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del juramento, cl siempre respondió : que'Don Antonio
solamente le havía exortado a una muerte feliz
5 que sus eficazes razones uriTcamente eran, las
que le havian inducido á decir la verdad , y confesarse.
Es certísimo , Señores , que la caridad verdaderamente
Christiana prefiere con particular cuidado
las necesidades espirituales. Si ella emprende cosas
grandes, para hacer dulces á sus hermanos los males
pasageros de esta vida ' á quanto no se expondrá
, para procurarles los bienes solidos de la eterna
? ella todo lo sufre , todo lo tolera , (x) dice el
Apóstol , y sin atender á la propria comodidad , solo
busca el bien de otros. Veis ay el carafter de la
caridad de Don Antonio. Antepone al proprio descanzo
la salud de sus ovejas; les solicita los bienes
eternos, después de remediar sus miserias. Este
es el designio que se propone en todos sus afanes.
A este fin dirige todas sus acciones. Este es el
pensamiento , que enterattiente ocupa todos sus cuidados.
Muy semejante á el Apóstol castiga va su cuerpo
, y reducía á la esclavitud (j/),. por temor de
que predicando á los otros, fuera del numero de
los reprobos. Quando mas empleado estoy en procurar
la salud de otros , entonces aflijo mas mi carne;«
no sea, que cuidando de la salud espiritual agena,
me olvide de la propria. Multiplicó los cilicios, aña- ;
diendo dos al que llevava de continuo ; y no se los
quitava ni de día, ni de noche, sino en caso de,
estar muy. enfermo, Al tiempo que su familia estava
des-
(x) i.Cor.Cap. i'^.v.J. {y) i. Cor. C 9.v. 27.
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