D. - Ayuntamiento de Murcia

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xlama , ó días felices (tí) , en que me vi humillado!
O benditos años en que suporté tantos males! O instantes
dichosos los que emplee en Oración , en peni^
tencias , en vigilias , en ayunos , en socorrer á los
necesitados , y en otras obras de virtud ! Veis ay lo
que obró por Dios. El no era de naturaleza distintít
de la nuestra : El como nosotros pecó en Adán : El
tuvo un cuerpo frágil, mortal , sujeto á enfermeda-f
des, y pasiones como el nuestro: El no esperó otro
Paraíso que nosotros : Pues porque fue él mas peni-?
•tente , mas casto, mas virtuoso que nosotros? Ah !
Esto provino de tener mas Fe que nosotros ; de ha?
ver formado una Idea alta, y qual es devida de lo§
•bienes eternos. Queremos gozarnos , como creemos
se goza él ? Trabajemos ep imitarle.
Yo conosco vuestra flaqueza , y vosotros mlsjmos
la deveis contestar ; pero esto mismo os deve
impeler , á que haciendo una confesión sincera de vües-
,tra poquedad , busquéis la fortaleza en aquel (o) qu$
osjconfortai. Este espíritu de fortaleza jamas faltó ea
la Iglesia de Dios, y ella es propria , no solo de los
Sacerdotes, si de los verdaderos Chrlstianos. Olvido
tu flaqueza , y reposa sobre el poder , que yo te CQmunicaré
{p) dixo el Seííor a Moyses. No temas el
rostro irritado de mis enemigos {q), dixo a Jeremías.
Era universal el temor en todos los habitadores de Jerusalen
, (r) á vista de los prodigios que obravan los
Apostóles 5 efeftos de la gracia , y fortaleza , que les
L 2 comu-
(w) P.sal. 8p. V. 15- (o) Pbil.Cap. 4. v. 13. If)
'Exod. Cap. 3. V, 12. (?) Jerem, Cap. j. Y. 8. (r) M^
4post. Cap. 2. V. 43.
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