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PÁGINAS DEL CANCIONERO

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BAJO EL PATROCINIO DE<br />

SARAH GIRRI<br />

Y JORGE GALLARDO<br />

BUENOS AIRES<br />

Ausiàs March<br />

<strong>PÁGINAS</strong><br />

<strong>DEL</strong> <strong>CANCIONERO</strong><br />

Introducción, texto y notas de<br />

COSTANZO DI GIROLAMO<br />

Traducción de<br />

JOSÉ MARIA MICO<br />

COLECCIÓN LA CRUZ <strong>DEL</strong> SUR • EDITORIAL PRE-TEXTOS<br />

MADRID • BUENOS AIRES • VALENCIA • 2004


19-22 Aun a costa de la muerte, el bé carestiós no puede ser donado<br />

porque Merced no tiene las llaves; se encuentra, en cambio, custodiado<br />

por Crueldad (Gran Crueldat) y por Ingratitud (Grahir Poch), a quienes<br />

se niega a recurrir el amante.<br />

24 Con muchas dudas, entiendo, igual que Pagès y Archer, alt como<br />

sustantivo y secret como adjetivo, aunque bien podría ser al contrario;<br />

secret podría ser también adverbio, ‘segretamente’. Para Bohigas,<br />

l’alt Secret (con mayúscula) es «la Providència», que no protege (guarda)<br />

al enamorado. El sujeto de garda sería la porta, según Pagès.<br />

31 cors gentils: expresión notoriamente más estilnovística que trovadoresca.<br />

Recuerda, más concretamente, Infierno, V, 100: «Amor, ch’al<br />

cor gentil ratto s’apprende» («Amor, qu’al cor gentil ten tost se pren», en<br />

la traducción de Febrer).<br />

32 Na Venus estela: estela no es un mero parche métrico ni una aposición<br />

redundante. Venus aparece varias veces en March como la diosa<br />

de los placeres carnales; aquí, en cambio, se habla específicamente de la<br />

estrella de Venus, que infunde el buen amor en los amantes. Creo posible<br />

que March tuviese en mente la espiritualización del cielo de Venus y<br />

de su influencia que ofrece Dante en el inicio del canto VIII del Purgatorio.<br />

Venus es voz llana, como se advierte por CXVII 73 (donde el verso<br />

debe ser forzosamente llano), pero véase la nota a CII 139.<br />

34 Es decir, hacia lo alto, hacia la esfera del fuego, superior a la del<br />

aire según la concepción físico-astronómica de la Antigüedad y de la Edad<br />

Media. Pagès (Commentaire, p. 30) observa que Dante «exprime une comparaison<br />

analogue»: «Poi, come ’l foco movesi in altura / per la sua forma<br />

ch’è nata a salire, / là dove piú in sua matera dura, / cosí l’animo preso<br />

entra in disire, / ch’è molto spiritale, e mai non posa / fin che la cosa<br />

amata il fa gioire» [Igual que el fuego, a la ascensión nacido / por su forma,<br />

se mueve por la altura / allí donde más dura su materia, / así el alma<br />

se prende en el deseo, / que es espiritual y no reposa / mientras no<br />

goza de la cosa amada] (Purgatorio, XVIII, 28-33).<br />

X X I I I . Lexant a part l’estil dels trobadors (p. 000)<br />

Manuscritos e impresos: ABCDEFG 2 IKNabcde.<br />

) 424 (<br />

Métrica: abbacddc. Cinco octavas capcaudades con rimas agudas y<br />

llanas; la tornada cambia las rimas centrales. RM 219:383.<br />

Canción famosa, sea por el presunto distanciamiento de la poética de<br />

los trovadores (véase la nota a los vv. 1-2), sea por la aparente violación<br />

de la regla del celar: el poeta revela, de hecho, el nombre de la dama (v.<br />

28) y nos dice que está casada y que tiene hijos (vv. 23-24). Comenta<br />

Spaggiari: «Ecco lo scarto, l’infrazione consumata nei confronti della cortezia:<br />

nessun trovatore avrebbe mai svelato l’identità della donna celata<br />

sotto il senyal, fornendo per di piú cosí prosaici dettagli sul suo stato anagrafico»<br />

(«Una lirica», p. 152). En realidad, Lexant a part es un poema<br />

completamente atípico en el cancionero de Ausiàs March, por cuanto no<br />

es de hecho una canción de amor, sino un verdadero panegírico, sin disimulo<br />

alguno y aun con tono y detalles empalagosos: Teresa es sencillamente<br />

la mujer más bella y más perfecta del mundo. El omnipresente yo<br />

del poeta desaparece aquí tras los primeros versos (no reaparecerá hasta<br />

la tornada), para transformarse en un insólito ‘nosotros’ («Tots som<br />

grossers …») o para esconderse bajo fórmulas impersonales («l’hom …<br />

qui és suptil», «l’hom devot», «tot hom entenent»). En definitiva, el<br />

amante único, excepcional e inimitable estaría por esta vez en buena y<br />

nutrida compañía para adorar a esta señora tan deliciosa e inteligente,<br />

tan culta y sensata. Ahora bien, si se trata de un panegírico, es evidente<br />

que ya no rige la restricción del celar; al contrario, la persona elogiada<br />

debe ser reconocible, por su nombre y por sus otras cualidades.<br />

También es cierto que en el otoño de la Edad Media catalana la canción<br />

de amor se confunde algunas veces con el panegírico. En el breve<br />

cancionero de Jordi de Sant Jordi aparece en las tornades de dos poemas<br />

una «Na Ysabel» de la que no sabemos si se trata de un personaje real o<br />

de un senyal (un nombre de persona podía hacer las veces de senyal si<br />

no era el nombre verdadero). El mismo poeta canta en otras nueve composiciones<br />

a «Reyna d’onor», y en una de ellas nos dice incluso cómo se<br />

llama, jugando alusivamente con el nombre propio y el nombre común<br />

(«Margarita» / «margarita» ‘perla’): «Reyna d’onor, excelhents margarita»<br />

(R 164.12, v. 69), que es sin duda Margarita de Prades, la joven viuda<br />

de Martín el Humano. En vez de «Reyna d’onor», Jordi usa una vez<br />

la variante «Castells d’onor», un senyal usado en aquellos mismos años<br />

por otro poeta, Lluís Icart, en un poema dirigido también a la reina Mar-<br />

) 425 (


garita (R 83.4, v. 41). Como se ve, son varias las infracciones de los preceptos<br />

corteses: si «Ysabel» no es un senyal, éste ha sido sustituido por<br />

un nombre verdadero; un senyal («Castells d’onor») aparece glosado con<br />

el nombre verdadero («margarita», esto es, «Margarita»); el mismo senyal<br />

(de nuevo «Castells d’onor») es adoptado por dos poetas diferentes,<br />

que es otro hecho anómalo, por lo menos en el caso de una dama, a no<br />

ser que se trate de un senyal recíproco, es decir, que designa tanto al poeta<br />

como a su interlocutor o interlocutora.<br />

Volviendo al poema de March, las hipótesis interpretativas son solamente<br />

dos.<br />

La primera consiste en desvincular completamente la identidad de la<br />

destinataria de la tornada, «Lir entre carts», sea personaje real o ficticio,<br />

de la de Doña Teresa, que debía tratarse verosímilmente de una persona<br />

real y que de hecho ha sido plausiblemente identificada, como diremos<br />

en seguida. En lo esencial, Lexant a part sería el panegírico de una dama,<br />

Teresa, seguido de una tornada dirigida a la dama amada por el poeta<br />

(insistimos: fuese personaje real o ficticio). Podría parecer de dudoso<br />

gusto tejer un poema con las alabanzas de una dama y al final del<br />

mismo texto dirigirse a una dama distinta, pero esta circunstncia no era<br />

totalmente insólita en la lírica cortés. Un ilustre precedente a tal propósito<br />

es la estampida de Raimbaut de Vaqueiras Kalenda maia (P.-C.<br />

392.9). En este poema el trovador se dirige a su dama con el senhal «Bells<br />

Cavalhiers»; después canta las alabanzas de «Na Beatritz», nombre verdadero<br />

de la hija de su patrón, Bonifacio di Monferrato; y en los versos<br />

conclusivos introduce otro senhal, «N’Ingles» (Señor Inglés), con el que<br />

quizá se refiere al mismo marqués. Otro ejemplo más próximo a March<br />

ha sido aducido por Espadaler, «Sobre el poema XXIII», p. 80: en la canción<br />

de Febrer Si ’n lo mon fos gentilesa perduda (R 59.15), el poeta alaba,<br />

una tras otra, hasta ocho mujeres diferentes, para después dirigirse<br />

en la tornada a su amada, denominada con el senyal recurrente «Àngel»,<br />

que quizá no sea ninguna de las damas previamente elogiadas. Como se<br />

ve, en una canción trovadoresca o de inspiración trovadoresca, aunque<br />

fuese excepcionalmente, podían coincidir varias presencias femeninas (y<br />

de mecenas, de juglares, etc.: así en varias canciones, o sirventes-cansos,<br />

de Bertran de Born), sin que esto se considerase como una violación de<br />

la ética cortés. Por lo demás, la tornada podía gozar, y no solamente en<br />

) 426 (<br />

los poetas catalanes, de una total autonomía de significado con respecto<br />

al resto de la composición. Una opinión similar es la de Romero, «Reimaginaciones»,<br />

p. 43: Teresa sería la protagonista de la canción, no su<br />

destinataria.<br />

La segunda hipótesis prefiere relativizar la dimensión biográfica del<br />

senyal: como ya había hecho Jordi de Sant Jordi, March revelaría aquí la<br />

identidad de «Lir entre carts», utilizando en un panegírico un senyal previamente<br />

usado en otros cantos de amor propiamente dichos, o quizá<br />

adoptándolo aquí por vez primera para después seguir usándolo sucesivamente<br />

(pues no existe certeza alguna de que Lexant a part sea posterior<br />

a las otras siete composiciones con el mismo senyal que la preceden<br />

en la ordenación de Pagès). Tanto en el primer como en el segundo caso,<br />

la aventura amorosa aludida en los poemas del ciclo sería ficticia, y<br />

como tal habría sido percibida por los lectores contemporáneos: este aspecto<br />

de ficción reconocida podía consentir, sin escandalizar a nadie, la<br />

identificación de la inspiradora del ciclo, para quien el hecho de ser cantada<br />

por un gran poeta debía significar un acto concreto de homenaje,<br />

prolongado durante años. Llegar a tal conclusión no significa extender<br />

una sombra de artificio y de falsedad sobre la obra de March. El amor<br />

era para los trovadores metáfora existencial y norma de comportamiento<br />

en el mundo, y hace ya mucho tiempo que se ha renunciado a interpretar<br />

su poesía a la luz de verdaderas o presuntas vicisitudes sentimentales;<br />

para March el amor es algo de menor trascendencia (ya aparece<br />

libre de fuertes connotaciones sociales) y quizá al mismo tiempo de mayor<br />

importancia (el componente carnal es más atormentado que en el erotismo<br />

generalmente más libre, por decirlo así, de los trovadores), pero esto<br />

no significa que la temática amorosa deba ser relacionada puntualmente<br />

con su vida privada, como por desgracia se sigue haciendo a menudo.<br />

Nada excluye, naturalmente, que una cierta variedad de experiencias personales<br />

puedan tener reflejo en su cancionero, e insistiremos sobre este<br />

aspecto en los lugares oportunos; pero sería excesivamente simplista ver<br />

transparentados en sus versos las ilusiones y desilusiones causadas por<br />

mujeres concretas, precisamente las designadas en los senyals. Por otra<br />

parte, según algunos críticos «Plena de seny» y «Lir entre carts» serían<br />

la misma mujer: Pagès estaba convencido de ello (Auzias March, p. 196),<br />

y Riquer no descartó totalmente esta posibilidad (Història, pp. 181-182);<br />

) 427 (


en el otro extremo, Ramírez i Molas teme que estas sospechas acaben por<br />

poner en discusión «la sinceritat del poeta» y acabemos por ver su obra<br />

como una simple «mentida versificada» (La poesia, p. 205). Naturalmente,<br />

desde otro punto de vista se podría contemplar los dos ciclos como<br />

dos modalidades del canto amoroso de Ausiàs March, y esto explicaría<br />

un cierto número de diferencias entre las dos series, que parecen<br />

confundirse cronológicamente. Debe añadirse, en fin, que no es cierto que<br />

la regla del celar fuese observada siempre por los trovadores. Un ejemplo<br />

de lo contrario nos lo ofrece el demoníaco trovador Guillem de Berguedà,<br />

que revela (en Eu non cuidava chantar, P.-C. 210.11, v. 20) el<br />

nombre de su dama, Estefanía, documentada históricamente y esposa de<br />

su enemigo Peyre de Berga, a quien alaba con el curioso senhal de «Sogra»,<br />

‘suegra’.<br />

Entre las dos hipótesis (Teresa no es / es «Lir entre carts»), podríamos<br />

sentirnos tentados a preferir la primera basándonos en una elemental<br />

lógica narrativa que –se supone– no es del todo ajena al cancionero<br />

de March. La dama perfecta identificada con Doña Teresa no parece responder,<br />

en efecto, a cuanto se dice de ella, por ejemplo, en la tornada de<br />

LXI (vv. 41-44):<br />

Lir entre carts, tant vos am purament,<br />

que m’és dolor com no·m poreu amar<br />

sinó d’amor que solen praticar<br />

los amadors amant comunament.<br />

[Lirio entre cardos, es mi amor tan puro, / que me duele que no podáis<br />

amarme / sino con el amor de que usar suelen / los amantes que aman<br />

comúnmente.]<br />

En su estudio sobre este poema, Espadaler no se pronuncia ni a favor<br />

ni en contra de la identificación de Teresa con «Lir entre carts», pero<br />

subraya que en la base de la descripción («diré·l que trob en vós», v.<br />

4) está la transformación de la mujer en imagen: de ahí la insistencia en<br />

el ‘ver’, en el ‘ojo’, en el ‘color’, etc. (pp. 82-85).<br />

Cabré, «Dos lectors antics», p. 68, ha propuesto identificar a «Dona<br />

Teresa» con Teresa de Híjar, segunda mujer de Pedro Ximénez de Urrea,<br />

) 428 (<br />

camarlengo de Alfonso el Magnánimo, y madre de Pedro Ximénez de<br />

Urrea (homónimo del padre), consejero de Juan II de Navarra y después<br />

gobernador de Valencia. Esta dama había hecho algunas delicadas gestiones<br />

durante los largos preliminares del matrimonio de March con Isabel<br />

Martorell: ofreció hospitalidad a la prometida (a quien su hermano<br />

Galceran había echado de casa tras satisfacer una parte de la dote), tutelando<br />

su honor a la espera de la ceremonia nupcial (véase Chiner Gimeno,<br />

Ausiàs March, pp. 348 y 351). Pedro de Urrea hijo fue un gran<br />

admirador de March y mantuvo una correspondencia literaria, en castellano,<br />

con Pere Torroella, inspirada en el maestro común a ambos (cfr.<br />

Pere Torroella, Obra completa, ed. R. Archer y A. M. Beresford, Soveria<br />

Manelli, en prensa).<br />

Desde el punto de vista formal, toda la canción está basada en juegos<br />

conceptuales y aequivocationes verbales.<br />

Véase Maingon, «Sapientia»; Espadaler, «Sobre el poema XXIII»; Cocozzella,<br />

«Ausiàs March and the ‘Truth’ of the Troubadours»; Cabré,<br />

«Apunts sobre la subtilesa» y «From Ausiàs March to Petrarch»; Badia,<br />

Tradició, pp. 163-166.<br />

1 estil: me indica Anna Maria Compagna que esta es la primera<br />

aparición del término, con este significado, en catalán (en el DCVB el<br />

primer ejemplo se toma del Tirant lo Blanch); la palabra, documentada<br />

también en latín clásico y medieval, aparece por primera vez en una<br />

lengua románica en Dante. trobadors: los ‘poetas corteses’ o más genéricamente<br />

los ‘poetas’, no necesariamente los trovadores occitanos de<br />

los siglos XII-XIII o sus continuadores catalanes. No se trata, pues, de la<br />

declaración de una poética, sino de un recurso al topos de la veracidad:<br />

el poeta declara huir de toda exageración propia de la lírica (per escalf:<br />

‘por exceso de ardor’). Como recuerda Pagès, ya era un topos conocido<br />

por los mismos trovadores de la época clásica (Commentaire, pp. 34-<br />

35).<br />

8 trist: ‘reacio’, quizá por extensión de la acepción de ‘perezoso’<br />

(véase la nota a I 4), es decir, ‘indolente’. Este mismo significado tiene<br />

en «D’un ventre trist exir m’à fet natura» [Natura me sacó de un<br />

vientre triste] (LVIII 29) y en «Lo mig de la cosa ’b que sol / obrar virtut<br />

que·s diu moral, / es punt tan sobtil que no y val / vista de home<br />

) 429 (


previst, / e vol que hom no sia trist / volent per lo mig caminar / o tant<br />

com s’hi pot acostar» [El medio de la cosa con que suele / obrar la virtud<br />

que se llama moral, / es punto tan sutil que no alcanza a verlo /<br />

la vista de un hombre perspicaz, / y exige que no seamos reacios / en<br />

querer andar por el medio / o acercarnos tanto cuanto sea posible]<br />

(CXXVIII 32-38).<br />

12 color … llista: metáforas textiles. Según Espadaler, en cambio:<br />

«Dues matèries, el color, l’aparença; la llista, la textura mateixa, el cor<br />

del retaule, la part on hi ha allò que decideix la qualitat» (p. 83).<br />

15 tall: única ocurrencia en March. En Jordi de Sant Jorti tiene específicamente<br />

el significado de ‘estatura’ (R 164.4, v. 1); aquí prolonga<br />

quizá la metáfora de la tela: el color y el corte de un tejido.<br />

16 gest: «expression du corps ou du visage, geste, allure, air, mine»<br />

(Pagès, Commentaire, p. 35). El término, extraño al vocabulario de<br />

los trovadores, aparece a menudo en los poetas catalanes de los siglos<br />

XIV-XV y en March; un precedente aislado puede verse en Piero della<br />

Vigna (muerto en 1249): «La bocca e li denti / e li gesti piacenti m’han<br />

conquiso» [La boca y los dientes / y los gestos placientes me han prendido]<br />

(Uno piasente isguardo, vv. 17-18). Según Cabré, «As opposed<br />

to the mere physical beauty (‘colour’), the gesture conveys the inner<br />

qualities [of the woman] and make the poet refrain from experiencing<br />

desire, since she is cast in the mould of chastity» («Aristotle for the Layman»,<br />

p. 58); Cabré piensa que el énfasis en el gest (y en el moviment,<br />

v. 36, pero véase más adelante la nota a este verso) es de derivación estilnovística<br />

(pp. 57-58). Curiosamente, esta palabra aparece junto a la<br />

que acabamos de comentar, tall, en dos versos del Libro de buen amor:<br />

«De talla muy apuesta e de gesto amorosa» (169a), «De talla muy apuesta,<br />

de gestos amorosa» (581a) (Blecua entiende el gesto de 169a como<br />

«rostro», pero el otro caso, en plural, parece sugerir un significado más<br />

complejo).<br />

18 hun bell cors e honest: ‘un cuerpo (o aquí, mejor, una criatura,<br />

un ser) hermoso y que al mismo tiempo es honesto’. l’han request: ‘lo<br />

han requerido de amor’.<br />

19 bons sabents: véase la nota VIII 6.<br />

22 la molta subtilea: observa Cabré que «Teresa és un paradigma<br />

de bellesa i també d’honestedat (17-19), i, sobretot, de saviesa moral, ja<br />

) 430 (<br />

que el seny governa serenament el cos i la subtilesa intel·lectual» («Apunts<br />

sobre la subtilesa», p. 284).<br />

24 «Vers conceptista» (Archer): la dama no es verge ‘casta’ porque<br />

Dios quiere de ella casta ‘prole’.<br />

25 bastà: aceptamos, como hace también Archer, la lectura de Ramírez<br />

i Molas, La poesia, p. 34 (Pagès, Bohigas y Ferraté: basta).<br />

28 dona Teresa: la identificación propuesta por Cabré (véase más<br />

arriba la nota introductoria) puede darse a estas alturas por más que probable.<br />

El revisor del manuscrito E (1546), Luis Carroz de Vilaragut, escribe<br />

en el prólogo que el apellido de la dama sería Bou, una familia efectivamente<br />

documentada en Valencia en el siglo XV, pero no sabemos hasta<br />

qué punto podemos fiarnos de esta información. Mucho más fantasiosa<br />

es sin duda la hipótesis de Maingon, «Sapientia», según la cual el nombre<br />

de Teresa aludiría a Tersa, la antigua capital de Israel: en algunas<br />

versiones de la Biblia basadas en la Hebraica, la esposa del Cantar de los<br />

Cantares es parangonada a esta ciudad además de a Jerusalén (6,4); del<br />

mismo modo, Teresa-Tersa sería parangonada aquí a Venecia.<br />

33-35 ‘Los venecianos no gozan de un gobierno más sereno que aquellos<br />

(«qui és suptil», v. 11; «tot hom entenent», v. 37) que son guiados<br />

por vuestro juicio, que rige el entendimiento alimentado por el deseo de<br />

entenderos, de seros intelectualmente devotos (l’entendre us es sujeto de<br />

nodreix) y que gobierna los estímulos sin culpa inspirados por vuestra<br />

bella persona’. Todos los intérpretes anteriores entienden l’entendre como<br />

‘intelecto’ y vinculan el pronombre a nodreix, ‘os nutre’: «com el vostre<br />

seny governa subtilitats (que l’enteniment us nodreix)» (Fuster); «as<br />

that of your mind as it commands the subtleties that nourish your understanding»<br />

(Archer); «del governo del vostro senno, che regge le finezze<br />

di cui vi nutre l’intelletto» (Di Girolamo, Pagine); «com el vostre seny<br />

governa les subtileses amb què us nodreix l’enteniment» (Pujol & Gómez),<br />

etc.<br />

35 suptilitats: en el único lugar en que vuelve a aparecer la palabra<br />

en la obra March («Aquell’amor hon Venus ha sa regna, / a nostre cors<br />

ensemps ab l’arma guarda; / a molts plaers e dolors no és tarda, / en cor<br />

honest moltes vegades regna; / torba lo seny, suptilitats enfosqua, / e sa<br />

dolor, durment hom, ella vetlla», LXXXVII 165), parece significar ‘inteligencia,<br />

agudeza del pensamiento’. Entendre us: el verbo entendre apa-<br />

) 431 (


ece tres veces en esta estrofa: por lo general, a March no le preocupan<br />

mucho las repeticiones, pero en este caso pueden advertirse ligeras variaciones<br />

de significado, uno más de sus juegos conceptuales. Si de hecho<br />

«tot hom entenent» (v. 37) es el equivalente de «qui és suptil» (v. 11), el<br />

primer infinitivo («entendre us») parece aludir a un vínculo intelectual<br />

con la dama, mientras el segundo (v. 38), donde «se troba ’n vós entendre»<br />

es una formulación elíptica por «se troba en entendre en vós» (pero<br />

en March el verbo es también en otras partes, como aquí, transitivo:<br />

«On és aquell delit, quan yo pensava / ésser amat de la qui m’entenia?»<br />

[¿Dónde está aquel placer, cuando pensaba / ser amado por la que comprendía<br />

/ mi deseo…?], LXXVI 9-10), evoca la acepción occitana de s’entendre,<br />

‘amar con un arrebato y sintonía del intelecto, tener un entendimiento<br />

mental’.<br />

36 Ramírez i Molas piensa que el ‘movimiento del cuerpo’ de la dama<br />

no alude a la compostura del porte, como anota la mayor parte de los<br />

comentaristas, sino «a la virtut de Teresa, el seny de la qual regeix el moviment<br />

(la vida apetitiva) del cos. Per això el moviment és sens colpa, no<br />

pecaminós» (La poesia, pp. 330-331; la misma interpretación en Archer):<br />

March se haría eco de la teoría luliana de los movimientos tal como aparece<br />

formulada en el Liber Proverbiorum. Se puede ir incluso más allá:<br />

en March, moviment tiene casi siempre el sentido de ‘impulso’, una acepción<br />

basada a su vez en la noción aristotélica de ‘primer movimento’ (véase<br />

nota a IV 34): éste puede conducir tanto al bien como al mal, y en CVII<br />

78 se habla explícitamente de «mals moviments». No obstante, si moviment<br />

está a menudo por ‘impulso’, otras veces tiene claramente el significado<br />

de ‘estímulo’: cfr. XXXIV 21, «sos moviments negú pot esquivar».<br />

Del mismo modo, aquí ‘el movimiento sin culpa de vuestro hermoso cuerpo’<br />

no significa, a la vista de que toda la estrofa se orienta hacia quien<br />

recibe tanta gracia, ‘los impulsos, los apetitos de vuestro hermoso cuerpo<br />

que el juicio controla, refrena’ (sería una nota disonante en tal panegírico),<br />

sino ‘los impulsos, los estímulos suscitados por vuestra belleza’;<br />

más banalmente, ‘la atracción que ejercéis (en «qui és suptil», v. 11) no<br />

causa bajos deseos’ (ningún «leig voler», v. 40, y recuérdense los «leigs<br />

desigs» de LXVIII 17). En quien os conoce, el primer movimiento que causáis<br />

permite que se active la facultad intelectiva, y por eso es un movimiento<br />

‘sin culpa’, como glosan profusamente los cuatro versos siguien-<br />

) 432 (<br />

tes. El mismo significado tiene movimento en el v. 12 de Donna me prega<br />

de Guido Cavalcanti, donde se habla de amor: «ché senza natural<br />

dimostramento / non ho talento di voler provare / là dove posa, e chi lo<br />

fa creare, / e qual sia sua vertute e sua potenza, / l’essenza poi e ciascun<br />

suo movimento» [porque sin prueba física no puedo / demostrar dónde<br />

se asienta, y quién lo crea, / y cuál es su virtud y su potencia, / y cuál<br />

su esencia y cuál su movimiento] (suo m.: «ossia da lui provocato; ciò che<br />

egli muove», De Robertis). Pero tampoco se puede excluir, en el verso de<br />

March, otro juego conceptual entre el movimiento ‘estímulo’ y el movimiento<br />

como sinónimo de ‘gesto’.<br />

41-44 El arte del poeta no es capaz de urdir adecuadamente las alabanzas<br />

de la dama.<br />

44 miracle: Bohigas, y tras él otros estudiosos, advierten una reminiscencia<br />

dantesca: «e par che sia una cosa venuta / da cielo in terra a<br />

miracol mostrare» [y parece que sea una cosa venida / del cielo a la tierra<br />

a mostrar un milagro] (Vita nova, 26.2, vv. 7-8).<br />

X X V . No·m fall recort del temps tan delitós (p. 000)<br />

Manuscritos e impresos: BCDEFG 1 G 2 HKNbcde.<br />

Métrica: abbacdDC. Chanson à refrain o balada de tipo francés compuesta<br />

de cinco octavas unisonants con rimas agudas y llanas, seguidas<br />

de una tornada regular; el estribillo consta de dos versos. Los precedentes<br />

más cercanos son una canción de Andreu Febrer, Ai! cors avar, scas,<br />

richs de merce (R 59.1), y una pieza satírica de Jordi de Sant Jordi, Pus<br />

que tan be sabetz de cambiar (R 164.13). La balada francesa, tal como<br />

fue codificada a lo largo del siglo XIV, se componía habitualmente de tres<br />

estrofas, seguidas o no por un envoi: en sustancia se trata de una canción<br />

que incorpora al final de cada couplet un estribillo de uno o dos versos,<br />

según una técnica conocida ya por los trovadores y los trouvères, y compartida<br />

también con el género de la retroencha (fr. rotruenge). Sobre la<br />

escasa difusión de este género métrico en Cataluña véase A. Pagès, La<br />

poésie française en Catalogne du XIII e siècle à la fin du XV e , Toulouse-París,<br />

1936, pp. 108-122. Nótese que la presencia del estribillo produce el<br />

efecto de abreviar, de comprimir semánticamente la medida estrófica ha-<br />

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