Tarragona cau heroicament - Diari de Tarragona

Publicación: EX280611 Sección: Extra 

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FUNDADO EN 1808 | 

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j 

Diari de la Guerra del Francès 

Extra - Página 1 - General 

WWW.DIARIDETARRAGONA.COM | NÚMERO 8.699 | 1,20 EUROS | DIMARTS, 28 DE JUNY DE 2011 

Tarragona cau 

heroicament 

‘Asalto al Llano de la Catedral’, 

quadre commemoratiu dels 

combats a les escales de la 

Catedral. 1911. Amb motiu del 

centenari del setge. Autor: Josep 

Vázquez Bardina. (MHT). 

Es compleixen dos segles del setge i martiri 

de la ciutat 

29/06/2011 11:07h Usuario: bruiz 

Coordinació: Xavier Fernández José 

m


ágina: Página Doble 2 y 3 Edición: General 

02 Diari 02 Diari 

Dimarts, 28 de juny de 2011 

La Guerra 

del Francès: 

Els antecedents 

Un campo de 

batalla entre 

Francia e 

Inglaterra 

j 

H 

oy se cumplen 200 años de la caída de Tarragona en manos de las tropas francesas. El ‘Diari’ se suma a la 

conmemoración con este extra en el que se explican las causas del enfrentamiento y los efectos de la contienda 

en Valls y otras localidades del Camp de Tarragona, en L’Arboç y el Baix Penedès, en Tortosa y las Terres 

de l’Ebre y, sobre todo, en Tarragona ciudad. En 1821, Tarragona fue escogida capital de la recién instaurada 

provincia, entre otras causas por su sufrimiento en el asedio de 56 días, en la conquista por unas tropas sedientas de 

sangre, en la ocupación durante más de dos años y en la posterior huída francesa dejando atrás un panorama desolador. 

a Guerra de la Indepenlacio de Oriente, en Madrid, padencia 

o del Francès no ra ser trasladados a Francia con 

puede entenderse como sus padres. Es el 2 de mayo de 

L un suceso aislado ni como 1808, el comienzo ‘oficial’ de la 

un simple enfrentamiento en- Guerra del Francès. 

tre dos naciones vecinas con pa- A consecuencia de la grave crisadas 

épocas de rivalidad. 

sis por la que atraviesa la legíti- 

Francia e Inglaterra luchan ma monarquía, el poder políti- 

por su hegemonía. La de Inglateco va surgiendo en las ciudades, 

rra está en el mar. Su flota ha de- generalmente a partir de la inirrotado 

en la batalla de Trafalciativa de destacadas figuras logar 

a la coalición hispanofrancales de la burguesía y la noblecesa, 

mientras Francia domina za y en cada provincia se crean 

el territorio europeo y ha lleva- Juntas de Gobierno. 

do sus campañas hasta Oriente, La complicada orografía de 

comandadas por Napoleón. España no permite una ocupa- 

Inglaterra es la única nación ción homogénea por parte de las 

que se opone firmemente a Fran- tropas francesas. La meseta recia, 

por lo que la estrategia de sulta fácilmente controlable, pe- 

Napoleón, que no se atreve a cruro no así Andalucía o la zona del 

zar el Canal de la Mancha, se di- valle del Ebre, por lo que los rerige 

a cerrar los puertos en los beldes se preparan para comba- 

que podría abastecerse la flota tir según sus circunstancias. 

británica y así inutilizarla. 

El detonante que lleva a Napo- Guerra de guerrillas 

león a invadir la península es la Lo que en opinión de Napoleón 

negativa de Portugal a cerrar sus iba a ser una campaña corta se 

puertos a los buques ingleses. convierte en una guerra larga y pe- 

Francia se alía con el valido esnosa, en la que España va a ser 

pañol, Godoy, para repartirse también el escenario del enfren- 

Portugal, pero las ambiciones de tamiento entre las dos potencias 

‘La defensa del púlpito de San Agustín’, de César Álvarez de Dumont. 

Napoleón se extienden a la pe- europeas del momento: Francia 

Obra de 1887. El pueblo llano participó activamente junto a los militares 

nínsula entera. 

e Inglaterra. 

en la heroica defensa de ciudades como Zaragoza, Girona y Tarragona. 

La Guerra de la Independen- 1 

Vergonzosa abdicación 

cia no nace con una declaración ragoza, por su dramatismo y por Las llamadas de la autoridad para completar la fortificación. 

Cuando llega la protesta, tardía formal por parte de un gobierno la participación del pueblo en la a multiplicar los esfuerzos en la Al tiempo, el mando está dividi- 

y blanda, de la monarquía y el español, prisionero de Napo- defensa de ambas ciudades. Tras defensa se suceden. Un bando do. Tarragona se debate entre 

ejército, es el mismo Napoleón león, sino con episodios de re- la caída de las principales locali- anima a fletar barcos corsarios varias juntas clandestinas y gru- 

quien comanda a sus tropas, que sistencia a la presencia de los soldades catalanas, sólo queda Ta- contra los franceses que patrupos de ciudadanos enfrentados. 

vencen a las españolas y a las indados franceses y a la necesidad rragona, que se convierte en la llan la costa (29 de mayo de 1810), El 2 de mayo los franceses ya 

glesas que acuden en su ayuda. de contribuir a su manutención. capital del Principat. 

y muy grave es el peligro porque controlan todos los pasos y ca- 

Conquista Portugal en 1807 y al Los enfrentamientos entre ejér- La mañana del día 19 de mar- se repite esta recomendación en minos entre el Camp de Tarra- 

año siguiente prende a los reyes citos se combinan con la guerra zo de 1810, el Diario de Tarrago- varias ocasiones. A partir de esgona y el Ebre. Reus ha sido ocu- 

españoles, que, a su llamamien- de guerrillas. 

na –que había visto la luz el 1 de te momento, Tarragona se ve sopada sin resistencia y un ejército, 

habían acudido a la frontera Las batallas se multiplican. noviembre de 1808–, abre con metida a los vaivenes de última to formado por 20.000 franceses 

a parlamentar. 

En el Arco de Triunfo de los Cam- un bando que confirma los peo- hora y a la entrada de heridos, e italianos rodea Tarragona. El 

Napoleón obliga a Carlos IV pos Elíseos de París se citan alres pronósticos: el enemigo es- refugiados y soldados que acu- asedio ha comenzado. 

y a su hijo Fernando VII a renungunas ciudades que fueron escetá en Torredembarra y las troden a colaborar en la defensa 

ciar al trono y coloca en su lugar nario de los combates. Los hepas españolas se repliegan hacia cuando sus regimientos han si- 

a José Bonaparte. El pueblo asischos de guerra salpican toda la Tarragona. El mariscal de camte 

con temor y curiosidad a la geografía española desde Bailén po José de Montes Salazar ani- 

ocupación francesa, hasta que hasta el Bruch, desde Vitoria a ma a la población y le pide «con- 

se desata la ira general cuando Valencia. Particular interés tiefianza, unión, tranquilidad y obe- 

los infantes son sacados del Panen los hechos de Girona y Zadiencia».do ya vencidos y dispersados. 

El 2 de enero de 1811 se publica 

la noticia de la caída de Tortosa 

y Tarragona busca desesperadamente 

los últimos recursos 

Caldú 

jPilar 

jPilar 

Profesora de Instituto 

Extra - Página Doble 2 y 3 - General 

‘Kesse’ dedica un número especial 

El número del pasado diciembre de lisis de la actividad comercial y el de «la guerra más cruel». Cada uno 

la revista Kesse está dedicado a la Gue- éxodo de la población de Tarragona. de los artículos va acompañado de una 

rra del Francès. Alfredo Redondo Salvador Rovira recuerda el papel de extensa bibliografía. La revista, del 

rescata la memoria de los caídos en los nobles de la ciudad durante la gue- Cercle d’Estudis Històrics i Socials Gui- 

el sitio. Luis Ballester analiza la parárra. Y Manel Güell rastrea las huellas llem Oliver, cuesta 2,50 euros. 

j 


Derrota a Valls 

Diari 


03 

La Guerra 

del Francès a l’Alt 

Camp i la Conca 

finals de desembre del 

1808, alguns municipis de 

l’Alt Camp i de la Conca de A Barberà havien patit avaen 

reforços, feu retrocedir les 

seves tropes a les posicions de 

dalt de Serradalt. Després d’estudiar 

les diferents opcions, va 

lots (a tall d’exemple, a Mont- 

optar per retirar-se cap a Tarrablanc 

assassinaren l’alcalde), 

gona després que la tropa ha- 

constituïren juntes de govern i algués 

menjat i descansat una miçaren 

sometents. Mentrestant 

ca. Per protegir la retirada, ha- 

el front s’havia mantingut al riu 

via de sortir una columna des de 

Llobregat. Però el 21 de desem- 

Tarragona, per amenaçar a disbre, 

el VII Cos d’Exèrcit francès, 

tància les tropes napoleòniques. 

comandat pel general Laurent 

Saint-Cyr va esperar l’arriba- 

de Gouvion Saint-Cyr, derrotà 

da de la resta de la divisió Pino 

l’exèrcit espanyol a Molins de 

per llençar un atac general amb 

Rei, i ocupà les comarques del 

tots els homes de què disposava. 

Penedès, mentre bona part dels 

Després de la seva arribada, va 

seus habitants es refugiaven a 

formar la seva infanteria en qua- 

les poblacions del Camp i de la 

tre grans columnes, amb la cava- 

Conca i el front s’establia a les 

lleria situada entre aquestes. A 

muntanyes que les separen de 

dos quarts de quatre aquestes 

les comarques del Penedès. 

tropes creuaren el riu i, malgrat 

Les setmanes següents, l’exèr- 

una forta oposició, aconseguicit 

espanyol s’anà refent sota les 

ren enfonsar el centre espanyol, 

ordres del general suís al servei 

que es desintegrà perseguit per 

d’Espanya Teodor Reding, men- 

la cavalleria napoleònica. 

tre ocupava posicions al llarg 

d’una línia que, seguint la serra- 

Fugida a Tarragona 

lada, anava d’Altafulla fins a Ole- 

La batalla acabava cap a les quasa 

de Montserrat. 

tre de la tarda amb una victòria 

Inicialment, les forces espa- 

francesa, que costà als vencenyoles 

realitzaren amb èxit accidors 

un miler de baixes entre 

ons de guerra de muntanya con- 

morts i ferits, mentre que els estra 

les avançades napoleòniques. 

panyols patiren uns 2.000 morts 

Però el perill que representava 

i ferits i un nombre similar de 

la possibilitat que caigués Sara- 

presoners. Reding aconseguí argossa 

i que l’exèrcit francès d’Araribar 

a Tarragona, després de regó 

avancés cap a Tarragona, així 

com les pressions dels polítics i 

del poble, varen obligar Reding 

a canviar de tàctica i dissenyar 

un pla d’atac per derrotar les for- 

Litografia de Langlois que representa el pont de Goi durant l’atac general 

ces napoleòniques del Penedès. 

francès de la tarda del 25 de febrer del 1809. L’exèrcit espanyol va patir 

dues mil baixes, entre morts i ferits, i un nombre similar de presoners 

Saint-Cyr s’interposa 1 

Gouvion Saint-Cyr s’avançà i el prengué posicions al Pla de San- combat s’inicià amb l’enfronta- els dos flancs. Els soldats franbre 

cinc ferides. 

L’exèrcit derrotat es tancà a 

Tarragona, mentre Saint-Cyr 

ocupava la major part del Camp 

i de la Conca de Barberà. Conscient 

que Tarragona estava patint 

una epidèmia de tifus, i mancat 

de recursos per intentar assetjar 

la ciutat, el general francès 

17 de febrer de 1809 enfonsà la líta Maria i Cabra del Camp amb ment de tropes lleugeres i amb cesos es veieren obligats a defen- optà per bloquejar-la, tot espenia 

espanyola a Capellades. L’en- la divisió italiana del general Pi- l’atac dels espanyols contra els sar-se, als dos costats de la carrant que els estralls del tifus 

demà derrotà les tropes espanyono (uns 8.000). 

dos extrems de la línia francesa. retera de Picamoixons, entre la zo- n’acabessin provocant la renles 

que hi havia a la vall de Sant El vespre del 24 de febrer, Re- Si bé aquests darrers foren inicina de les Ermites i el balç de la dició. Però, a finals de març, 

Magí de la Brufaganya, les quals ding va sortir de Montblanc amb alment rebutjats, Reding tornà Granja, i als vessants dels turons quan ja no quedava res amb què 

es varen fer fortes al monestir de els 13.000 homes que havia reu- a passar a l’ofensiva pressionant de la riba esquerra del Francolí, alimentar els seus homes, es va 

Santes Creus. El 20 de febrer, Renit i es posà en camí cap a Tarra- les tropes de Souham al llarg de entre el balç esmentat i el puig veure obligat a aixecar el bloding 

es va dirigir cap a la Conca de gona per l’estret de la Riba, amb tota la seva línia i atacant de nou de Gallissà. En conjunt el camp de queig i posar-se en camí cap a 

Barberà, on va aconseguir reunir la intenció de continuar pel pont 

batalla comprenia un rectangle Barcelona. 

el gruix del seu exèrcit, amb la inde Goi (Valls) i la carretera de 

d’uns quatre quilòmetres d’am- En allunyar-se els napoleòtenció 

de tornar-lo a Tarragona. Constantí. A quarts de sis del maplada 

per cinc de llargada, on es nics, sortiren de Tarragona gran 

El comandant en cap francès tí, quan la meitat de la columna 

trobaven incloses les partides part de les tropes i el tifus s’es- 

cercava una batalla decisiva per havia creuat el Francolí pel pont 

del terme de Valls i Alcover més campà per tot el Camp i la Con- 

destruir l’exèrcit espanyol de de Goi, un destacament francès que 1 

properes al Francolí. 

ca, on va fer estralls fins a la tar- 

Catalunya. Així, el 22 de febrer vigilava aquell camí va obrir foc i L’exèrcit espanyol es va Si bé en començar el combat dor, i provocà aquell any la cri- 

ocupava Valls i s’interposava entre 

Tarragona i les tropes de Re- 

es retirà. Tot seguit, la divisió 

Souham avançà des de Valls cap a enfonsar a la batalla 

Souham havia informat Gouvisi de mortalitat més forta que 

on Saint-Cyr perquè es dirigís a patiren la majoria dels municiding, 

les quals es veurien obligades 

a enfrontar-se amb els na- 

la riba del Francolí i l’actual carretera 

de Valls a Picamoixons. del pont de Goi. 

Valls amb la divisió Pino, un malpis d’aquestes comarques al llarg 

entès va provocar que les tropes de la guerra. 

poleònics que els hi barraven el Reding va aturar la columna i 

pas. Per tal de controlar els pas- la desplegà dalt de les alçades de 

sos que comunicaven l’Alt Camp Serradalt, a la riba dreta del Fran- 

amb la Conca, va deixar a Valls la colí, amb els dos flancs més endar- 

divisió francesa del general rerits respecte a la línia que for- 

Souham (uns 7.000 homes) i mava el centre del seu exèrcit. El 

El general Reding 

va resultar ferit 

italianes no comencessin a arribar 

al camp de batalla fins a les 

12 del migdia. Amb tot, aconseguiren 

salvar els homes de 

Souham. Al seu torn, Reding, en 

observar que els francesos rebi- 

Murillo 

Galimany 

jFrancesc 

jFrancesc 

Historiador 

1





La Guerra 

del Francès 

al Camp de 

Tarragona 

04 Diari 


05 

La Guerra 






Sexta entrega de los Quaderns de l’Arxiu 

El Servei d’Arxiu i Documentació 

Municipal ha editado un nuevo ejem- 

plar de Quaderns de l’Arxiu. Es de pe- 

riodicidad anual y su sexta entrega es- 

tá dedicada íntegramente a la Gue- 

rra del Francès. En 151 páginas, 

Salvador-J. Rovira i Gómez, autor 

de todos los textos, explica el régimen 

insurreccional en Tarragona; la con- 

tribución a la guerra, el asedio y el asal- 

to; la evolución del régimen napoleó- 

nico a la recuperación y las conme- 

moraciones posteriores. La obra 

cuenta además con unas interesan- 

tes ilustraciones. Cuesta 16 euros. 

Una novela sobre la traición 

En ‘La Guerra del Francés. La marca 

del traidor’, Amando Lacueva no- 

vela la historia de un espía napoleó- 

nico que logra introducirse en la Ta- 

rragona asediada y suplanta la per- 

sonalidad de Joan Ixart, el impresor 

de la gaceta del ‘Diario de Tarrago- 

na’. Toda una conspiración se libra en 

las tabernas, el alto mando y la flota 

británica. 

La marca del traidor 

Autor: Amando Lacueva 

Editorial: Citerior 

Páginas: 430 

Precio: 19,75 euros 

Pobresa, ruïna, fam i pesta 

L a guerra és la més 

cruel de les des- 

gràcies que es po- 

den abatre sobre 

una comunitat, perquè 

a més dels combats ar- 

mats, la dinàmica bèl·li- 

ca comporta un seguit 

de malures inherents al 

caràcter catastròfic del 

fenomen, com són la bru- 

talitat militar, la des- 

trucció de béns i colli- 

tes, la misèria, la fam i 

l’aparició d’epidèmies. 

Tot això va donar-se al 

Camp de Tarragona en- 

tre 1809 i 1813, en el que 

hom coneix com l’Epi- 

sodi Napoleònic. 

Coneixem els fets, no 

únicament pel testimo- 

ni de memoralistes coe- 

tanis que van escriure 

cròniques i dietaris (cas 

del metge de Bràfim An- 

toni Bosch Cardellach), 

sinó també pels comen- 

taris marginals que els 

eclesiàstics que tenien 

cura dels registres d’òbits 

parroquials inserien com 

a causa de la mort vio- 

lenta d’alguns feligre- 

sos. 

Així que les tropes 

franceses van entrar al 

Camp de Tarragona, van 

haver d’enfrontar-se al fet que 

les vies de proveïment des de 

França eren excessivament fe- 

bles i llunyanes i al mar domi- 

nava la costa l’esquadra britàni- 

ca. Per tant, havien de viure so- 

bre el territori. També, que la 

població natural del país, catòli- 

ca i antirevolucionària, era alta- 

ment hostil. Aquests dos fets i el 

paper de conqueridors que s’ad- 

vocaven van fer que desfermes- 

sin una gran brutalitat en l’ocu- 

pació de les localitats catalanes. 

‘Gentes bárbaras y salvages’ 

«Ahuyentaron á los habitantes 

de las casas solares y lugares pe- 

queños, saqueando en ellos, roban- 

do víveres, ganado y quanto po- 

dia serles útil; destruyendo lo que 

no podian llevarse; asolando edi- 

ficios, obligando en calidad de 

presos los hombres que hallaban 

á sus primeras obras; cometie- 

ron todas las atrocidades de que 

no eran capaces las gentes más 

bárbaras y salvages». A les parti- 

des d’òbit registrades als llibres 

sacramentals, els rectors es van 

cansar de posar fòrmules com 

«mort de desgràcia de mans de 

francesos » (Aleixar), «de mort 

violenta per la tropa de Napoleó» 

(Bràfim), «mort per la invasió 

dels francesos», «per haver-lo 

mort los francesos», «fusellat per 

la tropa francesa» (Cambrils), 

«varen matà los francesos» (els 

Garidells), «mort violentament 

y per mans del enemich», «fou 

mort per los enemichs» i «morí 

per mans dels enemichs» (la Po- 

bla de Montornès). 

De vegades, el rector s’extenia 

més en el comentari: «Morí de 

una bala que ab un fusilasso li ti- 

raren los francesos la primera 

vegada que entraren a Puigtinyós 

(actualment Montferri), estant- 

se pacíficament en lo portal», 

«morí de resultas de dos cops de 

destrall al cap que rebé dels ene- 

michs» (Puigtinyós) o «mort 

amb una bayoneta que la tropa 

de Bonaparte li pasà per la galta 

y li eixí per la orella, en sa pròpia 

casa» (Bràfim). 

Vuit saquejos a Bràfim 

Quan els veïns sentien arribar 

les tropes franceses, era habi- 

tual que fugissin cap a les mun- 

tanyes deixant-ho tot. Només la 

vila de Bràfim va ser saquejada 

vuit vegades i abandonada uns 

disset cops. La violació de dones 

va ser sistemàtica i es va consta- 

tar a l’Argilaga, Bràfim, Mas- 

pujols, els Pallaresos, Perafort, 

Puigdelfí, Montferri, la Secui- 

ta i Vilabella. I, no cal dir-ho, 

també a Tarragona el dia del sa- 

queig (28 de juny de 1811). 

Febres tifoidees 

A banda de la brutalitat militar, 

la invasió dels exèrcits va pro- 

vocar l’esclat, l’any 1809, d’una 

terrible epidèmia de febres ti- 

foidees. Les víctimes mortals 

van ser milers. A Bràfim van cau- 

re les dues terceres parts de la 

població i en va morir una sise- 

na part. A Vallmoll van haver 

d’obrir un nou cementiri perquè 

el vell se’ls feia petit «per causa 

de la gran epidèmia del present 

any, que comensà quant entra- 

ren los francesos en la present 

vila, dia 3 de mars». A Tarrago- 

na, on es van concentrar milers 

de refugiats, moriren més de 

2.100 persones. Els pitjors dies 

al ritme frenètic de 30 defun- 

cions diàries. Els serveis fune- 

raris no donaven l’abast. 

‘Lánguidos de hambre’ 

El 1812, assolat el país, saqueja- 

des les poblacions i confiscades 

les collites ( ja de per si dolen- 

tes), la misèria s’escampà arreu. 

Per mar l’esquadra britànica blo- 

quejava el port i la gent es moria 

literalment de fam. A Reus: «vi- 

mos lánguidos de hambrientos a 

nuestros infelices hermanos, 

desfallecer por las calles sin po- 

der encontrar medios para ha- 

cerlos reanimar». 

A Alcover, «los vezi- 

nos estan a la última mi- 

seria y muchos viven de 

limosna. Casi todos han 

perdido sus cosechas 

con tanta ida y venida 

de tropas y algunos han 

sido vexados por no te- 

ner que dar»; «lo poble 

a quedat a la ultima mi- 

seria [...] ja no ens que- 

da altra sortida que la 

de morirnos de fam...». 

A Perafort, Mn. Jo- 

sep Huguet escriví so- 

bre la mort de la jove Te- 

resa Borrell «nota: esta 

miñona de edat poca di- 

ferència 20 anys, me as- 

segurà mitja hora ans 

de morir, estant en llur 

enteniment, que se ali- 

mentà de pàmpols de 

cep y altres herbas 4 o 5 

dias. Morí de fam». 

A Montferri, moria 

l’ancià de 70 anys Tomàs 

Rull, «de resultas de la 

misèria, que en tal temps 

fou general en tots los 

pobles». 

A Vilabella: «Aumen- 

taba entonces de tal mo- 

do el hambre en el pue- 

blo que por nuestras ca- 

lles sólo se vehían 

personas descoloridas, 

hinchadas o abotarga- 

das de cara y piernas, o secos y 

de color negruzco, que se cahían 

por las calles y caminos, murién- 

dose algunos de hambre, por no 

tener que trabajar ni comer. Así 

yo vi morir 63 en dos villas de 

Bráfim y Vilabella en el espacio 

de tres meses, sin embargo que 

las dos juntas no llegan a 500 ve- 

cinos». 

Quan sentim parlar de la gue- 

rra, no ens imaginem el patiment 

de la població civil més enllà dels 

combats bèl·lics, però la guerra 

comporta pobresa, ruïna, fam i pes- 

ta, flagells que poden cobrar-se 

moltes més vides que no pas els 

camps de batalla. 

Durant els anys de la Guerra 

del Francès, la població del Camp 

de Tarragona va sofrir una invo- 

lució demogràfica important, 

perfectament constatable en les 

piràmides poblacionals de la di- 

novena centúria. 

Les partides d’òbit són 

esfereïdores: ‘morí a 

Puigtinyós de dos cops 

de destrall al cap que 

rebé del enemichs’ 

1 

1 

Presa del fortí de l’Oliva pels francesos. Dibuix de Serra Pausas. Publicat a ‘El setge de 

Tarragona de 1811’. Tarragona, 1986. (BHMT/AHCT). 

1 

j 

jManel Güell 

Reial Societat Arqueològica 

Tarracon en se 

L a gent del Tarragonès no 

veié soldats francesos fins 

al juny de 1808, quan en- 

trà a la comarca la divisió 

del general Chabran que arribà 

a Tarragona el 7 de juny i hi sojor- 

nà fins al dia 9, en què davant el 

fracàs del brigadier Schwarts al 

Bruc va refer el camí i tornà a Bar- 

celona. 

Passada la incursió de Cha- 

bran, el Tarragonès restà tran- 

quil i lliure de la presència fran- 

cesa fins al desembre, quan hi 

penetraren les tropes del gene- 

ral Gouvion Saint-Cyr en perse- 

cució de les restes de l’exèrcit 

del general Vives que havia es- 

tat derrotat a Llinars i Cardedeu. 

L’avantguarda del setè exèrcit 

entrà a la comarca el 22 o el 23 de 

desembre i avançà fins al riu Gaià. 

Aquestes tropes es mantingue- 

ren en el Tarragonès, bloquejant 

Tarragona, fins la primera quin- 

zena de febrer de 1809 en què es 

retiraren. 

La desocupació del Tarragonès 

per part dels francesos resultà 

molt curta, ja que després de la 

batalla del Pont de Goi o de Valls 

(25 de febrer de 1809) les tropes 

de Gouvion Saint-Cyr el torna- 

ren a controlar i hi ro- 

mangueren mentre tin- 

gueren queviures. La se- 

va retirada proporcionà 

al Tarragonès un any de 

tranquil·litat, ja que fins 

al 27 de març de 1810 no 

tornà a ser envaït. En 

aquesta ocasió les tro- 

pes franceses les coman- 

dava el mariscal Auge- 

reau i el moviment esti- 

gué pensat per entretenir 

les tropes espanyoles i 

permetre a Suchet as- 

setjar Mequinensa i Llei- 

da. 

Suchet, un cop caigu- 

da Lleida, es dirigí vers 

Tortosa. Calia evitar que 

les tropes espanyoles 

obstaculitzessin el set- 

ge de la capital del Baix 

Ebre i per això el maris- 

cal Macdonald féu acte 

de presència, entrant a 

Valls el 17 d’agost i l’en- 

demà a Reus, disposat a 

bloquejar l’exèrcit del 

general O’Donnell dins a Tarra- 

gona, però, davant dels movi- 

ments d’aquest, considerà pru- 

dent retirar-se cap a Lleida. 

La presa de Tortosa envalen- 

tí els francesos a ocupar Tarrago- 

na i per aconseguir-la pensaren 

en Louis-Gabriel Suchet, el qual 

es presentà davant la plaça el 3 

de maig amb un exèrcit de quel- 

com més de dinou mil soldats i que 

fou una autèntica plaga per als 

pobles del Tarragonès durant els 

mesos de maig i juny. Tot plegat 

culminà amb l’assalt de la ciutat 

la vigília de Sant Pere. 

El desig de recuperar Tarra- 

gona per part de 

l’exèrcit espanyol 

comportà una inten- 

sa circulació de tro- 

pes entorn de la ciu- 

tat. El desembre de 

1811 el capità general 

Lacy intentà bloque- 

jar la plaça, però fra- 

cassà a causa de la 

ràpida reacció de Su- 

chet que l’obligà a 

allunyar-se. 

El 20 de gener de 

1812 es produí a Vila- 

seca un combat en- 

tre les divisions del 

general Lafosse i les 

del baró d’Eroles i 

Manso, amb resultat 

favorable per als espa- 

nyols. 

Les tropes espa- 

nyoles entorn de Ta- 

rragona aplicaren un 

cert bloqueig i per tal 

d’aixecar-lo el gene- 

ral Decaen, cap de 

l’exèrcit francès a Ca- 

talunya, envià dues 

divisions sota el comandament 

dels generals Mathieu i Lamar- 

que. El baró d’Eroles intentà ba- 

rrar-los el pas a la plana situada 

entre Altafulla i Ferran el 24 de 

gener de 1812, però no ho acon- 

seguí. Entre el 21 i el 28 d’abril, Sars- 

field, ajudat per l’estol anglès, 

volgué sorprendre la guarnició de 

Tarragona, però fracassà. Al maig 

les forces espanyoles se situa- 

ren entorn de la ciutat per tal de 

reconquerir-la, però, el dia 12, 

davant la presència d’un exèrcit 

francès es retiraren. Eroles no 

desistí d’atacar Tarragona i, amb 

l’ajut de l’anglès Codrington, 

aconseguí, la nit del 27 de setem- 

bre, èxits a la zona portuària. 

El 1813, el general Wellington 

projectà una expedició contra 

Tarragona. Els anglesos arriba- 

ren per mar a Tarragona el 2 de 

juny. Les operacions començaren 

el dia 4 i acabaren el 12, quan da- 

vant l’arribada de soldats fran- 

cesos es retiraren. 

El mes de juliol el Tarragonès 

contemplà la presència de napo- 

leònics en el que ja era un reple- 

gament. El 16 d’agost Suchet tor- 

nà a Tarragona amb uns vint mil 

homes que es distribuïren pels 

pobles dels voltants disposats a 

contemplar la destrucció de la 

plaça. El dia de Sant Magí Tarra- 

gona restà lliure d’ocupants i l’en- 

demà les tropes espanyoles hi en- 

traren disposades a posar ordre 

enmig de la destrucció general. La 

Guerra del Francès havia acabat. 

j 

Incursió, desocupació, 

conquesta i derrota 

En la Guerra del Francès referi- 

da a Tarragona cal rememorar 

la figura del general suís Teodor 

Reding (1755-1809). Estimat pels 

soldats per la seva senzillesa i 

enemic de tota ostentació, sem- 

pre fou solidari amb els seus su- 

bordinats. Incorporat el 1769 al 

Regiment del seu pare Reding 

El Viejo nº3, va fer una carrera 

militar ràpida i participà en les 

campanyes de la Guerra Gran i 

la Guerra del Francès. 

A Màlaga es guanyà el suport 

dels ciutadans per la seva actua- 

ció davant l’epidèmia de febre 

groga de 1804 i fou nomenat go- 

vernador polític i militar. Artí- 

fex del pla estratègic dissenyat 

amb el general Castaños contra 

Dupont, executà l’acció de Men- 

gíbar (16 de juliol de 1808), que 

possibilità l’èxit de Bailén. Però 

la glòria recaigué en Castaños, 

tot i que ell no va estar al camp de 

batalla com Reding. 

S’incorporà al Primer Exèr- 

cit de Catalunya a Tarragona el 

novembre de 1808 i començaren 

els fracassos militars. Primer, 

l’acció inoportuna del bloqueig 

de Barcelona (5 de desembre) 

per la manca d’efectius. Després 

la de Llinars, el dia 16. I el 21 la 

desfeta de Molins de Rei, que pro- 

vocà la retirada desordenada de 

l’exèrcit fins a Tarragona. Els de- 

sencerts i la repulsa general de 

la població obligaren el capità 

general Joan Miquel Vives a di- 

mitir i el substituí Reding en el 

càrrec. 

La seva actuació a Tarragona 

fou intensa: reorganitzà les for- 

ces militars, restablí la discipli- 

na militar, reuní els soldats dis- 

persos, reclutà voluntaris i con- 

formà milícies urbanes. Tanma- 

teix posà la plaça en estat de 

defensa i, amb les noves tropes 

d’Andalusia i Mallorca, impedí 

el setge de la ciutat per part de 

Saint-Cyr al 1809. Ambdós mi- 

litars es respectaven mútuament 

i signaren un conveni per donar 

un tracte humanitari als soldats 

ferits i presoners. 

Reding establí una línia de de- 

fensa entre Tarragona i Olesa de 

Montserrat que era molt feble. 

L’estratègia de Saint-Cyr s’im- 

posà al final en la batalla de Valls 

(Pont de Goi, 25 de febrer de 

1809), en disposar d’un exèrcit su- 

perior i rebre l’ajut de la divisió 

de Pino. En aquesta acció el suís 

va ser ferit en el braç i es retirà amb 

la resta de soldats a Tarragona. 

Llavors assistí els malalts, ci- 

vils i militars, que patien l’epi- 

dèmia de tifus desencadenada el 

gener. Ell mateix es va contagiar 

en una visita que va fer a l’hos- 

pital d’Altafaulla. Malgrat tot, 

presidí la Junta Superior de Ca- 

talunya. Esgotat per la febre, mo- 

rí el 23 d’abril de 1809 als 54 anys. 

Totes les autoritats i el poble de 

Tarragona van mostrar el seu 

respecte i condol per la pèrdua d’un 

home íntegre i generós. 

El personatge 

n Reding, el general humanitari 

m 

jSalvador Rovira 

Professor emèrit de la URV 

jAntoni Moliner Prada 

Historiador. Professor de 

l’Autònoma de Barcelona 

Gràfic de les operacions militars publicat a ‘La 

revolución y guerra de la independencia en 

Tarragona’. J.M.Recasens. Tarragona, 1965. BHMT 


La Guerra 




04 Diari 


05 

La Guerra 






Sexta entrega de los Quaderns de l’Arxiu 

El Servei d’Arxiu i Documentació 

Municipal ha editado un nuevo ejem- 

plar de Quaderns de l’Arxiu. Es de pe- 

riodicidad anual y su sexta entrega es- 

tá dedicada íntegramente a la Gue- 

rra del Francès. En 151 páginas, 

Salvador-J. Rovira i Gómez, autor 

de todos los textos, explica el régimen 

insurreccional en Tarragona; la con- 

tribución a la guerra, el asedio y el asal- 

to; la evolución del régimen napoleó- 

nico a la recuperación y las conme- 

moraciones posteriores. La obra 

cuenta además con unas interesan- 

tes ilustraciones. Cuesta 16 euros. 

Una novela sobre la traición 

En ‘La Guerra del Francés. La marca 

del traidor’, Amando Lacueva no- 

vela la historia de un espía napoleó- 

nico que logra introducirse en la Ta- 

rragona asediada y suplanta la per- 

sonalidad de Joan Ixart, el impresor 

de la gaceta del ‘Diario de Tarrago- 

na’. Toda una conspiración se libra en 

las tabernas, el alto mando y la flota 

británica. 

La marca del traidor 

Autor: Amando Lacueva 

Editorial: Citerior 

Páginas: 430 

Precio: 19,75 euros 

Pobresa, ruïna, fam i pesta 

L a guerra és la més 

cruel de les des- 

gràcies que es po- 

den abatre sobre 

una comunitat, perquè 

a més dels combats ar- 

mats, la dinàmica bèl·li- 

ca comporta un seguit 

de malures inherents al 

caràcter catastròfic del 

fenomen, com són la bru- 

talitat militar, la des- 

trucció de béns i colli- 

tes, la misèria, la fam i 

l’aparició d’epidèmies. 

Tot això va donar-se al 

Camp de Tarragona en- 

tre 1809 i 1813, en el que 

hom coneix com l’Epi- 

sodi Napoleònic. 

Coneixem els fets, no 

únicament pel testimo- 

ni de memoralistes coe- 

tanis que van escriure 

cròniques i dietaris (cas 

del metge de Bràfim An- 

toni Bosch Cardellach), 

sinó també pels comen- 

taris marginals que els 

eclesiàstics que tenien 

cura dels registres d’òbits 

parroquials inserien com 

a causa de la mort vio- 

lenta d’alguns feligre- 

sos. 

Així que les tropes 

franceses van entrar al 

Camp de Tarragona, van 

haver d’enfrontar-se al fet que 

les vies de proveïment des de 

França eren excessivament fe- 

bles i llunyanes i al mar domi- 

nava la costa l’esquadra britàni- 

ca. Per tant, havien de viure so- 

bre el territori. També, que la 

població natural del país, catòli- 

ca i antirevolucionària, era alta- 

ment hostil. Aquests dos fets i el 

paper de conqueridors que s’ad- 

vocaven van fer que desfermes- 

sin una gran brutalitat en l’ocu- 

pació de les localitats catalanes. 

‘Gentes bárbaras y salvages’ 

«Ahuyentaron á los habitantes 

de las casas solares y lugares pe- 

queños, saqueando en ellos, roban- 

do víveres, ganado y quanto po- 

dia serles útil; destruyendo lo que 

no podian llevarse; asolando edi- 

ficios, obligando en calidad de 

presos los hombres que hallaban 

á sus primeras obras; cometie- 

ron todas las atrocidades de que 

no eran capaces las gentes más 

bárbaras y salvages». A les parti- 

des d’òbit registrades als llibres 

sacramentals, els rectors es van 

cansar de posar fòrmules com 

«mort de desgràcia de mans de 

francesos » (Aleixar), «de mort 

violenta per la tropa de Napoleó» 

(Bràfim), «mort per la invasió 

dels francesos», «per haver-lo 

mort los francesos», «fusellat per 

la tropa francesa» (Cambrils), 

«varen matà los francesos» (els 

Garidells), «mort violentament 

y per mans del enemich», «fou 

mort per los enemichs» i «morí 

per mans dels enemichs» (la Po- 

bla de Montornès). 

De vegades, el rector s’extenia 

més en el comentari: «Morí de 

una bala que ab un fusilasso li ti- 

raren los francesos la primera 

vegada que entraren a Puigtinyós 

(actualment Montferri), estant- 

se pacíficament en lo portal», 

«morí de resultas de dos cops de 

destrall al cap que rebé dels ene- 

michs» (Puigtinyós) o «mort 

amb una bayoneta que la tropa 

de Bonaparte li pasà per la galta 

y li eixí per la orella, en sa pròpia 

casa» (Bràfim). 

Vuit saquejos a Bràfim 

Quan els veïns sentien arribar 

les tropes franceses, era habi- 

tual que fugissin cap a les mun- 

tanyes deixant-ho tot. Només la 

vila de Bràfim va ser saquejada 

vuit vegades i abandonada uns 

disset cops. La violació de dones 

va ser sistemàtica i es va consta- 

tar a l’Argilaga, Bràfim, Mas- 

pujols, els Pallaresos, Perafort, 

Puigdelfí, Montferri, la Secui- 

ta i Vilabella. I, no cal dir-ho, 

també a Tarragona el dia del sa- 

queig (28 de juny de 1811). 

Febres tifoidees 

A banda de la brutalitat militar, 

la invasió dels exèrcits va pro- 

vocar l’esclat, l’any 1809, d’una 

terrible epidèmia de febres ti- 

foidees. Les víctimes mortals 

van ser milers. A Bràfim van cau- 

re les dues terceres parts de la 

població i en va morir una sise- 

na part. A Vallmoll van haver 

d’obrir un nou cementiri perquè 

el vell se’ls feia petit «per causa 

de la gran epidèmia del present 

any, que comensà quant entra- 

ren los francesos en la present 

vila, dia 3 de mars». A Tarrago- 

na, on es van concentrar milers 

de refugiats, moriren més de 

2.100 persones. Els pitjors dies 

al ritme frenètic de 30 defun- 

cions diàries. Els serveis fune- 

raris no donaven l’abast. 

‘Lánguidos de hambre’ 

El 1812, assolat el país, saqueja- 

des les poblacions i confiscades 

les collites ( ja de per si dolen- 

tes), la misèria s’escampà arreu. 

Per mar l’esquadra britànica blo- 

quejava el port i la gent es moria 

literalment de fam. A Reus: «vi- 

mos lánguidos de hambrientos a 

nuestros infelices hermanos, 

desfallecer por las calles sin po- 

der encontrar medios para ha- 

cerlos reanimar». 

A Alcover, «los vezi- 

nos estan a la última mi- 

seria y muchos viven de 

limosna. Casi todos han 

perdido sus cosechas 

con tanta ida y venida 

de tropas y algunos han 

sido vexados por no te- 

ner que dar»; «lo poble 

a quedat a la ultima mi- 

seria [...] ja no ens que- 

da altra sortida que la 

de morirnos de fam...». 

A Perafort, Mn. Jo- 

sep Huguet escriví so- 

bre la mort de la jove Te- 

resa Borrell «nota: esta 

miñona de edat poca di- 

ferència 20 anys, me as- 

segurà mitja hora ans 

de morir, estant en llur 

enteniment, que se ali- 

mentà de pàmpols de 

cep y altres herbas 4 o 5 

dias. Morí de fam». 

A Montferri, moria 

l’ancià de 70 anys Tomàs 

Rull, «de resultas de la 

misèria, que en tal temps 

fou general en tots los 

pobles». 

A Vilabella: «Aumen- 

taba entonces de tal mo- 

do el hambre en el pue- 

blo que por nuestras ca- 

lles sólo se vehían 

personas descoloridas, 

hinchadas o abotarga- 

das de cara y piernas, o secos y 

de color negruzco, que se cahían 

por las calles y caminos, murién- 

dose algunos de hambre, por no 

tener que trabajar ni comer. Así 

yo vi morir 63 en dos villas de 

Bráfim y Vilabella en el espacio 

de tres meses, sin embargo que 

las dos juntas no llegan a 500 ve- 

cinos». 

Quan sentim parlar de la gue- 

rra, no ens imaginem el patiment 

de la població civil més enllà dels 

combats bèl·lics, però la guerra 

comporta pobresa, ruïna, fam i pes- 

ta, flagells que poden cobrar-se 

moltes més vides que no pas els 

camps de batalla. 

Durant els anys de la Guerra 

del Francès, la població del Camp 

de Tarragona va sofrir una invo- 

lució demogràfica important, 

perfectament constatable en les 

piràmides poblacionals de la di- 

novena centúria. 

Les partides d’òbit són 

esfereïdores: ‘morí a 

Puigtinyós de dos cops 

de destrall al cap que 

rebé del enemichs’ 

1 

1 

Presa del fortí de l’Oliva pels francesos. Dibuix de Serra Pausas. Publicat a ‘El setge de 

Tarragona de 1811’. Tarragona, 1986. (BHMT/AHCT). 

1 

j 

jManel Güell 



L a gent del Tarragonès no 

veié soldats francesos fins 

al juny de 1808, quan en- 

trà a la comarca la divisió 

del general Chabran que arribà 

a Tarragona el 7 de juny i hi sojor- 

nà fins al dia 9, en què davant el 

fracàs del brigadier Schwarts al 

Bruc va refer el camí i tornà a Bar- 

celona. 

Passada la incursió de Cha- 

bran, el Tarragonès restà tran- 

quil i lliure de la presència fran- 

cesa fins al desembre, quan hi 

penetraren les tropes del gene- 

ral Gouvion Saint-Cyr en perse- 

cució de les restes de l’exèrcit 

del general Vives que havia es- 

tat derrotat a Llinars i Cardedeu. 

L’avantguarda del setè exèrcit 

entrà a la comarca el 22 o el 23 de 

desembre i avançà fins al riu Gaià. 

Aquestes tropes es mantingue- 

ren en el Tarragonès, bloquejant 

Tarragona, fins la primera quin- 

zena de febrer de 1809 en què es 

retiraren. 

La desocupació del Tarragonès 

per part dels francesos resultà 

molt curta, ja que després de la 

batalla del Pont de Goi o de Valls 

(25 de febrer de 1809) les tropes 

de Gouvion Saint-Cyr el torna- 

ren a controlar i hi ro- 

mangueren mentre tin- 

gueren queviures. La se- 

va retirada proporcionà 

al Tarragonès un any de 

tranquil·litat, ja que fins 

al 27 de març de 1810 no 

tornà a ser envaït. En 

aquesta ocasió les tro- 

pes franceses les coman- 

dava el mariscal Auge- 

reau i el moviment esti- 

gué pensat per entretenir 

les tropes espanyoles i 

permetre a Suchet as- 

setjar Mequinensa i Llei- 

da. 

Suchet, un cop caigu- 

da Lleida, es dirigí vers 

Tortosa. Calia evitar que 

les tropes espanyoles 

obstaculitzessin el set- 

ge de la capital del Baix 

Ebre i per això el maris- 

cal Macdonald féu acte 

de presència, entrant a 

Valls el 17 d’agost i l’en- 

demà a Reus, disposat a 

bloquejar l’exèrcit del 

general O’Donnell dins a Tarra- 

gona, però, davant dels movi- 

ments d’aquest, considerà pru- 

dent retirar-se cap a Lleida. 

La presa de Tortosa envalen- 

tí els francesos a ocupar Tarrago- 

na i per aconseguir-la pensaren 

en Louis-Gabriel Suchet, el qual 

es presentà davant la plaça el 3 

de maig amb un exèrcit de quel- 

com més de dinou mil soldats i que 

fou una autèntica plaga per als 

pobles del Tarragonès durant els 

mesos de maig i juny. Tot plegat 

culminà amb l’assalt de la ciutat 

la vigília de Sant Pere. 

El desig de recuperar Tarra- 

gona per part de 

l’exèrcit espanyol 

comportà una inten- 

sa circulació de tro- 

pes entorn de la ciu- 

tat. El desembre de 

1811 el capità general 

Lacy intentà bloque- 

jar la plaça, però fra- 

cassà a causa de la 

ràpida reacció de Su- 

chet que l’obligà a 

allunyar-se. 

El 20 de gener de 

1812 es produí a Vila- 

seca un combat en- 

tre les divisions del 

general Lafosse i les 

del baró d’Eroles i 

Manso, amb resultat 

favorable per als espa- 

nyols. 

Les tropes espa- 

nyoles entorn de Ta- 

rragona aplicaren un 

cert bloqueig i per tal 

d’aixecar-lo el gene- 

ral Decaen, cap de 

l’exèrcit francès a Ca- 

talunya, envià dues 

divisions sota el comandament 

dels generals Mathieu i Lamar- 

que. El baró d’Eroles intentà ba- 

rrar-los el pas a la plana situada 

entre Altafulla i Ferran el 24 de 

gener de 1812, però no ho acon- 

seguí. Entre el 21 i el 28 d’abril, Sars- 

field, ajudat per l’estol anglès, 

volgué sorprendre la guarnició de 

Tarragona, però fracassà. Al maig 

les forces espanyoles se situa- 

ren entorn de la ciutat per tal de 

reconquerir-la, però, el dia 12, 

davant la presència d’un exèrcit 

francès es retiraren. Eroles no 

desistí d’atacar Tarragona i, amb 

l’ajut de l’anglès Codrington, 

aconseguí, la nit del 27 de setem- 

bre, èxits a la zona portuària. 

El 1813, el general Wellington 

projectà una expedició contra 

Tarragona. Els anglesos arriba- 

ren per mar a Tarragona el 2 de 

juny. Les operacions començaren 

el dia 4 i acabaren el 12, quan da- 

vant l’arribada de soldats fran- 

cesos es retiraren. 

El mes de juliol el Tarragonès 

contemplà la presència de napo- 

leònics en el que ja era un reple- 

gament. El 16 d’agost Suchet tor- 

nà a Tarragona amb uns vint mil 

homes que es distribuïren pels 

pobles dels voltants disposats a 

contemplar la destrucció de la 

plaça. El dia de Sant Magí Tarra- 

gona restà lliure d’ocupants i l’en- 

demà les tropes espanyoles hi en- 

traren disposades a posar ordre 

enmig de la destrucció general. La 

Guerra del Francès havia acabat. 

j 

Incursió, desocupació, 

conquesta i derrota 

En la Guerra del Francès referi- 

da a Tarragona cal rememorar 

la figura del general suís Teodor 

Reding (1755-1809). Estimat pels 

soldats per la seva senzillesa i 

enemic de tota ostentació, sem- 

pre fou solidari amb els seus su- 

bordinats. Incorporat el 1769 al 

Regiment del seu pare Reding 

El Viejo nº3, va fer una carrera 

militar ràpida i participà en les 

campanyes de la Guerra Gran i 

la Guerra del Francès. 

A Màlaga es guanyà el suport 

dels ciutadans per la seva actua- 

ció davant l’epidèmia de febre 

groga de 1804 i fou nomenat go- 

vernador polític i militar. Artí- 

fex del pla estratègic dissenyat 

amb el general Castaños contra 

Dupont, executà l’acció de Men- 

gíbar (16 de juliol de 1808), que 

possibilità l’èxit de Bailén. Però 

la glòria recaigué en Castaños, 

tot i que ell no va estar al camp de 

batalla com Reding. 

S’incorporà al Primer Exèr- 

cit de Catalunya a Tarragona el 

novembre de 1808 i començaren 

els fracassos militars. Primer, 

l’acció inoportuna del bloqueig 

de Barcelona (5 de desembre) 

per la manca d’efectius. Després 

la de Llinars, el dia 16. I el 21 la 

desfeta de Molins de Rei, que pro- 

vocà la retirada desordenada de 

l’exèrcit fins a Tarragona. Els de- 

sencerts i la repulsa general de 

la població obligaren el capità 

general Joan Miquel Vives a di- 

mitir i el substituí Reding en el 

càrrec. 

La seva actuació a Tarragona 

fou intensa: reorganitzà les for- 

ces militars, restablí la discipli- 

na militar, reuní els soldats dis- 

persos, reclutà voluntaris i con- 

formà milícies urbanes. Tanma- 

teix posà la plaça en estat de 

defensa i, amb les noves tropes 

d’Andalusia i Mallorca, impedí 

el setge de la ciutat per part de 

Saint-Cyr al 1809. Ambdós mi- 

litars es respectaven mútuament 

i signaren un conveni per donar 

un tracte humanitari als soldats 

ferits i presoners. 

Reding establí una línia de de- 

fensa entre Tarragona i Olesa de 

Montserrat que era molt feble. 

L’estratègia de Saint-Cyr s’im- 

posà al final en la batalla de Valls 

(Pont de Goi, 25 de febrer de 

1809), en disposar d’un exèrcit su- 

perior i rebre l’ajut de la divisió 

de Pino. En aquesta acció el suís 

va ser ferit en el braç i es retirà amb 

la resta de soldats a Tarragona. 

Llavors assistí els malalts, ci- 

vils i militars, que patien l’epi- 

dèmia de tifus desencadenada el 

gener. Ell mateix es va contagiar 

en una visita que va fer a l’hos- 

pital d’Altafaulla. Malgrat tot, 

presidí la Junta Superior de Ca- 

talunya. Esgotat per la febre, mo- 

rí el 23 d’abril de 1809 als 54 anys. 

Totes les autoritats i el poble de 

Tarragona van mostrar el seu 

respecte i condol per la pèrdua d’un 

home íntegre i generós. 

El personatge 

n Reding, el general humanitari 

m 

jSalvador Rovira 

Professor emèrit de la URV 

jAntoni Moliner Prada 



Gràfic de les operacions militars publicat a ‘La 

revolución y guerra de la independencia en 

Tarragona’. J.M.Recasens. Tarragona, 1965. BHMT




L 


La Guerra 

del Francès al 

Baix Penedès 

j 


Un detallado estudio demográfico 

En más de 250 páginas, Manel Güell Guillem Oliver del Camp de Tarrago- de la fiebre tifoide de 1809 y el ham- 

desvela al detalle las consecuenna, incluye una precisa radiografía bre que sufrió la zona en 1812. «La cricias 

que tuvo la Guerra del Francès. demográfica del Camp de Tarragosi de la Guerra del Francès (1808-1814) 

La exhaustiva obra, publicada por el na entre los años 1801 y 1820. Tam- al Camp de Tarragona» se puede 

Cercle d’Estudis Històrics i Socials bién recuerda los crueles estragos adquirir por 18 euros. 

1 

Foc a l’Arboç! 

Lámina cuyo original se encuentra en la Biblioteca Nacional, en Madrid, que refleja la dura lucha que hubo en L’Arboç. 

a Guerra del Francés (1808- siguiente, a su paso por El Ven- i criaturas y hòmens y 39 foras- 

1814) afectó la comarca drell, ya fueron hostigadas por ters de somatén. Y francesos mo- 

del Baix Penedès y, espe- los somatenes. Como represariren y farits tres-sents. Y los crecialmente, 

a aquellos mulia, Chabran mandó detener a las maren tots, menos 3 a una fasci- 

símbolo de la resistencia patriótica 

en el imaginario popular. 

Los habitantes de las villas de 

El Vendrell y de L’Arboç pade- 

allaujar per las casas. Robaren 

moltas gallinas per las cassas y 

roba y tot lo que podian» (12 de 

mayo de 1812). 

nicipios situados a lo largo de la autoridades de la villa y embarna ells mateixos, perquè no se cieron en sus carnes los efectos No sólo los ejércitos. Tam- 

carretera que unía Barcelona y Tacarlas hacia Barcelona. Mien- sapigués los que habían perdut.» de la guerra. Por suerte disponebién los somatenes o los miquerragona, 

transitada constantetras, los somatenes se replega- El resplandor del incendio de mos de interesantes manuscriletes abusaban del poder que les 

mente por tropas del ejército ron en la villa de L’Arboç. 

L’Arboç se vio desde muy lejos y tos de la época que nos permi- otorgaban las armas, como po- 

napoleónico y del ejército espa- El 10 de junio las tropas de de ahí nació la exclamación «Foc ten reconstruir históricamente demos comprobar en esta otra 

ñol y sus aliados, además de por Chabran siguieron su marcha ha- a l’Arboç!». La resistencia y el estos años, más allá de las bata- anotación referente al 2 de ma- 

numerosos somatenes que iban cia Barcelona, pero al llegar su posterior asalto, saqueo e incenllas famosas y de los héroes nayo de 1812: «Anaren los caragi- 

y venían sin descanso. Sin duda avanzadilla a la villa de L’Arboç fuedio de L’Arboç convirtieron a escionales, y aproximarnos al corats de la pulicia de Tarragona 

alguna uno de los episodios de ron recibidas a balazos por los ta villa y sus habitantes en un nocimiento de cómo vivió la ma- catalans al Vendrell, ab la nit y 

más trascendencia fue el asalto somatenes que habían tomado 

yoría de la población del Baix robaren moltas cassas ricas y se 

de las tropas francesas a la villa posiciones estratégicas. Pronto 

Penedès esta guerra. 

n’amportaren 5 hómens rics.» 

de L’Arboç. 

se acabaron los cartuchos y el 

Sirva como ejemplo el manus- La Guerra del Francés fue apa- 

Una columna francesa de unos ejército francés se organizó pacrito 

citado de Anton Sans, donrentemente patriótica, pero, co- 

4.000 hombres y caballos al manra asaltar la villa por la tarde. 

de hallamos el testimonio de las mo en todas las guerras, la podo 

del general Chabran se había Éste es el testimonio del te- 

penurias que pasaron los veciblación civil (especialmente el 

desplazado de Barcelona a Tajedor de L’Arboç Anton Sans (edi- 1 

nos de esta villa a lo largo de la campesinado) se llevó la peor 

rragona los primeros días de jutado por Pedro Simón en 2002): La localidad del Baix guerra, y que es extensible a otros parte. Además tuvo mucho de 

nio de 1808 sin ser molestada. «Se posaren a fer foch de las ca- 

La victoria de los somatenes sosas ab las ascopetas y, acabat los 

municipios de la comarca, debi- guerra social (campesinos con- 

Penedès se convirtió en do al constante paso de tropas tra nobles) y de guerra política (libre 

otra columna francesa en el cartutxos, a cops de pedras y teua- 

Bruc animó a los somatenes del las, per sobre ells. Des de aluego símbolo de resistencia 

de uno y otro bando. Todos robaban, 

tanto si se trataba del ejérberales 

contra absolutistas). 

Penedès y del Camp de Tarrago- comensaren los francesos a cracito 

napoleónico –«se amportana 

que –al grito de «Anem per la mar casas, pallisas, sallés y tot patriótica tras el asalto, ren molt blat y farina y bacallà» 

Fe!»– decidieron resistir a las quan podrían. Degollavan tanta 

tropas francesas de Chabran a gent quan encontràvan y robà saqueo e incendio 

(2 de marzo de 1812)– como si se 

trataba del ejército español: «ba- 

su regreso a Barcelona. Estas ini- tot lo de las casas. Mataren 72 

ren segar 6 o 7 camps de blat per 

Ramon Arnabat 

ciaron su marcha el día 8 y el día personas de esta vila: donas, vells 

los cavalls y después se baren 

Profesor de historia de la URV 

1 

j 

Divulgación más allá de Catalunya 

Si la mayoría de obras publicadas durante la Guerra del Francés’ pre- Una ciudad sitiada 

este año sobre el sitio de Tarragona tende explicar un asedio «poco co- Autor: Antonio Moliner 

se han editado en catalán y se centran nocido fuera del ámbito local y de Ca- Editorial: Doce Calles/CSIC 

en un público local, ‘Tarragona (matalunya y que tuvo una honda re- Páginas: 300 

yo-junio 1811). Una ciudad sitiada percusión en la contienda». 

Precio: 30 euros 

j 




07 

La Guerra del 

Francès a les 

Terres de l’Ebre 

Tortosa, rendició crucial 

urante la Guerra Guerra del del 

Francès, el riu Ebre és l’eix 

estratègic essencial de les D Terres de l’Ebre, llavors 

corregiment de Tortosa. Aquest 

fet determina des de sempre la 

sort bèl·lica del territori, cruïlla 

dels tres regnes de l’antiga Corona 

d’Aragó. 

Tortosa i Lleida foren de les 

primeres ciutats catalanes en 

pronunciar-se contra l’invasor, 

no sense patir en els primers 

temps una revolta popular, que 

acabà amb la vida del corregidor, 

i una matança de presoners 

francesos. La resistència va ser 

organitzada per una junta de govern 

del corregiment que actuà 

primer de manera autònoma per 

passar posteriorment a 

dependre de la Junta Superior 

de Catalunya. 

Rereguarda 

En general, i excepte situacions 

puntuals, tot el territori es va 

veure lliure de la presència francesa 

durant els dos primers anys 

de la guerra. Això el va convertir 

en rereguarda dels fronts aragonès 

i català, enviant socors a les 

assetjades Saragossa i Girona. 

En caure aquestes ciutats, 

sobretot la primera, l’esforç 

bèl·lic francès es dirigí cap al 

curs inferior de l’Ebre amb l’objectiu 

final de conquerir València. 

El general Suchet, al capdavant 

de l’exèrcit francès d’Ara- 

Plànol topogràfic i gravat de Tortosa que es van publicar a l’atles de Suchet. 

gó, fou l’encarregat de dur a 

terme les ordres de Napoleó. 1 

Una vegada conquerides Llei- 

setge, no sense comptar amb Tarragona i, una volta conqueda 

i Mequinensa, a la primave- 

l’ajut de l’exèrcit francès de Carida aquesta, Suchet tenia el 

ra de 1810, el pas següent era 

talunya en el moment de fer-lo camí lliure cap al sud, essent 

atacar Tortosa, clau del sud de 

efectiu. El 15 de desembre Tor- les Terres de l’Ebre el punt de 

l’Ebre i del domini del seu tram 

tosa estava totalment encer- partida de l’atac francès a Va- 

final. A més a més, la ciutat era 

clada i, malgrat una sortida de lència. 

el punt de contacte entre els re- 

la guarnició per frenar els tre- Durant l’annexió de Catalunsistents 

catalans i valencians. 

balls del setge, el dia 1 de gener ya a l’imperi francès aquestes 

Calia conquerir-la si es volia 

de 1811 el francesos havien obert terres formaren part del Depar- 

avançar cap a València. 

bretxa en un sector de les mutament de les Boques de l’Ebre i 

ralles i es disposaven a l’assalt Tortosa fou designada capital de 

A l’espera de l’artilleria 

final. 

sotsprefectura. El domini francès 

La plaça forta de Tortosa dispo- 

es mantingué fins a la segona 

sava per defensar-se d’una guar- 

Rendició 

meitat de 1813, quan les forces 

nició d’uns 7.000 homes, entre sol- 

Suchet comminà a la rendició. napoleòniques es veieren oblidats 

i paisans, prou artilleria i di- 

El governador de la plaça, el gades a retirar-se, tot conserversos 

escamots guerrillers per 

comte d’Alacha, davant la desvant el control de Tortosa, blo- 

inquietar la rereguarda francesa. 

moralització general pel bomquejada per les tropes espanyo- 

Suchet inicià el bloqueig el 4 de 

bardeig i temorenc de l’assalt, les. Tortosa no fou evacuada fins 

juliol de 1810 i consolidà el do- 

es precipità a firmar-la, mal- al 18 de maig de 1814. 

mini del marge dret del riu, da- 

Imatge de Tortosa d’un gravat francès que grat que una part de la guarnivant 

de la ciutat, però no va ini- 

inclou una torre inexistent a la ciutat. 

ció s’hi resistia. El 2 de gener 

ciar el treballs de setge fins dis- 1 

l’exèrcit francès ocupava la ciuposar 

de l’artilleria de batre, que 

tat, que no abandonaria fins al 

una volta superat l’estiatge va Després de repel·lir dos atacs talà que tenia la seua base a Ta- final de la guerra. 

Salvadó 

arribar, via fluvial, a primers de de l’exèrcit valencià pel sud i rragona, Suchet es va veure en La pèrdua de Tortosa resul- 

Professor d’història de 

setembre. 

mantenir allunyat l’exèrcit ca- condicions de formalitzar el tà determinant per a la sort de jRoc 

jRoc 

la Uned de Tortosa





Contreras: captura y fuga 

La Guerra del Nacido en 1760, Juan Senén de Contreras 

fue ascendiendo en el esca- 

Francès a la ciutat lafón militar. Fue nombrado defensor 

de la Tarragona ya asediada por 

de Tarragona 

abandonó la ciudad con 6.000 homtre ambos no eran buenas como de un bayonetazo. Hecho prisiobres. 

El general Contreras quedó a tampoco lo eran entre Campovernero, fue trasladado a un castillo fran- 

cargo de la zona amurallada y el de y el propio Contreras. Durante cés de donde se fugó. Tras la derro- 

general Sarsfield, de la marina (el ba- el ataque final, Contreras se batió ta de Napoleón, volvió al ejército es- 

los franceses cuando Campoverde rrio marítimo). Las relaciones en- con gran valor hasta que fue herido pañol. Murió en 1826. 

Tarragona, primer abandonada... 

j 

l 19 de març de 1811, el gegeneral Louis Gabriel Suchet 

rebia l’ordre de Napo- E leó de conquerir Tarragotificacions 

de la Part Baixa. Però 

abans havia d’allunyar els vaixells 

que protegien la desembocadura 

del Francolí i conquerir 

na, que, en aquelles dates, era la el fort de l’Oliva. Així, al llarg del 

capital de la Catalunya resistent mes de maig, els francesos cons- 

i la principal base de l’exèrcit estruïren trinxeres i bateries d’arpanyol. 

L’1 de maig, Suchet arritilleria a la riba dreta del riu, que 

bava al Camp de Tarragona amb malgrat el foc de l’artilleria dels 

uns 20.000 homes, i el dia 4 co- defensors i els atacs que realitzà 

mençava el setge. 

la guarnició, foren equipades 

Tarragona estava protegida amb canons a partir del dia 23 i 

per muralles amb baluards, que aconseguiren allunyar la flota. 

encerclaven la Part Alta i continuaven 

fins al port i el barri de Assaltar l’Oliva 

la marina. També hi havia alguns Paral·lelament, la nit del 21 de 

forts avançats, entre els quals maig iniciaren l’excavació d’una 

destacava el de l’Oliva. Però bo- trinxera d’aproximació al fort de 

na part de les fortificacions s’ha- l’Oliva. L’artilleria francesa va 

vien construït o refet al llarg de començar a batre el fort el dia 28, 

la guerra, i eren febles o estaven i l’endemà a la nit fou assaltat i 

inacabades. 

capturat en un combat confús i fe- 

Allunyar els vaixells 

rotge. La caiguda d’aquest fort, que 

els tarragonins consideraven 

La seva defensa estava al càrrec inexpugnable, va provocar la fu- 

del general Juan Caro, que compgida per mar de molts habitants. 

tava amb 8.000 soldats, 2.500 mi- Campoverde deixà Tarragona 

licians tarragonins i 294 peces en mans del general Contreras, 

d’artilleria. A més, tenia el suport i sortí amb la promesa de reunir 

dels vaixells d’una esquadra un exèrcit de socors per alliberar- 

Croquis en perspectiva de les fortificacions de Tarragona. Publicat al llibre ‘La revolución y Guerra de la Independencia 

britànica, que garantia la comula des de l’exterior. Però malgrat 

en la Ciudad de Tarragona’, de Josep M. Recasens. Tarragona, 1965. (BHMT). 

nicació amb l’exterior i l’arriba- les reclamacions constants de 

da de reforços. El dia 10 desem- Contreras, el capità general no va 1 

barcaren 3.000 soldats més, amb realitzar cap intent seriós d’apro- baluards avançats anaren caient, obrir bretxa a l’altura de l’actual qual molts tarragonins foren as- 

ria Tarragona i obtenia com a re- 

el capità general, el marquès de par-se a la ciutat. 

mentre l’artilleria napoleònica carrer de l’Assalt, i aquella mateixa sassinats. Contreras, ferit, va 

compensa el bastó de mariscal. 

Campoverde, que agafà el coman- La nit de l’1 de juny, les tropes bombardejava les fortificacions tarda l’atacaren. Tot i la resistèn- caure presoner, com la majoria dels 

dament, mentre que a final de franceses creuaren el riu i co- i la ciutat. El 21, els francesos cia que oposà la guarnició a la seus homes. Tan sols aconsegui- 

mes ho farien 2.000 soldats promençaren a excavar les trinxe- conqueriren la Part Baixa, i tot muralla, la Rambla Vella i el Pla ren fugir uns pocs centenars de 

cedents de València i Mallorca. res d’aproximació a les fortifi- seguit excavaren trinxeres per de la Catedral, la ciutat fou con- persones que foren recollits pels 

Francesc Murillo 

El pla de Suchet consistia a cacions de la Part Baixa. Malgrat atacar la muralla de la Part Alta. querida i la tropa napoleònica es vaixells. Finalment, després de 

Galimany 

prendre la ciutat atacant les for- una resistència aferrissada, els El 28, l’artilleria francesa hi va llençà a un brutal saqueig, en el 56 dies de setge, Suchet conque- 

Historiador 


Campoverde: justificar lo injustificable 


La marcha de Campoverde de Tarrada de Tarragona intentó justificar su neral Contreras. Según explica Salle culpable de la pérdida de Tarragogona 

precipitó su caída. Prometió que actuación en un libro de 84 páginas. vador J. Rovira en Quaderns de l’Arna. Pero, tras el regreso de Fernan- 

volvería con más tropas para atacar Campoverde culpó de la derrota a xiu, en febrero de 1812 el Consejo de do VII, Campoverde movió sus in- 

a los franceses desde la retaguardia. los defensores. Su ‘tesis’ fue reba- Regencia procesó a Campoverde y fluencias y no sólo se le rehabilitó si- 

Nunca lo hizo. Poco después de la caítida por otros militares como el ge- le apartó del ejército al considerarno que además fue condecorado. 

j 

...I després martiritzada 

j 

ls 56 dies del setge comcom- i els diners recaptats no eren sutre la ciutat era devastada per 

portaren molts patimenficients per mantenir els soldats l’exèrcit de Suchet sense cap estents 

a la població, prin- i els empleats civils. Mancava el crúpol. Mai van entendre la sor- 

E cipalment quan la ciutat carbó, la llenya, l’oli, el vi i les tida que va fer Campoverde amb 

fou assaltada. Davant del perill, medecines. 

una part de la guarnició a l’exte- 

la Junta Superior abandonà Tarragona 

el 17 de maig i altres au- Col·laboració exemplar 

rior per buscar reforços, deixant 

a la seva sort la gent. 

toritats civils i eclesiàstiques i La col·laboració ciutadana va ser El foc enemic va sembrar la 

persones benestants ho feren exemplar. El governador mili- mort i provocà l’esfondrament 

abans. Solament quedaren, estar, el general Juan Senén de Con- d’edificis i continus incendis. 

perant el seu destí final, els potreras, dedicà moltes dones a la Dos tocs de la campana de la Cabres 

soldats i milicians, alguns confecció de benes i embenats tedral avisaven de les bombes i un 

oficials de l’exèrcit i una part de per als ferits i a la preparació de de les granades. L’artilleria va 

la població que no va tenir pos- cartutxos i bales. Altres porta- arribar a disparar més de 230.000 

sibilitat d’anar enlloc. 

ven vitualles i aigua als soldats i trets de tot tipus de munició al llarg 

La vida diària fou difícil per als ferits. Molts ciutadans van del setge. Aquesta experiència 

Assalt de Tarragona. Publicat a ‘El setge l’encariment dels queviures i la veure des de les seves cases i te- traumatitzà els ciutadans, preso- 

de Tarragona de 1811’. Tarragona, 1986. manca de diners. A meitat de rrats com la flota anglesa es queners de la por i preocupats per la 

(BHMT/AHCT). 

maig ja escassejaven els aliments dava immòbil a l’horitzó men- supervivència. jAntoni 

jAntoni 

1 

La imatge de la matança de 

dones i nens a les escales de la 

Catedral el 28 de juny, on s’havien 

refugiat pensant que els soldats 

francesos respectarien l’espai 

sagrat del temple, forma part 

de la memòria col·lectiva de la 

ciutat. Els testimonis de l’època 

qualifiquen aquest fet com un 

acte de barbàrie contra la dignitat 

humana i ocupa un lloc preeminent 

en la història del món. 

Moliner Prada 



El asedio, 

día a día 



09 


Francès a la ciutat 


Fuente: Arxiu Històric de la Ciutat de Tarragona 

Del 3 al 5 de mayo Del 12 al 17 de mayo 28 de mayo 

Del 8 al 20 de junio 

El ejército francés ocupa Constantí y Siguen los preparativos del asalto con Los franceses instalan dos baterías Los cañones apuntan al puerto y la Part 

Vila-seca y se presenta ante Tarragona. ataques a las defensas del fortín de junto al Francolí para poder Baixa. Hay combates encarnizados. 

Caen los fortines del Loreto y Emitans la Oliva y la construcción de trincheras. bombardear a la escuadra británica. Cae la Lluneta del Príncep. 

y es destruido el acueducto de las Los soldados asediados realizan dos 

Ferreres. 

salidas frustradas el día 14. 29 de mayo 

21 y 22 de junio 

Los franceses acceden al interior del Ataque masivo de los franceses. 

6 y 7 de mayo 

18 de mayo 

fortín de la Oliva durante el relevo de Cae el fortín Real. Los defensores 

El Estado Mayor francés decide Cinco mil de los soldados de Tarragona la guarnición española. Al parecer abandonan la Part Baixa y se retiran 

atacar entre el baluarte de Orleans atacan a los franceses sin éxito. La Junta conocían el santo y seña ‘secreto’. a las murallas. Rechazan rendirse. 

y el fortín del Francolí. Los zapadores Superior de Catalunya decide También entran a través del acueducto 

galos construyen un reducto para abandonar la ciudad. 

que transporta el agua al baluarte. Hay Del 23 al 25 de junio 

atacar el fortín del Francolí. 

una sangrienta lucha y cae el fortín. Aparece Campoverde para atacar a 

Del 19 al 24 de mayo 

los franceses pero no lo hace, se retira 


Los franceses se acercan cada vez más 30 y 31 de mayo 

a El Vendrell y llama a los tarraconenses 

Los franceses construyen los primeros al fortín de la Oliva e instalan cañones. Los españoles intentan reconquistar a resistir hasta el final. 

parapetos contra el fortín de la Las salidas de los defensores fracasan el fortín de la Oliva, pero no lo 

Oliva. El temporal evita que las aunque las baterías de la ciudad consiguen. Campoverde abandona 26 y 27 de junio 

lanchas defensoras impidan los incomodan a los franceses. 

la ciudad y promete atacar a los Una escuadra británica llega a 

trabajos franceses junto a la costa. 

franceses desde el exterior. 

Tarragona para ayudar pero al ver la 

Del 25 al 27 de mayo 

situación decide marcharse. 


Enfrentamientos junto al fortín de la Del 1 al 7 de junio 

Llega Campoverde. Las lanchas Oliva. El día 27 los franceses lanzan Con la Oliva en sus manos, los 28 de junio 

cañoneras atacan el reducto francés, un ataque general contra el fortín en franceses se van acercando a la Ataque final. Los franceses conquistan 

ya construido. 

el que muere el general Salme. ciudad trinchera a trinchera. 

Tarragona a sangre y fuego.





Tarragona también tuvo su Agustina de Aragón 

La Guerra del Entre los civiles que se batieron fueron idealizados por el imagina- 

con tanta o más valentía que los rio popular por su fiereza en la de- 

Francès a la ciutat militares de oficio estuvo Rosa Vefensa de Tarragona. Rosa, a la que 

nas, casada con el calesero de la compararon con Agustina de Ara- 



mó a los combatientes de la ciu- fue alcalde de la ciudad y trajo de Guidad 

durante la retirada. Tras la connea a dos sirvientes de raza negra, 

tienda, el propio Fernando VII qui- representados por los ‘negrets’ del 

so conocerla personalmente cuan- Seguici Popular. Murió a los 61 años 

Rambla, Simon Lloberas. Ambos gón, mató a un oficial francés y anido visitó Tarragona. Su hijo Simón en el Serrallo. 

ENTREVISTA Sofia Mata Conservadora del Museu Diocesà de Tarragona y profesora asociada de la URV 

‘El asalto fue dantesco’ 

POR XAVIER FERNÁNDEZ JOSÉ La Catedral también se empleó Suchet en el ataque a Tarragona 

como refugio. 

fue «á égorger!» (¡a degollar!). 

j urante urante el el asedio, los ta- Según fuentes de la época, que 

rraconenses rezaban an- parecen ser exageradas, en la Ca- Para que ‘aprendiese’ todo aquel 

te el brazo de Santa Tetedral llegaron a refugiarse unas que osara resistirse a los fran- 

D cla. 

8.000 personas. En su mayoría ceses. 

En los meses de mayo y junio de eran civiles que procedían de El deseo de Suchet, siguiendo 

1811, llegó un momento en que Barcelona, de pueblos de las co- órdenes del emperador Napo- 

el único ámbito sagrado abierto marcas vecinas y ciudadanos de león, era que la ciudad de Tarra- 

al culto en la ciudad de Tarrago- Tarragona. 

gona sirviera de escarmiento pana 

era la capilla de Santa Tecla, 

ra el resto del país, a fin de evitar 

en la Catedral. Los fieles tarraco- Un refugio que finalmente no futuras resistencias heroicas. 

nenses, muy devotos de las reli- sirvió para nada. 

Cuando las tropas francesas iban 

quias de la santa patrona de la El 28 de junio de 1811 las tropas avanzando por las calles de la 

ciudad, acudían a ella para supli- francesas finalizaron el ataque ciudad, empujaban a los defencar 

la victoria frente al enemigo. y conquista de Tarragona entransores hacia la Part Alta. 

do en la Catedral. Tuvo lugar en- 

Reliquias que serían robadas. tonces uno de los episodios más Hasta las puertas de la Cate- 

El 8 de mayo de 1811, el Cabildo dantescos que haya vivido jamás dral. 

había acordado celebrar duran- el templo. Los soldados napo- Al llegar a las escaleras de la Cate 

nueve días una misa cantada a leónicos cometieron unas atrotedral los últimos defensores se 

dos coros en la capilla y que se cidades terribles contra los re- vieron acorralados contra la fa- 

abriese la urna de bronce del alfugiados indefensos, la mayoría chada del templo y fueron matar 

en donde se conservaba el re- de los cuales eran niños, mujesacrados en el Pla de la Seu. De malicario. 

De este relicario medieres y ancianos. 

nera paralela a lo que sucedía en 

val se sabe que tenía forma de 

el interior, en el exterior se pro- 

brazo, que era de plata dorada y 

dujo una matanza de 600 ó 700 

que estaba adornado con piedras 

civiles. A muchos los obligaron 

preciosas engastadas en oro, que 

a acompañarlos a sus casas para 

diversos fieles habían ofrecido 

entregar dinero y joyas, bajo ame- 

a lo largo de los siglos. Fue roba- 1 

naza de muerte que solía igualdo 

el 28 de junio de 1811. Las re- El deseo de Suchet 

mente cumplirse. 

liquias que contenía fueron recogidas 

en los días posteriores por era que la ciudad 

Los tarraconenses se habían 

un muchacho y retornaron a la 

Catedral en 1831. 

de Tarragona sirviera 

refugiado en la Catedral pensando 

que acogerse a sagrado 

¿La Catedral corrió peligro? de escarmiento para 

les salvaría. 

El acogerse a lugar sagrado era 

El 29 de mayo de 1811, el general 

Juan Senén de Contreras indicó el resto del país 

una costumbre de origen medieval. 

Los refugiados en la Catedral 

al Cabildo la conveniencia de cu- 

se creyeron a salvo de los bombrir 

los tejados de la Catedral 

bardeos y del ataque de las tro- 

con tierra. De esta manera se inpas 

enemigas, convencidos de 

tentaba proteger el edificio de 

que éstas respetarían el carácter 

los obuses lanzados por los fran- No tuvieron piedad. 

sagrado del lugar. No fue así. 

ceses y de posibles incendios. Las fuentes de la época hablan 

de una auténtica carnicería, de ¿Qué leyendas hay en torno a 

Las campanas de la Catedral episodios dramáticos en los que la protección de la catedral? 

alertaban de los bombardeos. se atacaba indiscriminadamen- Es natural que la confusión de 

Desde 1809, tanto el campanate, se mataba a la gente a golpes esos días tan aciagos conllevara 

rio de la Catedral como la torre de sable y de bayoneta, y se vio- la propagación de leyendas y bu- 

del Arzobispo se usaban como laba a las mujeres ante los ojos los. Una leyenda asegura que Su- 

torres de vigía para controlar los de los aterrorizados familiares. chet se apropió de los tapices de 

movimientos del enemigo. Parece ser que asesinaron a unas la Catedral para su domicilio en ◗ Sofia Mata, conservadora del Museu Diocesà. FOTO: LLUÍS MILIAN 

El hecho de encontrarse en el cuarenta personas, hiriendo a Tarragona. 

lugar más prominente de la ciu- muchísimas más. Sólo salieron indad 

explica que el toque de las demnes unas 25. 

¿Y lo hizo? 

Los daños más importantes se 

campanas de la Catedral sirvie- 

Aparte de que la colección de tara 

de alarma para que la pobla- Qué crueldad. 

pices se encontraba a salvo an- 

produjeron tras la retirada 

ción buscase refugio para pro- Cuando a primeros de julio el getes del ataque, si Suchet hubiera 1 

tegerse de los bombardeos. neral Suchet quiso que se cele- podido apoderarse de ellos, se en el Museo del Louvre o en una ¿Qué pasó? 

Hoy en día, aún se conservan brara un Te Deum en la Catedral, los hubiera llevado a Francia, al colección norteamericana. Parte del Tesoro se había pues- 

en el campanario de la Catedral los canónigos le dijeron que an- igual que sucedió con el expolio Otra leyenda asegura que huto a salvo con anterioridad y otra 

los altavoces de las sirenas que jutes se había de conciliar el tem- de obras de arte cometido por bo un saqueo completo de la Ca- parte ya se había entregado pagaron 

un papel semejante en la plo a causa de las profanaciones los franceses en otros lugares. Y tedral el día del ataque. Tampora convertirlo en moneda. Así 

Guerra Civil (1936-1939). 

cometidas. La consigna dada por hoy los tapices estarían, tal vez, co es cierto del todo. 

que lo más valioso que robaron 

1 

Dos webs imprescindibles 

Dos interesantes webs aportan valiofía, los textos íntegros de las confe- www.acarn.cat, la ciberrevista de 

sa información. Por un lado, 1811.tarencias celebradas en el Arxiu Històric historia militar catalana impulsada por 

rragona.cat incluye el programa y el Consell Comarcal... La web la co- Manel Güell, incorpora el listado 

de actos, información histórica, plaordina el Servei d’Arxiu i Documen- completo de los tarraconenses fallenos 

del sitio de la ciudad, bibliogratació Municipal. Por otro lado, cidos durante el sitio. 

Els llocs 

emblemàtics 

del setge 

Aqüeducte de l’Oliva 

1 

Carrer de l’Assalt 4 

Castell del Rei 

5 

Portal del Roser 

9 

Fortí de la Reina 

10 

Fortí de Sant Jordi 




fue el relicario de Santa Tecla, cos de la ciudad para impedir que ¿Cuál fue el papel de los cléri- diócesis españolas. Dieciséis cataron a golpes de sable y quema- 

los pocos vasos sagrados que se volviera a convertirse en una plagos de la Catedral durante el nónigos hicieron lo mismo. En ron su cadáver. El canónigo Ma- 

conservaban para el culto y la inza fuerte. Una de las explosio- asedio y el asalto? 

su mayoría se refugiaron tamnuel Antonio de las Fuentes codumentaria 

y ornamentos litúrnes que más afectaron a la Cate- Los canónigos de la Catedral tubién en Mallorca. 

rrió idéntica suerte. Le atravegicos 

del ropero. 

dral fue la del castillo del Patriarvieron un papel muy difícil, comsaron 

con una bayoneta. El 

ca, situado en el Pla de la Seu. plicado y comprometido. En 1810 Pero no todos se irían. 

canónigo Josep Boni y el parro- 

¿Qué daños materiales sufrió la Fue devastadora para la capilla de el arzobispo Romualdo Mon y En Tarragona se quedaron nuequial Jaume Amill fueron grave- 

Catedral? 

Santa Úrsula y las Once Mil Vír- Velarde se refugió en Mallorca, ve canónigos, que tuvieron que mente heridos, pero sobrevivie- 

Durante el asedio, la capilla de genes. 

al igual que los demás obispos actuar con cautela y habilidad ron. Algunos sacerdotes y mon- 

la Virgen del Claustro sufrió el 

catalanes y varios de diversas para satisfacer las continuas exijas refugiados en la Catedral 

impacto de un obús y perdió su ¿Qué le pasó? 

gencias económicas, primero de también fueron bárbaramente 

cúpula, incendiándose el inte- Perdió gran parte de los pinácu- 

la Junta establecida en la ciudad, heridos. 

rior. La capilla de Santa Úrsula los exteriores y las vidrieras del 

y después de los militares fran- 

y las Once Mil Vírgenes (actual siglo XIV. En el interior quedó 

ceses, exigencias terriblemente ¿Y tras la caída de Tarragona 

del Baptisterio) y las capillas de destrozado el retablo y cayeron 

apremiantes, tanto de unos co- qué relación tuvieron con las 

los Cardona se vieron afectadas al suelo las imágenes de vírge- 1 

mo de otros. Aparte, tuvieron autoridades francesas? 

por su uso como cocina del hosnes que estaban colocadas so- Los franceses mataron que proteger una Catedral llena Una vez conquistada la ciudad, 

pital y cuerpo de guardia, sucesivamente. 

Pero los daños mabre 

ménsulas, sufriendo roturas 

y mutilaciones irreparables. a un archidiácono 

de refugiados y convertida en durante dos años se vieron obli- 

hospital de sangre. 

gados a mantener una difícil reteriales 

más importantes se pro- También se vieron afectadas 

dujeron en el mes de agosto de o se perdieron las vidrieras de a golpes de sable y 

Tambien hubo víctimas morlación 

con las autoridades francesas, 

que se entrometían de ma- 

1813, cuando las tropas francesas 

emprendieron la retirada. 

las capillas de la fachada de levante. 

Del Tesoro se perdieron atravesaron con una 

tales. 

Dos religiosos murieron asesinera 

intolerable en la adminis- 

tración de la Catedral y del Ar- 

¿Por qué? 

las imágenes de plata y algunos 

otros elementos de platería linados 

el 28 de junio de 1811. El zobispado, estando ausente el 

bayoneta a un canónigo archidiácono de Vila-seca Pere prelado. Es obligado reconocer- 

El general Bertoletti, siguiendo túrgica. Los más destacados se 

Joan Enric fue asesinado en su les un gran mérito. 

órdenes de Suchet, mandó colo- conservaron. El ropero se vio 

casa. Le habían obligado a ir pa- ■ ■ ■ 

car minas en puntos estratégi- muy mermado. 

ra entregar dinero y joyas. Lo ma- xfernandez@diaridetarragona.com 

2 

Torre de les Monges 6 Baluard del Roser 

7 

1 

11 




Fortí de l’Oliva 

Torre d’en Tintorer 

3 

8 

Fuente: Fuente: Arxiu Històric de la Ciutat de Tarragona








12 



13 






Hoy, acto institucional y mañana, las láminas 

Los actos conmemorativos del 200 

aniversario de la Guerra del Francès 

se prolongarán hoy y mañana, y en 

octubre y noviembre. Hoy martes 

tendrá lugar un acto institucional con 

una ofrenda floral y el encendido de 

21 salvas de honor en la Rambla No- 

va ante el monumento a los Héroes 

de 1811 (conocido como ‘els despu- 

llats’) a las 20.30 horas. Posterior- 

mente el público asistente se diri- 

girá al Pla de la Seu, donde se colo- 

carán velas conmemorativas. Jus- 

to hoy se cumplen 200 años de la caí- 

da de Tarragona. Mañana se presen- 

tará la colección de láminas ‘Els he- 

rois de 1811’ del artista Josep M. 

Rosselló. Será a las 20 horas en la se- 

de de la Reial Societat Arqueològi- 

ca Tarraconense (c. Major, 35). 

En octubre, películas y conferencias 

Para octubre se han previsto dos con- 

ferencias: ‘Guerres: evolució, con- 

seqüències i formes d’evitar-les’ 

(el jueves 13, en el Museu Nacional 

Arqueològic, a las 19.30 horas, a 

cargo de Rafael Grasa) y ‘La guerra 

dels trenta anys’ (en el mismo lugar 

y hora, pero el martes 25 y por Lluís 

Navarro). También se presentará el 

libro ‘Lo cara girat’, de Josep Mar- 

tí Folguera (el jueves 20, a las 20 h, 

en el ayuntamiento). Además se 

proyectarán varias películas en el Mu- 

seu Nacional Arqueològic a las 19 ho- 

ras: ‘Las troyanas’ (el martes 18), ‘El 

señor de la guerra’ (el miércoles 

19) y ‘El último valle’ (el miércoles 

26). El programa completo de actos 

puede consultarse en la web del 

Ayuntamiento. 

Resarcir el olvido 

H oy 28 de junio se conme- 

mora la heroica defen- 

sa de Tarragona frente 

al sitio a que fue some- 

tida por el ejército francés, pe- 

ro aun siendo amplio y denso el 

programa de actos conmemo- 

rativos, promovidos por el Ayun- 

tamiento y entidades ciudada- 

nas, nunca serán suficientes pa- 

ra que la ciudad de Tarragona 

agradezca el sacrificio de aque- 

llos hombres y mujeres que se 

defendieron, hasta el último 

aliento de su vida, del ataque de 

las tropas invasoras. 

Haciendo un poco de histo- 

ria y bebiendo de la fuente del 

teniente coronel de Artillería Ja- 

vier de Sala, me conmueve espe- 

cialmente el relato y protagonis- 

mo del cuerpo de Milicias Urba- 

nas que se formó para la defensa 

de la ciudad. 

Al margen del comportamien- 

to heroico de los regimientos de 

Almería, Almansa o Saboya, cu- 

ya memorable defensa fue reco- 

nocida por los generales que to- 

maron la plaza, uno desea ren- 

dir un especial homenaje a 

aquellas unidades compuestas 

por vecinos de toda clase y con- 

dición. 

1.200 bajas 

Según Sala, en octubre de 1810 

se alcanzaron diez compañías y 

en abril de 1811 se formaron dos 

batallones de diez compañías y 

dos de Artillería con un contin- 

gente total de 2.500 hombres. 

Estas milicias se batieron como 

auténticos soldados, con extre- 

ma heroicidad, hasta el punto 

que durante el sitio se produje- 

ron 1.200 bajas. 

En aquellos sangrientos días, 

fueron muchos los habitantes 

que trabajaron generosamente en 

las fortificaciones y artillado de 

las baterías. Todos colaboraban: 

mujeres, niños, clérigos... 

Se formaron juntas para aten- 

der a los heridos y para avitua- 

llar de víveres y munición a los 

valerosos defensores de la pla- 

za. Las pérdidas humanas fue- 

ron numerosísimas, quedando 

la ciudad reducida a escombros 

a causa de los proyectiles ene- 

migos. 

236 casas destruidas 

Sólo el día 16 de junio se conta- 

bilizaron 1.560 bajas dentro del 

recinto amurallado. La destruc- 

ción fue enorme: doscientas 

treinta y seis casas fueron com- 

pletamente demolidas, quinien- 

tas sufrieron grandes destro- 

zos y numerosos edificios pú- 

blicos e iglesias amenazaban 

ruina. Sólo la Catedral se man- 

tuvo firme. Tras el asalto se pro- 

dujo el saqueo y los pocos veci- 

nos que se salvaron de la carni- 

cería quedaron en la indigencia. 

Hubo más de 6.000 muertos. 

Valor y disciplina 

Es de admirar la heroicidad y pa- 

triotismo de aquellos mártires 

de la independencia nacional. Su 

valor, abnegación y disciplina en 

medio de las penalidades y ho- 

rrores son prueba de su glorioso 

comportamiento. 

Cabe señalar que, antes del 

último asalto, se contabilizaban 

en Tarragona más bajas que to- 

dos los soldados que componían 

la guarnición de la inmortal Gi- 

rona. 

Sin ánimo de competir en he- 

roicidad entre estas dos plazas, 

es justo reconocer que, sin res- 

tar un ápice de gloria al sitio de 

Girona, la historia no ha otorga- 

do la significación e importan- 

cia al sitio de Tarragona. Es así 

que todos los actos conmemo- 

rativos que se están celebrando 

en el 200 aniversario deben re- 

sarcir el olvido de los mártires 

que esta ciudad tuvo en otros 

tiempos. 

Hoy la Rambla Nova debe ser 

testigo de la masiva asistencia 

de ciudadanos volcados fren- 

te al magnífico monumento de 

Julio Antonio. Es una deuda 

pendiente de Tarragona con 

sus héroes de la Guerra del 

Francès. 

El sitio de Tarragona se con- 

siderará siempre como una glo- 

ria nacional y debe llenarnos de 

orgullo y reconocimiento hacia 

quienes dejaron sus vidas en de- 

fensa de nuestra ciudad en 1811. 

j 

jLuis Álvarez 

de Vilallonga 

Vicepresidente del Club 

de Opinión III Milenio 

Grabado publicado en ‘El grito de inde- 

pendencia’, de Carlos Mendoza. Barcelo- 

na. 1885. Cedido por Joan Clotet. (AHCT). 

1 

Testigo de ‘la maldad’ 

L l día 11 de mayo de 1811 un 

impresionante panorama 

de velas blancas apareció 

en la costa de Tarragona 

con rumbo a la ciudad asediada 

por las fuerzas napoleónicas. Se 

trataba de una escuadra inglesa 

de la Armada Real Británica com- 

puesta de varios barcos de gue- 

rra que escoltaban a numerosos 

transportes. 

Los barcos que formaban la 

escuadra eran el H.M.S. Volontai- 

re, el H.M.S. Termagant, el H.M.S. 

Sparrowhawk y el buque insignia, 

el H.M.S. Blake. Éste llevaba 74 

cañones y una tripulación de 800 

hombres bajo el mando del capi- 

tán Edward Codrington, vetera- 

no de la batalla de Trafalgar. Era 

un hombre humanitario cuya sim- 

patía con la causa catalana en 

aquellos momentos dramáticos 

iba más allá de lo que le exigía su 

deber como soldado. 

Entre el 11 y el 16 de mayo, Co- 

drington recorrió la ciudad y 

condujo operaciones de apoyo. 

Sus cartas en forma de diario y 

el cuaderno de bitácora del H.M.S. 

Blake son vivos testimonios de 

aquellos acontecimientos, don- 

de escribiendo con pluma y tin- 

ta, anotó que la actitud y coraje 

de los civiles y soldados eran tre- 

mendos. 

‘Han hecho maravillas’ 

Escribió a su mujer: «El verda- 

dero patriotismo de gran parte de 

los habitantes de Tarragona y la 

actividad que este peligro ha pro- 

ducido en ellos han hecho mara- 

villas en las fortificaciones (...) 

Si fueran los oficiales iguales a 

la tropa, ninguna nación tendría 

mejor ejército». Codrington tam- 

bién escribía todos los días en el 

cuaderno de bitácora del H.M.S. 

Blake. 

Así por ejemplo, el 11 de ma- 

yo, señalaba: «8 horas: Llego a 

Tarragona. 11 horas: Disparado 

varios tiros a la posición de tro- 

pas francesas en la playa». 

O el 14 de mayo. «4.00 horas. 

Observé fuego pesado de mor- 

teros, grandes cañones y fusile- 

ría contra las tropas enemigas 

desde el fortín de la Oliva». 

11.05. «Tropas españolas mar- 

chando para atacar a los france- 

ses. General Doyle a bordo dan- 

do las órdenes que él juzga pue- 

den asistir mejor a las tropas 

españolas». 

12.05: «Marines desembarca- 

dos. Señalé con telégrafo: ‘No 

disparéis antes que nosotros’. 

Tropas españolas llegadas a las 

líneas francesas. Gran número 

del enemigo viniendo contra 

ellos. Luchan contra los españo- 

les desde sus trincheras». 

Entregado a la causa de Ta- 

rragona en corazón y alma, el ca- 

pitán Codrington se comprome- 

tió a dar todo el apoyo posible a 

los asediados. Después de ver la 

situación por sí mismo, a media- 

dos de mayo de 1811, emprendió 

un viaje con su barco H.M.S. Bla- 

ke hacia aguas de Valencia con el 

propósito de equipar y armar a 

2.000 hombres y buscar a 300 

artilleros que de manera urgen- 

te se requerían para la defensa 


El 7 de junio regresó a Tarra- 

gona con los refuerzos de tres 

batallones de soldados de la di- 

visión de Valencia bajo el man- 

do del general Miranda. Suma- 

ron así unos 4.000 hombres que 

fueron repartidos a bordo del 

H.M.S Blake, el H.M.S. Centaur y 

el H.M.S. Invencible. Cada barco 

transportaba 750 hombres haci- 

nados. El resto habían sido re- 

partidos en numerosos trans- 

portes. 

En otra carta a su mujer, Co- 

drington explica que «los sumi- 

nistros que entregamos en Ta- 

rragona la noche de nuestra lle- 

gada fueron tan oportunos que 

las granadas de mano fueron lle- 

vadas del barco directamente 

para ser usadas contra los fran- 

ceses». 

A su regreso, Codrington en- 

contró al general Sarsfield al 

mando de la defensa de la Part 

Baixa de la ciudad. La situación 

era muy grave: «El fortín peque- 

ño llamado Francolí fue defen- 

dido por un joven suizo, el co- 

ronel Roten. De sus 250 hom- 

bres, había perdido 104. Sus sie- 

te cañones habían sido destruidos 

y los artilleros y sus dos oficia- 

les, muertos o heridos. No dejó 

su puesto hasta recibir la orden 

de Sarsfield, a mi petición». Aña- 

dió: «40 obuses fueron dispara- 

dos contra el fortín en un día». 

‘La escena es terrorífica’ 

Las cartas de Codrington mues- 

tran su preocupación por el po- 

sible fracaso del plan de rescate 

de Tarragona, cuando parecía 

que los 4.000 hombres que ha- 

bía traído iban a ser puestos a 

las órdenes de Campoverde en 

Vilanova sin bajar de los barcos. 

Su esperanza estaba en que fue- 

ran destinados a una salida de- 

cisiva desde la ciudad asediada: 

«Decidimos desembarcar las 

tropas anoche. Este suceso ha 

animado a la Plaza considera- 

blemente». 

Sigue Codrington: «Mi men- 

te esta más tranquila, y estoy se- 

guro de que la heroica gente de 

Tarragona dará crédito a mi de- 

terminación en su servicio. La 

causa de España es la causa de In- 

glaterra. La escena aquí es terro- 

rífica para el ojo y el oído no acos- 

tumbrado. Todas las máquinas 

de destrucción fueron emplea- 

das toda la noche, y creo que el 

resultado debe ser desfavorable 

para los franceses. Con la máxi- 

ma nobleza, la guarnición ha he- 

cho su deber hasta ahora». 

El 18 de junio Codrington co- 

municó en una carta a su supe- 

rior, el almirante Cotton, que 

«Suchet progresa de manera 

asombrosa y no se puede estar 

sino aprensivo sobre las conse- 

cuencias. A pesar de esto, no veo 

el espíritu de la guarnición en 

declive. El coraje en la lucha de 

guerrillas es asombroso. Ayer, 

justo al llegar a tierra, vi como 

un pobre hombre vestido con ha- 

rapos corría hacia una tienda lle- 

na de mujeres y niños en la cual 

había estallado un obús». 

Ya en la última semana de ju- 

nio de 1811 todos sabían que la 

ciudad no resistiría por mucho 

tiempo más, pero la guarnición se- 

guía luchando heroicamente con- 

tra un enemigo implacable. 

j 

Para los civiles, la situación 

era un calvario. Dentro de las 

murallas podían caer hasta 

1.500 proyectiles en un día. 

Cada uno registrado por un 

toque de la campana de la Ca- 

tedral. Muchas de las mujeres 

y niños de los soldados defen- 

sores depositaron su esperan- 

za de salvación en la escuadra 

inglesa. Los británicos se es- 

forzaron en la evacuación des- 

de la playa de muchas de ellas 

y de los heridos. 

El 24 de junio al mediodía, 

con el ruido infernal de la ba- 

talla como fondo y bajo fuego 

enemigo, una mujer dio a luz 

a una «fina niña» en uno de los 

barcos de rescate. El mismo 

día, otro barco que iba entre 

la playa y la flota fue atrave- 

sado por una bala de cañón 

francés, que mató a una mu- 

jer e hirió a su bebé y a tres ma- 

rineros británicos. El barco 

dañado tuvo que ser remolca- 

do por otro para poder resca- 

tar a la gente. 

Muchas mujeres bajaban a 

refugiarse a las rocas de la pla- 

ya con la esperanza de poder 

ser embarcadas. A veces pa- 

saban toda la noche allí. Los 

franceses ya ocupaban el puer- 

to desde donde disparaban 

constantemente fuego de ca- 

ñones y morteros. Cruelmen- 

te, tenían por objetivo a los ci- 

viles que se encontraban en- 

tre las rocas. 

‘Lanzan un fuego maligno’ 

Codrington escribió: «La mal- 

dad que utilizan en el ataque 

revela el carácter de los fran- 

ceses y el tipo de guerra que 

llevan a cabo. El fuego contra 

nuestros barcos puede ser le- 

gítimo en guerra, pero cuan- 

do sólo está siendo usado con- 

tra la evacuación de mujeres 

y niños es como disparar a la 

gente que sale a enterrar a sus 

muertos». 

Codrington se presentó en 

la playa para supervisar parte 

de la evacuación de civiles y 

después explicó a su esposa en 

otra carta: «Había estado di- 

rigiendo a las cañoneras en una 

escaramuza y volvía al anoche- 

cer por la playa para ver si que- 

daba cualquier pobre desgra- 

ciado entre las rocas. Los bar- 

cos llevaban todo el día 

evacuando a los heridos y mu- 

jeres hacia los transportes. En- 

contramos a dos mujeres de- 

sesperadas con cuatro niños 

a punto de volver a la ciudad 

después de estar todo el día 

sin comer ni beber y bajo un 

fuego maligno dirigido allí don- 

de se encontraban». 

Sigue la carta: «Una de las 

mujeres, delgada, sucia y de- 

sanimada, amamantaba a un 

bebé cuya madre enferma ha- 

bía sido llevada a los barcos. 

La escena fue conmovedora. 

¿Qué me dirás cuando te diga 

que esa pobre mujer nunca ha- 

bía visto ni conocido a la mu- 

jer cuyo bebé cuidaba? No hu- 

bo vacilación. Todos fueron 

llevados al barco. Cada mari- 

nero ofrecía su chaqueta para 

cubrirlas. Mi siguiente cuida- 

do fue buscar a la madre per- 

dida, quien fue encontrada en 

uno de los transportes, y cuya 

expresión al ver a su bebé no 

olvidaré fácilmente». 

Codrington juntó este gru- 

po de mujeres con la que había 

dado a luz en uno de los barcos, 

reservándoles un espacio en 

el H.M.S. Blake. Así lo relató: 

«Sus sonrisas en esas circuns- 

tancias son bastante sorpren- 

dentes, teniendo en cuenta 

como somos nosotros los in- 

gleses, más melancólicos». 

‘Me lo restarán del pago’ 

Alrededor de 600 personas 

fueron recibidas en los barcos 

en el último día del asedio. Mu- 

chas llegaron a nado sin ropa 

y los marineros pidieron per- 

miso a Codrington para de- 

jarles la suya, algo que iba en 

contra de las normas de la Ar- 

mada británica, que conside- 

raba de propiedad del Estado 

la ropa de sus soldados y ma- 

rineros. 

Codrington dio permiso: 

«Di la orden al resto del escua- 

drón para dar ropa. Además 

de alimentar a los hambrien- 

tos, por lo cual la administra- 

ción naval me lo restará del 

pago.» 

Con la caída de Tarragona, 

llegó la noticia que el marido 

de la mujer que había dado a 

luz en el barco había muerto en 

la defensa de la ciudad y que 

el marido de la mujer que cui- 

daba del bebé entre las rocas 

había sido capturado por los 

franceses. 

Concluía el cuaderno de bi- 

tácora el 30 de junio de 1811: 

«Vino a bordo un sacerdote 

para bautizar al niño nacido 

en el barco la noche del 24 de 

junio con los nombres: Tere- 

sa Juana Josefa Blake. Tam- 

bién hizo los ritos funerarios 

de otro infante que había muer- 

to por la mañana. Ambas ce- 

remonias fueron celebradas 

por el rito católico». 

Ilustración que evoca la huída de la población tras la caída de la ciudad. Publicada en ‘Historia de la 

Guerra de la Independencia en el antiguo Principado’, de Adolfo Blanch. Barcelona, 1861. (BHMT). 

1 

jAdam Gerard Quigley 

Miembro del National 

Archive de Londres 

Codrington mandaba 

la flota británica y 

relató en cartas a su 

esposa el sufrimiento 

de los tarraconenses 

1 

1 





12 



13 






Hoy, acto institucional y mañana, las láminas 

Los actos conmemorativos del 200 

aniversario de la Guerra del Francès 

se prolongarán hoy y mañana, y en 

octubre y noviembre. Hoy martes 

tendrá lugar un acto institucional con 

una ofrenda floral y el encendido de 

21 salvas de honor en la Rambla No- 

va ante el monumento a los Héroes 

de 1811 (conocido como ‘els despu- 

llats’) a las 20.30 horas. Posterior- 

mente el público asistente se diri- 

girá al Pla de la Seu, donde se colo- 

carán velas conmemorativas. Jus- 

to hoy se cumplen 200 años de la caí- 

da de Tarragona. Mañana se presen- 

tará la colección de láminas ‘Els he- 

rois de 1811’ del artista Josep M. 

Rosselló. Será a las 20 horas en la se- 

de de la Reial Societat Arqueològi- 

ca Tarraconense (c. Major, 35). 

En octubre, películas y conferencias 

Para octubre se han previsto dos con- 

ferencias: ‘Guerres: evolució, con- 

seqüències i formes d’evitar-les’ 

(el jueves 13, en el Museu Nacional 

Arqueològic, a las 19.30 horas, a 

cargo de Rafael Grasa) y ‘La guerra 

dels trenta anys’ (en el mismo lugar 

y hora, pero el martes 25 y por Lluís 

Navarro). También se presentará el 

libro ‘Lo cara girat’, de Josep Mar- 

tí Folguera (el jueves 20, a las 20 h, 

en el ayuntamiento). Además se 

proyectarán varias películas en el Mu- 

seu Nacional Arqueològic a las 19 ho- 

ras: ‘Las troyanas’ (el martes 18), ‘El 

señor de la guerra’ (el miércoles 

19) y ‘El último valle’ (el miércoles 

26). El programa completo de actos 

puede consultarse en la web del 

Ayuntamiento. 

Resarcir el olvido 

H oy 28 de junio se conme- 

mora la heroica defen- 

sa de Tarragona frente 

al sitio a que fue some- 

tida por el ejército francés, pe- 

ro aun siendo amplio y denso el 

programa de actos conmemo- 

rativos, promovidos por el Ayun- 

tamiento y entidades ciudada- 

nas, nunca serán suficientes pa- 

ra que la ciudad de Tarragona 

agradezca el sacrificio de aque- 

llos hombres y mujeres que se 

defendieron, hasta el último 

aliento de su vida, del ataque de 

las tropas invasoras. 

Haciendo un poco de histo- 

ria y bebiendo de la fuente del 

teniente coronel de Artillería Ja- 

vier de Sala, me conmueve espe- 

cialmente el relato y protagonis- 

mo del cuerpo de Milicias Urba- 

nas que se formó para la defensa 


Al margen del comportamien- 

to heroico de los regimientos de 

Almería, Almansa o Saboya, cu- 

ya memorable defensa fue reco- 

nocida por los generales que to- 

maron la plaza, uno desea ren- 

dir un especial homenaje a 

aquellas unidades compuestas 

por vecinos de toda clase y con- 

dición. 

1.200 bajas 

Según Sala, en octubre de 1810 

se alcanzaron diez compañías y 

en abril de 1811 se formaron dos 

batallones de diez compañías y 

dos de Artillería con un contin- 

gente total de 2.500 hombres. 

Estas milicias se batieron como 

auténticos soldados, con extre- 

ma heroicidad, hasta el punto 

que durante el sitio se produje- 

ron 1.200 bajas. 

En aquellos sangrientos días, 

fueron muchos los habitantes 

que trabajaron generosamente en 

las fortificaciones y artillado de 

las baterías. Todos colaboraban: 

mujeres, niños, clérigos... 

Se formaron juntas para aten- 

der a los heridos y para avitua- 

llar de víveres y munición a los 

valerosos defensores de la pla- 

za. Las pérdidas humanas fue- 

ron numerosísimas, quedando 

la ciudad reducida a escombros 

a causa de los proyectiles ene- 

migos. 

236 casas destruidas 

Sólo el día 16 de junio se conta- 

bilizaron 1.560 bajas dentro del 

recinto amurallado. La destruc- 

ción fue enorme: doscientas 

treinta y seis casas fueron com- 

pletamente demolidas, quinien- 

tas sufrieron grandes destro- 

zos y numerosos edificios pú- 

blicos e iglesias amenazaban 

ruina. Sólo la Catedral se man- 

tuvo firme. Tras el asalto se pro- 

dujo el saqueo y los pocos veci- 

nos que se salvaron de la carni- 

cería quedaron en la indigencia. 

Hubo más de 6.000 muertos. 

Valor y disciplina 

Es de admirar la heroicidad y pa- 

triotismo de aquellos mártires 

de la independencia nacional. Su 

valor, abnegación y disciplina en 

medio de las penalidades y ho- 

rrores son prueba de su glorioso 

comportamiento. 

Cabe señalar que, antes del 

último asalto, se contabilizaban 

en Tarragona más bajas que to- 

dos los soldados que componían 

la guarnición de la inmortal Gi- 

rona. 

Sin ánimo de competir en he- 

roicidad entre estas dos plazas, 

es justo reconocer que, sin res- 

tar un ápice de gloria al sitio de 

Girona, la historia no ha otorga- 

do la significación e importan- 

cia al sitio de Tarragona. Es así 

que todos los actos conmemo- 

rativos que se están celebrando 

en el 200 aniversario deben re- 

sarcir el olvido de los mártires 

que esta ciudad tuvo en otros 

tiempos. 

Hoy la Rambla Nova debe ser 

testigo de la masiva asistencia 

de ciudadanos volcados fren- 

te al magnífico monumento de 

Julio Antonio. Es una deuda 

pendiente de Tarragona con 

sus héroes de la Guerra del 

Francès. 

El sitio de Tarragona se con- 

siderará siempre como una glo- 

ria nacional y debe llenarnos de 

orgullo y reconocimiento hacia 

quienes dejaron sus vidas en de- 

fensa de nuestra ciudad en 1811. 

j 

jLuis Álvarez 

de Vilallonga 

Vicepresidente del Club 

de Opinión III Milenio 

Grabado publicado en ‘El grito de inde- 

pendencia’, de Carlos Mendoza. Barcelo- 

na. 1885. Cedido por Joan Clotet. (AHCT). 

1 

Testigo de ‘la maldad’ 

L l día 11 de mayo de 1811 un 

impresionante panorama 

de velas blancas apareció 

en la costa de Tarragona 

con rumbo a la ciudad asediada 

por las fuerzas napoleónicas. Se 

trataba de una escuadra inglesa 

de la Armada Real Británica com- 

puesta de varios barcos de gue- 

rra que escoltaban a numerosos 

transportes. 

Los barcos que formaban la 

escuadra eran el H.M.S. Volontai- 

re, el H.M.S. Termagant, el H.M.S. 

Sparrowhawk y el buque insignia, 

el H.M.S. Blake. Éste llevaba 74 

cañones y una tripulación de 800 

hombres bajo el mando del capi- 

tán Edward Codrington, vetera- 

no de la batalla de Trafalgar. Era 

un hombre humanitario cuya sim- 

patía con la causa catalana en 

aquellos momentos dramáticos 

iba más allá de lo que le exigía su 

deber como soldado. 

Entre el 11 y el 16 de mayo, Co- 

drington recorrió la ciudad y 

condujo operaciones de apoyo. 

Sus cartas en forma de diario y 

el cuaderno de bitácora del H.M.S. 

Blake son vivos testimonios de 

aquellos acontecimientos, don- 

de escribiendo con pluma y tin- 

ta, anotó que la actitud y coraje 

de los civiles y soldados eran tre- 

mendos. 

‘Han hecho maravillas’ 

Escribió a su mujer: «El verda- 

dero patriotismo de gran parte de 

los habitantes de Tarragona y la 

actividad que este peligro ha pro- 

ducido en ellos han hecho mara- 

villas en las fortificaciones (...) 

Si fueran los oficiales iguales a 

la tropa, ninguna nación tendría 

mejor ejército». Codrington tam- 

bién escribía todos los días en el 

cuaderno de bitácora del H.M.S. 

Blake. 

Así por ejemplo, el 11 de ma- 

yo, señalaba: «8 horas: Llego a 

Tarragona. 11 horas: Disparado 

varios tiros a la posición de tro- 

pas francesas en la playa». 

O el 14 de mayo. «4.00 horas. 

Observé fuego pesado de mor- 

teros, grandes cañones y fusile- 

ría contra las tropas enemigas 

desde el fortín de la Oliva». 

11.05. «Tropas españolas mar- 

chando para atacar a los france- 

ses. General Doyle a bordo dan- 

do las órdenes que él juzga pue- 

den asistir mejor a las tropas 

españolas». 

12.05: «Marines desembarca- 

dos. Señalé con telégrafo: ‘No 

disparéis antes que nosotros’. 

Tropas españolas llegadas a las 

líneas francesas. Gran número 

del enemigo viniendo contra 

ellos. Luchan contra los españo- 

les desde sus trincheras». 

Entregado a la causa de Ta- 

rragona en corazón y alma, el ca- 

pitán Codrington se comprome- 

tió a dar todo el apoyo posible a 

los asediados. Después de ver la 

situación por sí mismo, a media- 

dos de mayo de 1811, emprendió 

un viaje con su barco H.M.S. Bla- 

ke hacia aguas de Valencia con el 

propósito de equipar y armar a 

2.000 hombres y buscar a 300 

artilleros que de manera urgen- 

te se requerían para la defensa 


El 7 de junio regresó a Tarra- 

gona con los refuerzos de tres 

batallones de soldados de la di- 

visión de Valencia bajo el man- 

do del general Miranda. Suma- 

ron así unos 4.000 hombres que 

fueron repartidos a bordo del 

H.M.S Blake, el H.M.S. Centaur y 

el H.M.S. Invencible. Cada barco 

transportaba 750 hombres haci- 

nados. El resto habían sido re- 

partidos en numerosos trans- 

portes. 

En otra carta a su mujer, Co- 

drington explica que «los sumi- 

nistros que entregamos en Ta- 

rragona la noche de nuestra lle- 

gada fueron tan oportunos que 

las granadas de mano fueron lle- 

vadas del barco directamente 

para ser usadas contra los fran- 

ceses». 

A su regreso, Codrington en- 

contró al general Sarsfield al 

mando de la defensa de la Part 

Baixa de la ciudad. La situación 

era muy grave: «El fortín peque- 

ño llamado Francolí fue defen- 

dido por un joven suizo, el co- 

ronel Roten. De sus 250 hom- 

bres, había perdido 104. Sus sie- 

te cañones habían sido destruidos 

y los artilleros y sus dos oficia- 

les, muertos o heridos. No dejó 

su puesto hasta recibir la orden 

de Sarsfield, a mi petición». Aña- 

dió: «40 obuses fueron dispara- 

dos contra el fortín en un día». 

‘La escena es terrorífica’ 

Las cartas de Codrington mues- 

tran su preocupación por el po- 

sible fracaso del plan de rescate 

de Tarragona, cuando parecía 

que los 4.000 hombres que ha- 

bía traído iban a ser puestos a 

las órdenes de Campoverde en 

Vilanova sin bajar de los barcos. 

Su esperanza estaba en que fue- 

ran destinados a una salida de- 

cisiva desde la ciudad asediada: 

«Decidimos desembarcar las 

tropas anoche. Este suceso ha 

animado a la Plaza considera- 

blemente». 

Sigue Codrington: «Mi men- 

te esta más tranquila, y estoy se- 

guro de que la heroica gente de 

Tarragona dará crédito a mi de- 

terminación en su servicio. La 

causa de España es la causa de In- 

glaterra. La escena aquí es terro- 

rífica para el ojo y el oído no acos- 

tumbrado. Todas las máquinas 

de destrucción fueron emplea- 

das toda la noche, y creo que el 

resultado debe ser desfavorable 

para los franceses. Con la máxi- 

ma nobleza, la guarnición ha he- 

cho su deber hasta ahora». 

El 18 de junio Codrington co- 

municó en una carta a su supe- 

rior, el almirante Cotton, que 

«Suchet progresa de manera 

asombrosa y no se puede estar 

sino aprensivo sobre las conse- 

cuencias. A pesar de esto, no veo 

el espíritu de la guarnición en 

declive. El coraje en la lucha de 

guerrillas es asombroso. Ayer, 

justo al llegar a tierra, vi como 

un pobre hombre vestido con ha- 

rapos corría hacia una tienda lle- 

na de mujeres y niños en la cual 

había estallado un obús». 

Ya en la última semana de ju- 

nio de 1811 todos sabían que la 

ciudad no resistiría por mucho 

tiempo más, pero la guarnición se- 

guía luchando heroicamente con- 

tra un enemigo implacable. 

j 

Para los civiles, la situación 

era un calvario. Dentro de las 

murallas podían caer hasta 

1.500 proyectiles en un día. 

Cada uno registrado por un 

toque de la campana de la Ca- 

tedral. Muchas de las mujeres 

y niños de los soldados defen- 

sores depositaron su esperan- 

za de salvación en la escuadra 

inglesa. Los británicos se es- 

forzaron en la evacuación des- 

de la playa de muchas de ellas 

y de los heridos. 

El 24 de junio al mediodía, 

con el ruido infernal de la ba- 

talla como fondo y bajo fuego 

enemigo, una mujer dio a luz 

a una «fina niña» en uno de los 

barcos de rescate. El mismo 

día, otro barco que iba entre 

la playa y la flota fue atrave- 

sado por una bala de cañón 

francés, que mató a una mu- 

jer e hirió a su bebé y a tres ma- 

rineros británicos. El barco 

dañado tuvo que ser remolca- 

do por otro para poder resca- 

tar a la gente. 

Muchas mujeres bajaban a 

refugiarse a las rocas de la pla- 

ya con la esperanza de poder 

ser embarcadas. A veces pa- 

saban toda la noche allí. Los 

franceses ya ocupaban el puer- 

to desde donde disparaban 

constantemente fuego de ca- 

ñones y morteros. Cruelmen- 

te, tenían por objetivo a los ci- 

viles que se encontraban en- 

tre las rocas. 

‘Lanzan un fuego maligno’ 

Codrington escribió: «La mal- 

dad que utilizan en el ataque 

revela el carácter de los fran- 

ceses y el tipo de guerra que 

llevan a cabo. El fuego contra 

nuestros barcos puede ser le- 

gítimo en guerra, pero cuan- 

do sólo está siendo usado con- 

tra la evacuación de mujeres 

y niños es como disparar a la 

gente que sale a enterrar a sus 

muertos». 

Codrington se presentó en 

la playa para supervisar parte 

de la evacuación de civiles y 

después explicó a su esposa en 

otra carta: «Había estado di- 

rigiendo a las cañoneras en una 

escaramuza y volvía al anoche- 

cer por la playa para ver si que- 

daba cualquier pobre desgra- 

ciado entre las rocas. Los bar- 

cos llevaban todo el día 

evacuando a los heridos y mu- 

jeres hacia los transportes. En- 

contramos a dos mujeres de- 

sesperadas con cuatro niños 

a punto de volver a la ciudad 

después de estar todo el día 

sin comer ni beber y bajo un 

fuego maligno dirigido allí don- 

de se encontraban». 

Sigue la carta: «Una de las 

mujeres, delgada, sucia y de- 

sanimada, amamantaba a un 

bebé cuya madre enferma ha- 

bía sido llevada a los barcos. 

La escena fue conmovedora. 

¿Qué me dirás cuando te diga 

que esa pobre mujer nunca ha- 

bía visto ni conocido a la mu- 

jer cuyo bebé cuidaba? No hu- 

bo vacilación. Todos fueron 

llevados al barco. Cada mari- 

nero ofrecía su chaqueta para 

cubrirlas. Mi siguiente cuida- 

do fue buscar a la madre per- 

dida, quien fue encontrada en 

uno de los transportes, y cuya 

expresión al ver a su bebé no 

olvidaré fácilmente». 

Codrington juntó este gru- 

po de mujeres con la que había 

dado a luz en uno de los barcos, 

reservándoles un espacio en 

el H.M.S. Blake. Así lo relató: 

«Sus sonrisas en esas circuns- 

tancias son bastante sorpren- 

dentes, teniendo en cuenta 

como somos nosotros los in- 

gleses, más melancólicos». 

‘Me lo restarán del pago’ 

Alrededor de 600 personas 

fueron recibidas en los barcos 

en el último día del asedio. Mu- 

chas llegaron a nado sin ropa 

y los marineros pidieron per- 

miso a Codrington para de- 

jarles la suya, algo que iba en 

contra de las normas de la Ar- 

mada británica, que conside- 

raba de propiedad del Estado 

la ropa de sus soldados y ma- 

rineros. 

Codrington dio permiso: 

«Di la orden al resto del escua- 

drón para dar ropa. Además 

de alimentar a los hambrien- 

tos, por lo cual la administra- 

ción naval me lo restará del 

pago.» 

Con la caída de Tarragona, 

llegó la noticia que el marido 

de la mujer que había dado a 

luz en el barco había muerto en 

la defensa de la ciudad y que 

el marido de la mujer que cui- 

daba del bebé entre las rocas 

había sido capturado por los 

franceses. 

Concluía el cuaderno de bi- 

tácora el 30 de junio de 1811: 

«Vino a bordo un sacerdote 

para bautizar al niño nacido 

en el barco la noche del 24 de 

junio con los nombres: Tere- 

sa Juana Josefa Blake. Tam- 

bién hizo los ritos funerarios 

de otro infante que había muer- 

to por la mañana. Ambas ce- 

remonias fueron celebradas 

por el rito católico». 

Ilustración que evoca la huída de la población tras la caída de la ciudad. Publicada en ‘Historia de la 

Guerra de la Independencia en el antiguo Principado’, de Adolfo Blanch. Barcelona, 1861. (BHMT). 

1 

jAdam Gerard Quigley 

Miembro del National 

Archive de Londres 

Codrington mandaba 

la flota británica y 

relató en cartas a su 

esposa el sufrimiento 

de los tarraconenses 

1 

1





Una ruta literaria, para cerrar en noviembre los actos conmemorativos 

La Guerra del La conmemoración del bicentena- previsto para el sábado 29 de octucoles 2. En el Museu Nacional Ar- A las 19 h). Y se proyectarán dos 

rio culminará en noviembre. El últi- 

Francès a la ciutat mo acto será el sábado 19, a las 11 hobre 

a las 11 h. En noviembre habrá además 

dos conferencias: «Les guequeològic. 

A las 19.30 h) y «Arqueologia 

i memòria històrica: El setge de 

películas: El tambor del Bruc (el 

martes 8. En el Arqueològic. A las 19) 


ras: una ruta literaria e histórica sorres del Francès a Catalunya» (por Tarragona» (por Josep Anton Re- y Hotel Ruanda (el miércoles 16. 

bre el asedio. La misma ruta se ha Josep Sànchez Cervelló. El miérmolà. El jueves 10. En el Arqueològic. También en el Arqueològic y a las 19). 

Dibuix de Francesc Blanch publicat a ‘El setge de Tarragona de 1811’. Tarragona, 1986. (BHMT). 

1 

La repressió 

los degudament mogué Suchet a 

publicar, el juliol de 1811, un ban 

en què prometia la restitució dels 

béns confiscats als propietaris 

que tornessin a la ciutat abans del 

setembre, data que prorrogà al 

març de 1812. Amb tot, els militars 

d’alta graduació s’empararen 

de les principals mansions i, 

en tornar els propietaris, solien 

maltractar-los i vexar-los. 

La convivència entre militars 

napoleònics i la població no degué 

ser massa bona quan, a més, 

es va exercir una dura política repressiva 

conduent al control submissiu 

de la població. Aquells que 

eren addictes als espanyols o 

aquells a qui els trobaven armes a 

casa, o bé els duien a afusellar a 

Reus, o bé els penjaven d’un arbre 

o d’una balconada del convent 

de la Mercè. 

A Tarragona traslladaven els 

ostatges d’aquelles poblacions 

del districte que no podien satisfer 

les taxes d’aprovisionament 

j l dia 30 de juny de 1811, Louis 

Gabriel Suchet publicava 

un ban en què manava el E cessament del saqueig i resment 

de les Boques de l’Ebre, capital 

d’un districte subdividit en 

vuit cantons, al capdamunt de cada 

un dels quals hi havia el cor- 

o contribució exigides, de manera 

que la ciutat es convertí en una 

gran presó, havent-se d’habilitar 

Pilats i algunes establies com a 

recintes penals. 

tablia l’ordre públic a la ciutat per 

tal que tornessin els habitants que 

responent governador militar. 

El governador militar era un 

Saqueig i destrucció 

l’havien abandonada. Després de oficial francès d’alta graduació 

Quan els francesos marxaren l’agost 

la presa de Tarragona, les autori- que s’erigia com a autoritat su- 

de 1813, un terç de les cases havitats 

napoleòniques s’hi instal·laprema i que només responia davant 

en estat destruïdes o arruïnades, 

ren durant dos anys i quasi un pa- del mariscal Suchet. Així doncs, 

les mercaderies del port confiscarell 

de mesos. No ho van fer de for- Tarragona va quedar, a l’hora de la 

des i les collites devastades. Així 

ma immediata, ja que els cadàvers veritat, sota les ordres del gover- 

ho resumia una relació de l’època: 

amuntegats arreu dels carrers i nador Musnier, i després dels seus 

«En dos años, un mes y veintiún 

l’avançada estació de calor feia successors en el càrrec, Burgeois 

días que ha sido invadida Tarra- 

l’atmosfera irrespirable. De se- i Bertoleti. 

gona, ha sido continuamente saguida 

organitzaren en quadrilles Alguns ciutadans van col·laboqueada 

y destruida por los opreso- 

els dos o tres centenars de naturals rar amb el nou règim intrús, com 

res, de modo que todas las casas 

que van quedar amb vida a la ciu- fou el cas de Josep Franquet, notat, 

perquè comencessin les tasmenat corregidor, o l’influent 

ques de neteja, aplegament de ca- afrancesat reusenc Pau Torroja. 

dàvers i incineració o enterrament. 

Les noves autoritats perpetu- Fiscalitat de guerra 

aren l’esquema de govern local L’estat de guerra i d’ocupació mi- 

Suchet. Publicat a ‘Historia General de 

(corregidor, batlle, alcalde i regilitar es va fer notar en tots els àm- 

España’. J. Mariana. 1830. (BHMT). 

dors) nomenant a dit els nous rebits. La població fou durament 1 

gidors, si bé amb funcions admi- gravada per la fiscalitat de guer- 

inmediatas a la muralla del Oeste 

y las del puerto han sido completamente 

destrozadas [...] Todas 

las iglesias, exceptuando la Catedral, 

han sido destrozadas de manera 

que en ninguna de ellas ha 

quedado vestigio de altar ni sombra 

de imágenes. Todo ha sido destinado 

a las llamas». 

nistratives relegades a les funcira que, a més de restablir el cadas- vi, llegums, palla i civada), el dret Quant al patrimoni immoble, 

ons civils i fiscals dels funcionaris tre, imposà costoses contribuci- de duana (que intervenia els ar- el primer que van fer les noves au- 

francesos (intendents, comissaons extraordinàries, com el dret ticles colonials), el dret de politoritats fou confiscar ràpidament 

ris i domaines). Des del 26 de gener de conquesta (del qual fou finalcia (un sou sobre la lliura de carn), tots els béns dels particulars (ca- 

de 1812, Catalunya fou annexioment exonerada la ciutat), el dret l’ajuda als hospitals militars (proses, rendes, censos...) i incorpo- 

Manel Güell 

nada a l’Imperi francès i la ciutat de campana (12.000 duros) i la veïment d’utensilis, llits, matarar-los als Béns Nacionals. Però 


fou enquadrada en el Departa- contribució de racions (pa, carn, lassos...) i el paper segellat. 

la impossibilitat d’administrar- 



1 

Durant l’ocupació, 

aquells a qui trobaven 

armes a casa, o bé els 

duien a afusellar a Reus, 

o bé els penjaven 

j 

1 

Un cómic sobre el asedio 

Àngel-O. Brunet ha elaborado el Zaragoza. A través de los ojos de un cio de la miseria ajena y, sobre todo, 

guión de 1811. El setge de Tarragona, niño, se vive el drama de los habitan- el dolor por la pérdida de los seres que- 

un interesante cómic sobre el asedio tes: la búsqueda de espías, la esperanridos. El cómic lanza también un 

y caída de Tarragona, con ilustraza frustrada en los militares, los mensaje de paz. La obra puede adquiciones 

de Hugo Prades y Josep Lluís aprovechados que sacaban negorirse en las librerías por 16 euros. 

j 

A 


Tierra quemada 




finales de 1812, un gru- 

se inicia la explosión de las 23 mi- Cuatro días más tarde, propo 

de tarraconenses innas, 

cada una de ellas de más de mulga su primer decreto: declatenta 

secretamente abrir 

15 barriles de pólvora. 

ra nula la Constitución de 1812. 

la ciudad a las tropas es- 

El estruendo y la luminaria Fernando VII se siente apoyado 

pañolas, pero son descubiertos 

son espantosos. Todo se viene por quienes pretenden recobrar 

y el gobernador francés, el gene- 

abajo, incluso algunas bóvedas sus antiguos derechos y por el 

ral Bertoletti, ordena que, sin 

del circo romano y la mitad supe- entusiasmo del pueblo, confiado 

defensa ni juicio ni auxilios esrior 

del palacio de Pilats. No que- en su autoridad. 

pirituales, sean fusilados y colgada 

ni un enclave de defensa, ni El primer Ayuntamiento consdos 

sus cadáveres a la vista del 

un edificio sin daño. Según el titucional erigido en la ciudad 

pueblo. Se castiga también el in- 

parte de guerra de la fecha, en la en septiembre de 1813 se disueltento 

de envenenar el aguardien- 

madrugada del día 19, el general ve al cabo de un año y Tarragote 

de los soldados y, por la traición 

Bertoletti regresa a la ciudad y na es una de las primeras ciuda- 

de algunos que se fingen buenos 

la recorre para asegurarse de que des que celebra la vuelta al ab- 

patriotas, otros sediciosos ta- 

no pueda volver a ser utilizada solutismo, con una fiesta y la 

rraconenses son ahorcados. 

como plaza fuerte. 

quema pública de un ejemplar 

La guerra continúa. El 5 de ju- 

La Catedral es respetada gra- de la Constitución en la plaza del 

nio de 1813, el general Murray, 

cias a las súplicas de los cuatro actual ayuntamiento. 

que ha salido del puerto de Alican- 

canónigos supervivientes y tam- La visita del rey sirve para moste 

en dirección a Tarragona, recala 

en Salou. Envía una brigada 

contra el castillo del coll de Balaguer, 

junto a L’Hospitalet de 

l’Infant, a la que se une el general 

español Copons y Pavía con 

cuatro batallones. La fortaleza 

es tomada el día 7 sin dificultad, 

ya que sólo 80 hombres constibién 

se salva el fuerte de Sant trar la grave situación de los ta- 

Magí, patrono de la ciudad. No rraconenses y la necesidad de 

prende la mecha. El 

ayuda estatal. 

pueblo considera 

Fernando VII la 

el hecho como un 

promete, pero 

milagro en el día 

no es hasta 1816 

de su fiesta. 

cuando, tras 

No queda ras- 1 

mucha insistentro 

de los pasos de Suchet ordenó destruir cia, promulga 

tuyen su guarnición. Se acerca 

entonces el ejército angloespa- 

Semana Santa, ni 

una ley que exi- 

siquiera de los tra- Tarragona antes de huir: me a la ciudad 

ñol a Tarragona y ocupa el camino 

de Altafulla para interceptar 

jes y armaduras de 

la cohorte roma- explotaron 23 minas 

del pago de contribuciones 

por 

la posible ayuda francesa enviada 

desde Barcelona. 

Cruel regreso 

Bertoletti intenta recomponer 

la defensa de la ciudad, muy de- 

Cuadro de las pérdidas de Tarragona. Publiteriorada 

por el asedio. El macado 

en ‘Tarragona en la Guerra de la Inderiscal 

Suchet le auxilia con nupendencia’, 

de J.M. Recasens. (BHMT). 

merosas tropas de refuerzo. Mu- 1 

rray paraliza el ataque. No se 

na. No se puede ce- 

diez años, y una 

lebrar la procesión y no quedó en pie un Real Orden que 

del Viernes Santo, 

concede una 

pero sí un solem- enclave de defensa 

cruz con el lene 

oficio el Jueves 

ma «Antes mo- 

Santo en la Caterir 

que rendirdral. 

Los capuchise» 

a los defennos 

de Sarriá, en 

sores de 1811. 

Barcelona, donan una reliquia 

de Santa Tecla. Regresan a la ciu- Tarragona, elegida capital 

produce movimiento por parte 

dad las órdenes religiosas y fun- En 1821, hay otro ‘premio’. Cuan- 

de ninguno de los dos ejércitos. 

cionan de nuevo los gremios y do se ordena la división de Es- 

Luego, abandonando la artille- 

cofradías. La primera junta de la paña en provincias se fijan cuaría 

frente a Tarragona, Murray 

cofradía de la Sang, cuya iglesia tro en Catalunya. Una de ellas, 

embarca de nuevo a sus tropas, 

había sido saqueada y destroza- Tarragona, con la ciudad como 

recoge a la guarnición que había 

da, se celebra en 1814. 

capital. El informe de la comi- 

quedado en el castillo del coll de 

Balaguer y lo destruye. El gene- 

La visita del Rey 

sión es claro: «La provincia de 

Tarragona, Capital Tarragona, 

ral Copons y sus cuatro batallo- 

Libre el rey Fernando VII y pro- que ha parecido preferible a Reus 

nes quedan entonces en una commulgada 

la Constitución de 1812, por la proximidad de su puerto, 

prometida situación, frente al 

España entra en una nueva etapa. por ser la residencia de la auto- 

general Suchet y abandonados 

Fernando VII llega a España el ridad superior eclesiástica, por 

por sus aliados ingleses. Pero 

día 22 de marzo de 1814. Figue- haber sido cabeza de corregi- 

también se retira Suchet y no hay 

enfrentamiento. 

Suchet regresa a Tarragona 

sólo para ordenar la demolición 

de las fortificaciones y se retira 

El castillo del Patriarca, que estaba 

a Vilanova. En torno a la ciudad 

situado junto a la catedral, tras su 

se congregan el 15 de agosto de 1813 

voladura. Dibujo de Vicenç Roig. (MHT). 

las tropas españolas, pero la pla- 1 

za está en tan malas condiciones 

res es la primera ciudad que le miento y también en recompen- 

rinde honores. 

sa e indemnización de lo mucho 

El 1 de abril entra en Tarrago- que ha padecido en la Guerra de 

na, que no se hallaba bien prepa- la Independencia». 

rada para recibirle, pero el repi- Había sido un largo padecique 

de las campanas de la catemiento. Exactamente dos años, 

dral y el entusiasmo de los 2.000 un mes y 21 días. 

habitantes en plena labor de reconstrucción 

logran conmover 

que no se juzga de interés estra- la ciudad se ven obligados, bajo los que, a las 6 de la tarde, en si- a Fernando VII, muy necesitado 

tégico y así Suchet puede eva- pena de muerte, a salir de ella. lencio y flanqueados por las tro- del favor popular, ya que las dicuar 

a parte de la guarnición. Les acompañan los canónigos pas francesas en retirada, camisensiones con la Junta de Regen- 

El día 18, los pocos tarraco- que habían salvado la vida dunan por la carretera en dirección cia dejan entrever un malestar 

Pilar Caldú 

nenses que no han abandonado rante el asedio. No llegan a 200 a Torredembarra. Al anochecer creciente. 

Profesora de Instituto 

1 

j 



15



Un gato misterioso y dos niños muy curiosos 

Los más pequeños también pueden 

conocer la historia del asedio a través 

de un cuento con guión de Àngel- 

O. Brunet e ilustraciones de Txomin 

Medrano. ‘Tinc un gat de tres co- 

j 

ntre els milers de soldats 

E 

que assetjaven Tarragona 

aquell mes de juny de 

1811, n’hi havia un que estava 

cridat a destacar a la lletra 

impresa. Es deia Bianchini de 

cognom, era italià, caporal de 

graduació, pertanyia al 6è de línia 

i devia tenir llavors uns 27 

anys. A la presa de l’Oliva, a finals 

de maig, havia fet nou presoners 

ell sol i el general Suchet 

li havia dit que demanés un desig. 

En lloc de demanar ascensos, 

recompenses econòmiques o 

dies de permís, va demanar ser 

el primer a assaltar Tarragona. 

Segurament, quan va arribar el 

28 de juny, Suchet ja no recordava 

aquest desig, però Bianchini, 

que llavors ja era sergent, va 

recordar-l’hi. Es va presentar 

davant la bretxa ni més ni menys 

que vestit de gala, amb un impecable 

uniforme de color blanc. 

Bianchini, doncs, va ser un dels 

que va llançar-se a l’atac en direcció 

a la bretxa. 

El blanc perfecte 

Una taca blanca enmig de dotzenes 

de taques blaves, que era 

el color de l’uniforme dels soldats 

francesos que l’envoltaven. 

Estava predestinat a morir. O 

potser és que s’havia fet el propòsit 

de convertir-se en màrtir. Efectivament, 

va morir i, de seguida, 

els diaris de l’època van referir 

la seva gesta, que en el fons era morir 

artísticament. Al cap de poc, 

n 

lors’ es la historia de Tatxín (un felino 

tricolor muy misterioso y que incluso 

pudo ser un espía francés en la 

Tarragona asediada hace 200 años) 

y de dos niños (Carme y Pol) llenos 


de curiosidad por averiguar la verdadera 

identidad del gato así como 

por conocer cómo vivió Tarragona 

la invasión de los franceses. El cuento 

puede adquirirse por 10 euros. 

Herois o criminals? 

1 

Ceroni va ser el primer que va exalçar Bianchini. 

Publicat a ‘Poesie di Giuseppe Giulio 

Ceroni Da Verona’. Mantova, 1813. (BHMT) 

La història història del del setge setge per per als nensm 

nensm 

1 

Dins els actes de commemoració teix temps, treballar els valors de pació de l’any 1811, i assenyalava 

del bicentenari del setge de Ta- la Cultura de la Pau. Les sessions la importància de la convivència 

rragona durant la Guerra del es realitzaven a l’aula, durant una en pau entre les persones. 

Francès, coneguts sota el lema hora, i eren conduïdes per un edu- El fil conductor per resseguir 

‘1811. Tarragona assetjada’, una cador que utilitzava diferents ma- els principals esdeveniments 

de les activitats més reeixides ha 

consistit en explicar als nens què 

va significar per a la ciutat tot el que 

va succeí ara fa dos-cents anys. 

L’activitat pedagògica, coordinada 

per l’Arxiu Històric de la Ciutat 

de Tarragona, ha cercat la participació 

dels nens i nenes de 4t 

de primària, és a dir la població 

infantil de 9 i 10 anys. La finalitat 

era donar a conèixer els esdeveterials 

que giraven al voltant d’un 

plànol del setge de Tarragona de 

1811 que ocupava gairebé tota la 

pissarra. 

En la seva exposició, l’educador 

explicava amb un discurs didàctic 

com era la ciutat d’inicis del 

segle XIX, tot i comparant-la amb 

la Tarragona actual, cercava la participació 

dels nens i els feia reflexionar 

sobre les conseqüències 

1 La Tarragona de 1811 

es va explicar a 1.050 

alumnes de 22 escoles 

niments registrats durant el set- dramàtiques de les guerres, prege 

de Tarragona de 1811 i, al manent com a exemple el setge i l’ocu- 

ja en parlaven els poetes (G. G. Ceroni, 

V. d’Arlincourt...) i, per mor 

d’aquesta circumstància, Bianchini 

s’anava convertint, a ulls dels 

vencedors, en el seu heroi per 

excel·lència. 

Del jove sergent Bianchini, en 

cantaven les glòries tots els historiadors 

i cronistes del fet (Lissoni, 

Rigel, Vacani, Suchet mateix...). 

Tots, és clar, menys els espanyols, 

per als quals Bianchini no existia. 

Llavors va aparèixer Honoré 

de Balzac, el gran escriptor 

francès, el qual, el 1832, publicava 

una història esgarrifosa. 

L’aposta, segons Balzac 

Balzac deia que aquell jove soldat, 

a qui ell anomena Bianchini, no 

sabem si per error o per evitarse 

problemes, una nit que necessitava 

diners, va posar-se a jugar 

als daus amb un altre soldat. Ho 

va perdre tot i llavors s’hi va jugar 

les orelles. I com que també 

va perdre, va apostar-se que aniria 

fins a la muralla de la ciutat, 

que mataria un sentinella espanyol 

que des d’on eren es divisava, 

que li arrencaria el cor i que 

se’l menjaria després de cuinarlo. 

Balzac diu que ho va fer i, per 

tant, que va guanyar l’aposta. 

Balzac posava aquest soldat 

com a exemple per dir que la 

massacre que s’havia produït a 

Tarragona havia estat cosa dels 

soldats italians del 6è de línia, 

que eren tots uns salvatges i uns 

criminals. Aquesta relat va provocar 

un gran escàndol a Itàlia. 

històrics del setge de 1811 eren les 

petjades d’un gat, el protagonista 

del conte Tinc un gat de tres colors,lors, 

un relat adreçat al públic infantil 

escrit per Àngel O. Brunet 

i amb il·lustracions de Txomin 

Medrano, editat amb el patrocini 

de la Fundació Privada Mútua 

Catalana. Durant aquest recorregut 

virtual per la Tarragona del 

setge, es plantejaven un seguit de 

preguntes que els alumnes anaven 

resolent per tal de comprendre 

els fets succeïts. 

Al final de la sessió, des del coneixement 

del que va passar fa dos 

segles, l’educador animava els infants 

a escriure un missatge de 

pau per tal de contribuir al fet que 

no es torni a repetir l’episodi que 

ara es commemora. Tot seguit cada 

alumne rebia com a regal el conte 

Tinc un gat de tres colors. 




16 


Francès:el setge 

a la literatura 

Els italians van seguir parlant 

de Bianchini i ara encara li 

van buscar més mèrits. Que si 

era fill d’un paleta, que havia 

quedat orfe de jove, que era enamoradís 

i que ja ben jove també 

s’havia casat i havia començat 

a tenir fills. 

Personatge de novel·la 

Els historiadors francesos van 

preferir no remenar-ho més i van 

anar reproduint la història del 

començament, però posant-hi 

cada vegada menys salsa. En canvi, 

aviat Bianchini es va convertir 

en un personatge literari dels 

Pirineus en avall. El 1881, Alfred 

Opisso el va convertir en un personatge 

de la seva novel·la El grito 

de independencia i el definia 

com «un caníbal francoitaliano». 

I l’any 1923, Pío Baroja també explicava 

la història del cor menjat 

com a verídica. Aquestes són les 

paradoxes de la història i de la literatura. 

Si Bianchini havia volgut ser 

famós, ho va aconseguir. Però, 

en canvi, ell, que no havia arribat 

a entrar a Tarragona, i que 

per tant no havia participat en 

la carnisseria que va tenir-hi lloc, 

ha quedat retratat com poc menys 

que una bèstia. 

Cavallé 

jJoan 

jJoan 

Escriptor 

Aquesta activitat s’ha desenvolupat 

entre els mesos de març 

a maig, amb 44 sessions en 22 centres 

escolars i amb la participació 

de 1.050 alumnes. Els mestres dels 

respectius centres han col·laborat 

activament i en un 90 per cent han 

valorat l’experiència com a molt 

satisfactòria. 

Si tot plegat ha servit per donar 

a conèixer i difondre entre els 

nens i nenes de Tarragona el que 

va succeir l’any 1811, ara fa 200 

anys, s’haurà assolit el propòsit 

que ens motivava inicialment. 

Piqué 

Cap del Servei d’Arxiu i 

jJordi 

jJordi 

Documentació Municipal

Tarragona cau heroicament - Diari de Tarragona

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