La Mundialización - Documento sin título - HOAC
La Mundialización - Documento sin título - HOAC
La Mundialización - Documento sin título - HOAC
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
P 02b FSI 16/12/11 12:26 Página 2<br />
2<br />
2<br />
Noticias de la <strong>HOAC</strong><br />
Fondo de Solidaridad Internacional 2012<br />
En noviembre del año 1991 daba comienzo la trayectoria de este Fondo de<br />
Solidaridad Internacional. Este curso 2011-2012 se cumplen 20 años de existencia<br />
del mismo. 20 años de solidaridad, 20 años de apoyo a organizaciones<br />
cristianas comprometidas con las personas empobrecidas del mundo obrero,<br />
en esos países ya de por sí empobrecidos.<br />
Todos los proyectos que<br />
financia este Fondo están<br />
dirigidos a que las personas<br />
trabajadoras puedan<br />
formarse, coordinarse,<br />
reunirse, encontrarse,<br />
avanzando en su liberación<br />
y promoción, reafirmando<br />
su dignidad y su<br />
protagonismo en el compromiso<br />
de ir transformando<br />
su realidad.<br />
<strong>La</strong> Asamblea General<br />
de la <strong>HOAC</strong> en 1990 en<br />
Gijón, marcó el rumbo y<br />
comenzó a dar sus pasos<br />
este fondo, con tres proyectos:<br />
visita a Pierre<br />
Kouamé (coordinador de<br />
los movimientos del África<br />
del Oeste MMTC), formación<br />
de militantes <strong>sin</strong>dicales,<br />
proyecto de «Fe<br />
y alegría El Salvador», y<br />
el proyecto de capacitación<br />
y apoyo a la Pastoral<br />
Obrera del arzobispado<br />
de Concepción (Chile).<br />
Así comenzaba la tarea<br />
hace veinte años y con<br />
los siguientes 14 proyectos<br />
pretende seguir este<br />
año 2012:<br />
Realiza tu aportación solidaria e invita a otras personas a que participen en el Fondo<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
1. Formación sobre los derechos de los trabajadores y la protección<br />
social para el MTC de Brasil.<br />
2. Seminario de Coordinación del MMTC en la Región de África del<br />
Este (Uganda, Tanzania, Kenia).<br />
3. Seminario coordinación del MMTC-MOAC (Perú, Chile, Brasil, Pa-<br />
raguay, Bolivia).<br />
4. Seminario coordinación del MMTC Asia del Sur (India, Bangladesh<br />
y Sri <strong>La</strong>nka).<br />
5. Formación ciudadana y cristiana para el compromiso social y la<br />
vida MTC Perú.<br />
6. Formación y capacitación de jóvenes en Burundi.<br />
7. Apoyo a la difusión de NN.OO. en América <strong>La</strong>tina y África.<br />
8. Formación y Extensión del SETRAC en Argentina.<br />
9. Formación de Líderes Pastorales de comunidades indígenas en<br />
Bolivia. Contexto.<br />
10. Proyecto de reforzamiento del Movimiento de Trabajadores Cris-<br />
tianos de Togo.<br />
11. Plan internacional de formación para jóvenes trabajadores y 8º<br />
Congreso Internacional de la CIJOC.<br />
12. Proyecto «Educar hoy, es construir para el mañana». JOC Chad.<br />
13. Proyecto de «Animación y formación de mujeres en la República<br />
democrática del Congo. «Centro Olame».<br />
14. Proyecto de formación y reforzamiento de la ACO Haití.<br />
El importe total comprometido con estos proyectos es de 78.376 €<br />
¡¡ATENCIÓN EL NÚMERO DE CUENTA DEL FONDO HA CAMBIADO!!<br />
Los ingresos pueden hacerse en: TRIODOS. 1491 0001 20 2017312618<br />
Oficina: C/ Ferraz, 52 (esq. C/ Quintana) Madrid. 28008
www.hoac.es<br />
1.531<br />
ENERO 2012<br />
Delegada:<br />
Mª Dolores Medina<br />
Redactor:<br />
José Luis Palacios<br />
Colaborador@s:<br />
Juan Acín, Alfonso Alcaide,<br />
Antonio J. Aranda, Joaquín<br />
Arriola, José Blanco, Araceli<br />
Caballero, Manolo Copé,<br />
Fernando Díaz-Abajo, Rafael Díaz<br />
Salazar, Jesús Espeja, José Ignacio<br />
Gámez, José García, Joaquín<br />
García (Chipola), Carlo Gª de<br />
Andoin, Carlos Gómez Gil,<br />
Agustín González, Jose Ignacio<br />
González Faus, José R. Ibeas,<br />
Iñaki <strong>La</strong>ncelot, Enrique Lluch,<br />
Javier Madrazo, Pedro Manzano,<br />
Víctor M. Mari, Gorka Moreno,<br />
Olga Pardo, Francisco Porcar,<br />
Xulio Rios, Eduardo Rojo, Mónica<br />
Rossi, Santiago Sánchez Torrado,<br />
Paloma Sanz, Jose Mª Toro,<br />
Cristina Vega, Imanol Zubero,<br />
Taller de Redacción de<br />
Andalucía, Canarias y Alicante.<br />
Dirección y Redacción:<br />
Alfonso XI, 4, 4.<br />
28014 Madrid<br />
Telf.: 91 701 40 81<br />
Fax: 91 522 74 03<br />
E–mail:<br />
noticiasobreras@hoac.es<br />
Administración<br />
y suscripciones:<br />
Mª José Cerrajero<br />
Pilar Cerrajero<br />
Tél.: 91 701 40 80<br />
administracion@hoac.es<br />
Depósito Legal:<br />
M. 2359-1958<br />
NOTICIAS OBRERAS no se<br />
responsabiliza ni identifica necesariamente<br />
con los artículos<br />
y cartas de sus colaboradores.<br />
Autoriza la reproducción total<br />
o parcial de sus trabajos indicando<br />
la procedencia.<br />
39<br />
Editorial<br />
pág. 05<br />
Sumario<br />
«Los derechos sociales son<br />
una conquista de los empobrecidos<br />
que hace avanzar la justicia<br />
en la vida social»<br />
LABORAL __________________________ 8<br />
Seis trabajadores despedidos han evitado el paro al utilizar<br />
su experiencia para crear una empresa de economía<br />
social en Huelva.<br />
POLITICA _______________________ 12<br />
<strong>La</strong> última Cumbre del Clima celebrada en Durban ha<br />
servido para ver cómo «el 1% más rico sacrifica al 99% del<br />
mundo».<br />
TEMA DEL MES _________________ 18<br />
<strong>La</strong> DSI es clara y sólida a la hora de hablar del salario debido<br />
a los trabajadores y sus familias, pues ha de posibilitar<br />
una existencia digna.<br />
ENTREVISTA _____________________ 31<br />
Gerardo Meil, autor de «Individualización y solidaridad<br />
familiar», afirma que todavía hoy «la familia es más fiable<br />
que el mercado y el Estado».<br />
EXPERIENCIA ____________________ 34<br />
<strong>La</strong> <strong>HOAC</strong> de Canarias emite semanalmente en Radio Tamaraceite-Onda<br />
Parroquial, un programa dedicado al<br />
mundo obrero hoy.<br />
Víctor M. Marí nos habla de la Escuela fundada por don Milani y su pedagogía<br />
liberadora, al celebrarse el 40 aniversario de su llegada a España.<br />
Los caminos para vivir otra economía más humanizadora es lo que nos propone<br />
Juan Torres en su nuevo libro de Ediciones <strong>HOAC</strong>.<br />
José Luis Cortés inicia una nueva colaboración (pág. 18) con «Noticias<br />
Obreras». Este genial dibujante católico es autor de cómics como «¡Qué<br />
bueno que viniste» o «Pablo, el de los pueblos». En la actualidad, sus obras<br />
aparecen en revistas como «Alandar» y «En la Calle»y en la web «Religión<br />
Digital».<br />
41<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
3<br />
3
L a s v í c t i m a s d e l t r a b a j o<br />
4<br />
4<br />
Antonio Javier Aranda<br />
Según Mapfre, la <strong>sin</strong>iestralidad laboral vial ha supuesto,<br />
desde el 2005 al 2009, en todo el territorio español, el<br />
10% de toda la <strong>sin</strong>iestralidad laboral. Sin embargo, su<br />
«agresividad» es muy alta. El 40% de los accidentes laborales<br />
mortales, han sido viales. Eso <strong>sin</strong> que sepamos,<br />
1.531· ENERO 2012<br />
El dato<br />
El testimonio<br />
<strong>La</strong> Reflexión<br />
«... y que los obreros muertos en el campo de honor<br />
del trabajo y de la lucha descansen en paz»<br />
Oración a Jesús Obrero<br />
Siniestralidad <strong>La</strong>boral Vial<br />
Carolina Torres, de 35 años de edad, se dirigía a su trabajo: una sucursal de «<strong>La</strong><br />
Caixa» en Castro del Río. Casada. Madre de dos niños y vecina de Doña Mencía,<br />
chocó frontalmente contra otro coche en el término municipal de Baena. Su<br />
muerte ha sido producto de uno de tantos accidentes laborales «in itinere».<br />
Ese mismo día, en Peñarroya-Pueblonuevo, se estrelló con su camión Jorge<br />
Gragera. Pequeño empresario de 35 años y natural de Linares (Jaén), también<br />
encontró la muerte en la carretera. Esta vez el accidente es de los denominados<br />
«en misión». Para el Estado, éste no es un accidente laboral ya que<br />
Jorge no trabajaba por cuenta ajena. Para nosotros, se trata de un pequeño<br />
empresario que también se estaba ganando la vida.<br />
a ciencia cierta, cuántos accidentes laborales viales han<br />
sido contabilizados únicamente como accidentes de tráfico.<br />
¿Quizá por falta de medios para aclarar sus circunstancias<br />
o por una misteriosa tendencia a maquillar las estadísticas<br />
de <strong>sin</strong>iestralidad laboral en nuestro país?<br />
Víctimas del trabajo y la carretera<br />
Nos inquietan las consecuencias de la crisis sobre el empleo<br />
Como cristianas y cristianos inmersos en el mundo del trabajo, nos inquietan tremendamente las<br />
consecuencias de la crisis sobre el empleo. Pero igualmente nos preocupa cómo afecta, esa misma<br />
crisis, a la salud laboral. Sabemos que las causas de esta situación son estructurales, aunque<br />
puntualmente baje la <strong>sin</strong>iestralidad por la escasa actividad económica. Y tenemos claro que el desmantelamiento<br />
del Estado de Bienestar hace peligrar la aplicación seria de las leyes y convenios<br />
colectivos, favorece los ritmos de trabajo excesivos, las jornadas laborales interminables, la precariedad<br />
laboral desbordada, una pobre Inspección de Trabajo..., es decir, va a hacer que las causas<br />
profundas que provocan muerte y sufrimiento en la población obrera, se vean acentuadas.<br />
Por eso, cuando otros hablan sólo de primas de riesgo, cuentas generales del Estado y bonos europeos,<br />
ignorando todo el sufrimiento que están provocando, nosotros seguimos gritando: «Ni un<br />
muerto más. ¡El trabajo es para la vida!».<br />
(Del comunicado de la <strong>HOAC</strong> de Córdoba - 9 de diciembre de 2011)
Los derechos sociales,<br />
un deber de justicia<br />
Valorando la situación que nos ha llevado a la actual<br />
crisis económica y social, Benedicto XVI, en «Caritas<br />
in veritate» (n. 25) afirma que el funcionamiento<br />
de una economía enferma y las decisiones políticas que<br />
se han tomado están deteriorando las condiciones laborales<br />
y debilitando las redes de protección social, con «grave<br />
peligro para los derechos de los trabajadores, para los derechos<br />
fundamentales del hombre y para la solidaridad». Y<br />
hace un llamamiento a recordar y poner en práctica un<br />
principio fundamental de la ética social: «el primer capital<br />
que se ha de salvaguardar y valorar es el hombre, la persona<br />
en su integridad».<br />
<strong>La</strong>s políticas que se vienen practicando desde hace años,<br />
y las que se están aplicando con la crisis, suponen un grave<br />
retroceso en el reconocimiento práctico de los derechos<br />
sociales. El olvido del principio básico de humanidad que<br />
subraya Benedicto XVI, o mejor, su negación al haber<br />
puesto en primer lugar la búsqueda del enriquecimiento,<br />
es la causa de la actual situación. Por eso, es muy oportuno<br />
recordar hoy algunas cosas.<br />
Los derechos sociales de las personas son una parte muy<br />
importante de los derechos humanos, vinculados a la dignidad<br />
de los seres humanos. Todas las personas, sólo por<br />
el hecho de serlo, tienen derecho a la educación, a la sanidad,<br />
a una pensión digna para la vejez, a prestaciones sociales<br />
adecuadas a cada situación personal y familiar, a<br />
prestaciones suficientes en caso de desempleo, a unas condiciones<br />
dignas de trabajo, etc. Sin el reconocimiento práctico<br />
de los derechos sociales nos resulta más difícil realizar<br />
nuestra humanidad.<br />
Los derechos sociales son una conquista, alcanzada con<br />
mucho esfuerzo y sacrificio. Una conquista lograda en la<br />
lucha por la dignidad de las personas. El reconocimiento<br />
de los derechos sociales (aún hoy logrado sólo para una pequeña<br />
parte de la humanidad) ha encontrado, siempre,<br />
mucha resistencia por parte de los más poderosos económicamente.<br />
Por dos razones: porque un trabajador con derechos<br />
sociales es una persona más libre, a la que es más<br />
difícil explotar y obligar a trabajar como sea para sobrevivir;<br />
porque los derechos sociales necesitan financiación y<br />
el dinero destinado a hacer efectivos los derechos sociales<br />
es dinero que no va a los beneficios económicos privados.<br />
Editorial<br />
El reconocimiento de los derechos sociales es el resultado<br />
de decisiones políticas para dedicar recursos sociales suficientes<br />
al ejercicio de los derechos de las personas. Responden<br />
a una opción política en el modo de distribuir la<br />
riqueza social. Son, pues, una conquista de los empobrecidos<br />
que hace avanzar la justicia en la vida social.<br />
Por eso, el reconocimiento práctico de los derechos sociales<br />
sirve de termómetro de la calidad democrática de<br />
una sociedad, porque mide también el grado de aplicación<br />
de la justicia. Y al contrario, su retroceso devalúa la dignidad<br />
humana, arruina los logros alcanzados por las personas<br />
empobrecidas, reduce la equidad en la distribución de<br />
los bienes, degradada la democracia y restringe la libertad<br />
de las personas.<br />
Es preciso afirmar con fuerza en el momento actual que<br />
la defensa y la extensión de los derechos sociales es un deber<br />
de justicia. Deber vinculado a la afirmación de un principio<br />
básico de humanidad, el destino universal de los bienes,<br />
que Juan Pablo II concretó de una forma que tiene<br />
hoy un gran valor para orientar nuestra vida y acción: «<strong>La</strong>s<br />
necesidades de los pobres deben tener preferencia sobre<br />
los deseos de los ricos; los derechos de los trabajadores, sobre<br />
el incremento de los beneficios» (Toronto, 14 de septiembre<br />
de 2004). ■<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
5<br />
5
6<br />
6<br />
<strong>La</strong>boral<br />
Sigue la deslocalización de empresas<br />
Lear se va de <strong>La</strong> Rioja dejando en<br />
la calle a 500 personas<br />
José Luis Palacios<br />
El silencio y la oscuridad se<br />
harán los dueños de las instalaciones<br />
de la multinacional<br />
dedicada a la fabricación de<br />
componentes para la automoción<br />
en Arrúbal (<strong>La</strong> Rioja) a partir del 16<br />
de diciembre. Por sus puertas no<br />
pasarán ya regueros de trabajadores,<br />
ni a sus muelles llegarán más<br />
camiones con suministros. Así lo ha<br />
querido la dirección que comunicó<br />
a principios de septiembre de 2011,<br />
el cierre definitivo. Es otro centro<br />
de trabajo más que desaparece en<br />
la frenética carrera emprendida por<br />
Yamaha cede sus activos<br />
Más suerte han tenido los 370 trabajadores de la planta<br />
que Yamaha tiene en Palau-solità i Plegamans (Barcelona).<br />
El grupo de logística aragonés Sesé ha alcanzado un<br />
acuerdo para adquirir la planta y sus activos industriales,<br />
además de absorber a la plantilla. Grupo Sesé, con sede<br />
en Zaragoza, está especializado en el sector de la logística<br />
y los servicios industriales para el sector de la automoción<br />
y es un proveedor estratégico de Seat y Volkswagen.<br />
Tiene una fuerte presencia internacional, más de<br />
1.600 empleados y ventas previstas para 2011 por encima<br />
de los 250 millones de euros. Grupo Sesé asigna un<br />
valor estratégico a las instalaciones de Yamaha, ya que<br />
afirma que le permitirán acelerar su transición hacia servicios<br />
industriales de mayor valor añadido, por lo que<br />
valora el conocimiento y la experiencia de la plantilla en<br />
procesos de montaje y pre-montaje.<br />
Yamaha se ha comprometido frente a la Generalitat<br />
a apoyar el arranque del nuevo proyecto industrial y,<br />
1.531· ENERO 2012<br />
las grades corporaciones del mundo<br />
por maximizar sus beneficios a toda<br />
costa.<br />
<strong>La</strong> planta emplea a 305 trabajadores<br />
directos y a otros 200 indirectos.<br />
Desde las altas estancias de<br />
la multinacional se explicaba que<br />
en los últimos tres años la actividad<br />
de su fábrica de <strong>La</strong> Rioja había caído<br />
cerca de un 40% y que los costes<br />
de producción de este centro<br />
eran «muy elevados». Para el Comité<br />
de Empresa, las pérdidas se deben<br />
al desvío de los beneficios para<br />
para ello, el nuevo proyecto seguirá pintando piezas<br />
de plástico durante los próximos tres años para la<br />
compañía japonesa. De la misma forma, Yamaha se ha<br />
comprometido a mantener los principales proveedores<br />
locales de piezas, los cuales seguirán aprovisionando a<br />
la compañía de motos a través de la nueva sociedad.<br />
<strong>La</strong> incertidumbre sobre el futuro de la planta de Yamaha<br />
en Palau-solità empezó en enero, cuando la<br />
compañía anunció su intención de trasladar la producción<br />
a su planta en Saint-Quentin (Francia). <strong>La</strong>s<br />
negociaciones para vender la planta se iniciaron después<br />
de que en marzo la multinacional retirara el expediente<br />
de regulación de empleo (ERE) que planteaba<br />
despedir a los cerca de 400 trabajadores de la<br />
compañía en Catalunya, aunque mantuvo su intención<br />
de deslocalizar la producción. <strong>La</strong> reconversión<br />
industrial de la fábrica de Yamaha sigue la estela de<br />
otras llevadas a cabo recientemente por otras empresas<br />
japonesas en Cataluña, como Sony, adquirida<br />
hace un año por Ficosa, y Sharp, que ha pasado a manos<br />
de Cirsa. n
enjugar pérdidas de otras fábricas del<br />
grupo.<br />
En 2007, la empresa y los trabajadores<br />
firmaron un acuerdo de ocupación<br />
para toda la plantilla hasta enero<br />
de 2013, que ahora queda en papel<br />
mojado. <strong>La</strong> intención de la corporación<br />
es trasladar la producción a Marruecos<br />
y Polonia. De nada han servido<br />
las movilizaciones de la plantilla,<br />
las declaraciones de los políticos, ni<br />
los ofrecimientos del propio gobierno<br />
regional dispuesto a dedicar dinero<br />
público para evitar la huida de Lear.<br />
«Se olvidan de los trabajadores y<br />
sus familias», declaraba José Ignacio<br />
Gonzalo, afiliado a USO, el <strong>sin</strong>dicato<br />
con mayoría en el Comité de Empresa.<br />
Aunque las indemnizaciones para<br />
los trabajadores, finalmente, serán<br />
más altas que las establecidas por ley,<br />
lo que la mayoría de la plantilla quería<br />
era salvar el puesto de trabajo.<br />
«Es pan para hoy y hambre para mañana»,<br />
comenta José Ignacio de los<br />
56 días por año trabajado con un máximo<br />
de 42 mensualidades más un<br />
plus en función de los años trabajados,<br />
que va de 5.000 a 13.500 euros<br />
que recibirán los despedidos. Con<br />
una edad media de 40 años, con familia<br />
y con hipotecas «a ver dónde<br />
vamos a ir cuando se nos acabe el<br />
paro y las indemnizaciones», se lamenta<br />
este trabajador que llevaba 21<br />
años, «los mejores de mi juventud»,<br />
en Lear.<br />
Entre el 2002 y el 2010, la corporación<br />
norteamericana LEAR ha desmantelado<br />
tres factorías en España<br />
(las tres dedicadas a la producción de<br />
cableado eléctrico para la automoción),<br />
dejando en el paro a 2.511 trabajadores.<br />
Con el desmantelamiento<br />
de la riojana quedarán cuatro plantas<br />
operativas, de las 140 que tiene repartidas<br />
por 33 países. A José Ignacio<br />
Gonzalo, «le parece muy triste» que<br />
no se pueda hacer nada para evitar la<br />
deslocalización de empresas en busca<br />
de mano de obra más barata. n<br />
Visteón Cádiz maniobra contra la<br />
denegación del ERE presentado<br />
<strong>La</strong>boral<br />
Los trabajadores de Cádiz Electrónica, S.A., filial del grupo Visteon<br />
Corporation llevan intentando que la multinacional renuncie al cierre<br />
anunciado en junio de 2011. <strong>La</strong> fábrica de componentes electrónicos<br />
para la industria automovilística, con 23 años de historia en El Puerto,<br />
emplea directamente a 396 personas, pero la dirección alega «un progresivo<br />
descenso del volumen de la producción, derivado de la continua<br />
disminución de pedidos para el tipo de tecnología que se produce<br />
en esta fábrica».<br />
El pasado 29 de octubre, la empresa solicitó en el Juzgado de lo<br />
Mercantil de Cádiz el preconcurso de acreedores, con el fin de amortiguar<br />
los pagos que se le venían encima. <strong>La</strong> empresa ha reconocido su<br />
insolvencia para afrontar el pago a proveedores y la imposibilidad de<br />
abonar las nóminas de sus 400 trabajadores. <strong>La</strong> figura jurídica del preconcurso<br />
ampara a Visteon y todo apunta a que dentro de tres meses<br />
irá definitivamente al concurso de acreedores por quiebra.<br />
Sin embargo, la administración regional no ha autorizado el Expediente<br />
de Regulación de Empleo (ERE) que presentó el pasado 6 de<br />
septiembre contra su plantilla, al entender que no se justificaban las<br />
pérdidas a las que aludía la documentación para cerrar la planta y tampoco<br />
había razones de peso que invitarán a reconocer la extinción de<br />
la actividad.<br />
Los estudios económicos previos a la decisión de cierre auguraban<br />
un futuro tranquilo para la factoría de El Puerto con beneficios hasta<br />
2019. Según los datos de la propia empresa, aportados por los <strong>sin</strong>dicatos,<br />
la planta gaditana facturaba una media anual de 226 millones de<br />
euros y suponía 2,3 millones de gasto al mes mantenerla abierta.<br />
Según los portavoces de los trabajadores, la medida de la empresa<br />
responde más a una deslocalización de la actividad industrial que a un<br />
asunto de producción obsoleta, como habían denunciado sus gestores,<br />
concretamente el alto ejecutivo inglés de la compañía Steve Gawner.<br />
Visteon trasladó la actividad de Cádiz a sus plantas en China y Hungría,<br />
donde la mano de obra se paga a dos dólares la hora frente a los<br />
25 que cuesta la producción en las factorías de España.<br />
Por el momento, la Consejería de Empleo ha impuesto una multa a<br />
Visteon de 150.000 euros que la Inspección de Trabajo propuso para<br />
sancionar la actitud de los dueños de la multinacional de reducir la ocupación<br />
efectiva de la fábrica. Según los <strong>sin</strong>dicatos, actualmente, sólo<br />
hay trabajo para cinco personas de una plantilla de 396 operarios. n<br />
7<br />
1.531· ENERO 2012 0000 7
8<br />
8<br />
<strong>La</strong>boral<br />
Crean una una empresa de Economia Social en Huelva<br />
De despedidos a trabajadores<br />
dueños de su empresa<br />
Taller de Redacción de Andalucía<br />
7 1.400<br />
Eugenio García y cinco de sus<br />
compañeros no se quedaron<br />
de brazos cruzados cuando cerró<br />
la empresa en la que trabajaban.<br />
Dispuestos a defender sus puestos de<br />
trabajo y a aprovechar su experiencia<br />
laboral, decidieron crear una Sociedad<br />
Limitada <strong>La</strong>boral. El pasado 7 de<br />
octubre abrieron los 1.400 metros<br />
cuadros del departamento textil de la<br />
Fundación Escode, en la que han integrado<br />
su particular negocio.<br />
<strong>La</strong> empresa «Hermanos Jérez Gijón»,<br />
con razón social en Cáceres y<br />
ubicada en Huelva, dedicada a la<br />
venta mayorista y minorista de prendas<br />
textiles acordó, tras una ardua<br />
negociación, un Expediente de Regulación<br />
de Empleo para seis de sus<br />
nueve empleados y un plan de viabilidad<br />
que requería nuevas inversiones.<br />
Transcurridos los ochos meses previstos,<br />
la situación de la empresa no<br />
mejoró, por lo que acabó acogiéndose<br />
al concurso voluntario de acreedores.<br />
<strong>La</strong> plantilla, a la que pertenece<br />
Eugenio García y representaba como<br />
delegado <strong>sin</strong>dical por CC.OO., se<br />
quedó en la calle, a pesar de las ener-<br />
1.531· ENERO 2012<br />
gías gastadas para reflotar la empresa.<br />
Algunos llevaban 25 años en ella.<br />
Para varias compañeras y el compañero<br />
se trataba de la única fuente de<br />
ingresos de la familia, lo que explica<br />
los cuadros de ansiedad y depresión<br />
que aparecieron durante la agonía de<br />
Hermanos Jérez Gijón, la firma que<br />
hace nueve años adquirió el negocio<br />
de DACSA (Distribución y Agrupación<br />
Comercial SA), la empresa vasca<br />
que había logrado mantener su solvencia,<br />
buenas condiciones laborales
y una gestión participativa, durante<br />
años.<br />
<strong>La</strong> impotencia inicial de los trabajadores<br />
se fue convirtiendo en una<br />
firme voluntad de recuperar lo que<br />
un día habían tenido, un puesto de<br />
trabajo decente en una empresa que<br />
contaba con ellos. Eugenio García,<br />
que quiso compartir voluntariamente<br />
la suerte de los compañeros afectados<br />
por la última regulación de<br />
empleo, explica que «como militante<br />
de la <strong>HOAC</strong>, siempre he intentado<br />
transmitir a mis compañeros la<br />
importancia y el valor del puesto de<br />
trabajo como instrumento de dignificación<br />
de la persona» y reconoce<br />
haber hecho «todo lo posible por<br />
animar y potenciar la iniciativa de<br />
mis compañeros para crear nuestra<br />
propia empresa, desde los valores<br />
de una economía social que prima<br />
la capacidad de trabajo como cauce<br />
de desarrollo humano, por encima<br />
del beneficio y de la precariedad».<br />
No era fácil. <strong>La</strong> plantilla sentía que<br />
tras años de dedicación a un sector<br />
cambiante, como es el del comercio,<br />
su cualificación y experiencia se habían<br />
convertido en un lastre a la hora de<br />
encontrar otros empleos. Confiesa Eugenio<br />
que para hacer frente a la situación<br />
de incertidumbre y debilidad,<br />
«puso su confianza en el Padre, que<br />
me ha dado fuerza». Su mujer y sus<br />
hijos, considerando las dificultades y<br />
repercusiones que supone el paro para<br />
una persona de 44 años, le han apoyado<br />
en todo momento. Tanto su equipo<br />
como la <strong>HOAC</strong> diocesana, que han vivido<br />
el proceso como «una experiencia<br />
para crear comunión de vida desde<br />
los afectos y los valores cristianos», le<br />
han respaldado: «Me han dado apoyo<br />
y fuerza para que siga creyendo en mis<br />
posibilidades y en las de mis compañeros,<br />
para que continúe en la lucha que<br />
nos permita mantener nuestro puesto<br />
de trabajo con dignidad».<br />
Además de buenas palabras y oraciones<br />
constantes, los militantes de<br />
la <strong>HOAC</strong> de Huelva que han podido<br />
han limpiado, pintado y ordenado<br />
las instalaciones, han etiquetado, y<br />
cargado bultos para que el siete de<br />
octubre de 2011, Prelar Textil SLL<br />
abriera sus puertas. El nombre responde<br />
a las iniciales de los fundadores<br />
(Pepe, Rosalía, Eugenio, Luisa,<br />
Ana y Rocío). El área de Iniciativas<br />
Empresariales de Huelva Impulsa,<br />
una entidad municipal y el Centro<br />
de Apoyo al Desarrollo Empresarial<br />
(CADE), perteneciente a la Junta de<br />
<strong>La</strong>boral<br />
Eugenio García, el segundo de la derecha, junto a los demás socios fundadores,<br />
en las oficinas del Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial.<br />
«<strong>La</strong> economía social<br />
prima la capacidad<br />
de trabajo<br />
como cauce de<br />
desarrollo humano,<br />
por encima<br />
del beneficio<br />
y de la precariedad»<br />
Andalucía, han sido los organismos<br />
encargados de prestar durante los<br />
meses previos a la entrada en funcionamiento<br />
de la nueva empresa el<br />
asesoramiento técnico y humano<br />
para su puesta en marcha. Eugenio<br />
García sólo tiene palabras de agradecimiento<br />
hacia los trabajadores de<br />
la administración pública que han lidiado<br />
con la iniciativa: «En estos<br />
tiempos en que los funcionarios están<br />
en entredicho, tengo que decir<br />
que los técnicos públicos nos han<br />
apoyado y orientado, haciendo una<br />
labor que no está reconocida y <strong>sin</strong><br />
la cual no hubiera sido posible montar<br />
en sólo cuatro meses esta empresa».<br />
<strong>La</strong> Fundación <strong>La</strong>boral Escode ha<br />
acogido el nuevo proyecto comercial<br />
en la segunda planta del inmueble<br />
situado en el kilómetro 637 de<br />
la carretera de Sevilla-Huelva, dando<br />
servicio en moda infantil, señora,<br />
caballero, deportes, hogar y calzado.<br />
<strong>La</strong> planta baja y primera se dedican<br />
a la distribución de alimentación,<br />
perfumería electrodomésticos... El<br />
saber hacer y la ilusión de las cuatro<br />
mujeres y los dos hombres que han<br />
puesto en marcha la empresa Prelar<br />
Textil no se han despilfarrado. n<br />
79<br />
1.531· ENERO 2012 0000 9
10<br />
10<br />
El cuidado de la Creación<br />
Nuestros esclavos<br />
Araceli Caballero<br />
Los seres humanos dejamos huella, eso es bien sabido,<br />
pero no sólo la concreta de nuestros pies cuando<br />
paseamos por la playa, no sólo los sentimientos<br />
que provocamos en quienes nos rodean. También dejamos<br />
otras huellas, más parecidas a las de Atila y su caballo.<br />
Hace años se acuño la expresión huella ecológica para designar<br />
la porción de tierra necesaria para proporcionar recursos<br />
a una persona o grupo humano y la superficie necesaria<br />
para absorber sus residuos. Gentes ingeniosas y<br />
preocupadas idearon la manera de que calculemos la potencia<br />
de nuestros pisotones, precisamente para que podamos<br />
decidir suavizarlos.<br />
Otras gentes ingeniosas y comprometidas han diseñado<br />
ahora la manera de medir una huella muy personal: cuántas<br />
personas trabajan para nosotros en condiciones infrahumanas.<br />
<strong>La</strong> han llamado huella de esclavitud y calcula el<br />
número aproximado de esclavos involucrados en la fabricación<br />
de los objetos de uso cotidiano: un teléfono móvil,<br />
una camiseta, una joya o un DVD.<br />
Millones de personas en todo el mundo –la mayoría mujeres,<br />
niños y niñas– trabajan en condiciones de esclavitud:<br />
horarios extenuantes, sueldos ínfimos, condiciones insalubres,<br />
o (y) en dependencia forzada con el patrón. Eso significa<br />
mayores ganancias para los propietarios; y también<br />
más ventas, puesto que pueden vender más barato, <strong>sin</strong> por<br />
ello ganar menos. Y ahí entramos quienes compramos esos<br />
objetos («comprar barato a cualquier precio» le llama una<br />
amiga). Bien sabemos que uno de los fenómenos de la globalización<br />
es la deslocalización: trasladar la producción a<br />
1.531· ENERO 2012<br />
lugares donde es más fácil ahorra en mano de obra (dejando,<br />
de paso, a la gente <strong>sin</strong> trabajo aquí) porque no hay leyes<br />
contra la explotación o no se aplican.<br />
<strong>La</strong> iniciativa es de Call+Response (www.callandresponse.com),<br />
una organización antiesclavista estadounidense<br />
que se presenta declarando su convencimiento de<br />
que la esclavitud moderna acabará por la presión de las<br />
personas sobre las empresas, los medios de comunicación<br />
y los gobiernos para que se respeten los derechos humanos.<br />
Han puesto en marcha una web (http://slaveryfootprint.org)<br />
en la que, además de ofrecer información y denunciar<br />
a las empresas que la practican, permiten calcular<br />
en qué medida nos beneficiamos del trabajo esclavo; dicho<br />
con sus palabras, cuántos esclavos trabajan para mí. No se<br />
trata, por supuesto, de una investigación con resultados<br />
irrefutables, aunque tampoco de «la cuenta de la vieja»:<br />
tienen una importante base de datos sobre las empresas<br />
que emplean trabajo esclavo, incorporando informaciones<br />
de organismos oficiales y organizaciones como Transparencia<br />
Internacional.<br />
Tampoco se trata de culpabilizar a la gente, <strong>sin</strong>o de concienciar<br />
de las consecuencias de nuestros hábitos cotidianos<br />
y, sobre todo, de ayudar a encontrar vías alternativas<br />
para cambiar el estilo de vida y pasar a la acción en la lucha<br />
contra la esclavitud. Dice el Corán que los verdaderos<br />
adoradores del Altísimo pisan con cuidado sobre la Tierra.<br />
Suavicemos el paso. ■<br />
«<strong>La</strong> esclavitud acabará por la presión de las personas sobre<br />
las empresas, los medios de comunicación y los gobiernos»
P 11 EyP 20/12/11 10:05 Página 1<br />
Ética y Política<br />
Razones para la Rebelión<br />
Javier Madrazo <strong>La</strong>vín<br />
Vivimos tiempos convulsos,<br />
marcados por la inseguridad y<br />
la incertidumbre en el futuro,<br />
cuando nos somos víctimas, con razones<br />
fundadas para ello, de un vértigo<br />
que nos paraliza y nos impide reaccionar<br />
ante el recorte de derechos sociales<br />
y laborales, en una agresión <strong>sin</strong><br />
precedentes contra el Estado del Bienestar<br />
e incluso contra la propia dignidad<br />
humana. Los agravios se acumulan<br />
día tras día, en nombre de la<br />
estabilidad monetaria y la reducción<br />
del déficit, de tal modo que cada mañana<br />
amanecemos con una nueva propuesta<br />
que, con la falsa coartada de<br />
hacer frente a las crisis económica, nos<br />
hace más vulnerables y más débiles.<br />
<strong>La</strong> patronal española, amparada en<br />
la mayoría absoluta del Partido Popular<br />
y con la connivencia del PSOE, se<br />
ha convertido en el mejor ariete de la<br />
nueva derecha, dispuesta a dar una<br />
vuelta de tuerca más allá de las doctrinas<br />
propias del neoliberalismo. <strong>La</strong>s<br />
declaraciones del presidente de la<br />
CEOE, Juan Rosell, no dejan lugar a<br />
dudas sobre su talante y su adhesión<br />
a las tesis más reaccionarias de los<br />
mercados y el gran capital. Sus propuestas<br />
son, de hecho, torpedos que<br />
atentan contra los derechos sociales<br />
y laborales de las personas, quiebran<br />
la democracia y reducen a cenizas el<br />
concepto mismo del bienestar, hoy<br />
convertido en una quimera.<br />
No satisfecho con hacer bandera del<br />
despido a coste cero y la precariedad<br />
más cercana a la esclavitud, Rosell dirige<br />
ahora sus ataques contra el personal<br />
de la Administración. En realidad,<br />
tiene su lógica. Si no hay servicios públicos,<br />
tampoco necesitaremos funcionarias<br />
y funcionarios en sus puestos de<br />
trabajo. <strong>La</strong> CEOE nos quiere en el<br />
Un país no se puede<br />
construir sobre<br />
cinco millones de<br />
personas <strong>sin</strong> empleo<br />
y con otras con<br />
miedo a perderlo.<br />
paro, <strong>sin</strong> prestaciones, <strong>sin</strong> derechos y,<br />
por supuesto, <strong>sin</strong> voz. <strong>La</strong> nueva derecha,<br />
al servicio del capitalismo más<br />
prepotente, carece de principios, de<br />
ética y de conciencia. Un país no se<br />
puede construir sobre cinco millones<br />
de personas <strong>sin</strong> empleo y con otras<br />
tantas o más con miedo a perderlo.<br />
Constituye una aberración que<br />
quienes predican estas medidas sean<br />
después quienes perciben sueldos<br />
millonarios, se blindan con pensiones<br />
de escándalo y aumentan sus balances<br />
de resultados sobre la base de un<br />
pretendido ajuste que en la práctica<br />
ahoga a una ciudadanía cabreada,<br />
pero <strong>sin</strong> capacidad de dar la respuesta<br />
organizada y sostenida que el sistema<br />
merece. Si alguien debe ser<br />
despedido, éstos son los especuladores,<br />
los banqueros que han jugado<br />
con nuestro futuro, las agencias de<br />
calificación que nos han engañado,<br />
los empresarios que evaden impuestos<br />
y los políticos que se han dejado<br />
corromper en nombre de la reducción<br />
del déficit.<br />
¿Hay o no hay razones para la rebelión?<br />
Hace cuatro años se acuñó el<br />
concepto mileurista para aludir a<br />
quienes trabajaban a cambio de esta<br />
cantidad y hoy, en cambio, percibir<br />
esta mismo parece un milagro. Ante<br />
tanto atropello, la indignación no basta;<br />
se hace necesaria una revolución<br />
contra la tiranía del capital y los abusos<br />
de la banca y la patronal. ■<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
11<br />
11
12<br />
12<br />
Política<br />
Más capitalismo verde<br />
Un balance de la Cumbre del<br />
clima en Durban<br />
Josep Maria Antentas y Esther Vivas*<br />
<strong>La</strong> rápida respuesta que gobiernos<br />
e instituciones internacionales<br />
dieron al estallido de la<br />
crisis económica en 2008 rescatando<br />
bancos privados con dinero público<br />
contrasta con el inmovilismo frente al<br />
cambio climático. Aunque esto no<br />
nos debería de sorprender. Tanto en<br />
un caso como en otro ganan los mismos:<br />
los mercados y sus gobiernos<br />
cómplices.<br />
En la cumbre del clima de Durban<br />
dos han sido los temas centrales: el<br />
futuro del Protocolo de Kioto, que<br />
concluye en 2012, y la capacidad<br />
para establecer mecanismos en la reducción<br />
de emisiones; y la puesta en<br />
marcha del Fondo Verde para el Clima,<br />
aprobado en la anterior cumbre<br />
de Cancún, con el objetivo teórico de<br />
apoyar a los países pobres en la mitigación<br />
y la adaptación al cambio climático.<br />
Tras Durban podemos afirmar que<br />
un segundo periodo del Protocolo de<br />
Kioto ha quedado vacío de contenido:<br />
se pospone una acción real hasta<br />
el 2020 y se rechaza cualquier tipo<br />
de instrumento que obligue a la reducción<br />
de emisiones. Así lo han querido<br />
los representantes de los países<br />
más contaminantes con Estados Unidos<br />
a la cabeza quienes abogaban por<br />
un acuerdo de reducciones volunta-<br />
1.531· ENERO 2012<br />
17<br />
28 10<br />
rias y rechazan cualquier tipo de mecanismo<br />
vinculante. Pero si el Protocolo<br />
de Kioto ya era insuficiente, y de<br />
aplicarse evitaba sólo 0,1º centígrados<br />
de calentamiento global, ahora vamos<br />
de mal en peor.<br />
En torno al Fondo Verde para el<br />
Clima, si en un primer momento los<br />
países ricos se comprometieron a<br />
aportar 30.000 millones de dólares<br />
en 2012 y 100 .000 millones anuales<br />
para 2020, cifras que de todos modos<br />
se consideran insuficientes, la procedencia<br />
de estos fondos públicos ha<br />
17ª<br />
quedado por determinar mientras se<br />
abren las puertas a la inversión privada<br />
y a la gestión del Banco Mundial.<br />
Como han señalado organizaciones<br />
sociales se trata de una estrategia<br />
para «convertir el Fondo Verde para<br />
el Clima en un Fondo Empresarial<br />
Codicioso». Una vez más se pretende<br />
* Josep Maria Antentas es profesor de<br />
sociología de la Universitat Autònoma de<br />
Barcelona y Esther Vivas es miembro del<br />
Centre d’Estudis sobre Moviments Socials<br />
de la Universitat Pompeu Fabra.
hacer negocio con el clima y la contaminación<br />
medioambiental.<br />
Otro ejemplo de esta mercantilización<br />
del clima ha sido el aval de la<br />
ONU a la captura y almacenamiento<br />
de CO2 como «Mecanismo de Desarrollo<br />
Limpio», que no pretende reducir<br />
las emisiones y que agudizaría la<br />
crisis ambiental, especialmente en los<br />
países del Sur candidatos a futuros<br />
cementerios de CO2.<br />
Así, los resultados de la cumbre<br />
apuntan a más capitalismo verde.<br />
Como indicaba el activista e intelectual<br />
surafricano Patrick Bond:<br />
«<strong>La</strong> tendencia a mercantilizar la<br />
naturaleza se ha convertido en el<br />
punto de vista filosófico dominante<br />
en la gobernanza mundial medioambiental».<br />
En Durban se repite<br />
el guión de cumbres anteriores<br />
como la de Cancún 2010, Copenhague<br />
2009... donde los intereses<br />
de las grandes multinacionales, de<br />
las instituciones internacionales y<br />
de las élites financieras, tanto del<br />
Norte como del Sur, se anteponen<br />
a las necesidades colectivas de la<br />
gente y al futuro del planeta.<br />
En Durban estaba en juego nuestro<br />
futuro pero también nuestro<br />
presente. Los estragos del cambio<br />
climático están teniendo ya sus efectos:<br />
liberación de millones de toneladas<br />
de metano<br />
del Ártico, un<br />
gas 20 veces más<br />
potente que el<br />
CO2 desde el<br />
punto de vista<br />
del calentamiento<br />
atmosférico;<br />
derretimiento de<br />
los glaciares y de<br />
los mantos de<br />
hielo que aumenta el nivel del mar.<br />
Unos efectos que incrementan el número<br />
de migraciones forzadas. Si en<br />
1995 había alrededor de 25 millones<br />
de migrantes climáticos, hoy esta cifra<br />
se ha doblado, 50 millones, y en el<br />
2050 ésta podría ascender a entre<br />
200 y mil millones de desplazados.<br />
Todo apunta a que nos dirigimos<br />
hacia un calentamiento global descontrolado<br />
superior a los dos grados, y<br />
que podría rondar los cuatro grados,<br />
para finales de siglo, lo que desencadenaría<br />
muy probablemente, según<br />
los científicos, impactos inmanejables,<br />
como la subida de varios metros del<br />
nivel del mar. No podemos esperar<br />
«Se ha amplificado el "apartheid climático",<br />
donde el 1% más rico del mundo ha decidido<br />
que es aceptable sacrificar al 99% restante».<br />
hasta el año 2020 para empezar a tomar<br />
medidas reales.<br />
Pero frente a la falta de voluntad<br />
política para acabar con el cambio<br />
climático, las resistencias no callan.<br />
Política<br />
Y emulando a «Occupy Wall Street»<br />
y a la ola de indignación que recorre<br />
Europa y el mundo, varios activistas<br />
y movimientos sociales se han encontrado<br />
diariamente en un foro a<br />
pocos metros del centro de convenciones<br />
oficiales bajo el lema «Occupy<br />
COP17». Este punto de encuentro<br />
ha reunido desde mujeres campe<strong>sin</strong>as<br />
que luchan por sus derechos hasta<br />
representantes oficiales de pequeños<br />
estados isleños como <strong>La</strong>s<br />
Seychelles, Granada o Nauru amenazados<br />
por una subida inminente<br />
del nivel del mar, pasando por activistas<br />
contra la deuda externa<br />
que reclaman el reconocimiento y<br />
la restitución de una deuda ecológica<br />
del Norte respecto al Sur.<br />
El movimiento por la justicia<br />
climática señala como, frente a la<br />
mercantilización de la naturaleza<br />
y los bienes comunes, es necesario<br />
anteponer nuestras vidas y el<br />
planeta. El capitalismo se ha demostrado<br />
incapaz de dar respuesta<br />
al callejón <strong>sin</strong> salida al que su<br />
lógica productivista, cortoplacista<br />
y depredadora nos ha conducido.<br />
Si no queremos que el clima<br />
cambie hay que cambiar radicalmente<br />
este sistema. Pero los resultados<br />
de Durban apuntan en<br />
otra dirección. El reconocido activista<br />
ecologista nigeriano Nnimmo<br />
Bassey lo dejaba bien claro con estas<br />
palabras:<br />
«Esta cumbre<br />
ha amplificado<br />
el apartheid climático,<br />
donde<br />
el 1% más rico<br />
del mundo ha<br />
decidido que<br />
es aceptable sacrificar<br />
al 99%<br />
restante». ■<br />
Más información:<br />
http://esthervivas.wordpress.<br />
com<br />
13<br />
1.531· ENERO 2012 13
14<br />
14<br />
Opinión<br />
<strong>La</strong> sutileza del capitalismo<br />
Juan Francisco Garrido Jiménez<br />
2010<br />
Me vienen al recuerdo aquellas palabras después<br />
de ver un anuncio publicitario que se ha venido<br />
proyectando en televisión, en internet y en cines.<br />
Un anuncio del Banco Sabadell donde distintas parejas<br />
de personajes conocidos comparten conversación mientras<br />
en pantalla se van presentando algunos de sus<br />
productos financieros. En concreto, mi recuerdo se activó<br />
al hilo del corte publicitario donde el psiquiatra Luís Rojas<br />
Marcos y la cantaora de flamenco Estrella Morente dialogan,<br />
entre otras cuestiones, sobre el futuro y la necesidad<br />
de seguridad del ser humano ante el mismo.<br />
<strong>La</strong>s reflexiones del reputado psiquiatra se van amasando<br />
con el arte de la cantaora que incluso nos atrapa con un<br />
fandango donde muestra cómo tememos a la incertidumbre<br />
de la vida.<br />
1.531· ENERO 2012<br />
Efectivamente, el anuncio aborda un aspecto fundamental<br />
del ser humano para construir y orientar su vida: la necesidad<br />
de seguridad. Una necesidad en la que el psiquiatra,<br />
una persona autorizada, un maestro –como lo llama la<br />
cantaora–, nos hace caer en la cuenta a través de sus palabras.<br />
El espectador, ya conquistado por la impecable estética<br />
del anuncio, no puede nada más que confirmar esa reflexión<br />
desde lo que él vive día a día; máxime en tiempos<br />
de crisis económica donde el empleo es escaso, barato e<br />
inseguro, donde las sucesivas reformas hacen que se tambalee<br />
la seguridad en la jubilación, en la protección al desempleo,<br />
en la sanidad, en la educación…; donde muchas<br />
necesidades personales y familiares generan incertidumbre<br />
e inquietud al resquebrajarse el Estado solidario y al no<br />
contar con los recursos suficientes para hacer frente a la<br />
adversidad.<br />
En ese escenario, el capitalismo, con su cada vez más refinada<br />
sutileza, muestra la solución: tú, individualmente,<br />
tienes que poner los medios para asegurar tu futuro y eso<br />
sólo lo conseguirás comprando esa anhelada seguridad.<br />
Todo se compra y se vende. También las necesidades más<br />
profundamente humanas son mercancía. El banco aprovecha<br />
esta necesidad y esta respuesta de nuestra cultura individualista<br />
y mercantilista para, como gran benefactor,<br />
ofrecer sus productos: planes personalizados de futuro.<br />
¿Qué haríamos <strong>sin</strong> ellos?<br />
El anuncio no aclara cómo, en esta compra-venta, quedan<br />
los desposeídos, «los nadie», los empobrecidos, las víctimas,<br />
los excluidos, los trabajadores sobrantes, los ilegales…<br />
Los seres humanos más desprotegidos que no<br />
pueden comprar su seguridad porque no tienen nada. El
Banco, como muchos otros ciudadanos e instituciones,<br />
mira hacia otro lado y calla.<br />
Ciertamente el capitalismo, más allá de los problemas<br />
medioambientales, de falta de distribución de la riqueza,<br />
de crisis y empobrecimiento…, que está generando, su<br />
mayor y más nefasta aportación es que se ha convertido<br />
también en una antropología, en una manera de ser persona,<br />
en la manera normal de entender cómo responder a<br />
las necesidades humanas.<br />
Pero el capitalismo no puede tener la última palabra. Los<br />
cristianos tenemos la experiencia de que en el Crucificado se<br />
nos ofrece otra manera de afrontar nuestras necesidades vitales.<br />
También la necesidad de seguridad: «En el grupo de los<br />
creyentes todos pensaban y sentían los mismo: lo poseían<br />
todo en común y nadie consideraba suyo nada de lo que tenían.<br />
Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del<br />
Señor Jesús con mucha eficacia; todos ellos eran bien mirados<br />
porque entre ellos ninguno pasaba necesidad, ya que los<br />
que poseían tierras o casas las vendían, llevaban el dinero y<br />
lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuían<br />
según lo que necesitaba cada uno» (Hechos 4,32-35).<br />
En estos tiempos de crisis no necesitamos anuncios que<br />
propaguen sutilmente la lógica deshumanizadora e insoli-<br />
Datos personales<br />
Opinión<br />
daria del capitalismo <strong>sin</strong>o experiencias de comunión profundamente<br />
humanas y, por ello, profundamente cristianas.<br />
Este es el reto. ■<br />
Domicilio: ....................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................<br />
Población: ........................................................................................................................................................................................................Código postal: ................................................................................<br />
Provincia: ......................................................................................... Teléfono: ............................................................................ E-mail: ........................................................................................................<br />
Tipos de suscripción anual (12 números al año)<br />
■ Reducida [30 €] ■ Real [45 €] ■ Apoyo[52 €] ■ América <strong>La</strong>tina, Asia, Africa y Portugal [45 €]<br />
Formas de pago<br />
■ Domiciliación bancaria<br />
■ América del Norte y Europa [52 €]<br />
■ Giro postal, transferencia o cheque.<br />
Banco/caja: ................................................................................... Localidad: ...............................................................................<br />
Sucursal Calle y n.º: .................................................................................................................... C. P.: ....................................<br />
Ruego a ustedes se sirvan pagar los recibos que<br />
Firma titular:<br />
Si decide realizar su abono por transferencia,<br />
no olvide enviarnos una copia de la operación.<br />
En el caso de que utilice un cheque, sume 1,20€<br />
(en concepto de descuentos bancarios)<br />
al importe de la suscripción.<br />
presente<br />
Entidad Oficina<br />
en mi cuenta/libreta:<br />
D.C. Número de cuenta<br />
Nuestra cuenta: Caja Madrid<br />
2038 1816 28 6000453562<br />
nnnn nnnn nn nnnnnnnnnn<br />
<strong>La</strong> domiciliación bancaria nos facilita extraordinariamente la gestión de las suscripciones. A usted le evita trámites.<br />
Campaña de difusión<br />
■ Suplemento difusión [+15€]<br />
Sólo para España. Si usted ya es suscriptor o suscriptora puede, por 15 euros más, hacer que la persona que nos indique<br />
reciba durante un año la revista. Marque también la casilla correspondiente. No olvide rellenar los datos.<br />
Datos Personales<br />
Nombre y apellidos: .........................................................................................................................................................................................................................................................................................................<br />
Domicilio: ....................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................<br />
Población: ........................................................................................................................................................................................................Código postal: ................................................................................<br />
Provincia: ......................................................................................... Teléfono: ............................................................................ E-mail: ........................................................................................................<br />
Bolettín de sussccrippciiónn Nombre y apellidos: .........................................................................................................................................................................................................................................................................................................<br />
15<br />
1.531· ENERO 2012 15
16<br />
16<br />
Noticias de la <strong>HOAC</strong><br />
75 años de la LOC:<br />
Motivo de agradecimiento a Dios<br />
Manolo Copé<br />
Desde la <strong>HOAC</strong>, movimiento hermano de la LOC,<br />
queremos abrazaros y felicitaros en este día. Hace<br />
días vivisteis una huelga general, una huelga que<br />
pone de manifiesto la injusticia radical de esta manera de<br />
hacer política en Europa, una política de espaldas a la ciudadanía<br />
y de espaldas a las personas empobrecidas del<br />
mundo obrero y al servicio de los mercados.<br />
Pero ¡hoy no es día de tristezas…!, ya tendremos tiempo<br />
de seguir luchando contras las causas y las consecuencias<br />
de esta crisis que afecta a toda Europa. ¡Hoy es día de<br />
fiesta! Día de mirar atrás y dar gracias a Dios por este regalo<br />
que nos ha dado, la liga operaria católica, la LOC/MTC,<br />
Movimiento hermano por la proximidad lingüística y geográfica.<br />
No en vano formamos parte de la misma península<br />
ibérica. Y tampoco en vano compartimos encuentros y<br />
reflexiones varias veces al año, en el seminario europeo<br />
del MTCE, en los encuentros bilaterales, en los encuentros<br />
del sur de Europa… ¡Nos queremos y por eso necesitamos<br />
encontrarnos!<br />
Hoy desde España abrazamos a Portugal entera, pero de<br />
manera especial a nuestros hermanos y hermanas militantes<br />
de la LOC/MTC. Vosotros pretendéis humanizar el<br />
trabajo con la audacia del pasado, y la <strong>HOAC</strong> en nuestra<br />
XII asamblea General, marcamos como rumbo humanizar<br />
la cultura. Esta realidad nos muestra de nuevo, la <strong>sin</strong>tonía<br />
y la hermandad entre nuestros movimientos. Sintonía en<br />
planteamientos, en propuestas de vida y acción, en ser y<br />
vivir en la Iglesia, sirviendo al mundo obrero empobrecido,<br />
en España y Portugal.<br />
Damos gracias a Dios por la vida y testimonio coherente<br />
de tantos y tantas militantes de la LOC/MTC a lo<br />
largo de estos años, muchas veces, poco reconocido<br />
pero que al igual que la pequeña semilla, se pudre, crece<br />
y da fruto abundante. Damos gracias a Dios porque<br />
hacéis presente el Evangelio en rincones en los que casi<br />
1.531· ENERO 2012<br />
26 27<br />
75º<br />
nunca se habla de Jesús de Nazaret. Damos gracias a<br />
Dios por vuestro compromiso, por vuestra fidelidad al<br />
mundo del trabajo y a la Iglesia. Queremos que <strong>sin</strong>táis el<br />
cariño concreto de la <strong>HOAC</strong> que brota de la fraternidad<br />
evangélica.<br />
Nosotros también celebramos cumpleaños…, 65 exactamente,<br />
y aunque esa es la edad con la que normalmente<br />
se jubilan las personas trabajadoras, nosotros tenemos más<br />
ganas que nunca de seguir trabajando por la justicia junto<br />
a vosotros, a la luz de la Doctrina social de la Iglesia, y a la<br />
luz del Evangelio, siguiendo los pasos de aquel Loco que<br />
en Nazaret, soñó, bailó y cantó que otra manera de vivir<br />
era posible. En Él cobra sentido lo que hacemos, por Él esperamos<br />
que sigáis, al menos, cien años más con vuestra<br />
tarea.<br />
En diez años ¡nos vemos en España para celebrar nuestros<br />
75 años! ¡Enhorabuena! ■<br />
Más información:<br />
http://loc-mtc.ecclesia.pt/
<strong>La</strong> primera jornada estuvo dedicada a las iniciativas<br />
de cada movimiento respecto a la difusión de la<br />
«Carta Europea para las familias». <strong>La</strong> siguiente comenzó<br />
con la ponencia sobre «<strong>La</strong> Seguridad Social y la<br />
protección social en Reino Unido y en Europa», impartida<br />
por Graham Turner (economista, fundador de GFC Economics)<br />
y amigo del movimiento inglés de trabajadores cristianos<br />
y la mesa redonda posterior centrada en la situación<br />
de las personas migrantes –expuesta por Manolo Copé<br />
(<strong>HOAC</strong>)–; las personas jubiladas –a cargo de Fátima Almeida<br />
(LOC)–; los trabajadores precarios –presentada por<br />
Wilfried Wienen (KAB)–; las mujeres –desarrollada por<br />
Marietje Van Wolputte, ex-presidente de la KAV–; la Seguridad<br />
Social: avances y perspectiva –descrita por Marián<br />
Hosek (ex-vice ministro de Trabajo y Asuntos Sociales de<br />
la Republica Checa)–.<br />
<strong>La</strong> jornada posterior comenzó con la intervención del<br />
consiliario del MTCE, Emanuel Valadao Vaz, quien impartió<br />
una conferencia sobre «<strong>La</strong> seguridad social y el<br />
Noticias de la <strong>HOAC</strong><br />
Seminario del Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa:<br />
<strong>La</strong> Seguridad Social en una<br />
Europa en movimiento<br />
Comisión Permanente de la <strong>HOAC</strong><br />
27 30<br />
bienestar en la doctrina social de la Iglesia», que sirvió<br />
para iluminar con textos del Magisterio de la Iglesia la temática<br />
abordada en el seminario. Tras la charla se crearon<br />
grupos de trabajo por idiomas, para tratar los problemas,<br />
retos y perspectivas de la seguridad social en cada<br />
país. El día finalizó con una puesta en común de los grupos<br />
de trabajo y con la Eucaristía, para dar paso a la<br />
«Mesa de Europa».<br />
El último día acogió la Asamblea General de los miembros<br />
del MTCE, en torno a las prioridades del movimiento<br />
para los próximos cinco años, el acompañamiento espiritual<br />
del movimiento y el futuro encuentro de consiliarios<br />
que será el año próximo, coincidiendo con el seminario<br />
del MTCE, en Bratislava, Eslovaquia. ■<br />
Más información:<br />
http://www.hoac.es/que-hacemos/internacional/<br />
http://www.vote-europe.net/es/<br />
17<br />
1.531· ENERO 2012 17
18<br />
18<br />
<strong>La</strong> cuestión social, centro de la enseñanza social de la<br />
Iglesia, se ha configurado a lo largo de la historia de<br />
modo cambiante en sus manifestaciones, en la medida<br />
en que iban surgiendo nuevas expresiones y consecuencias<br />
de un conflicto social que adquiría dimensiones<br />
novedosas, por la introducción de cambios en la configuración<br />
del trabajo humano. Juan Pablo II llegará a decir<br />
que el trabajo humano es la clave de toda la cuestión social<br />
(1), para poner de manifiesto –como clave de lectura<br />
creyente de la realidad– que la configuración que el trabajo<br />
humano va adquiriendo se sitúa en la matriz de un conflicto<br />
que trasciende las meras dimensiones laborales afec-<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
Tema del mes<br />
El salario en la Doctrina<br />
Social de la Iglesia<br />
Fernando Carlos Díaz Abajo<br />
tando antropológicamente al ser humano, al configurar no<br />
solo una nueva manera de trabajar, <strong>sin</strong>o incluso de vivir,<br />
de proyectar la propia humanidad, el propio proyecto vital.<br />
Y esto es así porque el trabajo es el principal medio de<br />
realización, de humanización y socialización que tenemos<br />
las personas, pero concebido desde las claves del neoliberalismo,<br />
ha terminado por ser camino de deshumanización.<br />
Ha generado un tipo de persona que ha hecho suyos<br />
los «valores» del sistema, convirtiéndolos en cultura, en<br />
modo de vida, en el que no caben la fe o los humanismos.<br />
De ahí que ese conflicto haya adquirido dimensiones an-
tropológicas. Ya no hablamos de una cuestión meramente<br />
técnica, <strong>sin</strong>o de una confrontación de cosmovisiones.<br />
<strong>La</strong> Doctrina Social de la Iglesia se ha ocupado del tema<br />
del salario a lo largo de prácticamente todos los documentos<br />
del magisterio pontificio hasta «Mater et Magistra». Se<br />
han ido definiendo criterios que perfilan una concepción<br />
«cristiana» del salario. Esta concepción ha estado presente<br />
en multitud de actuaciones y reivindicaciones <strong>sin</strong>dicales y<br />
luchas del movimiento obrero, que han ido conquistando<br />
una serie de derechos de los trabajadores entre los que<br />
ocupa lugar principal el derecho al salario justo.<br />
Hoy los antiguos derechos empiezan a verse amenazados<br />
de modo que se han convertido en la contraprestación a pagar<br />
(en las renuncias) para mantener un concreto Estado de<br />
Bienestar, aunque tampoco esto hace que ese Estado de bienestar<br />
se sostenga. Al contrario, va retrocediendo, de modo<br />
que las garantías salariales –entre otras- empiezan a hacer<br />
aguas, y se empieza a hablar en un contexto mundializado<br />
de crisis, de unir necesariamente salarios y productividad,<br />
cambiando de forma sustancial el concepto salarial existente,<br />
sobre todo, en el mundo occidental.<br />
Hasta ahora, en nuestro contexto, se había impuesto la<br />
fórmula de determinar y ligar la cuantía de los salarios, entre<br />
otros factores, a uno especialmente decisivo como es el<br />
incremento del coste de la vida, como garantía del poder<br />
adquisitivo del salario. Ahora se habla de la necesidad de<br />
desvincular estos elementos y sujetar el salario al concepto<br />
de productividad. Lo que al final queremos respondernos<br />
es si es cristiano vincular los salarios de forma determinante<br />
a la productividad.<br />
De León XIII a Pablo VI<br />
El trabajo es concebido en la doctrina de la Iglesia como<br />
algo personal y necesario al ser humano (RN 32), es un derecho<br />
que permite en su ejercicio acceder a los bienes de<br />
la tierra (CA 47), de él se derivan derechos fundamentales<br />
de la persona, es <strong>título</strong> de propiedad (RN 8 y QA 52, CA<br />
31) es medio de perfección humana (MM 82) y la dignidad<br />
del trabajo y del trabajador se convierte en criterio de<br />
las estructuras económicas (MM 82-103). Además se concibe<br />
como superior a cualquier otro elemento de producción<br />
(GS 67, LE 4-10) colaboración en la obra creadora de<br />
Dios, asociación a la obra redentora de Jesucristo, cauce de<br />
servicio a los hermanos (PP 27, CA 43) y por ello existe<br />
una espiritualidad del trabajo (LE 24-27) (2).<br />
Todo este largo recorrido de más de un siglo tiene su<br />
arranque en la encíclica de León XIII «Rerum Novarum»,<br />
en la que el salario se configura como el derecho surgido<br />
del ejercicio del trabajo, que permite conseguir lo necesario<br />
Tema del mes<br />
para la comida y el vestido (3), y que otorga el derecho de<br />
emplear el salario a su gusto, permitiendo incluso acceder<br />
a la propiedad de bienes. El trabajo es el medio universal de<br />
subsistencia (4), y los frutos del trabajo han de ser de aquellos<br />
que ponen el trabajo (5). RN 32 aborda los criterios de<br />
determinación de los salarios, partiendo (téngase en cuenta<br />
que estamos en 1891) de que la cuantía del salario es establecida<br />
por libre consentimiento, y por tanto, pagado el<br />
salario convenido el patrono ha cumplido su parte y, consecuentemente<br />
«procede injustamente el patrono cuando<br />
se niega a pagar el salario pactado». Pero a esta argumentación<br />
RN añade algo que falta: el trabajo implica por naturaleza<br />
un carácter personal y necesario. Desde el aspecto personal,<br />
la libertad para pactar la retribución es ilimitada,<br />
aunque dicha retribución sea corta. Pero si, al aspecto personal<br />
se une el necesario, entonces resulta que «el salario<br />
no debe ser en manera alguna insuficiente para alimentar a<br />
un obrero frugal y morigerado. Por tanto, si el obrero, obligado<br />
por la necesidad o acosado por el miedo de un mal<br />
mayor, acepta aun no queriéndola, una condición más<br />
dura, porque la imponen el patrono o el empresario, esto es<br />
ciertamente soportar una violencia, contra la cual reclama<br />
justicia».<br />
«Un salario [que ha de ser] suficientemente amplio para<br />
sustentarse a sí mismo, a su mujer, y a sus hijos» (6).<br />
He aquí las cuestiones clave: la ilicitud de dejar la determinación<br />
del salario a la libre concurrencia de oferta y demanda,<br />
la justicia de la retribución, el carácter personal y<br />
necesario del trabajo, del que deriva la concepción del salario,<br />
y la cuestión del llamado «salario familiar», todo ello<br />
desde la clave de la dignidad de la persona que como principio<br />
fundamental sustenta esta reflexión.<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
19<br />
19
20<br />
20<br />
Tema del mes<br />
«Quadragessimo Anno» vuelve a reiterar la consideración<br />
del trabajo como <strong>título</strong> de propiedad (7), y abre la puerta a<br />
una nueva concepción de las relaciones laborales al entender<br />
que «capital y trabajo deberán unirse en una empresa común»<br />
(8) lo que conllevará una justa distribución de los beneficios<br />
que haga efectivo y posible que el salario, fruto del<br />
trabajo, permita no solo atender a la subsistencia y a las básicas<br />
necesidades familiares, <strong>sin</strong>o incluso, aumentar con el ahorro<br />
el patrimonio familiar, «para sostener más fácil y seguramente<br />
las cargas familiares y verse liberados de la incierta<br />
fortuna de la vida» (9).<br />
QA 63 a 75 considera los criterios del salario justo: no solo<br />
el carácter personal del trabajo, <strong>sin</strong>o el carácter social del mismo.<br />
«El trabajo no puede ser valorado justamente ni remunerar<br />
equitativamente si no se tiene en cuenta su carácter individual<br />
y social». Es de este doble carácter de donde se<br />
siguen las claves que deben regular y determinar el salario:<br />
–Una remuneración que alcance a cubrir el sustento<br />
propio y el de su familia; que permita atender convenientemente<br />
las necesidades domésticas ordinarias.<br />
–Una remuneración que tenga en cuenta las condiciones<br />
de la empresa y del empresario, <strong>sin</strong> que los escasos beneficios<br />
de la empresa –siempre que no lleve la misma a la ruina–<br />
sea causa justa para disminuir a los obreros el salario.<br />
–<strong>La</strong> cuantía del salario debe, finalmente, acomodarse al<br />
bien público económico, lo que requiere, en primer lugar,<br />
«dar oportunidad de trabajo a quienes pueden y quieren<br />
hacerlo..., siendo contrario a la justicia social disminuir o<br />
aumentar excesivamente, por la ambición de mayores ganancias<br />
y <strong>sin</strong> tener en cuenta el bien común, los salarios<br />
de los obreros; y, esa misma justicia pide que, en unión de<br />
mentes y voluntades y en la medida que fuere posible, los<br />
salarios se rijan de tal modo que haya trabajo para el mayor<br />
número y que puedan percibir una remuneración suficiente<br />
para el sostenimiento de su vida».<br />
–Un último criterio señala QA: «la justa proporción entre<br />
los salarios..., con la proporción de los precios a que se<br />
venden los diversos productos...».<br />
De manera que ya en 1931 se van configurando la dignidad<br />
de los trabajadores, la subsistencia familiar, el carácter<br />
social de la economía, la justicia social y el bien común<br />
como elementos a tener en cuenta en la determinación de<br />
los salarios. Será treinta años después, en 1961, que «Mater<br />
et Magistra», en un contexto histórico muy distinto del<br />
de «Rerum Novarum», abordará nuevamente esta cuestión,<br />
partiendo de la constatación de que «a innumerables<br />
trabajadores de muchas naciones y de continentes enteros<br />
se les remunera con salarios tan bajos que quedan someti-<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
dos ellos y sus familias a condiciones de vida totalmente<br />
infrahumanas» (10). Con esa situación de los necesitados<br />
contrasta «de manera abierta e insolente» la abundancia y<br />
el lujo desenfrenado de unos pocos.<br />
Estamos ante una generación –sigue diciendo la encíclica–<br />
«gravada con cargas excesivas para aumentar la productividad<br />
de la economía nacional de acuerdo con ritmos<br />
acelerados que sobrepasan por entero los límites que la justicia<br />
y la equidad imponen» (11). Hay además, un acusado<br />
contraste entre retribuciones altas «e incluso altísimas<br />
(12), por prestaciones de poca importancia o de valor discutible,<br />
y el trabajo asiduo y provechoso de categorías enteras<br />
de ciudadanos honrados y diligentes a los que se retribuye<br />
con salarios demasiado bajos, insuficientes para las<br />
necesidades de la vida, o, en todo caso, inferiores a lo que<br />
la justicia exige, si se tienen en la debida cuenta su contribución<br />
al bien de la comunidad, a las ganancias de la empresa<br />
en que trabajan, y a la renta total del país».<br />
«Mater et Magistra» está poniendo de manifiesto la ruptura<br />
entre la determinación de los salarios, y los criterios<br />
mencionados en las anteriores encíclicas. Ha empezado a<br />
aparecer la economía especulativa, no productiva, y a romperse<br />
la vinculación entre el trabajo humano y la satisfacción<br />
de las necesidades humanas, y empieza a desgajarse<br />
el trabajo de su carácter social. Y así reitera criterios establecidos<br />
y abunda en alguno nuevo:<br />
–No es lícito abandonar la determinación del salario a la<br />
libre competencia del mercado y tampoco es lícito que su<br />
fijación quede al arbitrio de los poderosos, <strong>sin</strong>o que en esta<br />
materia deben guardarse a toda costa las normas de la justicia<br />
y la equidad.<br />
–Esto exige que los trabajadores cobren un salario cuyo<br />
importe les permita mantener un nivel de vida verdadera-
mente humano, y hacer frente con dignidad a sus obligaciones<br />
familiares.<br />
–Ha de tenerse en cuenta, además, la efectiva aportación<br />
del trabajador a la producción económica.<br />
–Ha de tenerse en cuenta la situación financiera de la<br />
empresa en la que se trabaja.<br />
–Han de tenerse en cuenta las exigencias del bien común<br />
de la respectiva comunidad política, principalmente<br />
en orden a obtener el máximo empleo de la mano de obra<br />
en toda la nación.<br />
–Han de tenerse en cuenta las exigencias del bien común<br />
universal.<br />
Establece una novedad más al elevar a categoría de valor<br />
permanente y universal estos criterios, a los que añade matizaciones,<br />
como que «la proporción entre la retribución del<br />
trabajo y los beneficios de la empresa debe fijarse de acuerdo<br />
con las exigencias del bien común» y qué son tales exigencias:<br />
facilitar trabajo al mayor número posible de obreros, evitar<br />
la constitución de categorías sociales privilegiadas, mantener<br />
la proporción entre salario y precios, hacer accesible al<br />
mayor número de ciudadanos los bienes materiales y los beneficios<br />
de la cultura, suprimir o limitar las desigualdades entre<br />
los diversos sectores de la economía, equilibrar el incremento<br />
económico con el aumento de los servicios generales<br />
necesarios, ajustar las estructuras de producción al progreso<br />
científico y técnico, evitar la competencia económica desleal<br />
entre los países, cooperar en el desarrollo económico de las<br />
comunidades políticas más pobres. Estas exigencias además<br />
deben tenerse en cuenta para modular y determinar la retribución<br />
de los dirigentes de las empresas, y en forma de intereses<br />
o dividendos, a los que aportan el capital (13).<br />
A partir de «Mater et Magistra» se asume que los criterios<br />
expresados son permanentes y universales. «Pacem in Terris»<br />
se limitará a señalar el empeño que deben poner las autoridades<br />
en procurar que a los obreros aptos para el trabajo<br />
se les dé oportunidad de conseguir un empleo adecuado a<br />
sus fuerzas; y que se pague a cada uno el salario que corresponda<br />
según las leyes de la justicia y la equidad (14), en una<br />
situación de interdependencia cada vez mayor (15).<br />
Habrá que esperar al Concilio para encontrar en «Gaudium<br />
et Spes» alguna referencia más explícita, aunque breve,<br />
referida a la globalidad de la vida económica, al señalar<br />
que en ella debe respetarse y promoverse la dignidad<br />
de la persona humana..., porque «el hombre es el autor, el<br />
centro y el fin de la vida económico-social» (16) y para recordar<br />
una vez más –situación perenne– que, mientras<br />
unos pocos disponen de un poder amplísimo, hay muchos<br />
Tema del mes<br />
«El salario no debe ser<br />
en manera alguna insuficiente<br />
para alimentar a un obrero<br />
frugal y morigerado». León XII<br />
«viviendo con frecuencia en condiciones de vida y trabajo<br />
indignas de la condición humana», lo que expresa con la<br />
frase lapidaria: «el lujo pulula junto a la miseria» por lo que<br />
se habrá de evitar toda discriminación en materia de remuneración<br />
o de condiciones de trabajo (17), o para señalar,<br />
ya con carácter general, que «la remuneración del trabajo<br />
debe ser tal, que permita al hombre y a su familia una vida<br />
digna en el plano material, social, cultural y espiritual, teniendo<br />
presentes el puesto de trabajo y la productividad de<br />
cada uno, así como las condiciones de la empresa y el bien<br />
común», (18) o que son necesarias reformas que tengan<br />
como fin «el incremento de las remuneraciones» (19). En<br />
«Populorum Progressio», el tema del salario se aborda muy<br />
tangencialmente al considerar la situación de los trabajadores<br />
emigrados que deben ahorrar de su salario «para sostener<br />
a sus familias, que se encuentran en la miseria de su<br />
suelo natal» (20). «Octogésima Adveniens» se limitará a<br />
reiterar lo dicho en «Gaudium et Spes» (21).<br />
Juan Pablo II y Benedicto XVI<br />
No vuelve a plantearse de forma extensa el tema de los<br />
criterios para establecer la justicia del salario; ni siquiera en<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
21<br />
21
22<br />
22<br />
Tema del mes<br />
«El salario justo se convierte<br />
en todo caso en la verificación<br />
concreta de la justicia de todo<br />
el sistema socioeconómico».<br />
Juan Pablo II<br />
«<strong>La</strong>borem Exercens», que aborda la cuestión. Por un lado,<br />
porque parece que el tema ha quedado suficientemente<br />
planteado y agotado, en la delimitación teórica de estos<br />
criterios, y por otra, porque la cuestión de la remuneración<br />
del salario queda desplazada del centro de interés, siendo<br />
sustituida, primero, por la cuestión de la participación de<br />
los trabajadores en la vida económica, la llamada democracia<br />
económica y, posteriormente, por la cuestión de la<br />
nueva configuración del trabajo humano, en el marco de<br />
un conflicto social de carácter antropológico que hará surgir<br />
en la doctrina social posicionamientos más claros frente<br />
al neoliberalismo económico, hasta ir descubriendo y<br />
manifestando su radical inhumanidad.<br />
Es decir, lo que comenzó siendo una discusión sobre un<br />
tema teórico –la licitud o ilicitud del sistema de salariado–<br />
se ha convertido en una reflexión moral sobre la empresa<br />
y sobre el trabajo, para desembocar en una reflexión más<br />
amplia sobre el conflicto social entre capital y trabajo en<br />
cuanto conflicto antropológico que afecta a la totalidad de<br />
la existencia del hombre, de todo el hombre, y de todos<br />
los hombres y mujeres.<br />
LE 19 señala que «el problema clave de la ética social es<br />
el de la justa remuneración del trabajo realizado. No exis-<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
te en el contexto actual otro modo mejor para cumplir la<br />
justicia en las relaciones trabajador-empresario que el constituido<br />
precisamente por la remuneración del trabajo; la relación<br />
entre empresario y trabajador se resuelve en base al<br />
salario; es decir, mediante la justa remuneración del trabajo<br />
realizado».<br />
Pero el salario no solo es criterio de la justicia de la relación<br />
laboral directa entre un trabajador y un empresario concretos.<br />
<strong>La</strong> justicia de un sistema socioeconómico, sigue diciendo<br />
LE, y, en todo caso, su justo funcionamiento merecen en<br />
definitiva ser valorados «según el modo como se remunera<br />
justamente el trabajo humano dentro de tal sistema.» Y esto,<br />
porque cuando hablamos del salario estamos hablando de la<br />
redistribución de la renta, y de la justa distribución de los bienes,<br />
que la DSI sitúa a nivel de principio fundamental cuando<br />
habla del destino universal de los bienes: «la remuneración<br />
del trabajo sigue siendo una vía concreta, a través de la<br />
cual la gran mayoría de los hombres puede acceder a los bienes<br />
que están destinados al uso común» (22). Por eso, dice<br />
Juan Pablo II, «el salario justo se convierte en todo caso en la<br />
verificación concreta de la justicia de todo el sistema socioeconómico<br />
y, de todos modos, de su justo funcionamiento.<br />
No es ésta la única verificación, pero es particularmente importante<br />
y es en cierto sentido la verificación clave».<br />
«Centesimus Annus» se limita a reiterar los criterios expresados<br />
en documentos anteriores. En las encíclicas de<br />
Benedicto XVI, prácticamente solo hay referencias en «Caritas<br />
in Veritate» (23), para referirse al derecho al justo salario<br />
en el contexto de un trabajo decente.<br />
El salario en los Santos Padres<br />
y la Escritura<br />
<strong>La</strong> cuestión del salario no es específicamente tratada por<br />
los Padres. En consonancia con la línea profética del Antiguo<br />
Testamento cuando se aborda este tema se hace en el contexto<br />
del binomio riqueza-pobreza o justicia-injusticia. Por<br />
eso es breve la selección de textos de los Padres que denuncian<br />
la injusticia del salario escaso, o pagado tardíamente, retenido,<br />
o defraudado. <strong>La</strong> extensa recopilación de Sierra Bravo<br />
(24) solo recoge dos textos de San Ambrosio en<br />
comentario al Libro de Tobías que expresamente se refieren<br />
al salario para concluir que «es un homicidio negar a un<br />
hombre el salario que le es necesario para su vida» (25). San<br />
Juan Crisóstomo lamentará el desempleo de los pobres en invierno<br />
«pues nadie toma a jornal a los miserables, ni se los<br />
llama para servicio alguno» (26).<br />
Los Santos Padres valoran y abordan el trabajo desde la<br />
clave de la colaboración con la obra creadora de Dios, la<br />
conciencia de que es un deber del ser humano trabajar y<br />
no debe permitirse la ociosidad, o que es cauce para la ge-
nerosidad y la limosna compartiendo el fruto del trabajo.<br />
No solo es la manera de ayudarnos a nosotros mismos,<br />
<strong>sin</strong>o que es la forma de contribuir al sustento de los impedidos<br />
(27). El Crisóstomo cargará contra los propietarios<br />
de los campos que estafan el salario de los jornaleros o<br />
arrendatarios de sus tierras: «Todo el fruto tiene que ir a<br />
llenar sus toneles de iniquidad, y sólo unas monedas le tiran<br />
por ello al trabajador» (28).<br />
Los Padres abordan la comunicación de bienes, y la limosna,<br />
en clave de justicia y de caridad, y de la necesidad<br />
humana (29) y el destino universal de los bienes. Habiendo<br />
sido creado todo por Dios, y siendo nosotros solo meros<br />
administradores del bien común, hemos de «nivelar»<br />
las desigualdades mediante la limosna ejercida con generosidad<br />
(30). El afán por pasar el límite de la necesidad es la<br />
fuente de todos los males, dice San Juan Crisóstomo (31).<br />
«<strong>La</strong>s cosas necesarias nos son comunes» (32).<br />
Recogen la línea bíblica, en la que es expresión de justicia<br />
abonar el salario debido y con prontitud y honradez; no defraudar<br />
el salario (Gn 29, 15; 30, 28; 31, 7), el mandato es<br />
no retener el salario, <strong>sin</strong>o abonar el jornal cada día, porque el<br />
pobre, el trabajador «pasa necesidad y está pendiente del salario»<br />
(Dt 24, 14-15; Job 7, 2). «No dormirá contigo hasta el<br />
día siguiente el jornal del obrero» (Lv 19,13; Tob 4, 14; Mt<br />
20, 8). No abonar el salario, o no abonar el salario justo, es<br />
atentar contra la propia vida humana: «mata a su prójimo<br />
quien le quita el sustento, quien no paga el justo salario, derrama<br />
sangre» (Eclo 34, 22). El obrero tiene derecho a su salario<br />
(1Tim 5, 18). En la misma línea profética de la justicia,<br />
va contra Dios no abonar el salario debido (Jr 22, 13). Podemos<br />
ver a este respecto cómo los profetas son conscientes de<br />
que el trabajo es medio de vida y sustento de los pobres, manera<br />
de atender las necesidades personales y familiares de<br />
subsistencia, y por ello, clama al cielo el salario defraudado<br />
(St 5, 4), de modo que es Dios mismo quien reclamará justicia<br />
por el jornal defraudado al obrero (Mal 3, 5) pues quien<br />
«explota al necesitado, afrenta a su Hacedor» (Prov. 14, 31).<br />
Salarios y productividad<br />
En la sociedad salarial el trabajo asalariado pasó a ser, sobre<br />
todo, una fuente de seguridad, una posibilidad de controlar<br />
el futuro, una vez que el presente estaba asegurado,<br />
casi de un lado a otro de la escala social. Ahora bien, estamos<br />
asistiendo al agotamiento de ese modelo en que la integración<br />
social de los individuos estaba organizada en torno<br />
a la centralidad del trabajo protegido por un estatuto y<br />
garantizado por el Estado (33).<br />
Cada vez más, el salario se va convirtiendo en el pago<br />
de una mercancía, de un elemento más del proceso de<br />
producción, objetivado, despersonalizado, en tanto se va<br />
Tema del mes<br />
disociando de las necesidades personales y familiares de<br />
los trabajadores, y se va constituyendo en el precio que la<br />
ley de la oferta y la demanda (más la oferta que la demanda)<br />
fija en cada momento, hasta despojarlo de toda condición<br />
de estabilidad y seguridad, pero sobre todo de su carácter<br />
personal y de su dignidad.<br />
<strong>La</strong> nueva configuración de las relaciones laborales que se<br />
realiza a través de las sucesivas reformas laborales aprobadas<br />
en nuestro país, va mercantilizando éstas, de modo<br />
que el salario vuelve a ser lo que la Doctrina Social ya deploró<br />
desde el comienzo: una mera convención entre empresario<br />
y trabajador, a la que éste acude muchas veces urgido<br />
por la necesidad, y chantajeado por la indigencia,<br />
consciente de que quien renuncie a condiciones deshonrosas,<br />
so capa de su dignidad, tendrá, por fuerza, que aceptar<br />
aún más inhumanas situaciones futuras, pues cada vez<br />
significa menos la dignidad del trabajador y de su trabajo.<br />
Nada hay más contrario a la «teoría económica» de la<br />
Doctrina Social de la Iglesia que el liberalismo económico<br />
(34), especialmente este neoliberalismo capitalista y salvaje<br />
que nos toca vivir (35).<br />
Los medios de comunicación abundan cada cierto tiempo<br />
en informaciones acerca de la ingente cantidad de males<br />
que pueden sobrevenir si no se moderan los incrementos<br />
salariales y se hacen esfuerzos por parte de los<br />
trabajadores, lo que supone partir de una falsa convicción,<br />
cual es la de que los salarios en nuestro país son altos, elevados<br />
por encima de la racionalidad, y los principales –si no<br />
exclusivos– causantes de un gasto que hay que moderar.<br />
<strong>La</strong> Encuesta de Estructura Salarial que publica periódicamente<br />
el Instituto Nacional de Estadística (36), ofrece datos<br />
suficientes para poder rebatir las afirmaciones acerca<br />
de los sueldos excesivos de nuestro país, o de la homogeneidad<br />
salarial. Habrá que recordar nuevamente que bajo<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
23<br />
23
24<br />
24<br />
Tema del mes<br />
estas amplísimas diferencias está muchas veces la situación<br />
que ya denunciara «Rerum Novarum» (37).<br />
En este contexto se instala el debate para desvincular salarios<br />
de precios y necesidades, y asociarlos de forma más<br />
radical a la productividad. Es verdad que es uno de los elementos<br />
a tener en cuenta a la hora de establecerlos, pero<br />
por el contexto y en los términos en que la propuesta se<br />
formula, no es algo que podamos acoger <strong>sin</strong> más.<br />
<strong>La</strong> productividad es la relación que existe entre la producción<br />
obtenida y los recursos utilizados para conseguirla. Por<br />
tanto, producir más con menos eleva el resultado de manera<br />
interesante. Si la finalidad de la economía productiva es generar<br />
bienes y servicios que surgen de la transformación de<br />
las materias, con el concurso de capital y trabajo, y el salario<br />
es retribución del trabajo, admitimos que el beneficio, en su<br />
justa medida también, es retribución del capital. <strong>La</strong> productividad<br />
es el resultado de la ecuación de la eficacia y la eficiencia,<br />
que permite aplicar de manera eficiente los recursos<br />
disponibles al proceso productivo, minimizando los costes,<br />
para incrementar los beneficios, y ser más competitivos en el<br />
mercado, pudiendo ofrecer un producto –de igual calidad, se<br />
supone– a un precio más interesante para el consumidor. <strong>La</strong><br />
productividad está al servicio de la competitividad.<br />
El problema reside en que la equidad de la ecuación se<br />
rompe cuando la carga de reducir los costes se hace recaer<br />
solo en un elemento –el salario– de manera más exclusiva, y<br />
los datos desmienten tozudamente las previsiones, pues la<br />
moderación, la reducción salarial, se viene aplicando desde<br />
el comienzo de la crisis, y la fórmula mágica no reporta los<br />
esperados resultados (38). Desvincular salarios de inflación<br />
solo aporta un elemento más para posibilitar la reducción salarial<br />
<strong>sin</strong> freno. Pero, al margen de las razones meramente<br />
técnicas, económicas, para oponerse a una propuesta en la<br />
que la fluctuación salarial dependiera de los elementos meramente<br />
económicos de la ecuación, que siempre es discutible<br />
en sede de teoría económica, desde la Doctrina Social de la<br />
Iglesia hay razones más que suficientes para ello. Muchas veces<br />
coincidentes con los mencionados análisis económicos.<br />
Antepongamos todavía un dato: la productividad en España<br />
es similar a la europea, cuando los salarios no lo son<br />
(39). Se ha aumentado la productividad <strong>sin</strong> que el salario<br />
obtenga la parte de incremento del beneficio –habiendo<br />
aportado la casi totalidad de la reducción de costes que lo<br />
ha posibilitado– que se deriva de ese incremento (40).<br />
Aportación de la DSI<br />
<strong>La</strong> aportación que la Iglesia puede y debe hacer a este<br />
debate, es ayudar a recuperar la vigencia de los criterios<br />
que a lo largo de la historia la DSI ha ido señalando en re-<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
lación con la determinación del salario y que, como hemos<br />
visto, tienen un valor de principio permanente que hay<br />
que buscar y defender en la consecución de la justicia de<br />
las relaciones económicas, y hoy también en el marco de<br />
un trabajo decente (41).<br />
QA (42) recordaba además el carácter personal del trabajo<br />
humano al señalar que «el trabajo no puede ser valorado justamente<br />
ni remunerar equitativamente si no se tiene en<br />
cuenta su carácter individual y social», y que la fijación de los<br />
salarios debía tener en cuenta la fluctuación de los precios.<br />
<strong>La</strong> Doctrina Social pone a la persona en el centro de la<br />
actividad económica lo que significa mucho más que un<br />
reparto equitativo de la riqueza. El problema de fondo estriba<br />
en que el éxito de la actividad económica se mide en<br />
términos de rendimiento económico o beneficio, y, por<br />
tanto, su búsqueda lleva naturalmente a convertir a las<br />
personas empleadas en «factores de producción» al servicio<br />
de dicho éxito (43).<br />
En consecuencia, hay un primer componente de valoración<br />
del trabajo humano, irrenunciable, que es su carácter<br />
subjetivo, el que hace referencia a la centralidad y dignidad<br />
humana, al carácter no solo individual, <strong>sin</strong>o social –y, por<br />
ello familiar– del trabajo, y de la persona del trabajador. Y<br />
si el trabajo es, primariamente, medio de subsistencia, de<br />
adquirir los medios y recursos necesarios para la vida digna,<br />
éste es el principal y primero de los elementos a considerar<br />
a la hora de retribuir el trabajo; no cuánto se produce, a<br />
qué coste, cuánto se puede ganar produciendo ese bien, o<br />
haciéndolo en este o aquél lugar, o con estos u otros instrumentos<br />
y tecnologías; <strong>sin</strong>o cuánto es necesario retribuir el
trabajo humano desarrollado para producir ese bien, de<br />
modo que posibilite vivir dignamente y atender a las necesidades<br />
humanas de la propia persona del trabajador y de la<br />
propia familia; de modo que el salario permita la vida digna<br />
que se logra, principalmente, a través del trabajo. No olvidemos<br />
que la gloria de Dios es la vida del hombre; que el<br />
hombre viva (44). Por tanto las necesidades humanas son<br />
el primer referente a tener en cuenta (45). El servicio al<br />
hombre y a sus necesidades humanas, es la primera ley fundamental<br />
del desarrollo y de la actividad económica (46).<br />
El conjunto del proceso de la producción debe ajustarse a<br />
las necesidades de la persona y a la manera de vida de cada<br />
uno en particular, de su vida familiar (47). En el fondo se<br />
trata de poner a la persona en el centro de la vida económica,<br />
de recuperar el principio básico y central de la DSI que<br />
es la sagrada dignidad de la persona humana.<br />
El empleo no es un mero contrato que hay que negociar<br />
en los términos dictados por las fuerzas del mercado, <strong>sin</strong>o<br />
que es también una relación entre seres humanos (48).<br />
Por eso, junto a ello, hay que considerar otros elementos<br />
que cada vez más son interdependientes para la consecución<br />
del trabajo decente y del salario justo.<br />
<strong>La</strong>s exigencias del bien común –tanto de la propia comunidad<br />
política, como del bien común universal– se han<br />
de situar en la perspectiva de MM: «principalmente en orden<br />
a obtener el máximo empleo de la mano de obra». Es<br />
decir que la fijación del salario, una vez atendida la satisfacción<br />
de las necesidades, y teniendo en cuenta la efectiva<br />
aportación del trabajador a la producción, ha de tener<br />
en cuenta que debe ser cauce también, o al menos no resultar<br />
un obstáculo, para conseguir que todos los que quieran<br />
y puedan trabajar, encuentren un trabajo efectivo y<br />
digno. <strong>La</strong> fijación del salario desde las claves de la DSI es<br />
un cauce de lucha contra el desempleo, al poner la economía<br />
y el trabajo al servicio de las personas.<br />
Pero además, esta clave de interdependencia supone un<br />
freno a las políticas de deslocalización que practican tantas<br />
empresas transnacionales, y un elemento que puede propiciar<br />
la desaparición de prácticas laborales deshumanizadoras<br />
en países de entornos distintos a los del primer mundo,<br />
además de generar una práctica que impele a organizar<br />
las relaciones internacionales desde la base del comercio<br />
justo (49). Frente al «escándalo de las disparidades hirientes»<br />
(50), las exigencias del bien común, del destino universal<br />
de los bienes, de la participación y de la solidaridad<br />
hacen que no se pueda hablar de auténtico desarrollo si<br />
éste no se concibe desde su propia raíz como un movimiento<br />
en el que deben participar y del que deben beneficiarse<br />
por igual todos los países y todas las personas (51).<br />
El destino universal de los bienes y el principio del bien común<br />
internacional están presentes en estos criterios.<br />
Tema del mes<br />
El empleo no es un mero<br />
contrato que hay que negociar<br />
en los términos dictados<br />
por las fuerzas del mercado,<br />
<strong>sin</strong>o que es también<br />
una relación entre<br />
seres humanos<br />
Finalmente, habrá que tener en cuenta la situación financiera<br />
de la empresa en que se trabaja. El salario no puede<br />
tener un alcance confiscatorio de los beneficios. Es necesario<br />
retribuir el capital, en la misma medida que el<br />
trabajo. Esto, y así lo ha señalado recientemente «Caritas<br />
in Veritate» recordando criterios ya expuestos en la DSI,<br />
supone avanzar por tanto en la participación de los trabajadores<br />
en la gestión y las decisiones de la empresa.<br />
Hay una clave básica en todo este proceso de determinación<br />
de los salarios y es que no puede dejarse el mismo al<br />
juego de la libre competencia del mercado (MM 71), y<br />
tampoco es lícito que su fijación quede al arbitrio de los<br />
poderosos, <strong>sin</strong>o que en esta materia deben guardarse a<br />
toda costa las normas de la justicia y la equidad. Los mercados,<br />
el sistema financiero no puede ser quien fije los salarios<br />
libremente, quien valore el trabajo humano, pues no<br />
lo haría teniendo en cuenta los criterios expuestos, como<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
25<br />
25
26<br />
26<br />
Tema del mes<br />
hemos podido comprobar<br />
en nuestras propias carnes a<br />
lo largo de esta crisis que vivimos.<br />
Juega aquí necesariamente<br />
el principio de subsidiariedad,<br />
invocando una<br />
más que necesaria intervención<br />
estatal o supraestatal,<br />
de regulación de las políticas<br />
salariales. Es decir, habrá<br />
que reclamar al Estado<br />
que cumpla su papel de empresario<br />
indirecto (52).<br />
Conclusión<br />
<strong>La</strong> productividad no puede ser el factor determinante de<br />
la fijación y actualización de los salarios en ningún caso, al<br />
menos desde las claves de la Doctrina Social de la Iglesia;<br />
y la libre competencia del mercado que busca genéticamente<br />
la maximización del beneficio, no quisiera tener en<br />
cuenta más que esto. En el fondo cuando se habla de productividad<br />
no se está hablando de vincular la aportación<br />
efectiva del trabajador al proceso productivo en la clave<br />
Notas<br />
(1) LE 32 Cfr. Compendio de Doctrina<br />
Social de la Iglesia CDSI. Pontificio Consejo<br />
Justicia y Paz. Cap. 6º, II.<br />
(2) Cfr.: Rafael Mª Sanz de Diego, SJ<br />
«El trabajo en la DSI» en CD, artículos de<br />
«Una nueva voz para nuestra época...»<br />
loc cit. Dr. H. Onno Ruding, presidente<br />
de UNIAPAC, vice-presidente de Citibank,<br />
ex-Ministro de Economía de Holanda<br />
Acción Empresarial (oct-01-abril 2002)<br />
7-14. «El trabajo como clave de la cuestión<br />
social», Conferencia pronunciada en<br />
Ciudad del Vaticano (14-09-2001) en la<br />
Comisión Pontificia «Justicia y Paz». En<br />
CD, artículos de «Una nueva voz para<br />
nuestra época...» loc cit.<br />
(3) RN 3.<br />
(4) RN 6.<br />
(5) RN 8.<br />
(6) RN 33.<br />
(7) QA 52.<br />
(8) QA 53.<br />
(9) QA 61.<br />
(10) MM 68.<br />
(11) MM 69.<br />
(12) MM 70.<br />
(13) Cf. MM 78-81.<br />
(14) PT 64.<br />
(15) Vease el capítulo 7 del libro de<br />
Luis González-Carvajal Santabárbara «El<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
No puede dejarse el mismo al<br />
juego de la libre competencia<br />
del mercado y tampoco es lícito<br />
que su fijación quede al arbitrio<br />
de los poderosos,<br />
hombre roto por los demonios de la economía.<br />
El capitalismo neoliberal ante la<br />
moral cristiana». Pág. 203-245.<br />
(16) GS 63.<br />
(17) GS 66.<br />
(18) GS 67.<br />
(19) GS 71.<br />
(20) PP 69.<br />
(21) OA 14.<br />
(22) Cf. LE 19.<br />
(23) CV 63.<br />
(24) Restituto Sierra Bravo, «El mensaje<br />
social de los Padres de la Iglesia. Selección<br />
de textos». Ed. Ciudad Nueva. Madrid<br />
1989.<br />
(25) San Ambrosio, «Comentario al Libro<br />
de Tobías», 91, 92. En Sierra Bravo,<br />
o.c. pág. 405.<br />
(26) San Juan Crisóstomo, «Homilía sobre<br />
la limosna», 6 en Sierra Bravo, o.c.<br />
pág. 229.<br />
(27) San Juan Crisóstomo dirá que «el<br />
trabajo –el cuerpo de los pobres– es la<br />
fuente de sus ingresos. Todas sus fuentes<br />
de ingresos son sus manos», loc.cit. Por<br />
evitar una relación demasiado prolija,<br />
puede verse el índice temático de Sierra<br />
Bravo, o.c.<br />
(28) San Juan Crisóstomo, «Homilía<br />
LXI», 2 y 3. Sierra Bravo, o.c. pág. 260.<br />
(29) «A cuantos puedan hacer el bien<br />
diles que no cesen en ello, pues prove-<br />
personalista que propone<br />
«Mater et Magistra», <strong>sin</strong>o de<br />
vincular el salario al beneficio,<br />
vinculación que siempre<br />
–en este sistema económico,<br />
al menos– es inversamente<br />
proporcional, y a sabiendas<br />
que el beneficio así obtenido<br />
a costa del trabajador no va<br />
a revertir su retribución de<br />
modo equitativo entre el capital<br />
y el trabajo.<br />
De lo dicho se desprenden dos consecuencias. <strong>La</strong> primera<br />
es que la propia comunidad cristiana, impulsada por el<br />
mandato evangélico, ha de promover la puesta en práctica<br />
de la Doctrina Social, guiada por sus principios y preservando<br />
y fomentando los valores de la vida social. El hacerlo<br />
es una exigencia primaria de la dimensión caritativa de<br />
la Iglesia.<br />
Los criterios expresados por «Mater et Magistra», recogiendo<br />
todo un poso de tradición de la DSI, de fuente<br />
evangélica, deben ser puestos en valor mediante su utiliza-<br />
choso les es practicar buenas obras. Yo,<br />
por mi parte os digo que es necesario que<br />
todo hombre se vea libre de sus necesidades.<br />
Pues el que está necesitado y sufre<br />
estrecheces en su vida cotidiana, está en<br />
gran tormento y angustia». Cf. «El Pastor<br />
de Hermas», Comparación X, cap. IV, 2,<br />
en ibídem pág. 62.<br />
(30) <strong>La</strong>ctancio: «Debemos partir los beneficios<br />
comunes de nuestro Dios y Padre<br />
con los indigentes». «Instituciones Divinas»,<br />
libro V, cap. VI, en Sierra Bravo,<br />
o.c. pág. 363. San Gregorio de Nisa: «Poned<br />
medida a las necesidades de vuestra<br />
vida. No sea todo vuestro; haya también<br />
una parte para los pobres y amigos de<br />
Dios». En «Discurso I», Sierra Bravo, o.c.<br />
pág. 191. San Agustín: «<strong>La</strong> necesidad es<br />
la madre de todas las acciones humanas».<br />
En narraciones en los Salmos, Salmo 83,<br />
8. Ibídem, pág. 462. «Los bienes superfluos<br />
de los ricos son necesarios a los pobres.<br />
Posees lo ajeno, cuando posees lo<br />
superfluo». San Agustín, ídem Salmo<br />
147, 12, en ibídem, pág. 468.<br />
(31) Homilía XXXVII, 4. Ibídem pág.<br />
238.<br />
(32) Homilía XVII, 3 Ibídem, pág. 304.<br />
(33) Elio Estanislau Gasda. «Fe cristiana<br />
y sentido del trabajo». San Pablo-Comillas.<br />
Madrid, 2011. Pág. 61.<br />
(34) Cf. R. Sierra Bravo, «El mensaje
ción como criterios de determinación efectiva de los salarios,<br />
y deben ser postulados por quienes desde la fe se<br />
plantean un compromiso activo en el ámbito <strong>sin</strong>dical y<br />
laboral, especialmente.<br />
<strong>La</strong> segunda consecuencia consiste en la necesidad de<br />
fomentar una práctica de ojos abiertos y de corazón compasivo,<br />
para ver los rostros sufrientes de las víctimas de<br />
la crisis y dar testimonio de los principios del bien común,<br />
el destino universal de los bienes y la solidaridad.<br />
Esta segunda práctica de la dimensión caritativa, además<br />
de urgente e inaplazable, es una auténtica piedra de toque<br />
de nuestra veracidad y credibilidad. Es, en la hora<br />
presente, un modo privilegiado de anunciar la Buena Noticia<br />
del Reino luchando evangélicamente por salarios<br />
dignos, y empleos decentes(53), por la vía de una caridad<br />
que ha de hacerse transformadora (54) de la realidad.<br />
Será la caridad transformadora que vive permanentemente<br />
la aventura del absoluto y apuesta por la pasión<br />
de la vida, lo que permitirá, en palabras de José Ángel<br />
Valente, que cada nuevo día amanezcamos dispuestos a<br />
hallar nuevos caminos. Y a inventarlos (55). ■<br />
social de los padres de la Iglesia»... pág.<br />
19.<br />
(35) Cf. RN 15: «Lo realmente vergonzoso<br />
e inhumano es abusar de los hombres<br />
como de cosas de lucro y no estimarlos<br />
en más que cuanto sus nervios y<br />
músculos pueden dar de sí».<br />
(36) www.ine.es/jaxi/menu.do?type=<br />
pcaxis&path=/t22/p133&file=inebase&N=&L=0,<br />
la última encuesta publicada,<br />
en 2011 recoge datos de 2009.<br />
(37) Cf. RN 32.<br />
(38) Un interesante análisis en<br />
http://www.attac.es/el-disparate-economico-de-rubalcaba/.<br />
Juan Torres López.<br />
Véase también en www.attac.es/el-parola-crisis-y-las-falacias-neoliberales/<br />
un artículo<br />
de Vicenç Navarro publicado en Le<br />
Monde Diplomatique.<br />
(39) Algunos datos: http://www.diarioinformacion.com/economia/2011/08/21/cobramos-producimos/1160164.html<br />
.<br />
http://www.expansion.com/2011/08/<br />
01/empleo/desarrollo-de-carrera/1312217417.html<br />
(40) En 1984, en contexto de crisis<br />
como ahora, la Comisión Episcopal de<br />
Pastoral Social en el documento «Crisis<br />
económica y responsabilidad moral» señalaba<br />
que «es evidente que la aplicación<br />
de algunas medidas económicas en<br />
curso, y que todos conocemos, están suponiendo<br />
un grave costo social, económico<br />
y humano excesivo. Dicho costo<br />
debe ser repartido lo más justamente<br />
posible, evitando que recaiga desigualmente<br />
sobre la población. Porque nunca,<br />
y menos en las circunstancias actuales,<br />
por ejemplo, puede equipararse la<br />
pérdida del puesto de trabajo y la subsiguiente<br />
pobreza y sacrificios familiares,<br />
con la pérdida o disminución de beneficios<br />
empresariales».<br />
(41) CV 63.<br />
(42) QA 69, 74, y 75.<br />
(43) «Una economía al servicio de las<br />
personas. Ante la crisis, conversión y solidaridad».<br />
Carta Pastoral de los Obispos<br />
de Pamplona y Tudela, Bilbao, San Sebastián<br />
y Vitoria. Cuaresma-Pascua<br />
2011. Editorial Eset, Vitoria-Gasteiz,<br />
2011. Nº 20.<br />
(44) Ireneo de Lyon. «Gloria Dei vivens<br />
homo et vita hominis visio Dei».<br />
Adversus Haereses IV, 20, 7.<br />
(45) Sobre las necesidades humanas<br />
ya hablaba GS 3 al tener en cuenta que<br />
la salvación se dirige al hombre, a todo<br />
el hombre, y a toda la humanidad. Véase,<br />
publicado por el Departamento de<br />
Pastoral Obrera de la CEAS, de la Conferencia<br />
Episcopal Española, editado<br />
por Alfonso Alcaide Maestre: «El traba-<br />
Tema del mes<br />
jo humano, principio de vida». EDICE,<br />
Madrid 2007.<br />
(46) GS 64.<br />
(47) GS 67. Vid «Catecismo de la<br />
Iglesia Católica» n 2428, 2434.<br />
(48) David Sheppard y Rafael Díaz Salazar<br />
(eds.) «El desempleo y el futuro del<br />
trabajo. Una investigación para las Iglesias».<br />
Sal Terrae. Col. Presencia Social<br />
23. Cantabria 1999, pág. 136.<br />
(49) Luis González-Carvajal Santabárbara,<br />
«El hombre roto por los demonios<br />
de la economía. El capitalismo neoliberal<br />
ante la moral cristiana». Pág. 223-227.<br />
(50) PP 9.<br />
(51) «Una economía al servicio de<br />
las personas. Ante la crisis, conversión<br />
y solidaridad». Carta Pastoral de los<br />
Obispos de Pamplona y Tudela, Bilbao,<br />
San Sebastián y Vitoria. Cuaresma-Pascua<br />
2011. Editorial Eset, Vitoria-Gasteiz,<br />
2011. nº 23.<br />
(52) LE 17.<br />
(53) Mateo 11, 3-5.<br />
(54) Joaquín García Roca. «Caridad<br />
transformadora». Noticias Obreras 1.526,<br />
agosto 2011.<br />
(55) José Ángel Valente. Poema Fulgor.<br />
«Evitad que nadie / Os ate en el siempre<br />
/ O en el nunca…/ Para que cada nuevo<br />
día / Amanezcáis / Dispuestos a hallar /<br />
Nuevos caminos / Y a inventarlos».<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
27<br />
27
28<br />
28<br />
<strong>La</strong> <strong>Mundialización</strong><br />
Francisco Porcar<br />
El libro de Rafael Díaz-Salazar «Desigualdades Internacionales.<br />
¡Justicia Ya! Hacia un programa mundial de<br />
justicia global» (Icaria, Barcelona 2011) resulta precioso<br />
para comprender qué ocurre en nuestro mundo y<br />
cómo podemos afrontarlo con humanidad, superando el<br />
riesgo cierto de «volvernos más ciegos de lo que estábamos»<br />
antes de la crisis frente al indecente empobrecimiento que<br />
sufren miles de millones de personas y fortaleciendo una mirada<br />
internacionalista que nos aproxime «a quienes más sufren<br />
el empobrecimiento causado por el capitalismo neoliberal<br />
globalizado». Es un texto breve (de 94 páginas) que, por<br />
una parte, muestra con contundencia el escándalo de la desigualdad<br />
que resulta del proceso de acumulación de capital<br />
y, por otra, propone los elementos fundamentales para caminar<br />
hacia un «programa mundial de justicia global», que<br />
es la primera necesidad de nuestro mundo.<br />
Es una invitación a una triple actitud: a la indignación<br />
que provoca contemplar y comprender la inmoral concentración<br />
de la riqueza en manos de unos pocos que provoca<br />
el empobrecimiento extremo de miles de millones de<br />
personas, a la rebelión que nace de vivir como insoportable<br />
esa situación de empobrecimiento; y a la esperanza,<br />
pues existen medios económicos suficientes y propuestas<br />
bien fundamentadas para construir otro mundo posible.<br />
El empobrecimiento está causado por las desigualdades<br />
en la apropiación de la riqueza. En el mundo hay recursos<br />
más que suficientes para acabar con el empobrecimiento.<br />
Por eso, lo que se necesita es justicia en la distribución de<br />
los bienes. Por ejemplo, según un estudio del Instituto<br />
Mundial para el Desarrollo Económico de la Universidad<br />
de la ONU, el abismo de la desigualdad en el mundo es el<br />
siguiente: el 1% de los hogares del mundo (que son unos<br />
37 millones de personas del total de 7.000 millones de habitantes<br />
del planeta) acumula ¡el 40% de los activos mundiales!;<br />
el 10% de los hogares poseen ¡el 85%!; y el 50%<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
Justicia global<br />
más pobres ¡sólo tiene el 1% de la riqueza global de los hogares!<br />
Esto supone que, en una escala 0-100 (mínima desigualdad-máxima<br />
desigualdad), estamos actualmente en<br />
el punto 89. En las últimas décadas, el capitalismo neoliberal<br />
globalizado no ha parado de incrementar esas desigualdades.<br />
Otro ejemplo: en la lista de los más ricos del<br />
mundo (aquellos que poseen una fortuna superior a los<br />
1.000 millones de dólares), en 2011, aparecen 1.210 personas,<br />
más que en los años anteriores a la crisis. Los tres<br />
más ricos del mundo acumulan una riqueza superior a<br />
todo lo que los países de la OCDE dedican a la Ayuda Oficial<br />
al Desarrollo; los diez más ricos acumulan una riqueza<br />
superior a lo que haría falta para conseguir los Objetivos<br />
de Desarrollo del Milenio.<br />
Está muy claro, pues, hacia dónde hay que mirar para<br />
avanzar en justicia global. Son necesarias políticas públicas<br />
internacionales, entre las que son especialmente importantes<br />
las siguientes: una nueva Ayuda Oficial al Desarrollo<br />
vinculada a los Objetivos de Desarrollo del Milenio; un comercio<br />
internacional con justicia; la condonación y reinversión<br />
de la deuda externa; impuestos internacionales<br />
para una redistribución mundial de la riqueza; reconocimiento<br />
y restitución de la enorme deuda ecológica provocada<br />
por la explotación de los bienes naturales de los países<br />
empobrecidos; desarme para el desarrollo. Además,<br />
son necesarias otras dos cosas: políticas de lucha contra el<br />
empobrecimiento y la desigualdad nacional en cada país<br />
del Sur; y aprender del «maldesarrollo», buscando modelos<br />
de ecodesarrollo, pues «el mundo rico está formado por<br />
países maldesarrollados que han provocado la actual catástrofe<br />
ecológica y han generado una alienante reducción<br />
del tiempo de la vida al consumo y a la producción dentro<br />
de sistemas de trabajo crecientemente precarizados. Además,<br />
los niveles de bienestar y consumo de estos países no<br />
son universalizables y se basan en una acumulación injusta<br />
de bienes públicos globales».
<strong>La</strong> <strong>Mundialización</strong><br />
Los empobrecidos por el mundo<br />
n Evasión de impuestos<br />
por las multinacionales<br />
Un informe del Instituto de Investigaciones de la Internacional<br />
de la Educación, documenta el escándalo de los<br />
enormes ingresos que pierden los gobiernos debido a la<br />
evasión de impuestos por parte de las empresas multinacionales<br />
y las repercusiones que esto tiene sobre servicios<br />
públicos esenciales. Sobre ello ha dicho la Confederación<br />
Sindical Internacional: «Cientos de miles de millones de<br />
dólares se pierden cada año porque las empresas han encontrado<br />
nuevas formas para evitar el pago de sus impuestos,<br />
y los gobiernos compiten para atraer inversiones<br />
de las multinacionales mediante la reducción del impuesto<br />
de sociedades, que cada vez es más bajo. Los gobier-<br />
n Violación<br />
de derechos laborales<br />
en Tailandia<br />
<strong>La</strong> Confederación Sindical Internacional<br />
(CSI) denuncia la sistemática violación<br />
de los derechos laborales en<br />
Tailandia. Tanto empresas locales<br />
como multinacionales (Ford, Mazda,<br />
Michelín, Goodyear…) recurren a<br />
prácticas anti<strong>sin</strong>dicales: cierres patronales,<br />
despidos, discriminación de los<br />
<strong>sin</strong>dicalistas…, para restringir la afiliación<br />
y las actividades <strong>sin</strong>dicales. Se<br />
utiliza sistemáticamente la subcontratación<br />
para debilitar la negociación<br />
colectiva y la legislación limita mucho<br />
los derechos <strong>sin</strong>dicales de los trabajadores<br />
inmigrantes.<br />
Por otra parte, muchos niños y ni-<br />
ñas son víctimas de las peores formas<br />
de trabajo infantil, principalmente<br />
en la agricultura, cultivo del<br />
camarón, pesca, servidumbre doméstica<br />
y prostitución.<br />
Abunda el trabajo forzoso y el<br />
maltrato a los trabajadores inmigrantes.<br />
Se ha podido constatar que<br />
en una provincia del país, cerca del<br />
60% de los inmigrantes birmanos en<br />
el sector del marisco se encuentran<br />
en condiciones de trabajo forzoso. Y<br />
un informe de la ONU establece<br />
que más de la mitad de los pescadores<br />
inmigrantes que trabajan en barcos<br />
tailandeses han sido testigos de<br />
ase<strong>sin</strong>atos de trabajadores tan débiles<br />
por sus condiciones laborales<br />
que ya no se les consideraba «útiles»<br />
para trabajar.<br />
n Violación<br />
de derechos laborales<br />
en Filipinas<br />
Según la Confederación Sindical Internacional,<br />
en Filipinas domina un<br />
clima de violencia anti<strong>sin</strong>dical. Los<br />
<strong>sin</strong>dicalistas son víctimas de intimidaciones,<br />
acosos, despidos, falsas acusaciones<br />
penales, arrestos, amenazas, e<br />
nos están privando efectivamente a sus propios ciudadanos<br />
de los ingresos del impuesto de sociedades que podrían<br />
utilizarse en garantizar servicios públicos de calidad.<br />
Los gobiernos tienen que centrarse en garantizar que las<br />
empresas paguen lo que les corresponde, en lugar de recortar<br />
los servicios públicos, reducir los salarios y los derechos<br />
de las personas en el trabajo».<br />
incluso ase<strong>sin</strong>atos. Tanto empresas<br />
como autoridades emplean prácticas<br />
anti<strong>sin</strong>dicales. Sistemáticamente se<br />
sustituyen contratos indefinidos por<br />
subcontratación para restringir la afiliación<br />
<strong>sin</strong>dical. En las Zonas Económicas<br />
Especiales, las fuerzas de seguridad<br />
impiden la <strong>sin</strong>dicación de los<br />
trabajadores, y los que intentan organizarse<br />
son inscritos en listas negras.<br />
También están muy extendidos el trabajo<br />
infantil y el trabajo forzoso. Según<br />
diversas fuentes, entre 2 y 5 millones<br />
de niños y niñas trabajan,<br />
muchos explotados en las peores formas<br />
de trabajo infantil. Muchas mujeres<br />
y niñas son obligadas a la fuerza a<br />
trabajar en la servidumbre doméstica<br />
y/o a prostituirse. Muchos hombres<br />
también son forzados a servidumbre<br />
por deudas como peones en la agri-<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
29<br />
29
30<br />
30<br />
<strong>La</strong> <strong>Mundialización</strong><br />
n Justicia para<br />
Guatemala<br />
El Obispo de San Marcos (Guatemala),<br />
Alvaro Ramazzini, ha hecho un llamamiento<br />
a la sociedad civil de los países<br />
del Norte a exigir más transparencia en<br />
las relaciones comerciales Norte-Sur<br />
para que «se basen en la justicia y no<br />
en el provecho». No es aceptable, dice,<br />
«la actitud de los países ricos que mantienen<br />
su estilo de vida a costa de las<br />
naciones pobres y luego dan un poco<br />
de cooperación». El Obispo es especialmente<br />
crítico con las explotaciones mineras<br />
de multinacionales y apoya la resistencia<br />
pacífica de las comunidades<br />
contra una minería, sobre todo de oro<br />
n Sindicatos búlgaros<br />
Los <strong>sin</strong>dicatos de Bulgaria están luchando contra<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
y plata, que «no deja nada a nuestra<br />
gente» y produce solamente «daños<br />
ecológicos irreparables». Critica al gobierno<br />
de Guatemala que «llama a la<br />
inversión extranjera <strong>sin</strong> imponer medidas<br />
que ayuden al país a salir de la pobreza»,<br />
pues muchas de esas empresas<br />
no respetan los Convenios de la OIT.<br />
El Obispo denuncia que, mientras<br />
59 familias acaparan la riqueza del<br />
país, se está incrementando el problema<br />
ya crónico de la pobreza, con casi<br />
un 60% de los niños entre 1 y 5 años<br />
con desnutrición, el aumento de la peligrosa<br />
emigración a Estados Unidos, y<br />
la extensión del narcotráfico y la violencia<br />
que sufren especialmente las<br />
mujeres.<br />
n Campaña <strong>sin</strong>dical<br />
contra el Mundial de<br />
Fútbol de Qatar<br />
Dentro de sus actividades en defensa<br />
de los derechos laborales en la construcción<br />
de infraestructuras para eventos<br />
deportivos mundiales, la Confederación<br />
Sindical Internacional y la<br />
Internacional de Trabajadores de la<br />
Construcción y la Madera, se han reunido<br />
con el Secretario General de la<br />
FIFA (la Federación Internacional de<br />
El amor en el mundo<br />
Fútbol) para informarle de que, a menos<br />
que Qatar cambie radicalmente la<br />
situación de violación de derechos laborales,<br />
el movimiento <strong>sin</strong>dical internacional<br />
llevará a cabo una campaña contra<br />
la celebración del Mundial de<br />
Fútbol de 2022 en aquel país.<br />
El movimiento <strong>sin</strong>dical internacional<br />
no está dispuesto a aceptar que se<br />
construyan los estadios <strong>sin</strong> el más mínimo<br />
respeto a los derechos de los trabajadores.<br />
<strong>La</strong> práctica totalidad de los trabajadores<br />
de la construcción en Qatar<br />
son inmigrantes que son brutalmente<br />
maltratados: carecen de todo derecho<br />
laboral y <strong>sin</strong>dical, cobran sueldos miserables,<br />
y los riesgos de salud y seguridad<br />
que padecen son extremos.<br />
Los <strong>sin</strong>dicatos también han planteado<br />
a la FIFA la necesidad de incluir los<br />
derechos laborales en los criterios de<br />
selección de los países que pretendan<br />
los recortes sociales que quiere imponer el gobierno,<br />
que plantea medidas para reducir el gasto público,<br />
sobre todo despidos masivos de los trabajadores<br />
de los ferrocarriles y elevar un año la edad<br />
de jubilación a partir de 2012, incumpliendo un<br />
acuerdo sobre pensiones alcanzado con los <strong>sin</strong>dicatos<br />
hace menos de un año.<br />
Ante las movilizaciones <strong>sin</strong>dicales, el gobierno<br />
ha reducido sus pretensiones, pero sigue planteando<br />
aumentar la edad de jubilación en cuatro<br />
meses. Los <strong>sin</strong>dicatos lo rechazan, pues la edad<br />
de jubilación ya se ha elevado cinco años para las<br />
mujeres y tres para los hombres en los últimos 15<br />
años, y plantean la convocatoria de una huelga
Gerardo Meil, «Individualización y solidaridad familiar» :<br />
Entrevista<br />
«<strong>La</strong> gente se fía más de la<br />
solidaridad familiar que del<br />
Estado y del mercado»<br />
José Luis Palacios<br />
–¿Cómo ha influido la<br />
irrupción de la «familia<br />
negociadora» en la solidaridad<br />
familiar?<br />
–Cabría pensar que la<br />
emergencia de la «familia<br />
negociadora» habría erosionado<br />
la solidaridad,<br />
porque este modelo supone<br />
que las normas y los<br />
roles dentro de las familias<br />
son negociables y<br />
puestos en cuestión por<br />
los individuos. Sin embargo,<br />
los datos evidencian<br />
que no ha sido así.<br />
–Sin embargo, el proceso<br />
de «individualización»<br />
no se ha detenido...<br />
–<strong>La</strong> vida familiar ha<br />
cambiado en muchos ámbitos.<br />
Siendo la solidaridad<br />
fuerte en España, cada vez más se entiende<br />
como de emergencia, puntual....<br />
El cuidado de personas, bien de<br />
niños, bien de mayores dependientes,<br />
no se concibe solo como responsabili-<br />
2010 75%<br />
dad de la familia <strong>sin</strong>o también compartida<br />
con el mercado y el Estado. Formulado<br />
de otra manera, los abuelos<br />
tienen que cuidar de los nietos, sobre<br />
todo en caso puntuales, cuando están<br />
«<strong>La</strong> frecuencia<br />
de las ayudas<br />
que se reciben<br />
dependen<br />
de la<br />
proximidad<br />
afectiva<br />
y relacional<br />
que tengan»<br />
enfermos, cuando no queda<br />
más remedio... Pero su figura como<br />
sustitutos de las guarderías ha ido perdiendo<br />
peso con respecto a hace unas<br />
décadas. En eso ha influido el proceso<br />
de «individualización» y el hecho de<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
31<br />
31
32<br />
32<br />
Entrevista<br />
que las abuelas cada vez más<br />
están trabajando a cambio de<br />
un salario, de modo que esta<br />
ayuda se recibe de forma compartida<br />
con las guarderías públicas<br />
y privadas.<br />
–<strong>La</strong>s normas familiares se<br />
cuestionan, pero siguen existiendo<br />
y se aplican...<br />
–Más que nada, se da una<br />
modificación en la aplicación<br />
de las mismas. Comparativamente<br />
con otros país, hay unas<br />
normas de solidaridad económica<br />
y residencial muy fuertes<br />
en España, más que en el centro<br />
y norte de Europa. Su aplicación<br />
se ve de una forma más<br />
matizada, en el sentido de que<br />
la responsabilidad no es única<br />
por parte de las familias. <strong>La</strong> solidaridad<br />
familiar no se concibe<br />
como un sustituto del Estado<br />
del Bienestar. También la<br />
responsabilidad del cuidado<br />
cada vez más se concibe desvinculada<br />
del género, aunque<br />
en la práctica siguen siendo<br />
más las mujeres las que se ocupan<br />
de estas tareas. Pero los<br />
hombres están siendo más interpelados<br />
por ello y aunque no<br />
hay datos de conflictos por este<br />
motivo, es de suponer que hay más<br />
diálogo y más debate sobre quién debe<br />
asumirlo.<br />
Otra consecuencia de estos procesos<br />
es que la frecuencia de las ayudas<br />
que se reciben dependen de la<br />
proximidad afectiva y relacional que<br />
tengan. Es necesario invertir esfuerzo,<br />
tiempo y dedicación a las relaciones<br />
para sean buenas y pueda funcionar<br />
el intercambio de ayudas. <strong>La</strong>s<br />
cosas ya no están tan dadas, por las<br />
normas, <strong>sin</strong>o que hay que trabajárselas.<br />
–¿Cómo ha afectado la crisis a la<br />
solidaridad familiar?<br />
–Al preguntar si era mejor acudir al<br />
banco o los servicios sociales que a la<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
«En perspectiva, llevamos<br />
poco tiempo en crisis, es duro<br />
decirlo, pero es así»<br />
familia para cuidar a los mayores,<br />
como hizo el CIS en 2004 y 2010, siguiendo<br />
el proceso de «individualización»,<br />
uno esperaba que la familia<br />
fuera perdiendo peso y, <strong>sin</strong> embargo,<br />
lo que ha sucedido, con esta crisis financiera<br />
y del Estado del bienestar,<br />
tanto en el plano normativo como en<br />
el práctico, es que se apuesta más por<br />
la familia. Es decir, la gente se fía más<br />
de la solidaridad familiar, y reclaman<br />
su reforzamiento, que del Estado y<br />
las instituciones financieras. Que eso<br />
en la realidad funcione o no genere<br />
conflictos por exceso de demanda es<br />
una cuestión abierta.<br />
–¿Hay síntomas de agotamiento<br />
de la solidaridad familiar?, ¿qué pueda<br />
pasar cuando no dé más de sí el<br />
colchón familiar?<br />
–No he hecho estudios,<br />
pero a través de indicadores<br />
cualitativos parece que lo que<br />
aumenta, cuando se recurre a<br />
la familia, son los sentimientos<br />
encontrados. Existen las<br />
normas y la obligación de<br />
ayudarse, pero también la<br />
sensación de estar sobrecargados,<br />
de pensar que esto no lo<br />
tiene que resolver solo el individuo.<br />
Cabe esperar que esto<br />
se acepte con resignación o<br />
con insatisfacción que pueda<br />
dar lugar a conflicto expreso.<br />
Aunque haya solidaridad familiar,<br />
la sobrecarga tiene costes<br />
para las relaciones.<br />
–¿Diría que más que los<br />
cambios culturales y la irrupción<br />
de nuevos modelos familiares,<br />
el papel del mercado<br />
del trabajo y de la<br />
vivienda ha influido más decisivamente<br />
para que la solidaridad<br />
residencial y de proximidad<br />
sea un rasgo distintivo<br />
de la sociedad española?<br />
–Ha habido un proceso de<br />
interacción, de retroalimentación<br />
y de adaptación de todo.<br />
El mercado laboral de los tres<br />
tercios es muy inestable para los jóvenes,<br />
lo que dificulta los proyectos<br />
de emancipación de los hijos. Al fin y<br />
al cabo, los padres se ven afectados,<br />
por lo que se da una estrategia de<br />
toda la unidad familiar. Ha habido<br />
una adaptación por parte de las familias<br />
a esa circunstancia del mercado<br />
del trabajo. También ha habido una<br />
adaptación al hecho de que las nuevas<br />
generaciones hayan elevado el<br />
listón de los criterios de emancipación,<br />
ya no es algo a toda costa <strong>sin</strong>o<br />
bajo unos niveles de vida y de consumo<br />
determinados. Eso no se cuestiona<br />
en la familia, aunque se discuta<br />
de vez en cuando bajo fórmulas<br />
como «pues en mi época...». Esto es<br />
una cuestión cultural sobre cómo organizar<br />
la vida y el estilo de vida.
–¿Se puede estar produciendo<br />
frustración en las nuevas generaciones<br />
por no poder garantizar el mismo<br />
nivel de vida que sus padres?<br />
–Es un discurso que se oye mucho,<br />
pero no se ha respaldado con datos. A<br />
mí me tocó la crisis del 73 que duró<br />
hasta el 85 y puedo decir que la incorporación<br />
al mercado de trabajo de mi<br />
generación fue muy dura y muy lenta,<br />
con experiencias de desempleo muy<br />
largas. Cada año se incorporaban más<br />
jóvenes de la generación del «baby<br />
boom» a un mercado laboral que estaba<br />
destruyendo empleo. <strong>La</strong> posibilidad<br />
de lograr el mismo nivel que los padres<br />
no era fácil, ni tan alta como ahora. <strong>La</strong><br />
solución que se adoptó fue la reducción<br />
radical del número de hijos y la<br />
incorporación de la mujer al trabajo remunerado,<br />
como estrategia para aumentar<br />
la renta relativa. En perspectiva,<br />
en comparación llevamos poco<br />
tiempo en crisis –es duro decirlo, pero<br />
es así–. No veo claro que la situación<br />
de los jóvenes de ahora sea peor que la<br />
de los de la anterior crisis.<br />
–El modelo de Estado del Bienestar<br />
de España, según su estudio, ha<br />
descuidado las tareas de cuidado,<br />
que han recaído en la familia. ¿A<br />
qué se debe?<br />
–Hay una concepción de la familia<br />
detrás. También es cierto que después<br />
de la crisis del 73 y durante la<br />
transición democrática, hubo una crisis<br />
de legitimación del propio Estado<br />
del bienestar. En España no se daba<br />
por hecho que tuviera que tener la<br />
forma que hoy tiene. El caso es que<br />
se apostó por un modelo basado en la<br />
independencia económica de las generaciones,<br />
soportado por el sistema<br />
de pensiones. <strong>La</strong> filosofía de las pensiones<br />
suficientes y la cultura de la<br />
propiedad de la vivienda han provocado<br />
que el modelo de independencia<br />
residencial, cada uno en su casa y<br />
durante el mayor tiempo posible, ha<br />
definido el modelo.<br />
También se ha apostado por la sanidad<br />
pública, lo que ha afectado a la lon-<br />
gevidad de la vida, incluso agudizando<br />
el problema de viabilidad, ya que se<br />
vive más tiempo, los últimos tramos en<br />
situación de dependencia, y en un contexto<br />
de familias de tamaño reducido y<br />
menos hijos para los cuidados.<br />
El desarrollo de los cuidados de<br />
personas dependientes se ha ido posponiendo<br />
y posponiendo hasta que la<br />
situación financiera del Estado junto<br />
con la ideología política facilitó su implantación.<br />
Pero justo en un momento,<br />
en que las alegrías duraban poco.<br />
<strong>La</strong> solución de la ley de dependencia<br />
ha sido dar unos euros a las mujeres<br />
que cuidan a los mayores en el hogar<br />
y volver a colocar los cuidados en el<br />
seno de las familias.<br />
–¿Qué es mejor instaurar servicios<br />
sociales públicos o ayudas como las<br />
desgravaciones, para que las familias<br />
puedan acudir al mercado en busca<br />
de soluciones «más baratas»?<br />
–Eso ya es una apuesta ideológica.<br />
Entrevista<br />
«Aunque haya solidaridad familiar, la<br />
sobrecarga tiene costes para las relaciones»<br />
De mi estudio no se deriva ninguna<br />
preferencia. Cuando se apuesta por el<br />
desarrollo de servicios sociales, quienes<br />
tienen mayor poder de negociación<br />
para arrancar del Estado la organización<br />
de esos servicios, obtienen<br />
más. En términos generales, las ciudades<br />
pueden conseguir más que los<br />
pueblos y unos colectivos más que<br />
otros. Pero si se dan transferencias de<br />
dinero a la sociedad para que ésta, en<br />
determinadas circunstancias, elija lo<br />
que quiera, hay mayor igualdad en el<br />
acceso a los recursos. También es verdad<br />
que el mercado acude allí donde<br />
hay negocio y cuando hay problemas<br />
es más fácil cortar las prestaciones dinerarias<br />
que los servicios sociales.<br />
Cada cosa tiene sus pros y sus contras.<br />
Como investigador no puedo decantarme.<br />
Como individuo, estoy a favor<br />
del desarrollo de servicios públicos,<br />
pero no solo públicos, porque cuando<br />
hay oferta de mercado, cuando también<br />
hay competencia, las cosas suelen<br />
funcionar mejor. n<br />
Más información:<br />
www.uam.es/personal_pdi/economicas/gmeil//index.html<br />
www.prensa.lacaixa.es/obrasocial/show_annex.html?id=21017<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
33<br />
33
34<br />
34<br />
Experiencia<br />
Una radio local de Canarias acoge un programa de la <strong>HOAC</strong><br />
El mundo obrero<br />
conquista las ondas<br />
José Luis Palacios<br />
<strong>La</strong> radio forma parte de la vida cotidiana de muchas<br />
personas a las que acerca el devenir del mundo a través<br />
de un torrente de emociones y de ideas. «Sabemos<br />
las dificultades que tiene la mayoría de la población para<br />
leer revistas y libros, sobre todo si trata de temas sociales o<br />
políticos», afirma Pino Trejo, una de la voces de «Mundo<br />
Obrero hoy». Su compañera de micrófono, Juani Sosa, destaca<br />
una ventaja que ofrece este medio: «Podemos llegar a un<br />
mayor número de personas, de una manera fácil, entrando<br />
en sus hogares para mostrarles la realidad que ellos mismos<br />
viven, pero de la cual no se suele tener mucha conciencia».<br />
Radio Tamaraceite es una emisora local de carácter cultural<br />
ubicada en el barrio de las afueras de <strong>La</strong>s Palmas del<br />
mismo nombre, creada por iniciativa del grupo de Cáritas<br />
de la Parroquia de San Antonio Abad y la Asociación Cultural<br />
«Piedra Viva». Su asalto a las ondas se produjo, desde<br />
los 12 metros cuadrados de un antiguo baño reforma-<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
do, en enero de 1996, gracias a un pequeño equipo de<br />
apenas 100 vatios, y un reproductor de cassette y otro de<br />
compact-disc, más bien caseros. Desde sus instalaciones<br />
ampliadas hoy se emite una completa programación que<br />
pretende, sobre todo, ser un taller de radio y un espacio de<br />
promoción de valores para el barrio que escucha.<br />
Cuarenta personas colaboran de forma de<strong>sin</strong>teresada en<br />
este proyecto que «pretende favorecer el aprendizaje democrático,<br />
abierto a la participación y gestionado de modo<br />
conjunto», bajo la dirección del párroco Cristóbal Déniz.<br />
En Radio Tamaraceite-Onda Parroquial, que es el nombre<br />
completo de la iniciativa, están convencidos de que «un<br />
deber de los medios de comunicación es hacer llegar a<br />
toda la comunidad todas las actividades y proyectos que<br />
realizan nuestras instituciones públicas y privadas y que se<br />
quedan de puertas para adentro en muchas ocasiones», en<br />
palabras de Juani Sosa, quien añade que «conocer y mos-
trar, a través de la radio, el trabajo pastoral que se realiza<br />
en el ámbito diocesano, en las parroquias, comunidades y<br />
movimientos es parte esencial de esta emisora que no<br />
quiere perder su raíces católicas».<br />
<strong>La</strong> idea surgió de forma natural, de la práctica de difusión<br />
de sus militantes. A raíz de la celebración del Día de la<br />
<strong>HOAC</strong> de 2009, varios miembros implicados en la parroquia<br />
fueron invitados en varias ocasiones a los programas de<br />
radio e incluso se retransmitió alguna de las actividades previstas.<br />
Aquel año, la reflexión compartida de los obreros de<br />
la Acción Católica partía del lema «Trabajar y consumir,<br />
¿eso es vida» y suscitó en los oyentes un gran interés. El párroco<br />
acabó por ofrecer formalmente a la <strong>HOAC</strong> un espacio<br />
de media hora a la semana en la emisora.<br />
Hubo de transcurrir un año hasta dar con personas dispuestas<br />
a asumir la labor y definir las líneas generales del<br />
espacio. Finalmente, el 28 de abril de 2011, Día Mundial<br />
por la Salud y Seguridad de los Trabajadores, «Mundo<br />
Obrero hoy», comenzó su andadura en las ondas, de la<br />
mano de Josefa Valerón, por aquel entonces responsable<br />
de Difusión de la <strong>HOAC</strong> de Canarias que hacía de guionista,<br />
mientras que Javier Guerra y Pino Trejo, recién llegada<br />
de su experiencia en la Comisión Permanente, se encargaban<br />
de la locución y el desarrollo en directo.<br />
«El objetivo siempre ha sido difundir la tarea evangelizadora<br />
de la <strong>HOAC</strong>, mostrando la realidad de empobrecimiento<br />
e injusticia que vive el mundo obrero actual (sus dificultades,<br />
luchas, esperanzas...), presentar con nuestras acciones (compromiso,<br />
celebraciones, gestos, actividades...), a Jesucristo<br />
como opción liberadora, y alumbrar todo esto con los textos<br />
de la Doctrina Social de la Iglesia», comenta Pino Trejo.<br />
El 6 de octubre de 2011 comenzó la segunda temporada,<br />
asumiendo la realización de los guiones Juani Sosa y Pino<br />
Trejo, con el apoyo de la sección diocesana de difusión y la<br />
intención de que se puedan ir incorporando cada vez más<br />
personas. <strong>La</strong> programación de la temporada se diseña teniendo<br />
en cuenta las propias actividades de la <strong>HOAC</strong> diocesana,<br />
los días señalados para el mundo obrero y los actos programados<br />
con la Acción Católica, la Pastoral Obrera y el Apostolado<br />
Seglar. Luego la actualidad completa la emisión semanal<br />
que sigue el esquema «Ver, Juzgar y Actuar».<br />
«El esfuerzo mayor recae en la preparación», admite Juani<br />
Sosa, «hay que buscar datos, información concreta, textos<br />
adecuados de la Doctrina Social de la Iglesia a los temas<br />
que se van a tratar y reflexiones de la <strong>HOAC</strong> y de sus<br />
medios de difusión que puedan servirnos...». A pesar de lo<br />
costoso que pueda parecer, confiesa, «es muy gratificante,<br />
por lo que aprendemos y redescubrimos, de la <strong>HOAC</strong> y de<br />
la Iglesia».<br />
Experiencia<br />
«Podemos llegar de una manera<br />
fácil a muchos hogares<br />
para mostrar la realidad que<br />
viven, pero de la cual<br />
no se suele tener conciencia»<br />
A la hora de valorar el impacto del programa, Pino Trejo<br />
es <strong>sin</strong>cera: «siendo egoístas, tenemos que reconocer que<br />
la mayor repercusión se produce en nosotras mismas... y<br />
de cara a los demás, no podemos saberlo exactamente, por<br />
que no sabemos cuántas personas nos escuchan». Sin embargo,<br />
gracias al blog del programa y a los correos electrónicos<br />
que mandan con el enlace de cada emisión, se han<br />
dado cuenta de que «cada vez nos escuchan más, al menos<br />
entre la gente de la <strong>HOAC</strong> de Canarias, los amigos, los<br />
familiares..., y se está difundiendo a otras personas, empezando<br />
por los simpatizantes».<br />
Si de algo sirve esta experiencia de difusión es para confirmar<br />
«la gran valía que tienen nuestros medios, Noticias<br />
Obreras, ¡Tú!, Ediciones <strong>HOAC</strong>, hoac.es y todas las reflexiones<br />
que realizamos como movimiento», aunque advierte<br />
Pino Trejo que «sólo en la medida en que aplicamos lo<br />
que publicamos podemos reconocer que nuestros materiales<br />
alcanzan el valor que les corresponde cuando se usan<br />
para lo que están hechos: la evangelización». Por el momento,<br />
Juani Sosa y Pino Trejo cuentan con «un medio<br />
más accesible y una excusa perfecta para difundir entre<br />
amigos y compañeros» de los ámbitos en los que trabajan<br />
y en los que están comprometidas. ■<br />
Más info:<br />
http://mundobrerohoy.blogspot.com/<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
35<br />
35
A s í n o s v e n , a s í s o m o s<br />
36<br />
36<br />
Así nos ven...<br />
No a una Cátedra de Teología en<br />
la Universidad de Granada<br />
UNI <strong>La</strong>ica–Granada. laicismo.org.<br />
<strong>La</strong> aprobación de una Cátedra de Teología católica por<br />
parte de la Universidad de Granada (UGR) supone una<br />
grave vulneración del principio de aconfesionalidad y<br />
neutralidad del Estado, representa un ataque a los principios<br />
de la institución universitaria, basados en la independencia<br />
y el rigor del pensamiento racional y crítico,<br />
al pretender equiparar la ciencia, objeto de la Universidad,<br />
con la teología, que forma parte de las creencias de<br />
cada confesión religiosa, <strong>sin</strong> más fundamento que su fe.<br />
Se da con ello un paso más a la catolización de la Universidad,<br />
retrocediendo a los tiempos medievales y al nacional-catolicismo…<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
Una parroquia<br />
acogedora<br />
<strong>La</strong> Asamblea del 15-M del barrio<br />
lleva algunos meses buscando<br />
lugar para reunirse cada<br />
quince días. Hasta ahora lo hacían<br />
en la calle, en la plaza de<br />
la Iglesia, a la vista de todos,<br />
pero el frío y la hora de reunión<br />
aconsejan buscar un lugar<br />
bajo techo.<br />
Toni, militante de la <strong>HOAC</strong> que participa en el<br />
movimiento, ha recorrido las asociaciones de vecinos<br />
y entidades sociales y culturales del barrio, incluso<br />
las oficinas del Centro Cívico y del Distrito Municipal.<br />
Más de diez visitas. En todas ha obtenido las<br />
mismas respuestas: «No os podéis reunir aquí».<br />
«Aquí no queremos saber nada de política, porque<br />
¿esto es política, no?», «Es que si el ayuntamiento se<br />
entera nos quitarán la subvención», «Lo siento, hay<br />
reunión del partido»… o, simplemente NO.<br />
Al final el único sitio en que han encontrado cobijo<br />
ha sido la parroquia. Para sus reuniones y para la mesa<br />
<strong>La</strong> cátedra de Teología está dirigida desde sus inicios<br />
por el rector de la Facultad de Teología, que también está<br />
al frente de la «comisión gestora» encargada de su desarrollo;<br />
este rector es un padre jesuita que debe sumisión<br />
y obediencia a la Iglesia católica. De hecho, el propio texto<br />
del Acuerdo explicita que se tratarán «...los temas vitales<br />
de la existencia humana, a la luz del mensaje cristiano».<br />
Por consiguiente, la neutralidad aconfesional que exige<br />
la Constitución se conculca radicalmente con la creación<br />
de la cátedra de Teología, pues se privilegia a una<br />
determinada confesión, la católica, en detrimento de las<br />
demás creencias y convicciones, religiosas o no, de las<br />
setenta mil personas que componen la comunidad de la<br />
UGR.<br />
...y así somos<br />
redonda que van a organizar sobre la crisis, abierta a<br />
todo el barrio. Aunque no sea algo confesional la parroquia<br />
quiere acoger la vida de las personas que lo habitan<br />
y propiciar caminos de mayor dignidad humana,<br />
porque son caminos en los que podemos seguir encontrando<br />
al Obrero de Nazaret. No preguntamos en qué<br />
creen. Vivimos con ellos. Les ofrecemos lo que somos.<br />
<strong>La</strong> parroquia sigue queriendo ser una luz que brille<br />
en medio de las tinieblas. Aunque no siempre se<br />
quiera acoger la luz.<br />
Fernando C. Díaz Abajo<br />
www.nando-elperegrino.blogspot.com
El termómetro<br />
Hace unos años, con motivo del Sínodo sobre la<br />
Vida Consagrada, los obispos insistían mucho en<br />
la necesidad de comunión que algunos calificaban<br />
de «orgánica». Una preocupación legítima con tal de que<br />
la situemos en el dinamismo de la Iglesia, pueblo de Dios<br />
cuyos miembros son animados por el Espíritu y que se<br />
constituye en la misión.<br />
Ya en 1975 la exhortación apostólica «Evangelii Nuntiandi»<br />
recordó : «<strong>La</strong> Iglesia existe para evangelizar»; «el<br />
evangelizador anuncia ante todo el reino de Dios»; «sólo<br />
el reino es absoluto y todo el resto es relativo». Quiere decir<br />
que Iglesia es una entidad referencial llamada siempre<br />
a salir de la endogamia para ser signo e instrumento del<br />
reino de Dios que, gracias al Espíritu, ya brota en todos los<br />
rincones de nuestro mundo. Su objetivo es la llegada del<br />
reino de Dios y toda la su organización visible con todos<br />
sus ministerios, incluidos los ministerios ordenados, no es<br />
fin <strong>sin</strong>o medio.<br />
Obras Completas<br />
Guillermo Rovirosa<br />
Pedidos<br />
<strong>HOAC</strong><br />
C/ Alfonso XI, 4 - 4º<br />
28014 Madrid<br />
Teléfono: 91 701 40 80<br />
Fax: 91 522 74 03<br />
Correo electrónico:<br />
difusion@hoac.es<br />
administracion@hoac.es<br />
Comunión<br />
para la misión<br />
Jesús Espeja<br />
Todos los bautizados somos evangelizadores y en la medida<br />
en que actualicemos nuestra vocación, en distintas<br />
culturas, con distintas mentalidades y en una sana pluralidad,<br />
se va fraguando la unidad y comunión de la Iglesia.<br />
Sin duda hoy la fragmentación es amenaza seria para la<br />
Iglesia. Necesitamos vivir la comunión para llevar a cabo<br />
la misión o anuncio del Evangelio. Pero esa comunión es<br />
obra del Espíritu que va infundiendo en todos los bautizados<br />
el apasionamiento por el reino de Dios, nos da luz<br />
para discernir las distintas situaciones y suscita en nosotros<br />
la creatividad.<br />
Para garantizar esa comunión, <strong>sin</strong> destruir la sana pluralidad,<br />
la Iglesia es enriquecida con el ministerio de los<br />
obispos. <strong>La</strong> función de este ministerio no es lograr la<br />
uniformidad apagando los distintos carismas que también<br />
el Espíritu suscita en la comunidad cristiana, <strong>sin</strong>o<br />
garantizar la unidad y comunión en vistas a la evangelización.<br />
■<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
37<br />
37
38<br />
38<br />
El Evangelio en tu vida<br />
Juguemos cada domingo al rescate<br />
Juan Fernández de la Cueva<br />
Navidad es tiempo de sentir la alegría de que Dios<br />
se ha atrevido a poner su choza en nuestro complicado<br />
mundo. Porque no ha escogido un palacio<br />
para nacer <strong>sin</strong>o un pesebre fuera de la ciudad. Y no se ha<br />
rodeado de cortesanos <strong>sin</strong>o de pastores, ciudadanos de 4ª<br />
categoría. A partir de entonces los pobres cotizan como un<br />
valor de muchos enteros en la Bolsa del Reino.<br />
Y después de la Navidad pasamos a la cuesta de enero<br />
que coincide con el tiempo ordinario del año litúrgico. Mi<br />
amigo Agustín me dio la pista de que el año litúrgico se parece<br />
al juego del rescate que nos divertía de pequeños: el<br />
juego consiste en que a todo individuo que pillan (o «la pocha»)<br />
se lo llevan prisionero junto a un poste. Allí queda<br />
inmovilizado y vigilado, <strong>sin</strong> vida. Pero la tensión del juego<br />
está en que si otro de tu equipo llega a tocar al pelotón de<br />
prisioneros al grito de «salvados», los libra a todos y salen<br />
corriendo con otra vida.<br />
Así pasa con el misterio de Dios: en Belén se esconde<br />
para venir sigilosamente a tocarnos hasta que grita en el<br />
poste de la cruz: «¡salvados!». Entonces los que estaban inmovilizados<br />
corren como quien estrena vida. Cada domingo<br />
es un anticipo de ese «rescate», un episodio donde se<br />
visualiza el drama de estar prisionero sabiendo que alguien<br />
trabaja secretamente para que la historia termine en el grito<br />
de «salvados».<br />
Así nos muestra la liturgia a Jesús en estos domingos<br />
de enero y nos lanza una pregunta a<br />
cada uno:<br />
–El domingo día 8, Jesús, que ya se había sumergido<br />
entre los obreros de Nazaret, se pone a<br />
la cola de los pecadores que van a solicitar el<br />
bautismo de conversión a Juan Bautista. Entonces<br />
el Padre certifica que Él está con su Hijo<br />
amado y avala su misión entre los últimos. ¿Me<br />
muestro yo orgulloso de echar mi suerte entre<br />
los últimos de la crisis? Después del fiasco del<br />
rescate de los gobiernos a las instituciones financieras<br />
¿cómo estoy de pobreza solidaria<br />
con los que están inmovilizados en el paro?<br />
–El domingo día 15, Jesús nos asocia a la intimidad<br />
de su equipo de «rescate» («venid con-<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
migo… y ellos vieron donde vivía y se quedaron con él»).<br />
¿Disfruto yo de esa confianza que ningún mercado financiero<br />
me puede quitar por muy inmovilizado que me haya<br />
dejado en la crisis? ¿O me quedo atenazado por el miedo<br />
de que los recortes sociales me afecten personalmente?<br />
–El domingo día 22, Jesús nos asocia a su tarea de descubrir<br />
la Buena Noticia y dedicar mi vida a proclamarla:<br />
«se ha cumplido el plazo, el Reino de Dios está cerca».<br />
¿Acompaño yo a los parados de larga duración a descubrir<br />
la fuerza transformadora del evangelio? ¿Descubro<br />
con ellos las semillas evangélicas entre los empobrecidos?<br />
–El domingo día 29, Jesús libra con autoridad a una persona<br />
que está endemoniada, como les pasa a los que en el<br />
escondite no pueden moverse y están prisioneros. ¿Gasto<br />
yo mis fuerzas en acercarme a los que «la pochan» en<br />
esta crisis para tocarlos en nombre de Jesús y que puedan<br />
salir corriendo libres? ¿En qué equipo juego yo?<br />
Nosotros no somos «escribas» que discursean moralinas,<br />
<strong>sin</strong>o discípulos de Jesús. Si queremos seguirle en el misterio<br />
de su «rescate», debemos ser astutos como serpientes<br />
y decididos como leones ante los mercados <strong>sin</strong> ética que<br />
han cogido a tantos prisioneros en la crisis. <strong>La</strong> liturgia nos<br />
irá guiando durante el año. ■
A los cuarenta años de Barbiana en España<br />
Una escuela para la vida<br />
Víctor Manuel Marí Sáez<br />
El libro consiste en una carta escrita por<br />
unos muchachos de pueblo que habían<br />
sido declarados inútiles para la educación.<br />
Hoy diríamos que eran chicos de «fracaso<br />
escolar». Pero lo que ellos y don Milani van argumentando<br />
y exponiendo a lo largo del libro<br />
es otro tipo de fracaso bien distinto: el del propio<br />
sistema educativo, convertido en un hospital<br />
para sanos que margina a los pobres y ayuda<br />
a aumentar las brechas sociales.<br />
Como tantas otras noticias, la de este 40º aniversario<br />
no ha tenido casi ninguna repercusión<br />
en los medios masivos. Yo me enteré a través<br />
de la suscripción que tengo a la revista de los<br />
Educadores Milanianos, movimiento de renovación<br />
pedagógica que aglutina a una serie de<br />
educadores que desde diversos espacios educativos<br />
continúan impulsando la pedagogía milaniana. Su nº<br />
54 (2011) está dedicado monográficamente a esta cuestión,<br />
y en Internet es posible encontrar referencias interesantes.<br />
Por eso en este artículo voy a abordar el tema desde<br />
otra perspectiva. Lo centraré en compartir mi<br />
experiencia personal como lector de los trabajos de don<br />
Milani, mi encuentro con algunas personas de este movimiento<br />
y las reflexiones que todo ello me suscita.<br />
Carta a una maestra<br />
60<br />
El punto de partida es el encuentro con «Carta a una<br />
maestra». Personalmente me llega a través de mi mujer<br />
Flori, cuando aún era mi novia. Ella era por aquél entonces<br />
(y sigue siendo ahora) una educadora de vocación que<br />
sembró en mí esta pasión, hace de esto ya algunas décadas.<br />
Flori me introdujo en la lectura de «Pedagogía del<br />
oprimido» (Paulo Freire) y «Carta a una Maestra». ¡Casi<br />
nada! El libro me resultó desconcertante, provocador, profético,<br />
irónico, y mucho más. Según iba leyendo sus pági-<br />
Cultura<br />
nas iba descubriendo la capacidad que tenían unos chicos<br />
excluidos para tomar la palabra colectivamente, formular<br />
una crítica demoledora al sistema educativo y a la sociedad<br />
que les había lanzado a la cuneta y proponer una escuela<br />
a tiempo completo que sirviese para compensar las desigualdades.<br />
Uno de los fragmentos que sigo recordando es<br />
el que dedican a criticar la desconexión del sistema educativo<br />
formal con la realidad:<br />
«<strong>La</strong> Historia de este medio siglo era la que mejor me sabía.<br />
Revolución rusa, fascismo, guerra, resistencia, liberación<br />
de África y de Asia. <strong>La</strong> Historia que han vivido mi<br />
abuelo y mi padre. También sabía bien la Historia en que<br />
yo vivo. Es decir, el periódico que leíamos en Barbiana todos<br />
los días en voz alta, de punta a cabo (...). Pero nada<br />
del periódico sirve para vuestros exámenes. Es la prueba<br />
de que hay poco en vuestra escuela que sirva para la vida».<br />
Junto a este fragmento hay otros textos a los jueces italianos,<br />
un texto retomado por amigos míos del movimien-<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
39<br />
39
40<br />
40<br />
Cultura<br />
to de insumisión al servicio militar<br />
obligatorio. En otros pasajes<br />
del libro se narra la transformación<br />
que conseguía generar la escuela<br />
de Barbiana en los chicos;<br />
aquellos que habían sido desechados<br />
por el sistema educativo<br />
formal por inútiles, tras su paso<br />
por Barbiana, conseguían sacar<br />
notas excelentes, además de sentirse<br />
útiles y solidarios respecto a<br />
los problemas de su época.<br />
«Carta a una maestra» me llevó<br />
casi irremediablemente a querer conocer<br />
más sobre la figura de Lorenzo<br />
Milani. En «Experiencias Pastorales»<br />
(1958) cuenta su trayectoria creyente,<br />
el modo en que su seguimiento<br />
de Jesús y su cuestionamiento a la<br />
sociedad y a Iglesia italiana de su<br />
época le lleva a que sus superiores le<br />
arrinconen en la pequeña aldea perdida<br />
de Barbiana, desde donde consiguió<br />
sembrar esta semilla que aún<br />
hoy sigue dando frutos.<br />
Los milanianos que<br />
he conocido<br />
Merece una referencia especial la<br />
persona que en España introdujo el<br />
pensamiento, la obra y la praxis de<br />
Barbiana. Se trata de José Luis Corzo<br />
Toral. Escolapio, entró en contacto<br />
con esta pedagogía en su periodo de estudio en Roma, y desde<br />
entonces ha sido un infatigable impulsor de esta causa. Su<br />
tesis doctoral abordó este tema (1980) y posteriormente fue<br />
publicada bajo el <strong>título</strong> de «Lorenzo Milani, maestro cristiano.<br />
Análisis espiritual y significación pedagógica». Su trabajo<br />
no sé quedó en la teoría; en el año 1971 pone en marcha<br />
junto a otros la apertura de la Casa-Escuela Santiago 1 de formación<br />
profesional para chavales del mundo rural, un proyecto<br />
que ha ido sobreviviendo hasta la actualidad a pesar de<br />
las muchas trabas con las que se ha ido encontrando.<br />
Dos apuntes más sobre mi encuentro con Barbiana. Mi<br />
interés por la Comunicación Educativa hizo que me llamase<br />
especialmente la atención el trabajo que hacían en Barbiana<br />
alrededor de la lectura colectiva del periódico. Destacaría<br />
la capacidad de su metodología para desentrañar<br />
todo lo que las noticias pretenden ocultar, así como el<br />
acierto que tiene esta estrategia educativa de conectar el<br />
aprendizaje en la escuela con la realidad. Puedo decir que<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
Tras pasar por Barbiana,<br />
muchos chicos conseguían<br />
sentirse útiles y solidarios<br />
respecto a los problemas<br />
de su época<br />
el libro «Leer periódicos en clase»<br />
(Editorial Popular, 1984) es<br />
uno de los mejores textos que he<br />
leído sobre como analizar la<br />
prensa. Aún hoy es útil y necesaria<br />
su lectura.<br />
El segundo apunte tiene que<br />
ver con los «milanianos» con los<br />
que me he ido cruzando en la<br />
vida, y la huella que han dejado<br />
en mí. El primero fue Antonio<br />
Oria de Rueda, con el que coincidí<br />
en el colectivo Tetuán-Ventilla<br />
(Madrid) a principios de los noventa.<br />
El impartía un taller sobre vídeo con<br />
los chavales de este barrio, y yo estaba<br />
formándome como animador sociocultural.<br />
Su creatividad y originalidad,<br />
el modo en el que traducía la<br />
pedagogía de Barbiana a la era audiovisual<br />
y la realidad de los chavales actuales<br />
me parecieron muy sugerentes.<br />
El segundo milaniano con el que he<br />
tenido la suerte de cruzarme ha sido<br />
Carlos García, presente junto a José<br />
Luis Corzo desde los inicios en Salamanca.<br />
Le conocí cuando llegué a vivir<br />
a El Puerto de Santa María, lugar<br />
en el que trabajaba como profesor y<br />
director de un colegio público. Desde<br />
su sencillez y desde la vida Carlos<br />
dice muchísimo más de lo que pueda<br />
parecer a simple vista. Ha conseguido<br />
abrir espacios para otra educación<br />
más inclusiva en medio de lo cotidiano, pequeño y a veces<br />
prosaico que tiene el trabajo en un colegio de infantil y primaria.<br />
Ha demostrado que incluso en el desierto puede nacer<br />
y crecer una flor. Junto a su trabajo en el colegio está su<br />
militancia política, primero en el PCE y luego en Izquierda<br />
Unida. Una presencia también sencilla y servicial, pero muy<br />
sugerente para quien quiera explorar las relaciones entre<br />
educación y política.<br />
Junto a ellos, desde la distancia y como lector suyo, sigo<br />
a José Luis Corzo, siempre sugerente, o las andanzas internacionales<br />
de algunos milanianos ilustres como Francesco<br />
Tonucci, impulsor de inteligentes reflexiones pedagógicas,<br />
algunas de ellas centradas en pensar el papel de los niños<br />
en la construcción social y política de la ciudad. Una última<br />
recomendación: en Youtube se puede encontrar el documental<br />
«Adiós Barbiana» estupenda continuación y<br />
complemento a lo que desde estas líneas se ha pretendido<br />
transmitir. ■
«Contra la crisis,<br />
otra economía<br />
y otro modo de vivir»<br />
Juan Torres López.<br />
Ediciones <strong>HOAC</strong>. Madrid,<br />
Octubre 2011, 181 páginas.<br />
Juan Torres López, granadino<br />
de 57 años y en la actualidad<br />
catedrático de Economía Aplicada<br />
del Departamento de Teoría<br />
Económica y Economía Política de<br />
la Universidad de Sevilla, es el autor<br />
de los artículos que han sido<br />
sistematizados (1) para dar cuerpo<br />
a este nuevo libro publicado por<br />
Ediciones <strong>HOAC</strong>.<br />
Como señala en la introducción<br />
del libro, los textos están «orientados<br />
a explicar por qué se ha producido<br />
la crisis que vivimos y por<br />
qué va a agravarse en el futuro inmediato».<br />
Lejos de todo análisis económico ortodoxo, la<br />
explicación que se plantea en este libro, además de cercana,<br />
pedagógica y asequible, supone un análisis alternativo<br />
y crítico a la visión neoliberal que nos domina. Una visión<br />
neoliberal que se ha impuesto en los círculos económicos<br />
y políticos de todo el mundo, con los graves efectos que<br />
ello acarrea para la ciudadanía. Algo de plena actualidad<br />
en Europa en estos momentos.<br />
Lo ocurrido como antesala de la grave crisis económica<br />
que ahora padecemos (y de lo que está por llegar) se puede<br />
calificar como un verdadero crimen económico contra<br />
la humanidad. Y, como en todo crimen, es posible indagar<br />
e identificar quiénes son los culpables o criminales, quiénes<br />
los cómplices y quiénes las víctimas. A ello se dedica<br />
la primera parte del libro, de la que podríamos destacar,<br />
por el extraordinario ejercicio de síntesis y de rigor, uno de<br />
los textos titulado «Cincuenta píldoras para entender la<br />
crisis», un magnífico guión para comprender algunas de las<br />
causas y enseñanzas de esta crisis y el papel ejercido tanto<br />
por la gran banca, los especuladores financieros y los bancos<br />
centrales, como por los principales gobiernos, organizaciones<br />
multilaterales y la propia ciudadanía.<br />
Libros<br />
Más política, más ética y más amor<br />
Saúl Pérez Martínez<br />
<strong>La</strong> segunda parte del libro se<br />
ocupa de destapar la gran desigualdad<br />
existente en nuestras sociedades.<br />
El autor pone aquí el acento<br />
en el caso español. Nuestro país<br />
fue el único de la OCDE en el que<br />
bajaron los salarios en el período<br />
1995-2005, mientras los beneficios<br />
empresariales incrementaban<br />
a ritmo vertiginoso. A ello hay que<br />
unir el pinchazo de la burbuja inmobiliaria<br />
y una política fiscal que<br />
ha protegido a las grandes fortunas<br />
en perjuicio de la equidad y de las<br />
rentas más bajas. Y el resultado ha<br />
sido, como no podía ser de otra<br />
manera, una enorme contracción<br />
de la demanda y la gran pérdida<br />
de empleo que ahora padecemos y<br />
que se va a consolidar durante bastante<br />
tiempo.<br />
Concluye esta segunda parte haciendo<br />
alusión a dos importantes y controvertidas reformas:<br />
la reforma laboral y la reforma de las pensiones. A juicio del<br />
libro, ambas son totalmente innecesarias, porque no van a las<br />
raíces que provocaron la crisis. Y en ocasiones bendecidas y<br />
auspiciadas por la banca, las gran patronal y los economistas<br />
neoliberales que en tantas ocasiones han errado en sus predicciones<br />
(y en sus políticas). Una reflexión final, formulada<br />
en tono de crítica constructiva, queda planteada respecto al<br />
papel jugado por los <strong>sin</strong>dicatos en las negociaciones con el<br />
gobierno.<br />
Estamos por tanto ante un libro de economía que difícilmente<br />
encontraremos hoy en las Facultades de Ciencias<br />
Económicas. Y ello a pesar de la clarificadora exposición<br />
relatada por este economista heterodoxo que piensa que<br />
«otra economía es posible» y nos brinda las claves que nos<br />
han llevado a esta crisis y los caminos que habrían de tomarse<br />
para vivir otra economía con más ética, más política<br />
y más amor. ■<br />
(1) Los artículos originales fueron publicados en la revista «Temas»,<br />
de la Fundación Sistema. Se trata de una revista mensual<br />
de debate que aborda con rigor y profundidad cuestiones relevantes<br />
de la actualidad política, económica y cultural.<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
41<br />
41
42<br />
42<br />
Libros<br />
<strong>La</strong> dimensión sociopolítica de la fe<br />
Isaac Núñez<br />
«Los olvidos “sociales” del Cristianismo»<br />
J. Ignacio Calleja. PPC, Madrid 2011,<br />
256 páginas.<br />
Este libro afronta de forma profunda y clarificadora<br />
temas de plena actualidad referentes al lugar y función<br />
de la Iglesia en las sociedad moderna actual y,<br />
especialmente, a la acción evangelizadora en la dimensión<br />
sociopolítica.<br />
En las relaciones de la Iglesia con la sociedad y los Estados,<br />
subraya las dificultades que presenta la Iglesia y su Magisterio<br />
para reconocer e incluso apoyar la instauración de<br />
una ética cívica, que emane, no del Estado, <strong>sin</strong>o de las aportaciones<br />
de las distintas cosmovisiones culturales y religiosas<br />
presentes en la sociedad civil, <strong>sin</strong> la necesidad de que sea<br />
necesaria una referencia explícita a Dios. <strong>La</strong> presencia y acción<br />
de la Iglesia en una sociedad laica, desde una laicidad<br />
abierta, es otra cuestión no bien resuelta tanto por parte del<br />
Estado y la sociedad civil, como por parte de la Iglesia.<br />
Un eje del libro es la insistencia en la salvación dentro<br />
de la misma historia humana. No existen dos historias,<br />
<strong>sin</strong>o una sola historia humana en la que Dios realiza su acción<br />
creadora y salvadora. «Dios<br />
trajina su salvación con los ingredientes<br />
humanos e históricos que<br />
nos son cotidianos». En el fondo,<br />
no es otra cosa que la encarnación<br />
de Dios, de Jesucristo en la realidad<br />
humana.<br />
A partir de ahí, va desarrollando<br />
el autor con profundidad y claridad<br />
la dimensión social y política<br />
de la fe y la caridad («caridad política»).<br />
El compromiso social en todos<br />
sus aspectos (interpersonal,<br />
social, cultural, político, estructural)<br />
es parte esencial de la identidad<br />
cristiana y de la misión evangelizadora<br />
de la Iglesia.<br />
<strong>La</strong> caridad, cuya primera medida<br />
es la justicia y que se desborda<br />
en la solidaridad de la gratuidad<br />
y el don, es la matriz de la<br />
1.531 · ENERO 2012<br />
identidad cristiana y eclesial y de su acción evangelizadora.<br />
<strong>La</strong> politicidad de la caridad y su vinculación indisociable<br />
con la justicia aparecen constantemente subrayadas.<br />
Es un acento que, además de su validez<br />
innegable, viene muy a punto en el contexto de una sociedad<br />
desencantada políticamente y de una Iglesia que<br />
continúa siendo incapaz de integrar adecuadamente la<br />
acción política como parte integrante de su vida y su misión.<br />
Junto a una distorsión de la acción política a nivel<br />
institucional se da una falta casi total de implicación sociopolítica<br />
desde la fe en la mayoría de los cristianos y<br />
cristianas.<br />
El autor muestra claramente cómo en la última enseñanza<br />
social de la Iglesia, de Benedicto XVI en «Deus Caritas<br />
Est» y «Caritas in Veritate» sobre todo, se diluye e incluso<br />
se cuestiona la dimensión política de la fe, el compromiso<br />
social y la denuncia de los fundamentos del actual sistema<br />
neoliberal. Ello marca una ruptura con la línea proseguida<br />
desde Juan XXIII a Juan Pablo II –con sus afirmaciones explícitas<br />
sobre el pecado estructural o «estructuras de pecado»–.<br />
<strong>La</strong> caridad en todas sus dimensiones, la vinculación caridad-justicia<br />
y la politicidad de la<br />
caridad son desarrolladas con profundidad<br />
y suma claridad, ofreciendo<br />
una visión unificada e integral<br />
de las mismas. Es una<br />
aportación muy importante y útil<br />
para la formación cristiana. <strong>La</strong>s últimas<br />
páginas aportan criterios y<br />
propuestas realistas y concretas<br />
para la acción cristiana y eclesial<br />
en el contexto de la actual crisis<br />
económica. Ofrecen también una<br />
serie de planteamientos para discernir<br />
y orientar la acción social de<br />
los cristianos y cristianas, muy útiles<br />
<strong>sin</strong> duda para diseñar un proyecto<br />
político evangelizador. <strong>La</strong><br />
Iglesia tenemos todavía el reto de<br />
entender, asimilar y poner en práctica<br />
la dimensión político-social de<br />
la fe, dimensión política que no es<br />
consecuencia de la fe y la caridad<br />
<strong>sin</strong>o intrínseca a las mismas. ■
<strong>La</strong> oración<br />
de cada día<br />
Conocer al otro<br />
Comprendo que para vivir el Mandamiento<br />
Nuevo (para ser cristiano) me es indispensable<br />
conocer «al otro», que me es imposible<br />
conocerlo si no lo escucho a él. No se trata<br />
de un problemita, ni de algo bonito e interesante,<br />
<strong>sin</strong>o de la base sobre la que he de<br />
construir mi cristianismo. Algo sé de lo que<br />
tengo que hacer, y puedo enunciarlo así:<br />
–Tengo que desplazar el centro de mi interés<br />
de mi yo al yo del «otro».<br />
–Tengo sobre todo que auscultarle mientras<br />
escucho sus palabras, como auscultan<br />
los médicos los ruidos del pecho. Más que<br />
las palabras en sí mismas, he de atender qué<br />
ecos, qué repercusiones, qué heridas viejas<br />
y nuevas, qué sanidades, qué historia..., traen<br />
consigo.<br />
–Tengo que detectar, sobre todo, en qué<br />
aspectos Cristo está presente en el «otro» y<br />
atender a su mensaje.<br />
«<strong>La</strong> virtud de escuchar». Guillermo Rovirosa.<br />
Obras Completas Tomo II, página 91.<br />
L a<br />
Dos minutos<br />
<strong>La</strong> fuerza de la ternura<br />
ternura es la suavidad con la que sale la<br />
luz que llevamos dentro.<br />
El tiempo de la ternura es siempre. El momento<br />
de la ternura es ahora. El territorio de la ternura es<br />
aquí. Todo instante y lugar es espacio propicio<br />
para la ternura: la palabra que digo, el movimiento<br />
que realizo, la mirada que vierto sobre el mundo,<br />
la caricia que derramo sobre la piel del otro y<br />
la actitud de escucha con la que mi corazón se<br />
abre para recibir las expresiones y acciones de los<br />
demás son estancias para la ternura.<br />
<strong>La</strong> ternura lo disuelve y lo envuelve todo.<br />
Nada ni nadie puede resistirse a la fuerza de la<br />
ternura. Una persona tierna lo empapa y lo deshace<br />
todo con su presencia y, como el agua, se<br />
filtra, <strong>sin</strong> apenas hacer ruido, por debajo de todas<br />
las corazas defensivas hasta alcanzar y encender,<br />
de nuevo, el corazón que es tocado por<br />
ella.<br />
<strong>La</strong>s más rígidas armaduras se deshacen cuando<br />
son alcanzadas por una mirada tierna.<br />
<strong>La</strong> ternura mira y se deja mirar, acaricia y se<br />
deja acariciar, <strong>sin</strong> estridencias, <strong>sin</strong> empujes ni<br />
expectativas. <strong>La</strong> ternura es ojo blando que no<br />
condena <strong>sin</strong>o que comprende.<br />
Todo lo vulnerable, lo pequeño, lo recién<br />
nacido, lo blando y débil nos remite a la ternura.<br />
También el fruto maduro es tierno. Por<br />
eso, el niño y el anciano son fuentes de ternura.<br />
<strong>La</strong> vida, en su principio y en su final son<br />
reclamos de ternura.<br />
<strong>La</strong> energía de la ternura es abarcadora,<br />
todo lo envuelve, lo abraza y lo transforma.<br />
<strong>La</strong> ternura es poner nuestro corazón en<br />
todo lo que decimos o hacemos, es un gesto<br />
total que nos devuelve a nuestra más auténtica<br />
identidad y que nos acerca a la verdad<br />
de los otros. Y es la palabra más hermosa<br />
que quiero seguir entregando al mundo con<br />
todo lo que digo, hago o escribo.<br />
José María Toro<br />
jmtoroa@telefonica.net<br />
43<br />
1.522 · ENERO 2010 43