y nos unamos<br />
en el Itinerario de evangelización, para manifestar<br />
en todas partes el amor que Cristo vino a traer<br />
a la tierra, roguemos al Señor.<br />
Para que cuantos padecen las consecuencias del pecado<br />
y de la injusticia vean abrirse ante ellos el camino<br />
del Señor y recuperen la esperanza, roguemos al Señor.<br />
Te pedimos, Dios de bondad, que tu bendición descienda<br />
abundante sobre esta familia tuya; para que prepare la venida<br />
de tu Hijo y lo haga presente en el mundo en toda su<br />
verdad. Por Jesucristo nuestro Señor. R/. Amén.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
27
Cáliz de la Misericordia<br />
8 de diciembre<br />
La Inmaculada Concepción<br />
de la Bienaventurada Virgen María<br />
Elegidos por<br />
su Misericordia<br />
Orientaciones para la celebración<br />
En medio del <strong>Adviento</strong> celebramos la solemnidad de la<br />
Inmaculada Concepción de María, esto es, de la elección<br />
gratuita e incondicional de Dios hacia quien iba a ser la<br />
Madre del Salvador. Por pura misericordia fue ella elegida<br />
para llevar en su seno a Cristo Jesús y por esa misma<br />
misericordia hemos sido llamados cada uno de nosotros,<br />
sin mérito alguno, a ser miembros del Cuerpo de Cristo,<br />
que es la Iglesia y portadores del gozo y la alegría del<br />
Evangelio.<br />
Oración para encender de nuevo el<br />
segundo cirio de la corona del <strong>Adviento</strong><br />
Después de venerar el altar y saludar a la asamblea, el<br />
sacerdote, desde la sede, dice:<br />
En esta primera semana de <strong>Adviento</strong> nos reúne la festividad<br />
de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen<br />
María. Junto con la presencia del Señor, sentimos la de<br />
nuestra Madre del cielo, la mujer purísima y libre de todo<br />
pecado, que acogió en su seno al Redentor cuya venida<br />
en la carne recordamos y cuya manifestación en la gloria<br />
esperamos con alegría. Junto con María decimos hoy:<br />
Hágase en mí según tu palabra.<br />
Señor Jesús, Que el resplandor de esta nueva luz avive<br />
nuestra fe esperanzada, y nos descubra que la obra buena<br />
que inauguraste entre nosotros por medio de la Virgen<br />
María, la llevarás adelante hasta el día gozoso de tu<br />
advenimiento. Tú que vives y reinas por los siglos de los<br />
siglos.<br />
R/. Amén.<br />
Y el mismo celebrante o un fiel, enciende un cirio de la corona<br />
del <strong>Adviento</strong>, mientras puede cantarse otra estrofa<br />
del canto de entrada, que puede ser “Estrella y camino”<br />
o “Ave María Purísima”. Sigue el acto penitencial.<br />
28<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
Moniciones a las lecturas<br />
Primera lectura y Evangelio.<br />
Génesis 3, 9-15.20 y Lucas 1, 26-38<br />
La primera lectura y el Evangelio presentan en primer<br />
lugar la contraposición entre la desobediencia de los primeros<br />
padres en el paraíso y la perfecta obediencia de<br />
María, la nueva Eva, a la voluntad de Dios. Luego escuchamos<br />
la promesa del Salvador, que se encarnará en<br />
la Madre inmaculada y llena de gracia que es la Virgen<br />
María.<br />
Segunda lectura.<br />
Efesios 1, 3-6. 11-12<br />
San Pablo resume todo el plan salvífico de Dios en este<br />
texto: Dios nos eligió en la persona de Cristo antes de la<br />
creación del mundo para que fuésemos santos e hijos suyos,<br />
irreprochables por una vida de amor. En María se hace<br />
presente de manera especial la bendición de Dios. Ella es<br />
la única santa y pura, sin mancha alguna de pecado.<br />
Para la homilía<br />
Comienza el Jubileo de la Misericordia<br />
El Jubileo de la Misericordia arranca hoy en Roma, coincidiendo<br />
con la solemnidad de la Inmaculada Concepción<br />
de María. Ella fue elegida por Dios desde el instante<br />
mismo de su concepción para ser la madre de su Hijo Jesús<br />
y, por ello, fue preservada del pecado original que<br />
alcanza a todos los hombres y mujeres del mundo.<br />
Con esta elección gratuita e inmerecida, pues María al ser<br />
engendrada ningún mérito podía hacer para merecer este<br />
regalo, se inaugura la presencia activa de la misericordia<br />
de Dios en el mundo que llegará a plenitud con la entrega<br />
de Cristo en la cruz redimiendo y llenando de misericordia<br />
a la humanidad.<br />
María es un regalo de la misericordia de Dios. Ella no fue<br />
elegida por su pureza, por su humildad, por su belleza<br />
o por su inteligencia, sino que fue el mismo Dios quien<br />
amó inmensamente a la humanidad en ella y quiso mostrarnos<br />
cuánto le importamos y hasta donde estaba dispuesto<br />
a llegar en su proyecto de salvar a la humanidad.<br />
María representa a la humanidad entera que es capaz de<br />
recibir la misericordia de Dios si se abre a la acción de<br />
Dios.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
29
Cáliz de la Misericordia<br />
El misterio de nuestra elección<br />
Dios nos muestra en esta fiesta la gratuidad de su amor y<br />
misericordia, y como la vierte en la humanidad por pura<br />
gracia, porque nos ama, porque somos sus criaturas más<br />
queridas, porque confía en la capacidad de la humanidad<br />
para acoger la liberación del pecado y vivir la vida<br />
de la gracia.<br />
Cada uno de los cristianos hemos vivido esta elección<br />
por parte de la misericordia de Dios, como María, el día<br />
de nuestro bautismo. Aquel día, Dios derramó su gracia<br />
sobre cada uno de nosotros, quitó de nuestro ser el pecado<br />
original y nos transformó en receptores perfectos de<br />
su amor y misericordia. Así fuimos elegidos y destinados<br />
por el mismo Dios.<br />
Ahora bien, que podamos recibir la misericordia de Dios<br />
no nos exime de tener que desear recibirla y acogerla en<br />
nuestra vida. La disposición de María en la anunciación<br />
es la perfección de una humanidad elegida por Dios y<br />
que, al mismo tiempo, acepta a Dios y lo acoge con generosidad<br />
y entrega. La vida del cristiano es pues responder<br />
al don de la elección y consagración bautismal mediante<br />
la acogida de la gracia y la misericordia de Dios dejando<br />
que ellas nos transformen y nos permitan obrar como<br />
testigos del amor de Dios en medio del mundo.<br />
Como a María, Dios continúa siempre dirigiendo su palabra<br />
a los hombres; siempre habrá llamadas, vocaciones,<br />
“anunciaciones”. Y la Anunciación a María tiene que ayudarnos<br />
a que cada uno reconozcamos la nuestra, ya que<br />
también para nosotros el Verbo es un contemporáneo<br />
que habita a nuestro lado.<br />
¡Cuántos mensajes del Señor en nuestra vida!, y cuántos<br />
de ellos corren el peligro de pasar desapercibidos si nos<br />
los recibimos conscientemente, con la ayuda del Evangelio<br />
y a la luz de la fe ¿Cómo hemos llegado a ser cristianos?<br />
¿Cómo hemos seguido siéndolo? ¿Cómo hemos<br />
vuelto a nacer de nuevo a nuestro cristianismo? ¿Cómo<br />
elegimos nuestro estado de vida? La verdad es que toda<br />
nuestra vida está entretejida de llamadas del Señor y de<br />
respuestas que hemos dado a estas llamadas; que toda<br />
nuestra vida está llena de ángeles, de mensajeros y de<br />
mensajes que la fe debe ayudarnos a identificar.<br />
30<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
Oración de los fieles<br />
Confiados en la misericordia de Dios, nuestro Padre, y en<br />
la mediación de su Hijo Jesucristo, le presentamos nuestras<br />
plegarias:<br />
Por intercesión de María, ayuda al Papa Francisco<br />
y a nuestro arzobispo Antonio, para que con toda<br />
la Iglesia aviven la fuerza de la fe en el mundo,<br />
para que todos imitemos a María en su obediencia<br />
a la palabra de Dios, roguemos al Señor.<br />
Por intercesión de María, haz que todos los miembros<br />
de la comunidad cristiana no teman las contradicciones<br />
y no se cansen de caminar junto con<br />
María en este Año Santo de la Misericordia que hoy<br />
inaugura el Papa en Roma, roguemos al Señor.<br />
Por intercesión de María, alienta la fe de todos los<br />
bautizados para que sean testigos y evangelizadores<br />
en sus familias, ambientes, trabajos y quehaceres.<br />
Roguemos al Señor.<br />
Por intercesión de María, impulsa la colaboración<br />
entre todos los gobernantes para construir una sociedad<br />
más justa, fraterna y acogedora. Roguemos<br />
al Señor.<br />
Por intercesión de María, haz que las familias cristianas<br />
no descuiden la formación en la fe de sus<br />
hijos y nietos. Roguemos al Señor.<br />
Por intercesión de María, concédenos ser conscientes<br />
de nuestra dignidad de cristianos y trabajar sin<br />
descanso para vivir una caridad cada vez más ardiente.<br />
Roguemos al Señor.<br />
Que tu misericordia venga sobre nosotros, como lo esperamos<br />
de ti. Concédenos lo que te pedimos con fe y danos<br />
el gozo de servir tu santo nombre. Por Jesucristo, nuestro<br />
Señor. R/. Amén.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
31
Cáliz de la Misericordia<br />
13 de diciembre<br />
Tercer domingo<br />
de <strong>Adviento</strong><br />
Orientaciones para la celebración<br />
Ante el anuncio de conversión que realiza Juan el Bautista<br />
el pueblo congregado en torno a él pide concretar el<br />
cambio que debe producirse. El Precursor les da algunos<br />
ejemplos pero, sobre todo, les indica que la conversión no<br />
es algo puramente ideológico, sino que se trata de modificar<br />
comportamientos concretos, renunciar a algunos de<br />
ellos y asumir otros nuevos. Hay que dejarse transformar<br />
por ese Espíritu Santo y fuego del Mesías que reduzca a<br />
cenizas lo que nos sobra y nos transforme a su propia medida.<br />
Transformados por<br />
su Misericordia<br />
Oración para encender de nuevo el<br />
segundo cirio de la corona del <strong>Adviento</strong><br />
Después de venerar el altar y saludar a la asamblea, el<br />
sacerdote, desde la sede, dice:<br />
Hermanos: Estad siempre alegres en el Señor. “El gozo<br />
en el Señor es nuestra fortaleza”. Hoy nuestra Iglesia en<br />
Valencia abre la “Puerta de la Misericordia”; aprovechemos<br />
que nuestro Redentor está cerca y hacia él dirigimos<br />
nuestra súplica antes de encender la tercera vela de la<br />
corona del <strong>Adviento</strong>.<br />
Vamos a tu encuentro con alegría, Cristo Jesús, y cuando<br />
estamos muy cerca de la fiesta de tu Nacimiento, Señor<br />
Jesús, crece nuestro gozo, porque sigues con nosotros y<br />
no has dejado de hacerte presente a tu Iglesia para cumplir<br />
la obra inmensa de la salvación del mundo. Te recibimos,<br />
sacerdote eterno, en nuestra asamblea eucarística,.<br />
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.<br />
R/. Amén.<br />
Y el mismo celebrante o un fiel, enciende tres cirios de<br />
la corona del <strong>Adviento</strong>, mientras puede cantarse otra estrofa<br />
del canto de entrada o “Vamos cantando al Señor;<br />
él es nuestra alegría”. Sigue el acto penitencial.<br />
32<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
Moniciones a las lecturas<br />
Primera lectura.<br />
Sofonías 3, 14-18a<br />
El profeta anunció a Jerusalén días de alegría, sintiendo<br />
la presencia de Dios que salva. Ahora la ciudad santa es<br />
la Iglesia que celebra la venida de su Señor, y la Hija de<br />
Sión es María, que engendró al Mesías esperado por obra<br />
del Espíritu Santo.<br />
Segunda lectura.<br />
Filipenses 4, 4-7<br />
San Pablo insiste repetidamente en que los cristianos debemos<br />
estar alegres ante la cercanía del Señor que viene<br />
a salvarnos. Esta alegría es uno de los dones del Espíritu<br />
Santo.<br />
Evangelio de Lucas.<br />
3, 10-18<br />
Hemos de prepararnos a recibir al Señor convirtiendo<br />
nuestras vidas, como nos lo pide Juan el Bautista; así renovaremos<br />
la gracia del Espíritu Santo que, en el bautismo,<br />
abrasó con su fuego de amor nuestros pecados.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
33
Cáliz de la Misericordia<br />
Para la homilía<br />
LA ALEGRÍA DE LA SALVACIÓN<br />
El domingo de la alegría<br />
En los tres ciclos de lecturas anuales, este domingo está<br />
presidido por el sentimiento de la alegría de la salvación,<br />
y por ello debemos tener presente con mayor intensidad<br />
que este sentimiento es una gracia de Dios que nos comunica<br />
de su plenitud y su paz por medio de sus dones<br />
espirituales.<br />
De este modo, sin dejar de lado el tono profético y de denuncia<br />
que tienen las palabras del Bautista, cuyas palabras<br />
hoy son continuación de las del domingo pasado, los<br />
cristianos sabemos que el principio de la conversión está<br />
en el bautismo en Espíritu y fuego (Lc 3,16) que nos purificó<br />
en el comienzo de nuestra vida, y por ello, basta con que<br />
nos orientemos hacia Jesús que viene y enderecemos nuestros<br />
caminos hacia su voluntad para que nos llenemos de<br />
la alegría contagiosa de los redimidos: Estad siempre alegres<br />
en el Señor —nos dice san Pablo—; os lo repito, estad<br />
alegres... el Señor está cerca (Fil 4,4-5; Segunda lectura).<br />
¿Qué podemos hacer?<br />
Ante el anuncio de la llegada del Mesías la gente reunida<br />
en torno a Juan Bautista le pregunta cómo han de prepararse<br />
para este acontecimiento. No es una pregunta genérica<br />
sino muy concreta: ¿Qué hacemos? Y la respuesta<br />
de Juan es igualmente concreta, recomendando a cada<br />
grupo de los que le interrogan una respuesta adecuada<br />
a su condición.<br />
El Evangelio es fácilmente reducible a una ideología si<br />
nos dejamos vencer por la tentación. Qué sencillo es convertir<br />
la fe en un conjunto de ideas y doctrinas, aceptarlas<br />
y presentarnos como los cristianos más virtuosos. Si<br />
creemos que profesar la fe es solamente pronunciar unas<br />
palabras o aceptar unas creencias sin que estas afecten a<br />
nuestro obrar, nos auto engañamos y vivimos un Evangelio<br />
falso. Tampoco es un verdadero camino de fe el que<br />
se fija sólo en los elementos rituales o espirituales creyendo<br />
que la salvación se juega únicamente en el campo<br />
de la celebración o la devoción. Toda espiritualidad si es<br />
verdaderamente cristiana orienta hacia la acción y se expresa<br />
a través de ella.<br />
La Palabra nos invita a la acción porque ella misma es<br />
el relato de la intervención de Dios en la historia de la<br />
humanidad que culmina con la vida de Cristo y su entrega<br />
sacrificial en la cruz. La acción de Dios es, ante todo,<br />
misericordia, es decir, piedad y cercanía a la humanidad,<br />
orientación y guía, ejemplo y fortaleza para vivir de un<br />
modo nuevo.<br />
Por eso la vida cristiana debe ser ante todo, vida, esto es,<br />
acción concreta de misericordia para con los demás. El<br />
creyente debe expresar su conversión interior mediante<br />
las obras exteriores. Por eso adquieren para el discípulo<br />
34<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
tanta importancia las obras de misericordia que no son<br />
sólo expresión de la virtud de la caridad, sino también de<br />
la fe y la esperanza. Guiados por la fe en Cristo, porque tenemos<br />
puesta nuestra esperanza en él nos aventuramos<br />
a vivir la caridad a través de nuestras obras.<br />
Es verdaderamente curioso: el Señor está siempre pronto<br />
para perdonar el pecado y las afrentas de los hombres.<br />
Con Espíritu Santo y fuego quema la paja de nuestra<br />
miseria y olvida las ofensas, con su misericordia cubre<br />
nuestras faltas de caridad y nos otorga un perdón amplio<br />
y profundo que transforma nuestra vida. Sin embargo,<br />
el Señor nunca olvida una obra buena, por pequeña<br />
que sea. Siempre están ante sus ojos las buenas obras<br />
de los hombres. ¿No es este un motivo de gran alegría<br />
para los creyentes y un estímulo en nuestra vida cristiana?<br />
Sin duda, la certeza de que nuestras buenas acciones<br />
permanecen para siempre mientras que Dios está siempre<br />
dispuesto a perdonar nuestras culpas nos muestran<br />
un rostro de Dios lleno de misericordia para con los hombres.<br />
Estamos pues ante un tiempo favorable para expresar<br />
nuestra voluntad de conversión, para volver a Dios con<br />
alegría, para dejarnos transformar por él. Hagamos lo<br />
que sabemos que tenemos que hacer. Dejemos que nuestra<br />
fe brote de nuestro interior y se exprese a través de<br />
nuestras obras de amor y misericordia mostrando de esta<br />
manera nuestra calidad como creyentes.<br />
La alegría cristiana<br />
Desde el pesimismo, no podemos ir al encuentro del Señor<br />
ni dar testimonio de fe. Los cristianos debemos estar<br />
siempre alegres, aún en medio de las penas de esta vida,<br />
alegres de sufrir persecución por causa de Cristo y de su<br />
justicia, alegres siempre porque sabemos que el Señor<br />
está dando sentido a nuestras vidas porque está muy<br />
cerca de nosotros. Más aún, porque a unido nuestras existencias<br />
a la suya y porque su victoria es ya la nuestra.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
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Cáliz de la Misericordia<br />
Oración de los fieles<br />
Oremos, hermanos y hermanas, a Dios Padre todopoderoso,<br />
que nos alegró con la venida de su Hijo único.<br />
Por tu misericordia, prepara el corazón de los fieles<br />
a recibir con gozo la venida de tu Hijo, y sean<br />
muchos los que entren durante este Año Santo<br />
por la “Puerta de la Misericordia” roguemos al<br />
Señor.<br />
Por tu misericordia, bendice al Papa Francisco, a<br />
nuestro obispo Antonio y a todos los pastores de la<br />
Iglesia en su tarea de acompañar al Pueblo de Dios<br />
en el camino de la fe. Roguemos al Señor.<br />
Por tu misericordia, sostén a todas las familias en<br />
su vocación y alienta su testimonio de amor en<br />
medio del mundo. Roguemos al Señor.<br />
Por tu misericordia, aumenta la fraternidad de los<br />
cristianos para con los más pobres y necesitados.<br />
Roguemos al Señor.<br />
Por tu misericordia, concédenos la alegría de la fe<br />
y de sabernos acompañados siempre por tu presencia<br />
amorosa y paternal. Roguemos al Señor.<br />
Por tu misericordia, que nuestros difuntos alcancen<br />
la meta de la salvación en la vida eterna. Roguemos<br />
al Señor.<br />
Aumenta y da alegría a nuestra fe, Padre bueno, para<br />
que preparemos dignamente el camino a Cristo el Señor;<br />
y concédenos misericordiosamente, que no nos dejemos<br />
vencer por la tristeza o el desánimo los que esperamos<br />
con alegría la venida de tu Hijo, que vive y reina contigo<br />
por los siglos de los siglos. R/. Amén.<br />
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Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
20 de diciembre<br />
Cuarto domingo<br />
de <strong>Adviento</strong><br />
Orientaciones para la celebración<br />
A las puertas de la celebración de la <strong>Navidad</strong> la Liturgia<br />
de este domingo sigue invitándonos a la alegría. El Señor<br />
está cerca y nosotros sentimos el gozo que nos da la certeza<br />
de la fe de que Cristo mismo está a nuestro lado. María,<br />
nuestra Madre, nos lo trae al mundo y se convierte en<br />
signo de la tarea de la propia Iglesia: alumbrar a Cristo,<br />
misericordia de Dios para el mundo.<br />
Alegres por<br />
su Misericordia<br />
Oración para encender de nuevo el<br />
segundo cirio de la corona del <strong>Adviento</strong><br />
Después de venerar el altar y saludar a la asamblea, el<br />
sacerdote, desde la sede, dice:<br />
En la visita a Isabel. María entonó su canto de alabanza<br />
al Omnipotente por las maravillas que hace en quienes<br />
se encomiendan a Él.<br />
Alégrate, Iglesia, porque hoy recibes, como María, a Jesucristo,<br />
que se hace presente en el sacramento del altar<br />
por obra del Espíritu Santo. Con las palabras de Isabel, la<br />
madre del Bautista te saludamos: Bendita tu entre todos<br />
los pueblos de la tierra, porque caminas con Cristo en tu<br />
seno al encuentro de las gentes necesitadas de luz. Que<br />
el Señor nos conceda avanzar junto con él, luz de luz, que<br />
vive y reina por los siglos de los siglos.<br />
R/. Amén.<br />
Y el mismo celebrante o un fiel, enciende cuatro cirios de<br />
la corona del <strong>Adviento</strong>, mientras puede cantarse otra estrofa<br />
del canto de entrada o el estribillo del cántico de<br />
María: “El Señor hizo en mí maravillas. Gloria al Señor”.<br />
Sigue el acto penitencial.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
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Cáliz de la Misericordia<br />
Moniciones a las lecturas<br />
Primera lectura.<br />
Miqueas 5,1-4a<br />
El profeta anuncia el lugar donde debería nacer el Mesías,<br />
se trata de Belén, la ciudad natal del gran rey David. Al<br />
mismo tiempo se profetiza una vez más la misión que llevará<br />
a cabo el nuevo Pastor de Israel y “Príncipe de la paz”.<br />
Segunda lectura.<br />
Hebreos 10,5-10<br />
La vida de Jesucristo fue una ofrenda permanente, desde<br />
el momento en que entró en el mundo para ser sacerdote<br />
de la Nueva Alianza, que nos sitúa en una relación personal<br />
con Dios, sin víctimas sustitutorias.<br />
Evangelio de Lucas.<br />
1,39-45<br />
Isabel se contagia de la alegría de la salvación, que es<br />
uno de los dones del Espíritu Santo que Jesús comunica<br />
a su futuro precursor, Juan, cuando todavía estaban ambos<br />
en el seno de sus madres. El Espíritu hace que Isabel<br />
profetice y confirme lo que el ángel había anunciado a<br />
María.<br />
Para la homilía<br />
EL DOMINGO DEL “MAGNIFICAT”<br />
En vísperas de la <strong>Navidad</strong><br />
El evangelio de la Visitación de María a su prima Isabel<br />
rezuma alegría y gozo por todos los costados. El Hijo de<br />
Dios, todavía en el seno de María, inicia su obra de transformación<br />
de la realidad y nos anuncia un tiempo nuevo<br />
de cercanía de Dios a todos los hombres.<br />
Este primer acercamiento a la humanidad se realiza en<br />
la persona de Isabel que reconoce en María a la elegida<br />
de Dios y en el fruto de su vientre al mismo Señor hecho<br />
hombre. Al mismo tiempo Juan el Bautista, todavía en<br />
el interior de su madre salta de alegría ante el Salvador.<br />
La fiesta de la <strong>Navidad</strong> que se acerca es una celebración<br />
de inmensa alegría, pero no de cualquier alegría. No celebramos<br />
la alegría vacía de la música machacona y las<br />
estanterías llenas de los centros comerciales cuyo objeto<br />
es fomentar el consumo.<br />
Tampoco la alegría un tanto falsa de los buenos deseos<br />
de felicidad que en el fondo se realizan para quedar bien<br />
sin que afecten a nuestro futuro comportamiento. Mucho<br />
menos una alegría forzada ante problemas y situaciones<br />
que hemos de afrontar a lo largo de estas fiestas. La alegría<br />
del cristiano brota de la irrupción de Dios en el mundo<br />
y de cómo esta presencia inunda nuestra realidad con<br />
su misericordia.<br />
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Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
Nos disponemos a inaugurar un tiempo de misericordia,<br />
y toda nuestra persona se debe preparar para saltar de<br />
gozo ante la llegada de Jesús. Al mismo tiempo y siguiendo<br />
el ejemplo de María nos hemos de convertir en<br />
portadores de misericordia. Del mismo modo que ella llevó<br />
en sus entrañas a Jesús, nosotros estamos llamados a<br />
tener entrañas de misericordia ante nuestros prójimos y<br />
obrar al estilo de Jesús y de María visitando con nuestro<br />
amor y alegría a cuantos nos necesitan.<br />
La alegría del perdón<br />
Es tiempo de la alegría del perdón: del recibido de Dios y<br />
del entregado a los hermanos. Es tiempo de la alegría del<br />
compartir, dando de nuestro tiempo y de nuestros bienes<br />
a los demás. Es tiempo de la alegría de la familia, disfrutando<br />
de su compañía y sanando situaciones difíciles.<br />
Es tiempo de la alegría de la fe, sabiendo que nuestros<br />
hermanos difuntos contemplan al Niño de Belén desde<br />
el cielo y nos acompañan en estas fiestas que llegan. Es<br />
tiempo de la alegría de la sencillez, conformando nuestro<br />
corazón al de María, la humilde sierva del Señor. Es tiempo,<br />
pues, de gozo sereno y activo, porque el Señor nos<br />
envía a ser testigos de esta gran misericordia: Él viene a<br />
estar con nosotros para siempre.<br />
En este domingo cuarto y último de <strong>Adviento</strong>, recordamos<br />
el relato de la Anunciación a María, que prosigue<br />
con el viaje de la santísima Virgen desde Nazaret hasta<br />
las tierras de Judea para compartir con su pariente Isabel<br />
la alegría de sus milagrosas y próximas maternidades. Es<br />
un domingo que considera ya asumida la etapa penitencial<br />
del <strong>Adviento</strong>, presidida por Juan el Bautista y que se<br />
abre completamente a la inmediata festividad de la <strong>Navidad</strong>.<br />
Así mismo en los días de entre semana, a partir del<br />
17 de diciembre, estamos leyendo todo lo que se contiene<br />
en los Evangelios como antecedentes del nacimiento del<br />
Señor<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
39
Cáliz de la Misericordia<br />
Oración de los fieles<br />
En estas vísperas de la <strong>Navidad</strong>, dirijamos, hermanos,<br />
nuestras súplicas a Dios Padre que nos envía el Salvador.<br />
Por el Santo Padre el papa Francisco y por nuestro<br />
arzobispo Antonio, con el episcopado universal,<br />
para que su magisterio sea acogido con fruto<br />
por los fieles y los alejados, roguemos al Señor.<br />
Para que avive la fe y la caridad en el corazón de<br />
los fieles de la Iglesia en Valencia, en este “Año<br />
Santo de la Misericordia”, y los prepare para acoger<br />
con alegría la santa visitación del Salvador,<br />
roguemos al Señor.<br />
Para que la venida del Príncipe de la paz apague<br />
las persecuciones, los odios y las violencias,<br />
ponga fin a las injusticias y discriminaciones, y<br />
establezca su reino en medio de la humanidad,<br />
roguemos al Señor.<br />
Para que el señor conforte a los oprimidos, proporcione<br />
a las familias el reconocimiento y el<br />
sustento necesario y los medios para cumplir su<br />
misión, y vele con su providencia por las futuras<br />
madres y sus hijos, roguemos al Señor.<br />
Para que la visita de Cristo, en su nacimiento, sea<br />
acogida en todos los hogares como fuente de paz,<br />
de gracia y de alegría, roguemos al Señor.<br />
Padre todopoderoso y eterno, que nos has mandado durante<br />
este <strong>Adviento</strong> preparar el camino a Cristo Salvador,<br />
te suplicamos que aquel que se dignó bajar al seno de<br />
una Virgen, encuentre digna acogida en las familias y en<br />
nuestra sociedad y te presente nuestras oraciones. Por el<br />
mismo Jesucristo nuestro Señor. R/. Amén.<br />
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Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Cáliz de la Misericordia<br />
Tiempo de<br />
<strong>Navidad</strong>-Epifanía<br />
2015-2016<br />
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Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
¿Qué sentido tiene decir, como hace repetidamente la liturgia,<br />
que “Hoy nos ha nacido el Salvador?<br />
No es porque se trate de la misma fecha del nacimiento<br />
de Jesús, que no conocemos. La elección de este día se<br />
hizo en el siglo IV en el Occidente cristiano, mientras que<br />
en Oriente se prefirió la fecha del 6 de enero, si bien muy<br />
pronto Oriente y Occidente celebraron las dos solemnidades<br />
de <strong>Navidad</strong> y Epifanía.<br />
Hay tres datos que recomendaban el 25 de diciembre<br />
para celebrar el nacimiento de Jesús en Belén; uno de<br />
ellos es la existencia de una fiesta romana en este día<br />
llamada “nacimiento del Sol invicto”, porque ahora, en<br />
el solsticio de invierno, comienza a alzarse el astro rey<br />
sobre el horizonte y se recuerda la frase del cántico de<br />
Zacarías que proclama: Nos visitará el Sol que viene de<br />
lo alto, para iluminar a los que viven en las tinieblas y<br />
en sombras de muerte, para guiar nuestros pasos por el<br />
camino de la paz (Lc 1, 78-79).<br />
Otro dato es la celebración de la fiesta judía de la Hannuká<br />
el 25 del noveno mes (Kisleu), nuestro diciembre,<br />
en conmemoración de la purificación e iluminación del<br />
templo por obra de los Macabeos, cuando expulsaron<br />
a los paganos de Jerusalén en el siglo II antes de Cristo<br />
(1 Mac 4, 59). Los cristianos sabemos que Cristo vino<br />
como luz del mundo y que una luz gloriosa brilló en Belén<br />
para Israel y todos los pueblos, y también que Jesús<br />
es el templo de la nueva alianza.<br />
Por último está la tradición antiquísima de que Jesús murió<br />
el 25 de marzo, lo que hizo pensar en su Concepción<br />
en ese día y en su nacimiento nueve meses después, de<br />
forma que la noche de Belén es un trasunto de la noche<br />
pascual.<br />
Pero más allá de estos datos históricos está la vivencia<br />
del “Hoy” litúrgico del “día de la salvación”, cuando Jesucristo<br />
viene a nosotros con sus misterios, que se proclaman<br />
en la Palabra y se actualizan en el sacramento. Esto<br />
es así porque todo lo que Cristo es y todo lo que hizo y padeció<br />
por los hombres participa de la eternidad divina y<br />
domina así todos los tiempos (Cf. Catecismo de la Iglesia<br />
Católica, 1085). En la sagrada liturgia recibimos a Cristo<br />
en el Hoy eterno de Dios.<br />
El Misal Romano contiene cuatro formularios para la solemnidad<br />
de <strong>Navidad</strong>.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
43
Cáliz de la Misericordia<br />
24 y 25 de diciembre<br />
Misas de Nochebuena<br />
y <strong>Navidad</strong><br />
Por la entrañable<br />
Misericordia de nuestro Dios<br />
nos ha visitado el sol que nace de lo alto<br />
Misa vespertina de la vigilia<br />
Moniciones antes de las lecturas<br />
Primera lectura y Evangelio.<br />
Isaías 62, 1-5 y Mateo 1, 1-25<br />
El profeta Isaías anuncia la llegada del Salvador, que será<br />
la Buena Noticia, en primer lugar, para la tierra de Israel<br />
y para el resto de verdaderos creyentes que lo esperaban;<br />
entre éstos, el Evangelio nos muestra a José y a María,<br />
descendientes de Abrahán y de la familia real israelita, en<br />
la tribu de Judá y de David.<br />
Segunda lectura.<br />
Hechos de los Apóstoles 13, 16-17.22-25<br />
San Pablo resume el mensaje del <strong>Adviento</strong> que ahora termina,<br />
proclamando a Jesucristo Salvador, de la estirpe<br />
de David, esperado por los profetas de Israel y anunciado<br />
por Juan el Bautista.<br />
Para la homilía<br />
EL NACIMIENTO DEL SALVADOR<br />
“Mañana quedará borrada la maldad de la tierra, y será<br />
nuestro rey el Salvador del mundo”, “Mañana contemplaréis<br />
su gloria” (Canto de entrada y Aleluya). La misa<br />
vespertina del 24 de diciembre se sitúa entre el final de<br />
<strong>Adviento</strong> y la venida de Cristo en la carne ¿Cómo esperarle<br />
mejor que conociendo su genealogía? Emociona escuchar<br />
la lista de los antepasados de Jesús; es en verdad<br />
uno de los nuestros, hijo de David (Mt 1, 1-25). Pero no<br />
nos quedamos sólo en su ascendencia humana, porque<br />
la lectura se apresura a presentar a los fieles las palabras<br />
del ángel a José, turbado por el estado de su prometida:<br />
“La criatura que hay en ella viene del Espíritu<br />
Santo” y su nombre será Jesús, o sea “Dios-salva”. Jesús<br />
es el Enmanuel: “Dios con nosotros”. Así se completa la<br />
presentación de Cristo, Dios y hombre. Parece el final<br />
de una larga historia, pero es el comienzo de un mundo<br />
que se renueva, de la etapa definitiva de la historia de la<br />
salvación, la de la nueva Jerusalén, la Iglesia a la que<br />
pertenecemos y en la que están también, al menos de<br />
deseo, todos los que buscan su propio camino con lealtad<br />
y pureza de corazón.<br />
44<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
Misa de medianoche<br />
Misa de Nochebuena: Pregón de la<br />
solemnidad y oración para encender la<br />
vela de <strong>Navidad</strong> en la corona del <strong>Adviento</strong><br />
Las cuatro primeras velas están ya encendidas. Después<br />
de venerar el altar y saludar a la asamblea, el celebrante<br />
u otro ministro puede proclamar el siguiente pregón de<br />
<strong>Navidad</strong> desde el ambón u otro lugar apropiado:<br />
Millones de años después de la creación, cuando la tierra<br />
era materia incandescente, girando sobre sí misma.<br />
Millones de años después de brotar la vida sobre la faz de<br />
la tierra; miles y miles de años después de que aparecieran<br />
los primeros humanos, capaces de recibir el Espíritu<br />
de Dios; unos mil novecientos años después de que Abrahán,<br />
obediente a la llamada de Dios, partiera de su patria<br />
sin saber a dónde iba; unos mil doscientos años después<br />
de que Moisés condujera por el desierto hacia la tierra<br />
prometida al pueblo hebreo, esclavo de Egipto; unos mil<br />
años después de que David fuera ungido rey de Israel por<br />
el profeta Samuel; unos quinientos años después de que<br />
los judíos, cautivos en Babilonia, retornaran a la patria<br />
por decreto de Ciro, rey de los persas.<br />
En la ciento noventa y cuatro Olimpíada de los griegos;<br />
el año setecientos cincuenta y dos de la fundación de<br />
Roma; el año cuarenta y dos del reinado del emperador<br />
Octavio César Augusto estando el mundo entero en paz:<br />
El Hijo de Dios Padre, habiendo decidido a salvar a la<br />
humanidad con su vida, concebido por obra del Espíritu<br />
Santo, transcurridos los nueve meses de su gestación en<br />
el seno materno, hace ahora poco más de dos mil años,<br />
en Belén de Judá, hecho hombre, nació de la Virgen María,<br />
Jesús, Cristo.<br />
La solemnidad de esta noche —misterio de fe— nos recuerda<br />
aquella otra, la más importante del año: la Vigilia<br />
pascual. El nacimiento de Cristo presagia su pasión y su<br />
resurrección gloriosa; el pesebre y la noche de Belén evocan<br />
la oscuridad del Calvario y el sepulcro del Señor; los<br />
ángeles que anuncian al recién nacido a los pastores nos<br />
recuerdan a los ángeles que anunciaron al Resucitado a<br />
los discípulos. Es pues la Pascua del Señor Jesús —nuestra<br />
pascua, feliz Pascua— que en verdad celebramos en<br />
esta celebración de la eucaristía que inaugura el tiempo<br />
de la <strong>Navidad</strong> y Epifanía del Salvador.<br />
A continuación, el celebrante, desde el ambón o la sede,<br />
dice:<br />
El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande,<br />
y a los que habitaban en las sombras, una luz les brilló.<br />
Que esta nueva luz que ahora encendemos signifique el<br />
comienzo de una <strong>Navidad</strong> que se renueva, después de la<br />
primera, en Belén. El Señor viene a su Iglesia por medio<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
45
Cáliz de la Misericordia<br />
Moniciones antes de las lecturas<br />
de la palabra y de la eucaristía que anuncian y hacen<br />
presente el misterio de Dios con nosotros ¡No tengáis miedo!:<br />
hoy, en nuestra Iglesia, nace el Salvador, la gran alegría<br />
para todo el mundo, aquel que vive y reina, inmortal<br />
y glorioso, por los siglos de los siglos.<br />
R/. Amén.<br />
Y el mismo celebrante o un fiel, enciende la vela central<br />
de la corona, mientras puede cantarse otra estrofa del<br />
canto de entrada o del “Adeste fideles”. Sigue el canto<br />
del “Gloria a Dios en el cielo”.<br />
Primera lectura y Evangelio.<br />
Isaías 9, 1-3.5-6 y Lucas 2, 1-14<br />
El profeta Isaías anuncia el nacimiento del Salvador, que<br />
llegará al mundo como un niño más, para cumplir la misión<br />
que le asignan los numerosos títulos que le adornan,<br />
entre los que destaca el de “Príncipe de la paz”. En el Evangelio<br />
se proclama el cumplimiento de esta profecía, confirmada<br />
por el canto de los ángeles en el portal de Belén:<br />
“Paz en la tierra a los hombres que ama el Señor”.<br />
Segunda lectura.<br />
Tito 2, 11-14<br />
Las lecturas de san Pablo en este tiempo de <strong>Navidad</strong><br />
abundan en la descripción de la venida de Jesús al mundo<br />
como una “aparición” o “manifestación” del Mesías<br />
como portador de la gracia salvadora de Dios. Es el tema<br />
del Gran Jubileo: “Jesucristo, único Salvador del mundo,<br />
ayer, hoy y siempre”.<br />
46<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
Para las homilías<br />
Hoy es <strong>Navidad</strong>. Las palabras de Zacarías en el Benedictus,<br />
con las que cada mañana la Iglesia saluda la nueva<br />
jornada y con las que hemos despedido la celebración<br />
del <strong>Adviento</strong>, cobran una fuerza especial en este día santo,<br />
en los primeros compases del presente año jubilar:<br />
“Nos ha visitado el Señor por su entrañable misericordia”.<br />
Los cristianos, junto a todos los hombres de buena voluntad,<br />
aún sin saberlo, celebramos en este día de <strong>Navidad</strong> la<br />
entrañable misericordia de nuestro Dios. En Cristo nuestro<br />
Dios nos ha sorprendido. Ha entrado en nuestra historia<br />
en el silencio de la noche, en la sencillez de un lugar escondido,<br />
en la pobreza de una joven familia, iluminando la<br />
oscuridad de nuestro mundo y convirtiendo nuestra vida y<br />
la de toda la humanidad en Historia de Salvación.<br />
Dios actúa en la noche del hombre cumpliendo sus grandes<br />
prodigios en favor de su pueblo, mientras el hombre permanece<br />
en el sueño de la ignorancia y del pecado, permaneciendo<br />
con frecuencia en la inconciencia de la obra de Dios.<br />
La luz que penetra en la oscuridad de Belén es la luz gozosa<br />
del amor de Dios que desciende en medio de nosotros<br />
para revelarse a cada hombre y plantar su tienda<br />
en el corazón del mundo. <strong>Navidad</strong> une el misterio y la<br />
alegría, el dolor del mundo en la espera de Cristo y la<br />
gloriosa revelación que el Señor hace resplandecer con<br />
su descenso entre nosotros.<br />
Ya en el Antiguo Testamento la misericordia y la compasión<br />
se asocian al término rahamim, palabra que deriva<br />
de rehem, el seno materno. El amor y la misericordia de<br />
Dios son entrañables, brotan de su experiencia de habernos<br />
dado la vida, de habernos engendrado, pues como<br />
dice san Juan en su prólogo “no hemos nacido de sangre,<br />
ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios”<br />
(cf. Jn 1, 13). El nacimiento de Cristo nos hace experimentar<br />
la misericordia maternal y “visceral” de nuestro Dios.<br />
A veces hemos suavizado la celebración del Nacimiento<br />
del Señor con la celebración de unas fiestas navideñas que<br />
nos despistan del acontecimiento tan fuerte y comprometido<br />
en que se nos ha revelado Dios. Las situaciones difíciles<br />
que vivimos en nuestra sociedad y las personales de<br />
cada uno, no son un impedimento para vivir esta fiesta; al<br />
contrario, pueden convertir la <strong>Navidad</strong> en una experiencia<br />
fuerte de esta Misericordia que, lejos de ser un edulcorante<br />
de las realidades duras de la vida, aparece como una victoria<br />
de la luz de su verdad y de su amor ante las tinieblas<br />
y la oscuridad del mundo, haciéndose niño por nosotros.<br />
Isaías nos anuncia esta realidad en la noche de <strong>Navidad</strong>:<br />
“El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande;<br />
habitaban tierras de sombras, y una luz les brilló” (Is 9,2).<br />
En muchas representaciones del nacimiento de Jesús, especialmente<br />
en las escenas renacentistas, encontramos<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
47
Cáliz de la Misericordia<br />
que, en medio de la oscuridad absoluta que predomina<br />
en el cuadro o en el paisaje donde están las figuras del<br />
Belén, una fuerte luz surge de la cuna del Niño Jesús,<br />
como una lámpara que brilla, a partir de la cual todo<br />
queda iluminado.<br />
La liturgia riquísima de las cuatro celebraciones de este<br />
día santo nos hace aterrizar en esta realidad tan sorprendente,<br />
introduciendo diferentes enfoques ante este Misterio<br />
admirable del Nacimiento del Salvador, con particular<br />
relieve en la acción misericordiosa de Dios.<br />
La misa vigiliar de la tarde de Nochebuena nos introduce<br />
en la Solemnidad con el anuncio de esta fiesta por parte<br />
de Dios como un desposorio, como una boda, entre Él y<br />
la humanidad: “Ya no te llamarán «Abandonada», ni a<br />
tu tierra «Devastada»; a ti te llamarán «Mi favorita», y<br />
a tu tierra «Desposada», porque el Señor te prefiere a ti,<br />
y tu tierra tendrá marido. Como un joven se casa con su<br />
novia, así te desposa el que te construyó; la alegría que<br />
encuentra el marido con su esposa, la encontrará tu Dios<br />
contigo”.<br />
La celebración entrañable de la medianoche de <strong>Navidad</strong><br />
nos ofrece “la señal” en la que Dios se nos manifiesta: Un<br />
niño envuelto en pañales. En el silencio de la noche, con<br />
las familias reunidas, con nuestros villancicos unidos al<br />
canto de los ángeles que anuncian la Gloria para Dios y<br />
la paz para los hombres, entramos en la contemplación<br />
del niño, que como una nueva zarza ardiente en la cuna<br />
de Belén, nos revela el verdadero rostro de Dios y su auténtico<br />
nombre: Misericordia.<br />
Al amanecer de este día de <strong>Navidad</strong>, cuando los rayos<br />
del sol rompen la oscuridad de la noche, la Iglesia se une<br />
a la actitud de los pastores, en la Misa de la Aurora, corriendo<br />
hasta el lugar donde encontramos a Jesús. Como<br />
María guardamos su misericordia en el corazón y como<br />
aquellos pastores la contamos y la llevamos a los demás,<br />
pues en Jesús la hemos visto y oído.<br />
La realidad salvífica de la <strong>Navidad</strong> nos la presenta la<br />
Misa del Día, con el prólogo de san Juan en el centro, y el<br />
anuncio que Isaías nos hace en la primera lectura. Dios,<br />
en Cristo, su Palabra hecha carne, ha desnudado su brazo<br />
ante las naciones, se ha hecho débil y vulnerable, capaz<br />
de ser herido, con tal de que el hombre experimente su<br />
misericordia. Así es como ha contemplado toda la tierra<br />
la victoria de nuestro Dios.<br />
En las misas de <strong>Navidad</strong> podemos recitar preferentemente<br />
el símbolo niceno-constantinopolitano,<br />
con su magnífica doctrina cristológica, y debemos<br />
mostrar nuestra fe en Cristo, Dios y hombre verdadero,<br />
arrodillándonos al decir las palabras que<br />
proclaman el misterio de la Encarnación.<br />
48<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
Misa de la aurora<br />
Moniciones antes de las lecturas<br />
Primera lectura y Evangelio.<br />
Isaías 62, 11-12 y Lucas 2, 15-20<br />
La lectura profética anuncia la llegada del Salvador,<br />
para comenzar a reunir el Pueblo de Dios a partir del humilde<br />
resto de Israel. Los primeros llamados fueron los<br />
pastores de Belén, como lo narra el Evangelio, que es<br />
continuación del proclamado en la misa de Nochebuena.<br />
Segunda lectura.<br />
Tito 3, 4-7<br />
Las lecturas de san Pablo en este tiempo de <strong>Navidad</strong><br />
abundan en la descripción de la venida de Jesús al mundo<br />
como una “aparición” o “manifestación” del Mesías<br />
como portador de la gracia salvadora de Dios. Es el tema<br />
del Gran Jubileo: “Jesucristo, único Salvador del mundo,<br />
ayer, hoy y siempre”. En esta misa de la aurora se refiere<br />
especialmente a la gratuidad del amor de Dios que se nos<br />
ofrece por medio de Jesús.<br />
Misa del día<br />
Moniciones antes de las lecturas<br />
Primera lectura y Evangelio.<br />
Isaías 52, 7-10 y Juan 1, 1-18<br />
El profeta Isaías anuncia que el Salvador debía venir en<br />
favor de todas las naciones, hasta los confines de la tierra.<br />
Del mismo modo, el comienzo del Evangelio de san<br />
Juan nos dice quien es Jesús: la Palabra eterna del Padre<br />
hecha hombre para salvar a todo el género humano.<br />
Segunda lectura.<br />
Hebreos 1, 1-6<br />
La carta a los Hebreos insiste en el tema general de esta<br />
Misa de <strong>Navidad</strong>, y así explica que Dios ha hablado a los<br />
hombres de muchas maneras, pero desde el nacimiento<br />
de Jesucristo, éste ha sido su Palabra definitiva para el<br />
mundo.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
49
Cáliz de la Misericordia<br />
Oración de los fieles<br />
Cuando estamos celebrando el nacimiento de Jesucristo,<br />
presentemos nuestras oraciones, en la unidad del Espíritu<br />
Santo, al Padre misericordioso que lo ha enviado para<br />
nuestra salvación.<br />
Por el papa Francisco y nuestro arzobispo Antonio,<br />
para que el Señor los bendiga en perfecta comunión<br />
con la Iglesia, su familia santa, e ilumine al<br />
mundo para que escuche con fe su mensaje de salvación,<br />
roguemos al Señor.<br />
Para que España se mantenga fiel a su tradición<br />
cristiana y los gobernantes de las naciones y<br />
toda la familia humana acojan la paz y la unidad<br />
que trajo el Hijo de Dios a la tierra, roguemos<br />
al Señor.<br />
Por las familias, para que vivan la <strong>Navidad</strong> de forma<br />
que transmitan la fe íntegra en Jesucristo, Dios<br />
y hombre verdadero, roguemos al Señor.<br />
Para que vayamos con misericordia al encuentro<br />
del Señor, presente en quienes sufren en estos días<br />
graves necesidades y en quienes, lejos de sus hogares,<br />
sufren la soledad, la enfermedad o la fatiga,<br />
roguemos al Señor.<br />
Para que recordemos con fe y esperanza a todos<br />
los que en otros años celebraban con nosotros<br />
estas santas fiestas y han partido de este mundo:<br />
para que en el Reino eterno contemplen el rostro<br />
de Cristo, roguemos al Señor.<br />
Padre todopoderoso, llegue hasta ti la oración del pueblo<br />
que te invoca al celebrar el nacimiento de tu Unigénito: y<br />
concédele cuanto te pide confiadamente. Por Jesucristo<br />
nuestro Señor. R/. Amén.<br />
50<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
27 de diciembre · Domingo después de <strong>Navidad</strong><br />
Sagrada Familia:<br />
Jesús, María y José<br />
Un hogar<br />
de Misericordia<br />
Moniciones antes de las lecturas<br />
Primera lectura y Evangelio.<br />
Eclesiástico 3, 2-6.12-14 y Lucas 2, 41-52<br />
La sabiduría del Antiguo Testamento sigue dándonos una<br />
buena lección, al explicarnos cómo debemos cumplir el<br />
mandamiento de honrar a los padres; del mismo modo,<br />
Jesús creció y fue educado en el seno de una familia fiel<br />
a la ley de Dios, y se sometió a sus padres terrenos sin<br />
olvidar su misión como hijo de Dios, como nos lo muestra<br />
el Evangelio de esta fiesta.<br />
Salmo responsorial 127<br />
Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos.<br />
Segunda lectura.<br />
Colosenses 3, 12-21<br />
La lectura de san Pablo enseña cómo debe ser la vida de<br />
familia vivida en el Señor. Para los cristianos, el amor<br />
debe ser la ley suprema tanto en el hogar como en todas<br />
sus relaciones sociales.<br />
También pueden proclamarse estas otras lecturas:<br />
Primera lectura y Evangelio.<br />
1 Samuel 20-22. 24-28 y Lucas 2, 41-52<br />
El joven Samuel fue cedido por su madre al Señor para<br />
toda su vida; del mismo modo, el nacimiento de Jesús fue<br />
una gracia para la humanidad, y María, junto con José,<br />
lo acogieron con amor de padres, respetando el misterio<br />
que había en aquel niño.<br />
Salmo responsorial 83<br />
Dichosos los que viven en tu casa, Señor.<br />
Segunda lectura.<br />
1 Juan 3, 1-2. 21-24<br />
Nosotros nos llamamos y somos de verdad hijos de Dios,<br />
en la familia santa que es la Iglesia, nuestra Madre, en la<br />
que fuimos engendrados por el agua y el Espíritu Santo.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
51
Cáliz de la Misericordia<br />
Para la homilía<br />
En este domingo, dentro de la Octava de la <strong>Navidad</strong> del<br />
Señor, volvemos la mirada a aquella tierna morada donde<br />
Jesús niño esconde su gloria, donde José le enseña<br />
el humilde arte de carpintero al Hijo del Altísimo, donde<br />
María llena su casa de una limpia alegría, donde la<br />
mano del Señor los guía y los defiende en los días de la<br />
prueba, donde la familia de Nazaret, experta en el amor y<br />
en el dolor, nos da con su ejemplo y su intercesión el don<br />
de la paz (cf. el himno latino “Dulce fit nobis” para esta<br />
fiesta, escrito por el Papa León XIII).<br />
Hemos tomado las lecturas para esta fiesta, como también<br />
para el día del Bautismo del Señor, que se nos ofrecen<br />
como opcionales para este ciclo C (las que se ofrecen<br />
en primer lugar son las correspondientes al Ciclo A, que<br />
se propusieron en un primer momento después de la reforma<br />
como textos únicos para los tres ciclos).<br />
Celebramos el misterio de un Dios que quiso entrar en la<br />
historia de los hombres al modo humano, haciéndose pequeño<br />
y naciendo débil en medio de una familia no exenta<br />
de dificultades.<br />
Si Dios designó de este modo su entrada en nuestra historia,<br />
nos revela la importancia que para Cristo supuso tener<br />
una familia, desarrollarse en un ámbito familiar, que<br />
sin idealizarlo, le ayudó en su desarrollo armónico como<br />
hombre y como Dios.<br />
Como primera lectura se nos trae la historia familiar de<br />
Ana, Elcaná y su hijo Samuel. “Este niño es lo que yo pedía,<br />
el Señor me ha concedido mi petición. Por eso se lo<br />
cedo al Señor de por vida, para que sea suyo”. Una historia<br />
de Fe, de esperanza, y también de desesperación a raíz<br />
de la infertilidad. Ana se nos manifiesta como la mujer<br />
de la familia, humilde y llena de fe que confía a Dios su<br />
dolor y su angustia, y en esta situación es escuchada por<br />
el Señor concediéndola el hijo que anhelaba.<br />
La familia cristiana no es ausencia de problemas o de<br />
dificultades, sino el núcleo donde el hombre y la mujer<br />
se abren a la vida, a la voluntad y a la manifestación a<br />
Dios, en medio de sus problemas cotidianos, con sus alegrías<br />
y penas. ¿Hay algo que haga más justicia al hombre<br />
que la familia?<br />
Con el salmo podemos decir: “Dichosos los que vive en<br />
tu casa, Señor”. Este salmo de peregrinación se convierte<br />
hoy en un salmo “doméstico”, pues toda nuestra vida es<br />
un camino y la vida familiar y matrimonial, es también<br />
un sendero que atraviesa con frecuencia el valle del llanto.<br />
Es ahí donde experimentamos que Dios lo cambia en<br />
bendición.<br />
El evangelio nos muestra la búsqueda ansiosa y preocupada<br />
de estos padres, José y María, por este hijo. Pero<br />
además, con la respuesta de Jesús, aparece como para-<br />
52<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
digma de la búsqueda de Dios y de su voluntad: “¿No sabíais<br />
que debía ocuparme de las cosas de mi Padre?” Los<br />
padres están llamados a reconocer en los hijos no una<br />
propiedad, ni unos derechos, ni una posesión, sino un don<br />
de Dios. Y con el regalo la generosidad de su propia entrega,<br />
primero en el cuidado personal, en la transmisión de<br />
la fe y en la educación humana y más tarde en el respeto<br />
a la libertad e independencia del hijo. Pero también los<br />
hijos son llamados a entrar en el camino de la obediencia,<br />
como Jesús, y a vivir sujetos a los padres, en una vida<br />
escondida, de familia, de amor mutuo y de crecimiento<br />
personal.<br />
Cada miembro de la familia está llamado a descubrir<br />
cuál es el proyecto de Dios sobre él y a secundarlo con<br />
disponibilidad y radicalidad. La imagen del nacimiento<br />
aplicada al don de la vida divina se encuentra en la<br />
segunda lectura, como frecuentemente aparece en los<br />
textos de san Juan. Ese nacimiento tiene lugar en el bautismo.<br />
El nuevo nacimiento del cristiano le confiere el<br />
nombre y la naturaleza de hijo de Dios. El amor de Dios es<br />
tan generoso que llega a engendrar al hombre por amor<br />
nada menos que a la vida divina.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
53
Cáliz de la Misericordia<br />
Oración de los fieles<br />
Imploremos con fe, hermanos, el auxilio divino sobre la<br />
santa Iglesia, y oremos a Dios, nuestro Padre, por las necesidades<br />
de las familias de todo el mundo.<br />
Por la Santa Iglesia de Dios, para que sea la Esposa<br />
fiel de Jesucristo y madre de los pueblos que vienen<br />
a la fe, roguemos al Señor.<br />
Por el Papa Francisco, por los Obispos, sacerdotes<br />
y diáconos, y por todos los fieles comprometidos<br />
en dar a conocer la dignidad de la familia humana<br />
y en difundir el Evangelio de la vida, roguemos al<br />
Señor.<br />
Por las familias cristianas, para que transmitan<br />
fielmente a los niños y a los jóvenes la fe en Jesucristo<br />
que nos ha llegado desde los apóstoles y los<br />
valores humanos y cristianos, roguemos al Señor.<br />
Por todas las familias del mundo, especialmente<br />
por las que sufren las pruebas del hambre, la guerra,<br />
el paro o las catástrofes naturales; por los ancianos<br />
y los enfermos, por los que tienen carencias<br />
físicas o espirituales, por los emigrantes y refugiados,<br />
para que reciban el trato preferente y lleno de<br />
amor que merecen, roguemos al Señor.<br />
Por las autoridades civiles, para que tengan siempre<br />
presente el valor y la dignidad de la vida humana,<br />
en todos los momentos de su desarrollo, y<br />
lo expresen en leyes defensoras de este gran bien,<br />
roguemos al Señor.<br />
Atiende, Dios misericordioso, al pueblo que te suplica y<br />
que pone su confianza en tu amor, y su mirada en el hogar<br />
de Nazaret. Por Jesucristo nuestro Señor. R/. Amén.<br />
54<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
1 de enero<br />
Santa María,<br />
Madre de Dios<br />
La Madre<br />
de la Misericordia<br />
Un gesto propio del día: Alrededor de la imagen del niño<br />
Jesús se pueden poner calendarios del año 2016.<br />
Moniciones antes de las lecturas<br />
Primera lectura y Evangelio.<br />
Números 6, 22-27 y Lucas 2, 16-21<br />
La bendición sacerdotal del Antiguo Testamento tenía<br />
como petición fundamental la paz. En este día pedimos<br />
este gran don al Príncipe de la paz, que recibió en su circuncisión<br />
el nombre de Jesús, que quiere decir Dios salva.<br />
Segunda lectura.<br />
Gálatas 4, 4-7<br />
Dios envió a su Hijo nacido de una mujer, como todos los<br />
humanos. Por ello, María debe ser llamada verdaderamente<br />
“Madre de Dios”, como lo celebramos en esta Solemnidad.<br />
Para la homilía<br />
Hoy nuestra mirada, en la Octava del Nacimiento del Señor,<br />
se dirige especialmente a María, la Madre de Dios. En el primer<br />
día del nuevo año civil celebramos la IL Jornada Mundial<br />
de Oración por la Paz, cuyo lema reza esta año “Vence<br />
la indiferencia y conquista la paz”, que para nuestra diócesis<br />
cobra un sentido especial en el ámbito del Encuentro Europeo<br />
de jóvenes de Taizé celebrado en Valencia que finaliza hoy.<br />
La liturgia hoy nos presenta a María como aquella que «conservaba<br />
todas estas cosas, meditándolas en su corazón»<br />
(Lc 2,19). Ella, la que abrió su vida a la acción de Dios posibilitando<br />
la encarnación del Verbo eterno del Padre, se sitúa<br />
ante lo que ocurre con una actitud de apertura, haciéndose<br />
cargo y meditando los acontecimientos desde la visión de<br />
aquella en la que el poderoso ha hecho obras grandes (cf. Lc<br />
1,49). María es consciente, como lo declara en el magníficat,<br />
de que Dios auxilia a Israel su siervo haciendo presente la misericordia<br />
prometida (cf. 1,54), y esto es puesto de manifiesto<br />
al final de la lectura evangélica donde se relata la presentación<br />
del Niño en el Templo. Ese Niño, que lleva por nombre<br />
Jesús y cuyo significado es “Dios salva”, es la manifestación<br />
de la misericordia prometida a los patriarcas de parte del Señor,<br />
y María es aquella que trae al mundo a Jesús.<br />
En el encuentro con Él, “rostro de la misericordia del Padre”,<br />
se ofrece la luz y el favor divino a todas las gentes<br />
(cf. Núm 6,25), como imploraba el pueblo de Israel en la ben-<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
55
Cáliz de la Misericordia<br />
dición que hemos escuchado del libro de los Números. Por<br />
esto, el título dado a María de “Madre de Dios” que hoy celebramos,<br />
nos transporta al de “Madre de Misericordia”, ya<br />
que en el nacimiento de Jesús se manifiesta la misericordia<br />
de Dios para con el mundo anunciada desde antiguo. La actitud<br />
de María frente a lo que ocurre a su alrededor es la de<br />
aquella que sabe que ha recibido de Dios una gracia única,<br />
como cada uno de nosotros en nuestro encuentro con el Señor,<br />
y pide de nuestra parte que vivamos la vida con los ojos<br />
abiertos desde la misericordia que Dios tiene para con nosotros,<br />
para así poder transmitirla al mundo.<br />
Desde esta mirada, observamos que las situaciones actuales<br />
en las que gobierna la indiferencia solamente pueden<br />
ser vencidas a través de la misericordia. La misericordia es<br />
el instrumento por el que la paz llega como una conquista,<br />
como algo que se trabaja y que merece todo nuestro empeño.<br />
Vencer la indiferencia pasa por el ejercicio de la misericordia,<br />
ya que pasa por el reconocimiento de la necesidad de nuestro<br />
corazón frente al sufrimiento de nuestros hermanos, lo que<br />
nos hace agentes en la consecución de la paz. Sin embargo,<br />
no hemos de olvidar que la misericordia nos ha sido dada en<br />
Jesús a través de María, ya que somos nosotros los primeros<br />
necesitados. La misericordia nos ilumina desde aquél que nos<br />
hace hermanos por declararnos “hijos adoptivos de Dios” (cf.<br />
Gál 4,5) como don inmerecido por nuestra parte. Por Él y en<br />
Él, bajo la acción de su Espíritu, somos capaces de descubrir a<br />
Dios, Padre de misericordia, que se fija en nosotros y nos concede<br />
la paz (cf. Núm 6,26), al mismo tiempo que nos llama a<br />
hacerla llegar a todos los hombres.<br />
Y esta paz que nace de la misericordia es el camino para la<br />
unidad. Los jóvenes que han participado en el Encuentro Europeo<br />
de Taizé están llamados a ser fermentos de unidad en<br />
los lugares de los que vienen, misioneros de la misericordia<br />
para todos los que entren en contacto con ellos. La unidad<br />
de los cristianos pasa necesariamente por la manifestación<br />
viva y eficaz de la misericordia divina, ya que se hace necesario<br />
vernos necesitados de la acción de Dios en nuestros<br />
corazones para poder descubrir en el otro a un igual, un hermano<br />
llamado al encuentro con Dios que limpia y renueva.<br />
El encuentro en el que se hace presente Jesús es aquél que me<br />
permite ver en el otro a otro “hijo en el Hijo”, un encuentro de<br />
tú a tú bajo el abrazo misericordioso del Padre. Sólo así los<br />
cristianos podremos ser testigos del amor de Dios, que nos<br />
invita a la comunión plena con él, para que se haga presente<br />
en el mundo aquello que reza el salmo: «conozca la tierra tus<br />
caminos, todos los pueblos tu salvación» (Sal 66,3).<br />
Que María, madre de Misericordia, interceda por nosotros y<br />
especialmente por aquellos que hoy vuelven a sus lugares de<br />
origen, para que seamos anunciadores de la misericordia que<br />
nace de lo alto y agentes de paz y unidad con aquellos que se<br />
encuentren con nosotros.<br />
56<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
Oración de los fieles<br />
Oremos al Señor nuestro Dios, que con su mirada misericordiosa<br />
abarca los tiempos y el universo.<br />
Por la Iglesia, que peregrina por este mundo en el<br />
transcurso de los siglos hasta el gran Día de Jesucristo;<br />
para que realice fielmente su misión con<br />
libertad en la pobreza y unidad en el amor, roguemos<br />
al Señor.<br />
Por los gobernantes y todos los pueblos de la tierra:<br />
para que superando el egoísmo, las guerras y<br />
toda clase de violencia, pongan sus bienes al servicio<br />
de la gran familia humana, roguemos al Señor.<br />
Para que en este nuevo año y en adelante se respete<br />
cada vez más la dignidad de las personas y las<br />
familias, y sus derechos fundamentales, y se obre<br />
con misericordia en una sociedad más justa y solidaria,<br />
roguemos al Señor.<br />
Para que las familias y las comunidades cristianas<br />
se pongan bajo la protección de María, Madre de<br />
Dios y Madre nuestra, para vivir en unidad, amor,<br />
paz y libertad, roguemos al Señor.<br />
Por nosotros y todos nuestros familiares y amigos:<br />
para que dediquemos al Señor las primicias de este<br />
año, vivamos con fe y en paz todos sus días y, llenos<br />
de méritos, veamos con gozo su fin, roguemos<br />
al Señor.<br />
Dios Padre todopoderoso, cuyo trono permanece siempre<br />
y cuyos años no se acaban, escucha nuestras plegarias y<br />
bendice el año que hoy empieza, para que, en su decurso,<br />
no nos falte el pan de cada día y encontremos en tu<br />
palabra el camino hacia ti. Por Jesucristo nuestro Señor.<br />
R/. Amén.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
57
Cáliz de la Misericordia<br />
3 de enero<br />
Domingo II<br />
de <strong>Navidad</strong><br />
La Misericordia<br />
se ha hecho carne<br />
Moniciones antes de las lecturas<br />
Primera lectura y Evangelio.<br />
Eclesiástico 24, 1-4.12-16 y Juan 1, 1-18<br />
En este domingo, dedicado a profundizar en el conocimiento<br />
de la Palabra eterna de Dios hecha hombre,<br />
comenzamos escuchando la lectura del Antiguo testamento,<br />
donde ya se entrevé este misterio, que luego es<br />
revelado plenamente en el Evangelio.<br />
Segunda lectura.<br />
Efesios 1, 3-6.15-18<br />
San Pablo recoge en su carta a los Efesios un himno de<br />
la Iglesia primitiva, en el que se ensalza a Jesucristo, que<br />
nos mereció el que todos nosotros fuésemos destinados<br />
desde la eternidad, para ser hijos de Dios.<br />
58<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
Para la homilía<br />
Hoy no conmemoramos ningún Misterio concreto de la<br />
Infancia del Señor. Celebramos simplemente, ni más ni<br />
menos, como cada ocho días que es Domingo, el día de<br />
Señor, el día de su Pascua y de su presencia resucitada<br />
entre nosotros. Pero lo hacemos dentro de las fiestas de<br />
<strong>Navidad</strong>. Hoy nos asomamos, con serenidad y paz interior<br />
a contemplar el Misterio de este Dios que ha puesto<br />
su tienda entre nosotros, que ha echado raíces en medio<br />
de su pueblo, que no ha tenido reparo de mostrar su misericordia<br />
haciéndose hombre.<br />
La antífona de entrada de la Misa de hoy nos invita con<br />
un estribillo bellísimo del libro de la Sabiduría a tomar<br />
esta actitud contemplativa: “Un silencio sereno lo envolvía<br />
todo, y al mediar la noche su carrera, tu Palabra todopoderosa<br />
descendió desde el trono real de los cielos.”<br />
(Sb 18, 14-15). Ahora, en medio de estos días de alegría y<br />
fiesta, pero también de tantos ruidos y voces, por dentro<br />
y por fuera, se nos invita al silencio. Un silencio profundo,<br />
sereno, auténtico, para escuchar a quien es la Palabra,<br />
para dejarnos tocar por la misericordia que se hace carne.<br />
Ahora la Palabra del Señor viene también a hablar a<br />
quienes la esperamos en silencio.<br />
Un monje benedictino, Julián de Vézelay, en el siglo XII<br />
nos decía a propósito de la <strong>Navidad</strong>: “Que escuchemos<br />
lo que el Señor Dios nos dice en nuestro interior. Callen<br />
las pasiones carnales y el estrépito inoportuno; callen<br />
también las fantasías de la loca imaginación, para poder<br />
escuchar atentamente lo que nos dice el Espíritu, para escuchar<br />
la voz que nos viene de lo alto. Pues nos habla<br />
continuamente con el Espíritu de vida y se hace voz sobre<br />
el firmamento que se cierne sobre el ápice de nuestro espíritu;<br />
pero nosotros, que tenemos la atención fija en otra<br />
parte, no escuchamos al Espíritu que nos habla”.<br />
Este domingo, al escuchar de nuevo el prólogo de san<br />
Juan, como un eco del día de <strong>Navidad</strong>, su Palabra resuena<br />
en nuestro interior como un mensaje definitivo de parte<br />
Dios, como una voz creadora que viene a darte vida,<br />
como la Sabiduría que desciende para que en tu razón<br />
puedas “saber”—en cuanto a conocer y en cuanto a gustar—<br />
como el mismo Dios. Jesús se hace hombre para<br />
darnos la capacidad de conocer a Dios de forma auténtica<br />
y de gustarlo con su misma vida, haciéndonos hijos<br />
suyos. Así nos lo dice Pablo, en el himno cristológico que,<br />
como un poema navideño, escuchamos en la segunda<br />
lectura.<br />
En Jesús ha ocurrido algo desconcertante. No se ha quedado<br />
en silencio para siempre. Dios se nos ha querido comunicar,<br />
no a través de revelaciones o apariciones, sino<br />
encarnándose en la humanidad de Jesús. No se ha “revestido”<br />
de carne, no ha tomado la “apariencia” de un ser<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
59
Cáliz de la Misericordia<br />
humano. Dios se ha hecho realmente carne débil, frágil<br />
y vulnerable como la nuestra. Nosotros no creemos en<br />
un Dios aislado e inaccesible, encerrado en su Misterio<br />
impenetrable. La Sabiduría se nos ha revelado, ha venido<br />
a plantar su tienda entre nosotros, a darse a conocer.<br />
Nos podemos encontrar con él en un ser humano como<br />
nosotros. Para relacionarnos con él, no hemos de salir de<br />
nuestro mundo. No hemos de buscarlo fuera de nuestra<br />
vida. Lo encontramos hecho carne en Jesús.<br />
Esto nos hace vivir una relación con él única, profunda<br />
e incomparable con otras relaciones. Jesús es el rostro<br />
humano de Dios. En sus gestos de misericordia se nos va<br />
revelando de manera humana cómo es y cómo nos quiere<br />
Dios. En sus palabras vamos escuchando su voz, sus<br />
llamadas y sus promesas. En su proyecto descubrimos el<br />
proyecto del Padre.<br />
Su Palabra ha sido definitiva. Ya no tiene nada más que decirnos.<br />
Terminamos con un famoso texto de San Juan de la<br />
Cruz que podríamos meditar ante las imágenes del nacimiento<br />
en nuestra casa o en la Parroquia en este domingo:<br />
«En la encarnación Dios ha quedado como mudo y no<br />
tiene más que hablar, porque lo que antes hablaba en<br />
partes a los profetas, ya lo ha hablado todo en su Verbo,<br />
dándonos el Todo que es su Hijo. Por lo cual el que ahora<br />
quisiese preguntar a Dios o querer alguna visión o revela-<br />
ción, no sólo haría una necedad, sino que haría agravio a<br />
Dios no poniendo los ojos totalmente en Cristo, sin querer<br />
alguna otra cosa o novedad. Podría responderle Dios...:<br />
Si te tengo ya hablado todas las cosas en mi Palabra, y<br />
no tengo otra, ¿qué te puedo responder o revelar que sea<br />
más que eso? Pon los ojos sólo en Él, que en Él te lo tengo<br />
todo dicho y revelado... Porque tú pides locuciones y<br />
revelaciones en parte, y si pones en El los ojos lo hallarás<br />
en todo. Él es toda mi locución y respuesta, toda mi visión<br />
y mi revelación... » (Subida al Monte Carmelo II, cap. 22).<br />
60<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
Oración de los fieles<br />
Cuando estamos celebrando el nacimiento de Jesucristo,<br />
presentemos nuestras oraciones, en la unidad del Espíritu<br />
Santo, al Padre misericordioso que lo ha enviado para<br />
nuestra salvación.<br />
Por el papa Francisco y nuestro arzobispo Antonio,<br />
para que el Señor los bendiga en perfecta comunión<br />
con la Iglesia, su familia santa, e ilumine al<br />
mundo para que escuche con fe su mensaje de salvación,<br />
roguemos al Señor.<br />
Para que España se mantenga fiel a su tradición<br />
cristiana y los gobernantes de las naciones y<br />
toda la familia humana acojan la paz y la unidad<br />
que trajo el Hijo de Dios a la tierra, roguemos<br />
al Señor.<br />
Por las familias, para que vivan la <strong>Navidad</strong> de forma<br />
que transmitan la fe íntegra en Jesucristo, Dios<br />
y hombre verdadero, roguemos al Señor.<br />
Para que vayamos con misericordia al encuentro<br />
del Señor, presente en quienes sufren en estos días<br />
graves necesidades y en quienes, lejos de sus hogares,<br />
sufren la soledad, la enfermedad o la fatiga,<br />
roguemos al Señor.<br />
Para que recordemos con fe y esperanza a todos<br />
los que en otros años celebraban con nosotros<br />
estas santas fiestas y han partido de este mundo:<br />
para que en el Reino eterno contemplen el rostro<br />
de Cristo, roguemos al Señor.<br />
Padre todopoderoso, llegue hasta ti la oración del pueblo<br />
que te invoca al celebrar el nacimiento de tu Unigénito: y<br />
concédele cuanto te pide confiadamente. Por Jesucristo<br />
nuestro Señor. R/. Amén.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
61
Cáliz de la Misericordia<br />
6 de enero<br />
Epifanía<br />
del Señor<br />
Un gesto para destacar esta fiesta: Cerca de la imagen<br />
del niño Jesús se pone en el suelo un incensario con carbones<br />
encendidos y, en la procesión del las ofrendas, con<br />
el pan y el vino y el agua otra persona lleva la naveta<br />
del incienso y pone un poco del mismo en el incensario.<br />
Moniciones antes de las lecturas<br />
Primera lectura y Evangelio.<br />
Isaías 60, 1-6 y Mateo 2, 1-12<br />
El profeta anuncia el misterio que hoy se celebra: la vocación<br />
de todas las gentes para que reconozcan en Jesús<br />
al Salvador. El Evangelio proclama el cumplimiento de<br />
esta profecía, pero de modo más humilde, cuando los<br />
magos de oriente vinieron a adorar a Jesús, recién nacido<br />
en Belén.<br />
Segunda lectura.<br />
Efesios 3, 2-3a.5-6<br />
San Pablo nos dice que ahora se ha revelado el plan eterno<br />
de Dios, que tiene como final la manifestación del Salvador<br />
a todos los pueblos, representados en este día por<br />
los magos de los que nos habla el Evangelio.<br />
Para la homilía<br />
Se ha manifestado<br />
su Misericordia<br />
a todos los pueblos<br />
“Epifanía” es una palabra griega que significa “manifestación”.<br />
Se hablaba de epifanía cuando un rey se manifestaba<br />
a su pueblo, en especial cuando regresaba triunfante<br />
de la batalla o visitaba con gloria y majestad una<br />
de sus ciudades. Los ciudadanos tenían la posibilidad de<br />
ver entonces su rostro. Nosotros contemplamos en esta<br />
celebración el rostro de nuestro Rey, el rostro de la misericordia.<br />
La solemnidad de hoy viene relacionada con la luz, como<br />
nos indica la primera lectura: “¡Levántate, brilla, Jerusalén,<br />
que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre<br />
ti! Mira: las tinieblas cubren la tierra, y la oscuridad los<br />
pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá<br />
sobre ti. Y caminarán los pueblos a tu luz, los reyes<br />
al resplandor de tu aurora”. El 6 de enero tenían lugar<br />
en la antigüedad, en Egipto y Arabia, fiestas en torno al<br />
crecimiento de la luz solar en torno al solsticio de invierno.<br />
A nosotros nos ha llegado especialmente del Oriente<br />
cristiano como una fiesta donde esta luz nueva de la misericordia<br />
de Dios brilla sobre todos los pueblos.<br />
Diversos elementos litúrgicos realzan hoy esta solemnidad:<br />
El mayor número de cirios para iluminar el altar, el<br />
anuncio de la fecha de la Pascua y de las demás fiestas<br />
movibles del año después de la proclamación del Evangelio,<br />
la presentación especial de las ofrendas y el senti-<br />
62<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
do pleno de este día, según la antiquísima tradición romana,<br />
honrado con tres milagros: la adoración del niño<br />
por los magos, el Bautismo de Cristo y las bodas de Caná<br />
(cf. Ceremonial de los obispos 240).<br />
Hoy el evangelio nos cuenta la historia de la humanidad,<br />
buscadora de Dios. Las palabras de san Agustín reflejan<br />
como lema esta búsqueda interior de cada hombre: «Nos<br />
has hecho, Señor, para ti y nuestro corazón está inquieto<br />
hasta que descanse en ti».<br />
Pero esta búsqueda es con frecuencia imperfecta. Nos<br />
puede aparecer la tentación de querer quitarnos de en<br />
medio a Dios en determinadas ocasiones, muchas veces<br />
de forma muy sutil, por miedo a perder nuestras seguridades,<br />
nuestros bienes, nuestros proyectos, nuestro poder…<br />
Al final sacar el “Herodes” que puede aparecer en<br />
nuestro corazón. Tendremos que repetirnos cuando nazcan<br />
estos temores aquella frase del Papa Benedicto XVI<br />
en la inauguración de su pontificado: “Cristo no viene a<br />
quitarnos nada, viene a dárnoslo todo”.<br />
Otra posible tentación en el camino de la fe es permanecer<br />
inmóviles como los sacerdotes y los escribas de Jerusalén,<br />
que sabiendo donde iba a nacer el Mesías no se inmutaron<br />
ni se movieron del sitio. Es curioso la extrañeza de los magos<br />
de Oriente, que habían apostado fuerte para aquel largo<br />
viaje, ante la pasividad de aquellos que lo tenían fácil.<br />
En la persona de los magos, que guiados por la estrella,<br />
van indagando y haciendo camino para encontrar al Mesías,<br />
estamos representados todos los que, siguiendo la<br />
estela de la fe, buscamos a Dios.<br />
Lo encontraremos como ellos en la casa, la Iglesia, donde<br />
María nos lo ofrece en sus brazos. Hoy es un buen día<br />
para repetir aquel gesto profundo y sincero de adoración<br />
y postrándonos ante él reconocerle como nuestro Dios,<br />
nuestro Rey y nuestro Señor. Sería una buena manera<br />
de celebrar la Epifanía con este gesto de intimidad de<br />
cada uno en su oración personal con el Señor. Podríamos<br />
seguir las palabras que el Papa san Juan Pablo II nos<br />
dejó al convocar a los jóvenes para la JMJ de Colonia<br />
en el 2005: “Ofreced también vosotros al Señor el oro de<br />
vuestra existencia, o sea la libertad de seguirlo por amor<br />
respondiendo fielmente a su llamada; elevad hacia Él el<br />
incienso de vuestra oración ardiente, para alabanza de<br />
su gloria; ofrecedle la mirra, es decir el afecto lleno de<br />
gratitud hacia Él, verdadero Hombre, que nos ha amado<br />
hasta morir como un malhechor en el Gólgota”.<br />
Los magos se volvieron a su tierra por otro camino. Dios<br />
quiera que la experiencia de la misericordia de Dios en esta<br />
<strong>Navidad</strong> nos haga volver a la vida cotidiana, como ellos,<br />
“por otro camino”, mejor que el que seguíamos antes.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
63
Cáliz de la Misericordia<br />
Oración de los fieles<br />
Oremos, hermanos y hermanas, a Dios nuestro Padre,<br />
que por la encarnación de su Hijo eterno y su Evangelio<br />
de gracia, a abierto a todos los pueblos “la Puerta de la<br />
Misericordia”.<br />
Por nuestro Santo Padre el papa Francisco y nuestro<br />
arzobispo Antonio, para que con toda la santa<br />
Iglesia lleven la misericordia divina y todos sus beneficios<br />
a los alejados de la Iglesia y a los que no<br />
conocen a Jesucristo, roguemos al Señor.<br />
Para que los pastores y fieles de la Iglesia en Valencia<br />
seamos constantes en la Nueva evangelización,<br />
sintamos la urgencia misionera y aprovechemos<br />
el impulso y el mensaje de este Año Santo de<br />
la Misericordia, roguemos al Señor.<br />
Para que todos los pueblos acojan al Rey de las<br />
naciones y edifiquen su convivencia sobre las bases<br />
del mensaje de verdad, unidad, justicia, amor<br />
y libertad que él nos enseñó, roguemos al Señor.<br />
Para que, en esta fiesta familiar, los hogares cristianos<br />
mantengan y trasmitan la fe en Cristo salvador<br />
y su llamada a seguirle, y sean un modelo<br />
de acogida para los que la buscan, roguemos al<br />
Señor.<br />
Para que el Señor, con su manifestación, aumente<br />
nuestra fe, nos confirme en la verdad, nos revele lo<br />
que ignoramos, afiance lo que conocemos y supla<br />
lo que nos falta, roguemos al Señor.<br />
Padre lleno de amor, escucha nuestras oraciones en este<br />
día iluminado por la manifestación de tu Hijo, y da nuevo<br />
vigor a nuestra fe, para que conozcamos mejor la grandeza<br />
y cercanía del Evangelio y lo proclamemos en todas<br />
partes con la palabra y el ejemplo. Por Jesucristo nuestro<br />
Señor. R/. Amén.<br />
64<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
10 de enero · Domingo después de Epifanía<br />
Bautismo<br />
del Señor<br />
Según su propia<br />
Misericordia<br />
nos ha salvado<br />
Un gesto para resaltar esta fiesta puede ser la bendición<br />
y aspersión del agua antes de cada Misa. También se podría<br />
celebrar el bautismo dentro de una de las Eucaristías<br />
de este domingo.<br />
Bendición y aspersión del agua.<br />
Después de venerar el altar y saludar a la asamblea, el<br />
sacerdote, desde la sede, dice:<br />
Hoy acaba el tiempo de <strong>Navidad</strong> y Epifanía, en esta<br />
fiesta del Bautismo del Señor. Hoy el Mesías, el “Ungido<br />
de Dios” anunciado por los profetas, se manifiesta en el<br />
Jordán como el siervo humilde de Dios que carga, siendo<br />
cordero inocente, con los pecados del mundo. Por eso<br />
vamos a pedir, por su mediación, que el agua que vamos<br />
a derramar sobre nosotros en recuerdo de nuestro bautismo,<br />
avive en nosotros el deseo de la conversión y alcancemos<br />
el perdón de nuestros pecados.<br />
Dos fieles se acercan al celebrante con el acetre y el hisopo.<br />
El sacerdote bendice el agua con esta fórmula:<br />
Tú que naciste del seno de la Virgen María y te hiciste<br />
en todo semejante a nosotros, menos en el pecado.<br />
Señor, ten piedad. R/. Señor, ten piedad.<br />
Tú que fuiste siervo humilde a la voluntad del Padre<br />
y creciste al amparo de María y José. Cristo, ten<br />
piedad. R/. Cristo, ten piedad.<br />
Tú que te hiciste obediente hasta la muerte de cruz<br />
y resucitaste para nuestra justificación. Señor, ten<br />
piedad. R/. Señor, ten piedad.<br />
El Señor bendiga esta agua que va ser derramada<br />
sobre nosotros en recuerdo de nuestro bautismo<br />
y nos guarde siempre bajo su protección. Amén.<br />
El celebrante asperja al pueblo, mientras se entona un<br />
canto bautismal, como “Un solo Señor”, luego vuelve a<br />
la sede y dice:<br />
Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado<br />
y, por la celebración de esta eucaristía, nos haga<br />
dignos de participar del banquete de su reino.<br />
R/. Amén.<br />
Sigue el himno “Gloria a Dios en el cielo” y la oración colecta<br />
de la fiesta.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
65
Cáliz de la Misericordia<br />
Moniciones antes de las lecturas<br />
Primera lectura y Evangelio.<br />
Isaías 42, 1-4, 6-7 y Lucas 3, 15-16. 21-22<br />
En la lectura profética se anuncia al “Siervo de Dios”, el<br />
Mesías ungido por el Espíritu. De este modo el Padre mostró<br />
a Jesús ante el pueblo en el Bautismo. Comienza la<br />
nueva y última etapa de la salvación. Como dice el Salmo<br />
responsorial 28, desde los manantiales de las aguas<br />
de la creación, Dios bendice ahora a su pueblo con la paz.<br />
Salmo responsorial 28<br />
El Señor bendice a su pueblo con la paz.<br />
Segunda lectura.<br />
Hechos de los Apóstoles 10, 34-38<br />
El bautismo de Jesús fue un anuncio del comienzo de su<br />
obra salvadora, que se aplica a los que creen en Él gracias<br />
al don de la fe que se recibe y profesa en el nuevo<br />
nacimiento del agua y del Espíritu Santo. Jesús vence al<br />
mundo por medio de cada creyente verdadero.<br />
También se pueden proclamar estas otras lecturas:<br />
Primera lectura y Evangelio.<br />
Isaías 40, 1-5. 9-11 y Lucas 3, 15-16. 21-22<br />
El profeta anunció la consolación de Israel cuando se revelase<br />
la gloria del Señor. Llegado ese momento, Juan el<br />
Bautista preparó el camino del Señor, llamando al pueblo<br />
de Israel a la penitencia. Este deseo de purificación de<br />
las conciencias se expresaba con el bautismo, que Jesús<br />
quiso también recibir, como aquél que cargaba con todos<br />
los pecados de la humanidad.<br />
Salmo responsorial 10<br />
Bendice, alma mía, al Señor, ¡Dios mío, qué grande eres!<br />
Segunda lectura.<br />
Tito 2, 11-14; 3, 4-7<br />
San Pablo anuncia que ha llegado el tiempo de la plena<br />
manifestación de la gracia de Dios, que nos ha llegado<br />
por medio de Jesús, el cual nos ha salvado con el baño<br />
del segundo nacimiento y con la renovación por el Espíritu<br />
Santo.<br />
66<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
Para la homilía<br />
Celebramos hoy la fiesta del Bautismo del Señor con la<br />
que concluimos el Tiempo de <strong>Navidad</strong> y damos paso al<br />
Tiempo Ordinario. Podemos preguntarnos: ¿por qué el<br />
tiempo de <strong>Navidad</strong>, dedicado al nacimiento y la infancia<br />
de Jesús, concluye con el Bautismo, en el que Jesús ya<br />
tiene treinta años? ¿Qué relación hay?<br />
La liturgia de este día responde, a través de la Palabra de<br />
Dios —que hemos tomado de las lecturas propias para<br />
este ciclo C— y de las oraciones, a esta pregunta. La primera<br />
lectura habla de un crimen, de unos pecados que<br />
han de ser pagados, pero remite a la esperanza, hay un<br />
consuelo: insta a preparar el camino porque la mano del<br />
Señor ha pagado su crimen, Dios llega con poder y su<br />
gloria va a revelarse a todos los hombres.<br />
Es lo mismo que refleja el salmo: aparece Dios con todo<br />
su poder, Dios soberano, Dios como aquél del que toda la<br />
creación espera su sustento y que tiene el poder de dar la<br />
vida y de hacer una nueva creación. El cumplimiento de<br />
esta esperanza y este deseo, la concreción del consuelo<br />
que anuncia el profeta, se hace patente en el bautismo<br />
de Jesús.<br />
Lucas enmarca este relato con abundantes datos históricos,<br />
queriendo mostrar la importancia de este acontecimiento<br />
para la Historia de la Salvación: Jesús, que es<br />
el Verbo Encarnado nacido de María, sale de Nazaret.<br />
Allí ha ido creciendo en estatura, sabiduría y gracia, pero<br />
ahora se pone a la cola del bautismo, un bautismo de penitencia<br />
para el perdón de los pecados. Aparentemente se<br />
trata de una contradicción, Jesús no ha cometido pecado,<br />
no necesita de conversión. Sin embargo, el bautismo<br />
aparece como una consecuencia de la Encarnación.<br />
Jesús se ha encarnado en una humanidad marcada por<br />
el mal y el pecado; el hacerse bautizar por Juan, es hacerse<br />
plenamente solidario con la situación de los hombres:<br />
Jesús, Dios hecho hombre, viene a hacerse cargo de<br />
la naturaleza corrompida del hombre, de todo hombre.<br />
Por eso el Bautismo es el término de la <strong>Navidad</strong>, porque<br />
es el culmen de la Encarnación.<br />
Como proclamaremos en el prefacio de la plegaria eucarística,<br />
el signo del bautismo es para que creamos que<br />
Cristo (el mesías esperado) se encontraba presente entre<br />
los hombres, y el descenso del Espíritu, para que comprendamos<br />
que el hijo era ungido con el óleo de la alegría<br />
y enviado a evangelizar a los pobres.<br />
La presencia de Dios entre los hombres ya no está en el<br />
Templo de Jerusalén, sino en Jesús, el Hijo, el amado, el<br />
predilecto, habitado por el Espíritu Santo. Y éste ha salido<br />
de Nazaret para una misión concreta: el anuncio de<br />
la llegada del Reino de Dios. Este anuncio no es como<br />
el del Bautista, que alentaba a escapar de la ira divina,<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
67
Cáliz de la Misericordia<br />
Oración de los fieles<br />
al contrario: Jesús hace presente el Reino mediante sus<br />
palabras y obras, como un tiempo de gracia y misericordia,<br />
como un tiempo de salvación. El pecado y el crimen<br />
que marcaban al hombre han sido asumidos por Dios en<br />
Cristo, es su mano la que paga. El Dios todopoderoso del<br />
salmo se ha puesto en Jesús al lado de los pecadores.<br />
Por eso en la segunda lectura Pablo nos exhorta a “renunciar<br />
a la impiedad y a los deseos mundanos”. Por el<br />
Bautismo también nosotros hemos recibido el ser Hijos<br />
de Dios y hemos recibido el Espíritu Santo; no es la salvación<br />
un premio a nuestras obras sino un regalo de Dios<br />
que “según su propia misericordia nos ha salvado” para<br />
darnos una vida nueva y eterna. Dios nos conceda la gracia,<br />
al terminar estas fiestas y volver a nuestra vida cotidiana,<br />
de vivir un poco más como como hijos en el Hijo,<br />
renacidos del agua y del Espíritu, perseverando siempre<br />
fieles en el cumplimiento de su voluntad que, sin dudarlo,<br />
es vivir de su misericordia.<br />
Oremos, hermanos, a Dios nuestro Padre que escuche la<br />
oración del pueblo congregado en su nombre.<br />
Por la paz y libertad de todo el pueblo cristiano y<br />
por la unión de los cristianos, nacidos del mismo<br />
bautismo, roguemos al Señor.<br />
Por la Iglesia que peregrina en Valencia, para que<br />
cobre nuevo impulso evangelizador, con la luz y la<br />
fuerza del Espíritu Santo, y sea signo eficaz de la<br />
misericordia, roguemos al Señor.<br />
Por los que gobiernan las naciones, para que todos<br />
llevemos una vida honesta y pacífica, como corresponde<br />
a quienes Dios ama, y los pueblos cristianos<br />
permanezcan fieles a su auténtica tradición,<br />
roguemos al Señor.<br />
Para que al renovar la gracia de nuestro bautismo,<br />
se confirme la profesión de nuestra fe, nuestras vidas<br />
sean santificadas y los pecados perdonados,<br />
roguemos al Señor.<br />
Por los que padecen y viven angustiados por la pobreza,<br />
la enfermedad, el exilio y la soledad, para<br />
que escuchen a aquel que vino para anunciar la<br />
Buena Noticia a los pobres, y sean aliviados por la<br />
caridad que hace auténtica la verdadera fe, roguemos<br />
al Señor.<br />
68<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la LITURGIA<br />
Bendice, Señor, a tu pueblo con la paz; y haz que quienes<br />
oramos por todos los hombres caminemos también,<br />
como hijos de la luz, por las sendas de tu verdad. Por Jesucristo<br />
nuestro Señor. R/. Amén.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
69
Para la<br />
FAMILIA<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
71
Cáliz de la Misericordia<br />
Comisión<br />
Diocesana de<br />
Familia y Vida<br />
Oraciones para<br />
bendecir la mesa<br />
en el tiempo de<br />
<strong>Adviento</strong>-<strong>Navidad</strong><br />
72<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la FAMILIA<br />
Domingo 29 de noviembre<br />
Primero<br />
de <strong>Adviento</strong><br />
“Jesús les preguntó:<br />
Muchachos, ¿tenéis algo para comer?<br />
Ellos contestaron: No.<br />
Les dijo: Echad la red a la derecha<br />
de la barca y encontraréis”.<br />
(Juan 21,5-6)<br />
Oración:<br />
Sentados a tu mesa, Padre, queremos recordar a<br />
quienes no tienen cubiertas sus necesidades básicas.<br />
Que no descansemos hasta que todos<br />
vivamos con la necesaria dignidad.<br />
Amén.<br />
Domingo 6 de diciembre<br />
Segundo<br />
de <strong>Adviento</strong><br />
“En las casas partían el pan y comían juntos<br />
con alegría y sencillez de corazón”.<br />
(Hechos 2,46)<br />
Oración:<br />
Hoy nos das, Señor, nuestro pan de cada día.<br />
Gracias por cuidarnos. Que tu alimento nos dé<br />
fuerzas para cuidar de nuestros hermanos.<br />
Amén.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
73
Cáliz de la Misericordia<br />
8 de diciembre<br />
La Inmaculada<br />
Concepción<br />
“¿Quién es el más importante, el que se<br />
sienta a la mesa a comer o el que sirve?<br />
¿Acaso no lo es el que se sienta a la mesa?, en<br />
cambio yo estoy entre vosotros como el que sirve”.<br />
(Lucas 22,27)<br />
Oración:<br />
Gracias por todo lo que nos has regalado desde que comenzó<br />
el día: esta comida que nos une, una tarea por hacer,<br />
belleza alrededor y gente que nos quiere.<br />
Cuenta con nosotros Señor, para construir tu Reino.<br />
Amén.<br />
Domingo 13 de diciembre<br />
Tercero<br />
de <strong>Adviento</strong><br />
“Cuando tu des una fiesta, invita a los pobres,<br />
a los inválidos, a los cojos y a los ciegos y serás feliz”.<br />
(Lucas 14,13)<br />
Oración:<br />
Al reunirnos a la mesa, celebramos nuestra<br />
unión y recordamos especialmente a<br />
quienes pasan momentos difíciles.<br />
Padre, envuélvelos a todos en tu amor.<br />
Amén.<br />
74<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la FAMILIA<br />
Domingo 20 de diciembre<br />
Cuarto<br />
de <strong>Adviento</strong><br />
“Dichosos los criados a quienes su amo,<br />
al llegar, encuentre despiertos.<br />
Os aseguro que el amo mismo los hará sentarse a<br />
la mesa y se dispondrá a servirles la comida”.<br />
(Lucas 12,37)<br />
Oración:<br />
Gracias Padre, por reunirnos, por los alimentos que vamos<br />
a disfrutar y porque, cuando estás a nuestro lado,<br />
nos ayudas a vivir mejor, con más amor e ilusión”.<br />
Amén.<br />
24 de diciembre<br />
Cena de<br />
<strong>Navidad</strong><br />
“Dijo Jacob: Si Dios me acompaña y me cuida en<br />
este viaje que estoy haciendo, si me da qué comer<br />
y con qué vestirme, y si regreso sano y salvo a la<br />
casa de mi padre entonces, el Señor será mi Dios”.<br />
(Génesis 28,20)<br />
Oración:<br />
Bendice, Padre, nuestra reunión.<br />
Sigue llevando nuestras vidas en tus manos,<br />
ayúdanos a disfrutar de esta comida y<br />
a trabajar por un mundo mejor.<br />
Amén.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
75
Cáliz de la Misericordia<br />
Domingo 27 de diciembre<br />
Sagrada<br />
Familia<br />
“Hubo una boda en Caná, un pueblo de Galilea.<br />
La madre de Jesús estaba allí y Jesús y sus<br />
discípulos fueron invitados también a la boda”.<br />
(Juan 2,1-2)<br />
Oración:<br />
Nos reunimos en tu nombre, Señor, para disfrutar de esta<br />
comida y para gozar de la comunicación y del cariño que<br />
existen entre nosotros.<br />
Gracias por todos estos dones<br />
y por estar aquí, a nuestro lado.<br />
Amén.<br />
6 de enero<br />
Epifanía<br />
del Señor<br />
“Jesús tomó en sus manos los cinco panes y los dos peces<br />
y mirando al cielo, dio gracias a Dios por ellos, los partió<br />
y se los dio a sus discípulos para que los repartieran entre<br />
la gente”.<br />
(Lucas 9,16)<br />
Oración:<br />
Envuelve con tu amor, Padre, a quienes han preparado<br />
esta comida, a los que vamos a compartirla y a todos los<br />
seres humanos que trabajan para que otros tengan vida.<br />
Amén.<br />
76<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Cáliz de la Misericordia<br />
Comisión<br />
Diocesana de<br />
Pastoral del<br />
Ambiente y<br />
Ecología Humana<br />
El Nacimiento<br />
El nacimiento de Jesús es un hecho histórico real y verificable,<br />
y un hecho que algunos han visto y tocado en persona.<br />
Lamentablemente muchos han convertido esta fiesta litúrgica<br />
en un evento festivo que a veces no tiene nada que<br />
ver con Jesús. Hacemos muchos regalos, pero ¿por qué y<br />
para quién? El consumismo de nuestro tiempo parece querer<br />
enterrar, con las cosas materiales, las cosas espirituales<br />
y religiosas, el verdadero origen de la <strong>Navidad</strong>.<br />
El nacimiento de Jesús no es una fábula: Cristo es una<br />
persona real. Si perdemos el contacto con esta historia,<br />
no podemos entender por qué la línea del tiempo se ha<br />
dividido en dos (antes de Cristo/después de Cristo) y por<br />
qué en el mundo, incluso los no cristianos, siguen contando<br />
los años desde la primera <strong>Navidad</strong>. Corremos el<br />
riesgo de celebrar un cumpleaños sin saber nada de quien<br />
recordamos el nacimiento, festejando sin el festejado.<br />
De ahí la importancia del belén, que nos recuerda y<br />
subraya la centralidad del misterio de la Encarnación:<br />
el Hijo único de Dios se hizo hombre por nosotros, para<br />
Bendición<br />
del Belén<br />
Ritos iniciales<br />
Reunida la familia, el padre o la madre dice:<br />
X En el nombre del Padre, y del Hijo,<br />
y del Espíritu Santo.<br />
Todos hacen la señal de la cruz y responden:<br />
Amén.<br />
Quien dirige la celebración continúa:<br />
Alabemos y demos gracias al Señor<br />
que tanto nos ha amado<br />
que nos ha enviado su Hijo.<br />
Todos responden:<br />
Benditos seas por siempre, Señor.<br />
salvarnos. Esto expresa la escena de la natividad con el<br />
establo de Belén y los pastores que vienen de toda la región.<br />
La expresión artística tradicional del belén es muy<br />
querida para nuestras familias cristianas y muchas comunidades.<br />
No nos olvidemos de la creatividad artística,<br />
y llena de ternura, que ponemos mientras montamos el<br />
belén, y que Dios no permita que se pierda el verdadero<br />
significado y la profundidad del simbolismo evangélico.<br />
78<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la FAMILIA<br />
Oración<br />
Lectura del santo Evangelio según San Lucas<br />
(Lc 2, 1-14)<br />
En aquellos días salió un decreto del emperador Augusto,<br />
ordenando hacer un censo del mundo entero. Éste fue<br />
el primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de<br />
Siria. Y todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad.<br />
También José, que era de la casa y familia de David, subió<br />
desde la ciudad de Nazaret en Galilea a la ciudad de<br />
David, que se llama Belén, para inscribirse con su esposa<br />
María, que estaba encinta. Y mientras estaban allí le llegó<br />
el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo<br />
envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no<br />
tenían sitio en la posada.<br />
En aquella región había unos pastores que pasaban la<br />
noche al aire libre, velando por turno su rebaño. Y un ángel<br />
del Señor se les presentó: la gloria del Señor los envolvió<br />
de claridad y se llenaron de gran temor. El ángel<br />
les dijo: «No temáis, os traigo la buena noticia, la gran<br />
alegría para el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha<br />
nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la<br />
señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado<br />
en un pesebre». De pronto, en torno al ángel, apareció<br />
una legión del ejército celestial, que alababa a Dios,<br />
diciendo: —«Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a<br />
los hombres que ama».<br />
Palabra del Señor<br />
Señor Dios, Padre nuestro,<br />
creador de todas las criaturas y del universo entero<br />
que tanto nos amas<br />
que nos has entregado a tu Hijo único<br />
nacido de María la Virgen,<br />
dígnate bendecir este nacimiento,<br />
a nuestra familia (parroquia…)<br />
y a la familia cristiana<br />
que está aquí presente,<br />
para que las imágenes de este Belén,<br />
que representan el mundo en el que vivimos,<br />
ayuden a profundizar en la fe<br />
y a ser respetuosos con todas tus criaturas,<br />
y con la hermana madre Tierra<br />
que ha de ser la casa de todos.<br />
Te lo pedimos por Jesús, tu Hijo amado,<br />
que vive y reina por los siglos de los siglos.<br />
Amén.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
79
Cáliz de la Misericordia<br />
Comissió<br />
Diocesana de<br />
Pastoral de<br />
l’Ambient i<br />
Ecologia Humana<br />
El Naixement<br />
El naixement de Jesús és un fet històric real i verificable,<br />
i un fet que alguns han vist i tocat en persona. Lamentablement<br />
alguns han convertit aquesta festa litúrgica en<br />
un esdeveniment festiu que de vegades no té res a vore<br />
amb Jesús. Fem molts regals, però per què i per a qui?<br />
El consumisme del nostre temps sembla voler soterrar,<br />
amb les coses materials, les coses espirituals i religioses,<br />
el veritable origen del Nadal.<br />
El naixement de Jesús no és una faula: Crist és una persona<br />
real. Si perdem el contacte amb aquesta història, no<br />
podem entendre per què la línia del temps s’ha dividit en<br />
dos (abans de Crist /després de Crist) i per què en el món,<br />
fins i tot els no cristians, seguixen comptant els anys des<br />
del primer Nadal. Hi ha fins i tot el risc de celebrar un<br />
aniversari sense saber res de qui recordem el naixement,<br />
festejant sense el festejat .<br />
D’ací la importància del betlem que ens recorda i remarca<br />
la centralitat del misteri de l’Encarnació: el Fill unigènit<br />
de Déu es va fer home per nosaltres, per salvar-nos.<br />
Benedicció<br />
del Betlem<br />
Ritus inicial<br />
Reunida la família, el pare o la mare diu:<br />
X En el nom del Pare, i del Fill,<br />
i de l’Esperit Sant.<br />
Tots fan la senyal de la creu i responen:<br />
Amén.<br />
El qui dirigeix la celebració pot dir:<br />
Lloem i donem gràcies al Senyor,<br />
que tant ens ha estimat<br />
que ens ha lliurat el seu Fill.<br />
Tots responen:<br />
Beneït sigues per sempre, Senyor.<br />
Això expressa l’escena de la nativitat amb l’establia de<br />
Betlem i els pastors que vénen de tota la regió. L’expressió<br />
artística tradicional del betlem és molt estimada per les<br />
nostres famílies cristianes i moltes comunitats.<br />
No ens oblidem de la creació artística, i plena de tendresa,<br />
que posem mentre muntem el betlem, i que Déu<br />
no permeta que es perda el veritable significat i la profunditat<br />
del simbolisme evangèlic.<br />
80<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la FAMILIA<br />
Oració<br />
Lectura de l’Evangeli de Sant Lluc (Lc 2, 1-14)<br />
Per aquells dies va eixir un edicte de Cèsar August ordenant<br />
que es fes el cens de tot el món romà. Era el primer<br />
cens de l’imperi, abans del que es va fer quan Quirini era<br />
governador de Síria. Tothom anava a inscriure’s a la població<br />
d’on cadascú descendia. També Josep, que era de<br />
la casa i la família de David, va pujar des de Natzaret de<br />
Galilea a Judea, al poble de David, anomenat Bet-Lèhem,<br />
per inscriure’s amb Maria, la seua muller, que esperava<br />
un fill. Mentre eren allí es van complir els dies i va nàixer<br />
el seu fill, el primogènit. Ella el va bolcar i el posà en un<br />
pesebre, perquè no havien trobat lloc a l’hostal.<br />
A la mateixa contrada, vivint al ras, hi havia uns pastors<br />
que vetlaven guardant de nit el seu ramat. Els aparegué<br />
un àngel del Senyor, la glòria del Senyor els envoltà de<br />
llum, i es van esglaiar. Però l’àngel els va dir:<br />
—«No tingueu por vos anuncie una nova que portarà a<br />
tot el poble una gran alegria: Hui, a la ciutat de David,<br />
vos ha nascut un salvador, que és el Messies, Senyor. Les<br />
seues senyes són aquestes: trobareu un xiquet en bolquers,<br />
posat en un pesebre».<br />
I una multitud dels exèrcits celestials s’uní llavors mateix<br />
a l’àngel, alabant Déu i cantant:<br />
—«Glòria a Déu a dalt del cel, i a la terra pau als hòmens<br />
que estima el Senyor».<br />
Paraula de Déu<br />
Senyor, Pare nostre,<br />
creador de totes les criatures y de l’univers sencer<br />
que, tant ens heu estimat,<br />
que ens vau regalar al vostre Fill únic<br />
nascut de Maria Verge.<br />
digneu-vos beneir aquest naixement,<br />
a la nostra família (parròquia...)<br />
i a la família cristiana<br />
que està ací present,<br />
per a que les imatges d’aquest Betlem,<br />
que representa el món en el que vivim,<br />
ens ajuden a aprofundir en la fe<br />
i a ser respectuosos amb totes les vostres criatures,<br />
i amb la germana mare Terra<br />
que ha de ser la casa de tots.<br />
Vos ho demanem per Crist,<br />
Senyor nostre.<br />
Amén.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
81
Cáliz de la Misericordia<br />
Comisión<br />
Diocesana de<br />
Pastoral del<br />
Ambiente y<br />
Ecología Humana<br />
«La costumbre de colocar en los hogares cristianos un<br />
árbol adornado, durante las fiestas de <strong>Navidad</strong>, es recomendable,<br />
ya que este árbol puede recordar a los fieles<br />
que Cristo, nacido por nosotros en Belén, es el verdadero<br />
Árbol de la vida, árbol del que fue separado el hombre a<br />
causa del pecado de Adán. Conviene, pues, invitar a los<br />
fieles a que vean en este árbol, lleno de luz, a Cristo luz<br />
del mundo, que con su nacimiento nos conduce a Dios<br />
que habita en una luz inaccesible».<br />
(Ritual de Bendiciones)<br />
Bendición del<br />
árbol de <strong>Navidad</strong><br />
Ritos iniciales<br />
En el nombre del Padre, y del Hijo,<br />
y del Espíritu Santo.<br />
R/. Amén.<br />
Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo,<br />
nacido por nosotros de Santa María Virgen,<br />
esté con vosotros.<br />
R/. Y con tu Espíritu.<br />
Lectura del libro del Génesis (Gén 2, 8-9)<br />
El Señor Dios plantó un jardín en Edén, hacia Oriente, y<br />
colocó en él al hombre que había modelado. El Señor<br />
Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos<br />
de ver y buenos de comer; además el árbol de la vida en<br />
mitad del jardín.<br />
Palabra de Dios<br />
82<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la FAMILIA<br />
Oración<br />
Salmo responsorial (Sal 91, 2-3, 13-14,15)<br />
R/. Es bueno dar gracias al Señor.<br />
Es bueno dar gracias al Señor<br />
y tañer para tu nombre, oh Altísimo;<br />
proclamar por la mañana tu misericordia<br />
y por la noche tu fidelidad. R/.<br />
El justo crecerá como la palmera,<br />
se alzará como cedro del Líbano;<br />
plantado en la casa del Señor,<br />
crecerá en los atrios de nuestro Dios. R/.<br />
En la vejez seguirá dando fruto<br />
y estará lozano y frondoso. R/.<br />
También hoy Jesús sigue disipando las tinieblas del error<br />
y del pecado para traer a la humanidad la alegría de la<br />
resplandeciente luz divina, de la que el árbol navideño<br />
es signo y recuerdo. Dejémonos envolver por la luz de su<br />
verdad, porque «la alegría del Evangelio llena el corazón<br />
y la vida entera de los que se encuentran con Jesús».<br />
(Francisco I)<br />
Bendice, Señor, este árbol que nos enseña<br />
que las personas necesitamos profundizar<br />
nuestras raíces en tierra fértil y firme,<br />
y así crecer para tomar la luz del sol<br />
y resistir los vientos que nos sacuden.<br />
Que el árbol de la vida<br />
sea el eje que nos guie en tiempos de crisis.<br />
Que el árbol de la vida<br />
llene de luz nuestras oscuridades.<br />
Que el árbol de la vida<br />
nos hable de quien es salud para nosotros<br />
y creador del universo entero.<br />
Que este árbol de <strong>Navidad</strong>,<br />
que presidirá nuestra convivencia,<br />
nos recuerde tu presencia<br />
que todo lo vivifica.<br />
Por Cristo, Señor nuestro.<br />
Amén.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
83
Cáliz de la Misericordia<br />
Comissió<br />
Diocesana de<br />
Pastoral de<br />
l’Ambient i<br />
Ecologia Humana<br />
En aquestes festes d’alegria i de llum, celebrem la benedicció<br />
de l’arbre de Nadalenc que presidirà la nostra vida<br />
de família, d’amistat, de comunitat fraterna... Aquest arbre<br />
ha de ser el símbol de la presència de la Vida apareguta<br />
a Bet-Lèhem i el signe de l’entrada del Regne de Déu<br />
en el món.<br />
(Ritual de Benediccions)<br />
Benedicció de<br />
l’arbre de Nadal<br />
Ritus inicials<br />
En el nom del Pare, i del Fill,<br />
i de l’Esperit Sant.<br />
R/. Amén.<br />
Que la gràcia de nostre Senyor Jesucrist,<br />
nascut per nosaltres de santa Maria Verge,<br />
siga amb tots vosaltres.<br />
R/. I amb el vostre esperit.<br />
Lectura del llibre del Gènesi (Gén 2, 8-9)<br />
Després el Senyor-Déu va plantar un jardí a l’Edén, a la<br />
regió d’orient, i va posar-hi l’home que havia modelat.<br />
El Senyor-Déu va fer nàixer de la terra fèrtil tota classe<br />
d’arbres que fan goig de veure i donen fruits saborosos.<br />
Al mig del jardí hi feu nàixer l’arbre de la vida.<br />
Paraula de Déu<br />
84<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la FAMILIA<br />
Oració<br />
Salm responsorial (Sal 91, 2-3, 13-14,15)<br />
R/. És bo de lloar-vos, Senyor.<br />
És bo de lloar l’Altíssim,<br />
de cantar al vostre nom, Senyor,<br />
de proclamar al matí el vostre amor,<br />
i de nit, la vostra fidelitat. R/.<br />
Els justos creixeran com les palmeres,<br />
es faran grans com els cedres del Líban;<br />
plantats a la casa del Senyor,<br />
creixeran als atris del nostre Déu. R/.<br />
Encara donaran fruit a la vellesa,<br />
continuaran plens d’ufana i de vigor. R/.<br />
També hui Jesús seguix dissipant les tenebres de l’error i<br />
del pecat per a portar a la humanitat l’alegria de la resplendent<br />
llum divina, de la qual l’arbre nadalenc és signe<br />
i record. Deixem-nos embolcallar per la llum de la seua<br />
veritat, perquè «l’alegria de l’Evangeli omple el cor i la<br />
vida sencera dels qui es troben amb Jesús».<br />
(Francesc I)<br />
Beneïu, Pare, aquest arbre que ens ensenya<br />
que les persones necessitem enfonsar<br />
les nostres arrels en terra fèrtil i ferma,<br />
i així créixer per prendre la llum del sol<br />
i resistir els vents que ens sacsegen.<br />
Que l’arbre de la vida<br />
siga l’eix que ens guie en temps de crisi.<br />
Que l’arbre de la vida<br />
òmpliga de llum les nostres foscors.<br />
Que l’arbre de la vida<br />
ens parle de qui és salut per a nosaltres<br />
i creador de l’univers sencer.<br />
Que aquest arbre de Nadal,<br />
que presidirà la nostra convivència,<br />
ens recorde la vostra presència<br />
que tot ho vivifica.<br />
Per Crist, Senyor nostre.<br />
Amén.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
85
Cáliz de la Misericordia<br />
Comisión<br />
Diocesana de<br />
Pastoral del<br />
Ambiente y<br />
Ecología Humana<br />
Este <strong>Adviento</strong>-<strong>Navidad</strong><br />
pon en práctica<br />
la Encíclica<br />
Laudato Si’<br />
… en las cosas más cotidianas<br />
Laudato Si’ N.211<br />
Si una persona, aunque la propia economía le permita<br />
consumir y gastar más, habitualmente se abriga un poco<br />
en lugar de encender la calefacción, se supone que ha<br />
incorporado convicciones y sentimientos favorables al<br />
cuidado del ambiente.<br />
La educación en la responsabilidad ambiental puede<br />
alentar diversos comportamientos que tienen una incidencia<br />
directa e importante en el cuidado del ambiente,<br />
como…<br />
Todo esto es parte de una generosa y digna creatividad,<br />
que muestra lo mejor del ser humano.<br />
El hecho de reutilizar algo en lugar de desecharlo rápidamente,<br />
a partir de profundas motivaciones, puede ser un<br />
acto de amor que exprese nuestra propia dignidad.<br />
REDUCE - REUTILIZA - RECICLA<br />
86<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la FAMILIA<br />
Comissió<br />
Diocesana de<br />
Pastoral de<br />
l’Ambient i<br />
Ecologia Humana<br />
Aquest Advent-Nadal<br />
posa en pràctica<br />
l’Encíclica<br />
Laudato Si’<br />
… en les coses més quotidianes<br />
Laudato Si’ N.211<br />
Si una persona, encara que la pròpia economia li permeta<br />
consumir i gastar més, habitualment s’abriga un poc<br />
en lloc d’encendre la calefacció, això suposa que ha incorporat<br />
conviccions i sentiments favorables a la cura de<br />
l’ambient.<br />
L’educació en la responsabilitat ambiental pot animar<br />
a mantenir diversos comportaments que tenen una<br />
incidència directa i important en la cura de l’ambient,<br />
com…<br />
Tot això és part d’una generosa i digna creativitat, que<br />
mostra la part millor de l’ésser humà.<br />
El fet de reutilitzar alguna cosa en lloc de llençar-ho ràpidament,<br />
a partir de profundes motivacions, pot ser un<br />
acte d’amor que expresse la nostra pròpia dignitat.<br />
REDUIX - REUTILITZA - RECICLA<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
87
Para la<br />
PARROQUIA<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
89
Cáliz de la Misericordia<br />
Comisión<br />
Diocesana de<br />
Espiritualidad<br />
“Convertíos y creed en el Evangelio”, lema del segundo<br />
ciclo del IDE, marca el camino en el que está inmersa<br />
nuestra Diócesis. Esta invitación se nos hace en un tiempo<br />
de gracia como es el “Año Eucarístico del Santo Cáliz en<br />
el Jubileo de la Misericordia”.<br />
Desde la Comisión de Espiritualidad os ofrecemos unos<br />
materiales de reflexión espiritual y de ayuda para vuestra<br />
oración a crear auténticos espacios de comunión en<br />
nuestra vida de Iglesia como comunidad cristiana.<br />
Los materiales son los siguientes:<br />
A. Lectura espiritual para el tiempo de <strong>Adviento</strong>.<br />
B. Lectura espiritual para el tiempo de <strong>Navidad</strong>-Epifanía.<br />
C. Novena de <strong>Navidad</strong>. Cada día os proponemos una<br />
vivencia de la misericordia de Dios. Estas meditaciones<br />
nos llevarán a encontrarnos con “Jesucristo<br />
rostro de la misericordia del Padre”.<br />
(Papa Francisco. Misericordiae Vultus 11-IV-2015. n.1).<br />
90<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Lectura espiritual<br />
para el tiempo de <strong>Adviento</strong><br />
Vendrá a nosotros<br />
la Palabra de Dios<br />
“Sabemos de una triple venida del Señor. Además de la primera<br />
y de la última, hay una venida intermedia. Aquellas<br />
son visibles, pero ésta no. En la primera, el Señor se manifestó<br />
en la tierra y convivió con los hombres, cuando, como<br />
atestigua él mismo, lo vieron y lo odiaron. En la última, todos<br />
verán la salvación de Dios y mirarán al que traspasaron.<br />
La intermedia, en cambio, es oculta, y en ella sólo los<br />
elegidos ven al Señor en lo más íntimo de sí mismos, y así<br />
sus almas se salvan. De manera que, en la primera venida,<br />
el Señor vino en carne y debilidad; en esta segunda, en espíritu<br />
y poder; y, en la última, en gloria y majestad.<br />
Esta venida intermedia es como una senda por la que se<br />
pasa de la primera a la última: en la primera, Cristo fue<br />
nuestra redención; en la última, aparecerá como nuestra<br />
vida; en ésta, es nuestro descanso y nuestro consuelo.<br />
Y para que nadie piense que es pura invención lo que<br />
estamos diciendo de esta venida intermedia, oídle a él<br />
mismo: El que me ama —nos dice— guardará mi palabra,<br />
y mi Padre lo amará, y vendremos a él. He leído en<br />
otra parte: El que teme a Dios obrará el bien; pero pienso<br />
que se dice algo más del que ama, porque éste guardará<br />
su palabra. ¿Y dónde va a guardarla? En el corazón, sin<br />
duda alguna, como dice el profeta: En mi corazón escondo<br />
tus consignas, así no pecaré contra ti.<br />
de Dios tuviera que pasar a las entrañas de tu alma, a<br />
tus afectos y a tu conducta. Haz del bien tu comida, y tu<br />
alma disfrutará con este alimento sustancioso. Y no te<br />
olvides de comer tu pan, no sea que tu corazón se vuelva<br />
árido: por el contrario, que tu alma rebose completamente<br />
satisfecha.<br />
Si es así como guardas la palabra de Dios, no cabe duda<br />
que ella te guardará a ti. El Hijo vendrá a ti en compañía<br />
del Padre, vendrá el gran Profeta, que renovará Jerusalén,<br />
el que lo hace todo nuevo. Tal será la eficacia de esta<br />
venida, que nosotros, que somos imagen del hombre terreno,<br />
seremos también imagen del hombre celestial.<br />
Y así como el viejo Adán se difundió por toda la humanidad<br />
y ocupó al hombre entero, así es ahora preciso que<br />
Cristo lo posea todo, porque él lo creó todo, lo redimió<br />
todo, y lo glorificará todo”.<br />
(De los sermones de san Bernardo, abad. Sermón 5 en el<br />
<strong>Adviento</strong> del Señor, 1-3: Opera omnia, edición cisterciense,<br />
4, 1966, 188-1905).<br />
Así es como has de cumplir la palabra de Dios, porque<br />
son dichosos los que la cumplen. Es como si la palabra<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
91
Cáliz de la Misericordia<br />
¡Qué admirable intercambio!<br />
“El Hijo de Dios en persona, aquel que existe desde toda la<br />
eternidad, aquel que es invisible, incomprensible, incorpóreo,<br />
principio de principio, luz de luz, fuente de vida e inmortalidad,<br />
expresión del supremo arquetipo, sello inmutable,<br />
imagen fidelísima, palabra y pensamiento del Padre, él<br />
mismo viene en ayuda de la criatura, que es su imagen: por<br />
amor del hombre se hace hombre, por amor a mi alma se<br />
une a un alma intelectual, para purificar a aquellos a quienes<br />
se ha hecho semejante, asumiendo todo lo humano,<br />
excepto el pecado. Fue concebido en el seno de la Virgen,<br />
previamente purificada en su cuerpo y en su alma por el Espíritu<br />
(ya que convenía honrar el hecho de la generación,<br />
destacando al mismo tiempo la preeminencia de la virginidad);<br />
y así, siendo Dios, nació con la naturaleza humana<br />
que había asumido, y unió en su persona dos cosas entre sí<br />
contrarias, a saber, la carne y el espíritu, de las cuales una<br />
confirió la divinidad, otra la recibió.<br />
Enriquece a los demás, haciéndose pobre él mismo, ya<br />
que acepta la pobreza de mi condición humana para que<br />
yo pueda conseguir las riquezas de su divinidad.<br />
Él, que posee en todo la plenitud, se anonada a sí mismo,<br />
ya que, por un tiempo, se priva de su gloria, para que yo<br />
pueda ser partícipe de su plenitud.<br />
¿Qué son estas riquezas de su bondad? ¿Qué es este misterio<br />
en favor mío? Yo recibí la imagen divina, mas no supe<br />
conservarla. Ahora él asume mi condición humana, para<br />
salvar aquella imagen y dar la inmortalidad a esta condición<br />
mía; establece con nosotros un segundo consorcio<br />
mucho más admirable que el primero.<br />
Convenía que la naturaleza humana fuera santificada mediante<br />
la asunción de esta humanidad por Dios; así, superado<br />
el tirano por una fuerza superior, el mismo Dios nos<br />
concedería de nuevo la liberación y nos llamaría a sí por<br />
mediación del Hijo. Todo ello para gloria del Padre, a la cual<br />
vemos que subordina siempre el Hijo toda su actuación.<br />
El buen Pastor que dio su vida por las ovejas salió en busca<br />
de la oveja descarriada, por los montes y collados donde<br />
sacrificábamos a los ídolos; halló a la oveja descarriada y,<br />
una vez hallada, la tomó sobre sus hombros, los mismos<br />
que cargaron con la cruz, y la condujo así a la vida celestial.<br />
A aquella primera lámpara, que fue el Precursor, sigue<br />
esta luz clarísima; a la voz, sigue la Palabra; al amigo del<br />
esposo, el esposo mismo, que prepara para el Señor un<br />
pueblo bien dispuesto, predisponiéndolo para el Espíritu<br />
con la previa purificación del agua.<br />
Fue necesario que Dios se hiciera hombre y muriera, para<br />
que nosotros tuviéramos vida. Hemos muerto con él,<br />
para ser purificados; hemos resucitado con él, porque con<br />
él hemos muerto; hemos sido glorificados con él, porque<br />
con él hemos resucitado”. (De los sermones de san Gregorio<br />
Nacianceno, obispo. Sermón 45, 9. 22. 26. 28: PG 36,<br />
634-63s. 654. 658-659. 662).<br />
92<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Sácianos de tu misericordia,<br />
Señor, y toda nuestra<br />
vida será alegría<br />
“Anticipando, a continuación, en esperanza, aquellos bienes<br />
futuros, y mostrándolos como si fuesen actuales, dice:<br />
Desde la mañana nos has colmado de tu misericordia.<br />
En esta noche de agobios y dolores, esta profecía parece que<br />
nos ha encendido una lámpara, como una antorcha que arde<br />
en lugar oscuro hasta que despunte el día y amanezca el lucero<br />
de la mañana en nuestros corazones. Pues son bienaventurados<br />
los limpios de corazón, porque verán a Dios. Entonces<br />
serán saciados los justos de aquella felicidad, de la que ahora<br />
tienen hambre y sed mientras peregrinan por la fe, lejos del<br />
Señor. Por eso dice también: Me saciarás de gozo con tu presencia.<br />
Por la mañana se presentarán y contemplarán; o como<br />
otros han traducido: En la mañana nos hemos saciado de tu<br />
misericordia, entonces se saciarán, como se dice en otro lugar:<br />
Me saciaré cuando se manifieste tu gloria. Por eso mismo se<br />
dice también: Muéstranos al Padre y con eso nos basta; y a<br />
propósito dice el mismo Señor: Yo mismo me manifestaré a él.<br />
Hasta que esto suceda, ningún bien nos saciará, ni nos<br />
debe saciar, no sea que nuestro anhelo quede detenido<br />
en el camino, ya que hay que seguir caminando hasta<br />
conseguirlo. En la mañana hemos sido colmados de tu<br />
misericordia; y nos hemos regocijado y alborozado durante<br />
todos nuestros días. Aquel día es el día que no tiene<br />
fin. Todos aquellos días son simultáneos; por eso colman<br />
o sacian. No hay que dar paso a los que vienen, allí donde<br />
todos existen sin haber llegado, y no se van, no pasan,<br />
porque su existencia no termina: esta es la eternidad.<br />
Estos son los días de los que se dice: ¿Quién es el hombre<br />
que ama la vida y desea ver días de prosperidad?. En otro<br />
pasaje a estos días se les llama años, donde se le dice a<br />
Dios: Tú eres siempre el mismo, y tus años no tienen fin.<br />
No son los años que se tienen como una nada, ni los días<br />
que pasan como una sombra; sino que son días que tienen<br />
consistencia, cuyo número deseaba conocer el que<br />
decía: dame a conocer, Señor, cuál es mi fin, (llegando<br />
al cual, permanezca, y no tenga ya nada más que buscar),<br />
y cuál es el número de mis días. Es decir, de los días<br />
que son, porque los días de los que a continuación dice:<br />
mis días los has puesto como pasados, y son nada ente<br />
ti, ésos en realidad no son, no permanecen, transcurren<br />
aceleradamente; y ni siquiera se encuentra en ellos una<br />
hora, en la que podamos mantenernos sin que una parte<br />
haya pasado, mientras la otra esté viniendo, y ninguna<br />
se detenga ni permanezca.<br />
Por el contrario, aquellos años y días que no pasan, en los<br />
que nosotros no dejaremos de existir, sin carencia alguna;<br />
ésos no pasarán. Que se inflame nuestra alma en el deseo<br />
de aquellos días; que sienta una ardiente e insaciable<br />
sed, para que allí seamos saciados, allí seamos colmados,<br />
y allí podamos decir lo que aquí anunciamos: Desde<br />
la mañana nos hemos saciado de tu misericordia, y nos<br />
hemos alborozado y regocijado durante todos nuestros<br />
días. Nos hemos alegrado por los años en que hemos visto<br />
desdichas.” (San Agustín, comentarios al salmo 89).<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
93
Cáliz de la Misericordia<br />
Misericordia,<br />
conversión y eucaristía<br />
“Se leen las memorias de los Apóstoles y los escritos de<br />
los Profetas. Cuando el lector ha terminado, el que preside<br />
toma la palabra para incitar y exhortar a la imitación<br />
de tan bellas cosas. Luego nos levantamos y oramos por<br />
nosotros… y por todos los demás dondequiera que estén,<br />
a fin de que seamos hallados justos en nuestra vida y<br />
nuestras acciones y seamos fieles a los mandamientos<br />
para alcanzar la salvación eterna.<br />
Luego se lleva al que preside el pan y una copa con vino<br />
y agua mezclados. El que preside los toma y eleva alabanzas<br />
y gloria al Padre del universo, por el nombre del<br />
Hijo y del Espíritu Santo, y da gracias largamente porque<br />
hayamos sido juzgados dignos de estos dones. Cuando<br />
el que preside ha hecho la acción de gracias y el pueblo<br />
ha respondido “amén”, los que entre nosotros se llaman<br />
diáconos distribuyen a todos los que están presentes el<br />
pan y el vino “eucaristizados”.<br />
“A nadie le es lícito participar en la Eucaristía, si no cree<br />
que son verdad las cosas que enseñamos y no se ha purificado<br />
en aquel baño que da la remisión de los pecados<br />
y la regeneración, y no vive como Cristo nos enseñó. Porque<br />
no tomamos estos alimentos como si fueran un pan<br />
común o una bebida ordinaria, sino que así como Cristo,<br />
nuestro salvador, se hizo carne y sangre a causa de nuestra<br />
salvación, de la misma manera hemos aprendido que<br />
el alimento sobre el que fue recitada la acción de gracias,<br />
que contiene las palabras de Jesús y con que se alimenta<br />
y transforma nuestra sangre y nuestra carne, es precisamente<br />
la carne y la sangre de aquel mismo Jesús que se<br />
encarnó.<br />
Los apóstoles, en efecto, en sus tratados llamados Evangelios,<br />
nos cuentan que así les fue mandado, cuando Jesús,<br />
tomando pan y dando gracias dijo: “Haced esto en<br />
conmemoración mía. Esto es mi cuerpo”. Y luego, tomando<br />
del mismo modo en sus manos el cáliz, dio gracias y<br />
dijo: “Ésta es mi sangre”, dándoselo a ellos solos. Desde<br />
entonces seguimos recordándonos unos a otros estas cosas.<br />
Y los que tenemos bienes acudimos en ayuda de otros<br />
que no los tienen y permanecemos unidos. Y siempre que<br />
presentamos nuestras ofrendas alabamos al Creador de<br />
todo por medio de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo”.<br />
(San Justino, Carta a Antonino Pío, Emperador, año 155).<br />
94<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Lectura espiritual<br />
para el tiempo de <strong>Navidad</strong>-Epifanía<br />
«A Ti, que de modo admirable has creado al hombre,<br />
y de modo más admirable todavía restableciste su dignidad»<br />
“¡Jesucristo ha nacido, démosle gloria! ¡Cristo ha bajado<br />
del cielo, corramos hacia él! ¡Cristo está sobre la tierra,<br />
exaltémosle!. «¡Aclama al Señor, tierra entera. Gritad,<br />
vitoread, tocad!» (Sal 97). Viene desde el cielo para morar<br />
entre los hombres; alegraos de temor y de gozo. De<br />
temor a causa del pecado, de gozo a causa de nuestra<br />
esperanza.<br />
fiesta tan grande este misterio de Cristo! Ella es mi fin, mi<br />
nuevo nacimiento. (San Gregorio Nacianceno (330-390),<br />
obispo, doctor de la Iglesia Sermón nº 8, para la Natividad;<br />
PG 36, 311s).<br />
Hoy se disipan las sombras y la luz amanece para el mundo;<br />
igual como en otro tiempo Egipto fue castigado con las<br />
tinieblas, hoy una columna de fuego ilumina Israel.<br />
¡Oh pueblo, sentado sobre las tinieblas de la ignorancia,<br />
contempla hoy esta inmensa luz del verdadero conocimiento<br />
porque «lo viejo ha pasado, ha llegado lo nuevo» (2<br />
Cor 5,17). La letra retrocede, el espíritu triunfa (Rom 7,6), la<br />
prefiguración deja paso a la verdad que aparece! (Col 2,17).<br />
El que nos ha dado la existencia quiere también colmarnos<br />
de felicidad; esa felicidad que el pecado nos había<br />
arrebatado, la encarnación del Hijo nos la devuelve...<br />
Esta es la solemnidad: hoy saludamos la venida de Dios<br />
entre los hombres para que podamos, no llegar ya a<br />
Dios, sino volver a estar junto a Dios; para que nos despojemos<br />
del hombre viejo y nos revistamos del Hombre<br />
nuevo (Col 3,9); para que, muertos en Adán, vivamos en<br />
Cristo (1 Cor 15,22).<br />
Celebremos, pues, este día, llenos de un gozo, no mundano,<br />
sino divino, llenos del verdadero gozo celestial. ¡Qué<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
95
Cáliz de la Misericordia<br />
Reconoce, cristiano,<br />
tu dignidad<br />
“Hoy, queridos hermanos, ha nacido nuestro Salvador;<br />
alegrémonos. No puede haber lugar para la tristeza,<br />
cuando acaba de nacer la vida; la misma que acaba con<br />
el temor de la mortalidad, y nos infunde la alegría de la<br />
eternidad prometida.<br />
Nadie tiene por qué sentirse alejado de la participación<br />
de semejante gozo, a todos es común la razón para el<br />
júbilo porque nuestro Señor,, destructor del pecado y de<br />
la muerte, corno no ha encontrado a nadie libre de culpa,<br />
ha venido para liberarnos a todos. Alégrese el santo,<br />
puesto que se acerca a la victoria; regocíjese el pecador,<br />
puesto que se le invita al perdón; anímese el gentil, ya<br />
que se le llama a la vida.<br />
Pues el Hijo de Dios, al cumplirse la plenitud de los tiempos,<br />
establecidos por los inescrutables y supremos designios<br />
divinos, asumió la naturaleza del género humano<br />
para reconciliarla con su Creador, -de modo que el demonio,<br />
autor de la muerte, se viera vencido por la misma<br />
naturaleza gracias a la cual había vencido.<br />
Por eso, cuando nace el Señor, los ángeles cantan jubilosos:<br />
Gloria a Dios en el cielo, y anuncian: y en la tierra paz<br />
a los hombres que ama el Señor. Pues están viendo cómo<br />
la Jerusalén celestial se construye con gentes de todo el<br />
mundo; ¿cómo, pues, no habrá de alegrarse la humildad<br />
de los hombres con tan sublime acción de la piedad divina,<br />
cuando tanto se entusiasma la sublimidad de los ángeles?<br />
Demos, por tanto, queridos hermanos, gracias a Dios Padre<br />
por medio de su Hijo, en el Espíritu Santo, puesto que<br />
se: apiadó de nosotros a causa de la inmensa misericordia<br />
con que nos amó; estando nosotros muertos por los<br />
pecados, nos ha hecho vivir con Cristo, para que gracias<br />
a él fuésemos una nueva creatura, una nueva creación.<br />
Despojémonos, por tanto, del hombre viejo con todas sus<br />
obras y, ya que hemos recibido la participación de la generación<br />
de Cristo, renunciemos a las obras de la carne.<br />
Reconoce, cristiano, tu dignidad y, puesto que has sido<br />
hecho partícipe de la naturaleza divina, no pienses en<br />
volver con un comportamiento indigno a las antiguas<br />
vilezas. Piensa de qué cabeza y de qué cuerpo eres miembro.<br />
No olvides que fuiste liberado del poder de las tinieblas<br />
y trasladado a la luz y al reino de Dios.<br />
Gracias al sacramento del bautismo te has convertido<br />
en templo del Espíritu Santo; no se te ocurra ahuyentar<br />
con tus malas acciones a tan noble huésped, ni volver a<br />
someterte a la servidumbre del demonio: porque tu precio<br />
es la sangre de Cristo”. (De los sermones de san León<br />
Magno, papa. Sermón 1 en la Natividad del Señor, 1-3:<br />
PI, 54, 190-193).<br />
96<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
El cántico<br />
de los ángeles<br />
“El cántico de los ángeles: “Gloria a Dios en las alturas y<br />
en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace”,<br />
que se puede traducir también por “los hombres de la benevolencia”<br />
(Lc 2, 14), revela a los pastores lo que María<br />
había expresado en su Magníficat: el nacimiento de Jesús<br />
es el signo del amor misericordioso de Dios, que se manifiesta<br />
especialmente hacia los humildes y los pobres. A<br />
la invitación del ángel los pastores responden con entusiasmo<br />
y prontitud: “Vayamos, pues, hasta Belén y veamos<br />
lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado”<br />
(Lc 2, 15).<br />
Su búsqueda tiene éxito: “Encontraron a María y a José,<br />
y al niño” (Lc 2, 16). Como nos recuerda el Concilio, “la<br />
Madre de Dios muestra con alegría a los pastores (...) a<br />
su Hijo primogénito” (Lumen Gentium, 57). Es el acontecimiento<br />
decisivo para su vida.<br />
meditaba en su corazón” (Lc 2, 19). Mientras los pastores<br />
pasan del miedo a la admiración y a la alabanza, la<br />
Virgen, gracias a su fe, mantiene vivo el recuerdo de los<br />
acontecimientos relativos a su Hijo y los profundiza con<br />
el método de la meditación en su corazón, o sea, en el<br />
núcleo más íntimo de su persona.<br />
De ese modo, ella sugiere a otra madre, la Iglesia, que<br />
privilegie el don y el compromiso de la contemplación y<br />
de la reflexión teológica, para poder acoger el misterio de<br />
la salvación, comprenderlo más y anunciarlo con mayor<br />
impulso a los hombres de todos los tiempos.”<br />
(De la Audiencia general del Papa Juan Pablo II Miércoles<br />
20 de noviembre de 1996).<br />
El deseo espontáneo de los pastores de referir “lo que les<br />
habían dicho acerca de aquel niño” (Lc 2, 17), después de<br />
la admirable experiencia del encuentro con la Madre y su<br />
Hijo, sugiere a los evangelizadores de todos los tiempos<br />
la importancia, más aún, la necesidad de una profunda<br />
relación espiritual con María, que permita conocer mejor<br />
a Jesús y convertirse en heraldos jubilosos de su Evangelio<br />
de salvación.<br />
Frente a estos acontecimientos extraordinarios, san Lucas<br />
nos dice que María “guardaba todas estas cosas y las<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
97
Cáliz de la Misericordia<br />
El ejemplo de Nazaret<br />
“Nazaret es la escuela donde empieza a entenderse la<br />
vida de Jesús, es la escuela donde se inicia el conocimiento<br />
de su Evangelio.<br />
Aquí aprendemos a observar, a escuchar, a meditar, a<br />
penetrar en el sentido profundo y misterioso de esta sencilla,<br />
humilde y encantadora manifestación del Hijo de<br />
Dios entre los hombres. Aquí se aprende incluso, quizá de<br />
una manera casi insensible, a imitar esta vida.<br />
Aquí se nos revela el método que nos hará descubrir<br />
quien es Cristo. Aquí comprendemos la importancia que<br />
tiene el ambiente que rodeó su vida durante su estancia<br />
entre nosotros, y lo necesario que es el conocimiento de<br />
los lugares, los tiempos, las costumbres, el lenguaje, las<br />
prácticas religiosas, en una palabra, de todo aquello de<br />
lo que Jesús se sirvió para revelarse al mundo. Aquí todo<br />
habla, todo tiene un sentido.<br />
Aquí, en esta escuela, comprendemos la necesidad de<br />
una disciplina espiritual si queremos seguir las enseñanzas<br />
del Evangelio y ser discípulos de Cristo.<br />
¡Cómo quisiéramos ser otra vez niños y volver a esta humilde<br />
pero sublime escuela de Nazaret! ¡Cómo quisiéramos<br />
volver a empezar, junto a María, nuestra iniciación a<br />
la verdadera ciencia de la vida y a la más alta sabiduría<br />
de la verdad divina!<br />
Pero estamos aquí como peregrinos y debemos renunciar<br />
al deseo de continuar en esta casa el estudio, nunca terminado,<br />
del conocimiento del Evangelio. Mas no partiremos<br />
de aquí sin recoger rápida, casi furtivamente, algunas<br />
enseñanzas de la lección de Nazaret.<br />
Su primera lección es el silencio. Cómo desearíamos que<br />
se renovara y fortaleciera en nosotros el amor al silencio,<br />
este admirable e indispensable hábito del espíritu, tan<br />
necesario para nosotros, que estamos aturdidos por tanto<br />
ruido, tanto tumulto, tantas voces de nuestra ruidosa,<br />
y en extremo agitada vida moderna. Silencio de Nazaret,<br />
enséñanos el recogimiento y la interioridad, enséñanos<br />
a estar siempre dispuestos a escuchar las buenas inspiraciones<br />
y la doctrina de los verdaderos maestros. Enséñanos<br />
la necesidad y el valor de una conveniente formación,<br />
del estudio, de la meditación, de una vida interior<br />
intensa, de la oración personal que sólo Dios ve.<br />
Se nos ofrece además una lección de vida familiar. Que<br />
Nazaret nos enseñe el significado de la familia, su comunión<br />
de amor, su sencilla y austera belleza, su carácter<br />
sagrado e inviolable, lo dulce e irreemplazable que es su<br />
pedagogía y lo fundamental e incomparable que es su<br />
función en el plano social.<br />
Finalmente, aquí aprendemos también la lección del trabajo.<br />
Nazaret, la casa del hijo del artesano: cómo deseamos<br />
comprender más en este lugar la austera pero redentora<br />
ley del trabajo humano y exaltarla debidamente;<br />
restablecer la conciencia de su dignidad, de manera que<br />
98<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
fuera a todos patente; recordar aquí, bajo este techo, que<br />
el trabajo no puede ser un fin en si mismo, y que su dignidad<br />
y la libertad para ejercerlo no provienen tan sólo de<br />
sus motivos económicos, sino también de aquellos otros<br />
valores que lo encauzan hacia un fin más noble.<br />
Queremos finalmente saludar desde aquí a todos los<br />
trabajadores del mundo y señalarles al gran modelo, al<br />
hermano divino, al defensor de todas sus causas justas,<br />
es decir: a Cristo, nuestro Señor”.<br />
(De las alocuciones del papa Pablo VI). (Alocución en Nazaret,<br />
5 de enero de 1964).<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
99
Cáliz de la Misericordia<br />
Novena de <strong>Navidad</strong><br />
“La Novena de <strong>Navidad</strong> nació para comunicar a los fieles<br />
las riquezas de una Liturgia a la cual no tenían fácil acceso.<br />
La novena navideña ha desempeñado una función<br />
valiosa y la puede continuar desempeñando. Sin embargo<br />
en nuestros días, en los que se ha facilitado la participación<br />
del pueblo en las celebraciones litúrgicas, sería<br />
deseable que en los días 17 al 23 de diciembre se solemnizara<br />
la celebración de las Vísperas con las “antífonas<br />
mayores” y se invitara a participar a los fieles. Esta celebración,<br />
antes o después de la cual podrían tener lugar<br />
algunos de los elementos especialmente queridos por la<br />
piedad popular, sería una excelente “novena de <strong>Navidad</strong>”<br />
plenamente litúrgica y atenta a las exigencias de la piedad<br />
popular”.<br />
(Congregación para el culto divino y la disciplina de los<br />
sacramentos, Directorio sobre la piedad popular y la liturgia.<br />
Principios y orientaciones. Ciudad del Vaticano<br />
2002. nº. 103).<br />
Teniendo en cuenta las orientaciones anteriores y dejando<br />
la forma de realización al criterio de cada Parroquia, la<br />
Comisión de Espiritual en el marco del “Año Eucarístico<br />
del Santo Cáliz en el Jubileo de la Misericordia”, en el<br />
que está inmersa nuestra Diócesis propone un recorrido de<br />
nueve días basado en textos de la Palabra de Dios, para<br />
meditar y reflexionar en hechos y personas que vivieron la<br />
misericordia de Dios en la preparación y culminación del<br />
hecho redentor de la encarnación del Hijo de Dios .<br />
Para hacer este recorrido espiritual con pleno sentido<br />
cristológico, os sugerimos acabar cada día la novena<br />
con las antífonas llamadas de la “oh”, dado que son breves<br />
oraciones dirigidas a Cristo Jesús, que condensan el<br />
espíritu del <strong>Adviento</strong> y la <strong>Navidad</strong>. La admiración de la<br />
Iglesia ante el misterio de un Dios hecho hombre. Cada<br />
antífona empieza por una exclamación, «Oh», seguida<br />
de un título mesiánico tomado del A.T., pero entendido<br />
con la plenitud del N.T. Es una aclamación a Jesús el Mesías,<br />
reconociendo todo lo que representa para nosotros.<br />
Y termina siempre con una súplica: «ven» y no tardes<br />
más.<br />
Son un llamamiento al Mesías recordando las ansias<br />
con que era esperado por todos los pueblos antes de su<br />
venida, y, también son, una manifestación del sentimiento<br />
con que todos los años, de nuevo, le espera la Iglesia<br />
en los días que preceden a la gran solemnidad del Nacimiento<br />
del Salvador.<br />
Fueron compuestas hacia los siglos VII-VIII, y se puede<br />
decir que son un magnífico compendio de la cristología<br />
más antigua de la Iglesia, y a la vez, un resumen expresivo<br />
de los deseos de salvación de toda la humanidad,<br />
tanto del Israel del A.T. como de la Iglesia del N.T.<br />
Estas antífonas de la “Oh” son siete, y la Iglesia las canta<br />
con el Magníficat del Oficio de Vísperas desde el día 17<br />
hasta el día 23 de diciembre.<br />
100<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
16 de diciembre<br />
Primer día<br />
Isaías<br />
V/. Dios mío, ven en mi auxilio.<br />
R/. Señor date prisa en socorrerme.<br />
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.<br />
Como era en el principio, ahora y siempre,<br />
Por los siglos de los siglos. Amén.<br />
Texto bíblico. “Al final de los días estará firme el monte<br />
de la casa del Señor, en la cima de los montes, encumbrado<br />
sobre las montañas. Hacia él confluirán los<br />
gentiles, caminarán pueblos numerosos. Dirán: «Venid,<br />
subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob:<br />
Él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por<br />
sus sendas; porque de Sión saldrá la ley, de Jerusalén,<br />
la palabra del Señor». Será el árbitro de las naciones,<br />
el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán<br />
arados, de las lanzas, podaderas. No alzará la espada<br />
pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra.<br />
Casa de Jacob, ven, caminemos a la luz del Señor”<br />
(Is 2, 2-5).<br />
Meditación. Este cántico de Isaías, considerado sobre<br />
todo como plegaria, es una invitación a la oración contemplativa<br />
y a la acción de gracias ante el plan de salvación<br />
universal que Dios prepara para la humanidad. El final<br />
de la historia de los hombres será el triunfo definitivo<br />
del bien sobre el mal, la victoria de la paz sobre la guerra<br />
y la unidad de los hombres concordes en el conocimiento<br />
y el culto del Dios verdadero sobre las mutuas divisiones:<br />
Al final de los días, confluirán pueblos numerosos al<br />
monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob.<br />
Que este cántico afiance nuestra esperanza ante el poco<br />
amor que respira el mundo actual, ante el menguado<br />
espíritu religioso de los hombres, ante todo culto que se<br />
desencamina del culto al verdadero Dios «Tened valor:<br />
Yo he vencido al mundo» (Jn 16,33), nos dice Jesús. Al<br />
final de los días, todos los enemigos serán puestos bajo<br />
el escabel de los pies de Cristo vencedor, y las naciones,<br />
todas unidas, caminarán a la luz del Señor.<br />
Oración. Te bendecimos, Señor, y te damos gracias, porque<br />
la renovación del universo, irrevocablemente decretada<br />
para cuando llegue el tiempo de la restauración de todas<br />
las cosas, la has empezado a realizar ya en este mundo,<br />
haciendo de la Iglesia un sacramento universal de salvación;<br />
haz que tus hijos no pierdan nunca la esperanza y vivan<br />
alegres en la contemplación de la ciudad futura, donde<br />
reina ya tu Hijo que, como primogénito entre muchos<br />
hermanos, ha vencido ya la muerte y el pecado.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.<br />
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos<br />
de los siglos. Amén.<br />
V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal<br />
y nos lleve a la vida eterna.<br />
R/. Amén.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
101
Cáliz de la Misericordia<br />
17 de diciembre<br />
Segundo día<br />
María<br />
V/. Dios mío, ven en mi auxilio.<br />
R/. Señor date prisa en socorrerme.<br />
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.<br />
Como era en el principio, ahora y siempre,<br />
Por los siglos de los siglos. Amén.<br />
Texto bíblico. “Y le dijo el ángel: “No temas María, porque<br />
has encontrado gracia ante Dios. Concebirás y darás<br />
a luz un Hijo, al que pondrás por nombre Jesús. Será<br />
grande y llamado Hijo del Altísimo; el Señor le dará el<br />
trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob<br />
por los siglos, y su reino no tendrá fin.<br />
Dijo entonces María: He aquí la esclava del Señor; hágase<br />
en mí según tu palabra. Y el ángel la dejó”.<br />
(Lc 1, 30-38).<br />
Oración. Oh Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo,<br />
abarcando del uno al otro confín y ordenándolo<br />
todo con firmeza y suavidad, ¡ven y muéstranos el camino<br />
de la salvación!.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.<br />
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos<br />
de los siglos. Amén.<br />
V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal<br />
y nos lleve a la vida eterna.<br />
R/. Amén.<br />
Meditación. En la encíclica Redemptoris Mater decía el<br />
San Juan Pablo II “¿no es tal vez María la primera entre<br />
“aquellos que escuchan la palabra de Dios y la cumplen”?.<br />
María fue la primera en recibir la noticia del nacimiento<br />
del Salvador, fue la primera en acoger la palabra<br />
en su corazón e interrumpir sus planes para aceptar en su<br />
vida la voluntad de Dios.<br />
María, desde su actitud oyente y silente, confió sin entender;<br />
te pedimos que aumentes nuestra fe para que sepamos confiar<br />
en tu Amor infinito aunque muchas veces no encontremos<br />
respuestas para explicar lo que sucede en nuestra vida.<br />
102<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
18 de diciembre<br />
Tercer día<br />
José<br />
V/. Dios mío, ven en mi auxilio.<br />
R/. Señor date prisa en socorrerme.<br />
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.<br />
Como era en el principio, ahora y siempre,<br />
Por los siglos de los siglos. Amén.<br />
Texto bíblico. “El nacimiento de Jesucristo fue así: Su<br />
madre María estaba desposada con José; y antes de que<br />
se unieran, resultó que ella había concebido del Espíritu<br />
Santo. José, su marido, como era un hombre justo y<br />
no quería difamarla, se propuso dejarla secretamente.<br />
Mientras él pensaba en esto, he aquí que un ángel del<br />
Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David,<br />
no temas recibir a María tu mujer, porque lo que ha<br />
sido engendrado en ella es obra del Espíritu Santo. [….]<br />
Cuando José despertó del sueño, hizo como el ángel del Señor<br />
le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció<br />
hasta que ella dio a luz un hijo, y llamó su nombre Jesús”.<br />
(Mt 1, 18-20.24-25).<br />
Meditación. No son muchos los datos que los Evangelios<br />
nos entregan de la vida y misión de San José. Pero afirman<br />
categóricamente que era un hombre justo (Mt 1, 19).<br />
Y descubrimos esa justicia en las actitudes que tomó<br />
frente a la difícil manifestación de los planes divinos.<br />
Es descendiente de la familia de David y a través de él<br />
llega la promesa mesiánica a Jesús. Jesús aparece legalmente<br />
como el Hijo de José y es, a través de esta característica,<br />
que Él asume el título y la prerrogativa bíblica<br />
de Hijo de David.<br />
Es el hombre de la fe y de la obediencia incondicional<br />
que, aun con dificultades en la comprensión y en la ejecución<br />
de lo manifestado por Dios, se le mantiene fiel. Es<br />
el hombre justo que entra en diálogo existencial y siente<br />
y experimenta la cercanía misericordiosa de Dios.<br />
María, desde su actitud oyente y silente, confió sin entender;<br />
te pedimos que aumentes nuestra fe para que sepamos<br />
confiar en tu Amor infinito aunque muchas veces no<br />
encontremos respuestas para explicar lo que sucede en<br />
nuestra vida.<br />
Oración. ¡Oh Adonai, Pastor de la casa de Israel, que te<br />
apareciste a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le<br />
diste tu ley, ¡ven a librarnos con el poder de tu brazo!<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.<br />
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos<br />
de los siglos. Amén.<br />
V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal<br />
y nos lleve a la vida eterna.<br />
R/. Amén.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
103
Cáliz de la Misericordia<br />
19 de diciembre<br />
Cuarto día<br />
Zacarías e Isabel<br />
V/. Dios mío, ven en mi auxilio.<br />
R/. Señor date prisa en socorrerme.<br />
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.<br />
Como era en el principio, ahora y siempre,<br />
Por los siglos de los siglos. Amén.<br />
Texto bíblico. “Hubo en tiempo de Herodes, rey de Judea,<br />
un sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías,<br />
casado con una descendiente de Aarón, llamada Isabel.<br />
Ambos eran justos a los ojos de Dios, pues vivían irreprochablemente,<br />
cumpliendo los mandamientos y disposiciones<br />
del Señor. Pero no tenían hijos, porque Isabel<br />
era estéril y los dos, de avanzada edad. .... Se le apareció<br />
entonces un ángel del Señor, de pie, a la derecha del<br />
altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y un<br />
gran temor se apoderó de él. Pero el ángel le dijo: “No<br />
temas, Zacarías, porque tu súplica ha sido escuchada.<br />
Isabel, tu mujer, te dará un hijo, a quien le pondrás el<br />
nombre de Juan. .... Pero Zacarías replicó: “¿Cómo podré<br />
estar seguro de esto? Porque yo ya soy viejo y mi mujer<br />
también es de edad avanzada”. El ángel le contestó: “Yo<br />
soy Gabriel, el que asiste delante de Dios. He sido enviado<br />
para hablar contigo y darte esta buena noticia.<br />
Ahora tú que darás mudo y no podrás hablar hasta el<br />
día en que todo esto suceda, por no haber creído en mis<br />
palabras, que se cumplirán a su debido tiempo”.<br />
(Lc 1, 5-7.11-13.18-25).<br />
Meditación. Zacarías recibe el anuncio del ángel en un<br />
momento importante de su vida; eso debía favorecer la<br />
pronta aceptación del mensaje, sin embargo su fe vaciló<br />
y no creyó en las palabras del ángel.<br />
Oración. ¡Oh Raíz del tronco de Jesé, que te alzas como<br />
un signo para los pueblos, ante quien los reyes enmudecen<br />
y cuyo auxilio imploran las naciones, ¡ven a librarnos,<br />
no tardes más!<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.<br />
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos<br />
de los siglos. Amén.<br />
V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal<br />
y nos lleve a la vida eterna.<br />
R/. Amén.<br />
104<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
20 de diciembre<br />
Quinto día<br />
Una respuesta agradecida: Benedictus<br />
V/. Dios mío, ven en mi auxilio.<br />
R/. Señor date prisa en socorrerme.<br />
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.<br />
Como era en el principio, ahora y siempre,<br />
Por los siglos de los siglos. Amén.<br />
Texto bíblico.<br />
“Bendito sea el Señor, Dios de Israel,<br />
porque ha visitado y redimido a su pueblo,<br />
suscitándonos una fuerza de salvación<br />
en la casa de David, su siervo,<br />
según lo había predicho desde antiguo<br />
por boca de sus santos profetas.<br />
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos<br />
y de la mano de todos los que nos odian;<br />
realizando la misericordia<br />
que tuvo con nuestros padres,<br />
recordando su santa alianza<br />
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.<br />
Para concedernos que, libres de temor,<br />
arrancados de la mano de los enemigos,<br />
le sirvamos con santidad y justicia,<br />
en su presencia, todos nuestros días”.<br />
(Lc 1, 68-75).<br />
Meditación. Al cumplirse los días de su servicio en el<br />
templo, volvió a casa. A Isabel se le cumplió el tiempo<br />
y dio a luz un hijo. A los ocho días fueron a circuncidarlo<br />
y lo llamaban Zacarías, pero la madre y luego el padre,<br />
éste escribiéndolo en una tablilla, dijeron que se tenía<br />
que llamar Juan. Inmediatamente se le soltó la boca y la<br />
lengua a Zacarías y empezó a hablar bendiciendo a Dios.<br />
Los vecinos quedaron sobrecogidos y todos se preguntaban:<br />
–¿Qué va a ser este niño?<br />
Entonces Zacarías, lleno del Espíritu Santo, profetizó diciendo:<br />
«Bendito sea el Señor, Dios de Israel...», el Benedictus,<br />
así llamado por ser la primera palabra del texto latino.<br />
En este cántico, que está lleno de citas y resonancias del<br />
Antiguo Testamento portadoras de la espera y la esperanza<br />
mesiánicas.<br />
Oración. ¡Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel,<br />
que abres y nadie puede cerrar, cierras y nadie puede<br />
abrir, ¡ven y libra los cautivos que viven en tinieblas y en<br />
sombra de muerte!<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.<br />
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos<br />
de los siglos. Amén.<br />
V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal<br />
y nos lleve a la vida eterna.<br />
R/. Amén.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
105
Cáliz de la Misericordia<br />
21 de diciembre<br />
Sexto día<br />
María visita a su prima Isabel<br />
V/. Dios mío, ven en mi auxilio.<br />
R/. Señor date prisa en socorrerme.<br />
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.<br />
Como era en el principio, ahora y siempre,<br />
Por los siglos de los siglos. Amén.<br />
Texto bíblico. “Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el<br />
saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel<br />
quedó llena de Espíritu Santo;y exclamando con<br />
gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito<br />
el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi<br />
Señor venga a mí?. Porque, apenas llegó a mis oídos la<br />
voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz<br />
la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron<br />
dichas de parte del Señor!»”.<br />
(Lc 1, 41-43).<br />
Oración. ¡Oh Sol que naces de lo alto, Resplandor de la<br />
Luz Eterna, Sol de justicia, ¡ven ahora a iluminar a los que<br />
viven en tinieblas y en sombra de muerte!<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.<br />
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos<br />
de los siglos. Amén.<br />
V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal<br />
y nos lleve a la vida eterna.<br />
R/. Amén.<br />
Meditación. Isabel embarazada reconoce la maternidad<br />
divina de María. La sensibilidad femenina ha sido capaz<br />
de descubrir aquello que estaba oculto.<br />
Señor, queremos ser como Isabel para confiar en tu Amor<br />
sabiendo que sólo desde la humildad, se puede descubrir<br />
tus caminos, tus obras.<br />
106<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
22 de diciembre<br />
Séptimo día<br />
Cántico de María<br />
Texto bíblico.<br />
“Proclama mi alma la grandeza del Señor,<br />
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;<br />
porque ha mirado la humillación de su esclava.<br />
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,<br />
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:<br />
su nombre es santo,<br />
y su misericordia llega a sus fieles<br />
de generación en generación.<br />
El hace proezas con su brazo:<br />
dispersa a los soberbios de corazón,<br />
derriba del trono a los poderosos<br />
y enaltece a los humildes,<br />
a los hambrientos los colma de bienes<br />
y a los ricos los despide vacíos.<br />
Auxilia a Israel, su siervo,<br />
acordándose de su misericordia<br />
—como lo había prometido a nuestros padres—<br />
en favor de Abraham y su descendencia por siempre”.<br />
(Lc 1, 46-55).<br />
Meditación. El nombre de la oración está tomado de la<br />
primera frase en latín, que reza: Magnificat anima mea<br />
Dominum. Según la tradición, el encuentro de María e<br />
isabel habría tenido lugar en Ain Karim (también conocida<br />
como Ein Kerem), pequeña población situada siete kilómetros<br />
al oeste de Jerusalén, en la montaña de Judea,<br />
cuyo nombre significa «fuente del viñedo». Este cántico<br />
es hoy uno de los pasajes bíblicos más famosos relacionados<br />
con María, madre de Jesús, reconocido coma la<br />
expresión de su actitud de humilda agradecimiento a las<br />
obras del Señor que ella vivió.<br />
Oración. ¡Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos,<br />
Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos<br />
uno solo, ¡ven y salva al hombre que formaste del<br />
barro de la tierra!<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.<br />
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos<br />
de los siglos. Amén.<br />
V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal<br />
y nos lleve a la vida eterna.<br />
R/. Amén.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
107
Cáliz de la Misericordia<br />
23 de diciembre<br />
Octavo día<br />
Juan Bautista<br />
V/. Dios mío, ven en mi auxilio.<br />
R/. Señor date prisa en socorrerme.<br />
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.<br />
Como era en el principio, ahora y siempre,<br />
Por los siglos de los siglos. Amén.<br />
Texto bíblico.<br />
“Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,<br />
porque irás delante del Señor<br />
a preparar sus caminos,<br />
anunciando a su pueblo la salvación,<br />
el perdón de sus pecados.<br />
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,<br />
nos visitará el sol que nace de lo alto,<br />
para iluminar a los que viven en tinieblas<br />
y en sombra de muerte,<br />
para guiar nuestros pasos<br />
por el camino de la paz”.<br />
(Lc 1, 76-79).<br />
Meditación. Zacarías habla de su propio hijo, anunciando<br />
en palabras proféticas la misión para la que ha nacido.<br />
El versículo enlaza con la promesa de Gabriel a Zacarías<br />
de Lc 1,15-17. Este niño será llamado profeta del Altísimo,<br />
que, según la profecía de Malaquías, preparará el camino<br />
al «Señor», esto es, Dios (no el Mesías), que viene misericordioso<br />
al encuentro de su pueblo.<br />
El Bautista debe instruir al pueblo sobre la verdadera naturaleza<br />
de la redención, llevarle a la convicción de que<br />
la salvación consiste en el perdón de los pecados y no en<br />
cosa otra alguna, siendo, pues, de carácter puramente religioso<br />
y no político. Misericordia...»), puesta en relación<br />
con el «perdón de los pecados», y motivo de la obra redentora<br />
divina allí. La misericordia es la más grandiosa<br />
revelación es su visita de gracia al pueblo por medio del<br />
Sol naciente de lo alto».<br />
Oración. ¡Oh Enmanuel, Rey y Legislador nuestro, esperanza<br />
de las naciones y salvador de los pueblos, ¡ven a<br />
salvarnos, Señor Dios nuestro!<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.<br />
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos<br />
de los siglos. Amén.<br />
V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal<br />
y nos lleve a la vida eterna.<br />
R/. Amén.<br />
108<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
24 de diciembre<br />
Noveno día<br />
El Enmanuel<br />
V/. Dios mío, ven en mi auxilio.<br />
R/. Señor date prisa en socorrerme.<br />
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.<br />
Como era en el principio, ahora y siempre,<br />
Por los siglos de los siglos. Amén.<br />
Texto bíblico.<br />
“Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de<br />
Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados”.<br />
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el<br />
Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá<br />
y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de<br />
Enmanuel, que traducido significa: “Dios con nosotros”.<br />
(Mt 1, 21-23).<br />
Meditación. Enmanuel es un nombre propio de simbolismo<br />
mesiánico, aplicado a Jesús en su nacimiento. La<br />
expresión Enmanuel aparece específicamente en el libro<br />
del profeta Isaías 7, 14 “Por tanto, el Señor mismo os dará<br />
señal: La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá<br />
por nombre Enmanuel”.<br />
En el Evangelio de Mateo 1, 22.23 dice: Todo esto aconteció<br />
para que se cumpliera lo que dijo el Señor por medio<br />
del profeta: “Una virgen concebirá y dará a luz un hijo y<br />
le pondrás por nombre “Enmanuel” que significa: “Dios<br />
con nosotros”.<br />
La palabra Enmanuel es una palabra hebrea que tal y<br />
como lo indica el evangelio de Mateo significa Dios con<br />
nosotros o con nosotros esta Dios.<br />
Oración. Padre bueno, Dios de misericordia, que cada año<br />
nos alegras con la festividad llena de esperanza de nuestra<br />
redención, concédenos que así como ahora acogemos<br />
a tu Hijo llenos de júbilo como redentor, así también lo<br />
recibamos llenos de confianza cuando vuelva como juez.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.<br />
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos<br />
de los siglos. Amén.<br />
V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal<br />
y nos lleve a la vida eterna.<br />
R/. Amén.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
109
Cáliz de la Misericordia<br />
Cáritas<br />
Diocesana<br />
Guión de oración de Cáritas<br />
para la Comunidad Parroquial<br />
110<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Para ser<br />
Misericordiosos<br />
Ambientación del lugar<br />
Sobre una silla o mesa cubierta con telas habrá un icono<br />
de Jesús, y a su alrededor pequeñas velas para crear ambiente<br />
de recogimiento.<br />
Se entregará a cada participante la hoja fotocopiada con<br />
los textos que hay al final de este guión.<br />
DESARROLLO de la ORACIÓN<br />
Lector 1:<br />
Bienvenidos a este espacio de oración convocado por Cáritas.<br />
Os invito a hacer silencio interior para que podamos<br />
encontrarnos con el Dios de la Misericordia que habita en<br />
nuestro corazón.<br />
Dejémonos serenar por el canto de Taizé que vamos a escuchar.<br />
Mientras suene su música dejémonos llenar por<br />
la presencia de Dios y pongámonos en sus manos.<br />
Se escucha el canto de Taizé titulado “La misericordia del<br />
Señor cada día cantaré” y se repite varias veces. Después<br />
el lector 1 dirá:<br />
Proclamamos todos juntos la oración titulada “La voz de<br />
Dios” y después dejaremos un breve momento para releerla<br />
y meditarla.<br />
Pasados unos 4 minutos, el lector 1 dirá:<br />
Padre de la infinita Misericordia: Sabemos, por tu Hijo<br />
Jesús, que eres Amor infinito y que nos amas, a todos y<br />
a cada uno de nosotros, con Amor personal, gratuito y<br />
entrañable. Lo sabemos desde una fe inquebrantable. Y<br />
queremos saberlo también por ‘experiencia de vida’. Comunícanos<br />
tu Espíritu para que aprendamos a amarte a<br />
Ti y a amar a nuestros hermanos con el mismo Amor con<br />
que Tú nos amas. Enséñanos a ser misericordiosos como<br />
Tú eres misericordioso… Y para aprender a ser misericordiosos<br />
escuchemos esta Palabra de Jesús:<br />
Lector 2 lee Lc 6,27-36<br />
“Yo os digo a los que me escucháis: Amad a vuestros<br />
enemigos, haced el bien a los que os odien,<br />
bendecid a los que os maldigan, rogad por los que<br />
os difamen. Al que te hiera en una mejilla, preséntale<br />
también la otra; y al que te quite el manto, no<br />
le niegues la túnica. A todo el que te pida, da; y al<br />
que tome lo tuyo, no se lo reclames. Y lo que queráis<br />
que os hagan los hombres, hacédselo vosotros<br />
igualmente. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito<br />
tenéis? Pues también los pecadores aman a los<br />
que les aman. Si hacéis bien a los que os lo hacen<br />
a vosotros, ¿qué mérito tenéis? ¡También los pecadores<br />
hacen otro tanto! Si prestáis a aquellos de<br />
quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También<br />
los pecadores prestan a los pecadores para<br />
recibir lo correspondiente. Más bien, amad a vuestros<br />
enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar<br />
nada a cambio; y vuestra recompensa será grande,<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
111
Cáliz de la Misericordia<br />
y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con<br />
los ingratos y los perversos. Sed misericordiosos,<br />
como vuestro Padre es misericordioso”.<br />
Tras su lectura, el lector 1 dirá:<br />
Ahora tenemos un tiempo largo de silencio para meditar<br />
las palabras de este evangelio y leernos personalmente<br />
la oración para el Jubileo de la Misericordia que tenemos<br />
en la hoja.<br />
Se puede poner música de fondo para favorecer el ambiente<br />
orante.<br />
- Para terminar vamos a rezar juntos, cogidos de la<br />
mano, la oración que Jesús nos enseñó, y después<br />
de rezarla nos daremos un abrazo de paz: Padre<br />
nuestro…<br />
Pasados unos 8-10 minutos, el lector 1 dirá:<br />
Proclamamos a dos coros la oración titulada “Danos entrañas<br />
de misericordia”.<br />
Tras su lectura, el lector 1 dirá:<br />
Ahora dejaremos unos 10-12 minutos para releer esta<br />
oración y meditarla. Durante este tiempo, el que quiera<br />
podrá decir en voz alta aquella frase de la oración que<br />
más le haya calado o gustado.<br />
Pasados los 12 minutos, y cuando ya todos hayan dicho<br />
su frase, el lector 1 dirá:<br />
- En estos momentos, si alguien quiere hacer una petición,<br />
alguna acción de gracias, o compartir algo<br />
de lo vivido en este espacio de oración, ahora es el<br />
momento de hacerlo.<br />
112<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
La misericordia del<br />
Señor cada día cantaré<br />
La voz de Dios<br />
A veces Dios tiene muchas voces<br />
y habla en la expresión de un bebé,<br />
en la luz del sol que acaricia la piel;<br />
o es más cercano y habla en las personas,<br />
o es presencia y habla en la Eucaristía.<br />
Puede ser el murmullo de un río<br />
o el sonido potente del mar.<br />
A veces Dios habla al oído<br />
y su Palabra llega al corazón.<br />
A veces es como un grito entre la gente...<br />
Dios también habla en el silencio<br />
No calla ni cuando la tormenta atrona,<br />
ni cuando la marea te ahoga,<br />
ni cuando la gente te lleva,<br />
ni cuando llega el dolor.<br />
Padre de la infinita Misericordia<br />
Sabemos, por tu Hijo Jesús, que eres Amor infinito y que<br />
nos amas, a todos y a cada uno de nosotros, con Amor<br />
personal, gratuito y entrañable. Lo sabemos desde una<br />
fe inquebrantable. Y queremos saberlo también por ‘experiencia<br />
de vida’. Comunícanos tu Espíritu para que<br />
aprendamos a amarte a Ti y a amar a nuestros hermanos<br />
con el mismo Amor con que Tú nos amas. Enséñanos<br />
a ser misericordiosos como Tú eres misericordioso.<br />
Aunque la fe a veces parezca<br />
un agua cogida con las manos,<br />
aunque parezca que la oscuridad no se va a acabar,<br />
al otro lado está tu luz para guiar mi camino,<br />
sólo tengo que ponerme a andar.<br />
En mi pequeñez eres grande, en mi silencio eres canción.<br />
A veces, Señor, hablas tan claro...<br />
siempre te oigo en mi corazón.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
113
Cáliz de la Misericordia<br />
Oración del Jubileo<br />
de la Misericordia<br />
Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos<br />
como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te<br />
ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos<br />
la salvación. Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo<br />
y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera<br />
y a la Magdalena del buscar la felicidad solamente en<br />
una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y<br />
aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido. Haz que cada<br />
uno de nosotros escuche como propia la palabra que<br />
dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios! Tú<br />
eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta<br />
su omnipotencia sobre todo con el perdón y la<br />
misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro<br />
visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso. Manda tu<br />
Espíritu y conságranos a todos con su unción para que<br />
el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor<br />
y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar<br />
la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los<br />
prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.<br />
Danos entrañas de misericordia<br />
Danos entrañas de misericordia<br />
frente a toda miseria humana,<br />
Inspíranos el gesto y la palabra oportuna<br />
frente al hermano solo y desamparado.<br />
Ayúdanos a mostrarnos disponibles<br />
ante quien se siente explotado y deprimido.<br />
Que tu Iglesia, Señor, sea un recinto<br />
de verdad y de amor, de libertad, de justicia y de paz,<br />
para que todos encuentren en ella<br />
un motivo para seguir esperando.<br />
Que quienes te buscamos sepamos discernir<br />
los signos de los tiempos<br />
y crezcamos en fidelidad al Evangelio;<br />
que nos preocupemos de compartir en el amor<br />
las angustias y tristezas, las alegrías y esperanzas<br />
de todos los seres humanos,<br />
y así les mostremos tu camino de reconciliación,<br />
de perdón, de paz...<br />
114<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Dios nos eligió para mostrarnos unos a otros<br />
el rostro del amor de Dios.<br />
Somos el vocabulario de Dios; palabras vivas<br />
para dar voz a la bondad de Dios<br />
con nuestra propia bondad,<br />
para dar voz a la compasión, la ternura,<br />
la solicitud y la fidelidad de Dios<br />
con las nuestras propias.<br />
Haz que nuestros ojos vean lo que Tú ves.<br />
Haz que nuestros oídos oigan el estruendo de tu voz<br />
en las ondas de lo creado.<br />
Haz que nuestro hablar sea un baño de palabras de néctar,<br />
que se viertan sobre gente que está presa de amargura.<br />
Haz que nuestros labios sólo canten<br />
los cantos de tu amor y tu alegría.<br />
Padre amado,<br />
realiza por medio de nosotros la obra de la verdad.<br />
Ten nuestras manos ocupadas en servir<br />
a todas las personas.<br />
Haz que nuestra voz esparza de continuo<br />
semillas de amor para Ti,<br />
en esta tierra en que la gente te busca.<br />
Haz que nuestros pies avancen siempre<br />
por el camino de la justicia.<br />
Guíanos de nuestra ignorancia a tu luz.<br />
Padre, mueve nuestro corazón<br />
y haznos sentir simpatía<br />
por todas las criaturas vivientes.<br />
Que tu Palabra sea el Maestro de la nuestra.<br />
Piensa con nuestros pensamientos,<br />
porque nuestros pensamientos son tus pensamientos,<br />
nuestra mano es tu mano,<br />
nuestros pies son tus pies,<br />
nuestra vida es tu fuerza<br />
para luchar por la justicia, social y personal.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
115
Cáliz de la Misericordia<br />
Cáritas<br />
Diocesana Guión litúrgico para la eucaristía<br />
del segundo domingo de mes<br />
cuya colecta se destina a<br />
la Cáritas Parroquial<br />
116<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
13 de diciembre<br />
Tercer domingo<br />
de <strong>Adviento</strong><br />
Material para que los miembros de cada Cáritas Parroquial<br />
puedan animar la Eucaristía dominical, con el fin<br />
de sensibilizar e implicar a la comunidad en el compromiso<br />
sociocaritativo.<br />
Ambientación<br />
Hacer un cartel para poner junto al ambón o en el altar:<br />
El Señor está cerca,<br />
practica la JUSTICIA<br />
Antes de empezar la eucaristía, se entregará a cada uno<br />
de los participantes una hoja fotocopiada de la que está<br />
al final de este guión.<br />
Monición de entrada<br />
El Señor está cerca, estamos ya en el tercer domingo de<br />
<strong>Adviento</strong>. En esta Eucaristía que vamos a celebrar dejémonos<br />
tocar por el amor de Dios, para que luego lo podamos<br />
transparentar con nuestras obras de Justicia y<br />
compromiso solidario.<br />
Nuestro mundo actual necesita mucha luz de esperanza,<br />
de paz, de justicia, necesita de personas encendidas<br />
y comprometidas por el Evangelio para ser luz en este<br />
mundo.<br />
Palabra de Dios<br />
Monición a la 1ª lectura: So 3,14-18a<br />
En esta primera lectura del profeta Sofonías, cuando escuchéis<br />
la palabra Israel, la palabra Jerusalén, o la expresión<br />
hija de Sión, pensad que está diciendo vuestro<br />
propio nombre. Sentid que os está hablando a vosotros<br />
en persona. No perdáis detalle, y dejad que las palabras<br />
os calen.<br />
Monición a la 2ª lectura: Flp 4, 4-7<br />
Los enamorados, los que aman de verdad, están siempre<br />
alegres. No lo pueden ocultar. Así estamos llamados a<br />
ser los cristianos. La alegría interior debe delatar la relación<br />
de amistad profunda y de amor que vivimos con<br />
nuestro Padre Dios.<br />
Monición al Evangelio: Lc 3, 10-18<br />
Juan el Bautista invita a la gente a cambiar de estilo de<br />
vivir. Les marca el camino que han de seguir para poder<br />
salir al encuentro del Mesías. Son caminos de justicia, de<br />
solidaridad, de compartir, de no violencia, de caridad.<br />
Los mismos caminos que hemos de recorrer nosotros<br />
para dejar huella.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
117
Cáliz de la Misericordia<br />
Peticiones<br />
1. Señor Jesús, te pedimos por quienes hoy viven en la<br />
oscuridad de la pobreza, de la exclusión, del desempleo,<br />
de los que están obligados a emigrar buscando<br />
paz, refugio, trabajo, vida digna, de los que sufren<br />
soledad, enfermedad, o vacío existencial, para que<br />
sientan tu presencia providente en sus corazones, y<br />
nuestra presencia solidaria en sus vidas. Roguemos<br />
al Señor.<br />
2. Señor Jesús, te pedimos el don de la alegría interior<br />
para poder contagiarla a nuestro alrededor, especialmente<br />
allí donde haya corazones abatidos. Roguemos<br />
al Señor.<br />
3. Señor Jesús, te pedimos por los gobernantes de este<br />
mundo, para que no busquen sus intereses partidistas<br />
sino el bien de sus ciudadanos, haciendo políticas<br />
sociales que se preocupen por atender a los<br />
últimos y más necesitados de nuestra sociedad. Roguemos<br />
al Señor.<br />
4. Señor Jesús, te pedimos por los pastores de la Iglesia,<br />
para que sean servidores de la comunidad, y con su<br />
ejemplo y testimonio sean testigos y contagiadores<br />
de la buena noticia de Jesús. Roguemos al Señor.<br />
5. Señor Jesús, te pedimos por todos nosotros, para<br />
que dejemos que el amor de Dios se derrame en<br />
nuestros corazones con tanta fuerza, que lleguemos<br />
a ser misericordiosos como nuestro Padre Dios es<br />
misericordioso. Roguemos al Señor.<br />
118<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Oración para después<br />
de la comunión<br />
Dame tu fuerza<br />
Padre,<br />
haz que mis ojos vean lo que Tú ves.<br />
Haz que mis oídos oigan el estruendo de tu voz<br />
en las ondas de lo creado.<br />
Haz que mi hablar sea un baño de palabras de néctar<br />
que se viertan sobre gente que está presa de amargura.<br />
Haz que mis labios sólo canten los cantos<br />
de tu amor y tu alegría.<br />
Padre amado,<br />
realiza por medio de mí la obra de la verdad.<br />
Ten mis manos ocupadas en servir a todas las personas.<br />
Haz que mi voz esparza de continuo<br />
semillas de amor para Ti<br />
en esta tierra en que la gente te busca.<br />
Haz que mis pies avancen siempre<br />
por el camino de la justicia.<br />
Guíame de mi ignorancia a tu luz.<br />
Padre, mueve mi corazón<br />
y hazme sentir simpatía<br />
por todas las criaturas vivientes.<br />
Que tu Palabra sea el Maestro de la mía.<br />
Piensa con mis pensamientos,<br />
porque mis pensamientos son tus pensamientos,<br />
mi mano es tu mano,<br />
mis pies son tus pies,<br />
mi vida es tu fuerza<br />
para luchar por la justicia, social y personal.<br />
muere en la tierra,<br />
desde la vida que germina cuando uno se olvida de sí<br />
y se vuelca en el bien de sus hermanos.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
119
Cáliz de la Misericordia<br />
Cáritas<br />
Diocesana Cómo preparar el <strong>Adviento</strong> para<br />
ser <strong>Navidad</strong>, para encarnar a Dios:<br />
“Practica la Justicia.<br />
Deja tu huella”<br />
120<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
¿Qué pensarías<br />
de algo que fuera así...?<br />
No golpear<br />
No mojar<br />
No exponer<br />
al sol<br />
No poner<br />
en contacto<br />
con la piel<br />
Si de lo anterior<br />
has pensado<br />
lo que has pensado…<br />
Aplicando la misma<br />
lógica… ¿qué piensas<br />
de la siguiente viñeta?<br />
No<br />
comprometerse<br />
Un corazón humano está hecho para AMAR COMPRO-<br />
METIDAMENTE. Ésta es su esencia su finalidad, su razón<br />
de ser, lo que le da sentido a la vida. Cuando no cumple<br />
su finalidad… se oscurece, se corrompe, se amarga y<br />
amarga, o se evade en mil sucedáneos que le dejan vacío.<br />
Por eso PRACTICAR la JUSTICIA es amar a tu prójimo,<br />
a tus semejantes, como a ti mismo, es hacerles lo que a<br />
ti te gustaría que te hicieran si estuvieras en su lugar. Es<br />
tratar con dignidad a todo ser humano, porque es de tu<br />
misma familia, la humana, hijo/a de tu mismo Padre-<br />
Madre Dios. Es no quedar indiferente ante su sufrimiento<br />
y necesidad cuando le son arrebatados sus derechos, y<br />
no puede vivir dignamente por la injusticia de otros.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
121
Cáliz de la Misericordia<br />
Ante la realidad que vive nuestro prójimo...<br />
¿Cómo practicamos la justicia?<br />
845 millones de personas pasa hambre crónica,<br />
1 de cada 9 personas.<br />
(Informe ONU)<br />
Cada día mueren en el mundo 40.000 personas<br />
por hambre y pobreza en el mismo planeta<br />
que destina diariamente 4.000 millones<br />
de dólares a gastos militares.<br />
(Diario el País)<br />
17.000 niños y niñas menores de cinco años<br />
mueren cada día por causas que se podrían evitar.<br />
(Informe ONU)<br />
Mil millones de personas viven en pobreza extrema,<br />
con menos de un dolar al día.<br />
(Informe ONU)<br />
El 25% de la población española<br />
(11´7 millones de personas) está en la exclusión,<br />
de ellos 5 millones se encuentran en exclusión severa.<br />
(VII Informe Foessa)<br />
122<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
tiene el<br />
Para la PARROQUIA<br />
Según el informe de<br />
Intermón-Oxfam 2014<br />
POBLACIÓN MUNDIAL<br />
1% ><br />
La pobreza no es algo natural, ha sido generada por el<br />
hombre y puede ser superada por las actuaciones de los<br />
seres humanos. Acabar con la pobreza no es un gesto de<br />
caridad, es un acto de justicia. Es la protección de un Derecho<br />
Humano fundamental: El Derecho a la Dignidad y<br />
a una Vida Decente.<br />
Nelson Mandela<br />
RIQUEZA MUNDIAL<br />
19% ><br />
tiene el<br />
< 48%<br />
tiene el<br />
80% ><br />
< 46%<br />
< 6%<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
123
Cáliz de la Misericordia<br />
Estando nuestro prójimo<br />
como está… ¿Qué huellas estás<br />
dejando sobre este mundo?<br />
¿Qué impacto está provocando tu<br />
estilo de vivir en este mundo?<br />
Cuando te vayas… ¿qué huellas<br />
te gustaría haber dejado?<br />
La huella ecológica mide el impacto de nuestro estilo de<br />
vida en la Naturaleza. Calcula la cantidad de tierra que<br />
una persona necesita para mantener su ritmo de consumo<br />
y absorber los residuos que produce anualmente.<br />
Hay unos tests que ayudan a que cada persona mida el<br />
impacto que tiene su estilo de vida sobre la Naturaleza.<br />
¿Por qué no podría existir también una HUELLA DE JUS-<br />
TICIA que midiera el impacto que tiene nuestra forma<br />
de ser y actuar en el mundo, en la sociedad, en las personas<br />
con las que nos encontramos y convivimos?<br />
Esta huella mediría hasta qué punto vivimos obrando la<br />
JUSTICIA, es decir, vivimos prestando atención a la necesidad<br />
de nuestro prójimo. ¿No sería interesante que cada<br />
uno pudiera saber cuál es el tamaño de la HUELLA DE<br />
JUSTICIA que está dejando en su entorno?<br />
Hemos elaborado unos indicadores para poder medir la<br />
HUELLA DE JUSTICIA que nuestra forma de ser y actuar<br />
está dejando en nuestro entorno humano y medioambiental.<br />
Para elaborarlo nos hemos basado en los seis<br />
principios de la Doctrina Social de la Iglesia.<br />
124<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
¿Quieres saber en qué medida<br />
practicas ya la Justicia en tu día a día?<br />
Descubre cómo<br />
es tu huella de justicia<br />
La HUELLA de JUSTICIA mide el impacto que tiene tu forma<br />
de ser y actuar en el mundo, en la sociedad, en las<br />
personas con las que te encuentras y convives cada día.<br />
Esta huella mide hasta qué punto vives PRACTICANDO<br />
la JUSTICIA, es decir, vives amando a tu prójimo (cercano<br />
o lejano), prestando atención y cuidado a las necesidades<br />
y problemas que pueda tener.<br />
Para medir tu Huella de Justicia responde a cada indicador<br />
sombreando la casilla correspondiente, más todas<br />
las anteriores de la misma fila, por ejemplo, si respondes<br />
a un indicador eligiendo la casilla “Medianamente”, sombrearás<br />
esa casilla y también las anteriores: “Regular” y<br />
“Poco”. Si tu respuesta es “Nada”, no sombrearás nada.<br />
Indicadores<br />
(Los números de cada indicador se corresponden con los<br />
números de la figura de la huella.)<br />
1. Tratar con respeto, de igual a igual.<br />
2. Ser acogedor, cordial.<br />
3. Escuchar al otro con atención.<br />
4. Que el otro se sienta aceptado.<br />
5. Mirar al otro sin prejuicios ni etiquetas.<br />
6. Relacionarse con el otro sin manipularlo o utilizarlo<br />
en beneficio propio.<br />
7. Comportarse justa y honradamente con todos.<br />
8. Sentirse afectado o conmovido por el sufrimiento o<br />
problema de tus semejantes y actuar en consecuencia.<br />
9. Ser desprendido, generoso.<br />
10. Dispuesto a compartir lo que no me sobra.<br />
11. Dispuesto a renunciar al interés propio por el bien<br />
de los demás.<br />
12. Comprometerse en acciones de voluntariado.<br />
13. Depositar dinero en la Banca Ética o bien estar informado<br />
de que la rentabilidad que obtengo del dinero<br />
que tengo en otros bancos proviene de empresas que<br />
actúan éticamente y respetan el medioambiente.<br />
14. Hacer un consumo responsable. Compro sólo lo<br />
que necesito. Por lo menos la mitad de lo que consumo<br />
proviene del comercio local, pequeño comercio,<br />
o cooperativas.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
125
Cáliz de la Misericordia<br />
15. Hacer aportaciones periódicas a ongs u otras causas<br />
solidarias.<br />
16. Con las propias acciones contribuir a la unidad y<br />
armonía entre las personas, contribuir a crear comunidad,<br />
a fortalecerla.<br />
17. Cumplir las obligaciones como ciudadano pagando<br />
los impuestos que repercuten en beneficio de<br />
todos.<br />
18. Preocuparse por la situación de los países pobres y<br />
participar en acciones en su beneficio.<br />
19. Me preocupo cada día por reducir el nivel de contaminación<br />
que produce mi estilo de vida y consumo.<br />
20. Participar en acciones, actos públicos o manifestaciones<br />
que reclamen políticas sociales que ayuden<br />
a los más desfavorecidos, o para que se cumplan<br />
sus derechos fundamentales.<br />
21. Participar en acciones, actos públicos o manifestaciones<br />
que reclamen a los gobernantes el fin de<br />
la pobreza y el cumplimiento de los Objetivos de<br />
Desarrollo del Milenio.<br />
22. Pertenecer y participar activamente en alguna<br />
asociación, grupo, ong, o entidad que trabaja por<br />
la mejora de la vida de las personas más vulnerables<br />
de mi entorno o más allá.<br />
23. Participar en actividades o iniciativas promovidas<br />
por grupos o entidades que trabajan la economía<br />
alternativa, comercio justo, lo ecológico, etc.<br />
24. Votar a aquellos partidos políticos que demuestren<br />
con hechos que su preocupación real es lograr el<br />
bien común, y proteger y dignificar la vida de los<br />
más vulnerables y desfavorecidos.<br />
126<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Nada Poco Regular Medianamente Mucho Siempre<br />
1<br />
2<br />
3<br />
4<br />
5<br />
6<br />
7<br />
8<br />
9<br />
10<br />
11<br />
12<br />
13<br />
14<br />
15<br />
16<br />
17<br />
18<br />
19<br />
20<br />
21<br />
22<br />
23<br />
24<br />
Cuantas más casillas sombreadas tengas, más grande<br />
será tu Huella de Justicia, es decir, tu estilo de vida estará<br />
contribuyendo a construir un mundo y un entorno social<br />
más justo y fraterno.<br />
Mi huella<br />
personal<br />
de Justicia<br />
1. ¿Estás satisfecho con el tamaño de la Huella de<br />
Justicia que dejas en tu entorno?<br />
2. ¿Qué indicadores podrías mejorar más? ¿Te quieres<br />
comprometer a mejorarlos? ¿Cómo?<br />
3. ¿Qué indicadores ves más difíciles para ti, cómo<br />
puedes mejorar en ellos?<br />
4. ¿Qué otros indicadores añadirías para hacer un<br />
mundo y un entorno social más justo y fraterno?<br />
Sombrea también sus nuevas casillas según tú te<br />
lo valores.<br />
5. Vuélvete a medir esta Huella pasados 3 meses<br />
para ver si la aumentas.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
127
Cáliz de la Misericordia<br />
Nada Poco Regular Medianamente Mucho Siempre<br />
Con los indicadores anteriores has medido la huella de<br />
Justicia que dejas a nivel personal, en el caso de que<br />
los que estáis trabajando esta huella pertenezcáis a una<br />
comunidad, ¿cuál sería la huella de Justicia que estáis<br />
dejando como comunidad cristiana, grupo o movimiento?<br />
Elaborad vosotros los indicadores que veáis necesarios<br />
para medir vuestra huella comunitaria de Justicia.<br />
Podéis aprovechar algunos de los indicadores de la otra<br />
huella, modificarlos o hacer variantes. Cuando los tengáis<br />
hechos, dividiréis la huella en tantas filas horizontales<br />
como indicadores hayáis hecho, y luego sombrearéis<br />
las casillas de cada indicador según sea vuestra valoración<br />
como comunidad.<br />
Según la huella que salga sombreada os preguntaréis si<br />
estáis satisfechos con el tamaño de la huella que dejáis,<br />
en qué indicadores podríais mejorar, a qué os comprometéis<br />
para mejorar como comunidad, qué iniciativas podríais<br />
poner en marcha, etc.<br />
Nuestra<br />
huella<br />
comunitaria<br />
de Justicia<br />
128<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
“Se trata de adoptar un estilo de vida que nos lleva a ser<br />
agentes de transformación en todos los ámbitos, personales,<br />
laborales, familiares, en los barrios, y en todos los<br />
espacios de convivencia que hay en ellos”.<br />
(Ana Abril, Cáritas Española)<br />
Así “los hábitos de solidaridad, cuando se hacen carne,<br />
abren camino a otras transformaciones estructurales y<br />
las vuelven posibles”.<br />
(Papa Francisco EG 189)<br />
En la actualidad se están poniendo en PRÁCTICA muchas<br />
iniciativas sociales de Economía Solidaria que están<br />
abriendo caminos nuevos de transformación hacia una<br />
sociedad más JUSTA y SOLIDARIA.<br />
(El documento 2 de los materiales de esta Campaña las<br />
presenta más detalladamente)<br />
FINANZAS<br />
• Banca Ética<br />
• Préstamo entre<br />
particulares<br />
• Micromecenazgo<br />
• Monedas sociales<br />
• Seguros éticos<br />
HOGAR<br />
• Desahucios<br />
• Residencias<br />
de Mayores<br />
• Energía limpia<br />
• Telecomunicación abierta<br />
CONSUMO<br />
• Consumo Colaborativo<br />
• Comercio Justo<br />
• Grupos de Consumo<br />
• Moda Limpia<br />
• Huertos Urbanos<br />
LABORAL<br />
• Cooperativas<br />
• Empresas de Inserción<br />
• Producción Ecológica<br />
SERVICIOS<br />
• Bancos de Tiempo<br />
• Madres de Día<br />
• Reciclado<br />
“El que camina sin dejar huella no sirve para nada. En<br />
la vida hay que caminar como caminó Jesús: dejando<br />
huellas que marquen la historia. Huellas que den vida.<br />
Eso sucede comprometiéndose”<br />
(Papa Francisco)<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
129
Cáliz de la Misericordia<br />
Scouts La Luz<br />
de la Paz<br />
de Belén<br />
130<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Luz en mi sendero<br />
Este año intentaremos orientar nuestros materiales a descubrir<br />
que la Palabra es luz y que esa luz, que simbolizamos<br />
con la Luz de la Paz de Belén, es el propio Jesús que<br />
se hace hombre y acampa entre nosotros para guiar y<br />
acompañar nuestros pasos en el camino de nuestra vida.<br />
Como siempre, los materiales se plantean para 4 franjas<br />
de edad y se basan en el Evangelio de cada semana de<br />
<strong>Adviento</strong> (quizás os parezca bien a los de la franja de los<br />
más pequeños utilizar el texto de una Biblia para niños)<br />
y, a través de oraciones, cuentos, actividades y canciones,<br />
intentar hacer reflexionar a los chavales para que<br />
respondan cada semana a una pregunta que hace referencia<br />
a diversas situaciones que se dan en nuestro camino<br />
de la vida, las cuales ilumina Jesús con su luz: “Luz<br />
en mi sendero”.<br />
Cuarta semana: ¿Hacia dónde camino? El encuentro con<br />
Jesús debe ser la dirección y la meta de mi camino.<br />
Los materiales completos se podrán descargar en la pagina<br />
web de la Vicaría de Evangelización del Arzobispado<br />
de Valencia y en el siguiente enlace:<br />
http://scouts.es/media/2015/09/LPB15_Materiales_version-final.pdf<br />
Las preguntas de cada semana son:<br />
Primera semana: ¿Quién me guía en las encrucijadas? Es<br />
Jesús quien debe iluminarme en los momentos de duda<br />
o tribulación.<br />
Segunda semana: ¿Qué me ayuda a superar los obstáculos?<br />
La Palabra es la luz que me ayuda a superar las<br />
dificultades.<br />
Tercera semana: ¿Qué hago? ¿Cómo me comporto en mi<br />
camino? Debo hacer bien las cosas de cada día, y encontrarme<br />
con Jesús, al encontrarme con los demás.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
131
Cáliz de la Misericordia<br />
Scouts La Llum<br />
de la Pau<br />
de Betlem<br />
132<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
La llum al meu camí<br />
Enguany intentarem orientar els nostres materials a descobrir<br />
que la Paraula és llum i que eixa llum, que simbolitzem<br />
amb la Llum de la Pau de Betlem, és el propi Jesús que es fa<br />
home i acampa entre nosaltres per guiar i acompanyar els<br />
nostres passos en el camí de la nostra vida.<br />
Els materials es poden descarregar a la pàgina web de la<br />
Vicaria d’Evangelització de l’Arquebisbat de València i en el<br />
següent enllaç:<br />
http://scouts.es/media/2015/09/LPB15_Materials_catala2.pdf<br />
Com sempre, els materials es plantegen per a 4 franges d’edat<br />
i es basen en l’Evangeli de cada setmana d’Advent (potser vos<br />
semble bé als de la franja dels més menuts utilitzar el text<br />
d’una Bíblia per a infants) i, a través d’oracions, contes, activitats<br />
i cançons, intentar fer-los reflexionar perquè responguen<br />
cada setmana a una pregunta que fa referència a diverses<br />
situacions que es donen al nostre camí de la vida, les quals<br />
il·lumina Jesús amb la seua llum: “Llum al meu camí”.<br />
Les preguntes de cada setmana són:<br />
Primera setmana: Qui em guia en els encreuaments? És Jesús<br />
qui ha d’il·luminar-me en els moments de dubte o tribulació.<br />
Segona setmana: Què m’ajuda a superar els obstacles? La<br />
Paraula és la llum que m’ajuda a superar les dificultats.<br />
Tercera setmana: Què fem? Com em comporte en el meu<br />
camí? He de fer bé les coses de cada dia, i trobar-me amb Jesús,<br />
al trobar-nos amb els altres.<br />
Quarta setmana: Cap on camine? La trobada amb Jesús ha<br />
de ser la direcció i la meta del meu camí.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
133
Cáliz de la Misericordia<br />
Comisión<br />
Diocesana<br />
de Pastoral<br />
de los Mayores<br />
134<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Cuatro momentos de adoración<br />
ante el Santísimo Sacramento<br />
en el Año Eucarístico del Santo Cáliz<br />
en el Jubileo Extraordinario de la Misericordia<br />
Para la PARROQUIA<br />
Todo tiempo es adecuado para adorar a Jesucristo en<br />
la Eucaristía. <strong>Adviento</strong> también lo es para concentrarnos,<br />
aunque apenas sean unos minutos, en contemplar<br />
el misterio maravilloso de Jesucristo que se ha querido<br />
quedar entre nosotros bajo las especies sacramentales.<br />
Además, este <strong>Adviento</strong> está marcado profundamente en<br />
nuestras tierras tanto por el Jubileo Extraordinario de la<br />
Misericordia, convocado por el Papa Francisco, como por<br />
el Año Eucarístico del Santo Cáliz, unidos ambos bajo el<br />
lema del Cáliz de la Misericordia.<br />
Proponemos unas sencillas meditaciones eucarísticas,<br />
que siguiendo la temática propia de cada una de las cuatro<br />
semanas del <strong>Adviento</strong>, nos acercarán a la contemplación<br />
de Jesucristo, el rostro misericordioso del Padre.<br />
Pueden ser utilizadas bien en las adoraciones de los Jueves<br />
Eucarísticos, en aquellas parroquias en las que se<br />
practica este santo ejercicio, bien en cualquier otro momento<br />
de adoración eucarística tanto de forma comunitaria<br />
o privada.<br />
Aunque están pensadas más bien para las personas mayores,<br />
harán un gran beneficio para todo fiel que desee<br />
tener ese tiempo de contemplación eucarística, que tan<br />
gran provecho reporta para nuestras almas.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
135
Cáliz de la Misericordia<br />
Primera Semana<br />
de <strong>Adviento</strong><br />
Introducción<br />
En el nombre del Padre...<br />
Hemos comenzado el <strong>Adviento</strong> con la memoria de la<br />
Encarnación del Hijo de Dios que, aunque sucedió hace<br />
ya más de dos mil años, permanece entre nosotros para<br />
siempre. Pero también estamos esperando la nueva venida<br />
gloriosa de Cristo, al fin de los tiempos, que juzgará<br />
y salvará definitivamente a todos los que le han permanecido<br />
fieles, a pesar de los problemas de la vida, pues Él<br />
tiene siempre misericordia de todos nosotros.<br />
Lectura del santo evangelio según san Lucas (21, 25-28)<br />
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:<br />
«Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en<br />
la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo<br />
del mar y el oleaje. Los hombres quedaran sin<br />
aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene<br />
encima al mundo, pues los astros se tambalearán. Entonces<br />
verán al Hijo del hombre venir en una nube, con<br />
gran poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto,<br />
levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación».<br />
Nos dice Su Santidad<br />
«Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. El misterio<br />
de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta<br />
palabra. Ella se ha vuelto viva, visible y ha alcanzado su<br />
culmen en Jesús de Nazaret. El Padre, «rico en misericordia»<br />
(Ef 2,4), después de haber revelado su nombre a Moisés como<br />
«Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira, y pródigo<br />
en amor y fidelidad» (Éx 34,6) no ha cesado de dar a conocer<br />
en varios modos y en tantos momentos de la historia<br />
su naturaleza divina. En la «plenitud del tiempo» (Gál 4,4),<br />
cuando todo estaba dispuesto según su plan de salvación,<br />
Él envió a su Hijo nacido de la Virgen María para revelarnos<br />
de manera definitiva su amor. Quien lo ve a Él ve al Padre<br />
(cfr. Jn 14,9). Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos<br />
y con toda su persona revela la misericordia de Dios.<br />
Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la<br />
misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es<br />
condición para nuestra salvación. Misericordia: es la palabra<br />
que revela el misterio de la Santísima Trinidad. Misericordia:<br />
es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro<br />
encuentro. Misericordia: es la ley fundamental que habita en<br />
el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al<br />
hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia:<br />
es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón<br />
a la esperanza de ser amados para siempre no obstante<br />
el límite de nuestro pecado» (Misericordiae Vultus, 1-2).<br />
Oración en silencio.<br />
136<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Meditación<br />
Al contemplar a Cristo Sacramentado, contemplamos a<br />
quien es la Misericordia. Muchos de nosotros somos mayores.<br />
Nuestra vida nos ha proporcionado la grata experiencia de<br />
que ese Dios a quien adoramos, ese Dios que un día se hizo<br />
hombre, siempre está con nosotros y que nunca nos abandona.<br />
A lo largo de toda nuestra existencia, con nuestras alegrías<br />
y sufrimientos, con nuestra juventud y ancianidad, con nuestras<br />
esperanzas y desalientos, con nuestra salud y nuestras<br />
enfermedades… siempre nos hemos sentido acompañados,<br />
guiados, amparados por nuestro Dios que es misericordioso.<br />
Y sabemos que cuando Él llegue en el último día, o cuando<br />
subamos a la presencia del Padre, seguirá teniendo compasión<br />
de nosotros, porque Él siempre está con cada uno de<br />
sus hijos. Confiamos en su infinita misericordia y en ella nos<br />
sentimos seguros y confiados, porque nos habla del amor<br />
infinito de Dios para con todos nosotros, a pesar de nuestros<br />
pecados, a pesar de nuestras faltas de amor… a pesar de<br />
nuestras faltas de misericordia para con nuestros hermanos.<br />
Si Dios es misericordioso, seámoslo también nosotros, especialmente<br />
con todos los que nos cruzamos en el camino de<br />
la vida. Contemplemos el misterio de la divina misericordia,<br />
vislumbrado en el Sacramento del Altar. Para ser también<br />
nosotros misericordia, alimentémonos del Pan eucarístico,<br />
bebamos de la fuente de toda misericordia, contenida en<br />
el Cáliz eucarístico. ¡Bebamos del Cáliz de la Misericordia!<br />
Oración en silencio.<br />
Preces<br />
Por la santa Iglesia de Dios, por nuestro santo Padre el<br />
Papa Francisco: para que toda la comunidad cristiana le<br />
apoye y secunde en su ministerio apostólico, roguemos<br />
al Señor.<br />
Por nuestra Iglesia en Valencia: para que unida a su Obispo<br />
Antonio, progrese en la unidad del amor y se alegre al acoger<br />
a nuevas y generosas vocaciones, roguemos al Señor.<br />
Para que Cristo, único salvador del mundo, pan y vino<br />
para la vida eterna, sea conocido por todos los hombres<br />
y llegue a ellos la alegría y la esperanza de su Evangelio,<br />
roguemos al Señor.<br />
Por las autoridades de nuestro lugar, de nuestra comunidad<br />
y nuestra nación, y por todos los pueblos de la tierra:<br />
para que Dios Padre misericordioso les ayude a realizar<br />
en paz su pleno desarrollo, dé sustento a todo el mundo,<br />
y se muestre benigno con cuantos invocan su nombre,<br />
roguemos al Señor.<br />
Por las parroquias y comunidades religiosas y por todos<br />
los devotos del Santo Cáliz: para que fomenten la devoción<br />
hacia este bendito recuerdo de la Última Cena, roguemos<br />
al Señor.<br />
Por nuestra asamblea: para que quienes comemos de un<br />
mismo pan y bebemos de un mismo cáliz vivamos cada<br />
vez más la comunión eclesial, unidos en Cristo, roguemos<br />
al Señor.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
137
Cáliz de la Misericordia<br />
Segunda Semana<br />
de <strong>Adviento</strong><br />
Oración<br />
Padre Santo y misericordioso,<br />
tu Hijo Jesucristo en la última Cena<br />
tomó en sus santas y venerables manos<br />
el pan de vida y el cáliz glorioso de nuestra salvación,<br />
y nos entregó su Cuerpo y su Sangre<br />
como memorial de su pasión redentora:<br />
concede a tu Iglesia el don inefable de tu Espíritu Santo,<br />
para que todos los cristianos podamos participar juntos<br />
del único pan y del único cáliz<br />
formando un solo cuerpo y un solo espíritu.<br />
Por Jesucristo nuestro Señor.<br />
R/. Amén.<br />
(Oración de Benedicto XVI ante el Santo Cáliz,<br />
8 de julio de 2006)<br />
Introducción<br />
En el nombre del Padre...<br />
Dentro de la segunda semana del <strong>Adviento</strong> celebramos<br />
la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada<br />
Virgen María. Ella es la Madre del Redentor<br />
cuyo nacimiento vamos a celebrar pronto. María nos lleva<br />
a su Hijo, y si Jesús es el rostro de la misericordia del<br />
Padre, María es la Madre de la Misericordia.<br />
138<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Lectura del santo evangelio según san Lucas (1, 26-38)<br />
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a<br />
una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada<br />
con un hombre llamado José, de la estirpe de David;<br />
la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su<br />
presencia, dijo: —«Alégrate, llena de gracia, el Señor está<br />
contigo».<br />
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué<br />
saludo era aquél. El ángel le dijo: —«No temas, María,<br />
porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en<br />
tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre<br />
Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor<br />
Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la<br />
casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».<br />
Y María dijo al ángel: —«¿Cómo será eso, pues no conozco<br />
a varón?».<br />
El ángel le contestó: —«El Espíritu Santo vendrá sobre<br />
ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por<br />
eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí<br />
tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha<br />
concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban<br />
estéril, porque para Dios nada hay imposible».<br />
María contestó: —«Aquí está la esclava del Señor; hágase<br />
en mí según tu palabra». Y la dejó el ángel.<br />
Nos dice Su Santidad<br />
«El pensamiento se dirige ahora a la Madre de la Misericordia.<br />
La dulzura de su mirada nos acompañe en este<br />
Año Santo, para que todos podamos redescubrir la alegría<br />
de la ternura de Dios. Ninguno como María ha conocido<br />
la profundidad del misterio de Dios hecho hombre.<br />
Todo en su vida fue plasmado por la presencia de la misericordia<br />
hecha carne. La Madre del Crucificado Resucitado<br />
entró en el santuario de la misericordia divina porque<br />
participó íntimamente en el misterio de su amor.<br />
Elegida para ser la Madre del Hijo de Dios, María estuvo<br />
preparada desde siempre por el amor del Padre para ser<br />
Arca de la Alianza entre Dios y los hombres. Custodió<br />
en su corazón la divina misericordia en perfecta sintonía<br />
con su Hijo Jesús. Su canto de alabanza, en el umbral<br />
de la casa de Isabel, estuvo dedicado a la misericordia<br />
que se extiende «de generación en generación» (Lc 1,50).<br />
También nosotros estábamos presentes en aquellas palabras<br />
proféticas de la Virgen María. Esto nos servirá<br />
de consolación y de apoyo mientras atravesaremos la<br />
Puerta Santa para experimentar los frutos de la misericordia<br />
divina.<br />
Al pie de la cruz, María junto con Juan, el discípulo del<br />
amor, es testigo de las palabras de perdón que salen de<br />
la boca de Jesús. El perdón supremo ofrecido a quien lo<br />
ha crucificado nos muestra hasta dónde puede llegar la<br />
misericordia de Dios. María atestigua que la misericordia<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
139
Cáliz de la Misericordia<br />
Meditación<br />
del Hijo de Dios no conoce límites y alcanza a todos sin<br />
excluir a ninguno. Dirijamos a ella la antigua y siempre<br />
nueva oración del Salve Regina, para que nunca se canse<br />
de volver a nosotros sus ojos misericordiosos y nos haga<br />
dignos de contemplar el rostro de la misericordia, su Hijo<br />
Jesús» (Misericordiae Vultus, 24).<br />
Oración en silencio.<br />
Ante Cristo Sacramentado, adoramos a Dios que para<br />
mostrarnos hasta donde llegaba su eterna misericordia<br />
se hizo carne en el seno de María. El amor infinito del Padre<br />
preparó una dulce morada a su Hijo, un tabernáculo<br />
purísimo donde reinase el amor misericordioso y donde<br />
viera la luz el que es la fuente de toda luz.<br />
Y así María es Madre de Jesús, Madre nuestra y Madre<br />
de la Misericordia. Hacia ella dirigimos también nuestros<br />
ojos cansados y fatigados, pero también confiados en su<br />
maternal amparo. María es la fuente de todo afecto maternal.<br />
Ella que llevó en sus brazos a su Hijo, la misericordia<br />
hecha carne, también nos lleva a nosotros, aunque<br />
mayores y no inocentes, haciéndonos partícipes de los<br />
frutos del amor.<br />
Ella nos consuela y en ella descansamos de nuestras fatigas.<br />
Ella nos acoge maternalmente y en ella depositamos<br />
nuestros anhelos y esperanzas. Hacia ella dirigimos nuestros<br />
ojos. Y sus ojos misericordiosos nos llevan a su Hijo,<br />
a quien contemplamos en el Altar. Aliviados así de nuestras<br />
cargas, ella nos invita a descansar en su Hijo. Y si ella<br />
lo llevó nueve meses en su seno virginal, también desea<br />
que nosotros lo llevemos en nuestro corazón: acojámoslo<br />
pues en el alimento eucarístico, participando de su Carne<br />
y de su Sangre: ¡Acojamos el Cáliz de la Misericordia!<br />
Oración en silencio.<br />
140<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Preces<br />
Por nuestro santo Padre el Papa Francisco: para que toda<br />
la Iglesia le siga unida en su ministerio apostólico, roguemos<br />
al Señor.<br />
Por nuestra Iglesia en Valencia: para que colaborando<br />
con nuestro Obispo Antonio, permanezcamos siempre<br />
unidos en el amor y en la alegre esperanza de la vida<br />
eterna, roguemos al Señor.<br />
Para que nunca falten vocaciones al ministerio sagrado,<br />
que lleven el amor misericordioso de Cristo Eucaristía a<br />
todos los hombres, roguemos al Señor.<br />
Por los jóvenes y los ancianos, las familias y los enfermos:<br />
para que siempre se sientan animados y protegidos<br />
por el amor afectuoso de nuestro Padre celestial, roguemos<br />
al Señor.<br />
Por nuestras parroquias y comunidades: para que fomenten<br />
la adoración eucarística y la solicitud para todos<br />
los necesitados, roguemos al Señor.<br />
Por nuestra asamblea: para que participando de un mismo<br />
pan y de un mismo cáliz vivamos cada vez más unidos<br />
con los lazos del amor, roguemos al Señor.<br />
Oración<br />
Padre Santo y misericordioso,<br />
tu Hijo Jesucristo en la última Cena<br />
tomó en sus santas y venerables manos<br />
el pan de vida y el cáliz glorioso de nuestra salvación,<br />
y nos entregó su Cuerpo y su Sangre<br />
como memorial de su pasión redentora:<br />
concede a tu Iglesia el don inefable de tu Espíritu Santo,<br />
para que todos los cristianos podamos participar juntos<br />
del único pan y del único cáliz<br />
formando un solo cuerpo y un solo espíritu.<br />
Por Jesucristo nuestro Señor.<br />
R/. Amén.<br />
(Oración de Benedicto XVI ante el Santo Cáliz,<br />
8 de julio de 2006)<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
141
Cáliz de la Misericordia<br />
Tercera Semana<br />
de <strong>Adviento</strong><br />
Introducción<br />
En el nombre del Padre...<br />
Muchas veces nos preguntamos también nosotros sobre<br />
lo que tenemos que hacer en nuestra vida diaria, como<br />
se lo preguntaron aquellas gentes a Juan El Bautista. Y<br />
también se lo preguntamos al Señor Sacramentado para<br />
que nos ilumine y nos muestre su voluntad. Ante nuestros<br />
ojos se abren tantas posibilidades de acción, que muchas<br />
veces nos quedamos desorientados. Pero el Señor<br />
nos muestra una vía que no falla: la de la misericordia.<br />
Lectura del santo evangelio según san Lucas (3, 10-18)<br />
En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan: —«¿Entonces,<br />
qué hacemos?».<br />
Él contestó: —«El que tenga dos túnicas, que se las reparta<br />
con el que no tiene; y el que tenga comida, haga<br />
lo mismo».<br />
Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron:<br />
—«Maestro, ¿qué hacemos nosotros?».<br />
Él les contestó: —«No exijáis más de lo establecido».<br />
Unos militares le preguntaron: —«¿Qué hacemos nosotros?».<br />
Él les contestó: —«No hagáis extorsión ni os aprovechéis<br />
de nadie, sino contentaos con la paga».<br />
El pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban<br />
si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos:<br />
—«Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede<br />
más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias.<br />
Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego; tiene<br />
en la mano el bieldo para aventar su parva y reunir su<br />
trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que<br />
no se apaga.» Añadiendo otras muchas cosas, exhortaba<br />
al pueblo y le anunciaba el Evangelio.<br />
142<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Nos dice Su Santidad<br />
«Es mi vivo deseo que el pueblo cristiano reflexione durante<br />
el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales<br />
y espirituales. Será un modo para despertar nuestra<br />
conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de<br />
la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del<br />
Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la<br />
misericordia divina. La predicación de Jesús nos presenta<br />
estas obras de misericordia para que podamos darnos<br />
cuenta si vivimos o no como discípulos suyos.<br />
Redescubramos las obras de misericordia corporales: dar<br />
de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir<br />
al desnudo, acoger al forastero, asistir los enfermos, visitar<br />
a los presos, enterrar a los muertos.<br />
Y no olvidemos las obras de misericordia espirituales: dar<br />
consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir<br />
al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas,<br />
soportar con paciencia las personas molestas, rogar a<br />
Dios por los vivos y por los difuntos.<br />
No podemos escapar a las palabras del Señor y en base a<br />
ellas seremos juzgados: si dimos de comer al hambriento<br />
y de beber al sediento. Si acogimos al extranjero y vestimos<br />
al desnudo. Si dedicamos tiempo para acompañar<br />
al que estaba enfermo o prisionero (cfr. Mt 25,31-45).<br />
Igualmente se nos preguntará si ayudamos a superar la<br />
duda, que hace caer en el miedo y en ocasiones es fuente<br />
de soledad; si fuimos capaces de vencer la ignorancia en<br />
la que viven millones de personas, sobre todo los niños<br />
privados de la ayuda necesaria para ser rescatados de<br />
la pobreza; si fuimos capaces de ser cercanos a quien estaba<br />
solo y afligido; si perdonamos a quien nos ofendió<br />
y rechazamos cualquier forma de rencor o de odio que<br />
conduce a la violencia; si tuvimos paciencia siguiendo el<br />
ejemplo de Dios que es tan paciente con nosotros; finalmente,<br />
si encomendamos al Señor en la oración nuestros<br />
hermanos y hermanas.<br />
En cada uno de estos “más pequeños” está presente Cristo<br />
mismo. Su carne se hace de nuevo visible como cuerpo<br />
martirizado, llagado, flagelado, desnutrido, en fuga...<br />
para que nosotros los reconozcamos, lo toquemos y lo<br />
asistamos con cuidado. No olvidemos las palabras de<br />
san Juan de la Cruz: “En el ocaso de nuestras vidas, seremos<br />
juzgados en el amor”» (Misericordiae Vultus, 15).<br />
Oración en silencio.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
143
Cáliz de la Misericordia<br />
Meditación<br />
“En el ocaso de nuestras vidas, seremos juzgados en el<br />
amor.” Ante Cristo Sacramentado, el Amor de los amores,<br />
nos presentamos con nuestras manos no llenas, pero<br />
tampoco vacías, de obras de amor, de obras de misericordia.<br />
Muchas veces nos hemos preguntado sobre lo que<br />
habíamos de hacer ante los acontecimientos de nuestra<br />
vida, pero la solución la teníamos a nuestro alcance, desde<br />
pequeños la conocíamos: amar.<br />
Y amar se concreta en esas obras de misericordia que<br />
aprendimos en la catequesis: las corporales y las espirituales.<br />
En la presencia del Dios Amor, sería bueno hacer<br />
un sincero examen de conciencia sobre cómo llevamos a<br />
nuestra vida diaria esas mismas obras:<br />
Muchos hermanos nuestros padecen hambre y necesidad,<br />
hay muchos emigrantes que han venido a vivir entre nosotros,<br />
pero tal vez no somos solidarios de sus necesidades<br />
ni colaboramos con nuestra ayuda material y económica<br />
a paliar sus penurias, tal vez nuestra aportación a<br />
Cáritas sea más bien escasa… Si Dios es tan generoso con<br />
nosotros, ¿por qué no lo somos nosotros con los demás?<br />
A menudo hemos estado enfermos y nos ha gustado que<br />
nos visitasen nuestros amigos y conocidos. Nos podemos<br />
preguntar si también nosotros visitamos a los enfermos,<br />
a los ancianos, a los que viven solos, a los que necesitan<br />
nuestra compañía, a los que están en los hospitales o residencias<br />
de ancianos… ¿acaso no podríamos visitarlos<br />
más a menudo, llevándoles el consuelo y el afecto de<br />
nuestro Dios que nos ama?<br />
Y ante la muerte de nuestros seres queridos y vecinos,<br />
¿rogamos a Dios por su eterno descanso y por el consuelo<br />
de sus familiares y deudos?<br />
Dios nos ha llenado con la sabiduría de la experiencia de<br />
nuestra vida iluminada por su amor, pero tal vez nosotros<br />
no la transmitimos debidamente dando un afectuoso<br />
testimonio cristiano de la alegría de la fe, del sereno<br />
gozo de Cristo que alumbra las tristezas, del sensato consejo<br />
al que lo necesita y perdonando de todo corazón a<br />
todos nuestros hermanos…<br />
Amor de los amores, que te contemplamos en el silencio<br />
del Sagrario, ¡llénanos del dulce fruto del Cáliz de la Misericordia!<br />
Oración en silencio.<br />
144<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Preces<br />
Por la santa Iglesia de Dios, por Su Santidad el Papa<br />
Francisco: para que todos nosotros sigamos a nuestro<br />
Pastor que nos guía en su ministerio apostólico, roguemos<br />
al Señor.<br />
Por nuestra Iglesia en Valencia, siempre unida en nuestro<br />
Obispo Antonio: para que sea siempre fructífera en obras<br />
de misericordia corporales y espirituales, roguemos al<br />
Señor.<br />
Por las vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida<br />
consagrada y religiosa: para que Dios suscite abundantes<br />
colaboradores que den testimonio del amor con valentía<br />
y esperanza, roguemos al Señor.<br />
Por todos los constituidos en autoridad: para que Dios<br />
Padre misericordioso les sostenga en sus esfuerzos por<br />
crear un mundo en el que reine la justicia fruto de la misericordia,<br />
roguemos al Señor.<br />
Por todos los cristianos: para que encontremos en el Santísimo<br />
Sacramento el alimento que nos haga progresar<br />
y fructificar en toda clase de obra buena, roguemos al<br />
Señor.<br />
Oración<br />
Padre Santo y misericordioso,<br />
tu Hijo Jesucristo en la última Cena<br />
tomó en sus santas y venerables manos<br />
el pan de vida y el cáliz glorioso de nuestra salvación,<br />
y nos entregó su Cuerpo y su Sangre<br />
como memorial de su pasión redentora:<br />
concede a tu Iglesia el don inefable de tu Espíritu Santo,<br />
para que todos los cristianos podamos participar juntos<br />
del único pan y del único cáliz<br />
formando un solo cuerpo y un solo espíritu.<br />
Por Jesucristo nuestro Señor.<br />
R/. Amén.<br />
(Oración de Benedicto XVI ante el Santo Cáliz,<br />
8 de julio de 2006)<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
145
Cáliz de la Misericordia<br />
Cuarta Semana<br />
de <strong>Adviento</strong><br />
Introducción<br />
En el nombre del Padre...<br />
Estos días están marcados por la alegría que nos trae la<br />
visita de María y su obediencia a la voluntad de Dios que<br />
se hace obra de misericordia al visitar a su prima Isabel,<br />
quedándose con ella hasta el nacimiento de San Juan.<br />
También nosotros hemos de seguir a María, Madre de la<br />
Iglesia y Madre de Misericordia, en nuestro caminar por<br />
nuestra vida.<br />
Lectura del santo evangelio según san Lucas (1, 39-45)<br />
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a<br />
la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías<br />
y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de<br />
María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del<br />
Espíritu Santo y dijo a voz en grito: —«¡Bendita tú entre<br />
las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy<br />
yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu<br />
saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en<br />
mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha<br />
dicho el Señor se cumplirá».<br />
Nos dice Su Santidad<br />
«La peregrinación es un signo peculiar en el Año Santo,<br />
porque es imagen del camino que cada persona realiza<br />
en su existencia. La vida es una peregrinación y el ser<br />
humano es un peregrino que recorre su camino hasta<br />
alcanzar la meta anhelada. (…) También la misericordia<br />
es una meta por alcanzar y que requiere compromiso y<br />
sacrificio. (…)<br />
La Iglesia tiene la misión de anunciar la misericordia de<br />
Dios, corazón palpitante del Evangelio, que por su medio<br />
debe alcanzar la mente y el corazón de toda persona. La<br />
Esposa de Cristo hace suyo el comportamiento del Hijo<br />
de Dios que sale a encontrar a todos, sin excluir ninguno.<br />
En nuestro tiempo, en el que la Iglesia está comprometida<br />
en la nueva evangelización, el tema de la misericordia<br />
exige ser propuesto una vez más con nuevo entusiasmo y<br />
con una renovada acción pastoral. Es determinante para<br />
la Iglesia y para la credibilidad de su anuncio que ella<br />
viva y testimonie en primera persona la misericordia. Su<br />
lenguaje y sus gestos deben transmitir misericordia para<br />
penetrar en el corazón de las personas y motivarlas a reencontrar<br />
el camino de vuelta al Padre.<br />
La primera verdad de la Iglesia es el amor de Cristo. De<br />
este amor, que llega hasta el perdón y al don de sí, la<br />
Iglesia se hace sierva y mediadora ante los hombres. Por<br />
tanto, donde la Iglesia esté presente, allí debe ser evidente<br />
la misericordia del Padre. En nuestras parroquias, en<br />
146<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Meditación<br />
las comunidades, en las asociaciones y movimientos, en<br />
fin, dondequiera que haya cristianos, cualquiera debería<br />
poder encontrar un oasis de misericordia.<br />
Queremos vivir este Año Jubilar a la luz de la palabra<br />
del Señor: Misericordiosos como el Padre. El evangelista<br />
refiere la enseñanza de Jesús: «Sed misericordiosos, como<br />
el Padre vuestro es misericordioso» (Lc 6,36). Es un programa<br />
de vida tan comprometedor como rico de alegría<br />
y de paz. El imperativo de Jesús se dirige a cuantos escuchan<br />
su voz (cfr. Lc 6,27). Para ser capaces de misericordia,<br />
entonces, debemos en primer lugar colocarnos a la<br />
escucha de la Palabra de Dios. Esto significa recuperar el<br />
valor del silencio para meditar la Palabra que se nos dirige.<br />
De este modo es posible contemplar la misericordia<br />
de Dios y asumirla como propio estilo de vida».<br />
(Misericordiae Vultus, 14, 12-13).<br />
Oración en silencio.<br />
En el silencio de la adoración eucarística, escuchamos<br />
y meditamos en lo más profundo de nuestro corazón la<br />
Palabra de Dios que nos habla de nuestro Padre celestial<br />
rico en perdón y en misericordia, Palabra que nos trajo<br />
María, Madre de Jesús y Madre de la Iglesia.<br />
María, peregrina en su visita a su prima Isabel, nos enseña<br />
que nuestra vida es también un peregrinar por este<br />
mundo hacia la Casa del Padre, llevando por equipaje el<br />
amor afectuoso y la misericordia entrañable. Somos peregrinos<br />
que vamos sembrando la fe y el amor. Al anunciar<br />
la Buena Noticia de la misericordia de Dios, alegramos<br />
en lo más profundo de su ser a quien está sediento<br />
de la Palabra.<br />
Pero requiere esfuerzo y trabajo, compromiso y sacrificio.<br />
Del mismo modo que a María con Isabel, también<br />
a nosotros nos pide voluntad y entusiasmo para salir<br />
al encuentro de todos los hombres, sin excluir a nadie,<br />
testimoniando con nuestra propia vida esa misericordia<br />
en la que vivimos y que gozamos, para que penetre en<br />
lo más íntimo de cuantos nos rodean y así puedan moverse<br />
a reencontrar el camino de la vuelta al Padre que<br />
los ama.<br />
El amor de Cristo ha de ser nuestra vestidura entrañable,<br />
para que todos con los que vivimos, nos relacionamos o<br />
nos cruzamos en el camino de la vida, encuentren siempre<br />
un oasis de misericordia en medio del mundo.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
147
Cáliz de la Misericordia<br />
Jesús quiere que seamos misericordiosos, como nuestro<br />
Padre celestial es misericordioso. Si lo somos, seremos felices,<br />
llenos de la verdadera alegría y de la paz y transmitiremos<br />
esta misma alegría a nuestros familiares, amigos<br />
y conocidos, a todos los hombres.<br />
Pidamos a Jesucristo Sacramentado que llene nuestro<br />
corazón de su divina misericordia, para que lo que contemplamos<br />
en el Altar y lo que degustamos en el alimento<br />
eucarístico, se haga carne en nosotros. ¡Que el Cáliz<br />
de la Misericordia nos llene y nos haga a todos nosotros<br />
misericordia!<br />
Oración en silencio.<br />
Preces<br />
Por la santa Iglesia de Dios y por nuestro santo Padre el<br />
Papa Francisco: para que muestre a toda la humanidad<br />
el camino del amor y la misericordia, roguemos al Señor.<br />
Por nuestra Iglesia en Valencia y por nuestro Obispo Antonio:<br />
para que transmita la riqueza de la misericordia a<br />
todos los hombres, roguemos al Señor.<br />
Para que Cristo, Palabra del Padre, hecho pan y vino para<br />
la vida eterna, sea conocido y amado por todos los hombres<br />
y les llene con la alegría del Evangelio, roguemos<br />
al Señor.<br />
Por todos los pueblos de la tierra: para que Dios Padre<br />
misericordioso les ayude a realizar su pleno desarrollo y<br />
progreso material y espiritual, en paz y concordia, roguemos<br />
al Señor.<br />
Por las parroquias y comunidades religiosas: para que fomenten<br />
la adoración eucarística y la devoción hacia este<br />
bendito recuerdo de la Última Cena, roguemos al Señor.<br />
Por todos nosotros: para que siempre seamos misericordiosos,<br />
como nuestro Padre celestial es misericordioso,<br />
roguemos al Señor.<br />
148<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Oración<br />
Padre Santo y misericordioso,<br />
tu Hijo Jesucristo en la última Cena<br />
tomó en sus santas y venerables manos<br />
el pan de vida y el cáliz glorioso de nuestra salvación,<br />
y nos entregó su Cuerpo y su Sangre<br />
como memorial de su pasión redentora:<br />
concede a tu Iglesia el don inefable de tu Espíritu Santo,<br />
para que todos los cristianos podamos participar juntos<br />
del único pan y del único cáliz<br />
formando un solo cuerpo y un solo espíritu.<br />
Por Jesucristo nuestro Señor.<br />
R/. Amén.<br />
(Oración de Benedicto XVI ante el Santo Cáliz,<br />
8 de julio de 2006)<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
149
Cáliz de la Misericordia<br />
Comisión<br />
Diocesana de<br />
Pastoral de la<br />
Salud<br />
El Cáliz<br />
de la Misericordia<br />
Dios, que es Padre misericordioso, nos revela en Cristo la<br />
misericordia y nos propone a sus hijos la practiquemos y<br />
seamos testigos de su misericordia.<br />
Jesús, Dios encarnado e identificado “en-con” la persona<br />
humana, igual en todo a ella menos en el pecado, se<br />
acercó a los enfermos para escucharlos, aliviarlos, ayudarlos<br />
y sanarlos dejando en la Iglesia su “ser-estar” con<br />
ellos en los sacramentos de la penitencia, eucaristía y<br />
santa unción.<br />
La Iglesia, que valora al hombre en toda su dignidad,<br />
sabe del sufrimiento de la persona humana, y formula<br />
las “Obras de Misericordia”.<br />
“Visitar y cuidar a los enfermos”, es la propuesta a la que<br />
todos sus hijos estamos llamados a responder y cómo no,<br />
los agentes de pastoral en las Parroquias, comunidades,<br />
hospitales y centros socio-sanitarios.<br />
Nosotros, como parte del Cuerpo místico de Cristo, tenemos<br />
como modelo al mismo Cristo, su enseñanza, su<br />
ejemplo, su mandato… ”…Id y curad…” (Mt 10, 8).<br />
Él, encarnó la ternura de Dios entre los hombres, nos demostró<br />
que nos ama incondicionalmente, se dio totalmente<br />
a la humanidad…<br />
150<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Líneas de<br />
Acción Pastoral<br />
El agente de pastoral, que se acerca a un enfermo, ha de<br />
desarrollar las mismas actitudes que Jesús tuvo con las<br />
personas que sufren:<br />
- Disponibilidad del corazón. Es muy importante que<br />
sea capaz de conmoverse ante el dolor de los demás<br />
y sepa hacer donación de su persona. Para ello se<br />
puede empezar, a ser posible, rezando juntos un salmo,<br />
así se abre el corazón a la alabanza y la petición<br />
a Dios …<br />
- Ver a Cristo en la persona. Vivir su servicio y solidaridad<br />
hasta sus últimas consecuencias. Estar con el<br />
enfermo sin prisas, con presencia de ánimo, con alegría.<br />
Puede leerse un texto apropiado de la Palabra<br />
de Dios.<br />
- Equilibrio. Es imprescindible que sea una persona<br />
equilibrada, discreta, prudente, con capacidad de<br />
humanizar el ambiente en el que desempeña su<br />
ayuda para cristianizarlo.<br />
- Espíritu misionero. El servicio a los que sufren no ha<br />
de ser pensado como una salida económica o profesional,<br />
sino integrado en el mundo de los valores o<br />
como expresión de una vocación. La enfermedad es<br />
el “lugar” de la misión.<br />
- Promover la dimensión evangelizadora de la Pastoral<br />
de la Salud.<br />
- Impulsar una Pastoral de la Salud que haga presente la<br />
fuerza humanizadora, sanadora y de sanación al estilo<br />
de Jesús de Nazaret.<br />
- Revisar y ver si la Pastoral de la Salud aparece en un<br />
lugar preferente, en nuestras parroquias, comunidades,<br />
hospitales,… optando por los enfermos como Jesús de<br />
Nazaret.<br />
- Sensibilizar y acercar a las comunidades parroquiales<br />
al mundo de los enfermos.<br />
- Estimular iniciativas de acercamiento y acogida a las<br />
personas enfermas, familiares y profesionales en la<br />
vida de la Parroquia, Comunidad, ….<br />
- Urgir la formación y el conocimiento de la relación de<br />
ayuda pastoral para el bien de los enfermos.<br />
- Potenciar las relaciones de apertura, diálogo y comprensión<br />
con los centros hospitalarios.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
151
Cáliz de la Misericordia<br />
Eucaristía con<br />
las personas enfermas<br />
Monición de entrada<br />
Nos reunimos en torno a la Mesa del Altar para fortalecer<br />
y expresar la unión con Cristo y los hermanos. Cristo, el<br />
Señor Resucitado, nos invita a amarnos como Él nos ha<br />
amado y a encontrar en la fe del Bautismo la fuerza para<br />
amar y vivir. Unidos a Él podremos amar a cada persona<br />
como Él mismo nos ama.<br />
Estamos llamados a confiar en Dios, con una confianza<br />
que nos transforma y hace que cambie la vida y la sociedad.<br />
Es una confianza que mira hacia delante, libera y<br />
ayuda a los demás, es compromiso transformador: practicar<br />
el perdón, la pobreza, la sencillez, la misericordia…,<br />
viviendo las Bienaventuranzas como las vivió María, durante<br />
toda su vida, dándonos ejemplo.<br />
Que la Eucaristía ayude a nuestra comunidad a tener al<br />
Señor como raíz, centro y modelo de nuestra vida cristiana.<br />
Que su Espíritu nos convierta en testigos de su amor<br />
en medio del mundo.<br />
Oración de los fieles<br />
Con nuestra confianza en el Dios de las Bienaventuranzas,<br />
porque sabemos que sólo esta confianza nos puede<br />
transformar y hacer que cambie la vida y la sociedad, le<br />
hacemos llegar nuestra oración, diciendo:<br />
¡Ayúdanos a confiar en Ti, Señor!<br />
- Por la Iglesia, para que guiada por el Espíritu Santo,<br />
anuncie al mundo, a través de la caridad y la<br />
misericordia, la presencia vivificadora y salvífica de<br />
Jesucristo. Oremos.<br />
- Por quienes sufren abandono, desamor e incomprensión,<br />
para que a sus gastadas fuerzas unan la<br />
esperanza y el ánimo para dirigirse al Padre con total<br />
confianza. Oremos.<br />
- Por los voluntarios que asisten a los enfermos y<br />
cuantos luchan contra la enfermedad, para que sean<br />
fortalecidos en su entrega y su servicio. Oremos.<br />
- Por quienes llevamos el nombre de cristianos, para<br />
que nuestro estilo de vida sea conforme al Evangelio,<br />
y haga presente la amorosa misericordia de Cristo.<br />
Oremos.<br />
- Por nuestra parroquial (comunidad), para que en su<br />
trabajo evangelizador elija siempre la sencillez, la acogida,<br />
el perdón y la entrega, proporcionando un testimonio<br />
eficaz de la solicitud amorosa de Dios. Oremos.<br />
152<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
La Comisión te ofrece:<br />
Ayúdanos, Señor, a vivir confiando en Ti. Haznos fuertes<br />
en la fe y en el servicio a los hermanos y concédenos lo<br />
que mejor nos ayude a caminar siempre en tu presencia.<br />
Por Jesucristo Nuestro Señor.<br />
Oración: María, madre de la esperanza<br />
Oh María, madre de la esperanza<br />
tu que has conocido nuestra fragilidad<br />
a través del sufrimiento de tu Hijo<br />
vuelve tu mirada de Madre<br />
a todo sufrimiento y debilidad humana.<br />
Tu que esperaste contra toda esperanza<br />
junto a la Cruz de tu Hijo<br />
infundiendo fe a los discípulos<br />
confundidos y desilusionados<br />
alcánzanos el consuelo de la esperanza.<br />
Hoy te imploramos, oh Madre de esperanza:<br />
pide a tu Hijo que tenga misericordia<br />
y nos sostenga en los momento más oscuros de la vida;<br />
intercede por nosotros para que vivamos el tiempo<br />
con la esperanza de la eternidad<br />
para contemplar con gozo la gloria de Cristo Resucitado.<br />
Amén.<br />
- Formación mensual para Capellanes de Hospital y<br />
Personas Idóneas.<br />
- Formación mensual para Agentes de Pastoral.<br />
- Grupo de oración misionera.<br />
- Cursos de formación Especialidad Pastoral de la Salud<br />
en el IDCR.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
153
Cáliz de la Misericordia<br />
Comisión<br />
Diocesana de<br />
Enseñanza<br />
Celebración penitencial<br />
<strong>Adviento</strong><br />
154<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Reconciliación<br />
Secundaria<br />
Monición<br />
1. Hoy venimos a celebrar el sacramento de la reconciliación,<br />
pero la verdad es que ¿por qué hay que<br />
pedir perdón al Señor, aquí y ahora?<br />
2. Pues muy sencillo, porque estamos en adviento y<br />
todos los años lo hacemos.<br />
1. Eso no me vale, porque hace 50 años a los niños<br />
los castigaban de rodillas porque siempre se había<br />
hecho y ahora no se hace.<br />
2. Pues ahora que lo dices, ¿por qué será?<br />
3. Pues muy sencillo, porque el niño que va a nacer<br />
quiere traernos la paz, la alegría, el amor de verdad,<br />
y todo eso no puede llegar si se encuentra con<br />
demasiadas dificultades.<br />
1. Y esas dificultades, ¿qué son, nuestros pecados?<br />
2. Eso debe ser.<br />
3. Dios, nuestro Padre, está deseando que seamos<br />
felices y sufre cada vez que uno de nosotros hacemos<br />
algo que no está bien, ya sea hacerle pasar<br />
un mal rato a un compañero, enfadarnos con los<br />
amigos, no hacer caso a nuestros padres o hacernos<br />
daño a nosotros mismos, no estudiando u<br />
otras cosas.<br />
2. A mí me ayuda a querer ser mejor, a fijarme algo<br />
más antes de decir las cosas de cualquier manera.<br />
En el fondo, pensar más en lo que hace felices a los<br />
demás, a mí me hace feliz.<br />
3. Y Dios así, ¿se pone contento?<br />
2. Yo creo que sí, si no ¿para que Jesús iba jugándose<br />
el tipo, perdonando los pecados a quienes deseaban<br />
ser mejores?<br />
Saludo del Presidente<br />
X En el nombre del Padre...<br />
El Señor rompe todo aquello que nos esclaviza. Dichosos<br />
nosotros porque sabemos que nos llama a eliminar<br />
tantas y tantas caretas que hemos puesto en nuestros<br />
rostros que nos impiden mostrarnos como hijos e hijas de<br />
un mismo Padre. Que ese gran don de Dios, su amor, esté<br />
siempre con todos vosotros.<br />
1. Pero en el fondo, ¿Para qué sirve confesarse? Porque<br />
es que a mí me da un montón de vergüenza.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
155
Cáliz de la Misericordia<br />
Oración<br />
Oremos (Pausa).<br />
Padre misericordioso, que nos has reunido en nombre de<br />
tu Hijo para alcanzar misericordia y encontrar gracia que<br />
nos auxilie. Abre nuestros ojos para que descubramos el<br />
mal que hemos hecho; mueve nuestro corazón, para que<br />
con sinceridad nos convirtamos a ti. Que tu amor reúna<br />
de nuevo a quienes dividió y dispersó el pecado; que tu<br />
fuerza sane y robustezca a quienes debilitó su fragilidad;<br />
que el Espíritu vuelva de nuevo a la vida a quienes venció<br />
la muerte; para que, restaurado tu amor en nosotros,<br />
resplandezca en nuestra vida, la imagen de tu Hijo, y así,<br />
con la claridad de esta imagen, resplandeciente en toda<br />
la Iglesia, puedan todos los hombres reconocer que fuiste<br />
Tú, quien enviaste a Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro,<br />
que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.<br />
Evangelio<br />
Un día dijo Jesús a sus discípulos: “Vosotros sois la luz del<br />
mundo. No puede ocultarse una ciudad construida sobre<br />
un monte. No se enciende una vela para taparla con<br />
un cacharro, sino que se pone en el candelero, para que<br />
alumbre a todos los de la casa. Brille vuestra luz ante<br />
los hombres, de modo que, al ver vuestras buenas obras,<br />
glorifiquen a vuestro Padre del cielo”.<br />
Palabra de Dios<br />
(Mt 5, 14-16)<br />
156<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Confesiones individuales<br />
Gesto<br />
Cada uno pasa a confesarse con aquello que ha escrito<br />
en su emoticono y de lo cual está arrepentido. Al terminar<br />
la confesión romperá el emoticono y lo dará al sacerdote<br />
como símbolo de romper con el pecado. A cambio<br />
el sacerdote le entregará un emoticono que represente<br />
los aspectos positivos de ese querer deshacerse de de lo<br />
malo y como símbolo del perdón recibido. Esos emoticonos<br />
se colgarán en el corcho de la clase bajo las cintas,<br />
como muestra de nuestra intención de cambio.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
157
Cáliz de la Misericordia<br />
Reconciliación<br />
Bachillerato<br />
Monición<br />
Hoy venimos a celebrar el sacramento de la reconciliación,<br />
pero no porque toque, sino porque Jesús que va a<br />
nacer quiere “pasarnos su LUZ” y no puede hacerlo si se<br />
encuentra con demasiadas dificultades, y esas dificultades,<br />
son nuestros pecados.<br />
Dios, nuestro Padre, está deseando que seamos felices y<br />
sufre cada vez que uno de nosotros hacemos algo que no<br />
está bien, ya sea hacerle pasar un mal rato a un compañero,<br />
enfadarnos con los amigos, no hacer caso a nuestros<br />
padres o hacernos daño a nosotros mismos, no estudiando,<br />
dejando nuestras responsabilidades de lado u<br />
otras cosas.<br />
A veces nos da vergüenza y decimos que ya hablamos<br />
con Dios, que no hace falta este sacramento, pero cuando<br />
nos confesamos, nos sentimos más fuertes para querer<br />
ser mejores. Y esto no es una simple sensación, si no<br />
que con este sacramento, recibimos de Dios, a través del<br />
sacerdote, la fuerza que nos falta para que esto sea posible.<br />
Ante nuestro pecado, el Señor, nos dice: “Y Tú, ¿De qué<br />
vas?”. Nos invitará a confesar el pecado que está en nosotros<br />
y favorecer con ello nuestra cercanía con el Señor.<br />
Vamos a abrirle a Él nuestro corazón, a arrepentirnos y a<br />
romper con las máscaras que nos impiden mostrar, con<br />
nuestras actitudes y estilo de vida, el rostro de Jesús.<br />
Saludo del Presidente<br />
En el nombre del Padre...<br />
El Señor rompe todo aquello que nos esclaviza. Dichosos<br />
nosotros porque sabemos que nos llama a eliminar<br />
tantas y tantas caretas que hemos puesto en nuestros<br />
rostros que nos impiden mostrarnos como hijos e hijas de<br />
un mismo Padre. Que ese gran don de Dios, su amor, esté<br />
siempre con todos vosotros.<br />
158<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Oración<br />
Oremos (Pausa).<br />
Padre misericordioso, que nos has reunido en nombre de<br />
tu Hijo para alcanzar misericordia y encontrar gracia que<br />
nos auxilie. Abre nuestros ojos para que descubramos el<br />
mal que hemos hecho; mueve nuestro corazón, para que<br />
con sinceridad nos convirtamos a ti. Que tu amor reúna<br />
de nuevo a quienes dividió y dispersó el pecado; que tu<br />
fuerza sane y robustezca a quienes debilitó su fragilidad;<br />
que el Espíritu vuelva de nuevo a la vida a quienes venció<br />
la muerte; para que, restaurado tu amor en nosotros,<br />
resplandezca en nuestra vida, la imagen de tu Hijo, y así,<br />
con la claridad de esta imagen, resplandeciente en toda<br />
la Iglesia, puedan todos los hombres reconocer que fuiste<br />
Tú, quien enviaste a Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro,<br />
que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.<br />
Monición al gesto<br />
Vamos ahora a hacer un gesto. Nos ayudará a reflexionar<br />
sobre nosotros mismos y nuestras actitudes. Tenemos<br />
aquí varias figuras con el rostro oculto tras unas caretas<br />
que resumen nuestro modo de ir por la vida. Modos de<br />
vida que denuncian un cristianismo de formas, ritos, de<br />
palabras vacías... Vamos a descubrir estas caretas.<br />
.... Y tú, ¿de qué vas?<br />
1. “La Tentación del poco esfuerzo”<br />
(lector 1, con una careta)<br />
¿Te ocupas de los demás o piensas: “Éste no es mi<br />
problema”?<br />
¿Dices o manifiestas en tu casa: “Esto no me toca,<br />
que lo haga otro”?<br />
¿Te preocupan de los problemas de aquellos que no<br />
tienen tanta suerte como tú o piensas, “esto no hay<br />
quien lo arregle y mejor no complicarse la vida”?<br />
¿Me esfuerzo por corregir la envidia, por perdonar y<br />
dialogar con quienes he tenido una discusión...?<br />
2. “Seguimiento de las ‘Luces superficiales’<br />
y rechazo a luz del Señor”<br />
(lector 2 con una careta)<br />
¿Piensas alguna vez que con lo que gastas en caprichos<br />
podrías hacer feliz a una familia que vive en la<br />
miseria?.<br />
¿Te esfuerzas por destacar más, ser más importante<br />
que los otros, ser el mejor?<br />
¿Te dejas deslumbrar por las marcas, las modas, el<br />
dinero, estrellas de cine y música, más que por la<br />
Palabra de Dios?<br />
¿Vivo con “limpieza de corazón” la sexualidad, o la<br />
vivo obsesionado y dominado por ella?<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
159
Cáliz de la Misericordia<br />
3. “El templo como tranquilizador de conciencias”<br />
(lector 3, con una careta)<br />
¿Cuál es el centro de tu actividad religiosa: el templo<br />
o la persona?<br />
¿A que Dios adoras en las celebraciones litúrgicas: al<br />
Dios del cumplimiento de la norma, del ayuno, precepto<br />
dominical... o al Dios del amor que te libera de<br />
tus ataduras, miedos, egoísmos e individualismo?<br />
El ir a misa o estar en un grupo cristiano ¿provoca en<br />
tu manera de vivir, que las demás personas se sientan<br />
atraídas a la fe, o todo se queda en formas y palabras<br />
bonitas o bien dichas a las que tú no prestas atención?<br />
Aún celebrado la Eucaristía ¿sigues encerrado en<br />
todo lo tuyo? ¿Ves la paja en el ojo ajeno y no ves la<br />
viga en el tuyo?<br />
4. “La mentira, la falsedad, el engaño”<br />
(lector 4, con una careta)<br />
¿He causado daño a los demás con mentiras, afirmando,<br />
cosas que no conozco, o revelando cosas<br />
que se tenían que guardar en secreto?<br />
¿Qué imagen del cristiano reflejas ante los demás?<br />
¿El que se queda en las formas, en los medios... en<br />
las mentiras?<br />
¿Vas por la vida haciendo el papel de “bueno” ante<br />
los demás?<br />
¿Exiges a los demás lo que tú no eres capaz de hacer?<br />
¿Has dado testimonio cristiano con tu conducta o<br />
has actuado con cobardía, con miedo al “qué dirán”?<br />
5. “Indiferencia, falta de sacrificio por el otro”<br />
(lector 5, con una careta)<br />
¿Reconoces y ves a Jesús en los Pobres o renuncias a<br />
identificarlo?<br />
¿Qué se remueve dentro de ti cuando oyes o lees noticias<br />
sobre actos de racismo o xenofobia? ¿Aceptas<br />
a los que son diferentes?<br />
¿Te acuerdas de que hay personas que lo están pasando<br />
mal?<br />
Ante las situaciones de injusticia que hay a mi lado<br />
¿te haces el “despistado” o las denuncias?<br />
¿Paso de largo cuando alguien sufre? ¿Trato a los<br />
demás con indiferencia?<br />
¿Sé renunciar a mi comodidad en favor de los demás?<br />
Presidente<br />
Dejemos un minuto de silencio, para que sin temor, con<br />
toda sinceridad podamos reconocer nuestro pecado concreto<br />
y pedir perdón al Señor. Lo podemos hacer escribiendo<br />
en el emoticono.<br />
160<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Evangelio<br />
Un día dijo Jesús a sus discípulos: “Vosotros sois la luz del<br />
mundo. No puede ocultarse una ciudad construida sobre<br />
un monte. No se enciende una vela para taparla con<br />
un cacharro, sino que se pone en el candelero, para que<br />
alumbre a todos los de la casa. Brille vuestra luz ante<br />
los hombres, de modo que, al ver vuestras buenas obras,<br />
glorifiquen a vuestro Padre del cielo”.<br />
Palabra de Dios<br />
(Mt 5, 14-16)<br />
Confesiones individuales<br />
Gesto<br />
Cada uno pasa a confesarse con aquello que ha escrito<br />
en su emoticono y de lo cual está arrepentido. Al terminar<br />
la confesión romperá el emoticono y lo dará al sacerdote<br />
como símbolo de romper con el pecado. A cambio<br />
el sacerdote le entregará un emoticono que represente<br />
los aspectos positivos de ese querer deshacerse de de lo<br />
malo y como símbolo del perdón recibido. Esos emoticonos<br />
se colgarán en el corcho de la clase bajo las cintas,<br />
como muestra de nuestra intención de cambio.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
161
Cáliz de la Misericordia<br />
Comisión<br />
Diocesana de<br />
Catequesis Para un taller de<br />
formación<br />
de Catequistas<br />
Dos acontecimiento importantes va a vivir nuestra diócesis<br />
en este curso. Por una parte, el Año Eucarístico del<br />
Santo Cáliz y por otra, en unión con toda la Iglesia, el<br />
Jubileo extraordinario de la Misericordia.<br />
Proponemos, para trabajar con los catequistas, un “taller”<br />
de formación. En el que proponemos para el <strong>Adviento</strong><br />
y la <strong>Navidad</strong>, vamos a conocer un poco más las<br />
“parábolas de la misericordia” del evangelio según san<br />
Lucas. Es un sencillo acercamiento al que, con toda razón,<br />
puede llamarse el “evangelio de la misericordia”.<br />
El método propuesto es muy simple: lectura de la parábola<br />
o parábolas correspondiente, con detenimiento,<br />
contemplando el texto; lectura de la explicación que aquí<br />
ofrecemos; trabajo, personal sobre las preguntas que se<br />
plenatea; puesta en común. Cada grupo de catequistas<br />
puede ordenar el trabajo según sus posibilidades y necesidades.<br />
162<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
San Lucas,<br />
el Evangelio de la Misericordia<br />
Uno de los nombres con los que se conoce el Evangelio de<br />
S. Lucas es el de Evangelio de la misericordia. El nombre<br />
resulta más que adecuado, entre otras cosas, porque el<br />
tema de la misericordia aparece prácticamente desde sus<br />
primeros compases: En el encuentro con su pariente Isabel<br />
en las montañas de Judea, María canta al Dios que<br />
se acuerda “de la misericordia” (Lc 1,54), la cual “llega a<br />
sus fieles de generación en generación” (1,50); Zacarías,<br />
el esposo de Isabel, bendecirá a Dios tras el nacimiento<br />
del hijo bendecirá a Dios y cantará su entrañable misericordia,<br />
considerándola como la explicación última de la<br />
visita salvadora del sol que nace de lo alto (1,78), es decir,<br />
del nacimiento de Jesucristo.<br />
En esa misma línea recoge S. Lucas en el capítulo 15 de<br />
su evangelio una serie de tres parábolas que son conocidas<br />
como parábolas de la misericordia; la importancia<br />
de las mismas en el conjunto del evangelio la acentúa el<br />
hecho de que se hallan incluidas en el camino de Jesús<br />
hacia Jerusalén (9,51-19,29), ocasión en la que el tercer<br />
evangelista concentra significativamente buena parte de<br />
la enseñanza del Profeta de Nazaret. Una parte irrenunciable<br />
de ese mensaje es la misericordia.<br />
La ocasión para<br />
las Parábolas de la Misericordia<br />
A subrayar la importancia de este componente esencial<br />
del mensaje de Jesús contribuye la circunstancia en la<br />
que Jesús contó esas tres parábolas y además las motivó:<br />
las críticas de los fariseos y escribas a Jesús por aceptar<br />
que “todos los publicanos y pecadores” se acercaran a<br />
él para “escucharle” (15,1-2). Las críticas habían resonado<br />
ya casi al comienzo del evangelio, cuando Jesús aceptó<br />
la invitación de Leví a participar en un banquete, en<br />
el que, además del anfitrión, se sentó a la mesa con el<br />
Maestro un gran número de publicanos y otras personas<br />
(5,29-32), seguramente no muy bien vistas por los que se<br />
consideraban justos y despreciaban a los demás (cf. 18,9).<br />
En aquella ocasión Jesús había afrontado las críticas con<br />
dos conocidas sentencias, envuelta la primera en una<br />
metáfora y pronunciaba la otra en lenguaje claro y directo:<br />
“No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No<br />
he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que<br />
se conviertan” (5,31-32). También este contexto lejano es<br />
importante para captar mejor la enseñanza de Jesús: en<br />
él y a través de él Dios anuncia el año de gracia, visita a<br />
su pueblo y actúa su misericordia entrañable en favor de<br />
sus fieles (cf. 4,18-19; 7,11-17).<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
163
Cáliz de la Misericordia<br />
Para el trabajo personal<br />
y la puesta en común (1)<br />
- Has leído esta introducción que, brevemente, justifica el<br />
nombre de “Evangelio de la misericordia” y “Parábolas<br />
de la misericordia”: ¿Habías pensado alguna vez en este<br />
nombre para el Evangelio?<br />
- Muchos se acercan a escuchar a Jesús. Su Palabra es<br />
clara, exigente pero no le falta la misericordia. ¿Es éste<br />
un criterio a utilizar en nuestra catequesis?<br />
- Muchos necesitan escuchar una palabra distinta, no<br />
sólo un mensaje atrayente, sino una persona garantía<br />
de ese mensaje. ¿Somos los catequistas capaces de<br />
transmitir la misericordia con nuestras vidas?<br />
- ¿Cómo actuar con misericordia?<br />
164<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Digamos ahora una palabra sobre<br />
cada una de las tres parábolas:<br />
La oveja y la moneda perdidas<br />
(Lc 15,3-7 y 8-10)<br />
La primera de ellas la ha tomado S. Lucas de la tradición<br />
sobre Jesús que comparte con S. Mateo. De acuerdo con<br />
el papel que otorga en su obra a personajes femeninos<br />
(a Lucas se le llama también “el Evangelio de las mujeres”),<br />
el evangelista añade a esta parábola la de la moneda<br />
perdida, que es estrictamente paralela a la de la<br />
oveja perdida; ello justifica que las consideremos conjuntamente.<br />
En todo caso, ya en la parábola de la oveja perdida se<br />
descubren los componentes fundamentales de todo el<br />
conjunto: ante todo, referencia inicial a personas que tienen<br />
algo (15,3: cien ovejas; 15,8: diez monedas; 15,11: dos<br />
hijos); la pérdida (15,1.6: una oveja; 15,8a.9b: una moneda;<br />
15.12-24.31b: un hijo) y posterior hallazgo de lo se tiene<br />
(15,4.5.6: la oveja; 15,8.9: la moneda; 15,17-24.31: el hijo).<br />
Común a las tres parábolas es también el motivo de la<br />
búsqueda, que halla expresión explícita en las dos primeras<br />
(15,4b: el dueño de las ovejas; 15,8b: la dueña de<br />
las monedas), mientras que puede leerse implícitamente<br />
cuando se señala en la tercera que el padre vio al hijo<br />
cuando todavía estaba lejos (15,20); como si hubiera estado<br />
oteando el horizonte todos los días esperando que<br />
llegara ese momento.<br />
El último motivo común a estas tres parábolas es el de<br />
la alegría por el hallazgo de lo que se había perdido,<br />
así como la invitación a compartir la alegría: 15,6b.9b<br />
y 15,22-24.31a. Cabe señalar que cada una de las tres<br />
elabora este motivo de acuerdo con las características<br />
propias y, sobre todo, que las dos primeras expresan este<br />
motivo en términos muy parecidos y concentran en él la<br />
enseñanza de la parábola: en el cielo se alegran cuando<br />
se convierte un pecador. Frente a la concreción de los sujetos<br />
de la alegría celeste en la parábola de la moneda<br />
perdida (los ángeles: 15,10), la de la oveja perdida mantiene<br />
al final la referencia indirecta pero clara a la circunstancia<br />
que motivó la parábola, es decir, las críticas<br />
de los escribas y fariseos por la actitud de Jesús ante los<br />
pecadores; por ello señala que la alegría del cielo por la<br />
conversión de un solo pecador es mayor que la producida<br />
por los justos que no necesitan convertirse. Tal referencia<br />
desaparece en la segunda parábola, que, sin embargo,<br />
se desarrolla ampliamente en la reacción del hijo mayor<br />
ante la actitud del padre de la tercera.<br />
Un amplio desarrollo adquiere también en la llamada<br />
parábola del hijo pródigo el motivo de la necesidad de<br />
la conversión, que las otras dos apuntan indicando que<br />
la mayor alegría la produce en el cielo la conversión de<br />
un pecador. La misericordia de Dios es infinita, pero no<br />
gratuita. Para poder gozarla es preciso acercarse a ella.<br />
Si las parábolas de la oveja y de la moneda perdida no<br />
desarrollan este aspecto es tal vez porque construyen su<br />
enseñanza en relación con seres inanimados –una oveja<br />
o una moneda. Al vincular dicha enseñanza a una<br />
persona, el hijo menor que abandona la casa, la tercera<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
165
Cáliz de la Misericordia<br />
Para el trabajo personal<br />
y la puesta en común (2)<br />
parábola facilita el amplio desarrollo del motivo de la<br />
conversión, que ocupa tal espacio en el conjunto y además<br />
resulta tan sugestiva que atrae la atención del lector<br />
hasta el punto de distraerlo del mensaje central de esta<br />
y de las otras parábolas: la misericordia de Dios con los<br />
pecadores.<br />
Porque, según el propio evangelista, el objetivo primero<br />
del conjunto de estas tres parábolas y, sobre todo de la<br />
tercera, no es otro que justificar la actitud que adoptó Jesús<br />
con los pecadores a lo largo de su vida, llamándolos<br />
al seguimiento, como ocurrió con Leví; aceptando su invitación<br />
a compartir con ellos la mesa; permitiendo que<br />
lo tocara una mujer pecadora, e incluso invitándose él<br />
mismo a entrar en casa de uno de ellos, como en el caso<br />
de Zaqueo. Estas parábolas son, sin duda, una justificación<br />
extraordinaria e irrefutable de dicha actitud. Y una<br />
llamada a adoptarla permanentemente en la Iglesia.<br />
- Dos parábolas, muy similares, por lo que ocurre. ¿Quién<br />
o a quien hemos perdido en la catequesis? (padres, niños<br />
y niñas, jóvenes, algún buen catequista…). ¿Salimos<br />
a buscarlos?<br />
- En la parábola de la moneda perdida, la mujer protagonista<br />
“barre” la estancia. ¿Qué elementos, costumbres,<br />
“exigencias” de nuestra catequesis hemos de barrer<br />
para encontrar lo que hemos perdido?<br />
- Las dos parábolas terminan con “alegría”, signo de una<br />
actuación misericordiosa. ¿nos produce este sentimiento<br />
nuestra tarea de catequistas o, por el contrario, frustración<br />
y tristeza?<br />
166<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
El Padre misericordioso<br />
(Lc 15,11-31)<br />
La enseñanza de Jesús alcanza su punto culminante en la<br />
tercera de las parábolas, que últimamente se prefiere denominar,<br />
con razón, “del Padre misericordioso”. En efecto, ya se<br />
ha señalado la fuerza que adquiere el relato en la descripción<br />
tanto del comportamiento del hijo desde que pide al<br />
padre la parte de la herencia que le corresponde (15,12-16),<br />
como de sus reflexiones sobre la posibilidad de volver a la<br />
casa paterna y la realización de su propósito (15,17-19). Pero,<br />
precisamente cuando llega este momento, al que se alude<br />
con mucha austeridad (15,20a), el relato se centra en la figura<br />
del padre, que, conmovido por la vuelta del hijo, casi<br />
no escucha su confesión, y lo restituye en su dignidad filial<br />
(15,20b-24). La constatación de la vuelta del hijo, que puede<br />
entenderse muy bien como el punto final de una espera<br />
dolorosa desde el momento de su marcha; la conmoción<br />
experimentada en lo más íntimo, su premura, su abrazo, los<br />
besos con que lo cubre: todo ello contribuye a que el oyente<br />
o el lector de la parábola acoja gozoso su mensaje: Dios<br />
ofrece en Jesús su misericordia a los pecadores.<br />
La mayor extensión de esta tercera parábola y, sobre todo,<br />
el hecho de que todos sus protagonistas sean seres personales,<br />
explica que en ella se desarrollen algunos de los<br />
elementos simplemente apuntados en las dos primeras: el<br />
de la voluntad de conversión, del que ya hemos hablado;<br />
el de la alegría y la necesidad de compartirla, traducida<br />
aquí, antes que nada, en la orden de preparar un banquete<br />
(15,22-24) y, tras la intervención del hijo mayor, en la reiteración<br />
de la necesidad de celebrar aquel banquete y de los<br />
motivos que lo justifican (15,31b); y, muy especialmente, el<br />
del amor misericordioso de Dios, que en Jesús ha “venido…<br />
a llamar a los pecadores a que se conviertan” (Lc 5,32).<br />
Para el trabajo personal<br />
y la puesta en común (3)<br />
- Hablamos muchas veces de la catequesis como proceso,<br />
como itinerario. Y es así: tiempo, experiencia, conocimientos,<br />
acercamiento al Señor… son elementos necesarios,<br />
no automáticos. ¿Los descubro en la parábola<br />
del padre misericordioso?<br />
- Desde esta parábola ¿cuáles son los elementos esenciales<br />
de este proceso?<br />
- ¿Cuál es el papel del catequista? ¿Y el de la comunidad<br />
parroquial?<br />
- ¿En que lugar me sitúo yo? ¿Y la catequesis, tal y como<br />
la tenemos organizada, en la parroquia?<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
167
Cáliz de la Misericordia<br />
COV<br />
Centro de<br />
Orientación<br />
Vocacional<br />
Catequesis<br />
para jóvenes<br />
168<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
“Convertíos y creed<br />
en el Evangelio”<br />
Catequesis<br />
Es la llamada a cambiar de rumbo, a encontrar un camino<br />
propio, a escuchar la voluntad de Dios que nos guía.<br />
Los jóvenes están sedientos de respuestas, necesitados de<br />
cambiar la mirada de un mundo que quiere que caminen<br />
por donde les mande. Dios tiene una respuesta, Dios tiene<br />
un camino, Dios quiere que descubran su vocación.<br />
Pero para cambiar de rumbo es necesario estar dispuesto a<br />
cambiar el destino. Hay que tener confianza y creer que Jesús<br />
es “buena noticia” para ti. Es necesario encontrarse con Él, ponerse<br />
en camino para descubrir que merece la pena escucharle<br />
y descubrir qué quiere de ti. Hay que recorrerlo con la alegría<br />
del que se sabe amado y llamado a amar a los demás.<br />
Descubrir la vocación es también un tiempo de <strong>Adviento</strong>, de<br />
preparación para recibir al Mesías que tiene un nuevo rumbo<br />
para ti. Es necesario ponerse en camino, dejarse guiar para<br />
adorar a Jesús, el Pan que se parte y se comparte. Y dejándole<br />
nacer en tu interior, descubrir que tiene un camino para ti.<br />
Os proponemos hacer un recorrido vocacional de mano<br />
de los Reyes Magos. Ellos se pusieron en camino confiando<br />
en los signos que Dios les enviaba, alegres por adorar<br />
al Único capaz de hacerles cambiar de rumbo.<br />
Lo haremos utilizando los textos del mensaje de San Juan<br />
Pablo II a los jóvenes del mundo con ocasión de la XX<br />
Jornada Mundial de la Juventud 2005 en Colonia. “Hemos<br />
venido a adorarle” (Mt 2,2) es el lema para este encuentro<br />
que presidiría su sucesor, el Papa Benedicto XVI.<br />
Los diferentes momentos del itinerario que se propone,<br />
nos abren las puertas a contemplar ese momento de preparación<br />
y encuentro con Jesucristo. Los Magos salen de<br />
sus comodidades para descubrir la voluntad de Dios y<br />
cambiar radicalmente de vida.<br />
Se sugiere para cada momento:<br />
- una introducción.<br />
- el texto del mensaje de San Juan Pablo II<br />
las citas bíblicas.<br />
- unas preguntas para la reflexión y la contemplación.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
169
Cáliz de la Misericordia<br />
Se pusieron en camino...<br />
La búsqueda siempre implica emprender un viaje. Pero<br />
un viaje desconocido y nada fácil, lleno de dudas. Lanzarse<br />
parece fácil, pero hemos de cuidar la preparación,<br />
especialmente la espiritual. Es un camino para dejar que<br />
hable, que me muestre una Palabra para mí. Pero es momento<br />
de prepararlo bien, ayudar a crear en mi interior<br />
una atmósfera de fe y escucha de la Palabra de Dios.<br />
En verdad, la luz de Cristo ya iluminaba la inteligencia<br />
y el corazón de los Reyes Magos. “Se pusieron<br />
en camino” (Mt 2,9), cuenta el evangelista,<br />
lanzándose con coraje por caminos desconocidos<br />
y emprendiendo un largo viaje nada fácil. No dudaron<br />
en dejar todo para seguir la estrella que habían<br />
visto salir en el Oriente (cfr. Mt 2,2).<br />
¿Estoy dispuesto a emprender un viaje así? ¿Cuáles son<br />
mis inseguridades? ¿Qué estoy preparando en mi vida<br />
para tomar decisiones? ¿Qué espacio ocupa la fe y la escucha<br />
de la Palabra de Dios?<br />
Y la estrella...<br />
iba delante de ellos<br />
Dios no para de poner signos en nuestro camino. No nos<br />
deja nunca de la mano, pero somos incapaces de comprender<br />
lo que nos está enviando porque tenemos la<br />
atención en otras muchas cosas. Hay falsas estrellas que<br />
nos deslumbran, que en el fondo no nos dan la alegría<br />
porque nos llevan a ellas mismas, no nos llevan al que<br />
da la verdadera alegría. Dios nos pone por delante personas,<br />
situaciones, experiencias para poder hablar con<br />
nosotros, para fiarnos.<br />
“Y la estrella... iba delante de ellos, hasta que llegó<br />
y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño”<br />
(Mt 2,9).<br />
Los Reyes Magos llegaron a Belén porque se dejaron<br />
guiar dócilmente por la estrella. Más aún,<br />
“al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría”<br />
(Mt 2,10). Es importante, queridos amigos, aprender<br />
a escrutar los signos con los que Dios nos<br />
llama y nos guía. Cuando se es consciente de ser<br />
guiado por Él, el corazón experimenta una auténtica<br />
y profunda alegría acompañada de un vivo deseo<br />
de encontrarlo y de un esfuerzo perseverante<br />
de seguirlo dócilmente.<br />
¿Qué estrellas ha puesto Dios en tu camino? ¿Quiénes son<br />
verdaderas estrellas que te llenan de alegría? ¿Por qué te<br />
resistes a ser guiado? ¿Has experimentado la verdadera<br />
alegría?<br />
170<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Vieron al niño<br />
con María su madre...<br />
Ese Niño ha venido a transformar tu vida, nuestra vida.<br />
Se hizo pobre entre los pobres para hacerse uno de nosotros<br />
y dar la vida por nosotros. Su amor supera cualquier<br />
cálculo, y su presencia no puede dejarte indiferente. La<br />
normalidad de un niño que nace, se convierte en algo extraordinario<br />
que puede cambiar tu vida como cambió la<br />
historia. Ha venido a dar la vida por nosotros, pudiendo<br />
estar lleno de gloria. La misericordia de Dios ha venido a<br />
transformar nuestras vidas.<br />
Aquel que - como nos recuerda san Pablo - “siendo<br />
rico, se hizo pobre por amor nuestro, para que vosotros<br />
fueseis ricos por su pobreza” (2Cor 8,9).<br />
¿De qué tiene Dios que salvarte? ¿Quién es este Jesús para<br />
ti? ¿Hasta dónde estás dispuesto a amar como Él?<br />
María es también nuestra madre, ¿qué te dice ella hoy a<br />
ti? ¿Con qué mirada te miraría frente al pesebre?<br />
María, en silencio, también se convierte en respuesta<br />
para muchas de nuestras preguntas. Ella es la puerta por<br />
la que Dios ha transformado el mundo.<br />
“Entraron en la casa, vieron al niño con María su<br />
madre” (Mt 2,11). Nada de extraordinario a simple<br />
vista. Sin embargo, aquel Niño es diferente a<br />
los demás: es el Hijo primogénito de Dios que se<br />
despojó de su gloria (cfr. Fil 2,7) y vino a la tierra<br />
para morir en la Cruz. Descendió entre nosotros y<br />
se hizo pobre para revelarnos la gloria divina que<br />
contemplaremos plenamente en el Cielo, nuestra<br />
patria celestial.<br />
¿Quién podría haber inventado un signo de amor<br />
más grande? Permanecemos extasiados ante el<br />
misterio de un Dios que se humilla para asumir<br />
nuestra condición humana hasta inmolarse por<br />
nosotros en la Cruz (cfr. Fil 2,6-8). En su pobreza,<br />
vino para ofrecer la salvación a los pecadores.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
171
Cáliz de la Misericordia<br />
En la “casa del pan”...<br />
El pesebre no se encuentra tan lejos de nuestra vida. El Redentor<br />
se hace presente en la Eucaristía, “el Pan de vida”.<br />
El Niño indefenso se nos ofrece como el alimento de vida<br />
eterna. Pero no sabemos aprovechar la Eucaristía como<br />
ese momento de encuentro con el que nos ama tanto. Tan<br />
cerca y tan lejos, cuando nosotros no le dejamos entrar<br />
en nuestras vidas. Es así como ha decidido darse enteramente<br />
por nosotros, compartirse y alimentarnos con su<br />
cuerpo y con su sangre. Y sin embargo, puedo perderme<br />
esa presencia grande de Jesús sacramentado.<br />
Los Reyes Magos encontraron a Jesús en “Bêtlehem”,<br />
que significa “casa del pan”. En la humilde<br />
cueva de Belén yace, sobre un poco de paja, el<br />
“grano de trigo” que muriendo dará “mucho fruto”<br />
(cfr. Jn 12,24). Para hablar de sí mismo y de su misión<br />
salvífica, Jesús, en el curso de su vida pública,<br />
recurrirá a la imagen del pan. Dirá: “Yo soy el<br />
pan de vida”, “Yo soy el pan que bajó del cielo”, “El<br />
pan que yo le daré es mi carne, vida del mundo”<br />
(Jn 6,35.41.51).<br />
El Niño, colocado suavemente en el pesebre por<br />
María, es el Hombre-Dios que veremos clavado en<br />
la Cruz. El mismo Redentor está presente en el sacramento<br />
de la Eucaristía. En el establo de Belén<br />
se dejó adorar, bajo la pobre apariencia de un neonato,<br />
por María, José y los pastores; en la Hostia<br />
consagrada lo adoramos sacramentalmente presente<br />
en cuerpo, sangre, alma y divinidad, y Él se<br />
ofrece a nosotros como alimento de vida eterna.<br />
La santa Misa se convierte ahora en un verdadero<br />
encuentro de amor con Aquel que se nos ha dado<br />
enteramente. No dudéis, queridos jóvenes, en responderle<br />
cuando os invita “al banquete de bodas<br />
del Cordero” (cfr. Ap 19,9). Escuchadlo, preparaos<br />
adecuadamente y acercaos al Sacramento del Altar,<br />
especialmente en este Año de la Eucaristía que<br />
he querido declarar para toda la Iglesia.<br />
¿Qué actitud tienes al ponerte frente la Eucaristía? ¿Qué<br />
le pides a Dios que alimente en tu vida? ¿Cómo te acercas<br />
al Sacramento del Altar? ¿Cuánto falta por tu parte<br />
para que la Misa sea un verdadero encuentro de amor<br />
con Aquel que se nos ha dado enteramente?<br />
172<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Y postrándose<br />
le adoraron<br />
Estamos poco acostumbrados a postrarnos y adorar. Pero<br />
es el momento de reconocer que es nuestro Señor, nuestro<br />
Salvador, nuestro Creador. Nos bombardean con todo tipo<br />
de modelos, de modas, de elecciones que nosotros no hemos<br />
hecho. Dios quiere liberarte de todo esto, quiere abrir<br />
en tu monotonía una brecha, un camino distinto. ¡¡Pero<br />
cómo nos cuesta!! Quizás es el momento de preguntar menos<br />
y adorar más. Los Magos no hicieron preguntas, ¿y tú?<br />
“Y postrándose le adoraron” (Mt 2,11). Si en el Niño<br />
que María estrecha entre sus brazos los Reyes Magos<br />
reconocen y adoran al esperado de las gentes<br />
anunciado por los profetas, nosotros podemos<br />
adorarlo hoy en la Eucaristía y reconocerlo como<br />
nuestro Creador, único Señor y Salvador.<br />
¡Jóvenes, no creáis en falaces ilusiones y modas<br />
efímeras que no pocas veces dejan un trágico vacío<br />
espiritual! Rechazad las seducciones del dinero,<br />
del consumismo y de la violencia solapada que<br />
a veces ejercen los medios de comunicación.<br />
Adorad a Cristo: Él es la Roca sobre la que construir<br />
vuestro futuro y un mundo más justo y solidario.<br />
Jesús es el Príncipe de la paz, la fuente del perdón<br />
y de la reconciliación, que puede hacer hermanos<br />
a todos los miembros de la familia humana.<br />
¿Ante cuántas cosas te postras y adoras aún sin ser consciente?<br />
¿Sobre qué quieres construir tu futuro? ¿Qué seguridades<br />
estás buscando?<br />
Abrieron sus cofres<br />
y le ofrecieron dones...<br />
Nos presentamos ante Jesucristo con las manos vacías, o<br />
al menos así nos lo parece. Pero tenemos los mayores dones<br />
que ofrecer. Los Magos ofrecieron lo mejor que tenían,<br />
porque reconocían en aquel niño al Mesías. Nosotros no<br />
siempre estamos dispuestos a desprendernos de lo más<br />
valioso, nos cuesta dar la vida por otros, nos cuesta entregar<br />
la libertad por amor, nos cuesta orar de corazón,<br />
nos cuesta ser agradecidos. Pero esta es la oportunidad,<br />
frente a Dios mismo vuelvo a poder dar parte de mí.<br />
“Abrieron sus cofres y le ofrecieron dones de oro,<br />
incienso y mirra” (Mt 2,11). Los dones que los Reyes<br />
Magos ofrecen al Mesías simbolizan la verdadera<br />
adoración.<br />
Queridos jóvenes, ofreced también vosotros al Señor<br />
el oro de vuestra existencia, o sea la libertad<br />
de seguirlo por amor respondiendo fielmente a su<br />
llamada; elevad hacia Él el incienso de vuestra<br />
oración ardiente, para alabanza de su gloria; ofrecedle<br />
la mirra, es decir el afecto lleno de gratitud<br />
hacia Él, verdadero Hombre, que nos ha amado<br />
hasta morir como un malhechor en el Gólgota.<br />
¿Qué estás dispuesto a ofrecer? ¿Qué te guardas? ¿A qué<br />
tienes miedo? ¿La libertad de seguirlo por amor? ¿La oración<br />
ardiente? ¿El afecto lleno de gratitud hacia Él? ¿Estás<br />
dispuesto a ofrecerle tu vida y responder a su llamada?<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
173
Cáliz de la Misericordia<br />
Se retiraron a su país<br />
por otro camino...<br />
El encuentro con el Mesías, no deja indiferente a nadie. Es<br />
el cambio de camino de los que se han convertido, aquellos<br />
que quieren aproximarse y parecerse a Aquel con el<br />
que se han encontrado. Es cuestión de hacerse preguntas<br />
valientes, de escuchar la voluntad de Dios para saber<br />
que puedo alcanzar la felicidad. Hay que estar dispuesto<br />
a cambiar de lleno.<br />
“Se retiraron a su país por otro camino” (Mt 2,12).<br />
El Evangelio precisa que, después de haber encontrado<br />
a Cristo, los Reyes Magos regresaron<br />
a su país “por otro camino”. Tal cambio de ruta<br />
puede simbolizar la conversión a la que están llamados<br />
los que encuentran a Jesús para convertirse<br />
en los verdaderos adoradores que Él desea<br />
(cfr. Jn 4,23-24). Esto conlleva la imitación de su<br />
modo de actuar transformándose, como escribe el<br />
apóstol Pablo, en una “hostia viva, santa, grata a<br />
Dios”. Añade después el apóstol de no conformarse<br />
a la mentalidad de este siglo, sino de transformarse<br />
por la renovación de la mente, “para que<br />
sepáis discernir cuál es la voluntad de Dios, buena,<br />
grata y perfecta” (cfr. Rom 12,1-2).<br />
Escuchar a Cristo y adorarlo lleva a hacer elecciones<br />
valerosas, a tomar decisiones a veces heroicas.<br />
Jesús es exigente porque quiere nuestra auténtica<br />
felicidad. Llama a algunos a dejar todo para que<br />
le sigan en la vida sacerdotal o consagrada. Quien<br />
174<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
advierte esta invitación no tenga miedo de responderle<br />
“sí” y le siga generosamente. Pero más allá<br />
de las vocaciones de especial consagración, está<br />
la vocación propia de todo bautizado: también es<br />
esta una vocación a aquel “alto grado” de la vida<br />
cristiana ordinaria que se expresa en la santidad<br />
(cfr. Novo millennio ineunte, 31). Cuando se encuentra<br />
a Jesús y se acoge su Evangelio, la vida<br />
cambia y uno es empujado a comunicar a los demás<br />
la propia experiencia.<br />
Es hora de hacerse grandes preguntas. ¿Qué te impide responder<br />
“sí” a seguirle? ¿Cómo quieres imitar a aquel que<br />
ha venido a transformarte? ¿Cuál es la voluntad de Dios<br />
en tu vida?<br />
Himno JMJ Colonia 2005<br />
“Venimus adorare eum, Emmanuel”<br />
https://www.youtube.com/watch?v=yDkO<br />
OF3Guxk&list=RDyDkOOF3Guxk#t=1<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
175
Cáliz de la Misericordia<br />
COV<br />
Centro de<br />
Orientación<br />
Vocacional Catequesis<br />
para niños<br />
176<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
“Convertíos y creed<br />
en el Evangelio”<br />
Catequesis<br />
En el principio Dios creó al hombre por Amor y para el Amor.<br />
El hombre, siendo amigo de Dios era muy feliz. Pero poco a<br />
poco se va separando de Dios, porque tiene miedo de sus<br />
castigos, porque no sabe amar a los demás, ni siquiera sabe<br />
amarse a sí mismo. El hombre empieza a sufrir mucho porque<br />
se separa del Amor. Pero entonces aparece la compasión<br />
de Dios, que quiere salvar al hombre de su sufrimiento.<br />
Para ello elige a unos amigos, los profetas, que transmiten<br />
a los pueblos que Dios ama al hombre y que como lo ama<br />
tanto va a enviar un Salvador. El pueblo espera y reza deseando<br />
que el Salvador que Dios ha prometido, llegue.<br />
Pasa el tiempo hasta que Dios ve que ha llegado la hora,<br />
entonces elige a una joven, María, y a un joven, José,<br />
para que sean los papás del Salvador y formen una familia,<br />
una familia al gusto de Dios. Dios habla con María<br />
y José a través de unos ángeles y ellos le dicen “Sí” al<br />
Señor. En el tiempo hasta que nace el Niño, sus Padres<br />
creen, esperan y aman, contemplan el misterio y preparan<br />
la llegada de Jesús, Salvador.<br />
El <strong>Adviento</strong> es este camino de espera hasta que se cumple<br />
la promesa que Dios hizo al hombre: la venida del Salvador.<br />
Y en este camino se nos invita a ponernos en marcha,<br />
a tener esperanza, el Señor va a cumplir su promesa<br />
pronto. Esa invitación llega ahora a mi vida. También yo<br />
espero salir de mi pecado. También yo necesito sentir el<br />
Amor misericordioso y fiel de mi Padre, que no me abandona<br />
ni siquiera después de mi pecado.<br />
El Salvador llega. Juan lo anuncia. La voz que suena en<br />
el desierto llega hasta nosotros: “El tiempo se ha cumplido<br />
y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en el<br />
Evangelio” (Mc 1,15-16).<br />
Con la llegada de Jesús se anuncia la llegada del Reino<br />
de Dios, ¿En qué consiste ese Reino? En vivir según lo que<br />
Dios quiere y espera de los hombres: amor, justicia, solidaridad,<br />
fraternidad, libertad, compasión, paz,….<br />
En este camino se nos invita a la conversión: adecuar<br />
nuestra vida a los deseos de Dios. La conversión es un<br />
cambio, un sí total de entrega a Jesús. La conversión no<br />
exige estar libre de pecado pero si exige la reconciliación,<br />
y es tarea de toda una vida, de cada circunstancia, de<br />
cada momento. Todos tenemos necesidad de conversión,<br />
los creyentes y los no creyentes. Éste es el tiempo oportuno,<br />
un tiempo de gracia.<br />
Por último se nos invita a creer en el Evangelio, a desear<br />
que se cumpla en nuestra vida y que sea nuestra referencia.<br />
¡Cómo no correr llenos de entusiasmo hacia el portal de<br />
Belén cuando es Dios mismo quien viene al encuentro del<br />
hombre!<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
177
Cáliz de la Misericordia<br />
Juego<br />
Primera parte:<br />
Representación de la historia desde la creación del hombre<br />
hasta el nacimiento de Jesús haciendo hincapié en<br />
los personajes que se alejan de Dios (cojo, ciego, deprimido,…).<br />
En el teatro: que Dios les haga la promesa del<br />
Reino, de la Vida eterna.<br />
En el principio Dios creó al hombre por Amor y<br />
para el Amor. El hombre, siendo amigo de Dios era<br />
muy feliz. Pero poco a poco se va separando de<br />
Dios, porque tiene miedo de sus castigos, porque<br />
no sabe amar a los demás, ni siquiera sabe amarse<br />
a sí mismo (está ciego, cojo, impedido, triste,…) El<br />
hombre empieza a sufrir mucho porque se separa<br />
del amor. Pero entonces aparece la compasión de<br />
Dios, que quiere salvar al hombre de su sufrimiento.<br />
Para ello elige a unos amigos, los profetas, que<br />
transmiten a los pueblos que Dios ama al hombre<br />
y que como lo ama tanto va a enviar un salvador.<br />
El pueblo espera y reza deseando que el Salvador<br />
que Dios ha prometido, llegue.<br />
Haremos 8 grupos con los niños. Los personajes serán<br />
8 monitores disfrazados pero cada uno con una minusvalía<br />
distinta.<br />
Ciego ......................................................................................... ojos<br />
Sordo .................................................................................. oídos<br />
Manco ........................................................................ manos<br />
Cojo ................................................................................................ pies<br />
Mudo ..................................................................................... boca<br />
No puede amar .............................. corazón<br />
No piensa ............................................................. mente<br />
Estrés ........................................................................... tiempo<br />
Estos estarán distribuidos en las diferentes pruebas y tras<br />
haber narrado la historia, los niños averiguarán su problema,<br />
para a continuación realizar la prueba. Los grupos<br />
de niños no cambiarán de prueba hasta que no lo indique<br />
el silbato, y cambiarán de menor a mayor número<br />
es decir de la 1 a la 2 y no de la 2 a la 1.<br />
Cada personaje les contará una historia y los niños deberán<br />
decirle dónde se ha equivocado. Les preguntará<br />
si a ellos les ha ocurrido alguna vez. Habrá que hacerles<br />
ver que somos como estos personajes, que nos falta fe,<br />
que el pecado nos lleva a la tristeza y que necesitamos<br />
un salvador, que necesitamos convertirnos cada día. En<br />
cada prueba se les dará unas letras para resolver el panel<br />
final.<br />
178<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Ciego: “El otro día estaba en casa, mis padres me han<br />
prohibido jugar con la Wii pero se marcharon de cena con<br />
los amigos y como estaba yo solo decidí que podía jugar.<br />
¿Por qué estoy triste?”.<br />
Prueba 1. Ciego<br />
Guiar por circuito con ojos vendados. Letras A, C.<br />
Sordo: “Mi madre estaba en la cocina mientras yo estaba<br />
mirando la tele me pidió por favor que pusiera la mesa. A<br />
mi no me apetecía así que subí el volumen de televisión.<br />
Ahora estoy triste. ¿Qué me pasa?”.<br />
Prueba 2. Sordo<br />
Barrera del sonido. Descifrar lo q me dice el compañero<br />
del otro lado mientras otros chillan impidiéndome<br />
escuchar.<br />
Cojo: “El domingo estuve en casa de un amigo todo el<br />
día, al día siguiente mi padre me dijo que no me olvidara<br />
de recoger el pan pero yo estaba muy cansado así que<br />
mande a mi hermana pequeña. Ahora no sé qué me pasa.<br />
¿Qué creéis vosotros?”.<br />
Prueba 3. Cojo<br />
Ir a la pata coja con un vaso de agua. Letras E, N.<br />
Manco: “Mi amigo Esteban me pidió el balón de futbol<br />
que me acababan de regalar pero es mi favorito y le dije<br />
que no. ¡Estoy triste! ¡Muy triste!<br />
Prueba 4. Manco<br />
Adivinar que moneda es solo con el tacto con las<br />
manos por la espalda. Letras I, Y, R.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
179
Cáliz de la Misericordia<br />
Mudo: “Me llamo María. Todos los Domingos voy a misa<br />
con mis padres y mis amigos de clase siempre me preguntan<br />
cosas de la iglesia pero yo digo que no sé nada.<br />
¿Por qué no estoy contenta?<br />
Prueba 5. Mudo<br />
Teléfono loco con signos. Letras O, V.<br />
Corazón: “Como es típico todos los sábados vamos a comer<br />
a casa de mi abuela pero a mí no me apeteció ir y me<br />
quede en casa. ¿Hice lo correcto?<br />
Prueba 6. Corazón<br />
De la palabra AMOR sacar otras 4 que empiecen<br />
por esas letras. Letras U, S.<br />
Mente: “De mayor quiero ser Medico pero para ello he de<br />
estudiar mucho… mis padres me lo dicen todos los días<br />
pero yo prefiero chatear en Internet. ¿Creéis que me equivoco?”.<br />
Prueba 7. Mente<br />
Acordarse del mayor número de objetos colocados<br />
en una mesa. Se los enseñamos unos segundos y<br />
los tapamos. Letras L, G.<br />
Tiempo: “Me levanto a las 8 de la mañana, luego desayuno<br />
un buen tazón de leche con cereales y voy a clase<br />
toda la mañana y tarde .Por la tarde voy a repaso, clases<br />
de violín y natación. Estudio 3 horas diarias. Al acabar el<br />
día estoy muy cansada. ¿Qué creéis que me pasa?<br />
Prueba 8. Tiempo<br />
Resolver operaciones matemáticas sencillas al<br />
mismo tiempo que se salta a la comba. Letras T, D.<br />
180<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Segunda parte:<br />
Pasa el tiempo hasta que Dios ve que ha llegado<br />
la hora, entonces elige a una joven: María y a un<br />
joven: José, para que sean los papás del Salvador<br />
y formen una familia, una familia al gusto de<br />
Dios. Dios habla con María y José a través de unos<br />
ángeles y ellos le dicen “Sí” al Señor. En el tiempo<br />
hasta que nace el niño, sus padres creen, esperan y<br />
aman, contemplan el misterio y preparan la llegada<br />
de Jesús, salvador.<br />
(Nace el niño y salen los personajes anteriores a<br />
adorar al niño en el portal y se despojan de sus<br />
ataduras y minusvalías)<br />
Finalmente entre todos se descubre el panel con las letras<br />
donde pondrá:<br />
“Convertíos y creed en el Evangelio” y se les explicará<br />
a los niños el significado de conversión, que estamos en<br />
un tiempo de gracia que Dios nos regala y que hemos de<br />
aprovecharlo, ¿cómo? (poner ejemplos de su vida diaria<br />
donde puedan sentirse reflejados).<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
181
Cáliz de la Misericordia<br />
Comisión<br />
Diocesana<br />
de Misiones<br />
<strong>Adviento</strong><br />
Misionero 2015<br />
Presentación<br />
Cuando estamos a punto de inaugurar el Año de la Misericordia,<br />
comenzamos el <strong>Adviento</strong> 2015. Deseamos que<br />
tenga un marcado acento misionero.La palabra “Gracias”<br />
se hará presente en cada una de las semanas e invitará,a<br />
los niños y a sus animadores,a esperar la venida del Señor<br />
desde el agradecimiento por todo lo que supone que<br />
Dios envíe a su Hijo para ayudarnos a encontrarnos con<br />
Él con más facilidad.<br />
182<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Sembradores de estrellas<br />
Objetivos<br />
- Proporcionar a los agentes de pastoral una ayuda<br />
para que los niños descubran la naturaleza del <strong>Adviento</strong><br />
como tiempo de preparación personal, y comunitaria,<br />
para recibir a Jesús en <strong>Navidad</strong>.<br />
- Integrar en esta actividad el proceso de preparación<br />
de la Jornada de Infancia Misionera, teniendo presente<br />
el lema de este año, “Gracias”.<br />
- Colaborar con los educadores para que los niños,<br />
desde la escucha de la Palabra de Dios y la oración,<br />
descubran la dimensión misionera que conlleva la<br />
acogida de Jesús en nuestras vidas.<br />
- Ayudar a las familias a acompañar a los niños en la<br />
realización de las actividades y de los signos que les<br />
proponemos para vivir con espíritu misionero este<br />
tiempo litúrgico.<br />
Esta actividad pastoral nació con el deseo de destacar el<br />
carácter misionero de la <strong>Navidad</strong>.Los que esperamos el<br />
nacimiento de Jesús sabemos que no podemos quedarnos<br />
para nosotros ese gran regalo. Es necesario correr la<br />
voz y comunicar esa buena noticia a los que nos encontremos<br />
en nuestras calles y plazas.<br />
Por otro lado, tiene también la dimensión de la gratitud.<br />
Los mismos niños que, con motivo del DOMUND, han pedido<br />
ayuda para los misioneros, ahora regalan, en nombre<br />
de estos, una estrellita como signo de gratitud por la<br />
limosna que en su momento entregaron para la labor<br />
misionera.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
183
Cáliz de la Misericordia<br />
Domingo 1º de <strong>Adviento</strong><br />
29 de noviembre<br />
“Mirad que llegan días...”<br />
(Jeremías 33,14)<br />
“Esperanza”<br />
Motivación<br />
Jeremías se dirige al pueblo de Israel en esos años duros<br />
del destierro. Están lejos de su país. El pasaje que proclamamos<br />
hoy pretende infundir esperanza en el pueblo.<br />
Invita a todos a mirar más allá de la realidad presente<br />
y a pensar que Dios no los ha abandonado y que está a<br />
punto de llegar el día en que va a cumplir la promesa de<br />
acudir en su ayuda.<br />
Una característica esencial del <strong>Adviento</strong> es la esperanza.<br />
roponemos dedicar este tiempo litúrgico a la preparación<br />
del corazón para la llegada de Jesús.<br />
Signos<br />
La primera semana de <strong>Adviento</strong> habla de una esperanza<br />
activa, para que no pase el tiempo sin más.Es necesario<br />
invitar a los niños a aprovechar el tiempo, llenando de<br />
alegría e ilusión todo lo que les rodea.<br />
Para ello, se proponen dos signos que pueden ser presentados<br />
durante la celebración de la eucaristía o, si esto no<br />
es posible, en la clase o lugar de la catequesis:<br />
- Un reloj, suficientemente grande como para que se<br />
vea a cierta distancia. Es una manera de expresar la<br />
esperanza con la ilusión de prepararnos para la la<br />
celebración de la llegada de Jesús en la <strong>Navidad</strong>,<br />
en la noche del 24 de diciembre.Es necesario que el<br />
reloj no se pare, que el tiempo no se detenga.<br />
- Unas pinturas de cera y un dibujo a medio colorear,<br />
con la propuesta de culminar la tarea iniciada. El <strong>Adviento</strong><br />
invita a vencer la tentación del abandono cuando<br />
aparecen el cansancio y las ganas de dejarlo todo.<br />
Compromiso<br />
Proponer a los niños:<br />
- Esforzarse para aprovechar el tiempo con el fin de<br />
estar preparados para la llegada de Jesús.<br />
- Colaborar con otros en este camino, porque hemos<br />
de llegar juntos a la meta.<br />
184<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Domingo 2º de <strong>Adviento</strong><br />
6 de diciembre<br />
“Siempre que rezo por vosotros...”<br />
(Filipenses 1,4)<br />
“Oración”<br />
Motivación<br />
Pablo escribe una carta a los cristianos de Filipos y, después<br />
del saludo, les dice que reza por ellos.Y, además,<br />
añade que lo hace con alegría. En esta segunda semana<br />
de <strong>Adviento</strong> nos fijamos en la oración, que es la mejor<br />
manera de recorrer el camino de esperanza iniciado la<br />
semana pasada.<br />
La oración es el mejor medio para ayudar a los demás, a<br />
los que están cerca y también a los que están lejos. Rezar<br />
“por” los misioneros que necesitan nuestra ayuda y rezar<br />
“con” los misioneros, para que Dios nazca también en<br />
aquellos lugares donde ellos están.<br />
Signos<br />
Permanecen a la vista de los niños el reloj, que no ha dejado<br />
de funcionar marcando el paso del tiempo, y el dibujo,<br />
que se está ultimando con la colaboración de todos.<br />
Ahora incorporamos dos nuevos signos:<br />
- La revista GESTO. Su último número está dedicado a la<br />
<strong>Navidad</strong>. A través de ella, los pequeños lectores pueden<br />
conocer cómo viven otras personas, otros niños como<br />
ellos. Interesa saber qué les pasa, cuáles son sus alegrías<br />
y sus necesidades.Solamente conociendo, estando<br />
informados, podemos pedir al Padre lo que necesitan.<br />
- El rosario misionero. Cada uno de sus misterios lleva<br />
el color de un continente. Un niño misionero reconoce<br />
que Jesús nace para todos.Además, estamos cerca de<br />
la Inmaculada, y con el rosario expresamos también<br />
que María es madre de todos los misioneros.<br />
Compromiso<br />
Plantear a los niños la posibilidad de:<br />
- Revisar las oraciones que saben y que suelen practicar.Para<br />
ello,se les puede presentar el folleto Oraciones<br />
del niño misionero y rezar juntos alguna de ellas.<br />
- San Pablo invitaba a los fieles de Filipos a la oración<br />
de acción de gracias. Aunque al rezar solemos pedir<br />
muchas cosas, la oración que más gusta a Jesús es<br />
la acción de gracias y de alabanza.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
185
Cáliz de la Misericordia<br />
Domingo 3º de <strong>Adviento</strong><br />
13 de diciembre<br />
“Estad siempre alegres”<br />
(Filipenses 4,4)<br />
“Alegría”<br />
Motivación<br />
Ya está próxima la <strong>Navidad</strong>,y las lecturas de este tercer<br />
domingo de <strong>Adviento</strong> tienen,como tema común, la alegría.<br />
No hay nada más cercano y propio de los niños que<br />
la alegría. Un niño es alegre por naturaleza.<br />
La esperanza, alimentada con la oración y el servicio a<br />
los demás, ofrece la alegría como uno de sus frutos.La<br />
alegría es un deseo profundamente arraigado también<br />
en el corazón de los adultos.¡Cuántas actividades realizamos<br />
con el afán de estar alegres! Y al final del día, agradecemos<br />
los momentos que nos han ayudado a estar<br />
contentos y hacer cuanto estaba de nuestra parte para<br />
hacer felices a los demás.<br />
Signos<br />
En algún lugar de la iglesia se colocan los signos que<br />
hemos ido incorporando a la catequesis: reloj, lámina de<br />
colorear, Gesto y rosario. A ellos se suman los que se proponen<br />
para esta tercera semana:<br />
- La Hucha del Compartir.Ayudar a los demás nos<br />
hace sentir útiles y colaboradores para hacer un<br />
mundo mejor. Con ella se quiere significar la belleza<br />
del compartir, no solo el dinero u otras cosas materiales,<br />
sino también nuestro tiempo para acompañar,<br />
ayudar en clase y en casa, etc.<br />
Compromiso<br />
Ante la inmediatez de la <strong>Navidad</strong>, sugerimos que los niños:<br />
- Tomen una Hucha del Compartir para que, una vez<br />
comprendido su sentido, la lleven a casa para ponerla<br />
junto al belén o el árbol de <strong>Navidad</strong>. Se puede<br />
presentar en la misa del día de Infancia Misionera<br />
—24 de enero— para expresar cómo estos niños<br />
han compartido sus cosas.<br />
- Asuman el compromiso de colaborar en la clase, en<br />
casa o dentro del grupo de amigos, y de participar<br />
en la Jornada de Sembradores de Estrellas.<br />
- Una pandereta, instrumento necesario para acompañar<br />
los villancicos. Con ella se expresa la alegría<br />
ante la llegada de Jesús.Queremos manifestar también<br />
nuestra alegría ante la vida y ante el futuro,<br />
porque miramos con confianza la palabra de Dios.<br />
186<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Domingo 4º de <strong>Adviento</strong><br />
20 de diciembre<br />
“Pequeña entre las aldeas”<br />
(Miqueas 5,1)<br />
“Cosas pequeñas”<br />
Motivación<br />
Muchos viven o vivimos en grandes ciudades, en grandes<br />
edificios. Nos deslumbran los grandes coches... Es una sociedad<br />
que está obsesionada con la grandeza.Desde esta<br />
perspectiva, se corre el riesgo de no dar valor a lo pequeño.Esto<br />
puede ser un problema,porque nuestra vida se va<br />
haciendo, en su mayor parte, de cosas pequeñas y, a veces,<br />
rutinarias y monótonas.No sabemos disfrutar y agradecer<br />
esas pequeñas cosas que tenemos, y nos deslumbran<br />
las cosas grandes que no están a nuestro alcance.<br />
Las lecturas de este domingo nos presentan el deseo de Dios<br />
de fijarse en lo pequeño para hacer grandes maravillas.<br />
Signos<br />
Compromiso<br />
Se acerca la <strong>Navidad</strong>.Para que los niños puedan vivir<br />
este tiempo de fiesta y de encuentro con Jesús, se proponen<br />
estos compromisos, que, aunque parezcan pequeños,<br />
son sumamente importantes:<br />
- Intentar cada día una pequeña acción de ayuda y<br />
colaboración en las tareas de la casa.<br />
- Saludar a Jesús o hablar con Él por medio de un villancico,<br />
o bien con alguna de las Oraciones del niño<br />
misionero.<br />
- Compartir con otros niños la revista Gesto, en especial<br />
las páginas 12 y 13 de este número de <strong>Navidad</strong>,<br />
dedicadas a la figura del profeta Miqueas.<br />
A los de las tres semanas precedentes, se suman dos nuevos<br />
signos misioneros:<br />
- Un tornillo, en comparación con el conjunto del coche<br />
o de la maquinaria, es prácticamente insignificante;<br />
pero es suficiente la pérdida de un tornillo, o<br />
que ese pequeño tornillo esté flojo, para que el coche<br />
o la maquinaria no funcione.<br />
- Una semilla, un pequeño bulbo.De él salen después<br />
unas flores maravillosas. Queremos unirnos a ese<br />
sentimiento de María, cuando reconoce que el Señor<br />
ha hecho obras grandes en Ella, y que enaltece a los<br />
pequeños.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
187
Cáliz de la Misericordia<br />
Sembradores<br />
de estrellas<br />
Ambientación<br />
Si es en la parroquia, comenzamos desde un lugar próximo<br />
al belén. Si es en el colegio, o en los salones parroquiales,<br />
procuramos que, de alguna forma, estén presentes<br />
las figuras centrales del nacimiento. En ambos casos,<br />
es importante tener muy cerca los signos que durante el<br />
tiempo de <strong>Adviento</strong> se han ido viviendo cada semana.<br />
El acto se ha preparado previamente con ensayo de villancicos<br />
y con el material necesario para el envío, sobre<br />
todo con la certeza de que los niños serán acompañados<br />
por los animadores.<br />
Canto de inicio<br />
Villancico.<br />
Saludo y ambientación<br />
Bienvenidos todos a esta celebración del envío.Es una<br />
suerte contar con este grupo de niños, niñas y jóvenes<br />
que, acompañados de sus animadores, catequistas o familiares,<br />
quieren salir a las calles para llevar la alegre<br />
noticia de que Jesús nace para todos.<br />
Alguno puede pensar que ese anuncio ya no es una noticia.Se<br />
equivoca:hay muchas personas que aún no han recibido<br />
el Evangelio, y otras que lo han olvidado. El papa<br />
san Juan Pablo II nos dijo en una de sus encíclicas que<br />
“esta misión se halla todavía en sus comienzos”.<br />
Como bautizados sabemos que somos misioneros, y por<br />
eso hoy salimos a la calle con nuestros cantos, nuestras<br />
sonrisas y nuestras estrellas para anunciar el nacimiento<br />
de Jesús.<br />
Lectura (Lucas 2, 8-15)<br />
El texto se puede representar o leer a varias voces.<br />
El que preside o coordina la celebración puede hacer<br />
alusión a la tarea de los ángeles de traer una noticia tan<br />
extraordinaria a la tierra y, además, hacerlo con alegría.<br />
Los niños y jóvenes asumen ahora la función de los ángeles<br />
y van a ser emisarios que lleven, con alegría, la noticia<br />
del nacimiento de Jesús a los que se encuentren en<br />
las calles y plazas.<br />
188<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Peticiones<br />
A cada petición respondemos: “Que brille tu luz, Señor”.<br />
Es conveniente que las peticiones se hayan preparado<br />
antes, en la clase o en los grupos, y que ahora algunos<br />
niños o jóvenes las hagan, en nombre de todos. Pueden<br />
servir también las siguientes:<br />
Para que nadie se quede sin saber que en <strong>Navidad</strong><br />
“Tú naces para todos”.<br />
Ayúdanos a llevar tu luz a los demás.<br />
R/. Que brille tu luz, Señor.<br />
Para que todas las personas descubran<br />
la alegría de tu amistad.<br />
Ayúdanos a llevar tu luz a los demás.<br />
R/. Que brille tu luz, Señor.<br />
Para que los niños que pasan necesidades<br />
sientan la alegría de nuestro compartir.<br />
Ayúdanos a llevar tu luz a los demás.<br />
R/. Que brille tu luz, Señor.<br />
Para que seamos misioneros<br />
sembrando nuestra ciudad (o pueblo) de estrellas.<br />
Ayúdanos a llevar tu luz a los demás.<br />
R/. Que brille tu luz, Señor.<br />
Envío<br />
Después de explicar cómo se van a sembrar las estrellas,<br />
se bendicen, y también a los sembradores.<br />
Antes de salir, tomamos conciencia de que somos enviados<br />
por la Iglesia para realizar esta misión. Aceptamos el<br />
envío diciendo: “SÍ, QUIERO”.<br />
¿Queréis llenar las calles de alegría, amor e ilusión?<br />
R/. SÍ, QUIERO.<br />
¿Queréis anunciar a todos que Jesús viene<br />
a nacer en nuestro corazón?<br />
R/. SÍ, QUIERO.<br />
¿Queréis llevar el amor de Dios a todos los<br />
que viven tristes, solos y olvidados?<br />
R/. SÍ, QUIERO.<br />
En nombre de Dios os bendigo , en nombre de Jesús os<br />
envío y en nombre de la Iglesia os acompaño.<br />
Canto final<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
189
Para la PARROQUIA<br />
Propuesta<br />
de CANTOS<br />
Los cantos que proponemos se pueden encontrar en:<br />
- Cantoral Litúrgico Nacional<br />
(Coeditores Litúrgicos)<br />
Secretariado Nacional de Liturgia. Madrid (CLN)<br />
- Cantoral de Misa Domincal<br />
(Centre de Pastoral Litúrgica)<br />
Barcelona (MD)<br />
- Cantate Domino<br />
(Parròquia Sant Jaume Apòstol)<br />
Algemesí (Valencia) (CD)<br />
El Animador puede elegir el canto que considere más<br />
apropiado. Téngase en cuenta que en el criterio de la selección<br />
debe tenerse en consideración el texto del canto<br />
(o cantos), más que la música.<br />
Si no se conoce la música se puede buscar la partitura:<br />
los tres cancioneros que proponemos tienen edición de<br />
sólo letra y también de partitura y texto. El Cantoral MD<br />
en edición musical va acompañado de un CD, con sólo<br />
acompañamiento, que puede ayudar a cantar.<br />
Como último recurso se puede utilizar el texto del canto<br />
elegido sin cantar, a modo de oración común.<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
191
Cáliz de la Misericordia<br />
Cantos para el <strong>Adviento</strong><br />
Alma Redemptoris Mater Gregoriano CD: 22<br />
A ti levanto mis ojos M. Manzano CD: 31 CLN: 526 MD: 241<br />
A Ti, Señor, levanto mi alma C. Episcopal E. MD: 301-1<br />
Cielos, lloved vuestra justicia (Ven, Salvador) L. Deiss CD: 60 MD: 301-2<br />
Cristo, nuestro Salvador C. Garabáin MD: 311<br />
Des de l’abisme vos cride, Senyor CD: 82<br />
De Vós naixerà, oh María CD: 89<br />
Dios es nuestra esperanza (Ven ya, Cristo, Señor)<br />
El Dios de paz, Verbo Divino Popular MD: 302<br />
El Seu camí va ser camí de tots CD: 107<br />
Esperamos tu venida A. Martorell CLN: 19 MD: 313-1<br />
Estrella hermosa que anuncia el día N. Otaño CD: 118 CLN: 310<br />
Filla del Poble, María A. Taulé CD: 122<br />
Hija del pueblo, María A. Taulé CLN: 327 MD: 386<br />
Jerusalén, alégrate J. J. Arregui CLN: 21 MD: 314-2<br />
Jesucristo, Palabra del Padre J. A. Rodríguez CLN: 20 MD: 314-1<br />
La Virgen sueña caminos C. Erdozáin CD: 156 MD: 312<br />
Les mans obertes davant Vós, Senyor CD: 157<br />
Levanto mis ojos a los montes M. Manzano CD: 160 MD: 240<br />
Llega el Mesías Juan Alfonso CLN: 5<br />
LLegará la libertad (Caminamos hacia el sol) J. A. Espinosa<br />
Mi alma espera en el Señor M. Manzano CD: 172 CLN: 529 MD: 225<br />
Oh Mare Virginal CD: 184<br />
Oh Santíssima, Oh piíssima CD: 191<br />
O Sanctíssima, O piíssima CD: 191<br />
192<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
Palabra que fue luz A. Taulé CLN: 18 MD: 303<br />
Per Jesús ens ve la vida CD: 199<br />
Preparad el camino CLN: 24<br />
Preparad los caminos CLN: 25<br />
Preparemos los caminos J. M. Álvarez CLN: 6<br />
Pueblo de hermanos CLN: 26<br />
Quan a l’Egipte era Israel Espiritual Negre CD: 206<br />
Quan desvetllarem els cors CD: 207<br />
Sobre ti, Jerusalén A. Taulé CLN: 31 MD: 329-2<br />
Tiempo de espera, tiempo de esperanza E. Vicente Mateu CD: 254 CLN: 13<br />
Toda la tierra espera el Salvador A. Taulé CD: 257 MD: 306<br />
Tota la terra espera el Salvador A. Taulé CD: 257 MD: 306<br />
Tota pulchra es, Maria CD: 258<br />
Un pueblo que camina J. A. Espinosa MD: 307<br />
Vamos a preparar el camino C. Erdozáin MD: 313-2<br />
Vell Pelegri (Errante voy) Espiritual Negre CD: 274 CLN: 715 MD: 38<br />
Ven, Salvador P. Aizpurúa CLN: 27<br />
Ven, Salvador (El Dios de paz) Popular CLN: 1<br />
Ven, Señor, líbranos Anónimo CLN: 28<br />
Ven, Señor, no tardes R. Estévez CLN: 29<br />
Ven, Señor, no tardes en llegar G. Fernández CLN: 15 MD: 309<br />
Ven, Señor, y no tardes J. J. Arreguir CLN: 30 MD: 315-2<br />
Ven, ven, Señor, no tardes Espiritual Negro CLN: 9 MD: 34<br />
Veniu, Enmanuel Tradicional CD: 280<br />
Vós sou, Senyor, la llum del meu cor Espiritual Negre CD: 287<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
193
Cáliz de la Misericordia<br />
Cantos para la <strong>Navidad</strong><br />
Adeste, fideles Gregoriano CD: 5 CLN: 71 MD: 322<br />
Anuncio a los pastores<br />
C. Montero<br />
Con camino y sin camino<br />
Viejo–Olivar<br />
Dios camina con su pueblo J. Sánchez MD: 325<br />
Dime, Niño, ¿de quién eres?<br />
Popular<br />
Dime por qué<br />
C. Montero<br />
El Señor vendrá<br />
J. P. Martins<br />
El tamborilero MD: 318<br />
En medio del silencio M. Praetorius MD: 316-2<br />
Es <strong>Navidad</strong> E. Vicente CLN: 59 MD: 324<br />
Esa estrella que ha nacido<br />
Olivar–Montero<br />
Esta es la noche de Dios H. J. Gaudelett CLN: 66<br />
Felicidades, Señor, por nacer<br />
C. Montero<br />
Gloria a Dios en las alturas A. Taulé CLN: 65 MD: 328<br />
Gloria, gloria a Jesús<br />
Olivar–Montero<br />
Gloria in excelsis Deo Pop. Francesa CLN: 67 MD: 330<br />
Ha nacido el Salvador J. Madurga CLN: 68 MD: 327<br />
Hoy en el tierra J. Madurga MD: 326<br />
Hoy la paz bajó del cielo C. Episcopal E. MD: 316-1<br />
Hoy es Nochebuena<br />
Viejo–Olivar<br />
Los Magos<br />
C. Montero<br />
Mi casa será Belén<br />
C. Montero<br />
Nace el Niño en un Portal<br />
C. Erdozáin<br />
<strong>Navidad</strong> sin pandereta M. Manzano MD: 320<br />
Noche de paz M. Gruber CLN: 53 MD: 317<br />
194<br />
Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016
Para la PARROQUIA<br />
No la debemos dormir L. Elizande CLN: 69<br />
No me diréis, María<br />
E. Cegoñal<br />
Nos ha nacido un NIño T. Aragonés CLN: 70<br />
Nunca suenan las campanas Pop. Alemana CLN: 54<br />
Que me digan<br />
C. Montero<br />
¿Qué tienen tus ojos?<br />
E. Cegoñal<br />
San José al Niño Jesús<br />
Popular<br />
Se ha dormido el Niño<br />
Olivar–Montero<br />
Siempre <strong>Navidad</strong><br />
C. Montero<br />
Siempre es <strong>Navidad</strong><br />
G. Fernández<br />
Sobre ti, Jerusalén A. Taulé MD: 329-2<br />
Suenen voces de paz<br />
G. Fernández<br />
Surge ya, Jerusalén D. Julien MD: 329-1<br />
Un Niño se nos ha dado<br />
Viejo–Olivar<br />
Venid, adoremos al Salvador M. Popular MD: 322<br />
Cáliz de la Misericordia<br />
195