D. - Ayuntamiento de Murcia

"5^ .
taás, á que' rió9 acomodamos ; los placeres, que eii-
•todos estados dominan : ías diversiones , que tanto
cunden : las concupiscencias de que tantos se saciárr.
Que escusa podran adducir los afeminados, y delicados
del Mundo , para nó imitar á nuestro buen Cura
? Qué pretexto los Sacerdotes , si llevando consigo
el nombre , y fama de una vida regulada , sus
•obras no fuesen completas, (q) b su virtitd fuera
solo aparente , como son reprehendidos por el Evarrgelista
San Juan en cabeza del Obispo de los Sar*dos
? Dios que en la antigua Ley pedia hostias separadas
del resto de los Animales (r), en la nueva
las quiere de mas a mas purificadas por el fue-
•go, y agua de la mortificación , y penitencia. Esta
nos enseííará á governar el propria corazón. Esta nos
•preservará de las Ilusiones de nuestra-s pasiones. Por
medio de ella conseguiremos gloriosas viíiorlas de
¡nuestros enemigos.
Kigirrosa era la penítencFa de Don Anfonro,
continuos los criicios, sangrientas las disciplinas. Mas
ría austeridad de su vida, sus vigilias prolongadas, su
Oración fervorosa , sino enflaquecieron ía obstinación
del Demonio, por lo menos le sirvieron de armas
poderosas , para vencerle , qiíantas veces pretendió
sá ruina. Ha Señores! quien no perdonó á fa inocencia
del un Job (s)^ i la probidad de un Josef
( í ), a ía valentía de nn Pablo , pensad vosotros,
si usarla de Indulgencia Gon la virtud de nuestro Cu-
. (^) Apot. Cap. 3. V. I. (>) Leu. Cap. 4. v.
X. & 6. (s)Joi,Ca^. I. V. I. it) Gen.
Cap, 2^. Vé 14,
© Ayuntamiento de Murcia