El espejo de las Sagradas Escrituras - Corazones.org
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Dos versículos <strong>de</strong>spués: "La tristeza que llena el corazón <strong>de</strong>l hombre lo <strong>de</strong>prime, pero se alegra con<br />
la palabra amable. Quien, por amistad, disimula el daño, es hombre justo; el camino <strong>de</strong> los impíos<br />
les tien<strong>de</strong> trampas. <strong>El</strong> hombre fraudulento no encontrará provecho: el carácter <strong>de</strong>l hombre valdrá su<br />
peso en oro. En el sen<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> la justicia se encuentra la vida: cuando el camino se <strong>de</strong>svía, conduce a<br />
la muerte" 247 .<br />
"<strong>El</strong> hijo sabio sigue <strong>las</strong> enseñanzas <strong>de</strong>l padre; el estúpido, en cambio, no tiene en cuenta cuando se<br />
le corrige. Cada hombre se saciará con los frutos que, como bienes, brotan <strong>de</strong> la propia boca: el<br />
alma <strong>de</strong> los prevaricadores es inicua. Quien su boca guarda, guarda su vida; quien sin tino habla, su<br />
ruina busca. <strong>El</strong> vago quiere, pero no quiere; el alma <strong>de</strong> los que trabajan medrará. <strong>El</strong> justo<br />
<strong>de</strong>spreciará la palabra <strong>de</strong>l mendaz; impío confun<strong>de</strong> y es confundido. La justicia custodia el camino<br />
<strong>de</strong>l inocente; la impiedad abate a los pecadores. Hay quien es como rico, aunque nada tenga, y hay<br />
quien es como pobre, a pesar <strong>de</strong> que posea abundantes riquezas. Sus riquezas sirven para rescatar la<br />
vida <strong>de</strong> un hombre; pero el que es pobre no tiene que soportar reproches. La luz <strong>de</strong> los justos<br />
produce alegría; la lámpara <strong>de</strong> los impíos se extinguirá. Entre los soberbios siempre hay<br />
enfrentamientos; pero quienes todo lo hacen pidiendo consejos son dirigidos por la sabiduría. La<br />
riqueza pronto amasada se dilapidará; en cambio, aquella que fue acumulada poco a poco se<br />
multiplicará. La esperanza que se <strong>de</strong>mora aflige al alma; el <strong>de</strong>seo que se ve cumplido es árbol <strong>de</strong><br />
vida. Quien se sustrae a alguna obligación se compromete para el futuro; quien respeta lo que se le<br />
manda vivirá en paz. La ley es fuente <strong>de</strong> vida para el sabio, para escapar <strong>de</strong> la ruina <strong>de</strong> la muerte. La<br />
buena educación os granjeará simpatías; en la vida <strong>de</strong> los altaneros sólo hay torbellinos" 248 .<br />
Doce versículos más a<strong>de</strong>lante: "<strong>El</strong> que no emplea su vergajo, odia a su hijo; el que lo ama, se<br />
apresura a corregirlo <strong>El</strong> justo come y sacia su alma; en cambio, el estómago <strong>de</strong> los impíos es<br />
insaciable" 249 .<br />
Dos versículos <strong>de</strong>spués: "<strong>El</strong> que camina por el recto sen<strong>de</strong>ro y teme a Dios es <strong>de</strong>spreciado por quien<br />
avanza por camino tortuoso. En la boca <strong>de</strong>l necio está el látigo <strong>de</strong> la soberbia: a los sabios los<br />
custodian sus propios labios" 250 . Tras dos versículos más: "<strong>El</strong> testigo fiel no miente: el testigo<br />
mendaz <strong>de</strong>clara mentiras. <strong>El</strong> chancero busca la sabiduría y no la encuentra; la ciencia es fácil <strong>de</strong><br />
alcanzar para los pru<strong>de</strong>ntes. Enfréntate al hombre necio e ignora los labios <strong>de</strong> la necedad. La<br />
sabiduría <strong>de</strong>l sabio radica en compren<strong>de</strong>r su camino, equivocándose en él la insensatez <strong>de</strong> los<br />
necios. <strong>El</strong> necio se burlará <strong>de</strong>l pecado; la <strong>de</strong>l pecado; la benevolencia convivirá entre los justos.<br />
Porque el corazón conoce la amargura <strong>de</strong> su alma, no <strong>de</strong>jará que en su alegría participe ningún<br />
extraño. La casa <strong>de</strong> los impíos será arrasada; <strong>las</strong> viviendas <strong>de</strong> los justos florecerán. Hay caminos<br />
que le parecen rectos al hombre: pero cuyo final <strong>de</strong>semboca en la muerte. La risa se mezclará con el<br />
dolor y al final <strong>de</strong> la alegría sobreviene la angustia 251 .<br />
Al cabo <strong>de</strong> tres versículos: "<strong>El</strong> sabio siente temor y se aparta <strong>de</strong>l mal; el necio se exalta y se muestra<br />
confiado. <strong>El</strong> impaciente cometerá tonterías y el hombre taimado resulta odioso" 252 . Cuatro<br />
versículos <strong>de</strong>spués: "Peca quien a su prójimo <strong>de</strong>sprecia; en cambio, el que se apiada <strong>de</strong> los pobres<br />
será bienaventurado. Yerran quienes hacen el mal; la misericordia y la verdad traerán bienes. En<br />
todo esfuerzo habrá recompensa; pero cuando sólo hay abundante palabrería, a menudo lo que hay<br />
es pobreza" 253 . Tras cuatro versículos: "En el temor hacia el Señor se halla la confianza <strong>de</strong>l<br />
hombre fuerte, y sus hijos tendrán esperanza. <strong>El</strong> temor hacia el Señor es fuente <strong>de</strong> vida para escapar<br />
<strong>de</strong> la ruina <strong>de</strong> la muerte" 254 . Dos versículos más a<strong>de</strong>lante: "<strong>El</strong> que es paciente se conduce con gran<br />
pru<strong>de</strong>ncia; sin embargo, el impaciente pone <strong>de</strong> manifiesto su estupi<strong>de</strong>z. La pureza <strong>de</strong> corazón es la<br />
vida <strong>de</strong>l cuerpo; la envidia es el cáncer <strong>de</strong> los huesos. Quien calumnia al necesitado <strong>de</strong>sprecia a su<br />
Hacedor; en cambio, lo honra quien se apiada <strong>de</strong>l pobre" 255 .<br />
Siete versículos <strong>de</strong>spués: "Una respuesta amable aplaca la ira; una palabra dura suscita el furor. La<br />
lengua <strong>de</strong>l sabio hace atractiva la ciencia; la boca <strong>de</strong> los fatuos esparce insensatez" 256 . Diecisiete<br />
versículos más a<strong>de</strong>lante: "<strong>El</strong> hombre funesto no aprecia a quien lo corrige, y no se acerca a los