El espejo de las Sagradas Escrituras - Corazones.org
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contrario, ponte la mano sobre la boca, no vaya a ser que seas puesto en evi<strong>de</strong>ncia por tu insensata<br />
palabra y recriminado por ello. En <strong>las</strong> palabras <strong>de</strong>l hombre pru<strong>de</strong>nte están el honor y la gloria; en<br />
cambio, en la lengua <strong>de</strong>l impru<strong>de</strong>nte se halla su propia ruina. Que no te llamen "chismoso", ni seas<br />
puesto en evi<strong>de</strong>ncia por tu propia lengua y se te recrimine por ello. Sobre el ladrón recae la<br />
vergüenza y el castigo; sobre el hombre <strong>de</strong> doble lengua, la peor reputación: ,al chismoso lo<br />
acompañan el odio, la enemistad y el <strong>de</strong>sprecio. Disculpa por igual al humil<strong>de</strong> y al po<strong>de</strong>roso" 495 .<br />
"No te conviertas en enemigo <strong>de</strong> tu prójimo, en vez <strong>de</strong> ser amigo suyo: el malvado se hará acreedor<br />
<strong>de</strong> la crítica y <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sprecio; todo pecador es envidioso y <strong>de</strong> doble lengua. No te en<strong>org</strong>ullezcas<br />
cuando consi<strong>de</strong>res lo que es tu vida, fuerte como un toro, no sea que por tu necedad tu propia fuerza<br />
te <strong>de</strong>stroce" 496 .<br />
Siete versículos <strong>de</strong>spués: "Ten abundantes amigos, pero sólo uno entre mil sea tu confi<strong>de</strong>nte.<br />
Cuando consigas un amigo, hazlo sometiéndolo a una prueba, y no te apresures a confiarte a él. Hay<br />
amigos que lo son según <strong>las</strong> circunstancias, y su amistad se <strong>de</strong>svanece en el momento <strong>de</strong> la<br />
<strong>de</strong>sgracia. También hay amigos que se convierten en enemigos, y amigos que te <strong>de</strong>jarán inerme<br />
cuando sobrevenga una disputa, una riña, un pleito. Hay amigos que te acompañan a la mesa pero<br />
que no permanecerán a tu lado el día en que se presente la necesidad. Si el amigo mantuviera<br />
fielmente su lealtad, ser para ti como otro tú, y se comportará entre los miembros <strong>de</strong> tu familia con<br />
toda confianza. Si ante ti se mostrara humil<strong>de</strong> y se ocultara <strong>de</strong> tu presencia, tendrás una amistad<br />
cordial y buena. Mantente alejado <strong>de</strong> tus enemigos y guárdate <strong>de</strong> tus amigos. Un amigo fiel es una<br />
po<strong>de</strong>rosa <strong>de</strong>fensa: quien lo encuentra, encuentra un tesoro. Nada es comparable a un amigo fiel; y<br />
frente al valor <strong>de</strong> su fi<strong>de</strong>lidad, nada valen ni el oro ni la plata. <strong>El</strong> amigo fiel es una medicina <strong>de</strong> vida<br />
y <strong>de</strong> inmortalidad: quienes temen al Señor, lo encuentran. <strong>El</strong> que teme a Dios poseerá también una<br />
buena amistad; porque según se comporta él, así será su amigo" 497 .<br />
"Hijo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tu juventud busca la sabiduría, y encontrarás la sapiencia hasta tu ancianidad. Acércate<br />
a ella como quien ara y siembra, y espera sus buenos frutos. Tendrás que esforzarte un poco en su<br />
trabajo, pero pronto comerás <strong>de</strong> sus productos. ¡Cuán excesivamente agotadora resulta la sapiencia<br />
para los hombres incultos: el insensato no permanece en ella! ¡Pesará sobre ellos como una piedra<br />
agobiante, y no tardarán en <strong>de</strong>sembarazarse <strong>de</strong> ella!" 498 . Dos versículos <strong>de</strong>spués: "Sin embargo,<br />
para quienes conozcan la sabiduría, ésta permanecerá con ellos hasta llegar a presencia <strong>de</strong> Dios.<br />
Escucha, hijo; oye mi sabio consejo y no lo rechaces. Introduce tu pie en sus cepos y tu cuello en su<br />
argolla. Ponla encima <strong>de</strong> tus hombres, carga con ella y no te incomo<strong>de</strong>s por sus ataduras. Acércate a<br />
ella con todo tu entusiasmo y observa con todas tus fuerzas sus caminos. Síguela tras sus huel<strong>las</strong> y<br />
se te manifestará, y cuando la hayas atrapado no la <strong>de</strong>jes escapar: al fin encontrarás en ella el<br />
<strong>de</strong>scanso y se te transformará en gozo. Sus cepos se te volverán <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> tu fortaleza y<br />
fundamento <strong>de</strong> virtud, y sus argol<strong>las</strong> ornamento <strong>de</strong> gloria" 499 . Y cuatro versículos <strong>de</strong>spués: "Hijo,<br />
si me escucharas, apren<strong>de</strong>rías; y si acomodaras tu vida a mis palabras, serías sabio. Si me prestaras<br />
oídos, recibirías mis enseñanzas; y si te gustara oír, serías sabio. Asiste a <strong>las</strong> reuniones <strong>de</strong> los<br />
ancianos pru<strong>de</strong>ntes y participa cordialmente <strong>de</strong> su sabiduría, para que puedas oír toda conversación<br />
que tenga a Dios por tema, y no se te escapen los proverbios que alu<strong>de</strong>n a su gloria. Si vieras a<br />
algún hombre pru<strong>de</strong>nte, no lo pierdas <strong>de</strong> vista, y que tu pie <strong>de</strong>sgaste el umbral <strong>de</strong> su puerta. Medita<br />
en los preceptos <strong>de</strong> Dios y, sobre todo, ejercítate en sus mandamientos, y Él te proporcionará un<br />
corazón animoso, y se te dará el ansia <strong>de</strong> saber" 500 .<br />
"No hagas el mal, y el mal no te alcanzará. Aléjate <strong>de</strong> lo inicuo, y la maldad estará lejos <strong>de</strong> ti. No<br />
siembres el mal en los surcos <strong>de</strong> la injusticia y no lo cosecharás septuplicado. No pidas al hombre<br />
un puesto <strong>de</strong> gobierno ni al rey un sitial <strong>de</strong> honor. No te disculpes ante Dios, porque Él conoce tu<br />
corazón; ni quieras ante el rey aparecer como sabio. No pretendas que se te nombre juez si no tienes<br />
fuerzas suficientes para reprimir <strong>las</strong> injusticias, no sea que te atemorices ante la mirada <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>roso<br />
y, en tu ligereza, provoques el escándalo. No cometas el mal entre la muchedumbre <strong>de</strong> la ciudad y<br />
no te enfrentes al pueblo: no te ates a un doble pecado, pues ni con uno solo resultarás inmune. No<br />
Seas apocado en tu vida. No <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñes orar y hacer limosna. No digas: Dios me tendrá en cuenta mis