Descargar - Els arbres de Fahrenheit
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pue<strong>de</strong> compren<strong>de</strong>rse, ilustrado, apropiado críticamente, transformado en su función.<br />
Piénsese, por ejemplo, en el papel <strong>de</strong> la finalidad (el hacia dón<strong>de</strong>, el para qué) en<br />
las concepciones <strong>de</strong>l mundo precapitalistas, o bien en la significación <strong>de</strong> la cualidad<br />
en el concepto no mecánico <strong>de</strong> la naturaleza en estas mismas concepciones <strong>de</strong>l<br />
mundo. Piénsese en el mito <strong>de</strong> Prometeo, al que Marx <strong>de</strong>nomina el santo más<br />
distinguido en el calendario filosófico. Piénsese en el mito <strong>de</strong> la edad <strong>de</strong> oro y en su<br />
trasposición al futuro en la conciencia mesiánica <strong>de</strong> tantas clases y tantos pueblos<br />
oprimidos. La filosofía marxista, como la filosofía que, al fin, se comporta<br />
a<strong>de</strong>cuadamente respecto al <strong>de</strong>venir y a lo por venir, conoce también el pasado<br />
entero en su amplitud creadora, y lo conoce, porque no conoce en absoluto ningún<br />
otro pasado que el que está todavía vivo, con el que todavía no se han ajustado<br />
cuentas. La filosofía marxista es filosofía <strong>de</strong>l futuro, es <strong>de</strong>cir, también <strong>de</strong>l futuro en el<br />
pasado; en esta conciencia concentrada <strong>de</strong> frontera, la filosofía marxista es teoríapraxis<br />
<strong>de</strong> la ten<strong>de</strong>ncia inteligida, una teoría-praxis viva, confiada en el acontecer,<br />
con la mirada fija en el novum. Y lo <strong>de</strong>cisivo: la luz, a cuyo resplandor se reproduce<br />
e impulsa al totum en proceso inacabado, se llama docta spes, esperanza inteligida<br />
dialécticamaterialistamente. El tema fundamental <strong>de</strong> una filosofía que permanece y<br />
es, porque está haciéndose, es la patria que todavía no ha llegado a ser, todavía no<br />
alcanzada, tal como se va formando y surgiendo en la lucha dialéctica-materialista<br />
<strong>de</strong> lo nuevo con lo viejo.<br />
A esta lucha se le aña<strong>de</strong> aquí un signo más. Un signo hacia a<strong>de</strong>lante que permite<br />
traspasar, pero no trotar a la zaga. La significación <strong>de</strong> este signo es el «todavía non,<br />
y <strong>de</strong> lo que se trata es <strong>de</strong> ponerse <strong>de</strong> acuerdo sobre ello. De acuerdo con lo<br />
indicado por Lenin en una frase muy alabada, pero que no ha sido igualmente<br />
tomada en serio<br />
«"¿Con qué tenemos que soñar?" Acabo <strong>de</strong> escribir estas palabras y el pánico me<br />
inva<strong>de</strong>. Me imagino que me encuentro en una "conferencia <strong>de</strong> unificación" y que,<br />
frente a mí, se encuentran los redactores y colabora dores <strong>de</strong>l Rabócheie Dielo. Y el<br />
camarada Martinov se levanta y se dirige a mí amenazadoramente : «Permíteme<br />
usted que le pregunte: ¿tiene una redacción autónoma el <strong>de</strong>recho a soñar, sin<br />
preguntar antes al comité <strong>de</strong>l partido?" Y <strong>de</strong>spués se levanta el camarada Krichevski<br />
y prosigue (profundizando filosóficamente al camarada Martinov, que ya hacía<br />
mucho que había profundizado al camarada Plejánov) en tono aún más<br />
amenazador: "Continuó. Pregunto si un marxista tiene el <strong>de</strong>recho a soñar, a no ser<br />
que olvi<strong>de</strong> que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> Marx, la humanidad solo pue<strong>de</strong> plantearse cometidos<br />
que está en su mano resolver, y que la táctica es un proceso <strong>de</strong>l crecimiento <strong>de</strong> los<br />
cometidos, los cuales crecen junto con el partido."<br />
Solo el imaginarse estas amenazadoras preguntas, hace que me recorra un<br />
escalofrío, y mi único pensamiento es el <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> podría escon<strong>de</strong>rme. Trataré <strong>de</strong><br />
escon<strong>de</strong>rme <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> Pisarev.<br />
"No todas las escisiones son iguales las unas a las otras", escribió Pisarev sobre la<br />
escisión entre sueño y realidad. "Mis sueños pue<strong>de</strong>n traspasar el curso natural <strong>de</strong><br />
los acontecimientos, o pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>scaminarse, es <strong>de</strong>cir, lanzarse por caminos que el<br />
curso natural <strong>de</strong> los acontecimientos no pue<strong>de</strong> nunca recorrer. En el primero <strong>de</strong> los<br />
casos, la ensoñación es completamente inofensiva; pue<strong>de</strong> incluso impulsar y<br />
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