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ORACIÓN FÚNEBRE
DEL
D. D, jmVNIO ^IRáMBELL,
T B E L t B. A N,
CURA. PREBENDADO DE LA CATEDRAE IGLESIAÍ
de hí Ciudad de Ocihuela , y examinador Synodal
de este Obispado..
QUE ÉN" NOMBRE DE LA TERCERA C^DÉN
de Penitencia de N. S. P. S. Francisco del,.^^^Pí^5.
de San Gregorio. /^"^ * '^
B IX O
N.H.F. ANTONIO PEÚMÉyi^-^k
r MIRA, HIJO DE LA PRormbiJií¿£§^
DE SAN JUAN BAUTISTA , T PREDICADOR CON-
Vfntual en el misino de San Gregorio , em ti diít. diez,
de QBubre de 1780V
Con las licencias necesarias.
EnÓRtHuELA : Por Josef Alagarda , y Pisdfo Xíménáíí,
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AL PRODIGIOSO S, PEDRO DE ALCÁNTARA,
Ángel en forma humana , assombro en la penitencia,
Gloria de Nuestra España , honor de la dcscalzez
Seráfica , y Fundador de esta mi Santa Provincia
de San Juan Bautista del Reyno de Valencia.
D.
GLORIOSISIMt) SANTO MIÓ.
'EGENERARA DE HIJO DE ESTA SANTA
Provincia , sí este primer fruto de mis trabajos no
lo consagrara á vuestras Aras. Me olvidaria de la
piedra , de que soy cortado, si para protección de
.esta mi Obra , en todo pcqueíía , solicitase otro assilo
que el vuestro. Este fue mi primer pcnsamientp,
.quando por complacer á la obediencia , condescendí,
que saliera al publico mi Sermón Fúnebre. Este también
fue el encargo de un particular Devoto vuestro,
interesado en /a Impresión por Ja honra de Dios, y;
(provecho de las Almas. He juzgado no solo conveniente
, sino necesario , que á su frente se advierta
vuestra dedicatoria , que la sirva de defensa en las
impugnaciones , que mis Ledores pudieran hacerla,
y por respeto a vuestros méritos espero omitan. La
Gloria de Dios, y la salvación de las Almas, es b
que principalmente he solicitado > y este ñn tan recto
hace dignos de escusa , y perdón los defedo?,
que necesariamente se notarán en su Ledura.
Siendo esta Santa Provincia obra de vuestras
manos, yo como hijo de ella, y el mas indigno,
me lleno de gloría., al considerar la piedra Angular,
sobre quien se levantó el iVlistico Edificio de esta
pcqueíía familia , tan iiija de vuestro Espíritu; y no
^ 2 nac
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me í]tieda kigar y esta es -otra de las razoTies ( á mas de la
tierna devoción que os profesó ) para que acojáis
este 'Sermón bajo vuestro amparo. De Vos aprehendió
las máximas saludables , que -le -sirvieron de re^
glas'ride vos la penitencia figurosa , en qué se exercitó
j de vos la'-Oración fervorosa , que era su mas
amable exercicio. La frecuente lección 4d Libro de
Vuesrras Meditaciones , que á tantas almas , llevó
íic la maho á la cumbre de la perfección , fue lá
armeria donde se abasteció de armas , para vencer á
sus Enemigos visibles , e invisibles , y 'le introduxo
«(como creo piadosamente ,) á la iposesion del Reylio
de todos los Siglos.
Seria 'inútil ique '^yo celebrara 'la grandeza déí
'HeToe , á quien tributo este Don , estando todo eí

esa de Jesús, qros ella sola ser.vira de Elogio cí
mas adequado á nú San Pedro de Alcanraia ; y de
largiimemo el mas conveniente para'•.calificar de accí:-
,tada mi elección de .Protetlor. Escrive ,1a Sanra en
-el Capitulo 27. de su vida : Dixome una vez el Señor
, que no le pedirían cosa en nombre de San Pedro
'de Alcántara ,'>que no la óiessel'U mismo Don Antonio
Mirambell testificó repetidas ;j.'eces : que muchas
cosas havia pedido ál Señor en nombre de San Pedro
de Alcántara , y todas se las havia concedido su
"MagestaS. . •. . : ^
Gon la seguridad de esta promesa -a Vos ;acudo
'Cloríosisimo Padre -mió , suplicándoos , os dignéis
'Tecibtr esta pequeña ofrenda , que soló por contener
algunos pasages -de ^a vida de un Devoto vuestro,
es digna que la admitáis. En vuestro nombre, y;
-por vuestros méritos suplico al Altissimo ^Dios se dig-
^ne conceder á quantos la leyeren , ü oíercn , la gra^
-iría de que'imitemos los cxemplos de ¡un tan digno
•Sacerdote , como este amito los vuestros. Haced Santo
•mió , que de todo resulte á^Dios la mayor gloria : á
Vos la mas tierna devoción ; á nuestras almas el
-mayor aprovechamiento. Perdonad los hierros , que
íni ignorancia no'ha-sabido escusar,, y hacedme un
verdadero hijo vuestro , que es qiianto desea .con anhelo
.el mas. indigno de vuesttos .hijos.:;::
iFr. ANTONIO PENALSA.
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CENSURA
De NN. HH. Fr. FRANCISCO LUDO LECTOR DE
Sagrada Fheologia , y Guardian del Convento de
San Josef de la Villa de Elche; y Fr. Manuel
Sanchis Lector de Prima de Sagrada Tbeolo^ia
en el mismo Convento.
X OR comís'on , y orden de N. Cho. Ho. y p.
Fr. Juan Bautista Briz Ledor Theologo , ex Difinidor
, y en esta Provincia de San Juan Bautista de
la regular, y mas estrecha Observancia de N. S. P.
,S. Francisco Dignisimo Ministro Provincial, hemos
visto con no menos gusto, que atención esta Oración
fúnebre , que en las Exequias , que en la Iglesia
del Convento de Franciscos Descalzos de San
Gregorio de la Ciudad de Orihuela celebró la Tercera
Orden de Penitencia á su Venerable Ho, Don
Antonio Mírambell Presbítero , Cura Párroco de la
Cathedral Iglesia de dicha Ciudad : dixo N. Ho. Fr.
Antonio Penalba hijo de la referida Provincia , Guardian
que fue del Convento de San Pasqual de k
Villa de Alcorisa , y al presente Predicador Conventual
en el de Sari Gregorio de Orihuela.
No nos detenemos en los Justos Elogios , que
se merece el Orador , de quien en su linea podíamos
repetir sin adulación , y sin hipérbole aquel, Consumatus
in brevi , explevH témpora multa (i) del Sabio,
(i) Sap. Cap. 4. y. 13.
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fpa el mismo apfíca d Varón Justo ;¿le qu-ien habla;'
por no ofender su 'modestia. El niismxD Sciir.ort leído
, y refiexionado sin preocupación, deciísra el artjEL,
elocuencia , y nobleza de pensamieníios con que.
esta escrito , y nos dispensa la obligación d:e dsgiar^'
á su autor , haciéndolo la Oración por si misma.
Porque en ella se ve la propriedad del asumro , pintándonos
al Héroe por su Carader ; la solidez de las
pruevas , la viveza de los. discursos , la eficacia de
los argumentos: Todo con un estilo claro , natural,
insinuante , persuasivo ^ y lleno de Sagrada erudición,
y según exigen las reglas de la Oratoria Christiana
en las Oraciones de esta clase ; de forma que al ver
el conjunto de las partes que componen esta pieza j y
Ja distribución , método , conexión , y enlaze , nada
fastidioso , de que hace uso el Orador, se nos
ocurre el decir con Hugo Vitorino , y creemos ha
de repetir quien lo leiere : Totum quod tn te estpulcrum;
est; in toto gratum ; in millo ingratum ••> tn toto pía.
its , in nuUo dispUces. (2)
Por todo lo qual , y no contener este Sermón
tosa adversa en algún modo á los dogmas de nuestra
Santa Fe , sentencias de los Padres , costumbres
Christianas , Reales Pragmáticas , y decretos Pontificios
5 antes bien estando lleno de virtuosos exemplos
capaces de promover la virtud , y hacer arder en
amor Divino á la alma mas tibia 5 somos de sentir
que se puede dar la Licencia á la prensa para estamparlo
, según se solicita, para la edificación común
ide quantos no pudieron oírle; y reimprimir en el corazón
{p.) Uug. Via, Ssrm. f.
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azón 3e ios qfuS fe oyeron los afeaos 3e ímítár ai'
Justo , cuya memoria deve ser eterna. Asi lo sentimos,
saltio semper ^c. en este Convento de San
Josef de la iVilía de Elch^ en ^,., de Enero deti
iFr. FrA»dse§ Uidff.:
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áV. jUJÜ BAUTISTA BRIZ , LECTOR DE SAGRAda
Theohgia , ex Difinidor, y en esta Santa Pro-
'viocia de Sm Juan Bautista de Religiosof Menores
Descalzos de ¡a .regular , y mas estrechen observancia
de N: P. S. Francisco Ministra Provincial^
y Siervo &c,
JL OR el tenor ¿e ías Presentes, y por ío qüc I
Nos toca , concedemos nuestra bendición , y licencia
al Padre Fr. Antonio Penaiba , Predicador Conventual
en nuestro Convento de San Gregorio de la Cñidad
de Orihuela, para que pueda dar á la prensa la Oración
fúnebre, que dixo en las Exequias , que en la
Iglesia de dicho Convento celebró la Tercera Orden
de Penitencia á su Venerable Hermano D. Antonio
Mirambell Presbítero, y Cura Párroco de la Iglesia
Cathedral de la misma Ciudad : Atento á que haviéndose
visto por Theologos de nuestra Provincia de
comisión nuestra , nos aseguran , no contener cosa alguna
contra nuestra Santa Fe Catholica , ni contra
las buenas contumbres , y que es digna de darse á
la luz publica. Datis en este nuestro Convento de S*
Juan de la Ribera de Valencia á p. de Enero de 178is
i^r. Juan Bautista SrtSi
Mtro. ProvI.
ppr. Mdo. Be Ñ. C H. y P. Provl,
Fr. Pedro Jover,
Secretario,
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CEH-i

CEKTscrmA
DEUDr. D. FRANCISCO IGNACIO DEL MORJ
• • 7
Colegial que fue en el Mayor de. Cuenca , Viñta-
dor en el Obispado de Calahorra-" ,- LéBoral áe la
•> Sant^ J^J^^l^ li?. Orihuela ,,y al presente Canoni­
zo , y Dignidad de Arcediano de Alicante en la,
mesnia Ó'C.
x^ ON particular satisfacción mía he leido ía Ora-í
clon, que se sirve remitir á mi Censura el. 5r. D.
Alexandro Mareos Rivas, Dr. en ambos dereclios,
y Vicario general de esre Obispado en las Honras,
que la Venerable Orden Tercera del Convento de S.
Gregorio celebró i la buena rhemoria del Sr. Don
'Antonio Mirambell, Ciira Prebendado en mi Santa:)
Iglesia. •:,'•"•••*
Devo agradecer ál Selíor Provisor la elección,'
que ha hecho de mi, porque me pone en términos

que no supo lo qíie fue codicia ? Que ignorava Jo
que era vanidad , y en quien no se conocía Ja ambición
? Todo lo hace presente el Orador , y aquel
buen juicio , que se dexa ver en rodos sus Sermones
, es cl 'mismo que brilla en esta Oración. La
locución es sencilla , natural, y sin aquellas frases
pomposas, que se ven en algunas de esta especieí
llena de gravedad , y de peso, conforme á las cirr
cunstancias que quiere San Ambrosio.
La misma propriedad , que en el Lenguaje, sí
-advierte en. el uso que hace de las Santas Escrituras,
.Los pasajes que produce , son acomodados á lo qu^
';los aplica, dexandose ver en la Sobriedad, conque
usa del Texto Sagrado la veneración, y respeto, con
¿que lo mira. No se advierten en ella elogios desmedidos
•,! y no fuera estra,fío, se le huviera ido Ijt
pluma, por que le asistió, y fue testigo en su ultima
enfermedad , y que tomando las palabras (|^
iSan Juan puede decir : Quod audivimus (a) Quid vidif
.mus oculis. nostris , quod perspeximus anuntlamus valíi/V..
Goa todo i habla con mucha moderación , y aun
-calla , algunas cosas, que , 6 no llegaron á su n^
jticiar, ó temió hacer difusa la Oración. ?
..-; Tratóse de elegir Sugeto para;utia Silla vaf
;Cante en.mi Santa Iglesia. Tuvo Don Antonio M;-'
rambeU , aunque menos antiguo , muchos vocales ,á
su favoi:. Recayo la Canongia en otro Prebendacjo
de mérito. Pero quien le oió quexarse de su des-
•acia ? Quien le oi5 palabra , que sonase á prefe-
:ncia \ Lexos de esso , hablando con migo en el
. :,h.: -, .... If -2 .,:,...,, piís-
(^(a) Efist. B.Joan. Apos. Cap. í v. i.
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mismo día me dlxo : Amigo me han regalado oy una
finezica^ y se la be regalado con mucho gusto al nuevo
Canónigo. Ai mas que oír ? Que oiese con serenidad
Ja noticia de haverse dado á otro la Prebenda, no
ai duda , era buena prueba de que no havia pretendido
con afán , como los combidados á las Cenas
, y los que concurrían á las Sinagogas , repre*,
hendidos por Christo Señor nuestro ; pero que con
gusto alúdase á celebrar la elección , que se havia
hecho en otro , aunque por otra parte , muy
digno , es acción , que pide un Espíritu , y un modo
de pensar , como el de Don Antonio Mirambell.
Hecho menos en la Oración el origen , que
tuvo su enfermedad ultima. Estava tan quebrantado
de salud , como todos saben j pero como esto no
era impedimento en Don Antonio para el desempeño
de las obligaciones de su Ministerio , predicó
nía tarde con aquel fervor, y espíritu , que tanto
lo distinguían. Aun no bien havia baxado del
Pulpito, quando ya le asalto una persona muy afligida
, porque enemistada con su Padre , sino se
•aprovechavan los instantes , iva á hacerse una enemistad
de por vida. Clamó á Don Antonio por
su consuelo. Su debilidad , el cansansio , y lo crudo
de la tarde eran obstáculos; pero su zelo los
venció todos. Salió : buscó al sugéto , en quien esta-
'Ta la repugnancia. Hablóle con aquella eficacia , y
iduízura , de que Dios le havia dotado. Trabajó macho
con el 5 pero á costa de su salud lo reduxo á
•que viviesse en paz , y en amistad con su hijo.
Bolvló á su casa , y desde aquel momento empezó
3a enfermedad, que lo arrebató de nuestra vista. Es-!
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to fue b ultimo , que cxecuto en ciii-nplímíento cíe
su Ministerio , para que se verificase , que hasta el
ultimo instante no cesó de trabajar en beneficio de
las Almas,
Juzgo será conveniente se imprima esta Ora-!
don , y que su Ledura servirá mucho para la co-'
mun edificación. Salvo &c.. Orihuela , y; Abril 4
'^atj. de 17^1.
TrOíftiseo Ignacio del 'Morat^
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A

KD5 DON ALÉXANDRO MATEOS RIBAS, FRES-
bytero , DoSíor en Sagrados Cañones , Abogado de
los Reales Consejos , y por el Illmo. y Rmo. Sr. D.
Josef Tormo , por la gracia de Dios y y déla Santa
Sede Apostólica, Obispo de Orihuela , del Consejo
de su Magestad; En lo Espiritual , y temporaly
de la presente Ciudad , y Diócesi, Provisor , Q^-.
cial y y Vicario general.
X. OR la presente , y por ío que i Ños toca, da­
rnos, nuestra licencia á Don Josef Ruiz Cartagena,
como Comisario de la Venerable Orden Tercera de
Penitencia del Seráfico Padre San Francisco, del Con­
vento de San Gregorio de esta Ciudad , para que
pueda imprimir el Sermón , que á la buena memoria
del Doftor Don Antonio Mirambell, Presbytero , Cu­
ra Prebendado de esta Santa Iglesia Catedral , y^
Hermano de dicha Tercera Orden , dijo el R. P. F.
Antonio Penalba , y Mira , Religioso de dicho Con­
vento ; atento á que haviendo sido examinado de
nuestra Orden , no contiene cosa alguna, que se
oponga a la Santa Fee Católica , y buenas cos­
tumbres , si que antes bien podrá contribuir mu­
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cho

cho , para la común edificación de los Fieles. Da­
da en el Palacio Episcopal de esra Ciudad de Ori-
huela , á veinte y quatro de Abril de mil sete­
cientos ochenta , y uno.
D. "Alexandro Mateos Rivat.
yicario General.
Pormdo. M Rdo. Sr. Prov. Ófí. y V. G,
[Manuel Ambros.
Ñor. Maior.
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(JONSUMAtUS IN BREFtif, EXFLEVITTÉMPORA
multa. Placíta enim erat .Deo anhna JÍIUUS.

* •
le spbre la tierra. Su Alma era muy amada de Dios,
parli que no le retrajera con presteza de este destierro.
Sus virtudes no devian estar mas largo tiempo
expuestas á las vicisitudes de la fragilidad humana,,
y aquel Dios mismo, que se ostenta incomprehensible
en- la conversión de los hombres, lo devia
ser igualmente en el fallecimiento de esta, como del
resto de las Criaturas. Pero aunque Dios es admirable
en todas sus obras , con especialidad se manifiesta,
tal en el designio que su Providencia forma
sobre sus escogidos. Los medios , las condiciones,
los estados , todos se derivan de aquella Soberana
Providencia ; aunque no en todos igualmente , sé dexa
veí admirable.
tí Como en la Casa del Padre Celestial hay muchas
mansiones, (a) también son diversos los caminos,
por donde se camina a esta casa 5 son d¡fe-«
rentes los tiempos en que sé emprende el viage. Je-
Sú-Chrlsto nos propone una parábola , la mas expresiva
de esta . verdad en aquellos Operarios del Evangelio
; unos llamados (¿) por la mañana, otros al
medio día , otros á la tarde , y todos recibiendo el
galardón correspondiente á su fatiga, y trabajo , Símbolo
el mas proprio para declarar, que aun en los
Ghrlstianos se verifica el cumplimiento de esta parabola.
Unos son llamados a una sincera conversión a
Dios por la tarde : esto es, á lo ultimo de su vida:
Otros en el medio día de la mocedad : otros por
la..mañana, a saber , en el principio de su vivir
jracional. La gracia causa todos estos efeftos ; elli
dirige
(a) JoAn. Cap- 14. v. 2. (^h) Math. Cap. 20. v. 5.
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dirige i sus fines los temperamentos virtuosos, ella
transmuda las inclinaciones mas perversas. Mas la
operación de la gracia no es una misma en i todos
los Corazones : á unos les conduce por caminos simples
, y comunes, en otros todo es resplandeciente,
extraordinario, y prodigioso. El espíritu sopla donde
quiere , como quiere , y quando quiere (c). Felices
almas destinadas por Dios , para señalar sobre
ellas su poder , sin reconocer un instante de ociosidad.
Dichosas almas , qu*e restituyendo al Supremo
Padre de familias los talentos multiplicados , (d) pueden
esperar una benigna acogida en aquel Reyno
interminable ; un ingreso triunfal en la eterna vida.
Por aquel Reyno pelearon con valor ; esta vida aurtepusieron
á toda otra frágil , caduca , perecedera:
y pueden estar asegurados con razón igual al Apos-íol,
que les será conferida la Corona de Justicia (¿)
en la vida eterna.
Este es el ultimo articulo de Fé , contenido en;
el Símbolo de los Apostóles. Esta es la ultima de
aquellas verdades , que á todo Christiano se proponen
para creer con Fé explícita , y de que devc
estar instruido. Todas las ottas verdades de nuestra
Santa Fé están dirigidas á esta , todo quanto Dios
ha obrado , ó como Criador ,, ó como Redemptor,
todo se encamina á llevar al hombre á la vida eterna.
Tomadas materialmente estas vozes vida eterna,
no significan otra cosa que una perpetuidad de vida,
que jamas tendrá fin. En este sentido , no menos á
A 2 los
'X-

'^. , ,
los eledos , qué á los Reprobos , 'isera comiin' la
vida eterna : porque tanto unos , como otros resuscitaran
en el dia ultimo a una vida imniorral j esto
es , á una vida que no estará sujeta á corrupción, ni
rnuerte. Por esto de todos dixo el Apóstol : Es necessario
que este corruptible cuerpo se vista de incorrupción
, ^/ ) y este mortal de immortalidad. Mas,
según el lenguage de la Divina Escritura; por vida
eterna solamente se entiende aquel estado de perfecta
Bienaventuranza , que gozarán los Santos en el
Cielo. Por esto la vida , que vivirán los Condenados
entre las penas, y tormentos del Infierno, no podrá
llamarse vida , sino muerte segunda , como está escrito
en el Apocalipsi(^). Proponiéndonos nuestra Madre
la Santa Iglesia este ultimo articulo , devemos
creer , esperar , y desear aquella vida , que Dios ha
prometido á sus escogidos. Aquella vida de quien
dice S. Pablo, (h) que como el estipendio del pecado
es la muerte , asi la vida eterna es el estipendio
de la justicia. Nuestro entendimiento no puede
formar en esta carne mortal una justa idea de la vida
eterna ; y S. Pablo solamente dice : (/) que ni
el ojo vio , ni el oido oyó , ni el entendimiento humano
comprehendlo , quanto preparó Dios en aquella
vida para los que le aman. Aquella vida es incapaz
de alteración , de mudanza , y de fastidio : porque
alli veremos á Dios. Esta vista producirá en los
Bienaventurados el amor , las alabanzas , el gozo
.. ' inter-
(/) r. ad Corint. Cap. i^.v- JS- (

•fñttrtn'íriabíé. Todos los bienes finalmente estaran juntos
en aquella vida , ala qual son muchos los llamados,
(j) y pocos los escogidos. .
Piadosamente creemos, que Don Antonio Mirambell
Cura Dignissimo de la Cathedral Iglesia de
Orihucla , en cumplimiento de la exhortación del
Apóstol San Pedro , (k) hizo cierta su vocación á
una tal vida con sus obras virtuosas. Experimentó en
si la sentencia fulminada contra Adán , y toda su
descendencia en virtud de la trasgtession del precepto
divino. Falleció en la Ciudad de Orihuela después de
una larga , y penosa enfermedad dia siete de Mayo
del aíío 1778. Fue arrancado de la tierra de los
Vivos, para tomar possesion de aquella región , de
quien ninguno de los mortales puede renunciar. Murio
aquel modelo de Sacerdotes, que siendo de frágil
naturaleza , se dexó ver poco menos que Ángel
én las costumbres. Despareció aquel, que hecho norma
de Párrocos cumplió todos los deveres de su Ministerio
, sin admitir treguas en su afanoso exercicio.
Murió en fin Don Antonio Mirambell , después de
havernos dcxado en la breve carrera de su vida u»
Compendio de las virtudes Christianas.
Si el Espirita Santo nos exorta á llorar sobre
lín Difunto , y ofrecer un luto adequado al mérito,
de que cstava enrriquecido (/); podré yo dexar de
afligirme justamente á la frente de esta lúgubre
pompa , que me renueva la memoria de la muerte
de Varón tan esclarecido ? Podréis vosotros , Sabios,
suspen-
{j^Mat. Cap. 2 2. V. 14. (k,) "í PetriCap. i.
V. 10. (/) Eccles. Cap. 38. v. 18.
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suspender vuestro llanto , fxperimentan'áo ia pefdídja
de aquel Doftor admirable, en cuya erudición
piadosa afianzava el sosiego en sus dudas vuestro g&nio
ilustrado ? Podréis vosotros , ignorantes , negar
vuestras lagrimas, en premio del magisterio con que
os instruyó , de la benignidad con que satisfizo á
vuestras necias propuestas , de la humildad con que
se acomodo á vuestro natural nada culto ? Podréis
vosotros dex^r de imitar estos exemplos , ó Mendigos
, cuyas manos tantas veces recibieron de la suya
el socorro adequado á vuestras necesidades j cuyos
ojos tantas veces se serenaron con sus dulces
palabras ; cuyo corazón sintió tan de lleno los efectos
de su ardentísima caridad ? Vosotros pecadores , ó
convertidos , ü obstinados , no me haréis igual obsequio
, siquiera por el zelo que tuvo del bien de
vuestras almas , quando desde los pulpitos , corno
otro Apóstol , declamava contra vuestros vicios , ó
en Jos confesionarios, qual otro Francisco de 5ales
dirigía vuestras almas por los caminos de Ja paz ?
Vosotras almas pías , y espirituales no podréis negar
igual; tributo , en protestación de ser deudoras de
vuestro adelantamiento en la virtud á su dirección
acerrada. Vosotras perdisteis á vuestro Maestro , y
Padre Espirit'ial; este es motivo sobrado para afligiros
grandemente. Omito exigir de esta V. O. 3a.
de Pe litencia igual demostración á vista de tan funesta
Pira. Ella misma está publicando el dolor de
que se halla penetrada , por la falta de tan buen Hermano.
La era demasiado estimado , para no hallar
menos su presencia. Sintió efedlivainente toda la gran-!
dcza de su perdida: y aun por esto es igualmente
suyo
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-. ... - "7
suyo él designio de poner á la vista de todos cl
retrato de su vida ajustada , y penitente.
• El tenor de vida irreprehensible de Don Antonio
Mirambell nos ofrece un fundamento , nada
equivoco de su eterno descanzo ; y esta consideración
lejos de acrecentar nuestro llanto , será el lenitivo
mas proporcionado por tan temprana muerte.
La reflexión del inalterable reposo , que piadosamente
creemos , se grangeó con una vida laboriosa , de-
Ve enjugar nuestras lagrimas. Es verdad que hemos
perdido mucho 5 pero el ha ganado mucho mas. Mas
bien devemos llorar sobre nosotros , sino le imitamos
, que aflijirnos por su muerte. El Espiritu Santo
, que nos exhorta á un moderado luto sobre nuestro'
difunto , igualmente nos inculca , que se mitigue
nuestro dolor con la consideración , que su Alma ha
entrado en la posesión de un descanzo eterno , como
siente la piedad. Estos deveres que tributamos á un
Héroe del Christianismo nos entristecen sobre manera
; pero los sentimientos de Fe retrahen nuesttas
lagrimas. Las honras que ofrecemos á su memoria,
son un homenage que se dirige á su virtud , mas
bien que á sus títulos , y dignidades. En el triste,
y arduo ministerio que yo voy á emprender , solo
pienso hablaros de aquellas virtudes proprias del estado
, de que le vimos adornado. Por ellas deveis
regular el concepto , que se mereció su relevante
condufta. Temo con razón , que mi insuficiencia disminuya
en esta Oración fúnebre la gloria de tan gran
¡Varón , como (w) con menos motivo se rezelava otro
Cw; O raí. de Gjrg.
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tan-

8
tanto San' Gregorio Nazlanisenoén ías Honras; 3e su
Hermana Gorgonía. :.,i.' . ; , :j.,t
A mi no imcumbe- eh modo alguno prevenir
el juicio de la Sta. Madre Iglesia ; á esta tne suje^
tó en todo- como el menor , y mas rendido de sus hijos
; sus decissisíones únicamente son la regla , que
deve regular mis pensamientos. Por Jo que yo profi^
riere en esta Oración de nuestro difunto Don Anto^nio,
no deveis formar juicio , que yo pretenda ca*
lificarlo'por Santo. En cumplimiento del Decreto de
(i:|='Nuestro SSmo. P. Urvano VIII. protesto , que ni
quiero , ni pretendo en quanto dixere , que se de á
mis palabras mas crédito , ó Fé , que aquella de
que es acreedora una authoridad humana , y falible;
Las deposiciones de sus Domésticos , y diredíores,
con otras de vista , y oído , serán las que oiréis de
mi boca. El ardiente deseo de que el Pueblo sea
como el Sacerdote , me impele dulcemente á proponeros
sus virtuosas acciones, á fin de estamparlas en
vuestros corazones ; y el cuidado solicito que en mu-*
chos concibo de su bien espiritual , 'nie promete, qué
mí trabajo no será del todo infructuoso. Este deseo
de aprovecharos, es quien únicamente os deve atrahér.
No soy suficiente , para pensar alguna cosa co-.
mo propria. (w) Estoy bien persuadido de la impropriedad
de mis locuciones, de la falta de erudjeioa
necesaria, con otras 'pr&hdas que exige tan grave
encargo , qual es , proponer á vuestra vista la vida
admirable de Don'Antonio Mirambell. De ai es,*
que solo oiréis-de- mi Una Oración imperfeta; unas
expre-
.. 1. • r --I ifi -• n f I " - MI.III..I— I -t
(«) 2. ad Cor. Cap. 3. V. y. .
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9
iexprcsiones naHa brilianfcsi im estilo daro , si, pero
llano , qnal de mi haveís oído en otras ocasiones.
Mas todo, espero, será disimulado de vuestra prur
dente atención. Una reflexión seria sobre su vida
ajustada no dexará de estimular nuestra tibieza para
la imitación. Su caridad fervotosa , su penitencia rígida
, su humildad profunda, juntas con su Oración,
Religión , y demás virtudes que constantemente practicó
, no podran menos de animar con su exeraplo
los corazones mas pusilánimes , de levantar á los
caídos , de corroborar á los fervorosos.
No esperéis, que para elogiar á tan gran Va-*
ron , me valga de otras alabanzas , que aquellas de
que es acreedor por el cumplimiento exadto de su
ministerio ; y temo que mis expresiones Icxosdeser
hiperbólicas, se queden muy diminutas. No le oiréis
alabar , por haver sido Cathedratico del Colegio de
San Miguel; por haver obtenido el Curato de Sta.
María de la Villa de Elche 5 por haverle ascendido
al de la Caihedral Iglesia de Orihuela ; sino por la
dignidad cpn que desempeíí6 estos, y otros empleos,
por la puntualidad con que los excrció , por lasvir-r
tudes que praíticó , por los exemplos que nos dexó.
La aptitud para aquel ministerio que brumaria aun
los ombros Angélicos , y el exado desempeiío de sus
funciones formará el todo de esta mi Oración fúnebre
, en dos partes dividida. En la primera os le hare
ver con todas la disposiciones necesarias para el
estado, á que Dios le tenia destinado. El Empleo, y
cxecicio que hizo de su Ministerio formará la segunda.
iDe aquí concluiréis vosotros, que en pocos arios
de vida llenó la medida de muchos Siglos de virtud.-
B El
© Ayuntamiento de Murcia

10
El espíritu de verdad , cuyo carafter devo fielmente
sostener , no permita , que á la presencia de
sus Altares , en medio de tan recomendables sacrifi*
cios , y á la vista de tan respetables Ministros deshonre
yo mi Ministerio , b con pensamientos improprios
, ó con alabanzas profanas , que frecuentemente
hacen perder de vista el objeto de todo Christiano
Orador, que es el bien espiritual de sus oyentes.
Yo confieso con mas razón que Jeremías: que no se
hablar (o ). Me hago cargo con Isaías : que habitando
en medio de un Pueblo de immundos labios, han
Contraído lus míos igual contagio (/>). Haced por
tanto , ó Dios mió! que mi lengua solo profiera
io que pueda servir de edificación , é instrucción.
Lexos sea de mi todo otro fin menos redto. Ilustrad
ini entendimiento con un rayo de luz , que al paso
que me ilumine , disipe las tinieblas de incredulidad
impla de mis oyentes. Fervorizad mi voluntad , para
que lleno de Sagrado fuego , le pueda sin embldla
comunicar á quantos aspiran á la conquista del eterno
Reyno. Dad eficacia á mis palabras , para que*
consiga el fin que pretendo. Haced .^Vos, Virgen, y
Madre Purlsslma , que, vuestro .,SSmo. hijo benigno
atienda á esta humilde suplica/para que todo ceda
en honra, y gloria, suya. Ho me,asiste otro a poyoque
una viva confianza en ^.vuestro poderoso patrocinio,
con ia dulce memoria de que sois Dlspensera
liberal de toda gracia. "Esta imploro rendidamentei
y esta espero me ayudéis-a pedir , interponiendo-;;
la Salutación del Arcángel, que dixo:
AVE M^ílIA. PARTE
( « } Jttxm, Cap u V^ é' tí) ís^' Ca?- ^' V. J.
© Ayuntamiento de Murcia

PJRTE I. '''
\ J UE cosa mayor en lo moral que la dignidad
^^ del Sacerdocio ! Segregados, y distinguidos
entre el resto de los hombres , se miran elevados a
una Gerarquia tan superior , que nada le queda que
embidiar, aun al mas ambicioso. Son arbitros de la
libertad, ó cautiverio espiritual ; Promulgadores de
las Divinas Leyes 5 Padres de los Pueblos que les
son confiados. El Chrisostomo (q) no reconoce mayor
potestad sobre la tierra. El Sagrado Concilio de Tretito
(r) advierte en los Sacerdotes de la Ley de
gracia tanto mayor honor , y dignidad que en los
Sacerdotes de la antigua Ley , quanto el Sacrificio,
. que aora se ofrece es mas sublime. San Ignacio Mar-
• tyr escriviendo á los de Smirna ( / ) les intima la
reverencia á los Sacerdotes , después al Rey. El Dios
mismo se muestra sumamente zeloso del honor , y
respeto devido a los Sacerdotes, protestando repetidas
veces, (í) que no le toquen a sus Chtistos. Pero
quan solicita deve estar su providencia sobre los destinados
a un tal estado , para que no queden frustrados
sus designios ? Qué de qualidades no deven
unirse en ellos , para sostener dignamente un tal Cara£ter
? De que virtudes no deve estar abastecido un
ministerio tan noble , y tan elevado ? Que esperanzas
no deve concebir el Pueblo de tanta dignidad?
Qu^ felicidades no deve prometerse , quándo el Cie-
B 2 Jo
iqy Lib. l.,Ue Sac. Cap. j. (r) Ses. 22. C. I.
(') Apud Lohn. (t} Psai. 10^. y. 15., ""
© Ayuntamiento de Murcia

tz ^. . . \
lo por su misericordia tiene cuidado de destinarle un
íiijeto , que lo govierne con zelo , con caridad , con
una vida irreprehensible ? No lo dudéis Señores.
Aquel gran Dios, que no padece engatío en alguna
de sus disposiciones , sabe , quando es de su agrado,
comunicar á quien elige quanto se requiere para ¿1
desempeño : sabe coordinar los medios conducentes á
pn fin tal.
Ha ! yo me veo precisado á renovar el sentimiento
, que es necesario os cause la reflexión sobre
la temprana muerte de Don Antonio Mirambell;
y á vosotros no quedará la menor duda , para representároslo
prevenido desde su nacimiento con las
bendiciones de lo alto , y con todas aquellas circunstancias
favorables para el logro de los designios,
para que la providencia Divina le hizo nacer. En efecto
j son necesarios unos Padres Christianos , que inspiren
en el Niño Antonio , el temor Santo de Dios con
el aborrecimiento a toda culpa ? El Cíelo se los destina
en las personas de Josef Mirambell , y Ana Maria Beltran.
Conduce la nobleza de la Sangre, paraj:omunicar
generosos alientos , que en nada ^ empañen lo
brillantez de su prosapia ? No faltó esta a nuestro Antonio
, cuyo Padre fue declarado Ciudadano de Immcmorial
en el año 1739. y sus ascendientes transmigrados
de Aragón á Alicante , y después á Monforte
Patria de nuestro Antonio , hicieron grato servicio
á Dios , y á los Reyes en la conquista del
Reyno de Murcia. Se requiere la suerte de una buena
alma , como en Salomón , ( » ) para todo exercíció
(«) SA^. C*}>. 8. V. i£.
© Ayuntamiento de Murcia

í3
cío'de virtud ? tal se le comunicó. Hasta en el
día del nacimiento de Antonio parece , que el Cielo
se mostró cuidadoso , disponiendo que naciera el
-dia 17. de Enero del año I734-> día en que la
Iglesia celebra la festividad de San Antonio Abad;
como proponiéndole á este Santo por modelo de la
Oración , y penitencia, en que havia de exercitárse
toda su vida. Su corazón era una tierra fecunda, y
dispuesta para dar agradables frutos de virtud. Aque
lias semillas que en sus familiares conversaciones
derramavan sobre sus hijos los Padres , produxeron
en el corazón de Antonio un grande amor a todo
lo bueno. Crecía este amor al paso que se adelantara
en la edad ; y obrava con tanta madurez , y solicitud
para no ofender ¿Dios, que sus acciones mas
bien parecían de hombre madura , que de niño de
tierna edad. j ' •
Puntualmente este es aquel estado , a quien
según el P. S. Basilio ( f ) se presentan
dos caminos totalmente diferentes entre sí. Uno
á primera vista llano, y florido ; el otro espinoso,
y de difícil ascenso: El uno tiene por condudtor
el Ángel enemigo 5 el otro reconoce por guia al
buen Ángel : Aquel conduce infaliblemente al precipicio
; este vencidas las asperezas, y difícuhades, va
á terminar en un ameno , y delicioso collado. De
semejante modo , me figuro fo , se presentarían iguales
caminos á nuestro Antonio en sus tiernos anos.
Reciprocamente harían sus ma§ vigorosos esflierzos
entrambos condudores: Cada uno por su parte procuraría
{ V ) tiom. in Psal, i.
© Ayuntamiento de Murcia

^4
curarla atraíier en seguimiento suyo aquel ^tierno
animo ,• este, paraque pisara flores , y se coronara de
rosas ,(x) antes de marchitarse ; aquel para abrasar
espinas , y ceñirse los Lomos con Ja mortificación,
{/ ) según el consejo del Evangelio. Mas el bien
instruido ya en el temor Santo de Dios , sin poner
, el pie en el camino de los pecadores , abraza el de
la virtud , que conduce á la salvación. De aquí
es , que los entretenimientos pueriles que sirven de ocupación
á los delicados ánimos de los niños , no tuvieron
lugar en el suyo , la edad sola se dejó ver
pueril. Lo despejado de su entendimiento impelió i
sus Padres a embíarle á la Escuela , para que aprendiese
las primeras Letras , y Doftrina Christíana:
mas el afedo que tenia á rodo lo bueno , le abrió
el camino, paraque esta hallase buena acogida en
su entendimiento , para ilustrarle , en su volunta^,
para infíamarlai No admite duda Señores. Los primeros
pasos de la juventud son reglas para

í5
iridínacioiics al 'V?eio ? "humildad de corazón , solidez
de espirita , igualdad de animo, pureza en las
miradas ,'moderación en los deseos, inflexibilidad en^
sus deveres, remor de Dios. Veis al las virtudes
necesarias , y fundamento solido sobre quien se afianza
una vida Christiana. Donde se hallan menos estas
virtudes , quantos Absalomes ingratos no se ven !
Qnantos Adonias ambiciosos ! Quantos Ophnies licenciosos
! Quantos incorregibles Phynées ! Quantas defeduosas
Athalias ! Oprobrios todos de sus respedivas
familias, y confusión de sus diferentes estados;
Dexemos tan odiosos nombres sepultados en la turbación
, y horror de sus siglos. La virtud de Don
Antonio á quien lloramos , no necesita de sombras tan
indignas , para resplandecer con lustre. Muchos de
vosotros mism.os haveis sido testigos, y los mas sois
aora Panegyristas. Quantos io han propruesto , por
modelo á hijos, con el fin de embeber en sus tiernos
ánimos el amor á la virtud , el aborrecimiento.
al pecado , la reíkitud er^ ias costumbres, la obediencia
á los Padres, el respeto á los mayores , la devoción
en los templos , el aprecio' de los bienes
eternos , el temor Santo de Dios ? que advirtieron
en -el sus Padres , que les estimulará á la reprehencion?
ó por mejor decir : que vieron en él , que
ño les executará de justicia á corresponderle con todo
el amor., y benevolencia rilenos de gozo sus
Padres , al ver tanbicn lograda su educación en
tan tierna edad , devTan concebir bien fundadas esperanzas
de mayor aprovechamiento. Si -que es verdadero
:d dicho del Ecclesíastico {-«)- Sciá alaba-
i*) Ecú. CíJ?. 30. V- 2.
© Ayuntamiento de Murcia
• (do- •

1?
do el que instruye 3 su hijo ,' fistS Sera su 5!oriá
en medio de sus domésticos.
Solamente no contraher la maldad la juventud,
es una grande alabanza. Pero de que elogio será
digno nuestro Antonio , no solo libre de toda acción
viciosa , sino de mas á mas addido á la virtud ?
El temor que havia concebido de la divina justicia
por las eficaces exhortaciones de su Madre principalmente
, fue el freno con que refrenó sus pasiones,
fue el estimulo á quien devio gran parte de su Espiritual
aprovechamiento. Aprendió á lee'r en el libro de
los exercicios de San Ignacio de Loyola , según relación
suya , y cada lección era una saeta aguda , con que
Dios traspasaba su corazón. Al leer en el capitulo,
en que el Santo propone la consideración de la Eternidad
de las Penas del Infierno aquellas palabras,
con que los Condenados explican la dilatación de sus
tormentos : O eternidad sin fin padscer \ para siempre
arder ! Hicieron tanta Impresión en Antonio , que
por mucho tiempo no se le borraron de la memoria.
Comia , confesó el mismo , y resonava en mis
oidos : siempre arder ! Andava , y como que oía una
voz, que me decia : sin fin piiecer\ Entra va en la
Iglesia , y con mas viveza se me representava la
eternidad de las penas , que Dios tiene preparadas
para castigar á los q'te gravemente le ofenden. Sí
el Gerónimo vivió tan irreprehensible con la memoria
del final juicio, que á todas horas le acordava
el sonido de aquella trompeta , que le parecía
resonar en sus oidos; no dcve causar admiración,
que Antonio .viviese penetrado del temor Santo de.
Dios , siéndole tan familiar el recuerdo de la eternidad,
© Ayuntamiento de Murcia

'7
nidad , imedío' eficaz según el Sabio (b) para no
caer en pecado.
Mas no se satisfacía con apartarse de lo malo
solamente, se esmerava en pradicar lo bueno.
No manchava con vicios su Alma , solicitava enriquecerla
con virtudes. Ola el Santo Sacrificio de la
Misa , y asistía al Rosario rodos los días con tanta
devoción , y compostura , que la infundía en quantos
le miravan. Profesava ya una tierna devoción á
María SSma. Sra. Ntra. y en' protestación la rezava
todos los días siete Padres nuestros , con otras
tantas Ave Marías , en memoria de los siete principales
dolores que toleró en la pasión de su hijo 5 pero
esto era puesto de rodillas, y tendidos sus bra-'
zos en Cruz , cuya devoción pasó después á ser
obligación rigurosa por voto. Aunque buscava los lu-:
gares mas retirados para pradlicar sus exercicíos espirituales
, no pudo evitar, que en cierta ocacion lo hallase
una hermana de su Madre arrodillado , y tendidos
sus brazos en Cruz en Oración fervorosa en lo
mas retirado de casa. Amava grandemente la soledad
, porque sabia bien, que en ella oía sin embarazo
la voz de su amado j por que alli le instruía
el Señor en la Divina Ley ; porque^ alli derramava
sobre su Alma el Manná de las divinas consolaciones.
Para este fin se retirava muchas veces al santuario
, donde con libertad hablava á su Dios , y le
ofrecía en Sacrificio acceptable su inocente corazón.
Este que se hallava posseido del Epiritu del Seííor)
C que
{b } Eccl. Cap. 7. V. 40. .ti .7 ,5
© Ayuntamiento de Murcia

que es un espíritu nb servil, (c) sino filial ', 'st.
dexava atraer dulcemente con los lazos de la caridad
(d) En unas de estas ocasiones fue , quando
haviendo entrado en la Iglesia de Monforte
, se arrodilló delante de una Imagen de Christo
Crucificado , en cuya dolorosa meditación se enardeció
siempre el fi.iego de su corazón ^

1S>
Smwhl , qúc el Señor era quien le hablava.
Esta vida ran inocente, esta piedad tan constante,
esta devoción tan feívorosa nada tuvo demudable con
la perdida de sus Padres en poco mas de dos meses.
De aquí no os será dificultoso , calificar de verdadera
la aparición de su Madre en sueños, pidiéndole
una Comunión en sufragio. Dispertó una mañana
tan sobresaltado , que hasta en el rostro llevava
escrita la perturbación de su entendimiento , la alteración
de su corazón. Preguntóle su Tia , en cuya
casa vivia : que aflixion , ó accidente le preocupava ?
He visto ( respondió ) á mi Madre en sueños, jy
al despedirse me ha mandado , que oy mismo comulgue
, y aplique la Comunión por su Alma. En
cfefto asi lo cumplió Sé la advertencia del Eccíesiastico
, que dice (^): A muchos llevaron por la
mano al error los sueños. No ignoro, que ninguna
.credulidad puede fundarse sobre estos; y deven despreciarse
, mayormente , quando no son conformes
con la Doílrina de JesuChristo, y de la Iglesia.
Mas no podréis negar sin error las muchas ocasiones
, en que Dios ha declarado su beneplácito á los
chombres en los mismos sueñoE. En sueños intimó
Dios á Abimelech la muerte , por haverse llevado
á Sara Mugucr de Habraham ( b). ^En el sueño de
los dos Eunucos de Pharaon , compañeros en la cárcel
con Josef (O» entendió este lá exaltación del
uno , la muerte del otro. Por aquellas siete espigas
lucidas , y hermosas (; ) y otras tantas itriaci-
C 2 lentas,
.^' \g) Eccle.Cap. 34. V. 7. { h) Gen. Cap. 20. V. 3.
( /• 1 Ge».Cap.4o. V. IJ.. I (jf) Gen. Cap.^l.v.26.
© Ayuntamiento de Murcia

20
lenrasj y flacas , demostradas á Pharaon en' sueños;
, descifio Josef los siete años de fertilidad , y otros
siete de esterilidad , que havian de sobrevenir. En
..aquel Pan Subcinericio, que en sueños vio unMadianita
-( 0> en tendió Gedeon la vidoria , que de estos havia de
..obtener con pocos Soldados. Este es el estilo mas
. frecuente en la Sagrada Escritura ; por que el Señor
; que hablava por sus Profetas , ( /) ofreció , á Maria,
y Aaron , que á aquellos les hablarla en sueños, pero á
Moyscs boca a boca. Aunquando es de su agrado se vale
Di os del mismo estilo en la nueva Ley de gracia , y esta
es la cosa mas obvia en la Ecclesiastica historia.
Con esto no parecerá estraño , que á Antonio só
aparezca su Madre en sueños, y solicite el sufragio;
. ó para templar el rigor de las penas, ó para conseguir
la libertad del lugar de expiación. Porque aunque
sea Santa , y saludable (m) \a. Oración por los
difuntos, pero es sin comparación mas agradable á
Dios, quando el sujeto que la ofrece es de vida pura
, é inocente. De este cara£ler era la de Antonio,
según el testimonio de dos diredores con los quaks
se confesara en Monforte , antes de venir á estudiar
»> á esta Ciudad de Orihuela. Será lastima (dixe-»
T> ron á su hermano Don Josef Mirambell ) se-»
» ra lastima , que las malas compañías inficionen»
» una Alma tan pura , y tan fervorosa , porque»
»» en veidad Antón es un chico ,'que con dificul-»>
»> tad se encontrará quien le iguale , no solo »>
i> m Áa inocencia, que aun conserva , sino ram »
bien
(O yudic. Cap 7. V. 13. (O Num. Caj?. 12. v.
"e, ( ^ } 2. Mac, bab. Cap. 12. v. 46.,
© Ayuntamiento de Murcia

-21
,

22
derle. Quien fue mas asistente que cí á ía Oración,
ya fuera por la mañana , ya por la tarde ? Quién
fue mas exa£to en el cumplimiento de las Leyes del
Colegio ? Huía de las conversaciones de los pocos
regulados , y buscava en las de los buenos el modo
de mejorar de su" vida , y copiar de estos sus virtudes.
Todos quantos le trataron, afirman, que Don
Antonio fue siempre uno i su modestia , y virtud
caminaron de acuerdo » tanto en el Seminario, como
en bs CuratoSr Fiel imitador del Joven Daniel ( ^)
que vivió en medio de las delicias de los Babilonios
, sin gustar sus viandas proscriptas , preservó su
corazón limpio, sin que le inficionara el contagio
del vicio. De Antonio podremos decir lo que de
Tobías cautivo en Ninive , afirma el escritor Sagrado
( r) : este conservó su Alma intada , sin contaminarse
con las comidas ilícitas de los Gentiles. Pero
como imita la inocencia del Joven Daniel , asi
igualmente recibe la discreción , y sabiduría , que
le hicieron capaz de dar á los ancianos consejos útiles
(s) en una edad en que solo parecía hábil, para
recibirlos.
Sirviéndole de basa el temor Santo de Dios, sobre
él afianza la casa de su Sabiduría ( í ) Entregado a
el estadio de la Filosofia baxo .el Magisterio de un
Maestro dofto, y virtuoso , el aprovechamiento de este
Discípulo mereció la primera Censura. Aquí aprehendió
igualmente la Sagrada Teología ; y su constante
aplicación le adquirió el crédito de Uno 4^
los
(q) Dan, Cap. i. v. 8. (r) Tob. Cap. i. v. 12.
( / ) Dan. Cap. 13. v. JO. (/) Prov. Cap. 9. v. i.
© Ayuntamiento de Murcia

2-5
Jos 'mayores Teólogos de su tiempo. Como tal desempeñó
con el mayor lucimiento los Ados públicos
de Filosofía , y Teología , á mas de los privados, que
preseriven las constituciones del Colegio, Como tal
obtuvo el grado de Dodtor en Sagrada Teología con
rodos los tirulos , que son devidos á los muy inteligentes.
Como tal logró la Cathedra de Teología
eo el Seminario , y la regentó por dos años. Como
tal hizo Oposición á la Canongia Magistral de Pulpiío
, y mereció el aplauso de los DoiSos. Como
tal la repitió a el Curato de Cox , y mereció Finalmente
ser consultado á la Magestad de Ntro. Cathofico
Monarca ( que Dios guarde ) con trece votos
en tercero lugar en la Oposición , que hizo igualmente
á la Canongia Leftoral de la misma Santa
Iglesia de Orihuela..
Bien diferente de aquellos Sabios , cuyas especulaciones
tienen por empleo questíones inútiles, ó
poco necesarias , él adoptó aquellas , que fundadas
sobre la Escritura , Concilios , y Stos. P. P. apacientan
e' animo de los que pretenden separar lo precioso
de lo vil. Ni penséis que por aplicarse á los
estudios , olvidase la ciencia de Santos, que enriquece
ia Alma de virtudes. Antes deveis estar persuadidos
, que por medio de trato interior con el supremo
Padre de las luces recibióla inteligencia, tartto
mayor en los estudios , quanto mas frecuenta va esta
Escuela. Entrava dia , y noche en espíritu en el Santuario
del Señor para el estudio de sus divinas perfecciones
; y este le franqueó la entrada á la inteligencia
de aquellos Mysterios ocultos á los prudentes,
© Ayuntamiento de Murcia

24
y Sabios del Mundo, («) y manifiestos á los fíu-'
mildes, u peqaeíiuelos. Fiel imitador de los Buenaventuras
, de los Thomases , de rodos los Dodores
Stos, en las mas arduas difieiiltades acudía á la Oración
, que es la llave del Cielo , y de la eterna
Sabiduría le era comunicada la adequada inteligen^eia^jt
Sirviéndole de consuelo los libros Santos, {v)
en estos hallava los mas puros desengaños , estos le
eran los amigos mas ingenuos, y fieles.
En vista de tan estrecha hermandad de ciencia,
y virtud no huviera dicho San Ambrosio de Antonio
lo que de los Sabios de Atenas {x) '. que solo
eran Sabios en palabras , oponiendo una monstruosa
deformidad de costumbres á las verdades aprendidas
en las Escuelas. Dedicado con tenaz aplicación á el
estudio de la Sagrada Escritura , Teología Moral,
é Historia Ecclesiastica , sus progresos en estas fueron
mas que ordinarios. La solidez de sus respuestas, la •
vivacidad de sus pensamientos , la nobleza de sus
sentimientos davan bien á entender la penetración
profunda en las ciencias proprias para el Ministerio,
i que le llamava Dios. A este fin dirigía todos sus '
estudios , temeroso de desviarse del camino , que le
í señalava el Señor. Instruido en las Doctrinas sanas,
y seguras 5 de estas davan fiel testimonio sus obras,
en las quales estriva la verdadera salud en la doctrina.
Bien diferente de aquellos, cuyas Cixpresiones
verbales solo publican sanidad de Do£lrina , quando
Ja contradicen diametralmente sus obras corrompidas.
Estos
(«O Luc. Cap. 10, v. 21. {v) l. Mac. Cap.
12. Y- 9- {x) Epíst. 7.
© Ayuntamiento de Murcia

ístos semejan a aqiieííos Phar'seos , reprehendidos por
la Magestad de Christo Señor Ntro. que honrándole
con los labios (/), su corazón está muy apartado,
O mas propriamente á aquellos otros , que imponiendo
en los hombros ágenos pesadas cargas (z),
ríí aun con el dedo se dignan de tocarlas. No fue
asi Ntro. Antonio. Ni menos fue uno de aquellos
Sabios ociosos , en quienes según el dicho del Apóstol
(a) y la ciencia causa inchazon. Fue en verdad
Sabio , por que fue verdaderamente humilde. En qué
ocasión , ó tiempo halló acogida en su corazón la:
vanidad ? En medio de tantos títulos , de que pudiera
vanagloriarse , jamas le vimos diferente de si mis-^
«10. Su porte , sus palabras , todo él nos contestava^;
que lexos de estar su corazón preocupado del orgullo
, tenia allí su silla la humildad ; y cediendo á
los muertos ^b) d cuidado de enterrar á los muertos,
solo cuida de seguir al Señor , y cumplir en toda
su voluntad.
Yo sé muy bien Señores, que los hombres podemos
llegar a el Cielo por mil caminos diferentes.'
Ño ignoro , que este mundo es una tierra estraña,
cuya diversidad de estados son otros tantos caminos
diferentes , que guian á nuestra común Patria. Pero
igualmente sé , que solo es uno él camino por donde
Óios nos llama , y el permitirá , que rodos los restan-*
tes nos desvien. Por aquel será Dios nuestro condu£tor
, y guia 5 en este nos abandonará á nuestra
D Cegue-
(y) Man. Cap. j.v. 6. (z) Mat. Cap. 23..
V. 4. (a) 1. Jd Cor. Cap. 8. v. i. {h)Ma(^
Cap. 8. V. 2 2»
© Ayuntamiento de Murcia

26
ceguedad , y flaqueza. Como todos tienen sus tentaciones,
y sus peligros , todos, y cada uno en
particular tiene sus gracias particulares, gracias que
llamamos de estado. Esperáis vosotros estas gracias,
quando contra la voluntad de Dios os entrometéis
en un camino , ó estado , al qual no os llama ? O
Dios mió ! que desordenes no se siguen , de abandonar
el camino seiíalado pos Vos , y abrazar aquel a
que nuestras pasiones nos llevan de la mano , y aun
arrebatan ! Qae confusión no reinarla en el Santua-;
rio, si otros que los de la Tribu d^ Levi se intro-,
dujesen en el servicio de la Arca ? Si el incensario
fuese manejado por manos sacrilegas , no elegidas
por Dios ? Si el que es Pastor de Almas, maniiase
á los Soldados ? Si los oráculos de la Justicia se
confiasen á aquellas lenguas , destinadas al silencio,
y obscuridad de los Claustros ? Si los Monasterios
fuesen habitados por los Libertinos , para quienes es
proprio el estado del Mundo ? Si los obreros Mer-,
cenarlos cultivasen la viña del Señor , solo con la
esperanza de saciarse con sus frutos ? Si algunos entrasen
en el redil por otra puerta diferente de la del
Señor ? ( c ) quando esto sucediera , que funestas consequencias
no devieran temerse ?
Es innegable la confusión vergonzosa , a que
muchos se miran sujetos , porque desviándose del
camino , por donde les Uamava Dios, hicieron elección
de un sistema de vida mas placentero según.
SUS- pasiones. La casa del Señor es habitada de no
pocos, atraídos únicamente de respetos humanos. La
' ."•' •' ' p u e t a
(

:¿7
puerta del Santuario se abrió por el respeto , y favor
para muchos , a quienes sirvió de estimulo la ambición
, y avaricia. Algunos se consagran al Señor,
sin estar destinados por este , para llevar el augusto
carader del Sacerdocio. El despeclio , y tal vez
el orgullo violentan la entrada • en los asilos de la
inocencia , y conducen á el Altar vidimas reproba^
das por Dios. El interés , !5s respetos humanos , la
ceguedad de una pasión cargan el peso insoportable
del matrimonio sobre los débiles ombros de
tantos inconsiderados, a quienes tenia Dios reservado
un yugo ligero , que les huviera sido suavisimo
(¿) , asociado de sus gracias en el Claustro. Es
certisimo , Señores , que el desvio del camino , ó
estado , á que Dios nos llama , tiene por fin , y terímino
un precipicio deplorable.
Pero gracias immortales sean dadas a Ntro. buen
Dios. Bien lexos estamos de notar tan pernicioso de*fedo
en la resolución de nuestro Antonio. No tenemos
ocasión de lamentarnos de ran funesta desgracia
en su vocación á el estado Ecclesiastico. La Oración
fervorosa, la penitencia rígida, la humildad
profunda sirvieron de piedra angular , sobre la qual
realzó el edificio de la perfección Christiana. Estava
enrriquecido de un espiritu vivo , y solido ; pene^
trante , y aplicado 5 adornado de ciencias? atento á
sus deveres ; laborioso en las fatigas , brillante sin
afeótacion , eminente sin vanidad. De un corazón recto
, generoso , fiel á sus obligaciones, enemigo de la
impostura, zsloso por la Justicia , insensible á la
D 2 adula-
(á) Mat. Cap. ii. V. 30*
© Ayuntamiento de Murcia

28
adulación , tierno a lá, piedad. Veis ai d' carader,
que le disringuia , y, las disposiciones de que se veia
aráofrnado para el estado Sacerdotal. No siendo el
Sacerdocio hereditario entre nosotros , como en la
¿nrigtia» Ley, y no reconociéndose Tribu, ó familia
hiaTcáda con el sello de exclusión , la Religión no
reconoce otro mérito , que el mérito personal, quan-do
con este van unidas para el feliz desempeño ¡a
prudencia , y la Dodcina. De este sentir fue San
Juan Chrisostomo. Por lo mismo nadie podrá negar,
que este concurso de un buen corazón , de una solida
virtud , con una proporcionada inteligencia , constituyen
este raro mérito para tan elevado puesto. Pero
todo este coniunto de prendas , que pudiera asegurar
á otro corazón menos humilde la proporción, aun
parecía poco á nuestro Antonio , que ponderava maduramente
la perfección , que requería un tai estado.
Faltavale de mas , á mas titulo para Ordenarse j y
esto solo le ofrecia materia , para hacer a Dios un
Sacrificio el mas resignado , y humilde en sus bucr
nos deseos. Mas aquel buen Dios , que sabe hacer,
que florezcan mas vivas las esperanzas , donde solo
parece tenia lugar la desesperación , hallará en el secreto
de su providencia el modo , paraque Antonio
se le consagre un Ministro suyo.
Havia aquel Venerable Prelado digno de eterna
memoria Don Juan Elias Gómez de Terán en la erec-,
don del Colegio fundado ciertas Capellanías para
Colegiales pobres , con el fin de ascenderles al Sacerdocio.
No sin disposición de lo alto se hallava
vacante una de estas Capellanías, y este fue el me-
'4io , para entrar Antonio á ser un digno Ministro
' ' " ' del
© Ayuntamiento de Murcia

,(íel Aítisrmp.: Piíie el Señot Óbispd los 'mfótgpr¡^
los P.P. del Seminario , asegurase de .la/^cion^er^'^^^V
pretendiente ; averigua á fondo su procy^cr , *scic4;"- ^4
tífica finalmente de su suficiencia , y tódo ^$pim íí
con prosperidad al buen logro de sus d&igni&g^^k^ ^ 1
fíetele en fin el Señor Obispo la Capelíkdfe í^-Í^SiijáJI ••|»/'
obligación de celebrar la Misa Conventu^,-^ ^el Sc;^: '
minarlo , y ayudar á los P. P- Operarios e>*s^|kgt>-^
cicios espirituales. Como los malos adquieren mayor
animosidad en sus desordenes, con la compañía de
otros semejantes en la maldad ; assi los buenos fomentan
nuevos progresos en la virtud, con la comunicación
intima con los virtuosos. Sumamente se alegraron
los P. P. del Seminario con la agregación del nuevo
, y fervoroso Operario , designado para tan penoso
ministerio. Los exemplos que tenia dados de
su regulada , y virtuosa condufta , les ofrecían bien
fundadas esperanzas de un desempeño el mas cabal;
y las disposiciones , con que le vieron ascender al
Sacerdocio , les hacia concluir , que este nuevo He-
U nada omitía , para corregir , y reprehender á los
hijos de la Iglesia , quando faltasen á sus deveres.
Pero aun se extendían á mas los designios, que sobre
Antonio había formado la providencia. Quería
él Señor , que como verdadero Padre instruyese á
muchos hijos : que como otro Pablo (O los engendrase
en Jesu Christo : que sirviera de Maestro á
muchas Almas en el camino espiritual : que desterrara
las tinieblas de la ignorancia , y enseñará la
verdadera Sabiduría : Quería finalmente valerse de este
••• — — i » I •' i"»—•• I mili " ' . ' ———««• I „^,
(O I. yid Cor. Cap. 4- V. 15.
© Ayuntamiento de Murcia

30 , _ .. .
te nyevb Jeremías, f/) para arrancar , y destrüfr,
para edificar , y plantar en la viña del Señor. Este
era el fin principal para que le reservava Dios , y
en el no se hallava menos alguna de las disposiciones
esenciales para el desempeño , y uso de su
•Ministerio.
Son por ventura , venerables Sacerdotes, nuestras
disposiciones , quales fueron las de nuestro difunto
Don Antonio ? hemos seguido en la elección
de estado tan sublime los didamenes , que inspira la
carne , y sangre , ó los que provienen del espíritu
de Dios ? Exercemos las funciones Sagradas con aque^
Ha re£t¡tud de intención , con aquella pureza de co*
razón , con aquella puntualidad , que Dios exige de
sus dignos Ministros?Nos dexamos ver del resto del
pueblo , mas distinguidos por las virtudes , que poseemos
, como pedia de sus Sacerdotes San Juan
Chrisostomo (^ )> que por las vestiduras blancas , y
preciosas , de que nos revestimos ? Si tales fuésemos
hallados en los ojos de Dios, sobre nosotros recaerá
ciertamente el premio destinado para los siervos fíeles.
Mas que suerte tan contraria será la de los Sacerdotes
, si en estos se advierte una Fé , poco firme
, y viva , sin la qual {h) no se complace Dios?
Sin una esperanza cierta, que excluya todo temor ?
Sin una caridad abrazada, que sea , según pedia
Ricardo (/) , vida de la Fé , fortaleza de la esperanza
, y de todas las virtudes fuerza intima ? sin
una prudencia como de serpiente, según la expresión
del
(f) Jerem. Cap. I, v. 10. (g) Hom ad Sacer.
(h) Heb. Cap. ii. \, 6. {i) Richar.
© Ayuntamiento de Murcia

31
del mismo Jesu Chrisío-(j ), sin-una simplicidad
como de paloma ? Si se hallase menos aquella Justicia
, para dar a Dios lo que es de Dios ( ^ ), y
al Cesar lo que a este pertenece ? sin aquella Religión
que tributa á Dios, y a sus Santos el divino
culto ? Sin aquella castidad que conviene á los Santos
, \ I} y pedia San Pablo de los de Esfeso ? Ay
de estos tales pintados con genuinos colores por San
Judas Apóstol en su Epístola , quando dixo : ay de
aquellos , que caminando por el camino de Cain , y
contaminados por el error de Balaám , perecieron en
Ja contradicción de Core { m ]. De estos se verifica
lo. que dixo San Juan Chrisostomo [ n ) : muchos
Sacerdotes , pocos Sacerdotes : muchos en el nombre,
pocos en la obra. Temamos ser de el numero de los
«luchos : alistémonos en el numero de los pocos en
la-obra. I^a humildad , la mansedumbre , la pobre-^
za , la mortificación , la paciencia , el amor á Dios,
Y al próximo, con otras virtudes , forman el todo de
Un digno Sacerdote. Con ellas se dispuso Don Antonio.
Mirambell para el empleo , á que Dios Je,
llamó. Dq. todas liizo un virtuoso exerciclo en el
Sagrado Ministerio , que es Ja ;i:
E
PARTE 11.
N. Jos Iiombres destinados al govierno de las
Almas
^ 1 ••
(i; Mat. Cap. lo. V. i6. {k) Luc. Cap. 20.
V. 2y. (¡) Ephes.Cap. $. V. 3. (m)Ep'jt.
Cat. S. Jud. Apoit. V. II. (») Hom. ad Sacer.
© Ayuntamiento de Murcia

Almas es necesaria litiS ímínente vírtu3, ^(le puesta
i los ojos de rodos los anime á la empresa de aquélla
, les enseñe el modo de refrenar sus pasiones, les
reduzga con suavidad á emular los exemplos, y cafismas
de el que preside á los Pueblos. La máxima
es toda de Jesu Chrisro , dirigida á los Prelados de
la Iglesia , y figurada en aquellos símbolos de luz
del Pueblo {o); de Ciudad colocada sobre el Níontt{p):
de antorcha puesta sobre el candelero ( ^ j
de Pastor que va delante de sus ovejas, y les enseña
el camino ( r ). Sabia bien aquel penetrador intimo
de nuestra fragilidad , que el hombre no querría
sujetarse á las mas claras verdades, si por la pradtica
no las mirase ensenadas por otros: que por mas
que se hallase quien alabara la equidad de esta justa
Ley , y rígida disciplina : quien elogiara su Sabiduría
, y admirara su grandeza : con todo , para sujetarse
a la observancia del precepto , el exemplo es necesario
en su Legislador , y Maestro. No es dificultoso
establecer un sistema de religión , proponer dogmas
, señalar preceptos; persuadir el desprecio del
Mundo ; declamar contra el fausto , conOfel placer,
contra las riquezas r Mas toHo sera sin fnito para
qualqaiera que le pretenda enseñar , si antes no \o
demuestra fielmente cumplido en su persona. El mismo
Jesu Christo no quiso publicar en el Mundo sus.
Doctrinas , sin haverlas antes publicamente manifestado
en su persona con la Santidad de su vida ímniaculada.
Por esto expresamente afirma de h\ el libro
( o ) Mat. Cap. j. v. 14. Ip) ídem. ( q ) Uertt.
(r ) Joan. Cap. 10. v. 4.
© Ayuntamiento de Murcia

35 ,
bro de los hechos Apostólicos (/): que comenzó á
obrar , después a enseñar ;• faceré , & áocere.
Este exemplo del Redempror del Mundo fue .
cl medio , que Don Antonio Mirambell reconoció
mas proprio , para desempeñar dignamente su Ministerio.
Hecho ya Pastor,./ Cura de Ahrias en la
Parroquial de Sta, María de la Villa de Elche , ea
virtud de la mayor dignidad que entre todos los,
concurrentes reconoció en el aquel amador de la paz, ^
y digno Prelado Don Pedro Albornoz Obispo del
ürihuela , creyó , que con su buen exempio deviii
ganar las Almas, a su solicitud encomendadas 5 ha- ;
cer que oyesen su voz , y le siguiesen como á su
Pastor. No admite duda, que el exemplo de una,
vida^ irreprehensible, atrae dulcemente para Ja ímita-*r*
ción. En Don Antonio se admirava un conjunto da
virtudes grandes , iluminosas, que esclareciendo los ,
ojos de sus feligreses , les servían de antorchas , para
evitar el precipicio ; de camino seguro , para que
caminasen a los collados eternjs de Sion. Ya aquella
antorcha refulgente , recluida entre las angustias
del Seminario , empieza á esparcir sus claras luces^
¡Ya aquella caridad ardiente , encerrada en su pecho,
comienza á encender ciados corazones. Ya su amable
zelo da principio á la instrucción de los ignorantes,
á la reducción de los extraviados, á la perfección
de los justos , á el restablecimiento finalmente del
honor de Dios. ^La .Villa de Elche fue el primer
Curato i sobre'cuyos f^^Ügi^eses difundió las luces de
su Dodrina , la ternura de su corazón , la a¿í:ivi-
(-íao^n/í¿?. Apos. Cap. I. V. I.
E dad
© Ayuntamiento de Murcia

3^dad
de i su zelo.
Apenas se dejó ver el nuevo Cura en su Parroquia
hallaron menos en el aquella recomendación,
que lleva consigo la ancianidad Venerable, de cuy-a
experiencia , por lo ordinario, se espetan felices
éxitos. Mas presto conocieron , que la virtud no
mide sus pasos por la edad , que la ancianidad deve
regularse por las operaciones. Juntava en la Iglc-.
sia por las tardes á los muchachos, les explicava la
Dodrina Christiana , les manifestava con la posible claridad
el dogma, les exortava á el temor Sto. de
Dios , á el amor á la virtud , á el aborrecimiento
del pecado Con este piadoso exercicio comenzó desde
el fundamento á levantar el edificio de Ja per-,
feccion Christiana ; y lo que se estableció para niños,
luego fue común para todo genero de personas. Atraídos
de la gracia del Joven Cura , se llenava la Iglesia
de feligreses, y estos quedavan instruidos, reprehendidos
, y fervorizados. Visitava los enfermos fre-:
euentemente , les exortava a la resignación , y tolerancia
, y atendía con particular afedo, y cuidado
al socorro de los menesterosos. Desde luego empeza-.
ron las gentes á venerar á el Cura , y pagar el
tributo, que era devido á su virtud. Por haverle.
elegido muchos por su Padre espiritual, se vio en
su Parroquia mucha frecuencia de Sacramentos ; y
apenas havia moribundo , que no solicitara su asistencia
en la ultima hora. De todos era buscado sin
Cesar : De los pecadores , para salir de su deplorable
estado: de los buenos , para adelantarse en la:
virtud : de los enemistados, para reconciliarse en sus
discordias: de los pobres, para ser socorridos en sus
¿ néce-
© Ayuntamiento de Murcia

35
ncGesIdades. Su vida era lan laboriosa , que Jamas tu*
vo una hora de descanso* Por la cortedad de la ren-
^ ta no eCa posible mantener Teniente ; y de aqui se
seguía, que él solo devia atender á la administración
de Sacramentos , á la asistencia de Coro , y confesionario
, á cantar la Misa Conventual la mitad del
año. Permanecía muchas horas en el confesionario,;
sin levantarse , siquiera á respirar ; ansioso unicamen-'
te de dar el saludable pasto de la Doftrina á sujovejas.
Deseoso de servirlas de norma en todas sus.
acciones , no haVia exercicío de virtud , á que no;
se dedicara. Vedle ya por uno de los escolares de
Maria SSma. animando con su exemplo , y fervori^
zando con sus platicas a todos los individuos de tan-
Santa Congregación. Aun no satisfecho con esto , Solicita
ser admitido en el Orden tercero de Penitencia
de N. P. S. Francisco fundado en el Convento
de San Josef de la misma Villa. Pero con que ansia
pretende tan humilde instituto ? con que hu?
mildad pide el Santo habito ? Contesta el Visitador
que le vistió el habito , que no pudo conter
ner las lagrimas > al ver á Don Antonio , que ofrecía
un exemplo el mas ilustre de humildad á todo
el Qrden Tercero , y en todo conforme á la Doctrina_de
Don Antonio.
-sq l;En nada contradecían sus obras á aquella ; y
la experiencia continua de esta verdad conferia a sus
í»alabras tal unción , que ablandava los mas endurecidos:
corazones. Por esto solía decir un: Prebendado
también de la Cathedral Iglesia : cada vez que veo
" a este hombre ( hablava de Don Antonio ) en »
»» la Sagrada Cathedra ,, vestido con ropas cocales, >i^,
E 2 me
© Ayuntamiento de Murcia

3 me parece que veo á San Juan Nepomuceno ,^
» quando predica va cóú fervor , y Espíritu en lá'íV!
1» Catedral de Praga. Quantas veces al oírle , se en^
ternecieron los mas respetables oyentes ? Quantos
derramaron copiasas lagrimas , y concibieron nuevos
alientos, para mejorar sus vidas? si predicava de la
limosna, sabían , que dava^ d los Pobres quanto tenia.
Si de la Castidad , veían un varón puro en las
palabras, solicito en desviar los peligros, aun mas
remotos ; y que como otro Job (f) havia padadó
con sus ojos , no fixarlos en objeto, que pudiera
atraer su voluntad a lo deleitable de la pasión. Si
de la Oración , lo adrnlravan transportado horas enteras
, sin que huviera cosa , que pudiera interrumpir
su trato intimo con Dios. Asi lo admiraron con
asombro muchos de sus feligreses, que retirados á
la Iglesia por una furiosa tempestad , vieron a Don
Antonio arrodillado delante del Altar mayor , sin

3-7
deis vosotros (v} habht' cosas buenas ( les dixo)
siendo malos ? es necesario que el predicador sea de
aprobadas costumbres. Ninguna cosa confiere mayor
peso , y eficacia á sus discursos , que la Santidad
de la vida. Se predica inútilmente , ( continua el
Santo Doctor, ) quando el Predicador no se halla
penetrado de lo que dice. Veis ay la causa de ios
copiosos frutos , que Don Antonio recogía de sus
Sermones, y exortaciones. Con esta practica fielde
poner por obra lo mismo que enseííava , á nadie
qiiedava escusa para no imitarle 5 y el buen nombre,
que le ganaron sus obras \irtuosas , era la Alma
que animava todas sus palabras.
Ah ! Quanto contribuyó este buen concepto,
que los de Elche havian formado de Don Antonio,
para restablecer la paz en el tumulto que se levantó
en esta Villa el año lyóó. ! A quanto no se expuso
por el bien espiritual , y temporal, no solo de
sus feligreses, sí de todo el Pueblo ! Vedle en medio de
los sediciosos , sin omitir trabajo alguno , ó diligencia
, que pudiera conducir para la paz. A estos
ruega , á aquellos aconseja : amenaza á unos,
alienta a otros : ya les propone la benignidad
con que serán tratados del Soberano , si desisten de
su empresa : ya les hace entender el fin funesto , en
que terminara su loco empeíío. Aora les habla de
los dulces frutos de la paz: aora les persuade á deponer
el espíritu de la sedición, y discordia. Quando
habla de estas , sus palabras son de fuego , quando
trata de aquella , sus expresiones son todo dulzura,
(*•) Mat. Cap. 12. V. 34.
© Ayuntamiento de Murcia

3«
zura , y miel. En fin su caridad , que íe hizo enrrar
en medio de los sediciosos, y la tropa, no le permitió
desistir de la empresa , hasta que dispersos
aquellos , se libertaron del peligro , que les amcnazava.
No huvo dificultades , que no venciera su
Caridad , no peligros á que no se expusiera.
Gustoso sacrificava su misma quietud , y descanso
en beneficio de sus feligreses : se excedía finalmente
asi mismo , quando veia á sus ovejas en el articulo
de la muerte , y en peligro de morir impenitentes.
Bien lo dio a entender , quando tuvo noticia
que cierto Feligrés suyo gravemente enfermo , havia
jurado falso en juicio con daño de tercero inocente^
No havian bastado algunos medios , para que el
perjuro se retratara , porque las espías que tenia
puestas la parte contraria , solo permitían libre la entrada
en el aposento , á los que podían afianzarle en
su depravada determinación. Con las alas que la caridad
subministró á Don Antonio , sabedor del caso
, se va bolando á la presencia del enfermo. Introduce
su conversación por la gloria grande , que
Dios tiene preparada para los que terminan la vida
en su amistad , y gracia final. Extiéndese sobre lo
infíniro de la misericordia Divina. Pondera los tor*
mentos destinados por su Justicia , para los que mueren
en pecado mortal. Y de todo se sigue el triunfo
de la gracia en la re£tratacion del juramento , y
confesión de su pecado. Irritados con tan inopinada
mudanza los que le havian inducido á jurar falso,
pensaron vengar su enojo contra el Cura. Pero por
mas instancias que repitieron á el moribundo, para
que dixcra , que Don Antonio le havia hablado
© Ayuntamiento de Murcia
del

3$»
del juramento, cl siempre respondió : que'Don Antonio
solamente le havía exortado a una muerte feliz
5 que sus eficazes razones uriTcamente eran, las
que le havian inducido á decir la verdad , y confesarse.
Es certísimo , Señores , que la caridad verdaderamente
Christiana prefiere con particular cuidado
las necesidades espirituales. Si ella emprende cosas
grandes, para hacer dulces á sus hermanos los males
pasageros de esta vida ' á quanto no se expondrá
, para procurarles los bienes solidos de la eterna
? ella todo lo sufre , todo lo tolera , (x) dice el
Apóstol , y sin atender á la propria comodidad , solo
busca el bien de otros. Veis ay el carafter de la
caridad de Don Antonio. Antepone al proprio descanzo
la salud de sus ovejas; les solicita los bienes
eternos, después de remediar sus miserias. Este
es el designio que se propone en todos sus afanes.
A este fin dirige todas sus acciones. Este es el
pensamiento , que enterattiente ocupa todos sus cuidados.
Muy semejante á el Apóstol castiga va su cuerpo
, y reducía á la esclavitud (j/),. por temor de
que predicando á los otros, fuera del numero de
los reprobos. Quando mas empleado estoy en procurar
la salud de otros , entonces aflijo mas mi carne;«
no sea, que cuidando de la salud espiritual agena,
me olvide de la propria. Multiplicó los cilicios, aña- ;
diendo dos al que llevava de continuo ; y no se los
quitava ni de día, ni de noche, sino en caso de,
estar muy. enfermo, Al tiempo que su familia estava
des-
(x) i.Cor.Cap. i'^.v.J. {y) i. Cor. C 9.v. 27.
© Ayuntamiento de Murcia

40
descansando, y tomando el sueño necesario, d como
otro penitente David se levantava de la cama,
tal vez después de haverla regado con sus lagrimas
(z), para alabar a Dios, y afligir sus carnes cot^
crueles' , y sangrientas disciplinas. Hería su cuerpo
con recios golpes , cuyo ruido no pocas veces dispertava
á los que estavan casi soporados. Tanta mortificación
, y virtud no podía dexar de tíaslueirse,
por mas que su humiidacT profunda procurase ocultarlas.
De aquí dimanó la veneración , y respeto, no
solo de los simples, é ignorantes , si de los mas Sabios
, y virtuosos. Servirá por todos la expresión del
V. P. Fr. Antonio Garcés Religioso de mi P. Sto.
Domingo , dignísimo Provincial de la Provincia de
Aragón , hombre de singular virtud , de que dio
tesrimonio la general comocion de la Ciudad de Zaragoza
en su preciosa muerte. Corrió este V. Padre
muchos Pueblos en el penoso exercicio de las misiones.
Elche fue uno de los felices pueblos, sobre cuyos
habitadores derramó la semilla de la Divina Palabra.
Con este motivo trató intimamente á nuestro
Cura í Conoció su antigua , y grande virtud ; experimentó
qaanto trabajava en el desempeíío de su
Ministerio , pesó en fin en la balanza fiel de
s t redirud las medras , y adelantamiento de
Don Antonio. Transferido después á Orihuela,
y tratando .con su Dignísimo Obispo Don Pedro
Albornoz de las Misiones, que ha vía hecho en su ^
Obispado , na pudo contener los elogios ', de que
eran acreedoras la caridad , zelo , y otras virtudes
de
(z ) Psan^. 6. y. 7.
© Ayuntamiento de Murcia

4r
»»deí "buen Gura. Tiene V. S. ( díxo en presencia de'»
"algunos Prebendados de la Sta. Igiesia de Orihue-»,
'> la ) tiene V. S. un Cura en Elche , que no tendrá J»
» V. S. otro que le iguale : por lo menos , yo no »»
»> lo he encontrado. Elogio verdaderamente grande pro-*
ferldo por Varón tan Sto. y Dodo.
Mas todo esto Señores , solo parece era ensaío
de lo que después se ha vía de admirar en el. Teníalo
Dios reservado para Cura de la Iglesia Matriz , y co*
mo preheminente á todas las otras , la devia destinar
un sujeto nada vulgar para su Ministerio. Dios qus
havia principiado esta obra , la devia dar su comw
plemento. La justicia únicamente havia de introducirlo
en la nueva Dignidad , quando todas las otras
circunstancias en nada le favorecían. Vedle iá constituida
sobte otro rebano , como otro de aquellos circuhspedores
sentados en alto , (

4^
nos de su quarto se reducían a algunas pobres estampas
de papel , con algunos pocos lienzos de Jesu
Christo , de María SSma. y algunos Stos. de su
especial devoción. El sabia bien , que San Gregorio
pide de los Pastores (¿) , no una virtud mediana,
que serla defe£to; no una común bondad , que se-?
ria imperfección ; sino una virtud , que puesta a la
vista de todos , nadie hallase en ella , que censurar.'
Tenia presente , que para el formidable peso , aua
para los ombros Agelicos (f), no se requería menos
, que una perfección de Ángel. Todo esto sabia
, y de todo dio una prueva nada equivoca en
el tenor de vida , y conduela , que observó
hasta la muerte; hecho norma para su rebaño de
una virtud no fingida , (_d) según la advertencia del
Apóstol San Pedro.
Atended al método de vida , que observó des*
ide que entró Cura en la Cathedral, hasta que enfermó.
Por la maííana se levantava bastante tempra^
no , y se preparava con la Oración Mental, para
celebrar el Sacrificio de la Misa con suma devoción,
y ternura. Concluida la Misa , y gracias se sentara
en el Confesionario , donde rara vez le faltavan
.penitentes , que oír. Tomava después el desayuno,
obligado de la flaqueza , que regularmente padecía,
-luego entrava en el Coro , y pagava el Divino
oficio , con tanta Devoción , que la infundía en quantos
le miravan. Nunca usó de la media Silla , ó Misericordia
, en que descanza algo el Cuerpo , quando
se.
- - -( ¿ ) S. Greg. in Pastor. («•) Trid. Ses. 22. Cap. 1.
^d) I. Petr. Cap. y, V. 3.
© Ayuntamiento de Murcia

4?
se "esta de pies. En los días de Confesiones permanecía
en el Confesionario , hasta haver despachado
á todos los penitentes 5 y no pocas veces le tocavan
las doce en la Capilla por las muchas Almas, á
quienes dirigía como Padre Espiritual. Apenas entrava
la Quaresma , decia a estas que fueran á Confesarse
con otros > porque necesitava de aquel tiempo^
para oic a los pobres del campo , y huerta. En salic
del coro visitava los enfermos de su feligresía, sb
informara de sus necesidades , espirituales , y temporales
, y les proveía de remedio oportuno. En algunas
siestas tomava algún descanso , en otras se
exercitava en alguna mortificación corporal, (e) pata
defenderse del Demonio meridiano. Asistía al Coro
por la tarde con la misma devoción , y compostura
, y raras veces le podía su hermano persuadir
, que saliera á dar un paseo ; pretextando , le
daííavan los paseos largos. Mas el verdadero motivo
de escasarse , era ; ó por visitar su feligresía , é informarse
de lo que pasava en ella 5 ó por que estando
solo , no le interrumpían su comunicación íntima
, y casi continua con Dios. Concluidas sus visitas
, se encaminava a la Iglesia del Convento de
San Gregorio , donde pasava mucho tiempo en Oración
delante de María SSma. de la Concepción , y
de San Pedro de Alcántara , a quienes profesava
Cordialisima Devoción. Se retirava á su casa como á
las Oraciones, si la necesidad no le obligava á mayor
detención ; rezava los maytínes para el día siguiente
, y no haviendo de tratar algún negocio de
F 2 su
(e) Psal. 90. V. 6.
© Ayuntamiento de Murcia

4+ . , , . . . .
su ministerio , se ponía á estudiar hasta ías ocho
de la noche. A esta hora se iva a la Catedral, y
y en la Capilla de la Sagrada Comunión perseverava
en Oración Mental hasta las diez , ó cerca de ellas.
En este familiar trato inteleéiual con Dios
cstrivava su mayor gozo , y complacencia , y en
prueva de ello decia : vayan los que quieran a sus
tertulias , que yo no quiero mas, que conversar con
Jesu Cbristo. Sabia bien por experiencia la diferiencía
que ay de la conversación del Criador ár la de
las Criaturas , de que se seguía la preferencia de
aquella. En ella le comunicó el Señor tanto dolor de
sus pecados , y tantos deseos de servirle , que no
pudiendo contener muchas veces en el secreto del
corazón tan inflamados afeílos, prorrumpía en llantos
, ayes , y suspiros. No pocas vezes al oírle los
que estavan en la Iglesia , juzgaron le huvicse dado
algún accidente , y fingiendo algún pretexto , entravan
en la Capilla , pero le hallavan immoble , como
sí fuera una estatua , puesto de rodillas , y fixos sus
ojos en el tabernáculo : Señal evidente , que alli cs-í
tava su corazón , (/) donde estava. su tesoro. Enfermo
de amor , como ío contestan varias cartas suyas
escritas á personas espirituales, se quexava como
otra Santa Teresa de Jesús, de que no huviera muchos
enfermos de esta enfermedad de íimor de Dios.
En unas de eltas dice así : Bi^n sabe N. st llega a
poner un hombre tan embriagado del amor de Di-oSf
que dice á el amado de su Alma mil ternuras , y
amorosamente llora , w , da voces , io alaba , lo hen-^
dicey
(/) Mat. Cap, 6. V. 21,
© Ayuntamiento de Murcia

dice j lo IJaniA con muchos \, y eitíqUisites nombres , y
todo sin saber como lo hace ; porque esta como fuera
de si con el fuego de amor , que siente le comunica
ti mismo Señor , por medio de aquel conocimiento experimental
, que de si le da. De aquí es , que buscava
en otros , que padeciesen la misma dolencia,
cl consuelo , pero no los hallava , y este era nuevo
dolor. Gustava grandemente de contemplar las grandezas
de su amado en las criaturas visibles , hacien-"
áo^AQ estas escala según la Dodrina del Apóstol
{g) , para subir al Criador. De aquí es, que en las'
flores con especialidad leia la omnipotencia , la sabidu-.
ría, y otros atributos de su amado. Quantas. veces tomava
una flor en la mano , y registrando en aquella hermosura
un imperfeto vislumbre de la de Dios, se
le inflaraava el rostro , y qtiedava como extático? ^
No gozó siempre en Oración de quietud, pero
nunca dio motivo para las distracciones. Las permitía
el Sr. pasa mayor mérito de su siervo ^ quien
lamentándose de aquellas Almas , que se van como
agua, dexandose llevar de la distracción, exclama-va
: Si trabajando yo tanto , para Ithrarme de las
distracciones , no lo puedo conseguir ; quisiera saber.,
cómo Ste libraran de illas, los que viven sin estí cuidado.
Q}H2XA^% veces Ibrava en la Oración, porque
sus obras no podían igualar á sus deseos, por ser
de complexión tan delicada ? tanto fue creciendo la
Mama del Divino amor con t^.tt exercicio de ia Oración
, que no sabia hafelar sino de Dios 5 no quería
oír «Ino cosas de Dios j aada le dava gusto, sino
(^) Rom. Cap, I. Y. 20.
© Ayuntamiento de Murcia

4^
no lo q^ue puramente se (llrígia á Dios. Esta fíie'la.res^
puesta suya á su Dignísimo Prelado Don Josef Tormo
en una de las visitas , con que este Illmo. Sf.
Je favoreció. Al ver que Don Antopio , no solo cstava
resignado , sino deseoso de entregar su Alma
á Dios, le persuadía , que repitiera algunos versos
del Psalmo : en te Domine speravi (b) y otros que
Contienen aquellas encendidas jaculatorias , con que
las Almas abrazadas en caridad , explican los incendios
de. sus corazones. Entonces respondió Don Antonio
: Señor' , ya mucho tiempo há , que na me gustan
los discursos humanos , y solo halla mi Alma el
consuelo , que desea en los dichos Divinos. Otias veces
decía : no lo creyera ; quien me hauia de decir y
que me havia de olvidar de San Pedro de Alcántara
, y otros Stos. i nada me acuerdo de ellos ; porque:
mi Alma en ninguna cosa criada halla gusto , y solo
lo encuentra en mi Dios , y Redemptor. Renuncia^
ria , aííadia también , renunciarla de buena gana todos
los deleytes , y gustos , que tienen los bienaven^
turados por aquella unión, que tienen las Almas con
Dios. Estas expresiones davan bien á entender , quan
abrazado estava su corazón en el amor Divino:
Quan adelantado se hallava en la Teoíogia Mystica
: quan pradico Maestro se havia hecho en esta
ciencia de los Santos.
Haviase propuesto por Maestros de una tal facultad
á San Pedro de Alcántara, San Juan de la
Cruz , Santa Teresa de Jesús , y sus progresos ert
la Oración dieron testimonio de la fidelidad del Discípulo.
( ¿} Psah 30.
© Ayuntamiento de Murcia

47
cipulo. Ah! Si la anticipada', y repentina muerte
de su. Diredor principal no nos huviera privado de
las noticias mas recónditas, y particulares, que bellos
cxemplos no pudiera yo - acordaros ! Qué consolaciones
! Qué deliquios ! Qué dulzuras ! Tanto le comunicó
el Señor. Lo confio el mismo á una hija espiritual
suya , muy estimada. Lo reveló á su hermano
Don Josef, que con instancias se lo suplicó; mas
no descendió á casos particulares. El temor de ser tenido
por virtuoso , puso en sus labios otro candado
de circunstancia (/) mas apretado que en los de David
, para ocultar los favores recibidos. El mismo
confesó repetidas vezes '.que no'todos sus Confesores,
sabían su vida. El ardiente deseo de que muchas Almas
se empleasen en este exercicio Santo de la Oración
, lo estimulava a servirlas de diredor , para
adelantarlas en la virtud. Las governava por medio

siempre dispuesto a deponer éí proprío díííámefl, y^
sujetarse., aun que fuera al de un niño ,. siic. decían,
que el niño se ñindava mejor. :,>
Este rendimiento del proprío Juicio le tenía tan
penetrado, que sirvió de bassa al místico edificio,
y Je mantuvo siempre firme contra los asaltos déla;
vanagloria. Al oír , que sus Sermones eran aplaudí-:
dos, hasta de las personas literatas, y de buen gus-'
tú i que era celebrada la gracia, y unción, conque
los predicava ; lleno interiormente de confusión , se
sacudía del polvo de la vanagloria, y repetía con
humildad á Dios : No i mi Señor, no á mi, (/ ) tino
a tu nombre sen dada la gloria. Todo lo bueno
que hacia, quanto recibia , ó en sí reconocía , coa
acción de gracias io retornaVa á Dios, cuyo era,
(/t) y de cuya liberal mano se deriva todo. Don
Perfedo. Tomando las palabras de boca del Apóstol
decía : Que tienss , que no ayas recibido ? Si lo has re^
eibido , quí tienes que gloriarte , como sino lo huuteras
recibido (l)^ nada bueno se apropiava á si ; aijtes
bien se reputava por un grandísimo pecador. O
Amigo decía á cierto sugeto de crédito en su enfermedad
, si supieran las gentes quien soy yo , no ha~
rian el concepto que han formado ) porque soy unmal
Sacerdote, y un grandísimo pecador. Nunca se ha di'*
cho eso de usted , respondió el Sugeto. Verdad estt'
plicó: D. Antonio , pero es , porque ninguno ha conoeido
mis pecados. Créame Vd. que he sido muy mal Sacerdote
, y enorme pecador.
. Es-
{j) Psal. ii^.v. i. (li)Epist.B.Jfac. Cap. r.v. 17.
( / ) I. Cor. Cap. 4. V. ,7.
© Ayuntamiento de Murcia

49-
Este humilde sen tir • de sí fue el mura y que i
dpuso á sus enemigos, para la defensa de otras vir-v
tüdes. En.su enfermedad le visitaron varias personas;
de. alta Gerarquia , y al despedirse le decían: Sefípr
Don Antonio sabe ¥> q^e hemos sido amígos,'t.
no me olvide , y pidale a Dios me de sus gracias.;
No podia su humildad sufrir tales palabras , que ce^.
dian en honra suya , y convertido á los asistentes.
decia : quien soy yo, para queme digan estas cosas í:
yo. he sido un mal Sacerdote , que jamas he eorrespon-di
do á los favores que Dios me ha hecho 5 una cria.^tura,
que en todas edades ha provocado á Dios , pa-"'
ra que usase con ella de suí^ Divinas iras. En otra
ocasión , en que todos sus accidentes se mancomunaron,
para aflixirle, le quiso su hermano el Maestre Escuelas
consolar , leyéndole algunos versos de la Escrl-,
tura , que declaran , como Dios frequentemente aflixe
en .este Mundo á los buenos , y colma de prosperi^
dades á los malos. Pero buelto acia él con Santa im»-,
paciencia el enfermo , le dixo : me trae V. especies,'
que son muy á proposito para ofender ¿ Dios por va-nidad.
Cpn esto varió la lección en otra , en que-
David Pecador pedia á Dios perdanara sus maldades,'
Esta /í'ff/o» dixo-PQti; Ai^toaiQ y mconvi.emJ mij..
no la pasada. ' -' .,-••.••.'::^i'- '•• ':'•'•"?;••;•' '•:' •' f
Efedo de este conocimiento proprlo era aquella
inalterable paz interior, que.i conservó ; aquel rigido»
silencio , que observó , para no vindicar su honor^
quando era calumniado. En quantas ocasiones hizo á
Dios grato Sacrificio de su honor, y reputación,
contentándose únicamente con el testimonio de su
.... G coa- -
© Ayuntamiento de Murcia

50
conciencia , en "que esfríva , según el Aposto! (m) la.
verdadera gloría del Christiano ? Hasta el mismo Sr.
limo, llegaron las quexas contra Don Antonio. Mas
el prudentísimo Prelado, que eslava bien instruido de
1^ condu£ta acertada del Cura únicamente se contentó
, con que este leyera una de las representaciones
dirigidas contra el. Con esto se vio precisado á pesar
de su huríiildad , á descubrir a su Prelado el infame
comercio , que en cumplimiento de su ministerio
havia interrurñpído entre hombre , y muger,
y dado motivo a las representaciones. De todo hizo
la mas puntual averiguación su S. lima. , y confír-'
mado en la buena opinión , que del Cura tenia for-=
ipada , quedo el detraftor con la pena , que merecía
su culpa, hasta que el mismo Don Antonio pa-t
sado algún tiempo , abogó a favor de su enemigo^
para que se le levantara la mano del castigo. Ha^
via llegado á conseguir un absoluto dominio sobre
sus pasiones, y de aqüise seguía el no imutarse poií
cosa alguna. Ni las prosperas le alegravan 5 ni las
adversas le entristecían ; y solo le hería en el corazón
la buena opinión , que de él hávian formado.-
Tomando el lugar de Juez , quien en" su didamen
splo era reo, del tribunal de su conciencia dimana*
va la sentencia de condenación á las penalidades , y
rigores. En verdad no podía haver hecho elección
de acusador mas ilustrado , de testigo mas fidedigno,
de Juez mas severo , que la propria conciencia, que
codo lo sabe hacer con propríedad. Aquí formava
ci proceso de su vida j aquí se confundía con mas
(w) 2. Cor. Ca^. 1. V. I*.
© Ayuntamiento de Murcia
since-

sinceridad que Acab (»); "y esta saludable confusiod,
de que se hallava penetrado , era la causa de aquel
Santo rubor , que puede llamarse , según un Santo
Padre , la primera voz de su Penitencia , y mocr^
tific'acion. ' -,í,r :sb ..
Ningún sentido suyo podrá gloriarse , que no
Je; alcanzo una continua mortificación , y penitencia.
Ko los ojos , precisados á un aniargo llantp j poique
estos", ségun expresión suya , soto le sirvieron
para ver, no para mirar. No la lengua , condenada
á un riguroso silencio , en todo lo que no era para
el cumplimiento de su oficio , ó Gloria de Dios. No
el. gusto ; por que siempre tomava de la comida
Jo que menos le ágradava. Por esta causa se priva^va
áe comer cosas de cerdo, bap el pretexto qué
Je daííavan. Aun en lo poco que comia , para conservar
la vida , llegó á perder el gusto seis años
antes de morir ; p ya fiíese porque amargava la comida
j o ya porque ia desazonava 5 ó ya porqrfe
Dios le concedió el fayor , que no percibiese gusto.,
y deleyte, en ella , pues nunca reveló el modo co^
mq esto sucedía. Aun qaando por su debilidad , y
accidentes se veia precisado á tomar una xicara de •
chocolate, inventó el modo de que á este alivio substituyera
una cruel penalidad. Sentavase , poniendo
aquella parte del muslo donde Ilevava los cilicios sobre
el barron de la silla , y cargando él peso del cuerpo
sobre los muslos , el mismo era Martyr junta-
^mente , y verdugo de si mismo. Desterró lexos de
-sl el regalo , la blandura , y la delicadez. Después de
G 2 haver
C») 3. Reg. Cap. 21. y. 'í9'
© Ayuntamiento de Murcia

haver lIeva3o quatro años continuos un ciíícío 3e
yerro fuertemente apretado á la cintura , conociendo,
que le causava notable peí juicio á su salud , adoptó
otro éstraño , y cruel martyrio. Vestía á raíz de las
carnes un Jubón de esparto, cuyas puntas, y cabe-
'zas hincadas' en ellas , no requerían menor constancia
, que la de su agigantado espíritu, para tolelailo.
Aun mas que la aspereza , íe afligía la íncoimodidad
, y opression , que no le permitía íncirnar-
•sc sino con grandísimo trabajo. Comunicada la ndlicla
de esta mortificación con otra persona espiritual
muy de su satisfacción , le mando que la omitiera.
-Con ciega obediencia se sujetó á su dídamen , pero
rcn lugar del jubón de espiarto se ciñó otro cilicio de
Ja misma materia , aunque no de tanta aspereza.
Aunque esta mortificación de los cilicios le fiíe
siempre muy familiar : pero en los doce años antes
de su muerte llevó tres continuos, sin quitárselos de
dia , ni de noche. O Dios m'o í Me lleno de gozo,
al considerar , que al tiempo mismo que en nuestros
días la maldad inunda toda tierra, Igualmente nos
ofrecéis fieles imitadores de aquellos Hylaríones, y
antiguos Pablos, que os fueron tan estimados. Que
fiscal para nuestra tibieza Señores! Que confusión
para nuestra inacción! Que oprobrio para nuestra
impenitencia! No serán solos los Ninivitas (o) los
que se levantarán en juicio contra nosotros: Ni la
Reyna del Austro únicamente (/») la que condenará
nuestra relajación. También nuestro difunto Don
Antonio con su penitencia rigurosa reprobará las máximas,
© Ayuntamiento de Murcia

"5^ .
taás, á que' rió9 acomodamos ; los placeres, que eii-
•todos estados dominan : ías diversiones , que tanto
cunden : las concupiscencias de que tantos se saciárr.
Que escusa podran adducir los afeminados, y delicados
del Mundo , para nó imitar á nuestro buen Cura
? Qué pretexto los Sacerdotes , si llevando consigo
el nombre , y fama de una vida regulada , sus
•obras no fuesen completas, (q) b su virtitd fuera
solo aparente , como son reprehendidos por el Evarrgelista
San Juan en cabeza del Obispo de los Sar*dos
? Dios que en la antigua Ley pedia hostias separadas
del resto de los Animales (r), en la nueva
las quiere de mas a mas purificadas por el fue-
•go, y agua de la mortificación , y penitencia. Esta
nos enseííará á governar el propria corazón. Esta nos
•preservará de las Ilusiones de nuestra-s pasiones. Por
medio de ella conseguiremos gloriosas viíiorlas de
¡nuestros enemigos.
Kigirrosa era la penítencFa de Don Anfonro,
continuos los criicios, sangrientas las disciplinas. Mas
ría austeridad de su vida, sus vigilias prolongadas, su
Oración fervorosa , sino enflaquecieron ía obstinación
del Demonio, por lo menos le sirvieron de armas
poderosas , para vencerle , qiíantas veces pretendió
sá ruina. Ha Señores! quien no perdonó á fa inocencia
del un Job (s)^ i la probidad de un Josef
( í ), a ía valentía de nn Pablo , pensad vosotros,
si usarla de Indulgencia Gon la virtud de nuestro Cu-
. (^) Apot. Cap. 3. V. I. (>) Leu. Cap. 4. v.
X. & 6. (s)Joi,Ca^. I. V. I. it) Gen.
Cap, 2^. Vé 14,
© Ayuntamiento de Murcia

54
ra, No hemos de pelear, dice el Apóstol, (u)cott
un enemigo débil , pusilánime terreno. Hemos de
combatir con un enemigo todo espirita j su poder
$é extiende por todo el Mundo 5 á su sueldo milita
todo el Infierno.. Asi como no ay lugar libre de.íus
tentaciones , asi, igualmente no se reconoce edad,
á quien perdone su malicia > no ay sexo de que no
se valga para sus depravados designios. Como un
León furioso , por valerme de las palabras del Aposjppb'S.
Pedro ( Í; .), havia pretendido en varias ocasiones
devorar á Don Antonio ; mas aunque siem.f
pre vencido , nunca escarmentado , le arma un lazp,
tanto mas seguro , quanto el medio era , no solo honesto
, si obligatorio. Se vale de una Muger instrumento
el mas proprio, para dar asalto á su caSc
tidad. La hermosura de su rostro, la blandura de
sus palabras, los atavios, y ademanes alagúenos, junr
•to á lo Tetirado del lugar, donde Ja oía cierto negocio
que fingió, fueron otros tantos enemigos, que
mancomunados pretendieron asaltar su corazón. Reconoció
Don Antonio el peligro 5 advirtió en sus raieqíbros
Como el Apóstol -, (x) otra Ley contraria a
la del Espíritu ; y convertido a Dios con sinceridad
,de corazón , exclamó : Ha Señor y bien sabéis Vos^,
que poy la carga que haveis fado a- mis débiles ombros
me hallo en, tan gran peligro , sin quererlo , ni
' haverlo buscado 5 fexo Vos me baveis de librar.
Solo este pasaje fue bastante, para que el Ds;mpnio
cruelmente le. atormentara con la representación
.
(^) Jd Epfies. Caj?. 6. V. 12. (-.V:) lé, iPetr.Cap.
5, y. 8. ( A; ) Rom. Cap. 7. v. 23...,. :,-y:. •• .j
© Ayuntamiento de Murcia

don (de aquella nuiger por "más dé un Mes. Acudía
con mas frecuencia á la • Oración , para desvanecer
tari eminente peligro. Dava- garrote al principal
de los cilicios , para que sus puntas se internaran
hasta los huesos. Repetía con mayor rigor las
disciplinas, hasta derramar mucha copia de sangre.
Glamava al Seííor con fervor, ral vez igual al del
•Profeta (y ) , para que le embiara de lo alto el auxilio
oportuno. Ya desconfia de su fragilidad , y miseria
; ya espera poderlo todo i^z) con la gracia del
que le conforta. Se da finalmente por satisfecho el
Seííor de su fidelidad , y constancia 5 le habla al corazón
, le inspira, que vaya á comunicar su aflixion
con Cierto Sacerdote anciano , cuya consulta tendrá
por premio la paz , y serenidad. En efedo asi sucedió.
Descubiertas las malignas qualidádes de la ten-
•' tadora , y los depravados designios, para perderle como
á otros muchos , fingiendo pretextos ; le aconsejó,
la despidiera de su presencia corno intrumento de
Satanás , y recobraría la quietud interior , que la astucia
del Enemigo le havia robado. Que gracias tan
rendidas no tributa á Dios , a María Sma. á su Sro.
Ángel Custodio ? De que autoridad no se revistió-el"'
digno Ministro de Jesü Christo , para reprehender a la
ínuger , quando de nuevo compareció en su presencia
? Con qué libertad de espíritu la hecho en cara
sus depravados intentos ? Con que fervor , y eficacia
la'• persuadió el arrepentimiento? Con qué confusión
ía despidió de su presencia eternamente ? Aborrecúrnda
en ella sus pecados , no su persona, no omitió
dili-
(>') PW. 19' y^ 2. C'Z) Philip. Ca^.a^. v i?
© Ayuntamiento de Murcia

idllígencla , para retornar al rebaña de Jesu Chrlsto
aquella oveja descarriada.
Este , Señores, fue el mayor peligro en que se
halló la virtud de Don Antonio. Este el combate mas
obstinado , en que calificó su constancia. Esta su mas.
gloriosa visoria. Este finalmente fue el triunfo de la
gracia. De esta sacó las armas, para pelear en adelante
con mayor denuedo. De este asalto tomó ocasión
, para redoblar las guardias en sus sentidos,
para cautelar los peligros aun mas remotos. La cir-;
cunspeccion , la modestia , la honestidad , que siem-'
pre sirvieron de regla á sus palabras, y acciones, sino
le ciñeron los lomos en adelante, para no sentir;
eti si, como otro Tomas de Aquino (

57
que me hagáis este favor ; pero- cuidado que no ha~
veis de ver mis carnes. Sin quitarme la savana^-, me
•vestiré is . de ropa interior ^ y os encargo la decencia.
Parece havia aprehendido semejanre advertencia de
Sócrates , que con instancias pidió á sus amigos, (¿)
no lavasen su cuerpo después de morir, por aversión
á que le viesen desnudo. Que lección tan á proposito
para tantos, y tantas , que hacen gala de la immodestia
, y llevan sobre su frente el carader de una
atrevida deshonestidad !
,. , En medio de tanta vigilancia sobre,sus enemigos
domescícos; entre tanta circunspección , de palabras
, y acciones, con tan rigurosa penitencia , y Oración
fervorosa, nunca perdió de vista sus ovejas, y
siempre ocupó el kigar primero de su corazón el bien
espiritual, y temporal de sus feligreses. O que campo
tan vasto se ofrece á nuestra consideración ! Que
materia tan abundante nos subministra el cumplimiento
del ministerio de Don Antonio , en la parte que
le cupo para, el provecho de su grey ! Ah ! Si el ts-
,moi: de abusar de vuestra atención , no me estiníu lata
á omitir la mayor parte de sus afanes ,, quantp
pudiera yo deciros ! Todas sus rentas gastava en dar
de comer : á los pobres , y vestir á los desnudos. NÍÍ:I-
.gun . pobre llegó jamas a pedirle, que no saliera -ic
su presencia consolado. Quantas \zc&% sacó de su casa
colchcnes , savanas , y otra ropa , quando le fal-
.tavan dineros , y las llevava á los pobres enfermos,
que vela tendidos en el suelo ? No podia sn compasivo,
corazón ver las miserias agenas , sin entrar á la
H par-
( ^ ) Tínat. v. nuditas." ' '
© Ayuntamiento de Murcia

58
parte de su aflicción, llorando qual otro Pablo (c)
con los mismos enfermos, quando le falrava con que
socorrer sus necesidades. Para este mismo fin pedia
á personas caritativas quantiosas limosnas , las que
repartia entre los necesitados , aun quando estos ocultos
en sus casas , eran viftimas de la pobreza , y
no sallan á pedirle. Irrefragable testimonio de esta
verdad foe lo acaecido en el dia del entierro de
Don Antonio. Ivan los pobres de tras del cadáver,
derramando copiosas lagrimas de sus ojos , y dicien-
»» do : ya mur ió el que nos librava de nuestras »>
5> miserias: ya acabó el que nos alirnentava. Yo no
pienso engañaros , si digo , que como en el funeral
de Santa Paula los pobres hacian ostensión de los vestidos
, con que esta Santa Muger les havia socorrido
, asi en el de Don Antonio repetían igual demonstracion
, elogiando á una voz su heroyca caridad.
Las madres asociadas de sus hijos , convertidas acia
estos , al pasar el cadáver , les decían : hijos mirad
a vuestro Padre. Qaantos, impedidos para asistir en
cl dia de su entierro , vinieron en los inmediatos, y
en el mismo lugar donde havian sido socorridos , con
lagrimas satisfacían la deuda , que havian contraído
con su bienhechor ? Ciertamente podemos decir de
nuestro difunto , lo que de Job la Escritura (d) : que
él ofreció consuelo al corazón del pupilo : fue ojos
para ciegos, pies para cojos , y se constituyó padre
de los pobres, haciendo inquisición de las necesidades
, que ignorava.
Aunque
(e) 2, Jd Cor. Cap. 11. V. 25»/ (

59
Aunque no havia necesidad , que pudiera esconderse
del calor de la caridad de Don Antonio, no
puede negarse , que con preferencia á toda otra , atendia
a aquellas , que eran motivo para ofender á
Dios. Para impedir este inconvcnienie , a quantas
mugeres jóvenes proveyó de lo necesario , para que
no vendiesen sa alma ? A quantas que cayeron en
alguna flaqueza , las mantenía en lugares ocultos, para
evitar el escándalo ? á quantas admitió en su ca^
sa , después de haverlas sacado de otras , que eran
para ellas ocasión próxima de pecar , hasta que las
buscava conveniencia , donde se hallase menos tal peligro
? Siendo de natural blando , y compasivo para
todos , solo para los obstinados era fuerte , y riguroso.
El zelo de la honra de Dios le revestia de
tal autoridad , y libertad , que hasta los mas poderosos
temblavan en su presencia.Sin reconocer aceptación
de personas , reprehendía los defcélos , que advertía
en ellas. Asi lo contestó él mismo en su enfermedad
á su hermano Don Francisco , exortandole á que como
Alcalde que era de Monforte , arrancase los escándalos
del Pueblo. To tengo , le dixo un genio tan
iuave , que no soy capaz de hacer mal al mas infe-
^^z inseBo ; pero si yo te dixera , con quien he combatido
, quando ha sido necesario , para evitar las ofen-
J^-f de Dios , que darias pasmado j porque he peleado
^on hombres , que solo el mirarlos causava miedo , y
'¡panto. Vallase primero , como prudente , y amoroso
medico de remedios suaves, y blandos ; ya Hallando
a su casa á los culpados ; ya buscándolos en
^3s proprias ; ya interponiendo la mediación de aquellas
personas , que sobre ellos tenían alguna autori-»
H 2 dad,
© Ayuntamiento de Murcia

6ó
dad, y rcspcro. Quando probados' estos medios, no
se lograva la enmienda , hechava mano de los fuer-í'?.
tes, y rigurosos-.
De esro podran dar Fe aquellos , que haviendo
entrado en su- quarto lobos carniceros , salieron corderos
humildes. Lo eonstescarán tantas , que de su
presencia se partieron determinadas á hermosear sus ''
almas de virtudes , después de haver sido sus cuerpos
sacos asquerosos de inmundicias. Lo publicarla,
sino huviera fallecido aquel desventurado, que después
de haver sido el escándalo de huerta, y campo
con sus robos , y deshonestidades , frustradas las
amorosas correcciones, de Don Antonio , experimentó
el casrigo de una muerte desastrada, según la amenaza
de nuestro difunto. Al ver esre mal logradas
todas sus diligencias, para retornar al rebaño la oveja
descarriada : desconfiado de reducir con la suavidad
al que ya era todo dureza , y obstinación ; le
buscó por ultima vez , y revestido del espíritu proprio
de un digno ministro de Jesu Christo ; le habló
en este tono : V. resiste a Ja gracia del Espíritu
Santo:- F. desprecia Ja voz. de su Pastor , que te
llama. V. escandaliza a todos los habitadores del Cam^
po , y lugares vecinos , siendo ocasión para que muchas
dma se pierdan. Fues- ya que en este Mundo no quiere
oyr mis amonestaciones , en el tribunal Divino oy
raV. los terribles cargos que tengo que hacerle , pot
haver sido causa de que tantos hayan ofendido al Se.
ñor , que le ha criado , y redimido. O Justos jukios
de Dios'! En el mismo día en que murió Don Antonio
,. encontraron .al infeliz, tendido en el campo,
y-cosido á puñaladas , sin haver recibido Sacramen-
^ tos
© Ayuntamiento de Murcia

61
to alf^uno. Si á este fatal suceso queréis disparar el
nombre de profecía =, por lo menos no podéis negar,
que cxperimenra el rigor de la Divina Justicia , quien
abusa de su misericordia.
Bien, al contrario podra contestar otro, que tal-,
vez vivirá, por haver abandonado el camino del precipicio
á diligencias de Don Antonio. Sumergido en
cl cieno- de; la inmundicia SÍ hallava aquel miserable
por mucho tiempo , sin que huviesen bastado otros
medios j para cortar bs estrechos lazos de una mala
amistad. Ya Don Antonio sabedor del escándalo, havia
amonestado á entrambos, á que desistiesen de su
mala vida. Ya a esfuerzos de su eficacia , y zelo,
havia reducido á' k enmienda a la mas frágil en el
sexo. Mas el obstinado hombre , lejos de seguir un
tal exeniplo , solo piensa en no interrumpir su depravada
costumbre. Solicita , inquieta , y no dexa vivir
eti paz á la incauta paloma. Quexase esta á Don
Antonio del peligro , á que se vé expuesta por la
ciega pasión de aquel hombre , á quien no quiere complacer
, pero no puede resistir. Entra en casa de la
muger el hoiTíbre , y allá se ervcanúna taiTibien Don
Antonio noticioso del caso , para reprehender la obstinación
del desventurado: Semejante en cl zelo al
Bautista , quando afeava al incestuoso Principe su Infame
comercio (O , le habla con libertad , le reprehende
con aspereza , le amenaza con la Divina Justicia.
Vosotros creeréis , que las palabras de Don
Antonio huvieran ablandado la dureza de un tal corazón.
Tanto pudiera prometerse de un zelo , aun
menos
( * )^ Mdt. Cap. 14. V, 4.
© Ayuntamiento de Murcia

64
quien tlin'ge .Almas. -Lleno de ze!o , de; Doctrina, de
discreción , sin embidia conninicava abundantemente,
quanto Dios le havia ínfundido en su corazón , quanto
le inspirava la caridad , quanto era necesario a
las necesidades de sus feligreses. Asi lo contestíx á una
hija suya espiritual por estas palabras : que he de hacer
N- aunque me riñan , que me quito la vida y y
aunque supiera , que la havia de dar en la demanda
y alli ( hablava del confeslanario ) allí mt he de
estar desentrañando por holverlas a Dios , y quitar-'
la! de las uñas de Satanás. En efe£to jamas pudieron
recabar con el, que admitiera alguna tregua c.i
su ministerio, y se retirara de la Capilla. Si muero
( respondía á semejantes instancias ) si muero predicando
, confesando , y cuidando de los enfermos , y
neceshaios , muero por cumplir con mi obligación. Si
los Soldados ( añadía otras vezes ) quedan tendidos en
ti campo , por defender los derechos del Monarca , y
\(j^mplír sus preceptos , porque na he de hacer yo lo mismo
, siendo Soldado de fesU'Christo ? Mi mayor gozo
sera morir , por cumplir- con mi obligación. Quando
ya graveaienre enfermo- , le instavan algunos , qug
pidiera á Dios por su salud , respondía : tintes pediré
lo contrario '-, por que si vivo , he de quedar tan
schaco.'o 1 que no podré cumplir con- las «blig.iciortes de
mi estado , y solo ser-viré para comerme el pan , con
que se podría alimentar otro Ministro de Jesu-Christo
, que trabajase con espíritu , y.fervor por la salud
de las Almas, ^^^.j , ' , •
El ocio , la intemperancia , la avaricia introducida
en los Párrocos Mercenarios, no solo se vieran
desterradas de su persona, si también , de gran parte
© Ayuntamiento de Murcia

te dé sus feligreses >' substituyendo en lugar suyo eí
trabajo, la sobriedad , y la distribución de aquellas
rentas , selladas con la sangre de Jesu-Christo. Efectos
fueron de su zelo caritativo , y vigilante los remedios
proporcionados á los desordenes , ya de amenazas
, ya de premios, ya de correcciones, que con
singularidad , parece ^ k\ havia aprendido de San
León Papa. De este modo se vi6 en buena parte del
Pueblo copiado el Espíritu del Sacerdote 5 y este admiró
en su rebaño restablecido el fervor , acrecentada
la piedad , exaltada sobre la ruina;de la libertad
la praaica de las mas bellas virtudes. Vestido con
armadura de zelo, resplandeciente de caridad no fin.
gida, amava á sus feligreses, aborrecía sus defedoss
su dulzura igualava á su dignidad ; con la clemencia
moderava su rigor ; con su afabilidad desvanecía
todo rubor: siempre pastor con autoridad , siempre Pa*
dre con ternura, siempre Juez coa equidad. De sus
-labios salía aquella paz , que excede á todo sentido (/),
para unir corazones, pata corregir abusos, para desterrar
libertinage , para reparar escándalos , para reencender
la caridad , para restablecer las Leyes á su
antigua observancia. Aun quando ya se hallava postrado
en la cama por su enfermedad , no omitió cuidar
de su rebatió. Vallase de personas de su satisfac*
-cion, que le noticiasen de las necesidades de sus ovejas
, y por medio de aquellas proveía á estas de remedio
oportuno en lo espiritual , y temporal.
. . Una vida tan afanada , y laboriosa no podía menos
de alterar tan flaca naturaleza , y aun ocasionarla
^._ I una
( ^ > 5v-Ifí».: ' ( O adPhi. Cap. 4. v. .7.
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M
una temprana mueffe. De esfé stnih era aquel Skcet'
dore de virtud y literatura , que dixo i sus ami-
.-gos : desengañémonos ; todo Cura , que trabaje , pt
i> como ha trabajado Don Antonio Mirambell, »»
>» no puede llegar á ser viejo. El Mundo á nuestro
parecer, j'^a no era digno de aquel, cuyas virtudes
quería Dios premiar con larga mano. En el Cielo
ha vía colocado por manos de los pobres aquellos tesoros,
(w) jamas consumidos del tiempo, ni cofr
roídos de la polilla. En aquellas eternas mansiones
corona Dios los méritos de sus siervos j y quando
aquí en la tierra .raras veces corresponde el galardón
a las fatigas , allá el premio excede á los trabajos
mismos. No quiso el Divino Remunerador diferir mas
el premio á la grande Alma de Don Antonio. Sus
días eran ya llenos ; havia congregado, gran copia
de virtudes en el campo de la Iglesia j y quarido
con mas fervor se ocupava en el desempeño de su
ministerio , le asaltó la enfermedad , y sintió en si
mismo , (») por hablar con el Apóstol, la respuesta
de la muerte. Esta voz de la ultima hora , que
comunmente suele infundir espanto , y temor, fue
oyda de Don Antonio con mucha tranquilidad. Como
otro Ezechias (o) vio cercano su fin. Miró su
«ansiro con corazón tranquilo. Salió al encuentro de
avL Juez sin turbación. No podía suceder de otra
«uerte á quien con tanta anticipación , y puntualidad
havia imitado a aquellos siervos fíeles, que estan
en expedacion de su Señor, (/>) para abrirle
la
(OT) Mat. Cap. 6. v. 20. (») 2. aiCor.Cap. i. v. g.
(o) 4. Re¿. Cap. 20. v. I. {p) Luc, Cap, I i. V. J^.
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6i
la: puerta , luego iquc toque. Ah: Señores! Qut bella
cosa es j llegar al termino de la vida con los lo*mos
ceííidos , con lamparas encendidas eh las manos^!
Aquellos denotan , que la Alma esta preparada para
aquel gran viage de la eternidad. Estas ofrecen bien
fundadas esperanzas, qlifc una eterna luz desterrará
la obscuridad de aquella negra noche , para quien
los ojos del cuerpo estarán cerrados.
Atended á los últimos días de la peregrinación
de Don Antonio en esra vida. Observad , como hace
preciosos los instantes con aftos fervorosos de ChriSf
daña piedad. Conoce, que está cerca de fallecer, y
se prepara para recibir la bendición del Señor C? )í
y.la misericordia de su Dios Salvador. La debilidad
de cabeza le afligía en extremo ; los vómitos^
y cursos le debilitavan , y molestavan > los doloreís
agudos en las espaldas , y estomago , la opresión del
pecho , con unos copiosos sudores , éxerciravan admirablemente
su invida paciencia. Quando se alivia*
va un dolor, se agravava otro, y no pocas veces
se mancomnnavan todos , pTa axormemarle todos
;uaros. Todos estos accidentes llegaron á postrarle
tanto, que parecía un Job , y aun por esto , vallen*,
dose áz las palabras del mismo , repetía (r): la ma-:
no del Señor me ha herido. Mas al paso que la pac4
te inferior ¡va desfalleciendo , la espiritual recobra*
va nuevos alientos con las fervientes jaculatorias, que
frecuenremente repetía. En medio de tantos males
quien le oyó quexar jamas ? Qué resignación podría
hallarse igual á la suya? Que paciencia nías it,\.:£l»
I 2 se
- • ' I
{q) PsaL 23. V. y. (r) fob. Qtp. i

ae podriá excogitar? Que acciones de grafía no tribu-
-tava á Dios en medio de tantos dolores, como le afli-'
gían? Una lengua que bendice a Dios en los dolores,
:no es inferior á la de los Martyres , asegura San
Juan Chrisostomo. p';
í Con un semblante afable , con un rostro siempre
sereno expUcava la inalterable paz , que gozava su
espíritu. Por esto pudiera yo compararle al Olimpo,
cuya eminencia conserva una apacible calma , al tiempo
mismo que su falda es agitada de Vientos , jF
tempestades. Asi Don Antonio. Su Alma gozava deuna
amable serenidad , y admirable resignación en
¿1 ado mismo en que su cuerpo era afligido ! Ay
Redemptor mió ! Era d único desahogo, que per;
mitia á sus dolores. Si agravados sus accidentes, $é
deslizó alguna vez su lengua en alguna quexa involuntaria
j al instante indignado contra si mismo,
cxclamava : O ! y qué poco piede fiarse en los propósitos
,j que hacen los hombres ! Quantas veces bé pe-^dído
a Dios me diese tormentos en este Mundo , para
que tome venganza su Justicia' de lo mucho qUf
be abusaio dt su infinita misericordia ! Havia pedido
al Seiíor repetidas veces, que le embiase trabajos
tan grandes , que igualasen á los Martytios. Dios
le cumplió sus deseos, siendo • sa dilatada enfermedad
un prolongado Martyrio. En ella hizo nueva , y
preciosa colección de méritos 5 adquirió nuevo
justre su virtud ; se purificó como oro en la fragua'
(

' "Shelúj cómo'otro Pablo (-íOc^e' ieste; móríal tuerpa,
para entrar a la posesión; del eterfio'Reynoiíi2l5Í¿>>»¿
deseo es (^ exclamava ) dur uñ •abrazó' \ >y ósculo
de' paz a mi amado. O ! y- qUe consuelo 'tendrá' mi
vAlma, ^ quando postrada a Jos pies de mi Sagrado Redemptor
., bese aquellas •llagas de sus pies^:i'^''conque:-me
redimid' ! Estas afeduosas , y ' amorosas , voces ñ'án
acompañadas de tan dulces lagrimas , que 'ehternecie^
ron a quantos se hallaron presentes. . ,
Este mismo deseo manifestó , quando haviendo
entrado cierto día un Prebendado de la Santa Iglesia
de Grihuela , y suplicándole , que pidiese a Dios
por su salud , le hizo enmudecer con este discurso,
proprio de su agudeza : Que sentimiento (le dixo )
tendría un desterrado , si después de haver caminado
cuarenta y qu atro años por caminos ásperos, y fragosos
: después de haver sufrido todas las inclemencias
de las estaciones con ayres , soles , frios , nieves , hambres
^ cansancios j ladrones i si después de tolerados t^ntas.-¡trabajos,
y vencidas tan grandes dificultades , estoando
ya próximo á entrar en su amada Patria , y
tener el consuelo de ver á sus Fadres , parientís , a-
*^'^os , y descanzar de tan larga peregrinación 5 si en
'^te estado asomase sobre los muros de aquella Ciudad
^no de sus habitadores ., y le intimase : que aun na
podía, entrar : Que era necesario bolver a' su destierro.,
para- padecer de nuevo quanio havia padecido , y mucho
mas , que dolor , y sentimiento { buelvo á decir )
Preocuparía á este hombre , al oyr semejantes vo'ces'h
i*ues í si quarenfa y qitatro años qttf camim- á¥ái Pd-
'- ' ~-{uy 4.. . > • . . . . ;• •' ', •••'5.Í.. -*•''' i^iü
""""—• •—' . •! .''j i-."'>y • í l i . » i, iii -' '• '•..¿tr I • •' •
it) ad Pbí. Cap. I. V. 23.
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7'2
dos los instant'esr dtí' Sü' 'vida fue en seguimiento de.
la muerte j cada uno de sus suspiros, tuvo álá muerte
por objeto. Este era el termino , a donde se dirigían
sus ansias j esta la batalla de quien vá á cantar
vi£loria. Desde los primeros años de su vida sepreparó
para la muerte 5 él previno sus nías terribles
golpes; él hizo pedazos con anticipación los íazos^
mas estimados; de aquí es, que la rtiuerte nada tuvo
que quitarle , quando llegó el caso de venir. Sonestas
nuestras' disposiciones para la muerte Seíáores?
Renovamos con frecuencia la memoria de nuestro ñü ?
Nos paramos a considerar con seria reflexión el termino
, á donde todos insensiblemente caminamos?
Oyd á (x) San Pablo , como exclama : yo muero, sí,
yo muero todos los diasj'yó''muero en espíritu: yo'
muero de corazón : Cada instarSte estoy resuello pa: a
morir : yo reputo por ganancia el morir : yo deseo,
yo busco la muerte. Quando llegue el caso de morir
efetílivamente, no se arrepentirá. Semejante con-»duíta
admiramos en Don Antonio.
Ansiosamente deseava llegara la hora de su muerte
, y que fuera en algún dia de su especial devoción,
como del Patriarca San Josef, de la Encarnación
del eterno Veibo, de los Dolores de María Santísima
, en la semana Santa , 6 en la Resurrección
del Salvador. Si Dios no le cumplió sus deseos en
estos días , quiso por lo menos , que en ellos se le
agravasen extremadamente sus dolores. Con esta ex-'
peiiencia solían -los Módicos decir -en las vísperas de
grandes festividades : mañana se nos espera mal dia.
En
(^x) ad Ph'il. Ca^. r. v. 21.
© Ayuntamiento de Murcia

73.
E^ verdad fue,tanto Ip que se le agravaron los ac-
' cidenies en estos días , que los Médicos llegaron á.
desconfiar de su vida. Buen testimonio de esta verdad
fue lo acaecidO' en la festividad de los Dolores
de María SSma. La. me^'oria^ que se advirtió en D.
Antonio, hizo concebir á íos Médicos casi algüna'confianza
de su vida. Mas, apenas entraron las vísperas
de/Maria SSma., le sobrevinieron tales angustias , "y"
tal opresión en el corazón, que todos le juzgaron ya
por .muerto. Su hermano el Macstre-Escueias se salid
del quarto , sin tener valor para ver quanto padecía,
D. Antonio. Asi pasó todo el dia de la Virgen dé W
Dolores, padeciendo sobre toda ponderación. Entró al
siguienre dia el mismo hermano , y le preguntó : Como
te ha puesto la Virgen de los Dolores en su dia ? Pídale
V. a Dios ( respondió ) me dé. paciencia , y valor^
que la necesito. Aora conosco ( aiíadió ) 7o mucho que pá^ }>
díció la Virgen j viendo padecer a sú hifo'i'por loque
yo padezco y viéndola penar. Veinte años ha que hice votv
de rezar iodos los di as arrodillado , y fn Crnz, siete padres
ntrqs. y, siete Ave Mari as , en.memoria de lo mucho] que.
paiecip la. Virgen , viendo' penar, a, su .b'iío,. pidiéndola
me diese a sentir algo de sus penas ; y en verdad que se ha,
portado. La soliciriid conque suspírava por el ultimo
ÍÍH , y cl estado á que le rediijerqn sus accedentes, le
estimularon;,á la petición de los Sfos. Sátra'méntos de
Éucharistla ,. y Extrcma-Úncioh. Aorá venía'adequada;
la elocuencia de un Chrisostomo , para declarar la ler
npra, la humildad , la devoción , las lagrirhas , y otros
^fedos amorosos,, hijos legítimos d? su árdlehter Ca-
^iflad. Su pecho era estrecho cauce^^ para contener tanto
incendio, cuyas sobras rcdundávan hasta en el éxt¿i
K - • riar: '"^
© Ayuntamiento de Murcia

iór: Su Rostro se/dexava véi' encendido : sus ojos
bQlando; al lugar doinde estava el Saccaiiiento , parecef
querían dexar su natiaral sitio : sus labios en fin proferian
ados fervorosos de humildes gracias , de perdon
;á Dios, y aun a los hombres.
En medio

75
virtud igualmente sea recompensada. Que si Lázaro se
goza en un reposo, eterno (j^),,>i¿si ,,,por haver sufridp
pacientemente sobre la tierra j y que si el malvado
Epulón padece sobre toda ponderación (z) en el abismo.,
„a tales tormentos lo llevaron de la mano los ¡licites,
.'y desfíiedidos. placeres de este Mundo.. O bondad in-
'finita de nuesbo Dios 1 Para, alentar nuestra flaqueza,
para avivar nuesta Fe , para animar nuestra esperanza,
el nos certifica , que nos espera una herencia eterna;
^giic nosotros ,somos llamados a ella por derecho 4p
j'filiácjfoa í;qjU]e,,nada,mas desea , /sip.o que entremos iá|i
parteV-Esta es'la promesa hecha á Abra han con toda
su decendencía. De ella da testimonio todo el antiguo
Testamento. La misma repite en el nuevo aquel zeloso
¿predícadc»^ de ja esperanza de los bienes eternos San
Jf*ablo (

78
y con suavidad : lo mejor que podra hacer es , tomar
el Breviario y decirme ad litteram el oficio de difuntos
con responsorios , y otros muchos Psalmos , que hay al
proprosito. A lo ultimo me encomendara el Alma. Y últimamente
leerá repetidas veces el símbolo de S. Athanasio:
Quicumque vult salvus esse Ó'c, El P. nuestro , la Ave-
Meria , y el Credo. Teda esto he juzgado necesario advertir
para mayor bien de mi Alma f porque sí estoy en n^i,
yo procuraré encomendarme a Dios. T si exteriormente t^e
hablan fuera de lo arriba dicho , no servirá^ mas , qfte
de perturbarme, T sino estoy en mi'., pa/a que; se han
de cansar en hablarme I Lo que encargóles , que conjure
d los malignos , y que arroje agua bendita con las Oraciones
acostumbradas. En este método didado por D.
Antonio se advierte una confirmación expresa ác qjjc
solo hallava consuelo . en los dichos Divinos, y .ijo
en los discursos humanos. );.; j- •( j .¿uo ,.' ib
Aunque Don Antonio cstavatíempo hace muerto
al mundo, faltavale morir á la carne, que era quan*
to con anhelo deseava. Sus deseos se'lc„hayian/riistrado
por tres veces , en que creyó se moriaj, y^p^r
esto se lamentava : que havía ya llevado tres chascos.
Mas como el hijo del hombre , según el testimonio 4^1
Evangelio {h) , viene quando menos se piensa j llegado
que ñie el dia siete de Mayo del año setenta y ocho,
llegó finalmente D.;.Antonio al termino de su carrera.
Havia prevenido con anticipación á D. Josef Carrion,
uno de los Médicos que le -yisitavan, que sin temor,
ni reparo le declarase el estado de su enfermedad , quando
advirtiera el peligro. Yo , que para mi exempio, y
con- ,
Ch) l'tic. Cap. 12. V. 40.
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éórifósian fui- testigo ocular ,-no pude contener las lagrimas
á vista .dd fíll i-espeftíícul®. Tomado, .el pulso
por .el Medico , y advertido el estado peíigroso del
Efsfcrmo , Je habló en esta forma : Sr, D. Antonio
» voy á cumplir la paiabra , que tet^o dada .á y. »
«-¿{¿I ;estado en qüc se hallad^•^'se jniíiere apíisa.»»
Qué noticia mas funesta para un corazón lleno de
Mundo ! Pero «que alegre pata D. Antonio, que tan
colmado estava de Dios ! En protestación del jubilo,
que inundó su corazón , tomó la mano del Medico,y
atrayéndola á sus íablos., se la besó apretadamentiC
•con Ja mayor humildad. Que gtacias no le dio por
tan feliz nueva? Que albricias ÍÍo se dio á si mismoj
al considerar tan cercano d termino .ác sus deseos ?
De que alegria tan tiucva , y extraordinaria no se tevistió
'SU E.ostro ? pateíia un nuevo :hombre , á quien
se 3c 'borraron de la memoria todos los trabajos paisanos
, con la esperanza de entrar Juego á la posesión
del eterno descanso. Yo no dudo,, que como ¡otra Alma
Sta. oírla en él secreto del corazón la voz ,de su amadb
, que le Uamava á las eternas mans'ones., .después
de haver spasado (?) los xigores del invlerfio.
lía no piensa en otro que «n d Sumo bien^ que
esta próximo á ver., no ¡por las ¿espaldas {j) , como
Moyses , sino cara á cara , por cuya posesh» .despreciara
.al Mando con ,todas sus preáosidaies., ¡camo tcS'
tífico -á su hermano D. Josef. Animado de este ¡pensamicntOí
"o siente Jos dolores., no le oprimen los
accidentes, no le inquietan Jas convulsiones., porque
*ü Alma .está -sumergida en iun .rio .de paz con la
•vista
•,Q) Cant. Cap. 2. v. II. (;) Exor. Cap.^^. v. 23.
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8o ,
vista de su Díds.^o^'^ w^Vwo ( dixo a; su hcfniang
D. Josef, que le preguntó como iva de batallas^ .«

8i
Este es un retrato , si bien imperfedo , de aquel
iSacerdote exemplar, que v'mb entre nosotros; pero
muy diferente de nosotros mismos. La reflexión de
que he hablado á unos oyentes testigos de sus virtudes
admirables, después de llenarme de gozo , me
promete , que un tal exemplar se grangeará un crecido
numero de fíeles imitadores. Yo no espero menos
del afeito , que profesasteis á nuestro Difunto,
ni del que deveis tener a vuestra propria Alma. Como
el Mundo por su parte os ofrece , aora mas que
en otros tiempos , exemplos de desorden , de corrupción
de libertinage , de disolución, de todos los vicios
generalmente ; Dios por la suya os ofrece en
este su siervo fiel Don Antonio , exemplos de humildad
, de oración , de penitencia , de caridad , de zelo
, y otras virtudes peculiares de un Christiano, para
conquistar el Reyno de los Cielos. Si los exemplos
del Mundo prevalecen a los de Dios, no dudéis
, que del Mundo recibiréis su acostumbrado premio.
Por mas que busquéis en la multitud , en la
Costumbre , en la pretendida necesidad , en la propria
flaqueza razones de creer que os salvareis: Aunque
expliquéis a vuestro modo la moral de Jesu-Christo
: aunque os aseguréis contra la palabra del mismo
Dios, que el camino ancho que guia a la perdición,
os conducirá al Cielo : vosotros deveis estar ciertos,
que no seréis juzgados según estas opiniones,
^ue el amor proprio» tan astutamente ha introducido
para vuestra ruina. Siempre sera verdad indefeftible,
que sin la humildad, sin la pobreza de espíritu , sin
ía renuncia de todas las cosas de la tierra , sin el
amor á la Cruz, sin la penitencia , y otras virtudes
L no
© Ayuntamiento de Murcia

?2
lio tendreinos parte fcn el Reyno de ios Cielos. Quien
hos propone estas verdades, fiie el primero en rediticirlas
á pradica , y no quiso reasumir el derecho de
entrar en la gloria , sino después de haverse sujeta*
do á la necesidad , que se impuso de padecer. Todos
los siglos contestan esta verdadera máxima , y los
deseosos de los bienes eternos jamas creyeron , que po*
áian llegar por otro camino.
No asegur

»3
xlama , ó días felices (tí) , en que me vi humillado!
O benditos años en que suporté tantos males! O instantes
dichosos los que emplee en Oración , en peni^
tencias , en vigilias , en ayunos , en socorrer á los
necesitados , y en otras obras de virtud ! Veis ay lo
que obró por Dios. El no era de naturaleza distintít
de la nuestra : El como nosotros pecó en Adán : El
tuvo un cuerpo frágil, mortal , sujeto á enfermeda-f
des, y pasiones como el nuestro: El no esperó otro
Paraíso que nosotros : Pues porque fue él mas peni-?
•tente , mas casto, mas virtuoso que nosotros? Ah !
Esto provino de tener mas Fe que nosotros ; de ha?
ver formado una Idea alta, y qual es devida de lo§
•bienes eternos. Queremos gozarnos , como creemos
se goza él ? Trabajemos ep imitarle.
Yo conosco vuestra flaqueza , y vosotros mlsjmos
la deveis contestar ; pero esto mismo os deve
impeler , á que haciendo una confesión sincera de vües-
,tra poquedad , busquéis la fortaleza en aquel (o) qu$
osjconfortai. Este espíritu de fortaleza jamas faltó ea
la Iglesia de Dios, y ella es propria , no solo de los
Sacerdotes, si de los verdaderos Chrlstianos. Olvido
tu flaqueza , y reposa sobre el poder , que yo te CQmunicaré
{p) dixo el Seííor a Moyses. No temas el
rostro irritado de mis enemigos {q), dixo a Jeremías.
Era universal el temor en todos los habitadores de Jerusalen
, (r) á vista de los prodigios que obravan los
Apostóles 5 efeftos de la gracia , y fortaleza , que les
L 2 comu-
(w) P.sal. 8p. V. 15- (o) Pbil.Cap. 4. v. 13. If)
'Exod. Cap. 3. V, 12. (?) Jerem, Cap. j. Y. 8. (r) M^
4post. Cap. 2. V. 43.
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j

¿oinunico el Divino espíritu , consta de los hechos
Apostólicos. Ni vosotros seréis mas flacos , que todos
estos, ni los enemigos de vuestra salud serán de cerviz
mas dura , que la que en aquellos se reconocía.
Esto no obstante , con la fortaleza que el Señor Íes
comunicó , quedaron derrotados, y vencidos sus enemigos.
A pesar de vuestra flaqueza deveis vestiros de
la virtud de lo alto, ( J ; para venceros á vosotros
mismos , para triunfar de los enemigos de vuetro bien
j y en esta Vidoria está afianzada la propria santificación.
A tanto os estimulan las cenizas venera:*
bles de tan gran Varón: á tanto os compele la no-
•noticia , aunque succinta de sus admirables virtudes,
adquiridas en pocos años de vida : Consumatus in bre^
bi explevit témpora multa.
Levantad la Cabeza de vuestros sepulcros, b
'Antiguos Prebendados , y Párrocos de la Cathedral
Iglesia de Orihuela , fixad la vista en las cenizas de
este vuestro famoso succesor Don Antonio Mirambell,
y decidnos que gloria es mayor : o la de este , que
ocupó dignamente una de vuestras Prebendas, ó la
de vosotros que le haveis admirado lleno de virtud,
desempeñando las funciones de su Ministerio ? Después
de haver fijado vuestras pupilas en aquel exemplar
tan perfedo, en aquel Maestro tan grande, en aquel
tan buen Padre j después de haver reconocido una
Tirtud , que resplandeció , una perfección, que ediücó
, un zelo que proveyó ; después de haverse saciado
vuestras pupilas en las cenizas de tan vigilante
Pastor , reclinad vuestras cabezas ^ y reposad en paz.
Avoso-
y)_ Luc. Cap. 24. v. 4^..
© Ayuntamiento de Murcia

Á vosotros í*rel3en3a3os , y Párrocos , que le soís
succesores en el honroso ministerio : á nosotros todos
Sacerdotes , generación elefta , gente Santa , real Sacerdocio
, Pueblo de Adquisición (/) , por liablar con
Jas palabras del Apóstol San Pedro : A vosotros todos
feligreses de esta Ciudad , y Obispado , á todos
nos están intimando las cenizas de tan venerable varon
, cuya muerte nos saca las lagrimas de los ojos,
d aviso que con tanta ternura repetía San Pablo a
los Philipenses ( « ) : Sed imitadores míos, y observad
cuidadosamente á los

íjue áqiieí fafn{)s(> Mathafias próximo á la muerte
, dlxo a sus hijos. Ellas mismas son , las que te
intiman las cenizas de tu difunto Don Antonio (A?):
Acordaos de las obras de vuestros Padres. No olvidéis
lo que hicieron vuestros predecesores en este
Orden Tercero. ¡Haced memoria de los exercicios
virtuosos , en que se emplearon '; de la penitencia
, y mortificación , que abrazaron ; de la humildad
que eligieron ; de la caridad , y zelo , en
que fueron inflamados ; por que este recuerdo sera
para vosotros- un estimulo, para prafticar siempre
lo honesto, y virtuoso. Tanto prafticaron vuestros
Padres , cuyos exemplos deveis imitar como buenos
hijos, y es puntualmente en lo que se exercitó Don
Antonio.
• nsü'Los estrechos lazos de caridad , con que esta-
Va unido á todos vosotros hijos . e este Orden Tercero
del Convento de San Gregorio , no se han hecho
= pedazos con la muerte. El permanecerá eternamefite
unido con vosotros, y desde aquel Reyno interminable
, donde piadosamente creemos se goza con
Dios , mirará con ternura la flaqueza de los desterrados
, y os podrá alcanzar tal vez la gracia ,.de
que le seáis compañeros. Mas como aquel justo
Dios que nos ha de juzgar, no permite entre en su
Reyno cosa alguna manchada 5 como su justicia halla
que reprehender , aun en lo que reputamos Santo
, y virtuoso ; como efeftivamentc lo encontró en
los mismos Angeles.(íz): Por si acaso la Alma de
nuestro Antonio existe aun en el lugar de expiación;
por
(x) I. •^'«f- (^p. 2. V. 51. (z) Jcb. C^/. 4, V. I ^'
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87
por si acaso no se ha presentado todavía en la presencia
de Dios libre de toda mancha 5 vosotros Ministros
del Altísimo reasumid los lúgubres Cánticos,
que yo con mi Oración interriinipL Rogad á aquel
Padre de misericordias , que mitigue su Justicia , según
la fragilidad de '.a condición humana. Juntad á
vuestras suplicas las de todos estos mis oyentes, que
con todo afefto ruegan al Señor , se digne concedeá
nuestro difunto eterna mansión en la Gloria, '^ ,
donde por eternidades descanze en '-'
paz. Amen.
O. S. C. S. R. E.
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*
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VAHÍOS
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