D. - Ayuntamiento de Murcia

suspender vuestro llanto , fxperimentan'áo ia pefdídja
de aquel Doftor admirable, en cuya erudición
piadosa afianzava el sosiego en sus dudas vuestro g&nio
ilustrado ? Podréis vosotros , ignorantes , negar
vuestras lagrimas, en premio del magisterio con que
os instruyó , de la benignidad con que satisfizo á
vuestras necias propuestas , de la humildad con que
se acomodo á vuestro natural nada culto ? Podréis
vosotros dex^r de imitar estos exemplos , ó Mendigos
, cuyas manos tantas veces recibieron de la suya
el socorro adequado á vuestras necesidades j cuyos
ojos tantas veces se serenaron con sus dulces
palabras ; cuyo corazón sintió tan de lleno los efectos
de su ardentísima caridad ? Vosotros pecadores , ó
convertidos , ü obstinados , no me haréis igual obsequio
, siquiera por el zelo que tuvo del bien de
vuestras almas , quando desde los pulpitos , corno
otro Apóstol , declamava contra vuestros vicios , ó
en Jos confesionarios, qual otro Francisco de 5ales
dirigía vuestras almas por los caminos de Ja paz ?
Vosotras almas pías , y espirituales no podréis negar
igual; tributo , en protestación de ser deudoras de
vuestro adelantamiento en la virtud á su dirección
acerrada. Vosotras perdisteis á vuestro Maestro , y
Padre Espirit'ial; este es motivo sobrado para afligiros
grandemente. Omito exigir de esta V. O. 3a.
de Pe litencia igual demostración á vista de tan funesta
Pira. Ella misma está publicando el dolor de
que se halla penetrada , por la falta de tan buen Hermano.
La era demasiado estimado , para no hallar
menos su presencia. Sintió efedlivainente toda la gran-!
dcza de su perdida: y aun por esto es igualmente
suyo
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