Antología propuesta - voz y verso

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LAS PROSTITUTAS... Las prostitutas Ángeles de la Guarda de las tímidas vírgenes; ellas detienen la embestida de los demonios y sobre el burdel se levantan las casas de cristal donde sueñan las niñas... EL GALLO HABANERO En el matinal gallinero con el rendimiento caballero, en torno a su hembra enreda el arabesco de su rueda sin cesar el gallo habanero; cual blanco albornoz el plumón envuelve su fiero ademán; ¡por su cresta-fez bermellón y el alfanje de su espolón, el gallo es un breve sultán! Junto a la gallina coqueta, de pronto su blanca silueta fija en soberbia rigidez, como el gallo de la veleta o el caballo del ajedrez... Echando atrás el cuello empina; ¡y en enfático frenesí, rasga la matinal neblina, sobre el jardín que se ilumina con su agudo kikirikí! La feria, 1928 El jarro de flores, 1922 Intersecciones, 1924 Enrique González Martínez (1871-1952) IRÁS SOBRE LA VIDA DE LAS COSAS... Irás sobre la vida de las cosas con noble lentitud; que todo lleve a tu sensorio luz: blancor de nieve, azul de linfas o rubor de rosas. 18
Que todo deje en ti como una huella misteriosa grabada intensamente lo mismo el soliloquio de la fuente que el flébil parpadeo de la estrella. Que asciendas a las cumbres solitarias y allí, como arpa eólica, te azoten los borrascosos vientos, y que broten de tus cuerdas rugidos y plegarias. Que esquives lo que ofusca y lo que asombra al humano redil que abajo queda, y que afines tu alma hasta que pueda escuchar el silencio y ver la sombra. Que te ames en ti mismo, de tal modo compendiando tu ser cielo y abismo, que sin desviar los ojos de ti mismo puedan tus ojos contemplarlo todo. Y que llegues, por fin, a la escondida playa con tu minúsculo uni<strong>verso</strong>, y que logres oír tu propio <strong>verso</strong> en que palpita el alma de la vida. Silenter, 1909 A VECES UNA HOJA DESPRENDIDA... A veces, una hoja desprendida de lo alto de los árboles, un lloro de las linfas que pasan, un sonoro trino de ruiseñor, turban mi vida. Vuelven a mí medrosos y lejanos suaves deliquios, éxtasis supremos; aquella estrella y yo nos conocemos, ese árbol, esa flor son mis hermanos. En el abismo del dolor penetra mi espíritu, bucea, va hasta el fondo, y es como un libro misterioso y hondo en que puedo leer letra por letra. Un ambiente sutil un aura triste hacen correr mi silencioso llanto, y soy como una nota de ese canto doloroso de todo lo que existe. 19
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Éramos la materia de los cielos qu
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¿Qué harás si en los comercios -
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Practica de vuelo, 1956 HE OLVIDADO
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PRISMA Yo soy un punto muerto en me
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IV Entre los matorrales del silenci
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de los países nuevos. El humo de l
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Dialéctica sucinta de un sabio cal
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¿Y el dolor? ¿y la muerte ineluct
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que un pintor holandés puso en el
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opio de teponaxtle y chirimía. Anh
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Cerca del mar la boca de la roca se
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descenderás conmigo entre los braz
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sin retratos de familia, sin calend
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y es el cuerpo la letra y la medida
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ebotando en el muro que la mira y,
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casi contacto angelical soñado...
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y que, muchas veces, te denuncias a
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Ese llanto sin lágrimas -huracán
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son fuego en orfandad, tierra robad
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Pinté el tallo, luego el cáliz, d
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NOSTALGIA CERRIL Al ver los cerros
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Ay ¿para qué silencios de agua? E
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¡mírala, ausente toda de palabra,
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el agua toma forma. En él se asien
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en donde el brusco andar de la cria
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Pero en las zonas ínfimas del ojo
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en la piel de una gota de rocío; c
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se erige a descansar de su descanso
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como el día y la noche, una y otra
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ay, que no tiene nada, ay, amor, qu
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¿qué esconde en su rigor inhabita
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ay, la hostigan con tenues mordedur
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la forma en sí, que ésta en el du
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cuando el hombre descubre en sus si
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y el pequeño gorrión, hambre en l
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y la geórgica esmeralda que se ane
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como si herido -¡ay, El también!-
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AMOR CONDUSSE NOI AD UNA MORTE Amar
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EL AMIGO IDO Me escribe Napoleón:
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aceptaría los dudosos honores del
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no es nada más que el mundo que de
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leve jirón de niebla que el viento
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para no detenernos nunca ni volver
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DIBUJO Suaviza el sol que toca su b
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el ocio vivo y la pasión futura. S
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Una pérdida a otra substituye si s
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Y aunque la fuga es más precipitad
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Así el uno te encierra en su estru
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ajo esa tersa atmósfera de agua, d
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el hervor en el seno convulso y sof
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Desvelo, 1925; Línea, 1930; Libro
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el musgoso balcón perdió su encan
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-cuando mucho con un rocío amargo
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dolor bisiesto emparedado en años.
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toda la noche llueves, todo el día
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todos los siglos son un solo instan
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con tos y mala vista, barajando vie
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pajareras y cuartos numerados, todo
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y sus paredes palpo y no me muevo,
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y tu gesto final, tu dura máscara
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un árbol bien plantado más danzan
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la ráfaga que ayer mi frente aún
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mas no tu corazón; sólo tu oído.
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o vivir con hijos dichosos; y luego
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Mirarte como antes y llamarle de "u
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Guárdame en la alegría de mirarte
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y a descubrir, como un borracho aut
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DESDE SU NUDO Desde su nudo a ciega
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el sabor de las lágrimas. Y en el
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Los amorosos callan. El amor es el
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y ellos caminan, lloran hasta la ma
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II Del mar, también del mar, de la
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las mujeres, el tiempo, me gusta pi
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(Me avergüenzo de mí hasta los pe
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no podrás morir. En tus venas sin
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cielo enterrado y manantial aéreo
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y queremos tenerte aunque sea enfer
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Ofrezco a tu dolor un crucifijo: te
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sosteniendo la muerte, ni la espuma
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incesante, silenciosa, llama y llam
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Morimos en el sitio que le he prest
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de la lluvia/ en mi guitarra la mon
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la soprano coloratura canta el aria
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Valor, viejo". Será en la cacería
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He mirado la patria largamente. Se
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Así la dicha abriga como un manto.
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por diez lugares suyos, cierta gent
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Ciegan los deseos de vivir. Las pal
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Sombra de agua, el agua se eleva. L
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de la certidumbre. La gaceta, no. 1
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POEMA DEL LUNES Ricardo Yáñez Lun
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NOCTURNO Milímetros de ti converge
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Muertos y Disfraces, 1974 LLEGADA A
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y todos creyeron que era burla Sin
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A qué nombrar la espuma en la boca
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estilete de hielo en ráfagas furio
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Ávido corazón pardo latido escind
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¿Alguien tendría la amabilidad de
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Dicen del tacto de sus destellos, d
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yemas tensan y desprenden, porque t
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Reunidos al calor del buen café, l
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sin embargo tenemos oscuridad, porq
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las angustias no tienen épocas en
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Puerta de verano, 1982; Bahía Magd
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A Concha Méndez ENAMORADO SIEMPRE
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con tu casa, este lugar inhóspito,
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Tus miradas están allá, tus voces
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exigiéndole a la vida. Y luego la
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en la reja enmohecida donde se abur
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saludo de hola, quihúbole, wat's g
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BLANCA LUZ PULIDO NOCHE LA NOCHE in
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JOSE MARIA ESPINASA BIBLIOGRAFIA PO
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el cristal en el que me rebasa el m
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con la máscara secándose en la lu
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que se queda a dormir entre las sá
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pura tecnología mexicana de los su
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Cuántas noches como ésta hemos sa
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Terminará esta envidia de raíces
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y el mar, atrás, me fuera persigui
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