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la persona con nosotros.<br />
Pensar en el sufrimiento que soportan otros hace que surja compasión en nuestro<br />
corazón. Esto permite que tengamos una mente saludable, ya que ver a la persona sólo<br />
hace que surja compasión en nosotros.<br />
…<br />
Cuando nuestra mente se encuentra en un estado de apego, renuncia a los demás y piensa<br />
sólo en sí misma, sólo trabajando para la felicidad de uno… Entonces lo que esa persona<br />
hace es enojarse, decir palabras hirientes, faltar al respeto, expresarse físicamente con el<br />
cuerpo. Lo que el ego quiere es respeto (como palabras buenas, amor, lo que le gusta a<br />
nuestra mente), pero si lo que se recibe es lo opuesto al ego y al apego, entonces surge<br />
el enojo en la mente, ese estado que depende de cómo etiquetamos las cosas y<br />
situaciones. Si etiquetamos algo como malo, nos hiere. Realmente nuestra mente positiva, la<br />
compasión, no piensa “me hiere”, “Lo que esa persona hace me hiere”. Si practicamos<br />
la paciencia pensando, “Esta persona me está enseñando paciencia”, entonces gradualmente<br />
desaparecerá el enojo y quedará sólo un estado de felicidad en el que no hay enojo. Y<br />
esto trae consigo mucha paz y felicidad. Porque cuando no nos enojamos, le damos paz a<br />
nuestra familia y a numerosos seres vivos. El modo de hacer esto es a través del<br />
entrenamiento en la paciencia, usando a esa persona [que nos hace enojar]. Es muy<br />
bondadosa con nosotros. Somos capaces de pensar de esta manera cuando nuestra mente<br />
aprecia la paciencia. Desde el punto de vista de la paciencia, esa persona sólo es amable.<br />
Cuando vemos las cosas con el pensamiento del apego, lo que la persona hiere es el ego.<br />
Entonces ponemos una etiqueta negativa diciendo que eso es malo (me lastima). A<br />
través del apego y el enojo vemos a la persona como alguien hiriente y malo. No sólo le<br />
penemos una etiqueta, también creemos en la etiqueta, lo que trae como consecuencia<br />
que el apego y el ego se sientan heridos. Entonces pensamos: “Esto me está lastimando”.<br />
De hecho, esa es sólo una parte de nuestra mente. Nuestra mente también tiene<br />
compasión y sabiduría.<br />
Cuando no ponemos una etiqueta negativa el enojo no surge, es decir, ponemos una etiqueta<br />
positiva –la paciencia. Cuando ponemos una etiqueta negativa, producto de nuestro apego,<br />
nos lastimamos a nosotros mismos. De modo que, el enemigo viene de nuestra propia<br />
mente. Es a causa del apego y el enojo que etiquetamos algo o a alguien como “enemigo”, y<br />
en consecuencia, vemos a esa persona como a un enemigo.<br />
…<br />
El enojo puede destruir al mundo entero, como Hitler, que no practicó la paciencia y<br />
terminó lastimando a muchos seres. Es así que en el budismo la meditación es muy<br />
importante, especialmente la que se enfoca en la compasión y la sabiduría.<br />
Este material puede ser reproducido para uso personal, y puede ser distribuido sólo<br />
en forma gratuita.<br />
Publicado en la página del Centro Dharma Tushita. Recibido en ‘Acharia’ el viernes,<br />
06 de agosto de 2004.<br />
Traducción al español: Upasaka Kumgang, Centro Zen Budista Argentino,<br />
www.czba.org