D. - Ayuntamiento de Murcia

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no lo q^ue puramente se (llrígia á Dios. Esta fíie'la.res^
puesta suya á su Dignísimo Prelado Don Josef Tormo
en una de las visitas , con que este Illmo. Sf.
Je favoreció. Al ver que Don Antopio , no solo cstava
resignado , sino deseoso de entregar su Alma
á Dios, le persuadía , que repitiera algunos versos
del Psalmo : en te Domine speravi (b) y otros que
Contienen aquellas encendidas jaculatorias , con que
las Almas abrazadas en caridad , explican los incendios
de. sus corazones. Entonces respondió Don Antonio
: Señor' , ya mucho tiempo há , que na me gustan
los discursos humanos , y solo halla mi Alma el
consuelo , que desea en los dichos Divinos. Otias veces
decía : no lo creyera ; quien me hauia de decir y
que me havia de olvidar de San Pedro de Alcántara
, y otros Stos. i nada me acuerdo de ellos ; porque:
mi Alma en ninguna cosa criada halla gusto , y solo
lo encuentra en mi Dios , y Redemptor. Renuncia^
ria , aííadia también , renunciarla de buena gana todos
los deleytes , y gustos , que tienen los bienaven^
turados por aquella unión, que tienen las Almas con
Dios. Estas expresiones davan bien á entender , quan
abrazado estava su corazón en el amor Divino:
Quan adelantado se hallava en la Teoíogia Mystica
: quan pradico Maestro se havia hecho en esta
ciencia de los Santos.
Haviase propuesto por Maestros de una tal facultad
á San Pedro de Alcántara, San Juan de la
Cruz , Santa Teresa de Jesús , y sus progresos ert
la Oración dieron testimonio de la fidelidad del Discípulo.
( ¿} Psah 30.
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