Libro Digital La Victoria de la Cruz

Palabra
Vida
1 Pedro 1:18-19, “sabiendo que fuisteis
Juan 3:5,: “Respondió Jesús: De cierto, de cierto
rescatados de vuestra vana manera de
te digo, que el que no naciere de agua y del
vivir, la cual recibisteis de vuestros
Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”
padres, no con cosas corruptibles, como
oro o plata, sino con la sangre preciosa de Es la necesidad de experimentar un nuevo
Cristo, como de un cordero sin mancha y nacimiento, de ser limpiados, rescatados. Ahora
sin contaminación”
es vital y determinante una correcta relación con
Fuimos rescatados por la sangre de Cristo el Espíritu Santo.
Romanos 6:11: “Así también vosotros
consideraos muertos al pecado, pero vivos
para Dios en Cristo Jesús, Señor
nuestro.”
Filipenses 4:13: “Todo lo puedo en Cristo
que me fortalece”
Tenemos fortaleza
1 Pedro 2:24: “quien llevó él mismo
nuestros pecados en su cuerpo sobre el
madero, para que nosotros, estando
muertos a los pecados, vivamos a la
justicia; y por cuya herida fuisteis
sanados.”
Romanos 8:2: “Porque la ley del Espíritu de vida
en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado
y de la muerte.”
Ahora en mí opera la ley del Espíritu, vivimos y
andamos en el Espíritu
Efesios 3:14: “Por esta causa doblo mis rodillas
ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo”
La fortaleza viene a través del Espíritu Santo en
mí.
Romanos 8:11: “Y si el Espíritu de aquel que
levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros,
el que levantó de los muertos a Cristo Jesús
vivificará también vuestros cuerpos mortales por
su Espíritu que mora en vosotros”
La vida cristiana sin el Espíritu Santo, es una vida cansada, cargada, sin fuerzas,
porque recuerda que él es tu consolador, el que te dirige, te anima, te da la capacidad
para continuar.
El Espíritu Santo, te guía a toda verdad, el poder en nosotros lo da el Espíritu Santo,
pero eso se conquista en intimidad con él, con anhelarlo, con amarlo, sin darle énfasis
solo a él porque el Padre, el Hijo y Espíritu Santo son iguales, pero el protagonista de
hoy es el Espíritu Santo, mi relación con el Espíritu será el camino a la victoria. Él está
listo siempre para atendernos, pero él no es “sobrado”, si tu no le buscas, no lo anhelas,
no te dejas guiar por él, no podrá darte la ayuda que necesitas, la representación del
Espíritu es como agua, fuego, paloma, por eso es sensible, delicado sutil y se puede
“apagar dentro de nosotros”, pero si no mantenemos una buena comunión con él, será
muy fácil caer en la debilidad.
En los tiempos pasados, el Espíritu Santo no siempre estaba con su pueblo, si
revisamos algunos pasajes se menciona “vino el Espíritu de Jehová sobre …”, esto
indica que el Espíritu venía sobre las personas, en la iglesia actual los hijos de Dios
La Victoria de la Cruz Página 24