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Design Thinking

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FOCUS ON DESIGN THINKING //////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////<br />

<strong>Design</strong> <strong>Thinking</strong><br />

//// Afrontar los retos con la actitud de un diseñador<br />

Juan Gasca<br />

CEO Thinkers Co.<br />

@JuanGascaTC<br />

La lente con la que el diseñador mira el mundo y las herramientas con las que lo modela han aterrizado de manera<br />

abrupta. Debemos comprender los principios fundamentales (trabajo arduo y no realizado en su mayoría) y desarrollar<br />

los canales necesarios con el objetivo de que impregne a todos los miembros de nuestro equipo o empresa si queremos<br />

LEANERS MAGAZINE · NÚM.08 | DICIEMBRE 2015<br />

que, de verdad, se convierta en catalizador y posibilitador de miradas frescas e innovadoras.<br />

Imagínense por un momento un desayuno en el que compartie sen tan ser más ágiles, innovar y responder rápidamente a mercados<br />

mesa varios directivos de las empresas más importantes del país. más dinámicos y cambiantes, como los actuales.<br />

Seguramente, tras escucharlos durante un rato departir distendidamente<br />

En el contexto presente, la seguridad y los planes estratégicos a<br />

po dríamos coincidir en que todos describen el actual largo plazo son una quimera y deben estar cada vez más apoyados<br />

contexto como complejo, incierto y de cambio profundo en cada por un plan B o un plan de actuación de riesgos. A buen seguro,<br />

uno de sus sectores. Alguno, incluso, se sinceraría y, aunque con la incluso alguien diría que están introduciendo en sus corporaciones<br />

boca pequeña, llegaría a afirmar que su modelo de negocio peligra<br />

procesos basados en el agilismo, lean startup y, cómo no, en el<br />

por la llegada de nuevos actores que hasta ahora no formaban design thinking (DT).<br />

parte del ecosistema de su sector.<br />

Porque el principal valor del DT para las compañías reside en ser<br />

Y si les preguntasen por cómo lo están afrontando, la mayoría indicaría<br />

una herramienta válida (que no exclusiva, ni excluyente) para<br />

que con nuevas herramientas o perspectivas que les permi-<br />

desarrollar soluciones alcanzando puntos óptimos para la toma<br />

22


DESIGN THINKING FOCUS ON<br />

<strong>Design</strong> thinking: una disciplina que pretende aplicar el proceso de<br />

diseño como enfoque holístico para la resolución de problemas<br />

de decisiones. Aunque, cabe decirlo, su presencia y, aún más, su<br />

aplicación en grandes corporaciones se encuentra en un estadio<br />

muy inmaduro.<br />

En qué consiste<br />

En pocas palabras, podríamos definir el DT, o pensamiento de diseño,<br />

como una disciplina que pretende aplicar el proceso de diseño<br />

como enfoque holístico para la resolución de problemas. Con<br />

la misma perspectiva y pensamiento sistémico con la que un diseñador<br />

enfrenta y resuelve proyectos, es capaz de afrontar desafíos<br />

tan dispares que afecten a la gestión, comunicación, al desarrollo<br />

de un negocio, de servicios, etc.<br />

Siendo más concretos, asume como necesidad unir el pensamiento<br />

racional y lógico con la intuición, vínculo que favorece un marco<br />

de trabajo que va más allá del pensamiento deductivo tradicional,<br />

enfocado, sobre todo, a proporcionar soluciones válidas, para<br />

abrazar un pensamiento abductivo orientado a soluciones que se<br />

han de explorar, no descubiertas o planteadas previamente.<br />

Para poder comprender con amplitud lo dicho, es importante entender<br />

que el diseño es un proceso de proyección y no tan solo de<br />

recreación para hacer las cosas más bellas o simplemente más<br />

funcionales. De hecho, Steve Jobs lo definía magistralmente al decir<br />

que “<strong>Design</strong> is not just what it looks like and feels like. <strong>Design</strong> is<br />

how it works“ (“Diseño no es solo lo que se ve y se siente. Diseño es<br />

cómo funciona”).<br />

El DT es ante todo un creative problem solving englobado dentro<br />

del denominado campo del human focus centered, que sitúa a la<br />

persona como eje principal y básico del proceso de innovación. La<br />

tecnología y el mercado se convierten, en este marco, en un meras<br />

commodities, por lo que pasan a un segundo plano.<br />

Con un claro enfoque antropocéntrico y con técnicas propias de<br />

la etnografía, el principal objetivo del DT es encontrar y resaltar<br />

necesidades profundas no cubiertas (insights en la jerga propia) o<br />

incipientes puntos de conflicto. El desafío, por lo tanto, parte y se<br />

genera desde los propios sujetos implicados, por lo que es una condición<br />

insalvable ser capaces de comprender su contexto y realidad,<br />

pero también, en la medida de lo posible, empatizar con ellos.<br />

Una vez logrado, estaremos en disposición de desarrollar ideas y<br />

soluciones coherentes y con fuerza.<br />

Lo que prima, en resumen, es la comprensión profunda de los<br />

sujetos (lo cualitativo/sustantivo) hasta generar un arquetipo<br />

o persona por encima de la acumulación arrolladora de datos<br />

(cuantitativo). Si además sumamos a este enfoque equipos multidisciplinares,<br />

nos encontramos ante una verdadera herramienta<br />

de cocreación en la que la voz de nuestro stakeholder es esencial.<br />

Se trata, en definitiva, de un cambio radical de perspectiva por el<br />

que se pasa del diseñar PARA las personas a diseñar CON las personas.<br />

Crear valor es lo que importa, por lo que tener simplemente<br />

una idea y no saber en qué va a contribuir a mejorar la vida de<br />

los individuos es sinónimo de disponer de una idea poco útil o<br />

accionable.<br />

Además, lo que se proponga debe ser capaz de conectar, de ser narrado<br />

y conseguir seducir al usuario para que empatice y se imagi-<br />

23<br />

ne en el escenario que le proyectamos. Porque la innovación ya no<br />

se centra solo en usar la tecnología óptima, o en el producto más<br />

barato, o en el modelo de negocio más disruptivo. En este nuevo<br />

enfoque es fundamental que todo empiece siempre con una historia<br />

(de hecho, siempre ha sido así: “En el principio fue el verbo…”).<br />

Un esquema básico compuesto de una introducción (¿Conoces a<br />

tu cliente?¿Conoces a esa persona?); un nudo (¿Podrías contarme<br />

cómo es día a día?), y un desenlace (¿has visto algún punto en el<br />

que podríamos ayudarle, es decir, mejorar su historia?).<br />

Modelizaciones del DT<br />

Nos encontramos también con una perspectiva o actitud ante los<br />

retos que, más allá de ser rígida, permite varias modelizaciones o<br />

representaciones entre las que destaca el modelo Stanford como<br />

el más conocido. Pese a lo dicho, podemos inferir un “proceso de<br />

diseño” básico común que subyace en las diversas visualizaciones<br />

actuales del DT. En el año 2005, el British <strong>Design</strong> Council, máxima<br />

entidad de difusión del diseño en el Reino Unido, a partir de un<br />

estudio de investigación realizado en empresas de primer nivel<br />

definió un simple gráfico: los dos diamantes.<br />

Tal y como explica la figura incluida en este cuadro, es necesario<br />

complementar el pensamiento convergente con el divergente,<br />

y realizar ciclos de apertura en búsqueda de información para<br />

posteriormente cerrar el foco. No se trata de un modelo cerrado,<br />

sino que está sujeto a una modelización/adecuación sistemática<br />

y, en muchos casos, con variaciones o matices que desembocan<br />

en diversos dibujos que son las representaciones propias de cada<br />

empresa.<br />

Precisamente, es esa flexibilidad lo que hace que sea permeable a<br />

poder entrar en otras disciplinas. En el caso del mundo de los negocios,<br />

por ejemplo, se ha adoptado rápidamente bajo una nueva<br />

disciplina denominada business design, abanderada por Osterwalder<br />

y su business model canvas, más orientada a la creación de<br />

empresas o a la definición de nuevas líneas de negocio. En España,<br />

instituciones académicas como el IE, ESADE o EOI ya lo han<br />

incorporado a sus programas, acompañada de otras perspectivas<br />

nuevas, en un claro enfoque-acción de incursión explícita hacia el<br />

mundo del emprendimiento.<br />

No obstante, pese a que el DT puede parecerle a algunos algo novedoso,<br />

encontramos ya a mediados del siglo XX proposiciones básicas<br />

del ADN del DT, como las de Charles Eames, uno de los iconos<br />

del diseño de mobiliario de la historia, cuando afirmaba que “The<br />

boundaries of design are the limits of the problems” (“los límites<br />

Once lecciones<br />

sobre diseño<br />

British <strong>Design</strong> Council<br />

DICIEMBRE 2015 | NÚM.08 · LEANERS MAGAZINE


FOCUS ON DESIGN THINKING //////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////<br />

LEANERS MAGAZINE · NÚM.08 | DICIEMBRE 2015<br />

del diseño son los límites de los problemas”). Se trata pues, de un<br />

pensamiento sistémico centrado en el usuario cuya inclusión en<br />

entidades de primer nivel académico internacional es ya una realidad<br />

en los inicios de este siglo, con Stanford como precursora<br />

junto a la consultora IDEO o la Rotman School of Management y<br />

su decano Roger Martin.<br />

La pregunta pertinente es por qué hasta el XXI el DT no aparece<br />

en primera línea. Y la respuesta es simple, el cambio radical del<br />

contexto en el que nos encontramos gracias a las oportunidades y<br />

opciones que ha implicado lo digital y sus tecnologías asociadas.<br />

Y que, entre otras cosas, no solo ha abierto mercados o segmentos<br />

antes estables y más estancos a nuevos perfiles de empresas y negocios,<br />

sino que ha empoderado, hasta cierto punto, a legiones de<br />

usuarios en el mundo para opinar y ser activos en sus decisiones<br />

de consumo y producción de contenidos (prosumidores).<br />

El DT es una actitud o manera<br />

de entender y redefinir los<br />

problemas, proveyendo una<br />

lente fresca con qué someterlos<br />

a juicio o reflexión<br />

Retos y claroscuros del DT<br />

Llegados a este punto es preciso señalar que el punto más crítico<br />

del DT es su puesta en práctica. Su integración en las empresas ha<br />

estado unida a una industrialización de los modelos de aplicación,<br />

lo que ha provocado que, lejos de guiar la apertura de mente y la<br />

búsqueda de soluciones nuevas, se haya convertido en un proceso<br />

más de mejora continua. Por concretar, las empresas se han preocupado<br />

más de sistematizarlo (intentar fijar KPI de innovación,<br />

blindar cada estadio del proceso, etc.) que de aplicarlo sin más; y<br />

sin práctica es difícil que haya aprendizaje.<br />

Esta reflexión lleva tiempo circulando en el mundo anglosajón,<br />

donde eminencias como Bruce Nussbaum, uno de los mayores defensores<br />

del DT en sus inicios, han comenzado hablar de la muerte<br />

del mismo y de la necesidad de buscar un nuevo paradigma.<br />

Dicen que cuando se está en el proceso de aprender algo nuevo,<br />

habitualmente se pasa por tres estadios. Un primer período en el<br />

que, al estar aprendiendo, tan solo se aplica el conocimiento al que<br />

se ha accedido, siguiendo al pie de la letras las reglas. Un segundo<br />

momento en el que, tras conocer los fundamentos, se empieza a<br />

buscar cómo adecuar lo aprendido a las necesidades particulares<br />

o de la organización. Y, por último, un estadio final en el que el<br />

conocimiento se domina y se aplica ignorando simplemente las<br />

reglas.<br />

Desde nuestra humilde perspectiva, la mayoría de empresas se<br />

encuentran en el primer estadio e incluso con cierto “designthinkilismo”<br />

sin haber entendido realmente de qué estamos hablando<br />

o sin haber profundizado verdaderamente en ello buscando el<br />

pragmatismo a corto plazo.<br />

Quizás debemos entonar un cierto mea culpa por no saber transmitir<br />

que más allá de un proceso, el DT es una actitud o manera<br />

de entender y redefinir los problemas, que proporciona una lente<br />

fresca con la que someterlos a juicio o reflexión. Quizás debemos<br />

24<br />

juzgarnos a nosotros mismos como profesionales por disponer lo<br />

que el cliente quiere comprar, y no lo que deberíamos vender. Quizás<br />

deberíamos bajarnos de la moda y repensar cómo integrarlo<br />

con propiedad, trabajando de la mano —empresa y consultor<br />

externo— y buscar cómo hilarlo con otros modelos y metodologías.<br />

Quizás deberíamos contextualizar, disponiendo las mismas<br />

armas que tomamos de él en aplicarlo para su integración en las<br />

empresas, no dando por supuesto que un “todo” semejante es válido<br />

en todos los contextos, al igual que reclamamos que no todos<br />

los usuarios disponen de los mismos contextos e idiosincrasia<br />

para avalar su uso.<br />

He aquí, sin duda, donde creemos que radica el problema: en la<br />

incapacidad, algunas veces, de saber conectar lo que se idea con<br />

el negocio; la incapacidad de permear el negocio con la capacidad<br />

real y los tiempos de ideación. Un enfoque centrado en DT puro<br />

piensa de espaldas a la realidad de la empresa y genera ideas “deseables”<br />

pero no accionables por nadie. Un enfoque pragmático acciona<br />

ideas a la par que encaja el DT en labores concretas, básicas<br />

y ordenadas que no permiten la generación real de valor, sino un<br />

desarrollo incremental.<br />

Y el verdadero reto a corto plazo está en alcanzar un punto óptimo<br />

de maduración en las empresas que permita al DT ser una entidad<br />

y realidad en su día a día. Sin duda, el camino es combinarlo con<br />

otros modelos como Agile, Lean startup, etc., nunca supeditado,<br />

pero tampoco como piezas de legos o entidades estancas e indisolubles<br />

que se deban poner tan solo una al lado de la otra.<br />

Por ello, en este nuevo orden, estamos seguros de que más allá de<br />

una moda, el DT, al igual que otras tendencias en management,<br />

encontrará su lugar en una tendencia posterior asido a valores<br />

intrínsecos, herramientas o actitudes desarrollados.<br />

No hay que perder la esperanza, ya que la esencia y necesidad<br />

del DT que ha calado en las organizaciones: ante un mundo tan<br />

complejo como el actual, debemos hacer las cosas diferentes y con<br />

otras perspectivas. ◆◆◆<br />

The double diamond<br />

design process model<br />

El “doble rombo” se divide en las fases de descubrir, definir,<br />

desarrollar y ejecutar, y representa además las diversas etapas<br />

divergentes y convergentes que hay en el proceso de diseño,<br />

mostrando los diferentes modos de pensar que los diseñadores<br />

utilizan en un proceso estándar.


Transformación digital, tendencias y nuevos modelos de negocio NÚM. 08 | DICIEMBRE 2015 PRECIO: 9€<br />

leanersmagazine.com<br />

<strong>Design</strong> acting<br />

Empatizar, idear, evaluar<br />

//// PERFIL<br />

Reed Hastings<br />

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