Extracto en PDF - Jeder Libros
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promiscua puede decirle «Deja de t<strong>en</strong>er sexo con extraños».<br />
Dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do del tono de la frase puede significar «Deja de<br />
t<strong>en</strong>er sexo con extraños (so puta)», o puede significar «Deja<br />
de t<strong>en</strong>er sexo con extraños (es una bu<strong>en</strong>a idea y tú puedes<br />
hacerlo)», que sonará de manera muy difer<strong>en</strong>te.<br />
Por último, el Niño del terapeuta está implicado con su<br />
cándido deseo de que el cli<strong>en</strong>te cese de hacerse daño a sí<br />
mismo y apr<strong>en</strong>da a divertirse de forma limpia, bu<strong>en</strong>a y sin<br />
daño. Aquí es importante que el Niño del terapeuta no colabore<br />
secretam<strong>en</strong>te con la «diversión» insana que el cli<strong>en</strong>te<br />
puede estar obt<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do con su comportami<strong>en</strong>to autodestructivo.<br />
Evitar la «transacción de la horca» resulta crucial. En el<br />
trabajo con alcohólicos la transacción de la horca ocurre<br />
cuando la g<strong>en</strong>te se ríe —normalm<strong>en</strong>te con el alcohólico— de<br />
alguna conducta patética y dolorosa de éste. El cli<strong>en</strong>te puede<br />
decir «Chico, vaya borrachera la de la noche, estaba tan borracho<br />
que me fui a la cama con los zapatos puestos, jajá». Si<br />
el terapeuta rompe con una sonrisa divertida, su niño estará<br />
tomando partido por el guión autodestructivo del alcohólico,<br />
un tipo de transacción común. Las transacciones de la horca<br />
son comunes <strong>en</strong> las conversaciones acerca de problemáticas;<br />
jugar, golpear, abusar, estafar, beber, drogarse, promiscuidad,<br />
etc., y se deb<strong>en</strong> evitar aun a costa de ser un aguafiestas.<br />
El uso del Permiso como maniobra terapéutica puede incluir<br />
permiso para p<strong>en</strong>sar, para hablar, para moverse, para<br />
pedir, para reír, para llorar, o para dar y recibir, aceptar y rechazar<br />
caricias. Por ejemplo, una paci<strong>en</strong>te adicta a la heroína<br />
que mejoró muy visiblem<strong>en</strong>te su situación al permanecer<br />
limpia durante todo un año nunca inició por sí misma relaciones<br />
sociales, sino que para mant<strong>en</strong>er el contacto social<br />
más bi<strong>en</strong> se unió a cualquier actividad que iniciaban sus escasas<br />
amistades. Cuando esto se apreció, se hizo evid<strong>en</strong>te que<br />
ella necesitaba Permiso para pedir a la g<strong>en</strong>te el contacto social<br />
que necesitaba y que quería. Se le dijo, como parte de su trabajo<br />
<strong>en</strong>tre sesiones, que pidiera a algui<strong>en</strong> que la acompañara a<br />
ver una película. Demostró ser una tarea muy difícil, que ella<br />
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