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Lama Zopa Rinpoché

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la persona con nosotros.<br />

Pensar en el sufrimiento que soportan otros hace que surja compasión en nuestro<br />

corazón. Esto permite que tengamos una mente saludable, ya que ver a la persona sólo<br />

hace que surja compasión en nosotros.<br />

…<br />

Cuando nuestra mente se encuentra en un estado de apego, renuncia a los demás y piensa<br />

sólo en sí misma, sólo trabajando para la felicidad de uno… Entonces lo que esa persona<br />

hace es enojarse, decir palabras hirientes, faltar al respeto, expresarse físicamente con el<br />

cuerpo. Lo que el ego quiere es respeto (como palabras buenas, amor, lo que le gusta a<br />

nuestra mente), pero si lo que se recibe es lo opuesto al ego y al apego, entonces surge<br />

el enojo en la mente, ese estado que depende de cómo etiquetamos las cosas y<br />

situaciones. Si etiquetamos algo como malo, nos hiere. Realmente nuestra mente positiva, la<br />

compasión, no piensa “me hiere”, “Lo que esa persona hace me hiere”. Si practicamos<br />

la paciencia pensando, “Esta persona me está enseñando paciencia”, entonces gradualmente<br />

desaparecerá el enojo y quedará sólo un estado de felicidad en el que no hay enojo. Y<br />

esto trae consigo mucha paz y felicidad. Porque cuando no nos enojamos, le damos paz a<br />

nuestra familia y a numerosos seres vivos. El modo de hacer esto es a través del<br />

entrenamiento en la paciencia, usando a esa persona [que nos hace enojar]. Es muy<br />

bondadosa con nosotros. Somos capaces de pensar de esta manera cuando nuestra mente<br />

aprecia la paciencia. Desde el punto de vista de la paciencia, esa persona sólo es amable.<br />

Cuando vemos las cosas con el pensamiento del apego, lo que la persona hiere es el ego.<br />

Entonces ponemos una etiqueta negativa diciendo que eso es malo (me lastima). A<br />

través del apego y el enojo vemos a la persona como alguien hiriente y malo. No sólo le<br />

penemos una etiqueta, también creemos en la etiqueta, lo que trae como consecuencia<br />

que el apego y el ego se sientan heridos. Entonces pensamos: “Esto me está lastimando”.<br />

De hecho, esa es sólo una parte de nuestra mente. Nuestra mente también tiene<br />

compasión y sabiduría.<br />

Cuando no ponemos una etiqueta negativa el enojo no surge, es decir, ponemos una etiqueta<br />

positiva –la paciencia. Cuando ponemos una etiqueta negativa, producto de nuestro apego,<br />

nos lastimamos a nosotros mismos. De modo que, el enemigo viene de nuestra propia<br />

mente. Es a causa del apego y el enojo que etiquetamos algo o a alguien como “enemigo”, y<br />

en consecuencia, vemos a esa persona como a un enemigo.<br />

…<br />

El enojo puede destruir al mundo entero, como Hitler, que no practicó la paciencia y<br />

terminó lastimando a muchos seres. Es así que en el budismo la meditación es muy<br />

importante, especialmente la que se enfoca en la compasión y la sabiduría.<br />

Este material puede ser reproducido para uso personal, y puede ser distribuido sólo<br />

en forma gratuita.<br />

Publicado en la página del Centro Dharma Tushita. Recibido en ‘Acharia’ el viernes,<br />

06 de agosto de 2004.<br />

Traducción al español: Upasaka Kumgang, Centro Zen Budista Argentino,<br />

www.czba.org

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