LOST 7x05: De lo que hay que proteger la Isla
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Car<strong>lo</strong>s se inclinó haciade<strong>la</strong>nte y tomó un rato para pensar. Apretó<br />
fuertemente <strong>lo</strong>s <strong>la</strong>bios y <strong>la</strong>s manos de pura rabia, pero no hizo ningún<br />
ruido. Levantó <strong>la</strong> mirada y vio a Alejandro con <strong>la</strong> boca abierta, haciendo<br />
aspavientos visiblemente exaltado por <strong>lo</strong> <strong>que</strong> había contado Guillermo.<br />
Zoe, <strong>que</strong> parecía intentar mantener <strong>la</strong> cabeza fría, continuó <strong>la</strong> conversación<br />
intentando calmar a Guillermo.<br />
— Piensa una cosa Guillermo. El<strong>la</strong> está bien. Ha tenido <strong>la</strong> suerte <strong>que</strong><br />
probablemente no han tenido <strong>lo</strong>s demás. . . es probable <strong>que</strong> sea simplemente<br />
amnesia del accidente.<br />
— Ya no estoy seguro de nada. . . — Guillermo siguió cabizbajo — pasan<br />
cosas muy raras en esta is<strong>la</strong>. Quizá a el<strong>la</strong> le <strong>hay</strong>a pasado <strong>lo</strong> mismo<br />
<strong>que</strong> a Ana Belén.<br />
— ¿Ana Belén? ¿Cosas raras en <strong>la</strong> Is<strong>la</strong>? ¿Qué le ha pasado? — Car<strong>lo</strong>s<br />
preguntó visiblemente preocupado.<br />
— Nada. . . , aparentemente, pero el caso es <strong>que</strong>. . . <strong>la</strong> is<strong>la</strong> parece <strong>que</strong> le<br />
hab<strong>la</strong>. . . — Guillermo hab<strong>la</strong>ba con gesto de no entender qué estaba<br />
pasando<br />
— ¿Que. . . <strong>la</strong> is<strong>la</strong>. . . le hab<strong>la</strong>? — Car<strong>lo</strong>s se había <strong>que</strong>dado de piedra<br />
— Sí. . . , por eso se marchó del campamento de <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ya,. . . Por eso quiso<br />
escaparse. . . — contestó Guillermo — La is<strong>la</strong> <strong>la</strong> está l<strong>la</strong>mando<br />
— Pero. . . no nos volvamos <strong>lo</strong>cos. . . Ana Belén ha tenido un golpe muy<br />
fuerte en <strong>la</strong> cabeza. . . podría ver enanitos verdes y ser normal — Zoe<br />
intentó poner un poco de cordura en <strong>la</strong> conversación — además, esa<br />
chica no ha demostrado tener <strong>la</strong> cabeza muy bien amueb<strong>la</strong>da — Zoe<br />
sentía cierto resentimiento hacia Ana Belén<br />
— Ója<strong>la</strong> fuera tan fácil. . . — Exc<strong>la</strong>mó Guillermo<br />
— ¿A qué te refieres? — Car<strong>lo</strong>s frunció el ceño<br />
— Cuando Ana y yo nos escapamos, cuando nos <strong>que</strong>damos so<strong>lo</strong>s, me<br />
contó <strong>que</strong> sentía cosas. En ese momento, yo no <strong>la</strong> creí, pero de repente<br />
empezó a correr como si estuviese poseída en una dirección, hasta<br />
<strong>que</strong> finalmente encontramos una estatua. Estaba destrozada, só<strong>lo</strong><br />
<strong>que</strong>daba un pie, pero el<strong>la</strong> sabía muchas cosas de esa estatua.<br />
— ¿Cómo? ¿Una estatua? — Preguntó Car<strong>lo</strong>s desconcertado— ¿Que<br />
cosas sabía?