D. - Ayuntamiento de Murcia

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y con suavidad : lo mejor que podra hacer es , tomar
el Breviario y decirme ad litteram el oficio de difuntos
con responsorios , y otros muchos Psalmos , que hay al
proprosito. A lo ultimo me encomendara el Alma. Y últimamente
leerá repetidas veces el símbolo de S. Athanasio:
Quicumque vult salvus esse Ó'c, El P. nuestro , la Ave-
Meria , y el Credo. Teda esto he juzgado necesario advertir
para mayor bien de mi Alma f porque sí estoy en n^i,
yo procuraré encomendarme a Dios. T si exteriormente t^e
hablan fuera de lo arriba dicho , no servirá^ mas , qfte
de perturbarme, T sino estoy en mi'., pa/a que; se han
de cansar en hablarme I Lo que encargóles , que conjure
d los malignos , y que arroje agua bendita con las Oraciones
acostumbradas. En este método didado por D.
Antonio se advierte una confirmación expresa ác qjjc
solo hallava consuelo . en los dichos Divinos, y .ijo
en los discursos humanos. );.; j- •( j .¿uo ,.' ib
Aunque Don Antonio cstavatíempo hace muerto
al mundo, faltavale morir á la carne, que era quan*
to con anhelo deseava. Sus deseos se'lc„hayian/riistrado
por tres veces , en que creyó se moriaj, y^p^r
esto se lamentava : que havía ya llevado tres chascos.
Mas como el hijo del hombre , según el testimonio 4^1
Evangelio {h) , viene quando menos se piensa j llegado
que ñie el dia siete de Mayo del año setenta y ocho,
llegó finalmente D.;.Antonio al termino de su carrera.
Havia prevenido con anticipación á D. Josef Carrion,
uno de los Médicos que le -yisitavan, que sin temor,
ni reparo le declarase el estado de su enfermedad , quando
advirtiera el peligro. Yo , que para mi exempio, y
con- ,
Ch) l'tic. Cap. 12. V. 40.
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