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La Mundialización - Documento sin título - HOAC

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P 02b FSI 16/12/11 12:26 Página 2<br />

2<br />

2<br />

Noticias de la <strong>HOAC</strong><br />

Fondo de Solidaridad Internacional 2012<br />

En noviembre del año 1991 daba comienzo la trayectoria de este Fondo de<br />

Solidaridad Internacional. Este curso 2011-2012 se cumplen 20 años de existencia<br />

del mismo. 20 años de solidaridad, 20 años de apoyo a organizaciones<br />

cristianas comprometidas con las personas empobrecidas del mundo obrero,<br />

en esos países ya de por sí empobrecidos.<br />

Todos los proyectos que<br />

financia este Fondo están<br />

dirigidos a que las personas<br />

trabajadoras puedan<br />

formarse, coordinarse,<br />

reunirse, encontrarse,<br />

avanzando en su liberación<br />

y promoción, reafirmando<br />

su dignidad y su<br />

protagonismo en el compromiso<br />

de ir transformando<br />

su realidad.<br />

<strong>La</strong> Asamblea General<br />

de la <strong>HOAC</strong> en 1990 en<br />

Gijón, marcó el rumbo y<br />

comenzó a dar sus pasos<br />

este fondo, con tres proyectos:<br />

visita a Pierre<br />

Kouamé (coordinador de<br />

los movimientos del África<br />

del Oeste MMTC), formación<br />

de militantes <strong>sin</strong>dicales,<br />

proyecto de «Fe<br />

y alegría El Salvador», y<br />

el proyecto de capacitación<br />

y apoyo a la Pastoral<br />

Obrera del arzobispado<br />

de Concepción (Chile).<br />

Así comenzaba la tarea<br />

hace veinte años y con<br />

los siguientes 14 proyectos<br />

pretende seguir este<br />

año 2012:<br />

Realiza tu aportación solidaria e invita a otras personas a que participen en el Fondo<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

1. Formación sobre los derechos de los trabajadores y la protección<br />

social para el MTC de Brasil.<br />

2. Seminario de Coordinación del MMTC en la Región de África del<br />

Este (Uganda, Tanzania, Kenia).<br />

3. Seminario coordinación del MMTC-MOAC (Perú, Chile, Brasil, Pa-<br />

raguay, Bolivia).<br />

4. Seminario coordinación del MMTC Asia del Sur (India, Bangladesh<br />

y Sri <strong>La</strong>nka).<br />

5. Formación ciudadana y cristiana para el compromiso social y la<br />

vida MTC Perú.<br />

6. Formación y capacitación de jóvenes en Burundi.<br />

7. Apoyo a la difusión de NN.OO. en América <strong>La</strong>tina y África.<br />

8. Formación y Extensión del SETRAC en Argentina.<br />

9. Formación de Líderes Pastorales de comunidades indígenas en<br />

Bolivia. Contexto.<br />

10. Proyecto de reforzamiento del Movimiento de Trabajadores Cris-<br />

tianos de Togo.<br />

11. Plan internacional de formación para jóvenes trabajadores y 8º<br />

Congreso Internacional de la CIJOC.<br />

12. Proyecto «Educar hoy, es construir para el mañana». JOC Chad.<br />

13. Proyecto de «Animación y formación de mujeres en la República<br />

democrática del Congo. «Centro Olame».<br />

14. Proyecto de formación y reforzamiento de la ACO Haití.<br />

El importe total comprometido con estos proyectos es de 78.376 €<br />

¡¡ATENCIÓN EL NÚMERO DE CUENTA DEL FONDO HA CAMBIADO!!<br />

Los ingresos pueden hacerse en: TRIODOS. 1491 0001 20 2017312618<br />

Oficina: C/ Ferraz, 52 (esq. C/ Quintana) Madrid. 28008


www.hoac.es<br />

1.531<br />

ENERO 2012<br />

Delegada:<br />

Mª Dolores Medina<br />

Redactor:<br />

José Luis Palacios<br />

Colaborador@s:<br />

Juan Acín, Alfonso Alcaide,<br />

Antonio J. Aranda, Joaquín<br />

Arriola, José Blanco, Araceli<br />

Caballero, Manolo Copé,<br />

Fernando Díaz-Abajo, Rafael Díaz<br />

Salazar, Jesús Espeja, José Ignacio<br />

Gámez, José García, Joaquín<br />

García (Chipola), Carlo Gª de<br />

Andoin, Carlos Gómez Gil,<br />

Agustín González, Jose Ignacio<br />

González Faus, José R. Ibeas,<br />

Iñaki <strong>La</strong>ncelot, Enrique Lluch,<br />

Javier Madrazo, Pedro Manzano,<br />

Víctor M. Mari, Gorka Moreno,<br />

Olga Pardo, Francisco Porcar,<br />

Xulio Rios, Eduardo Rojo, Mónica<br />

Rossi, Santiago Sánchez Torrado,<br />

Paloma Sanz, Jose Mª Toro,<br />

Cristina Vega, Imanol Zubero,<br />

Taller de Redacción de<br />

Andalucía, Canarias y Alicante.<br />

Dirección y Redacción:<br />

Alfonso XI, 4, 4.<br />

28014 Madrid<br />

Telf.: 91 701 40 81<br />

Fax: 91 522 74 03<br />

E–mail:<br />

noticiasobreras@hoac.es<br />

Administración<br />

y suscripciones:<br />

Mª José Cerrajero<br />

Pilar Cerrajero<br />

Tél.: 91 701 40 80<br />

administracion@hoac.es<br />

Depósito Legal:<br />

M. 2359-1958<br />

NOTICIAS OBRERAS no se<br />

responsabiliza ni identifica necesariamente<br />

con los artículos<br />

y cartas de sus colaboradores.<br />

Autoriza la reproducción total<br />

o parcial de sus trabajos indicando<br />

la procedencia.<br />

39<br />

Editorial<br />

pág. 05<br />

Sumario<br />

«Los derechos sociales son<br />

una conquista de los empobrecidos<br />

que hace avanzar la justicia<br />

en la vida social»<br />

LABORAL __________________________ 8<br />

Seis trabajadores despedidos han evitado el paro al utilizar<br />

su experiencia para crear una empresa de economía<br />

social en Huelva.<br />

POLITICA _______________________ 12<br />

<strong>La</strong> última Cumbre del Clima celebrada en Durban ha<br />

servido para ver cómo «el 1% más rico sacrifica al 99% del<br />

mundo».<br />

TEMA DEL MES _________________ 18<br />

<strong>La</strong> DSI es clara y sólida a la hora de hablar del salario debido<br />

a los trabajadores y sus familias, pues ha de posibilitar<br />

una existencia digna.<br />

ENTREVISTA _____________________ 31<br />

Gerardo Meil, autor de «Individualización y solidaridad<br />

familiar», afirma que todavía hoy «la familia es más fiable<br />

que el mercado y el Estado».<br />

EXPERIENCIA ____________________ 34<br />

<strong>La</strong> <strong>HOAC</strong> de Canarias emite semanalmente en Radio Tamaraceite-Onda<br />

Parroquial, un programa dedicado al<br />

mundo obrero hoy.<br />

Víctor M. Marí nos habla de la Escuela fundada por don Milani y su pedagogía<br />

liberadora, al celebrarse el 40 aniversario de su llegada a España.<br />

Los caminos para vivir otra economía más humanizadora es lo que nos propone<br />

Juan Torres en su nuevo libro de Ediciones <strong>HOAC</strong>.<br />

José Luis Cortés inicia una nueva colaboración (pág. 18) con «Noticias<br />

Obreras». Este genial dibujante católico es autor de cómics como «¡Qué<br />

bueno que viniste» o «Pablo, el de los pueblos». En la actualidad, sus obras<br />

aparecen en revistas como «Alandar» y «En la Calle»y en la web «Religión<br />

Digital».<br />

41<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

3<br />

3


L a s v í c t i m a s d e l t r a b a j o<br />

4<br />

4<br />

Antonio Javier Aranda<br />

Según Mapfre, la <strong>sin</strong>iestralidad laboral vial ha supuesto,<br />

desde el 2005 al 2009, en todo el territorio español, el<br />

10% de toda la <strong>sin</strong>iestralidad laboral. Sin embargo, su<br />

«agresividad» es muy alta. El 40% de los accidentes laborales<br />

mortales, han sido viales. Eso <strong>sin</strong> que sepamos,<br />

1.531· ENERO 2012<br />

El dato<br />

El testimonio<br />

<strong>La</strong> Reflexión<br />

«... y que los obreros muertos en el campo de honor<br />

del trabajo y de la lucha descansen en paz»<br />

Oración a Jesús Obrero<br />

Siniestralidad <strong>La</strong>boral Vial<br />

Carolina Torres, de 35 años de edad, se dirigía a su trabajo: una sucursal de «<strong>La</strong><br />

Caixa» en Castro del Río. Casada. Madre de dos niños y vecina de Doña Mencía,<br />

chocó frontalmente contra otro coche en el término municipal de Baena. Su<br />

muerte ha sido producto de uno de tantos accidentes laborales «in itinere».<br />

Ese mismo día, en Peñarroya-Pueblonuevo, se estrelló con su camión Jorge<br />

Gragera. Pequeño empresario de 35 años y natural de Linares (Jaén), también<br />

encontró la muerte en la carretera. Esta vez el accidente es de los denominados<br />

«en misión». Para el Estado, éste no es un accidente laboral ya que<br />

Jorge no trabajaba por cuenta ajena. Para nosotros, se trata de un pequeño<br />

empresario que también se estaba ganando la vida.<br />

a ciencia cierta, cuántos accidentes laborales viales han<br />

sido contabilizados únicamente como accidentes de tráfico.<br />

¿Quizá por falta de medios para aclarar sus circunstancias<br />

o por una misteriosa tendencia a maquillar las estadísticas<br />

de <strong>sin</strong>iestralidad laboral en nuestro país?<br />

Víctimas del trabajo y la carretera<br />

Nos inquietan las consecuencias de la crisis sobre el empleo<br />

Como cristianas y cristianos inmersos en el mundo del trabajo, nos inquietan tremendamente las<br />

consecuencias de la crisis sobre el empleo. Pero igualmente nos preocupa cómo afecta, esa misma<br />

crisis, a la salud laboral. Sabemos que las causas de esta situación son estructurales, aunque<br />

puntualmente baje la <strong>sin</strong>iestralidad por la escasa actividad económica. Y tenemos claro que el desmantelamiento<br />

del Estado de Bienestar hace peligrar la aplicación seria de las leyes y convenios<br />

colectivos, favorece los ritmos de trabajo excesivos, las jornadas laborales interminables, la precariedad<br />

laboral desbordada, una pobre Inspección de Trabajo..., es decir, va a hacer que las causas<br />

profundas que provocan muerte y sufrimiento en la población obrera, se vean acentuadas.<br />

Por eso, cuando otros hablan sólo de primas de riesgo, cuentas generales del Estado y bonos europeos,<br />

ignorando todo el sufrimiento que están provocando, nosotros seguimos gritando: «Ni un<br />

muerto más. ¡El trabajo es para la vida!».<br />

(Del comunicado de la <strong>HOAC</strong> de Córdoba - 9 de diciembre de 2011)


Los derechos sociales,<br />

un deber de justicia<br />

Valorando la situación que nos ha llevado a la actual<br />

crisis económica y social, Benedicto XVI, en «Caritas<br />

in veritate» (n. 25) afirma que el funcionamiento<br />

de una economía enferma y las decisiones políticas que<br />

se han tomado están deteriorando las condiciones laborales<br />

y debilitando las redes de protección social, con «grave<br />

peligro para los derechos de los trabajadores, para los derechos<br />

fundamentales del hombre y para la solidaridad». Y<br />

hace un llamamiento a recordar y poner en práctica un<br />

principio fundamental de la ética social: «el primer capital<br />

que se ha de salvaguardar y valorar es el hombre, la persona<br />

en su integridad».<br />

<strong>La</strong>s políticas que se vienen practicando desde hace años,<br />

y las que se están aplicando con la crisis, suponen un grave<br />

retroceso en el reconocimiento práctico de los derechos<br />

sociales. El olvido del principio básico de humanidad que<br />

subraya Benedicto XVI, o mejor, su negación al haber<br />

puesto en primer lugar la búsqueda del enriquecimiento,<br />

es la causa de la actual situación. Por eso, es muy oportuno<br />

recordar hoy algunas cosas.<br />

Los derechos sociales de las personas son una parte muy<br />

importante de los derechos humanos, vinculados a la dignidad<br />

de los seres humanos. Todas las personas, sólo por<br />

el hecho de serlo, tienen derecho a la educación, a la sanidad,<br />

a una pensión digna para la vejez, a prestaciones sociales<br />

adecuadas a cada situación personal y familiar, a<br />

prestaciones suficientes en caso de desempleo, a unas condiciones<br />

dignas de trabajo, etc. Sin el reconocimiento práctico<br />

de los derechos sociales nos resulta más difícil realizar<br />

nuestra humanidad.<br />

Los derechos sociales son una conquista, alcanzada con<br />

mucho esfuerzo y sacrificio. Una conquista lograda en la<br />

lucha por la dignidad de las personas. El reconocimiento<br />

de los derechos sociales (aún hoy logrado sólo para una pequeña<br />

parte de la humanidad) ha encontrado, siempre,<br />

mucha resistencia por parte de los más poderosos económicamente.<br />

Por dos razones: porque un trabajador con derechos<br />

sociales es una persona más libre, a la que es más<br />

difícil explotar y obligar a trabajar como sea para sobrevivir;<br />

porque los derechos sociales necesitan financiación y<br />

el dinero destinado a hacer efectivos los derechos sociales<br />

es dinero que no va a los beneficios económicos privados.<br />

Editorial<br />

El reconocimiento de los derechos sociales es el resultado<br />

de decisiones políticas para dedicar recursos sociales suficientes<br />

al ejercicio de los derechos de las personas. Responden<br />

a una opción política en el modo de distribuir la<br />

riqueza social. Son, pues, una conquista de los empobrecidos<br />

que hace avanzar la justicia en la vida social.<br />

Por eso, el reconocimiento práctico de los derechos sociales<br />

sirve de termómetro de la calidad democrática de<br />

una sociedad, porque mide también el grado de aplicación<br />

de la justicia. Y al contrario, su retroceso devalúa la dignidad<br />

humana, arruina los logros alcanzados por las personas<br />

empobrecidas, reduce la equidad en la distribución de<br />

los bienes, degradada la democracia y restringe la libertad<br />

de las personas.<br />

Es preciso afirmar con fuerza en el momento actual que<br />

la defensa y la extensión de los derechos sociales es un deber<br />

de justicia. Deber vinculado a la afirmación de un principio<br />

básico de humanidad, el destino universal de los bienes,<br />

que Juan Pablo II concretó de una forma que tiene<br />

hoy un gran valor para orientar nuestra vida y acción: «<strong>La</strong>s<br />

necesidades de los pobres deben tener preferencia sobre<br />

los deseos de los ricos; los derechos de los trabajadores, sobre<br />

el incremento de los beneficios» (Toronto, 14 de septiembre<br />

de 2004). ■<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

5<br />

5


6<br />

6<br />

<strong>La</strong>boral<br />

Sigue la deslocalización de empresas<br />

Lear se va de <strong>La</strong> Rioja dejando en<br />

la calle a 500 personas<br />

José Luis Palacios<br />

El silencio y la oscuridad se<br />

harán los dueños de las instalaciones<br />

de la multinacional<br />

dedicada a la fabricación de<br />

componentes para la automoción<br />

en Arrúbal (<strong>La</strong> Rioja) a partir del 16<br />

de diciembre. Por sus puertas no<br />

pasarán ya regueros de trabajadores,<br />

ni a sus muelles llegarán más<br />

camiones con suministros. Así lo ha<br />

querido la dirección que comunicó<br />

a principios de septiembre de 2011,<br />

el cierre definitivo. Es otro centro<br />

de trabajo más que desaparece en<br />

la frenética carrera emprendida por<br />

Yamaha cede sus activos<br />

Más suerte han tenido los 370 trabajadores de la planta<br />

que Yamaha tiene en Palau-solità i Plegamans (Barcelona).<br />

El grupo de logística aragonés Sesé ha alcanzado un<br />

acuerdo para adquirir la planta y sus activos industriales,<br />

además de absorber a la plantilla. Grupo Sesé, con sede<br />

en Zaragoza, está especializado en el sector de la logística<br />

y los servicios industriales para el sector de la automoción<br />

y es un proveedor estratégico de Seat y Volkswagen.<br />

Tiene una fuerte presencia internacional, más de<br />

1.600 empleados y ventas previstas para 2011 por encima<br />

de los 250 millones de euros. Grupo Sesé asigna un<br />

valor estratégico a las instalaciones de Yamaha, ya que<br />

afirma que le permitirán acelerar su transición hacia servicios<br />

industriales de mayor valor añadido, por lo que<br />

valora el conocimiento y la experiencia de la plantilla en<br />

procesos de montaje y pre-montaje.<br />

Yamaha se ha comprometido frente a la Generalitat<br />

a apoyar el arranque del nuevo proyecto industrial y,<br />

1.531· ENERO 2012<br />

las grades corporaciones del mundo<br />

por maximizar sus beneficios a toda<br />

costa.<br />

<strong>La</strong> planta emplea a 305 trabajadores<br />

directos y a otros 200 indirectos.<br />

Desde las altas estancias de<br />

la multinacional se explicaba que<br />

en los últimos tres años la actividad<br />

de su fábrica de <strong>La</strong> Rioja había caído<br />

cerca de un 40% y que los costes<br />

de producción de este centro<br />

eran «muy elevados». Para el Comité<br />

de Empresa, las pérdidas se deben<br />

al desvío de los beneficios para<br />

para ello, el nuevo proyecto seguirá pintando piezas<br />

de plástico durante los próximos tres años para la<br />

compañía japonesa. De la misma forma, Yamaha se ha<br />

comprometido a mantener los principales proveedores<br />

locales de piezas, los cuales seguirán aprovisionando a<br />

la compañía de motos a través de la nueva sociedad.<br />

<strong>La</strong> incertidumbre sobre el futuro de la planta de Yamaha<br />

en Palau-solità empezó en enero, cuando la<br />

compañía anunció su intención de trasladar la producción<br />

a su planta en Saint-Quentin (Francia). <strong>La</strong>s<br />

negociaciones para vender la planta se iniciaron después<br />

de que en marzo la multinacional retirara el expediente<br />

de regulación de empleo (ERE) que planteaba<br />

despedir a los cerca de 400 trabajadores de la<br />

compañía en Catalunya, aunque mantuvo su intención<br />

de deslocalizar la producción. <strong>La</strong> reconversión<br />

industrial de la fábrica de Yamaha sigue la estela de<br />

otras llevadas a cabo recientemente por otras empresas<br />

japonesas en Cataluña, como Sony, adquirida<br />

hace un año por Ficosa, y Sharp, que ha pasado a manos<br />

de Cirsa. n


enjugar pérdidas de otras fábricas del<br />

grupo.<br />

En 2007, la empresa y los trabajadores<br />

firmaron un acuerdo de ocupación<br />

para toda la plantilla hasta enero<br />

de 2013, que ahora queda en papel<br />

mojado. <strong>La</strong> intención de la corporación<br />

es trasladar la producción a Marruecos<br />

y Polonia. De nada han servido<br />

las movilizaciones de la plantilla,<br />

las declaraciones de los políticos, ni<br />

los ofrecimientos del propio gobierno<br />

regional dispuesto a dedicar dinero<br />

público para evitar la huida de Lear.<br />

«Se olvidan de los trabajadores y<br />

sus familias», declaraba José Ignacio<br />

Gonzalo, afiliado a USO, el <strong>sin</strong>dicato<br />

con mayoría en el Comité de Empresa.<br />

Aunque las indemnizaciones para<br />

los trabajadores, finalmente, serán<br />

más altas que las establecidas por ley,<br />

lo que la mayoría de la plantilla quería<br />

era salvar el puesto de trabajo.<br />

«Es pan para hoy y hambre para mañana»,<br />

comenta José Ignacio de los<br />

56 días por año trabajado con un máximo<br />

de 42 mensualidades más un<br />

plus en función de los años trabajados,<br />

que va de 5.000 a 13.500 euros<br />

que recibirán los despedidos. Con<br />

una edad media de 40 años, con familia<br />

y con hipotecas «a ver dónde<br />

vamos a ir cuando se nos acabe el<br />

paro y las indemnizaciones», se lamenta<br />

este trabajador que llevaba 21<br />

años, «los mejores de mi juventud»,<br />

en Lear.<br />

Entre el 2002 y el 2010, la corporación<br />

norteamericana LEAR ha desmantelado<br />

tres factorías en España<br />

(las tres dedicadas a la producción de<br />

cableado eléctrico para la automoción),<br />

dejando en el paro a 2.511 trabajadores.<br />

Con el desmantelamiento<br />

de la riojana quedarán cuatro plantas<br />

operativas, de las 140 que tiene repartidas<br />

por 33 países. A José Ignacio<br />

Gonzalo, «le parece muy triste» que<br />

no se pueda hacer nada para evitar la<br />

deslocalización de empresas en busca<br />

de mano de obra más barata. n<br />

Visteón Cádiz maniobra contra la<br />

denegación del ERE presentado<br />

<strong>La</strong>boral<br />

Los trabajadores de Cádiz Electrónica, S.A., filial del grupo Visteon<br />

Corporation llevan intentando que la multinacional renuncie al cierre<br />

anunciado en junio de 2011. <strong>La</strong> fábrica de componentes electrónicos<br />

para la industria automovilística, con 23 años de historia en El Puerto,<br />

emplea directamente a 396 personas, pero la dirección alega «un progresivo<br />

descenso del volumen de la producción, derivado de la continua<br />

disminución de pedidos para el tipo de tecnología que se produce<br />

en esta fábrica».<br />

El pasado 29 de octubre, la empresa solicitó en el Juzgado de lo<br />

Mercantil de Cádiz el preconcurso de acreedores, con el fin de amortiguar<br />

los pagos que se le venían encima. <strong>La</strong> empresa ha reconocido su<br />

insolvencia para afrontar el pago a proveedores y la imposibilidad de<br />

abonar las nóminas de sus 400 trabajadores. <strong>La</strong> figura jurídica del preconcurso<br />

ampara a Visteon y todo apunta a que dentro de tres meses<br />

irá definitivamente al concurso de acreedores por quiebra.<br />

Sin embargo, la administración regional no ha autorizado el Expediente<br />

de Regulación de Empleo (ERE) que presentó el pasado 6 de<br />

septiembre contra su plantilla, al entender que no se justificaban las<br />

pérdidas a las que aludía la documentación para cerrar la planta y tampoco<br />

había razones de peso que invitarán a reconocer la extinción de<br />

la actividad.<br />

Los estudios económicos previos a la decisión de cierre auguraban<br />

un futuro tranquilo para la factoría de El Puerto con beneficios hasta<br />

2019. Según los datos de la propia empresa, aportados por los <strong>sin</strong>dicatos,<br />

la planta gaditana facturaba una media anual de 226 millones de<br />

euros y suponía 2,3 millones de gasto al mes mantenerla abierta.<br />

Según los portavoces de los trabajadores, la medida de la empresa<br />

responde más a una deslocalización de la actividad industrial que a un<br />

asunto de producción obsoleta, como habían denunciado sus gestores,<br />

concretamente el alto ejecutivo inglés de la compañía Steve Gawner.<br />

Visteon trasladó la actividad de Cádiz a sus plantas en China y Hungría,<br />

donde la mano de obra se paga a dos dólares la hora frente a los<br />

25 que cuesta la producción en las factorías de España.<br />

Por el momento, la Consejería de Empleo ha impuesto una multa a<br />

Visteon de 150.000 euros que la Inspección de Trabajo propuso para<br />

sancionar la actitud de los dueños de la multinacional de reducir la ocupación<br />

efectiva de la fábrica. Según los <strong>sin</strong>dicatos, actualmente, sólo<br />

hay trabajo para cinco personas de una plantilla de 396 operarios. n<br />

7<br />

1.531· ENERO 2012 0000 7


8<br />

8<br />

<strong>La</strong>boral<br />

Crean una una empresa de Economia Social en Huelva<br />

De despedidos a trabajadores<br />

dueños de su empresa<br />

Taller de Redacción de Andalucía<br />

7 1.400<br />

Eugenio García y cinco de sus<br />

compañeros no se quedaron<br />

de brazos cruzados cuando cerró<br />

la empresa en la que trabajaban.<br />

Dispuestos a defender sus puestos de<br />

trabajo y a aprovechar su experiencia<br />

laboral, decidieron crear una Sociedad<br />

Limitada <strong>La</strong>boral. El pasado 7 de<br />

octubre abrieron los 1.400 metros<br />

cuadros del departamento textil de la<br />

Fundación Escode, en la que han integrado<br />

su particular negocio.<br />

<strong>La</strong> empresa «Hermanos Jérez Gijón»,<br />

con razón social en Cáceres y<br />

ubicada en Huelva, dedicada a la<br />

venta mayorista y minorista de prendas<br />

textiles acordó, tras una ardua<br />

negociación, un Expediente de Regulación<br />

de Empleo para seis de sus<br />

nueve empleados y un plan de viabilidad<br />

que requería nuevas inversiones.<br />

Transcurridos los ochos meses previstos,<br />

la situación de la empresa no<br />

mejoró, por lo que acabó acogiéndose<br />

al concurso voluntario de acreedores.<br />

<strong>La</strong> plantilla, a la que pertenece<br />

Eugenio García y representaba como<br />

delegado <strong>sin</strong>dical por CC.OO., se<br />

quedó en la calle, a pesar de las ener-<br />

1.531· ENERO 2012<br />

gías gastadas para reflotar la empresa.<br />

Algunos llevaban 25 años en ella.<br />

Para varias compañeras y el compañero<br />

se trataba de la única fuente de<br />

ingresos de la familia, lo que explica<br />

los cuadros de ansiedad y depresión<br />

que aparecieron durante la agonía de<br />

Hermanos Jérez Gijón, la firma que<br />

hace nueve años adquirió el negocio<br />

de DACSA (Distribución y Agrupación<br />

Comercial SA), la empresa vasca<br />

que había logrado mantener su solvencia,<br />

buenas condiciones laborales


y una gestión participativa, durante<br />

años.<br />

<strong>La</strong> impotencia inicial de los trabajadores<br />

se fue convirtiendo en una<br />

firme voluntad de recuperar lo que<br />

un día habían tenido, un puesto de<br />

trabajo decente en una empresa que<br />

contaba con ellos. Eugenio García,<br />

que quiso compartir voluntariamente<br />

la suerte de los compañeros afectados<br />

por la última regulación de<br />

empleo, explica que «como militante<br />

de la <strong>HOAC</strong>, siempre he intentado<br />

transmitir a mis compañeros la<br />

importancia y el valor del puesto de<br />

trabajo como instrumento de dignificación<br />

de la persona» y reconoce<br />

haber hecho «todo lo posible por<br />

animar y potenciar la iniciativa de<br />

mis compañeros para crear nuestra<br />

propia empresa, desde los valores<br />

de una economía social que prima<br />

la capacidad de trabajo como cauce<br />

de desarrollo humano, por encima<br />

del beneficio y de la precariedad».<br />

No era fácil. <strong>La</strong> plantilla sentía que<br />

tras años de dedicación a un sector<br />

cambiante, como es el del comercio,<br />

su cualificación y experiencia se habían<br />

convertido en un lastre a la hora de<br />

encontrar otros empleos. Confiesa Eugenio<br />

que para hacer frente a la situación<br />

de incertidumbre y debilidad,<br />

«puso su confianza en el Padre, que<br />

me ha dado fuerza». Su mujer y sus<br />

hijos, considerando las dificultades y<br />

repercusiones que supone el paro para<br />

una persona de 44 años, le han apoyado<br />

en todo momento. Tanto su equipo<br />

como la <strong>HOAC</strong> diocesana, que han vivido<br />

el proceso como «una experiencia<br />

para crear comunión de vida desde<br />

los afectos y los valores cristianos», le<br />

han respaldado: «Me han dado apoyo<br />

y fuerza para que siga creyendo en mis<br />

posibilidades y en las de mis compañeros,<br />

para que continúe en la lucha que<br />

nos permita mantener nuestro puesto<br />

de trabajo con dignidad».<br />

Además de buenas palabras y oraciones<br />

constantes, los militantes de<br />

la <strong>HOAC</strong> de Huelva que han podido<br />

han limpiado, pintado y ordenado<br />

las instalaciones, han etiquetado, y<br />

cargado bultos para que el siete de<br />

octubre de 2011, Prelar Textil SLL<br />

abriera sus puertas. El nombre responde<br />

a las iniciales de los fundadores<br />

(Pepe, Rosalía, Eugenio, Luisa,<br />

Ana y Rocío). El área de Iniciativas<br />

Empresariales de Huelva Impulsa,<br />

una entidad municipal y el Centro<br />

de Apoyo al Desarrollo Empresarial<br />

(CADE), perteneciente a la Junta de<br />

<strong>La</strong>boral<br />

Eugenio García, el segundo de la derecha, junto a los demás socios fundadores,<br />

en las oficinas del Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial.<br />

«<strong>La</strong> economía social<br />

prima la capacidad<br />

de trabajo<br />

como cauce de<br />

desarrollo humano,<br />

por encima<br />

del beneficio<br />

y de la precariedad»<br />

Andalucía, han sido los organismos<br />

encargados de prestar durante los<br />

meses previos a la entrada en funcionamiento<br />

de la nueva empresa el<br />

asesoramiento técnico y humano<br />

para su puesta en marcha. Eugenio<br />

García sólo tiene palabras de agradecimiento<br />

hacia los trabajadores de<br />

la administración pública que han lidiado<br />

con la iniciativa: «En estos<br />

tiempos en que los funcionarios están<br />

en entredicho, tengo que decir<br />

que los técnicos públicos nos han<br />

apoyado y orientado, haciendo una<br />

labor que no está reconocida y <strong>sin</strong><br />

la cual no hubiera sido posible montar<br />

en sólo cuatro meses esta empresa».<br />

<strong>La</strong> Fundación <strong>La</strong>boral Escode ha<br />

acogido el nuevo proyecto comercial<br />

en la segunda planta del inmueble<br />

situado en el kilómetro 637 de<br />

la carretera de Sevilla-Huelva, dando<br />

servicio en moda infantil, señora,<br />

caballero, deportes, hogar y calzado.<br />

<strong>La</strong> planta baja y primera se dedican<br />

a la distribución de alimentación,<br />

perfumería electrodomésticos... El<br />

saber hacer y la ilusión de las cuatro<br />

mujeres y los dos hombres que han<br />

puesto en marcha la empresa Prelar<br />

Textil no se han despilfarrado. n<br />

79<br />

1.531· ENERO 2012 0000 9


10<br />

10<br />

El cuidado de la Creación<br />

Nuestros esclavos<br />

Araceli Caballero<br />

Los seres humanos dejamos huella, eso es bien sabido,<br />

pero no sólo la concreta de nuestros pies cuando<br />

paseamos por la playa, no sólo los sentimientos<br />

que provocamos en quienes nos rodean. También dejamos<br />

otras huellas, más parecidas a las de Atila y su caballo.<br />

Hace años se acuño la expresión huella ecológica para designar<br />

la porción de tierra necesaria para proporcionar recursos<br />

a una persona o grupo humano y la superficie necesaria<br />

para absorber sus residuos. Gentes ingeniosas y<br />

preocupadas idearon la manera de que calculemos la potencia<br />

de nuestros pisotones, precisamente para que podamos<br />

decidir suavizarlos.<br />

Otras gentes ingeniosas y comprometidas han diseñado<br />

ahora la manera de medir una huella muy personal: cuántas<br />

personas trabajan para nosotros en condiciones infrahumanas.<br />

<strong>La</strong> han llamado huella de esclavitud y calcula el<br />

número aproximado de esclavos involucrados en la fabricación<br />

de los objetos de uso cotidiano: un teléfono móvil,<br />

una camiseta, una joya o un DVD.<br />

Millones de personas en todo el mundo –la mayoría mujeres,<br />

niños y niñas– trabajan en condiciones de esclavitud:<br />

horarios extenuantes, sueldos ínfimos, condiciones insalubres,<br />

o (y) en dependencia forzada con el patrón. Eso significa<br />

mayores ganancias para los propietarios; y también<br />

más ventas, puesto que pueden vender más barato, <strong>sin</strong> por<br />

ello ganar menos. Y ahí entramos quienes compramos esos<br />

objetos («comprar barato a cualquier precio» le llama una<br />

amiga). Bien sabemos que uno de los fenómenos de la globalización<br />

es la deslocalización: trasladar la producción a<br />

1.531· ENERO 2012<br />

lugares donde es más fácil ahorra en mano de obra (dejando,<br />

de paso, a la gente <strong>sin</strong> trabajo aquí) porque no hay leyes<br />

contra la explotación o no se aplican.<br />

<strong>La</strong> iniciativa es de Call+Response (www.callandresponse.com),<br />

una organización antiesclavista estadounidense<br />

que se presenta declarando su convencimiento de<br />

que la esclavitud moderna acabará por la presión de las<br />

personas sobre las empresas, los medios de comunicación<br />

y los gobiernos para que se respeten los derechos humanos.<br />

Han puesto en marcha una web (http://slaveryfootprint.org)<br />

en la que, además de ofrecer información y denunciar<br />

a las empresas que la practican, permiten calcular<br />

en qué medida nos beneficiamos del trabajo esclavo; dicho<br />

con sus palabras, cuántos esclavos trabajan para mí. No se<br />

trata, por supuesto, de una investigación con resultados<br />

irrefutables, aunque tampoco de «la cuenta de la vieja»:<br />

tienen una importante base de datos sobre las empresas<br />

que emplean trabajo esclavo, incorporando informaciones<br />

de organismos oficiales y organizaciones como Transparencia<br />

Internacional.<br />

Tampoco se trata de culpabilizar a la gente, <strong>sin</strong>o de concienciar<br />

de las consecuencias de nuestros hábitos cotidianos<br />

y, sobre todo, de ayudar a encontrar vías alternativas<br />

para cambiar el estilo de vida y pasar a la acción en la lucha<br />

contra la esclavitud. Dice el Corán que los verdaderos<br />

adoradores del Altísimo pisan con cuidado sobre la Tierra.<br />

Suavicemos el paso. ■<br />

«<strong>La</strong> esclavitud acabará por la presión de las personas sobre<br />

las empresas, los medios de comunicación y los gobiernos»


P 11 EyP 20/12/11 10:05 Página 1<br />

Ética y Política<br />

Razones para la Rebelión<br />

Javier Madrazo <strong>La</strong>vín<br />

Vivimos tiempos convulsos,<br />

marcados por la inseguridad y<br />

la incertidumbre en el futuro,<br />

cuando nos somos víctimas, con razones<br />

fundadas para ello, de un vértigo<br />

que nos paraliza y nos impide reaccionar<br />

ante el recorte de derechos sociales<br />

y laborales, en una agresión <strong>sin</strong><br />

precedentes contra el Estado del Bienestar<br />

e incluso contra la propia dignidad<br />

humana. Los agravios se acumulan<br />

día tras día, en nombre de la<br />

estabilidad monetaria y la reducción<br />

del déficit, de tal modo que cada mañana<br />

amanecemos con una nueva propuesta<br />

que, con la falsa coartada de<br />

hacer frente a las crisis económica, nos<br />

hace más vulnerables y más débiles.<br />

<strong>La</strong> patronal española, amparada en<br />

la mayoría absoluta del Partido Popular<br />

y con la connivencia del PSOE, se<br />

ha convertido en el mejor ariete de la<br />

nueva derecha, dispuesta a dar una<br />

vuelta de tuerca más allá de las doctrinas<br />

propias del neoliberalismo. <strong>La</strong>s<br />

declaraciones del presidente de la<br />

CEOE, Juan Rosell, no dejan lugar a<br />

dudas sobre su talante y su adhesión<br />

a las tesis más reaccionarias de los<br />

mercados y el gran capital. Sus propuestas<br />

son, de hecho, torpedos que<br />

atentan contra los derechos sociales<br />

y laborales de las personas, quiebran<br />

la democracia y reducen a cenizas el<br />

concepto mismo del bienestar, hoy<br />

convertido en una quimera.<br />

No satisfecho con hacer bandera del<br />

despido a coste cero y la precariedad<br />

más cercana a la esclavitud, Rosell dirige<br />

ahora sus ataques contra el personal<br />

de la Administración. En realidad,<br />

tiene su lógica. Si no hay servicios públicos,<br />

tampoco necesitaremos funcionarias<br />

y funcionarios en sus puestos de<br />

trabajo. <strong>La</strong> CEOE nos quiere en el<br />

Un país no se puede<br />

construir sobre<br />

cinco millones de<br />

personas <strong>sin</strong> empleo<br />

y con otras con<br />

miedo a perderlo.<br />

paro, <strong>sin</strong> prestaciones, <strong>sin</strong> derechos y,<br />

por supuesto, <strong>sin</strong> voz. <strong>La</strong> nueva derecha,<br />

al servicio del capitalismo más<br />

prepotente, carece de principios, de<br />

ética y de conciencia. Un país no se<br />

puede construir sobre cinco millones<br />

de personas <strong>sin</strong> empleo y con otras<br />

tantas o más con miedo a perderlo.<br />

Constituye una aberración que<br />

quienes predican estas medidas sean<br />

después quienes perciben sueldos<br />

millonarios, se blindan con pensiones<br />

de escándalo y aumentan sus balances<br />

de resultados sobre la base de un<br />

pretendido ajuste que en la práctica<br />

ahoga a una ciudadanía cabreada,<br />

pero <strong>sin</strong> capacidad de dar la respuesta<br />

organizada y sostenida que el sistema<br />

merece. Si alguien debe ser<br />

despedido, éstos son los especuladores,<br />

los banqueros que han jugado<br />

con nuestro futuro, las agencias de<br />

calificación que nos han engañado,<br />

los empresarios que evaden impuestos<br />

y los políticos que se han dejado<br />

corromper en nombre de la reducción<br />

del déficit.<br />

¿Hay o no hay razones para la rebelión?<br />

Hace cuatro años se acuñó el<br />

concepto mileurista para aludir a<br />

quienes trabajaban a cambio de esta<br />

cantidad y hoy, en cambio, percibir<br />

esta mismo parece un milagro. Ante<br />

tanto atropello, la indignación no basta;<br />

se hace necesaria una revolución<br />

contra la tiranía del capital y los abusos<br />

de la banca y la patronal. ■<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

11<br />

11


12<br />

12<br />

Política<br />

Más capitalismo verde<br />

Un balance de la Cumbre del<br />

clima en Durban<br />

Josep Maria Antentas y Esther Vivas*<br />

<strong>La</strong> rápida respuesta que gobiernos<br />

e instituciones internacionales<br />

dieron al estallido de la<br />

crisis económica en 2008 rescatando<br />

bancos privados con dinero público<br />

contrasta con el inmovilismo frente al<br />

cambio climático. Aunque esto no<br />

nos debería de sorprender. Tanto en<br />

un caso como en otro ganan los mismos:<br />

los mercados y sus gobiernos<br />

cómplices.<br />

En la cumbre del clima de Durban<br />

dos han sido los temas centrales: el<br />

futuro del Protocolo de Kioto, que<br />

concluye en 2012, y la capacidad<br />

para establecer mecanismos en la reducción<br />

de emisiones; y la puesta en<br />

marcha del Fondo Verde para el Clima,<br />

aprobado en la anterior cumbre<br />

de Cancún, con el objetivo teórico de<br />

apoyar a los países pobres en la mitigación<br />

y la adaptación al cambio climático.<br />

Tras Durban podemos afirmar que<br />

un segundo periodo del Protocolo de<br />

Kioto ha quedado vacío de contenido:<br />

se pospone una acción real hasta<br />

el 2020 y se rechaza cualquier tipo<br />

de instrumento que obligue a la reducción<br />

de emisiones. Así lo han querido<br />

los representantes de los países<br />

más contaminantes con Estados Unidos<br />

a la cabeza quienes abogaban por<br />

un acuerdo de reducciones volunta-<br />

1.531· ENERO 2012<br />

17<br />

28 10<br />

rias y rechazan cualquier tipo de mecanismo<br />

vinculante. Pero si el Protocolo<br />

de Kioto ya era insuficiente, y de<br />

aplicarse evitaba sólo 0,1º centígrados<br />

de calentamiento global, ahora vamos<br />

de mal en peor.<br />

En torno al Fondo Verde para el<br />

Clima, si en un primer momento los<br />

países ricos se comprometieron a<br />

aportar 30.000 millones de dólares<br />

en 2012 y 100 .000 millones anuales<br />

para 2020, cifras que de todos modos<br />

se consideran insuficientes, la procedencia<br />

de estos fondos públicos ha<br />

17ª<br />

quedado por determinar mientras se<br />

abren las puertas a la inversión privada<br />

y a la gestión del Banco Mundial.<br />

Como han señalado organizaciones<br />

sociales se trata de una estrategia<br />

para «convertir el Fondo Verde para<br />

el Clima en un Fondo Empresarial<br />

Codicioso». Una vez más se pretende<br />

* Josep Maria Antentas es profesor de<br />

sociología de la Universitat Autònoma de<br />

Barcelona y Esther Vivas es miembro del<br />

Centre d’Estudis sobre Moviments Socials<br />

de la Universitat Pompeu Fabra.


hacer negocio con el clima y la contaminación<br />

medioambiental.<br />

Otro ejemplo de esta mercantilización<br />

del clima ha sido el aval de la<br />

ONU a la captura y almacenamiento<br />

de CO2 como «Mecanismo de Desarrollo<br />

Limpio», que no pretende reducir<br />

las emisiones y que agudizaría la<br />

crisis ambiental, especialmente en los<br />

países del Sur candidatos a futuros<br />

cementerios de CO2.<br />

Así, los resultados de la cumbre<br />

apuntan a más capitalismo verde.<br />

Como indicaba el activista e intelectual<br />

surafricano Patrick Bond:<br />

«<strong>La</strong> tendencia a mercantilizar la<br />

naturaleza se ha convertido en el<br />

punto de vista filosófico dominante<br />

en la gobernanza mundial medioambiental».<br />

En Durban se repite<br />

el guión de cumbres anteriores<br />

como la de Cancún 2010, Copenhague<br />

2009... donde los intereses<br />

de las grandes multinacionales, de<br />

las instituciones internacionales y<br />

de las élites financieras, tanto del<br />

Norte como del Sur, se anteponen<br />

a las necesidades colectivas de la<br />

gente y al futuro del planeta.<br />

En Durban estaba en juego nuestro<br />

futuro pero también nuestro<br />

presente. Los estragos del cambio<br />

climático están teniendo ya sus efectos:<br />

liberación de millones de toneladas<br />

de metano<br />

del Ártico, un<br />

gas 20 veces más<br />

potente que el<br />

CO2 desde el<br />

punto de vista<br />

del calentamiento<br />

atmosférico;<br />

derretimiento de<br />

los glaciares y de<br />

los mantos de<br />

hielo que aumenta el nivel del mar.<br />

Unos efectos que incrementan el número<br />

de migraciones forzadas. Si en<br />

1995 había alrededor de 25 millones<br />

de migrantes climáticos, hoy esta cifra<br />

se ha doblado, 50 millones, y en el<br />

2050 ésta podría ascender a entre<br />

200 y mil millones de desplazados.<br />

Todo apunta a que nos dirigimos<br />

hacia un calentamiento global descontrolado<br />

superior a los dos grados, y<br />

que podría rondar los cuatro grados,<br />

para finales de siglo, lo que desencadenaría<br />

muy probablemente, según<br />

los científicos, impactos inmanejables,<br />

como la subida de varios metros del<br />

nivel del mar. No podemos esperar<br />

«Se ha amplificado el "apartheid climático",<br />

donde el 1% más rico del mundo ha decidido<br />

que es aceptable sacrificar al 99% restante».<br />

hasta el año 2020 para empezar a tomar<br />

medidas reales.<br />

Pero frente a la falta de voluntad<br />

política para acabar con el cambio<br />

climático, las resistencias no callan.<br />

Política<br />

Y emulando a «Occupy Wall Street»<br />

y a la ola de indignación que recorre<br />

Europa y el mundo, varios activistas<br />

y movimientos sociales se han encontrado<br />

diariamente en un foro a<br />

pocos metros del centro de convenciones<br />

oficiales bajo el lema «Occupy<br />

COP17». Este punto de encuentro<br />

ha reunido desde mujeres campe<strong>sin</strong>as<br />

que luchan por sus derechos hasta<br />

representantes oficiales de pequeños<br />

estados isleños como <strong>La</strong>s<br />

Seychelles, Granada o Nauru amenazados<br />

por una subida inminente<br />

del nivel del mar, pasando por activistas<br />

contra la deuda externa<br />

que reclaman el reconocimiento y<br />

la restitución de una deuda ecológica<br />

del Norte respecto al Sur.<br />

El movimiento por la justicia<br />

climática señala como, frente a la<br />

mercantilización de la naturaleza<br />

y los bienes comunes, es necesario<br />

anteponer nuestras vidas y el<br />

planeta. El capitalismo se ha demostrado<br />

incapaz de dar respuesta<br />

al callejón <strong>sin</strong> salida al que su<br />

lógica productivista, cortoplacista<br />

y depredadora nos ha conducido.<br />

Si no queremos que el clima<br />

cambie hay que cambiar radicalmente<br />

este sistema. Pero los resultados<br />

de Durban apuntan en<br />

otra dirección. El reconocido activista<br />

ecologista nigeriano Nnimmo<br />

Bassey lo dejaba bien claro con estas<br />

palabras:<br />

«Esta cumbre<br />

ha amplificado<br />

el apartheid climático,<br />

donde<br />

el 1% más rico<br />

del mundo ha<br />

decidido que<br />

es aceptable sacrificar<br />

al 99%<br />

restante». ■<br />

Más información:<br />

http://esthervivas.wordpress.<br />

com<br />

13<br />

1.531· ENERO 2012 13


14<br />

14<br />

Opinión<br />

<strong>La</strong> sutileza del capitalismo<br />

Juan Francisco Garrido Jiménez<br />

2010<br />

Me vienen al recuerdo aquellas palabras después<br />

de ver un anuncio publicitario que se ha venido<br />

proyectando en televisión, en internet y en cines.<br />

Un anuncio del Banco Sabadell donde distintas parejas<br />

de personajes conocidos comparten conversación mientras<br />

en pantalla se van presentando algunos de sus<br />

productos financieros. En concreto, mi recuerdo se activó<br />

al hilo del corte publicitario donde el psiquiatra Luís Rojas<br />

Marcos y la cantaora de flamenco Estrella Morente dialogan,<br />

entre otras cuestiones, sobre el futuro y la necesidad<br />

de seguridad del ser humano ante el mismo.<br />

<strong>La</strong>s reflexiones del reputado psiquiatra se van amasando<br />

con el arte de la cantaora que incluso nos atrapa con un<br />

fandango donde muestra cómo tememos a la incertidumbre<br />

de la vida.<br />

1.531· ENERO 2012<br />

Efectivamente, el anuncio aborda un aspecto fundamental<br />

del ser humano para construir y orientar su vida: la necesidad<br />

de seguridad. Una necesidad en la que el psiquiatra,<br />

una persona autorizada, un maestro –como lo llama la<br />

cantaora–, nos hace caer en la cuenta a través de sus palabras.<br />

El espectador, ya conquistado por la impecable estética<br />

del anuncio, no puede nada más que confirmar esa reflexión<br />

desde lo que él vive día a día; máxime en tiempos<br />

de crisis económica donde el empleo es escaso, barato e<br />

inseguro, donde las sucesivas reformas hacen que se tambalee<br />

la seguridad en la jubilación, en la protección al desempleo,<br />

en la sanidad, en la educación…; donde muchas<br />

necesidades personales y familiares generan incertidumbre<br />

e inquietud al resquebrajarse el Estado solidario y al no<br />

contar con los recursos suficientes para hacer frente a la<br />

adversidad.<br />

En ese escenario, el capitalismo, con su cada vez más refinada<br />

sutileza, muestra la solución: tú, individualmente,<br />

tienes que poner los medios para asegurar tu futuro y eso<br />

sólo lo conseguirás comprando esa anhelada seguridad.<br />

Todo se compra y se vende. También las necesidades más<br />

profundamente humanas son mercancía. El banco aprovecha<br />

esta necesidad y esta respuesta de nuestra cultura individualista<br />

y mercantilista para, como gran benefactor,<br />

ofrecer sus productos: planes personalizados de futuro.<br />

¿Qué haríamos <strong>sin</strong> ellos?<br />

El anuncio no aclara cómo, en esta compra-venta, quedan<br />

los desposeídos, «los nadie», los empobrecidos, las víctimas,<br />

los excluidos, los trabajadores sobrantes, los ilegales…<br />

Los seres humanos más desprotegidos que no<br />

pueden comprar su seguridad porque no tienen nada. El


Banco, como muchos otros ciudadanos e instituciones,<br />

mira hacia otro lado y calla.<br />

Ciertamente el capitalismo, más allá de los problemas<br />

medioambientales, de falta de distribución de la riqueza,<br />

de crisis y empobrecimiento…, que está generando, su<br />

mayor y más nefasta aportación es que se ha convertido<br />

también en una antropología, en una manera de ser persona,<br />

en la manera normal de entender cómo responder a<br />

las necesidades humanas.<br />

Pero el capitalismo no puede tener la última palabra. Los<br />

cristianos tenemos la experiencia de que en el Crucificado se<br />

nos ofrece otra manera de afrontar nuestras necesidades vitales.<br />

También la necesidad de seguridad: «En el grupo de los<br />

creyentes todos pensaban y sentían los mismo: lo poseían<br />

todo en común y nadie consideraba suyo nada de lo que tenían.<br />

Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del<br />

Señor Jesús con mucha eficacia; todos ellos eran bien mirados<br />

porque entre ellos ninguno pasaba necesidad, ya que los<br />

que poseían tierras o casas las vendían, llevaban el dinero y<br />

lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuían<br />

según lo que necesitaba cada uno» (Hechos 4,32-35).<br />

En estos tiempos de crisis no necesitamos anuncios que<br />

propaguen sutilmente la lógica deshumanizadora e insoli-<br />

Datos personales<br />

Opinión<br />

daria del capitalismo <strong>sin</strong>o experiencias de comunión profundamente<br />

humanas y, por ello, profundamente cristianas.<br />

Este es el reto. ■<br />

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15<br />

1.531· ENERO 2012 15


16<br />

16<br />

Noticias de la <strong>HOAC</strong><br />

75 años de la LOC:<br />

Motivo de agradecimiento a Dios<br />

Manolo Copé<br />

Desde la <strong>HOAC</strong>, movimiento hermano de la LOC,<br />

queremos abrazaros y felicitaros en este día. Hace<br />

días vivisteis una huelga general, una huelga que<br />

pone de manifiesto la injusticia radical de esta manera de<br />

hacer política en Europa, una política de espaldas a la ciudadanía<br />

y de espaldas a las personas empobrecidas del<br />

mundo obrero y al servicio de los mercados.<br />

Pero ¡hoy no es día de tristezas…!, ya tendremos tiempo<br />

de seguir luchando contras las causas y las consecuencias<br />

de esta crisis que afecta a toda Europa. ¡Hoy es día de<br />

fiesta! Día de mirar atrás y dar gracias a Dios por este regalo<br />

que nos ha dado, la liga operaria católica, la LOC/MTC,<br />

Movimiento hermano por la proximidad lingüística y geográfica.<br />

No en vano formamos parte de la misma península<br />

ibérica. Y tampoco en vano compartimos encuentros y<br />

reflexiones varias veces al año, en el seminario europeo<br />

del MTCE, en los encuentros bilaterales, en los encuentros<br />

del sur de Europa… ¡Nos queremos y por eso necesitamos<br />

encontrarnos!<br />

Hoy desde España abrazamos a Portugal entera, pero de<br />

manera especial a nuestros hermanos y hermanas militantes<br />

de la LOC/MTC. Vosotros pretendéis humanizar el<br />

trabajo con la audacia del pasado, y la <strong>HOAC</strong> en nuestra<br />

XII asamblea General, marcamos como rumbo humanizar<br />

la cultura. Esta realidad nos muestra de nuevo, la <strong>sin</strong>tonía<br />

y la hermandad entre nuestros movimientos. Sintonía en<br />

planteamientos, en propuestas de vida y acción, en ser y<br />

vivir en la Iglesia, sirviendo al mundo obrero empobrecido,<br />

en España y Portugal.<br />

Damos gracias a Dios por la vida y testimonio coherente<br />

de tantos y tantas militantes de la LOC/MTC a lo<br />

largo de estos años, muchas veces, poco reconocido<br />

pero que al igual que la pequeña semilla, se pudre, crece<br />

y da fruto abundante. Damos gracias a Dios porque<br />

hacéis presente el Evangelio en rincones en los que casi<br />

1.531· ENERO 2012<br />

26 27<br />

75º<br />

nunca se habla de Jesús de Nazaret. Damos gracias a<br />

Dios por vuestro compromiso, por vuestra fidelidad al<br />

mundo del trabajo y a la Iglesia. Queremos que <strong>sin</strong>táis el<br />

cariño concreto de la <strong>HOAC</strong> que brota de la fraternidad<br />

evangélica.<br />

Nosotros también celebramos cumpleaños…, 65 exactamente,<br />

y aunque esa es la edad con la que normalmente<br />

se jubilan las personas trabajadoras, nosotros tenemos más<br />

ganas que nunca de seguir trabajando por la justicia junto<br />

a vosotros, a la luz de la Doctrina social de la Iglesia, y a la<br />

luz del Evangelio, siguiendo los pasos de aquel Loco que<br />

en Nazaret, soñó, bailó y cantó que otra manera de vivir<br />

era posible. En Él cobra sentido lo que hacemos, por Él esperamos<br />

que sigáis, al menos, cien años más con vuestra<br />

tarea.<br />

En diez años ¡nos vemos en España para celebrar nuestros<br />

75 años! ¡Enhorabuena! ■<br />

Más información:<br />

http://loc-mtc.ecclesia.pt/


<strong>La</strong> primera jornada estuvo dedicada a las iniciativas<br />

de cada movimiento respecto a la difusión de la<br />

«Carta Europea para las familias». <strong>La</strong> siguiente comenzó<br />

con la ponencia sobre «<strong>La</strong> Seguridad Social y la<br />

protección social en Reino Unido y en Europa», impartida<br />

por Graham Turner (economista, fundador de GFC Economics)<br />

y amigo del movimiento inglés de trabajadores cristianos<br />

y la mesa redonda posterior centrada en la situación<br />

de las personas migrantes –expuesta por Manolo Copé<br />

(<strong>HOAC</strong>)–; las personas jubiladas –a cargo de Fátima Almeida<br />

(LOC)–; los trabajadores precarios –presentada por<br />

Wilfried Wienen (KAB)–; las mujeres –desarrollada por<br />

Marietje Van Wolputte, ex-presidente de la KAV–; la Seguridad<br />

Social: avances y perspectiva –descrita por Marián<br />

Hosek (ex-vice ministro de Trabajo y Asuntos Sociales de<br />

la Republica Checa)–.<br />

<strong>La</strong> jornada posterior comenzó con la intervención del<br />

consiliario del MTCE, Emanuel Valadao Vaz, quien impartió<br />

una conferencia sobre «<strong>La</strong> seguridad social y el<br />

Noticias de la <strong>HOAC</strong><br />

Seminario del Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa:<br />

<strong>La</strong> Seguridad Social en una<br />

Europa en movimiento<br />

Comisión Permanente de la <strong>HOAC</strong><br />

27 30<br />

bienestar en la doctrina social de la Iglesia», que sirvió<br />

para iluminar con textos del Magisterio de la Iglesia la temática<br />

abordada en el seminario. Tras la charla se crearon<br />

grupos de trabajo por idiomas, para tratar los problemas,<br />

retos y perspectivas de la seguridad social en cada<br />

país. El día finalizó con una puesta en común de los grupos<br />

de trabajo y con la Eucaristía, para dar paso a la<br />

«Mesa de Europa».<br />

El último día acogió la Asamblea General de los miembros<br />

del MTCE, en torno a las prioridades del movimiento<br />

para los próximos cinco años, el acompañamiento espiritual<br />

del movimiento y el futuro encuentro de consiliarios<br />

que será el año próximo, coincidiendo con el seminario<br />

del MTCE, en Bratislava, Eslovaquia. ■<br />

Más información:<br />

http://www.hoac.es/que-hacemos/internacional/<br />

http://www.vote-europe.net/es/<br />

17<br />

1.531· ENERO 2012 17


18<br />

18<br />

<strong>La</strong> cuestión social, centro de la enseñanza social de la<br />

Iglesia, se ha configurado a lo largo de la historia de<br />

modo cambiante en sus manifestaciones, en la medida<br />

en que iban surgiendo nuevas expresiones y consecuencias<br />

de un conflicto social que adquiría dimensiones<br />

novedosas, por la introducción de cambios en la configuración<br />

del trabajo humano. Juan Pablo II llegará a decir<br />

que el trabajo humano es la clave de toda la cuestión social<br />

(1), para poner de manifiesto –como clave de lectura<br />

creyente de la realidad– que la configuración que el trabajo<br />

humano va adquiriendo se sitúa en la matriz de un conflicto<br />

que trasciende las meras dimensiones laborales afec-<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

Tema del mes<br />

El salario en la Doctrina<br />

Social de la Iglesia<br />

Fernando Carlos Díaz Abajo<br />

tando antropológicamente al ser humano, al configurar no<br />

solo una nueva manera de trabajar, <strong>sin</strong>o incluso de vivir,<br />

de proyectar la propia humanidad, el propio proyecto vital.<br />

Y esto es así porque el trabajo es el principal medio de<br />

realización, de humanización y socialización que tenemos<br />

las personas, pero concebido desde las claves del neoliberalismo,<br />

ha terminado por ser camino de deshumanización.<br />

Ha generado un tipo de persona que ha hecho suyos<br />

los «valores» del sistema, convirtiéndolos en cultura, en<br />

modo de vida, en el que no caben la fe o los humanismos.<br />

De ahí que ese conflicto haya adquirido dimensiones an-


tropológicas. Ya no hablamos de una cuestión meramente<br />

técnica, <strong>sin</strong>o de una confrontación de cosmovisiones.<br />

<strong>La</strong> Doctrina Social de la Iglesia se ha ocupado del tema<br />

del salario a lo largo de prácticamente todos los documentos<br />

del magisterio pontificio hasta «Mater et Magistra». Se<br />

han ido definiendo criterios que perfilan una concepción<br />

«cristiana» del salario. Esta concepción ha estado presente<br />

en multitud de actuaciones y reivindicaciones <strong>sin</strong>dicales y<br />

luchas del movimiento obrero, que han ido conquistando<br />

una serie de derechos de los trabajadores entre los que<br />

ocupa lugar principal el derecho al salario justo.<br />

Hoy los antiguos derechos empiezan a verse amenazados<br />

de modo que se han convertido en la contraprestación a pagar<br />

(en las renuncias) para mantener un concreto Estado de<br />

Bienestar, aunque tampoco esto hace que ese Estado de bienestar<br />

se sostenga. Al contrario, va retrocediendo, de modo<br />

que las garantías salariales –entre otras- empiezan a hacer<br />

aguas, y se empieza a hablar en un contexto mundializado<br />

de crisis, de unir necesariamente salarios y productividad,<br />

cambiando de forma sustancial el concepto salarial existente,<br />

sobre todo, en el mundo occidental.<br />

Hasta ahora, en nuestro contexto, se había impuesto la<br />

fórmula de determinar y ligar la cuantía de los salarios, entre<br />

otros factores, a uno especialmente decisivo como es el<br />

incremento del coste de la vida, como garantía del poder<br />

adquisitivo del salario. Ahora se habla de la necesidad de<br />

desvincular estos elementos y sujetar el salario al concepto<br />

de productividad. Lo que al final queremos respondernos<br />

es si es cristiano vincular los salarios de forma determinante<br />

a la productividad.<br />

De León XIII a Pablo VI<br />

El trabajo es concebido en la doctrina de la Iglesia como<br />

algo personal y necesario al ser humano (RN 32), es un derecho<br />

que permite en su ejercicio acceder a los bienes de<br />

la tierra (CA 47), de él se derivan derechos fundamentales<br />

de la persona, es <strong>título</strong> de propiedad (RN 8 y QA 52, CA<br />

31) es medio de perfección humana (MM 82) y la dignidad<br />

del trabajo y del trabajador se convierte en criterio de<br />

las estructuras económicas (MM 82-103). Además se concibe<br />

como superior a cualquier otro elemento de producción<br />

(GS 67, LE 4-10) colaboración en la obra creadora de<br />

Dios, asociación a la obra redentora de Jesucristo, cauce de<br />

servicio a los hermanos (PP 27, CA 43) y por ello existe<br />

una espiritualidad del trabajo (LE 24-27) (2).<br />

Todo este largo recorrido de más de un siglo tiene su<br />

arranque en la encíclica de León XIII «Rerum Novarum»,<br />

en la que el salario se configura como el derecho surgido<br />

del ejercicio del trabajo, que permite conseguir lo necesario<br />

Tema del mes<br />

para la comida y el vestido (3), y que otorga el derecho de<br />

emplear el salario a su gusto, permitiendo incluso acceder<br />

a la propiedad de bienes. El trabajo es el medio universal de<br />

subsistencia (4), y los frutos del trabajo han de ser de aquellos<br />

que ponen el trabajo (5). RN 32 aborda los criterios de<br />

determinación de los salarios, partiendo (téngase en cuenta<br />

que estamos en 1891) de que la cuantía del salario es establecida<br />

por libre consentimiento, y por tanto, pagado el<br />

salario convenido el patrono ha cumplido su parte y, consecuentemente<br />

«procede injustamente el patrono cuando<br />

se niega a pagar el salario pactado». Pero a esta argumentación<br />

RN añade algo que falta: el trabajo implica por naturaleza<br />

un carácter personal y necesario. Desde el aspecto personal,<br />

la libertad para pactar la retribución es ilimitada,<br />

aunque dicha retribución sea corta. Pero si, al aspecto personal<br />

se une el necesario, entonces resulta que «el salario<br />

no debe ser en manera alguna insuficiente para alimentar a<br />

un obrero frugal y morigerado. Por tanto, si el obrero, obligado<br />

por la necesidad o acosado por el miedo de un mal<br />

mayor, acepta aun no queriéndola, una condición más<br />

dura, porque la imponen el patrono o el empresario, esto es<br />

ciertamente soportar una violencia, contra la cual reclama<br />

justicia».<br />

«Un salario [que ha de ser] suficientemente amplio para<br />

sustentarse a sí mismo, a su mujer, y a sus hijos» (6).<br />

He aquí las cuestiones clave: la ilicitud de dejar la determinación<br />

del salario a la libre concurrencia de oferta y demanda,<br />

la justicia de la retribución, el carácter personal y<br />

necesario del trabajo, del que deriva la concepción del salario,<br />

y la cuestión del llamado «salario familiar», todo ello<br />

desde la clave de la dignidad de la persona que como principio<br />

fundamental sustenta esta reflexión.<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

19<br />

19


20<br />

20<br />

Tema del mes<br />

«Quadragessimo Anno» vuelve a reiterar la consideración<br />

del trabajo como <strong>título</strong> de propiedad (7), y abre la puerta a<br />

una nueva concepción de las relaciones laborales al entender<br />

que «capital y trabajo deberán unirse en una empresa común»<br />

(8) lo que conllevará una justa distribución de los beneficios<br />

que haga efectivo y posible que el salario, fruto del<br />

trabajo, permita no solo atender a la subsistencia y a las básicas<br />

necesidades familiares, <strong>sin</strong>o incluso, aumentar con el ahorro<br />

el patrimonio familiar, «para sostener más fácil y seguramente<br />

las cargas familiares y verse liberados de la incierta<br />

fortuna de la vida» (9).<br />

QA 63 a 75 considera los criterios del salario justo: no solo<br />

el carácter personal del trabajo, <strong>sin</strong>o el carácter social del mismo.<br />

«El trabajo no puede ser valorado justamente ni remunerar<br />

equitativamente si no se tiene en cuenta su carácter individual<br />

y social». Es de este doble carácter de donde se<br />

siguen las claves que deben regular y determinar el salario:<br />

–Una remuneración que alcance a cubrir el sustento<br />

propio y el de su familia; que permita atender convenientemente<br />

las necesidades domésticas ordinarias.<br />

–Una remuneración que tenga en cuenta las condiciones<br />

de la empresa y del empresario, <strong>sin</strong> que los escasos beneficios<br />

de la empresa –siempre que no lleve la misma a la ruina–<br />

sea causa justa para disminuir a los obreros el salario.<br />

–<strong>La</strong> cuantía del salario debe, finalmente, acomodarse al<br />

bien público económico, lo que requiere, en primer lugar,<br />

«dar oportunidad de trabajo a quienes pueden y quieren<br />

hacerlo..., siendo contrario a la justicia social disminuir o<br />

aumentar excesivamente, por la ambición de mayores ganancias<br />

y <strong>sin</strong> tener en cuenta el bien común, los salarios<br />

de los obreros; y, esa misma justicia pide que, en unión de<br />

mentes y voluntades y en la medida que fuere posible, los<br />

salarios se rijan de tal modo que haya trabajo para el mayor<br />

número y que puedan percibir una remuneración suficiente<br />

para el sostenimiento de su vida».<br />

–Un último criterio señala QA: «la justa proporción entre<br />

los salarios..., con la proporción de los precios a que se<br />

venden los diversos productos...».<br />

De manera que ya en 1931 se van configurando la dignidad<br />

de los trabajadores, la subsistencia familiar, el carácter<br />

social de la economía, la justicia social y el bien común<br />

como elementos a tener en cuenta en la determinación de<br />

los salarios. Será treinta años después, en 1961, que «Mater<br />

et Magistra», en un contexto histórico muy distinto del<br />

de «Rerum Novarum», abordará nuevamente esta cuestión,<br />

partiendo de la constatación de que «a innumerables<br />

trabajadores de muchas naciones y de continentes enteros<br />

se les remunera con salarios tan bajos que quedan someti-<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

dos ellos y sus familias a condiciones de vida totalmente<br />

infrahumanas» (10). Con esa situación de los necesitados<br />

contrasta «de manera abierta e insolente» la abundancia y<br />

el lujo desenfrenado de unos pocos.<br />

Estamos ante una generación –sigue diciendo la encíclica–<br />

«gravada con cargas excesivas para aumentar la productividad<br />

de la economía nacional de acuerdo con ritmos<br />

acelerados que sobrepasan por entero los límites que la justicia<br />

y la equidad imponen» (11). Hay además, un acusado<br />

contraste entre retribuciones altas «e incluso altísimas<br />

(12), por prestaciones de poca importancia o de valor discutible,<br />

y el trabajo asiduo y provechoso de categorías enteras<br />

de ciudadanos honrados y diligentes a los que se retribuye<br />

con salarios demasiado bajos, insuficientes para las<br />

necesidades de la vida, o, en todo caso, inferiores a lo que<br />

la justicia exige, si se tienen en la debida cuenta su contribución<br />

al bien de la comunidad, a las ganancias de la empresa<br />

en que trabajan, y a la renta total del país».<br />

«Mater et Magistra» está poniendo de manifiesto la ruptura<br />

entre la determinación de los salarios, y los criterios<br />

mencionados en las anteriores encíclicas. Ha empezado a<br />

aparecer la economía especulativa, no productiva, y a romperse<br />

la vinculación entre el trabajo humano y la satisfacción<br />

de las necesidades humanas, y empieza a desgajarse<br />

el trabajo de su carácter social. Y así reitera criterios establecidos<br />

y abunda en alguno nuevo:<br />

–No es lícito abandonar la determinación del salario a la<br />

libre competencia del mercado y tampoco es lícito que su<br />

fijación quede al arbitrio de los poderosos, <strong>sin</strong>o que en esta<br />

materia deben guardarse a toda costa las normas de la justicia<br />

y la equidad.<br />

–Esto exige que los trabajadores cobren un salario cuyo<br />

importe les permita mantener un nivel de vida verdadera-


mente humano, y hacer frente con dignidad a sus obligaciones<br />

familiares.<br />

–Ha de tenerse en cuenta, además, la efectiva aportación<br />

del trabajador a la producción económica.<br />

–Ha de tenerse en cuenta la situación financiera de la<br />

empresa en la que se trabaja.<br />

–Han de tenerse en cuenta las exigencias del bien común<br />

de la respectiva comunidad política, principalmente<br />

en orden a obtener el máximo empleo de la mano de obra<br />

en toda la nación.<br />

–Han de tenerse en cuenta las exigencias del bien común<br />

universal.<br />

Establece una novedad más al elevar a categoría de valor<br />

permanente y universal estos criterios, a los que añade matizaciones,<br />

como que «la proporción entre la retribución del<br />

trabajo y los beneficios de la empresa debe fijarse de acuerdo<br />

con las exigencias del bien común» y qué son tales exigencias:<br />

facilitar trabajo al mayor número posible de obreros, evitar<br />

la constitución de categorías sociales privilegiadas, mantener<br />

la proporción entre salario y precios, hacer accesible al<br />

mayor número de ciudadanos los bienes materiales y los beneficios<br />

de la cultura, suprimir o limitar las desigualdades entre<br />

los diversos sectores de la economía, equilibrar el incremento<br />

económico con el aumento de los servicios generales<br />

necesarios, ajustar las estructuras de producción al progreso<br />

científico y técnico, evitar la competencia económica desleal<br />

entre los países, cooperar en el desarrollo económico de las<br />

comunidades políticas más pobres. Estas exigencias además<br />

deben tenerse en cuenta para modular y determinar la retribución<br />

de los dirigentes de las empresas, y en forma de intereses<br />

o dividendos, a los que aportan el capital (13).<br />

A partir de «Mater et Magistra» se asume que los criterios<br />

expresados son permanentes y universales. «Pacem in Terris»<br />

se limitará a señalar el empeño que deben poner las autoridades<br />

en procurar que a los obreros aptos para el trabajo<br />

se les dé oportunidad de conseguir un empleo adecuado a<br />

sus fuerzas; y que se pague a cada uno el salario que corresponda<br />

según las leyes de la justicia y la equidad (14), en una<br />

situación de interdependencia cada vez mayor (15).<br />

Habrá que esperar al Concilio para encontrar en «Gaudium<br />

et Spes» alguna referencia más explícita, aunque breve,<br />

referida a la globalidad de la vida económica, al señalar<br />

que en ella debe respetarse y promoverse la dignidad<br />

de la persona humana..., porque «el hombre es el autor, el<br />

centro y el fin de la vida económico-social» (16) y para recordar<br />

una vez más –situación perenne– que, mientras<br />

unos pocos disponen de un poder amplísimo, hay muchos<br />

Tema del mes<br />

«El salario no debe ser<br />

en manera alguna insuficiente<br />

para alimentar a un obrero<br />

frugal y morigerado». León XII<br />

«viviendo con frecuencia en condiciones de vida y trabajo<br />

indignas de la condición humana», lo que expresa con la<br />

frase lapidaria: «el lujo pulula junto a la miseria» por lo que<br />

se habrá de evitar toda discriminación en materia de remuneración<br />

o de condiciones de trabajo (17), o para señalar,<br />

ya con carácter general, que «la remuneración del trabajo<br />

debe ser tal, que permita al hombre y a su familia una vida<br />

digna en el plano material, social, cultural y espiritual, teniendo<br />

presentes el puesto de trabajo y la productividad de<br />

cada uno, así como las condiciones de la empresa y el bien<br />

común», (18) o que son necesarias reformas que tengan<br />

como fin «el incremento de las remuneraciones» (19). En<br />

«Populorum Progressio», el tema del salario se aborda muy<br />

tangencialmente al considerar la situación de los trabajadores<br />

emigrados que deben ahorrar de su salario «para sostener<br />

a sus familias, que se encuentran en la miseria de su<br />

suelo natal» (20). «Octogésima Adveniens» se limitará a<br />

reiterar lo dicho en «Gaudium et Spes» (21).<br />

Juan Pablo II y Benedicto XVI<br />

No vuelve a plantearse de forma extensa el tema de los<br />

criterios para establecer la justicia del salario; ni siquiera en<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

21<br />

21


22<br />

22<br />

Tema del mes<br />

«El salario justo se convierte<br />

en todo caso en la verificación<br />

concreta de la justicia de todo<br />

el sistema socioeconómico».<br />

Juan Pablo II<br />

«<strong>La</strong>borem Exercens», que aborda la cuestión. Por un lado,<br />

porque parece que el tema ha quedado suficientemente<br />

planteado y agotado, en la delimitación teórica de estos<br />

criterios, y por otra, porque la cuestión de la remuneración<br />

del salario queda desplazada del centro de interés, siendo<br />

sustituida, primero, por la cuestión de la participación de<br />

los trabajadores en la vida económica, la llamada democracia<br />

económica y, posteriormente, por la cuestión de la<br />

nueva configuración del trabajo humano, en el marco de<br />

un conflicto social de carácter antropológico que hará surgir<br />

en la doctrina social posicionamientos más claros frente<br />

al neoliberalismo económico, hasta ir descubriendo y<br />

manifestando su radical inhumanidad.<br />

Es decir, lo que comenzó siendo una discusión sobre un<br />

tema teórico –la licitud o ilicitud del sistema de salariado–<br />

se ha convertido en una reflexión moral sobre la empresa<br />

y sobre el trabajo, para desembocar en una reflexión más<br />

amplia sobre el conflicto social entre capital y trabajo en<br />

cuanto conflicto antropológico que afecta a la totalidad de<br />

la existencia del hombre, de todo el hombre, y de todos<br />

los hombres y mujeres.<br />

LE 19 señala que «el problema clave de la ética social es<br />

el de la justa remuneración del trabajo realizado. No exis-<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

te en el contexto actual otro modo mejor para cumplir la<br />

justicia en las relaciones trabajador-empresario que el constituido<br />

precisamente por la remuneración del trabajo; la relación<br />

entre empresario y trabajador se resuelve en base al<br />

salario; es decir, mediante la justa remuneración del trabajo<br />

realizado».<br />

Pero el salario no solo es criterio de la justicia de la relación<br />

laboral directa entre un trabajador y un empresario concretos.<br />

<strong>La</strong> justicia de un sistema socioeconómico, sigue diciendo<br />

LE, y, en todo caso, su justo funcionamiento merecen en<br />

definitiva ser valorados «según el modo como se remunera<br />

justamente el trabajo humano dentro de tal sistema.» Y esto,<br />

porque cuando hablamos del salario estamos hablando de la<br />

redistribución de la renta, y de la justa distribución de los bienes,<br />

que la DSI sitúa a nivel de principio fundamental cuando<br />

habla del destino universal de los bienes: «la remuneración<br />

del trabajo sigue siendo una vía concreta, a través de la<br />

cual la gran mayoría de los hombres puede acceder a los bienes<br />

que están destinados al uso común» (22). Por eso, dice<br />

Juan Pablo II, «el salario justo se convierte en todo caso en la<br />

verificación concreta de la justicia de todo el sistema socioeconómico<br />

y, de todos modos, de su justo funcionamiento.<br />

No es ésta la única verificación, pero es particularmente importante<br />

y es en cierto sentido la verificación clave».<br />

«Centesimus Annus» se limita a reiterar los criterios expresados<br />

en documentos anteriores. En las encíclicas de<br />

Benedicto XVI, prácticamente solo hay referencias en «Caritas<br />

in Veritate» (23), para referirse al derecho al justo salario<br />

en el contexto de un trabajo decente.<br />

El salario en los Santos Padres<br />

y la Escritura<br />

<strong>La</strong> cuestión del salario no es específicamente tratada por<br />

los Padres. En consonancia con la línea profética del Antiguo<br />

Testamento cuando se aborda este tema se hace en el contexto<br />

del binomio riqueza-pobreza o justicia-injusticia. Por<br />

eso es breve la selección de textos de los Padres que denuncian<br />

la injusticia del salario escaso, o pagado tardíamente, retenido,<br />

o defraudado. <strong>La</strong> extensa recopilación de Sierra Bravo<br />

(24) solo recoge dos textos de San Ambrosio en<br />

comentario al Libro de Tobías que expresamente se refieren<br />

al salario para concluir que «es un homicidio negar a un<br />

hombre el salario que le es necesario para su vida» (25). San<br />

Juan Crisóstomo lamentará el desempleo de los pobres en invierno<br />

«pues nadie toma a jornal a los miserables, ni se los<br />

llama para servicio alguno» (26).<br />

Los Santos Padres valoran y abordan el trabajo desde la<br />

clave de la colaboración con la obra creadora de Dios, la<br />

conciencia de que es un deber del ser humano trabajar y<br />

no debe permitirse la ociosidad, o que es cauce para la ge-


nerosidad y la limosna compartiendo el fruto del trabajo.<br />

No solo es la manera de ayudarnos a nosotros mismos,<br />

<strong>sin</strong>o que es la forma de contribuir al sustento de los impedidos<br />

(27). El Crisóstomo cargará contra los propietarios<br />

de los campos que estafan el salario de los jornaleros o<br />

arrendatarios de sus tierras: «Todo el fruto tiene que ir a<br />

llenar sus toneles de iniquidad, y sólo unas monedas le tiran<br />

por ello al trabajador» (28).<br />

Los Padres abordan la comunicación de bienes, y la limosna,<br />

en clave de justicia y de caridad, y de la necesidad<br />

humana (29) y el destino universal de los bienes. Habiendo<br />

sido creado todo por Dios, y siendo nosotros solo meros<br />

administradores del bien común, hemos de «nivelar»<br />

las desigualdades mediante la limosna ejercida con generosidad<br />

(30). El afán por pasar el límite de la necesidad es la<br />

fuente de todos los males, dice San Juan Crisóstomo (31).<br />

«<strong>La</strong>s cosas necesarias nos son comunes» (32).<br />

Recogen la línea bíblica, en la que es expresión de justicia<br />

abonar el salario debido y con prontitud y honradez; no defraudar<br />

el salario (Gn 29, 15; 30, 28; 31, 7), el mandato es<br />

no retener el salario, <strong>sin</strong>o abonar el jornal cada día, porque el<br />

pobre, el trabajador «pasa necesidad y está pendiente del salario»<br />

(Dt 24, 14-15; Job 7, 2). «No dormirá contigo hasta el<br />

día siguiente el jornal del obrero» (Lv 19,13; Tob 4, 14; Mt<br />

20, 8). No abonar el salario, o no abonar el salario justo, es<br />

atentar contra la propia vida humana: «mata a su prójimo<br />

quien le quita el sustento, quien no paga el justo salario, derrama<br />

sangre» (Eclo 34, 22). El obrero tiene derecho a su salario<br />

(1Tim 5, 18). En la misma línea profética de la justicia,<br />

va contra Dios no abonar el salario debido (Jr 22, 13). Podemos<br />

ver a este respecto cómo los profetas son conscientes de<br />

que el trabajo es medio de vida y sustento de los pobres, manera<br />

de atender las necesidades personales y familiares de<br />

subsistencia, y por ello, clama al cielo el salario defraudado<br />

(St 5, 4), de modo que es Dios mismo quien reclamará justicia<br />

por el jornal defraudado al obrero (Mal 3, 5) pues quien<br />

«explota al necesitado, afrenta a su Hacedor» (Prov. 14, 31).<br />

Salarios y productividad<br />

En la sociedad salarial el trabajo asalariado pasó a ser, sobre<br />

todo, una fuente de seguridad, una posibilidad de controlar<br />

el futuro, una vez que el presente estaba asegurado,<br />

casi de un lado a otro de la escala social. Ahora bien, estamos<br />

asistiendo al agotamiento de ese modelo en que la integración<br />

social de los individuos estaba organizada en torno<br />

a la centralidad del trabajo protegido por un estatuto y<br />

garantizado por el Estado (33).<br />

Cada vez más, el salario se va convirtiendo en el pago<br />

de una mercancía, de un elemento más del proceso de<br />

producción, objetivado, despersonalizado, en tanto se va<br />

Tema del mes<br />

disociando de las necesidades personales y familiares de<br />

los trabajadores, y se va constituyendo en el precio que la<br />

ley de la oferta y la demanda (más la oferta que la demanda)<br />

fija en cada momento, hasta despojarlo de toda condición<br />

de estabilidad y seguridad, pero sobre todo de su carácter<br />

personal y de su dignidad.<br />

<strong>La</strong> nueva configuración de las relaciones laborales que se<br />

realiza a través de las sucesivas reformas laborales aprobadas<br />

en nuestro país, va mercantilizando éstas, de modo<br />

que el salario vuelve a ser lo que la Doctrina Social ya deploró<br />

desde el comienzo: una mera convención entre empresario<br />

y trabajador, a la que éste acude muchas veces urgido<br />

por la necesidad, y chantajeado por la indigencia,<br />

consciente de que quien renuncie a condiciones deshonrosas,<br />

so capa de su dignidad, tendrá, por fuerza, que aceptar<br />

aún más inhumanas situaciones futuras, pues cada vez<br />

significa menos la dignidad del trabajador y de su trabajo.<br />

Nada hay más contrario a la «teoría económica» de la<br />

Doctrina Social de la Iglesia que el liberalismo económico<br />

(34), especialmente este neoliberalismo capitalista y salvaje<br />

que nos toca vivir (35).<br />

Los medios de comunicación abundan cada cierto tiempo<br />

en informaciones acerca de la ingente cantidad de males<br />

que pueden sobrevenir si no se moderan los incrementos<br />

salariales y se hacen esfuerzos por parte de los<br />

trabajadores, lo que supone partir de una falsa convicción,<br />

cual es la de que los salarios en nuestro país son altos, elevados<br />

por encima de la racionalidad, y los principales –si no<br />

exclusivos– causantes de un gasto que hay que moderar.<br />

<strong>La</strong> Encuesta de Estructura Salarial que publica periódicamente<br />

el Instituto Nacional de Estadística (36), ofrece datos<br />

suficientes para poder rebatir las afirmaciones acerca<br />

de los sueldos excesivos de nuestro país, o de la homogeneidad<br />

salarial. Habrá que recordar nuevamente que bajo<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

23<br />

23


24<br />

24<br />

Tema del mes<br />

estas amplísimas diferencias está muchas veces la situación<br />

que ya denunciara «Rerum Novarum» (37).<br />

En este contexto se instala el debate para desvincular salarios<br />

de precios y necesidades, y asociarlos de forma más<br />

radical a la productividad. Es verdad que es uno de los elementos<br />

a tener en cuenta a la hora de establecerlos, pero<br />

por el contexto y en los términos en que la propuesta se<br />

formula, no es algo que podamos acoger <strong>sin</strong> más.<br />

<strong>La</strong> productividad es la relación que existe entre la producción<br />

obtenida y los recursos utilizados para conseguirla. Por<br />

tanto, producir más con menos eleva el resultado de manera<br />

interesante. Si la finalidad de la economía productiva es generar<br />

bienes y servicios que surgen de la transformación de<br />

las materias, con el concurso de capital y trabajo, y el salario<br />

es retribución del trabajo, admitimos que el beneficio, en su<br />

justa medida también, es retribución del capital. <strong>La</strong> productividad<br />

es el resultado de la ecuación de la eficacia y la eficiencia,<br />

que permite aplicar de manera eficiente los recursos<br />

disponibles al proceso productivo, minimizando los costes,<br />

para incrementar los beneficios, y ser más competitivos en el<br />

mercado, pudiendo ofrecer un producto –de igual calidad, se<br />

supone– a un precio más interesante para el consumidor. <strong>La</strong><br />

productividad está al servicio de la competitividad.<br />

El problema reside en que la equidad de la ecuación se<br />

rompe cuando la carga de reducir los costes se hace recaer<br />

solo en un elemento –el salario– de manera más exclusiva, y<br />

los datos desmienten tozudamente las previsiones, pues la<br />

moderación, la reducción salarial, se viene aplicando desde<br />

el comienzo de la crisis, y la fórmula mágica no reporta los<br />

esperados resultados (38). Desvincular salarios de inflación<br />

solo aporta un elemento más para posibilitar la reducción salarial<br />

<strong>sin</strong> freno. Pero, al margen de las razones meramente<br />

técnicas, económicas, para oponerse a una propuesta en la<br />

que la fluctuación salarial dependiera de los elementos meramente<br />

económicos de la ecuación, que siempre es discutible<br />

en sede de teoría económica, desde la Doctrina Social de la<br />

Iglesia hay razones más que suficientes para ello. Muchas veces<br />

coincidentes con los mencionados análisis económicos.<br />

Antepongamos todavía un dato: la productividad en España<br />

es similar a la europea, cuando los salarios no lo son<br />

(39). Se ha aumentado la productividad <strong>sin</strong> que el salario<br />

obtenga la parte de incremento del beneficio –habiendo<br />

aportado la casi totalidad de la reducción de costes que lo<br />

ha posibilitado– que se deriva de ese incremento (40).<br />

Aportación de la DSI<br />

<strong>La</strong> aportación que la Iglesia puede y debe hacer a este<br />

debate, es ayudar a recuperar la vigencia de los criterios<br />

que a lo largo de la historia la DSI ha ido señalando en re-<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

lación con la determinación del salario y que, como hemos<br />

visto, tienen un valor de principio permanente que hay<br />

que buscar y defender en la consecución de la justicia de<br />

las relaciones económicas, y hoy también en el marco de<br />

un trabajo decente (41).<br />

QA (42) recordaba además el carácter personal del trabajo<br />

humano al señalar que «el trabajo no puede ser valorado justamente<br />

ni remunerar equitativamente si no se tiene en<br />

cuenta su carácter individual y social», y que la fijación de los<br />

salarios debía tener en cuenta la fluctuación de los precios.<br />

<strong>La</strong> Doctrina Social pone a la persona en el centro de la<br />

actividad económica lo que significa mucho más que un<br />

reparto equitativo de la riqueza. El problema de fondo estriba<br />

en que el éxito de la actividad económica se mide en<br />

términos de rendimiento económico o beneficio, y, por<br />

tanto, su búsqueda lleva naturalmente a convertir a las<br />

personas empleadas en «factores de producción» al servicio<br />

de dicho éxito (43).<br />

En consecuencia, hay un primer componente de valoración<br />

del trabajo humano, irrenunciable, que es su carácter<br />

subjetivo, el que hace referencia a la centralidad y dignidad<br />

humana, al carácter no solo individual, <strong>sin</strong>o social –y, por<br />

ello familiar– del trabajo, y de la persona del trabajador. Y<br />

si el trabajo es, primariamente, medio de subsistencia, de<br />

adquirir los medios y recursos necesarios para la vida digna,<br />

éste es el principal y primero de los elementos a considerar<br />

a la hora de retribuir el trabajo; no cuánto se produce, a<br />

qué coste, cuánto se puede ganar produciendo ese bien, o<br />

haciéndolo en este o aquél lugar, o con estos u otros instrumentos<br />

y tecnologías; <strong>sin</strong>o cuánto es necesario retribuir el


trabajo humano desarrollado para producir ese bien, de<br />

modo que posibilite vivir dignamente y atender a las necesidades<br />

humanas de la propia persona del trabajador y de la<br />

propia familia; de modo que el salario permita la vida digna<br />

que se logra, principalmente, a través del trabajo. No olvidemos<br />

que la gloria de Dios es la vida del hombre; que el<br />

hombre viva (44). Por tanto las necesidades humanas son<br />

el primer referente a tener en cuenta (45). El servicio al<br />

hombre y a sus necesidades humanas, es la primera ley fundamental<br />

del desarrollo y de la actividad económica (46).<br />

El conjunto del proceso de la producción debe ajustarse a<br />

las necesidades de la persona y a la manera de vida de cada<br />

uno en particular, de su vida familiar (47). En el fondo se<br />

trata de poner a la persona en el centro de la vida económica,<br />

de recuperar el principio básico y central de la DSI que<br />

es la sagrada dignidad de la persona humana.<br />

El empleo no es un mero contrato que hay que negociar<br />

en los términos dictados por las fuerzas del mercado, <strong>sin</strong>o<br />

que es también una relación entre seres humanos (48).<br />

Por eso, junto a ello, hay que considerar otros elementos<br />

que cada vez más son interdependientes para la consecución<br />

del trabajo decente y del salario justo.<br />

<strong>La</strong>s exigencias del bien común –tanto de la propia comunidad<br />

política, como del bien común universal– se han<br />

de situar en la perspectiva de MM: «principalmente en orden<br />

a obtener el máximo empleo de la mano de obra». Es<br />

decir que la fijación del salario, una vez atendida la satisfacción<br />

de las necesidades, y teniendo en cuenta la efectiva<br />

aportación del trabajador a la producción, ha de tener<br />

en cuenta que debe ser cauce también, o al menos no resultar<br />

un obstáculo, para conseguir que todos los que quieran<br />

y puedan trabajar, encuentren un trabajo efectivo y<br />

digno. <strong>La</strong> fijación del salario desde las claves de la DSI es<br />

un cauce de lucha contra el desempleo, al poner la economía<br />

y el trabajo al servicio de las personas.<br />

Pero además, esta clave de interdependencia supone un<br />

freno a las políticas de deslocalización que practican tantas<br />

empresas transnacionales, y un elemento que puede propiciar<br />

la desaparición de prácticas laborales deshumanizadoras<br />

en países de entornos distintos a los del primer mundo,<br />

además de generar una práctica que impele a organizar<br />

las relaciones internacionales desde la base del comercio<br />

justo (49). Frente al «escándalo de las disparidades hirientes»<br />

(50), las exigencias del bien común, del destino universal<br />

de los bienes, de la participación y de la solidaridad<br />

hacen que no se pueda hablar de auténtico desarrollo si<br />

éste no se concibe desde su propia raíz como un movimiento<br />

en el que deben participar y del que deben beneficiarse<br />

por igual todos los países y todas las personas (51).<br />

El destino universal de los bienes y el principio del bien común<br />

internacional están presentes en estos criterios.<br />

Tema del mes<br />

El empleo no es un mero<br />

contrato que hay que negociar<br />

en los términos dictados<br />

por las fuerzas del mercado,<br />

<strong>sin</strong>o que es también<br />

una relación entre<br />

seres humanos<br />

Finalmente, habrá que tener en cuenta la situación financiera<br />

de la empresa en que se trabaja. El salario no puede<br />

tener un alcance confiscatorio de los beneficios. Es necesario<br />

retribuir el capital, en la misma medida que el<br />

trabajo. Esto, y así lo ha señalado recientemente «Caritas<br />

in Veritate» recordando criterios ya expuestos en la DSI,<br />

supone avanzar por tanto en la participación de los trabajadores<br />

en la gestión y las decisiones de la empresa.<br />

Hay una clave básica en todo este proceso de determinación<br />

de los salarios y es que no puede dejarse el mismo al<br />

juego de la libre competencia del mercado (MM 71), y<br />

tampoco es lícito que su fijación quede al arbitrio de los<br />

poderosos, <strong>sin</strong>o que en esta materia deben guardarse a<br />

toda costa las normas de la justicia y la equidad. Los mercados,<br />

el sistema financiero no puede ser quien fije los salarios<br />

libremente, quien valore el trabajo humano, pues no<br />

lo haría teniendo en cuenta los criterios expuestos, como<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

25<br />

25


26<br />

26<br />

Tema del mes<br />

hemos podido comprobar<br />

en nuestras propias carnes a<br />

lo largo de esta crisis que vivimos.<br />

Juega aquí necesariamente<br />

el principio de subsidiariedad,<br />

invocando una<br />

más que necesaria intervención<br />

estatal o supraestatal,<br />

de regulación de las políticas<br />

salariales. Es decir, habrá<br />

que reclamar al Estado<br />

que cumpla su papel de empresario<br />

indirecto (52).<br />

Conclusión<br />

<strong>La</strong> productividad no puede ser el factor determinante de<br />

la fijación y actualización de los salarios en ningún caso, al<br />

menos desde las claves de la Doctrina Social de la Iglesia;<br />

y la libre competencia del mercado que busca genéticamente<br />

la maximización del beneficio, no quisiera tener en<br />

cuenta más que esto. En el fondo cuando se habla de productividad<br />

no se está hablando de vincular la aportación<br />

efectiva del trabajador al proceso productivo en la clave<br />

Notas<br />

(1) LE 32 Cfr. Compendio de Doctrina<br />

Social de la Iglesia CDSI. Pontificio Consejo<br />

Justicia y Paz. Cap. 6º, II.<br />

(2) Cfr.: Rafael Mª Sanz de Diego, SJ<br />

«El trabajo en la DSI» en CD, artículos de<br />

«Una nueva voz para nuestra época...»<br />

loc cit. Dr. H. Onno Ruding, presidente<br />

de UNIAPAC, vice-presidente de Citibank,<br />

ex-Ministro de Economía de Holanda<br />

Acción Empresarial (oct-01-abril 2002)<br />

7-14. «El trabajo como clave de la cuestión<br />

social», Conferencia pronunciada en<br />

Ciudad del Vaticano (14-09-2001) en la<br />

Comisión Pontificia «Justicia y Paz». En<br />

CD, artículos de «Una nueva voz para<br />

nuestra época...» loc cit.<br />

(3) RN 3.<br />

(4) RN 6.<br />

(5) RN 8.<br />

(6) RN 33.<br />

(7) QA 52.<br />

(8) QA 53.<br />

(9) QA 61.<br />

(10) MM 68.<br />

(11) MM 69.<br />

(12) MM 70.<br />

(13) Cf. MM 78-81.<br />

(14) PT 64.<br />

(15) Vease el capítulo 7 del libro de<br />

Luis González-Carvajal Santabárbara «El<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

No puede dejarse el mismo al<br />

juego de la libre competencia<br />

del mercado y tampoco es lícito<br />

que su fijación quede al arbitrio<br />

de los poderosos,<br />

hombre roto por los demonios de la economía.<br />

El capitalismo neoliberal ante la<br />

moral cristiana». Pág. 203-245.<br />

(16) GS 63.<br />

(17) GS 66.<br />

(18) GS 67.<br />

(19) GS 71.<br />

(20) PP 69.<br />

(21) OA 14.<br />

(22) Cf. LE 19.<br />

(23) CV 63.<br />

(24) Restituto Sierra Bravo, «El mensaje<br />

social de los Padres de la Iglesia. Selección<br />

de textos». Ed. Ciudad Nueva. Madrid<br />

1989.<br />

(25) San Ambrosio, «Comentario al Libro<br />

de Tobías», 91, 92. En Sierra Bravo,<br />

o.c. pág. 405.<br />

(26) San Juan Crisóstomo, «Homilía sobre<br />

la limosna», 6 en Sierra Bravo, o.c.<br />

pág. 229.<br />

(27) San Juan Crisóstomo dirá que «el<br />

trabajo –el cuerpo de los pobres– es la<br />

fuente de sus ingresos. Todas sus fuentes<br />

de ingresos son sus manos», loc.cit. Por<br />

evitar una relación demasiado prolija,<br />

puede verse el índice temático de Sierra<br />

Bravo, o.c.<br />

(28) San Juan Crisóstomo, «Homilía<br />

LXI», 2 y 3. Sierra Bravo, o.c. pág. 260.<br />

(29) «A cuantos puedan hacer el bien<br />

diles que no cesen en ello, pues prove-<br />

personalista que propone<br />

«Mater et Magistra», <strong>sin</strong>o de<br />

vincular el salario al beneficio,<br />

vinculación que siempre<br />

–en este sistema económico,<br />

al menos– es inversamente<br />

proporcional, y a sabiendas<br />

que el beneficio así obtenido<br />

a costa del trabajador no va<br />

a revertir su retribución de<br />

modo equitativo entre el capital<br />

y el trabajo.<br />

De lo dicho se desprenden dos consecuencias. <strong>La</strong> primera<br />

es que la propia comunidad cristiana, impulsada por el<br />

mandato evangélico, ha de promover la puesta en práctica<br />

de la Doctrina Social, guiada por sus principios y preservando<br />

y fomentando los valores de la vida social. El hacerlo<br />

es una exigencia primaria de la dimensión caritativa de<br />

la Iglesia.<br />

Los criterios expresados por «Mater et Magistra», recogiendo<br />

todo un poso de tradición de la DSI, de fuente<br />

evangélica, deben ser puestos en valor mediante su utiliza-<br />

choso les es practicar buenas obras. Yo,<br />

por mi parte os digo que es necesario que<br />

todo hombre se vea libre de sus necesidades.<br />

Pues el que está necesitado y sufre<br />

estrecheces en su vida cotidiana, está en<br />

gran tormento y angustia». Cf. «El Pastor<br />

de Hermas», Comparación X, cap. IV, 2,<br />

en ibídem pág. 62.<br />

(30) <strong>La</strong>ctancio: «Debemos partir los beneficios<br />

comunes de nuestro Dios y Padre<br />

con los indigentes». «Instituciones Divinas»,<br />

libro V, cap. VI, en Sierra Bravo,<br />

o.c. pág. 363. San Gregorio de Nisa: «Poned<br />

medida a las necesidades de vuestra<br />

vida. No sea todo vuestro; haya también<br />

una parte para los pobres y amigos de<br />

Dios». En «Discurso I», Sierra Bravo, o.c.<br />

pág. 191. San Agustín: «<strong>La</strong> necesidad es<br />

la madre de todas las acciones humanas».<br />

En narraciones en los Salmos, Salmo 83,<br />

8. Ibídem, pág. 462. «Los bienes superfluos<br />

de los ricos son necesarios a los pobres.<br />

Posees lo ajeno, cuando posees lo<br />

superfluo». San Agustín, ídem Salmo<br />

147, 12, en ibídem, pág. 468.<br />

(31) Homilía XXXVII, 4. Ibídem pág.<br />

238.<br />

(32) Homilía XVII, 3 Ibídem, pág. 304.<br />

(33) Elio Estanislau Gasda. «Fe cristiana<br />

y sentido del trabajo». San Pablo-Comillas.<br />

Madrid, 2011. Pág. 61.<br />

(34) Cf. R. Sierra Bravo, «El mensaje


ción como criterios de determinación efectiva de los salarios,<br />

y deben ser postulados por quienes desde la fe se<br />

plantean un compromiso activo en el ámbito <strong>sin</strong>dical y<br />

laboral, especialmente.<br />

<strong>La</strong> segunda consecuencia consiste en la necesidad de<br />

fomentar una práctica de ojos abiertos y de corazón compasivo,<br />

para ver los rostros sufrientes de las víctimas de<br />

la crisis y dar testimonio de los principios del bien común,<br />

el destino universal de los bienes y la solidaridad.<br />

Esta segunda práctica de la dimensión caritativa, además<br />

de urgente e inaplazable, es una auténtica piedra de toque<br />

de nuestra veracidad y credibilidad. Es, en la hora<br />

presente, un modo privilegiado de anunciar la Buena Noticia<br />

del Reino luchando evangélicamente por salarios<br />

dignos, y empleos decentes(53), por la vía de una caridad<br />

que ha de hacerse transformadora (54) de la realidad.<br />

Será la caridad transformadora que vive permanentemente<br />

la aventura del absoluto y apuesta por la pasión<br />

de la vida, lo que permitirá, en palabras de José Ángel<br />

Valente, que cada nuevo día amanezcamos dispuestos a<br />

hallar nuevos caminos. Y a inventarlos (55). ■<br />

social de los padres de la Iglesia»... pág.<br />

19.<br />

(35) Cf. RN 15: «Lo realmente vergonzoso<br />

e inhumano es abusar de los hombres<br />

como de cosas de lucro y no estimarlos<br />

en más que cuanto sus nervios y<br />

músculos pueden dar de sí».<br />

(36) www.ine.es/jaxi/menu.do?type=<br />

pcaxis&path=/t22/p133&file=inebase&N=&L=0,<br />

la última encuesta publicada,<br />

en 2011 recoge datos de 2009.<br />

(37) Cf. RN 32.<br />

(38) Un interesante análisis en<br />

http://www.attac.es/el-disparate-economico-de-rubalcaba/.<br />

Juan Torres López.<br />

Véase también en www.attac.es/el-parola-crisis-y-las-falacias-neoliberales/<br />

un artículo<br />

de Vicenç Navarro publicado en Le<br />

Monde Diplomatique.<br />

(39) Algunos datos: http://www.diarioinformacion.com/economia/2011/08/21/cobramos-producimos/1160164.html<br />

.<br />

http://www.expansion.com/2011/08/<br />

01/empleo/desarrollo-de-carrera/1312217417.html<br />

(40) En 1984, en contexto de crisis<br />

como ahora, la Comisión Episcopal de<br />

Pastoral Social en el documento «Crisis<br />

económica y responsabilidad moral» señalaba<br />

que «es evidente que la aplicación<br />

de algunas medidas económicas en<br />

curso, y que todos conocemos, están suponiendo<br />

un grave costo social, económico<br />

y humano excesivo. Dicho costo<br />

debe ser repartido lo más justamente<br />

posible, evitando que recaiga desigualmente<br />

sobre la población. Porque nunca,<br />

y menos en las circunstancias actuales,<br />

por ejemplo, puede equipararse la<br />

pérdida del puesto de trabajo y la subsiguiente<br />

pobreza y sacrificios familiares,<br />

con la pérdida o disminución de beneficios<br />

empresariales».<br />

(41) CV 63.<br />

(42) QA 69, 74, y 75.<br />

(43) «Una economía al servicio de las<br />

personas. Ante la crisis, conversión y solidaridad».<br />

Carta Pastoral de los Obispos<br />

de Pamplona y Tudela, Bilbao, San Sebastián<br />

y Vitoria. Cuaresma-Pascua<br />

2011. Editorial Eset, Vitoria-Gasteiz,<br />

2011. Nº 20.<br />

(44) Ireneo de Lyon. «Gloria Dei vivens<br />

homo et vita hominis visio Dei».<br />

Adversus Haereses IV, 20, 7.<br />

(45) Sobre las necesidades humanas<br />

ya hablaba GS 3 al tener en cuenta que<br />

la salvación se dirige al hombre, a todo<br />

el hombre, y a toda la humanidad. Véase,<br />

publicado por el Departamento de<br />

Pastoral Obrera de la CEAS, de la Conferencia<br />

Episcopal Española, editado<br />

por Alfonso Alcaide Maestre: «El traba-<br />

Tema del mes<br />

jo humano, principio de vida». EDICE,<br />

Madrid 2007.<br />

(46) GS 64.<br />

(47) GS 67. Vid «Catecismo de la<br />

Iglesia Católica» n 2428, 2434.<br />

(48) David Sheppard y Rafael Díaz Salazar<br />

(eds.) «El desempleo y el futuro del<br />

trabajo. Una investigación para las Iglesias».<br />

Sal Terrae. Col. Presencia Social<br />

23. Cantabria 1999, pág. 136.<br />

(49) Luis González-Carvajal Santabárbara,<br />

«El hombre roto por los demonios<br />

de la economía. El capitalismo neoliberal<br />

ante la moral cristiana». Pág. 223-227.<br />

(50) PP 9.<br />

(51) «Una economía al servicio de<br />

las personas. Ante la crisis, conversión<br />

y solidaridad». Carta Pastoral de los<br />

Obispos de Pamplona y Tudela, Bilbao,<br />

San Sebastián y Vitoria. Cuaresma-Pascua<br />

2011. Editorial Eset, Vitoria-Gasteiz,<br />

2011. nº 23.<br />

(52) LE 17.<br />

(53) Mateo 11, 3-5.<br />

(54) Joaquín García Roca. «Caridad<br />

transformadora». Noticias Obreras 1.526,<br />

agosto 2011.<br />

(55) José Ángel Valente. Poema Fulgor.<br />

«Evitad que nadie / Os ate en el siempre<br />

/ O en el nunca…/ Para que cada nuevo<br />

día / Amanezcáis / Dispuestos a hallar /<br />

Nuevos caminos / Y a inventarlos».<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

27<br />

27


28<br />

28<br />

<strong>La</strong> <strong>Mundialización</strong><br />

Francisco Porcar<br />

El libro de Rafael Díaz-Salazar «Desigualdades Internacionales.<br />

¡Justicia Ya! Hacia un programa mundial de<br />

justicia global» (Icaria, Barcelona 2011) resulta precioso<br />

para comprender qué ocurre en nuestro mundo y<br />

cómo podemos afrontarlo con humanidad, superando el<br />

riesgo cierto de «volvernos más ciegos de lo que estábamos»<br />

antes de la crisis frente al indecente empobrecimiento que<br />

sufren miles de millones de personas y fortaleciendo una mirada<br />

internacionalista que nos aproxime «a quienes más sufren<br />

el empobrecimiento causado por el capitalismo neoliberal<br />

globalizado». Es un texto breve (de 94 páginas) que, por<br />

una parte, muestra con contundencia el escándalo de la desigualdad<br />

que resulta del proceso de acumulación de capital<br />

y, por otra, propone los elementos fundamentales para caminar<br />

hacia un «programa mundial de justicia global», que<br />

es la primera necesidad de nuestro mundo.<br />

Es una invitación a una triple actitud: a la indignación<br />

que provoca contemplar y comprender la inmoral concentración<br />

de la riqueza en manos de unos pocos que provoca<br />

el empobrecimiento extremo de miles de millones de<br />

personas, a la rebelión que nace de vivir como insoportable<br />

esa situación de empobrecimiento; y a la esperanza,<br />

pues existen medios económicos suficientes y propuestas<br />

bien fundamentadas para construir otro mundo posible.<br />

El empobrecimiento está causado por las desigualdades<br />

en la apropiación de la riqueza. En el mundo hay recursos<br />

más que suficientes para acabar con el empobrecimiento.<br />

Por eso, lo que se necesita es justicia en la distribución de<br />

los bienes. Por ejemplo, según un estudio del Instituto<br />

Mundial para el Desarrollo Económico de la Universidad<br />

de la ONU, el abismo de la desigualdad en el mundo es el<br />

siguiente: el 1% de los hogares del mundo (que son unos<br />

37 millones de personas del total de 7.000 millones de habitantes<br />

del planeta) acumula ¡el 40% de los activos mundiales!;<br />

el 10% de los hogares poseen ¡el 85%!; y el 50%<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

Justicia global<br />

más pobres ¡sólo tiene el 1% de la riqueza global de los hogares!<br />

Esto supone que, en una escala 0-100 (mínima desigualdad-máxima<br />

desigualdad), estamos actualmente en<br />

el punto 89. En las últimas décadas, el capitalismo neoliberal<br />

globalizado no ha parado de incrementar esas desigualdades.<br />

Otro ejemplo: en la lista de los más ricos del<br />

mundo (aquellos que poseen una fortuna superior a los<br />

1.000 millones de dólares), en 2011, aparecen 1.210 personas,<br />

más que en los años anteriores a la crisis. Los tres<br />

más ricos del mundo acumulan una riqueza superior a<br />

todo lo que los países de la OCDE dedican a la Ayuda Oficial<br />

al Desarrollo; los diez más ricos acumulan una riqueza<br />

superior a lo que haría falta para conseguir los Objetivos<br />

de Desarrollo del Milenio.<br />

Está muy claro, pues, hacia dónde hay que mirar para<br />

avanzar en justicia global. Son necesarias políticas públicas<br />

internacionales, entre las que son especialmente importantes<br />

las siguientes: una nueva Ayuda Oficial al Desarrollo<br />

vinculada a los Objetivos de Desarrollo del Milenio; un comercio<br />

internacional con justicia; la condonación y reinversión<br />

de la deuda externa; impuestos internacionales<br />

para una redistribución mundial de la riqueza; reconocimiento<br />

y restitución de la enorme deuda ecológica provocada<br />

por la explotación de los bienes naturales de los países<br />

empobrecidos; desarme para el desarrollo. Además,<br />

son necesarias otras dos cosas: políticas de lucha contra el<br />

empobrecimiento y la desigualdad nacional en cada país<br />

del Sur; y aprender del «maldesarrollo», buscando modelos<br />

de ecodesarrollo, pues «el mundo rico está formado por<br />

países maldesarrollados que han provocado la actual catástrofe<br />

ecológica y han generado una alienante reducción<br />

del tiempo de la vida al consumo y a la producción dentro<br />

de sistemas de trabajo crecientemente precarizados. Además,<br />

los niveles de bienestar y consumo de estos países no<br />

son universalizables y se basan en una acumulación injusta<br />

de bienes públicos globales».


<strong>La</strong> <strong>Mundialización</strong><br />

Los empobrecidos por el mundo<br />

n Evasión de impuestos<br />

por las multinacionales<br />

Un informe del Instituto de Investigaciones de la Internacional<br />

de la Educación, documenta el escándalo de los<br />

enormes ingresos que pierden los gobiernos debido a la<br />

evasión de impuestos por parte de las empresas multinacionales<br />

y las repercusiones que esto tiene sobre servicios<br />

públicos esenciales. Sobre ello ha dicho la Confederación<br />

Sindical Internacional: «Cientos de miles de millones de<br />

dólares se pierden cada año porque las empresas han encontrado<br />

nuevas formas para evitar el pago de sus impuestos,<br />

y los gobiernos compiten para atraer inversiones<br />

de las multinacionales mediante la reducción del impuesto<br />

de sociedades, que cada vez es más bajo. Los gobier-<br />

n Violación<br />

de derechos laborales<br />

en Tailandia<br />

<strong>La</strong> Confederación Sindical Internacional<br />

(CSI) denuncia la sistemática violación<br />

de los derechos laborales en<br />

Tailandia. Tanto empresas locales<br />

como multinacionales (Ford, Mazda,<br />

Michelín, Goodyear…) recurren a<br />

prácticas anti<strong>sin</strong>dicales: cierres patronales,<br />

despidos, discriminación de los<br />

<strong>sin</strong>dicalistas…, para restringir la afiliación<br />

y las actividades <strong>sin</strong>dicales. Se<br />

utiliza sistemáticamente la subcontratación<br />

para debilitar la negociación<br />

colectiva y la legislación limita mucho<br />

los derechos <strong>sin</strong>dicales de los trabajadores<br />

inmigrantes.<br />

Por otra parte, muchos niños y ni-<br />

ñas son víctimas de las peores formas<br />

de trabajo infantil, principalmente<br />

en la agricultura, cultivo del<br />

camarón, pesca, servidumbre doméstica<br />

y prostitución.<br />

Abunda el trabajo forzoso y el<br />

maltrato a los trabajadores inmigrantes.<br />

Se ha podido constatar que<br />

en una provincia del país, cerca del<br />

60% de los inmigrantes birmanos en<br />

el sector del marisco se encuentran<br />

en condiciones de trabajo forzoso. Y<br />

un informe de la ONU establece<br />

que más de la mitad de los pescadores<br />

inmigrantes que trabajan en barcos<br />

tailandeses han sido testigos de<br />

ase<strong>sin</strong>atos de trabajadores tan débiles<br />

por sus condiciones laborales<br />

que ya no se les consideraba «útiles»<br />

para trabajar.<br />

n Violación<br />

de derechos laborales<br />

en Filipinas<br />

Según la Confederación Sindical Internacional,<br />

en Filipinas domina un<br />

clima de violencia anti<strong>sin</strong>dical. Los<br />

<strong>sin</strong>dicalistas son víctimas de intimidaciones,<br />

acosos, despidos, falsas acusaciones<br />

penales, arrestos, amenazas, e<br />

nos están privando efectivamente a sus propios ciudadanos<br />

de los ingresos del impuesto de sociedades que podrían<br />

utilizarse en garantizar servicios públicos de calidad.<br />

Los gobiernos tienen que centrarse en garantizar que las<br />

empresas paguen lo que les corresponde, en lugar de recortar<br />

los servicios públicos, reducir los salarios y los derechos<br />

de las personas en el trabajo».<br />

incluso ase<strong>sin</strong>atos. Tanto empresas<br />

como autoridades emplean prácticas<br />

anti<strong>sin</strong>dicales. Sistemáticamente se<br />

sustituyen contratos indefinidos por<br />

subcontratación para restringir la afiliación<br />

<strong>sin</strong>dical. En las Zonas Económicas<br />

Especiales, las fuerzas de seguridad<br />

impiden la <strong>sin</strong>dicación de los<br />

trabajadores, y los que intentan organizarse<br />

son inscritos en listas negras.<br />

También están muy extendidos el trabajo<br />

infantil y el trabajo forzoso. Según<br />

diversas fuentes, entre 2 y 5 millones<br />

de niños y niñas trabajan,<br />

muchos explotados en las peores formas<br />

de trabajo infantil. Muchas mujeres<br />

y niñas son obligadas a la fuerza a<br />

trabajar en la servidumbre doméstica<br />

y/o a prostituirse. Muchos hombres<br />

también son forzados a servidumbre<br />

por deudas como peones en la agri-<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

29<br />

29


30<br />

30<br />

<strong>La</strong> <strong>Mundialización</strong><br />

n Justicia para<br />

Guatemala<br />

El Obispo de San Marcos (Guatemala),<br />

Alvaro Ramazzini, ha hecho un llamamiento<br />

a la sociedad civil de los países<br />

del Norte a exigir más transparencia en<br />

las relaciones comerciales Norte-Sur<br />

para que «se basen en la justicia y no<br />

en el provecho». No es aceptable, dice,<br />

«la actitud de los países ricos que mantienen<br />

su estilo de vida a costa de las<br />

naciones pobres y luego dan un poco<br />

de cooperación». El Obispo es especialmente<br />

crítico con las explotaciones mineras<br />

de multinacionales y apoya la resistencia<br />

pacífica de las comunidades<br />

contra una minería, sobre todo de oro<br />

n Sindicatos búlgaros<br />

Los <strong>sin</strong>dicatos de Bulgaria están luchando contra<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

y plata, que «no deja nada a nuestra<br />

gente» y produce solamente «daños<br />

ecológicos irreparables». Critica al gobierno<br />

de Guatemala que «llama a la<br />

inversión extranjera <strong>sin</strong> imponer medidas<br />

que ayuden al país a salir de la pobreza»,<br />

pues muchas de esas empresas<br />

no respetan los Convenios de la OIT.<br />

El Obispo denuncia que, mientras<br />

59 familias acaparan la riqueza del<br />

país, se está incrementando el problema<br />

ya crónico de la pobreza, con casi<br />

un 60% de los niños entre 1 y 5 años<br />

con desnutrición, el aumento de la peligrosa<br />

emigración a Estados Unidos, y<br />

la extensión del narcotráfico y la violencia<br />

que sufren especialmente las<br />

mujeres.<br />

n Campaña <strong>sin</strong>dical<br />

contra el Mundial de<br />

Fútbol de Qatar<br />

Dentro de sus actividades en defensa<br />

de los derechos laborales en la construcción<br />

de infraestructuras para eventos<br />

deportivos mundiales, la Confederación<br />

Sindical Internacional y la<br />

Internacional de Trabajadores de la<br />

Construcción y la Madera, se han reunido<br />

con el Secretario General de la<br />

FIFA (la Federación Internacional de<br />

El amor en el mundo<br />

Fútbol) para informarle de que, a menos<br />

que Qatar cambie radicalmente la<br />

situación de violación de derechos laborales,<br />

el movimiento <strong>sin</strong>dical internacional<br />

llevará a cabo una campaña contra<br />

la celebración del Mundial de<br />

Fútbol de 2022 en aquel país.<br />

El movimiento <strong>sin</strong>dical internacional<br />

no está dispuesto a aceptar que se<br />

construyan los estadios <strong>sin</strong> el más mínimo<br />

respeto a los derechos de los trabajadores.<br />

<strong>La</strong> práctica totalidad de los trabajadores<br />

de la construcción en Qatar<br />

son inmigrantes que son brutalmente<br />

maltratados: carecen de todo derecho<br />

laboral y <strong>sin</strong>dical, cobran sueldos miserables,<br />

y los riesgos de salud y seguridad<br />

que padecen son extremos.<br />

Los <strong>sin</strong>dicatos también han planteado<br />

a la FIFA la necesidad de incluir los<br />

derechos laborales en los criterios de<br />

selección de los países que pretendan<br />

los recortes sociales que quiere imponer el gobierno,<br />

que plantea medidas para reducir el gasto público,<br />

sobre todo despidos masivos de los trabajadores<br />

de los ferrocarriles y elevar un año la edad<br />

de jubilación a partir de 2012, incumpliendo un<br />

acuerdo sobre pensiones alcanzado con los <strong>sin</strong>dicatos<br />

hace menos de un año.<br />

Ante las movilizaciones <strong>sin</strong>dicales, el gobierno<br />

ha reducido sus pretensiones, pero sigue planteando<br />

aumentar la edad de jubilación en cuatro<br />

meses. Los <strong>sin</strong>dicatos lo rechazan, pues la edad<br />

de jubilación ya se ha elevado cinco años para las<br />

mujeres y tres para los hombres en los últimos 15<br />

años, y plantean la convocatoria de una huelga


Gerardo Meil, «Individualización y solidaridad familiar» :<br />

Entrevista<br />

«<strong>La</strong> gente se fía más de la<br />

solidaridad familiar que del<br />

Estado y del mercado»<br />

José Luis Palacios<br />

–¿Cómo ha influido la<br />

irrupción de la «familia<br />

negociadora» en la solidaridad<br />

familiar?<br />

–Cabría pensar que la<br />

emergencia de la «familia<br />

negociadora» habría erosionado<br />

la solidaridad,<br />

porque este modelo supone<br />

que las normas y los<br />

roles dentro de las familias<br />

son negociables y<br />

puestos en cuestión por<br />

los individuos. Sin embargo,<br />

los datos evidencian<br />

que no ha sido así.<br />

–Sin embargo, el proceso<br />

de «individualización»<br />

no se ha detenido...<br />

–<strong>La</strong> vida familiar ha<br />

cambiado en muchos ámbitos.<br />

Siendo la solidaridad<br />

fuerte en España, cada vez más se entiende<br />

como de emergencia, puntual....<br />

El cuidado de personas, bien de<br />

niños, bien de mayores dependientes,<br />

no se concibe solo como responsabili-<br />

2010 75%<br />

dad de la familia <strong>sin</strong>o también compartida<br />

con el mercado y el Estado. Formulado<br />

de otra manera, los abuelos<br />

tienen que cuidar de los nietos, sobre<br />

todo en caso puntuales, cuando están<br />

«<strong>La</strong> frecuencia<br />

de las ayudas<br />

que se reciben<br />

dependen<br />

de la<br />

proximidad<br />

afectiva<br />

y relacional<br />

que tengan»<br />

enfermos, cuando no queda<br />

más remedio... Pero su figura como<br />

sustitutos de las guarderías ha ido perdiendo<br />

peso con respecto a hace unas<br />

décadas. En eso ha influido el proceso<br />

de «individualización» y el hecho de<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

31<br />

31


32<br />

32<br />

Entrevista<br />

que las abuelas cada vez más<br />

están trabajando a cambio de<br />

un salario, de modo que esta<br />

ayuda se recibe de forma compartida<br />

con las guarderías públicas<br />

y privadas.<br />

–<strong>La</strong>s normas familiares se<br />

cuestionan, pero siguen existiendo<br />

y se aplican...<br />

–Más que nada, se da una<br />

modificación en la aplicación<br />

de las mismas. Comparativamente<br />

con otros país, hay unas<br />

normas de solidaridad económica<br />

y residencial muy fuertes<br />

en España, más que en el centro<br />

y norte de Europa. Su aplicación<br />

se ve de una forma más<br />

matizada, en el sentido de que<br />

la responsabilidad no es única<br />

por parte de las familias. <strong>La</strong> solidaridad<br />

familiar no se concibe<br />

como un sustituto del Estado<br />

del Bienestar. También la<br />

responsabilidad del cuidado<br />

cada vez más se concibe desvinculada<br />

del género, aunque<br />

en la práctica siguen siendo<br />

más las mujeres las que se ocupan<br />

de estas tareas. Pero los<br />

hombres están siendo más interpelados<br />

por ello y aunque no<br />

hay datos de conflictos por este<br />

motivo, es de suponer que hay más<br />

diálogo y más debate sobre quién debe<br />

asumirlo.<br />

Otra consecuencia de estos procesos<br />

es que la frecuencia de las ayudas<br />

que se reciben dependen de la<br />

proximidad afectiva y relacional que<br />

tengan. Es necesario invertir esfuerzo,<br />

tiempo y dedicación a las relaciones<br />

para sean buenas y pueda funcionar<br />

el intercambio de ayudas. <strong>La</strong>s<br />

cosas ya no están tan dadas, por las<br />

normas, <strong>sin</strong>o que hay que trabajárselas.<br />

–¿Cómo ha afectado la crisis a la<br />

solidaridad familiar?<br />

–Al preguntar si era mejor acudir al<br />

banco o los servicios sociales que a la<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

«En perspectiva, llevamos<br />

poco tiempo en crisis, es duro<br />

decirlo, pero es así»<br />

familia para cuidar a los mayores,<br />

como hizo el CIS en 2004 y 2010, siguiendo<br />

el proceso de «individualización»,<br />

uno esperaba que la familia<br />

fuera perdiendo peso y, <strong>sin</strong> embargo,<br />

lo que ha sucedido, con esta crisis financiera<br />

y del Estado del bienestar,<br />

tanto en el plano normativo como en<br />

el práctico, es que se apuesta más por<br />

la familia. Es decir, la gente se fía más<br />

de la solidaridad familiar, y reclaman<br />

su reforzamiento, que del Estado y<br />

las instituciones financieras. Que eso<br />

en la realidad funcione o no genere<br />

conflictos por exceso de demanda es<br />

una cuestión abierta.<br />

–¿Hay síntomas de agotamiento<br />

de la solidaridad familiar?, ¿qué pueda<br />

pasar cuando no dé más de sí el<br />

colchón familiar?<br />

–No he hecho estudios,<br />

pero a través de indicadores<br />

cualitativos parece que lo que<br />

aumenta, cuando se recurre a<br />

la familia, son los sentimientos<br />

encontrados. Existen las<br />

normas y la obligación de<br />

ayudarse, pero también la<br />

sensación de estar sobrecargados,<br />

de pensar que esto no lo<br />

tiene que resolver solo el individuo.<br />

Cabe esperar que esto<br />

se acepte con resignación o<br />

con insatisfacción que pueda<br />

dar lugar a conflicto expreso.<br />

Aunque haya solidaridad familiar,<br />

la sobrecarga tiene costes<br />

para las relaciones.<br />

–¿Diría que más que los<br />

cambios culturales y la irrupción<br />

de nuevos modelos familiares,<br />

el papel del mercado<br />

del trabajo y de la<br />

vivienda ha influido más decisivamente<br />

para que la solidaridad<br />

residencial y de proximidad<br />

sea un rasgo distintivo<br />

de la sociedad española?<br />

–Ha habido un proceso de<br />

interacción, de retroalimentación<br />

y de adaptación de todo.<br />

El mercado laboral de los tres<br />

tercios es muy inestable para los jóvenes,<br />

lo que dificulta los proyectos<br />

de emancipación de los hijos. Al fin y<br />

al cabo, los padres se ven afectados,<br />

por lo que se da una estrategia de<br />

toda la unidad familiar. Ha habido<br />

una adaptación por parte de las familias<br />

a esa circunstancia del mercado<br />

del trabajo. También ha habido una<br />

adaptación al hecho de que las nuevas<br />

generaciones hayan elevado el<br />

listón de los criterios de emancipación,<br />

ya no es algo a toda costa <strong>sin</strong>o<br />

bajo unos niveles de vida y de consumo<br />

determinados. Eso no se cuestiona<br />

en la familia, aunque se discuta<br />

de vez en cuando bajo fórmulas<br />

como «pues en mi época...». Esto es<br />

una cuestión cultural sobre cómo organizar<br />

la vida y el estilo de vida.


–¿Se puede estar produciendo<br />

frustración en las nuevas generaciones<br />

por no poder garantizar el mismo<br />

nivel de vida que sus padres?<br />

–Es un discurso que se oye mucho,<br />

pero no se ha respaldado con datos. A<br />

mí me tocó la crisis del 73 que duró<br />

hasta el 85 y puedo decir que la incorporación<br />

al mercado de trabajo de mi<br />

generación fue muy dura y muy lenta,<br />

con experiencias de desempleo muy<br />

largas. Cada año se incorporaban más<br />

jóvenes de la generación del «baby<br />

boom» a un mercado laboral que estaba<br />

destruyendo empleo. <strong>La</strong> posibilidad<br />

de lograr el mismo nivel que los padres<br />

no era fácil, ni tan alta como ahora. <strong>La</strong><br />

solución que se adoptó fue la reducción<br />

radical del número de hijos y la<br />

incorporación de la mujer al trabajo remunerado,<br />

como estrategia para aumentar<br />

la renta relativa. En perspectiva,<br />

en comparación llevamos poco<br />

tiempo en crisis –es duro decirlo, pero<br />

es así–. No veo claro que la situación<br />

de los jóvenes de ahora sea peor que la<br />

de los de la anterior crisis.<br />

–El modelo de Estado del Bienestar<br />

de España, según su estudio, ha<br />

descuidado las tareas de cuidado,<br />

que han recaído en la familia. ¿A<br />

qué se debe?<br />

–Hay una concepción de la familia<br />

detrás. También es cierto que después<br />

de la crisis del 73 y durante la<br />

transición democrática, hubo una crisis<br />

de legitimación del propio Estado<br />

del bienestar. En España no se daba<br />

por hecho que tuviera que tener la<br />

forma que hoy tiene. El caso es que<br />

se apostó por un modelo basado en la<br />

independencia económica de las generaciones,<br />

soportado por el sistema<br />

de pensiones. <strong>La</strong> filosofía de las pensiones<br />

suficientes y la cultura de la<br />

propiedad de la vivienda han provocado<br />

que el modelo de independencia<br />

residencial, cada uno en su casa y<br />

durante el mayor tiempo posible, ha<br />

definido el modelo.<br />

También se ha apostado por la sanidad<br />

pública, lo que ha afectado a la lon-<br />

gevidad de la vida, incluso agudizando<br />

el problema de viabilidad, ya que se<br />

vive más tiempo, los últimos tramos en<br />

situación de dependencia, y en un contexto<br />

de familias de tamaño reducido y<br />

menos hijos para los cuidados.<br />

El desarrollo de los cuidados de<br />

personas dependientes se ha ido posponiendo<br />

y posponiendo hasta que la<br />

situación financiera del Estado junto<br />

con la ideología política facilitó su implantación.<br />

Pero justo en un momento,<br />

en que las alegrías duraban poco.<br />

<strong>La</strong> solución de la ley de dependencia<br />

ha sido dar unos euros a las mujeres<br />

que cuidan a los mayores en el hogar<br />

y volver a colocar los cuidados en el<br />

seno de las familias.<br />

–¿Qué es mejor instaurar servicios<br />

sociales públicos o ayudas como las<br />

desgravaciones, para que las familias<br />

puedan acudir al mercado en busca<br />

de soluciones «más baratas»?<br />

–Eso ya es una apuesta ideológica.<br />

Entrevista<br />

«Aunque haya solidaridad familiar, la<br />

sobrecarga tiene costes para las relaciones»<br />

De mi estudio no se deriva ninguna<br />

preferencia. Cuando se apuesta por el<br />

desarrollo de servicios sociales, quienes<br />

tienen mayor poder de negociación<br />

para arrancar del Estado la organización<br />

de esos servicios, obtienen<br />

más. En términos generales, las ciudades<br />

pueden conseguir más que los<br />

pueblos y unos colectivos más que<br />

otros. Pero si se dan transferencias de<br />

dinero a la sociedad para que ésta, en<br />

determinadas circunstancias, elija lo<br />

que quiera, hay mayor igualdad en el<br />

acceso a los recursos. También es verdad<br />

que el mercado acude allí donde<br />

hay negocio y cuando hay problemas<br />

es más fácil cortar las prestaciones dinerarias<br />

que los servicios sociales.<br />

Cada cosa tiene sus pros y sus contras.<br />

Como investigador no puedo decantarme.<br />

Como individuo, estoy a favor<br />

del desarrollo de servicios públicos,<br />

pero no solo públicos, porque cuando<br />

hay oferta de mercado, cuando también<br />

hay competencia, las cosas suelen<br />

funcionar mejor. n<br />

Más información:<br />

www.uam.es/personal_pdi/economicas/gmeil//index.html<br />

www.prensa.lacaixa.es/obrasocial/show_annex.html?id=21017<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

33<br />

33


34<br />

34<br />

Experiencia<br />

Una radio local de Canarias acoge un programa de la <strong>HOAC</strong><br />

El mundo obrero<br />

conquista las ondas<br />

José Luis Palacios<br />

<strong>La</strong> radio forma parte de la vida cotidiana de muchas<br />

personas a las que acerca el devenir del mundo a través<br />

de un torrente de emociones y de ideas. «Sabemos<br />

las dificultades que tiene la mayoría de la población para<br />

leer revistas y libros, sobre todo si trata de temas sociales o<br />

políticos», afirma Pino Trejo, una de la voces de «Mundo<br />

Obrero hoy». Su compañera de micrófono, Juani Sosa, destaca<br />

una ventaja que ofrece este medio: «Podemos llegar a un<br />

mayor número de personas, de una manera fácil, entrando<br />

en sus hogares para mostrarles la realidad que ellos mismos<br />

viven, pero de la cual no se suele tener mucha conciencia».<br />

Radio Tamaraceite es una emisora local de carácter cultural<br />

ubicada en el barrio de las afueras de <strong>La</strong>s Palmas del<br />

mismo nombre, creada por iniciativa del grupo de Cáritas<br />

de la Parroquia de San Antonio Abad y la Asociación Cultural<br />

«Piedra Viva». Su asalto a las ondas se produjo, desde<br />

los 12 metros cuadrados de un antiguo baño reforma-<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

do, en enero de 1996, gracias a un pequeño equipo de<br />

apenas 100 vatios, y un reproductor de cassette y otro de<br />

compact-disc, más bien caseros. Desde sus instalaciones<br />

ampliadas hoy se emite una completa programación que<br />

pretende, sobre todo, ser un taller de radio y un espacio de<br />

promoción de valores para el barrio que escucha.<br />

Cuarenta personas colaboran de forma de<strong>sin</strong>teresada en<br />

este proyecto que «pretende favorecer el aprendizaje democrático,<br />

abierto a la participación y gestionado de modo<br />

conjunto», bajo la dirección del párroco Cristóbal Déniz.<br />

En Radio Tamaraceite-Onda Parroquial, que es el nombre<br />

completo de la iniciativa, están convencidos de que «un<br />

deber de los medios de comunicación es hacer llegar a<br />

toda la comunidad todas las actividades y proyectos que<br />

realizan nuestras instituciones públicas y privadas y que se<br />

quedan de puertas para adentro en muchas ocasiones», en<br />

palabras de Juani Sosa, quien añade que «conocer y mos-


trar, a través de la radio, el trabajo pastoral que se realiza<br />

en el ámbito diocesano, en las parroquias, comunidades y<br />

movimientos es parte esencial de esta emisora que no<br />

quiere perder su raíces católicas».<br />

<strong>La</strong> idea surgió de forma natural, de la práctica de difusión<br />

de sus militantes. A raíz de la celebración del Día de la<br />

<strong>HOAC</strong> de 2009, varios miembros implicados en la parroquia<br />

fueron invitados en varias ocasiones a los programas de<br />

radio e incluso se retransmitió alguna de las actividades previstas.<br />

Aquel año, la reflexión compartida de los obreros de<br />

la Acción Católica partía del lema «Trabajar y consumir,<br />

¿eso es vida» y suscitó en los oyentes un gran interés. El párroco<br />

acabó por ofrecer formalmente a la <strong>HOAC</strong> un espacio<br />

de media hora a la semana en la emisora.<br />

Hubo de transcurrir un año hasta dar con personas dispuestas<br />

a asumir la labor y definir las líneas generales del<br />

espacio. Finalmente, el 28 de abril de 2011, Día Mundial<br />

por la Salud y Seguridad de los Trabajadores, «Mundo<br />

Obrero hoy», comenzó su andadura en las ondas, de la<br />

mano de Josefa Valerón, por aquel entonces responsable<br />

de Difusión de la <strong>HOAC</strong> de Canarias que hacía de guionista,<br />

mientras que Javier Guerra y Pino Trejo, recién llegada<br />

de su experiencia en la Comisión Permanente, se encargaban<br />

de la locución y el desarrollo en directo.<br />

«El objetivo siempre ha sido difundir la tarea evangelizadora<br />

de la <strong>HOAC</strong>, mostrando la realidad de empobrecimiento<br />

e injusticia que vive el mundo obrero actual (sus dificultades,<br />

luchas, esperanzas...), presentar con nuestras acciones (compromiso,<br />

celebraciones, gestos, actividades...), a Jesucristo<br />

como opción liberadora, y alumbrar todo esto con los textos<br />

de la Doctrina Social de la Iglesia», comenta Pino Trejo.<br />

El 6 de octubre de 2011 comenzó la segunda temporada,<br />

asumiendo la realización de los guiones Juani Sosa y Pino<br />

Trejo, con el apoyo de la sección diocesana de difusión y la<br />

intención de que se puedan ir incorporando cada vez más<br />

personas. <strong>La</strong> programación de la temporada se diseña teniendo<br />

en cuenta las propias actividades de la <strong>HOAC</strong> diocesana,<br />

los días señalados para el mundo obrero y los actos programados<br />

con la Acción Católica, la Pastoral Obrera y el Apostolado<br />

Seglar. Luego la actualidad completa la emisión semanal<br />

que sigue el esquema «Ver, Juzgar y Actuar».<br />

«El esfuerzo mayor recae en la preparación», admite Juani<br />

Sosa, «hay que buscar datos, información concreta, textos<br />

adecuados de la Doctrina Social de la Iglesia a los temas<br />

que se van a tratar y reflexiones de la <strong>HOAC</strong> y de sus<br />

medios de difusión que puedan servirnos...». A pesar de lo<br />

costoso que pueda parecer, confiesa, «es muy gratificante,<br />

por lo que aprendemos y redescubrimos, de la <strong>HOAC</strong> y de<br />

la Iglesia».<br />

Experiencia<br />

«Podemos llegar de una manera<br />

fácil a muchos hogares<br />

para mostrar la realidad que<br />

viven, pero de la cual<br />

no se suele tener conciencia»<br />

A la hora de valorar el impacto del programa, Pino Trejo<br />

es <strong>sin</strong>cera: «siendo egoístas, tenemos que reconocer que<br />

la mayor repercusión se produce en nosotras mismas... y<br />

de cara a los demás, no podemos saberlo exactamente, por<br />

que no sabemos cuántas personas nos escuchan». Sin embargo,<br />

gracias al blog del programa y a los correos electrónicos<br />

que mandan con el enlace de cada emisión, se han<br />

dado cuenta de que «cada vez nos escuchan más, al menos<br />

entre la gente de la <strong>HOAC</strong> de Canarias, los amigos, los<br />

familiares..., y se está difundiendo a otras personas, empezando<br />

por los simpatizantes».<br />

Si de algo sirve esta experiencia de difusión es para confirmar<br />

«la gran valía que tienen nuestros medios, Noticias<br />

Obreras, ¡Tú!, Ediciones <strong>HOAC</strong>, hoac.es y todas las reflexiones<br />

que realizamos como movimiento», aunque advierte<br />

Pino Trejo que «sólo en la medida en que aplicamos lo<br />

que publicamos podemos reconocer que nuestros materiales<br />

alcanzan el valor que les corresponde cuando se usan<br />

para lo que están hechos: la evangelización». Por el momento,<br />

Juani Sosa y Pino Trejo cuentan con «un medio<br />

más accesible y una excusa perfecta para difundir entre<br />

amigos y compañeros» de los ámbitos en los que trabajan<br />

y en los que están comprometidas. ■<br />

Más info:<br />

http://mundobrerohoy.blogspot.com/<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

35<br />

35


A s í n o s v e n , a s í s o m o s<br />

36<br />

36<br />

Así nos ven...<br />

No a una Cátedra de Teología en<br />

la Universidad de Granada<br />

UNI <strong>La</strong>ica–Granada. laicismo.org.<br />

<strong>La</strong> aprobación de una Cátedra de Teología católica por<br />

parte de la Universidad de Granada (UGR) supone una<br />

grave vulneración del principio de aconfesionalidad y<br />

neutralidad del Estado, representa un ataque a los principios<br />

de la institución universitaria, basados en la independencia<br />

y el rigor del pensamiento racional y crítico,<br />

al pretender equiparar la ciencia, objeto de la Universidad,<br />

con la teología, que forma parte de las creencias de<br />

cada confesión religiosa, <strong>sin</strong> más fundamento que su fe.<br />

Se da con ello un paso más a la catolización de la Universidad,<br />

retrocediendo a los tiempos medievales y al nacional-catolicismo…<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

Una parroquia<br />

acogedora<br />

<strong>La</strong> Asamblea del 15-M del barrio<br />

lleva algunos meses buscando<br />

lugar para reunirse cada<br />

quince días. Hasta ahora lo hacían<br />

en la calle, en la plaza de<br />

la Iglesia, a la vista de todos,<br />

pero el frío y la hora de reunión<br />

aconsejan buscar un lugar<br />

bajo techo.<br />

Toni, militante de la <strong>HOAC</strong> que participa en el<br />

movimiento, ha recorrido las asociaciones de vecinos<br />

y entidades sociales y culturales del barrio, incluso<br />

las oficinas del Centro Cívico y del Distrito Municipal.<br />

Más de diez visitas. En todas ha obtenido las<br />

mismas respuestas: «No os podéis reunir aquí».<br />

«Aquí no queremos saber nada de política, porque<br />

¿esto es política, no?», «Es que si el ayuntamiento se<br />

entera nos quitarán la subvención», «Lo siento, hay<br />

reunión del partido»… o, simplemente NO.<br />

Al final el único sitio en que han encontrado cobijo<br />

ha sido la parroquia. Para sus reuniones y para la mesa<br />

<strong>La</strong> cátedra de Teología está dirigida desde sus inicios<br />

por el rector de la Facultad de Teología, que también está<br />

al frente de la «comisión gestora» encargada de su desarrollo;<br />

este rector es un padre jesuita que debe sumisión<br />

y obediencia a la Iglesia católica. De hecho, el propio texto<br />

del Acuerdo explicita que se tratarán «...los temas vitales<br />

de la existencia humana, a la luz del mensaje cristiano».<br />

Por consiguiente, la neutralidad aconfesional que exige<br />

la Constitución se conculca radicalmente con la creación<br />

de la cátedra de Teología, pues se privilegia a una<br />

determinada confesión, la católica, en detrimento de las<br />

demás creencias y convicciones, religiosas o no, de las<br />

setenta mil personas que componen la comunidad de la<br />

UGR.<br />

...y así somos<br />

redonda que van a organizar sobre la crisis, abierta a<br />

todo el barrio. Aunque no sea algo confesional la parroquia<br />

quiere acoger la vida de las personas que lo habitan<br />

y propiciar caminos de mayor dignidad humana,<br />

porque son caminos en los que podemos seguir encontrando<br />

al Obrero de Nazaret. No preguntamos en qué<br />

creen. Vivimos con ellos. Les ofrecemos lo que somos.<br />

<strong>La</strong> parroquia sigue queriendo ser una luz que brille<br />

en medio de las tinieblas. Aunque no siempre se<br />

quiera acoger la luz.<br />

Fernando C. Díaz Abajo<br />

www.nando-elperegrino.blogspot.com


El termómetro<br />

Hace unos años, con motivo del Sínodo sobre la<br />

Vida Consagrada, los obispos insistían mucho en<br />

la necesidad de comunión que algunos calificaban<br />

de «orgánica». Una preocupación legítima con tal de que<br />

la situemos en el dinamismo de la Iglesia, pueblo de Dios<br />

cuyos miembros son animados por el Espíritu y que se<br />

constituye en la misión.<br />

Ya en 1975 la exhortación apostólica «Evangelii Nuntiandi»<br />

recordó : «<strong>La</strong> Iglesia existe para evangelizar»; «el<br />

evangelizador anuncia ante todo el reino de Dios»; «sólo<br />

el reino es absoluto y todo el resto es relativo». Quiere decir<br />

que Iglesia es una entidad referencial llamada siempre<br />

a salir de la endogamia para ser signo e instrumento del<br />

reino de Dios que, gracias al Espíritu, ya brota en todos los<br />

rincones de nuestro mundo. Su objetivo es la llegada del<br />

reino de Dios y toda la su organización visible con todos<br />

sus ministerios, incluidos los ministerios ordenados, no es<br />

fin <strong>sin</strong>o medio.<br />

Obras Completas<br />

Guillermo Rovirosa<br />

Pedidos<br />

<strong>HOAC</strong><br />

C/ Alfonso XI, 4 - 4º<br />

28014 Madrid<br />

Teléfono: 91 701 40 80<br />

Fax: 91 522 74 03<br />

Correo electrónico:<br />

difusion@hoac.es<br />

administracion@hoac.es<br />

Comunión<br />

para la misión<br />

Jesús Espeja<br />

Todos los bautizados somos evangelizadores y en la medida<br />

en que actualicemos nuestra vocación, en distintas<br />

culturas, con distintas mentalidades y en una sana pluralidad,<br />

se va fraguando la unidad y comunión de la Iglesia.<br />

Sin duda hoy la fragmentación es amenaza seria para la<br />

Iglesia. Necesitamos vivir la comunión para llevar a cabo<br />

la misión o anuncio del Evangelio. Pero esa comunión es<br />

obra del Espíritu que va infundiendo en todos los bautizados<br />

el apasionamiento por el reino de Dios, nos da luz<br />

para discernir las distintas situaciones y suscita en nosotros<br />

la creatividad.<br />

Para garantizar esa comunión, <strong>sin</strong> destruir la sana pluralidad,<br />

la Iglesia es enriquecida con el ministerio de los<br />

obispos. <strong>La</strong> función de este ministerio no es lograr la<br />

uniformidad apagando los distintos carismas que también<br />

el Espíritu suscita en la comunidad cristiana, <strong>sin</strong>o<br />

garantizar la unidad y comunión en vistas a la evangelización.<br />

■<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

37<br />

37


38<br />

38<br />

El Evangelio en tu vida<br />

Juguemos cada domingo al rescate<br />

Juan Fernández de la Cueva<br />

Navidad es tiempo de sentir la alegría de que Dios<br />

se ha atrevido a poner su choza en nuestro complicado<br />

mundo. Porque no ha escogido un palacio<br />

para nacer <strong>sin</strong>o un pesebre fuera de la ciudad. Y no se ha<br />

rodeado de cortesanos <strong>sin</strong>o de pastores, ciudadanos de 4ª<br />

categoría. A partir de entonces los pobres cotizan como un<br />

valor de muchos enteros en la Bolsa del Reino.<br />

Y después de la Navidad pasamos a la cuesta de enero<br />

que coincide con el tiempo ordinario del año litúrgico. Mi<br />

amigo Agustín me dio la pista de que el año litúrgico se parece<br />

al juego del rescate que nos divertía de pequeños: el<br />

juego consiste en que a todo individuo que pillan (o «la pocha»)<br />

se lo llevan prisionero junto a un poste. Allí queda<br />

inmovilizado y vigilado, <strong>sin</strong> vida. Pero la tensión del juego<br />

está en que si otro de tu equipo llega a tocar al pelotón de<br />

prisioneros al grito de «salvados», los libra a todos y salen<br />

corriendo con otra vida.<br />

Así pasa con el misterio de Dios: en Belén se esconde<br />

para venir sigilosamente a tocarnos hasta que grita en el<br />

poste de la cruz: «¡salvados!». Entonces los que estaban inmovilizados<br />

corren como quien estrena vida. Cada domingo<br />

es un anticipo de ese «rescate», un episodio donde se<br />

visualiza el drama de estar prisionero sabiendo que alguien<br />

trabaja secretamente para que la historia termine en el grito<br />

de «salvados».<br />

Así nos muestra la liturgia a Jesús en estos domingos<br />

de enero y nos lanza una pregunta a<br />

cada uno:<br />

–El domingo día 8, Jesús, que ya se había sumergido<br />

entre los obreros de Nazaret, se pone a<br />

la cola de los pecadores que van a solicitar el<br />

bautismo de conversión a Juan Bautista. Entonces<br />

el Padre certifica que Él está con su Hijo<br />

amado y avala su misión entre los últimos. ¿Me<br />

muestro yo orgulloso de echar mi suerte entre<br />

los últimos de la crisis? Después del fiasco del<br />

rescate de los gobiernos a las instituciones financieras<br />

¿cómo estoy de pobreza solidaria<br />

con los que están inmovilizados en el paro?<br />

–El domingo día 15, Jesús nos asocia a la intimidad<br />

de su equipo de «rescate» («venid con-<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

migo… y ellos vieron donde vivía y se quedaron con él»).<br />

¿Disfruto yo de esa confianza que ningún mercado financiero<br />

me puede quitar por muy inmovilizado que me haya<br />

dejado en la crisis? ¿O me quedo atenazado por el miedo<br />

de que los recortes sociales me afecten personalmente?<br />

–El domingo día 22, Jesús nos asocia a su tarea de descubrir<br />

la Buena Noticia y dedicar mi vida a proclamarla:<br />

«se ha cumplido el plazo, el Reino de Dios está cerca».<br />

¿Acompaño yo a los parados de larga duración a descubrir<br />

la fuerza transformadora del evangelio? ¿Descubro<br />

con ellos las semillas evangélicas entre los empobrecidos?<br />

–El domingo día 29, Jesús libra con autoridad a una persona<br />

que está endemoniada, como les pasa a los que en el<br />

escondite no pueden moverse y están prisioneros. ¿Gasto<br />

yo mis fuerzas en acercarme a los que «la pochan» en<br />

esta crisis para tocarlos en nombre de Jesús y que puedan<br />

salir corriendo libres? ¿En qué equipo juego yo?<br />

Nosotros no somos «escribas» que discursean moralinas,<br />

<strong>sin</strong>o discípulos de Jesús. Si queremos seguirle en el misterio<br />

de su «rescate», debemos ser astutos como serpientes<br />

y decididos como leones ante los mercados <strong>sin</strong> ética que<br />

han cogido a tantos prisioneros en la crisis. <strong>La</strong> liturgia nos<br />

irá guiando durante el año. ■


A los cuarenta años de Barbiana en España<br />

Una escuela para la vida<br />

Víctor Manuel Marí Sáez<br />

El libro consiste en una carta escrita por<br />

unos muchachos de pueblo que habían<br />

sido declarados inútiles para la educación.<br />

Hoy diríamos que eran chicos de «fracaso<br />

escolar». Pero lo que ellos y don Milani van argumentando<br />

y exponiendo a lo largo del libro<br />

es otro tipo de fracaso bien distinto: el del propio<br />

sistema educativo, convertido en un hospital<br />

para sanos que margina a los pobres y ayuda<br />

a aumentar las brechas sociales.<br />

Como tantas otras noticias, la de este 40º aniversario<br />

no ha tenido casi ninguna repercusión<br />

en los medios masivos. Yo me enteré a través<br />

de la suscripción que tengo a la revista de los<br />

Educadores Milanianos, movimiento de renovación<br />

pedagógica que aglutina a una serie de<br />

educadores que desde diversos espacios educativos<br />

continúan impulsando la pedagogía milaniana. Su nº<br />

54 (2011) está dedicado monográficamente a esta cuestión,<br />

y en Internet es posible encontrar referencias interesantes.<br />

Por eso en este artículo voy a abordar el tema desde<br />

otra perspectiva. Lo centraré en compartir mi<br />

experiencia personal como lector de los trabajos de don<br />

Milani, mi encuentro con algunas personas de este movimiento<br />

y las reflexiones que todo ello me suscita.<br />

Carta a una maestra<br />

60<br />

El punto de partida es el encuentro con «Carta a una<br />

maestra». Personalmente me llega a través de mi mujer<br />

Flori, cuando aún era mi novia. Ella era por aquél entonces<br />

(y sigue siendo ahora) una educadora de vocación que<br />

sembró en mí esta pasión, hace de esto ya algunas décadas.<br />

Flori me introdujo en la lectura de «Pedagogía del<br />

oprimido» (Paulo Freire) y «Carta a una Maestra». ¡Casi<br />

nada! El libro me resultó desconcertante, provocador, profético,<br />

irónico, y mucho más. Según iba leyendo sus pági-<br />

Cultura<br />

nas iba descubriendo la capacidad que tenían unos chicos<br />

excluidos para tomar la palabra colectivamente, formular<br />

una crítica demoledora al sistema educativo y a la sociedad<br />

que les había lanzado a la cuneta y proponer una escuela<br />

a tiempo completo que sirviese para compensar las desigualdades.<br />

Uno de los fragmentos que sigo recordando es<br />

el que dedican a criticar la desconexión del sistema educativo<br />

formal con la realidad:<br />

«<strong>La</strong> Historia de este medio siglo era la que mejor me sabía.<br />

Revolución rusa, fascismo, guerra, resistencia, liberación<br />

de África y de Asia. <strong>La</strong> Historia que han vivido mi<br />

abuelo y mi padre. También sabía bien la Historia en que<br />

yo vivo. Es decir, el periódico que leíamos en Barbiana todos<br />

los días en voz alta, de punta a cabo (...). Pero nada<br />

del periódico sirve para vuestros exámenes. Es la prueba<br />

de que hay poco en vuestra escuela que sirva para la vida».<br />

Junto a este fragmento hay otros textos a los jueces italianos,<br />

un texto retomado por amigos míos del movimien-<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

39<br />

39


40<br />

40<br />

Cultura<br />

to de insumisión al servicio militar<br />

obligatorio. En otros pasajes<br />

del libro se narra la transformación<br />

que conseguía generar la escuela<br />

de Barbiana en los chicos;<br />

aquellos que habían sido desechados<br />

por el sistema educativo<br />

formal por inútiles, tras su paso<br />

por Barbiana, conseguían sacar<br />

notas excelentes, además de sentirse<br />

útiles y solidarios respecto a<br />

los problemas de su época.<br />

«Carta a una maestra» me llevó<br />

casi irremediablemente a querer conocer<br />

más sobre la figura de Lorenzo<br />

Milani. En «Experiencias Pastorales»<br />

(1958) cuenta su trayectoria creyente,<br />

el modo en que su seguimiento<br />

de Jesús y su cuestionamiento a la<br />

sociedad y a Iglesia italiana de su<br />

época le lleva a que sus superiores le<br />

arrinconen en la pequeña aldea perdida<br />

de Barbiana, desde donde consiguió<br />

sembrar esta semilla que aún<br />

hoy sigue dando frutos.<br />

Los milanianos que<br />

he conocido<br />

Merece una referencia especial la<br />

persona que en España introdujo el<br />

pensamiento, la obra y la praxis de<br />

Barbiana. Se trata de José Luis Corzo<br />

Toral. Escolapio, entró en contacto<br />

con esta pedagogía en su periodo de estudio en Roma, y desde<br />

entonces ha sido un infatigable impulsor de esta causa. Su<br />

tesis doctoral abordó este tema (1980) y posteriormente fue<br />

publicada bajo el <strong>título</strong> de «Lorenzo Milani, maestro cristiano.<br />

Análisis espiritual y significación pedagógica». Su trabajo<br />

no sé quedó en la teoría; en el año 1971 pone en marcha<br />

junto a otros la apertura de la Casa-Escuela Santiago 1 de formación<br />

profesional para chavales del mundo rural, un proyecto<br />

que ha ido sobreviviendo hasta la actualidad a pesar de<br />

las muchas trabas con las que se ha ido encontrando.<br />

Dos apuntes más sobre mi encuentro con Barbiana. Mi<br />

interés por la Comunicación Educativa hizo que me llamase<br />

especialmente la atención el trabajo que hacían en Barbiana<br />

alrededor de la lectura colectiva del periódico. Destacaría<br />

la capacidad de su metodología para desentrañar<br />

todo lo que las noticias pretenden ocultar, así como el<br />

acierto que tiene esta estrategia educativa de conectar el<br />

aprendizaje en la escuela con la realidad. Puedo decir que<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

Tras pasar por Barbiana,<br />

muchos chicos conseguían<br />

sentirse útiles y solidarios<br />

respecto a los problemas<br />

de su época<br />

el libro «Leer periódicos en clase»<br />

(Editorial Popular, 1984) es<br />

uno de los mejores textos que he<br />

leído sobre como analizar la<br />

prensa. Aún hoy es útil y necesaria<br />

su lectura.<br />

El segundo apunte tiene que<br />

ver con los «milanianos» con los<br />

que me he ido cruzando en la<br />

vida, y la huella que han dejado<br />

en mí. El primero fue Antonio<br />

Oria de Rueda, con el que coincidí<br />

en el colectivo Tetuán-Ventilla<br />

(Madrid) a principios de los noventa.<br />

El impartía un taller sobre vídeo con<br />

los chavales de este barrio, y yo estaba<br />

formándome como animador sociocultural.<br />

Su creatividad y originalidad,<br />

el modo en el que traducía la<br />

pedagogía de Barbiana a la era audiovisual<br />

y la realidad de los chavales actuales<br />

me parecieron muy sugerentes.<br />

El segundo milaniano con el que he<br />

tenido la suerte de cruzarme ha sido<br />

Carlos García, presente junto a José<br />

Luis Corzo desde los inicios en Salamanca.<br />

Le conocí cuando llegué a vivir<br />

a El Puerto de Santa María, lugar<br />

en el que trabajaba como profesor y<br />

director de un colegio público. Desde<br />

su sencillez y desde la vida Carlos<br />

dice muchísimo más de lo que pueda<br />

parecer a simple vista. Ha conseguido<br />

abrir espacios para otra educación<br />

más inclusiva en medio de lo cotidiano, pequeño y a veces<br />

prosaico que tiene el trabajo en un colegio de infantil y primaria.<br />

Ha demostrado que incluso en el desierto puede nacer<br />

y crecer una flor. Junto a su trabajo en el colegio está su<br />

militancia política, primero en el PCE y luego en Izquierda<br />

Unida. Una presencia también sencilla y servicial, pero muy<br />

sugerente para quien quiera explorar las relaciones entre<br />

educación y política.<br />

Junto a ellos, desde la distancia y como lector suyo, sigo<br />

a José Luis Corzo, siempre sugerente, o las andanzas internacionales<br />

de algunos milanianos ilustres como Francesco<br />

Tonucci, impulsor de inteligentes reflexiones pedagógicas,<br />

algunas de ellas centradas en pensar el papel de los niños<br />

en la construcción social y política de la ciudad. Una última<br />

recomendación: en Youtube se puede encontrar el documental<br />

«Adiós Barbiana» estupenda continuación y<br />

complemento a lo que desde estas líneas se ha pretendido<br />

transmitir. ■


«Contra la crisis,<br />

otra economía<br />

y otro modo de vivir»<br />

Juan Torres López.<br />

Ediciones <strong>HOAC</strong>. Madrid,<br />

Octubre 2011, 181 páginas.<br />

Juan Torres López, granadino<br />

de 57 años y en la actualidad<br />

catedrático de Economía Aplicada<br />

del Departamento de Teoría<br />

Económica y Economía Política de<br />

la Universidad de Sevilla, es el autor<br />

de los artículos que han sido<br />

sistematizados (1) para dar cuerpo<br />

a este nuevo libro publicado por<br />

Ediciones <strong>HOAC</strong>.<br />

Como señala en la introducción<br />

del libro, los textos están «orientados<br />

a explicar por qué se ha producido<br />

la crisis que vivimos y por<br />

qué va a agravarse en el futuro inmediato».<br />

Lejos de todo análisis económico ortodoxo, la<br />

explicación que se plantea en este libro, además de cercana,<br />

pedagógica y asequible, supone un análisis alternativo<br />

y crítico a la visión neoliberal que nos domina. Una visión<br />

neoliberal que se ha impuesto en los círculos económicos<br />

y políticos de todo el mundo, con los graves efectos que<br />

ello acarrea para la ciudadanía. Algo de plena actualidad<br />

en Europa en estos momentos.<br />

Lo ocurrido como antesala de la grave crisis económica<br />

que ahora padecemos (y de lo que está por llegar) se puede<br />

calificar como un verdadero crimen económico contra<br />

la humanidad. Y, como en todo crimen, es posible indagar<br />

e identificar quiénes son los culpables o criminales, quiénes<br />

los cómplices y quiénes las víctimas. A ello se dedica<br />

la primera parte del libro, de la que podríamos destacar,<br />

por el extraordinario ejercicio de síntesis y de rigor, uno de<br />

los textos titulado «Cincuenta píldoras para entender la<br />

crisis», un magnífico guión para comprender algunas de las<br />

causas y enseñanzas de esta crisis y el papel ejercido tanto<br />

por la gran banca, los especuladores financieros y los bancos<br />

centrales, como por los principales gobiernos, organizaciones<br />

multilaterales y la propia ciudadanía.<br />

Libros<br />

Más política, más ética y más amor<br />

Saúl Pérez Martínez<br />

<strong>La</strong> segunda parte del libro se<br />

ocupa de destapar la gran desigualdad<br />

existente en nuestras sociedades.<br />

El autor pone aquí el acento<br />

en el caso español. Nuestro país<br />

fue el único de la OCDE en el que<br />

bajaron los salarios en el período<br />

1995-2005, mientras los beneficios<br />

empresariales incrementaban<br />

a ritmo vertiginoso. A ello hay que<br />

unir el pinchazo de la burbuja inmobiliaria<br />

y una política fiscal que<br />

ha protegido a las grandes fortunas<br />

en perjuicio de la equidad y de las<br />

rentas más bajas. Y el resultado ha<br />

sido, como no podía ser de otra<br />

manera, una enorme contracción<br />

de la demanda y la gran pérdida<br />

de empleo que ahora padecemos y<br />

que se va a consolidar durante bastante<br />

tiempo.<br />

Concluye esta segunda parte haciendo<br />

alusión a dos importantes y controvertidas reformas:<br />

la reforma laboral y la reforma de las pensiones. A juicio del<br />

libro, ambas son totalmente innecesarias, porque no van a las<br />

raíces que provocaron la crisis. Y en ocasiones bendecidas y<br />

auspiciadas por la banca, las gran patronal y los economistas<br />

neoliberales que en tantas ocasiones han errado en sus predicciones<br />

(y en sus políticas). Una reflexión final, formulada<br />

en tono de crítica constructiva, queda planteada respecto al<br />

papel jugado por los <strong>sin</strong>dicatos en las negociaciones con el<br />

gobierno.<br />

Estamos por tanto ante un libro de economía que difícilmente<br />

encontraremos hoy en las Facultades de Ciencias<br />

Económicas. Y ello a pesar de la clarificadora exposición<br />

relatada por este economista heterodoxo que piensa que<br />

«otra economía es posible» y nos brinda las claves que nos<br />

han llevado a esta crisis y los caminos que habrían de tomarse<br />

para vivir otra economía con más ética, más política<br />

y más amor. ■<br />

(1) Los artículos originales fueron publicados en la revista «Temas»,<br />

de la Fundación Sistema. Se trata de una revista mensual<br />

de debate que aborda con rigor y profundidad cuestiones relevantes<br />

de la actualidad política, económica y cultural.<br />

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Libros<br />

<strong>La</strong> dimensión sociopolítica de la fe<br />

Isaac Núñez<br />

«Los olvidos “sociales” del Cristianismo»<br />

J. Ignacio Calleja. PPC, Madrid 2011,<br />

256 páginas.<br />

Este libro afronta de forma profunda y clarificadora<br />

temas de plena actualidad referentes al lugar y función<br />

de la Iglesia en las sociedad moderna actual y,<br />

especialmente, a la acción evangelizadora en la dimensión<br />

sociopolítica.<br />

En las relaciones de la Iglesia con la sociedad y los Estados,<br />

subraya las dificultades que presenta la Iglesia y su Magisterio<br />

para reconocer e incluso apoyar la instauración de<br />

una ética cívica, que emane, no del Estado, <strong>sin</strong>o de las aportaciones<br />

de las distintas cosmovisiones culturales y religiosas<br />

presentes en la sociedad civil, <strong>sin</strong> la necesidad de que sea<br />

necesaria una referencia explícita a Dios. <strong>La</strong> presencia y acción<br />

de la Iglesia en una sociedad laica, desde una laicidad<br />

abierta, es otra cuestión no bien resuelta tanto por parte del<br />

Estado y la sociedad civil, como por parte de la Iglesia.<br />

Un eje del libro es la insistencia en la salvación dentro<br />

de la misma historia humana. No existen dos historias,<br />

<strong>sin</strong>o una sola historia humana en la que Dios realiza su acción<br />

creadora y salvadora. «Dios<br />

trajina su salvación con los ingredientes<br />

humanos e históricos que<br />

nos son cotidianos». En el fondo,<br />

no es otra cosa que la encarnación<br />

de Dios, de Jesucristo en la realidad<br />

humana.<br />

A partir de ahí, va desarrollando<br />

el autor con profundidad y claridad<br />

la dimensión social y política<br />

de la fe y la caridad («caridad política»).<br />

El compromiso social en todos<br />

sus aspectos (interpersonal,<br />

social, cultural, político, estructural)<br />

es parte esencial de la identidad<br />

cristiana y de la misión evangelizadora<br />

de la Iglesia.<br />

<strong>La</strong> caridad, cuya primera medida<br />

es la justicia y que se desborda<br />

en la solidaridad de la gratuidad<br />

y el don, es la matriz de la<br />

1.531 · ENERO 2012<br />

identidad cristiana y eclesial y de su acción evangelizadora.<br />

<strong>La</strong> politicidad de la caridad y su vinculación indisociable<br />

con la justicia aparecen constantemente subrayadas.<br />

Es un acento que, además de su validez<br />

innegable, viene muy a punto en el contexto de una sociedad<br />

desencantada políticamente y de una Iglesia que<br />

continúa siendo incapaz de integrar adecuadamente la<br />

acción política como parte integrante de su vida y su misión.<br />

Junto a una distorsión de la acción política a nivel<br />

institucional se da una falta casi total de implicación sociopolítica<br />

desde la fe en la mayoría de los cristianos y<br />

cristianas.<br />

El autor muestra claramente cómo en la última enseñanza<br />

social de la Iglesia, de Benedicto XVI en «Deus Caritas<br />

Est» y «Caritas in Veritate» sobre todo, se diluye e incluso<br />

se cuestiona la dimensión política de la fe, el compromiso<br />

social y la denuncia de los fundamentos del actual sistema<br />

neoliberal. Ello marca una ruptura con la línea proseguida<br />

desde Juan XXIII a Juan Pablo II –con sus afirmaciones explícitas<br />

sobre el pecado estructural o «estructuras de pecado»–.<br />

<strong>La</strong> caridad en todas sus dimensiones, la vinculación caridad-justicia<br />

y la politicidad de la<br />

caridad son desarrolladas con profundidad<br />

y suma claridad, ofreciendo<br />

una visión unificada e integral<br />

de las mismas. Es una<br />

aportación muy importante y útil<br />

para la formación cristiana. <strong>La</strong>s últimas<br />

páginas aportan criterios y<br />

propuestas realistas y concretas<br />

para la acción cristiana y eclesial<br />

en el contexto de la actual crisis<br />

económica. Ofrecen también una<br />

serie de planteamientos para discernir<br />

y orientar la acción social de<br />

los cristianos y cristianas, muy útiles<br />

<strong>sin</strong> duda para diseñar un proyecto<br />

político evangelizador. <strong>La</strong><br />

Iglesia tenemos todavía el reto de<br />

entender, asimilar y poner en práctica<br />

la dimensión político-social de<br />

la fe, dimensión política que no es<br />

consecuencia de la fe y la caridad<br />

<strong>sin</strong>o intrínseca a las mismas. ■


<strong>La</strong> oración<br />

de cada día<br />

Conocer al otro<br />

Comprendo que para vivir el Mandamiento<br />

Nuevo (para ser cristiano) me es indispensable<br />

conocer «al otro», que me es imposible<br />

conocerlo si no lo escucho a él. No se trata<br />

de un problemita, ni de algo bonito e interesante,<br />

<strong>sin</strong>o de la base sobre la que he de<br />

construir mi cristianismo. Algo sé de lo que<br />

tengo que hacer, y puedo enunciarlo así:<br />

–Tengo que desplazar el centro de mi interés<br />

de mi yo al yo del «otro».<br />

–Tengo sobre todo que auscultarle mientras<br />

escucho sus palabras, como auscultan<br />

los médicos los ruidos del pecho. Más que<br />

las palabras en sí mismas, he de atender qué<br />

ecos, qué repercusiones, qué heridas viejas<br />

y nuevas, qué sanidades, qué historia..., traen<br />

consigo.<br />

–Tengo que detectar, sobre todo, en qué<br />

aspectos Cristo está presente en el «otro» y<br />

atender a su mensaje.<br />

«<strong>La</strong> virtud de escuchar». Guillermo Rovirosa.<br />

Obras Completas Tomo II, página 91.<br />

L a<br />

Dos minutos<br />

<strong>La</strong> fuerza de la ternura<br />

ternura es la suavidad con la que sale la<br />

luz que llevamos dentro.<br />

El tiempo de la ternura es siempre. El momento<br />

de la ternura es ahora. El territorio de la ternura es<br />

aquí. Todo instante y lugar es espacio propicio<br />

para la ternura: la palabra que digo, el movimiento<br />

que realizo, la mirada que vierto sobre el mundo,<br />

la caricia que derramo sobre la piel del otro y<br />

la actitud de escucha con la que mi corazón se<br />

abre para recibir las expresiones y acciones de los<br />

demás son estancias para la ternura.<br />

<strong>La</strong> ternura lo disuelve y lo envuelve todo.<br />

Nada ni nadie puede resistirse a la fuerza de la<br />

ternura. Una persona tierna lo empapa y lo deshace<br />

todo con su presencia y, como el agua, se<br />

filtra, <strong>sin</strong> apenas hacer ruido, por debajo de todas<br />

las corazas defensivas hasta alcanzar y encender,<br />

de nuevo, el corazón que es tocado por<br />

ella.<br />

<strong>La</strong>s más rígidas armaduras se deshacen cuando<br />

son alcanzadas por una mirada tierna.<br />

<strong>La</strong> ternura mira y se deja mirar, acaricia y se<br />

deja acariciar, <strong>sin</strong> estridencias, <strong>sin</strong> empujes ni<br />

expectativas. <strong>La</strong> ternura es ojo blando que no<br />

condena <strong>sin</strong>o que comprende.<br />

Todo lo vulnerable, lo pequeño, lo recién<br />

nacido, lo blando y débil nos remite a la ternura.<br />

También el fruto maduro es tierno. Por<br />

eso, el niño y el anciano son fuentes de ternura.<br />

<strong>La</strong> vida, en su principio y en su final son<br />

reclamos de ternura.<br />

<strong>La</strong> energía de la ternura es abarcadora,<br />

todo lo envuelve, lo abraza y lo transforma.<br />

<strong>La</strong> ternura es poner nuestro corazón en<br />

todo lo que decimos o hacemos, es un gesto<br />

total que nos devuelve a nuestra más auténtica<br />

identidad y que nos acerca a la verdad<br />

de los otros. Y es la palabra más hermosa<br />

que quiero seguir entregando al mundo con<br />

todo lo que digo, hago o escribo.<br />

José María Toro<br />

jmtoroa@telefonica.net<br />

43<br />

1.522 · ENERO 2010 43

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