D. - Ayuntamiento de Murcia

ístos semejan a aqiieííos Phar'seos , reprehendidos por
la Magestad de Christo Señor Ntro. que honrándole
con los labios (/), su corazón está muy apartado,
O mas propriamente á aquellos otros , que imponiendo
en los hombros ágenos pesadas cargas (z),
ríí aun con el dedo se dignan de tocarlas. No fue
asi Ntro. Antonio. Ni menos fue uno de aquellos
Sabios ociosos , en quienes según el dicho del Apóstol
(a) y la ciencia causa inchazon. Fue en verdad
Sabio , por que fue verdaderamente humilde. En qué
ocasión , ó tiempo halló acogida en su corazón la:
vanidad ? En medio de tantos títulos , de que pudiera
vanagloriarse , jamas le vimos diferente de si mis-^
«10. Su porte , sus palabras , todo él nos contestava^;
que lexos de estar su corazón preocupado del orgullo
, tenia allí su silla la humildad ; y cediendo á
los muertos ^b) d cuidado de enterrar á los muertos,
solo cuida de seguir al Señor , y cumplir en toda
su voluntad.
Yo sé muy bien Señores, que los hombres podemos
llegar a el Cielo por mil caminos diferentes.'
Ño ignoro , que este mundo es una tierra estraña,
cuya diversidad de estados son otros tantos caminos
diferentes , que guian á nuestra común Patria. Pero
igualmente sé , que solo es uno él camino por donde
Óios nos llama , y el permitirá , que rodos los restan-*
tes nos desvien. Por aquel será Dios nuestro condu£tor
, y guia 5 en este nos abandonará á nuestra
D Cegue-
(y) Man. Cap. j.v. 6. (z) Mat. Cap. 23..
V. 4. (a) 1. Jd Cor. Cap. 8. v. i. {h)Ma(^
Cap. 8. V. 2 2»
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