1 PRIMERA PARTE: INFANCIA 1.- El niño perdido ... - Javier Puebla
1 PRIMERA PARTE: INFANCIA 1.- El niño perdido ... - Javier Puebla
1 PRIMERA PARTE: INFANCIA 1.- El niño perdido ... - Javier Puebla
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
23.- Por fin<br />
-¡Lo sabía! ¡Sabía que Noa estaba loca por ti! ¡Mira que lo sabía!- escandalizó<br />
Tobías, entre risotadas de emoción.<br />
-Y también sabías que sería ella quien primero lo dijese, no me digas más- se<br />
burló Oriol, llevando los ojos hasta un puesto de flores que había en Las Ramblas<br />
aquella tarde de domingo. Cientos de paseantes creaban un heterogéneo rumor al que<br />
todo el mundo estaba ya acostumbrado.<br />
-<strong>El</strong>la siempre me ha parecido fascinante, la verdad. Tiene una forma de ser que<br />
podría encandilar a cualquier tío.<br />
Oriol paró de sopetón, mirándole con nerviosismo.<br />
-Yo no quiero que pueda hacer eso.<br />
-Pues siento decírtelo, pero es muy capaz. Es guapa, divertida, inteligente,<br />
segura de sí misma, tiene la risa contagiosa, y la importa todo una mierda salvo tú. Haz<br />
el favor de no cagarla con ella. Te quiere de verdad. Lo sé muy bien.<br />
<strong>El</strong> arrullo propio de Las Ramblas se acentuó. Entre los dos amigos se hizo el<br />
silencio.<br />
-A ti te gusta Noa- escupió Oriol. No era ninguna pregunta. Era una afirmación,<br />
contundente y arrolladora.<br />
-No lo niego- resolvió Tobías, con toda la tranquilidad del mundo.<br />
-¡¿Que no lo niegas?!<br />
-Claro que no.<br />
-¡Pero hijo de…!<br />
-¡Oriol, vamos! ¿Es que no te has dado cuenta todavía? ¡Yo no pinto nada! ¡Noa<br />
te quiere a ti! ¡Ni siquiera antes de saberlo traté de interesarla! ¡Porque sabía que no<br />
tenía nada que hacer!<br />
Oriol guardó silencio, petrificado. Tobías parecía estar hablando directamente<br />
desde el fondo del corazón.<br />
-Además soy tu amigo, y los amigos son completamente sinceros. No me<br />
importa decirte la verdad una y mil veces. Nunca he sido mentiroso, y menos aún<br />
contigo. No sería tu amigo de verdad si te negase que me gusta. Te traicionaría otra vez,<br />
y eso es lo que no quiero.<br />
<strong>El</strong> duelo de miradas asesinas se transformó en un torrente de mensajes mudos de<br />
simpatía y cariño. Realmente, pensó Oriol, Tobías era demasiado buen chico. Parecía no<br />
haber para él nada más importante que su amistad. Y deseaba mantenerla a toda costa,<br />
aunque eso implicase exhibir una sinceridad total.<br />
-Gracias, Tobías- acabó por decir, sonriéndole mientras reanudaba el paseo entre<br />
el mar de paseantes.<br />
-¿Gracias?<br />
-Sí. Por ser tan sincero conmigo.<br />
Tobías le sonrió a él.<br />
-De nada.<br />
24