La democracia y los vaivenes dee los público-estatal. - Sociedad ...
La democracia y los vaivenes dee los público-estatal. - Sociedad ...
La democracia y los vaivenes dee los público-estatal. - Sociedad ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Osvaldo M. Iazzetta<br />
Desde luego éste es un aspecto controvertido. Ciertos indicios permiten<br />
dudar si corresponde considerar a este cambio como una “superación”<br />
positiva de lo <strong>público</strong>-<strong>estatal</strong>, o si sólo representa una “regresión”<br />
que reinstala cierta lógica “feudal” en un marco de hiperdesarrollo tecnológico<br />
(véase Eco, 1997). De todas maneras, no cabe duda que asistimos<br />
a una expansión de lo <strong>público</strong> que redefine el lugar del Estado dentro<br />
de una constelación más amplia y pluralista de actores. Este reconocimiento<br />
no debe ignorar la persistencia de responsabilidades de coordinación<br />
y regulación que —pese a las restricciones aquí señaladas— sólo<br />
son esperables desde una institución permanente y relativamente imparcial<br />
como el Estado. Aunque otros actores no <strong>estatal</strong>es también manifiestan<br />
compromiso con lo “<strong>público</strong>”, resulta importante identificar ese<br />
umbral irrenunciable de “intereses <strong>público</strong>s” que éste debe garantizar y<br />
que la <strong>democracia</strong> requiere para sostenerse.<br />
3. <strong>La</strong>s dimensiones de lo <strong>público</strong>-<strong>estatal</strong> en la <strong>democracia</strong> argentina<br />
En <strong>los</strong> orígenes de la <strong>democracia</strong> —esto es, en la antigua Atenas 19 —,<br />
lo <strong>público</strong> aún no se identificaba con lo <strong>estatal</strong>, sólo aludía al espacio<br />
que, por oposición a la esfera doméstica, estaba reservado a <strong>los</strong> ciudadanos<br />
libres para el tratamiento debatido de <strong>los</strong> asuntos comunes 20 . Es preciso<br />
avanzar hasta la modernidad para encontrar nuevas acepciones de<br />
lo <strong>público</strong> que permitan asociarlo al Estado. A medida que se acentúa la<br />
diferenciación entre sociedad civil y Estado, lo <strong>público</strong> adquirirá una de<br />
sus connotaciones contemporáneas como equivalente a lo <strong>estatal</strong>.<br />
Esta diferenciación no sólo trajo aparejada un reconocimiento de <strong>los</strong><br />
individuos como portadores de derechos subjetivos por parte del Estado,<br />
sino también una progresiva auto-limitación de sus poderes arbitrarios<br />
frente a <strong>los</strong> ciudadanos. Este proceso, asociado al nacimiento del<br />
Estado liberal de derecho y a la expansión de la ciudadanía, también<br />
19 El Estado, tal como hoy lo conocemos, aún no había nacido y su asociación con la <strong>democracia</strong><br />
es un fenómeno relativamente reciente. Giovanni Sartori señala al respecto que la<br />
<strong>democracia</strong> de <strong>los</strong> antiguos carecía de Estado, pero las nuestras no carecen —ni pueden<br />
existir— sin Estado. Lo que caracterizaba a la <strong>democracia</strong> de <strong>los</strong> antiguos era precisamente<br />
ser una <strong>democracia</strong> sin Estado, de ahí que las <strong>democracia</strong>s antiguas no puedan enseñarnos<br />
nada sobre la construcción de un Estado democrático (1997:345 y 479).<br />
20 Véase al respecto Arendt (1974).<br />
387