nº 207 Mayo 2012.pdf - Apuntes de la Sierra

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No podemos olvidar los bonitos viveros de ambos jardines, que protegen del frío del invierno a los árboles mandarinos
que se exponen en verano en el Monasterio
En los jardines de La Casita del
Príncipe existe una gran variedad de
árboles frutales - ciruelos,
membrilleros, manzanos y granados
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protagonista este año tanto en los narcisos
de la entrada de La Casita, como en los
tulipanes plantados en los 110
distinguidos jarrones que se reparten por
todo el jardín. Ahora que tengo presentes
estos jarrones decorados con cabezas de
carnero, recuerdo un magnífico boceto
del pintor Javier de Winthuysen (Sevilla
1874- Barcelona 1956) de uno de ellos.
Javier de Winthuysen, pintor
impresionista, creador de jardines,
inspector general de los Jardines
Histórico-Artísticos de España, fue uno
de los primeros paisajistas de su
generación. Apoyado por Juan Ramón
Jiménez - a quien conoció en el Ateneo -
y Joaquín Sorolla, Winthuysen recibió el
encargo desde la Junta de Ampliación
de Estudios de estudiar los Jardines
Históricos de España, entre ellos éstos que
ocupan hoy nuestras páginas, realizando
una intensa labor que produjo una valiosa
documentación custodiada en el Real
Jardín Botánico de Madrid. Winthuysen
creó también aquel señorial jardín de
Víctor de la Serna, en El Escorial.
En la página de hemeroteca del diario
ABC correspondiente al sábado 1 de
septiembre de 1956, fallecido el llamado
pintor-jardinero, se dice de él:”Fue Javier
Winthuysen exigente hasta en la selección
de amistades: Juan de Echevarría,
Cristóbal Ruiz, Vázquez Díaz,
Joaquín Valverde, Emiliano
Batral, Laviada, Comendador,
y algunos poetas y literatos
saben de la gracia fecunda y
limpia de su afecto cordial y
generoso”.
Tanto La Casita del Infante
como La Casita del Príncipe (o
Casita de Abajo), en la que ahora
entraremos, no se pueden
concebir sin sus jardines, ya que
forman parte de su arquitectura
y le dan sentido; ni tampoco sin
sus jardineros.
Hugo, Nieves y Bilal son
algunos de los jardineros que cultivan,
cuidan y mantienen estos jardines hasta
conseguir el máximo de su belleza.
También se ocupan de la preparación y
En un hermoso día primaveral, no hay nada mejor que venir a sentarse al borde de la fuente de La Casita del Infante (o Casita de
Arriba). En otro tiempo, se podía escuchar la música del infante Gabriel, ya que La Casita estaba acondicionada para que fuera
posible oír la música desde el exterior
mantenimiento de la tierra, la poda, los
injertos, la retirada de flores y plantas
muertas, y su sustitución por otras, la
preparación de productos para el
tratamiento de plagas, o el abono del
jardín. Para ello cuentan con sopladoras,
desbrozadoras, motoazadas,… pero sobre
con todo el cariño y dedicación que
conlleva su profesión. La recompensa de
su trabajo silencioso no puede ser más
hermosa para todos. ¡Valoramos
muchísimo el esfuerzo de vuestro trabajo,
jardineros! ¡Muchísimas gracias!
En los jardines de La Casita del
Príncipe conviven la misma variedad de
árboles que en los de La Casita de Arriba,
con grandes coníferas plantadas a finales
de siglo XIX, pero añadiendo gran
El Jardín de los Frailes, y los Jardines Reservados del Rey y la Reina, que se encuentran dentro del Monasterio, aunque cuentan
con menor número de árboles y especies florales - jazmín amarillo, rosa trepadora, camelias y nenúfares -, son considerados
unos de los jardines más bellos de España gracias al diseño y armonía que produce el intrincado patrón que forman los setos de
boj. A esta vegetación se añade la gran extensión de almendros de su huerta
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