Jaime Carabias Alonso - Puertas Norma

¿Desde qué fecha es Ud. el Abad de Silos?
El 7 de junio de 1988 mis hermanos de Comunidad
me eligieron como su Padre Abad.
¿Qué representa el Monasterio de Silos para su
Abad?
Es el clima ideal para realizarme como persona, como
cristiano y como monje, en la práctica diaria de la oración
y del amor de caridad para con Dios y todos y cada
uno de mis hermanos monjes. De este modo tengo ánimos
y fuerzas para ayudar también a los demás.
¿Qué es el Canto Gregoriano?
Un instrumento ideal de la oración litúrgica, pues
ha nacido para ella y es en ella donde encuentra su
razón de ser. No podemos olvidar que es un canto de
la iglesia latina y de él se han servido muchas generaciones
de creyentes durante siglos y siglos para alabar, dar
gracias y suplicar a Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¿Es cierto que Uds. llegaron a plantearse dejar
de cantar Gregoriano?
Todo lo que no es esencial requiere siempre ser
puesto en tela de juicio, aquilatar sus pros y contras,
pues con el cambio de los tiempos y los momentos
puede quedar obsoleto. Tras el Concilio Vaticano II,
que promovió el uso de las lenguas vernáculas, en materia
litúrgica, era evidente que el latín, con el canto
gregoriano incluido, podían quedar relegados. En Silos
decidimos conservarlo, no sólo por su valor intrínseco,
sino, sobre todo, porque conservaba toda su
carga espiritual en nuestra oración litúrgica coral.
¿Cómo es una jornada en la Comunidad benedictina
de Silos?
Muy sencilla y rica a la vez: transcurre entre tiempos
de oración, trabajo y descanso. Está llamada a
descollar más que por lo que hacemos que por el
modo en cómo lo llevamos a cabo; es decir, con un
sentido elevado de ser instrumentos de Dios en la reali-
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zación de su plan de plenitud creacional y de salvación
universal. Por eso mismo, cada día trae su novedad,
por lo que en el Monasterio están desterrados el
aburrimiento y la monotonía.
¿Puede llegar a alterar la vida del monasterio la
enorme afluencia de visitantes?
En absoluto, El lema del monje benedictino es
“PAX”, y la paz interior nadie nos la puede arrebatar.
Se trata de saber orientar esa afluencia, para que discurra
como un río caudaloso por su cauce: con tranquilidad
y derrochando vida a un mismo tiempo.
¿Qué es el silencio?
El clima ideal e imprescindible para un diálogo
abierto y provechoso.
¿Qué sentido tiene la vida monacal en la vida
actual?
Quizá mayor aún que en tiempos pasados, pues
vivimos en una especie de salida de madre, en el sentido
de que valoramos más el hacer y el tener que el
ser. Sin embargo, es evidente que sólo en la medida
en que somos nos podemos sentir realizados, ya que
hemos sido creados para existir, y no sólo en este
mundo, sino también en la eternidad. En este punto
la comunidad monástica está llamada a ser centinela:
a recordarnos, mediante su ejemplo de vida sobre
todo, la urgencia que todos tenemos de nada anteponer
al proyecto que Dios tiene sobre nosotros
El claustro, el ciprés, la espiritualidad, el canto gregoriano…
¿qué tiene Silos que hace volver al visitante?
Silos es un lugar desde donde, hace ya más de un
milenio, una comunidad de monjes lleva a cabo un
proyecto de vida basado en la búsqueda incesante
de Dios. Cuando damos la primicia a Dios, todo lo demás,
no sólo lo recibimos por añadidura, sino también
se convierte en vehículo ideal para nuestra propia realización
personal.