Estudio morfoclimático del Cabeçó d'Or - Publicaciones de la ...

Trinidad Sánchez Navarro
Estudio morfoclimático del Cabeçó d’Or
Las pedrizas cantil-talud dejan igualmente sus huellas en el
paisaje, pero a diferencia de los casos anteriores, su presencia
se hace parca, limitándose a aquellos sectores donde
la existencia de pequeños cantiles favorece la formación de
pequeñas pedrizas a sus pies, generalmente de escasas
dimensiones y formas redondeadas, con cantos minúsculos
y en la mayoría de los casos con escasas posibilidades de
alimentación, ya que los cantiles se muestran muy destruidos,
cuando no, han desaparecido. Se encuentran por tanto
rodeados de vegetación, sin posibilidades de evacuación y
condenados a una futura fosilización.
Junto a ellos los canchales regueros adquieren en estas vertientes
mayor desarrollo y todas las cabeceras, aproximadamente
desde los 1.000 mts. de altitud aparecen surcadas por
regueros muy elongados que de forma discontinua avanzan
ladera abajo. Estos canchales obtienen la alimentación, en
parte, por procesos de erosión regresiva remontante de las
cabeceras, de ahí su nacimiento en las partes altas, desarrollándose
a lo largo de todo el cauce alto a favor de las
fuertes pendientes que se dan en estos tramos. Por tanto el
canchal avanza ladera abajo hasta encontrar un obstáculo
que frene su desarrollo.
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